para que para cuando para que quieres cinturita mas fina de la que tienes de la que tienes niña de la que tienes para que para cuando para que quieres A Buenos Aires le llaman hermoso jardín de flores, y yo le llamo destierro, destierro de mis amores. A la fuente voy por agua, al jardín por ver las flores, al templo por ver a Dios, y al baile por mis amores. Adiós le digo a las flores, adiós digo a mi esperanza, y a ti no te digo adiós, porque te llevo en el alma. Adiós y diviértete con las flores del camino, que yo también me divierto con lágrimas y suspiros. Al entrar en tu jardín me quité las zapatillas, por no pisarte las flores que tienes en las orillas. Al otro lado del río sembré lino y cogí flores, conmigo son las palabras, con otra tienes amores. Allá arriba en aquel alto, donde posa la nieblina, hay un pañuelo de flores y el corazón de una niña. Allá va la despedida en un ramito de flores con un letrero que dice: que vivan los bailadores. Aquí me pongo a cantar en este campo de flores, a pesar de mis contrarios y a gusto de mis amores. Aunque soy de tierra ajena, no vengo a buscar amores, que los tengo yo en mi pueblo como ramitos de flores. Azucena bien hermosa es tu esposa muy querida, jardinero siempre seas de esta flor que Dios te envía. Bailador que bailas bien cuando en el baile te pones, cuando bailas a tu gusto con los pies dibujas flores. Cinco flores muy hermosas salen de misa mayor: los novios y los padrinos y el cura que los casó. Cuatro flores principales se plantan en mi jardín: la rosa y la clavelina, la azucena y el jazmín. ¿Cómo quieres que yo vaya al jardín de la alegría si se marchitan las flores al ver esta pena mía? Del otro lado del río tengo yo los mis amores, del otro lado del río como ramitos de flores. Despedida y no partida tuve anoche con mi amor, y hasta las flores del campo suspiraban de dolor. El día que tú naciste nacieron todas las flores, el día que te casaste se secaron las mejores. El día que tú te mueras yo te tengo de sembrar en tu sepulcro unas flores que recuerden la amistad. El señor cura de Hornija tiene una cama de flores, cuatro más tiene en el cielo por decir buenos sermones. El sol se va poniendo, dicen las flores, ya se va quien nos daba bellos colores. Empiezo por la primera, con una flor en la mano, amarilla, azul y verde, nacida en el mes de mayo. En el campo entre las flores te busqué y no te encontraba, cantaban los ruiseñores y creí que me llamabas. En el campo hay una flor que le llaman amapola, con un letrero que dice: yo no quiero dormir sola. En el campo nacen flores, y en el mar nacen corales, en mi corazón, amores, y en el tuyo falsedades. En la botica hay un frasco y en el frasco una bebida, y en la bebida, una flor, y en la flor, la despedida. ¿En qué jardín te has criado, hermoso ramo de flores? En un jardín delicioso, cautivando corazones. En un jardín delicioso entraste a buscar madrina y entre flores y azucenas cogiste la más florida. Entre la novia y el novio hay un ramito de flores con un letrero que dice: se besen los dos amores. Entre San Pedro y San Juan todas las flores cogí, me ha quedado la verbena, porque no la conocí. Es la señora madrina igual que un vergel de flores, quiera Dios que de hoy n’un año dé la mano a sus amores. Esta noche con la luna y mañana con el sol, he de ir a coger flores a la huerta de mi amor. Este pandero que toco tiene veinticinco sones, cada sonaja, un suspiro, y en medio, un ramo de flores. Flor en la oreja es de burros, en la boca, de animal, en el sombrero es de tontos y en el pecho, de galán. Hermosa clavelinera, dale riego a tus claveles, y verás por la mañana qué florecidos los tienes. La montaña es un jardín, las montañesas las flores, el que quiera ser feliz busque en la montaña amores. La vara de San José todos los años florece, la vergüenza de los hombres se ha perdido y no aparece. Las ilusiones son flores que con el tiempo marchitan, pero dejan en el alma recuerdos que no se olvidan. Las mocinas de este pueblo, todas puestas en hilera, parecen ramos de flores en tiempos de primavera. Los amores olvidados, cuando se vuelven a ver, son como flores del campo que vuelven a florecer. María, si vas al monte quítate las zapatillas que con la flor del hinojo se te ponen amarillas. Moreno, tú que conoces todas las flores del campo, dame a mí la del olvido, que el amor me está matando. No está aquí mi madre, que está en el jardín regando las flores de mayo y abril. No quiero coger la flor, que me pinchan las espinas, no quiero tener amor por no curar sus heridas. No quiero querer a nadie ni que me quieran a mí, quiero andar entre las flores, hoy aquí, mañana allí. No vale lo que tú vales la blanca flor del almendro, ni las mañanas de mayo, ni el prado de rosas lleno. Pajarillo jilguero, dime qué comes. Arenillas del río, del campo flores. Para empezar a cantar empiezo con la primera, la flor que primero nace, primero el aire la lleva. Qué bonita está la flor que nace entre la maleza, qué bonito es el amor si acabara como empieza. ¿Quién te ha regado las flores, si esta noche no ha llovido? Un habanerillo, madre, que de La Habana ha venido. Ramo verde, ramo verde, ramo verde con tus flores, en el jardín de Cupido no se han visto otras mejores. Ronda, que rondaré yo, ronde quien tuviera amores, la calle por donde paso parece un jardín de flores. Si supiera que con flores te había de conseguir, te trajera yo más flores que tienen mayo y abril. Si vas al baile con gran primor, en cada mano lleva una flor. Somos las mozas del tronco, las guiadoras del ramo, las que traemos las flores de nuestro jardín berciano. Todas las flores del campo las cautiva el mes de enero, en llegando abril y mayo salen de su cautiverio. Vengo de cortar las flores del jardín de mi morena, anda y dile que no llore, que mañana vengo a verla. Viene marzo con sus flores, y con sus rosas abril, y mayo con sus claveles para coronarte a ti. Vivan los casados y sus lindas flores, vivan y vivamos todos los señores. Ya está la primavera sembrando flores, ya los campos se visten de mil colores.
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