XII CONFERENCIA DE UNIORE DISCURSO DEL DR. ROBERTO ROSARIO MARQUEZ, EN EL ACTO DE TRASPASO DE LA PRESIDENCIA PRO TEMPORE Santiago, Chile, 28 de octubre de 2014 Magistrado Dr. Patricio Valdéz Aldunate, Presidente del Tribunal Calificador de Elecciones Magistrado Dr. Patricio Santamaría Mutis, Presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral Estimados y estimadas Magistrados y Magistradas: Hace dos años en la Reunión Ordinaria celebrada en la Republica Dominicana , recibimos de los órganos electorales de los Estados Unidos Mexicanos, la presidencia pro tempore de nuestra unión y con ello el compromiso de dar continuidad al trabajo iniciado desde la fundación de UNIORE. De inmediato nos autoimpusimos la tarea de hacer realidad, a través del trabajo persistente y esforzado, los anhelos de cambio de muchos miembros de nuestra Unión. Este anhelo de cambio, tenía formas y dimensiones tan diversas como nuestras realidades, pero también apuntaban por un camino común: reconstruir la institucionalidad de la UNIORE, acorde a una Asociación voluntaria de órganos estatales soberanos, que busca cumplir el mandato dado por sus pueblos, en términos de organizar proceso electorales participativos, competitivos y confiables. En efecto, la UNIORE cumplió su mayoría de edad, no sólo por el tiempo transcurrido desde su fundación, sino también por una multiplicidad de factores. Precisamente desde el año 1978 que se inicia en la República Dominicana la tercera ola democrática, se da curso a un proceso que en las siguientes décadas habrá de cambiar los paradigmas en los que se desarrollaban los órganos electorales; se consolida la Página | 1 democracia y en un período relativamente corto la universalidad de los países de américa asumió la democracia como el sistema político predominante y la organización y participación en las lecciones como el único medio para la renovación política y el acceso al poder político, por un tiempo relativamente largo. En estas décadas de democracia ininterrumpida y renovada se fortalecieron los órganos electorales, ya sea por la acción de sus congresistas o por la constitucionalización de sus órganos. La institucionalidad connatural a la democracia y pivote fundamental de la sucesión pacifica del poder, se ha visto legitimada, al tiempo de estar sujeta a continuas presiones por los cambios sociales, políticos y culturales. La crisis de representación, el narcotráfico o la profunda crisis de los partidos políticos, constituyen algunos de estos factores, que en dimensión diversa, han generado desafíos, como también oportunidades en la renovación constante del proceso de institucionalidad electoral. La crisis de la representación, ha colocado a los órganos electorales ante una ciudadanía incrédula de las promesas del Estado, generando una desconfianza que había sido aplacada en los primeros años de la década de los noventa. La necesidad de aumentar los espacios de transparencia, fiscalización y rendición de cuentas, parecen algunas de las fórmulas más adecuadas para llevar adelante esta tarea. En este punto particular, la tecnología se fue abriendo paso, como una útil herramienta de solución al acceso y oportunidad de cada acto electoral, es decir, posibilitó aumentar sustancialmente los niveles de confianza y transparencia en los procesos electorales e introdujo de repente al ciudadano común en el manejo de información oportuna. De esta manera se dio respuesta a una de las demandas fundamentales de la población, que era el acceso rápido, segura y confiable a información electoral generada desde los propios órganos electorales. Página | 2 Resuelto este desafío, ahora son otros los paradigmas de los órganos electorales, la irrupción de los “dineros negros”, la presencia de la violencia criminal, así como la “legalización” de grupos criminales, que incluso adquieren la forma de organización política, ha puesto una presión sobre todo el aparato estatal. Las imágenes televisivas, en varios de nuestros países, con políticos procesados y condenados por actos de corrupción o vinculación a grupos ilegales, abona gigantemente a la percepción negativa del proceso político, a lo cual no queda ajeno la elección en sí misma. Los nuevos tiempos trajeron consigo una nueva dinámica, pasamos de la era de la información, que no es más que un tipo de sociedad en que la captación, almacenamiento, computación y tramitación de la información son las acciones socioeconómicas más importantes, a la era del conocimiento, que a su vez no es más que una “aceleración sin precedentes del ritmo de creación, acumulación y sin duda también de depreciación del conocimiento”, que acompañado de un progreso intenso del proceso científico y tecnológico, ha colocado a la humanidad en una nueva dimensión de lo político, social y cultural. Todos estos cambios han impactado nuestros órganos electorales y nos han permitido mejorar nuestras normas jurídicas, pero también por sobre ello, mejorar la gestión de nuestros órganos de fiscalización, no solo a nivel nacional sino también a través de organismos o acuerdos internacionales sobre la materia. En este período, la crisis de los sistemas de partidos políticos, así como la debilidad de ellos como instituciones intermedias de nuestra sociedad, ha dificultado aún más la labor electoral. Partidos fantasmas, falta de organicidad básica o caudillismos precarios, son generadores de golpes certeros a la institucionalidad electoral, como se vivió recientemente en países hermanos, como la República de Panamá, situación en la cual esta Unión se solidarizó sin condiciones con el órgano electoral y la democracia Página | 3 panameña. En este ámbito, la promoción de normas que otorguen los estímulos necesarios al sistema, para buscar fortalecerlos y otorgarles un rol preponderante fue nuestro norte. El colocarlos siempre del lado de la sospecha o permanente infracción, solo abonaría a un futuro de liderazgos personalistas, escasos en contenido programático, buscando la popularidad fácil e inmediata. En este contexto histórico, esta presidencia buscó generar los espacios de diálogos y acuerdos que la hicieran madurar y reorientarla para lograr a cabalidad sus objetivos, pero también abordar los desafíos presentes. Por ello buscamos fortalecer la estructura de la Unión, así como fomentar nuevos acuerdos en el plano internacional como instrumentos adecuados a estos desafíos. Por lo señalado, esta presidencia decidió tomar cursos de acciones concretos, en plazos y propuestas, con la finalidad de refundar nuestra organización, como lo demostró el número importante de Sesiones Extraordinarias realizadas, que se reflejó a través de un altísimo quórum, el compromiso de todos y todas, así como los innumerables intercambios de opiniones o propuestas, en el marco de la agenda aprobada en nuestro Encuentro en México el año 2011. En este sentido, podemos estar satisfechos de los importantes pasos alcanzados, que no sólo se refieren a propuestas concretas que deberán ser analizadas en el período que viene, sino que además, el haber generado las condiciones mínimas de convivencia institucional, que están dando una nueva oportunidad a UNIORE. Las instituciones en general, no sólo desaparecen por el acuerdo de sus miembros en un acto formal, sino cuando llegan a niveles de irrelevancia u obsolescencia social que hacen injustificada su existencia. Este estado se había instalado en nuestra Unión, dada la imposibilidad orgánica de conducir nuestra Organización al ritmo de los tiempos, y sobre todo, de la necesidad de dinámicas de nuestros órganos electorales. La existencia de la norma que establecía el acuerdo de la totalidad de sus miembros, impidiendo su modernización, Página | 4 fue un gran paso dado en este último período. No resultaba razonable tener un mecanismo de resolución, que impidiera la posibilidad de coexistencia de posturas diferentes, que debían dirimirse por la votación plural y participativa. En este mismo sentido, la tarea que nos dimos de reformar parte importante de la estructura de la Unión, básicamente lo relacionado a su Secretaria Ejecutiva, se sumó al paso renovador antes mencionado y creemos da una oportunidad de profundizar nuestras relaciones, dando a UNIORE un futuro que estará plenamente en manos de sus miembros. La Unión constituyó un espacio de encuentro y aprendizaje conjunto, que se fue desarrollando con nuestras democracias, siendo el acompañamiento técnico, su sello indiscutido. Sin embargo tras dos décadas, quienes nacieron a ese alero, hoy no solo son organismos sólidos y capacitados para enfrentar los retos del futuro, sino cuentan con experiencias susceptibles de ser transmitida a sus pares. Por ello la reforma institucional, constituyó el paso necesario a la edad madura, donde la rendición de cuentas, la conducción y orientación a la cooperación horizontal, constituyen las nuevas piedras angulares de esta nueva etapa. Las reformas llevadas adelante en la Reunión extraordinaria de Panamá plasman ese espíritu de cambio, en este contexto la indicada reunión dejó de manifiesta la intención concordante de avanzar en una nueva institucionalidad. En ella trazamos las nuevas bases y naturaleza de la UNIORE, creando la presidencia de la Unión, reforzando el Comité de Coordinación y Seguimiento, y sobre todo, estableciendo por primera vez normas claras sobre el financiamiento y rendición de cuentas de los recursos que se recauden periódicamente en nombre de la organización. En este mismo cónclave, acordamos poner en marcha el Plan de Acción, en el marco del “Informe sobre la sesión del grupo de trabajo de la UNIORE” que celebráramos en México en el año 2011 y que debería darnos las líneas generales de nuestro quehacer. En este marco los aportes de cada uno de ustedes, como en nuestro caso hicimos Página | 5 oportunamente con relación a las Misiones de Observación Electoral, constituirán la sustancia fundamental para llevar adelante los debates y la construcción de acuerdos que entreguen a las futuras Presidencias los elementos esenciales de su conducción. Con relación a las Misiones de Observación Electoral, se desarrollaron una importante cantidad de ellas, en las cuales por primera vez logramos presentar a la Unión como un órgano con identidad propia, marcando una presencia pública importante, tanto en el ámbito técnico como de acompañamiento propiamente tal, colaborando comprometidamente con los organismos anfitriones que debieron enfrentar dificultades coyunturales. Junto a ello, esta Presidencia presentó una propuesta detallada de regulación de dichas Misiones, que busca consagrar un equilibrio entre dos principios operativos esenciales: la soberanía de los Estados y organismos miembros, en cuanto anfitriones de las Misiones de Observación, y la cooperación horizontal, en cuanto modalidad preferente de trabajo de nuestra Unión. Es oportuno destacar que corresponderá a la nueva presidencia de UNIORE la contextualización del relacionamiento de los órganos electorales en los procesos de los períodos de organización de las elecciones, mucho ha cambiado desde el inicio desde la tercera ola democrática, ya que el concepto de observación electoral resulta obsoleto y se requiere de un nuevo diseño de nuestra participación en ellos. No somos nosotros los llamados a certificar o legitimar los procesos. Cada pueblo y órgano electoral es dueño de su proceso. Por tanto se hacen necesarias nuevas políticas que respeten las soberanías de los pueblos y la transmisión de buenas prácticas administrativas sin lacerar los valores democráticos de éstos. La colaboración interinstitucional mediante la cooperación técnica horizontal se convirtió en un eje fundamental de nuestra gestión. En tal sentido quisimos predicar con el ejemplo y una prueba de ello fueron los intercambios de la Junta Central Electoral con diversos organismos de la región, como Ecuador, Guatemala, El Salvador, Página | 6 Paraguay, entre otros, con la utilización de scanner que agilizaban la transmisión de resultados. Esta forma de intercambio resulta clave, en una etapa de fortalecimiento institucional, dado que revela la verdadera naturaleza de la UNIORE: ser un foro de colaboración y solidaridad entre los organismos electorales. En el marco de nuestra rendición de cuentas frente a ustedes, no podemos dejar de mencionar un hito fundamental, relacionado con la proyección extra-‐hemisférica de nuestra organización, a través de la incorporación de la UNIORE a la Organización Mundial de Órganos Electorales (AWEB). Este proyecto constituyó parte fundamental de nuestra agenda, precisamente producto de la necesidad de establecer nuevos vínculos con la finalidad de obtener experiencias novedosas, así como poder mostrar nuestro desarrollo y capacidades a países emergentes. Creemos firmemente que la necesidad de instalar una Agenda de trabajo en el marco de la AWEB debe ser una de las tareas prioritarias del futuro inmediato, dado que servirá para extender nuestras labores de cooperación horizontal con nuevos socios. La importancia de UNIORE en la producción de doctrina y reflexión en el ámbito electoral, también comenzó una ruta buscando socios que nos permitan desarrollarla. El avance de los Convenios con IDEA Internacional, entre otros son compromisos pendientes que debemos llevar adelante, dado que aumenta nuestra densidad como garantes de la Democracia, permitiéndonos sistematizar y difundir nuestras invaluables experiencias. No cabe duda que un paso adicional será abrirnos a generar un contacto directo con gigantes emergentes, como la Federación Rusa e India, que cuentan con las Democracias Electorales mas grandes del planeta, tarea que como Presidente de la Junta Central estamos concretando. Página | 7 Finalmente, las tareas en materia financiera no están totalmente concluidas, se hace necesario caminar hacia la posibilidad de la auto sustentabilidad financiera. Estimados y estimadas colegas hago entrega de esta Presidencia, con la convicción profunda de haber puesto todas nuestras capacidades, así como el esfuerzo de todos y cada uno de los funcionarios de la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral de la República Dominicana y a esta organización de cooperación electoral internacional. Empero estamos muy satisfechos y contentos por la voluntad de todos y todas, en pos de lograr acuerdos a través del dialogo sincero y fraterno, inspirado en un solo ideal: la unidad y colaboración de nuestros pueblos. Quisiéramos terminar con unas palabras, deslizadas por un gran poeta chileno, Pablo Neruda, que en su Canto General nos dijera: AMÉRICA, no invoco tu nombre en vano. Cuando sujeto al corazón la espada, cuando aguanto en el alma la gotera, cuando por las ventanas un nuevo día tuyo me penetra, soy y estoy en la luz que me produce, vivo en la sombra que me determina, duermo y despierto en tu esencial aurora: dulce como las uvas, y terrible, conductor del azúcar y el castigo, empapado en esperma de tu especie, amamantado en sangre de tu herencia. Muchas gracias! Página | 8
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