Comunicado sobre el sarampión 05 | febrero | 2015 El sarampión es una enfermedad infecciosa frecuente en niños, causada por el virus del sarampión. Se contagia fácilmente de persona a persona, ya sea por contacto directo o contacto con secreciones respiratorias de las personas infectadas. Se caracteriza por un inicio con fiebre elevada, tos y erupción cutánea (exantema). En México existen dos vacunas disponibles contra el sarampión, llamadas triple viral (SRP) y doble viral (SR). La triple viral se aplica a los 12 meses y 6 años de edad como parte del Esquema Nacional de Vacunación y protege contra tres infecciones diferentes: sarampión, paperas y rubéola. La administración de las dos dosis brinda protección inmunológica de manera indefinida, con una efectividad del 97%, disminuyendo el riesgo de padecer sarampión. La doble viral se aplica en personas de 11 años o más que no cuente con las dos dosis de triple viral y protege contra el sarampión y rubéola. Durante el periodo de diciembre de 2014 a febrero de 2015 se registraron 2 casos importados de sarampión, los cuales están asociados al brote de Estados Unidos. En México desde 1996 no se han reportado casos endémicos de sarampión. En la actualidad las personas que están en riesgo de contraer el sarampión, son: Los niños demasiado jóvenes para tener una vacuna de sarampión. Las personas que nunca han sido vacunados contra el sarampión. Las personas que no recibieron una segunda vacuna de sarampión. Personas que recibieron una sola dosis de vacuna antes de 1968. Personas que viajan a zonas donde hay casos reportados, que no han recibido esquema completo de vacunación. El sarampión puede causar complicaciones en pulmones y cerebro que pueden poner en riesgo la vida de las personas infectadas. Algunas personas tienen mayor riesgo de tener una infección grave por sarampión, como: Las personas con cáncer o VIH y sida Las mujeres embarazadas Las personas que no reciben suficientes alimentos o vitaminas Los lactantes Los adultos mayores Síntomas de sarampión Al inicio ‐ ‐ ‐ ‐ Fiebre hasta 40 °C Sentirse enfermo como con un resfriado Pérdida del apetito Manchas en la boca que pueden verse como granos de sal Al progresar ‐ ‐ ‐ ‐ Ojos rojos, llorosos y en algunos casos más sensibles a la luz Tos y estornudos Dolor de garganta Erupción rojiza en la piel (conocido como salpullido) que empieza detrás de las orejas, se extiende hacia la cara y al resto del cuerpo, la cual desaparece al presionarla con los dedos. La mayoría de las personas comienzan a sentir mejoría después de 2 días de iniciada la erupción en la piel. Después de 3 ó 4 días, la erupción comienza a cambiar de un color rojizo a un color café oscuro, la cuales ya no desaparece con la presión de los dedos y la piel empieza a descamarse. La erupción y la fiebre desaparecen entre los días 7 y 10. Otros síntomas menos frecuentes son el dolor de cabeza, dolor de pecho o dificultad para respirar. Mecanismos de transmisión El sarampión es un virus de transmisión área, es decir se puede transmitir de persona a persona por medio de gotitas de saliva o secreciones producidas por un paciente con tos. Lo que lo hace un virus muy contagioso y de fácil propagación. Una vez que la transmisión ocurre, el virus infecta las células del tracto respiratorio de su nuevo huésped, diseminándose a todo el organismo por la sangre y posibilitándolo para reproducirse en el tracto urinario, el sistema linfático, la conjuntiva, los vasos sanguíneos y el cerebro, dando como resultado una enfermedad en todo el organismo (diseminada). Diagnóstico El diagnóstico del sarampión se realiza por los antecedentes y exploración física de la persona. Si se cuenta con laboratorios se pueden medir anticuerpos IgM contra el sarampión en las sangre. En personas previamente vacunadas y que presentan la infección por sarampión, puede no existir aparición de IgM y podría observarse una elevación significativa de los anticuerpos IgG. Tratamiento No existe un tratamiento específico, la mayoría de las personas presentan un cuadro agudo y se limita sola, las complicaciones en cerebro y pulmón son raras. El tratamiento se basa en la administración de paracetamol para el control de la fiebre, reposo, una alimentación adecuada e ingesta de líquidos abundantes. Administración de vacuna en situaciones especiales ‐ ‐ ‐ ‐ Personas que no puedan demostrar que fueron vacunados cuando eran niños y que nunca han enfermado de sarampión deben recibir dos dosis separadas de al menos 28 días. Se recomienda la administración de vacuna en los niños de 6 a 11 meses de edad en caso de realizar un viaje a una zona donde haya reporte de casos. Los lactantes vacunados antes de los 12 meses deben ser revacunados después del primer año con un intervalo entre ambas dosis de al menos 28 días. En caso de un brote de sarampión, se debe administrar la vacuna doble viral, a partir de los 6 meses de vida, sin que esta dosis sea parte del esquema. La administración de la vacuna está contraindicada en personas que viven con VIH con enfermedad definitoria de sida o con registro de CD4 ≤200 células/mm3 o ≤15%, en mujeres embarazadas o con posibilidad del mismo en las 4 semanas posteriores a la aplicación de la vacuna y en personas alérgicas a alguno de los componentes de la vacuna. Es importante mantener la vigilancia constante ante el riesgo de reintroducción del virus al país, para garantizar la detección oportuna de los casos probables. Si hay sospecha de la enfermedad, no automedicarse y buscar atención médica de inmediato. No olvide lavarse las manos, no tocarse los ojos, nariz y boca con las manos sucias, recuerde cubrirse la boca y nariz al estornudar, evitar contacto cercano. Estas medidas de higiene reducen el riesgo de contagio. Para mayor información comunicarse a la Unidad de Inteligencia Epidemiológica y Sanitaria a los teléfonos 53 37 18 45 o lada sin costo 01 800 00 44 800 donde será atendido por personal capacitado.
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