Desarrollo Endógeno Sostenible Javier Medina DES como interfase entre Desarrollo y Suma Qamaña AGRUCO ha ido construyendo, poco a poco, el concepto DES como interfase entre Desarrollo (: primero, sólo como agrobiología: transferencia de tecnologías europeas; luego: agrobiología y revalorización de los saberes locales como base del aprendizaje intra e intercultural en vista de un desarrollo rural sostenible) y Suma Qamaña: ingreso de la cultura e incidencia en políticas públicas. Lo amerindio: compresión del Ayllu como una red cosmobiológica, compuesta por las comunidades de Waka / Sallqa / Jaqi se traduce en el Marco Lógico Histórico Cultural: Vida material / Vida social / Vida espiritual. Esta es la quintaesencia del suma qamaña en la visión de AGRUCO. Lo endógeno (: generado: engendrado, desde dentro) es, más bien, visto en los siguientes indicadores. “Dar voz al actor local; Identificar los recursos locales y posibles soluciones; Reconocer la fe y darle significado; Adaptar las opciones para el contexto local; Construir con las instituciones tradicionales; Potenciar el rol de las mujeres y promover la igualdad de género; Fortalecer la economía local; Organizar prácticas de agricultura orgánica; Aumentar la biodiversidad bio-cultural; Equilibrar las prácticas tradicionales y modernas; Educar para el desarrollo endógeno; Aprendizaje intergeneracional; Fortalecer la transformación personal”. Freddy Delgado, Cesar Escobar y Jorge Bilbao, Desarrollo Endógeno en la práctica. Hacia el bienestar de las personas y el ecosistema. Cochabamba, COMPAS, 2006. DES como interfaz para implementar el Vivir Bien en la gestión pública En este punto, el Vivir Bien se convierte en política pública: Constitución Política del Estado y primer Plan Nacional de Desarrollo para Vivir Bien. Un primer problema que tiene el Gobierno es que no puede mostrar resultados. Se piensa que es cuestión de no haber construido Indicadores para medirlo. Aquí AGRUCO ofrece su experiencia que la presenta en un texto debido a Freddy Delgado, Stepahn Risto y César Escobar: El Desarrollo Endógeno Sustentable como interfaz para implementar el Vivir Bien en la gestión pública boliviana, La Paz: Plural: 2010 A este respecto, es interesante el gráfico 2 de la página 27: “Hacia la construcción del Índice del Vivir Bien” que es definido como: “Estar y sentirse bien en armonía con la sociedad y la naturaleza”. A partir de este centro, salen 8 radiales equivalentes. Empezaré, siguiendo las manecillas del reloj: Conocer bien: educación, saber, conocimiento, innovación. Sentirse bien: salud, nutrición. Artes, deportes y recreación; Convivir bien; Participación con identidad: poder social y comunitario, Estado plurinacional y autónomo; Trabajo e ingreso digno: producción y empleo; Comer bien: seguridad alimentaria con soberanía; Habitar bien: vivienda, servicios básicos. Se nota claramente la influencia de los Aforismos del Canciller Choquehuanca sobre el Vivir Bien, como nuevos nucleadores; empero, no necesariamente de lo que sabemos es el suma qamaña, (cf. 3.1), sino de lo que, hasta ahora, han hecho todas las políticas gubernamentales y no gubernamentales de Desarrollo. En este paso, desaparece, prácticamente, el Enfoque Lógico Histórico Cultural, de AGRUCO. Buscando soluciones desde el impasse Como éste no es un asunto ético o de voluntad política, sino lógico, demorémonos un tanto en ello. Desde el viejo paradigma, como hemos visto, no se puede pensar “lo uno y lo otro”; siempre es “o lo uno o lo otro”: principio de no-contradicción. Por tanto, no queda otra que reducir la complejidad y homogeneizarla a una sola polaridad; en este caso, a la del Desarrollo, pero empaquetada bajo otros nucleadores. De todos modos, desaparece lo indígena, propiamente dicho: lo cuántico. Ahora bien, como si esto no fuera suficiente rompecabezas, el caso TIPNIS exacerba la polaridad Desarrollo / Suma Qamaña. Los cocaleros quieren desarrollismo extractivista duro y puro y los indígenas conservar su bosque. El DES se ha roto. Por un lado D, por el otro, ES. En este punto estamos ahora mismo. Si somos honestos intelectualmente (coherencia teórico-práctica) no podemos seguir con un discurso DES, después del TIPNIS: represas sobre el río Beni, transgénicos, etc. Tampoco se trata de rasgarse las vestiduras; se trata de entender y dar un paso adelante, agarrando todas las cartas de la baraja. Ahora bien, ¿cómo se piensa lo uno y lo otro? La primera gran enseñanza, a propósito de Desarrollo y Suma Qamaña, es que ambas magnitudes pertenecen a diferentes Niveles de Realidad, para usar la expresión de Basarab Nicolescu. Véase 3.8. Por tanto, no se las puede mezclar en un solo Nivel de Realidad, como en la propuesta de AGRUCO, ante el requerimiento gubernamental, pues, dada la masa crítica actual; se impone el Nivel de Realidad macrofísico de la modernidad: el Desarrollo y desaparece el Nivel de Realidad cuántico del Suma Qamaña. ¿Por qué es cuántico? Porque es intangible, inconmensurable; es efecto de la complementariedad de energías opuestas; no responde a las leyes de causalidad; probablemente tenga que ver con lo que CG Jung llamaba Sincronía; no es objetivo, permanente. Es como la felicidad; es la felicidad. Véase 3.1. Algo que, ya Galileo, sacó del ámbito de la ciencia y, por tanto, del sentido común moderno. Ahora bien, si sólo existiera un solo Nivel de Realidad, los amerindios no hubieran podido sobrevivir a la colonización y a la explotación capitalista. Nuestra perplejidad proviene de que, ésto, diseña un escenario contradictorio y nuestro imaginario es no-contradictorio. Ahora bien, tampoco, en adelante, podremos cerrar los ojos al Suma Qamaña. Su actualización (paso de la virtualidad a lo real) es irreversible; implica una ampliación de la conciencia humana; una nueva frontera de la mente social. Se ha convertido en un desafío de civilización: de ahí su repercusión en el mundo académico y del desarrollo. En el estado actual de nuestros conocimientos; mejor dicho, de nuestra perplejidad, sólo podemos arriesgar hipótesis de trabajo, que tengan en cuenta todo lo aprendido en el último medio siglo. La primera que propongo es que demos al Desarrollo lo que es del desarrollo y a la Suma Qamaña lo que es de la suma qamaña. Dicho con pocas palabras: hacer un buen Marco Lógico y velar por un costo Beneficio positivo, superando las visiones atomistas de la Cosa en sí: das Ding an sich. Los proyectos y programas hay que entenderlos y diseñarlos eco-sistémicamente. Se ajusta en el “campo”, (cf. 3.9) no en el núcleo íntimo y en perspectiva, no puntualmente: para fines del cierre del programa. Lo administrativo no debe ser estratégico. Y entrar a la lógica energética del sistema amerindio. Remito a mi evaluación de BioAndes, en especial: 1.1.7. Marco lógico / Red energética; 1.2: Eficiencia desde la perspectiva del diálogo de civilizaciones; 1.3: Disposición energética: el engendramiento andino de la Eficiencia; 1.5: La puesta en escena del Dispositivo energético. La segunda hipótesis de trabajo es que elaboremos una especie de radar que detecte los efectos de la complementariedad de estas dos energías: desarrollo y suma qamaña. Un detector del Tercero Incluido (cf. 3.7), por así decir. Sobre esto, nadie, en el mundo, ha avanzado un paso. Tendremos que ser pioneros: inventar y ser creativos. El lugar institucional es la UME; lo que implica no dejar lo planificado; sino abrir un observatorio, en alianza académica con la unidad de investigación de los postgrados de AGRUCO.
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