¿Por qué cuando un gobernador del PRI entra

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Ágora
PLAZA CULTURAL DE
Un marido...
que no lo fue
De lejos y a mi alrededor
Preguntas políticas y consideraciones sociales
Don Manuel
Sánchez Silva
Carlos Caco Ceballos Silva
PRIMAVERA 1995. Ya lo he dicho otras
veces: los niños y los viejitos somos muy preguntones, y ésa y no otra es la razón por la que
me sigo haciendo estas preguntas: ¿Por qué
considera el PRI como secreto de confesión
hacer público las manifestaciones patrimoniales
de los empleados públicos? ¿Por qué cuando un
gobernador del PRI entra, siempre encuentra
todos los movimientos financieros correctos
del anterior? ¿O es que los encargados de las
contralorías son tan ciegos o inocentes que
siempre encuentran correcto todos los egresos
y nunca ven las “desviaciones de fondos” o los
gastos superfluos? ¿Por qué razón el presidente
dirigimos a los más cargados y dejamos para el
último a los arbolitos más escuálidos.
Cuando hay fiestas populares las gentes se
encaminan a las más vistosas y estruendosas. En
las peleas de gallos, los apostadores siempre le
van al gallo más erguido y más lustroso y nunca
apuestan al gallo flaco y desgarbado, y lo mismo
pasa en las carreras de caballos, y así también es
cuando vamos a las huertas, escogemos el árbol de
mango, de guamúchil o de mameyes más cargado
y nunca escogemos el arbolito que tiene dos o
tres manzanas, pocas peras o chirimoyas.
Así es que siempre o por ley natural, los
cortes, los degüellos y las cosechas siempre nos
¿Por qué cuando un gobernador del PRI entra, siempre
encuentra todos los movimientos financieros correctos
del anterior? ¿O es que los encargados de las contralorías
son tan ciegos o inocentes que siempre encuentran
correcto todos los egresos y nunca ven las “desviaciones
de fondos” o los gastos superfluos?
de la República se cree tan sabiondo que no
necesita de un consejo consultivo de mexicanos
de buena cepa y no de egresados de Yale o de
Oxford? ¿Ahora, en tiempos de crisis, por qué
nuestros pastores quieren que el sacrificio para
salir del atolladero sea a costa de las clases mayoritarias? ¿Acaso quieren nuestros dirigentes
gubernamentales que empiezen o se incrementen
los estallidos sociales, aumentan los secuestros
y se vengan las revoluciones en las que todos
perdemos? Hay muchísimo malestar y en todos
los tonos, las mayorías se lo han manifestado al
señor Presidente de la República y la pregunta
obligada sería: ¿Por qué razón el señor Presidente
se muestra tan obstinado? ¿Cuál será la razón por
la que el señor Presidente no nos da el ejemplo
rebajándose el sueldo y sus gastos y el de todos
los empleados y funcionarios del primer nivel?
¿Por qué no empieza el sacrificio con las clases
minoritarias que por lógica sufrirán muchísimo
menos sus participantes?
Por ley natural siempre se degüella el
animal más gordo y nunca se empieza por los
flacos. Cuando vamos a ciruelar, desde luego nos
vamos a los que tienen más y nunca a los que
tienen casi nada de fruta, de cereales, de carne,
de diversión o de prosperidad, y así es también
en esta crisis que ha sido obra del gobierno, él
debe empezar a arreglarla con los que tienen
mucho y de ninguna manera con los que casi
no tienen y carecen de todo. En otras palabras,
los dirigentes gubernamentales ponen en uso el
dicho populachero: “al perro más flaco que se
le carguen las pulgas”.
Nunca, pero nunca, debemos engañarnos
creyendo que la prosperidad se inicia desde
abajo, la creación, el aumento o la regeneración
de una economía se logra cuando las bases, es
decir, las mayorías, viven con sus recursos,
que éstos a su vez crean el consumo, esto crea
empleos, fuentes de trabajo y nuevas oportunidades. Y así de sencillo es como el gobierno y
los capitalistas, necesarios en cualquier sociedad,
obtienen sus ganancias que invierten en nuevas
fábricas y negocios que a su vez crean más
empleos y fuentes de trabajo. La prosperidad
nunca se logra aumentando las cargas fiscales a
las mayorías, sino rebajándolas, aumentando sus
Director General: Armando Martínez de la Rosa
salarios y mejorando las prestaciones al jubilado. Así es que cuando aparece un vendaval con
rayos y centellas los que tienen con qué taparse
deben ayudar por humanidad y conveniencia a
los que carecen de paraguas, y así, al final del
mal tiempo, los muchos pronto estarán prestos
para salir del atolladero, y así, todos, felices y
contentos, a seguir bregando para salir airosos
en la lucha continua que son nuestras vidas en
todos los planos.
Otro grave problema que a todos nos aqueja
por parejo y que sea en el futuro de gravísimo
perjuicio para ricos y pobres, sabios, ignorantes,
judíos, cristianos o musulmanes, es la irrefrenada
demografía, digo irrefrenada porque nuestras
autoridades tan celosas y tan amantes de hacer
planes, confeccionar máximas políticas, leyes y
reglamentaciones, han cerrado los ojos ante este
importantísimo asunto y ni siquiera han puesto
taxativas que sean prácticas para disminuir la
demografía. Muy prudente sería que los premios,
facilidades y prerrogativas para los matrimonios
fueran exclusivamente para el primer hijo, así en
esta sencilla forma los casados o amancebados
se pensarían dos veces para seguirle dando trabajo a la cigüeña, al enterarse que ya no habrá
vacaciones, premios, ni ayudas para el segundo
parto, y que el DIF, que sirve para que se luzcan
las señoras de los altos funcionarios, dedique una
gran parte de su presupuesto hacia los ancianos
pobres, enfermos desvalidos y discapacitados
carentes de recursos. Estas medidas de llevarse
a cabo serían bendecidas por los niños actuales
y los jóvenes que ya están encaminados a la era
de las responsabilidades.
Sigo teniendo mucha fe en el entusiasmo y
responsabilidad de la juventud estudiosa y trabajadora, por lo que vuelvo a apelar por enésima vez
a los grupos estudiantiles de ciencias políticas,
económicas y sociales, a fin de que ellos estudien, corrijan, afinen, agreguen o quiten algo o
mucho de mis sugerencias sociales, a fin de que
ya arregladas las presenten como suyas ante las
autoridades, y será muy satisfactorio que dicha
sugerencia sea puesta en práctica para ayudar a
solucionar males que aquejan a las mayorías, o
soluciones que serían en beneficio de nuestro
país. Ojalá y mi excitativa llegue a conocimiento
de algún profesor con criterio, a fin de que él
conduzca a su grupo universitario a empezar a
participar en las soluciones que beneficiarán a
México y a sus conciudadanos.
* Empresario, historiador y narrador. †
Coordinador: Julio César Zamora Velasco
Imágenes: Fotos de Archivo.
Correo: [email protected], [email protected]
(24 de junio de 1960)
Ágora
VIÑETAS DE LA PROVINCIA 6
PLAZA CULTURAL DE
Domingo 25 de Enero de 2015
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Volcán de Colima, foto de Salvador Jacobo.
ESCRIBEN: Pedro Lizarda y Cinthia Mancilla pág.2, Norma Navarrete, Miguel León y Alberto Flores pág.3,
Éricka Trejo pág.4, Historia pág.5, Eduardo Mejía pág.7, Enrique Herrera pág.8, Carolina Contreras y Alejandro
Méndez pág.9, Javier Chávez, Azul Sevilla y Félix Martínez pág.10, Javier García pág.11 y Carlos Caco Ceballos pág.12
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Ágora
Ágora
PLAZA CULTURAL DE
PLAZA CULTURAL DE
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Callejón de Sombrereros
Danzar es…
El miércoles
Cinthia Mancilla
Presentación de libro
sobre Gregorio
Torres Quintero
A mis maestros: Israel y Chelo.
Julio César Zamora
Este próximo miércoles presentarán el libro Yo Gregorio Torres
Quintero, de la autoría de María de los Ángeles Rodríguez Álvarez, en
el Archivo Histórico y Hemeroteca de la Universidad de Colima, a las
7 de la tarde.
Además de la autora, reconocida como Mara, los presentadores son
Rogelio Ventura Ramírez, Juan Carlos Yáñez Velazco y Ernesto Terríquez
Sámano, mientras que el moderador será Rogelio Pizano Sandoval.
El libro, una exhaustiva investigación de María de los Ángeles,
ahonda sobre la vida y obra de Torres Quintero, el profesor, pedagogo,
cuentista e innovador en sistemas de enseñanza en México.
Resistencia
Pedro Lizarda
Me resisto a ella
con la fatiga del hombre viejo
porque viene y va
nunca estoy contento
me hace descansar exhausto
sentirme aunque sea
por unos instantes
un poco iluminado
un tanto necesario
Amigos
Alberto Ocón
Mis amigos decadentes
Nadie puede con ellos
Son desgracia de lo peor
Somos desperdicio social
Ni una luz ni una estrella
Necesitamos fenecer
Sin decir adiós ni nada
Sólo escuchar la música
Las canciones lejanas
Los sonidos para desaparecer
Un día decidí dedicar mi vida a la danza y no me arrepiento.
Gracias a ella he podido sensibilizarme, amanecer tras amanecer,
ensayo tras ensayo, he podido amar verdaderamente con el corazón pleno, apasionarme de cada cosa que realizo. A través de ella
descubro el mundo cada día. La danza es mi vida porque con ella
puedo entregarme sin límites, es la música sin la cual el mundo
deja de hablarnos; el movimiento que se convierte en el eco de esa
voz interna.
Gracias a la danza cambiaron mis costumbres, mis prioridades,
mis sueños; me ha enseñado a valorar cada esfuerzo, a trabajar en
equipo, a ser tolerante, a ver al otro como mi hermano, a ser mejor
ser humano.
La danza me ha llevado a encontrarme con nuevos rostros,
lugares llenos de magia, experimentar sensaciones únicas. Me ha
otorgado el hermoso regalo de plantarme en un escenario, escuchar el ferviente aplauso del público y entender que es un tesoro
incomparable.
Para el gremio dancístico, abril es un mes especial debido a
que el 29 celebramos el Día Internacional de la Danza, establecido
así por el Comité de Danza del Instituto Internacional del Teatro de
la UNESCO como homenaje al gran bailarín francés Jean Georges
Noverre, nacido en esta fecha.
Maestros, coreógrafos y bailarines tenemos motivos de sobra
para disfrutar y bailar; celebremos nuestro día de la danza alborotando el corazón con cada movimiento, cada aplauso, cada gota de
sudor derramada no sólo en el escenario, también en ese salón de
ensayos. Sembremos en nuestros pequeños alumnos la sutil chispa
de nuestra noble disciplina, sembremos en ellos el amor y pasión
por un arte que une y humaniza.
Sea cual sea nuestra forma de festejar: algunos bailando,
otros dejando toda su energía en una clase o ensayo, algunos más
enseñando y corrigiendo posturas corporales a nuevos talentos o
aquellos sumergidos en una vida de recuerdos dedicados a este arte.
Sea cual sea gritemos al mundo por qué elegimos vivir de la danza y
para la danza, porque no sólo se convierte en el medio de expresión
que decidimos para decir lo que no podemos con palabras, la danza
es nuestra forma de vida.
¿Qué haríamos sin nuestra danza? ¿Qué haríamos sin esa
confianza plena que hemos buscado y encontrado para superar los
caminos sin salida? Por eso, profesionales de la danza, gritemos que
vivimos este arte día a día como un honor, como una nueva oportunidad de remendar nuestros egoísmos, altanerías, egocentrismos.
No puedo imaginarme mi vida dedicada a otra profesión. Siento
que nunca terminaré de danzar, aun cuando mis piernas explosivas
y mis pies gasten su energía, aun cuando mi cuerpo no pueda, mi
alma continuará danzando, seguirá expresando.
La danza ha sido de lo más fiel que tengo y lo que este hermoso
arte ha plantado en mí no me abandonará, tampoco la pertenencia
que siento hacia mi danzar, ni mi esencia que le dejé clavada se
borrarán, y por esto, por ese regalo invisible y por la constancia al
pasar de los años y por regalarle a mi público mi corazón alborotado
–que es al fin con lo que bailo y lo único que me queda–, quiero
decir feliz día de la Danza, hagamos que cada día sea una nueva
coreografía en nuestro cuerpo, en nuestro espíritu.
Nunca dejemos de bailar, de mantener la luz prendida. Gritemos, callemos, corramos, bailemos, lloremos, soñemos, tropecemos
y bailemos, amemos, odiemos pero bailemos, siempre bailemos.
Recuerden que al paso de las lunas podemos perder, podrán
quitarnos todo, pero nunca nuestro amor por bailar.
Javier García Galiano
“El agua y el aceite no se llevan –y parece
ser que tampoco los escritores”, escribió Juan
García Ponce al principio de “Amaos los unos a
los otros”, uno de los textos que conforman su libro
Desconsideraciones. Recordaba que en el Siglo de
Oro el odio y la infamia eran una práctica común;
“la historia de afrentas y venganzas podrían llenar
varios manuales bastante menos aburridos que los
que en general abruman a los estudiantes con sus
monótonas fichas”.
Refería que Tolstoi creía firmemente que
Dostoievski era un malvado y que Dostoievski se
postró de rodillas delante de Turgueniev “con el
genial propósito de que el homenajeado se sintiera
humillado”. No olvidaba que se ignora “si la reyerta
de cantina en la que Marlowe encontró su poco edificante final fue el violento corolario de una discusión
literaria” y advertía que la dedicatoria de Moby Dick
de Herman Melville a Nathaniel Hawthorne ocultaba
la perversa intención de aplastarlo con su genio por
la incomprensión que el escritor admirado había demostrado por sus obras. “Y la interminable historia
de silencios rencorosos y comentarios rechinantes
se propaga hasta nuestros días, sin abandonar la
misma pura y delicada tradición en diarios, cartas,
biografías y artículos”.
Fue, sin embargo, un artilugio oscuro lo que
provocó que Cervantes escribiera la segunda parte
del libro que llamamos Quijote, impresa hace 500
años. Aunque acaso el infame intentó que su nombre se adivinara, ha permanecido oculto bajo el de
Alonso Fernández de Avellaneda, con el cual quizá
De la historia de un libro
le quiso demostrar su enemistad a don Miguel de
Cervantes publicando una segunda parte apócrifa
de las aventuras de don Quijote. Don Marcelino
Menéndez Pelayo sostenía que se trataba de Alfonso Lamberto, al que le concedía poca importancia
“por ser tan desconocido, apenas sacaría al libro
de su anonimato”, y consideraba que había servido
para que “la baja tendencia de su espíritu” hiciera
“inestimable su obra, en cuanto sirve para graduar,
por comparación o más bien por contraposición, los
méritos de la de Cervantes”. Ignoro si Cervantes sospechaba la identidad de aquel que había perpetrado
la infamia de escribir una segunda parte apócrifa,
pero su respuesta fue contundente: un libro todavía
más admirable que el libro que continúa...
Quizá desde antes de la publicación de Pedro
Páramo, la difamación ha acechado a Juan Rulfo.
En cafés de mala leche, en cantinas asépticas, en
cocktails en los que se bebe vino barato, en cenáculos de pretensiosos malogrados, en ferias de
vanidades, en fiestas de resentidos, en mentideros
tediosos se han repetido cansinamente zafiedades
que no han podido denostar a Juan Rulfo, el cual
sabía que hablar es una compulsión común en la
ciudad y respondía con el silencio.
Entre los infundios que se han reiterado
fatigosamente, uno de los más ridículamente inverosímiles sostiene que Rulfo entregó al Fondo de
Cultura Económica un manuscrito informe de casi
mil cuartillas y que los editores, sobre todo Alí Chumacero, le habían dado la forma de Pedro Páramo.
Otras versiones le atribuyen a un supuesto amigo
Entre los infundios que se han
reiterado fatigosamente, uno de
los más ridículamente inverosímiles sostiene que Rulfo entregó
al Fondo de Cultura Económica
un manuscrito informe de casi mil
cuartillas y que los editores, sobre
todo Alí Chumacero, le habían
dado la forma de Pedro Páramo.
suyo la configuración esencial de ese libro.
Aunque Alí Chumacero negaba haber corregido más que quizá una coma o un punto y coma
del texto de Rulfo, no ha faltado quien persevere en
ese error malévolo que acaso también ha infamado a
Chumacero. En Apulco y en San Gabriel se recuerda
a Juan Rulfo como un lector compulsivo; todavía
hay en Guadalajara quien habla de su discoteca
cuidadosamente ordenada, los becarios del Centro
Mexicano de Escritores conocieron su sapiencia
y su rigor literarios cuando era tutor. En 2005,
al cumplirse el cincuentenario de la publicación
de Pedro Páramo, el Instituto Nacional de Bellas
Artes editó tres fragmentos de ese libro impresos
antes de su primera edición como “Un cuento” en la
revista Las Letras Patrias, “Fragmento de la novela
Los murmullos” en Revista de la Universidad de
México y “Comala” en Dintel, además de algunas
páginas del mecanuscrito, que acaba de reeditar la
Universidad de México, la Fundación Juan Rulfo y
la Editorial RM con el título de Pedro Páramo en
1954 y textos de Jorge Zepeda, Alberto Vital y Víctor
Jiménez, que no sólo refutan las malversaciones de
su creación, sino que permite, como “Los cuadernos” de Juan Rulfo, como algunas de las “Cartas a
Clara”, adivinar el proceso creativo de un escritor
riguroso, que corregía obsesivamente hasta encontrar el nombre justo, el verbo esencial, la palabra
precisa, que destruía y escribía inexorablemente.
Este pequeño volumen certero incita además a la
relectura de un libro que parece inagotable como
ciertos poemas.
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Ágora
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Ágora
PLAZA CULTURAL DE
PLAZA CULTURAL DE
Árbol pájaro
Norma Navarrete
Complacientes
Oh please God, wake me!
Javier Chávez
Cama
Regresar a la inocencia
Sólo a través de la música
Félix Martínez
Nosotros, los de siempre
Somos soñadores
No quitamos la vista de ella
Ni de ninguna otra con falda
Con la sonrisa complaciente
Con simpatía por el diablo
Guerras de silencios y sueños en ti tenemos,
en batallas sin cuartel no te das por vencida
aunque salgas renga.
En tu pequeño llano florece la vida.
Ahí entre paredes, estas tú,
como paraíso del amor,
de la amargura y de la muerte.
Adiós
Azul Sevilla
Aún continuabas dormido
cuando me fui,
no supiste que me fue anunciado
en sueños el adiós…
Antes de partir,
cerré mis ojos y así,
así sentada junto a ti,
sobre la orilla de la cama,
Nosotros te damos el nombre
de niño, de matrimonio o individual,
y los años la experiencia.
Guardas el secreto que todos conocen,
secretos silenciosos que sólo a ti,
se te confían.
Inerte esperas cada noche a tu alma gemela
que en silencio las recibes acurrucándolas,
dándoles calor o las haces arder.
El tiempo se desprende de tus cuerpos
te di un beso de despedida…
y tú vacía y desorientada,
Así como llegué,
o desapareces desmembrada
me voy,
en silencio,
sin poesía…
A mi hijo Edwing
Amanecer. 7:10 a.m.
One, Metallica
Los pájaros niños balbucean trinos;
Esa noche dios estuvo distraído apagando velas de todas las iglesias del
mundo. Entró por la puerta principal, alguien le había dado las llaves
del reino. Mi padre corrió –después lo supe– para impedir su fuego. El
fuego del infierno es el fuego del amor rechazado. Mi madre, en medio
de la noche oscura, debió pensar: “no sabe lo que hace”. Mi hermano
fue sus últimos brazos abiertos.
Apareció de repente en la puerta de mi cuarto. Alcé la mirada y no sé
qué fue primero, si un infarto o una bala, pero disparó en medio de mi
pecho ese hombre rubio barbado. Fueron veinte segundos los que seguí
escuchando los auriculares que, en volumen máximo, traía puestos:
Su estrategia en la vida:
Volar y cantar.
Cantamos a la hija del flautista
tomas uno nuevo
como llegaste.
Miguel Ángel León Govea
Árbol pájaro es abrir los brazos, los ojos.
Y despegar tus ilusiones de un libro antiguo
Llamado azul tralará.
Amanece la vida
Cada vez que una rosa nace
En un jardín solitaria, con parámetro de artista
Y papel de poeta.
… Darkness imprisoning me /all that I see
/absolute horror /I cannot live /I cannot die
/trapped in myself…
…body…
… my holding…
…cell…
Y comencé a morir este relato.
Árbol pájaro es abrir los brazos, los ojos
Y despegar tus ilusiones de un libro antiguo
Llamado tristeza
Activando mis tonos de ave.
Limpio mi nariz.
Descubro el autobús que me traslada
Con ruta del mar vestida de blanco.
En la mano un reloj dorado,
Recordemos
Alberto Flores
Calvario
Da cada hora palpitando como niño.
Revivamos nuestras noches
Se viaja con un boleto a donde sea,
Pensaremos en el pasado
Con el mismo rostro.
En tus uñas pintadas de negro
No lo puedo suplir.
En tu exquisito vestido beige
En el vino tinto derramado
Intento escribir un poema.
Repetiremos lo que deseamos
Mi hijo duerme.
Lo que llevamos en el pensamiento
Sonríe con la boca del sueño.
Para robarte la vida y el cielo
Es árbol pájaro.
Ser la historia que nunca nos olvida
La vida que siempre quise para mí
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PLAZA CULTURAL DE
Después de la goleada
Erika Margarita Trejo
Eso de ser mediocampista sabía que era la peor
posición; era como cargar un estigma por el largo de tu
vida. Todo podría haber sido fácil si las cosas quedaran en
el terreno de juego y no se prolongaran y extendieran a tus
días. Quizás había sido que era tanta la pasión futbolera,
que todo el mundo te mira siempre como el de en medio,
claro, sin saber siquiera cuán importante es tu posición:
pa’ atrás y pa’ delante, pero siempre en medio, como el
mediocre.
LA FINAL
Les dijimos que sacaran pa’ las chelas, y nadie
mencionó nada. Se quedaron callados. Sólo El Marro,
El Pingas y yo pusimos varo. Pinches coleros, dije para
mis adentros. Y nos fuimos caminando por el campo de
futbol. Eran las dos de la tarde. Nos habían metido una
goleada Los Chigüilines del Río; 5-0 fue el marcador.
Éramos los campeones y nos arrebataron el título de las
manos. La pinche defensa no hizo nada, pero la delantera,
ni qué decir. El Tuercas dijo que la borrachera de ayer fue
la culpable; yo también pensé eso, pero la verdad es que el
cuadro que traíamos iba de mal en peor; desde que Betillo
se fue pa’ “el otro lado” y a El Franelas lo metieron a la
cárcel, no habíamos tenido buenos goleadores; además, a
partir de que El Muelas, nuestro DT, se había accidentado
hace un año, cuando cayó de aquel edifico mientras lo
pintaba y se fracturó la columna, se casó con su silla de
ruedas y con la tristeza también. Nuestro equipo ya no
daba para más.
Alcanzamos a escuchar a El Burras que venía
corriendo hacia nosotros mientras se secaba el sudor con
su camisa azul con blanco y más sucia que la conciencia:
“En la mochila traigo unos Sabritones y media cajetilla
de cigarros; la neta, no traigo lana”. Nosotros reímos y
le dijimos que le compraríamos una caguama, nomás
porque era banda. El Marro seguía enojado, dijo que no
hubo quién lo cuidara, y de nada le sirvieron los guantes
que el Ayuntamiento le regaló hace un año por el título de
El Mejor Portero. Nos detuvimos por la casa de láminas
negras, donde una vez vivió el diputado de nuestro distrito.
El día que ganó las elecciones, se olvidó de su apodo y
de nosotros también. El Pingas dijo que lo esperáramos
mientras se quitaba las espinilleras y nos comentó que Joel
había bautizado a su hijo, que si le caíamos a la coleada. La
verdad es que ya no estábamos unidos todos los jugadores,
y entre los tres, juntamos nomás 130 varos y preferimos
irnos a casa de Joel.
La rechifla nomás se escuchaba, las porras enemigas
hacían que los cánticos del ¡puuuuto! se escondieran debajo
de la camiseta. Nada de pleitos ni reyertas, fue la advertencia después de la madrina que se armó en semifinales.
La verdad es que ese día anduve desconcentrado todo el
tiempo, antes y durante el juego. Por más que buscaba en
la tribuna a Rosita, no la veía. Subí mis mejores fotos al
Face y hasta eliminé los comentarios corrientes de mis
amigos. No quería que pensara que soy un mal tipo ni que
del barrio no saldré; pero por más que la busqué, sin que
se dieran cuenta ni el viento, no la pude ver.
Joel, cuando nos observó en la puerta de su casa,
nomás bajó la cabeza con la risa sostenida, y nos dijo:
¡Pinches maletas, pa’ nada sirven!; nosotros reímos, y
cuando nos dimos cuenta, ya estábamos sentados en
una mesa con una cerveza en la mano. Le pregunté
que cómo se había enterado que habíamos perdido, y
con esa simpatía que le caracteriza, pronunció: “Tengo
Face, guey…”, y los cuatro brindamos a salud de su
hijo. La verdad es que cuando el equipo gana, todos nos
vamos a festejar; también había veces que perdíamos e
igualmente nos largábamos por unas frías. Pero como
dije, ya no era lo mismo.
Tenía días que no veía a Rosita conectada, pensé
que el ciber de la vuelta de su casa estaba cerrado, pero
tampoco contestó mis mensajes al celular. Mi cuñado
Paco, que fue en aquellos ayeres el goleador de nuestro
cuadro, me dijo que a las mujeres hay que darles tiempo,
que siempre son tan difíciles y raras, que más valía no
hacerles tanto caso, que así hizo con mi hermana y solita
cayó entre sus garras. Pero es que a mí me dolía no verla
ni saber nada de ella, como si la tierra se la haya tragado
en un respiro. Sólo de pensar que pudiera cambiarme por
otro, una rabia de perro me recorría la piel.
Los invitados vestían sencillamente pero se notaban elegantes, pero si no nos importó que anduviéramos
mugrosos y sudados cuando llegamos al bautizo, menos
cuando ya llevábamos más de cinco cervezas en la panza.
La esposa de Joel nos atendía esmeradamente como
si fuéramos parte de su familia y hasta una botella de
tequila nos colocó en la mesa, dizque para animarnos
por la derrota. Joel se veía feliz cargando a su primer
hijo varón, pues puras mujercitas le había mandado
Dios. No se parecía en nada al diputadillo que había
salido de la colonia; Joel era abogado, y de los buenos,
de los derechos, entregado a su familia, sencillo a más
no poder. Así yo aspiraba a una vida: cómoda, sencilla,
con casita y carro, mi Rosita a un lado y como cinco
hijos. No pedía más.
Ya tenía rato que a El Marro se le había quitado
el coraje por haber perdido el partido y el campeonato,
pero ya con varias chelas y tequilas, la revoltura le cayó
mal, y mientras bailaba con una sobrina de Joel, se fue
corriendo al baño a vomitar. El Pingas, horas después,
dijo que El Burras le mandó un mensaje que decía:
¡Chinguen a su madre!, por haberlo dejado, y por la risa
y tener la boca llena de cerveza, bañé a una señora que
estaba al lado mío.
Eran las 7 y la noche cubrió la fiesta que se hacía a
cada minuto más agradable. Yo no recordaba ya la derrota, en lo único que podía pensar era en dónde estaría mi
novia en esos momentos, y esperaba me extrañara como
yo a ella. Fue la primera vez que sentí que la tristeza me
ahogaba.
Me encontraba solo en la mesa, quizás tenía cara de
afligido, porque Joel se sentó a mi lado a platicar.
“Cabrón, no te agüites, para el otro campeonato verás
que ganarán. ¿O es que traes mal de amores? Nooo, vale,
eso déjalo para los viejos como yo; a tu edad era feliz.
Supuse que Joel ya andaba bebido y las palabras
me las regalaba como consejos.
“¿Sabes, cabrón?, hace una semana estuve platicando con Mauricio, sí, el diputado, seguido nos encontramos
en asuntos, él con su política y yo con mis casos. Me había
llamado ya unos días atrás a casa, porque no tenía mi
número de celular, y nos encontramos en un café. Aquí en
confianza, para que después no digas que ando de chismoso
y porque la verdad tú me caes muy bien, el muy cabrón,
que se las da de muy recto, pues me platicó que tenía a
una muchachita embarazada y que necesitaba le echara la
mano, ya ves, para desaparecer el problemita”.
Escuchaba a Joel con mucha atención y al mismo
tiempo me brotaba una sonrisa que fingía en cada segundo, por saber que el diputado ese no era tan serio y legal
como uno creía.
“Le comenté a Mauricio que se había pasado de
nango, y que eso de darle gusto por nomás al cuerpo, nunca
dejaba nada bueno. Le di una información de una clínica
en Guadalajara donde trabaja mi cuñado, el hermano de
mi vieja, y nos despedimos”.
A mí sólo se me ocurrió pronunciar: “Pues qué
nango, ¿no?”. Y Joel regresó con sus invitados y con su
mujer a seguir bailando.
Ya la señora a la que le había escupido la cerveza
hasta brindaba conmigo desde su mesa y yo le respondía
el brindis un tanto apenado. No encontraba ya la razón
de seguir en ese convivio, porque quería estar solo, o al
menos ver a mi Rosita y decirle que lo mío iba en serio,
que me hacía falta, porque sin ella los pies se hacían torpes
con el balón.
Joel siguió bailando y se notaba cansado, pero fue
hasta mi lugar y me extendió la mano para sacarme a bailar.
Gritos y burla se escuchaban entre los alegres danzantes
que parecían muñecos que les daban cuerda y que reían por
el mínimo motivo. Le di mi mano y comencé a moverme
entre el círculo que hasta bohemio era ya.
“No, no, no, el coco no, el coco no; no te me subas
al coco no; no te me subas al coco no… nena no, nena
nooooo”… y la cumbia hacía que el festín se hiciera más
agradable.
-Cabrón, ¿conoces a doña Chona? –me preguntó
Joel–.
-Cómo no, ella…
-Pues Mauricio embarazó a la más chica de sus
hijas. Creo se llama Rosa.
“No te me subas al coco no; nena nooooo”… La
canción dentro de mí se apagó y el cuerpo se me entumió
por unos segundos.
-¿Estás seguro?
-Claro que sí, sigue la pobre muchacha en Guadalajara; de hecho, el día de la semifinal fue todo el desmadre.
¿A poco la conoces?
-No, guey, nomás pregunto.
Sin más, regresé a sentarme en la mesa donde ya
estaba El Pingas platicando con los padrinos del bautizado.
Pero algo desconcertado, volví a pararme, y cuando menos
esperé, ya estaba caminando rumbo a mi barrio.
Con los pensamientos revueltos y el corazón también, recordé que traía en mi mochila la cooperación de
las caguamas, y sin más, llegué al lado de la casa de El
Muelas, a comprarme unas. Él se encontraba en su silla,
en la banqueta, mirando algo que yo no podía ver y afligido quizás como yo me encontraba en esos momentos.
Me senté a su lado, en pleno suelo, y abrí la primera de
dos cervezas.
-¿Te traigo un vaso, Muelas, pa’ que me acompañes?
Y él seguía observando a la nada y me dijo:
-Duele que te dejen como un perro.
-Dímelo a mí, querido Muelitas.
-Perdieron, ¿verdad?
-Más que eso.
Lo malo de ser mediocampista no es que seamos
olvidados, sino que nadie sabe de nosotros. Como si recuperar el balón y establecer una jugada de gol se crearan
solas. La velocidad se hace nada si no llevas el estandarte
de goleador o ser gladiador defensivo, con el pecho de
hierro y los pies pluma.
El Muelas ya poco hablaba, y yo lo que menos
deseaba en ese momento era pronunciar palabra alguna. Y
seguimos mirando, juntos, al mismo rumbo, pero seguro
volando nuestros pensamientos, sueños y dolores en otras
direcciones, tocando nuevamente con nuestras soledades,
aquellas cosas que jamás se hicieron y que caminaron
acompañadas fuera de nuestros pies. Ahí estábamos,
solos, como perros.
Se terminaron las chelas y el dinero también;
Muelas me tomó de la mano y dijo que lo metiera a su
casa junto con su compañero Santo, el perro que siempre
le cuidaba el sueño.
Era tanto mi dolor que se hizo fiesta, y me fui
bailando, como buen perdedor, como un buen mediocampista, rumbo a casa: “No, no, no, no te me subas al
coco no, no te me subas al coco no: no, Rosita no, al coco
noooooooooo”…
Feroz
Carolina
Contreras
Y hoy, siendo las 6 de la mañana, he descubierto que te odio,
que te odio dolorosa y venenosamente,
con mis ojos diciéndote mentiras.
Te odio cuando son las 2 y recorres mi cuerpo, sin ataduras,
con garras y dientes violentos que me dejan más viva
que nunca;
te odio con mis dientes que arrancan de tus labios mentiras;
con mis manos rasgando tu espalda,
queriendo quedarme tu piel entre mis uñas,
tu espalda que me cubre del frío y que ha soportado
ataques enemigos;
con mis piernas asfixiando tus caderas prohibidas,
con mis cabellos, que no hacen más que traicionar mi
necesidad de alejarme.
Te odio con cada sonido doloroso que sale desde mi garganta
cuando nos odiamos en voz alta
cuando apenas tomas tu camino
y te grito que no eres mío, y no soy tuya,
como tu enojo, cuando te reduzco a compañero de cama
como mi dolor, cuando aceptas la oferta de no
quedarte conmigo.
Pero es que, es tanto mi odio,
que apenas se desdibujan mis lágrimas regreso a
verte protestar
y sonrío, imaginando los abrazos que me das cuando
me molesto por tu libertad descarada,
cuando en un intento inútil de demostrarme que esto
no es superficial
me das besos de azúcar, repletos de veneno
condimentados con una esencia de libertad que sabe
-pero sólo sabe- a amor.
Finalmente admito que esto que tenemos
es algo que ni las metáforas pueden explicar
“complicidad pura”, dicen algunos, “dolor innecesario”,
dicen otros,
“arranques unidos por frivolidades”, dicen los demás…
Pero ingenuamente me atrevo a decir que
somos los que se acuestan a enfrentarse feroz y tiernamente
en esta línea delgada, en esta trinchera donde las balas
rozan nuestros cuerpos
en este lugar lleno de miedos sin sol ni sombra, sin frío
y sin calor.
Llueve, Justino, sobre ti llueve
Alejandro Méndez Trujillo
“Parece que va a llover”, fue lo último que escuché salir de
la boca de Justino. Después murió, y aunque hubiera querido escuchar más, no hubiera podido de todas maneras, porque mientras
las palabras se le iban escapando de la boca sus manos dejaban de
jalar el cuello de mi camisa. “Sí, Justino, parece que va a llover”,
fue lo último que alcancé a contestar, y ni siquiera estoy seguro
de que haya escuchado mi respuesta. Y tenía razón, como la había
venido teniendo toda su vida atrás, todo aquel tiempo en que yo
había conocido a Justino, al Justino muerto que ahora empezaba
a mojarse con las gotas de aquella anunciada lluvia.
Olía a tierra mojada, pastura verde, agua corriendo de lluvia,
golpeando el lodoso suelo y Justino seguía impasible, quieto, como
mi recuerdo de él: bajo las nubes, sobre el agua que convertía el
arenoso suelo en una masa lodosa, en la cual reposaba Justino, con
los ojos abiertos y observando el cielo. Con una mano sujetaba la
solapa de mi camisa y con la otra mi propia mano que aún sujetaba
el mango del verduguillo que atravesaba su vientre.
Una vez más
Xavier Paredes Magaña
¿Por qué será que siempre te recuerdo?
Que una y otras mujeres llegan y se van
Como si jamás pudiera enamorarme
¿Dónde estás alma mía? Sigo incompleto
Los años no hacen olvidar, sólo te confirman
Ni trescientos años más serían suficientes
No puedo decir adiós, no puedo ni quiero
Lo que deseo es ver tu pelo en el viento
Una vez más la inolvidable caricia de tus ojos
No sé cuándo ni dónde, pero sé que volverás
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Ágora
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PLAZA CULTURAL DE
5
Proyectos
Enrique Herrera González
Dios no te hubiera dado la capacidad
de soñar sin darte también la posibilidad de
convertir tus sueños en realidad.
Hector Tassinari
El ser humano dispone en su interior todo aquello
que le es necesario para cumplir cabalmente con el
proyecto de su existencia terrenal, entender y descubrir
esta realidad dinámica, constituye el brinco cuántico
que transforma el destino y conocimiento del lugar que
ocupa en la creación misma.
Y aunque parezca fantástico, en el proyecto están
incluidas todas las condiciones que rodean a la persona,
desde la familia donde nace, país, personas con las que
se encuentra en su camino, circunstancias.
Sin embargo, la realización del proyecto personal exige conocimiento, pues en el transcurrir de la
vida es necesario intentar descifrar ese misterio que
la constituye. Cuando se vive sin ver los chispazos
fugaces con que la vida nos señala rumbos es muy fácil
perderse en ese submundo de falsedad, que hoy en día
existe en abundancia, alimentado principalmente por la
televisión, amén de los otros medios de comunicación,
el consumismo, los fanatismos de toda índole, que
proyectan la mirada de los atorados hacia la fantasía
que hace perder la ruta real de la vida.
Esos señuelos de falsa alegría, de “éxito”, derroche, glamour, poder, son los espejismos con que las
nuevas generaciones están abstraídas y justamente la
razón de su pérdida total. Pero el recurso para reorientar
la existencia está ahí, a la vuelta de la mirada hacia el
interior humano, hacia su corazón, que es la salida y
meta al mismo tiempo del destino personal.
¿Conocía Obama, o su mamá, su papá, abuelos,
que ese niño, hijo de divorciados y de origen étnico distinto sería Presidente del país más poderoso del mundo?
Y era su proyecto el serlo. Un proyecto personal (tal
cual el de cada quien) sin duda, pero de origen infinito o
divino, en donde para su realización tiene que participar
el individuo con su decisión exacta en los momentos
claves de su existencia. Pero si se está distraído, entonces
tal proyecto se perderá irremediablemente.
Al revelar la maravilla que somos por ser creaturas
producto de la creación misma, empezamos a sentir la
vida a experimentarla intensamente, entonces podemos
estar seguros que la vida ha entrado en uno, que somos
más abiertos y más vulnerables, que sentimos más, que
percibimos más. Apreciamos en nuestro rededor cosas
pequeñas maravillosas, somos como niños que en jardín
juega con orugas, mariposas, huele las flores, en un
asombro continuo y divertido, y lo divino le acaricia el
alma. El vivir bajo ese encanto, nos permite maravillarnos de continuo, aprendiendo y conociendo, pero sin
abstraernos en ese conocimiento, sino en un asombro
continuo que no deja lugar para el ostracismo.
Nadie sabemos lo que es la vida, pero sí todos
podemos vivirla y en ese encuentro maravilloso darnos cuenta de lo afortunados que podemos ser cuando
simplemente vivimos, de maravilla en maravilla, como
si una sorpresa fuera nuestra compañera de vida permanente, dándonos cuenta que cada instante es nuevo
y en ese entorno se comprende que la vida es buena,
dándole vuelta a la hoja del sufrimiento a la que muchos
En la historia del arte…
religiosos nos han querido encadenar.
Cuando se voltea hacia el interior humano entendemos que poseemos semillas de creación y que el futuro
radica en esas semillas, y no en la necesidad a donde se
enfocan todas las teorías y filosofías del conocimiento
humano. Cuando tenemos una dificultad o problemas,
al buscar en el interior vamos a descubrir el potencial
enorme de posibilidades para su solución, y entonces,
a partir de ese momento todo el enfoque deberá ser solamente a su solución, desprendiéndonos del problema
por completo.
Muchos problemas que el ser humano confronta
en un momento dado, son consecuencia sin duda de
haber tomado malas decisiones, previas a la dificultad
y suceden por no haber puesto atención a las conse-
descubre que posee la capacidad de generar bienes
que son necesarios para los demás, que tiene talentos
únicos, en ocasiones muy distintos a los que le hicieron
creer en las instituciones educativas o la televisión y el
fanatismo que tenía, entonces una auténtica liberación
sucede en su existencia y la vida se torna en un fluir
armonioso, pues ahora sí es la sabiduría la que toma
el control de su devenir.
En 1944, Borges escribió El jardín de los senderos
que se bifurcan, que es un ensayo maravilloso que nos
describe cómo la sutileza de la vida nos va presentando a
cada paso de la misma múltiples opciones de desarrollo
y el papel que juegan las decisiones que, inteligente o
torpemente, va tomando cada quien con los resultados
a tales acciones. Y es que este ciego feliz supo caminar
No existen escuelas donde se tenga como propósito
formar seres humanos felices, bondadosos o creativos
en términos de alegría, sino lo más ajustado posible a
un robot eficiente al que se le chantajea, para que crea
que fuera del sistema de producción al que pertenece no
puede subsistir de una manera decorosa.
cuencias de acciones realizadas superficialmente, e
inconscientemente.
El individuo vive etapas más o menos secuenciales y son los primeros 30 años de vida de aprendizaje y
los siguiente 30 de producción, lo razonable fuera que la
vida a partir de entonces ya tuviera los cimientos exactos
para que su continuidad fuera serena, equilibrada en paz,
pero desafortunadamente en un porcentaje muy elevado
de seres no es así, sino que justamente entonces es cuando
muchos atraviesan por grandes crisis existenciales de
múltiples órdenes, producto de su falta de planeación
de manera objetiva hacia el futuro. Pero, ¿quién prevé
lo que ha de venir si ni siquiera se conoce cuándo será
el final del camino humano? Precisamente, por esa
razón debemos aprender a estar atentos siempre, para
observar en la medida de lo posible las consecuencias
de los actos que vamos realizando, y cuando se obra
así, entonces la vida puede ejecutar realmente el proyecto que planeamos previamente, aunque para ello se
necesitan tener cimientos de conocimientos sobre qué
somos y cómo funciona la vida, pues por desgracia no
existe hoy en día quién los proporcione.
Las actuales instituciones de enseñanza académica están enfocadas a producir entes productivos y
útiles necesarios para la maquinaria generadora de
capital económico en beneficio de unos pocos, olvidando por completo a la persona humana. No existen
escuelas donde se tenga como propósito formar seres
humanos felices, bondadosos o creativos en términos
de alegría, sino lo más ajustado posible a un robot
eficiente al que se le chantajea, para que crea que
fuera del sistema de producción al que pertenece no
puede subsistir de una manera decorosa, pero cuando
Ágora
25 de enero
1882.- Nació Virginia Woolf, novelista, ensayista, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas
figuras del modernismo literario del siglo XX. Sus
obras más famosas incluyen las novelas La señora
Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando: una biografía (1928), Las olas (1931), y su largo ensayo Una
habitación propia (1929), con su famosa sentencia
“Una mujer debe tener dinero y una habitación propia
si va a escribir ficción”. Fue redescubierta durante
la década de 1970, gracias a este ensayo, uno de
los textos más citados del movimiento feminista,
que expone las dificultades de las mujeres para
consagrarse a la escritura en un mundo dominado
por los hombres.
1920.- Murió el escultor y pintor Amedeo Modigliani, perteneciente a la Escuela de París, donde
convergieron un grupo heterodoxo de artistas en el
periodo de entreguerras (1915-1940), vinculados a
diversos estilos artísticos como el posimpresionismo, el expresionismo y el surrealismo. La rapidez
de ejecución en sus obras le hace famoso, además
de que nunca retocaba sus cuadros, sin embargo,
quienes posaron para él decían que era como si hubiesen desnudado su alma. Tanto sus estatuas como
sus retratos se reconocen por los ojos almendrados,
de memoria, existir una vida donde la decisión máxima
fue justamente la de ser feliz, pues su mayor anhelo no
era el ser reconocido o admirado, sino el de saber estar
en el mundo sin más anhelo que el de ser recibido en
su condición humana.
El descubrimiento de si mismo lleva a comprender
que se puede resolver toda dificultad que la vida conlleva, sabiendo ver anticipadamente y elegir el sendero
que ha de tener la consecuencia exacta a tal elección, y
comprender que se poseen las herramientas y recursos
necesarios en el interior humano para tal fin.
El capital más valioso que todos poseemos se
produce al descubrir esa fuente inagotable de bienes que
surge de ese campo vasto e infinito del cual procedemos
y del que sólo nos alejamos cuando no entendemos esa
unidad perfecta, que está ahí, a la vuelta de nuestra mirada hacia lo auténtico, lo real que radica en ese interior
del que tanto hablo y para muchos (la gran mayoría)
de ciegos materialistas no alcanzan a percibir por tener
su mirada ausente en lo falso, en lo externo e ilusorio,
como es en el poseer y el tener poder, y eso son sólo
las sombras de esa luz que procede de fuente de todo
lo visible y lo invisible.
Eclesiastés 15:11 No digas: “Fue el Señor el que
me hizo claudicar”, porque él no hace nunca lo que
detesta. 12 No digas: "El me hizo extraviar”, porque él
no necesita de un hombre pecador. 13 El Señor detesta
toda abominación, y nada abominable es amado por los
que lo temen. 14 Él hizo al hombre en el principio y lo
dejó librado a su propio albedrío. [email protected]
las bocas pequeñas, las narices torcidas y los cuellos
alargados.
1990.- Falleció la actriz Ava Gardner, considerada una de las grandes estrellas del siglo XX y
como uno de los mitos del Séptimo Arte. Su gran
oportunidad en el cine llegó en 1946 con dos títulos:
el thriller Whistle stop, en el que tiene un papel principal junto al mítico -y hoy olvidado- George Raft;
y el drama negro basado en una historia de Ernest
Hemingway, Los asesinos, donde se lucía junto a un
también jovencísimo Burt Lancaster y al siempre
excelente Edmond O'Brien. Esta última película será
la que la ponga en el mapa dentro de la industria de
Hollywood. La noche de la iguana (1964), basada
en la obra teatral de Tennessee Williams, es considerada una de sus mejores actuaciones, compartiendo
créditos con Richard Burton y Deborah Kerr.
26 de enero
1992.- Murió José Ferrer, actor y director de
cine puertorriqueño. Participó en más de 60 películas
y muchas obras teatrales a lo largo de su carrera.
Sabía hablar cuatro idiomas: castellano, inglés,
francés e italiano. Obtuvo tres nominaciones a los
Óscar, consiguiendo la preciada estatuilla por su
papel en Cyrano de Bergerac (1950). Sus otras dos
nominaciones le llegaron de la mano de Juana de Arco
(1948) y Moulin Rouge (1952) en la que daba vida a
Henri de Toulouse-Lautrec. Debutó como director y
productor en la película The Shrike (1955).
27 de enero
1979.- Falleció Victoria Ocampo (1891-1979),
una escritora, intelectual, ensayista, traductora,
editora y mecenas argentina. Publicó diversos libros
como La laguna de los nenúfares (1926), diez tomos
de Testimonios o Tagore en las barrancas de San
Isidro (1961).
28 de enero
1853.- Nació el escritor y político cubano, José
Martí, héroe de la independencia de Cuba y poeta precursor del modernismo. En el campo de la poesía sus
obras más conocidas son: Ismaelillo (1882), Versos
sencillos (1891) y Versos libres Flores del destierro.
Sus ensayos más populares son: El presidio político
en Cuba (1871) y Nuestra América (1891). Cabe
también destacar su obra epistolar, por lo general
bien apreciada literaria y conceptualmente.
1887.- Se colocó la primera piedra de la torre
Eiffel, símbolo de París.
Retrato de Jeanne Hébuterne (1917), pintura
de Amedeo Modigliani. Colección privada,
Washington.
29 de enero
1860.- Nació Anton Chéjov, médico, escritor
y dramaturgo ruso. Encuadrable en la corriente
naturalista, fue maestro del relato corto, siendo considerado como uno de los más importantes escritores
de cuentos de la historia de la literatura. En 1886 se
había convertido ya en un escritor de renombre. Ese
mismo año publicó su primer libro de relatos, Cuen-
Ava Gardner, una de las actrices más emblemáticas de Hollywood que nunca recibió
el premio Óscar.
tos de Melpómene; al año siguiente ganó el Premio
Pushkin gracias a la colección de relatos cortos Al
anochecer. En teatro, El jardín de los cerezos (1904)
ha sido una de las obras más interpretadas a lo largo
de los años.
30 de enero
1933.- Se emitió el primer episodio de El Llanero
Solitario, un personaje creado por el escritor Fran
Striker. Es un ranger de Texas enmascarado del viejo
oeste de USA, interpretado originalmente por Paul
Halliwell (voz en la radio). La primera aparición del
Llanero fue en un programa de radio estadounidense
que permaneció mucho tiempo en antena, creado por
el productor George W. Trendle.
31 de enero
1908.- Nació Roberto Chavero, quien utilizó
el seudónimo de "Atahualpa Yupanqui" (en quechua,
el que viene de lejanas tierras para decir algo), fue
cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino. Se le
considera el más importante músico de folclore. De las
325 canciones de su autoría registradas oficialmente,
pueden citarse La alabanza, La añera, El arriero,
Basta ya, Cachilo dormido, Camino del indio, Los
ejes de mi carreta, Le tengo rabia al silencio, Milonga
del solitario, El poeta, entre muchas otras.
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Librero
VIÑETAS DE LA PROVINCIA
Un marido... que no lo fue
Don Manuel Sánchez Silva
Concha Campuzano, que aún vive radicada
desde hace muchos años en la capital del país, fue
indudablemente en su juventud la muchacha más
bonita de Colima. Alta y bien formada, blanca, de ojos
negros aterciopelados, pelo oscuro rizado y sedoso,
boca de labios voluntariosos fácilmente contraíbles
en mohínes caprichosos y despectivos, cejas que por
lo perfecto de su arco parecían dibujadas a pincel, y,
desprendiéndose de su atractivo físico, cierta personalidad cautivante que bien hubiera podido recordar
la "Gratia Plena" de Amado Nervo: "Quien la vio,
no la pudo ya jamás olvidar".
Fueron sus padres don Ezequiel Campuzano,
originario de Zamora, Michoacán, artista de zarzuela
y destacado tenor, y doña Rosario Guerra, descendiente de una antigua familia de Colima. A raíz de
su matrimonio fundaron el hotel Carabanchel, que
primeramente estuvo donde ahora se encuentra el
hotel Casino y posteriormente, hasta su clausura, en
la casa de dos pisos de la última calle de 5 de Mayo,
donde se hospedó Benito Juárez de paso por Colima,
y en la actualidad ocupa un colegio católico.
Doña Chayo, como general y cariñosamente
se le llamaba a la señora, fue una mujer inteligente,
dinámica y organizadora, que a base de energía y buena
administración hizo de su establecimiento el mejor de
la ciudad. En lo íntimo, era terriblemente pasional y
apegada a los suyos. Adoraba a su marido, del que
siempre vivió celosa, con o sin motivo, e idolatraba a
sus hijas: Rosa, la mayor, y Concha, tema central de este
relato. Gracias a la generosidad ilimitada de su madre,
las dos hermanas disfrutaron desde niñas de una vida
privilegiada. Telas de lo más fino, alhajas, perfumes,
paseos y todo género de halagos, que doña Chayo
proporcionaba con prodigalidad que en ocasiones le
implicaba sacrificios y descalabros económicos, pero
que, a través de su desmedido amor por las muchachas,
se convertían en inigualables satisfacciones.
Sin embargo, en contraste con sus condescendencias maternales, doña Chayo fue intransigente en
cuanto a separarse de sus hijas. Con gusto hubiera
vendido el hotel y aceptado la más negra pobreza
por complacerlas en un deseo, pero no permitir, ni
a precio de su sangre, que alguna de ellas, especialmente Concha, se apartara de su lado. Las quería con
fanatismo.
Concha conoció al general Lázaro Cárdenas
cuando fue traído a esta ciudad en febrero de 1924,
después de que el general Rafael Buelna lo derrotó en
Teocuitatlán. Era, por aquel entonces, uno de tantos
generales, oscuro y pobre. La "Güera Plaza", que ha
conquistado justificada fama de caritativa, se interesó
por el militar en desgracia y costeó su curación. Al
fracasar la revuelta delahuertista y triunfar el obregonismo, en abril del mismo año, Cárdenas fue ascendido
y, de un día para otro, el cautiverio y la carencia de
dinero y de significación se transformaron en poder,
brillo e importancia. Concha vivió un romance con él,
que le significó una discriminación social. Las gentes
de aquel tiempo, quizás más escrupulosas y excesi-
vamente intolerantes, le aplicaron la ley del hielo, y
la hermosa muchacha, más que nunca fascinadora,
se sintió aislada en su cuarto privado del hotel de
sus padres, donde nadaba en la abundancia y vivía
regiamente, pero siempre sola.
De vez en cuando se hospedaba en el Carabanchel algún viajero joven, que durante su permanencia
en Colima constituía para Concha una oportunidad de
distracción, y eso era todo.
Así fueron pasando los años, sin que doña Chayo
aceptara la perspectiva de que sus hijas viajaran y se
desaburrieran en otras partes. Aquí, junto a la vigilante
mirada materna, todo lo que desearan, pero fuera de
ella, nada...
Tres o cuatro amigos, viejos y desinteresados,
visitaban a Concha de tarde en tarde y ella les hacía
sus confidencias:
–Estoy harta. Vivo en una prisión. Mi pieza podrá
ser una jaula de oro, pero jaula al fin y al cabo... Para
mi madre no ha corrido el tiempo y sigue pensando
en nosotras como si tuviéramos quince años.
En enero de 1930 arribó a Colima una compañía
de drama y comedia. Sus componentes eran artistas
modestos y el primer actor, llamado Francisco Muñoz,
se alojó en el Carabanchel. Después de dos o tres
semanas de representar en el antiguo teatro Hidalgo,
la empresa anunció la función de despedida con "El
asombro de Damasco". Y en la tarde de ese último
día, Concha, desesperada por el género de vida que
llevaba, optó por un recurso extremo. Buscó a Muñoz
y le dijo:
–Voy a hacerle una proposición. Mírela usted
como un negocio en que los dos podremos ganar. Yo
me asfixio en Colima, pero no puedo emanciparme
sin provocar un escándalo familiar de consecuencias
imprevisibles. Mi madre es capaz de todo. Ustedes
trabajarán ahora por última vez, ¿no es así?
–Así es. Ya liquidé el hotel. Mañana saldremos
por el tren de Guadalajara.
–¿Y a dónde irán?
–Al norte. Hay programada una gira por Sinaloa,
Sonora, Nuevo León y Tamaulipas.
–Perfectamente. El negocio es éste: usted se
casa conmigo hoy mismo...
–¿Que yo qué...?
–¡Espere! Déjeme hablar. Usted se casa conmigo
ahora mismo y, en su condición de marido, mañana
me tendrá que llevar como su mujer legítima. Pero
llegando a la primera ciudad en que vaya a actuar, nos
divorciamos inmediatamente...
Muñoz era hombre de mundo. Comprendió la situación y sonrió interesado. Le gustaba la aventura.
–Perfectamente, pero hasta ahora no veo sino la
parte de usted en el negocio. La mía, ¿cuál será?, ¿qué
ventaja obtendré por meterme en ese lío de casarme
y divorciarme al hilo?
–Dos mil pesos que le entregaré inmediatamente
después de firmar el acta. Dos mil pesos en oro...
Y mire usted: no hay para que esperar; se los daré
enseguida.
suya.
Un héroe casi desconocido
Eduardo Mejía
(24 de junio de 1960)
El hombre pensó unos cuantos segundos...
–¡Hecho!... -y alargó la mano.
–¡Hecho!... -contestó Concha, extendiendo la
Y en un apretón quedó sellado el convenio.
Dos de sus amigos, Heliodoro Fuentes Álvarez y
Gabriel Hinojosa, impuestos del plan, fueron a pedirle
al presidente municipal la dispensa de publicaciones
y, con el oficio en mano, la pareja se presentó en el
Juzgado del Registro Civil, donde se consumó el
matrimonio.
Por la noche, doña Chayo y sus dos hijas
ocuparon una platea en el teatro Hidalgo. Concha se
presentó bellísima. La ilusión de romper las cadenas
y vivir su vida acentuaba su hermosura. Terminó el
último acto de "El Asombro de Damasco" y las tres
mujeres regresaron a su casa, donde ya esperaba a
doña Chayo la noticia de lo acontecido. ¡Y aquello fue
Troya! La discusión, intercalada con gritos iracundos
y sollozos enternecedores, despertó a todos. Uno de
los huéspedes, abogado de profesión, se presentó en
la escena familiar.
–¿Ocurre algo? ¿Puedo ser útil?
Doña Chayo, recordando en su pena que el
intempestivo interlocutor era hombre de leyes, le
expuso el caso:
–Sí puede sernos útil, licenciado. Pase usted.
Imagínese que Concha se casó con un cómico, para
divorciarse luego... Le dio no sé cuánto para que se
presentara... ¿Qué le parece a usted?
–Pues me parece que no podrá divorciarse
"luego". La situación fue mal planteada. Conforme al
Código Civil, ningún juez podrá declarar disuelto el
vínculo matrimonial, sino después de un año de haberse
celebrado el matrimonio. Es el término mínimo...
–¿Un año, dice usted? -prorrumpieron a un
tiempo mismo, aun cuando con diferente entonación,
la madre y la hija...
–¡Un año! -ratificó el abogado-. Durante ese
lapso, usted, señorita -dirigiéndose a Concha-, será la
mujer legítima de su marido, quien tendrá sobre usted
todos los derechos que la ley le concede...
–¡Un año! -repitieron doña Chayo, consternada,
y Concha, sorprendida...
En ese momento, alguien avisó que el señor
Muñoz había llegado al hotel.
–¡Que suba inmediatamente! -ordenó doña
Chayo-. Que suba ese comiquete... ¡Lo que va a oír
de mi boca...!
Y el cronista no sabe, en verdad, qué escuchara
el señor Muñoz de boca de doña Chayo ni qué factores económicos o sentimentales hayan intervenido
para solucionar el problema. Lo cierto fue que al día
siguiente, el flamante esposo tomó el tren, como todos
sus compañeros de teatro, y dejó Colima, mientras
Concha quedaba en su torre de marfil... a la vista de
doña Chayo...
* Periodista, escritor
y fundador de Diario de Colima.†
Título: Gonzalo Robles: Una utopía
sepultada
Autora: Marcela Dávalos
Editorial: El Tucán de Virginia/INAH
Las generaciones que nacieron entre los
últimos años del siglo XIX y los primeros del
XX vivieron etapas de desconcierto, cambios
drásticos, tuvieron que elegir entre cierta
comodidad y bienestar que recibían algunos
estratos socioeconómicos, o ponerse del lado
de quienes exigían cambios políticos y sociales; ellos dieron el respaldo que necesitaban
los revolucionarios para ofrecer estabilidad y
para hacer realidades sus promesas.
Esas generaciones, muy ligadas entre sí,
tuvieron plena conciencia de su importancia;
Alfonso Reyes habló de sus contemporáneos
en Pasado inmediato. Jaime Torres Bodet
las retrató en Años contra el tiempo, los
Contemporáneos resaltaron su calidad en la
Poesía mexicana moderna; sobre todo, Manuel
Gómez Morín, en un breve libro titulado 1915
define y fusiona fronteras; Enrique Krauze,
en diversos libros, resalta las simpatías y
diferencias y hace ver todos sus logros: la
creación de instituciones que fueron, y son,
indispensables para el desarrollo del país: el
Banco de México, la Casa de España, el Fondo
de Cultura Económica (FCE), además de las
asociaciones políticas que devinieron en los
partidos de oposición más representativos
durante mucho tiempo, entre otras.
Uno de los integrantes de la generación 1915 no era mexicano, pero el país
le debe tanto como a los nacidos en él, el
costarricense Gonzalo Robles, biografiado
por Marcela Dávalos, quien sigue su travesía
desde que abandona su pueblo y su país para
venir a México, de donde no salió más que
para representarlo en congresos, o con tareas
cercanas a la diplomacia o a los estudios para
mejorar la nación en diferentes aspectos; él
fundó escuelas agrícolas en una época en la
que la agricultura era fundamental y suficiente,
dirigió el Banco de México, del que salió por
causa del rompimiento entre Calles y Cárdenas, fundó el Banco de Crédito Agrícola
y fue uno de los iniciadores del FCE, al que
perteneció hasta su fallecimiento.
La biografía es sobria, no se desborda ni
pierde ecuanimidad, resalta, aunque a veces a
trompicones, las tareas en las que destacó Robles, aunque no cuenta más que algunas líneas
de su vida privada y sólo en una es indiscreta;
se detiene en las creencias y desilusiones
políticas del personaje, pero omite aspectos
que podrían enriquecer el texto. Como la de
muchos historiadores, la prosa de Dávalos es
escueta, sin aristas ni adornos. Lo que vale es
el rescate de alguien como Robles.
Palabrología
Autor: Virgilio Ortega
Editorial: Crítica
Editor de más de 5 mil libros, Ortega
no sabe qué hacer con tantos conocimientos
y decidió compartirlos con los lectores; como
sabe mucho de etimologías (la verdad de
las palabras), y como no podemos cargar el
Corominas (sólo el abreviado, o el Corripio,
concreto y contundente), nos ayuda contando
la historia de la humanidad, y explica el origen de cada vocablo que usa; como muchos
editores, carece de agilidad, no de pedantería
(alarde de enseñanza); es pudibundo (no maneja palabrotas), y no incluye estas palabras.
La magia de la canción...
Autor: Roger A. Martínez Peniche
Editorial: Conaculta
Como indican nombre y apellido, el autor es yucateco, y elogia la en verdad excelente
canción producida por sus paisanos durante
gran parte del siglo XX; aunque a veces se
hace bolas con qué parte de las obras son de
ese estado.
Piezas como “Mar”, tienen letra yucateca y música tapatía; hay esbozos biográficos
que indican parentescos y afinidades, añade
una explicación de las diferencias entre géneros, y una mínima antología, que asombra a
ratos: en “Beso asesino” no dice “pica”, como
canta el autor, sino “liba”, más erótico.
Dodo
Autor: Karen Villeda
Editorial: Tierra Adentro
Como título, este libro usa el nombre de
un pájaro que no volaba y que se extinguió hace
siglos, y en cada fragmento, o texto independiente que se comunica con todos los demás,
la autora usa una fórmula que en matemáticas
tiene un resultado exacto pero que en la Biblia
significa el infinito; el ámbito es de piratas,
tan salvajes como los de Stevenson aunque
no tan crueles como el doctor civilizado; va
de un terreno de aventuras como al erotismo
forzado; buen manejo del ritmo aunque da la
sensación de inconcluso.
mica
Las manos de Juliette
Autor: Jaherer Mafi
Editorial: Fondo de Cultura Econó-
Después de llegar a Punto Omega, Juliette necesita aprender a controlar su poder
para enfrentarse a Warner y vencer al Restablecimiento, sólo que no puede concentrarse,
siente que todos le tienen miedo, y Adam, la
única persona que la puede tocar, está distante,
raro. Además no puede apartar de su mente el
hecho de que Warner la besó ni el hecho de
que también puede tocarla. La segunda parte
de una historia interesante, que mantiene el
interés, es fácil de leer y deja al lector a la
espera de la continuación.
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