16 / entrevista exclusiva a solas Finanzas El próximo 17 de octubre, en el salón Auditorio de la Bolsa de Comercio de Rosario, se realizará una Jornada de Economía y Mercados 2014 que organiza Rofex junto a la BCR y a la Universidad Austral. Los ejes de la charla serán las herramientas que brinda el Mercado de Capitales en el contexto de la nueva Ley y las diferentes alternativas para el próximo año electoral. domingo 12 de octubre de 2014 / 17 www.miradorprovincial.com OOMatías Marconi “Desarrollar los negocios de forma inclusiva, transparente y cuidando el medio ambiente” La responsabilidad social empresaria es una forma de pensar el gerenciamiento de las compañías. Hoy, la rentabilidad económica debe ir de la mano de la rentabilidad social y la medio ambiental. Esta tendencia mundial pisa fuerte en Rosario, así como en las principales ciudades de la provincia. Hernán Álvarez [email protected] Fotos: Hernán Álvarez QQ El capitalismo desmedido y desconsiderado trajo consecuencias muy graves que hoy se padecen en todo el mundo. Como una respuesta a ello, nacieron los movimientos pro RSE (responsabilidad social empresaria). Estas organizaciones promueven la concientización de los empresarios y también de los consumidores acerca de la importancia del entorno social y medioambiental de cada firma. La rentabilidad económica no puede ser concebida más como algo aislado del beneficio social y del cuidado de la naturaleza. “Entendemos la responsabilidad social empresaria como una nueva forma de entender los negocios. Los empresarios hace varios años que vemos la necesidad de revisar los viejos paradigmas en los cuales se centraban la toma de decisiones. La responsabilidad social empresaria viene a integrar al conjunto de la toma de decisiones otros aspectos como el cuidado del medio ambiente, la inclusión social, la transparencia. Es desarrollar los negocios de forma cada vez más inclusiva, transparente y cuidando el medio ambiente”, explica Matías Marconi, presidente de la ONG MoveRSE, en diálogo con Mirador Provincial. “Históricamente, el empresario fue formado para obtener la mayor rentabilidad posible de su empresa. Así se prepararon los distintos gerentes en las distintas universidades con muy buen éxito. Tenemos profesionales dirigiendo compañías en donde sacan el mayor rédito económico posible. Esto hace una descompensación, una desigualdad. Nos hemos especializado mucho en sacar rentabilidad en nuestras compañías. El mundo, el planeta, la sociedad nos hacen dar cuenta que tenemos que redefinir estos paradigmas”, agrega Marconi. -¿Cómo se logra esto? -El empresario tiene que maximizar el beneficio económico, pero vemos necesario hacerlo conjuntamente con el beneficio social y con el beneficio medioambiental. Ahí nace lo que se conoce como triple bottom line. Son tres patas: el beneficio económico, el beneficio social y el beneficio medioambiental. Ahora las compañías estamos centradas en obtener beneficios en los tres lados porque cuando obtenemos beneficios en un solo lado se descompensa la ecuación y se hace insostenible. Cuando tenemos un exceso de rentabilidad económica hay un perjuicio social y medioambiental. Cada vez más empresarios toman conciencia de esta necesidad y se disponen a transformar todo su modelo de gestión. -¿Qué empresas practican la RSE en Rosario? -Por un lado, están las empresas asociadas a MoveRSE. Las conocemos y sabemos qué hacen, cómo lo hacen, cuánto lo hacen y con qué grado de profundidad y compromiso. Pero sería escaso nombrar solamente a las empresas que están dentro de MoveRSE, porque tengo conocimiento de que hay otras empresas que no están en MoveRSE y que sin embargo tienen muchísimas prácticas de ›› MoveRSE, la entidad local Esta tendencia empresarial nueva, con conciencia comunitaria y ecológica, tiene en MoveRSE a su exponente en Rosario. “Hace diez años se juntó un grupo de empresarios con la misma inquietud. Es una ONG. Tiene una comisión directiva que trabaja ad honorem”, afirma Marconi. “Nosotros tenemos como objetivo principal promover la responsabilidad social empresaria entre los empresarios. Para esto desarrollamos muchas actividades. Esto no es un club de guante blanco. Simplemente tenemos la intención de cambiar la forma de gestionar de los empresarios. Desde MoveRSE nadie va a obligar a nada, son propuestas”, agrega. MoveRSE está asociada a nivel nacional con la Rarse (Red Argentina de Responsabilidad Social Empresaria). La otra entidad con llegada a todo el país es el Iarse (Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria). responsabilidad social empresaria. Dada la definición de RSE, dudo de que alguna empresa no esté haciendo algunas prácticas. Por ejemplo, si alguna persona adentro de una empresa decide separar la basura, eso es una práctica proactiva para cuidar el medio ambiente. La RSE no es eso, no es hacer esas prácticas. La RSE es una forma conceptual de dirigir una empresa. Las prácticas son consecuencia de esto. La RSE es una forma de conducir. Cuando hay un empresario que quiere cambiar la forma tradicional de manejar la empresa, las prácticas salen solas. Podemos obligar a las personas a no ser malas, pero no se las puede obligar a ser buenas. Y es ahí donde nosotros buscamos despertar en los empresarios el sentido de humanidad. Cuando el empresario se reconozca como un ser humano que trabaja ++ Los próximos 36 años Visión 2050 es un proyecto internacional apuntado a mediados de siglo sobre la RSE desarrollado por el Consejo Empresario Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, su sigla en inglés). En el país, el CEADS (Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible) define seis áreas hacia un futuro sostenible: desarrollo humano, economía, gobernanza, ecosistemas, energía e infraestructura. El programa incluye metas intermedias para 2020, 2030 y 2040. con seres humanos, tanto con los empleados como con los clientes, los proveedores, los vecinos, se da cuenta de que tiene un montón de cosas para hacer. Cambia automáticamente su manera de gestionar. La humanidad empresarial -¿La RSE debe ser algo impulsado por el sector privado o por el sector público? -Desde hace un tiempo se habla de regular, de sacar una ISO, de hacer un proyecto de ley o normativa. Nosotros entendemos que esto atenta con la filosofía misma de la RSE. La RSE tiene que ir más allá, tiene que ir a buscar el sentido de humanidad del empresario. Pensar en el medio ambiente y en la sociedad porque el accionar de los empresarios también tiene efectos sobre esos escenarios. -¿Es más difícil ver empresas que practiquen la RSE porque acá en Argentina somos hijos del rigor? -El desarrollo de la RSE, tanto en la velocidad como en la productividad, está muy relacionado a la cultura. En culturas donde la educación es más alta, se va a entender más fácil la necesidad de incorporar este nuevo concepto. Así lo demuestran los hechos. Los países nórdicos tienen un altísimo compromiso con la RSE. De todas maneras, en los países con baja educación, pero con una alta necesidad de humanidad y de desarrollo tenemos solidaridad. La RSE es una forma conceptual de dirigir una empresa. Las prácticas son consecuencia de esto. Es una forma de conducir. Cuando hay un empresario que quiere cambiar la forma tradicional de manejar la empresa, las prácticas salen solas. En Argentina, la solidaridad es una característica muy fuerte. Es muy fácil de hablar la RSE en un pueblo solidario. -¿Cuán rentable es para una empresa tener RSE? -Hay que diferenciar entre valor y precio. La rentabilidad en pesos se calcula y es x. Nosotros acá hablamos de rentabilidad en términos de valor. Cómo se valoriza el cuidado del medio ambiente. Es complejo llevarlo todo al signo pesos. Es riesgoso, puede tender una trampa. Nuestra cabeza ahora tiene que ser otra. No solamen- te se logra la rentabilidad económica, hay una rentabilidad social y una rentabilidad medioambiental. Que no se mide en pesos, se mide en valor. El rol del consumidor -¿El cliente valora a las empresas que tienen RSE? -Las empresas inciden tanto en la sociedad que la RSE es de la comunidad. El consumidor tiene muchísimo por hacer en la RSE. Ahí sí debería haber leyes que obliguen a brindar información de cómo fue fabricado este producto, la trazabilidad. En los países del Primer Mundo eso está muy desarrollado. El consumidor tiene pleno acceso a la información de cómo llegó el producto a su mano. Dónde está la planta, si paga los impuestos, si tiene los aportes hechos. Hay una gran campaña para educar a los consumidores para que sean responsables también. Que no vayan a elegir el menor precio, que elijan el que tiene mayor valor. Y ahí están colaborando como consumidores al equilibrio de las tres patas. El consumidor le dice implícitamente al empresario: “Yo no te elijo porque vos no estás cuidando el medio ambiente, porque vos no tenés a toda la gente anotada. Y eso El desarrollo de la RSE, tanto en la velocidad como en la productividad, está muy relacionado a la cultura. En culturas donde la educación es más alta, se va a entender más fácil la necesidad de incorporar este nuevo concepto. desequilibra el ecosistema en el cual yo vivo. Atenta contra mi sociedad. Yo elijo las empresas responsables”. -Frente a la crisis de valores que hay en nuestra sociedad desde hace ya un tiempo, ¿la RSE tiene futuro? -Sí, hay una sociedad con un altísimo grado de deterioro en valores. De todas maneras, estoy convencido de que esta situación es transitoria. Hasta que digamos: “Erramos el camino. Empecemos de nuevo”. El único camino es el reconocimiento entre sí del ser ›› Marca el camino La norma internacional ISO 26000 ofrece una guía en responsabilidad social. Está pensada para ser utilizada por organizaciones de todo tipo, tanto en el sector público como el privado. Se orienta sobre estos siete principios: rendición de cuentas, transparencia, comportamiento ético, respeto a los intereses de las partes interesadas, respeto al principio de legalidad, respeto a la normativa internacional de comportamiento y respecto a los derechos humanos. humano. Darse cuenta de que lo que uno hace al otro para tener más es justamente lo que lo condena. Esa persona que sacó un pedazo más grande de torta influyó negativamente en un contexto que lo aplastó. Hoy inevitablemente tengo que bregar por el bien común para estar bien.
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