... la verdad os hará - Casa de Oración Ayotlán

Jesús sanador.
Por: Priscila Alejandra Díaz
Hola amigos y amigas, este año
comenzamos con una nueva serie
"Jesús sanador", veremos grandes
milagros que Jesús hizo cuando ÉL
estuvo aquí en la tierra. Empezamos con la historia de los diez
leprosos (Lucas 17:11 al 19), sanados por Jesús. Nos pone
frente a una realidad humana: los que son agradecidos, reciben
más bendición mientras que los ingratos generalmente
experimentan más problemas. Jesús no buscó el
agradecimiento de los diez para sentirse bien. Por el contrario,
afirmó la gratitud del único hombre que volvió a agradecerle
porque Él sabía que la gratitud es la puerta a una vida llena de
bendiciones. Aun en los momentos más difíciles de la vida, una
persona agradecida siente más paz y tranquilidad. No se te
olvide ser agradecido con tus padres, recuerda que Dios te los
dio y tienes que amarlos, respetarlos y honrarlos.
La Actividad es que colores el dibujo y resuelvas la sopa de
letras.
Mes 1. Año 4to, 2015. Semana del 04 al 10.
Carmona.
Número:
01
... la verdad os hará
libres. Juan 8:32.
Nuevo Año, 2015. Por: Edgar Eduardo Castañeda Pintle.
Demos gracias a nuestro Dios por iniciar otro año tal y como
hoy nos encontramos en ÉL. (2Tesalonicenses 2:13) Dios nos está
permitiendo el inicio del cuarto año de edición de este medio
de propagación de la Palabra de Dios, la cual es vital para todo
ser humano, porque en esta Palabra esta la Vida. (Juan 5:39) Tal
como sabemos, desde tiempos remotos la expresión escrita ha
sido un medio utilizado para muchos fines; se han escrito
infinidad de libros, de periódicos, revistas, carteles, etc. en los
cuales vemos letras que forman palabras, palabras que
transmiten un mensaje. Este medio llamado Fiel Verdad
trasmite la Palabra de Dios, la Biblia, no otra cosa, no es un
medio de mercadotecnia o publicidad, o de difusión de ideas
filosóficas o políticas o religiosas; es pura Biblia; con la más
sincera intención de que usted estimado lector conozca lo que
le puede ayudar, en primer lugar obtener la salvación por
medio de Cristo; en segundo, a tener una vida plena congruente
a la piedad la cual todos los que somos hijos de Dios llevamos,
y buscamos día a día mejorar. Mi oración es que cada persona
que lea este medio encuentre en él la guía para vivir para
Cristo, vivir tal y como Dios demanda de toda su creación, o
sea vivir bajo el Temor de Dios, lo cual nos lleva a tenerle sumo
respeto, porque entendemos Quien es ÉL, y al reconocer esto
vivimos buscando agradarle todos los días de nuestra vida
obedeciendo en acción y obra su Palabra la cual es nuestra
guía de vida. Estimado lector solo me resta suplicarte que
revises tu vida para que veas si en verdad estás viviendo como
Dios quiere y no como tú crees que quiere; no dejes que
termine este año 2015 sin que tú conozcas de verdad y de
manera personal a Jesucristo quien es el único quien te dará
la salvación y libertad; (Hechos 4:12) porque la Verdad te hará libre.
¿Qué haremos? Por: Pedro Jacob Castañeda Pintle.
“Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este
JESÚS a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor
y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a
Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué
haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Hechos 2:3638
Después de la manifestación gloriosa del Espíritu Santo en la
iglesia primitiva, muchos hombres y mujeres fueron no sólo
asombrados por lo que veían, sino confrontados con el
mensaje de salvación en JESÚS. Cuando en medio de la iglesia
los creyentes comenzaron a hablar en diferentes idiomas, las
personas que presenciaban aquello veían con asombro porque
“les veían hablar en su propia lengua” (v6). De inmediato,
Pedro, uno de los apóstoles, con gran poder pronunció su
primer discurso, el cual llevaría a aquel grupo de espectadores
a ser confrontados (compungidos) con el Evangelio. A la iglesia
primitiva (un puñado de personas) le fue dada una comisión tan
imposible que en méritos humanos jamás hubiera sido lograda:
llevar el Evangelio por todo el mundo (literalmente todo el
mundo). Esa iglesia primitiva, y lo podemos confirmar en cada
página del libro de Hechos, fue llena de un poder que nunca
antes habían experimentado los discípulos, un poder que habitó
en ellos a partir de ese momento descrito en el capítulo 2. Ese
poder, que es dado por el Espíritu Santo, fue la diferencia para
que la iglesia primitiva no sólo creciera, sino que fuera capaz
de cumplir su llamado. Ese discurso de Pedro fue el primero de
sin duda muchos más pronunciados por Pedro y más
creyentes. Lo increíble de ese momento es que el Espíritu de
Dios había descendido en gente tan común que sólo un poder
especial podía moverlos a ser cosas extraordinarias y
sobrenaturales no como espectáculo pero sí para salvación y
gloria de Dios. Hombres cuya única característica era que se
habían arrepentido de sus pecados y habían decidido creer
verdaderamente en JESÚS como Salvador. El libro de Hechos
es un testimonio de cómo el Espíritu Santo usó momento a
momento hombres imperfectos para Su obra perfecta y
eterna. El Espíritu Santo moviéndose con tanta libertad sobre
personas que eran convencidas de sus pecados. El Espíritu
Santo sacudiendo al mundo con el Evangelio. Y eso que leemos
en el libro de Hechos no son historias fantásticas o leyendas
(como algunos dirían) sino una realidad en la iglesia de aquel
tiempo y también en la iglesia de hoy en día. La iglesia de hoy
tiene, como la iglesia primitiva, la comisión imposible de
alcanzar a un mundo que día a día se pierde en una vana
manera de vivir. Y también la iglesia de nuestro tiempo, como
la iglesia primitiva, tiene al Espíritu Santo como el Gran Guía, el
Consolador, el que convencerá al mundo de pecado, justicia y
juicio. Iglesia, queridos hermanos, el mundo necesita
desesperadamente a JESÚS. Lo podemos ver en las calles, en
nuestra familia, en todo lugar. Y tú y yo somos esas personas
comunes y sin ningún atributo especial más que el haber
rendido nuestra vida a Cristo en profundo arrepentimiento.
Hoy, justo antes de que inicie un nuevo año, pido a Dios que Su
Espíritu llene nuestra vida y habite en cada uno de nosotros
para poder ser testigos fieles de Su gran salvación alrededor
del mundo.
Llenos de la presencia de Cristo. Por: David Wilkerson.
Pregúntale a cualquier cristiano: "¿Amas a Jesús?" y él te
responderá: "¡Por supuesto que sí!". Pero las palabras por sí
solas no son suficientes en la santa luz de Su Palabra, porque
Jesús mismo dijo que sólo dos cosas pueden demostrar
nuestro amor por Él. Si estas dos evidencias no están
presentes en tu vida, entonces tu amor por Jesús es sólo de
palabras; no de hecho ni de verdad. Estas son: (1) Tu obediencia
a todos los mandamientos de Jesús y (2) Una manifestación de
Su presencia en tu vida. Hay un versículo que dice: "El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama…y
yo le amaré, y me manifestaré a él" (Juan 14:21). "Manifestaré"
significa "brillar o brotar". En otras palabras, convertirse en
un instrumento o canal que irradia la presencia de Cristo. La
iglesia a menudo ora: "Oh Señor, envíanos Tu presencia. Ven,
desciende sobre nosotros, muévete en medio de nosotros.
¡Revélate a nosotros!". Pero la presencia de Dios no desciende
así nomás. No cae de repente y sorprende o abruma a la
congregación. Parece que tenemos una idea de que la
presencia de Cristo es un humo invisible que Dios esparce en
la atmósfera, como la nube de la gloria del Antiguo Testamento
que llenaba el templo donde los sacerdotes no podían estar de
pie para ministrar. Nos olvidamos de que en estos días
nuestros cuerpos son el templo de Dios, y que si Su gloria
viene, debe aparecer en nuestros corazones y llenar nuestros
cuerpos. Cristo no vive en edificios o en una cierta atmósfera;
tanto así, que los cielos de los cielos no pueden contenerlo.
Más bien, Él se manifiesta a través de nuestros cuerpos,
santificados y obedientes, Su templo: "Porque vosotros sois el
templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré
entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo" (2
Corintios 6:16). ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en vosotros…?" (1 Corintios 6:19).
Pero ¿por qué en nuestras iglesias hay tan poca presencia de
Jesús? ¿Por qué hay tantas congregaciones muertas? Porque,
ya sea el pastor, el pueblo o ambos, ¡están muertos
espiritualmente! La experiencia de la presencia de Jesús en
una iglesia no es un tanto un asunto corporal, sino más bien
individual. Es cierto que un pastor muerto, sin vida espiritual y
sin vida de oración puede esparcir muerte al pueblo. Pero
también es cierto que cada miembro sigue siendo un templo y
es personalmente responsable de obedecer a Dios y de estar
dispuesto a ser un instrumento de Su presencia. Tu iglesia
puede estar muerta, pero tú puedes estar lleno de la presencia
de Cristo.
Biblia en gráficos. Génesis 1:20
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