42 Anemias nutricionales en el adolescente E. Monteagudo, T. Cabo, J. Dalmau Unidades de Nutrición y Hematología Pediátrica. Hospital Infantil «La Fe». Valencia Resumen Nutrición infantil Se revisan las recomendaciones para la prevención, diagnóstico y tratamiento de las anemias nutricionales en el adolescente, haciendo hincapié en las normas de alimentación; se define la población de adolescentes de mayor riesgo, y se exponen las pruebas biológicas para el diagnóstico de ferropenia y las deficiencias de folatos y vitamina B12, el diagnóstico diferencial y el tratamiento con preparados orales y parenterales, así como sus indicaciones respectivas. Palabras clave: Hierro, folatos, vitamina B12, adolescente, anemia nutricional, ferropenia, anemia ferropénica, déficit de folatos, déficit de B12, anemia megaloblástica Summary ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 58, N.o 10, 2000 The authors review the recommendations for the prevention, diagnosis and treatment of deficiency anemias in adolescents, focusing especially on dietary guidelines. The adolescent population at greatest risk is defined. The laboratory tests employed in the diagnosis of iron deficiency, folate deficiency and vitamin B12 deficiency are described and the differential diagnosis and treatment with oral and parenteral compounds and their respective indications are discussed. 594 Key words: Iron, folates, vitamin B12, adolescent, deficiency anemia, iron deficiency, iron deficiency anemia, folate deficiency, vitamin B12 deficiency, megaloblastic anemia (Acta Pediatr Esp 2000; 58: 594-600) Introducción Las anemias nutricionales son la causa más importante de anemia en la población mundial, especialmente la ferropenia, que es el déficit nutricional específico con mayor prevalencia, pues se ha calculado que afecta a uno de cada tres habitantes1. Las anemias megaloblásticas por déficit en la ingestión de folatos y/o vitamina B12 son poco frecuentes en el adolescente sano, pero en la actualidad tiene interés creciente la repercusión de carencias subclínicas de estos nutrientes en la etiología de los defectos de cierre del tubo neural y en la etiopatogenia de la arteriosclerosis. La mayor prevalencia de ferropenia y anemia ferropénica se da en los lactantes, seguidos de los adolescentes y mujeres en edad fértil. En nuestro país2, la prevalencia de ferropenia en adolescentes es de un 1,7% en varones y un 5% en mujeres; de anemia ferropénica, 0,9% en varones y 1,6% en mujeres, valores similares a otros países industrializados e inferiores a los observados en EE.UU.3. La adolescencia es un periodo de transición desde la infancia hasta el adulto, en el que, además de cambios psíquicos, se producen cambios físicos muy importantes que originan un aumento en los requerimientos nutricionales. Constituye la época de crecimiento final, con cambios en la composición corporal, maduración sexual y adquisición de la capacidad reproductiva. Durante la adolescencia, se incrementa la actividad intelectual y se inicia la actividad deportiva, que puede alcanzar niveles de competición. Por todo ello, puede considerarse un periodo en el que hay un aumento notable en los requerimientos de macro y micronutrientes en una población que, por sus características psicológicas, es más difícil de aconsejar y que adquiere con facilidad hábitos nutricionales incorrectos por influencia social. La prevención y tratamiento de las anemias nutricionales en el adolescente tienen gran interés, pues la repercusión puede ser multiorgánica: la anemia ferropénica se ha asociado a trastornos en el desarrollo y alteraciones de conducta4-8, disminución de la capacidad y rendimiento físico laboral9 y deportivo10; en la gestante se duplica o triplica el riesgo de parto prematuro y feto con bajo peso al nacer11; por su parte, la deficiencia de folatos y vitamina B12 se ha asociado a importantes problemas de salud revisados exhaustivamente por diversos autores12-14, y se ha descrito, además del cuadro hematológico clásico, retraso en el crecimiento y en el desarrollo psicomotor, mayor incidencia de defectos de cierre del tubo neural e hiperhomocisteinemia, con aumento de enfermedad cardiovascular. Factores asociados Factores dietéticos Durante la adolescencia, se producen con frecuencia cambios en los hábitos dietéticos, 43 Menarquia El inicio de la fertilidad en la mujer origina unos requerimientos de hierro superiores a los que tendrá el varón una vez pasado el periodo de máximo crecimiento puberal. El riesgo de ferropenia se incrementa en adolescentes y mujeres fértiles cuando3, 22 la hemorragia menstrual es superior a 80 mL/mes, con el empleo de dispositivos anticonceptivos intrauterinos, embarazo en la adolescencia, multiparidad y diagnóstico previo de ferropenia en la infancia. El empleo de anovulatorios disminuye el riesgo de ferrope- Actividad deportiva El deporte10 se practica en la adolescencia más que en cualquier otra etapa de la vida. En este periodo, se inicia el deportista que, posteriormente, puede llegar a niveles de elite. La actividad deportiva per se no es causa de anemia nutricional, salvo que la persona joven siga dietas inadecuadas recomendadas de manera incorrecta por entrenadores o monitores deportivos. En deportistas de alta competición puede observarse una seudoanemia dilucional y, en ocasiones, ferropenia favorecida por pérdidas debidas fundamentalmente a hemólisis mecánica. Diagnóstico biológico El diagnóstico de las anemias nutricionales del adolescente comprende las pruebas para el diagnóstico de deficiencia de hierro y de ácido fólico y vitamina B12. Diagnóstico de ferropenia y anemia ferropénica Como ya describimos en una publicación anterior25, el diagnóstico de la deficiencia de hierro puede establecerse por niveles de gravedad, desde la depleción de la reserva férrica hasta la anemia ferropénica. Existen indicadores biológicos que marcan la situación del paciente en cada estadio y que tienen unas limitaciones diagnósticas ya expuestas con anterioridad25. Dichos conceptos son aplicables al diagnóstico de la ferropenia en el adolescente, con la salvedad que los valores límite considerados como punto de corte para definir la anormalidad (tabla 1) son diferentes a los referidos para lactantes. La prueba diagnóstico-terapéutica con hierro tiene también utilidad en la población adolescente. Pruebas para el diagnóstico biológico de la deficiencia de hierro en adolescentes 1.ª fase: depleción de la reserva férrica Ferritina plasmática <12 ng/mL 2.ª fase: deficiencia de hierro plasmático Sideremia: <65 µg% IST <14% 3.ª fase: anemia ferropénica Hb <11,5 g/dL VCM <72 fL Protoporfirina eritrocitaria libre (PEL) >70 µg/dL de hematíes ANEMIAS NUTRICIONALES EN EL ADOLESCENTE Factores relacionados con el crecimiento La aceleración del crecimiento16 en la pubertad se acompaña de un cambio en la composición corporal, sobre todo en varones (aumento de la masa magra, de la volemia y la masa eritrocitaria). Cada kg de masa corporal nueva contiene alrededor de 45-50 mg de hierro. La aceleración en la curva de crecimiento en las niñas se produce hacia los 11,5 años, y la menstruación se inicia generalmente un año después del pico de crecimiento; en los varones, el pico máximo en la curva de crecimiento se da entre los 13 y 14 años, con una aceleración superior a la de las niñas pero de menor duración. Todo esto va a originar un aumento importante en los requerimientos de los nutrientes y, especialmente, del hierro. Tras la deceleración en la curva de crecimiento, los varones vuelven a los requerimientos prepuberales, mientras que las mujeres, debido al inicio de la menstruación, mantienen unas necesidades medias más elevadas, alrededor de un 20% llegan a requerir 2 mg diarios de hierro absorbido o más debido a importantes pérdidas menstruales. nia por asociar menores pérdidas. Las pérdidas menstruales pueden desencadenar, en algunos casos, anemias ferropénicas graves23, 24. Tabla 1 en los que van a influir de forma decisiva los cambios psicológicos propios del adolescente y su entorno social. Adquieren hábitos que están de moda y adoptan determinadas dietas15-17 preocupados por su imagen corporal, debido a ideales de belleza asociados a veces a delgadez extrema; en nuestro país, se ha realizado un estudio en el que se ha observado un 46% de adolescentes con conductas alimentarias alteradas, que llegan en un 1617% de casos a síndromes anoréxicos o bulímicos parciales18. Se aprecia un incremento en las comidas rápidas típicas americanas, comidas supuestamente bajas en calorías, dietas de «control de peso» y vegetarianas no equilibradas. En EE.UU., se ha observado en el estudio de seguimiento nutricional CSFII que sólo una cuarta parte de los adolescentes y mujeres en edad fértil cumplen las RDA para el hierro19. En nuestro entorno, se está apreciando una tendencia al abandono del esquema tradicional de la dieta mediterránea y la introducción de dietas nutricionalmente incorrectas, deficitarias, entre otras cosas, en hierro, folatos y vitamina B1220, 21. 595 44 Diagnóstico de las deficiencias de ácido fólico y vitamina B12 Las deficiencias de folatos y vitamina B12 inducen una serie de anomalías biológicas comunes por su repercusión hematológica y metabólica; las más características son la hipersegmentación de neutrófilos y la hiperhomocisteinemia. Hay que tener presente que cuando existe una deficiencia simultánea de hierro en el individuo –situación que no es excepcional en pacientes con carencias de origen nutricional–, las alteraciones megaloblásticas pueden quedar enmascaradas y manifestarse sólo cuando se corrige la ferropenia14. La demostración de la deficiencia específica de folatos o vitamina B12 requiere la determinación de sus niveles séricos, pero podemos encontrarnos, ocasionalmente, valores límite o incluso en rango bajo de normalidad en individuos con anomalías clínicas y biológicas compatibles. Por ello, la prueba más específica para el diagnóstico de la deficiencia nutricional es la prueba terapéutica en la que se observe respuesta hematológica tras administrar el tratamiento específico14. Las pruebas para el diagnóstico biológico de las anemias nutricionales debidas a deficiencias de folatos y B12 se reflejan en la tabla 2. Diagnóstico diferencial Tabla 2 ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 58, N.o 10, 2000 Anemia ferropénica Las anemias inflamatorias pueden originar una disminución de la sideremia, incluso del índice de saturación de transferrina (IST), no obstante, la capacidad de fijación Pruebas para el diagnóstico biológico de las anemias macrocíticas nutricionales debidas a deficiencias en folatos y/o vitamina B12 Anomalías comunes • Hipersegmentación de neutrófilos • Hb <11,5 g/dL, VCM >92 fL • Leucopenia y trombopenia de gravedad variable • Aumento de LDH, bilirrubina indirecta • Incremento del IST • Aumento de los niveles de homocisteína • Médula ósea: hiperplasia eritroblástica con asincronía madurativa, eritropoyesis ineficaz y precursores anormalmente grandes de las tres series Niveles de folatos • En suero <3 ng/mL • Eritrocitarios <150 ng/mL Niveles de vitamina B12 • En suero <100 pg/mL 596 total del hierro (CFHT) será normal o disminuida y la ferritina (indicador diferencial más importante) está aumentada o por lo menos, con valores superiores a 25-50 ng/ mL. La intoxicación por Pb se caracteriza por una plumbemia elevada, pero el indicador más importante es un valor elevado de la protoporfirina eritrocitaria libre (PEL), por encima de los habituales en las ferropenias. Por último, el rasgo talasémico es la entidad con la que, más frecuentemente, se hace el diagnóstico diferencial, dada la prevalencia en nuestra población; además de tener unos niveles elevados de Hb A2 y/o F (excepto en los casos de rasgo alfatalasémico), suele observarse una eritrocitosis y una mayor microcitosis e hipocromía. Para el diagnóstico diferencial con el rasgo talasémico puede emplearse también el índice de Mentzer26, que se calcula dividiendo el volumen corpuscular medio (VCM) por el número de hematíes/mmc expresado en millones; cuando el cociente hallado es superior a 12, indica que nos encontramos ante una ferropenia; valores iguales o inferiores a 12 orientan a rasgo talasémico. La sensibilidad y especificidad de dicho índice son buenas27. Conviene recordar que los adolescentes afectos de rasgo talasémico pueden padecer ferropenia asociada como cualquier otra persona, situación que modificará la eficacia diagnóstica de dicho índice. Anemias macrocíticas por déficit de ácido fólico y vitamina B12 Siempre que la historia clínica no oriente claramente a una deficiencia de origen nutricional y cuando, tras iniciar el tratamiento no se observa una respuesta bioquímica o hematológica adecuada, debe efectuarse el diagnóstico diferencial con otras causas de anemia megaloblástica28 (tabla 3). Prevención Las estrategias para la prevención de las deficiencias de hierro, folatos y vitamina B12 se sitúan a diferentes niveles. Corrección de dietas carenciales Como ya expusimos anteriormente, existe una tendencia en nuestro entorno al aumento de dietas deficitarias en hierro, especialmente en la población adolescente. La importancia de lograr unas reservas férricas adecuadas se debe, no sólo a que evita la aparición de ferropenia y anemia en los adolescentes, sino a que dispone a la mujer fértil en situación idónea en el momento de la concepción (mucho más si el embarazo tiene lugar durante la adolescencia), disminuyendo el riesgo de prematuridad y bajo peso al nacer que se ha asociado a la anemia ferropénica en la gestante11. Las dietas vegetarianas estrictas son carenciales en hierro, Déficit de vitamina B12 – Defectos en la absorción • Anemia perniciosa • Gastrectomía • Resección/by-pass ileal • Enfermedad de Crohn • Celiaquía • Enfermedad de Whipple • Linfoma intestinal • Enfermedad de ImmerslundGräsbeck – Defectos en el transporte • Déficit de transcobalamina II – Defectos metabólicos • Intoxicación por óxido nitroso • Déficit de adenosilcobalamina y metilcobalamina Déficit de folatos – Defectos en la absorción • Malabsorción hereditaria • Celiaquía • Enfermedad de Whipple • Linfoma intestinal – Aumento de los requerimientos • Ingestión de alcohol • Embarazo, lactancia • Anemias hemolíticas crónicas • Hipertiroidismo • Tratamiento anticomicial • Enfermedad de Lesch-Nyhan • Homocistinuria – Inhibidores • Metotrexato • Pirimetamina • Sulfamidas Otras causas – Aciduria orótica – Mielodisplasias – Leucemias – Infección por VIH no así las lacto-ovo-vegetarianas, que suelen estar más equilibradas. Basándose en las necesidades diarias de hierro biodisponible y el porcentaje medio de absorción intestinal del hierro ingerido, las RDA para adolescentes se han establecido en 15 mg diarios en las niñas y 12 mg en los varones29. La forma óptima de obtener la ingesta recomendada es con un aporte adecuado de alimentos ricos en hierro HEM (carnes, pescados) (tabla 4), por su alta biodisponibilidad y por favorecer la absorción del hierro no HEM, así como la ingestión de vitamina C, y evitar alimentos que contengan compuestos que disminuyen la biodisponibilidad del hierro: polifenoles, taninos, fitatos. Un vaso de zumo de naranja en el desayuno induce una absorción extra de 0,25-0,30 mg de hierro en personas al límite de la ferropenia; el incremento en la dieta de Contenido en hierro de alimentos por grupos Alimento Hígado de pollo Yema de huevo Frutos secos Legumbres Carnes Huevo entero Marisco Pescado Fruta Contenido en hierro (mg por cada 100 g) 8 8 5-8 5-7 1-3 2,2 0,7-2,2 0,7-1,1 0,2-0,7 100 g de carne (que contiene 1 mg de hierro HEM) induce una absorción extra de 0,25 mg de hierro30. Existe una reserva con depósito hepatocitario de vitamina B12 que puede durar 300-400 días; si tenemos en cuenta que los requerimientos mínimos diarios son de 0,1-1 µg/día31, se explica que la deficiencia nutricional pura de vitamina B12 se observe generalmente en vegetarianos estrictos (veganos) que no ingieren ningún producto de origen animal32, 33, aunque no exclusivamente en ellos34, 35. Las Dietary References Intakes de folatos36 en adolescentes se han situado en 300 µg/día (de 9 a 13 años) y 400 µg/ día (de 14 a 18 años). Son especialmente ricos en folatos el hígado, el riñón, la levadura, las frutas y las verduras (sus hojas verdes), pero se puede perder gran cantidad de ellos en el proceso de cocción. Se ha estudiado la ingestión media diaria de folatos en diversos países de Europa37 y se ha observado en los países que mantienen en alguna medida una alimentación con características de «dieta mediterránea» (Francia, España, Portugal) una ingestión aproximada de entre 300 y 400 µg/día, próxima a los valores recomendados. No obstante, en nuestro país ya se ha detectado entre la población adolescente y juvenil una tendencia a dietas que se alejan de las características aconsejadas20, 21. Con el fin de corregir la tendencia observada en dietas deficitarias, urge el establecimiento de programas adecuados para la educación nutricional tanto a nivel escolar como en los centros de salud, así como de las medidas oportunas para eliminar la propaganda en los medios de comunicación que promociona dietas y modas sensacionalistas inadecuadas. Administración profiláctica de preparados farmacológicos La administración sistemática de suplementos de hierro en adolescentes únicamente está justificada en aquellos que además presenten otros factores de riesgo: embarazo, hipermenorrea y dietas carenciales (veganos). Hay autores que proponen la administración intermitente semanal de 60 mg (60180 mg en caso de embarazadas), al observar ANEMIAS NUTRICIONALES EN EL ADOLESCENTE Principales causas de anemias megaloblásticas, excluidas las de origen nutricional. Modificado de Whitehead et al28 Tabla 4 Tabla 3 45 597 46 con esta pauta idéntica eficacia al suplemento diario, una mayor cumplimentación y menos efectos adversos38. La administración sistemática de suplementos de ácido fólico está justificada (siempre y cuando se haya descartado una deficiencia de vitamina B12) en adolescentes con requerimientos aumentados por anemia hemolítica crónica, tratamiento con anticomiciales, embarazo y para la prevención de los defectos del tubo neural, pues se ha demostrado que la ingestión diaria de 4 mg antes de la concepción reduce la frecuencia de dichas malformaciones en un 75%39. Tabla 5 ACTA PEDIATRICA ESPAÑOLA, Vol. 58, N.o 10, 2000 Cribado en individuos de riesgo A pesar de su coste económico, el cribado está justificado en segmentos de la población con prevalencia alta de ferropenia como son los adolescentes; se ha visto que existe una mejor cumplimentación y eficacia terapéutica tras la detección analítica y el establecimiento de un tratamiento individualizado40. En las chicas, se recomienda que si existen factores adicionales de riesgo (pérdidas menstruales importantes, diagnóstico previo de ferropenia en la infancia, dieta carencial), la detección se efectúe con una periodicidad anual19. La prueba de laboratorio más idónea para el cribado de la deficiencia de hierro es la utilización conjunta de hemoglobina y ferritina40. Probablemente, un momento idóneo para efectuar el estudio es cuando el adolescente se inicia en la actividad deportiva, integrando dicho estudio en el reconocimiento médico que se realiza. La detección de las deficiencias de folatos está indicada en adolescentes con factores de riesgo asociados ya enumerados anteriormente, y en mujeres cuando efectúan la primera visita al obstetra. La detección de la deficiencia Tratamiento Anemia ferropénica La ferropenia es un síndrome y, por tanto, su tratamiento debe ir dirigido a la corrección de sus causas, porque sin la eliminación de éstas, fracasará o solamente producirá una mejoría temporal. La primera condición pues para establecer el tratamiento adecuado es el diagnóstico etiológico y la supresión de el/los factores responsables. Corrección de la dieta y ferroterapia oral En la mayoría de los pacientes es el tratamiento de elección. La posología recomendada es de 3-5 mg/kg/día de hierro elemental durante 3-5 meses en función de la gravedad de la deficiencia, tolerancia al hierro y respuesta observada. Se administra en una dosis 15-30 minutos antes del desayuno, aunque puede repartirse en dos o tres dosis. Los preparados (tabla 5) con mayor eficacia son los que contienen sales ferrosas, especialmente sulfato ferroso; le siguen los preparados que contienen hierro trivalente y, por último, los compuestos de ferritina. Los efectos adversos se presentan sobre todo con las sales ferrosas, pudiendo observarse: molestias digestivas, diarrea y pigmentación dentaria transitoria. Si no se tolera bien, puede darse mezclado con las comidas, aunque la eficacia será inferior. Las sales férricas son mejor toleradas. Los preparados con menos efectos adversos, aunque también menor eficacia, son los compuestos con ferritina. La respuesta al tratamiento puede documentarse al mes de su inicio con una Principales preparados de hierro empleados para el tratamiento oral. Clasificación según el tipo de hierro aportado. Presentación, contenido y precio calculado para 100 mg Fe2+ Fe 3+ Preparado Presentación Hierro contenido Ptas./100 mg Ferogradumet Tardyferon Cromatonbic Ferro Fer-In-Sol Comprimidos Grageas Ampollas Gotas Sulfato 105 mg Sulfato 80 mg Lactato 37,5 mg/12 mL Sulfato ferroso 30 mg/1 mL 11 21 79 Lactoferrina Ampollas Ferrocur Ampollas Ferplex 40 Ampollas Ferroprotina Ferritina Ferritina Prodes Profer 598 nutricional de vitamina B 12 no suele indicarse salvo en dietas extremadamente carenciales. Ampollas Sobres Ampollas Sobres 75 Proteinsuccinilato férrico 40 mg/15 mL Proteinsuccinilato férrico 40 mg/15 mL Proteinsuccinilato férrico 40 mg/15 mL 308 20 mg/10 mL 60 mg/sobre 20 mg/7cc 60 mg/sobre 210 145 243 138 308 305 47 Ferroterapia parenteral Debido a que no induce una respuesta más rápida y a sus efectos adversos, su empleo está restringido a indicaciones en las que se considere imprescindible: malabsorción intestinal, ausencia de cumplimiento reiterado, intolerancia gastrointestinal a todos los preparados orales y nutrición parenteral. La dosis total a administrar se calcula según el déficit estimado: 2,5 mg/kg por cada gramo de hemoglobina a incrementar, más 10 mg/ kg para llenar los depósitos. La dosis se fracciona procurando no superar en cada administración los 100 mg. Los preparados actualmente disponibles son Imferon® (hierro dextrano) y Yectofer® (hierro sorbitol); ambos se presentan en ampollas de 2 mL, que contienen 50 mg/mL. La vía de administración parenteral habitual es la intramuscular, en el cuadrante superoexterno del glúteo con trayectoria en zeta para evitar el depósito subcutáneo y consiguiente pigmentación (tatuaje). Los efectos adversos descritos son: inyección i.m. dolorosa, fiebre, urticaria, dolor abdominal, diarrea, cefalea, malestar general, linfadenopatía, artralgias y reacción anafiláctica ocasionalmente graves. Transfusión de concentrado de hematíes Muy raramente indicada, sólo cuando hay una anemia grave con estrecho margen para la descompensación cardiovascular (Hb <5 g/dL), dependiendo de la situación clínica del paciente. La transfusión debe administrarse a ritmo lento (3 horas) y no es necesario buscar una corrección total en los valores de la hemoglobina. Anemias macrocíticas por déficit de ácido fólico y vitamina B12 Déficit de ácido fólico Además de la corrección de la dieta, se recomienda el tratamiento con suplementos farmacológicos en dosis de 1-5 mg diarios hasta la normalización hematológica y comprobación de niveles adecuados. Antes de iniciarse el tratamiento, debe asegurarse la existencia de niveles adecuados de vitamina B12 y, en caso de ser deficitarios, también administrar tratamiento conjunto, pues el tratamiento con folatos exclusivamente en pacientes que son deficitarios en vitamina B12 puede conducir a un empeoramiento de las manifestaciones clínicas neurológicas, además de retraso en el diagnóstico por corrección parcial de las anomalías hematológicas. Déficit de vitamina B12 Además de la corrección de los desequilibrios en la dieta, debe instaurarse el tratamiento específico mediante la administración de cianocobalamina i.m. o s.c. profunda: 150 µg como dosis inicial, posteriormente 1 mg diario durante una semana, seguido de 100 µg una vez por semana durante un mes. En pacientes con anemias graves y signos de descompensación cardiovascular incipiente, debe plantearse una corrección parcial de la anemia mediante transfusión lenta, además del tratamiento de soporte habitual. En dichos pacientes, debe tenerse en cuenta que, al iniciar el tratamiento, si se administran altas dosis de vitamina B12, puede producirse una hipopotasemia grave, por lo que debemos monitorizar la kaliemia y aportar también suplementos orales de potasio28. Bibliografía 1. World Health Organization. Consultation on iron deficiency: indicators and strategies for iron deficiency control programmes. Ginebra: WHO, 1999. 2. Arija V, Fernández J y Salas J. 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