Agustín Pavlovsky: “Me quise matar cuando

carreras
Agustín Pavlovsky: “Me quise matar
cuando subieron la amarilla”
E
n los metros que lo separaban
desde la tribuna, desde donde
vio la carrera, hasta la redonda, a
donde se dirigió para festejar su primer Grupo 1 como entrenador, Agustín Pavlovsky se cruzó con un sinnúmero de amigos, conocidos, colegas y
aficionados que lo saludaban por su
logro con su pupilo Alma de Acero,
ganador del Gran Premio Miguel Alfredo Martínez de Hoz. Pero cuando
el joven profesional miró el marcador
y vio flamear la amarilla, pasó de la
alegría a la desazón. Así, en contados
minutos.
“No entendía nada. Me quise matar. Vi, como de costumbre, la carrera
en la pista, con los larga vistas, por
eso me perdí todo lo que pasó entre
Alma de Acero y Must Go On. Es más,
si me preguntas hoy que fue lo que
sucedió, no lo sé. Todavía no hablé
con el jockey (Leandro Goncalves) al
respecto. Así que no puedo emitir un
juicio”, relató los sentimientos que lo
atravesaron el sábado en San Isidro.
Pero los jueces confirmaron el fallo y Pavlovsky festejó aliviado su
primer trofeo en el más alto nivel y
con un ejemplar que, según él tiene
planeado, aún puede brindarle muchas satisfacciones más: “Siempre fue
un caballo macanudo, pero se largó a
correr de grande. Además me enseñó
qué distancia y estrategia lo favorecían más. Por eso ahora lo corremos
así, bien de atrás y aprovechando al
máximo esa atropellada precisa que
le descubrió Edwin Talaverano en
una derrota. Por más que esté invicto
en los 2000 metros en el pasto, estoy
seguro que si logramos amansarlo
va a rendir igual en mayor distan-
Agustín Pavlovsky disfrutó al máximo su primera victoria de Grupo 1 como cuidador
cia. Ahora le daremos un descanso y
cuando regrese el objetivo es el Clásico Porteño en el mes de abril, en
2400 metros sobre césped”, adelantó
el preparador.
Es curiosa la manera en que Alma
de Acero llegó a manos de “Api”. Sus
dueños Martín, Darío y Mateo, todos
de Saladillo, no sabían nada de carreras, pero las repeticiones en el canal
Crónica les encendió el fuego sagrado de la actividad. Tanta fue la pasión
que les despertó el turf, que viajaron
desde su ciudad a La Plata para ir a
buscar el primer sangre pura de la
sociedad comprado en Mercado Li-
1 - REVISTA PALERMO - 11/02/15
bre (sí, leyó bien). Se entusiasmaron
más tras esta experiencia y adquirieron de destete al hijo de Versallesco,
lo mandaron a domar a San Antonio
de Areco y, a través de Miguel Lagos
Mármol se contactaron con Pavlovsky. Final feliz (no cerrado, por ahora) para un grupo de turfmen que le
tomaron el gustito a las carreras de
grandes. Igual que Alma de Acero,
que a los 5 años alcanzó la fama...
Héctor Raúl Torres
[email protected]