www.DefensaAdventista.com @DA_1844 RESUMEN “La visión de la gran ramera: La sentencia contra Babilonia – Parte I”— A la luz de una breve comparación entre Apocalipsis 13 y 17, el autor nos muestra, en esta primera parte, que la bestia descrita en estos capítulos es una clara representación de Satanás y de los poderes de este mundo. Asimismo, trata del papel político-religioso de “Babilonia” y su íntima relación con la bestia. Además, señala también que la bestia forma parte de los cinco reyes de Apocalipsis 17, y fue esta la que persiguió al pueblo cristiano durante los 1260 años proféticos. Palabras clave: Apocalipsis 13, Apocalipsis 17, Babilonia, 1260 años, remamente de Dios ABSTRACT “The Great Whore Vision: The sentence against Babylon – Part I”— In light of a brief comparison between Revelation 13 and 17, the author show us, in this first part, that the beast described in these chapters are a clear representation of Satan and the powers of this world. It further discusses the political-religious role of “Babylon” and its intimate connection with te beast. In addition, it also notes that the beast is one of the five kings of Revelation 17, and it was that which persecuted the Christian people during the 1260 year prophecy. Keywords: Revelation 13, Revelation 17, Babylon, 1260 years, God’s remmant Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 LA vIsIón De LA grAn rAmerA: LA sentenCIA ContrA bAbILonIA pArte I HÉCtor A. DeLgADo Laurel University High Point, North Carolina, EE. UU. Didajé 2:1 (2013): 69-82 _______________________________________________________ Introducción 70 E n esta sección, “la gran ramera” es también “la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (vv. 1 y 18).1 La mujer está “sentada sobre una bestia escarlata”; pero también “está sentada sobre muchas aguas” (vv. 1 y 3). Ambos símbolos, el agua y la ciudad, son afectados precisamente por la sexta y séptima plagas; la sexta afecta, “al gran río Éufrates”; y la séptima, afecta a “la gran ciudad” (Ap 16: 12, 19). En Apocalipsis 17, un ángel intérprete revela a Juan detalles adicionales de la condenación de la “gran ramera” o Babilonia —símbolo apocalíptico de la apostasía político-religiosa de los últimos días. Se percibe que Juan ha “entrelazado” o “entretejido” los capítulos 17-19 con las plagas finales porque esta sección (caps. 17-19) constituye la interpretación angélica de la caída definitiva de Babilonia. Los capítulos 17-18 revelan las condiciones que existirán en el mundo cuando los poderes políticos y religiosos, instigados por Satanás, operen mancomunadamente para aniquilar al pueblo remanente de Dios. El mundo entero estará contra ese pueblo.2 La interpretación del ángel revela la naturaleza de esa gran apostasía final. El Comentario bíblico adventista señala que, *Este artículo es una adaptación del capítulo 11 del libro: Héctor A. Delgado, Apocalipsis y sus fascinantes profecías (Charleston, SC: CreateSpace, 2013), 2:261-278. 1 A no ser que se muestre lo contrario, todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión ReinaValera de 1960. Las cursivas han sido añadidas. 2 Carl Coffman, Triunfo presente, gloria futura - Lecciones de la Escuela Sabática 94, no. 377 (juliosetiembre, 1989), 120. Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 La visión de La gran ramera: La sentencia contra BaBiLonia - Parte i El capítulo 17 se divide en dos partes: (1) la visión simbólica que Juan contempló, versos 3-6, y (2) lo que se le dijo como explicación, según se registra en los versos 7-18. La primera parte expone los crímenes de Babilonia, y por lo tanto, constituye las acusaciones del cielo, o la declaración de por qué se pronuncia sobre ella la sentencia divina (v. 6). La segunda parte presenta la sentencia y cómo se ejecutará. La carrera criminal de Babilonia llegará a su culminación durante la sexta plaga (cap. 16: 12-16), mientras que la sentencia que se decreta, se ejecutará durante la séptima plaga (caps. 16: 17-19; 17: 13-17; 18: 4, 8; 19: 2). Por lo tanto, la primera parte se relaciona más particularmente con los acontecimientos de la sexta plaga, y la segunda parte con los de la séptima.3 Algunos intérpretes entienden que la visión de Apocalipsis 17 constituye una repetición de Apocalipsis 13. Pero, un estudio cuidadoso de estos símbolos revelará que más que una duplicación de los hechos del capítulo 13, lo que tenemos en el capítulo 17 es una “progresión histórica” entre el poder que sube del mar y el que sube del abismo. Esto queda claro por las siguientes consideraciones: (1) en Apocalipsis 13, los diez cuernos tienen “diademas”, un símbolo de realeza, pero en Apocalipsis 17 los cuernos no tienen las diademas reales; (2) en el capítulo 13, la bestia multifacética sube del mar, pero la bestia escarlata sube del abismo;4 y (3) La bestia que sube del mar tiene en sus cabezas los nombres de blasfemia, pero, la que sube del abismo tiene las blasfemias diseminadas por todo el cuerpo. Esto revela dramáticamente que las demandas jactanciosas de este poder van en aumento con el transcurso del tiempo. El marco temporal de la visión será abordado en la segunda parte de este artículo. La sentencia contra la mujer infiel Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación (17:1-3). El ángel intérprete que revela a Juan la caída de Babilonia, es “uno de los siete ángeles que tenían las siete copas” (v. 1). Este ángel es el agente adecuado para revelar el misterio, pues por medio de él se cumplió el juicio divino. Este hecho revela, además, que entre Apocalipsis 16:17 y 17:1 no hay distancia. Como 3 “‘La sentencia’ [Ap 17:1]”, Comentario bíblico adventista, ed. Francis D. Nichol, trad. Víctor Ampuero Matta (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996), 7:862. En adelante CBA. Las cursivas han sido añadidas. 4 Siendo que Juan nos dice claramente que la bestia del capítulo 13 sube del mar, debe tener alguna intención particular al decir en los capítulos 11 y 17 que sube del abismo (cf. Ap 11: 7). A manera de reflexión diría que, el contexto demanda en ambas visiones el uso de la palabra abismo. En el primer pasaje, haría referencia al reino del mal en su máxima expresión, y en el último, al reino de la muerte de donde resurge la bestia. Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 71 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 Héctor A. DelgADo ya dijimos, en estos pasajes tenemos una ampliación de la séptima plaga. Bajo la caída de este juicio se proclamó: “la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios” (v. 19). En Apocalipsis 17, tenemos descripciones que revelan en mayores pinceladas cómo se produjo esa caída. Debe notarse que la revelación que hace el ángel a Juan es la sentencia (griego krima, “decisión”, “veredicto”, “decreto”) sobre la gran ramera, y no el juicio (griego krisis, “la sentencia del juicio”, cf. cap. 18:10). La interpretación angélica, sencillamente, nos informa lo que sucederá con un juego de palabras interesantes. Note los siguientes ejemplos en negrita y sus equivalentes: “La gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas” (v. 1). “Vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata” (v. 3). “La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas” (v. 4). “La mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (v. 18). “Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes [. . .]” (vv. 9-10). Tabla 1. La sentencia contra “Babilonia” en Apocalipsis 17 “Una bestia escarlata […], que tenía siete cabezas y diez cuernos” (v. 3). Resultados negativos de la relación Iglesia-Estado 72 Apocalipsis 17 retoma el tema de la unión de la Iglesia y el Estado, proyectado anticipadamente en los capítulos anteriores (cf. Ap 13). Bajo la figura de una relación ilícita (“fornicación”), el apóstol Juan nos revela el desagrado divino contra la amalgama Iglesia-Estado y sus resultados. En el plan de Dios, los poderes políticos y religiosos deben actuar en sus respectivas esferas. Esta ilícita relación Iglesia-Estado da como resultado la confusión, y origina leyes autoritarias y contrarias a los principios del gobierno divino. Esto es lo que nos enseña la historia. Juan revela el resultado de las relaciones ilícitas de la ramera con los reyes de la tierra: “Los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”. Desde esta perspectiva, el tema de la separación entre la Iglesia y el Estado toma preponderancia en el contexto del tiempo del fin, pues esa separación nos garantiza la libertad civil y religiosa necesaria para vivir sin actos de intolerancia y persecución religiosa. Pero Babilonia no respeta esa ideología por eso es un poder hostil, opresor y perseguidor (v. 6). La amalgama de la política y la religión es lo que constituye su hábitat. Juan ve a la mujer sentada sobre muchas aguas, ejerciendo “un poder despótico sobre muchos ‘pueblos’ y ‘naciones’ (v. 15). La flexión del verbo griego presenta a la ‘gran ramera’ ejerciendo su poder en forma continuada”.5 La figura de “Está sentada sobre muchas aguas”, CBA, 7:863. 5 Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 La visión de La gran ramera: La sentencia contra BaBiLonia - Parte i la mujer-ciudad simbólica sentada sobre muchas aguas está tomada de Jeremías 50:12 y 38. La ciudad de Babilonia moraba simbólicamente “entre muchas aguas” o pueblos (Jer 51:12-13; cf. Is 8:7-8; 14:6); de la misma manera, la Babilonia moderna se nos presenta como estando sentada o viviendo y gobernando sobre los moradores de la tierra. La mujer infiel ha embriagado a “los moradores de la tierra [. . .] con el vino de su fornicación” (v. 2). Este vino es descrito en términos aun más fuertes en el verso 4: “Tenía en la mano un cáliz de oro lleno de las abominaciones y de la inmundicia de su fornicación”. Es bueno notar que los embriagados con el vino de Babilonia son “los moradores de la tierra”. En el Apocalipsis, esta expresión señala a los enemigos del pueblo de Dios (Ap 6:10; 8:13; 13:8; 17:8). El vino de la ramera causa un efecto de embotamiento y entorpecimiento de las facultades normales del juicio y la razón (cf. Jer 51:7; 2 Ts 2:9-10). Habiendo embriagado y cautivado a los gobernantes rebeldes y sus súbditos, Babilonia dará el paso final que la llevará a la ruina total: Dominar a todos aquellos que se sometan voluntariamente a su dominio. Pero, “los moradores de la tierra” tendrán que hacer frente a la ira de Dios en el día final (Sof 1:18). Babilonia y sus doctrinas erróneas constituyen la antítesis de Dios, su pueblo y su verdad. Una mujer sentada sobre la bestia Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra (vv. 4-5). Juan es llevado en visión al desierto donde se le muestra a la mujer infiel sentada sobre una bestia escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, “llena de nombres de blasfemia”. Esta bestia es similar al poder representado por la bestia de Apocalipsis 13 como lo revela la siguiente comparación: LA BESTIA MULTIFACÉTICA LA BESTIA ESCARLATA “Una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos [. . .]” (Cap. 13: 1). “Una bestia [. . .], que tenía siete cabezas y diez cuernos” (Cap. 17: 3). “Y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo” (v. 1) “Una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia” (v. 3). Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 73 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 Héctor A. DelgADo “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo [. . .], y los moradores de la tierra [. . .], se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será” (v. 8). Tabla 2. Comparación entre la bestia de Apocalipsis 13 y 17 “Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia” (v. 3). 74 Ambas potencias están impregnadas por la misma hostilidad hacia Dios y su pueblo. Pero en Apocalipsis 17 tenemos una descripción mucho más abarcante que en el capítulo 13. Los dos símbolos combinados de la mujer prostituta y la bestia escarlata encarnan todos los elementos hostiles que se encuentran en la bestia multifacética de Apocalipsis 13. Por ejemplo, en Apocalipsis 17 el acto de señorío y actitud criminal se le atribuye a la mujer sentada sobre la bestia (vv. 6 y 18), mientras que en el capítulo 13, es la bestia misma quien recibe señorío sobre los pueblos de la tierra y el poder de perseguir a los santos de Dios (v. 7). Esto solo es posible comprenderlo cuando percibimos que en el capítulo 17 existe un rico contenido de figuras para expresar las mismas verdades (mujer-ciudad, aguas-pueblos-muchedumbres, cabezas-montes-reyes, bestia-cabezas, etc.). El lenguaje utilizado por Juan para describir a la mujer sentada sobre la bestia es dramático. Algunos intérpretes, basados en “una antigua moneda romana que retrata a la diosa Roma sentada sobre las siete colinas y de citas de historiógrafos romanos, [. . .] interpretan que Babilonia es una referencia a Roma”.6 Otros estudiosos, entendiendo que esta interpretación es restrictiva y limitada en el tiempo, proponen una interpretación idealista, al sostener que esta visión nos “habla no solo de la caída del Imperio Romano, sino de la derrota completa y permanente de todo el mundo anticristiano”.7 Por otro lado, sorprendentemente, los intérpretes futuristas nos dicen que la gran Babilonia no es ni Roma ni el sistema católico-romano, sino una referencia “a la Babilonia literal que ha de aparecer en los postreros días [. . .] Aunque Babilonia tuvo una larga historia, y al parecer, pasó al olvido, su verdadero fin no ha ocurrido aún [. . .] la ciudad de Babilonia volverá a ocupar un lugar preeminente en el escenario de la historia en los postreros días”.8 6 Simón J. Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Apocalipsis (Grand Rapids, MI: Portavoz, 2004), 504. Robert H. Mounce sostiene que Apocalipsis 17 y 18 “desarrollan el mismo acontecimiento épico: el derrocamiento de Roma como centro de poder e influencia que amenaza a la iglesia primitiva” (Comentario al libro de Apocalipsis [Barcelona: Clie, 2007], 417). Kistemaker, 504, 505. 7 Evis L. Carballosa, Apocalipsis: La consumación del plan eterno de Dios (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1997), 329, 331. Samuel Pérez Millos, quien comparte la perspectiva de Carballosa en muchas de sus conclusiones sobre el Apocalipsis, dice: “Los exégetas se enfrentan con la identificación de la ciudad llamada Babilonia. ¿Se trata de un nombre simbólico para referirse al centro neurálgico del sistema religioso, político y comercial, del Anticristo? ¿Debe ser tomado como algo literal, en el sentido de una ciudad real, la Babilonia reconstruida? Sobre estos dos aspectos se ha escrito lo suficiente antes, por lo tanto, la posición en el presente comentario se ha establecido, declinándose por entender a Babilonia como el centro de un sistema, religioso y comercial del reino del Anticristo, según los argumentos presentados antes” (Comentario exegético al texto griego del Nuevo 8 Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 La visión de La gran ramera: La sentencia contra BaBiLonia - Parte i Creemos que una interpretación preterista es, a todas luces, “restrictiva y limitada en el tiempo”, pues ignora la oposición que experimentó la iglesia cristiana por parte del Imperio Romano pagano que se incrementó en los siglos posteriores bajo su forma papal; además, está basada en una exégesis defectuosa al no tener en cuenta el antecedente veterotestamentario de la visión. De igual forma, el método idealista falla en su interpretación al desconectar la visión de su raíz principal. Los símbolos usados por Juan no han sido creados por él, y como esos símbolos ya tenían un significado en otras partes de las Escrituras, no podemos separarlos ahora de esa realidad. Por otro lado, el literalismo extremo de los intérpretes futuristas le impide ver la realidad profética de nuestro tiempo, al esperar en el futuro ciertos eventos que realmente nunca ocurrirán. Un estudio cuidadoso de la visión y su antecedente veterotestamentario revelará que de la misma manera que el profeta Ezequiel acusó a la rebelde Jerusalén de “crímenes de apostasía en el culto (cf. Ez 16 y 23), infidelidad sexual e idolatría sedienta de sangre”, Juan acusa a la iglesia institucionalizada de los mismos pecados (Ap 17:2, 4, 6, 14). Esta es la razón por la que el castigo de la prostituta de Ezequiel capítulos 16 y 23, así como el de la mujer infiel de Apocalipsis 17, es esencialmente el mismo. “Dios llama a los antiguos amantes para que lleven a cabo el castigo de la prostituta (Ez 16:37, 39; 23:22; Ap 17:16, 17)”.9 Veamos la siguiente comparación: EZEQUIEL 16 APOCALIPSIS 17 1. “Fuiste adornada de oro y plata” (v. 1. “La mujer estaba vestida de púrpura y 13). escarlata, adornada de oro, piedras preciosas y perlas” (v. 4). 2. “Te prostituiste […], y derramaste tus 2. “Con ella han fornicado los reyes de fornicaciones a cuantos pasaron, la tierra” (v. 2). para ser de ellos” (v. 15). 3. “Por tanto, ramera, oye Palabra de 3. “Te mostraré […] la gran ramera” (v. Jehová” (v. 35). 1). 4. “Voy a reunir a tus amantes […] Los 4. “Y los diez cuernos que viste en la reuniré contra ti alrededor, y les bestia, aborrecerán a la ramera, descubriré tu vergüenza […], te y la dejarán desolada y desnuda; devorarán su carne y la quemarán a entregaré en mano de ellos […] y te dejarán sin ropa y descubierta” (vv. fuego” (v. 16). 37 y 39). Tabla 3. La rebelde Jerusalén de Ezequiel 16 y la Iglesia institucionalizada de Apocalipsis 17 Tanto el pasaje de Ezequiel 16 como el de Apocalipsis 17 tratan el testamento: Apocalipsis [Barcelona: Clie, 2010], 993, 994). 9 Hans K. LaRondelle, Las profecías del fin, trad. David P. Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1999), 411. Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 75 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 Héctor A. DelgADo 76 mismo tema: ¡La apostasía del profeso pueblo de Dios! En la ramera apocalíptica tenemos un símbolo sorprendente de la iglesia cristiana que se corrompió al abandonar la verdad del evangelio, convirtiéndose en infiel y mundanal. Según la profecía, en el tiempo del fin tendrá de nuevo el poder y la supremacía por un breve tiempo sobre los poderes de la tierra. Esto es lo que está predicho por la expresión: “La mujer estaba sentada sobre una bestia escarlata [. . .] que tenía siete cabezas y diez cuernos [. . . y] reina sobre los reyes de la tierra” (Ap 17:3, 17). La idea de que este pasaje revela la apostasía del pueblo de Dios del nuevo pacto, en la misma magnitud e intensidad que el antiguo pueblo de Dios, “ha sido evitada sistemáticamente por la mayoría de los teólogos cristianos y los eruditos en exégesis, así como por los eruditos rabinos que quedaron tan escandalizados por el lenguaje severo de Ezequiel que prohibieron la lectura de Ezequiel 16 en la sinagoga”.10 El apóstol Pablo advirtió claramente a la iglesia cristiana que se repetiría la historia del pueblo hebreo (1 Co 10:6-7, 12; 2 Co 11:2-3; Hch 20:29-31; 2 Ts 2:3, 8). ¡El cumplimiento de estas predicciones es lo que el libro de Apocalipsis revela dramáticamente! De manera especial, Juan “desarrolla el tema de la apostasía sistemática” en los capítulos 12-17 en grandes pinceladas. Tan importante es el tema, que ahora Dios envía un mensajero celestial para dar la explicación de este gran “misterio” (Ap 17:5, 7). El pasaje de la prostituta también nos recuerda la historia de Jezabel, la reina malvada que corrompía a los reyes de Israel (1 R 16:31; 23: 25). En aquel tiempo, el profeta Elías hizo frente a la apostasía nacional y mató a los profetas de Baal (1 R 18). Ya en Apocalipsis 2:20 tenemos un indicio de las acciones corruptas de la Jezabel antitípica. El destino final de la malvada Jezabel histórica fue profetizada por Elías: “En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel” (2 R 9:36, cf. 1 R 21:23). Este pasaje establece una relación verbal con Apocalipsis 17:16: “Y los diez cuernos que viste en la bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes”. La desgracia final de la antigua y la moderna Jezabel, es la misma. Aquí, estamos ante una verdad sorprendente: “La iglesia de Cristo iba a permitir en su seno a una nueva Jezabel, con sus exigencias falsas como profetiza de Dios y con su culto religioso falso (Ap 2:20, 23). Los resultados amargos son los mismos en la antigua y en la nueva Jezabel: el asesinato legalizado y político de los santos de Dios”.11 La profecía especifica que “la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas”. Esta era la forma en la que Jezabel se vestía para atraer y seducir a los reyes de Israel (2 R 9:30). Pero, el modo de vestimenta de la ramera escatológica, más que identificarla con la forma peculiar en que se vestían las prostitutas de la antigüedad, Ibíd., 410. Las cursivas han sido añadidas. 10 LaRondelle, 412. 11 Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 La visión de La gran ramera: La sentencia contra BaBiLonia - Parte i pretende revelarnos los atractivos físicos y visibles de los engaños de la Babilonia escatológica. La apariencia de las religiones apóstatas del tiempo del fin será proporcional a su alejamiento de la verdad y la pureza. Mientras más se aleja la iglesia de la verdad del evangelio, más ritualista y formalista se vuelve. Con meras formas externas y ceremonias suntuosas procura llenar el vacío que deja la ausencia de la verdad. Para evitar ser “embriagado” o seducido con el vino de las falsas enseñanzas de la Babilonia apocalíptica, se necesitará un conocimiento profundo de las Escrituras y la iluminación especial del Espíritu de Dios. Por esto sus encantos no surtirán efecto en el pueblo de Dios, y al final, terminará siendo rechazada aún por sus propios amantes: “Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas. Tus amantes te despreciarán, buscarán quitarte la vida” (Jer 4:30, cf. Ap 17:16). La historia bíblica nos informa que Jezabel utilizó a su esposo, el rey Acab, para perseguir a los seguidores del Dios verdadero y a Elías; del mismo modo, la moderna Jezabel, la iglesia institucionalizada, perseguirá a los fieles del Señor utilizando los poderes políticos. Pero Jezabel será juzgada y condenada nuevamente (cf. Ap 19:2). La bestia escarlata Esta bestia ya es familiar para nosotros. La encontramos por primera vez en Apocalipsis 11; luego, descrita detalladamente en los capítulos 12 y 13. En la profecía bíblica, las bestias representan reinos y poderes seculares (cf. Dn 7:3-7, 17; 8:3, 5, 20-21). No solo las cabezas y los cuernos establecen la relación de esta bestia con las demás, también el color de su cuerpo (Ap 17:4 = “bestia escarlata”; Ap 12:3 = “dragón escarlata”). El color de esta bestia trae a nuestra mente el color del segundo sello (Ap 6:4). Otros detalles importantes que nos permiten conocer la identidad de este poder, es que en Apocalipsis 11, 12 y 13, aparece la misma unidad de tiempo en relación a la bestia: 42 meses o 1.260 días (11:2-3); 1.260 días o “tiempo, tiempos y medio tiempo” (12:6, 14, cf. Dn 7:25; 12:7); y 42 meses (13:5). También se puede observar que tanto en el capítulo 11 como en el 17, la bestia “sube del abismo” (cf. 11:7; 17:8). Otra relación la encontramos al comparar Apocalipsis 13: 3 con el capítulo 17:8. En el primer pasaje se nos dice que la bestia multifacética, después de reinar por 42 meses, recibe una herida “como de muerte”, pero que sanaría causando la admiración de “los moradores de la tierra”. De igual manera, en el segundo texto leemos que la bestia era, es decir, ejerció temporalmente su poder, pero no es, porque perdió su dominio, pero será porque volverá a recuperar toda su influencia. Su herida sanará. Este pasaje también hace referencia al asombro de los habitantes de la tierra ante la reaparición de la bestia. Por esta razón, los eruditos bíblicos concluyen que la bestia, puesto que Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 77 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 Héctor A. DelgADo es un poder de tanta trascendencia y duración en el escenario de la historia, representa más que un poder específico. Para Diestre Gil, la bestia es un claro símbolo del: poder que actúa en el mundo. Es lo que dirige al mundo en oposición a la dirección de Dios. Es el sistema de poder ideológico que impera en el mundo social cuyo origen está en el mismo Satanás. Aquí los poderes gobernantes y político-ideológicos se ven involucrados en el símbolo global de la bestia.12 78 Naturalmente, los poderes terrenales constituyen la expresión visible de este poder ideológico antagónico a Dios. Las visiones apocalípticas nos presentan a la bestia con formas distintas pero con caracteres idénticos; los poderes terrenales cambian de forma, de ideología, pero conservan en mayor o menor grado el mismo espíritu antagónico contra Dios. Satanás mismo es parte del símbolo de la bestia pues él es quien realmente actúa por medio de los “instrumentos políticos, que se han sometido a su dominio a través de la historia”; él es el gran tirano que sostiene y alimenta esta mega estructura de poderes corruptos del tiempo del fin que Apocalipsis llama Babilonia. Por extensión, la bestia escarlata representa también al poder político, quien en el momento de esta visión se presenta separado del poder religioso, pero gobernado por la mujer. Siguiendo este orden de cosas, debemos decir que el color rojo de la bestia parece representar en grado superlativo el nivel extremo que alcanzará la apostasía en el tiempo del fin. La bestia escarlata está “llena de nombres de blasfemia”. Significa, entonces, que la oposición a Dios y la apostasía en aquel tiempo habrá alcanzado su nivel más alto. Las demandas arrogantes y blasfemas del poder de la bestia van en dramático aumento, se intensifican con el paso del tiempo. El asombro de Juan Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro. Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será (vv. 6-8). Juan ve que la mujer infiel está borracha de la sangre de los mártires de Jesús. Y él la vio quedando “sumamente asombrado” (NVI). Entonces, el ángel Antolín Distre Gil, El sentido de la historia y la palabra profética (Barcelona: Clie, 1995), 2:455. 12 Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 La visión de La gran ramera: La sentencia contra BaBiLonia - Parte i le dijo: “¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae [ . . .]”. Quizá, Juan esperaba ver un cuadro de ruina y desolación sobre Babilonia, pero lo que ve es una mujer lujosamente vestida y adornada. Se recordará que los preteristas interpretan a esta mujer como un símbolo de Roma. Sin embargo, otros intérpretes, al notar la relación de estas descripciones con Ezequiel capítulos 16 y 23, concluyen que esta mujer es un símbolo de la Jerusalén infiel y de su sacerdocio infiel.13 Pero, si esta prostituta fuera un símbolo de la Roma imperial como sugieren algunos intérpretes, el asombro de Juan no tendría sentido. ¿No es natural que un imperio pagano persiga a los cristianos? De igual manera, no debería asombrarnos ver a un pueblo que ha rechazado a su Señor, perseguir a su iglesia. Empero, la razón real del asombro de Juan radica en que él está mirando a una institución eclesiástica que profesa ser la representante de Cristo en la tierra, “ebria de la sangre de los mártires de Jesús”. ¡Quien pensaría que la iglesia cristiana fundada por Jesús llegaría a semejante condición espiritual! La bestia era, no es y está por resurgir Veamos ahora los indicadores de tiempo que Juan nos presenta. “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición, y los moradores de la tierra [. . .], se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será”. Tres veces nos dice el ángel que la bestia era y no es, pero que resurgirá (vv. 8, 10, 11). Estas declaraciones establecen una relación explícita con el capítulo 13, donde la bestia que surge del mar cumple con estas especificaciones temporales, como lo revela el siguiente cuadro: APOCALIPSIS 17 APOCALIPSIS 13 La bestia “era”. “Le fue dada autoridad de obrar durante 42 meses” (v. 5). “Ya no es”. “Con ella han fornicado los reyes de la tierra” (v. 2). “Por tanto, ramera, oye Palabra de Jehová” (v. 35). “Una de sus cabezas parecía herida de muerte […]” (v. 3a). “Está por subir del abismo”, el reino de la muerte. “Su herida mortal fue sanada” (v. 3). “Los habitantes de la tierra […], se “Se maravilló toda la tierra en pos de la asombrarán al ver a la bestia que era, y bestia” (v. 3). ya no es, aunque reaparecerá”. Tabla 4. Similitudes entre la bestia de Apocalipsis 17 y 13 13 Lo cierto es que la relación de la visión de Juan con la descripción de Ezequiel es sorprendente. “El lenguaje figurado de la prostituta de Apocalipsis 17 tiene dependencia de Ezequiel 16, 20, 23” (LaRondelle, 408). Por esto, esta profecía revela que “la ramera representa a la iglesia infiel que ha entrado en una relación ilícita con los gobernantes políticos del mundo, ‘los reyes de la tierra’ (Ap 17:2)” (Ibíd., las cursivas están en el original). Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 79 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 Héctor A. DelgADo 80 La bestia era, ejerció su poder durante 42 meses o 1260 días; no es, porque ha recibido una “herida de muerte”; pero será, porque su herida sanará. El tiempo en el cual la bestia no es, es el periodo en el que ha perdido el apoyo del poder político. En este tiempo, y desde la Revolución Francesa, surgen las nuevas políticas que favorecen la separación de la Iglesia y el Estado. Pero, en el tiempo cuando la bestia reaparecerá, será la ocasión en que habrá logrado nuevamente el apoyo de los reyes de la tierra, lo que le permitirá ejercer nuevamente su poder perseguidor.14 Esto es lo que revelan los siguientes versículos: “Y los diez cuernos que has visto son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia” (cf. Ap 13:14-17). El poder religioso volverá a dominar el poder político. Es bueno notar que mientras en Apocalipsis 13 la bestia recibe una herida de muerte en una de sus cabezas, en Apocalipsis 17 el poder religioso no está herido. Esto significa que el poder religioso queda vivo y no muere, es como “una viuda” que no tiene a sus maridos (los reyes de la tierra) para ejecutar su agenda política. La expresión no es significa que no puede ejercer su poder perseguidor. Es la razón por la que antes de resurgir, ella está en “el abismo”. El término “abismo” puede señalar la condición caótica de algo (Gn 1:2; Ap 20:3), como también al reino de la muerte (Sal 71:20; Job 28:13, 14; Ro 10:7). Por consiguiente, el hecho de que la bestia será (“subirá del abismo”), señala hacia la resurrección de su poder para hacer cumplir legalmente sus mandatos. Un rompecabezas Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición (vv. 9-11). Estos pasajes confunden a los estudiantes de las profecías y es que lo que se dice de la bestia (era, no es, pero será por un breve tiempo); se dice también de las siete cabezas: “Las siete cabezas son siete montes [. . .], y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; [es decir, fueron] uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo” (v. 10). Note la fusión otra vez en el verso 11: “La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición”. Pero no es difícil armar este rompecabezas cuando notamos que Juan está usando una figura de lenguaje 14 LaRondelle, 407, observa que “la iglesia medieval no ejecutó a ningún hereje, sino que entregó a los condenados por la Inquisición de la iglesia, que habían sido torturados, a los gobernantes del mundo para que ejecutaran las sentencias de muerte dada por la iglesia”. Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 La visión de La gran ramera: La sentencia contra BaBiLonia - Parte i conocida como sinécdoque. Esta figura le permite hablar de una cosa por una de sus partes. En Apocalipsis 12, el dragón persigue a la mujer, pero lo hace por medio de una de sus siete cabezas: “La serpiente arrojó de su boca tras la mujer agua como un río [. . .]” (v. 15, cf. v. 16). La misma dinámica aparece en el capítulo 13: “La bestia que vi era semejante a un leopardo [. . .], y vi una de sus cabezas como herida de muerte” (vv. 2 y 3). Pero, observemos que cuando sana la herida de la cabeza, ¡se dice que la bestia completa ha sanado! Podemos concluir que la bestia con sus siete cabezas siempre ha existido, pero no actúa por medio de todas conjuntamente, sino por medio de una cabeza a la vez. Sin embargo, el accionar de la cabeza es el accionar de la bestia, solo que la bestia, en sí misma, es un símbolo mucho más abarcante que la misma cabeza. Esto explica el porqué Juan relaciona los indicadores de tiempo tanto con la bestia escarlata como con las cabezas conjuntamente. Los poderes terrenales solo disponen de cierto tiempo para actuar en el escenario de la historia, pero la bestia, como poder ideológico, abarca mucho más tiempo, desde el principio de la rebelión hasta su completa erradicación. La siguiente comparación nos permitirá entender mejor. LAS SIETE CABEZAS LA BESTIA “Cinco de ellos han caído; [es decir, “La bestia que era, y no es, es también fueron] uno es, y el otro aún no ha el octavo (en su posición de ‘será’) [. . venido [. . .]”. .]”. “[. . .] cuando venga, es necesario que “[…] y es de entre los siete, y va a la dure breve tiempo”. perdición”. Tabla 5. Las siete cabezas y la bestia de Apocalipsis Es claro, entonces, que la bestia se identifica como una de las cabezas, pues es “de entre los siete”. La NVI traduce el verso 11 de la siguiente manera: “La bestia, que antes era pero ya no es, es el octavo rey. Está incluido entre los siete, y va rumbo a la destrucción”. Y si la bestia, aunque se denomina “el octavo”, está “incluida entre los siete”, no puede ser un poder distinto a los que ya han actuado en el pasado (como por ejemplo el mismo Satanás). Es “el octavo” solo en el sentido de que al reaparecer parece un nuevo poder, pero sigue siendo uno de los siete. Juan está hablando de la cabeza que fue herida, la quinta (Ap 13:3), pero lo hace por medio del símbolo global de la bestia. Una grotesca parodia Esta parte de la profecía (“la bestia era y no es, pero será”) constituye una parodia de la muerte y resurrección de Cristo. De hecho, hay quienes han resaltado este detalle en sus estudios sobre las profecías apocalípticas.15 En el 15 Un escritor que dedica especial atención a este punto es el erudito Norman Gulley, Cristo: Nuestro refugio en los acontecimientos finales (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 1996), 72-75. Véase Revista bíblico-teológica DiDajé | volumen 2 | númeRo 1 | 2013 81 www.DefensaAdventista.com @DA_1844 Héctor A. DelgADo 82 capítulo 12 tenemos al usurpador de Dios el Padre: el dragón escarlata. El Padre dotó al Hijo de poder y autoridad para representarlo ante los hombres (Jn 1:18; 5:17-30). Después de haber realizado su obra redentora, Cristo asumió un nombre que es sobre todo nombre y el privilegio de compartir con Él su trono (Fi 2:9; Ap 3:21). Desde entonces, Cristo gobierna sobre su iglesia (Ef 1:22-23). De la misma manera, la bestia del capítulo 13 recibió del dragón, su trono y grande autoridad y poder para gobernar sobre los “moradores de la tierra” (Ap 13:2, 5, 7). Al igual que Cristo, que desarrolló un ministerio de 42 meses (3 ½ años), después murió y resucitó para durar breve tiempo con sus discípulos, pero con el objetivo de vivir y reinar para siempre (Jn 20:1, 9); la bestia de Apocalipsis 13 reinó por un periodo de 42 meses, recibió una herida de muerte, pero volverá a la vida (Ap 13:3). Pero esta resurrección o recuperación del poder será por breve tiempo (Ap 17:8, 10). Esta bestia sería la imitación de Cristo. Después de la muerte de Cristo, el Padre envió al Espíritu Santo para guiar a la verdad a los seres humanos e iluminar sus mentes (Jn. 14:16-18). El Espíritu divino glorifica al Hijo (Jn 16:13-14). De igual manera, después que la bestia multifacética recibe su herida de muerte, surge otro poder que conduce a los moradores de la tierra a adorar a la primera bestia (Ap 13:11-18). Esta bestia constituye la imitación del Espíritu Santo. Otro punto en el cual la trinidad satánica imita la Trinidad divina es en el hecho de que así como Dios envía tres ángeles al mundo para dar el mensaje final (Ap 14:6-12); el dragón, la bestia y el falso profeta alientan de sus bocas “tres espíritus inmundos a manera de ranas” que son enviados a los reyes de la tierra para reunirlos en batalla contra el Cordero y su pueblo (Ap 16:13-14; 19: 11-21). Apocalipsis 17 revela que la crisis final es de proporciones gigantescas. La confrontación entre las fuerzas del bien y del mal será determinante y el Apocalipsis nos revela claramente cuál será el resultado final de dicha confrontación. Conclusión Como hemos visto, “la sentencia de la gran ramera”, que constituye una visión expandible de la sexta y séptima plagas, revela la condición política mundial que existirá en el tiempo cuando los poderes políticos y religiosos actúen solidariamente contra el pueblo de Dios. Los símbolos de Apocalipsis 17 constituyen un verdadero desafío para el estudiante diligente de las profecías, pero entenderlos no solo es una tarea gratificante, sino también es algo vital, si deseamos entender el mensaje de la Palabra de Dios. Comprender esta parte del Apocalipsis demanda esfuerzos perseverantes y honestos. Requiere una “sabiduría” que viene de lo alto (v. 9) pues enfrentamos un “misterio” de proporciones gigantesca (v. 5) que, de no haber sido revelado por Dios, no tendríamos posibilidad de conocer. también a Jon Paulien, El Armagedón está a las puertas (Madrid: Safeliz, 2009), 89-95; Craig L. Blomberg, Del Pentecostés a Patmos (Miami, FL: Vida, 2011), 612-617. 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