Confabulario de Arreola - Dr. Jaime Coaguila

CONFABULARIO PERSONAL
Relectura de la obra de Juan José Arreola
Por: Jaime Coaguila
CONFABULARIO
Juan José Arreola nació el año 1918 en Zapotlán (México) en el estrago
de la gripe española, el día de Mateo Evangelista y Santa Ifigenia Virgen.
Desde su infancia desempeñó los más diversos oficios, iniciándose como
aprendiz de encuadernador en el Taller de José María Silva, de donde nacerá
su amor a los libros; luego trabajaría como vendedor, maestro, cobrador de
banco, periodista, a la par que estudiaba en la Escuela Teatral de Bellas Artes
desde 1937. Después su vida daría un vuelco cuando conoce a Louis Jouvet,
que en 1945 le ofrece la oportunidad de pisar las tablas de la Comedia
Francesa y conocer a los actores J.L. Barrault y Pierre Renoir. A su regreso de
Francia ingresa a trabajar en el Fondo de Cultura Económica, sello en el que
publica su libro de cuentos“Varia Invención”(1949) y luego de algunos años la
colección “Confabulario”(1952) y “La hora de todos”. Tras recibir el Premio de
Literatura Jalisco y el Premio Xavier Villaurrutia publica “Punta de Plata”,
“Confabulario total”, la novela “La Feria”e “Inventario”, hasta que finalmente
recibe de forma consagratoria el Premio Nacional de Letras en 1979.
PALINDROMA
Receta Casera
Haga correr dos rumores. El que está perdiendo la vista y el que tiene un
espejo mágico en su casa. Las mujeres caerán como moscas en la miel.
Espérelas detrás de la puerta y dígale a cada una que ella es la niña de
sus ojos, cuidado de que no lo oigan los demás, hasta que les llegue su turno.
El espejo mágico puede improvisarse fácilmente, profundizando en la
tina de baño. Como todas son unas narcisas, se inclinarán irresistiblemente
hacia el abismo doméstico.
Usted puede entonces ahogarlas al placer o salpimentarlas al gusto.
Cuento de horror:
La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las
apariciones.
VARIA INVENCION
23 de febrero
Siempre me pareció un misterio el efecto que provocaban mis cuentos
en el público. Sobretodo si despierto en la mañana y encuentro alguno trascrito
en la página cultural de un periódico provinciano a manera de un curioso
homenaje. Luego pienso que tal vez no he dedicado el tiempo necesario a la
literatura y que tal vez solamente me he conformado con abreviar las oraciones
compuestas o afilar con rigor exclusivamente formal los mismos verbos.
Prosapia sin sentido (no me asustan las frases) he pretendido imitar
remotamente lo que Marcel Schowb o Giovanni Papini crean con divina
perfección, sin por ello alguna vez lograrlo.
PROSODIA
Libertad
Hoy proclamé la independencia de mis actos. A la ceremonia sólo
concurrieron unos cuantos deseos insatisfechos, dos o tres actitudes
desmedradas. Un propósito grandioso que había ofrecido venir envió a última
hora su excusa humilde. Todo transcurrió en un silencio pavoroso.
Creo que el error consistió en la ruidosa proclama: trompetas y
campanas, cohetes y tambores. Y para terminar, unos ingeniosos juegos de
moral pirotécnica que se quedaron a medio arder.
Al final me hallé a solas conmigo mismo. Despojado de todos los
atributos del caudillo, la medianoche me encontró cumpliendo un oficio de mera
escribanía. Con los últimos restos de heroísmo emprendí la penosa tarea de
redactar los artículos de una dilatada constitución que presentaré mañana a la
asamblea general. El trabajo me ha divertido un poco, alejando de mi espíritu la
triste impresión del fracaso.
Leves e insidiosos pensamientos de rebeldía vuelan como mariposas
nocturnas en torno de la lámpara, mientras sobre los escombros de mi prosa
jurídica, pasa de vez en cuando un tenue soplo de marsellesa.
BESTIARIO
Pavorreal
Agobiado por su belleza el pavoreal recorre el parque a ritmo lento.. Su
cuerpo enorme contrasta con sus delgadas patas y el largo plumaje multicolor
de su cola. El ave aparentemente tranquila escruta la tierra y está siempre
alerta a cualquier extraño movimiento a su alrededor; ya que sus predadores
sólo esperan el más leve descuido. Pero el pavorreal cuenta con un
mecanismo infalible de defensa además de sus feroces patadas, las plumas
brillantes de su cola pueden convertirse desplegadas en inmensos ojos que
asustan hasta el más feroz enemigo. Y todos sabemos que no hay mayor
ventaja que una mirada directa a los ojos.
JUAN JOSE ARREOLA
¿Y a quién finalmente le importa si a partir del quinto volumen de estas
obras completas o no, todo va a llamarse confabulario total o memoria y olvido?
Sólo me gustaría apuntar que confabulados o no, el autor y sus lectores
probables sean la misma cosa. Suma y resta entre recuerdos y olvidos,
mutiplicados por cada uno.