La Escuela De Annales http://docih.wordpress.com/ La Escuela de Annales Lucien Febvre Dentro de la evolución que experimenta la historiografía en las primeras décadas del siglo XX, y tras el trauma moral e intelectual que supuso la Primera Guerra Mundial de 1914-1918, tuvo lugar el nacimiento de la influyente revista histórica francesa que habría de aglutinar a la llamada “Escuela de Annales”. Lucien Febvre (1878-1956) y Marc Bloch (1886-1944) fundaron en 1929 Annales d’historie économique et sociale. Su propósito original era ofrecer una alternativa a la práctica historiográfica dominante, superando el estrecho enfoque político, diplomático y militar a favor de la apertura de otros campos de investigación y aplicando en ellos los avances metodológicos ofrecidos por la Sociología, la Demografía, las disciplinas geográficas, la Lingüística, la Arqueología o la Economía. El ensanchamiento del campo histórico se fundamentaba sobre la superación del concepto de “documento” rankiano (el texto escrito). Como escribió el propio Febvre: “Indudablemente, la Historia se hace con documentos escritos. Pero también puede hacerse, debe hacerse, sin documentos escritos si éstos no existen […] Por tanto, con palabras. Con signos. Con paisajes y con tejas. Con formas de campos y malas hierbas […] Con exámenes periciales de piedras realizadas por geólogos y análisis de espadas de metal realizados por químicos. En una palabra: con todo lo que siendo del hombre depende del hombre, sirve al hombre, expresa al hombre, significa la presencia, la actividad, los gustos y las formas de ser del hombre” 1 La Escuela De Annales http://docih.wordpress.com/ La renovación historiográfica asociada con la escuela de Annales se basó, esencialmente, en la enorme ampliación de los campos de trabajo y en la utilización de métodos de investigación tomados de otras disciplinas (el análisis sociológico y demográfico, el trabajo de campo geográfico y etnológico, la Estadística, el estructuralismo lingüístico, la Arqueología, el método comparativo). Dicha ampliación se hizo sobre la base del rechazo de temas políticos en beneficio de estudios de Historia económica y social. Los “analistas” reflejaban fielmente el desencanto de la generación de entreguerras europea con los ideales y los gobernantes que habían llevado a la guerra mundial; un desencanto paralelo al descubrimiento de la influencia avasalladora de fenómenos económicos y sociales como el paro masivo, la inflación galopante y la más profunda recesión en su propia experiencia vital y colectiva. Ellos mostraron una preferencia por un esquema temporal de larga duración, sobre el que pudieran establecerse y analizarse estructuras sociales, ciclos económicos, permanencias, constantes y regularidades en la conducta de las comunidades humanas pretéritas. Marc Bloch El verdadero triunfo de la escuela historiográfica de Annales, sin embargo, sólo tuvo lugar tras la Segunda Guerra Mundial, de la mano de Lucien Febvre y una vez desaparecido Marc Bloch, a quien los alemanes habían fusilado en 1944 por su participación en el movimiento de resistencia antinazi. Precisamente, la victoria de los 2 La Escuela De Annales http://docih.wordpress.com/ aliados sobre las tres potencias fascistas y expansionistas fue condición de posibilidad de esa práctica historiográfica renovada y de la misma supervivencia de la tradición historiográfica moderna occidental. No en vano, los estados fascistas establecieron un control absoluto, radical y totalitario sobre las investigaciones, publicaciones y enseñanzas de la Historia. En 1945, tras la derrota del nazismo y del fascismo, y con el establecimiento de la tradición liberal-democrática, pudo continuarse el proyecto de renovación historiográfica auspiciado por Febvre y Bloch. Fue a partir de entonces cuando su modo de entender la práctica de la Historia se generalizó crecientemente en las universidades francesas y se exportó a un buen número de países europeos (entre los que se encontraba España) y extraeuropeos (notablemente, América Latina). Dicho triunfo fue incontestable a partir de 1956, momento en que Fernand Braudel asumió la dirección de la revista a la muerte de Febvre. Braudel había sido el sistematizador del “modelo ecológico-demográfico” que caracterizaría el trabajo investigador de los integrantes y colaboradores de Annales. Además, la obra de Braudel era legítima heredera de los fundadores de Annales. No en vano, el espacio y el tiempo histórico de Braudel son dimensiones despolitizadas. Siguiendo el paradigma historiográfico de Braudel, la pléyade de historiadores de Annales se volcó a estudiar, con métodos innovadores, procesos de larga y media duración sobre marcos geográficos precisos y asuntos poco tradicionales y metapolíticos. En el plazo de dos décadas, el fenómeno había producido dos consecuencias diferentes y conexas. En primer lugar, los analistas acudieron a la Estadística como único medio para penetrar y descubrir la “larga duración” o la “coyuntura”, y así se constituyó la “Historia serial”, definida por Pierre Chaunu como “una Historia interesada menos por los hechos individuales […] que por los elementos que pueden ser integrados en una serie homogénea”. La segunda consecuencia fue el redescubrimiento y ampliación del temario de la Historia cultural bajo la rúbrica de “Historia de las mentalidades”. Este viraje se apoyaba en la diferenciación establecida en 1932 por el sociólogo Theodor Geiger entre “ideología” (como sistema elaborado de creencias y conceptos que explican el mundo a quien la sustenta) y “mentalidad” (un complejo de opiniones y creencias colectivas inarticuladas, menos deliberadas y reflexivas que las primeras y más populares). Influenciados por el desarrollo de la Psicología social y la Antropología estructural, una parte de los historiadores de Annales se lanzó al estudio del nivel inconsciente de las prácticas sociales y las representaciones colectivas. Así, el privilegio de la Historia económica y social fue cediendo paso a una Historia de las mentalidades. Los medievalistas Georges Duby y Jacques Le Goff o el modernista Michel Vovelle se 3 La Escuela De Annales http://docih.wordpress.com/ revelaron como maestros consumados en este campo y subrayaron la relación dialéctica entre el ámbito cultural y los otros ámbitos humanos. Pero a su lado proliferaron los estudios de Historia de la cultura popular y las mentalidades “en migajas”. Esta corriente, así y todo, también mantuvo férreamente el rechazo a la dimensión política que sigue siendo el rasgo definitorio de la revista Annales. Desde principios de la década de los setenta, la importancia e influencia de Annales en el ámbito historiográfico internacional fue decreciendo en beneficio de otras corrientes renovadoras, procedentes al comienzo del área anglófona. 4
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