Artículos

28/1/2015
Vitae
60
Octubre­Diciembre 2014 N°
ISSN 1317­987X
Artículos
Podopatía crónica en pacientes diabéticos Introducción Materiales y métodos Resultados Discusión Referencias Yesenia Hernández Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo Hecmary Hurtado Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo Michelle Linarez Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo María Lombardo Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo Rosa A. Cardozo [email protected] Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo Harold Guevara Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo Magaly Ortunio Departamento de Salud Pública,
Universidad de Carabobo Medicina interna
Podopatía crónica en pacientes diabéticos
Fecha de recepción: 11/05/2013
Fecha de aceptación: 23/12/2014 La Diabetes Mellitus es una patología que conlleva numerosas complicaciones, una de ellas es
la Podopatía Diabética, que puede manifestarse desde una simple lesión cutánea hasta la
gangrena resultando en morbilidad y frecuente amputación. Se propuso describir las
características clínicas y demográficas de Podopatías Crónicas en pacientes diabéticos
ingresados en la emergencia del Hospital Universitario Dr. Ángel Larralde en el año 2011.
Investigación descriptiva, población de 119 historias de pacientes diabéticos y la muestra
estuvo conformada por 47 historias de pacientes con Podopatía Diabética ingresados. El
instrumento utilizado fue la ficha con las variables de estudio. La mayoría de los pacientes
diabéticos de la muestra fueron del sexo masculino (76,6%), con más de 63 años de edad
(52,78%), más de un factor de riesgo (66,67%), controlados con hipoglicemiantes orales (59,6%)
y más de la mitad requirió amputación supracondílea (59,6%). Se recomienda prevención.
Palabras Claves:Podopatía Diabética; factores de riesgo; polineuropatía; diabetes mellitus
Title
Chronic Podopathy in diabetic patients
Abstract Diabetes Mellitus is a disease that leads to many complications, one of them is Chronic Diabetic
Foot, which can occur from a single skin lesion until the gangrene resulting in morbidity and
often amputation. It was proposed to describe the clinical and demographic characteristics of
Chronic Diabetic Foot in diabetic patients admitted to the emergency of the University Hospital
Dr. Angel Larralde in 2011. Descriptive research, population of 119 stories of diabetic patients
and the sample were comprised of 47 stories of admitted patients with Chronic Diabetic Foot.
The used instrument was a tab with the studied variables. Most of diabetic patients in the
sample were male (76.6%), with more than 63 years old (52.78%), more than one risk factor
(66.67%), controlled with oral hypoglycemic (59.6%) and more than a half required supracondylar
amputation (59.6%). It is recommended prevention.
Key Word Chronic Diabetic Foot; Risk factors; Polyneuropathy; Diabetes Mellitus
Introducción
La Diabetes Mellitus (DM) es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas a nivel
mundial siendo las cifras alarmantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el
número de nuevos casos de diabetes a nivel mundial es de 135 millones y se doblará en los
próximos 25 años a cerca de 300 millones. Gran parte de este crecimiento tendrá lugar en
países en desarrollo tanto como en países subdesarrollados (1) . Cabe considerar, que en
Venezuela se estima que más de 2 millones de personas poseen diabetes, lo sepan o lo
ignoren. De modo que los daños al organismo avanzan en silencio hasta que son demasiado
notorios (2) .
Una de sus complicaciones más frecuentes es la polineuropatía diabética, un nombre común
para lo que probablemente constituyen varios trastornos del sistema nervioso periférico, siendo
los procesos que afectan a los miembros inferiores de los pacientes diabéticos: Polineuropatía
distal simétrica progresiva, Mononeuropatía isquémica múltiple, Artropatía neurógena,
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Anhidrosis diabética, Amiotrofia diabética y Podopatía diabética (PD) (3) .
La PD es un síndrome que abarca alteraciones neurológicas y distintos grados de enfermedad
vascular periférica en las extremidades inferiores, que se traducen posteriormente en ulceración
y destrucción de los tejidos profundos, predisponiendo a la adquisición de infecciones que
dificultan el control de la Diabetes (1) . De esta manera, el componente infeccioso es una de las
complicaciones más temidas por lo difícil del tratamiento y constituye un verdadero reto para el
profesional de la salud (4) . Se ha planteado que la mayor morbilidad asociada con la neuropatía
diabética somática es la ulceración del pie, siendo responsable del 40% de las amputaciones no
traumáticas. Es por esta razón que la PD es la principal causa de admisión hospitalaria en el
caso de los pacientes diabéticos (5) .
Ahora bien, existen distintas situaciones patogénicas en los enfermos diabéticos, que
inicialmente predisponen y finalmente determinan la aparición y evolución de las diferentes
alteraciones en sus pies y que conforman la denominada PD. Es así como esta entidad hace
referencia al síndrome resultante de la interacción de factores sistémicos o predisponentes:
angiopatía, neuropatía e infección, sobre los cuales a su vez actúan factores externos
ambientales o desencadenantes: modo de vida, higiene local, calzado inadecuado. Ambos,
predisponentes y desencadenantes, no sólo propician la aparición de úlceras, sino que
contribuyen a su desarrollo y perpetuación. También existe un tercer grupo de factores
agravantes o perpetuantes en el que pueden identificarse desde alteraciones isquémicas
subclínicas, hasta necrosis tisular progresiva.(6)
Finalmente, en la PD existen otros factores etiológicos posibles, como hiperglucemia
mantenida, insuficiencia simple de insulina, insuficiencia vascular de los vasos nervorum,
anormalidad metabólica de los nervios, que sin duda alguna están estrechamente asociados a
las alteraciones de la conducción nerviosa (7) . En relación a esto último, la pérdida de axones y
la desmielinización segmentaria son esencialmente las lesiones estructurales que ocurren en
los nervios periféricos, capaces de alterar la sensibilidad, afectando de esta manera, las fibras
sensitivas y motoras como al sistema nervioso autónomo (8) .
Con respecto a las alteraciones vasculares, existe compromiso de arterias de gran y mediano
calibre (macroangiopatía) así como capilares, arteriolas y vénulas (microangiopatía) dificultando
entonces el adecuado flujo sanguíneo a zonas distales del cuerpo.(6)
A esto se le añade, la importancia de las infecciones, puesto que constituyen las
complicaciones crónicas más comunes del pie diabético. Asimismo representan un factor de
riesgo de amputación y la causa más frecuente de hospitalización con estancias prolongadas,
las cuales en muchos casos, aumentan la morbilidad de estos pacientes.(9)
Es por ello, que la interacción de las manifestaciones vasculares y neurológicas con la infección
como complicación asociada, origina un amplio espectro clínico que va desde alteraciones
isquémicas primitivas, lesiones ungueales, úlceras neuropáticas, hasta la necrosis invasiva con
infección seguida de amputación (7) .
Por dichas razones los signos y síntomas que se presentan en la neuropatía diabética son
variados, y pueden presentarse desde hiperestesia hasta anestesia, dolor, desaparición de los
reflejos tendinosos, desaparición del sentido vibratorio y de la posición, anhidrosis, formación de
callos, úlceras y mal perforante plantar, pie laxo, atrofia muscular, alteraciones óseas y
articulares y signos radiológicos como la osteoporosis, osteolísis y articulación de Charcot (7) .
El principal método diagnóstico de PD es la evaluación clínica, basada en una exploración
completa de los miembros inferiores, examinando los componentes sensitivos y motores para
detectar polineuropatía. Se debe deducir mediante esta evaluación clínica la presencia de
signos y síntomas anteriormente descritos y posteriormente ser confirmados mediante
paraclínicos que además permiten el seguimiento y control del paciente.(10)
Dentro de estos paraclínicos es importante destacar la prueba de Hemoglobina Glicosilada (Hb
Alc) útil en el manejo de los factores de riesgo para complicaciones crónicas de la DM,
principalmente podopatía y nefropatía. Esta prueba constituye un índice de control de la DM a
largo plazo, que va en función de la vida media del glóbulo rojo, que es aproximadamente 120
días permitiendo evaluar el grado de control glicémico de un periodo previo largo. Se consideran
como límites de control aceptable hasta un siete por ciento. Entre el 7 y 9 por ciento se
considera un deficiente control de la diabetes y superior a 9 por ciento, muy deficiente .(11)
Por otro lado, con respecto al tratamiento, resulta conveniente clasificar primero los estadíos en
los que ese desarrolla esta patología, con el fin de dar el tratamiento pertinente ante una
determinada lesión y asegurar una evolución favorable.(12) No hay una clasificación
universalmente aceptada que englobe los criterios de evaluación de las lesiones de la PD, sin
embargo, dentro de las más aceptadas y utilizadas se incluye la de Wagner quien propuso un
sistema de clasificación que va desde el grado 0 hasta el grado V, basado en la profundidad y
extensión de la lesión, planteando una excelente correlación tanto en el porcentaje de
amputaciones como con la morbimortalidad. Conforme las lesiones son de mayor grado
aumenta la posibilidad de sufrir de amputación mayor y aumenta asimismo la mortalidad
asociada. Una crítica a esta clasificación es que no tiene en cuenta la etiopatogenia de la
lesión, pero en realidad los grados I, II y III se correlacionan con las lesiones neuropáticas y los
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grados IV y V con lesiones isquémicas.(13,14)
El pilar fundamental en cuanto al tratamiento, es el adecuado control metabólico capaz de
reducir al máximo las consecuencias del síndrome. Ahora bien, dependiendo del grado de
afectación clínica, se llevan a cabo tratamientos específicos. En las presentaciones más
tempranas de PD, resulta esencial una adecuada educación al paciente, medidas preventivas
en cuanto al cuidado de los pies, limpieza de las lesiones y desbridamiento de tejido
queratósico en caso de ser necesario.
En relación a ulceraciones más avanzadas, la realización de desbridamiento de tejido necrótico,
drenaje de úlceras y la aplicación de antibioticoterapia resulta primordial en úlceras infectadas
atendiendo a la gravedad y tipo de la misma.(15), pudiendo llegar a la amputación. Entre los
factores asociados con la misma describen la presencia de antecedentes personales de
amputación, infección grave, osteomielitis, retinopatía proliferativa y signos de vasculopatía
periférica grave.(16)
Finalmente el tratamiento es individualizado por el hecho de que la lesión puede ser tan
superficial como una pequeña fisura en cualquier punto de la piel, por donde penetran los
gérmenes produciendo un infección local, hasta la pérdida del miembro ya que las personas
diabéticas tienen un riesgo 15 veces mayor de sufrir una amputación (6) .
La prevalencia de neuropatía periférica en pacientes con DM tipo II, ha sido especialmente
estudiada en numerosos aspectos a través del tiempo. La Universidad de Manchester, Inglaterra
en el 2007, reportó una fuerte asociación entre la neuropatía y el desarrollo de úlceras en los
pies de los diabéticos, a los que se asocian otros factores como un aumento en la presión del
pie, un calzado inapropiado y otros factores extrínsecos; afirman que resulta importante
reconocer a los pacientes de alto riesgo y realizar una educación preventiva (17) .
En el año 2009, Camacho (18) investigó la prevalencia de PD al estudiar 207 pacientes que
acudieron a la consulta externa de medicina familiar en Mazatlán Sinaloa, planteando la
correlación positiva entre la neuropatía periférica y el tiempo de evolución de la diabetes así,
como con la edad del paciente. La prevalencia de neuropatía periférica fue de 54,5%. Esta
revisión reflejó que el tiempo de evolución a partir del diagnóstico de la enfermedad y la edad del
paciente son los factores que más se correlacionaron con la neuropatía periférica.
Un año después González y col (19) realizaron en Murcia, España un estudio que analizaba la
presencia de determinados factores de riesgo de PD en la población diabética del Centro de
Salud de Triana, con el objetivo de poder analizar así, una estratificación del riesgo. Encontraron
que en la mayoría de estos pacientes, el déficit de cuidados era el factor primordial en el avance
de estadíos, siendo este un factor identificable y modificable.
Por otra parte, en la Universidad de Chulalongkorn en Bangkok, año 2011, Navicharem (20)
realizó un estudio para examinar la relación entre el auto manejo de la diabetes, glicemia en
ayunas y la calidad de vida en pacientes diabéticos tipo II con úlceras en el pie, que hubiesen
recibido tratamiento para la diabetes en el Hospital King Chulalongkorn Memorial.
Experimentando con 80 pacientes, de los cuales el 51,3% eran masculinos mayores de 60
años. El análisis reveló que existe una correlación significativa entre la glicemia en ayunas y la
calidad de vida. Además, el automanejo de la DM tipo II y la calidad de vida las encontraron
estrechamente relacionadas.
Los factores de riesgo para el desarrollo de ulceraciones en el pie en diabéticos tipo II, fueron
estudiados en México por Bustos yPrieto (21) en la Universidad de Guadalajara año 2011. Un
total de 2067 pacientes con dicha patología fueron evaluados, explorando factores como la
edad, sexo, ocupación, tiempo de la enfermedad desde su diagnóstico, cambios vasculares,
presencia de infecciones y antropometría. Esta investigación concluye que la mayoría de los
factores de riesgo son potencialmente modificables mediante el ajuste de los hábitos y
costumbres de los pacientes.
En Venezuela, Schneirder y Weissman (22) del Hospital Vargas de Caracas en el año 2009,
publicaron una investigación sobre los aspectos clínicos del síndrome del pie diabético.
Evaluaron 427 pacientes con DM desde 1998 a 2008, con la finalidad de determinar la
frecuencia y características clínicas de los pies. En 367 casos evaluados retrospectivamente
encontraron lesiones en los pies en 72 casos (19,6%), y que de 60 pacientes hospitalizados en
forma consecutiva, 28 casos (46,7%) padecían lesiones avanzadas del pie; en 38 casos
(63,3%) detectaron lesiones menores tipo hiperqueratosis o callosidades. En 16 casos (26,7%)
el pie diabético fue el motivo que originó la hospitalización, y 39 pacientes (65%) no tenían
información previa adecuada sobre el cuidado preventivo para las afecciones del pie.
Finalmente, Pérez (23) estudió la caracterización del pie diabético, y los resultados del
Heberprot­P como tratamiento en la Clínica Simón Bolívar 2010 en el Estado. Carabobo. Analizó
300 pacientes con pie diabético obteniendo que, en ellos la DM tipo 2 representó el 98%. El
género masculino predominó con 54,6% y el grupo de 69 años con 31,33%. El 60,3% perteneció
al grado II de la clasificación de Wagner.
En atención a la problemática planteada se ha observado que existe un incremento de PD en
los pacientes que acuden al HUAL lo cual ocasiona sufrimiento y deterioro de la calidad de vida
de estos pacientes; es un problema no resuelto o mal resuelto, que es posible mejorarlo. Por
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todo ello, al tratar al paciente diabético hay que abordar la importancia de prevenir y tratar el pie
diabético. No obstante aun cuando es una patología frecuente y con múltiples investigaciones,
el abordaje de esta complicación degenerativa no siempre se realiza de forma adecuada, y las
medidas preventivas no están siendo aplicadas para minimizar el problema.
Se propone recopilar datos de interés práctico e información útil que permita conocer desde un
punto de vista global al paciente con pie diabético, y obtener así estadísticas propias de la
región y de la institución. Razón por la cual se planteó describir las características clínicas y
demográficas de las Podopatías Crónicas en pacientes diabéticos en la emergencia del Hospital
Universitario Dr. Ángel Larralde en el periodo enero a diciembre 2011, específicamente la edad,
sexo, procedencia, tipo de diabetes, factores de riesgo, grado de neuropatía según estadío de
Wagner, tiempo de evolución de la diabetes, niveles de hemoglobina glicosilada y los tipos de
tratamiento tanto médico como quirúrgico utilizados.
Materiales y métodos
El tipo de investigación, según el enfoque fue descriptivo de diseño no experimental. La
población estuvo conformada por 119 historias de pacientes diabéticos, de las cuales fueron
seleccionadas para la muestra 47, ingresados bajo el diagnóstico de Podopatia diabética, en la
Emergencia del Servicio de Cirugía del Hospital Dr. Ángel Larralde, ubicado en Bárbula, Estado
Carabobo, durante el año 2011. La técnica fue la revisión documental a través de la ficha. La
clasificación de la neuropatía se realizó según el esquema de Wagner, expuesto a continuación.
Clasificación Clínica de la Neuropatía Diabética (13,14)
GRADO
LESION
0
I
II
CARACTERISTICAS
Ninguna, pie de riesgo
Callos gruesos, cabezas de metatarsianos
prominentes, dedos en garra, deformidad ósea
Ulceras superficiales
Destrucción del espesor total de la piel
Ulcera profunda
Penetra la piel grasa, ligamentos pero sin
afectar hueso. Infectada
III
Ulcera profunda osteomielitis
más Extensa y profunda, secreción, mal olor
IV
Gangrena limitada
Necrosis de una parte del pie o de los dedos,
talos o planta
V
Gangrena extensa
Todo el pie afectado; efectos sistémicos
PTB Test positivo
El análisis de datos se realizó a través del programa STATISTIX v.8.0 para Windows. La
información se presenta en cuadros de distribución de frecuencia y asociación con análisis
descriptivo a través de las frecuencias absolutas, porcentajes, cálculos de promedio, desviación
estándar, valor máximo y mínimo para la variable edad.
Resultados
Un total de 47 historias de pacientes con podopatía diabética fueron revisadas, de ellas, 76,6% (36
pacientes) fueron masculinos y 23,4% (11 pacientes) femeninos, con diferencias estadísticamente
significativas (Z= 4,95; p= 0,000), con promedio de edad de 62,5± 11,97años de edad y un rango entre 42 y
91 años. (Tabla 1)
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Por su parte, la procedencia corresponde en 40,4% (19 pacientes) al municipio Valencia, mientras que
23,4% (11 pacientes) pertenecieron al municipio Naguanagua, seguido por 8,5% (4 pacientes) del municipio
Los Guayos, todos en el Estado. Carabobo El 27.7% (13 pacientes), restante provenía de otros municipios
y estados del país. En relación con el tipo de diabetes que presentan los pacientes con PD, resultó en
93,62% de casos de DM tipo II (44 pacientes) y la DM tipo I, 6,38% (2 pacientes).
En cuanto a los factores de riesgo tales como la ingesta elevada de Alcohol, Hipertensión Arterial (HTA),
tabaquismo y obesidad se encontró que 66,67% de los casos (26 pacientes) tuvieron como factor de riesgo
alcoholismo. (Tabla 2). Por su parte la asociación de más de un factor de riesgo se presentó en 65,8% de
los casos.
En relación al estadío de la neuropatía y el tiempo de evolución de la diabetes, se encontró que los
estadíos IV y V son predominantes en tiempo de evolución comprendido entre 1­9 años y 18–25 años.
Hubo 6 historias que no reportaron el tiempo de evolución de la Diabetes. (Tabla 3) y por lo tanto no
pudieron ser evaluadas.
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Al analizar el tratamiento médico usado, 59,58% (28 pacientes) utilizaron como tratamiento los
Hipoglicemiantes orales 23,4% (11 pacientes) se mantenía bajo insulina mientras que 8 historias (17,02%),
no reportaron el tratamiento médico . En la muestra estudiada no hubo pacientes con tratamiento
combinado (Insulina/hipoglicemiante).
El tratamiento quirúrgico que prevaleció fue la Amputación Supracondílea con 59,6%, (28 pacientes).
(Tabla 4)
Discusión
Los datos relacionados con la epidemiología de PD en Latinoamérica son escasos y diversos.
Las úlceras y amputaciones son un gran problema de salud pública que genera un alto costo
social y económico al paciente, sus familiares y a los Sistemas de Salud.(24)
En cuanto al género de la población con PD se observó que en su mayoría fueron masculinos,
coincidiendo con resultados de la investigación realizada por Navicharem (20) y Pérez (23) , en la
cual predominó el género masculino (51,3 y 54,6% respectivamente) aunque con menor
porcentaje que en el presente estudio. Esto nos resulta interesante porque se podría asumir que
los hombres se complican más con la PD, dejando una ventana abierta a próximas
investigaciones en torno a una mayor consciencia de autocuidado en el género femenino
respecto a la higiene, la estética y la ejecución regular de actividad física, lo cual podría
favorecer un mejor control metabólico de la DM entre las mujeres. Por su parte en cuanto a la
edad, Navicharem (20) la reporta con mayoría por encima de los 60 años y Pérez (23) sobre los
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69 años, concordando con los resultados presentados. No obstante, llamó la atención que
pacientes en edades productivas (42­52 años) fueron afectados por esta patología (26,1%),
implicando para ellos disminución de calidad de vida, ingreso económico y desarrollo social.
Al considerar los factores de riesgo se encontró que en la mayoría de los pacientes coexisten
dos factores de riesgo y con un mismo porcentaje los pacientes que consumían alcohol.
Resulta relevante destacar que estos factores son potencialmente modificables con cambios de
estilo de vida, y no hay duda de que su presencia puede perpetuar el curso de la enfermedad,
haciéndola crónica, tal como concluyó la investigación realizada por Bustos y Prieto (21) .
Con respecto al riesgo de desarrollar PD, se encontró que fue mayor después de 9 años de
diagnosticada la diabetes, asimismo, predominaron los estadíos IV y V con 59,57%, por encima
de lo reportado por Schneider Weissman y col (22) que ubican las lesiones mayores en 46%. La
mayoría de estos pacientes fueron ingresados al hospital en estadíos avanzados, lo cual era de
esperarse por tratarse de un Hospital tipo IV donde por lo general, se atienden patologías
mayores por la emergencia. Esto dificulta la aplicación de tratamientos conservadores, por lo
cual, debieron recurrir a técnicas quirúrgicas radicales como la amputación de miembros. Todo
ello aumentó la permanencia intrahospitalaria, afectando la calidad de vida del paciente.
Ahora bien, una limitación para el presente estudio fue que no se pudo asociar el nivel de
hemoglobina glicosilada con el estadío de PD, debido a que sólo 2 de las 47 Historias Clínicas
revisadas contaban este examen paraclínico, a pesar de ser un estudio fidedigno para verificar
control metabólico del paciente diabético en los seis meses previos (25) . En cuanto al
tratamiento médico de estos pacientes, la mayoría se encontraban con hipoglicemiantes orales.
Lo que enfatiza la importancia de realizar nuevos estudios para verificar control metabólico del
paciente diabético en los seis meses previos (25) . Por último, el tratamiento quirúrgico que
prevaleció fue la amputación supracondílea seguida por amputación de dedos, lo que sugiere
que no existe un buen control de la DM. Esto, puede ser debido a varios motivos como el
incumplimiento del tratamiento por parte del paciente, la falta de recursos para la adquisición del
mismo o una relación médico­paciente deficiente, en la cual el personal médico no realiza la
adecuada promoción y educación propia de la atención primaria.
Los pacientes diabéticos, principalmente aquellos afectados con DM tipo II, poseen escasa
información y educación sobre la enfermedad, especialmente el cómo prevenir, retrasar o
detener el desarrollo de sus complicaciones. Se considera fundamental, la realización de
prácticas higiénicas y la prevención para ayudar a detener el problema de salud que esto
representa. Por ello se recomienda al paciente diabético un adecuado control y seguimiento
preciso de la DM; cumplimiento estricto del tratamiento; estilo de vida saludable, evitar tabaco
alcohol y tratar hipertensión arterial; hacer actividad física de manera regular, por lo menos
veinte minutos tres veces por semana; cumplir dieta específica para la patología; establecer
medidas de higiene y cuidados especiales en miembros inferiores, tal como uso de calzado
confortable y lavado diario de ambos pies. Así como, no cortar las uñas, en su lugar limarlas,
para así prevenir heridas potencialmente infectables.
Para el servicio médico se recomienda ejercer una función de promoción de salud informando,
educando y orientando al paciente diabético con respecto a su patología. Tratar al paciente con
PD con un equipo multidisciplinario, que incluya, endocrinólogo, traumatólogo, internista,
infectólogos y cirujanos general y vascular periférico, además de enfermeras entrenadas en el
área de podología.
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NOTA: Toda la información que se brinda en este artículo es de carácter investigativo y con fines académicos y de actualización para
estudiantes y profesionales de la salud. En ningún caso es de carácter general ni sustituye el asesoramiento de un médico. Ante
cualquier duda que pueda tener sobre su estado de salud, consulte con su médico o especialista.
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