20 al 26 de octubre de 2014 10 EN PORTADA una adquisición que en ningún momento tuvo ninguna finalidad social, sino el mero disfrute de sus directivos. La nueva NovaCaixaGalicia (NCG), fruto de la fusión de Caixa Nova y Caixa Galicia, no se quedó atrás, ya que llegó a comprar billetes en business para que sus ejecutivos pudiesen escoger el barco que mejor le conviniese tras un viaje de negocios. Esa misma entidad necesitó una inyec- Caja España-Duero llegó a gastar 21.000 euros en taxis para sus 34 consejeros en 3 meses, mientras que NGC compró billetes en business a tres ejecutivos para elegir un barco La CAM es una de las entidades investigadas por la Justicia por supuestas irregularidades. Hasta ahora no se ha demostrado que en las otras Cajas de Ahorros hubiese tarjetas black como las de Caja Madrid o Bankia. Pero sí hubo otro tipo de abusos en los Consejos de Administración. Algunas entidades hinchaban las dietas a sus consejeros por asistir a las reuniones, otras obsequiaban con vacaciones privadas a sus con- sejeros y sus esposas o les ofrecían regalos de lujo o tarjetas Visa Oro para sus gastos. A cambio, los consejeros eran cómplices a la hora de permitir sobrepasar los límites en las remuneraciones de la cúpula o cerraban los ojos con operaciones inmobiliarias sospechosas o gastos desmesurados. Vacaciones a todo trapo, sobresueldos, Visa Oro, dietas dobles y triples y regalos de lujo eran habituales en algunas entidades Más de 300 consejeros saquearon las Cajas ■ Esmeralda Gayán Más de un centenar de ex consejeros y ex directivos de Cajas están imputados por actuaciones supuestamente fraudulentas. “Y los que llegarán”, aseguran fuentes financieras. El escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid es sólo la punta del iceberg de mala gestión y abuso de poder que supuso en los últimos años la gestión de algunas Cajas de Ahorros. Entre consejeros y directivos, unos 300 ejecutivos fueron los que más saquearon las Cajas. Caja Madrid, Bankia, Bancaja, Catalunya Caixa (CX), Banco de Valencia, CAM, Caja Castilla-La Mancha, Caixavigo, Caixa Galicia, Caja España y Duero son algunas de las entidades que están siendo investigadas por la justicia por gestión presuntamente delictiva, cuando no inmoral, de sus exdirectivos. Estas entidades estaban compuestas por Consejos de Administración y Asambleas, y en muchos casos, las retribuciones de los con- sejeros no fueron aprobadas en Asamblea. Fue el caso del expresidente de la CAM, Modesto Crespo, que percibió 640.000 euros entre los años 2009 y el 2011 en concepto de dietas que no fueron aprobadas por la Asamblea, lo que supone 30 veces más de la cantidad máxima autorizada por la entidad. Todos estos directivos participaron de una otra forma, en algunos casos con su silencio, en actuaciones irregulares, lo que no significa que hayan incurrido en delito, pero sí contribuido a la mala gestión de estas entidades. Así, sólo en la Caja del Mediterráneo (CAM), el juez Javier Gómez Bermúdez impuso una fianza de 35 millones de euros a toda su cúpula directiva por el presunto falseamiento de las cuentas de la entidad para adjudicarse remuneraciones más altas a las permitidas por la ley. a Caja alicantina llegó a pagar dietas a hasta 180 consejeros, ya que el consejo se reunía en Valencia, Alicante y Murcia y en cada una de estas provincias había una cúpula diferente. Todos ellos podían disfrutar de las regatas en las que competía el barco que llegó a comprar la Caja, la misma que años después tuvo que ser intervenida por presentar pérdidas de 1.900 millones de euros. Un capricho en cuyo equipo se llegaron a invertir 1,5 millones anuales y 150.000 euros en una sola semana para gastos de velamen. Un despilfarro que consentían los consejeros, a cambio, eso sí, de dietas suculentas y viajes de lujo. Viajes privados De hecho, una de las prácticas más extendidas era el pago de viajes privados a los miembros de los consejos, para que a cambio, mirasen para otro lado cuando se producían abusos en la gestión. Así, por ejemplo, CajaSur, entidad con fuerte participación de la Iglesia y que fue intervenida por el Estado para salvarla de la quiebra, llegó a agasajar a su cúpula con un viaje en que 50 directivos y sus parejas disfrutaron de la Semana Santa neoyorquina. Sucedió en el año 2009, cuando medio centenar de personas viajaron durante quince días a gastos pagados a costa de la entidad, señalan fuentes del sector. La entidad andaluza estaba liderada por el sacerdote Miguel Castillejo, al que todo el mundo en Córdoba conocía como “Fray Langostino”, por su afición al marisco, y que llegó a retirarse con una pensión anual de 250.000 euros con el beneplácito de todo el consejo de administración de la Caja. También Caixa Galicia fue otra de las entidades que cometieron gastos desmesurados que les llevaron a la ruina. La extinta Caja gallega compró en 2007 la isla de Sálvora por 8,5 millones de euros, CajaSur llegó a agasajar a 50 directivos y sus parejas con unas vacaciones de 15 días con todos los gastos pagados para disfrutar de la Semana Santa neoyorquina Ganar como banqueros, pero sin responder ante el accionista ■ “Los consejeros se escudaban en que en el sector bancario sus homólogos recibían dietas y sueldos mucho más elevados”, señalan fuentes de una antigua Caja, hoy absorbida por un banco. Así, por ejemplo, mientras los vocales de Novacaixagalicia (NCG) en el consejo de administración tenían asignada una dieta de 700 euros brutos por asistir a cada una de las reuniones, en empresas como NH Hoteles esa cantidad subía hasta los 3.000 euros. No obstante, la diferencia estriba en que NH no ha sido rescatada con dinero público, mientras que muchas de estas Cajas sí han recibido dinero de todos los españoles. Así, uno de los ex consejeros de Caja Madrid al que ha tenido acceso este medio se escuda en que la entidad en los tiempos en los que era consejero “no era pública”. No obstante, la pregunta que cabe hacerle a este consejero es si cree que llegó a responder por la mala gestión que, en calidad de consejero, llevó a cabo en la entidad presidida entonces por Miguel Blesa. De becho, “las Cajas no tenían accionistas ante los que responder, mientras que los bancos sí”, argumentan en una entidad financiera. Además entre los presidentes y directivos de las antiguas Cajas había profesionales de otros gremiso que nada tenían que ver con el sector financiero, como poetas o floristeros. Es el caso de Jesús Cabezón, presidente entre 2005 y 2007 de Caja Cantabria, hoy integrada en Liberbak. Según los datos que recopilan estos expertos, Cabezón cuenta con un extenso currículum como político, poeta y autor de artículos periodísticos, pero no completó los estudios de derecho ni parece haber tenido una experiencia extensa en la gestión bancaria. Otro caso es el de Jaume Boter de Palau, presidente de la antigua Caixa Laietana de 2004 a 2011, hoy integrada en Bankia. Boter era floricultor, perito agrícola y participaba en asociaciones culturales de la ciudad, pero en su currículum no constan estudios de finanzas o experiencia en el sector bancario. ción de 9.000 millones de dinero público. También eran proclives al viaje los directivos de Caja Madrid, aunque si se desplazaban a Miami, podían pernoctar en una villa de lujo propiedad de la entidad. Por su parte, Caja España-Duero llegó a gastar 21.000 euros en taxis para sus 34 consejeros en tan sólo 3 meses, permitiendo que uno de ellos, la fallecida política leonesa Isabel Carrasco, le pasara hasta 20.000 kilómetros en dietas. El consejo de administración de Caja Duero celebraba hasta octubre del 2010 una reunión mensual y por acudir cada uno de los consejeros cobraba 480 euros brutos. Ese mismo día se reunía el consejo de administración del Grupo de Negocios Duero, el cual estaba compuesto por los mismos miembros. Cada uno de ellos percibían otros 480 euros brutos. Las dietas llegaban a ser triples para los siete consejeros que formaban parte de la comisión ejecutiva. Igual que ocurría en Caja Duero, los consejeros de Caja Navarra cobraban dobles y triples dietas por pertenecer a los órganos de gobierno de la entidad. Y hasta la fecha, ninguno de ellos ha devuelto las dietas que recibían de la institución financiera que contribuyeron a arruinar. Dietas adulteradas También la dirección general de Caja Inmaculada (CAI) maniobró su puestamente para permitir que los miembros de la entidad que asistían a los consejos de administración de las empresas participadas por CAI pudiesen ingresar las dietas correspondientes a esa actividad. El cambio de las reglas del juego se produjo en octubre del 2011 de la mano del entonces director general, Luis Miguel Carrasco. Hasta entonces los consejeros no cobraban dietas por acudir a las reuniones de las filiales de la entidad aragonesa. Así queda reflejado en un documento, fechado el 4 de octubre del 2011 y perteneciente al área de recursos humanos de la entidad, al que ha tenido acceso este semanario. La nómina de empresas participadas por CAI en el 2012 era muy elevada y, por tanto, eran muchos los miembros de la caja que asistían a sus reuniones. El propio Luis Miguel Carrasco percibió más de 91.000 euros ese año, mientras que el entonces presidente de Caja Inmaculada, Juan María Pemán, cobró dietas de estos consejos por valor de 21.000 euros. Ante este derroche, los obsequios de lujo pueden parecer ridículos, pero también los hubo. Los más habituales eran las cajas de habanos y de bombones, como las que a principios de los noventa el entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Terceiro, obsequiaba a sus consejeros en la reunión mensual.
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