ING. ZOOT. PHD. MAURICIO ÁLVAREZ – INTA Valle Inferior [email protected] ING. AGR. MSC. DEMIÁN CEBALLOS – INTA Esquel ING. AGR. MSC. LAURA VILLAR – INTA Bariloche PROPUESTAS PARA EL NUEVO PARADIGMA Foto 1 Equipo de suplementación para balanceados con sal. (Foto Martín Villa). A N U A R I O 2 0 1 3 pág. 78 E n el anuario anterior mostramos como las fuerzas impulsoras que modelaron los sistemas de producción ovina patagónicos se modificaron. Expusimos una serie debilidades del modelo de producción vigente y la necesidad de cambiar el paradigma de la ganadería ovina patagónica (Álvarez, 2012). La pregunta es cómo construimos una visión integral acerca de estos sistemas y cómo esta se traduce en el diseño concreto de los mismos y acciones que pasen del esfuerzo individual al colectivo. Intentaremos exponer algunos conceptos que pueden ser útiles en la construcción de este nuevo paradigma. Una de las características de los sistemas extensivos es que se desarrollan sobre pastizales naturales con uso mínimo de insumos externos. Si bien estas características contribuyen a la vulnerabilidad del sistema es posible transformarlas en una fortaleza si lo asociamos a la imagen “natural” de la región patagónica. Existe una creciente preocupación en la sociedad acerca de la influencia de los sistemas de producción sobre la evolución de los recursos naturales, sobre la calidad e inocuidad de los alimentos y el tratamiento y el manejo que reciben los animales. Una de las propuestas que están impulsando investigadores de Australia y también del Uruguay en respuesta a estas preocupaciones es la visión de sistemas “limpios”, “verdes” y “éticos” (Martin y Kadokawa, 2006). Limpios significa implica reducir o eventualmente eliminar las prácticas dependientes de drogas, hormonas externas y productos químicos. Verdes implica realizar el mínimo daño al ambiente contribuyendo a generar una industria sustentable en el largo plazo. Éticos porque ponen el foco en el bienestar animal pero también en todo lo relacionado con la preservación ambiental. Estos conceptos aplicados al diseño de los sistemas patagónicos no necesariamente deben tener las mismas implicancias que en el caso de Australia o Uruguay. Dado que los sistemas patagónicos son sensibles a la incorporación de insumos externos los momentos de intervención deben ser aquellos de máxima respuesta. En el gráfico 1 se muestra la demanda energética y el riesgo de cada una de las etapas del ciclo de producción ovina. Los momentos de mínima demanda energética ocurren entre el final de la lactancia, cuando las ovejas terminan de criar, y el inicio de la gestación. El fin de la crianza, el período de seca y el inicio de la gestación no implican riesgo ya que no definen en gran medida la producción a lograr. El riesgo asociado a estos eventos sería el de la pérdida de la oveja por enfermedad o predación y no debería superar el 5 %. En cambio el riesgo en el período pre-servicio es más elevado aunque los animales tengan una demanda energética baja. Esto se debe a que la condición corporal y la evolución de peso de los animales durante el servicio tienen una marcada influencia sobre la tasa ovulatoria. Esta variable es la que define la máxima cantidad de corderos que se pueden producir. En la mayoría de las áreas ecológicas de la Patagónica no es deseable elevar la tasa ovulatoria para obtener mellizos, pero sí es necesario alcanzar la máxima preñez posible. El momento de máximo riesgo y máxima demanda energética es el final de la gestación. En este momento los requerimientos de los animales aumentan exponencialmente y duplican a los de una oveja vacía. 2 0 1 3 A N U A R I O realizar antes del servicio, de manera que los animales ingresen con una condición igual o superior a 3,0 puntos. Otro aspecto importante es la suplementación de los carneros que se utilizarán. La evidencia indica que la producción de espermatozoides es de 20 millones por gramo de peso testicular siendo posible incrementar hasta 25 gr/semana el peso de los testículos en carneros suplementados con concentrados energético-proteicos (Martin y WalkdenBrown, 1995). El manejo nutricional de los machos debe comenzar al menos 60 días antes del servicio y los carneros deben llegar en buen estado pero no gordos. Existe evidencia de que los machos no ejercitados con exceso de gordura tienen un pobre desempeño durante el servicio aunque presenten un elevado peso testicular. El otro momento clave para intervenir es el fin de la gestación. La mayor parte de las pérdidas durante este período se debe a un pobre vínculo entre la oveja y el cordero. Cuando las ovejas llegan débiles al parto tardan más en parir, los corderos sufren falta de oxígeno y aunque se establezca el vínculo tienen menos vigor (Viñoles et al., 2009). Estos animales parecen normales pero mueren pocos días después por inanición. Si la oveja está muy débil generalmente abandona la cría. Existen varias maneras de intervenir en este momento. Si la preñez está concentrada porque se utilizó algún método para sincronizar el servicio es posible continuar con el esquema de alimentación focalizada. La suplementación con concentrados energéticos como maíz o cebada por dos semanas antes del parto genera una serie de mejoras acumulativas durante el parto. Se incrementa el volumen de la ubre, la producción y la calidad del calostro, disminuye el tiempo del parto, los corderos tardan menos tiempo en pararse y mamar y se establece más rápido el vínculo madre-hijo (Banchero et al., 2006; Villar et al., 2010). pág. 79 Gráfico 1. El concepto de “alimentación focalizada” (focus feeding) se basa en la incorporación de suplementos diseñados a medida, durante períodos muy cortos para manipular nutricionalmente los eventos reproductivos. Se ha demostrado que el suministro de suplementos durante los últimos 3 a 4 días previo a la ovulación puede incrementar la tasa ovulatoria aumentando el porcentaje de mellizos. Uno de los requisitos esenciales para aplicar esta estrategia es conocer con cierta precisión el momento del ciclo estral y la fecha de gestación en la que se encuentran los animales. Bajo el concepto de sistemas “limpios” el uso de hormonas externas no está permitido. No obstante está ampliamente demostrado que las hormonas utilizadas para sincronizar celos en ovinos son metabolizadas sin dejar residuos. La sincronización con una dosis única de prostaglandinas o con progestágenos, podría generar una concentración suficiente de la ovulación como para aplicar la estrategia de alimentación focalizada. Otra alternativa es el uso del efecto macho. La introducción repentina de un elevado porcentaje de machos (8-10 %) puede inducir la ovulación en ovejas que se encuentran en anestro estacional o a punto de iniciar la pubertad. Las ovulaciones son lo suficientemente sincronizadas como para permitir el uso de la alimentación focalizada. El uso del efecto macho tiene la ventaja de que se puede utilizar para producir corderos a contraestación cuando los precios del mercado son mayores. Si bien el efecto macho no es perfecto, la raza Merino es una de las que mejores responde a este tipo de estimulación. Para maximizar la respuesta es necesario introducir junto con los machos algunas ovejas en celo (efecto macho + efecto hembra). Hay que considerar que la primera ovulación no es precedida de celo por lo cual los carneros no detectan a las ovejas. Además la mitad de las ovejas presentan un ciclo reducido de seis días y después continúan con ciclos normales. Este tipo de manejo se puede aplicar en Patagonia Norte, Pampa Húmeda, la Mesopotamia y en los valles, pero no se adapta a la mayoría del territorio Patagónico. Cualquiera de estos métodos de sincronización permitiría aplicar un manejo nutricional para aumentar la tasa ovulatoria con un mínimo uso de insumos externos. No obstante como se mencionó anteriormente para la mayoría de los casos no es deseable aumentar el porcentaje de mellizos. La estrategia de manejo nutricional para los sistemas patagónicos se debería basar más en el efecto estático, es decir en lograr que los animales ingresen al servicio en un buen estado. Para ello la suplementación se debería PROPUESTAS PARA EL NUEVO PARADIGMA Si no se utilizó ningún método para sincronizar el servicio, es necesario utilizar esquemas de suplementación más prolongados (30 días). Para estos casos se han desarrollado suplementos específicos que permiten simplificar el manejo, reducir la mano de obra y evitar problemas de acidosis (Ceballos et al., 2012). Estos suplementos incluyen sal como limitador del consumo y se han utilizado exitosamente en grandes estancias (Fotos 1 y 2). En el Cuadro 1 se muestran los resultados de la suplementación estratégica con balanceados con sal en 6 establecimientos ubicado en Sierras y Mesetas Centrales en la provincia de Chubut. En estos sistemas de producción la suplementación mejoró la condición corporal, peso del vellón, porcentaje de señalada y crecimiento de los corderos. El aumento de producción cubrió los costos directos (alimento, mano de obra y amortizaciones) y la rentabilidad estimada fue del Cuadro 1. Evaluación de la suplementación estratégica en 6 establecimientos ubicado en Sierras y Mesetas Centrales utilizando balanceados con sal (Ceballos y otros, 2012). Campos Kaquel Laguna del Toro Cuadros Mallín Hache % de sal 16 12 Animales (n) 124 4000 Categoría corderos ovejas Superficie (ha) 10 4012 DFO (KgMs/ha) 2000 28,5 UGO/animal 0,49 0,09 CMSb (gr/día) 435,5 640 CC inicial 1,96 1,99 CCl final 2,74 2,53 Duración (días) 48 90 Cerro 12 1400 ovejas 1637 11,3 0.04 640 1,99 2,45 90 San Martín Horrasca Laguna 14 16 1000 700 ovejas ovejas 1181 1927 80,8 65.1 0.29 0.54 590 440 2,18 2,1 2,51 2,28 70 70 La Ermita Testigo1 -1000 ovejas 3098 20.1 0.18 0 1,84 1,62 0 LE 16 630 ovejas 537 80 0.21 380 1,58 1,93 67 Cambio Rural CR 16 220 ovejas 900 S/D S/D 430 S/D S/D 36 Don Miguel DM 16 450 ovejas 115 40,2 0,03 600 S/D S/D 30 A N U A R I O 2 0 1 3 pág. 80 Cuadro testigo sin suplementación. S/D: Sin datos. CC: condición corporal, escala del 0-5. DFO: Disponibilidad forrajera. UGO: Unidad ganadera ovina (330 kgMs/año). CMSb: Consumo de materia seca de balanceado. Gráfico2. Consumo de las principales especies de pastos en el cuadro Laguna del establecimiento San Martin en tres momentos diferentes. El consumo se mide con un índice de 0 a 3 donde 0 es nulo y 3 muy intenso sobre plantas seleccionadas al azar. 2 0 1 3 pág. 81 se realiza en áreas reducidas. En Sierras y Mesetas Occidentales se deberían utilizar los mallines y una parte de la estepa que los rodea durante este período. En sistemas de pequeños o medianos productores es posible incorporar el uso de los cobertizos. De esta manera la parición se produce en condiciones controladas, facilitando el manejo nutricional y el establecimiento correcto del vínculo entre la oveja y la cría (Giraudo et al., 2002). A N U A R I O 16,0%. Además se observó un alto consumo de especies poco preferidas cercana a los comederos (Gráfico 2), debido al mayor tiempo que ocupan los animales en esa porción del campo y al incremento en la proteína bruta de la dieta que mejora la digestibilidad de este tipo de especies. Tanto en el caso de suplementaciones cortas como de larga duración, el manejo se verá facilitado si la parición PROPUESTAS PARA EL NUEVO PARADIGMA Foto 3. Ovejas suplementadas con balaceados con limitador de consumo (Foto Martín Villa). A N U A R I O 2 0 1 3 pág. 82 Un aspecto clave de manejo durante esta etapa es el manejo y el protocolo de esquila. Las ovejas esquiladas antes del parto incrementan el consumo de alimento (para lo cual debe contar con forraje disponible) y buscan lugares más reparados para parir. La esquila preparto también mejora notablemente la calidad de la lana ya que se incrementa el rinde al peine y la resistencia a la tracción. La combinación de esquila preparto con alguno de los esquemas de suplementación mencionados y la parición en áreas reducidas maximizaría las posibilidades alcanzar una elevada señalada. Finalmente otro momento de intervención es luego de la señalada. En general los corderos pierden peso entre la señalada y el destete. Para que un elevado porcentaje alcance las condiciones comerciales de venta sería necesario suplementar con 300-400 gr/animal/día de concentrados. Aquellos corderos que no son terminados en el campo se pueden engordar a corral o vender como flacos para que se invernen en los valles irrigados u otras áreas ecológicas de mayor potencial forrajero. Desde el punto de vista “ético”, los mayores conflictos surgen con el manejo actual del pastoreo actual y el grado de deterioro que presentan los sistemas. Es necesario avanzar hacia sistemas que imiten lo que sucedía en la naturaleza. Los pastizales de la Patagonia están adaptados a un uso intenso pero de baja frecuencia. Las mayores 2 0 1 3 la construcción de un una nueva ruralidad. La mayor parte de las explotaciones ovinas están en manos de pequeños productores cuyos ingresos están por debajo de la línea de la pobreza. La mayoría de estos productores no tiene acceso al financiamiento formal. Por otro lado las inversiones necesarias para aplicar el tipo de manejo propuesto varían entre estrato de productores, áreas ecológicas y tienen un período de repago prolongado que generalmente supera a las ofertas de los programas de intervención. En este sentido es necesario recuperar los espacios de discusión y trabajo que un su momento se impulsaron desde Ley Ovina para diseñar herramientas financieras acordes a cada estrato de productores y área ecológica. Asimismo es necesario avanzar en el diseño de marcos legales diferenciados que rescaten su función como custodios del ambiente, productores de alimentos y fibra. Para referencia un pequeño productor patagónico con 250 animales de esquila, puede producir proteína animal para alimentar a 10 familias de residencia urbana y lana para satisfacer la demanda de 300 familias (estimaciones propias en base a datos del INDEC y FLA). Por otro lado en muchos lugares la ocupación que realizan del territorio, es un ejercicio de la soberanía. En el gráfico 3 se muestra como pueden responder estos sistemas a la aplicación de un paquete tecnológico como el descripto en este artículo. Un sistema mejorado podría arrojar un margen bruto de $ 50.000. Este sería el monto disponible para consumir en alimentos, vestimenta, movilidad, energía, mantenimiento de la vivienda, salud. La mayoría de los lectores de este anuario saben que los alimentos no son más baratos en el medio de la Patagonia que en un supermercado de Buenos Aires. ¿Quién se iría a producir carne y lana a la meseta Patagonia por un sueldo de $ 4200/mes? Sin servicios de luz, gas, agua potable, sin acceso a centros de salud pág. 83 Gráfico 3. Impacto de la incorporación de tecnología sobre la economía de los sistemas de pequeños productores. A N U A R I O dificultades para aplicar este tipo de manejo tienen que ver con la infraestructura predial disponible. Se puede utilizar el alambrado eléctrico y las aguadas móviles para disminuir los costos, pero aún así las inversiones tienen períodos de repago que superan a los plazos de los créditos disponibles. Otro aspecto que puede entrar el conflicto con el aspecto “ético” de los sistemas de producción se relaciona con el control de predadores. En el artículo del año anterior mencionamos que deberíamos encontrar nuevas maneras de convivir o mitigar el daño que producen los predadores. Se han desarrollado varias experiencias en Patagonia con el uso de perros pastores (EEA Bariloche, EEA Esquel, EEA Valle Inferior, EEA Trelew) con resultados positivos. Dado que las mayores pérdidas se producen entre el parto y la señalada, la incorporación de la parición en áreas reducidas facilita el uso de perros pastores y las recorridas que realiza el personal diariamente también contribuye a disminuir la frecuencia de ataques. Hasta aquí hemos desarrollado los aspectos de manejo que pueden aportar a construir un nuevo modelo productivo integrando tecnologías. La calidad de los protocolos de esquila y certificación también debe evolucionar. Algunos aspectos que se pueden incorporar al protocolo PROLANA son aquellos referidos al factor de riesgo de contaminación con fibras coloreadas. Los técnicos de la EEA Trelew han desarrollado un protocolo de esquila secuencial desmaneada que permitiría reducir la contaminación (La Torraca et al., 2004) pero además se puede trabajar en la diferenciación de las lanas Merino Seleccionadas (Mario Elvira com. pers.). Las majadas que están bajo los esquemas de Mejoramiento de la AACM – Merino Puro y Merino Puro Registrado – han eliminado los animales con defectos de pigmentación y también presentan menos riesgo de contaminación. También es posible incorporar indicadores al protocolo que permitan informar el riesgo de presencia de contaminantes químicos. De esta manera se amplía el concepto de sistemas “limpios, verdes y ético” al producto fibra. En lo que se refiere a la comercialización de carne ovina la aprobación de la Identificación Geográfica “Cordero Patagónico” puede ayudar a desarrollar mejores negocios poniendo en valor la imagen natural de la región austral. El desafío será desarrollar negocios colectivos con una participación clara de los distintos eslabones de la cadena productiva que permita distribuir equitativamente las utilidades. Ahora bien, la construcción del nuevo paradigma implica una mirada distinta de todo el sector. Un aspecto central es A N U A R I O 2 0 1 3 pág. 84 PROPUESTAS PARA EL NUEVO PARADIGMA y educación. Este es el aspecto “ético” más crítico de nuestros sistemas. Ahora imaginemos que decidimos complementar el ingreso de los productores en esta situación bajo alguna modalidad contractual asociada a la manera de producir y cuidar el ambiente hasta llegar a un ingreso de $ 10.000/mes. El presupuesto que demandaría esto para la provincia de Río Negro es de un 80 millones de pesos por año, lo que equivale a menos del 0,6 % del presupuesto provincial y es menos de lo que se ha destinado a otros sectores productivos. Por otro lado los medianos y grandes productores tienen serias dificultades para incorporar y mantener a los empleados rurales. Las razones son varias pero en general manifiestan que el principal condicionante es el elevado costo de los aportes patronales. Una de las propuestas que se está impulsando es el desarrollo de convenios de corresponsabilidad gremial. Estos convenios permitirían retener una alícuota en alguno de los eslabones de la cadena para destinarla a una caja previsional. De esta manera se podrían cubrir los costos patronales mediante un fondo solidario. Idealmente la recaudación se debería realizar lo más alejado posible del eslabón primario de manera que no se transfiera el costo totalmente a los productores. Por otro lado sería deseable que tanto la industria textil como la cárnica y los supermercados tributen proporcionalmente. Si la recaudación no fuera suficiente para cubrir el costo de los aportes se podría afectar parte de las retenciones. El esquema debería ser diseñado para generar saldos favorables la mayor parte de los años. Estos saldos se podrían utilizar como fondos de contingencia ante emergencias climáticas. Además se podría crear un registro para los pequeños productores de manera que tengan sus aportes patronales y la posibilidad de jubilarse como empleados. Para implementar estas propuestas tanto los representantes del sector como las instituciones técnicas tendremos que tener un rol activo en la interlocución con los decisores políticos. En este sentido es necesario recuperar la pro-actividad de la Ley Ovina y los ámbitos de trabajo participativos que permitan lograr acuerdos sólidos y de largo plazo. Otro desafío es consolidar los nuevos modelos productivos en sistemas reales. En esta última tarea también será necesario aunar esfuerzos y construir un mensaje único entre todos los actores del sector. Foto 4. Maíz con sal. (Foto Martín Villa). REFERENCIAS Álvarez, JM. 2012. La Crisis y el cambio de paradigma. Anuario de la Asociación Argentina de Criadores de Merino. 64-73 Banchero G.E., Pérez Clariget R., Bencini R., Lindsay D.R., Milton J.T.B. and Martin G.B., 2006. Endocrine and metabolic factors involved in the effect of nutrition on the production of colostrum in female sheep. Reprod. Nut. Develop. 46: 447-460. Ceballos, D., Villa, M., García Martínez, C. 2012. Experiencias de suplementación invernal de ovejas, utilizando balanceados con sal. http://inta.gob.ar/documentos/experienciasde-suplementacion-invernal-de-ovejas/ Giraudo, C., Villagra, S., Losardo, P., Bidinost, F., Garramuño, J., Abad, M., Uzal, F., Lopez, J., Bustos, C., Gibbons, A. 2002. Manejo de parición para mejorar la producción de corderos. INTA Bariloche. Centro Regional Patagonia Norte. 28 pp. La Torraca, A., Elvira, M., Aguirre, A., 2004. Esquila desmaneada secuencial. Edición especial “Ovinos”. idiaXXI. 7: 105-109 Martin, G.B. and Kadokawa, H. 2006. «Clean, green and ethical» animal production. Case study: reproductive efficiency in small ruminants. J. Reprod. Develop. 52: 145-152. Villar, L., Giraudo, C., Cueto, M., Cohen L. 2010. Suplementación energética previa al parto en ovejas Merino y su efecto sobre el vínculo madre-cría. Comunicación Técnica 567. 6 pp. Viñoles, C., Banchero, G., Quintans, G., Pérez-Clariget, R., Soca, P., Ungerfeld, R., Bielli, A., Fernández Abella, D., Formoso, D., Pereira Machín, M., Meikle, A. 2009. Estado actual de la investigación vinculada a la Producción Animal Limpia, Verde y Ética en Uruguay. Agrociencia Número especial. 7(3): 59-79.
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