Descargar Revista - Gerontología – Universidad Maimónides

Publicación Gratuita
ISSN: 2007-3119
Octubre-Noviembre-Diciembre 2014,
Año 6 Número 32
www.SuigenerisFapsi.com
Revista oficial de la uanl
a través de la Facultad de Psicología
Contenido
1 PRÓLOGO
Una publicación de la
Universidad Autónoma de Nuevo León
Dr. Jesús Ancer Rodríguez
Rector
Ing. Rogelio G. Garza Rivera
Secretario General
Dr. Juan Manuel Alcocer González
Secretario Académico
Lic. Rogelio Villarreal Elizondo
Secretario de Extensión y Cultura
Dr. Celso José Garza Acuña
Director de Publicaciones
Dr. José Armando Peña Moreno
Director de la Facultad de Psicología
Mtra. Magaly Cárdenas Rodríguez
Subdirectora Académica
Dr. Álvaro Antonio Ascary Aguillón
Subdirector Administrativo
Dra. Blanca Idalia Montoya Flores
Subdirectora de Proyectos Educativos y Asistenciales
Dr. José Cruz Rodríguez Alcalá
Subdirector de Posgrado
Dr. Manuel Guadalupe Muñiz García
Subdirector de Investigación
Omar Méndez Castillo
Editor responsable
Christian Alanis Contreras
Iris Reyes Escobedo
Ivan Guerrero Vidales
José Arturo Baruch Marínez T.
José Vieyra Rodríguez
Comité editorial
César Tóvar
Jefe de Redacción
Monserrat Reyes
Luis Coronado
Prestatarios de servicio social
Equipo de Redacción
Ramiro Ruiz Castillo
Diseño
Framelova
Diseño web
Jonatan Olvera salvador
Director Creativo FRAMELOVA
Diseño de portada
Lista de colaboradores en:
www.suigenerisFaPsi.com
Por Dra. Graciela Zarebski
3 EDITORIALES: “Conducta suicida en adultos mayores. Los palacios
2012—2013 propuesta de propaganda gráfica para la prevención”
Por MSc. Yolanda Díaz Castro, Lic. Yairelys Espinosa Ferro y Dra. Dianelis Pérez Sánchez
7 EDITORIALES: “Proponiendo un cambio en la apreciación del adulto mayor”
Por Natalia Carlos Rueda
9 EDITORIALES: “La mirada y la escucha interdisciplinaria. Lectura de un
caso gerontológico” Por Graciela E. Beascoechea
11 EDITORIALES: “Deterioro Cognitivo Leve: un estado poco explorado”
Por Dra. Xóchitl Angélica Ortiz Jiménez
14 DIL INTRO DE LA FAPSI: Noticias varias.
18 TEMA CENTRAL: “Evaluación psicosocial de mujeres adultas mayores
residentes en una institución de asistencia social. Una aproximación al
envejecimiento femenino” Por Jorge Luis López Jiménez, Guadalupe Barrios Salinas, Blanca
Estela López Salgado, Yolanda Castañeda Altamirano, Laura Angélica Bazaldúa Merino, Tomás Cortés Solís.
23 TEMA CENTRAL: “La mujer adulta mayor: Una perspectiva
Psicogerontosocial” Por Blanca Estela López Salgado, María del Pilar López Salgado y
Guadalupe Barrios Salinas.
27 TEMA CENTRAL: “Características psicosociales en pacientes longevos
ingresados en el Servicio de Geriatría del Hospital Provincial Clínico
Quirúrgico Docente «Dr. León Cuervo Rubio»” Por Orisel Quintero Ramírez, Nilda
Alina Santos Fernández, Yenisel González Dopico, Sahily Palacios Paz.
34 LA ENTREVISTA: “Entrevista a la Graciela Zarebski acerca de la
Psicogerontología” Por María Mercedes Díaz Espinosa.
38 DOSSIER: “Ciencia vs. Disciplinas de Orientación Filosófica (Un conflicto
que no debe ser)” Por Alexander Strauffon.
42 DOSSIER: “No Future…” Por Israel Ladrón de Guevara C.
47 DOSSIER: “Mutaciones Identitarias y restricciones corporales en Judith
Butler” Por Ariel Martínez.
53 MAKTUB: “Experiencia de una mañana triste de invierno”
Por Yairelys Espinosa Ferro y Yolanda Díaz Castro.
55 EN CONSTRUCCION: “El devenir grupal como proceso de
subjetivación Ético-Político (Segunda parte)” Por Baruch Martínez Treviño
64 PSICOANALIZARTE: “Susana y el viejo. Una obra del pintor argentino
Antonio Berni interpretada en relación a la Corrupción.” Por Carmen de Grado
y Jacinta Keisman.
68 QUID: “El arte de trascender” Por Iván Guerrero Vidales.
71 ENTRE MEMORIAS Y LOCURA: “Salario Emocional” Por Guillermo Rocha.
SUIGENERIS SUI GENERIS, Año 6, Nº32 , Octubre-Noviembre-Diciembre 2014. Es una publicación trimestral, editada por la Universidad Autónoma de
Nuevo León, a través de la Facultad de Psicología. Domicilio de la publicación: Dr. Carlos Canseco y Mutualismo No. 110, Colonia Mitras Centro, Monterrey,
Nuevo León, México, C.P.64460. Teléfono: +52 8183 33 7859 ext. 510. Fax. +52 81 83337859. Editor Responsable: Omar Méndez Castillo. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2010-030514053000-102. ISSN 2007-3119 ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Licitud de Título y
Contenido No. 14,927 otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro de marca ante
el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial: II83057. Impresa por: EDIREY, Narciso Mendoza 4024, Col. Niño Artillero, Monterrey, Nuevo León,
México. Fecha de terminación de impresión: 12 de Enero de 2015, Tiraje: 1,000 ejemplares. Distribuido por: Universidad Autónoma de Nuevo León, a través
de la Facultad de Psicología, Carlos Canseco y Mutualismo No. 110 Colonia Mitras Centro, Monterrey, Nuevo León, México, C.P.64460.
Las opiniones y contenidos expresados son responsabilidad exclusiva de los autores.
Prohibida su reproducción total o parcial, en cualquier forma o medio, del contenido editorial de este número.
Impreso en México
Todos los derechos reservados
© Copyright 2015
[email protected]
Prólogo
Por Dra. Graciela Zarebski
E
s una satisfacción realizar el Prólogo
del presente número. La incorporación
por parte de una carrera de Psicología
de esta temática viene a confirmar, a través de
la publicación de estos trabajos, el avance que
vamos logrando en el abordaje psicológico del
envejecimiento. No suele estar incluida en la currícula universitaria, al menos como asignatura
obligatoria en la formación, con lo cual la mayoría
de los estudiantes, en este caso de Psicología, se
gradúan sin ningún conocimiento profundo de
una temática a la cual se verán enfrentados tanto
en lo personal como en lo profesional.
Las investigaciones y artículos de difusión
acerca de la vejez que reúne esta revista son un
reflejo de la importancia que está adquiriendo
el tema, lo cual es especialmente destacable en
México, país en proceso acelerado de envejecimiento poblacional.
El campo de la Psicogerontología, que se
ocupa de la salud mental a lo largo del curso
de la vida desde edades jóvenes hasta los años
tardíos, es el área más nueva en los estudios
gerontológicos, ya que hasta hace pocas décadas
sólo se estudiaban científicamente las cuestiones
biológicas y sociales del envejecimiento.
Como tal, constituye un campo cada vez más
convocante para los psicólogos, a quienes se les
están abriendo distintos ámbitos de intervención
a nivel preventivo, asistencial y de rehabilitación.
Estas intervenciones están siendo apoyadas
cada vez más por investigaciones que las avalan
y demuestran su eficacia.
Los diversos trabajos que componen el dossier
especial del presente número son una prueba
cabal del sostén científico de nuestras intervenciones psicogerontológicas. Vemos el aumento
en los últimos años de estudios relacionados con
el bienestar psicológico en las personas mayores,
al verse corroborado el efecto benéfico de nuestra
perspectiva subjetiva del envejecimiento.
Ocupan un lugar destacado en este número
los trabajos relativos al proceso de envejecimiento
femenino. En efecto, está comprobado que las
mujeres viven más años, aunque enfermas y solas.
Si bien son más proclives a solicitar ayuda
y a hablar de sus problemas, muchas caen en
situaciones de vulnerabilidad que requieren
de nuestra intervención a fin de asistirlas ante
cuadros de depresión e incluso ante el riesgo de
suicidio, otro de los temas abordados. Debemos
planear estrategias de prevención e intervención
psicogerontológica que incidan en la mejora de
su bienestar y de su calidad de vida.
El aporte de los psicogerontólogos en diversos ámbitos asistenciales se ve reflejado en
varios trabajos. Por un lado, en la atención ambulatoria, la investigación de las características
psicosociales de los pacientes que se asisten en
un hospital cubano, permite detectar la disminución de los vínculos con la edad, detección
que fundamenta la estrategia de favorecer nuevas redes de apoyo, ya que son fuente de mejor
calidad de vida y mayor satisfacción vital.
También es de destacar el trabajo que señala que
el Hospital incluyó entre su banco de problemas
la atención al envejecimiento poblacional como
prioritario en servicios de Psicología y Geriatría.
Es que también la situación de internación
requiere de nuestra escucha. El trabajo que se
presenta acerca del abordaje de un paciente internado en una Unidad de Geriatría, muestra el
aporte del psicólogo al equipo interdisciplinario.
Además, se trata de un caso de caída — situación
frecuente en la vejez que ejemplifica especialmente, en lo que constituye un abordaje habitualmente abordado desde las condiciones ambientales y
biológicas— cómo el contexto emocional de la
caída es un determinante que el psicólogo podrá
aportar al equipo interdisciplinario.
Las investigaciones corroboran el papel modificador de las emociones sobre la biología: la
calidad de nuestros alimentos afectivos y culturales se traslucirá en un envejecimiento saludable.
En diversos órdenes del transcurrir vital el
sujeto podrá encontrar la oportunidad de com1
Prólogo
pensar pérdidas con ganancias. Así, en la medida en que diversifique sus lazos vinculares y sus
proyectos, nuevas investiduras serán posibles.
De este modo será más efectivo el afrontamiento de situaciones estresantes, lo cual favorecerá el desarrollo de mayor nivel de bienestar
subjetivo y por ende, el crecimiento personal.
Es que, si crecer es envejecer, envejecer también
podrá ser crecer, en la medida en que se creen
las condiciones que lo sostengan.
El soporte social, el estilo de vida, junto con
variables socio—demográficas pero también
psicológicas y estrategias de afrontamiento,
constituyen correlatos específicos del bienestar subjetivo en las personas mayores y ponen
en evidencia, contrariamente a lo que muchos
suponen, que éste no decrece con la edad.
Si el sujeto se mantiene estimulado, activo,
en movimiento, renovando el sentido de su
vida y sus redes de apoyo, logrará un efecto
enriquecedor en las redes internas biológicas,
emocionales y cognitivas y recíprocamente, en
un fluir dialéctico.
El único modo de contrarrestar el desgaste
biológico, inevitable por el paso del tiempo, es
armando desde joven una reserva que no sólo
será económica, no sólo será cognitiva, sino que,
además, deberá ser complementada con una reserva emocional, vincular, corporal y espiritual,
todo lo cual constituirá la Reserva Humana
para nuestro envejecimiento.
El curso de la vida, como un diseño a ser
armado proactivamente desde edades jóvenes,
pone en evidencia las conclusiones de las últimas investigaciones interdisciplinarias en este
campo: que la determinación genética aporta
sólo un treinta por ciento de nuestra condición
de salud. El resto, junto con el medio ambiente,
radicará en la determinación de lo que haga el
sujeto con su vida.
Estas consideraciones constituyen todo un desafío cuando se trata de personas institucionalizadas.
Las residencias para mayores conservan
aún en muchas regiones una concepción asilar,
ocasionando maltratos diversos al avasallar la
condición humana de quienes ahí residen. Lo
cual reafirma la importancia de contar en esos
2
ámbitos con psicogerontólogos que rescaten a
los sujetos en su singularidad.
Es que el incremento de la expectativa de
vida y con ello el aumento de los problemas de
salud mental, determina una mayor posibilidad
de ingreso a instituciones. En estos ámbitos, los
psicólogos, junto con otros profesionales, están
haciendo mucho por cuestionar el estereotipo
social de la persona mayor como individuo aislado y desinteresado por aquello que lo rodea,
improductivo y en proceso regresivo.
Para cumplir con esta tarea será especialmente necesario que los psicólogos, sobre todo
los que carecen de formación en el tema, se
enfrenten a los propios prejuicios, tanto teóricos como personales, que los atraviesan: no
asimilar vejez a enfermedad, no generalizar el
deterioro y aprender a diferenciarlo del desgaste
y el declinar inevitable y normal, será un eje de
su formación.
De este modo, podrán reconocerlos como
adultos, aunque mayores y propender a que se
los trate como tales, sin pre—conceptos, tanto
en la vida cotidiana y en la comunidad, como
en la clínica psicológica, de modo de preservar
al máximo su autonomía: favorecer que puedan
decidir por sus vidas y que se rescaten sus acervos
y sus saberes, en la transmisión transgeneracional.
Cuestionar las creencias y estereotipos negativos es una tarea a emprender por los psicogerontólogos tanto en prevención a nivel comunitario, como en el orden subjetivo y familiar,
a fin de contribuir con sus acciones a impulsar
todos los factores de personalidad protectores
para un buen envejecimiento.
Se requieren transformaciones en los programas sanitarios, en cuyos equipos el psicólogo
tiene un rol fundamental a aportar. Asimismo,
se necesitan más investigaciones, como las que
aquí se presentan, que examinen la complejidad dinámica del envejecimiento subjetivo y
que requerirán del psicólogo su apertura a la
integración de enfoques teóricos diversos, así
como su incorporación a la interdisciplina que
la salud mental en el envejecimiento reclama.
El presente número de la Revista Sui Géneris
contribuirá a lograrlo.
Editoriales
Conducta suicida en adultos mayores.
Los palacios 2012—2013 propuesta de propaganda
gráfica para la prevención
Por MSc. Yolanda Díaz Castro ([email protected]), Lic. Yairelys Espinosa Ferro
y Dra. Dianelis Pérez Sánchez
Introducción
E
l suicidio es considerado por la Organización Mundial de la Salud (2010) como
un trastorno multidimensional, que resulta de una compleja interacción de factores
biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos
y ambientales. La conducta suicida concibe tanto al suicidio consumado como al intento de
suicidio que no siempre tiene un final lamentable, pues depende de varios aspectos, entre
ellos, la letalidad del método empleado, pero a
pesar de ello, constituye un problema de salud
mental que debe ser seriamente enfocado desde
la psicología y otras profesiones afines.
La mayoría de las personas que hacen algún
intento de suicidio están ambivalentes respecto
al deseo de morir; de hecho, el intento puede ser
una demanda de ayuda y puede fallar porque es
más fuerte el impulso de vida. Con frecuencia
el suicidio es prevenible, en general los signos
de alarma estarán presentes y es preciso tomar
en serio a las personas que hablan de quitarse
la vida. El problema no solo afecta a la víctima, sino también a toda su estructura social:
familia, amigos y conocidos. (Barrientos del
Llano, 2008).
En Cuba la tasa de mortalidad por suicidio se
incrementó en la década del 80 (22.5 x 100,000
habitantes) por lo que se implantó el Programa
Nacional de Prevención de la Conducta Suicida, lográndose una reducción de la mortalidad
por suicidio hasta 16.4 x 100,000 habitantes en
el 2000, ubicándose en el 7mo. lugar entre las
principales causas para todas las edades.
Al adulto mayor se le ha dado una especial
mirada en estos últimos tiempos pues según
datos estadísticos, nos hablan de que Cuba es
uno de los países latinoamericanos más envejecidos. Se estima que para el año 2025 este
grupo ocupará un 20.1 % de la población total.
(Bayarre Vea HD, colab 2008)
La adultez mayor es una etapa, susceptible
para asumir conductas tan fatales con consecuencias irreversibles para la vida. Comprender
mejor este período de la vida permitirá ofrecer
una ayuda más acorde con sus necesidades y
cómo pueden prevenirse conductas lamentables
(Orosa, 2003).
Tanto en la
provincia de
Pinar del Río
como en el municipio de Los
Palacios las
cifras estadísticas de intento suicida, se comportaron de la
siguiente forma: en la provincia de Pinar del Río
en el año 2010 fue de 851 intentos por 100,000
habitantes para una tasa de 11.6 % y en 2011 de
836 intentos por 100,000 habitantes para una
tasa de 14.1 %. En el municipio de Los Palacios
en el año 2010 hubo 58 intentos por 100,000
habitantes para una tasa de 14.9 % y en el año
2011 la cifra fue de 42 intentos por 100,000 habitantes para una tasa de 10.8 %. Estas cifras
evidencian que no son suficientes las estrategias
que se han venido implementando para contrarrestar este importante problema de salud,
por lo que debemos dirigir la atención hacia
la potenciación en los sujetos de herramientas
que les permita ajustarse de forma coherente a
las exigencias de la vida cotidiana. La investigación rebasa los marcos meramente investigativos
para servir de base a futuras líneas de acción
3
Editoriales: Conducta suicida en adultos mayores
encaminadas a la optimización de los servicios,
así como proponer acciones con proyección comunitaria, multidisciplinaria e intersectorial,
para implicar a todos de forma activa, en un
complejo problema del que aún existen mitos,
promoviendo estilos de vida saludables.
Por lo antes referido nos propusimos como
objetivo caracterizar los factores psicosociales
presentes en los adultos mayores con conducta suicida del municipio de Los Palacios entre
2012 y 2013.
femeninas, representando igual por ciento para
ambos sexos (50%).
El análisis de la variable zona de residencia
arrojó que en el 2012 solo 2 sujetos pertenecen
a la zona urbana y 4 a la zona rural, para un
66.6% del total.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y transversal, con diseño no experimental
sobre factores psicosociales asociados a la conducta suicida en adultos mayores.
Universo
Todos los adultos mayores que fueron identificados en el municipio de Los Palacios en el
año 2012 y 2013 por haber cometido un intento
suicida o suicidio.
Se trabajó con una muestra no probabilística
de sujetos tipo, o sea, con los adultos mayores
que fueron identificados en el municipio por
intento suicida o suicidio durante el periodo
de estudio. La información fue recogida a través de las historias clínicas de dichos pacientes.
Utilizamos la estadística descriptiva para organizar y clasificar los indicadores obtenidos
en la medición de variables, mediante tablas
de distribución de frecuencia y medidas de
tendencia central.
Se tuvo en cuenta los preceptos éticos en el
ejercicio profesional y los inherentes al proceso
de investigación, ajustado a cada etapa de dicho
proceso.
Resultados
El primer propósito se encaminó a la descripción sociodemográfica de la muestra teniendo
en cuenta las variables sexo y zona de residencia.
En la muestra estudiada el intento suicida
estuvo presente en 6 sujetos en el año 2012 de un
total de 60 casos identificados, lo que representa
el 10%. En cuanto al sexo, la muestra estuvo
integrada por 3 sujetos del sexo masculino y 3
4
En el año 2013 el intento suicida se presentó
en solo 3 adultos mayores de un total de 49
identificados, representando el 6.1%. El intento
predominó en las féminas, 2 de 3 en total, para
un 66.6% y el suicidio identificado en ese año
fue masculino.
Al identificar las variables epidemiológicas
del intento suicida en estos pacientes, evaluamos
la letalidad del método empleado, resultando
que todos los sujetos ingirieron medicamentos,
correspondiendo a la clasificación de método
riesgoso no letal a la mayoría de ellos, ya que
aunque no produjo la muerte, sí produjo alteraciones en el funcionamiento del organismo. La
dosis empleada resultó ser potencialmente letal
en 2 casos identificados en el año 2012, los cuales
llevaban seguimiento por la consulta de Psiquiatría pues tenían una depresión diagnosticada, y
un caso en el año 2013 con similar diagnóstico,
los cuales actualmente se siguen atendiendo.
Otra de las variables epidemiológicas a analizar es la seriedad de la intención, donde resultó
que del total de sujetos en estudio en el 2012,
4 manifestaron intención no sería de morir, lo
cual representa el 66.6 % de la muestra, es decir,
no existía intención alguna de suicidio en estos
individuos, sino que realizaron el acto llevados
por un impulso no premeditado y de poca intensidad o con la intención de obtener alguna
ganancia secundaria. El 33.4% representado por
Editoriales: Conducta suicida en adultos mayores
2 sujetos tuvieron seria intención de morir, pues
no lograron su autodestrucción gracias al auxilio de terceras personas. En el 2013 solo un
sujeto manifestó seria intención de morir de 3
identificados en ese año para un 33.3%.
Al analizar la gravedad de las circunstancias, resultó que la mayoría de los pacientes
realizaron el acto suicida bajo circunstancias
bajas, pues contaban con los medios para ser
auxiliados y la presencia de familiares lo cual
impidió la consumación del suicidio en el 100%
de los casos.
Al explorar las causas que propiciaron la conducta suicida en la muestra estudiada, resultó
que el principal factor inductor que llevó a los
pacientes a cometer intento suicida está el 100%
en el área familiar identificándose conflictos
con los hijos o con las parejas del anciano pues
convivían varias generaciones en un mismo hogar y la dinámica familiar se veía afectada por
la comunicación entre los mismos, más aun
en aquellos casos en que el anciano presenta
trastorno psiquiátrico y no es adecuadamente
manejado por los familiares, subvalorando sus
necesidades psicológicas.
En cuanto al comportamiento del suicidio,
los 2 casos identificados en el 2012 no tenían
antecedentes de trastornos psiquiátricos, los
móviles del suicidio están relacionados con el
abandono de la pareja y al parecer el acto fue
premeditado, empleándose en el caso masculino la ingestión de sustancias tóxicas y en el
femenino el ahorcamiento.
El suicidio identificado en el 2013 fue un anciano sin antecedentes de trastorno psiquiátrico,
que vivía solo y tenía un consumo perjudicial de
alcohol; utilizó como método el ahorcamiento.
Discusión
La conducta suicida tiene un gradiente que
puede ir desde el simple pensamiento hasta el
suicidio consumado. Es considerado un serio
problema de Salud Pública que es de la competencia de múltiples profesionales dado la complejidad de este fenómeno que implica diversos
factores causales. La adultez mayor puede ser
un periodo vulnerable a este tipo de conductas
debido a múltiples factores de riesgo. Existen
estudios que avalan que la prevalencia del intento suicida en el adulto mayor es menor que
en otras edades, mientras el suicidio es mayor
en esta edad (OMS 2010). Los resultados obtenidos en nuestra investigación así lo demuestran.
En cuanto al comportamiento según el sexo,
hay estudios que plantean que los varones consuman el suicidio con una frecuencia entre 2 y 4
veces mayor que las mujeres, sin embargo éstas
realizan intentos de suicidio con una frecuencia
2 a 3 veces superior a la de ellos, amparados por
cuestiones culturales, donde los varones utilizan
métodos más violentos y por ende más letales.
Además, a las féminas les resulta más fácil solicitar ayuda y hablar de sus problemas lo que
probablemente favorece la prevención del acto
suicida con resultados fatales (Infantes Pérez
& Ochoa Roca, 2009).
En cuanto a las zonas de residencia según
datos estadísticos de la OMS así como de estudios más recientes, se ha encontrado una
prevalencia mayor de este fenómeno en las zonas urbanas que en las rurales (Benítez Cima
y colab, 2010). En nuestro estudio prevalece la
zona rural, que en Cuba son zonas de mayor
vulnerabilidad social.
Como pudimos apreciar al analizar la letalidad del método empleado predominó la
ingestión de medicamentos en dosis riesgosas
no letales. Estos resultados concuerdan con los
de una investigación realizada en el hospital
«San José» en Argentina en la que la ingestión
medicamentosa fue la forma más empleada.
5
Editoriales: Conducta suicida en adultos mayores
De modo general, la mayoría de los sujetos
realizó el intento suicida a través de métodos
riesgosos no letales, con poca seriedad en cuanto
a la intención de morir y bajo circunstancias
de gravedad baja. La mayoría lo hizo guiados
por un impulso momentáneo y con un carácter
ganancial, lo cual no significa que se le deba
restar importancia a esta situación porque no
deja de ser una realidad que utilizan estilos y
patrones que no son los más adecuados para
afrontar las dificultades cotidianas; y estas
conductas suicidas constituyen gritos de auxilio desesperados para que le ayudemos a lidiar
de una forma distinta con sus problemas, de
modo que nunca podemos
ignorar un intento suicida,
independientemente del
carácter de las condiciones
que lo propicien.
Al analizar las causas
que condujeron al intento
suicida resulta significativo
señalar que los principales
móviles dentro del área familiar los constituyeron los conflictos con los
hijos o con la pareja, siendo la comunicación
disfuncional entre los miembros la principal. La
literatura revisada ubica entre los eventos que
con mayor fuerza dinamizadora se asocian al
intento suicida los inherentes al plano familiar
(Guibert, W. & Torres, N., 2001).
De modo general, resulta interesante que
solo en otro porciento de casos los motivos para
cometer intento suicida fueron de naturaleza
distinta, pues aunque ésta no es nunca la solución propicia a un conflicto, cuando estamos en
presencia de un anciano con antecedentes de
trastorno psiquiátrico el fenómeno se hace más
complejo y difícil de manejar para los familiares
si no cuentan con adecuadas herramientas.
Algunos autores plantean que pertenecer a
una familia con niveles bajos de cohesión, presentar conflictos, presenciar discusiones familiares
debido a dificultades laborales o económicas, o
encontrarse inmerso en estas discusiones, aumenta en un 69 % la posibilidad de cometer intento suicida (Castro Paredes, P. y colab., 2006).
6
Los individuos con depresión generalmente
tienen una baja autoestima y son atormentados
por ideas de muerte recurrente que, en muchos
casos, llegan al suicidio cuando aparece la desesperanza. Existe gran evidencia para apoyar
una fuerte relación entre depresión y conducta
suicida, sin embargo, la interpretación de esta
relación no es simple (Benítez Cima, N. A. y
colab., 2010). Es importante saber que en el
anciano la depresión que predomina es la sub
clínica, con menores indicadores de tristeza y más
indicadores somáticos. La pérdida del cónyuge
para el anciano tiene una repercusión negativa al
constituir esta persona la expresión del vínculo
básico de compañía en esa
edad (Jiménez Betancourt,
E., 2010).
El equipo de autores
considera necesario profundizar en la caracterización psicológica de estos ancianos atendiendo
a otras variables como
modos de afrontamiento
y continuar con el seguimiento por parte del
Equipo de Salud Mental a estos y a sus familias.
Consideramos además diseñar propagandas
gráficas para ser distribuidas en la comunidad
y contribuir así a prevenir la conducta suicida.
Conclusiones
El anciano con conducta suicida debe ser seriamente tomado en cuenta y contribuir a su
atención y seguimiento por especialistas, aunque para prevenir este complejo fenómeno es
necesario poner en práctica estrategias que
impliquen acciones con la participación intersectorial y multidisciplinaria.
Dichas acciones deben ir encaminadas desde la promoción, con campañas de sensibilización del problema y apropiada información.
En nuestro trabajo proponemos el diseño de
propagandas gráficas para ser publicadas en
la comunidad donde reflejamos los factores de
riesgo de la conducta suicida en esta sensible
edad y los mitos asociados a ella.
Editoriales: Conducta suicida en adultos mayores
Sobre las autoras:
MSc. Yolanda Díaz Castro
Nació el 12 de Noviembre de 1969. Cuba. Licenciada en
Psicología en la Universidad de la Habana. Es Máster,
Profesora Auxiliar. Jefa de Sección de Psicología en Los
Palacios. Pertenece al Grupo Provincial de Psicólogos y
al Capítulo Provincial de Psicólogos de la Salud. Ha tenido una activa Labor docente en la formación de varias
generaciones de profesionales de la salud. Tiene varias
Publicaciones en revistas nacionales e internacionales.
Lic. Yairelys Espinosa Ferro
Nació el 29 de septiembre del 1987 en Los Palacios,
provincia Pinar del Río, Cuba. Licenciada en psicología de la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar
del Río en el 2010. Profesora instructora. Trabaja en
el Policlínico Elena Fernández Castro atendiendo el
Programa Adulto Mayor. Ha tenido publicaciones
como: Factores psicosociales que inciden en la calidad
de vida del Adulto mayor Lo Palacios.
Dra Dianelis Pérez Sánchez
Nació el 11 de noviembre de 1970.Cuba. Graduada en
Medicina en 1994. Especialista en Primer grado en Psiquiatría. Actualmente trabaja en el Centro Comunitario
de Salud Mental. Los Palacios. Profesora Instructora,
con activa labor en la formación de médicos. Conduce
el Programa de Conducta suicida en dicho Centro.
[en línea]. 2000. [Fecha de acceso: 14 de Febrero de 2010]. Disponible
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Guibert, W. & Torres, N. (2001) Intento suicida y funcionamiento
familiar. Rev Cubana Med Integr.; 17(5): p. 452—60.
Infantes Perez, E. & Ochoa Roca, T. (2009) Caracterización de
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Jiménez Betancourt, E (2010) Caracterización psicosocial de
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Orosa Fraíz, T. (2003) La tercera edad y familia: Una mirada desde el
adulto mayor. Ed. Félix. Varela. La Habana, Cuba.
Proponiendo
un cambio en la
apreciación del
adulto mayor
Por Natalia Carlos Rueda
Referencias de imágenes:
Imágenes originales de los autores del texto.
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Provincial de Salud. Pinar del Río. Cuba. Año 2010—2011.
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Departamento de estadísticas del Sectorial Municipal. Informe de
Balance del Centro de Salud Mental. Los Palacios. Pinar del Río.
Cuba Año 2010—2011
Departamento de Salud Mental y Toxicomanías. Organización
mundial de la
Salud. Prevención del suicidio, un
instrumento para médicos generalistas. WHO/MNH/MBD/00.1
E
l envejecimiento es un proceso gradual
de deterioro corporal que es inevitable,
inicia a temprana edad y que, sin importar lo que se haga para retardarlo, nunca
podrá ser evitado.
Este deterioro se ve agravado por lo que resulta de los distintos estilos de vida: malos hábitos
de alimentación, inactividad, aislamiento, abuso
de sustancias y todo tipo de desordenes en lo
cotidiano que van dejando una marcada huella
de deterioro en las personas menos cuidadosas
de su salud.
Por otra parte, los estereotipos y la discriminación manifestada principalmente en la
7
Editoriales: Proponiendo un cambio en la apreciación del adulto mayor
población joven con la que se refieren a los adultos mayores, acarrea como consecuencia que
se vayan creando en ellos mismos una imagen
deformada y mal entendida que se convierte en
un incremento del sentimiento de indefensión y
deterioro, así como una disminución del interés
para plantearse nuevas expectativas, llevando
consigo el aislamiento, el incremento de enfermedades y la necesidad de depender sin remedio
de los más jóvenes.
Con el interés de abordar con mayor conocimiento las necesidades de este momento de
la vida se da un incremento en los estudios que
pretenden cambiar la idea que durante siglos
ha conducido el trato que reciben las personas
de más edad.
Este cambio de actitud estaría encaminado a
que puedan descubrir el sentido real de lo vivido
y que logren visualizar los valiosos aportes que
generaron en el trascurrir de sus vidas, ya que
ellos pavimentaron los trayectos de la cultura,
la economía, la educación y todo lo que da lugar a lo que somos las generaciones presentes;
y podemos disfrutar dando continuidad a sus
logros, aunque hayan dejado cosas por hacer.
Negar lo anterior nos deja sin soportes, tal como
lo señala Burgos Uriarte (2009, p. 176): «Ellos
son la raíz de cualquier sociedad, y la queremos
arrancar de tajo, sin pensar que sin ese sustento
nos podemos desmoronar».
En ese sentido, los avances de los estudios
sobre el tema nos obligan a concebir la vejez de
diferente manera, no tratándolos como niños,
rescatando las vivencias y la experiencia que,
más que dificultades, fortalece a los que les
rodean, ya que tienen mucho que compartirnos,
«los dejamos solos con sus duelos, sin darnos
cuenta de que en la medida en que estemos
cercanos podemos prevenir pérdidas para nosotros mismos» (Burgos Uriarte (2009, p. 176).
Son ellos los que deben tener seguridad de
que su verdadero sentido de la vida está en lo
que han logrado, y somos los que les rodeamos
quienes debemos darle lugar al recuento de lo
bueno que hicieron, para ellos y para nosotros;
hacerles ver que el legado que nos dejaron son
esos pequeños logros constantes que van in8
fluyendo en cada una de las personas que les
acompañaron, ya que en estas personas es en
donde dejaron las verdaderas huellas de la obra
que los hace trascender. Podríamos evitarles así
las dolorosas frustraciones por la incomodidad
que les representan las numerosas pérdidas.
La cantidad de experiencias vividas por la
mayoría de los adultos mayores pueden ir quedando en el olvido y, a la distancia, juzgarse
irrelevantes, lo que va dejando en la persona
una sensación de vacío y la imposibilidad de
dar sentido a su existir.
Algunas investigaciones nos hablan de que
el funcionamiento físico y los procesos cognoscitivos del adulto mayor son más alentadores
de lo que se piensa, algunos tienden a sacar
el máximo provecho de sus capacidades mediante la explotación de progresos en un área
para compensar en la disminución de otra, sin
dejar de mencionar la importancia del bienestar
emocional en la adultez tardía.
A partir de esta idea, cobra importancia
considerar los trabajos de la logoterapia del Dr.
Frankl propuesta por Burgos Uriarte (2009) en
la que se plantea que las personas que llegaron
a este momento de la vida requieren de un espacio para la autorreflexión, que sirva para la
toma de conciencia de la contribución y el enriquecimiento por ellos aportado a las realidades
vividas y de esta manera conducirlos a realizar
una valoración positiva de todas las experiencias
buenas o malas en el trascurrir de su pasado,
que puedan compensar o ahuyentar los miedos
Editoriales: Proponiendo un cambio en la apreciación del adulto mayor
y la imagen de deterioro que el anciano se crea
de sí mismo.
En lo cotidiano nuestra labor consistiría en dar
lugar a la persona del adulto mayor como alguien
capaz de realizar planes, de llevar a cabo nuevos
proyectos, de tomar decisiones, de contribuir al
crecimiento familiar y social, cambiando la escala
de valores en donde, por ejemplo, el dinero ya
no sería el fin último sino un medio para lograr
una manera de vivir satisfactoria.
Profesionalmente hablando, es importante tener una visión completa de este periodo de la vida
y de los procesos psicológicos que la conforman,
el cómo evolucionan y cómo se ven alterados, y
en función de esto reconocer nuestro papel para
prevenir e intervenir con programas que brinden
oportunidades de rescatar la funcionalidad, la
autonomía, cultivar un concepto del envejecimiento pleno y contribuir en la creación de un
ambiente de mayor apreciación.
Sobre la autora:
Egresada de la Facultad de Psicología y Maestría en
Psicología Clínica con orientación Psicoanalítica de la
Universidad Autónoma de Nuevo León. Estudios de
Doctorado en Psicología Biológica y de la Salud por la
Universidad Autónoma de Madrid, España. Docente
de las materias de Psicología clínica y de la salud, y
Procesos psicológicos en el adulto mayor.
Coordinadora de psicología infantil de 2009 a la fecha.
de los casos el entorno y los profesionales ponen
el acento sólo en la dolencia física.
No fue lo que sucedió en este caso. Pensar
en un caso con una mirada gerontológica
significa integrar conocimientos, es co—pensar.
El Dr. Médico Ariel Ovejero y los enfermeros Mónica Palucci y Alejandro Gaitán, profesionales tratantes de la unidad de Geriatría del
Hospital. Durand, la Asistente Social actuante,
(C.A.B.A.) me brindaron los aportes para profundizar en los componentes de la salud física,
social y vincular del paciente internado. Tomé
de ellos lo que manifestaban de los vínculos
contra transferenciales que establecieron con él.
Estas reflexiones son las que vuelco en forma
de síntesis para pensar qué clase de envejecimiento atravesaba el Señor A y las construcciones del profesional psicólogo psicogerontólogo.
En la internación los tiempos son otros y la
salud física quebrada hace que en general se
deje de lado el costado del hombre inserto en
su circunstancia vital y de subjetividad.
Referencias de imágenes:
[Fotografía de dos ancianas bailando]. (s.f). Recuperado de: http://
estavoz.blogspot.mx/2011/04/esta-ahi-nomas.html
[Fotografía de sombras de pareja de ancianos]. (s.f). Recuperado de:
http://miiree3011.wordpress.com/
La mirada y la escucha
interdisciplinaria.
Lectura de un caso
gerontológico
Por Graciela E. Beascoechea
| [email protected]
E
l caso que presento tiene la riqueza de
haberse realizado en la sala de Agudos
de un Hospital de la Ciudad de Buenos
Aires, con la urgencia puntual que supone la
internación de un paciente y que en la mayoría
Sr. A, de 70 años, argentino, divorciado hace
más de una década, una hija de 19 años, vivienda
propia, profesional de la salud, sin cobertura
asistencial, ni jubilación, fue encontrado por su
hija, desvanecido desde hacía varias horas, en
el piso de su casa.
La ambulancia pública lo trasladó a la guardia
del hospital y fue derivado a la sala de geriatría.
Se presentaba confuso y febril y con las complicaciones por su estado de abandono.
El paciente que nos ocupa fue entrevistado
por vez primera cuando aún estaba bajo los
efectos de un cuadro de confusión mental de9
Editoriales: La mirada y la escucha interdisciplinaria
bido a su estado de enfermedad, con múltiples
dolencias agudas.
Los instrumentos de evaluación neurocognitivos puntuaron con muy bajo score. No
obstante, se observó cómo, a pesar de esto, los
recursos adquiridos y su riqueza intelectual no
se habían borrado. Quiero destacar, que estas
observaciones pueden realizarse gracias a una
minuciosa entrevista clínica—psicológica, que
debe acompañar siempre a las pruebas psicotécnicas y a la inquietud de los profesionales
geriatras que pusieron atención en este hombre.
La entrevista psicológica, es una
herramienta fundamental y
es de un valor insustituible.
Nada nos dice un puntaje
si no va acompañado de
la mirada y de la escucha atenta y del tiempo
dedicado.
A medida que el paciente evolucionó favorablemente, el curso y el
contenido del pensamiento retornaron al estado de la
lógica, sin alteraciones.
A las semanas, el resultado del
test mini mental de Folstein fue normal, es
decir, que no presentó deterioro cognitivo.
Sin embargo, cuando clínicamente estuvo
dentro de lo esperado y esperable, aparece el
fondo, aparece la persona con sus carencias no
asumidas, con su más importante desnutrición:
la afectiva y social.
Recordemos que estuvo tirado por más de
10 horas y fue hallado por su hija.
La primera medida terapéutica fue ayudar al
paciente a recuperar el recuerdo de los episodios
anteriores a la pérdida de conciencia.
El registro consciente comenzó a hacerse doloroso al ceder la amnesia post—traumática.
Momentos de mucha angustia y quiebre emocional, asociaciones, recuerdos, dieron cuenta
del inicio de elaboración del trauma. Se abrió
un espacio psíquico.
Muchas preguntas quedan por resolver cuando se trata de un sujeto que ingresa a una sala
10
de internación y donde no hay demanda espontánea del enfermo, sino del equipo al psicólogo.
¿Qué le sucedió al Sr. A? Preguntas que quedan abiertas para el profesional psicólogo al alta
del paciente en internado en Sala de Agudos.
¿Este hombre se descuidó para acelerar el
sufrimiento y la muerte y eligió la soledad como
una forma omnipotente de no necesitar a nadie?
La caída, ¿fue un mudo y tanático pedido
de ayuda desde su mecanismo de desmentida?
¿Un llamado de atención a sus familiares?
Por el descuido sobre su persona, la falta
de auto cuidados preventivos en su
salud (recordemos que por su
profesión no los desconocía),
la falta de cobertura asistencial y de jubilación,
redes sociales y vinculares empobrecidas no
nos dejó dudas sobre el
envejecimiento patológico que cursaba.
Lo que destacamos
como primordial en este
caso, en una Unidad, es el
aquí y ahora, es el paciente en
situación de internado y no tanto
la urgencia del diagnóstico psicológico o diferencial, sino más bien cómo armar la red de
contención afectiva y social para la externación
y la derivación a Psicopatología.
Para ello, cada uno de los profesionales tratantes habló desde su quehacer laboral con la
hija adolescente, quien a la sazón se hizo cargo
del padre y con la cuidadora, que lo acompañó
en la sala y con la que pudo armar un buen
vínculo y por supuesto, saber qué pensaba y
deseaba el paciente.
El entramado vincular que hizo con el equipo hizo posible algún atisbo de proyecto vital.
Pidió quedarse un fin de semana más para
sentirse más seguro físicamente. Este cuerpo
vitalizado pedía permanecer en situación «del
ser el paciente de la cama nºx.»
Fue un logro que dejara su posición omnipotente al reconocimiento de que necesitaba
Editoriales: La mirada y la escucha interdisciplinaria
quedarse en una cama con connotación afectiva,
para sentirse cuidado, mirado, amado.
En tanto, la hija tomó mayor responsabilidad que al principio, la ex mujer residente de
forma permanente en un pueblo a varios km.
de la capital, también se puso en contacto con
el paciente.
Al alta médica, el Sr. A. hablaba sobre sus síntomas físicos con los conocimientos propios de
la profesión, muy estructurado emocionalmente,
racionalizando y sin demasiado compromiso.
Antes de su externación, se lo citó para que
tuviera una entrevista a la semana con psicopatología. ¿Concurrirá?
Tal vez sólo había mostrado el telón.
Esto me hizo pensar en el relato mítico de
Edipo cuando entra a Tebas. «Cuando nada
soy, soy hombre», dice Edipo en Colona, viejo
y despojado de todo honor de Rey.
Queda la duda de qué destino le dará a su
humana vulnerabilidad este hombre, que tiene
un nombre, que dejó de ser «paciente» y al que
invitaremos, cuando lo veamos a pensarse activamente en «su destino», sin oráculo. Aceptar
las carencias nos vuelve hombres.
Sobre la autora:
Graciela Ester Beascoechea, argentina, Licenciada en
Psicología, UBA (1977), Educadora y orientadora en
sexualidad, (Hospital de Clínicas, CABA, (1983).
Especialista en Psicogerontología, (Universidad Maimónides, CABA, 2003).
Docente en el curso anual de Actualización en Gerontología y Geriatría “Dr. León Cubellun”, Hospital
C. Durand, Capital, desde el año 2008 a la fecha en el
módulo Taller de Memoria y Cognición y Sexualidad
en el Adulto Mayor.
Docente en la Carrera de Especialización en Psicogerontología, modalidad presencial y virtual de 1º año
en la Universidad Maimónides. (Directora Dra. en
psicología Graciela Zarebski)
Elichiry, Emilce Nora «Escuela y aprendizaje» en Importancia de
la Articulación Interdisciplinaria para el Desarrollo de Disciplinas
Transdisciplinarias, Ed. Manantial, Bs. Aires, 2009.
Fromm—Reichmann, Frida, Psicoterapia de Emergencia, Ed.Paidós,
Horme, Bs.As, 1977.
Zarebski Graciela, Edipo en Colona, en: Lectura Teórico—Cómica
de la Vejez. Ed. Tekné. Acceso libre en: gerontologia.maimonides.
edu / libros recomendados.
Deterioro
Cognitivo Leve: un
estado poco explorado
Por Dra. Xóchitl Angélica Ortiz Jiménez
| [email protected]
¿Qué es el deterioro cognitivo leve?
E
l Deterioro Cognitivo Leve (DCL) es
un estado intermedio entre el funcionamiento cognitivo esperado para la edad
y otras formas de envejecimiento patológico,
como la demencia de tipo Alzheimer. El DCL
es una patología heterogénea en términos de
su presentación clínica, etiología, pronóstico y
prevalencia. La prevalencia del DCL aumenta
con la edad, en la población adulta mayor de 60
años de edad es del 3 al 19%, con una incidencia
entre el 8—58% por cada 1000 personas por
año y un riesgo de desarrollo de la demencia
del 11—33% en los dos años siguientes a su detección por baterías neuropsicológicas (Panza,
D’Introno, Colacicco, Capurso, Del Parigi, Caselli et al., 2005).
Referencias de imágenes:
[Grabado de Sócrates y sus discípulos]. (s.f.). Recuperado de: http://
koakura.wordpress.com/2014/03/06/pregunta-o-consejo/socrates-ysus-discipulos-grabado-segun-pintura-de-pinelli/
[Plato Griego de Consulta del oráculo]. (s.f.). Recuperado de: chttp://
www.mitarottelefonico.es/images/media/oraculo_consulta.jpg
Bibliografía:
Autores varios, Temas de Gerontología Social. Dirección General de
la Tercera Edad., Gob. de la Ciudad de Buenos Aires, 2003.
Debido al alto riesgo de evolucionar hacia
demencia surgió la necesidad de tipificar los síndromes pre—demenciales, por lo que diversas
instituciones como la Organización Mundial
de la Salud (OMS), la Academia Americana
de Neurología (AAN), y autores como Ronald
11
Editoriales: Deterioro Cognitivo Leve
Petersen han dado soporte al término de Deterioro Cognitivo Leve (DCL) y han intentado
establecer una mayor delimitación de los criterios
diagnósticos para poder diferenciar este síndrome del envejecimiento normal (Petersen, 2004).
¿Cuántos tipos de DCL existen?
Hasta el día de hoy se han descrito cuatro subtipos: DCL amnésico de dominio simple, DCL
amnésico de dominio múltiple, DCL no amnésico y DCL no amnésico de dominio múltiple.
El DCL amnésico de dominio simple se
caracteriza por la alteración específica de
la memoria. El DCL amnésico de dominio
múltiple implica la alteración de la memoria
además de otros procesos como la atención,
las habilidades viso espaciales y las funciones
ejecutivas. El DCL no amnésico de dominio
simple se caracteriza por la alteración de una
función cognitiva (atención o función ejecutiva)
diferente a la memoria. Y el DCL no amnésico
de dominios múltiples implica la alteración de
varios procesos cognoscitivos, excepto la memoria. La tipificación de los subtipos de DCL
se basa en el supuesto de que cada uno refleja
una etiología y una evolución diferente. Por
ejemplo, el DCL amnésico sería el precursor
de la enfermedad de Alzheimer; el DCL no
amnésico de dominio simple se propone como
un precursor de demencia frontotemporal; y el
DCL de dominio múltiple se considera como
la expresión de una etiología ya sea de tipo degenerativo o vascular (Petersen, 2004; Rosselli
y Ardila, 2010).
¿Cómo se diagnostica el deterioro cognitivo?
La detección temprana de las alteraciones de
memoria, constituye un reto en la salud pública
ya que muchas de las personas que se quejan de
pérdida de memoria presentan Deterioro Cognitivo Leve y Enfermedad de Alzheimer, con una
media de sobrevida de 4.5 años al diagnóstico de
demencia, con importante discapacidad y pérdidas
económica para la familia y el sector salud (Leys,
Hénon, Mackowiak—Cordoliani, Pasquier,2005).
El diagnóstico del DCL es clínico y la neuropsicología desempeña un papel crucial en la
12
detección temprana de las alteraciones cognoscitivas. Para el diagnóstico del DCL es necesario realizar una evaluación neuropsicológica
completa en donde se evalúen todos los procesos
cognitivos (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas…) para determinar qué proceso
o procesos están alterados, y poder hacer un
diagnóstico diferencial entre el envejecimiento
normal y patológico (demencia).
El diagnóstico de DCL también debe incluir
la valoración de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, ya que ambas deben
de permanecer intactas en estos pacientes; es
decir, no debe existir alteración en lo funcional. Finalmente, debe incluirse la valoración
de alteraciones emocionales, como depresión
y ansiedad, ya que estas patologías también
presentan alteraciones cognitivas que podrían
confundirse con un DCL.
¿Cuál es el tratamiento para
pacientes con DCL?
El tratamiento es no farmacológico y consiste
en la estimulación cognitiva, es decir, la realización de una serie de actividades dirigidas a mejor
el rendimiento cognitivo general o a alguno de
sus procesos o componentes (atención, memoria,
lenguaje, funciones ejecutivas, cálculo, etc.). La
estimulación cognitiva debe ajustarse a cada
caso, es decir, se trata de un plan de tratamiento
individual y lo recomendable es trabajar por lo
Editoriales: Deterioro Cognitivo Leve
menos tres días a la semana en sesiones de 60
minutos. Además es recomendable que los días
que no acuda a sesión se realicen actividades
de estimulación en casa.
El tratamiento debe incluir además actividades que aseguren la autonomía personal y favorezcan la socialización, acompañar a la persona
en la toma de conciencia de sus dificultades y
acompañar a la persona y a sus allegados en el
trabajo de elaborar un nuevo proyecto de vida.
¿Qué estudios existen en nuestro país?
En nuestro país existe el Estudio Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México
(ENASEM), el cual reporta la prevalencia del
deterioro cognitivo y su relación con factores
sociodemográficos en la población mexicana.
La muestra total fue de 4182 participantes mayores de 65 años de edad, quienes respondieron una serie de cuestionarios e instrumentos
neuropsicológicos. Los resultados mostraron
que el 7% tuvo deterioro cognitivo y 3.3% tuvo
deterioro cognitivo más dependencia funcional.
No se encontró asociación entre las variables
sociodemográficas y de salud y la probabilidad de deterioro cognoscitivo; sin embargo, la
probabilidad de deterioro cognoscitivo más dependencia funcional fue mayor en las mujeres,
aumentó con la edad, fue menor en los sujetos
casados y se asoció con la presencia de diabetes,
enfermedad cerebral, enfermedad cardiaca y depresión (Mejía—Arango, Miguel—Jaimes, Villa, Ruiz—Arregui, Gutiérrez—Robledo,2007).
¿Qué estamos haciendo en la Facultad
de Psicología (UANL)?
En nuestro país son pocos los estudios sobre
prevalencia e incidencia del DCL y son aún más
escasos los estudios acerca de su tratamiento
farmacológico y no farmacológico. Debido a
lo anterior, desde hace dos años, en conjunto con el Servicio de Neurología del Hospital
Universitario, estamos realizando un estudio
longitudinal en personas jubiladas de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
El proyecto «Neuropsicología del Adulto
Mayor» tiene como objetivo encontrar factores pronósticos y predictivos, médicos y neuropsicológicos, del DCL en adultos mayores
de 60 años de edad. Los participantes deben
acudir a una cita en el servicio de neurología
para realizarse una exploración neurológica, un
dopplercarotídeo y bioquímica sanguínea. Posteriormente, acuden a la Facultad de Psicología
para una evaluación neuropsicológica completa.
Los productos de este proyecto incluyen: dos
tesis de maestría en neuropsicología concluidas,
una tesis de licenciatura concluida, un artículo
en revista indexada y cuatro presentaciones en
congresos internacionales.
Sobre la autora:
Doctora en Neuropsicología por la Universidad Complutense de Madrid, Profesora de Tiempo Completo,
Facultad de Psicología, UANL. Profesora con Reconocimiento a Perfil Deseable PROMEP, Miembro del
Cuerpo Académico de Psicofisiología.
Coordinadora de la Maestría en Ciencias con orientación en Neuropsicología.
Línea de investigación: Análisis neuropsicológico del
adulto mayor. Cuenta con 5 publicaciones internacionales, 2 nacionales y 6 capítulos de libro.
Referencias de imágenes:
Petersen, R. (2005) Diagnóstico de los subtipos de DCL [Diagrama
de flujo].
Petersen, R. (2005). Espectro de la demencia [Figura con flechas].
Bibliografía:
Leys, D., Hénon, H., Mackowiak—Cordoliani, M.A., Pasquier,
F. (2005). Poststroke dementia. Lancet Neurology, 4, 752–7599.
Recuperado de: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16239182
Mejía—Arango, S., Miguel—Jaimes, A., Villa, A., Ruiz—Arregui,
L., Gutiérrez—Robledo, L.M. (2007). Deterioro cognoscitivo y
factores asociados en adultos mayores en México. Salud Pública de
Mexico, 49, 475–481. Recuperado de: http://www.scielosp.org/scielo.
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&nrm=iso&tlng=es
Panza, F., D’Introno, A., Colacicco, A.M., Capurso, C., Del Parigi,
A., Caselli, R.J., et al. (2005). Current epidemiology of mild cognitive
impairment and other predementia syndromes. American Journal of
Geriatric Psychiatry, 13, 633–644. Recuperado de: http://www.ncbi.
nlm.nih.gov/pubmed/16085779
Petersen, R. C. (2005). Mild cognitive impairment as a diagnostic
entity. Journal of Internal Medicine, 256, 183–194. Recuperado de:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15324362
Rosselli, M. y Ardila, A. (2010). La detección temprana de las
demencias desde la perspectiva neuropsicológica. Acta Neurológica
Colombiana, 26, 59–68. Recuperado de: http://acnweb.org/acta/
acta_2010_26_Supl3_1_59—68.pdf
13
Dil intro de la FaPsi
Entrevista a la
Mtra. Blanca Cecilia
Martínez Núñez,
Presidenta del
Comité Ejecutivo
Nacional 2014—2016
de la FENAPSIME
Por Carlos Mora
L
icenciada en Psicología con una especialidad
en Psicoterapia Psicoanalítica y Maestría en
Psicología Clínica con Orientación Psicoanalítica, todas por la UANL. Tiene una amplia
experiencia profesional desde el año 1980. Es Socia
Fundadora y Miembro Activo del Colegio de Psicólogos de Monterrey, A.C. desde 1996, siendo Presidenta
en el periodo 2010—2012 y Segunda Vicepresidenta
en el periodo 2012—2014. Miembro de Federación
de Colegios Profesionales del Estado de Nuevo León
desde 1997 y miembro de la Federación Nacional de
Colegios Sociedades y Asociaciones de Psicólogos de
México, A.C. desde el 2002. En el año 2007 recibió el
Premio a la Excelencia Profesional por la Federación
de Colegios Profesionales del Estado Nuevo León. Es
miembro de Comisión de Honor y Justicia desde 2012.
Fue Secretaria General de la Federación de Colegios
Profesionales del Estado de Nuevo León en el periodo
2012—2014. En el 2013 recibió el Premio Mexicano de
Psicología y la certificación por COMECEPY y Colegio
de Psicólogos de Monterrey. Y ocupa la presidencia
del Comité Ejecutivo Nacional 2014—2016 de la
FENAPSIME desde marzo 22 de 2014.
¿Qué es la FENAPSIME y cuáles son sus objetivos?
La FENAPSIME es la Federación Nacional de
Colegios, Sociedades y Asociaciones de Psicólogos
de México, A.C. y nace el 18 de marzo en 1995
con el lema: Por el desarrollo profesional, científico y la trascendencia social de la psicología.
Las finalidades de la FENAPSIME son mejorar las condiciones de trabajo de los psicólogos
14
mexicanos, contribuir al desarrollo
científico y tecnológico de la Psicología,
coadyuvar a la solución de los problemas, la satisfacción de las necesidades
psicosociales y al mejoramiento de la
calidad de vida de los mexicanos.
La FENAPSIME tiene jurisdicción
dentro de la República Mexicana y
en cuestiones internacionales tiene
la función de representar al gremio
nacional de psicólogos.
¿Cómo se logra ser presidenta de este
tipo de asociaciones?
Para llegar a la Presidencia se requiere
ser o haber sido presidente de un Colegio, Sociedad
o Asociación, asistir de manera continua, mostrar
responsabilidad en los compromisos adquiridos
con la agrupación a la que pertenece y con la Federación, esperar la convocatoria lanzada por la
Junta de Honor y Justicia, presentar un Plan de
Trabajo, formar equipo con un Vicepresidente y
una Secretaria General. Las secretarías y subsecretarias se eligen en la Asamblea y cada dos años
se renueva el Comité Ejecutivo Nacional.
¿Durante su gestión como presidenta, existe alguna meta principal que quiera lograr?
Durante mi gestión, que inició el 23 de marzo
de este año, se pretende buscar estrategias de
comunicación entre las organizaciones más significativas de México: la Sociedad Mexicana de
Psicología, el Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación en Psicología (CNEIP), y
la Federación Nacional de Colegios, Sociedades
y Asociaciones de Psicólogos en México, A.C.
También se pretende presentar el Plan Nacional
de Desarrollo de la Profesión del Psicólogo en
México, en las entidades del país, promover
la iniciativa de un Observatorio Nacional de
Psicología, consolidar la importancia de la colegiación en nuestra profesión y fortalecer los procesos de certificación profesional en psicología.
Dil intro de la FaPsi
Pero en general, el propósito fundamental de
nuestra tarea a nivel nacional es establecer que
nuestro ejercicio profesional sea de calidad a
quien solicita nuestros servicios, procesos de
mejora continua y actualización profesional.
Hasta ahora, ¿cuáles han sido los logros que se
han obtenido?
Pues mira, son varios los logros que hasta ahora ha obtenido la FENAPSIME, por ejemplo,
ha logrado instituir el 20 de mayo como Día
Nacional del Psicólogo y el hecho mismo de
integrar distintos grupos profesionales es todo
logro, pues entre ellos representan a 15 estados
del país, agrupa 7 asociaciones de profesionales de la psicología, 15 colegios de profesionales
de la psicología, 1 federación de psicólogos y 3
sociedades de psicólogos.
Es un logro también el haber organizado 3
Talleres para la Construcción del Código de
Ética del Psicólogo y trabajarse en los Principios
Éticos del Psicólogo un decálogo que incluye los
principios de: autonomía, competencia, responsabilidad, compromiso profesional y científico,
confidencialidad, justicia y equidad, integridad,
respeto y defensa de los derechos humanos, sustentabilidad y legalidad
Además se han organizado talleres para la revisión
de los reglamentos de la FENAPSIME, que son los
que regulan al interior del gremio y se cuenta con
el Plan Nacional de Desarrollo de la Profesión
Del Psicólogo en México 2013—2018, el cual se
construyo igualmente en talleres que se realizaron en diferentes entidades, teniendo
como anfitriones colegios, sociedades y
asociaciones de psicólogos de diferentes
estados de la república. Este Plan de
Desarrollo se presenta en cada estado
como resultado de consenso nacional,
somos la única profesión que cuenta
con un plan nacional.
¿Cuáles son las actividades que
realizan en FENAPSIME y de
qué manera se puede colaborar
o participar como estudiante o
profesionista?
Cada año, desde hace 9 años, en el marco del
Día Nacional Del Psicólogo, la FENAPSIME
otorga el Premio Mexicano de Psicología en
cinco categorías: Ejercicio Profesional de la Psicología, Investigación en Psicología, Enseñanzas
de la Psicología, Al Trabajo en pro del Desarrollo Profesionales del Psicólogo y Al Trabajo
Psicológico en Comunidad.
También se realizan dos Asambleas al año en el mes
de marzo y en el mes de octubre, se propone y se elije
la sede de la asamblea. Y se organiza cada dos años
un Congreso Internacional y un Congreso Nacional y en asamblea se propone la sede y miembro(s)
organizadores conjuntamente con FENAPSIME.
En Monterrey tenemos un Colegio de Psicólogos, ¿cuál es la función principal de este y cuál
es la relación con la FENAPSIME?
Así es, contamos con un Colegio de Psicólogos
de Monterrey desde 1996, el cual se organizó
por profesores de nuestra Facultad de Psicología
de la UANL, siendo presidente fundador el Dr.
Guillermo Hernández Martínez. El Colegio de
Psicólogos de Monterrey es miembro de FENAPSIME desde 2007 y gracias a esta participación
constante el Colegio ha sido valorado y tiene
presencia a nivel nacional, pues desde que nos
incorporamos a FENAPSIME hemos asistido a
todas las asambleas y participado en los talleres
y actividades que organiza la FENAPSIME.
¿En qué sentido se involucra la FaPsi con el Colegio de Psicólogos y con la FENAPSIME?
La Facultad de Psicología de la UANL tiene
una participación fundamental, primero porque
como te mencioné aquí nació el Colegio de Psicólogos de Monterrey, y todos los ex presidentes
somos egresados de la UANL, sentimos el apoyo
permanente de la facultad pues prácticamente
es nuestra sede, aun y cuando estamos sesionando en otras universidades como el Tecnológico
de Monterrey, Universidad Metropolitana de
Monterrey y el Centro de Estudios Universitarios, quienes han tenido a bien hacernos
participes de sus trabajos y labor profesional.
Referencias de imágenes:
Revista SuiGeneris (2014)
15
Dil intro de la FaPsi
Ganadores del
Certamen de Ensayo
Académico 2013
Por Redacción
D
espués de varios meses de deliberación la Subdirección de Investigación
de nuestra facultad hizo público los
ganadores del certamen a través de su Secretaria Técnica la Mtra. Sonia A. Garza Frías.
Todos los ganadores recibirán un reconocimiento y los primeros lugares de cada categoría recibirán $2,000 pesos y sus textos serán
publicados en el siguiente número de nuestra
revista; los segundos lugares recibirán $1,500
pesos y los terceros $1,000 pesos, y sus textos
se publicarán en nuestro blog.
Categoría A (1º a 6º semestre)
NOMBRE Y
SEMESTRE
TITULO
DEL ENSAYO
1er
Stephanie Gpe.
Montalvo Martínez
(1° semestre)
Ritmos circadianos
en el ciclo sueño—
vigilia
2o
Daniela Reza García
(1° semestre)
El individuo
en México
3o
Abigail Ávila Alvear
(1° semestre)
La música y
las emociones
LUGAR
Categoría B (7º a 10º semestre)
LUGAR
NOMBRE Y
SEMESTRE
Zahira Cantú Cantú
(7° semestre)
La violencia
invisible
2o
Dulce Nohemí
Martínez Leija
(9° semestre)
Trastornos en el
lenguaje: Mas
allá de una falla
comunicativa
Liliana Yannet
Rodríguez Garza
(9° semestre)
La corrupción, una
transformación
social
Reconocemos el esfuerzo de la Subdirección
de Investigación por mantener este espacio para
la promoción de la investigación por parte de
los alumnos, y felicitamos a los ganadores. La
convocatoria del Certamen de Ensayo Académico 2014 está ya abierta.
16
Por Redacción
E
l día Martes 9 de Septiembre del presente año se llevó a cabo la presentación
del libro: «Capacitación bajo un enfoque
sistémico», contando con la presencia de los
autores: la Dra. Aurora Moyano González, el
Dr. Víctor Hugo Ibarra González y la Mtra.
Nora Isela Macías Núñez así mismo con el Dr.
Álvaro Antonio A. Aguillón Ramírez quien
fungió como presentador del libro.
La presentación se realizó en la Sala de Usos
Múltiples (SUM) dentro de las instalaciones
de la FaPsi contando con la presencia de estudiantes y profesores quienes con atención,
escucharon y participaron en dicho evento.
TITULO
DEL ENSAYO
1er
3o
Presentación de
libro: Capacitación
bajo un enfoque
sistémico
Referencias de imágenes:
Revista SuiGeneris (2014)
Presentación del
libro: Itinerario de
la psicología clínica
Por Víctor Cuellar
E
l día martes 14 de octubre de 2014 se llevó
a cabo la presentación de la más reciente
publicación de la Facultad de Psicología
con el título: «Itinerarios de la psicología clínica
Dil intro de la FaPsi
avances, notas y encuentros de norte a sur» en
la XXIV Feria Internacional del Libro. A la
presentación asistió el Subdirector Administrativo de la Facultad De Psicología, el Dr. Álvaro
Antonio Ascary Aguilón Ramírez, acompañado
del Dr. Manuel Guadalupe Muñiz, el cual aporto
en la realización de mencionado libro. El libro es un texto colectivo en el cual el Dr.
Muñiz contribuyó y recopiló la información que
en conjunto aportaron los docentes de la Facultad
de Psicología de la UANL y de la Universidad de
la República de Uruguay. Más que un resumen
del libro se platicó de los temas que trata como la
clínica psicoanalítica, informes de investigación
de corte cualitativo en el campo de la psicología
educativa y, un capítulo que destacó y más expectativas levantó, fue sobre el Plan Ceibal en
Uruguay, que consiste en facilitar a todos los
niños escolarizados de una tableta electrónica
diseñada para uso exclusivamente escolar, así
como el impacto de este plan a nivel internacional.
la presencia del director el Dr. José Armando
Peña Moreno y el subdirector administrativo el
Dr. Álvaro Antonio Ascary Aguillón Ramírez,
junto a otros invitados. Se cortó el listón que
dio inicio a una noche de diversión, recuerdos
e historias que se dieron en el reencuentro de
compañeros de aula, maestros y personal administrativo que tenían años sin verse.
El frontis, acompañado de una pantalla gigante, sirvió como escenario para que los invitados pudieran ver las fotografías y videos
que los organizadores del evento reunieron
para la ocasión. Las imágenes, acompañadas
por la música más representativa de cada época,
retrataban a los estudiantes de generaciones
pasadas y sucesos que marcaron a la facultad
a lo largo de todos estos años.
Referencias de imágenes:
Revista SuiGeneris (2014)
Reencuentro
de Generaciones
FaPsi 2014
Por Víctor Cuellar y Jessica Aldrete
C
ientos de ex—alumnos de la Facultad
de Psicología se dieron cita el pasado
Viernes 24 de octubre en la primera
reunión de egresados de la institución, dónde se
convoco a los licenciados de las 80 generaciones
de la misma.
A partir de las 3:30 pm ya estaba todo listo
para dar comienzo a esta gran reunión. Con
Al caer la noche, se llevó a cabo un concierto,
en el cual la rondalla subió al escenario para
interpretar una serie de melodías del agrado de
todos, y posteriormente se empezaron a servir
los aperitivos para todos los presentes.
Sin duda una fiesta llena de emociones y muy
buena vibra, que siguió hasta pasadas de las
9:00 de la noche, llenando las expectativas de
todos los asistentes.
Referencias de imágenes:
Revista SuiGeneris (2014)
17
Temática central:
Evaluación psicosocial de mujeres
adultas mayores residentes en una
institución de asistencia social.
Una aproximación al envejecimiento femenino
Por Jorge Luis López Jiménez | Guadalupe Barrios Salinas | Blanca Estela López Salgado | Yolanda Castañeda
Altamirano | Laura Angélica Bazaldúa Merino | Tomás Cortés Solís
Introducción
L
a vejez, dentro del proceso vital, inicia
alrededor de los 60 años (González,
1998) e involucra múltiples condiciones,
la mayoría de ellas subjetivas, que se encuentran
inherentemente relacionadas a sus experiencias
de vida, género, edad biológica y acumulación
de riesgos a lo largo de los años (Salgado—De
Snyder y Wong, 2007).
No obstante, hay que considerar (Torres &
Villa, 2010), que no se presentan características
universales, existe gran heterogeneidad en la
forma de envejecer, lo que está determinado por
la cultura, valores, representaciones y significado que los grupos sociales imprimen a la vejez.
En la región de América, el envejecimiento
y género presentan una base demográfica, con
índices de feminidad de 111%, entre los 60—64
años y 145% para los 80 años y más. Este índice,
es del 97% para adultas mayores de 60 años en
México, lo que significa que 54% son mujeres
(Torres et al., 2010); con una probabilidad de
sobrevivencia de 78 años (Consejo Nacional de
Población –CONAPO—, 2001), en contraste
con la de los hombres (73.4 años).
Ham—Chande (1996), enfatiza que las condiciones de salud e incapacidad tenían incidencias mayores conforme avanzaba la edad, siendo
más tempranas e importantes en población femenina, dando lugar a que el envejecimiento se
observe más en mujeres (Rosella, 2002).
La inequidad del envejecimiento y género
está presente en la relación tridimensional:
género, vejez y pobreza; las mujeres ancianas
tienden a vivir en pobreza más que los hombres
18
(Salgado—De Snyder et al. (2007), situación
que se asocia a otras circunstancias (Castaño y
Martínez, 1990) como la disminución del poder
adquisitivo y estatus social.
La salud y el bienestar se ha relacionado a
diversos aspectos del ambiente social y necesidades materiales con graves consecuencias, dada la
creciente carga psicológica, social y económica
(González y Ham—Chande, 2007). En este
sentido, el grupo de mujeres de 80 años de edad,
tendía a presentar mayor deterioro y conformaba el estrato más desfavorecido con relación al
acceso a los servicios de salud, detectando en
edades más avanzadas mayores necesidades de
asistencia y un incremento en la probabilidad
de ser institucionalizadas (Gutiérrez, Reyes,
Rocabado, López, 1986).
Para la población envejecida (World Health
Organization –WHO—, 1996a, 1996b, 2001),
se ha indicado la magnitud de problemas de salud
mental, lo que estará relacionado al incremento de
la expectativa de vida de
individuos con desórdenes
mentales y con el aumento
de personas que alcanzarán la edad donde el riesgo
de presentar tales desórdenes es elevado.
Para las mujeres adultas
mayores (Mejía—Arango,
Miguel—Jaimes, Villa,
Ruiz—Arregui, Gutiérrez—Robledo, 2007.
Livson 1983, Formanek &
Tema central
Gurian 1987, Matlin, 1987), se han señalado diversos estados mentales que inciden en su vida
cotidiana y bienestar: valoraciones negativas,
baja autoestima, trastornos de personalidad,
ansiedad, síntomas depresivos, duelo por pérdidas e insomnio, sumado a otras condiciones
relacionadas a los estereotipos de género: fuerte
emotividad, inestabilidad emocional, bajo autoconcepto, autocontrol, autoestima y motivación,
ruptura de lazos de apego y viudez (Leher, 1982;
Castaño, 1990), con una intensidad y significación igualmente distintas y relacionadas a
situaciones específicas (González, 1998).
No obstante, se ha señalado que específicamente en el área de salud mental femenina
(Leher, 1982; Castaño, 1990), existen dificultades
para determinar sus efectos dados la escasa investigación. Más allá de esto, Krzemin (2007)
destaca una marcada variabilidad en la respuesta y adaptación a los cambios que se viven: mientras que algunas presentan un comportamiento
disfuncional y síntomas de inadecuación, otras
mantienen un nivel de adaptación saludable
o, incluso, incrementan su bienestar aún en
edades avanzadas.
Material y métodos
Estudio observacional, descriptivo y transversal; con información obtenida mediante la
aplicación de un cuestionario (Condiciones de
vida y Salud Mental,—COVISMAM—, López, 2004), administrado por entrevista directa.
Participaron profesionales (psicólogos, enfermeras, médicos y psiquiatras), con experiencia
en investigación, conducción de entrevistas y
aplicación de cuestionarios. El instrumento incluía: Datos Demográficos, Limitantes Físicas,
Uso de Auxiliares, Cuestionario General de
Salud —CGS—12— (Mari & Williams, 1985),
Calidad de Vida —WHOQOL—BREF—
(WHO, 1996c) y la Mini Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional –MINI— (Ferrando
et al. 2000). En todos los casos la participación
fue voluntaria, aclarando que la información
sería manejada con absoluta confidencialidad
y anonimato. Se obtuvo el consentimiento informado y firmado de cada una de las participantes, respetando toda tentativa de rechazo
y evitando interferir con las actividades de la
casa hogar. De la población de adultos mayores de ambos sexos, se seleccionó una muestra
aleatoria sistemática, eligiendo a uno de cada
cuatro, aclarando que los datos proporcionados
serían utilizados exclusivamente con fines de
investigación. La muestra quedó conformada
con personas mayores que habitaban la casa
hogar al momento de realizar el estudio.
Resultados
En este contexto, el trabajo aborda el perfil
psicosocial de un grupo de mujeres adultas de
60 años y más, captadas y entrevistadas en una
institución de asistencia social en la ciudad de
México. El estudio forma parte de una línea de
investigación sobre condiciones de vida y salud
mental en adultos mayores (López, 2004; López, et al. 2005; López, López, Barrios, Cortés,
Zúñiga, 2010).
De 117 personas adultas, se seleccionó una
muestra de 30 (25.6%), que al ponderarse (4 *
30) dio un total de 120. De estas, se completó
el 66.6% de las entrevistas (n= 80), en el resto
no se pudieron llevar a cabo o concluir por problemas de comprensión o no estar disponibles.
De tal forma y para este trabajo se presenta
exclusivamente información correspondiente
a las adultas mayores.
Como se muestra en la tabla 1, más de la
mitad correspondió a mujeres (65%). En un 77%
con edades de 75 años y más, mayormente viudas, que sabían leer y escribir y habían cursado
la primaria.
19
Tema central
CARACTERÍSTICAS
SOCIODEMOGRAFICAS
MUJERES ADULTAS MAYORES
N= 52 (65%) Tabla 1.
RANGOS
DE EDAD
N
%
65 — 74
12
23.1
75 — 84
20
38.5
85 — 98
20
38.5
X= 80.8
DS= 7.5
ESTADO CIVIL
N
%
Viuda
32
61.5
Casada,
Unión libre
12
23.1
Soltera,
separada
8
15.4
N
%
Si
40
76.9
No
12
23.1
ESCOLARIDAD
N
%
Primaria
24
60.0
Secundaria
4
7.7
12
30.0
X= 5.8
DS= 1.6
SABEN LEER
Y ESCRIBIR
Educación no
formal
Por motivo de ingreso sobresale: «No tener
quién la cuide» (53.8%) y «Problemas de salud»
(23.1%). Su permanencia dentro de la institución
osciló entre dos meses y tres años para la mayoría (76.9%), y como actividades preponderantes
las «religiosas» y los «ejercicios» (76.9%) en cada
caso, dedicándoles de una a tres horas a la semana; así como el no estar incluidas en planes
de jubilación o pensión, solo 7.7% reportó ser
derechohabiente del Seguro Social.
20
Como limitante física total destacan las
«dentales» (23.1%), de visión y audición (7.7%
en cada caso). Respecto a las limitantes parciales,
sobresale la visión, en miembros y las auditivas
(92.3%, 76.9% y 61.5% en ese orden). Los lentes
(61.5%), placas dentales y andaderas fueron los
auxiliares mayormente utilizados (38.5% para
cada una).
Más de la mitad de las entrevistadas (53.8%)
refirieron tener problemas de salud y dificultades familiares, entre las principales; destacando
también los problemas económicos y sociales.
En los niveles de satisfacción vital, 30.8% informó estar de «muy insatisfechas a insatisfechas» y en un porcentaje similar de «muy malo
a malo». En su estado de salud, sobresale que
en poco más de la mitad (53.8%) estos estados le
impidan de «frecuentemente a siempre» hacer
cosas (Tabla 2).
REPORTE DE PROBLEMAS Y
SATISFACCIÓN VITAL. Tabla 2.
REPORTE DE
PROBLEMAS
N
%
Salud
28
53.8
Familiares
20
38.5
Económicos
12
23.1
Sociales
12
23.1
Alimentación
8
15.4
Vivienda
4
7.7
SATISFACCIÓN VITAL
N
%
¿Se siente satisfecha a gusto con su vida?
Muy insatisfecha a insatisfecha
16
30.8
Tema central
SATISFACCIÓN VITAL
N
%
AUTOPERCEPCIÓN DEL ESTADO DE SALUD
¿Cómo considera su estado de Salud?:
Muy Mala a Mala
16
30.8
¿Qué tanto estas dificultades le impiden
hacer cosas?
Frecuentemente a siempre
28
53.8
La media de distribución de puntajes en el
CGS—12, fue de 3.2, con una desviación estándar de 2.7. El punto de corte utilizado para
definir caso/no caso fue de 2/3; de tal manera el 61.5% se clasificó como probable «caso»
de estar cursando con sintomatología de naturaleza emocional. Respecto a los reactivos
del cuestionario, destaca el «sentirse triste y
deprimida» (50.0%) y «haber pensado que no
valía nada» (46.2%).
En la entrevista psiquiátrica MINI, encontramos que 23% no presentaba sintomatología
o trastorno de naturaleza emocional. Los síntomas psiquiátricos se observaron en el 38.4%
de la muestra, siendo más prevalente (30%) el
«trastorno antisocial de la personalidad», destaca por otro lado, que en el mismo porcentaje
(38.4%) se obtuvieran síntomas y diagnósticos
psiquiátricos, que por orden de importancia
y a nivel sintomatológico fuera el «Trastorno
distímico» (70%) y el «Episodio Depresivo
Mayor» (50%). El «riesgo suicida» (el cual hace
referencia sobre todo a la ideación de muerte),
fue el principal diagnóstico (50%), y, dentro de
este, el nivel «Leve» obtuvo mayor porcentaje
(80%) con respecto al «Alto»» (20%), seguido
por el «Episodio Depresivo Mayor» (20%) y el
«Trastorno Distimico» (10%).
Como motivo de ingreso a la institución
sobresalen como factores psicosociales: no tener quien la cuidara, la vulnerabilidad de sus
estados de salud y las disminuciones funcionales, que inciden directamente en su bienestar.
Los problemas de salud y las limitantes físicas
son referidos como motivos de insatisfacción y
malestar, repercutiendo en su esfera emocional
y el desempeño de sus actividades cotidianas.
La complejidad de sus condiciones, el no sentirse a gusto con su vida actual y el considerar
«malo» su estado de salud, se constituyen como
parte de sus principales preocupaciones.
En este sentido, la salud mental emerge como
eje central por sus implicaciones personales, familiares y sociales. Es de notar que en el cuestionario de screening CGS—12 se detectara a
una tercera parte como probable «caso», dato
que se corrobora con la entrevista psiquiátrica
MINI, donde poco más de tres cuartas partes
presentaban desórdenes emocionales tanto a
nivel de sintomatología como en la clasificación
diagnóstica del instrumento. La presencia de
sintomatología y de algún trastorno mental
identificado pero no atendido es causa de discapacidad. Aún cuando la esperanza de vida es
superior en mujeres adultas mayores, resulta importante considerar los problemas de salud y sociales, por lo que se requiere planear estrategias
de atención e intervención psicogerontológica
que incidan en su bienestar y calidad de vida.
Finalmente, destaca que, a pesar del incremento e interés por la temática, prácticamente
no existan investigaciones sobre la vejez femenina y su experiencia de vida en esta etapa de
su ciclo vital.
Conclusiones
Los indicadores del envejecimiento señalan
mayor esperanza de vida en la población femenina que en la masculina, planteando grandes retos de atención y cuidados, especialmente para
la familia, sistemas de salud y asistencia social.
21
Tema central
Sobre los autores:
Jorge Luis López Jiménez. Doctor en Ciencias Sociales,
Área Psicología de Grupos e Instituciones. Universidad
Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Investigador de tiempo completo en la Dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales. Instituto
Nacional de Psiquiatría, Ramón de la Fuente Muñiz.
Líneas de investigación actual: envejecimiento, vejez
y adulto mayor.
Guadalupe Barrios Salinas. Enfermera Especialista
en Atención Primaria a la Salud y en Administración
y Docencia en Enfermería. Instituto Mexicano del Seguro Social. Enfermera Jefe de Piso. Profesora titular
del Curso de Infecciones Nosocomiales. Colaboradora
en líneas de investigación sobre: envejecimiento, vejez
y adulto mayor.
Blanca Estela López Salgado. Maestra en Psicología.
Consultora en Desarrollo Organizacional. Colaboradora en líneas de investigación sobre: envejecimiento,
vejez y adulto mayor, de donde se han publicado artículos, presentado trabajos y asistido a eventos a nivel
nacional e internacional.
Yolanda Castañeda Altamirano. Doctora en Ciencias
Sociales, Área Psicología de Grupos e Instituciones.
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Profesora de Carrera tiempo Completo. Centro
de Estudios para el Desarrollo Municipal y Políticas
Públicas y Coordinadora Psicopedagógica en la Universidad Autónoma de Chiapas.
Laura Angélica Bazaldúa Merino. Médico Geriatra.
Maestría en Gerontología Social por la Universidad
Autónoma de Madrid. Médico Especialista Adscrita
al Centro Nacional Modelo de Atención Capacitación
e Investigación Gerontológica “Vicente García Torres”
Sistema Nacional DIF. Directora del Centro de Atención Social a la Salud de las y los Adultos Mayores”
(CASSAAM), IMSS.
Tomás Cortés Solís. Maestro en Psicología. Profesor e
Investigador. Departamento de Educación y Comunicación. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Xochimilco. Colaborador en líneas de investigación
sobre: envejecimiento, vejez y adulto mayor, de donde se
han publicado artículos, presentado trabajos y asistido
a eventos a nivel nacional e internacional.
Referencias de imágenes:
[Fotografía en tonos verdes de mujer adulta mayor]. (s.f).
Recuperado de: http://www.statuspuebla.com.mx/index.
php?option=com_content&view=article&id=1289&catid=50:ecos
&Itemid=60
[Fotografía de rostro de anciana reflexionando] (s.f) Recuperado
de:http://cdn.ntrzacatecas.com/archivos/2013/06/adultos-mayores.jpg
Lopez, J. (2014). [Adultas mayores en la institución de asistencia social]
[Fotografía del proceso de envejecimiento femenino]. (s.f).
22
Recuperada de: http://www.companiamedica.com/estetica_e_
imagen/retrasar_el_envejecimiento.html
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La mujer
adulta mayor:
Una perspectiva
Psicogerontosocial
Por Blanca Estela López Salgado
| [email protected],
María del Pilar López Salgado
| [email protected] y
Guadalupe Barrios Salinas | [email protected]
No se nace sino que se deviene mujer»
-Simone de Beauvoir
U
na realidad a la que nos enfrentamos
en nuestros días es que la población a
nivel mundial está envejeciendo. Tres
razones principales obedecen a este hecho: baja
en las cifras de fertilidad y baja en las tasas de
natalidad y aumento en la esperanza de vida (32).
Es en los países en desarrollo en donde se
observa un incremento más rápido del porcentaje de adultos mayores (esto es, personas de 60
y más años) y se estima que para el año 2030
dicho porcentaje se incrementará en un 140%;
se proyecta para ese mismo año alcanzar un
billón de adultos mayores en el mundo, lo que
significa que uno de cada ocho habitantes del
planeta será un adulto mayor (24).
Un dato importante a tomar en consideración es el aumento de viejos—viejos (personas
con más de 80 años de edad) y el porcentaje
mayor de mujeres ancianas que se presenta en
casi todos los países, lo que da lugar a lo que se
conoce como feminización de la población, ya
que a partir de los 80 años la población femenina
es la más dominante (9). Datos de comparación
señalan que en México, las mujeres viven más
que los hombres (2).
Se tiene entonces que el grupo de adultos
mayores es el que se está incrementando más rápido en comparación con otros grupos de edad,
teniendo la evolución del envejecimiento una
dimensión de género, correspondiendo en este
caso al género femenino (25) (4).
La investigación sobre el envejecimiento
para su comprensión requiere de un enfoque
biopsicosocial (3); en los últimos años diversas disciplinas como la Psicología, Medicina,
Gerontología, y Sociología, entre otras, se han
interesado por estudiar y comprender la última etapa del ciclo vital que es la vejez (27). Se
utiliza el término de «Psicogerontología» como
un área de estudio perteneciente a la Psicología
(13) y, también se le refiere como un ámbito en
el que convergen diversas disciplinas como la
Psicogeriatría (Medicina), la Psicología, la terapia ocupacional, la Psicopedagogía, etc., para
estudiar y abordar la normalidad y la patología
en el campo «psi» en viejos (28).
Cabe señalar que existe una falta de interés
científico y una escasez de investigación que
incluya exclusivamente muestras femeninas (17).
Además la investigación sobre los procesos de
envejecimiento en las mujeres es escasa (8).
23
Tema central: La mujer adulta mayor
Para comprender lo que sucede en la vejez,
esta se tiene que ver como la fase última del
ciclo de vida humano, misma en la que se continúa envejeciendo; y situar al envejecimiento
como un proceso ineludible y gradual en el que
suceden cambios bioquímicos, fisiológicos, morfológicos, sociales, psicológicos y funcionales
como consecuencia de la acción del tiempo en
las personas. Además, es importante mencionar que no todas las personas envejecen de la
misma manera: su desarrollo y proceso de envejecimiento son resultado de la interrelación
entre la «información genética» y de todas las
variables naturales y socioculturales que constituyen el «ambiente» en el que se desarrolla la
vida humana desde su inicio hasta su fin (29).
Se habla de envejecimiento normal cuando se
presentan en las personas una serie de pérdidas
o de deterioros lentos, continuos, graduales casi
imperceptibles e irreversibles en los tres niveles;
biológico, psicológico y social.
Su polo opuesto, el envejecimiento patológico,
tiene que ver con que esta serie de cambios se
presentan de manera abrupta, rápida y acelerada, en uno o más niveles simultáneamente.
Una tercera forma de concebir a la vejez y
el envejecimiento es el denominado «envejecimiento exitoso», saludable, activo y en plenitud,
entre otros términos, y ocurre cuando no solo se
presentan pérdidas o deterioros, sino al mismo
tiempo se observan una serie de ganancias y se
promueve que las personas mayores aprendan a
minimizar las pérdidas y maximizar las ganan24
cias (5). En esta forma de concebir la vejez se habla
también de la obtención del despliegue de nuevos
aprendizajes (15). La Organización Mundial de la
Salud lo considera como «el proceso de optimización de oportunidades para la salud. Participación
y seguridad, en orden de incrementar la calidad de
vida como persona de edad permitiendo a la gente
realizar su potencial para el bienestar físico, social
y mental a través del curso de vida» (32).
En teoría, ha sido difícil llegar a un acuerdo
entre las definiciones de envejecimiento exitoso,
lo que sí se ha llegado a establecer en común
acuerdo son los componentes centrales que incluyen: salud física y funcionamiento, bienestar
psicológico, funcionamiento social y participación (7), y se ha llegado a aceptar ampliamente
a la calidad de vida como un indicador del envejecimiento exitoso (19).
El envejecimiento exitoso se ha convertido
en una meta para la población envejecida (7);
por tanto, el trabajo a realizar es multidisciplinario y el papel del psicólogo que posee los
conocimientos de los factores comportamentales, emocionales y/o cognitivos es fundamental,
porque éstos le permiten la investigación cuanti—cualitativa y la planeación, establecimiento y seguimiento de intervenciones dirigidas
específicamente a esta población (12).
El envejecimiento está asociado con el declive
en varios tipos de dimensiones humanas, de
desempeño o funcionamiento. A medida que se
envejece, se está mayormente expuesto a problemas físicos, emocionales, mentales y sensoriales
Tema central: La mujer adulta mayor
que llevan a dificultar las situaciones propias
de vida del anciano (14) y que impactan la calidad de vida del adulto mayor. Los reportes de
investigación en general señalan comúnmente
a la depresión (22); condiciones crónicas que
incluyen enfermedades cardiovasculares, hipertensión, ataque al corazón, diabetes, cáncer,
enfermedad pulmonar crónica—obstructiva;
condiciones muscular—esqueléticas, incluyendo artritis y osteoporosis; condiciones de salud
mental tales como demencias y ceguera e impedimentos visuales (20), limitaciones auditivas
(16) e incapacidad física (18). Una panorámica
de lo que sucede en México nos muestra a las
enfermedades crónico degenerativas siendo
las más comunes en el adulto mayor seguidas
de las infecciosas/respiratorias y nos señala a
las enfermedades relacionadas a los trastornos
mentales y de comportamiento como las menos
comunes. Lo interesante son los datos recientes
que reflejan que un poco más del tercio de la
población mexicana de adultos mayores (39.8 %)
no reportó presencia de enfermedad alguna (21).
Es importante considerar no solamente los
aspectos biomédicos (enfoque tradicional del
envejecimiento) y psicológicos, sino también los
sociales y aquellos que atañen a la cultura y no
solamente verlos en forma aislada, también es
necesario observar su interjuego, observarlos
en forma sistémica.
Se tiene que las personas son también el
producto de su cultura (30) y el género es una
construcción cultural, lo cual se suma como
un factor más de la multiplicidad de factores
a las diferencias en la forma en que se vive el
envejecimiento para ambos géneros.
El envejecimiento afecta en forma diferente
a hombres y mujeres. La vejez para la mujer,
según datos de poblaciones envejecidas de mujeres en el mundo, es una experiencia que se
vive por periodos más prolongados y se acompaña con mayor frecuencia de enfermedades y
discapacidad (26) (33) (6). Datos señalan que
alrededor del 80% de las mujeres mayores de 60
años tienen al menos una enfermedad crónica
(1). En México se observa que las mujeres viven
más y con mayor incapacidad física (2) y que
en la vejez la mujer reporta mayor número de
enfermedades, principalmente depresión, diabetes, cataratas y osteoartritis (21).
La vejez para la mujer es una experiencia difícil, en esta ella va a seguir estando sometida a una
25
Tema central: La mujer adulta mayor
discriminación debida a los prejuicios relativos a su
sexo, a los que se van añadir los relativos a su edad (8).
La experiencia de la vejez en la mujer implica
una serie de cambios y pérdidas (juventud, belleza, atractivo y salud física) (31) lo que le demanda
el tener que asumir su deterioro físico con los
efectos que conlleva para su autopercepción e
igualmente tendrá que sostener la imagen negativa de la sociedad hacia la vejez femenina (11).
Uno de los problemas asociados al envejecimiento es la disminución del poder adquisitivo
y del status social, los cuales son mayores en
las mujeres hasta tal punto que en el mercado
común empieza a hablarse de feminización de la
pobreza (8); además, es común el que enfrenten
esta etapa solas como viudas y muchas veces
teniendo familiares a su cargo (23) (10). A esto
se suman aspectos del trabajo invisible (de ama
de casa) y de la doble jornada, que ocasionan
que la idea de jubilación prácticamente no exista
porque el trabajo de la mujer es interminable
aún en edades avanzadas (11).
Sobre las autoras:
Blanca Estela López Salgado. Licenciada en Psicología
por la Universidad Intercontinental (UIC). Maestría en
Desarrollo Organizacional por el Instituto de Estudios
Superiores de Posgrado (INESPO). México, D.F.
Fundadora y Directora del Centro de Desarrollo de la
Excelencia Un Nuevo Amanecer. (CENDEXC). Cuautla, Morelos. México.
María del Pilar López Salgado. Doctora. Psiquiatra.
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Directora del Instituto de Salud Mental, Consultoría y
Capacitación. México, D.F.
Guadalupe Barrios Salinas. Enfermera Especialista
en Atención Primaria a la Salud (EEAPS). Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS). Unidad de Medicina Familiar Número 46. México, D.F.
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Características
psicosociales en
pacientes longevos
ingresados en el
Servicio de Geriatría
del Hospital Provincial
Clínico Quirúrgico
Docente «Dr. León
Cuervo Rubio»
una muestra no probabilística de sujetos tipo,
constituida por 42 pacientes.
Para la recogida de información se empleó:
Test desiderativo (5 deseos), Escala geriátrica
de irritabilidad—depresión—ansiedad de R.P
Snaith, Análisis documental, Test Hasegawa,
Entrevista estructurada, Cuestionarios de
apoyo social CAS—7 y SSR (Vaux, A. 1982).
Obteniendo como principales resultados un
funcionamiento cognitivo caracterizado por
presentar cambios en los procesos de memoria, orientación y lenguaje, unido a pérdidas
paulatinas en los sentidos de audición, visión
y enlentecimiento de la ejecución psicomotora.
Marcada disminución de necesidades y motivaciones. Prevalencia de ansiedad y depresión
como principales manifestaciones emocionales.
Convivencia en familias pequeñas, bigeneracionales y nucleares. El apoyo social se caracterizó
por presentar variabilidad de respuestas y riqueza interpretativa en cuanto a estructura de la
red, estructura de los vínculos y aspectos funcionales. Existió además estrecha relación entre
las principales manifestaciones emocionales y el
grado de satisfacción con el apoyo social percibido. Este estudio favorece el conocimiento de los
principales factores psicosociales que potencian
u obstaculizan el proceso de envejecimiento, de
aquellos que igualan o sobrepasan la esperanza
de vida al nacer.
Por Orisel Quintero Ramírez | orisel@princesa.
pri.sld.cu, Nilda Alina Santos Fernández,
Yenisel González Dopico, Sahily Palacios Paz
S
e realizó una investigación descriptiva
con un diseño no experimental, transversal, que tuvo como objetivo caracterizar psicosocialmente a un grupo de pacientes
longevos ingresados en el Servicio de Geriatría
del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente «Dr. León Cuervo Rubio», utilizándose
27
Tema central: Características psicosociales en pacientes longevos
Objetivo general
Introducción
Caracterizar psicosocialmente a un grupo
de pacientes longevos ingresados en el Servicio
de Geriatría del Hospital Provincial Clínico
Quirúrgico Docente «Dr. León Cuervo Rubio»
del municipio de Pinar del Río, Cuba, en el periodo comprendido entre enero y marzo de 2013.
El envejecimiento individual no es un fenómeno exclusivo de la sociedad moderna, ha
estado presente en todas las etapas del desarrollo social y ha sido siempre de interés para
la filosofía, el arte y la medicina (1).
El presente siglo nos ha traído una situación
singular, muchas personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha enmarcado
como etapa de vejez, de manera tal que el envejecimiento ha dejado de ser una exclusividad de
algunos, para convertirse en una oportunidad
de muchos (2).
Según datos de las Naciones Unidas, en 1950
existían en el mundo 200 millones de personas
mayores de 60 años. En 1975 esta cifra alcanzó
los 350 millones, llegando en el año 2002 a 625
millones de personas de edad avanzada. Estas
proyecciones demográficas indican que la cifra alcanzará en el 2050 los 2,000 millones de
habitantes (3).
La región de América Latina y el Caribe también envejece rápidamente. Existen más de 32
millones de personas con 60 años o más y a esta
cantidad se le suman unas 115,000 mensuales (4).
Objetivos específicos
1. Caracterizar a los longevos según variables
sociodemográficas como: edad, sexo, nivel
de escolaridad, estado conyugal y motivo
de ingreso.
2. Evaluar el funcionamiento de la esfera cognitiva.
3. Identificar principales manifestaciones afectivas—motivacionales.
4. Caracterizar los aspectos estructurales de
la familia y el apoyo social.
5. Identificar posible relación entre manifestaciones emocionales y satisfacción con el
apoyo social.
28
Tema central: Características psicosociales en pacientes longevos
Cuba, con una población de 11,167,325 habitantes y un 18.3% de su población mayor de 60
años, es uno de los países más envejecidos de
América Latina y está previsto sea hacia el 2050
uno de los más envejecidos del mundo. Con
2,041,392 adultos mayores (más de 60 años) en
su población, identificando como causas principales de este fenómeno la baja natalidad y el
aumento de la esperanza de vida (5).
El envejecimiento es un reto que Cuba tiene
por delante, y en ello la profilaxis de salud, la
educación y la sensibilidad de los ciudadanos
es esencial, de modo que vivir más tiempo signifique también vivir mejor. Por tal motivo, la
significación práctica del estudio consiste en que
a partir de esta caracterización se elaborarán
e implementarán estrategias de intervención
con la finalidad de elevar la calidad de vida de
los longevos, a la vez que servirá para orientar
a familiares, cuidadores y profesionales de la
salud, teniendo como principal intención seguir
expandiendo la vida para los ancianos y que esta
prolongación de las oportunidades de vivir se
haga con salud y bienestar.
Dicha problemática aparece recogida en el
Banco de Problemas de la Institución como
una de las tareas a priorizar por los servicios
de Psicología y Geriatría. Esta investigación fue
viable ya que dispuso de los recursos necesarios
para su realización.
Métodos y procedimientos
En Cuba la esperanza de vida es de 78,97
años, 76 para los hombres y 80 para las mujeres;
siendo la esperanza de vida de las personas que
llegan a los 60 años de 22 años más y la de los
que llegan a los 80 años, de unos 8.8 años más.(5)
Pinar del Río, con una población de 591,931
habitantes cuenta con 108,467 personas de 60
años o más (18,3%), ocupando el sexto lugar en
las provincias más envejecidas con un grado de
envejecimiento de 18.3% (5). Por lo que caracterizar psicosocialmente a los longevos constituye
una necesidad dentro del sector de la salud, pues
es bien conocido cómo a través de los años se
ha prolongado la esperanza de vida de los seres
humanos y con ello el incremento de personas
que la igualan o sobrepasan.
El envejecimiento será un determinante
mayor en las transformaciones que necesariamente tendrá la Medicina y la organización y
desarrollo de los servicios de salud del país (6),
pues es precisamente este grupo etáreo el más
tributario de atención hospitalaria.
Métodos empíricos:
Medición y entrevista quedando reflejados
a través de:
Análisis documental
Revisión de la Historia Clínica:
Dicho instrumento es uno de los más difundidos en la Psicología de la Salud ya que
posibilita formarse una visión panorámica del
paciente con el que se trabajará, así como la
obtención de información relativa a datos personales, diagnóstico y evolución de la enfermedad.
Entrevista estructurada
Longevo y cuidador
Nos permitió, mediante una secuencia lógica
de preguntas preestablecidas, conocer aspectos
de las principales áreas de desarrollo de los pacientes. También posibilitó complementar la
información obtenida en los restantes instrumentos utilizados.
Test desiderativo (5 deseos)
Este tipo de técnicas estudia la personalidad
tomando como punto de partida la expresión
29
Tema central: Características psicosociales en pacientes longevos
de fantasías y deseos. Utiliza, como todas las
técnicas proyectivas, una forma indirecta para
hacerlo, creando un marco ficticio para inducir
a la proyección. Permite establecer la jerarquía
de necesidades y motivos de un sujeto, por lo que
su uso en la investigación se hizo insustituible.
Escala geriátrica de irritabilidad—depresión—ansiedad de R. P Snaith
Nos permite conocer la incidencia en la población longeva de la irritabilidad, la ansiedad y
la depresión como manifestaciones emocionales,
debido a que la literatura las asume como las
más recurrentes en este grupo etáreo (7). Su
calificación puede ser cualitativa y cuantitativa según los propósitos e intenciones de la
investigación.
Test Hasegawa
Esta técnica pretende medir la calidad de
las funciones y procesos cognitivos, valorando
la posibilidad de existencia de una progresiva
reducción de la actividad del cerebro que puede
conducir a formas de deterioro de las faculta-
30
des mentales con consecuencias graves sobre
la capacidad del individuo para llevar una vida
normal y relacionarse con los demás.
Cuestionario de apoyo social CAS—7
Diseñado para la población puertorriqueña,
ha sido validado en Cuba por investigaciones
realizadas por Quintana y Nillar (8), (9). Evalúa la dimensión funcional del apoyo social a
través de la evaluación de la necesidad de apoyo
emocional, interpersonal y material.
Cuestionario de apoyo social SSR Vaux A. 1982.
Construido en 1982 por Alan Vaux, se utiliza
la versión española desarrollada por Bermúdez,
Pérez y Sánchez en 1988. Ha sido empleado
en Cuba en diferentes estudios que se centran
en evaluar la relación dinámica entre el apoyo
social y el bienestar subjetivo. Dicho cuestionario fue aplicado para evaluar los aspectos estructurales de la red social (tamaño, densidad
y sexo del proveedor), las características de los
vínculos que establece el longevo con su entorno social (frecuencia, multiplicidad, simetría,
Tema central: Características psicosociales en pacientes longevos
complejidad, naturaleza de la relación, sector,
intimidad), los tipos de apoyo que recibe de su
red, así como el nivel de satisfacción del sujeto
con cada uno de estos.
Métodos estadísticos:
Estadística descriptiva: nos permitió organizar la información mediante las tablas de distribución de frecuencias relativas y acumuladas
con el empleo de la Hoja de Cálculo Microsoft
Office Excel 2003 para la ubicación de los datos
en tablas de distribución de frecuencias y gráficos.
Métodos teóricos:
Método dialéctico: permitió comprender la
dinámica y estructura del objeto y la contradicción que es fuente de su desarrollo.
Histórico—Lógico: analizó la proyección
lógica—histórica del fenómeno reflexionando
sobre su comportamiento futuro.
Análisis y Síntesis: permitió la descomposición del objeto en partes para valorar y reflexionar, estableciendo la interrelación entre
las mismas de manera simultánea.
Principales resultados
La muestra estudiada se caracterizó por la
tendencia de las mujeres a mantener una mayor esperanza de vida en contraposición a los
hombres, lo que trajo como consecuencia altos
índices de viudez en el sexo femenino. También
se evidenció un escaso nivel de escolaridad debido a las escasas oportunidades educaciona-
les tenidas durante el transcurso de su niñez,
adolescencia o juventud, y los ingresos hospitalarios fueron recurrentes para el segmento
poblacional que se encontró entre los 76 y 89
años de edad, debido a patologías como: Cáncer de Pulmón, Cirrosis Hepática y Neumonía
Extrahospitalaría.
El funcionamiento cognitivo se caracterizó
por presentar cambios en los procesos de memoria, orientación y lenguaje, unido a pérdidas
paulatinas en los sentidos de audición, visión
y enlentecimiento de la ejecución psicomotora,
aspectos que dificultan la interacción social y
adaptación creadora del longevo a su medio.
Hubo un predominio de ansiedad y depresión como manifestaciones emocionales asociadas a la escasa percepción de apoyo social,
sentimientos de soledad, temor a la muerte e
insatisfacciones personales en estos longevos.
Prevalecieron las necesidades individuales de
carácter social, que son aquellas que tienen su
origen en la individualidad del ser humano, que
están enraizadas en su organismo biológico y
su personalidad, que son requerimientos de la
dinámica individual de este pero que tienen un
carácter social, pues surgen y se concretan en la
interacción del individuo con su medio. Existió
carencia de actividades estimulantes capaces
de romper rutinas cotidianas y la motivación
principal se orientó a preservar o alcanzar una
mayor calidad de vida.
La convivencia se desarrolló fundamentalmente en familias pequeñas, bigeneracionales y
nucleares, donde a pesar de existir una diversificación en cuanto a la tipología familiar, la familia continuó siendo hábitat natural del hombre,
por cumplir funciones que le son insustituibles
por otros grupos e instituciones. El apoyo social se caracterizó por presentar una estructura
de la red mediana, densa, con predominio del
sexo femenino como principal proveedor. La
estructura de los vínculos o contactos presentó
multiplicidad, simetría y simplicidad, siendo
la principal fuente de apoyo social la familia
debido a la percepción de cercanía que estos
le confieren, complementada para algunos con
el apoyo comunitario percibido. En los aspec31
Tema central: Características psicosociales en pacientes longevos
tos funcionales del apoyo social predominó el
apoyo informativo, existiendo variabilidad en
la satisfacción personal y la necesidad de apoyo
social percibida con prevalecía de respuestas
intermedias.
Existió relación entre las principales manifestaciones emocionales y el grado de satisfacción
personal con el apoyo social percibido, lo que
hace pensar que los adultos mayores tienen o
cuentan con menores posibilidades de recibir el
apoyo social necesario para afrontar los diversos
acontecimientos estresantes que puedan surgir
en esta etapa del ciclo vital.
Discusión
Como se esperaba, los datos obtenidos fueron similares a los planteados por la literatura
consultada, al ser característicos de este grupo
etáreo. Por lo que se hace necesario una vez
descrita la muestra trazarnos estrategias de intervención que tributen a mejorar la calida de
32
vida de aquellos que en nuestro país igualan o
sobrepasan la esperanza de vida al nacer y van
ganando en mayoría, al ser Cuba uno de los
países más envejecidos de América Latina y para
el 2050 uno de los más envejecidos del mundo.
Conclusiones
• La muestra estudiada se caracterizó por la
tendencia de las mujeres a mantener una
mayor esperanza de vida en relación a los
hombres, viudez, escaso nivel de escolaridad
e ingresos hospitalarios recurrentes.
• La mayoría de los pacientes longevos presentaron cambios en la esfera cognitiva asociados
a los procesos de memorización, orientación
y lenguaje, unido a pérdidas sensoriales en
cuanto a: audición, visión y enlentecimiento
de la ejecución psicomotora.
• La esfera afectivo—motivacional se caracterizó por la presencia de ansiedad y depresión,
Tema central: Características psicosociales en pacientes longevos
unido a motivos orientados a una mayor calidad de vida y necesidades individuales de
carácter social.
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• El apoyo social se caracterizó por presentar
una estructura de la red mediana, densa,
con predominio del sexo femenino como
principal proveedor; los vínculos o contactos presentaron multiplicidad, simetría,
intimidad y simplicidad, predominando el
apoyo informativo.
• En la mayoría de los longevos existió relación
entre las principales manifestaciones emocionales y el grado de satisfacción personal
con el apoyo social percibido.
Sobre las autoras:
Orisel Quintero Ramírez: psicóloga del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente «Sr. León Cuervo
Rubio».
Nilda A Santos Fernández: graduada de Licenciada
en Psicología en la Universidad de la Habana el en año
1990. Especialista en Menores 1992. Master en Psicología
Clínica desde 2006. Profesora Asistente. Actualmente
se desempeña como psicóloga en el Servicio de Geriatría del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente
«Dr. León Cuervo Rubio». Presidenta del Capítulo de la
Sociedad de Psicología de Pinar del Río.
Yenisel González Dopico: graduada de Licenciada en
Psicología en la Universidad de Ciencias Médicas de
Pinar del Rio. Actualmente se desempeña como psicóloga
en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente «Dr. León Cuervo
Rubio». Miembro de la Sociedad Multidisciplinaria para
el Estudio de la Sexualidad, del Capítulo de Psicología
de la Salud y de la Cátedra Multidisciplinaria para el
Estudio de la Familia.
Sahily Palacios Paz: graduada de Licenciada en Psicología en la Universidad de la Habana. Actualmente
labora en la Universidad de Pinar del Río “Hermanos
Saíz Montes de Oca” donde se dedica principalmente
al magisterio y la investigación. Cuenta con la categoría
docente: Instructora. Se encuentra cursando la Maestría
en Psicología Clínica en la Universidad de la Habana
Referencias de imágenes:
[Fotografía de dos ancianos sentados en la calle]. (2002). Recuperado
de: http://www.traveladventures.org/continents/americas/cubanpeople04.html
[Fotografía de ancianos sentados en unas sillas]. (s.f.) Recuperado de:
http://www.havanatimes.org/?p=101303
[Fotografía de ancianos tocando instrumentos]. (s.f.). Recuperado de:
http://www.djnrike.com/?lang=en&selected=681
[Fotografía de tres ancianas fumando y sentadas]. (s.f.). Recuperado
de: http://www.latinoevents.eu/?lang=en&selected=681
Bibliografía:
Álvarez, R. Temas de Medicina General Integral.(2001). La Habana:
Editorial Ciencias Médicas.
Buendía, J. El proceso de envejecimiento. En Gerontología y Salud.
(2008). Madrid: Editorial Biblioteca Nueva.
División de Población de las Naciones Unidas. (2011). Extraído
el 13 de diciembre de 2012 desde http://spanish.peopledaily.com.
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Guzmán, J.M. Envejecimiento y Desarrollo en América Latina y el
Caribe. Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE).
(2009). Chile: División de Población Santiago de Chile.
Censo de Población y Vivienda. (2012). Anuario Estadístico Nacional de
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Prieto, R.O, Vega, E. (1996).La atención al anciano en Cuba. Desarrollo
y perspectivas. La Habana: Editorial Ciencias Médicas.
Lockenhoff, C.E., Carstensen, L.L. (2012).Aging, emotion, and health—
related decision strategies: motivational manipulations can reduce age
differences. Psychol Aging, 22, 134—146.
Quintana, V. (1997).Caracterización del apoyo social percibido en una
población de sujetos deprimidos. Extraído el 25 de enero de 2013 desde
http://enciclopedia.us.es/index.php/ caracterización del apoyo social.
Martínez, M. (1995). La perspectiva psicosocial en la conceptualización
del apoyo social. Revista de Psicología Social,10, 61—74.
Siguenos en las redes sociales
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Correo: [email protected]
33
La entrevista
A Graciela Zarebski acerca de la
Psicogerontología
Por María Mercedes Díaz Espinosa. Transcripción por Xochitl Xel—Ha Castillo Silva
¿E
n términos generales, que es la Psicogerontología?
La Psicogerontología es el campo
de estudio de la salud mental en el
envejecimiento, es un campo interdisciplinario en el cual enseñamos
a los psicólogos a trabajar junto
con médicos psiquiatras, terapisDra. Graciela Zarebski
Dra. en Psicología
tas ocupacionales, músicoterapeu(UBA). Vice-Decana de tas, psicomotricistas, todos los que
la Facultad de Humani- tengan formación de grado que
dades, Ciencias Sociales tenga que ver con la salud mental
y Empresariales. Direc- y algún tipo de terapia. Se enseña
tora de la Licenciatura a trabajar juntos como equipo inen Gerontología, de la terdisciplinario para favorecer la
Especialización y de
salud mental en el envejecimienla Maestría en Psicoto, y esto abarca una tarea tanto
gerontología, Escuela
preventiva como asistencial y de
de Ciencias del Enverehabilitación; es decir, ponemos
jecimiento de la Universidad Maimónides. mucho énfasis en todo lo que se
Buenos Aires. Argenti- puede hacer preventivamente con
na. Autora de libros en las personas para prepararse para
un buen envejecimiento desde un
la especialidad.
punto de vista psíquico.
El campo de la Psicogerontología es un campo
relativamente nuevo dentro de la gerontología,
dentro del estudio de la vejez, porque primero se estudiaban las cuestiones biológicas del
envejecimiento desde la geriatría, luego se incorporaron los aspectos sociales, comunitarios
y demográficos, y lo último que se desarrolló,
lo que no se podía ver todavía hasta hace muy
pocas décadas, era cómo también interviene
el factor subjetivo, el factor de lo personal, de
cómo vamos armando nuestro propio envejecimiento, lo que yo llamo el «curso de la vida»,
como un diseño que vamos armando, y cómo
eso va a incidir en cómo vamos a llegar a la
vejez; por eso es tan importante.
34
Yo siempre me especialicé en investigar los
mecanismos psíquicos que se ponen en juego
para el envejecimiento desde joven, entonces,
la Psicogerontología toma el aporte de todas
esas disciplinas, trabaja mucho en prevención, en talleres, en grupos, hay mucho trabajo grupal con la gente desde la mediana edad,
la cual es un ciclo de vida que empezó a visualizarse en las últimas décadas. Es entre los
cuarenta y sesenta años donde las personas
empiezan a tomar más conciencia del proceso
de su propio envejecimiento, en esa toma de
conciencia es donde hay que comenzar a hacer prevención.
Lo que yo desarrollé son los factores de riesgo psíquico desde la personalidad, factores de
riesgo de envejecimiento patológico o, por el
contrario, factores protectores; luego, cuando
vemos que algo fracasó en el armado de ese envejecimiento y aparece una patología a nivel de
lo personal, familiar, de la pareja, del lugar del
abuelo en la familia, ahí es donde intervenimos
en la clínica en lo particular. O también en trabajos grupales para trabajar esta situación de
patología y ayudar a reformularla.
Aplicamos también rehabilitación cuando
estamos en situación de instituciones, por
ejemplo, de residencias para mayores, hay
muchísimas intervenciones posibles, el trabajo del envejecimiento es un campo amplísimo
que se abre para los psicólogos. Muchos ámbitos en los cuales un psicólogo puede insertarse, ya sea tanto en su consultorio como en la
comunidad, en universidades, multiplicidad
de talleres y grupos para coordinar, ámbitos
educativos y de capacitación en el tema, y
además en ámbitos públicos, programas del
estado, centros de vida que se arman para que
participen las personas mayores, también en
residencias para mayores, o sea, en clubes y en
La Entrevista: Graciela Zarebski
obras sociales o mutuales, en todo el sistema
de salud hay lugares donde el tema del envejecimiento es un tema candente y donde las
personas se empiezan a preguntar mucho de
esto y a necesitar y buscar la ayuda de alguien
que los oriente.
¿Cuáles son los principales objetivos de la
Psicogerontología?
El principal objetivo es enfocar y aportar al
equipo interdisciplinario los aspectos subjetivos del envejecimiento, eso es lo que tiene que
aportar como especialidad. Lo puede aportar
tanto un psicólogo como un psiquiatra, o un
psicogeriatría, en cuanto al momento en que
se necesita una medicación el psicólogo tiene
que saber cuándo derivarlo y cuándo no, o
cuándo se puede intervenir con otro tipo de
terapias que son del psicólogo, pero también
hay terapias no farmacológicas que va aportar el terapista ocupacional a través de la ocupación, o el psicopedagogo.
El psicólogo tiene que saber cuándo orientar
a hacer actividades de aprendizaje que le van
a hacer muy bien a la persona; el psicólogo
que va a formarse en Psicogerontología va a
tener que ampliar mucho su mirada, salir de
lo que va a ser la atención de una persona
para mirar el grupo familiar, las redes de apoyo y poder ver con qué cuenta esta persona,
orientarlo a algún tipo de institución, conocer
las instituciones que trabajan en la zona; es
decir, es muy enriquecedor el trabajo del psicólogo en esta etapa y es una gran sorpresa
para el psicólogo, que a veces piensa que la
vejez es patología puramente, encontrarse con
lo enriquecedor que puede ser el trato con una
persona mayor que sigue creciendo.
¿De dónde nace su interés por trabajar con
este tema?
Cuando yo me recibí de psicóloga en Buenos Aires, ya tenía mis hijos y me resultaba
muy difícil insertarme en el mundo laboral
hasta que me ofrecieron ingresar a una institución donde se empezaban a armar en la década de los 90’s equipos que atienden el tema
de envejecimiento.
Ingresé para ver qué era, empecé a leer material teórico, me di cuenta que había muy
poco pensado y que había mucho para pensar y para investigar en el tema, así que ahí
comencé mis investigaciones teóricas, escribir
libros, ejercer docencia universitaria y así, a
comienzos del siglo XXI, empecé a generar
las carreras nuevas, la carrera de especialización y maestría en Psicogerontología, la única en Latinoamérica; la iniciamos hace 14 o
15 años y todavía no surge otra.
Un dato interesante es que ya armarnos una
red Iberoamericana de Psicogerontología
en el 2005, en la Universidad Maimónides
iniciamos el Primer Congreso Iberoamericano de Psicogerontología, luego lo hicimos en
Uruguay, en Brasil, en Cuba y luego el último fue en México, el Quinto Congreso Iberoamericano, con lo cual cada vez se integran
más universidades, mas psicólogos a trabajar
en esta temática.
¿Cuáles son las principales dificultades con las
que se ha encontrado al trabajar con este tema?
Cuesta mucho cambiar los paradigmas de la
gente común. Hasta con los mismos estudiantes es todo un trabajo el que vayan cambiando
su paradigma en cómo piensan la vejez, para
35
La Entrevista: Graciela Zarebski
eso aplico el cuestionario “Mi
envejecer” que es una propuesta para tomar conciencia del
propio envejecimiento para un
profesional que va a trabajar
con esta temática, para que se
enfrente al tema él mismo.
Luego, el principal obstáculo son las instituciones que
todavía están arraigadas en
viejos paradigmas, el tema
de residencias que todavía
funcionan como asilos, en el
sentido de depósitos de objetos más que como instituciones que estén al servicio de la
vida de las personas que ahí
habitan, entonces ahí uno tiene que trabajar mucho para ir
logrando romper esas estructuras tan rígidas,
esa forma de pensar de los directores de estos
establecimientos.
Además, también el problema de que todavía
a nivel del estado no se ha tomado conciencia suficiente de la necesidad de contar con
el recurso humano que se requiere para abordar esto que se viene como el envejecimiento
poblacional, falta mucho por hacer, pero eso
al mismo tiempo que es obstáculo es desafío
para aportar soluciones.
¿Usted cree entonces que es necesaria una
restructuración de ideas y creencias entorno
a la vejez en los jóvenes y las personas de mediana edad?
Es en esta etapa de la mediana edad en la
que hay que comenzar a trabajar esto, si es
que no se ha trabajado antes. En realidad hoy
en día hay programas intergeneracionales
donde se trabaja desde infantes, pero en la
mediana edad es ineludible que tomemos a
tiempo los cambios que la persona atraviesa
y que le hablan de su propio envejecimiento,
tenemos que trabajar mucho en esto.
También uno de los principales obstáculos es
con los psicólogos que no están preparados en
el tema, por lo menos en nuestra experiencia
36
en Buenos Aires, todavía no está incorporado
el estudio de la vejez como estudio obligatorio
como asignatura, entonces muchos se reciben de
psicólogos sin haber tenido una aproximación
al tema, y después tienen que enfrentarse a la
temática cuando trabajan, estuvieron formados en la idea de que no se puede trabajar con
una persona que pasa de los 60 o 65 años de la
misma manera que se trabaja con un adulto joven, que las herramientas de evaluación no se le
pueden aplicar porque existe el prejuicio de que
el psiquismo de la persona se deteriora pasando
cierta edad, como la idea de Freud hace varias
décadas que pensaba que el psicoanálisis no era
aplicable en personas mayores.
Pero sí, toda teoría sirve, toda teoría aporta y
hay que tener la cabeza muy abierta para atender a una persona cualquiera que sea su edad,
los deseos son atemporales, cuando escuchamos
el sueño de una persona no reconocemos la
edad del soñante, porque uno sigue soñando y
deseando toda su vida, lo que hay que hacer de
la persona es alentarle sobre qué puede hacer
con sus deseos para que pueda realizarlos.
La Entrevista: Graciela Zarebski
¿Cómo cree que los jóvenes puedan contribuir a la mejor calidad de vida con las personas de la tercera edad?
En primer lugar, acercardose al tema, abriéndonos, entender el proceso de envejecimiento, sacándonos prejuicios de encima, pudiendo romper
con las brechas intergeneracionales que hay, que
es esto de suponer que el viejo no sirve, que ya
no puede, que ya no funciona en ningún orden,
ni sexual, ni productivo, ni intelectual, que no es
para nada así; abrirse a poder incorporar todo
lo que nos puede transmitir de experiencia, de
sabiduría, de vida. Y al mismo tiempo también
ofrecerse para la ayuda, la solidaridad intergeneracional, el diálogo, podemos dar una buena
mano, sobre todo en el tema de tecnología y esto
también abre un mundo nuevo a la gente mayor
en el cual se enriquece la psique, es muy rica la
idea del intercambio.
Referencias de imágenes:
Fotografías autoría del Departamento Audiovisual de la Facultad de
Psicología, UANL. (2014).
37
Dossier
Ciencia vs. Disciplinas de Orientación Filosófica
(Un conflicto que no debe ser)
Por Alexander Strauffon ([email protected])
C
ada cierto tiempo se reaviva una controversia, un debate que de pronto es
convertido en pleito e involucra a dos
elementos de gran presencia en la humanidad:
la ciencia y el humanismo, es decir, la filosofía,
y de paso hasta a las artes les llega a tocar.
En ese pleito, el cual la mayoría hemos visto en
algún lado, es común la polarización. Cada parte
toma una postura en que defiende a capa y espada
el que considera que es «su lado», y minimiza la
importancia o veracidad del otro. Palabras se dicen
aquí y allá, citando autores y enunciando aquello
que consideran aplastará al lado contrario. Se reaviva el «fuego» aquí cada que alguna personalidad
importante de alguna de las facciones hace una
declaración pública en torno a la otra parte.
Lo anterior se ve normalmente entre los
contrarios comunes, como intelectuales ateos
y religiosos, partidos políticos de derecha y los
de izquierda, los pro y contra de los temas polémicos (aborto, derechos de la gente gay, etcétera)
y otros. Lamentablemente sucede también entre
aquellos que proclaman ser representantes del
pensamiento y el conocimiento mismo.
No se trata aquí de elaborar un tratado extenso, sino de hacer lo que — dicho sea de paso
— esos antagonistas extremos rara vez hacen: ir
al punto de forma breve, sin una carga excesiva
de citas o tecnicismos, y buscando dar a cada
lado su justo tiempo.
Estableciendo criterios
La única forma de conocer y aprender de distintas corrientes, culturas, elementos presentes
en la existencia; es no estar casado con la idea
de prejuicio y filtraje que se nos haya impuesto
por la facción con la que estamos.
El verdadero científico es el que sigue dicha
metodología de investigación, comprobación y
constante renovación de evidencia para aportar
38
el conocimiento de primera mano a la humanidad, trasladándolo a las múltiples aplicaciones
que puedan llegar a tener.
El verdadero humanista en sus distintas
ramificaciones de carrera o disciplina respeta
lo que el pensamiento es y logra el flujo de las
ideas y sus varias formas de manifestarse, el
mundo le presenta una infinita oportunidad de
aprendizaje y de reflexión en cuanto a qué se
es, qué puede llegarse a ser y el valor intrínseco
de los demás individuos, cosas y fenómenos.
Definí los dos anteriores para que quede claro
de una vez: aquí no es sobre los que son a medias,
o pretenden ser de uno u otro lado. Los religiosos mutila—textos metafísicos, el motivador
explotador de soluciones obvias, el magufo por
excelencia, NO son humanistas, ni en modo alguno pertenecientes a la rama filosófico—social,
aun teniendo un titulo de tal o cual universidad.
De la misma manera que un médico realizando
prácticas ilícitas y riesgosas vinculadas al crimen
y además valiéndose del fraude y supersticiones
de la gente no podría ser considerado una digna
representación de su carrera, la medicina, y menos aún de la ciencia en general.
¿Qué quise decir con lo primero, cuando dije
lo de prejuicio y filtraje? Ejemplificando: un individuo de formación enteramente científica de
Dossier: Ciencia vs. Disciplinas de Orientación Filosófica
carácter ortodoxo difícilmente apreciará al humanismo, si en el curso de su aprendizaje (no solo
en la carrera, sino mucho antes) le han inculcado
que «un filósofo es un desempleado flojo que solo
quiere andar contemplando cosas, un psicólogo
es de una mal llamada ciencia que es igual a ser
brujo vendedor de hierbas y lector de tarot en un
mercado», «un egresado de Letras será maestro
mal pagado o futuro telefonista» y otras cosas.
existe el genuino y el charlatán desviado sin
moral, entre hombres de ciencia hay quienes
otorgan justo respeto al papel de todos y su
entorno, y otros que basan su propia autoestima
profesional en intentar atacar a los que estén
fuera del estricto y cuadrado perfil que ellos
han decidido apreciar, en su particular posición.
Para el otro lado aplica la misma regla. Visualizar al hombre de ciencia como un bastardo sin
corazón ni sentimientos es generalizar demasiado. De la misma forma que entre humanistas
Puntos en cuanto a ciencia y filosofía
Si el concepto de diálogo no se mantiene a un
nivel civil y respetuoso en la mente de cada uno
39
Dossier: Ciencia vs. Disciplinas de Orientación Filosófica
de estos «bandos», es ir en contra de los mismos
principios que dicen defender. Claro, una avalancha de citas de autores saldría de ellos para
intentar echar por tierra lo que acabo de decir,
acompañado de una que otra mentada de madre.
Y aún así seguiría siendo la verdad. Den
un vistazo a los pleitos que se hacen en la red.
Muchos, que saben que la actitud madura debe
conservarse, participan brevemente o se retiran
cuando no se ha logrado suficiente cooperación
de los otros participantes. Pero los otros, los que
quieren sentirse en el universo de Star Wars y
que andan peleándose con sables láser, si analizamos sus ataques y veremos que se alejan de
la forma correcta de debatir, que es la siguiente:
El salto a conclusiones por la impetuosidad
que les domina se nota en estos que se ostentan
como divulgadores de la ciencia, o de la filosofía.
Y es algo que los precursores y figuras notables de
las ramas que toman cual bandera no hicieron:
• Albert Einstein estuvo expuesto a una educación de escuela católica. La fuerte influencia
de la religión en la época temprana de su vida y
buen tiempo después, los conceptos de Estado
fuerte y engrandecimiento mediante depuración y estrictas normas que predicaba el Nazismo son dos cosas con las que tuvo que lidiar.
Se dio la oportunidad de conocerles a fondo, explorar no solo la superficie de sus ideas,
aportaciones, y proyección a futuro. Cuando se
decidió a rechazar esas dos formas de creencia
y autoridad, las conocía mucho mejor que los
que se decían sus exponentes. Tuvo siempre
presente la importancia de la psicología de las
masas y la importancia del entorno y cultura
donde uno esté asentado e intentando divulgar
sus teorías científicas. Por ello supo a dónde
mudarse y nacionalizarse y qué régimen era el
menos recomendable (aun tratándose de un caso
de «escojamos al menos malo»), y responder
inteligentemente a sus detractores.
• Aristóteles es reconocido por sus amplias
aportaciones y postulados, pero enfoquémonos
aquí en una cosa: el concepto del alma, que de
sus predecesores venía ya la definición de ésta
como lo que hace pensar, sentir, y moverse. El
elemento condicionado y esencial para el sur40
gimiento de la Idea, explicado por Platón. Con
Aristóteles quedaba definido que si un ojo fuera
el ser vivo, la vista sería su alma. El Alma (Mente),
Psique, condicionada a la materia, y viceversa. La
MATERIA; ¿les suena? ¿Qué disciplina científica
les viene a la mente cuando se menciona eso?
Como aclaré, no se trata de inundar esto con
menciones de autores. Pero siéntanse en libertad
de verlo ustedes mismos, y esos nombres famosos
tienen tras de sí vidas en que obtuvieron la justa
medida de lo científico y lo del pensamiento y
reflexión del ser. No faltará el que diga que eso
fue por los modestos recursos del pasado, o que
aún así no es tan importante. Pero está bien; el
intelectualoide—facebookero suele hacer eso, justo como los fanáticos religiosos y de otra especie:
minimizar los datos otorgados mediante falacias
o con una respuesta emocionalmente cargada.
De las celebridades a favor de uno
u otro lado
Neil DeGrasse Tyson es conocido mayormente en estos días, es penoso decir, por ese absurdo meme en el que sale levantando las manos
y diciendo «Ay sí». Nunca he dado compartir a
eso, y me rehúso a poner una imagen. De todos
modos, no hace falta. Ya miles contribuyeron
a hacer de esa simpleza algo conocido. Tal es
la suerte que muchos grandes en ese ámbito
deben correr: que se les reconozca ahí pero no
en el mundo «de fuera», el cotidiano.
Empezó a reconocérsele otra vez fuera del
ambiente estrictamente científico y más a los
ojos del individuo común, con el relanzamiento de Cosmos: un viaje personal, en marzo de
Dossier: Ciencia vs. Disciplinas de Orientación Filosófica
2014, y la nostalgia generada por la memoria de
Carl Sagan. Una atinada decisión. El programa
significa el suficiente impacto para reavivar el
gusto por la astronomía y divulgación científica,
contribuyendo a que se frene en cierto grado
la proliferación de programas y documentales
al estilo de Alienígenas Ancestrales, y otros.
El escándalo ocurrido por las declaraciones
de DeGrasse Tyson y la respuesta de Massimo
Pigliucci fue la excusa perfecta para ver en todas partes renacer ese conocido pleito del que
hemos hablado en el transcurso de esta entrada.
El Sr. DeGrasse Tyson demeritó a la filosofía,
llamándola algo inútil, y aconsejando a los estudiantes que la evitaran.
Por supuesto, los argumentos sobre la verdadera intención del comentario están ahí. Si en
realidad quiso decir otra cosa o fue tal cual, se
puede especular, mas no tener la certeza si no
se es la persona misma. Lo innegable es que se
trata del mismo hombre que antes declaró que
eran dos filosofías las que le impulsaban: saber
más del mundo de lo que sabía ayer, y aminorar
el sufrimiento de otros. Tales palabras, salidas
de su boca, enmarcaban perfectamente el saber—
pensar—sentir. Como dije: la razón de haber
dicho una cosa y después la otra, solo él la sabe.
Aquí hago una pausa, porque probablemente
alguien se quedó con la curiosidad de por qué tanto
énfasis de mi parte en mencionar: Humanismo. Y
si alguno de los peleoneros de las facciones radicales está leyéndolo también, de seguro se estaba
preparando para usar eso para decir que estoy, en
términos coloquiales: «pegándole a la mamada».
El motivo es el siguiente: el Humanismo está
presente aún tras bambalinas, y muchos siguen
dicho valor pro—filosófico e intelectual, aún sin
saberlo o instalarse en la negación de éste. Otros
lo aceptamos, felices de formar parte de dicho
movimiento universal y no ser como otros que
desesperadamente se pegan etiquetas de tal o
cual corriente llamativa, posmoderna, o improvisada, justo como lo haría algún despistado de
identidad sumergiéndose en el mar de sub—
géneros de la música rock, por ejemplo. «¡Qué
importa conocerles a fondo, el que en su exterior
y por encimita me acomode, ese tiene que ser!»
En la evolución del Humanismo durante la
historia, la razón humana en conjunto con la
actividad intelectual y analítica (la investigación) destacó como lo sumamente necesario de
fomentar. Y se valieron de la intervención de
los mecenas, aquellos simpáticos patrocinadores
que pusieron no solo el dinero, sino la adecuada
promoción, necesarios para la divulgación del
saber y el fomento a la actividad intelectual que
acabo de referenciar. El círculo humanista lo
admitió, aceptando como norma que dentro
de la búsqueda del saber y el ánimo hacia el
mejoramiento continuo era benéfico y hasta necesario el contar con fama, prestigio, y difusión.
¿Será que en el presente tenemos un ejemplo
de eso mismo mencionado en el anterior párrafo? Tal vez en unas imágenes, déjenme intentar:
Neil DeGrasse Tyson y Stephen Hawking,
participando como invitados en el conocido
y popular programa de audiencia joven en su
mayoría: The Big BangTheory. Muy filosófico—humanista, y por tanto: ¡Bien por ustedes,
señores científicos! (y no es dicho con sarcasmo,
ambos tienen mi más grande respeto).
Concluyo haciendo mención de ambos «poderes», que muchos han convertido en su justificación
para pelear: la ciencia busca y obtiene eficazmente
el conocimiento nuevo y las actualizaciones del
existente; los recursos filosóficos son los que facultan al hombre a estructurar, categorizar, y difundir dichos conocimientos obtenidos. Provocar
un ácido conflicto entre ésto es, decididamente,
contrario a lo científico y lo racional.
Referencias de imágenes:
Imágenes recuperadas de: http://alexanderstrauffon.blogspot.
mx/2014/05/ciencia-vs-disciplinas-de-orientacion.html
41
Dossier: No Future...
No Future…
Por Israel Ladrón de Guevara C.
([email protected])
Nací en un tiempo en que la
mayoría de los jóvenes habían dejado de creer en Dios, por la misma
razón que la mayoría había creído en
Él —sin saber por qué—. Siendo así,
y dado que el espíritu humano tiende
naturalmente a criticar lo que siente y
no porque piensa, la mayoría de esos
jóvenes eligió la Humanidad como
sucedáneo de Dios (…). Este culto de
cultos antiguos, en que los animales
eran como dioses, o los dioses tenían
cabeza de animales»
— Fernando Pessoa, Libro del Desasosiego, 1984.
¿Q
ué es el arte?, ¿cuál es su función?,
¿cómo se articula con lo «real»? Son
preguntas que nos asaltan al meternos al vasto mundo de las obras artísticas, de sus
representantes, las corrientes, los movimientos
y sus fines. Las respuestas a estas cuestiones no
son fijas, cambian de acuerdo al filtro con el
que se analicen, a la epísteme desde la cual se
interpreten y los métodos que intenten aproximarse en un ejercicio inferencial de los mismos.
• Por nuestra parte, en el presente escrito
nos interesa el apartado comunicativo de
la obra artística, es decir, aquel mensaje
que logramos aprehender de la misma, la
comunicación establecida y lo referente a
aquella concepción del hombre que indica
su desventura, su eterno sufrir, la tragedia de
lo humano, la falta de esperanza, los impasses y las imposibilidades de romper con un
destino, que al parecer nos tiene condenados
al fracaso («destino» podríamos decir es la
forma poética de quitarnos responsabilidad,
en lo histórico—social y en lo individual).
42
Para tratar de recorrer tal línea tomaremos
algunas obras que consideramos representativas o funcionales para este ejercicio pesimista.
Intentaremos en tal sentido hablar con Brueghel «el viejo», Ensor, Munch, Dix y Bansky. La
elección es completamente arbitraria (a voluntad
nuestra). Veamos que sale de ello.
El hombre y el triunfo de la muerte,
constituyente y fin
La historia es un cruel relator que pocas veces
logra hacer justicia a lo constituido, lo constituyente y a las posiciones enclavadas en los fenómenos acontecidos. Pero esta historia, a pesar
de sus fallas, de sus constantes re—escrituras
ficcionarias y posicionamientos de poder en sus
redes, nos muestra casi siempre a un hombre que
juega todo el tiempo a exterminarse, un hombre
que como bien lo relataba Sartre: «es esclavo
de su propia libertad»1, y a pesar de ello, de la
Dossier: No Future...
sujeción que lo constituye y le posibilita jugar a
ser, es un hombre que «necesita» ponerse límites,
lo que implica que conoce los «demonios» que
lleva consigo y su sed de sangre.
de hombres despojados de sus adornos, de sus
disfraces, de las máscaras sociales (esa carne que
juega en el campo de la pasión y que se pudre),
hombres en su estado propio, de nada, de despojo,
de peste, hombres acabados por otros hombres
que perdieron la carne. Todo esto en tonos pardos
rojizos. Brueghel nos invita a pensar que nadie está
exento de la muerte, ésta nos llegará a todos, nos
tomará. Pero aunque la sentencia es clara y concisa,
todavía no parece mostrar ese estado inmanente
en donde somos responsables de nuestro destino
y de nuestro exterminio, más allá de una lógica
de lo sagrado como moral imperante (de tintes
cristianos), del inframundo y de las calaveras no
reconocidas en el imaginario como espejo de sí
mismo, sino en cambio pensadas como diferentes,
ajenas, ominosas.
Es en este sentido que a finales del siglo
XVIII se establece la cesión de las libertades
individuales en pro de lo que denominarán el
bienestar social a través de su respectivo contrato (social). Contrato que establece limites a
los deseos del su—jeto, que establece diques
y dicta normas, que reconoce un continente
oscuro, incluso restos atávicos pasionales en los
sujetos, más allá de que propugnara libertad,
igualdad y fraternidad, es la cesión de libertades
individuales en pro de lo que se denomina tan
vaga y abarcativamente como «bien común».
Un hombre que constantemente intenta encontrarse, se busca y al mismo tiempo que intenta lo
imposible (el acto de reconocerse como Yo autónomo) se destruye, se desconstituye, se aniquila
aniquilando al otro, jugando al desconocimiento,
a la cosificación, incluso al desprecio, pareciendo
que el único modo de salir airoso es destruyendo
al otro para no destruirse a sí mismo. Empero,
sea su Yo o aquél otro, el único ganador es el
triunfo de la muerte.
El Humanismo, otra máscara más
El triunfo de la muerte de Brueghel, «El Viejo» (1562), nos invita a ver cómo la muerte al fin y
al cabo triunfa sobre todas las cosas mundanas,
como si estas mismas, en esa doble moral que se
jugaba en el Medioevo y de la cual se intentaba
poner distancia en el renacimiento con su «invento» humanista, invitarán a un ejército de calaveras,
Es con La Intriga de James Ensor (1911), que
nos introducimos en una pintura que juega con
elementos escatológicos que cual oxímoron se
combina con colores vivos, chillantes, vibrantes.
Nos habla de lo inhumano de la condición del
ser. Las máscaras ahora se encuentran invertidas en relación a Brueghel, ahora, los hombres
son calaveras o ellas hombres, uno y otro combinados. La muerte no viene por ellos a manera
de juicio final, por su condición mundana, ni
como castigo divino en su nivel de inframundo
en la división tripartita a modo de axis mundi.
Los sujetos ya se encuentran muertos en vida,
vacíos, humanos que son incapaces de sentir y
vivir al «otro» que los constituye. Ensor realiza
una crítica directa a la burguesía de su época,
los hipócritas, los mentirosos, los que tienen
máscaras. Pero, ¿realmente hay algo debajo de
la máscara?, ¿es posible quitarla?
Tal vez son cuestiones que no le interesaron
a Ensor, él plasma lo que vive (lo que siente,
su obra es sentimiento crítico), lo cual es una
manera de dar respuesta a qué es el arte. Son
sentimientos, con ello refiriéndonos a componentes afectivos del artista, ya sea que pasen o
no por la racionalización o intelectualización.
Ensor, de este modo, retrata a una sociedad
43
Dossier: No Future...
que intenta aparentar algo que
no es, el falso interés por los
otros, los discursos hipócritas
de preocupación por sus iguales. Lo otro, la hipocresía, la
mentira, el desprecio, eso no
es la máscara, es parte del ser
de aquellos sujetos. La máscara, podríamos decir, no es
algo que cubre su rostro, es
su rostro en sí. Un falso humanismo, un intento de tapar
el hoyo, egocéntrico, narciso,
pueril, ¡mejor adoremos a los hombre animales
deificados! El rito se ha desplazado de lugar,
pero estructuralmente sigue siendo el mismo,
solo que se ha tratado de ungir con el discurso
de evolución y progreso.
La guerra y sus polos, el su—jeto y su
tragedia se muestran
Con Otto Dix y su Tríptico de la guerra (circa
1931) ó sus Inválidos de guerra jugando a las cartas (circa 1920), la cara del humanismo queda
desdibujada por completo (si es que quedaban
dudas con Ensor). Hombres matando hombres,
muchas veces sin saber por qué y siguiendo
«órdenes», combinadas con tintes de placer y
de goce, genocidios, violaciones, mutilaciones
y vejaciones. Dix, que vive la pesadilla de «la
gran guerra», observa cómo el humano tiene
una capacidad tremenda para el exterminio de
su especie, sobre esto y sobre la guerra él pinta y
Ernst Jünger relata la experiencia que los marca,
esa de la guerra de las trincheras:
La trinchera tiene una profundidad de dos o tres
hombres. Por tanto, los defensores se mueven por
ella como por el fondo de un pozo, y, para poder
observar el terreno que tienen delante o disparar
contra el enemigo, tienen que subir por escalones
hechos en la tierra o por escaleras de madera,
al puesto de observación: una larga tarima o
saliente practicado en el talud, de manera que
quienes estén sobre él puedan asomar la cabeza
y mirar. Sacos de tierra, pedruscos y planchas
de acero constituyen el parapeto (…) Delante
44
mismo y a lo largo de las trincheras
se extiende, casi siempre en varias
líneas, redes de alambradas, enrejados de púas de alambre que detienen a los asaltantes y permiten
a los defensores disparar con toda
tranquilidad (…)2
Con Dix tenemos a un hombre sanguinario, que mata, que
viola, que roba, que vive en «ello»,
que se deja ser, en el cual el Yo
se desvanece y «algo surge», algo
que no es él, cuando juega con los límites impuestos, que no le permite ser, pero que a la vez
no deja de constituirlo, de hablarle, de incitarlo
y recordarle que hay algo más. Algo que se encuentra encerrado, con trabas, deseoso de salir
y que en eventos como este se da rienda suelta
en lo físico, a algo que durante todo el devenir
histórico del su—jeto, de las sociedades complejas, se muestra y repite, el exterminio del otro
desconocido como igual y en ese aniquilamiento,
la muerte de uno mismo, el suicidio indirecto,
sin que sea una decisión consciente.
Es como si nos invitara a «jugar» en el mundo
con todo y los horrores que esto conlleva, ¿tenemos acaso otra salida? Al parecer, no.
Dossier: No Future...
El hombre pesimista,
La Revolución… Cultura o Muerte
melancolía y ansiedad
A fines de los años ochenta, Banksy comienza su actividad en la ciudad inglesa de Bristol,
como parte de un pequeño grupo conocido
como «Dry Bread Z Crew». Pero es recién entre 1992 y 1994 que su obra comienza a adquirir
personalidad propia, influenciado por el movimiento «Add Jammers», colectivo de agitación
de esos años, que deformaba e intervenía imágenes de publicidades, cambiando los mensajes por otros políticos, creando así un discurso
crítico en interacción dinámica con la ciudad.
Llama la atención este intento de interacción
comunicativa con la ciudad y a través de ella. Pero a estas alturas después del breve recorrido de corte pesimista por la arbitrariedad de
las obras escogidas, tenemos que abrir el cuestionamiento sobre las posibilidades de acción
(aunque parezca raro hacerlo con Banksy un
«street art»). Es decir, nos tenemos que preguntar
sobre lo que nos queda, sobre las posibilidades
de acción (si es que las hay). Así, la propuesta
de Bansky podríamos decir que surge por el
reposicionamiento del su—jeto, a través de la
afectación de su imaginario y su composición
simbólica, esto a través del cambio de su medio
circundante, la afectación de los espacios en lo
público, atacando las lógicas privadas, las fascistas, e incluso los cotos de poder y haciéndolo
por medio del juego de las mismas imágenes
que hoy viven tan desgastadas.
Bansky es capaz de demostrarnos el negocio
antes que la atención, la primacía de la noticia
Edvar Münch pinta su Melancolía alrededor de 1894—95, jugando dentro del llamado
«expresionismo» pictórico y en ese sentir de su
Melancolía, o en la ansiedad de su Grito, ambas compuestas de una paleta rica en colores
y de figuras ondulantes que nos invaden, nos
invitan a pensar en la frase de Benedetti de
«un pesimista, no es más que un optimista bien
informado».
¿Acaso podríamos sentirnos de modo diferente cuando lo real nos impacta tan brutalmente, cuando vemos que la historia funciona
cual compulsión a la repetición y no solo eso,
sino repetición de «muerte»? Munch tenía sus
propios fantasmas (la pérdida de su madre a
temprana edad, la de su hermana Sophie, o la
cuestión de su padre y la disciplina castrense)
que lo llevan a sentir una carga muy particular.
Sin embargo nos comparte un punto, el punto
de Sorianes (el de Pessoa), el eterno grito por
ese mundo que duele, la melancolía, el llanto de
saber que no hay posibilidad de lo humano, el
andén y destino que se vislumbra, las pérdidas,
la tragedia de la autoaniquilación.
Pero el melancólico de Munch reflexiona, se
pierde en sus ideas, tal vez y sólo tal vez, más
allá de los fantasmas, piensa en la posible convivencia con ellos en las posibilidades de romper
los impasses, en el juego de la lógica del «ya lo
sé… pero aún así».
45
Dossier: No Future...
morbosa, el desdibujamiento del ser, la cosificación de las personas y nos muestra directamente
las máscaras de Ensor, como parte de las clases
dominantes; pero, incluso aunque él no lo diga
directamente, como estructuras de poder que
gestan saber y saberes y que estos a su vez gestan
poderes desde las lógicas foucaultianas.
Nos enfrentamos a la violación, al ultraje de
nuestros espacios privados, de los «públicos», de
la política, de las escuelas, de los psiquiátricos,
de las lógicas confesionales. ¿Ternura, inocencia?
No, no es posible cuando se encuentra en la lógica de lo perdido, aunque no se pueda significar
así de momento, tal vez solo posteriormente,
como en el mural de la niña, violentada en su
cuerpo por el toque del otro, de ese «otro» que
forzosamente tiene que desconfiar de ella. No
puede haber ternura e inocencia. ¡Hasta el oso
es sospechoso!
¿Y el arte?, ¿qué sucede con él? Bansky cree
que puede denunciar, sensibilizar y mostrar
lo que está delante de nos—otros, aunque no
seamos capaces de verlo se vuelve tan cotidianamente sentido, que se olvida, el arte de la
privación por exposición sin importancia, el
hábito. La palabra omnipotente que insulta
hasta a los su—jetos menos sensibles, pero
que sigue presente. ¿A qué orilla esto? Las
tentativas posibles de cambio se vislumbran
por dos caminos: revoluciones culturales con
impactos en futuras generaciones, con cambio
en las ópticas y sistemas dominantes, a través
de rupturas epistemológicas; o el camino de la
«Revolución» con todas sus implicaciones en el
sentido de sublevación popular, el pase por la
46
violencia y la toma por la fuerza de lo que les
ha sido despojado.
Pero los impasses se muestran difíciles, Bansky nos muestra el desprecio del hombre actual
por la coherencia (entendida aquí como la posibilidad de vislumbrar las lógicas de autoaniquilamiento), un hombre ignorante, aborregado,
incapaz de pensar si no le dicen que es lo que
tiene que pensar y con un profundo miedo de
sublevarse cuando nota la situación, que ya es
mucho decir, porque la mayoría de las veces no
logra ver ni escuchar, entonces el arte para la
sociedad se vuelve «manchas» que hay que lavar,
o en su defecto jugar a la denuncia inactiva sin
que se mueva uno de su esfera de comodidad.
Como cuando en una de sus exposiciones
en Los Ángeles, titulada «Barely Legal», Banksy convocó a una multitud de famosos, como
Angelina Jolie, Brad Pitt, Keanu Reeves, entre
otros y en la muestra, puso un elefante pintado
del mismo color que el empapelado de la pared.
La escena quería graficar la pobreza que estando
tan a la vista, naturalizada, se prefiere no verla
(¿o se deniega acaso?). Al ingresar, los invitados recibían un texto donde se leía:
«Hay un elefante en la habitación», es decir, hay
problemas sobre los cuales nunca hablamos. El
hecho es que la vida no se está volviendo más
justa y que 1.7 mil millones de personas no acceden al agua potable y 2 mil millones viven
por debajo de la línea de pobreza. Para colmo,
cada día, cientos de personas se enferman por
artistas idiotas que muestran sus obras y dicen
que el mundo anda muy mal pero no hacen
nada al respecto. «¿Alguien desea una copa
de vino gratis?»
¿Cerrando o dejando huecos?
No future nos invita a pensar desde el malestar de la cultura, o más propiamente las
culturas y los pueblos. ¿La solución posible?
Como mencionamos, parece pasar por la gestación de cambios culturales, o la Revolución
con la liquidación de los agentes alienantes, un
quiebre total. Ambas soluciones se vislumbran
difíciles e insuficientes. Por más que intentamos,
acabamos no cerrando cosas, sino quedándonos
Dossier: No Future...
con huecos de significación (como aquellos que
se gestan en el juego artístico).
No creemos (como Günter Änders) en el
hombre, mucho menos en ese invento plagado
de mentiras llamado humanismo, tampoco somos sujetos religiosos o tocados por lo sacro
(aunque el estudio de la historia de las religiones
es fascinante), el panorama se nos torna áspero,
la tragicomedia del su—jeto, empero, aunque
nuestro sentir va en esta línea, igual que Änders
no podemos doblar tan fácilmente las manos y
dejar de gritar (¿como Munch acaso?) a modo
del ejercicio de Bansky de la denuncia perpetua,
esperando «inocente e idealísticamente» que
encuentre receptores y geste movimientos. Plantear el «No future» para estar en posibilidades
de gestarlo mediante el espejo diferenciado y la
construcción a través de «ombligos» y «nadas»…
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Sobre el autor:
Licenciado en Psicología y Criminología por la UANL.
Cuenta con formación psicoanalítica con gente del CPM
y ha realizado acercamientos a los estudios del arte y las
religiones desde visiones histórico—antropológicas. Se
ha desempeñado en áreas diversas como la docencia educativa, la clínica psicoanalítica y la elaboración de perfiles
psicológico—criminológicos para el área de investigación
criminal. Actualmente es conferencista activo y Maestro
en Políticas Públicas por el Colegio de Veracruz.
Referencias:
Mutaciones
identitarias y
restricciones
corporales en
Judith Butler
1. Sartre, Jean Paul. “La nausea”. 1938.
Por Ariel Martínez ([email protected])
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Ensor, J. (1911). La intriga [Pintura]. Recuperado de: http://www.
L
a articulación entre psicoanálisis y filosofía posestructuralista ha delimitado un
campo prolífico de estudios cuya producción alimenta el calor de los debates contemporáneos centrados en el sujeto, la identidad
y el cuerpo. El pensamiento de Judith Butler
47
Dossier: Mutaciones identitarias y restricciones corporales en Judith Butler
constituye una de las principales referencias en
la escena académica actual. Sus ideas apuntan a
desmontar supuestos naturalizados, heredados
del pensamiento moderno, e intentan redefinir el horizonte epistemológico que comanda
la definición de lo humano. Tal es así que sus
ideas exponen la irrupción de la multiplicidad,
sobre todo a la hora de pensar las complejas
vinculaciones entre el sujeto y las normas de
sexo—género.
La obra de la fotógrafa estadounidense Cindy
Sherman se compone de múltiples y cambiantes
auto—representaciones, tras las cuales la artista
parece ocultarse tras disfraces y máscaras. En
sus primeros trabajos habita una gran variedad
de roles femeninos bajo el formato del auto—
retrato. Sin embargo, estas fotografías no se
proponen hacer lo que este género de la fotografía ha pretendido tradicionalmente: revelar
aspectos del self «verdadero» de la artista. Es
así que, afirma Margaret Meagher (2007), la
mayor parte de los críticos sostiene que ninguno
de los personajes de Sherman guarda relación
alguna con ella misma. De aquí se desprende
el carácter camaleónico con el que tradicionalmente se suele caracterizar su trabajo.
Sherman como alegoría de la crítica del
voluntarismo en Butler
No faltan quienes, desde un punto de vista
posmoderno, afirman que la obra de Sherman
expone cabalmente el carácter imaginario del
Yo. Desde allí se afirma que sus fotografías
cuestionan el discurso de la autenticidad del
self convencionalmente anudado al autorretrato. Denuncia que no existe tal cosa como
una verdadera Sherman a ser develada por una
imagen más o menos fidedigna a la esencia que
intenta capturar. Entonces queda claro: el Yo
es una ficción. Coherencia, inmutabilidad, individualidad no son más que pretensiones con
una fuerte marca de la modernidad, una de
las tantas ficciones con las que nos puebla el
lenguaje. La imagen totalizada bajo la esfera
del Yo constituye, bajo algunas miradas, un
papel impuesto socialmente, articulado en un
48
nivel discursivo que excede los límites biográficos de cualquier identidad individual. Tales
consideraciones son compatibles con las críticas
que apuntan a descentrar al Sujeto moderno,
junto a sus falacias. Sin embargo, como Meagher detecta de forma aguda, posturas en apariencia posmodernas dejan deslizar un Yo en
construcción constante en la que el individuo es
capaz de embarcarse eligiendo voluntariamente
papeles o libretos, también inventándolos. Este
deslizamiento entreteje otro de los abordajes de
la obra de Sherman, atribuyéndole a la artista
la capacidad de reconfigurar su identidad de
manera voluntaria. Auto—mutaciones posmodernas de la subjetividad que, como se mencionó,
reinstalan al sujeto moderno, autónomo, que
pretenden desechar.
Las fotografías de Sherman articulan, en
palabras de Abigail Solomon—Godeau (1991),
las formulaciones más rigurosas de un posmo-
Dossier: Mutaciones identitarias y restricciones corporales en Judith Butler
dernismo deconstructivo y de oposición. Sea
lo que fuere tal cosa, pensadores del campo
del arte como Douglas Crimp y Craig Owens
parecen acordar con tal aseveración al detectar
en la estética de Sherman la irrupción de la
sensibilidad posmoderna en el arte americano
contemporáneo. A criterio de Owens, el arte
postmoderno cuestiona la idea de representación mediante la producción de signos ambivalentes e ilegibles. Estos signos, nos dice, evocan
significados incongruentes y contradictorios,
con el fin de interrumpir el mensaje convencional y la supuesta coherencia de una imagen
(Owens, 1992). A partir de aquí, para Owens, la
fotografía de Sherman combate el supuesto de
la representación y, entonces, revelan la inestabilidad del significado referencial. En la misma
línea, Crimp sostiene que Sherman explora la
representación no como una presentación de lo
pre—existente, sino más bien como una «condición ineludible de la inteligibilidad» (Crimp,
1979). Tal es así que, desde su perspectiva, Sherman perturba los códigos de representación.
Tanto Crimp como Owens sitúan a
Sherman como una exponente clave de la vanguardia del arte posmoderno emergente en
Norteamérica a finales de los setenta. A nivel fi-
losófico, teorías posmodernas como la de Judith
Butler, irrumpen en escena académica atacando
las fantasías modernistas de la autonomía, la
identidad y la independencia, argumentando en
cambio que las subjetividades contemporáneas
se caracterizan por la fragmentación, la inestabilidad y la multiplicidad (Butler, 1999). La
capacidad de Sherman para la auto—transformación llegó a presentarse como un ejemplo de
lo que el filósofo feminista Susan Bordo (1993)
ha llamado la imaginación posmoderna de la
libertad humana respecto a la determinación
del cuerpo. Esto es una fantasía, igualmente
posmoderna, que desafía la historicidad, la mortalidad, y, de hecho, la propia materialidad del
cuerpo.
Desde una lectura apresurada, los primero
planteos de Butler en Gender Trouble (1999)
ofrecen una plataforma analítica privilegiada
para capturar la obra de Sherman. Butler plantea que «el género es la estilización repetida del
cuerpo, una sucesión de acciones repetidas –dentro
de un marco regulador muy estricto– que se inmoviliza con el tiempo para crear la apariencia de
sustancia, de una especie natural de ser» (Butler,
1999). En la misma línea, afirma que «hay que tener
en consideración que el género, por ejemplo, es un
49
Dossier: Mutaciones identitarias y restricciones corporales en Judith Butler
estilo corporal, un ‘acto’, por así decirlo, que es al
mismo tiempo intencional y performativo (donde
performativo indica una construcción contingente
y dramática del significado)» (Butler, 1999).
Ese hacer corporalmente reiterado que se
instala como sostén del género, se encuentra
comandado, a criterio de Butler, por un «marco
obligatorio de la heterosexualidad reproductiva» (Butler,
1999), idea antes desarrollada por Adrienne Rich
bajo la categoría de heterosexualidad compulsiva y
obligatoria (Rich, 1980). Es
así que no existe identidad
de género que anteceda a
las expresiones de género,
sino que son los actos corporales quienes fundan retrospectivamente la ficción
de una identidad sustancial
que determina nuestro ser
varón o mujer. Las críticas
a estos desarrollos apuntan
a un voluntarismo subyacente. Si los actos determinan el género, si el hacer está antes que el
ser, entonces es posible para el sujeto elegir a
cada instante qué género performar y, como es
sabido, la cuestión no es tan sencilla.
Tales lecturas no son leales a la obra de Butler.
Tal como aclara la autora, estos actos corporales
no son puestos en marcha de manera voluntaria,
a modo de una elección individual. Más bien
emergen de una fuerte regulación disciplinaria
del cuerpo. Tales actos son producidos y sostenidos a partir de signos corporales y otros
medios discursivos. La idea que sigue su curso a
partir de esta afirmación, refiere a que el cuerpo
generizado no tiene estatus ontológico por fuera
de los variados actos que componen su realidad.
Los desarrollos teóricos de Judith Butler fueron interpretados en el mismo sentido
expresado por Rochelle Steiner al referirse a
la obra de Sherman. Sostiene que el trabajo de
Sherman confirma nuestra libertad de elegir el
modo en que nos presentamos ante el mundo,
pues podemos adoptar cualquier papel que que50
ramos y podemos cambiarlo a cada instante.
No llama la atención que Gender Trouble de
Judith Butler nos habilite a interpretar la obra
de Sherman como un continuo donde puede
deslizarse, casi sin esfuerzo, dentro y fuera de
todo un elenco de personajes. Una interpretación errónea de los planteos butlerianos nos
conduce a reconocer en las
fotografías de Sherman un
sujeto que es libre de elegir
los papeles que ocupa. La
identidad es figurada en
constante cambio, ocupando y desechando papeles a
una velocidad caleidoscópica. Portando una identidad en clave posmoderna, Sherman ocupa roles
bajo un modelo teatral. Se
trata de un sujeto separado de, y controlando los
roles sociales, que puede
entrar y salir, identificarse y desidentificarse sin
interrupciones de las identidades ordenadas
normativamente bajo la esfera social.
El cuerpo oculto de Sherman
o Butler resituada
Meagher señala que tales modelos
posmodernos de pensar los flujos subjetivos,
no logran establecer relaciones con aspectos
corporales de la subjetividad. En la medida
en que la obra de Sherman ha sido enmarcada
por estos discursos, aquí representados bajo la
perspectiva butleriana desplegada en Gender
Trouble, la cuestión del cuerpo –en general, y
el de Sherman en particular– no ha sido suficientemente abordado. Los pocos críticos que
refieren al cuerpo de Sherman, tal como explicita Meagher, lo describen como una pizarra
en blanco, como una base neutra en la que se
inscriben los innumerables rostros de la muchacha en sus múltiples formas de realización.
Sin embargo, es posible una nueva mirada de
la obra de Sherman que enfatiza las similitudes
Dossier: Mutaciones identitarias y restricciones corporales en Judith Butler
y no la variabilidad entre los personajes que
componen los múltiples auto—retratos. Desde aquí es posible notar que las imágenes sólo
son ligeramente diferentes entre sí. Los personajes parecen representar menos la diversidad
femenina que ligeras variaciones sobre un único
tema. Sherman no está creando un elenco de
personajes múltiples, más bien expone materializaciones corporales performativas de género.
Por otra parte, no sorprende que la presencia
del cuerpo de Sherman constituya una clave
ineludible para el análisis de su obra. A pesar
de que el cuerpo en cuestión suele ser descripto como capaz de transformaciones múltiples,
cualquier observador atento puede advertir
que éstas en Sherman son, en cierto modo, limitadas. Los personajes no son radicalmente
diferentes entre sí –comparten características
físicas, toman posturas similares, poseen actitudes similares hacia la cámara–, lo que nos
permite instalar el problema de los límites de
la performance de un sujeto voluntarista, ante
sus infinitas posibilidades irrestrictas. En la escalada deconstructiva que integra la fantasía
posmoderna de transformación sin límites, pasa
por alto la materialidad del cuerpo de la artista.
Más específicamente, pasa por alto la fuerte
carga normativa que produce un arco de fuertes
restricciones en el proceso de materialización de
los cuerpos, donde el juego de identificaciones
múltiples a la base posible de pensar identidades diversas más allá del incardinamiento en
el dimorfismo sexual se torna muy dificultoso,
sino imposible, y, por lo pronto, ausente en la
obra de Sherman.
En suma, como contrapartida de la idea de
que el cuerpo de Sherman es una base neutra,
es posible argumentar a favor de una mirada que
localice el cuerpo en términos de procesos de
materialización, proceso regulado en un campo
entretejido por fuertes y apremiantes restricciones y demandas simbólicas que posibilitan
pero al mismo tiempo limitan las actuaciones
de la artista.
Sea como fuere, aceptar la existencia de restricciones incardinadas implica reconocer las
formas en que la sedimentación de las normas
de sexo/género ha moldeado una morfología
imaginaria del cuerpo, proceso que restringe el
tipo de personajes que emergen en las improvisaciones de Sherman. Este punto de mira aboga
a favor de las aclaraciones de Judith Butler en
Bodies That Matter (2002) frente a las fuertes críticas esgrimidas contra Gender Trouble
(1999). La idea de Butler que refiere a los cuerpos
como depositarios de la cultura en su materialidad misma resitúa, por un lado, las actuaciones
desplegadas como «prácticas citacionales instituidas dentro de (…) un ámbito de restricciones
constitutivas» (2002), pero, al mismo tiempo,
acota la retórica posmoderna que se apropia
de la obra de Sherman como rasgo ejemplar de
la capacidad aparentemente ilimitada para la
auto—recreación, decodificando la secuencia
de personajes en términos de «improvisaciones
posibilitadas por un campo de restricciones».
En contraste con un modelo teatral en el
que Sherman se concibe como un actor que
simplemente elije expresar papeles libremente,
emerge un modo diferente de entender dichas
performance. El anclaje foucaultiano de las
reflexiones de Butler nos invita a pensar sobre la imposibilidad de lograr localizaciones
exteriores a las producciones culturales (Butler, 2002; Foucault, 2008). Debido al modo en
que los procesos de constitución subjetiva se
encuentran ligados desde el comienzo con las
normas culturales, preexistentes, se torna difícil alimentar tal idea de libertad. Todas las
identidades que pone en marcha Sherman se
encuentran bajo el espectro de la producción
cultural normativa. Ninguna de las formas en
que estos papeles son producidos culturalmente
posee tal grado de radicalidad como para liberar
a Sherman de su propia identidad. Si tal cosa
fuese posible, la artista sería arrojada fuera de
sí misma, una suerte de sujeto ek—stático que
anularía todo anclaje identificatorio estable que
otorga permanencia a la mismidad de la artista.
Ahora bien, la norma es constitutiva de la
subjetividad incardinada. Los roles que promulga Sherman son guiados por un conjunto de
normas sedimentadas en su propia materialidad
corporal, especie de molde que restringe la pro51
Dossier: Mutaciones identitarias y restricciones corporales en Judith Butler
liferación paródica de múltiples formas ex nihilo
de habitar el género. Si bien Butler desecha la
lógica de las identidades en virtud de la identificaciones, múltiples e inestables, éstas no son
comandadas por un sujeto preexistente, sino por
un campo configurado a partir de valencias y
juegos simbólicos de poder sedimentados en el
propio cuerpo, el cual opera como un horizonte
epistemológico que restringe la posibilidad de
modelos identificatorios radicalmente nuevos
y subversivos. Es, entonces, la instauración del
dimorfismo sexual sustancializado que opera
como obstáculo y restringe la posibilidad de
configurar identidades que trasciendan la estructura binaria del género.
A modo de conclusión
perspectiva resulta valiosa a la hora de teorizar al
sujeto articulado en función de las normas sociales
sexi—genéricas, las que operan y constituyen el
cuerpo como algo más que simplemente el suelo
inerte sobre el cual se promulgan actuaciones. El
sujeto se refigura, entonces, como la sedimentación
normativa profundamente vinculada a disposiciones corporales. Es así que las múltiples miradas
de la obra de Sherman nos convocan a continuar
pensando el espacio de la agencia, descripto por
Butler como profundamente paradójico, espacio
donde libertad y restricción se anudan e implican
mutuamente.
Sobre el autor:
Lic. y Prof. en Psicología (Universidad Nacional de
La Plata). Docente en la Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación, y en la Facultad de Psicología, UNLP. Becario Doctoral del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Docente Investigador del Instituto de Investigaciones en
Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS) / Centro
Interdisciplinario de Investigaciones en Género (CINIG.
Universidad Nacional de La Plata.
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El pensamiento de Butler, entonces, guarda en
sí la potencialidad de contribuir desde una potente
reformulación queer de la abyección corporal. El
contexto de la obra de Sherman ofrece una muestra del escenario de restricciones dentro del cual
se producen las improvisaciones. El cuerpo como
un locus en el que convergen marcas sociales que
lo capturan, aunque no lo determinan. Al ver las
disposiciones de género en los primeros trabajos de
Sherman es posible apreciar las restricciones corporales que subyacen a las actuaciones. Entonces,
la posibilidad de que su trabajo figure la potencial
transformación sin límites de la identidad pierde sentido a la luz de las teorizaciones de Butler.
Ante los enfoques posmodernos se impone la necesidad de la mirada butleriana sobre el cuerpo
junto a un nuevo sentido de la materialidad. Esta
52
Bordo, S. (1993). Unbearable Weight: Feminism, Western Culture, and
the Body. Berkeley: University of California Press.
Butler J. (1999). El género en disputa. El feminismo y la subversión de
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Solomon—Godeau, A. (1991). “Suitable for Framing: The Critical
Recasting of Cindy Sherman”, Parkett 29: 112–15.
t
Experiencia de una
mañana triste de
invierno
Por Yairelys Espinosa Ferro (ferro@princesa.
pri.sld.cu) | Yolanda Díaz Castro ([email protected])
E
ra un día como otro cualquiera de trabajo. Terreno, salir y escuchar a mis
abuelos; pero al menos me acompañaba
el sol caliente, las hojas verdes de los árboles
embellecían el paisaje, los pajaritos con su trinar
alegraban el día y todos los estudiantes viajaban para sus escuelas. Sin embargo, no sabía
verdaderamente que este día, mi día de trabajo
conocería a alguien muy especial.
Llegué como de costumbre a una casita pequeña, humilde, pero al parecer limpia. Toqué
y se escuchó una tenue voz que me invitaba a
pasar. Cuando entré, se encontraba una ancianita sentada en una silla que quedaba cerca de
un aparador. Me identifiqué como psicóloga de
la salud y le expresé que tenía una gran tarea:
visitarla y ver cómo se encontraba. De decir
esas palabras a aquella abuela se le acercaron
lágrimas a sus ojos. De pronto me pidió que me
sentara para que la pudiera atender. Durante
la entrevista me percaté que para ella ese día
53
Maktub
no era un día de verano que todos quieren o
añoran, solamente era como una mañana triste
de invierno, donde el sol calienta muy poco, no
hay hojas verdes y las tardes son más cortas.
En fin, era una abuela viuda de 69 años de
edad con tres hijos, los cuales se encontraban
viviendo uno en La Habana, otro fuera del país
y el otro en el mismo pueblo. Mi pregunta era:
¿por qué estaba tan sola si tenía una familia
tan extensa? Más adelante me sorprendió la
respuesta, sin preguntárselo. Comentaba con
su voz tenue que la vida era como un árbol, empezaba por una semilla, que eran su esposo y
ella, crecieron juntos con amor, comprensión,
y de esta unión nació un árbol fuerte y grande
capaz de resistir los avatares de la vida como
la rutina, los momentos tristes, en fin, sentimientos malos y situaciones negativas. Llegó
el momento en que de este árbol comenzaron
a salir grandes ramas que fueron muy bien cuidadas, esmerándose ellos para que cada una
de estas pudiera formar sus propias familias.
Y así sucedió. Cada hijo de esta pareja tomó
su camino y construyeron sus propias familias.
—Yo, —me dijo la abuela— ahora estoy sola,
me visitan y me siento cuidada por mis hijos,
pero deseo mucho que hagan sus vidas independientemente, así yo no sería un estorbo.
Esas palabras me preocuparon, pues observé
que la abuela tenía una creencia errónea sobre la situación. Así fui dejando que contara
su propia historia que no conducía a un final
feliz, pues ya sentía el peso de los años, sentía
menos energía que antes, sentía que su vida
estaba vacía por la pérdida de su pareja, y había
pensado en atentar contra su vida, pero no se
sentía con suficiente valor.
¡Qué interesante! Rápido vino a mi memoria
mi profesora Diana cuando nos explicaba la
importancia de prestar ayuda a ese anciano que
quedaba solo por la muerte de su pareja. En ese
momento le hice ver la importancia de estar
feliz y lo que ella significaba para su familia y
nuestra sociedad. Pero más allá, le pregunté:
—¿Qué pasaría con sus hijos y nietos cuando
quisieran visitarla, aconsejarse o solamente ser
escuchados y usted no estuviera ahí?, ¿qué sería
54
del vecino aquel que todos los días se despertaba
y le daba el saludo de buenos días e intercambiaban lo que actualmente en la sociedad sucedía o
esperaba ese sorbito de café que solo ella sabía
hacer? Ese vecino que espera verla cada día».
Solo le aconsejé y le dejé ver estas simples situaciones y le recomendé si quería formar parte
de los abuelos que compartían en la Casa de
Abuelos «Alegre Juventud». Al pasar el tiempo
y ver que fue aceptada para entrar a la Casa de
Abuelos la visité, y en la consulta solamente
me dijo:
—Aquí me he dado cuenta que la vida tiene
un precio vivirla y que no es uno quien decide
qué fin le pone a ella, solo que estamos pasando por ella debiéndonos preocupar por vivirla
mejor aunque quede poco tiempo. Aquí he visto
muchos ancianos en peor situación que yo y las
han enfrentado de una manera extraordinaria,
con optimismo, y ese es el anciano que es bailador, risueño, cuentero y encantado de la vida.
Cuando me fui, di la espalda y me enorgullecí de haber cambiado una mañana triste de
invierno por un optimista verano.
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En construcción
El devenir grupal como proceso de subjetivación Ético—Político (Segunda parte)
Por Baruch Martínez Treviño
«El totalitatismo moderno puede ser definido, en
este sentido, como la instauración, a través del
estado de excepción, de una guerra civil legal,
que permite la eliminación física no sólo de los
adversarios políticos sino de categorías enteras
de ciudadanos que por cualquier razón resultan
no integrables en el sistema político.»
-Agamben
Marco teórico
«Contextualizaciones, Estado, sujeto, biopolítica.»
La sociedad como un todo complejo, como lo
que despliega sus propias líneas de anudamiento
entre distintos espacios, objetos, procesos, discursos, prácticas, nudos que adquieren un nivel
de autonomía propia erigiéndose como lo social;
fragmentado pero unido: «el Estado no sólo se
ejerce en los segmentos que mantiene o deja
subsistir, sino que posee en sí mismo su propia
segmentaridad, y la impone» (Deleuze, 1988); no
como un todo orgánico. Claro que no hay que
confundir Estado y sociedad, ésta rebasa a aquél,
y aquél funge como garante de convivencia y administración. En estos múltiples anudamientos,
tanto explícitos por su resultado buscado y construido, como por sus anudamientos implícitos
que resultan en fenómenos menos esperados o
incluso invisibilizados, podemos observar que
las conceptualizaciones se descomponen en
tres momentos: universal «es el de la unidad
positiva del concepto. Dentro de ese momento
el concepto es plenamente verdadero, vale decir,
verdadero de manera abstracta y general»; el
momento de particularidad que se distingue
por la «negación del momento universal», donde
destacamos que «toda verdad general deja de
serlo plenamente tan pronto como se encarne,
se aplica en condiciones particulares, circunstanciales y determinadas»; y del tercer momento,
el de singularidad es el de «la unidad negativa
resultante de la acción de la negatividad sobre la
unidad positiva de la norma universal» (Lourau,
1975). Así, quizá podamos postular que el concepto de la vida, de la justicia y del individuo
(con todas sus garantías) en su momento de
particularidad entraña su contradicción, deja
de representar una verdad.
Pensemos estos anudamientos como temáticas específicas donde convergen una plétora de
líneas de fuerza que marcan el tema con cierta
especificidad, pensemos un acontecer a nivel social y político de dimensiones macro, pensemos
en este centro como el lugar donde las líneas de
fuerza tocan a otros. En este punto podemos
problematizar las conceptualizaciones operativas institucionales de sujeto, del despliegue del
uso de una biopolítica que aunado al conflicto
individuo—sociedad, se muestra como una posible guía para analizar la línea específica a nivel
macro de lo que viene a verter sus efectos en los
llamados «daños colaterales», específicamente
en la desaparición de personas. ¿Qué clase de
55
En construcción
nivel macro podríamos pensar que no permite
miliares y cómo se vierte esta conceptualización operativa institucional hacia la formación
desaparecer los niveles micro de las relaciones
de poder en una sociedad? Al respecto, Foucault
grupal y sus procesos de subjetivación política?
(2006) nos menciona en Defender la sociedad ¿Qué resulta de una práctica de poder sobre la
que «entendida como asociación, grupo, con- vida, práctica instituida e instituyente, sino un
junto de individuos reunidos por un estatuto; despliegue de fuerzas que vienen a formarse en
una sociedad compuesta por cierta cantidad de
la ruptura del discurso institucional, una prácindividuos, que tienen sus costumbres, sus usos
tica contrainstitucional donde las posibilidades
e incluso su ley particular», por lo que advierte
de erigir la subjetividad como proceso ético y
que habrá que pensar la sociedad como lo que
político obtiene fuerza?
le da fundamento a las guerras por las nacioPara proponer posible vía a las anteriores
nes, previo a la conformación estatal. Rescato
interrogantes, desde líneas finas que remitan
algunas primeras formulaciones a partir de este
al papel del Estado con relación al individuo y
texto porque será uno de los primeros en men- viceversa, podemos recurrir a Herman Heller
cionar la noción de biopoder y biopolítica. ¿Por (1998). Este autor, tras un análisis de la formaqué estos conceptos? Porque consideramos una
ción normativa y el Derecho en el Estado, nos
línea que tendrá su reflejo en el devenir grupal
dice que «la estructura necesariamente antagóque se relaciona con los acontecimientos esta- nica de la relación entre el individuo y el Estado
da lugar a que sin excepción, todo acto de autoritales. A lo dicho hay una cita que servirá para
ilustrar esta relación de la guerra interna como
dad de normación tenga que sopesar intereses y
una forma médica en lo social, dice Foucault –tanto entre los grupos como dentro del mismo
grupo dominante— que perjudicar a unos en
«la idea de una guerra interna como defensa
de la sociedad contra los peligros que nacen en
beneficio de otros». También podemos recusu propio cuerpo y de su propio cuerpo; es, si
rrir a Canto Chac (2010) en la introducción del
me permiten decirlo así, el gran trastocamiento
libro Participación ciudadana en las políticas
histórico a lo biológico, de lo constituyente a lo
públicas quien, a partir del concepto de ciudamédico en el pensamiento de la guerra social». danía, dice que «contemporáneamente hay tres
notas constitutivas de ciudadanía, en torno de
¿Cómo se vierten postulados como estos en
las cuales parece haber consenso: los derechos
las prácticas internas al Estado con relación al
individuales, la pertenencia a una comunidad
cuerpo de víctimas en contraste con el cuerpo
política y la participación en la vida pública». El
estatal? ¿Cuál es la postura del Estado frente
a los grupos de personas que buscan a sus fa- individuo, en su relación con el Estado, sigue y
56
En construcción
seguirá marcado por los discursos y normatividades que harán posibles determinadas formas
de ser social. En el conjunto de ellas, la crítica
de Onfray se dirige hacia la práctica lacerante, a
la corporalidad de la persona donde «todas las
teorías del contrato social se apoyan en ésta lógica: fin del ser indivisible, abandono del cuerpo
propio y advenimiento del cuerpo social, único
al que en adelante se permite reivindicar la indivisibilidad y la unidad que habitualmente se
asocia al individuo», donde el núcleo duro de
la persona, su cuerpo, o es olvidado y sobajado
o, como consecuencia, usado como máquina
para producir. Por esto es necesario analizar la
guerra y la violencia como orden social psíquico
y simbólico, y para tal hecho haremos uso del
desarrollo de Foucault y Castoriadis.
Éstas y otras más relaciones entre el Estado e
individuo son las que nos interesa problematizar,
siempre en la línea que va de las relaciones de
poder sobre la vida, el papel de la ciudadanía
hacia el Estado en reclamo de sus familiares
desaparecidos y contextualizaciones de los acontecimientos donde se cruzan ambos discursos:
los del Estado y los de los grupos específicos
para la tesis. Y de estas finas líneas de despliegue
argumentativo daremos cuenta de las marcas
que estos aconteceres en lo macro hacen en lo
micro, marcas que a la vez separan y abren caminos y estrías por donde el ardor se representa
con gritos comunes y que son el resultado de la
práctica institucional de la desaparición forzada,
marca que queda en las redes de subjetivación,
separación del cuerpo de otro siempre en relación social, comunitaria, grupal y afectiva.
¿En qué terminan estos latigazos de lo social?
Quizás aquí podemos discutir con Bauman al
plantear que puede ser que individuos que se
juntan por soledad y dolor sí logran ser grupo
o comunidad.
Y entonces el dolor y la ignominia empezaron
a formar fuerzas emergentes de exigencia de la
vida; se pone en marcha las discusiones ante las
autoridades para la exigencia de presentación
con vida de los desaparecidos. Hay una réplica
ciudadana ante las formas estatales de discursivar a los desaparecidos. Las herramientas
de análisis serían las discusiones de Bauman,
Esposito, Onfray, Foucault por el lado del conflicto individuo—sociedad y por el lado de los
57
En construcción
desaparecidos desde Gonzales Villarreal, José
Reveles y varias organizaciones de la sociedad
civil con trabajo específico de personas en busca
de sus familiares desaparecidos.
Subjetividad y grupo
Y entonces se reúnen. Como proceso inacabado, la grupalidad enfrenta a otros en su
dimensión compleja de sujetos. Si nuestras pretensiones de investigación están encaminadas
a considerar conceptualizar una subjetividad
política y ésta la pensamos en el devenir grupal
es necesario, por consecuente, abrir la problemática sobre el grupo.
Me gustaría empezar por una discusión
previa de subjetividad y dispositivo. Esto porque es necesario plantearnos el grupo como un
dispositivo, entendido éste como el cruce de
varias líneas de saber—poder que configuran
prácticas enmarcadas en discursos específicos
sin necesidad de estar cerrados sobre sí mismo
y que convergen y obtienen su materialidad en
la relación que establece con los sujetos, el dispositivo por sí mismo no direcciona la relación
del sujeto vía una reificación ni una subjetivación. A partir de la revisión a los procesos en
lo micro, con estas líneas se buscará reconocer
la subjetividad en estos enramados. Por ahora
podemos pensar el proceso de subjetivación en
los grupos de dos formas no excluyentes; una
corresponde a la verdad del sujeto enunciada
por él desde ejercicios y prácticas de sí mismo
(Foucault) y el segundo como acontecimiento,
ruptura, emergente. Del primero haré uso del
trabajo que Foucault en el curso de 1981—1982
La hermenéutica del sujeto donde hace una clara
diferenciación en las prácticas de sí mismo, esto
en el marco amplio del «conócete a ti mismo».
¿Cuáles son estas diferencias que establece? La
primer diferencia, previa al siglo II de nuestra
era, previo al cristianismo, refiere a una plétora
de prácticas que daban lugar a la verdad del
sujeto, a su propia enunciación, en concreto a
un proceso de subjetivación. La segunda, que
marcó los siglos posteriores, es un proceso por
completo distinto, un proceso no de verdad propia del sujeto sino de un renunciamiento de sí
58
En construcción
mismo para que la verdad ajena, en este caso
de las escrituras sagradas, entrara en el sujeto.
A esto Foucault lo nombra objetivización. Pero
entonces vemos que en este mismo texto, en la
clase del 6 de enero de 1982 una observación
muy interesante con relación a las prácticas de
sujeto y verdad, pues Foucault menciona que
fue Lacan «el único desde Freud que quiso volver a centrar la cuestión del psicoanálisis en el
problema, justamente, de las relaciones entre
sujeto y verdad (…) Lacan intentó plantear la
cuestión que es histórica y propiamente espiritual: la del precio que el sujeto debe pagar para
decir la verdad, y la del efecto que tiene sobre
él el hecho de que haya dicho, que pueda decir
y haya dicho la verdad sobre sí mismo».
¿Por qué consideramos pertinente este desarrollo subjetividad y dispositivo? Porque en las
prácticas de sí mismo, donde se pueda desplegar
la verdad del sujeto, donde se dé lugar a la ruptura del sujeto mismo en su conceptualización
misma que es un cuestionamiento a los discursos que lo atraviesan, de la posible visibilidad
que permiten determinados dispositivos, para
que en este inquirir surja, emerja y como acontecimiento se muestre la imprevisibilidad del
sujeto, se materialice en una irrupción, acto éste
constitutivo y constituyente de la subjetividad.
Es por eso que al principio habíamos mencionado que el proceso de subjetivación requiere,
o mejor dicho, es posible con dos procesos, dos
formas, la primera como práctica de sí mismo
inquisidora de la verdad del sujeto, verdad que
se fractaliza según lógicas propias de marcos
teóricos metodológicos y la segunda a partir de
la subjetividad como una irrupción, una ruptura,
una emergencia. Pues no están separadas una
de la otra pero sin tener una relación de causa
efecto ni predictibilidad, ya que si ampliamos la
vista podríamos intercambiar lugares, que sea
«primero» la irrupción y luego las prácticas de
sí o a la inversa. ¿Cómo pensar el surgimiento
de la subjetividad en los dispositivos grupales?
¿Podremos hablar de una práctica de sí mismo
subjetivizante si consideramos que la herencia de los dispositivos grupales tanto de los
franceses como de los argentinos mantienen
la impronta de los desarrollos del psicoanálisis?
Lo que nos interesa plantear, como otro elemento a revisar es el concepto de dispositivo y de
grupo. El uno y el otro porque corresponde a la
misma línea teórica que buscamos ampliar. Por
el lado de las conceptualizaciones de dispositivo
desde Foucault, Agamben, y Deleuze y por el
59
En construcción
lado de grupo desde la corriente de la escuela
francesa con impronta freudiana y lacaniana
de Kaës y Anzieu y desde la psicología social
de Enrique Pichon—Rivière, Gladys Adamson,
Ana María Fernández, Ana María del Cueto,
Ana Pampliega de Quiroga entre otros.
¿Por qué entonces plantear el devenir grupal
como un proceso de subjetivación política? ¿Qué
hace que consideremos el proceso de subjetivación relacionada con la política? ¿Cómo problematizaremos la noción de política para anudarla
al proceso de subjetivación? ¿Es esto posible o
no estaremos cruzando terrenos complicados
de conciliar?
Por lo pronto, solo mencionaremos la cuestión de la subjetividad política en contraste con
el libro Hermenéutica, subjetividad y política
en donde el capítulo de María Eugenia Borsani
quien con referencia a Bauman (a quien le debemos la constante crítica a las sociedades desde
su concepto de modernidad líquida, el enaltecimiento del individuo y sus circunstancias, sus
«libertades» a costa de la «opresión» de la solidaridad y la comunidad) dice «normalidad normatizada, apolítica, desvitalizada, viviendo a costa
de la renuncia del compromiso con el otro, con
los otros, en un inconsciente estado de impávido
aletargamiento político». Si bien los análisis
y diagnósticos que Bauman nos muestra, con
su crudeza y su prosa poética—filosófica, para
acotar su pertinencia, él ha recogido el sentir de
lo común en su (y también parte del nuestro)
contexto occidental—europeo—norteamericano. Sin embargo, y recuperando mucho de
sus diagnósticos mas no de sus metodologías,
preferimos acercarnos a quienes sus trabajos
van de la mano con dilucidaciones en lo micro,
además que podemos contrastar lo propuesto
de Bauman con el desarrollo que hace De Sousa
Santos en su libro Epistemología del sur quien
en el capítulo Hacia una epistemología de la
ceguera en el apartado La epistemología de los
conocimientos ausentes menciona que «para
identificar lo que falta y por qué razón falta,
tenemos que recurrir a una forma de conocimiento que no reduzca la realidad a aquello que
existe». Y podemos complementar que aquello
60
que existe sería como lo que dice Foucault en
El orden del discurso retomando las palabras
de Canguilhem «se puede tener la verdad pero
no se está en la verdad».
Continuando con el libro de Hermenéutica
nos encontramos con el capítulo titulado Subjetivación y política: el sujeto maquilador de
Laura Echavarría Canto. En este texto realiza
un análisis de los procesos de subjetivación que
se realizan en una maquila, sin embargo su recorrido es de prestar atención porque cuando
conceptualiza la subjetividad la coloca en las
antípodas de lo que estamos sosteniendo, dice
la autora «se analiza la subjetivación del sujeto
maquilador a través de la introyección del sometimiento del trabajador (…) reglas de conducta,
modelos de sumisión que reducen al sujeto a
subjetividades individualistas» más adelante,
en un apartado titulado Subjetivación y sujeto
maquilador vuelve a definir subjetivación como
«el proceso de acto subordinación al poder, la
subordinación del sí mismo que tiene su génesis en la introyección simbólica del poder (…)
implica un proceso de interiorización de los
dispositivos de poder». ¿Con qué contrasta la
autora esta definición para recuperar o adjudicar alguna cualidad de política? Es a partir
de la noción de sujeto de la decisión, noción
de Laclau la que «deja un margen para que el
sujeto emerja y decida entre dos o más alternativas». Y sin embargo el actuar del sujeto sigue
en marcos específicos de decisión: «el concepto
de decisión no debe asociarse con un acto ni en
el libre albedrío, ni exclusivamente racional y
deliberado, sino con la elección de una entre
En construcción
dos o más alternativas, como acto parcialmente
racional y pasional que se despliega en diversas redes sociosimbólicas». Dejando pendiente
un posible debate con sus conceptualizaciones
me surge la cuestión si esta última cita tendrá
ciertas similitudes con la propuesta de pensar
la subjetividad como un acontecimiento. Por lo
pronto, hemos de considerar estas diferencias
en el tema de subjetivación política con estas
dos autoras.
Recurriremos ahora a lo que Gladys Adamson nos ofrece en su comparativo de grupo operativo con el espacio político, esto argumentado
desde Hannah Arendt y la discusión sobre el
Ágora como el espacio de libertad y trascendencia del individuo hacia los asuntos comunes
donde el discernimiento y el uso de la palabra
vendría a ser ese compromiso político por discutir la mejor manera de organizar la vida pública.
De esta breve explicación podríamos recuperar
el elemento de la forma como cuestión a considerar en el dispositivo grupal y sus hilos que
dieran luz a subjetividades políticas. Reconociendo que aún estamos lejos de conceptualizar
la temática de subjetividad política haremos uso
del desarrollo que realiza Tassin en su artículo
De la subjetividad política. Althusser/Rancière/
Foucault/Arendt/Deleuze donde conceptualiza
el sujeto político como lo que «designa entonces
no una entidad bien sea individual o colectiva,
sino una operación de conteo que contradice el conteo de la sociedad al componerlo de
otras fuerzas distintas a las que eran tenidas en
cuenta. Un sujeto político es siempre ‘un grupo’,
un conjunto comprometido en un proceso de
emancipación, y del que se esperan tres cosas:
1) la capacidad de articular un problema (una
dimensión entonces de disenso) con las lógicas
generales de dominio; 2) la ruptura del conteo
global de la sociedad llevado a cabo por la policía, gracias a la producción (al surgimiento, a
la puesta en evidencia, a la visibilización) de
un suplemento, de una parte que excede todo
conteo global de la sociedad; 3) la afirmación de
‘la igual capacidad de cualquiera, de cualquier
colectivo de manifestación y de enunciación,
para formular los términos de cuestión política’».
Para la conceptualización de dispositivo podría
resumir que dentro de la tradición foucaultiana,
este concepto es trabajado por Agamben y Deleuze con ciertas diferencias y similitudes. Una
diferencia es que Agamben hace un recorrido
genealógico bastante esclarecedor del término
dispositivo y Deleuze despliega un campo por
donde las líneas se cruzan, convergen, fugan y se
anudan. Una similitud es que ambos hacen una
crítica para rescatar el funcionamiento de los
dispositivos como posibles «subjetivizadores».
En el texto de Ana María Fernández y Ana
María del Cueto, titulado El dispositivo grupal, más que una conceptualización las autoras
mencionan los elementos que conforman un
dispositivo: dados un tiempo, un espacio, un
número de personas y algún objetivo común, se
crean las condiciones de posibilidad para que
un agrupamiento se constituya en un grupo.
Esta definición está en correspondencia directa
con la acepción de grupo. Por el momento, es
necesario destacar que las conceptualizaciones
de dispositivo contienen el elemento del sujeto
ya que es el lugar donde se materializan estas
prácticas. Aquí la problemática radica en que
un dispositivo puede o no permitir la irrupción discursiva del sujeto y su verdad, esto es,
la emergencia de la subjetividad.
Sin embargo, en el camino que nos espera es
necesario estar puliendo y afilando las herramientas con las cuales desmembrar, desgraficar,
hacer un ejercicio de investigación e interpretación de las formas en las cuales se nos presentan
los conceptos, por ejemplo como obeliscos. Por
lo tanto, nuestro desarrollo está en aproximarnos a esas tierras, revisar en el camino las señas
y marcas por donde otros ya han transitado para
encontrarnos con excavaciones ya realizadas,
con señalamientos ya permitidos, con pozos
y norias por donde algunos tropezaron. Pues
el concepto de subjetividad deberá (y lo hará,
queramos o no) cruzarnos, nos transversalizará
desde el momento en que convertimos nuestras
preguntas en el encadenamiento infinito de interpretación. El camino hacia la dilucidación
tendrá estaciones de planteamiento, reestructuración, descanso, reposo. Tendrá una mesa,
61
En construcción
papel y bolígrafo donde plasmar el mapa del
recorrido inquisitorio.
Además del acercamiento conceptual desde
Foucault, habremos de revisar también lo que
nos dice Gladys Adamson desde su estudio a
la obra de Pichon—Rivière; esta autora nos
dice que la subjetividad es, desde una lógica
inconsistente, concebida como un sistema
abierto, inacabado, que no es un todo. Más
adelante complementa Adamson que el sujeto
de la psicología social del creador de los grupos
operativos es uno descentrado, intersubjetivo,
el que produce en el encuentro y desencuentro
con otro.
Continuando con la misma herencia pichoneana podemos complementar con lo que Pampliega de Quiroga menciona como la conceptualización del hombre del argentino. Dentro de
una forma de análisis dialéctico entre mundo
externo e interno como estructurante de lo subjetivo, Pampliega conceptualiza al sujeto como
«actor, productor, protagonista, de su historia
vincular y social. Jerarquiza el problema de la
acción, y desde allí se plantea la temática de la
cura, definiendo la salud como adaptación activa,
aprendizaje, transformación de si y del medio».
Pero para retomar desde el propio autor, donde
los comentarios hacen la labor de la repetición
y la novedad, o como dice Foucault «el comentario conjura el azar del discurso al tenerlo en
cuenta: permite decir otra cosa aparte del texto
mismo, pero con la condición de que sea ese
mismo texto el que se diga y en cierta forma, el
que se realice», habremos de remitir a la autoridad del autor (a sabiendas del discurso, de la
voluntad de verdad que nos cruza). Al respecto,
Enrique Pichon—Rivière conceptualiza al sujeto como aquel que «aprehende el objeto [su
realidad externa] y lo transforma, se modifica
a sí mismo, entrando en un interjuego dialéctico, en el que la síntesis que resuelve ante una
situación dilemática se transforma en el punto
inicial o tesis de otra antinomia, que deberá ser
resuelta en este continuo proceso en espiral.» Es
un sujeto que deviene a partir de una adaptación
activa a la realidad, esto es, posible de accionar.
62
La conceptualización de subjetividad se
puede complementar con el desarrollo que
hace Butler en el recorrido teórico que va de
Nietzsche a Lacan, pasando por Foucault y
Freud. Como ese texto es de una enorme complejidad por los diversos temas que trata con
tanta densidad, nos limitaremos a expresar con
la siguiente sencillez su desarrollo de subjetividad en el sujeto como el sometimiento del
sujeto al otro que nos enuncia y, a partir de
este sometimiento que es uso de poder, se hace
posible el devenir de la subjetividad.
Por último, con relación a las conceptualizaciones de grupo nos fundamentaremos en
algunas definiciones que en el momento de su
próxima problematización se abrirán para dar
cuenta de los finos hilos con los cuales se pueden
distinguir procesos y formas en las cuales son
posibles las irrupciones de las subjetividades,
de los actos que involucran al otro en el vínculo
con el hacer en conjunto para advenir palabra—
acto—palabra política.
Dice Bleger que un grupo es «un conjunto
de individuos que interaccionan entre sí compartiendo ciertas normas en una tarea». Por
otra parte, Pichon—Rivière define los grupos,
en específico los grupos operativos como «grupos centrados en la tarea» mencionando que
los tipos de clasificación y o definición de los
grupos depende de los marcos teóricos, de las
técnicas de abordaje. Por otro lado, Echevarrieta nos comenta en su tesis doctoral El grupo
operativo de Enrique Pichon—Rivière: análisis
y crítica que grupo es para quien lo enuncia,
esto es, depende del observador—teórico, por lo
En construcción
tanto siempre habrá un sesgo en la construcción
conceptual que remita a los límites y fronteras
que enmarquen determinado saber (asunto que
revisaremos en el transcurso del posgrado). Sin
embargo, podemos continuar con algunas definiciones «guías» de qué es un grupo. Para Ana
María Fernández y Ana María del Cueto los
grupos son «los espacios tácticos donde se da
la producción de efectos singulares e inéditos».
Estas mismas autoras nos ofrecen una referencia a Guattari para quien grupo podría estar
demarcado en grupo—objeto o grupo—sujeto,
donde al primero lo cualifica como cerrados y
ortodoxos, y del segundo dice que es «aquel
con capacidad de enunciar algo» sobre esta capacidad de enunciación de los grupos—sujetos
dice que «esto se hace posible desde el soporte
de la transversalidad, en tanto dimensión permanente de la institución, en la que tal grupo
se inscribe (…) pone al descubierto al sujeto de
la institución». Por el lado de Kaës, en su libro
titulado El grupo y el sujeto del grupo, dice
que grupo designará «la forma y la estructura
paradigmáticas de una organización de vínculos intersubjetivos, bajo el aspecto en que las
relaciones entre varios sujetos del inconsciente
producen formaciones y procesos psíquicos específicos». Kaës nos guiará por un desarrollo
analítico de cómo concebir el grupo siempre en
compañía con su marco teórico.
Continuar con las dilucidaciones de grupo
exceden el espacio de esta entrega, por lo tanto, como cada uno de los conceptos planteados
en este anteproyecto, queda en la agenda para
continuar su desarrollo dialógico, en correspondencia con las asignaturas del posgrado a
concursar.
Hemos de precisar que el propósito que
nos convoca es cuestionar los aconteceres que
irrumpen en lo social, que comprometen la vida
cotidiana de las personas que las involucran y
que son ellas quienes deciden tomar un papel
activo en la sociedad, pero activo en el sentido
crítico de problematizar las funciones del ciudadano, persona, sujeto, como del Estado y las
instituciones.
Referencias de imágenes:
Imágenes originales del autor.
Bibliografía:
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63
PsicoanalizARTE
Susana y el viejo. Una obra del pintor argentino Antonio Berni interpretada en relación a la
corrupción
Por Carmen de Grado y Jacinta Keisman
N
ada más decepcionante y doloroso en
el adulto mayor que no tener a nadie
que lo escuche, nadie a quien haberle
transmitido algo significativo de la vida, alguien
con quien compartir vivencias y sentimientos.
La pulsión de transmisión es poderosa en
el hombre, gracias a ella habitamos un mundo
del que somos parte. Es así desde los primeros
momentos de la vida, cuando el cuerpo materno
ya ha logrado transmitir parte de la historia
como especie y buena parte de nuestra historia familiar. A lo largo del curso de la vida las
instituciones que habitamos, y que a su vez nos
habitan, nos dan la posibilidad de crecimiento
personal y desarrollo. Son ellas: la familia, la
escuela, los ámbitos políticos, universitarios,
de trabajo, etc. Parte del crecimiento son los
movimientos involutivos, de crisis y nuevos
descubrimientos.
Cuando se detiene la transmisión, cuando
no existe más ese intercambio necesario vital,
conflictivo siempre, pero también alentador, de
dar y recibir, lo que se instala es la corrupción. El
dominio de unos sobre otros es de tal violencia
que no existe en el violentado la posibilidad de
resistir, tiene coartados los caminos para ello.
Quien transmite lo hace para llenar sus arcas, sin contar el costo que ello supone para el
otro. No hay tal transmisión cuando se trata de
tirar agua al propio molino solamente. Queda
alterado el natural fluir y las aguas se pudren. A
tal punto se pudren que podemos afirmar que
los involucrados sucumben, ya sean víctimas
o victimarios. Si buscamos en un diccionario
encontramos que corrupción es sinónimo de
descomposición, podredumbre, putrefacción,
deterioro, inmundicia.
Antonio Berni en Susana y el viejo, hace referencia al tema bíblico representado por pin-
64
tores de todos los tiempos y lo acerca a nuestra
realidad latinoamericana.
Datos biográficos
Antonio Berni, dibujante, grabador y pintor,
nace en Rosario de Santa Fe, Argentina, en el
año 1905 y muere en Buenos Aires en 1981. Al
celebrarse en el 2005 el centenario de su natalicio, se organizaron innumerables actos y una
exposición en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires.
Desde muy chico, Antonio siente predilección por el dibujo y se inicia como aprendiz en
un taller de vitrales en su ciudad natal. A los
20 años obtiene una beca para viajar a Europa.
Se instala primero en Madrid y luego en París
donde conoce al grupo surrealista, adhiriendo
a sus propuestas liberadoras; la obra que analizaremos la pinta en París.
En la Ciudad Luz, se encuentra con otros
pintores argentinos, entre ellos con Lino Enea
Spilimbergo, entablando una profunda amistad
que perdura en el tiempo.
Cuando Antonio Berni regresa a la Argentina asume como artista su compromiso social.
PsicoanalizARTE
A partir de 1933, sus planteamientos están relacionados con el hombre y sus problemas, lo que
define un nuevo planteo estético, el del realismo
social. Comienza a trabajar con telas de grandes
dimensiones, en especial arpilleras cosidas para
mostrar la monumentalidad de las figuras. La
influencia del muralista mexicano Siqueiros es
ineludible. Con Spilimbergo realiza algunos
murales, en el año 1939, el del Pabellón Argentino de la Feria de Nueva York y luego el de la
cúpula del edificio de las Galerías Pacífico en
Buenos Aires, que se inaugura en el año 1946.
El tema convocante es la fuerza que mueve al
hombre y a la naturaleza
Berni, recibe innumerables premios a nivel
nacional e internacional. Entre otros, en 1943
el Gran Premio de Honor del Salón Nacional
y en 1962 el primer premio en dibujo y grabado
en la Bienal de Venecia.
Susana y el viejo, 1931
La obra y otra serie de cuadros vinculados
con el surrealismo, se expusieron en 1932 en
la Asociación Amigos del Arte, Florida 659,
Buenos Aires.
En el texto bíblico de Daniel del Antiguo
Testamento (traducción griega) éste aparece
como un héroe legendario que salva a la Casta
Susana de la muerte a la que había sido condenada por la asamblea del pueblo israelita. Se
cuenta que Susana vivía con su esposo Joaquín,
un hombre muy reconocido en la comunidad de
Babilonia. Dos ancianos habían sido nombrados
jueces y frecuentaban la casa de Joaquín, donde
recibían a gente que tenía pleitos.
Durante sus estadías, observaron a Susana
que iba siempre al jardín a reposar y sintieron
por ella una pasión vehemente. Al encontrarse
espiándola, tuvieron que comunicarse mutuamente su deseo. En una oportunidad en que
ella estaba sola bañándose, se presentaron diciéndole: «Entrégate o daremos testimonio de que
estabas con un joven». Susana no accedió a sus
reclamos. Fue acusada y condenada a muerte.
Todo el pueblo, creyente en la inocencia de la
joven, estaba reunido para expresarse mientras
ella era trasladada al lugar del castigo. El joven
Daniel gritó entonces que ella era inocente y al
pedírsele que explicara su actitud, propuso separar a los viejos jueces para preguntarles debajo
de qué árbol encontraron a Susana cometiendo
adulterio. Cada uno de los hombres mencionó
un árbol distinto, poniendo al descubierto sus
mentiras. El pueblo todo en asamblea condenó a
los viejos, quienes recibieron la pena que pedían
para Susana, la pena de muerte.
Es la primera vez en la historia bíblica en
que ancianos reconocidos por su comunidad
cambian su lugar de personas venerables a seres
merecedores del más severo castigo.
Berni reinterpretó el texto a su manera, en
este caso la escena se desarrolla en nuestro tiempo, en el interior de una habitación y el «voyeur»
es una sola persona. En esta obra, Berni comienza a utilizar por primera vez en nuestro país
un nuevo recurso plástico: el collage, pegando
elementos de revistas. La calidad de las telas,
el terciopelo de la cortina, el satén decorado
de la sábana, la gasa transparente y los paños
sinuosos acompañan la escena.
Vemos en primer plano una mujer desnuda,
recostada sobre una superficie que por su altura
en relación al hombre ubicado detrás, más parece un alto mostrador o una mesa donde ella
está en exposición. En segundo plano, separado
por un cortinado azul, en el lado oscuro, abajo,
a la izquierda, se ve el rostro del hombre, sin
hombros ni brazos, sólo su cabeza recortada y
65
PsicoanalizARTE
su pecho angosto también cortado. Un lado de
su rostro oculto detrás de algo que podría ser
una puerta acentúa aún más la distancia con ella.
Los planos en que están estas dos figuras
dejan ver la inadecuación entre ellas, allí no hay
relación afectuosa de vínculo amoroso alguno.
Él no está ni siquiera espiándola con curiosidad
y deseo, como se observa en otras obras sobre el
tema. Vestido de negro, sus bigotes y su pelada
son muy característicos de otros personajes de
Berni que quedan asociados a lo burgués. Ahí
aparece lo iconográfico, incluyendo el dibujo de
la pared. Alude así a una burguesía acomodada
que valora más las apariencias que los vínculos
generosos entre las personas
Considerando el fuerte contenido social de
toda la obra del autor, podemos entender que
denuncia el uso que se hace del cuerpo de la
mujer por parte de una sociedad que ve a los
seres humanos como objeto de consumo. La
pintura es de 1931, unos 30 años después Berni
creará a Ramona Montiel, otro ícono, del cual
podríamos ver en este personaje una antecesora. Ramona Montiel es pobre y quiere acceder
a cierto bienestar económico a través de un
matrimonio que le convenga. Efectivamente
lo consigue, y a partir de entonces la vemos
con cierto glamour. Berni pone puntillas en sus
ropas y sedas con brillos en muchas pinturas
y collages. También aquí se observa esto en el
cortinado azul y en algún detalle de las ropas
sobre las que está recostada.
La vida de Berni está estrechamente vinculada a lo que pinta. Después de vivir un tiempo en
París, donde entra en contacto con los surrealistas, decide regresar a su tierra, a su cultura y
a sus amigos. Se instala en Rosario, su ciudad
natal, pero en esa época comienza lo que se
dio en llamar la «Década Infame». Suceden
cambios que lo impactan, relativos al auge de
la mafia y la prostitución, particularmente en
su ciudad. Él toma información sobre ello a
través de su trabajo como fotógrafo.
Aparece en esta obra una directa alusión a la
prostitución y la trata de blancas, una versión de
Susana en el siglo XX, que tentada por obtener
beneficio económico entrega su cuerpo al me66
jor postor o, peor aún, que ha sido secuestrada
contra su voluntad y es presa de quienes la someten. Sea como proxeneta o como marido de
conveniencia, evidentemente el término «viejo»
alude aquí a lo que no tiene vigor ni atractivo,
en la figura de un pequeño, oscuro y recortado
personaje, que no tiene con esta joven mujer
relación alguna de cercanía amorosa.
Berni abre una acusación sobre este hombre.
La obra está en la línea de denuncia de los viejos
que guiados por sus pasiones no encuentran
formas amorosas de expresión. Dice de hombres
públicos, que ocupan cargos importantes, que
mienten para satisfacer sus ambiciones y condenan inocentes con su accionar inescrupuloso.
Antecedentes pictóricos de
Susana y el Viejo
Este tema fue tratado por muchos otros pintores, especialmente clásicos:
— Susana y los viejos. Guido Reni, pintor
italiano (1600—1642).
En esta obra vemos a Susana sorprendida por los dos ancianos quienes intentan chantajearla, uno de ellos le indica con una mano sobre
su boca que se calle, con la otra intenta sacarle
el paño que oculta su desnudez. Susana, con
su bello cuerpo y rostro iluminados, lo desafía
con su mirada, no les tiene miedo porque confía
en su propia inocencia y en Dios.
PsicoanalizARTE
El dinamismo de la obra está dado por la
sinuosidad de la figura, los paños y los contrastes lumínicos.
— Susana y los ancianos. JacopoRobusti, el
Tintoretto, pintor italiano (1518—1594).
Vemos a Susana en el medio del jardín frente
a un espejo con un pie dentro de la fuente y el
otro fuera envuelto en un paño. Distribuidos
en el jardín observamos aves y algún animalito
doméstico. En cada uno de los extremos del
cerco de matas verdes y flores, los dos viejos
ardientes de pasión la espían para acosarla sexualmente. Este cuadro es considerado como
una de las obras más famosas de este pintor
veneciano. En Tintoretto, la luz es la protagonista de sus fantasías visionarias. Hay una
búsqueda de movimiento a través de las luces
y sombras. Es notable la luminosidad del color
de las rosas, de las joyas y del propio desnudo.
— La casta Susana en el baño. Juan M. Blanes,
pintor uruguayo (1830— 1901)
Susana está vista junto a la fuente, rodeada de una frondosa vegetación. En actitud
pudorosa y expectante, mira a su alrededor para
asegurarse de que nadie la espía. Con los pies
en la fuente, retiene aún con su mano el manto
que recubre parcialmente su cuerpo. Los dos
ancianos descienden por la escalera esperando
el momento de sorprenderla para concretar sus
bajos deseos. Es el primer óleo que realiza Blanes en Florencia y es también el primer desnudo
femenino uruguayo.
Volviendo a la obra de Berni, él ha equiparado a estos jueces con la figura de este pequeño
personaje calvo con bigotes. La escena que pinta
describe la realidad social y política de su país.
Podemos inferir que no sólo se refiere al atropello sexual sobre una mujer. Podemos hacerlo
extensivo al hecho de obtener impunemente
dineros, sin considerar si es a costa de las vidas
de inocentes, condenando a la pobreza y a la
extrema miseria a miles de personas.
La pulsión de trasmisión ha fracasado, no
se configura aquello a lo que toda trasmisión
humana aspira. Se está lejos de toda posibilidad
de fecunda trascendencia, de aprendizajes que
van hacia actitudes altruistas. El hombre en la
oscuridad y el cuerpo de la mujer allí expuesto,
revelan un sentimiento frustrante de egoísmo
narcisista, de separación afectiva y aislamiento,
sin proyección fecunda hacia otros.
Referencias de imágenes:
Todas las imágenes fueron extraídas de: La Pinacoteca de los Genios.
Editorial Codex, Buenos Aires, Argentina, 1964.
67
Quid
El arte de trascender
Por Iván Guerrero Vidales ([email protected])
E
nvejecer es igual a trascender, y lograr
este cometido ha de considerarse una
obra de arte, aunque de una difícil producción. Frente a la desesperanza provocada por
las diversas pérdidas que seguramente pasaremos acorde al avance de nuestra edad, como la
partida de algunos miembros de la familia o
los amigos, el deterioro de las propias aptitudes
físicas como la memoria, o aquel empleo que
sostuvimos por largos años; llegará el momento
de cuestionarnos: ¿qué he dejado en mi paso
por la vida?
Sobre esto, Seligman (2012) expone que las
personas dirigen su vida en función de la manera en que esperan ser felices, si es a través de la
búsqueda de emociones (Vida Placentera) experimentando un gran compromiso por medio de
actividades satisfacientes (Vida Comprometida)
o experimentando una sensación de conexión
hacia un todo mayor (Vida de Significado), a
la cual todos deseamos aspirar pues nos ayuda
a trascender nuestra individualidad.
De lo anterior podemos suponer que una
vida placentera resultaría egocéntrica, mientras
que una vida comprometida pudiera reducirse
a un impacto leve sobre las verdaderas posibilidades de acción que tenemos como persona,
pero una vida de significado abre las puertas de
la grandeza; no obstante, acceder a este último
estado sucede en pocas ocasiones o solo para
unos cuantos pues entran en función las necesidades que poco a poco vamos cubriendo por
nuestro camino, y de las experiencias que nos
van formando y dirigiendo al rumbo de la virtud.
Por ejemplo, en nuestros primeros años
buscamos el amor de nuestros padres y seres
cercanos, la vivencia de nuevas experiencias,
actividades en sí relacionadas con el placer; en
68
seguida, nuestros años de la adultez joven se
enfocan en compromisos como el matrimonio y
formar una familia, la formalización de nuestra
labor en un trabajo, o volvernos expertos en
nuestra área de estudio;y en última instancia
restan las actividades que dan un valor agregado
a nuestra vida y a los que nos rodean, tomando
como base lo construido en años previos.
Quid: El arte de trascender
población divididos por edades, y encontraron
que además de estas tres fortalezas de carácter,
en el grupo de 47 a 57 años, también prevalecía
la gratitud y el deseo de aprender. Lo anterior
sugiere que desarrollar actividades que faciliten
la construcción de estas fortalezas no solamente
incrementaría la satisfacción de la vida, sino
también nos prepararía para años posteriores
y podría orientarnos hacia un mayor significado, por consecuencia hacia el camino de la
transcendencia.
Por supuesto que esto no significa que todos
debamos seguir estas características religiosamente, pues depende en gran medida de las
fortalezas que cada uno desarrolle en su vida;
sin embargo, ¿por qué no utilizar esta guía y
aplicarla para ser más felices y darle un significado más profundo a nuestras acciones? Podemos
enfocar nuestras fortalezas y utilizarlas para dar
un mayor significado a nuestra vida si:
• Orientamos el deseo de aprender para enseñar un tema en el que seamos expertos o
compartimos nuestras experiencias con un
grupo de jóvenes para orientarlos.
• Guardamos nuestra esperanza recordando
las buenas decisiones que hemos tomado,
las cosas buenas que hemos realizado por
los demás.
Ahora bien, ¿cómo lograr que en estos últimos años nos enfoquemos en dejar una huella en
el mundo? La psicología positiva ofrece una senda que permite caminar del posible sentimiento
de desesperanza descrito en un principio y que
por muchos años los teóricos de la psicología
se han devanado los sesos por describir a uno
en virtud a través de las fortalezas de carácter,
mismas que fungen como guías para orientar
nuestras preferencias de comportamiento para
promover el bienestar.
Por ejemplo, en un estudio realizado por
Martínez Marti y Ruch (2014) se encontró
que, en general, la esperanza, la vitalidad y el
humor se asociaban positivamente con la satisfacción en la vida. En la misma investigación
midieron estas variables en diversos grupos de
• Usamos el sentido del humor para alegrar la
vida de la gente que nos rodea sonriéndoles,
demostrando que toda acción tiene un lado
positivo, aunque resulte difícil de encontrar.
• Cultivamos la gratitud a través de expresar
las gracias a todas las personas que hemos
conocido en nuestra vida, mencionando el
motivo de gratitud.
• Nutrimos nuestro entusiasmo socializando
con personas que rían con nosotros sinceramente, celebrar y reconocer logros propios
y ajenos.
Así, para triunfar en el arte de transcender
en la vejez habrá de utilizarse la vida en rigor de
encontrar un significado de nuestra existencia,
de modo que nuestra vida sea un modelo de
69
Quid: El arte de trascender
ejemplo para las personas, y a través de nuestras acciones dejaremos una huella imborrable
en sus corazones, trascendiendo el tiempo y
espacio, dejando un mundo mejor al que encontramos. ¿No es esta la finalidad de la vida?
Referencias de imágenes:
Viola, B. (1996) TheCrossing [Fotografía].
Viola, B. (1996) The Messenger [Fotografía].
Viola, B. (2001) FiveAngelsfortheMillenium [Fotografía].
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Martínez Martí, M.&Ruch, W. (2014). Characterstrengths and
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Journal/10.3389/fpsyg.2014.01253/abstract
Ruch, W., Proyer, R. T., & Weber, M. (2010). Humor as a characterstrengthamongtheelderly. ZeitschriftfürGerontologieundGeriatrie, 43(1), 13—18.
Seligman, M. E. (2012). Flourish: A visionary new understanding of
happiness and well—being. Simon and Schuster.
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Entre MEMOrias
y locura
Por Guillermo Rocha
Salario Emocional
L
levo días pensando en el comentario que
hizo un alumno en una de mis clases; hablábamos sobre la relevancia del trabajo
del psicólogo en la actualidawd y los campos de
acción para desempeñarnos. Su reflexión señalaba que si la gente en general se diera cuenta de
la importancia de nuestro trabajo, tendríamos
la profesión mejor pagada de todas. Estoy totalmente de acuerdo; además, todos queremos
ganar siempre un poquito más.
La idea me llevó un poco más allá de lo económico, a lo que tiene que ver con la satisfacción
personal, la realización y la tranquilidad de estar
haciendo las cosas bien, eso que hoy le llaman
«salario emocional» y que en mi carrera puedo
presumir con orgullo que he ganado mucho y
me genera la motivación de seguir aprendiendo
y trabajando más.
Recuerdo a una paciente que me tocó acompañar en un proceso terapéutico después de
que fue víctima de un secuestro. La conocí un
sábado por la mañana cuando apenas habían
transcurrido unas 12 horas de la liberación de
uno de los eventos más lamentables que un ser
humano podría afrontar. La primera impresión
al conocerla fue la de una mujer visiblemente
lastimada que, de una forma entendible, se mostraba ausente de lo que le rodeaba; ella describía
sentirse como un trapo tirado o un fantasma.
Ser testigo de cómo se sostenía a diario para
no derrumbarse y cómo encontraba la fortaleza
para recobrar su calidad de vida me dejó una de
las satisfacciones más grandes que mi trabajo
me ha traído. Meses después me acompañó a
dar una conferencia dirigida a estudiantes de
psicología, confieso que verla hablando con la
fortaleza que transmitía me llenó por completo
los bolsillos de alegría y de orgullo hacia mi
carrera.
Y ejemplos como este me demuestran que el
pago trasciende la economía, aunque me queda
claro que uno no se sostiene de satisfacciones
personales y profesionales solamente, éstas
representan una buena base para empezar
a buscar una estabilidad en general. Esto lo
veo a diario con mi equipo de terapeutas en
formación, que aún y cuando no reciben una
retribución monetaria, van encontrado lo simpático de generar una parte del crecimiento y
la recuperación de alguien que llegó con una
queja y un sufrimiento. Les he visto cansados,
enojados y algunas veces pateados emocionalmente, pero nunca rendidos.
Esto da esperanza a mi profesión y para mí
esta profesión le da esperanza a la búsqueda de
un futuro optimista, que aunque tal vez no cambiemos todo el mundo, hay personas que se han
encontrado con buenos psicólogos que le han
sacudido su mundo haciéndolo un sitio mejor.
Érase una vez…un escritor que vivía a orillas
del mar, en una enorme playa, donde tenía una
preciosa y acogedora casita. Allí pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para
sus libros. Era un hombre inteligente y muy
culto que, además, decía tener una gran sensibilidad sobre las cosas importantes de la vida…
Una mañana, mientras paseaba por la playa,
vio una figura que se movía de manera extraña,
como si estuviera bailando. Al acercarse, vio
que era un muchacho que se dedicaba a coger
estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez
al mar, donde pertenecían…
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Entre MEMOrias y locura
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Entre MEMOrias y locura
—¿Qué haces, jovenzuelo? — preguntó el
escritor.
—Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar. La marea
ha bajado demasiado y si no lo hago, muchas
morirán…— respondió el chico.
—Ay alma cándida, esto que haces no tiene
sentido… ¿No ves lo grande que es esta playa? Hay miles de estrellas y nunca tendrías
tiempo para salvarlas a todas…Repito: no
tiene sentido— replicó el escritor.
El joven miró fijamente al escritor, cogió una
estrella de mar de la arena, la lanzó con toda su
fuerza por encima de las olas y exclamó:
—Para ésta… sí tiene sentido.
Entonces, el escritor, desconcertado y no
sabiendo qué responder, se marchó ofendido
y se encerró en su casa. Y allí estuvo el resto del
día sin poder escribir una sola línea, pensando
en lo sucedido por la mañana, primero desde el
orgullo…después desde la comprensión. Por la
noche apenas durmió y solo tenía en su cabeza
al chico de las estrellas… Y entonces, entendió
el porqué.
A la mañana siguiente madrugó, corrió a la
playa, buscó al joven y le ayudó. Con él, ya eran
Dos Lanzadores de Estrellas.
Referencias de imágenes:
[Fotografía de playa con rocas y estrella de mar]. (s.f.). Recuperado de:
http://widehdwalls.com/37987-amazing-sky/
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