Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’OSSERVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum Año XLVI, número 51-52 (2.395) EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Ciudad del Vaticano 19-26 de diciembre de 2014 En la fiesta de la Virgen de Guadalupe Apertura de un nuevo diálogo entre Estados Unidos y Cuba Con el estilo de Dios Decisión histórica Un paso importante en favor de la paz, la democracia y el respeto de los derechos humanos. Publicamos a continuación el comunicado de la Secretaría de Estado, del 17 de diciembre de 2014, que expresa la satisfacción del Papa por la importante decisión. El Santo Padre se complace vivamente por la histórica decisión de los Gobiernos de los Estados Unidos de América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, La alegría de los cubanos tras el anuncio del deshielo político (Reuters) por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia recien- señor Barack H. Obama, invitándoles a te. resolver cuestiones humanitarias de común En el curso de los últimos meses, el interés, como la situación de algunos deteSanto Padre Francisco ha escrito al presi- nidos, para dar inicio a una nueva fase de dente de la República de Cuba, el exce- las relaciones entre las dos Partes. lentísimo señor Raúl Castro, y al presidenLa Santa Sede, acogiendo en el VaticaPÁGINA 3 te de los Estados Unidos, el excelentísimo no, el pasado mes de octubre, a las delegaciones de los dos países, ha querido ofrecer sus buenos oficios para favorecer un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que han surgido soluciones saVisita a una parroquia romana y Ángelus en la plaza de San Pedro tisfactorias para ambas Partes. La Santa Sede continuará apoyando las iniciativas que las dos Naciones emprenderán para acrecentar sus relaciones bilateLa cercanía de la Navidad rales y favorecer el bienestar de sus resnos habla de un tiempo de pectivos ciudadanos. alegría, de una alegría que «acompaña siempre al cristiano»; y para tenerla hay que rezar, dar gracias y pensar en los demás. Lo reafirmó el Papa el III domingo de Adviento, 14 de diciembre, por la tarde, en la parroquia romana de San José en el Aurelio. Al mediodía, en la plaza de San Pedro, bendijo las figuras de Jesús recién nacido, en manos de numerosos niños romanos. Receta para Navidad Mis ojos han visto al Salvador PÁGINAS 8 A una cumbre sobre el clima En un mensaje el Papa advierte que «las consecuencias de los cambios ambientales nos recuerdan la gravedad de la incuria y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando» PÁGINA 14 GENERAL DEL AÑO 9 La oración por las víctimas del terrorismo Respuesta libre de presiones INDICE Y 2014 EN SUPLEMENTO ADJUNTO Actos inhumanos Durante los saludos a los diferentes grupos presentes en la audiencia general del miércoles 17 de diciembre, el Papa lanzó un llamamiento a los fieles invitándolos a cantar juntos el Padrenuestro por las víctimas de los terroristas inhumanos. Ahora, un momento de silencio y luego, con el Padrenuestro, quisiera rezar juntamente con vosotros por las víctimas de los inhumanos actos terroristas que tuvieron lugar los días pasados en Australia, Pakistán y Yemén. Que el Señor acoja en su paz a los difuntos, consuele a los familiares, y convierta el corazón de los violentos, que no se detienen ni siquiera ante los niños. Cantemos el Padrenuestro pidiendo esta gracia. Viderunt oculi mei salutare tuum («Mis ojos han visto a tu Salvador»). Con estas palabras del evangelista san Lucas (Lc 2, 30), el Papa Francisco felicita la ya cercana Navidad en una tarjeta —xilografía de Victor Delhez— con su firma autógrafa. L’OSSERVATORE ROMANO página 2 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 Un regalo de Navidad para el Santo Padre El árbol y el belén de la plaza San Pedro Procede de la región de Calabria el árbol de Navidad que fue colocado en la plaza de San Pedro, mientras que el pesebre es regalo de la Fundación «Verona per l’Arena». La noticia fue publicada a través de un comunicado de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, encargada de dar los detalles sobre el montaje de ambos. El abeto blanco —donado por la administración provincial de Catanzaro y proveniente de la zona de Passo dell’Abate, en el municipio de Fabrizia, provincia de Vibo Valentia— fue transportado en helicóptero y posteriormente trasladado en un camión a Roma, donde llegó el 4 de diciembre por la noche. Con la ayuda del personal de los Servicios técnicos y del Servicio de jardines del Vaticano fue elevado en la plaza e iniciaron sucesivamente los trabajos de colocación y decoración. Las dimensiones del árbol son 25,5 metros de altura por 55 centímetros de diámetro, con una anchura máxima de la copa de casi 10 metros y un peso estimado de 4 toneladas. El abeto presenta una particularidad: el tronco principal tiene un tronco «gemelo», tratándose por lo tanto de dos troncos unidos. Otra novedad concierne a la fecha de iluminación del árbol que coincide con la del pesebre —el 19 de diciembre por la tarde, a las 16.30—, realizado todo en una sola ceremonia en presencia de las delegaciones de las dos instituciones que hicieron el regalo al Papa, a quienes recibe en audiencia durante la mañana. El nacimiento, que lleva el título «El pesebre en Ópera», llegó de Verona y se inspira en la lírica. La fundación veronesa, junto con otros entes bienhechores, ofrece a la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano la escenografía de la ópera el «Elixir de amor» de Gaetano Donizetti, creada por el escenógrafo Francesco Canessa. El pesebre cuenta además con unas veinte estatuas de terracota de tamaño natural, con trajes y accesorios realizados con material resistente a la intemperie. La dimensión de la instalación es de casi 24 metros de largo y 12 de ancho, y tiene una altura máxima de 8 metros. Un bastidor de tres lados que representa la pintura «Ángeles musicantes» de Giovanni Battista Gaulli completa la realización. El Pontífice vuelve a denunciar la difícil situación de los cristianos en Oriente Medio Huida de la inhumanidad El Papa Francisco volvió a denunciar la «difícil situación» de Oriente Medio. En la audiencia a Su Beatitud Ignace Youssif III Younan, patriarca de Antioquía de los sirios, a quien recibió el viernes 12 de diciembre por la mañana en la sala Clementina, junto con obispos y fieles de la comunidad siro-antioquena, el Pontífice invitó a redoblar los esfuerzos para afrontar las necesidades de los cristianos, obligados a huir a fin de «ponerse a salvo de una inhumanidad que echa a la calle a poblaciones enteras, dejándolas sin medios de subsistencia». Beatitud, excelencias, reverendos padres, queridos hermanos y hermanas: Os saludo cordialmente y os agradezco vuestra visita. A través de vosotros puedo enviar mi saludo a vuestras comunidades esparcidas por el mundo, y expresarles mi aliento, en particular, a las de Irak y Siria, que viven momentos de gran sufrimiento y miedo frente a la violencia. Y acompaño estos sentimientos de solidaridad y compasión con mi recuerdo en la oración. Con ocasión de esta reunión en Roma, me habéis pedido celebrar un sínodo fuera del territorio patriarcal. Acepté con agrado para facilitar vuestro encuentro, destinado a reconocer las necesidades urgentes de vuestra Iglesia y a responder a las expectativas espirituales de los fieles. En particular, estáis realizando un camino de reforma de la divina liturgia, al servicio de la Palabra de Dios, que debería permitir un nuevo impulso de devoción. Este trabajo requirió una intensa profundización de la Tradición y mucho discernimiento, sabiendo cuán sensible es la asamblea de fieles al gran don de la Palabra y de la Eucaristía. La difícil situación en Oriente Medio ha provocado y sigue provocando en vuestra Iglesia desplazamientos de fieles hacia las eparquías de la diáspora, y esto os plantea nuevas exigencias pastorales. Es un desafío: por una parte, permanecer fieles a los orígenes; por otra, insertarse en contextos culturales diver- L’OSSERVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Ciudad del Vaticano [email protected] www.osservatoreromano.va GIOVANNI MARIA VIAN director Giuseppe Fiorentino subdirector sos, trabajando al servicio de la salus animarum y del bien común. Este movimiento de fieles hacia países considerados más seguros empobrece la presencia cristiana en Oriente Medio, tierra de los profetas, de los primeros anunciadores del Evangelio, de los mártires y de tantos santos, cuna de ermitaños y del monaquismo. Todo esto os obliga a reflexionar sobre la situación de vuestras eparquías que tienen necesidad de pastores celosos, así como de fieles intrépidos, capaces de testimoniar el Evangelio, algo no fácil a veces, a personas de etnias y religiones diversas. Muchos han huido para ponerse a salvo de una inhumanidad que echa a la calle a poblaciones enteras, de- TIPO GRAFIA VATICANA EDITRICE L’OSSERVATORE ROMANO don Sergio Pellini S.D.B. director general Marta Lago Servicio fotográfico [email protected] redactor jefe de la edición Publicidad: Il Sole 24 Ore S.p.A. Redacción System Comunicazione Pubblicitaria via del Pellegrino, 00120 Ciudad del Vaticano Via Monte Rosa 91, 20149 Milano teléfono 39 06 698 99410 [email protected] jándolas sin medios de subsistencia. Con las otras Iglesias tratáis de coordinar vuestros esfuerzos para responder a las necesidades humanitarias, sea de cuantos permanecen en su patria, como de quienes se han refugiado en otros países. Ahora, volviendo a vuestras sedes, os sentís consolados por esta experiencia de comunión vivida ante las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo; una comunión que hoy se expresa de modo particular aquí, al elevar al Señor junto con el Sucesor de Pedro una oración de acción de gracias y súplica. Os exhorto, queridos hermanos, a proseguir vuestro compromiso pastoral y el ministerio de esperanza al servicio de la venerable Iglesia sirocatólica. Saludo con afecto a los fieles que os acompañan, en quienes veo las diversas comunidades que representan. Os invito a llevar a todos la expresión de mi cercanía y de mi oración al Señor. Mientras encomiendo a cada una de vuestras comunidades a la protección de la Madre de Dios, de san Ignacio de Antioquía y de san Efrén, os imparto de corazón a vosotros, a vuestros sacerdotes, a los religiosos, a las religiosas y a todos los fieles, la bendición apostólica, prenda de paz y consuelo de nuestro Dios uno y trino, todo misericordioso. Tarifas de suscripción: Italia - Vaticano: € 58.00; Europa (España + IVA): € 100.00 - $ 148.00; América Latina, África, Asia: € 110.00 - $ 160.00; América del Norte, Oceanía: € 162.00 - $ 240.00. Administración: 00120 Ciudad del Vaticano, teléfono + 39 06 698 99 480, fax + 39 06 698 85 164, e-mail: [email protected]. En México: Arquidiócesis primada de México. Dirección de Comunicación Social. San Juan de Dios, 222-C. Col. Villa Lázaro Cárdenas. CP 14370. Del. Tlalpan. México, D.F.; teléfono + 52 55 5594 11 25, + 52 55 5518 40 99; e-mail: [email protected], [email protected]. En Argentina: Arzobispado de Mercedes-Luján; calle 24, 735, 6600 Mercedes (B), Argentina; teléfono y fax + 2324 428 102/432 412; e-mail: [email protected]. En Perú: Editorial salesiana, Avenida Brasil 220, Lima 5, Perú; teléfono + 51 42 357 82; fax + 51 431 67 82; e-mail: [email protected]. número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 3 Durante la misa con ocasión de la fiesta de la Virgen de Guadalupe el Papa vuelve a proponer el mensaje del Magníficat Con el estilo de Dios Y pide la gracia de que el futuro de América Latina sea forjado por los pobres y los que sufren El Papa invocó «nuevos modelos de desarrollo» para América Latina, deseando que el futuro del continente «sea forjado por los pobres y los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y sed de justicia, por los compasivos, por los de corazón limpio, por los que trabajan por la paz, por los perseguidos a causa del nombre de Cristo». En la homilía de la misa con ocasión de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, celebrada el viernes 12 de diciembre, por la tarde, en la basílica vaticana, el Pontífice volvió a proponer el mensaje del Magníficat, en el cual «Dios se complace en subvertir las ideologías y jerarquías mundanas». «Que te alaben, Señor, todos los pueblos. Ten piedad de nosotros y bendícenos; Vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora. Las naciones con júbilo te canten, Porque juzgas al mundo con justicia (...)» (Sal 66). La plegaria del salmista, de súplica de perdón y bendición de pueblos y naciones y, a la vez, de jubilosa alabanza, ayuda a expresar el sentido espiritual de esta celebración. Son los pueblos y naciones de nuestra Patria Grande, Patria Grande latinoamericana los que hoy conmemoran con gratitud y alegría la festividad de su «patrona», Nuestra Señora de Guadalupe, cuya devoción se extiende desde Alaska a la Patagonia. Y con Gabriel Arcángel y santa Isabel hasta nosotros, se eleva nuestra oración filial: «Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo...» (Lc 1, 28). En esta festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, hacemos en primer lugar memoria agradecida de su visitación y cercanía materna; cantamos con Ella su «magníficat»; y le confiamos la vida de nuestros pue- La misa criolla en la basílica vaticana Un nuevo «Magníficat» para América Latina relanzó el Papa Francisco el día de la solemnidad de la Virgen de Guadalupe, el viernes 12 de diciembre, con la celebración en la basílica vaticana. Entre las banderas de todos los países de la «patria grande latinoamericana», el Papa volvió a proponer el mensaje del cántico mariano, indicando en Dios el auténtico «libertador de todas nuestras esclavitudes y miserias derivadas del pecado». Y en este contexto se vio medio siglo de historia latinoamericana concentrada en San Pedro en las notas de la misa criolla —compuesta hace precisamente cincuenta años por el argentino Ariel Ramírez— que acompañaron la celebración presidida por el Pontífice en lengua española. Antes de la misa, que inició a las 18, se rezó el rosario guadalupano, guiado por el cardenal arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera. Y siguió una oración de Adviento acompañada por villancicos, los cantos populares navideños argentinos, interpretados, como soSIGUE EN LA PÁGINA 5 blos y la misión continental de la Iglesia. Cuando se apareció a san Juan Diego en el Tepeyac, se presentó como «la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios» (Nican Mopohua); y dio lugar a una nueva visitación. Corrió premurosa a abrazar también a los nuevos pueblos americanos, en dramática gestación. Fue como una «gran señal aparecida en el cielo... mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies» (Ap 12, 1), que asume en sí la simbología cultural y religiosa de los pueblos originarios, anuncia y dona a su Hijo a todos esos otros nuevos pueblos de mestizaje desgarrado. Tantos saltaron de gozo y esperanza ante su visita y ante el don de su Hijo y la más perfecta discípula del Señor se convirtió en la «gran misionera que trajo el Evangelio a nuestra América» (Aparecida, 269). El Hijo de María Santísima, Inmaculada encinta, se revela así desde los orígenes de la historia de los nuevos pueblos como «el verdaderísimo Dios por quien se vive», buena nueva de la dignidad filial de todos sus habitantes. Ya nadie más es solamente siervo sino todos somos hijos de un mismo Padre y hermanos entre nosotros, y siervos en el siervo. La Santa Madre de Dios visitó a estos pueblos y quiso quedarse con ellos. Dejó estampada misteriosamente su imagen en la «tilma» de su mensajero para que la tuviéramos bien presente, convirtiéndose en símbolo de la alianza de María con estas gentes, a quienes confiere alma y ternura. Por su intercesión, la fe cristiana fue convirtiéndose en el más rico tesoro del alma de los pueblos americanos, cuya perla preciosa es Jesucristo: un patrimonio que se transmite y manifiesta hasta hoy en el bautismo de multitudes de personas, en la fe, esperanza y caridad de muchos, en la preciosidad de la piedad popular y también en ese ethos americano que se muestra en la conciencia de dignidad de la persona humana, en la pasión por la justicia, en la solidaridad con los más pobres y sufrientes, en la esperanza a veces contra toda esperanza. De ahí que nosotros, hoy aquí, podemos continuar alabando a Dios por las maravillas que ha obrado en la vida de los pueblos latinoamericanos. Dios, según su estilo, «ha ocultado estas cosas a sabios y entendidos, dándolas a conocer a los pequeños, a los humildes, a los sencillos de corazón» (cf. Mt 11, 21). En las maravillas que ha realizado el Señor en María, Ella reconoce el estilo y modo de actuar de su Hijo en la historia de salvación. Trastocando los juicios mundanos, destruyendo los ídolos del poder, de la riqueza, del éxito a todo precio, denunciando la autosuficiencia, la soberbia y los mesianismos secularizados que alejan de Dios, el cántico mariano confiesa que Dios se complace en subvertir las ideologías y jerarquías mundanas. Enaltece a los humildes, viene en auxilio de los pobres y pequeños, colma de bienes, bendicio- nes y esperanzas a los que confían en su misericordia de generación en generación, mientras derriba de sus tronos a los ricos, potentes y dominadores. El «Magníficat» así nos introduce en las «bienaventuranzas», síntesis y ley primordial del mensaje evangélico. A su luz, hoy, nos sentimos movidos a pedir una gracia. La gracia tan cristiana de que el futuro de América Latina sea forjado por los pobres y los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y sed de justicia, por los compasivos, por los de corazón limpio, por los que trabajan por la paz, por los perseguidos a causa del nombre de Cristo, «porque de ellos es el Reino de los cielos» (cf. Mt 5, 1-11). Sea la gracia de ser forjados por ellos a los cuales, hoy día, el sistema idolátrico de la cultura del descarte los relega a la categoría de esclavos, de objetos de aprovechamiento o simplemente desperdicio. Y hacemos esta petición porque América Latina es el «continente de la esperanza», porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo que conjuguen tradición cristiana y progreso civil, justicia y equidad con reconciliación, desarrollo científico y tecnológico con sabiduría humana, sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora. Sólo es posible custodiar esa esperanza con grandes dosis de verdad y amor, fundamentos de toda la realidad, motores revolucionarios de auténtica vida nueva. Ponemos estas realidades y estos deseos en la mesa del altar, como ofrenda agradable a Dios. Suplicando su perdón y confiando en su misericordia, celebramos el sacrificio y victoria pascual de Nuestro Señor Jesucristo. Él es el único Señor, el «libertador» de todas nuestras esclavitudes y miserias derivadas del pecado. Él es la piedra angular de la historia y fue el gran descartado. Él nos llama a vivir la verdadera vida, una vida humana, una convivencia de hijos y hermanos, abiertas ya las puertas de la «nueva tierra y los nuevos cielos» (Ap 21, 1). Suplicamos a la Santísima Virgen María, en su advocación guadalupana —a la Madre de Dios, a la Reina y Señora mía, a mi jovencita, a mi pequeña, como la llamó san Juan Diego, y con todos los apelativos cariñosos con que se dirigen a Ella en la piedad popular—, le suplicamos que continúe acompañando, auxiliando y protegiendo a nuestros pueblos. Y que conduzca de la mano a todos los hijos que peregrinan en estas tierras al encuentro de su Hijo, Jesucristo, Nuestro Señor, presente en la Iglesia, en su sacramentalidad, especialmente en la Eucaristía, presente en el tesoro de su Palabra y enseñanzas, presente en el santo pueblo fiel de Dios, presente en los que sufren y en los humildes de corazón. Y si este programa tan audaz nos asusta o la pusilanimidad mundana nos amenaza que Ella nos vuelva a hablar al corazón y nos haga sentir su voz de madre, de madrecita, de madraza, ¿por qué tenés miedo, acaso no estoy yo aquí que soy tu madre? L’OSSERVATORE ROMANO página 4 Mensaje para la XIX viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 sesión pública de las Academias pontificias No nos cansemos de aprender de María Madre de Dios y la Madre espiritual nuestra». Y añadió: «¿No es acaso fijando nuestra mirada en esta mujer humilde, nuestra hermana y también nuestra Madre celestial y Reina, espejo nítido y sagrado de la infinita belleza, que puede terminar nuestra ascensión conciliar y nuestro saludo plada «in misterio Christi et Eccle- final, y que pude comenzar nuestro siae», quiso dedicar a la Madre de trabajo posconciliar? Esta belleza de Dios, y al culto dedicado a ella co- María Inmaculada, ¿no es para nomo Mater Ecclesiae, dos cartas encí- sotros un modelo inspirador, una esclicas, la Mense Maio y la Christi peranza consoladora?». El Pontífice Matri. También dedicó a María tres mismo, diez años después, el 16 de exhortaciones apostólicas: Signum mayo de 1975, dirigiéndose al ConMagnum, Recurrens Mensis October y, greso mariológico-mariano organizapor último, Marialis cultus, docu- do por la Pontificia Academia mamento que recordáis oportunamente riana internacional en Roma, con a los cuarenta años de su publica- ocasión del Año Santo, quiso proción. mover, sea en el ámbito de la investigación mariológica, sea en la Además, en vísperas del quinpiedad popular, la via pulcuagésimo aniversario de la chritudinis, el itinerario de clausura del Concilio Vabúsqueda que parte ticano II, establecida del descubrimienno casualmente to y de la admipor Pablo VI en ración devota de la solemnidad de la belleza de Mala Inmaculada ría, captada coConcepción de mo reflejo de la María (8 de diinfinita belleza ciembre de 1965), de Dios mismo. es verdaderamente hermoso que En los moqueráis que se mentos cruciales vuelva a oír su y difíciles para la voz, proponiendo Iglesia y para la el film con la hohumanidad, Pamilía en la que blo VI se dirige encomendaba a siempre a María, María el destino exhortando al de la Iglesia, propueblo de Dios a fundamente renopedir su intercevada en la asamsión y protección. blea conciliar. En Invoca de ella, aquella solemne e sobre todo, el histórica ocasión, don de la paz. el beato Pablo VI Resuenan más quiso indicar a actuales que nunMaría a toda la ca las conmoveCimabue, Iglesia como «la «Virgen en Majestad» ( 1280-1290) doras palabras de «No nos cansemos de aprender de María, de admirar y contemplar su belleza, de dejarnos guiar por ella». Lo escribió el Papa Francisco en el Mensaje enviado al cardenal Gianfranco Ravasi, con ocasión de la XIX sesión pública de las Academias pontificias que se celebró el jueves 20 de noviembre por la tarde en el aula San Pío X, en vía de la Conciliación. Publicamos el mensaje que leyó el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin durante el encuentro. Al venerado hermano, señor cardenal GIANFRANCO RAVASI, presidente del Consejo pontificio para la cultura y del Consejo de coordinación entre las Academias pontificias Dirijo mi cordial saludo a cuantos participarán en la XIX sesión pública de las Academias pontificias, dedicada al tema «María, icono de la infinita belleza de Dios. La Marialis cultus y el magisterio mariológicomariano del beato Pablo VI». Vuestro encuentro, preparado por la Pontificia Academia mariana internacional, recuerda la inolvidable figura de mi venerado predecesor, el beato Pablo VI, y su gran amor a la Virgen María, expresado en muchos momentos de su pontificado y en numerosos documentos. En efecto, tras seguir atentamente el itinerario de la formulación del capítulo VIII de la constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, donde se fijaban las reflexiones conciliares sobre la Virgen, contem- En un videomensaje del Papa al festival de la doctrina social en Verona La trampa de Narciso En la «situación de crisis social y económica en la que nos encontramos, la gran tentación es detenerse a curar las propias heridas y encontrar en esto una excusa para no oír el clamor de los pobres». Lo dijo el Papa Francisco en el videomensaje transmitido durante la inauguración del Festival de la doctrina social en Verona, que tuvo lugar del 20 al 23 de noviembre. Queridos hermanos: Un cordial saludo a todos vosotros que participáis en la cuarta edición del Festival de la doctrina social de la Iglesia, que este año tiene como tema: «Más allá de los lugares dentro del tiempo». Este título me sugiere algunas reflexiones. La primera concierne al ir más allá. La situación de crisis social y económica en la que nos encontramos puede asustarnos, desorientarnos o hacernos pensar que la situación es tan difícil que llegamos a la conclusión de que no podemos hacer nada. La gran tentación es detenerse a curar las propias heridas y encontrar en esto una excusa para no oír el clamor de los pobres y el sufrimiento de quien ha perdido la dignidad de llevar el pan a casa, porque ha perdido el trabajo. Y los que sólo tratan de curar sus propias heridas, terminan por maquillarse. Esta es la trampa. El riesgo es que la indiferencia nos vuelva ciegos, sordos y mudos, ocupados sólo en nosotros mismos, con un espejo delante, David Revoy «Narciso» (2006) por lo cual todo sucede de manera ajena a nosotros. ¡Hombres y mujeres encerrados en sí mismos! Había alguien así que se llamaba Narciso… Ese camino, no. Nosotros estamos llamados a ir más allá y a responder a las necesidades reales. Es urgente abandonar los lugares comunes, que se consideran seguros y protegidos, para liberar las muchas energías escondidas o no conocidas que están presentes y actúan muy concretaSIGUE EN LA PÁGINA 14 la carta encíclica Mense Maio: «A María, pues, se eleven en este mes mariano nuestras súplicas para implorar con crecido fervor y confianza sus gracias y favores… Que ella, que ha conocido las penas y las tribulaciones de aquí abajo, la fatiga del trabajo cotidiano, las incomodidades y las estrecheces de la pobreza, los dolores del Calvario, socorra, pues, las necesidades de la Iglesia y del mundo, escuche benignamente las invocaciones de paz que a ella se elevan desde todas las partes de la tierra, ilumine a los que rigen los destinos de los pueblos y obtenga de Dios, que domina los vientos y las tempestades, la calma también en las tormentas de los corazones que luchan entre sí, y nos dé la paz en nuestros días, la paz verdadera, la que se funda sobre las bases sólidas y duraderas de la justicia y del amor» (n. 11). Al final del Sínodo de los obispos sobre la nueva evangelización, en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, yo también encomendé el camino de la Iglesia a la intercesión maternal y solícita de María, recordando a todos los creyentes que «hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes… Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial para la evangelización» (n. 288). Así, pues, no nos cansemos de aprender de María, de admirar y contemplar su belleza, de dejarnos guiar por ella, que nos conduce siempre a la fuente originaria y a la plenitud de la auténtica e infinita belleza de Dios, belleza que se nos ha revelado en Cristo, Hijo del Padre e Hijo de María. Queriendo animar y apoyar a cuantos se esfuerzan por ofrecer una seria y valiosa contribución a la investigación mariológica y, particularmente, a la que recorre y profundiza la via pulchritudinis, me complace otorgar el Premio de las Academias pontificias a la Asociación mariológica interdisciplinaria italiana, sobre todo por la publicación, más que veinteñal, de la revista Theotókos. Como signo de aliento por la valiosa obra desarrollada con pasión a nivel pastoral, también otorgo la Medalla del Pontificado al Centro mariano de difusión cultural, de los Siervos de María, que realiza su labor en México. Por último, deseo a los académicos y a todos los presentes un compromiso fructuoso en los respectivos campos de investigación, y encomiendo a cada uno a la protección maternal de la Virgen María, la Tota Pulchra, a la vez que de corazón imparto una especial bendición apostólica. Vaticano, 20 de noviembre de 2014 número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO Despertar las palabras; abrir y no cerrar; hablar a toda la persona: son estas las tres tareas del comunicador que el Papa Francisco indicó el lunes 15 de diciembre, al recibir en el aula Pablo VI, a los dirigentes, empleados y operadores de la emisora italiana Tv2000. Queridos hermanos y hermanas: Os doy la bienvenida y os agradezco vuestra calurosa acogida. Doy las gracias al presidente de la Fundación «Comunicación y cultura» y al director por los saludos que me dirigieron. Y saludo a Lucio, que está en el hospital. Vosotros trabajáis para la Televisión de la Iglesia italiana y precisamente por esto estáis llamados a vivir con mayor responsabilidad vuestro servicio. Al respecto, quisiera compartir con vosotros tres pensamientos que me interesan de modo especial con respecto al papel del comunicador. Primero. Los medios de comunicación católicos tienen una misión muy ardua respecto a la comunicación social: buscar preservarla de todo lo que la desvía y la somete con otros fines. A menudo la comunicación ha estado supeditada a la propaganda, a las ideologías, a fines políticos o de control de la economía y de la técnica. Lo que hace bien a la comunicación es, en primer lugar, la parresia, es decir, la valentía de hablar de frente, de hablar con franqueza y libertad. Si estamos verda- Audiencia del Pontífice a la emisora Tv2000 Cómo se debe comunicar deramente convencidos de lo que tenemos que decir, las palabras surgen. Si, en cambio, estamos preocupados por los aspectos tácticos —¿el exceso de táctica?— nuestro modo de hablar será falsificado, poco comunicativo, insípido, un hablar de laboratorio. Y eso no comunica nada. La libertad también respecto a las modas, a los lugares comunes, a las fórmulas prefabricadas, que al final anulan la capacidad de comunicar. Despertar las palabras: despertar las palabras. Pero, cada palabra tiene dentro de sí una chispa de fuego, de vida. Despertar esa chispa, para que venga. Despertar las palabras: esta es la primera tarea del comunicador. Segundo. La comunicación evita ya sea «rellenar» como «cerrar». Se «rellena» cuando se tiende a saturar nuestra percepción con un exceso de eslogan que, en lugar de poner en movimiento el pensamiento, lo anulan. Se «cierra» cuando, en lugar de recorrer el camino largo de la comprensión, se prefiere la senda breve de presentar personas individuales como si fuesen capaces de resolver todos los problemas, o al contrario como chivos expiatorios, a quienes se atribuye toda responsabilidad. La celebración en la basílica vaticana VIENE DE LA PÁGINA 3 lista, por Claudio Sosa, nieto de la famosa cantante Mercedes Sosa. En el momento del ingreso del Papa en la basílica se cantó Mi alma glorifica. La misa criolla fue dirigida por Facundo Ramírez, hijo del compositor, acompañado por su grupo musical argentino, con Patricia Sosa como solista y con la colaboración del coro romano «Musicanova». Algunos cantos fueron ejecutados por el coro de la Capilla Sixtina, dirigido por monseñor Massimo Palombella. La misa criolla volvió de este modo al Vaticano cincuenta años después de su composición, en 1964. «Ese año —recuerda Facundo Ramírez— mi padre estuvo en el Vaticano para entregar un ejemplar a Pablo VI». Y en 1974, añadió, «tuvo un concierto en el aula Nervi». Más recientemente, el 12 de diciembre de 2011, algunos fragmentos se ejecutaron en la celebración presidida por Benedicto XVI. Las líneas de la homilía del Papa Francisco se retomaron inmediatamente en las intenciones de la oración universal, formuladas en español, portugués, inglés, francés, italiano y también en nahuatl, la antigua lengua azteca. De este modo se rezó por los gobernantes y quienes tienen en sus manos el poder económico y cultural, para que estén al servicio del bien común, en el res- peto de la vida, la libertad y la dignidad humana y se comprometan a garantizar paz y más justicia. Se recordaron también a los enfermos, los ancianos solos, los desempleados, los emigrantes, los refugiados, los hijos de las familias separadas, quienes viven en la pobreza y en la marginación y las víctimas de la violencia y la droga. Una oración especial abrazó luego a las familias, con un recuerdo particular para los jóvenes. Concelebraron con el Papa dieciocho cardenales. Entre ellos, además de Rivera Carrera, el prefecto de la Congregación para los obispos y presidente de la Comisión pontificia para América Latina, Marc Ouellet; el arzobispo de Boston, Sean Patrick O’Malley, y el arzobispo de Aparecida, Raymundo Damasceno Assis, presidente de la Conferencia episcopal brasileña. Concelebraron también dieciséis arzobispos y obispos y más de setecientos sacerdotes. Estuvieron presentes, entre otros, el cardenal Sergio Sebastiani; el arzobispo Georg Gänswein, prefecto de la Casa pontificia, y el médico personal Patrizio Polisca. Con Guzmán Carriquiry Lecour, secretario encargado de la vicepresidencia de la Comisión pontificia para América Latina, estaban también las delegaciones oficiales de Argentina y México. Y junto a los representantes del Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, estaba monseñor Peter Bryan Wells, asesor de la Secretaría de Estado. Al término de la misa, el Papa Francisco presentó el tradicional homenaje de la rosa da plata a la imagen de la Virgen de Guadalupe, colocada junto al altar de la Confesión. Quien entregó la rosa al Papa fue monseñor Eduardo Chávez, postulador de la causa de canonización de san Juan Diego. página 5 Correr inmediatamente hacia la solución, sin dejar lugar al trabajo de representar la complejidad de la vida real, es un error frecuente dentro de una comunicación cada vez más veloz y poco reflexiva. Abrir y no cerrar: he aquí la segunda tarea del comunicador, que será tanto más fecundo cuanto más se deje conducir por la acción del Espíritu Santo, el único capaz de construir unidad y armonía. Tercero. Hablar a la persona en su totalidad: he aquí la tercera tarea del comunicador. Evitando, como ya dije, los pecados de los medios de comunicación: la desinformación, la calumnia y la difamación. Estos tres son los pecados de los medios de comunicación. La desinformación, en especial, impulsa a decir la mitad de las cosas, y esto conduce a no elaborar un juicio preciso sobre la realidad. Una comunicación auténtica no se preocupa de «atacar»: la alternancia entre alarmismo catastrófico y desinterés consolador, dos extremos que continuamente vemos que se vuelven a proponer en la comunicación actual, no es un buen servicio que los medios de comunicación pueden ofrecer a las personas. Es necesario hablar a las personas en su totalidad: a su mente y a su corazón, para que sepan ver más allá de lo inmediato, más allá de un presente que corre el riesgo de ser desmemoriado y temeroso. De estos tres pecados —la desinformación, la calumnia y la difamación—, la calumnia, parece ser el más insidioso, pero en la comunicación, el más insidioso es la desinformación, porque te lleva a fallar, al error; te conduce a creer sólo una parte de la verdad. Despertar las palabras, abrir y no cerrar, hablar a toda la persona hace concreta esa cultura del encuentro, hoy tan necesaria en un contexto cada vez más amplio. Con los enfrentamientos no vamos a ninguna parte. Construir una cultura del encuentro. Y esto es un hermoso trabajo para vosotros. Ello requiere estar dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los demás. Sé que estáis en una fase de replanteamiento y reorganización de vuestra profesionalidad al servicio de la Iglesia. Os agradezco mucho vuestro trabajo, os doy las gracias por haber aceptado este trabajo. Os aliento por ello y os deseo buenos frutos. Sé también que tenéis una relación estable con el Centro Televisivo Vaticano —para mí esto es muy importante— que os permite transmitir a Italia el magisterio y la actividad del Papa. Os agradezco lo que hacéis con competencia y amor al Evangelio. Y os doy las gracias por el esfuerzo de honestidad, honestidad profesional y honestidad moral, que vosotros queréis realizar en vuestro trabajo. Lo que queréis hacer es un camino de honestidad. Os encomiendo a la protección de la Virgen y de san Gabriel arcángel, el gran comunicador; fue el comunicador más importante: ¡comunicó la gran noticia! Y mientras os pido que sigáis rezando por mí, porque lo necesito, os deseo una santa y feliz Navidad. Y ahora recemos a la Virgen para que nos bendiga. Avemaría... página 6 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 El Papa a los obispos de Suiza en visita «ad limina» La Iglesia no es otra ONG «La Iglesia en Suiza puede ser más claramente ella misma, Cuerpo de Cristo y pueblo de Dios, y no sólo una hermosa organización, otra ONG». Lo destacó el Papa Francisco dirigiéndose a los obispos de Suiza, a quienes recibió en audiencia el lunes 1 de diciembre, por la mañana, con ocasión de su visita «ad limina». Publicamos la traducción del discurso —parte en francés y parte en alemán— entregado por el Papa. Queridos hermanos en el episcopado, reverendos padres abades: Os saludo con alegría, mientras realizáis en estos días la visita ad limina Apostolorum, peregrinación que deseo sea fraterna, enriquecedora y fecunda para cada uno de vosotros y para la Iglesia en Suiza. Le agradezco, monseñor Markus Büchel, las palabras que me ha dirigido en nombre de todos. Suiza es reconocida como país de paz, de coexistencia cultural y confesional. Es la sede de instituciones internacionales importantes para la paz, el trabajo, la ciencia y el ecumenismo. Aunque muchos habitantes están alejados de la Iglesia, la mayoría reconoce a católicos y protestantes un papel positivo en el ámbito social: su compromiso caritativo lleva a los pobres y a los excluidos un reflejo de la ternura del Padre. Vuestro país tiene una larga tradición cristiana. El próximo año celebraréis el gran jubileo de la abadía de San Mauricio. Es un impresionante testimonio de 1500 años de vida religiosa ininterrumpida, un hecho excepcional en toda Europa. Queridos hermanos: tenéis la grande y hermosa responsabilidad de mantener viva la fe en vuestra tierra. Sin una fe viva en Cristo resucitado, las grandiosas iglesias y los monasterios se convertirían poco a poco en museos; todas las obras laudables y las instituciones perderían su alma, quedando solamente ambientes vacíos y personas abandonadas. La misión que se os confía es la de apacentar la grey, caminando, según las circunstancias, delante, en el medio o detrás. El pueblo de Dios no puede subsistir sin sus pastores, obispos y sacerdotes; el Señor ha concedido a la Iglesia el don de la sucesión apostólica, al servicio de la unidad de la fe y de su transmisión completa (cf. Lumen fidei, 49). Es un don precioso, con la colegialidad que deriva de él, si logramos que sea eficaz, valorándolo para apoyarnos unos a otros, para vivir de él y para conducir a aquellos, que el Señor nos envía, hacia el encuentro con Él, que es «Camino, Verdad y Vida» (cf. Jn 14, 6). Así, esas personas, en particular las jóvenes generaciones, podrán encontrar más fácilmente motivos para creer y esperar. Os animo a proseguir vuestros esfuerzos para la formación de los seminaristas. Se trata de un desafío para el futuro de la Iglesia. Esta tiene necesidad de sacerdotes que, además de una sólida familiaridad con la Tradición y el Magisterio, se dejen encontrar por Cristo y, conformados a Él, conduzcan a los hombres por sus caminos (cf. Jn 1, 4042). Así, aprenderán a permanecer cada vez más en su presencia, acogiendo su Palabra, alimentándose de la Eucaristía, testimoniando el valor salvífico del sacramento de la recon- ciliación, y buscando las «cosas de su Padre» (cf. Lc 2, 49). En la vida fraterna encontrarán un apoyo eficaz ante la tentación de encerrarse en sí mismos o de una vida virtual, así como un antídoto permanente contra la soledad a veces ardua. También os invito a velar sobre vuestros sacerdotes y a dedicarles tiempo, sobre todo si se han alejado y han olvidado el significado de la paternidad episcopal, o piensan que no tienen necesidad de ella. Un diálogo humilde, verdadero y fraterno permite a menudo una nueva salida. Habéis desarrollado la colaboración necesaria entre sacerdotes y laicos. La misión de los laicos en la Iglesia tiene, de hecho, una notable importancia, puesto que contribuyen a la vida de las parroquias y de las instituciones eclesiales, sea como colaboradores, sea como voluntarios. Es bueno reconocer y apoyar su compromiso, aun manteniendo la distinción clara entre el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio del servicio. Sobre este punto, os aliento a proseguir la formación de los bautizados respecto a las verdades de la fe y su significado para la vida litúrgica, parroquial, familiar y social, y a elegir con cuidado a los colaboradores. De este modo, permitiréis a los laicos insertarse verdaderamente en la Iglesia, ocupar el lugar que les corresponde y hacer fecunda la gracia bautismal recibida, para ir juntos al encuentro de la santidad y trabajar por el bien de todos. Además, la misión recibida del Señor nos invita a salir al encuentro de aquellos con quienes nos ponemos en contacto, aunque por su cultura, su confesión religiosa o su fe se distingan de nosotros. Si creemos en la acción libre y generosa del Espíritu, podemos comprendernos bien unos a otros y colaborar para servir mejor a la sociedad y contribuir de modo decidido a la paz. El ecumenismo no sólo es una contribución a la unidad de la Iglesia, sino también a la unidad de la familia humana (cf. Evangelii gaudium, 245). Favorece una convivencia fecunda, pacífica y fraterna. Pero en la oración y en el anuncio común del Señor Jesús debemos prestar atención a que los fieles de todas las confesiones cristianas vivan su fe de manera inequívoca y libre de confusión, y sin retocar suprimiendo las diferencias en detrimento de la verdad. Por ejemplo, cuando escondemos nuestra fe eucarística con el pretexto de ir al encuentro, no tomamos suficientemente en serio ni nuestro patrimonio ni el de nuestro interlocutor. Del mismo modo, la enseñanza de la religión en las escuelas debe tener en cuenta la particularidad de cada confesión. Os animo a expresaros juntos de manera clara sobre los problemas de la sociedad, en un tiempo en el que diversas personas —incluso dentro de la Iglesia— se sienten tentadas de prescindir del realismo de la dimensión social del Evangelio (cf. Evangelii gaudium, 88). El Evangelio posee una fuerza originaria propia para hacer propuestas. Nos corresponde a nosotros presentarlo en toda su amplitud, hacerlo accesible sin ofuscar su belleza ni disminuir su fascinación, para que llegue a las personas que deben afrontar las dificultades de la vida diaria, que buscan el sentido de su vida o se han alejado de la Iglesia. Desilusionadas o abandonadas a sí mismas, se dejan tentar por modos de pensar que niegan conscientemente la dimensión trascedente del hombre, de la vida y de las relaciones humanas, especialmente ante el sufrimiento y la muerte. El testimonio de los cristianos y de las comunidades parroquiales puede iluminar de verdad su camino y apoyar su búsqueda de la felicidad. Y así la Iglesia en Suiza puede ser más claramente ella misma, Cuerpo de Cristo y pueblo de Dios, y no sólo una hermosa organización, otra ONG. Es importante, además, que las relaciones entre la Iglesia y los Cantones se desarrollen tranquilamente. Su riqueza reside en la colaboración particular, así como en la indicación de los valores evangélicos en la vida de la sociedad y en las opciones cívicas. Sin embargo, la particularidad de estas relaciones ha requerido una reflexión, iniciada hace algunos años, para conservar la diversidad de las funciones de los organismos y de las estructuras de la Iglesia católica. El Vademécum, que se aplica actualmente, es otro paso en el camino de la claridad y de la comprensión. Aunque las modalidades de aplicación varían según las diócesis, un trabajo común os ayudará a colaborar mejor con las instituciones cantonales. Cuando la Iglesia evita depender de las instituciones que, a través de medios económicos, pueden imponer un estilo de vida poco coherente con Cristo, que se hizo pobre, hace más visible el Evangelio en sus propias estructuras. Queridos hermanos: la Iglesia proviene de Pentecostés. En el momento de Pentecostés, los Apóstoles salieron y se pusieron a hablar en todas las lenguas, pudiendo manifestar así a todos los hombres, a través de la fuerza del Espíritu Santo, su fe viva en Cristo resucitado. El Redentor nos invita siempre de nuevo a predicar el Evangelio a todos. Es necesario anunciar la buena nueva, no plegarse a las fantasías de los hombres. Muchas veces nos cansamos de responder, sin darnos cuenta de que nuestros interlocutores no buscan respuestas. Es necesario anunciar, ir adelante, plantear interrogantes con la visión apostólica jamás superada: «A este Jesús Dios le resucitó, de lo cual todos nosotros somos testigos» (Hch 2, 32). Asegurándoos mi oración por vosotros, por vuestros sacerdotes y por vuestros diocesanos, os deseo que cultivéis con celo y paciencia el campo de Dios, conservando la pasión por la verdad, y os animo a ir adelante todos juntos. Encomendando el futuro de la evangelización en vuestro país a la Virgen María y a la intercesión de san Nicolás de Flüe, de san Mauricio y de sus compañeros, os imparto de todo corazón la bendición apostólica, y os pido fraternalmente que no os olvidéis de rezar por mí. número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 7 Para el encuentro mundial de Filadelfia 2015 Al Congreso de pastoral juvenil El evangelio del matrimonio Caminar juntos por las sendas de Europa «Proseguir con el compromiso de anunciar el evangelio del matrimonio y experimentar las propuestas pastorales en el contexto social y cultural en el que vivimos»: es la doble invitación que el Papa dirigió a quienes participarán en el VIII Encuentro mundial de las familias, que se celebrará en Filadelfia, en septiembre de 2015, por iniciativa de la archidiócesis estadounidense y del dicasterio vaticano para la familia. Publicamos el mensaje pontificio. Al venerado hermano monseñor VINCENZO PAGLIA Presidente del Consejo pontificio para la familia Al final del VII Encuentro mundial de las familias, el Papa Benedicto XVI anunció que la ciudad de Filadelfia, en Estados Unidos de América, acogería el encuentro sucesivo. En muchas ocasiones he confirmado esta elección, mirando con confianza y esperanza a este acontecimiento de gracia en el que, Dios mediante, participaré. Se llevará a cabo del 22 al 27 de septiembre de 2015, y tendrá como tema: «El amor es nuestra misión. La familia plenamente viva». La misión de la familia cristiana, hoy como ayer, es la de anunciar al mundo, con la fuerza del sacramento del Matrimonio, el amor de Dios. A partir de este mismo anuncio nace y se constituye una familia viva, que pone el hogar del amor en el centro de todo su dinamismo humano y espiritual. Si como decía san Ireneo: «Gloria Dei vivens homo» (Adv. Haer., IV, 20, 7), también una familia que, con la gracia del Señor, vive en plenitud su propia vocación y misión, lo glorifica. Celebramos recientemente la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre «Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización». Como signo del carácter sinodal, especificamos las temáticas más urgentes que implican a la familia en nuestra sociedad pluralista. En realidad, «no podemos calificarla con conceptos de naturaleza ideológica, que tienen fuerza sólo en un momento de la historia y después decaen. No se puede hablar hoy de familia conservadora o familia progresista: la familia es familia» (Discurso a los participantes en el Coloquio internacional sobre la complementariedad entre hombre y mujer, 17 de noviembre de 2014). Los valores y las virtudes de la familia, sus verdades esenciales, son el fundamento en el que se apoya el núcleo familiar, y no admiten discusión. En cambio, estamos llamados a volver a revisar nuestro estilo de vida, que siempre está expuesto al riesgo de ser «contagiado» por una mentalidad mundana —individualista, consumista, hedonista—, y a encontrar siempre de nuevo el camino real para vivir y proponer la grandeza y la belleza del matrimonio y la alegría de ser y formar una familia. Las indicaciones de la Relación final del Sínodo reciente, y las que guían el camino hacia la próxima Asamblea ordinaria en octubre de 2015, invitan a proseguir con el compromiso de anunciar el Evangelio del matrimonio y de la familia y a experimentar las propuestas pastorales en el contexto social y cultural en el que vivimos. Los desafíos de dicho contexto nos estimulan a ensanchar el espacio de amor fiel abierto a la vida, a la comunión, a la misericordia, a la participación y a la solidaridad. Por lo tanto, exhorto a los esposos, a los sacerdotes y a las comunidades parroquiales, así como a los movimientos y las asociaciones a dejarse guiar por la palabra de Dios, en la que se apoyan los fundamentos del santo edificio de la familia, iglesia doméstica y familia de Dios (cf. Concilio ecuménico Vaticano II, constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, 6 y 11). Expreso mi aprecio a la archidiócesis de Filadelfia por su generosa disponibilidad y su compromiso organizativo, puesto al servicio de la Iglesia universal y de las familias de los diversos continentes. Pido al Señor que recompense desde ahora a esa amada Iglesia particular con abundantes gracias celestiales. Mientras invoco la intercesión de la Virgen de Guadalupe y de Aparecida, de corazón le imparto a usted, querido hermano, y a los colaboradores de este dicasterio, la bendición apostólica, que de buen grado extiendo a cuantos colaboran en la preparación del encuentro; y les pido por favor que recen por mí. Fraternalmente. Vaticano, 9 de diciembre de 2014 A los veinte años del primer congreso que se celebró en Roma en 1994, el jueves 11 de diciembre, en el Pontificio Colegio Mater Ecclesiae, se inauguró el IV Congreso europeo de pastoral juvenil, organizado por el Consejo pontificio para los laicos. Publicamos el mensaje que envió el Papa a los participantes provenientes de treinta y dos países. Al venerado hermano señor cardenal STANISŁAW RYŁKO presidente del Consejo pontificio para los laicos Le dirijo mi cordial saludo a usted, a los obispos, a los responsables nacionales y a los jóvenes reunidos durante estos días en Roma para el IV Congreso europeo de pastoral juvenil, organizado por el Consejo pontificio para los laicos en colaboración con el Consejo de Conferencias episcopales de Europa sobre el tema: Una Iglesia joven, testigo de la alegría del Evangelio. Después de tres encuentros de los años noventa, volvéis a «caminar juntos por los caminos de Europa». Os invito a tener presente que, a lo largo del camino, mientras conversamos y discutimos juntos, Jesús en persona se acerca y camina con nosotros (cf. Lc 24, 15). Como los discípulos de Emaús, dejemos que Él nos abra los ojos para reconocerlo, ayudándonos a encontrar en Él mismo el sentido de esta difícil pero apasionante etapa de la historia que se nos concede vivir juntos. Vosotros, que trabajáis en el campo de la pastoral juvenil, realizáis una tarea valiosa para la Iglesia. Los jóvenes tienen necesidad de este servicio: de adultos y coetáneos maduros en la fe que los acompañen en su camino, ayudándoles a encontrar el sendero que conduce a Cristo. Mucho más que en la promoción de una serie de actividades para los jóvenes, esta pastoral consiste en caminar con ellos, acompañándolos personalmente en los contextos complejos, y a veces difíciles, en los que están insertados. La pastoral juvenil está llamada a captar los interrogantes de los jóvenes de hoy y, a partir de ellos, a comenzar un diálogo verdadero y honrado para llevar a Cristo a su vida. Y en este sentido, un verdadero diálogo lo puede entablar quien vive una relación personal con el Señor Jesús, que se expresa en la relación con los hermanos. Por este motivo os habéis reunido, para crear una «red» de conocimientos y amistades a nivel europeo, gracias a las cuales los responsables de la pastoral juvenil del continente puedan compartir las experiencias vividas «sobre el terreno» y las cuestiones que derivan de ellas. Sabemos muy bien que hay mucho por hacer. Os pido que nunca os canséis de anunciar el Evangelio con la vida y con la palabra: ¡La Europa de hoy tiene necesidad de redescubrirlo! Por lo tanto, deseo animaros a consiSIGUE EN LA PÁGINA 11 Audiencia al presidente del Consejo de ministros de Italia El sábado 13 de diciembre, por la mañana, el Papa Francisco recibió en visita oficial al señor Matteo Renzi, presidente del Consejo de ministros de la República italiana. Después de la audiencia pontificia, el presidente del Consejo Renzi se reunió con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, acompañado por el arzobispos Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados. Los coloquios tuvieron lugar en un clima sereno y cordial. La atención se centró, entre otras cosas, en el actual contexto marcado por persistentes dificultades de materia económica y social, con consecuencias negativas sobre todo para la ocupación de los jóvenes. Además, coincidieron sobre la importancia de la educación para promover el futuro de las nuevas generaciones. Se consideraron luego algunos temas de política internacional y se compartió la grave preocupación especialmente por el progresivo empeoramiento de los conflictos en la zona medioriental. Con relación al semestre de presidencia italiana de la Unión europea, se recordó la importancia de los temas afrontados por el Santo Padre con ocasión de su reciente intervención en el Parlamento europeo de Estrasburgo. Los mismos resultaron fundamentales para el desarrollo armónico de los pueblos europeos. Por último, se renovó el compromiso de las partes a proseguir en la mutua cooperación para resolver algunas problemáticas de naturaleza bilateral. L’OSSERVATORE ROMANO página 8 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 El Papa Francisco en la parroquia romana de San José en el Aurelio Receta para Navidad Rezar, dar gracias a Dios y pensar en los demás El tercer domingo de Adviento, 14 de diciembre, por la tarde, el Papa Francisco realizó una visita pastoral a la parroquia romana de San José en el Aurelio. Publicamos a continuación la homilía que pronunció espontáneamente. La Iglesia, este domingo, anticipa un poco la alegría de la Navidad, y por esto se llama «el domingo de la alegría». En este tiempo, tiempo de preparación a la Navidad, para la misa usamos los ornamentos oscuros, pero hoy estos son de color rosa, porque florece la alegría de la Navidad. Y la alegría de la Navidad es una alegría especial; es una alegría que no es sólo para el día de Navidad, es para toda la vida del cristiano. Es una alegría serena, tranquila, una alegría que acompaña siempre al cristiano. Incluso en los momentos difíciles, en los momentos de dificultad, esta alegría se convierte en paz. El cristiano, cuando es auténtico cristiano, nunca pierde la paz, incluso en los sufrimientos. Esa paz es un don del Señor. La alegría cristiana es un don del Señor. «Ah, Padre, nosotros hacemos un buen almuerzo, todos contentos». Esto es hermoso, un buen almuerzo está bien; pero esto no es la alegría cristiana de la que hablamos hoy, la alegría cristiana es otra cosa. Nos conduce a hacer fiesta, es verdad, pero es otra cosa. Y por ello la Iglesia quiere hacer comprender qué significa esta alegría cristiana. El apóstol san Pablo dice a los Tesalonicenses: «Hermanos, estad siempre alegres». ¿Y cómo puedo estar alegre? Él dice: «Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión». La alegría cristiana la encontramos en la oración, viene de la oración y también de la acción de gracias a Dios: «Gracias, Señor, por tantas cosas hermosas». Pero hay personas que no saben agradecer a Dios: buscan siempre algo para lamentarse. Yo conocía a una religiosa —lejos de aquí—, esta hermana era buena, trabajaba... pero su vida era lamentarse, lamentarse por muchas cosas que sucedían.... En el conven- to la llamaban «hermana Lamento», se comprende. Pero un cristiano no puede vivir así, siempre buscando lamentarse: «Aquel tiene algo que yo no tengo, aquel... ¿Has visto lo que sucedió?...». ¡Esto no es cristiano! Y hace mal encontrar cristianos con la cara amargada, con esa cara inquieta de la amargura, que no está en paz. Nunca, nunca un santo o una santa tuvo la cara fúnebre, ¡nunca! Los santos tienen siempre el rostro de la alegría. O al menos, en los sufrimientos, un rostro de paz. El sufrimiento máximo, el martirio de Jesús: Él tenía un rostro de paz y se preocupaba de los demás: de la madre, de Juan, del ladrón... se preocupaba de los demás. Para tener esta alegría cristiana, primero, rezar; segundo, dar gracias. ¿Y cómo hago para dar gracias? Recuerda tu vida, y piensa en las muchas cosas buenas que te dio la vida: Cuatro horas para recordar «No olvidéis la alegría»: la recomendación del Papa Francisco es un programa de vida para todos: niños, padres y abuelos. Fueron sus últimas palabras, antes de dejar el altar, a los fieles reunidos en la iglesia. Síntesis sencilla y eficaz de las enseñanzas sembradas en el barrio Aurelio de Roma, que quedará grabado en la memoria de todos. Alegría. Esta es la palabra clave de la jornada especial vivida por la comunidad de la parroquia romana de San José en el Aurelio durante las cuatro horas que el obispo de SIGUE EN LA PÁGINA 9 muchas. «Sí, Padre, es verdad, pero yo recibí muchas cosas malas». —«Sí, es verdad, sucede a todos. Pero piensa en las cosas buenas». —«Yo tuve una familia cristiana, padres cristianos, gracias a Dios tengo un trabajo, mi familia no pasa hambre, estamos todos sanos...». No lo sé, muchas cosas, y dar gracias al Señor por esto. Y ello nos acostumbra a la alegría. Rezar, dar gracias... Y luego, la primera lectura nos sugiere otra dimensión que nos ayudará a tener alegría: se trata de llevar a los demás la buena noticia. Nosotros somos cristianos. «Cristianos» viene de «Cristo», y «Cristo» significa «ungido». Y nosotros somos «ungidos»: el Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha consagrado con la unción. Nosotros somos ungidos: cristianos quiere decir «ungidos». ¿Y por qué somos ungidos? ¿Con qué fin? «Me envió para dar la buena noticia», ¿a quién? «A los pobres», «para curar los corazones desgarrados, proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad; para proclamar un año de gracia del Señor» (cf. Is 61, 1-2). Esta es la vocación de Cristo y también la vocación de los cristianos. Ir al encuentro de los demás, de quienes pasan necesidad, tanto necesidades materiales como espirituales... Hay mucha gente que sufre angustia por problemas familiares... Llevar paz allí, llevar la unción de Jesús, ese óleo de Jesús que hace tanto bien y consuela a las almas. Así, pues, para tener esta alegría en la preparación de la Navidad, primero, rezar: «Señor, que yo viva esta Navidad con la verdadera alegría». No con la alegría del consumismo que nos conduce a todos al 24 de diciembre con ansiedad, porque: «Ah, me falta esto, me falta aquello...». No, esta no es la alegría de Dios. Rezar. Segundo: dar gracias al Señor por las cosas buenas que nos ha regalado. Tercero, pensar cómo puedo ir al encuentro de los demás, de quienes atraviesan dificultades, problemas —pensemos en los enfermos, en tantos problemas—, en llevar un poco de unción, de paz, de alegría. Esta es la alegría del cristiano. ¿De acuerdo? Faltan sólo quince días, algo menos: trece días. En estos días, recemos. Pero no lo olvidéis: recemos pidiendo la alegría de la Navidad. Demos gracias a Dios por las muchas cosas que nos ha dado, primero de todo la fe. Esta es una gracia grande. Tercero, pensemos dónde puedo ir yo a llevar un poco de alivio, de paz a quienes sufren. Oración, acción de gracias y ayuda a los demás. Y así llegaremos al Nacimiento del Ungido, del Cristo, ungidos de gracia, de oración, de acción de gracias y ayuda a los demás. Que la Virgen nos acompañe en este camino hacia la Navidad. Pero ¡la alegría, la alegría! número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 9 En el Ángelus la bendición de los «bambinelli» para los belenes Cuando la alegría está en casa «Con Jesús la alegría está en casa». El Papa Francisco invitó a los fieles reunidos para el Ángelus del domingo 14 de diciembre a repetir estas palabras, escritas en algunos carteles que llevaban los integrantes del Centro oratorios romanos, en la plaza de San Pedro para la tradicional bendición de los «bambinelli» —las estatuillas del Niño Jesús— que se colocarán en los belenes. En el encuentro el Pontífice regaló a todos los presentes un librito de oraciones de tamaño bolsillo «como ayuda para vivir el día con Dios». Queridos hermanos y hermanas, queridos niños, queridos jóvenes, ¡buenos días! Desde ya hace dos semanas el Tiempo de Adviento nos invita a la vigilancia espiritual para preparar el camino al Señor que viene. En este tercer domingo la liturgia nos propone otra actitud interior con la cual vivir esta espera del Señor, es decir, la alegría. La alegría de Jesús, como dice ese cartel: «Con Jesús la alegría está en casa». Esto es, nos propone la alegría de Jesús. El corazón del hombre desea la alegría. Todos deseamos la alegría, cada familia, cada pueblo aspira a la felicidad. ¿Pero cuál es la alegría que el cristiano está llamado a vivir y testimoniar? Es la que viene de la cercanía de Dios, de su presencia en nuestra vida. Desde que Jesús entró en la historia, con su nacimiento en Belén, la humanidad recibió un brote del reino de Dios, como un terreno que recibe la semilla, promesa de la cosecha futura. ¡Ya no es necesario buscar en otro sitio! Jesús vino a traer la alegría a todos y para siempre. No se trata de una alegría que sólo se puede esperar o postergar para el momento que llegue el paraíso: aquí en la tierra estamos tristes pero en el paraíso estaremos alegres. ¡No! No es esta, sino una alegría que ya es real y posible de experimentar ahora, porque Jesús mismo es nuestra alegría, y con Jesús la alegría está en casa, como dice ese cartel vuestro: con Jesús la alegría está en casa. Todos, digámoslo: «Con Jesús la alegría está en casa». Otra vez: «Con Jesús la alegría está en casa». Y sin Jesús, ¿hay alegría? ¡No! ¡Geniales! Él está vivo, es el Resucitado, y actúa en nosotros y entre nosotros, especialmente con la Palabra y los Sacramentos. Todos nosotros bautizados, hijos de la Iglesia, estamos llamados a acoger siempre de nuevo la presencia de Dios en medio de nosotros y ayudar a los demás a descubrirla, o a redescubrirla si la olvidaron. Se trata de una misión hermosa, semejante a la de Juan el Bautista: orientar a la gente a Cristo —¡no a nosotros mismos!— porque Él es la meta a quien tiende el corazón del hombre cuando busca la alegría y la felicidad. También san Pablo, en la liturgia de hoy, indica las condiciones para ser «misioneros de la alegría»: rezar con perseverancia, dar siempre gracias a Dios, cooperando con su Espíritu, buscar el bien y evitar el mal (cf. 1 Ts 5, 17-22). Si este será nuestro estilo de vida, entonces la Buena Noticia podrá entrar en muchas casas y ayudar a las personas y a las familias a redescubrir que en Jesús está la salvación. En Él es posible encontrar la paz interior y la fuerza para afrontar cada día las diversas situaciones de la vida, incluso las más pesadas y difíciles. Nunca se escuchó hablar de un santo triste o de una santa con rostro fúnebre. Nunca se oyó decir esto. Sería un contrasentido. El cristiano es una persona que tiene el corazón lleno de paz porque sabe centrar su alegría en el Señor incluso cuando atraviesa momentos difíciles de la vida. Tener fe no significa no tener momentos difíciles sino tener la fuerza de afrontarlos sabiendo que no estamos solos. Y esta es la paz que Dios dona a sus hijos. Con la mirada orientada hacia la Navidad ya cercana, la Iglesia nos invita a testimoniar que Jesús no es un personaje del pasado; Él es la Palabra de Dios que hoy sigue iluminando el camino del hombre; sus gestos —los sacramentos— son la manifestación de la ternura, del consuelo y del amor del Padre hacia cada ser humano. Que la Virgen María, «Causa de nuestra alegría», nos haga cada vez más alegres en el Señor, que viene a liberarnos de muchas esclavitudes interiores y exteriores. Al término de la oración, antes de la bendición de los «bambinelli» y de la distribución del librito de oraciones, el Papa pronunció las siguientes palabras. Queridos hermanos y hermanas, he olvidado cómo era la frase. Ahora sí, la vemos: «Con Jesús la alegría está en casa». Todos juntos: «Con Jesús la alegría está en casa». Encuentro con la comunidad parroquial VIENE DE LA PÁGINA 8 Roma dedicó a la visita pastoral de la parroquia el tercer domingo de Adviento, que la liturgia llama precisamente «gaudete». Fue ante todo una alegría esperada. Durante horas la gente del barrio esperó en un ambiente festivo la llegada y el paso del Papa. Una espera que se vio animada por los niños del Oratorio con su alegría cantada, con los numerosos niños de la catequesis y sus familias. Con su llegada a la parroquia, que tuvo lugar algunos minutos antes de las cuatro, el Papa expresó la alegría deseada del pastor que no ve la hora de contar una por una a sus ovejas. Lo acogieron el cardenal vicario, el obispo del sector, el párroco, los dos vicarios parroquiales y el superior general de los padres josefinos, los religiosos , que atienden la parroquia desde su fundación en 1961. Y siguió el momento de la alegría compartida con la realidad parroquial. El primer encuentro fue con los niños de la catequesis, y se sucedieron otros con representantes de una comunidad de gitanos; un grupo de familias que atraviesan dificultades y que cuentan con la asistencia de la Comunidad de San Egidio; los enfermos, que esperaban al Papa en la capilla de la casa general de los religiosos; estudiantes de la residencia universitaria; la comunidad de los padres josefinos; y con cerca de sesenta niños que fueron bautizados durante el año, con sus padres y hermanos. Al regresar a la sacristía, el Pontífice confesó a cinco parroquianos, expresando la alegría entregada junto a la misericordia del Señor que perdona. Luego siguió la celebración eucarística en la iglesia parroquial. Terminada la misa, un último saludo a la muchedumbre que después de tantas horas estaba aún allí esperándolo. Los bendijo y les deseó feliz Navidad. Os saludo a todos vosotros, familias, grupos parroquiales y asociaciones, que habéis venido de Roma, de Italia y de muchas partes del mundo. Al saludar a los fieles polacos, me uno espiritualmente a sus connacionales y a toda Polonia, que hoy encienden la «vela de Navidad» y reafirmo el compromiso de solidaridad, especialmente en este Año de Cáritas que se celebra en Polonia. Y ahora saludo con afecto a los niños que vinieron para la bendición de los «Bambinelli», organizada por el Centro de oratorios romanos. ¡Enhorabuena! Lo habéis hecho muy bien, habéis estado muy alegres aquí en la plaza, ¡felicidades! Y ahora lleváis el belén bendecido. Queridos niños, os agradezco vuestra presencia y os deseo feliz Navidad. Cuando rezaréis en casa, ante el belén, recordad rezar también por mí, como yo me acuerdo de vosotros. La oración es la respiración del alma: es importante encontrar momentos durante el día para abrir el corazón a Dios, incluso con oraciones sencillas y breves del pueblo cristiano. Por esto, hoy pensé hacer un regalo a todos vosotros que estáis aquí en la plaza, una sorpresa, un regalo: os daré un pequeño librito de bolsillo, que recoge algunas oraciones, para los diversos momentos del día y para las distintas situaciones de la vida. Es este. Algunos voluntarios lo distribuirán. Tomad uno cada uno y llevadlo siempre con vosotros, como ayuda para vivir toda la jornada con Dios. Y para que no olvidemos ese mensaje tan bonito que habéis hecho con el cartel: «Con Jesús la alegría está en casa». Otra vez: «Con Jesús la alegría está en casa». ¡Geniales! A todos vosotros un cordial deseo de feliz domingo y de buen almuerzo. No olvidéis, por favor, rezar por mí. ¡Hasta la vista! ¡Y mucha alegría! L’OSSERVATORE ROMANO página 10 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 Mensaje del Papa Francisco a la Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas atómicas Para buscar una coexistencia pacífica «La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción recíproca segura no pueden ser la base de una ética de la fraternidad y de la coexistencia pacífica entre los pueblos y los Estados». Lo escribió el Papa en el mensaje enviado a Sebastian Kurz, ministro para Europa, la integración y Asuntos exteriores de A su excelencia señor SEBASTIAN KURZ, ministro federal para Europa, la integración y Asuntos exteriores de la República de Austria, presidente de la III Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas nucleares Me alegra saludarlo a usted, señor presidente, y a todos los representantes de las varias naciones y de las organizaciones internacionales, así como de la sociedad civil, que participan en la Conferencia de Viena sobre el impacto humanitario de las armas nucleares. Las armas nucleares son un problema global, que afecta a todas las naciones, y tendrán un impacto en las generaciones futuras, así como en el planeta, que es nuestra casa. Se necesita una ética global, si queremos reducir la amenaza nuclear y trabajar por el desarme nuclear. Hoy más que nunca, la interdependencia tecnológica, social y política exige urgentemente una ética de solidaridad (cf. Juan Pablo II, Sollicitudo rei socialis, 38), que aliente a los pueblos a trabajar juntos por un mundo más Austria, país que acogió la III Conferencia internacional sobre el impacto humanitario de las armas nucleares (8-9 de diciembre). En el encuentro de Viena participaron ciento cincuenta y siete países y, por primera vez, potencias nucleares como Estados Unidos y Gran Bretaña, que no habían participado seguro y un futuro que se base cada vez más en los valores morales y en la responsabilidad en una dimensión global. Las consecuencias humanitarias de las armas nucleares son previsibles y planetarias. Mientras que a menudo nos concentramos en el potencial de las armas nucleares de destrucción masiva, se debe poner mayor atención en los «sufrimientos no necesarios» causados por su uso. Los códigos militares y el derecho internacional, entre otras cosas, condenaron hace tiempo a las personas que provocaron sufrimientos no necesarios. Si se condenan semejantes sufrimientos durante una guerra convencional, entonces mucho más deberían condenarse en el caso de un conflicto nuclear. Entre nosotros hay víctimas de dichas armas; nos ponen en guardia para que no cometamos los mismos errores irreparables que devastaron a poblaciones y la creación. Dirijo mi afectuoso saludo a los Hibakusha, así como a las demás víctimas de los experimentos con armas nucleares, presentes en este encuentro. Les animo a todos ellos a ser voz profética, exhortando a la familia humana a apreciar más profundamente la belleza, el amor, la cooperación y la fraternidad, recordando al mismo tiempo al mundo el riesgo de las armas nucleares, que tienen el potencial para destruirnos a nosotros y la civilización. La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción recíproca segura no pueden ser la base de una ética de fraternidad y de coexistencia pacífica entre los pueblos y los Estados. Los jóvenes de hoy y de mañana tienen derecho a mucho más. Tienen dere- Las cartas credenciales del embajador de Canadá El lunes 15 de diciembre, por la mañana, el Papa Francisco reicibió en audiencia al señor Dennis Anthony Savoie, nuevo embajador de Canadá ante la Santa Sede con ocasión de la presentación de las cartas credenciales en las Conferencias anteriores celebradas en Oslo y en Nayarit, México. El mensaje fue leído por el arzobispo Silvano M. Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de la ONU e instituciones especializadas en Ginebra. Esta es la traducción española. cho a un orden mundial pacífico, basado en la unidad de la familia humana, fundado en el respeto, la cooperación, la solidaridad y la compasión. Este es el momento de contrastar la lógica del miedo con la ética de la responsabilidad, para promover un clima de confianza y de diálogo sincero. Gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar prioridad a semejante gasto es un error y un despilfarro de recursos, que se invertirían mucho mejor en las áreas de desarrollo humano integral de la educación, la salud y la lucha contra la pobreza extrema. Cuando se dilapidan dichos recursos, los pobres y los débiles, que viven al margen de la sociedad, pagan las consecuencias. El deseo de paz, de seguridad y estabilidad es uno de los deseos más profundos del corazón humano, puesto que está arraigado en el Creador, que hace a todos los pueblos miembros de la familia humana. Esta aspiración jamás puede ser colmada solamente por los medios militares, y mucho menos por la posesión de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva. La paz «no se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una hegemonía despótica» (Gaudium et spes, 78). La paz ha de construirse con la justicia, el desarrollo socioeconómico, la libertad, el respeto de los derechos humanos fundamentales, la participación de todos en los asuntos públicos y la confianza entre los pueblos. El Papa Pablo VI sintetizó todo esto en su encíclica Populorum progressio: «El desarrollo es el nuevo nombre de la paz» (n. 76). Es nuestra responsabilidad adoptar medidas concretas que promuevan la paz y la seguridad, pero permaneciendo siempre atentos al límite constituido por enfoques a corto plazo de problemas de seguridad nacional e internacional. Debemos comprometernos profundamente a reforzar la confianza recíproca, dado que sólo mediante dicha confianza se puede establecer una paz verdadera y duradera entre las naciones (cf. Juan XXIII, Pacem in terris, 113). En el contexto de la presente Conferencia deseo fomentar un diálogo sincero y abierto entre las partes que están dentro de cada Estado que posee armas nucleares, entre los varios Estados que tienen armas nu- cleares, y entre estos y los Estados desprovistos de armas nucleares. Ese diálogo debe ser inclusivo, implicando a las organizaciones internacionales, a las comunidades religiosas y a la sociedad civil; debe orientarse al bien común y no a la protección de intereses particulares. «Un mundo sin armas nucleares» es un objetivo compartido por las naciones, del que son portavoces los líderes mundiales, así como la aspiración de millones de hombres y mujeres. El futuro y la supervivencia de la familia humana estriban en ir más allá de ese objetivo y garantizar que se realice. Estoy convencido de que el deseo de paz y fraternidad, profundamente anidado en el corazón humano, dará frutos de modo concreto para garantizar que las armas nucleares se prohíban de una vez para siempre, en beneficio de nuestra casa común. La seguridad de nuestro futuro depende de que se garantice la seguridad pacífica de los demás, puesto que si la paz, la seguridad y la estabilidad no se fundan en el plano global, no se gozarán en absoluto. Somos responsables individual y colectivamente del bienestar, sea presente, sea futuro, de nuestros hermanos y hermanas. Es mi ferviente esperanza que dicha responsabilidad plasme nuestros esfuerzos en favor del desarme nuclear, puesto que un mundo sin armas nucleares es en verdad posible. Vaticano, 7 de diciembre de 2014 FRANCISCO PP. número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 11 Al Congreso misionero italiano el Pontífice le recuerda los sufrimientos de Oriente Medio Jesús, hombre de periferia El Papa Francisco exhortó a no dejarse robar «el sueño de cambiar el mundo con el Evangelio», comenzando por las periferias humanas y existenciales, porque «Jesús mismo fue un hombre de periferia», a los participantes en el IV Congreso misionero nacional organizado por la Conferencia episcopal italiana, a quienes recibió en audiencia el sábado 22 de noviembre por la mañana en el aula Pablo VI. Queridos hermanos ¡buenos días! y hermanas, Hoy os habéis levantado temprano: ¿a qué hora? ¡A las 4! ¡Un poco exagerado! Felicitaciones al coro: ¡muy bueno! Gracias. Os acojo de buen grado, con ocasión del Congreso misionero nacional de la Iglesia en Italia, y agradezco a monseñor Ambrogio Spreafico las palabras que me ha dirigido. Le he dicho: «Estad atentos, que nos os coma la ballena». Me ha dicho: «Para Cristo, la ballena es el dinero; es el dios dinero». Es verdad, el Señor dice: «No se puede servir a dos señores». Es verdad. ¡Es sabio el obispo! El programa de vuestro congreso se inspira en lo que el Señor le dijo al profeta Jonás: «Vete a Nínive, la gran ciudad». Pero, al principio, Jonás huye. Se dirige, al contrario, a occidente. Tiene miedo de ir a esa gran ciudad, preocupado más por juzgar que por la misión que se le confía. Sin embargo, después va, y todo cambia en Nínive: Dios muestra su misericordia, y la ciudad se convierte. La misericordia cambia la historia de las personas e, incluso, de los pueblos. Como dice el apóstol Santiago: «La misericordia triunfa sobre el juicio» (St 2, 13). La invitación que se le hizo a Jonás, hoy se os dirige a vosotros. Y esto es importante. Cada generación está llamada a ser misionera. Llevar lo que tenemos dentro, lo que el Señor nos ha dado. ¡Esto desde el comienzo! Recordemos cuando Andrés y Juan encontraron al Señor, y después hablaron con Él aquella tarde y aquella noche. Estaban entusiasmados. Lo primero que hicieron Andrés y Juan fue ser misioneros. Fueron a ver a hermanos y amigos: «¡Hemos encontrado al Señor, hemos encontrado al Mesías!». Esto sucede inmediatamente, después del encuentro con el Señor: esto viene enseguida. En la exhortación apostólica Evangelii gaudium hablé de «Iglesia en salida». Una Iglesia misionera no puede dejar de «salir», no tiene miedo de encontrar, de descubrir las novedades, de hablar de la alegría del Evangelio. A todos, sin distinción. No para ganar prosélitos, sino para decir lo que tenemos y queremos compartir con todos, sin forzar, sin distinción. Las diversas realidades que representáis en la Iglesia italiana indican que el espíritu de la missio ad gentes debe llegar a ser el espíritu de la misión de la Iglesia en el mundo: salir, escuchar el clamor de los pobres y de los lejanos, encontrarse con todos y anunciar la alegría del Evangelio. Las Iglesias particulares en Italia han hecho mucho. Cada mañana, en la misa de Santa Marta, me encuentro con una, dos o tres personas que vienen de lejos: «Hace muchos años que trabajo en la Amazonia, que trabajo en África, que trabajo…». Muchos sacerdotes, muchas religiosas, muchos laicos fidei donum. ¡Vosotros lleváis esto en la sangre! Es una gracia de Dios. Debéis conservarlo, hacerlo crecer y darlo en herencia a las nuevas generaciones de cristianos. Una vez vino un sacerdote anciano, se veía —¡pobre!— que era muy anciano y estaba algo enfermo: «¿Cómo está usted?». «Ya antes de ordenarme, desde hace sesenta años estoy en la Amazonia». Esto es grande: dejar todo. Repito una cosa que me dijo un cardenal brasileño: «Cuando voy a la Amazonia —porque tiene la tarea de visitar las diócesis de la Amazonia—, voy al cementerio y veo las tumbas de los misioneros. Hay muchos. Y pienso: “¡Estos podrían ser canonizados ahora!”». Es la Iglesia; son las Iglesias de Italia. ¡Gracias! ¡Muchas gracias! Os agradezco lo que hacéis de diferentes modos: como parte de las oficinas de la Conferencia episcopal italiana, como directores de las oficinas diocesanas, consagrados y laicos juntos. Os pido que os comprometáis con pasión a mantener vivo este espíritu. Veo con alegría a tantos laicos al lado de obispos y sacerdotes. La misión es tarea de todos los cristianos, no sólo de algunos. ¡También es tarea de los niños! En las obras misionales pontificias, los pequeños gestos de los niños educan en la misión. Nuestra vocación cristiana nos pide ser portadores de este espíritu misionero, para realizar una verdadera «conversión misionera» de toda la Iglesia, como lo expresé en la Evangelii gaudium. La Iglesia italiana —lo repito— ha dado numerosos sacerdotes y laicos fidei donum, que eligen entregar su vida para edificar la Iglesia en las periferias del mundo, entre los pobres y los lejanos. Este es un don para la Iglesia universal y para los pueblos. Os exhorto a no dejaros robar la esperanza y el sueño de cambiar el mundo con el Evangelio, con la levadura del Evangelio, comenzando por las periferias humanas y existenciales. Salir significa superar la tentación de hablar entre nosotros, olvidando a las numerosas personas que esperan de nosotros una palabra de misericordia, de consuelo, de esperanza. El Evangelio de Jesús se realiza en la historia. Jesús mismo fue un hombre de periferia, de la Galilea lejana de los centros del poder del Imperio romano y de Jerusalén. Se encontró con pobres, enfermos, endemoniados, pecadores, prostitutas, reuniendo en torno a sí a un pequeño número de discípulos y a algunas mujeres que lo escuchaban y lo servían. Sin embargo, su palabra fue el comienzo de un cambio en la historia, el comienzo de una revolución espiritual y humana, la buena nueva de un Señor muerto y Al Congreso europeo de pastoral juvenil VIENE DE LA PÁGINA 7 derar la realidad actual de los jóvenes europeos con la mirada de Cristo. Él nos enseña a ver no sólo los desafíos y los problemas, sino también a reconocer las tantas semillas de amor y de esperanza esparcidas en el terreno de este continente, que ha dado a la Iglesia un gran número de santos y santas, y ¡muchos de estos son jóvenes! No olvidemos que hemos recibido la tarea de sembrar, pero que es Dios quien hace crecer las semillas que sembramos (cf. 1 Co 3, 7). Mientras sembráis la Palabra del Señor en este vasto campo que es la juventud europea, tenéis la ocasión de testimoniar las razones de la esperanza que hay en vosotros, con dulzura y respeto (cf. 1 P 3, 15). Podéis ayudar a los jóvenes a darse cuenta de que la fe no se contrapone a la razón, y así acompañarlos para que lleguen a ser protagonistas felices de la evangelización de sus coetáneos. Por último, queridos amigos, en este año en que la atención se centra en la familia y, al mismo tiempo, en la vida consagrada, la pastoral juvenil está llamada a proponer a los jóvenes un camino de discernimiento vocacional, para prepararlos a seguir a Jesús en el camino de la vida matrimonial y familiar o en el de una consagración especial al servicio del reino de Dios. Ruego al Señor, por intercesión de la Virgen santísima, que el trabajo de estos días sea rico de frutos para vuestro compromiso en la pastoral juvenil y, aun antes, para vuestro camino de santidad, porque es la santidad la que hace crecer a la Iglesia y abre los corazones a la acogida del Evangelio. Os pido, por favor, que recéis por mí y con afecto os bendigo. Vaticano, 11 de diciembre de 2014 resucitado por nosotros. Y nosotros queremos compartir este tesoro. Queridos hermanos y hermanas: os aliento a intensificar el espíritu misionero y el entusiasmo de la misión, y a mantener elevado el espíritu de la Evangelii gaudium en vuestro compromiso en las diócesis, en los institutos misioneros, en las Comunidades, en los Movimientos y en las Asociaciones, sin abatiros ante las dificultades, que no faltan nunca, y —lo recalco— comenzando por los niños. En la catequesis, los niños deben recibir una catequesis misionera. A veces, también en la Iglesia nos abandonamos al pesimismo, que amenaza con privar del anuncio del Evangelio a tantos hombres y mujeres. ¡Vayamos adelante con esperanza! Los numerosos misioneros mártires de la fe y de la caridad nos indican que la victoria está sólo en el amor y en una vida entregada por el Señor y por el prójimo, comenzando por los pobres. Los pobres son los compañeros de viaje de una Iglesia en salida, porque son los primeros a quienes encuentra. Los pobres también son vuestros evangelizadores, porque os indican las periferias donde el Evangelio aún debe anunciarse y vivirse. Salir es no permanecer indiferente ante la miseria, la guerra, la violencia de nuestras ciudades, el abandono de los ancianos, el anonimato de mucha gente necesitada y la distancia de los pequeños. Salir es no tolerar que en nuestras ciudades cristianas haya tantos niños que no saben hacer la señal de la cruz. Esto es salir. Salir es ser agente de paz, la «paz» que el Señor nos da cada día y que el mundo tanto necesita. Los misioneros no renuncian jamás al sueño de la paz, aun cuando viven en medio de dificultades y persecuciones, que hoy vuelven a hacerse sentir con fuerza. Días pasados me reuní con los obispos de Oriente Medio y con dos párrocos de las ciudades más afectadas por la guerra en Oriente Medio: estaban contentos con su servicio a esa gente. Sufrían por lo que estaba sucediendo, pero tenían la alegría del Evangelio. Que el Señor aumente en vosotros la pasión por la misión y os convierta en testigos de su amor y de su misericordia en todas partes. Y que la Virgen santa, Estrella de la nueva evangelización, os proteja y os fortalezca en la tarea que se os ha confiado. También yo debo ser misionero y os pido, por favor, que recéis por mí, y de corazón os bendigo. L’OSSERVATORE ROMANO página 12 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 COMUNICACIONES Colegio episcopal Audiencias pontificias Monseñor Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza (España) Monseñor Adelio Pasqualotto, vicario apostólico de Napo (Ecuador) RENUNCIAS: El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis metropolitana de Cashel y Emly (Irlanda) que monseñor DERMOT CLIFFORD, le había presentado en conformidad con el canon 401 § 1 del Código de derecho canónico. Dermot Cliffor nació en Ballymacelligott, diócesis de Kerry, el 25 de enero de 1939. Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de febrero de 1964. Juan Pablo II le nombró obispo coadjutor de Cashel y Emly el 17 de diciembre de 1985; recibió la ordenación episcopal el 9 de marzo de 1986. Pasó a ser obispo de dicha circunscripción eclesiástica el 12 de septiembre de 1988. El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Cabo Haitiano (Haití) que monseñor LOUIS KÉBREAU, S.D.B., le había presentado en conformidad con el canon 401 § 1 del Código de derecho canónico. Le sucede en el gobierno pastoral de la archidiócesis el coadjutor, monseñor MAX LEROY MÉSID OR. Nombramiento pontificio El Santo Padre ha nombrado secretario de la Pontificia Comisión bíblica al padre PIETRO BOVATI, S.J. Louis Kébreau, S.D.B., nació en Jérémie el 8 de noviembre de 1938. Recibió la ordenación sacerdotal el 11 de mayo de 1974. Juan Pablo II le nombró obispo titular de Selendeta y auxiliar de Puerto Príncipe el 25 de noviembre de 1986; recibió la ordenación episcopal el 25 de enero de 1987. El mismo Papa le nombró obispo de la diócesis de Hinche el 30 de junio de 1998. Benedicto XVI le promovió a arzobispo de Cabo Haitiano el 1 de marzo de 2008. Max Leroy Mésidor nació en Saint-Marc, diócesis de Les Gonaïves, el 6 de enero de 1962. Recibió la ordenación sacerdotal el 10 de enero de 1988. Benedicto XVI le nombró obispo de Fort-Liberté el 9 de junio de 2012; recibió la ordenación episcopal el 28 de julio del mismo año. El Papa Francisco le nombró arzobispo coadjutor de Cabo Haitiano el 1 de noviembre de 2013. El Papa ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Gary (Estados Unidos) que monseñor DALE JOSEPH MELCZEK, le había presentado en conformidad con el canon 401 § 1 del Código de derecho canónico. Dale Joseph Melczek nació en Detroit el 9 de noviembre de 1938. Recibió la ordenación sacerdotal el 6 de junio de 1964. Juan Pablo II le nombró obispo titular de Traù y auxiliar de la diócesis de Detroit el 3 de diciembre de 1982; recibió la ordenación episcopal el 27 de enero de 1983. El mismo Papa le nombró obispo coadjutor de Gary el 28 de octubre de 1995. Pasó a ser obispo de dicha sede el 1 de junio de 1996. EL PAPA Luto en el episcopado —Monseñor JOSEPH THOMAS DIMINO, arzobispo Ordinario militar emérito para Estados Unidos, falleció el 25 de noviembre. Había nacido en Nueva York (Estados Unidos) el 7 de enero de 1923. Era sacerdote desde el 4 de junio de 1949. Juan Pablo II le nombró obispo titular de Carini y auxiliar del vicariato castrense de Estados Unidos el 25 de marzo de 1983; recibió la ordenación episcopal el 10 de mayo sucesivo. Fue elevado a la dignidad arzobispal y nombrado Ordinario militar para Estados Unidos el 14 de mayo de 1991. El Santo Padre aceptó su renuncia a la función de Ordinario militar el 12 de agosto de 1997. HA NOMBRAD O: —Arzobispo de Cashel y Emly (Irlanda) a monseñor KIERAN O’REILLY, S.M.A., hasta ahora obispo de Killaloe. Kieran O’Reilly, S.M.A., nació en Cork, diócesis de Cork y Ross, el 8 de agosto de 1952. Recibió la ordenación sacerdotal el 17 de junio de 1978. Benedicto XVI le nombró obispo de Killaloe el 18 de mayo de 2010; recibió la ordenación episcopal el 29 de agosto del mismo año. —Arzobispo de Zaragoza (España) a monseñor VICENTE JIMÉNEZ ZAMORA, hasta ahora obispo de Santander. Vicente Jiménez Zamora nació en Ágreda, diócesis de Osma-Soria, el 28 de enero de 1944. Recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1968. Juan Pablo II le nombró obispo de Osma-Soria el 21 de mayo de 2004; recibió la ordenación episcopal el 17 de julio sucesivo. Benedicto XVI le trasladó a la diócesis de Santader el 27 de julio de 2007. —Obispo de Gary (Estados Unidos) a monseñor D ONALD JOSEPH HYING, hasta ahora obispo titular de Regie y auxiliar de Milwaukee. Donald Joseph Hying nació en West Allis, Wisconsin, el 18 de agosto de 1963. Recibió la ordenación sacerdotal el 20 de mayo de 1989. Benedicto XVI le nombró obispo titular de Regie y auxiliar de la archidiócesis de Milwaukee el 26 de mayo de 2011; recibió la ordenación episcopal el 20 de julio del mismo año. —Obispo de Broken Bay (Australia) a monseñor PETER ANDREW COMENSOLI, hasta ahora obispo titular de Tigisi de Numidia y auxiliar de Sydney. Peter Andrew Comensoli nació en Bulli, Nueva Gales del Sur, el 25 de marzo de 1964. Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de mayo de 1992. Benedicto XVI le nombró obispo titular de Tigisi de Numidia y auxiliar de la archidiócesis de Sydney el 20 de abril de 2011; recibió la ordenación episcopal el 8 de junio del mismo año. —Obispo de Gikongoro (Ruanda) al presbítero CÉLESTIN HAKIZIMANA. Célestin Hakizimana nació en Kigali el 14 de agosto de 1963. Recibió la ordenación sacerdotal el 21 de julio de 1991. Obtuvo el doctorado en teología dogmática en la Pontificia Facultad Santo Tomás de Aquino de Nápoles. En su ministerio ha desempeñado, entre otros, los siguientes cargos: vicario parroquial; responsable diocesano para la educación católica y secretario general de la Conferencia episcopal de Ruanda. —Obispo titular de Abtugni y vicario apostólico de Napo (Ecuador) al padre ADELIO PASQUALOTTO, C.S.I. Adelio Pasqualotto, C.S.I., nació en Novoledo di Villaverla, diócesis de Vicenza (Italia), el 26 de abril de 1950. Ingresó en la Congregación de San José (padres josefinos de Murialdo), donde recibió la ordenación sacerdotal el 11 de marzo de 1978. En su ministerio ha desempeñado, entre otros, los siguientes cargos: vicerrector de una comunidad y animador vocacional de su congregación; párroco en diversas parroquias de Italia y México; vicario provincial y, en el último período, pro vicario de un vicariato apostólico. EL SANTO PADRE HA RECIBID O EN AUDIENCIA: Viernes 12 de diciembre —A Su Beatitud Ignace Youssif Younan, patriarca de Antioquía de los sirios, con los obispos y fieles de la comunidad siro-antioquena. III —Al cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe. —A monseñor José Rodríguez Carballo, O.F.M., arzobispo titular de Belcastro, secretario de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica. —A monseñor André Dupuy, arzobispo titular de Selsea, nuncio apostólico en los Países Bajos, representante permanente de la Santa Sede ante la Organización para la prohibición de las armas químicas. —Al profesor Carl Albert Anderson, caballero supremo de los Caballeros de Colón. Sábado, día 13 —Al presidente del Consejo de ministros de Italia, Matteo Renzi, con su esposa y el séquito. —Al cardenal Marc Oullet, prefecto de la Congregación para los obispos. P.S.S., —Al cardenal Sean Patrick O’Malley, O.F.M.CAP., arzobispo de Boston (Estados Unidos). —A monseñor George Kocherry, arzobispo titular de Othona, nuncio apostólico en Bangladesh. —Al señor George Weigel. Lunes, día 15 —Al señor Dragan Čović, miembro croata de la presidencia de Bosnia y Herzegovina, con el séquito. —Al embajador de Canadá ante la Santa Sede, Denis Anthony Savoie, con ocasión de la presentación de las cartas credenciales. —Al cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales. —A monseñor Aldo Cavalli, arzobispo titular de Vibo Valentia, nuncio apostólico en Malta y en Libia. —A monseñor Edgar Peña Parra, arzobispo titular de Telepte, nuncio apostólico en Pakistán. —Al sacerdote Pier Giorgio Perini, fundador de las células parroquiales de evangelización. número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 13 Misa del Pontífice en Santa Marta La canción de cuna de Dios Dios es para nosotros como la mamá que nos canta con ternura la canción de cuna y no tiene miedo de hacer incluso el «ridículo» por cuanto nos ama. Por ello el Papa Francisco puso en guardia de la «tentación de cosificar la gracia», con una certeza: «Si nosotros tuviésemos la valentía de abrir nuestro corazón a esta ternura de Dios, ¡cuánta libertad espiritual tendríamos!». Y para vivir esta experiencia, durante la misa del jueves 11 de diciembre, el Papa sugirió leer el pasaje del profeta Isaías propuesto por la liturgia del día. «El profeta Isaías —destacó inmediatamente el Pontífice— habla de la salvación, de cómo Dio salva a su pueblo, y vuelve a esa imagen, a esa realidad que es precisamente la cercanía de Dios a su pueblo». «Es precisamente la cercanía de Dios a su pueblo lo que hace la salvación». Una «cercanía que avanza, avanza, hasta tomar nuestra humanidad». Y «en este pasaje —explicó el Papa Francisco— hay una cosa que tal vez nos haga reír un poco, pero es hermoso». En efecto, es «tan grande la cercanía, que Dios se presenta aquí como una mamá, como una mamá que dialoga con su niño: una mamá cuando canta la canción de cuna al niño y toma la voz del niño y se hace pequeña como el niño y habla con el tono del niño hasta el punto de hacer el ridículo si uno no comprende la grandeza que hay en ello». «Cuántas veces —continuó el Pontífice— una mamá dice estas cosas al niño mientras lo acaricia». Y también «Dios hace lo mismo: es la ternura de Dios» que «están tan cerca de nosotros, que se expresa con esta ternura, la ternura de una mamá». Esto «es la gracia de Dios», afirmó el Papa Francisco. En efecto, «cuando hablamos de gracia, hablamos de esta cercanía». Así, «cuando uno dice: estoy en estado de gracia, estoy cerca del Señor o dejo que el Señor se me acerque: ¡eso es la gracia!». En cambio, «nosotros, muchas veces, para estar seguros, queremos controlar la gracia, como si el niño dijese a la mamá: “Está bien, ahora te callas, déjame vivir, está bien, yo sé que tú me amas”». Y, por su parte, «la mamá sigue diciendo estas cosas, que causan risa, pero es el amor, el amor que se expresa así». Pues bien, «¿detiene el niño a la mamá? ¡No! Se deja amar, porque es un niño. Así como lo dice Jesús: el reino de los cielos es como el niño que se deja amar por Dios». Y «esto es la gracia». El Papa Francisco, de este modo, puso en guardia sobre la «tentación de cosificar la gracia» que «tenemos muchas veces en nuestra historia y también en nuestra vida». Se trata de transformar «esta gracia que es una cercanía, una cercanía de las entrañas de Dios», en «una mercadería o en una cosa posible de controlar». Porque «nosotros queremos controlar la gracia». Y «así, cuando se habla de gracia, tenemos la tentación de decir: “Yo estoy en gracia”. Pero, ¿qué quiere decir?, ¿qué estás cerca del Señor? “No, tengo también el alma limpia, estoy en gracia”». Así, pues, «esta verdad tan bonita de la que es la gracia, aún no has recibido cercanía de Dios se desliza en una la gracia, que es esta cercanía». contabilidad espiritual: “No, hago El Papa Francisco quiso compartir esto porque esto me dará 300 días una experiencia suya, recordando de gracia... Hago esto otro porque cuando, hace muchos años, se le me dará esto, y así acumulo gra- acercó una señora diciéndole: «Pacia...”». Razonando así la gracia se dre, tengo que hacerle una pregunta reduce a «una mercadería». porque no sé si debo confesarme o «En la historia —explicó el Papa— no». «El sábado pasado —continuó esta cercanía de Dios a su pueblo repitiendo las palabras de la señora— fue traicionada por esta actitud fuimos a la boda de unos amigos y egoísta nuestra de querer controlar se celebró la misa, y con mi marido la gracia, de cosificarla». Como decíamos: ¿está bien esta misa de sá«ejemplo» el Pontífice indicó «los bado por la tarde? ¿Sirve? ¿Es válipartidos en la época de Jesús». Co- da para el domingo?». Al plantear la menzando por los «fariseos: para cuestión, recordó el Papa Francisco, ellos la gracia estaba precisamente «esa mujer sufría». Entonces «dije a en hacer la ley, seguir la ley y cuan- esa señora: “El Señor la quiere mudo había una duda se hacía otra pa- cho: ella se marcho de allí, recibió la ra que fuese más clara esa ley». Es- comunión, estuvo con Jesús... Sí, estaban también los «saduceos»: según ellos la gracia de Dios consistía en hacer «convivir políticamente el pueblo con los ocupantes y hacer pactos políticos». Otros eran «los esenios» que «eran buenos, buenísimos, pero tenían tanto miedo que no arriesgaban y se marcharon al monasterio a rezar». De este modo, «esa gracia que lleva hacia adelante, esa cercanía de Dios se convirtió en una clausura monacal en el monasterio, pero no la gracia de Dios». Por otro lado, en cambio, «los zelo«Jesús y los fariseos» (cristalera medieval) tes pensaban que la gracia de Dios fuese precisamente la guerra de liberación, té serena, el Señor no es un comerlas guerrillas de liberación de ciante, el Señor ama, es cercano”». Y concluyó con un consejo práctiIsrael». Y esta era «también otra forma de cosificar la gracia». Pero, co: «Hoy, si tenéis un poco de tiempo, en vuestra casa, buscad la Biblia: reafirmó el Papa, «la gracia de Dios Isaías, capítulo 41, del versículo 13 al es otra cosa: es cercanía, es ternura». 20, siete versículos. Y leedlos». Para Y sugirió una «regla» que «sirve entrar de este modo más a fondo en siempre: si en tu relación con el Se- la experiencia de «esta ternura de ñor no sientes que Él te ama con Dios», de «este Dios que nos canta ternura» significa que «aún te falta a cada uno de nosotros la canción algo, aún no has comprendido lo de cuna, como una mamá». Encuentro con discapacitados argentinos Gestos de amor «Gestos de amor»: las palabras escritas sobre el colorido cartel que llevaba un grupo de discapacitados argentinos resumía el sentido del festivo encuentro con el Papa Francisco que tuvo lugar en un estudio del aula Pablo VI el martes 16 de diciembre por la tarde. Dos grupos de escolares acompañados por el obispo de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández, fueron recibidos por el Pontífice juntamente con sus profesores y el músico Memo Vilte. Los niños del ballet «Sol y Arte», al ritmo de música popular argentina, bailaron en honor del Pontífice. Al saludarlos, el Papa Francisco les dijo que las cosas que se hacen con amor, sin pedir nada a cambio, son gestos puros y las acciones puras son para todos gestos de amor, que no tienen precio. Corazones tenebrosos «Pido al Señor la gracia de que nuestro corazón sea sencillo, luminoso con la verdad que Él nos da, y podamos así ser amables, capaces de perdonar, comprensivos con los demás, de corazón grande con la gente, misericordiosos». Con esta oración el Papa Francisco concluyó la homilía de la misa del lunes 15 de diciembre. «Jamás —añadió— condenar. Si tú tienes ganas de condenar, condénate a ti mismo». Al contrario, hay que pedir «al Señor la gracia de que nos dé esta luz interior, que nos convenza que la roca es sólo Él y no tantas historias que hacemos como cosas importantes; y que Él nos acompañe por el camino, que Él nos ensanche el corazón, para que puedan entrar los problemas de tanta gente, y que Él nos dé la gracia de sentirnos pecadores». El punto de partida surgió una vez más de las lecturas del día, en especial del pasaje del Evangelio de san Mateo (21, 23-27), donde Jesús se dirige a quienes buscan confundir la fe sencilla de las personas con formalismos y normas a menudo inútiles. Al respecto el Pontífice inició su reflexión recordando que ya el domingo de Ramos, cuando «Jesús entró en Jerusalén» y «los niños cantaban: “Hosanna al Hijo de David”», algunos «doctores de la ley querían hacerlos callar». Pero Jesús dijo: «No pueden callar; si ellos no gritan, gritarán las piedras». Luego el Señor «curó a mucha gente enferma» y cuando tuvo hambre, acercándose a la higuera que no tenía fruto, maldijo a la planta. Así, «el árbol se secó», y los discípulos comentaron: «¡Has hecho un milagro!». Y Él respondió: «Si tuvierais fe, haríais lo mismo o más». En concreto, destacó el Papa, Jesús «predica sobre la fe. Luego, en el templo, curó a mucha gente, a los enfermos, y expulsó a los que vendían y compraban». Y fue entonces que «los jefes de los sacerdotes, los doctores de la ley se le acercaron para preguntarle»: «¿Con qué autoridad haces esto? Somos nosotros los que mandamos en el templo». Y la respuesta de Jesús es una respuesta «con vivacidad interior, con mucha agudeza», porque —destacó el Papa— Jesús «va al corazón de esta gente, a lo que tenían en el corazón. Era gente que tenía un corazón inseguro, un corazón que se acomodaba un poco a las situaciones, un corazón que, según el momento, iba de una parte o de la otra». A ellos, en efecto, «no les interesaba la verdad; a ellos les interesaba el propio interés, según el viento que soplaba...». Y negociaban todo: la libertad interior, la fe, la patria. Todo, menos las apariencias. Les interesaba salir bien de las situaciones. La descripción de la escena evangélica, explicó el Papa Francisco, es precisamente una de estas situaciones en las que ellos tratan de sacar algún beneficio. «Vieron en este momento alguna cosa débil», tal vez lo «imaginaron», y se dijeron: «este es el momento». De aquí la pregunta: SIGUE EN LA PÁGINA 15 L’OSSERVATORE ROMANO página 14 La trampa de Narciso El Papa Francisco sobre los cambios climáticos Respuesta libre de presiones «Las consecuencias de los cambios ambientales nos recuerdan la gravedad de la incuria y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando». Es la advertencia del Papa Francisco a los participantes en la vigésima Conferencia de los Estados partes en la convención marco de las Naciones Unidas sobre los cambios climáticos, que tuvo lugar en Lima del 1 al 12 de diciembre. Publicamos el mensaje que el Pontífice envió en español. A su excelencia el señor MANUEL PULGA VIDAL, Ministro de medio ambiente de la República del Perú y presidente de la vigésima Conferencia de las partes de la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático Excelencia: Los primeros 12 días del mes de diciembre de 2014, la ciudad de Lima y el pueblo del Perú tendrán el honor de acoger la vigésima Conferencia de las partes de la convención marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, cuya agenda se propone verificar la marcha de la aplicación de ese instrumento jurídico, de contenido crucial en el presente momento histórico. Junto con mis saludos a usted, señor presidente, y a todos los organizadores y participantes en dicha conferencia, quiero enviarles mi cercanía y aliento, para que los trabajos de estos días se lleven a cabo con espíritu abierto y generoso. Lo que ustedes van a debatir afecta a toda la humanidad, en particular a los más pobres y a las generaciones futuras. Más aún, se trata de una grave responsabilidad ética y moral. No deja de ser significativo que la conferencia se desarrolle en las costas adyacentes a la corriente marítima de Humboldt, que une en un abrazo simbólico los pueblos de América, Oceanía y Asia y que cumple un papel determinante en el clima de todo el planeta. Las conse- cuencias de los cambios ambientales, que ya se sienten de modo dramático en muchos Estados, sobre todo los insulares del Pacífico, nos recuerdan la gravedad de la incuria y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando. Solamente podremos hallar soluciones adecuadas si actuamos juntos y concordes. Existe, por tanto, un claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar. La lucha eficaz contra el calentamiento global será posible únicamente con una responsable respuesta colectiva, que supere intereses y comportamientos particulares y se desarrolle libre de presiones políticas y económicas. Una respuesta colectiva que sea también capaz de superar actitudes de desconfianza y promover una cultura de la solidaridad, del encuentro y el diálogo; capaz de mostrar la responsabilidad de proteger el planeta y la familia humana. Deseo de corazón que en la conferencia de Lima, así como en los encuentros sucesivos, que serán decisivos para las negociaciones sobre el clima, se dé un diálogo impregnado de esta cultura y de los valores que la sustentan: justicia, respeto y equidad. Con este mensaje, señor presidente y señores participantes en la conferencia, formulo mis mejores deseos para que sus reflexiones e iniciativas sean fructíferas y estén al servicio de todos los hombres. A la vez que rezo por sus deliberaciones, para que se vean colmadas de éxitos abundantes, invoco sobre ustedes y sobre todos los participantes en este significativo encuentro la bendición del Altísimo, que pido se extienda a todos los ciudadanos de los países que ustedes representan. Reciba, señor presidente, mi más atento y cordial saludo. Vaticano, 27 de noviembre de 2014 FRANCISCO viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 VIENE DE LA PÁGINA 4 mente. La ética cristiana no es una aduana para la pluralidad de expresiones con las que se manifiesta el bien y el cuidado del prójimo. Ir más allá quiere decir ensanchar y no restringir, crear espacios y no limitarse a su control. Sería muy hermoso que los múltiples arroyos formaran un río cuyas aguas vencieran la aridez y llevaran nueva fecundidad, haciendo resplandecer esta vida y este tiempo, transformándolos en bellos y amables. Ir más allá significa liberar y gozar de sus frutos. Para ir más allá es necesario tomar la iniciativa. Sé que en el Festival se dedica un amplio espacio a la economía, a los empresarios, a las empresas y a la cooperación. Hoy también en el ámbito económico es urgente tomar la iniciativa, porque el sistema tiende a homologar todo y el dinero predomina. El sistema te lleva a esta globalización no buena que homologa todo. ¿Y quién es el señor de esta homologación? Es el dinero. Tomar la iniciativa en estos ámbitos significa tener la valentía de no dejarse atrapar por el dinero y por los resultados a corto plazo, convirtiéndose en esclavo. ¡Se necesita un modo nuevo de ver las cosas! Os doy un ejemplo. Hoy se dice que muchas cosas no se pueden hacer porque falta dinero. Y, sin embargo, siempre hay dinero para hacer algunas cosas, pero falta para hacer otras. Por ejemplo, el dinero para comprar armas se encuentra, para hacer guerras, para operaciones financieras sin escrúpulos, se encuentra. En general, esto se calla; se hace mucho hincapié en la falta de dinero para crear trabajo, para invertir en conocimientos, en talentos, para proyectar un nuevo bienestar, para salvaguardar el ambiente. El verdadero problema no es el dinero, sino las personas: no podemos pedir al dinero lo que sólo las personas pueden hacer o crear. El dinero por sí solo no genera desarrollo; para generarlo, se necesitan personas que tengan la valentía de tomar la iniciativa. Tomar la iniciativa significa desarrollar una empresa no sólo capaz de innovación tecnológica; también es preciso renovar las relaciones de trabajo, experimentando nuevas formas de participación y de responsabilidad de los trabajadores, inventando nuevas fórmulas de ingreso en el mundo del trabajo, creando una relación solidaria entre empresa y territorio. Tomar la iniciativa significa superar el asistencialismo. Vivir intensamente este tiempo lleva a apostar por un futuro diverso y un modo diferente de resolver los problemas. También aquí quiero daros un ejemplo. Me hablaron de un papá que tiene un hijo con síndrome de Down. El padre hizo lo imposible por este hijo, y se benefició de los servicios que los entes públicos ponen a disposición para la instrucción, la asistencia, la vida social. Pero no se contentó con ello. Para su hijo quería pensar en otra cosa que le diera más dignidad y más autonomía. Creó una cooperativa constituida por chicos con síndrome de Down, ideó un trabajo apropiado para ellos, firmó un acuerdo con una empresa para la venta de sus productos… en suma, sentó las premisas laborales con las que su hijo pudo construir su futuro y su sana autonomía. Es un ejemplo de ir más allá. Detenerse significa seguir pidiendo ahora y siempre al Estado o a algún ente asistencial; moverse significa crear nuevos procesos. Y aquí está el secreto: crear nuevos procesos y no pedir que nos den nuevos espacios. Estos nuevos procesos no son el resultado de operaciones técnicas, sino el resultado de un amor que, apremiado por la situación, no se contenta hasta que inventa algo y da respuesta. Tomar la iniciativa significa también considerar el amor como la verdadera fuerza del cambio. Querer el propio trabajo, estar presente en los momentos de dificultad, sentirse implicado y responder responsablemente es activar el amor que cada uno de nosotros tiene en el corazón, porque el Espíritu nos lo ha dado. Tomar la iniciativa es la respuesta a «algo más», que es típico del amor. Si estamos dentro del tiempo con este algo más, este algo más del amor, seguramente comenzaremos algo nuevo que favorecerá el crecimiento del bien. Con esta visión de la realidad, es casi natural promover y desarrollar los talentos. Promover la expresión y el crecimiento de los talentos es lo que estamos llamados a hacer, y para hacerlo, es necesario abrir espacios. No controlar espacios, sino abrirlos. Se trata de hacer circular las capacidades, la inteligencia, las habilidades con las que están dotadas las personas. Liberar los talentos es el comienzo del cambio; esta acción permite superar la envidia, los celos, la rivalidad, la contraposición, la cerrazón, la cerrazón preconcebida, y abre a una alegría, la alegría de lo nuevo. Evidentemente al hablar de talentos se sobrentiende que el discurso atañe, en particular, a los jóvenes. Si queremos ir más allá, debemos invertir decididamente en ellos y darles mucha confianza. Pero me pregunto: ¿cuál es hoy el porcentaje de jóvenes desempleados? ¿Esto significa ir más allá o ir hacia atrás? Para cambiar es necesario ir adelante juntos y en la misma dirección. Alguien podría preguntarse: «Ir más allá, tomar la iniciativa, liberar espacios, actuar, ¿no podría crear confusión?». Encontramos la respuesta en la idea de tiempo que nos transmite la Biblia. El tiempo es gracia y plenitud. Ir más allá de los lugares no es el resultado de la casualidad individual, sino de compartir un fin: la historia es un itinerario hacia la realización. Si nos movemos como pueblo, si vamos adelante juntos, nuestra existencia mostrará este significado y esta plenitud. Concluyo enviando un saludo de corazón a cada uno. Aprovecho la ocasión para dar las gracias al obispo de Verona, que acoge esta hermosa iniciativa, y expreso mi agradecimiento sincero a don Vincenzi por haber organizado también este año el Festival de la doctrina social, deseando que continuéis en este compromiso de formar una nueva conciencia social. Y os pido, por favor, que recéis por mí. Os bendigo de corazón. número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 15 Misa en Santa Marta VIENE DE LA PÁGINA 13 «¿Con qué autoridad haces esto?». Evidentemente «se sintieron un poco fuertes». Pero la reacción de Jesús una vez más los desplaza. Él «no discute con ellos» y los tranquiliza: «Sí, sí, os lo diré, pero antes decidme esto», pregunta haciendo referencia a Juan el Bautista. Así, pues, Jesús responde a una pregunta con una pregunta «y con esto los debilita», hasta el punto de que sus interlocutores «no saben dónde ir». De aquí la relación indicada por el Papa Francisco con la oración del inicio de la misa, en la que se pide al Señor «que disipe las tinieblas de nuestro corazón». En efecto, la gente de la que habla el Evangelio «tenía muchas tinieblas en el corazón». Cierto, «era observante de la ley: el sábado no caminaban más de cien metros y nunca se sentaban en la mesa sin lavarse las manos»; era «gente muy observante, muy segura en sus costumbres». Pero, añadió el Papa, «es verdad que sólo en las apariencias. Eran fuertes, pero hacia fuera. Estaban acartonados. El corazón era muy débil, no sabían en qué creían. Y por ello su vida estaba, la parte exterior, toda regulada; pero el corazón iba de una parte a la otra». Al contrario, Jesús «nos enseña que el cristiano debe tener el corazón fuerte, firme, que crece sobre la roca, que es Cristo, y luego ir por el mundo con prudencia». En efecto, continuó el Pontífice, «no se negocia el corazón, no se negocia la roca. La roca es Cristo, no se negocia. Este es el drama de la hipocresía de esta gente. Y Jesús no negociaba nunca su corazón de Hijo del Padre, sino que estaba abierto a la gente, buscando caminos para ayudar». Los demás, en cambio, afirmaban: «Esto no se puede hacer; nuestra disciplina, nuestra doctrina dice que no se puede hacer». En definitiva, «eran rígidos en sus disciplinas» y sostenían: «La disciplina no se toca, es sagrada». En este punto el Papa Francisco quiso añadir un recuerdo personal, vinculado a los tiempos de su juventud, «cuando el Papa Pío XII —explicó— nos liberó de esa cruz tan pesada que era el ayuno eucarístico. No se podía ni siquiera beber una gota de agua. Y para lavarse los dientes, se tenía que hacer de tal modo que no se tragase agua». El obispo de Roma confesó: «Yo mismo, siendo joven, he ido a confesarme de haber comulgado pensando que alguna gota me la había tragado». Por ello, cuando el Papa Pacelli «cambió la disciplina —“¡Ah, herejía! ¡Tocó la disciplina de la Iglesia!”— muchos fariseos se escandalizaron. Muchos. Porque Pío XII actuó como Jesús: vio la necesidad de la gente: “Esta pobre gente, con tanto calor”. Estos sacerdotes que celebraban tres misas, la última a la una, después de mediodía, en ayunas. Y estos fariseos eran así —“nuestra disciplina”— rígidos en la piel, pero, como dice Jesús, “corruptos en el corazón”, débiles hasta la corrupción. Tenebrosos en el corazón». En efecto, ellos «siempre trataban de sacar beneficio». Y «también nuestra vida puede llegar a ser así», advirtió el Papa Francisco. Así, pues, «muchas veces un pecado nos aver- güenza» y nos hace «encontrar al Señor, que nos perdona». Al respecto el Pontífice citó el libro de la Sabiduría, que dice: «Qué misterioso es el corazón del hombre, ¿quién puede conocerlo?». Por ello, concluyó, «hoy hemos pedido al Señor» que disipe «las tinieblas de nuestro corazón; que nuestro corazón esté firme en la fe». Precisamente como el de la «gente sencilla» del pasaje del Evangelio. Los que irán en primer lugar Un «corazón arrepentido» que sabe reconocer los propios pecados es la condición fundamental para encaminarse por la «senda de la salvación». Entonces el «juicio» del Señor no dará miedo, sino que dará «esperanza». Y las dos lecturas del día, en las que se centró la reflexión del Papa en la misa del martes 16 de diciembre, tienen la «estructura de un juicio». La primera, tomada del Libro del profeta Sofonías (3, 1-2. 9-13) comienza «con una palabra de amenaza: “¡Ay de la ciudad rebelde, impura!». He aquí ya el juicio: «a la ciudad rebelde», la ciudad que «no ha escuchado la llamada, que no ha aceptado la lección, no ha confiado en el Señor, no ha recurrido a su Dios». Para ellos es la «condena» que se expresa en el término «¡ay!». Para los demás, en cambio, hay una promesa: «Purificaré los labios de los pueblos», escribe el profeta. Y continúa: «Desde las orillas de los ríos de Cus, mis adoradores, los deportados, traerán mi ofrenda. Aquel día, ya no te avergonzarás de las acciones con que me ofendiste». ¿De quién habla Sofonías? De quien —explicó el Pontífice— se acerca «al Señor porque el Señor ha perdonado». Son estos «los salvados»; los demás, en cambio, son «los soberbios, que no habían escuchado la voz del Señor, que no aceptaron la corrección, no confiaron en el Señor». Los tuits en @Pontifex_es 11 DIC [11.00 AM] La cuestión ecológica es vital para la supervivencia del hombre y tiene una dimensión moral que atañe a todos 12 DIC [10.00 AM] Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por nosotros 13 DIC [9.30 AM] Hoy es el aniversario de mi ordenación sacerdotal. Les ruego que recen por mí y por todos los sacerdotes 16 DIC [10.15 AM] ¡Qué importante es aprender a escuchar! El diálogo entre esposos es esencial para que una familia viva en paz A los que se arrepienten, que son capaces de reconocer: «Sí, somos pecadores» —destacó el Papa— el Señor reservó el perdón y dirigió «esta palabra, que es una de las palabras llenas de esperanza del Antiguo Testamento: “D ejaré en ti un resto, un pueblo humilde y pobre que buscará refugio en el nombre del Señor”». Aquí se distinguen «las tres características del pueblo fiel de Dios: humildad, pobreza y confianza en el Señor». Y es precisamente esta «la senda de la salvación». Los demás, en cambio, «no acogieron la voz del Señor, no aceptaron la corrección, no confiaron en el Señor», por ello «no pueden recibir la salvación»: se «cerraron, ellos, a la salvación». Lo mismo, precisó el Pontífice, sucede hoy: «Cuando vemos el santo pueblo de Dios que es humilde, que tiene sus riquezas en la fe en el Señor, en la confianza en el Señor; el pueblo humilde y pobre que confía en el Señor», entonces encontramos a «los salvados», porque «este es el camino» que debe recorrer la Iglesia. Una dinámica semejante se encuentra en el Evangelio del día (Mateo, 21, 28-32), donde Jesús propone «a los jefes de los sacerdotes, a los ancianos del pueblo», a todo ese «“grupo” de gente que le declaraba la guerra», un «juicio» sobre el cual reflexionar. Les presenta el caso de los dos hijos a quienes el padre les pide que vayan a trabajar a la viña. Uno responde: «No voy». Pero luego va. El otro, en cambio, dice: «Sí, papá», pero después reflexiona y «no va, no obedece». Jesús pregunta a sus interlocutores: «¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre? ¿El primero, el que había dicho que no», ese «joven rebelde» que luego «pensó en su padre» y decidió obedecer, o el segundo? Así llega el juicio: «En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios». Ellos «serán los primeros». Y se los explica: «Vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis». «¿Qué hizo esta gente» para merecer tal juicio? «No ha escuchado la voz del Señor —explicó el Papa—, no ha aceptado la corrección, no ha confiado en el Señor». Alguien podría decir: «Pero padre, qué escándalo que Jesús diga esto, que los publicanos, que son traidores de la patria porque recibían los impuestos para pagar a los romanos», precisamente ellos «irán los primeros al reino de los cielos». ¿Y lo mismo sucederá con las «prostitutas que son mujeres de descarte»? De aquí la conclusión: «¿Señor tú has enloquecido? Nosotros somos puros, somos católicos, comulgamos cada día, va- mos a misa». Sin embargo, destacó el Papa Francisco, precisamente ellos «serán los primeros en ir si tu corazón no es un corazón que se arrepiente». Y «si tú no escuchas al Señor, si no aceptas la corrección y no confías en Él, no tienes un corazón arrepentido». El Señor, continuó el Pontífice, «no quiere» a estos «hipócritas que se escandalizaban» de lo que «decía Jesús sobre los publicanos y las prostitutas, pero luego a escondidas iban a ellos, o para desfogar sus pasiones o para hacer negocios». Se consideraban «puros», pero en realidad «el Señor así no los quiere». Este juicio sobre el cual «la liturgia de hoy nos hace pensar» es, de todos modos, «un juicio que da esperanza al mirar nuestros pecados». Todos, en efecto, «somos pecadores». Cada uno de nosotros conoce bien la «lista» de los propios pecados, y —explicó el Papa Francisco— podemos decir: «Señor te entrego mis pecados, la única cosa que podemos ofrecerte». Para hacer comprender mejor esto, el Pontífice recordó la «vida de un santo que era muy generoso» y ofrecía todo al Señor: «Lo que el Señor le pedía él lo hacía». Lo escuchaba siempre y cumplía siempre su voluntad. Y el Señor en una ocasión le dijo: «Tú aún no me has dado una cosa». Y él, «que era tan bueno», respondió: «Pero Señor, ¿qué cosa no te he dado? Te he dado mi vida, trabajo por los pobres, trabajo en la catequesis, trabajo aquí, trabajo allí...». Así, el Señor le salió al encuentro: «Tú aún no me has dado una cosa». Pero, «¿qué cosa Señor?», repitió el santo. «Tus pecados», concluyó el Señor. He aquí la lección que quiso destacar el Papa: «Cuando nosotros seamos capaces de decir al Señor: “Señor, estos son mis pecados, no son los de este o los de aquel... son los míos. Tómalos tú. Así estaré salvado”», entonces «seremos ese hermoso pueblo, pueblo humilde y pobres que confía en el nombre del Señor». L’OSSERVATORE ROMANO página 16 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 El Papa habla en la audiencia general de la normalidad de la vida en Nazaret como modelo para todas las familias En la periferia el nuevo inicio de la historia «La Encarnación del Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal» y esto tiene lugar en una familia, en un «poblado perdido de la periferia del Imperio Romano»: en la audiencia general del miércoles 17 de diciembre en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco recordó la normalidad de la vida en Nazaret como modelo para todas las familias. Queridos hermanos ¡buenos días! y hermanas, El Sínodo de los obispos sobre la familia, que se acaba de celebrar, ha sido la primera etapa de un camino, que se concluirá el próximo mes de octubre con la celebración de otra asamblea sobre el tema «Vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo». La oración y la reflexión que deben acompañar este camino implican a todo el pueblo de Dios. Quisiera que también las habituales meditaciones de las audiencias del miércoles se introduzcan en este camino común. He decidido, por ello, reflexionar con vosotros, durante este año, precisamente sobre la familia, sobre este gran don que el Señor entregó al mundo desde el inicio, cuando confirió a Adán y Eva la misión de multiplicarse y llenar la tierra (cf. Gn 1, 28). Ese don que Jesús confirmó y selló en su Evangelio. La cercanía de la Navidad enciende una gran luz sobre este misterio. La Encarnación del Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal del hombre y la mujer. Y este nuevo inicio tiene lugar en el seno de una familia, en Nazaret. Jesús nació en una familia. Él podía llegar de manera espectacular, o como un guerrero, un emperador... No, no: viene como un hijo de familia. Esto importante: contemplar en el belén esta escena tan hermosa. Dios eligió nacer en una familia humana, que Él mismo formó. La formó en un poblado perdido de la periferia del Imperio Romano. No en Roma, que era la capital del Imperio, no en una gran ciudad, sino en una periferia casi invisible, sino más bien con mala fama. Lo recuerdan también los Evangelios, casi como un modo de decir: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» (Jn 1, 46). Tal vez, en muchas partes del mun- do, nosotros mismos aún hablamos así, cuando oímos el nombre de algún sitio periférico de una gran ciudad. Sin embargo, precisamente allí, en esa periferia del gran Imperio, inició la historia más santa y más buena, la de Jesús entre los hombres. Y allí se encontraba esta familia. Jesús permaneció en esa periferia durante treinta años. El evangelista Lucas resume este período así: Jesús «estaba sujeto a ellos [es decir a María y a José]. Y uno podría decir: «Pero este Dios que viene a salvarnos, ¿perdió treinta años allí, en esa periferia de mala fama?». ¡Perdió treinta años! Él quiso esto. El camino de Jesús estaba en esa familia. «Su madre conservaba todo esto en su corazón. Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (2, 5152). No se habla de milagros o curaciones, de predicaciones —no hizo nada de ello en ese período—, de multitudes que acudían a Él. En Nazaret todo parece suceder «normalmente», según las costumbres de una piadosa y trabajadora familia israelita: se trabajaba, la mamá cocinaba, hacía todas las cosas de la casa, planchaba las camisas... todas las cosas de mamá. El papá, carpintero, trabajaba, enseñaba al hijo a trabajar. Treinta años. «¡Pero que desperdicio, padre!». Los caminos de Dios son misteriosos. Lo que allí era importante era la familia. Y eso no era un desperdicio. Eran grandes santos: María, la mujer más santa, inmaculada, y José, el hombre más justo... La familia. Ciertamente que nos enterneceríamos con el relato acerca del modo en que Jesús adolescente afrontaba las citas de la comunidad religiosa y los deberes de la vida social; al conocer cómo, siendo joven obrero, trabajaba con José; y luego su modo de participar en la escucha de las Escrituras, en la oración de los salmos y en muchas otras costumbres de la vida cotidiana. Los Evangelios, en su sobriedad, no relatan nada acerca de la adolescencia de Jesús y dejan esta tarea a nuestra afectuosa meditación. El arte, la literatura, la música recorrieron esta senda de la imaginación. Ciertamente, no se nos hace difícil imaginar cuánto podrían aprender las madres de las atenciones de María hacia ese Hijo. Y cuánto los padres podrían obtener del ejemplo de José, hombre justo, que dedicó su vida en sostener y defender al niño y a su esposa —su familia— en los momentos difíciles. Por no decir cuánto podrían ser alentados los jóvenes por Jesús adolescente en comprender la necesidad y la belleza de cultivar su vocación más profunda, y de soñar a lo grande. Jesús cultivó en esos treinta años su vocación para la cual lo envió el Padre. Y Jesús jamás, en ese tiempo, se desalentó, sino que creció en valentía para seguir adelante con su misión. Cada familia cristiana —como hicieron María y José—, ante todo, puede acoger a Jesús, escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el mundo. Hagamos espacio al Señor en nuestro corazón y en nuestras jornadas. Así hicieron también María y José, y no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron que superar! No era una familia artificial, no era una familia irreal. La familia de Nazaret nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de cada familia. Y, como sucedió en esos treinta años en Nazaret, así puede suceder también para nosotros: convertir en algo normal el amor y no el odio, convertir en algo común la ayuda mutua, no la indiferencia o la enemistad. No es una casualidad, entonces, que «Nazaret» signifique «Aquella que custodia», como María, que —dice el Evangelio— «conservaba todas estas cosas en su corazón» (cf. Lc 2, 19.51). Desde entonces, cada vez que hay una familia que custodia este misterio, incluso en la periferia del mundo, se realiza el misterio del Hijo de Dios, el misterio de Jesús que viene a salvarnos, que viene para salvar al mundo. Y esta es la gran misión de la familia: dejar sitio a Jesús que viene, acoger a Jesús en la familia, en la persona de los hijos, del marido, de la esposa, de los abuelos... Jesús está allí. Acogerlo allí, para que crezca espiritualmente en esa familia. Que el Señor nos dé esta gracia en estos últimos días antes de la Navidad. Gracias. Cumpleaños con los pobres Fiesta de cumpleaños para el Papa en la plaza de San Pedro. Con ocho pobres de Roma que le llevaron el regalo más apreciado: un ramo de girasoles que quisieron comprar porque «miran hacia el sol y así no pierden nunca la esperanza». Ominiabons, un joven nigeriano, le entregó el regalo floral. Emocionado, el Papa, a su vez, le hizo un regalo a cada uno de ellos con un abrazo especial a un joven musulmán que festejaba también él su cumpleaños. Acompañó a los pobres a la plaza, siendo «una sorpresa» para ellos, el arzobispo limosnero Konrad Krajeweski. Muy temprano por la mañana salió del Vaticano con su furgoneta y se dirigió al centro de acogida de la religiosas de Madre Teresa en vía Rattazzi, en las inmediaciones de la estación Termini. Allí invitó a cinco personas a participar en el encuentro con el Papa, juntamente con don Giovanni, un sacerdote polaco que eligió vivir en ese centro de acogida durante el periodo de sus estudios en Roma. Luego recogió a tres ancianas mujeres con problemas psíquicos, asistidas en la Casa Don de María en el Vaticano. El grupo —formado por un nigeriano, un marroquí, un polaco, un albanés, una eslovaca, una rumena y dos italianos— llegó a la plaza para la audiencia y ocupó el sitio reservado por la Prefectura de la Casa pontificia: en primera fila, precisamente junto a las personas enfermas que el Papa saludó personalmente, una por una. La audiencia del miércoles 17 fue la última del año. La Prefectura de la Casa pontificia informó que en 2014 participaron 1.199.000 personas en las 43 audiencias. El próximo encuentro será el miércoles 7 de enero de 2015. número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO ÍNDICE DEL AÑO página I 2014 Esquema general I. DOCUMENTOS DEL PAPA 1. Cartas apostólicas, motu proprio y decreto 2. Mensajes de carácter universal 3. Mensajes particulares y cartas 4. Meditaciones de los domingos y días festivos 5. Catequesis 6. Homilías 7. Discursos 8. Oraciones 9. Llamamientos 10. Telegramas 11. Declaración común II. SANTA SEDE 1. Dicasterios de la Curia romana 2. Varios III. DOCUMENTOS DEL EPISCOPADO 1. Sínodo de los obispos 2. Textos de obispos IV. OTROS DOCUMENTOS V. ARTÍCULOS, COMENTARIOS Y ENTREVISTAS 1. Editoriales 2. Varios 3. Santos y beatos 4. Nuevos cardenales 5. Cardenales difuntos Los documentos aparecen en orden cronológico con la fecha entre paréntesis del día en el que fueron firmados o pronunciados. En la columna lateral izquierda se indica el número del periódico y la página del mismo donde se encuentra el texto citado. Documentos del Papa 1. Carta apostólica, motu proprio y decreto 09 – 02 Carta apostólica en forma de motu proprio «Fidelis dispensator et prudens», con la que se crea una nueva estructura de coordinación para las cuestiones econónicas y administrativas de la Santa Sede, instituyendo el Consejo y la Secretaría de asuntos económicos (24 de febrero) 10 - 02 Decreto de nombramiento del prefecto y del prelado secretario general de la Secretaría de asuntos económicos (24 de febrero) 28 - 02 Carta apostólica en forma de motu proprio sobre la transferencia de la sección ordinaria de la Administración del patrimonio de la Sede Apostólica a la Secretaría de asuntos económicos (8 de julio) 46 - 06 Motu proprio «Sacramentorum sanctitatis tutela» para los recursos sobre los delitos más graves (3 de noviembre) 49 - 14 Carta apostólica con ocasión del inicio del Año de la vida consagrada (21 de noviembre) 06 - 04 04 - 03 06 - 06 09 - 03 17 - 08 25 - 02 39 - 03 49 - 19 49 - 18 50 - 08 51 - 07 3. Mensajes particulares y cartas 02 - 15 2. Mensajes de carácter universal 01 - 09 06 - 03 04 - 05 «Urbi et orbi» con ocasión del mensaje navideño (25 de diciembre de 2013) Para la cuaresma de 2014 (26 de diciembre de 2013) Para la Jornada mundial de oración por las vocaciones (15 de enero) Para la jornada mundial de la juventud de 2014 (21 de enero) Para la jornada mundial de las comunicaciones sociales (24 de enero) Para la sesión pública de las Academias pontificias (28 de enero) A las familias (2 de febrero) «Urbi et orbi» con ocasión de la Pascua (20 de abril) Para la Jornada mundial de las misiones (8 de junio) Para la Jornada mundial del emigrante y del refugiado de 2015 (3 de septiembre) Videomensaje con ocasión de la vigilia de oración de incio del Año de la vida consagrada (29 de noviembre) Para la apertura del Año de la vida consagrada (30 de noviembre) Para la Jornada mundial de la paz de 2015 (8 de diciembre) Para el Encuentro mundial de las familias de Filadelfia 2015 (9 de diciembre) 02 - 15 02 - 15 03 - 03 Al personal diplomático italiano (20 de diciembre de 2013) A la cita europea de la Comunidad de Taizé (28 de diciembre de 2013) Al décimo tercer encuentro intereclesial de las Comunidades eclesiales de base en Juazeiro do Norte, Brasil (11 de enero) A los nuevos purpurados creados en el consistorio del 12 de enero L’OSSERVATORE ROMANO página II viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 50 - 02 51 - 10 51 - 07 las Naciones Unidas sobre el cambio climático celebrado en Lima, Perú (27 de noviembre) A los cristianos de Irak ante la situación de sufrimiento y de persecución (5 de diciembre) Al señor Sebastian Kurz, presidente de la III Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas nucleares (7 de diciembre) Al cardenal Stanisław Ryłko, con ocasión del Congreso europeo de pastoral juvenil (11 de diciembre) 4. Meditaciones de los domingos y días festivos Visita del Papa Francisco al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa en Estrasburgo (25 de noviembre) 01 - 11 01 - 08 04 - 02 09 - 11 10 - 15 11 - 02 12 - 02 11 - 11 15 - 02 15 - 10 16 - 02 18 - 03 18 - 03 18 - 10 20 - 06 32 - 10 21 - 06 23 - 03 24 - 07 28 - 04 29 - 02 Al foro económico de Davos (17 de enero) Al cardenal Antonio Cañizares Llovera, con ocasión del simposio para la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la «Sacrosantum Concilium» (18 de febrero) A la Academia pontificia para la vida con ocasión del vigésimo aniversario de su fundación (19 de febrero) A la campaña cuaresmal de fraternidad en Brasil (25 de febrero) A los participantes en un congreso sobre laicado en la Universidad lateranense de Roma (7 de marzo) A los participantes en un simposio internacional sobre la gestión de los bienes eclesiásticos organizado por el dicasterio para la vida consagrada (8 de marzo) Al cardenal Lorenzo Baldisseri, con ocasión de su nombramiento como secretario general del Sínodo de los obispos (1 de abril) Al nuevo patriarca de los siro-ortodoxos Mor Ignatius Aphrem II (2 de abril) Al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, a los miembros del gobierno, a los representantes de la Mesa de unidad democrática y a los cancilleres de UNASUR (10 de abril) Videomensaje al pueblo polaco con ocasión de la canonización de Juan Pablo II (24 de abril) A los fieles bergamascos, por la canonización de Juan XXIII, publicado en «L’Eco di Bergamo» (25 de abril) Videomensaje a los jóvenes argentinos reunidos con ocasión de la Pascua de la juventud (26 de abril) Al Papa de Alejandría y Patriarca de la sede de San Marcos, Tawadros II (5 de mayo) A los participantes en el primer congreso latinoamericano de pastoral familiar celebrado en Panamá (8 de mayo) Al cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo pontificio para el diálogo interreligioso, con ocasión del cincuentenario de la fundación del dicasterio (19 de mayo) A Guy Ryder, director general de la Organización intenacional del trabajo (22 de mayo) A los participantes en el XIX congreso internacional de la Asociación internacional de derecho penal y al III congreso de la Asociación latinoamericana de derecho penal y criminología (30 de mayo) A monseñor Francesco Montenegro, arzobispo de Agrigento, a un año de la visita a Lampedusa (8 de julio) A los participantes en el coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo (11 de julio) 24 - 04 30 - 08 34 - 02 34 - 07 35 - 03 36 - 03 37 - 07 37 - 03 43 - 07 42 - 03 43 - 11 44 - 06 46 - 05 46 - 03 47 - 05 50 - 06 51 - 04 51 - 04 49 - 03 51 - 14 Videomensaje con ocasión del inicio del mundial de fútbol en Brasil (13 de julio) Videomensaje a los ingresados en el policlínico Gemelli de Roma (13 de julio) Al señor Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, para poner fin a la tragedia humanitaria en Irak (9 de agosto) Videomensaje a los coreanos en vísperas del viaje apostólico (11 de agosto) A monseñor Francesco Lambiasi, obispo de Rímini con motivo de la trigésima edición del Meeting por la amistad entre los pueblos (24 de agosto) Videomensaje con ocasión del partido de fútbol por la paz en el estadio Olímpico de Roma (1 de septiembre) Videomensaje en conexión directa para responder a las preguntas de los jóvenes durante el encuentro organizado por «Scholas occurrentes» (4 de septiembre) A monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, arzobispo metropolitano de Santiado de Cuba, por la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre (8 de septiembre) A los participantes en el congreso nacional extraordinario de la Federación universitaria católica italiana con ocasión de la beatificación de Pablo VI (14 de octubre) A monseñor Jesús García Burillo, obispo de Ávila, con ocasión del V centenario del nacimiento de santa Teresa de Ávila (15 de octubre) Al director de la FAO con ocasión de la Jornada munidal de la alimentación (16 de octubre) A los jóvenes reunidos en Salerno con ocasión de un congreso nacional (16 de octubre) A los seminaristas franceses en peregrinación a Lourdes (24 de octubre) A Tony Abbott, primer ministro de Australia, con ocasión del G20 reunido en Brisbane (6 de noviembre) A los participantes en la 67ª asamblea general de la Conferencia episcopal italiana (8 de noviembre) A los participantes en la plenaria del Consejo pontificio para la unidad de los cristianos (20 de noviembre) Al cardenal Gianfranco Ravasi con ocasión de la XIX sesión pública de las Academias pontificias (20 de noviembre) A los participantes en el festival de la doctrina social de Verona, Italia (20 de noviembre) A los participantes en el congreso internacional de pastoral de las grandes ciudades celebrado en Barcelona (25 de noviembre) Al señor Manuel Pulga Vidal, presidente de la vigésima Conferencia de las partes de la convención marco de 01 - 02 01 - 15 02 - 05 02 - 03 03 - 01 04 - 01 04 - 09 05 - 01 06 - 09 07 - 01 08 - 05 09 - 01 10 - 09 11 - 01 12 - 06 13 - 01 14 - 01 15 - 07 16 - 07 17 - 09 18 - 06 19 - 01 20 - 01 21 - 04 22 - 08 23 - 01 24 - 02 25 - 09 26 - 03 27 - 07 28 - 04 29 - 01 30 - 03 31 - 03 32 - 02 34 - 23 Una casa para cada familia (22 de diciembre de 2013) Libertad para los creyentes (26 de diciembre de 2013) Con los refugiados y los exiliados del mundo (29 de diciembre de 2013) Por una paz construida en casa (1 de enero) A Tierra Santa siguiendo las huellas de Pablo VI (5 de enero) Como la flor del almendro (6 de enero) Signo de la universalidad de la Iglesia (12 de enero) Al final del Ángelus el recuerdo de la Jornada mundial del emigrante y el refugiado (19 de enero) Para defender a los inmigrantes de los mercaderes de carne humana (19 de enero) Apertura a todos los pueblos (26 de enero) Don de Dios para el pueblo en camino (2 de febrero) Como lámparas encendidas (9 de febrero) Habladurías que matan (16 de febrero) Servidores, no dueños (23 de febrero) Por la paz en Ucrania (2 de marzo) Hambre de Dios (9 de marzo) Con el Evangelio en el bolsillo (16 de marzo) Con el agua viva de la misericordia (23 de marzo) Quien no quiere ver la luz (30 de marzo) Palabra de bolsillo (6 de abril) En Corea para el encuentro con los jóvenes de Asia (13 abril) Una experiencia para vivir juntos (21 de abril) Una fiesta de la fe (27 de abril) Paz para Ucrania (4 de mayo) Importunar a los pastores (11 de mayo) Cómo se afrontan los problemas (18 de mayo) En mi casa de paz (25 de mayo) Un lugar en el cielo (1 de junio) Una Iglesia que sorprende y turba (8 de junio) Reconciliación y justicia para el pueblo iraquí (15 de junio) No a toda forma de tortura (22 de junio) Diálogo para evitar la guerra en Irak (29 de junio) El yugo insoportable de la indiferencia (6 de julio) Nunca es en vano orar por la paz (13 de julio) El problema del mal en el mundo (20 de julio) Es hora de detenerse (27 de julio) Las necesidades de los pobres (3 de agosto) En la barca de la Iglesia (10 de agosto) número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 34 - 10 35 - 01 36 - 01 37 - 01 38 - 09 39 - 08 40 - 01 41 - 01 42 - 11 43 - 09 44 - 01 45 - 06 45 - 07 46 - 01 47 - 02 48 - 11 50 - 04 50 - 03 51 - 09 Por las víctimas del naufragio del ferry Sewol (15 de agosto) Las piedras de la Iglesia (24 de agosto) ¿Vino o agua? (31 de agosto) Cómo se corrige a un hermano (7 de septiembre) Con el pensamiento junto a los hermanos perseguidos y asesinados (14 de septiembre) No a la idolatría del dinero (21 de septiembre) En oración por el Sínodo (28 de septiembre) Una Biblia en cada familia (5 de octubre) La invitación a las bodas (12 de octubre) Con la ayuda de María (19 de octubre) Dos rostros en uno (26 de octubre) Últimos para el mundo pero primeros para Dios (1 de noviembre) La penúltima palabra (2 de noviembre) Puentes, no muros (9 de noviembre) No al enfrentamiento (16 de noviembre) Concordia y reconciliación para el bien común (23 de noviembre) Dejaos consolar (7 de diciembre) La salvación no se compra (8 de diciembre) Cuando la alegría está en casa (14 de diciembre) 5. Catequesis 02 - 16 03 - 12 04 - 16 05 - 12 06 - 16 07 - 12 08 - 16 09 - 12 10 - 16 12 - 12 13 - 12 14 - 16 15 - 12 16 - 12 17 - 16 18 - 12 19 - 12 20 - 16 21 - 16 22 - 02 23 - 16 24 - 16 25 - 16 26 - 12 32 - 07 34 - 24 35 - 12 Una fecha para recordar (8 de enero) Todos discípulos y misioneros (15 de enero) El escándalo de la división (22 de enero) Un camino que no se puede dejar a la mitad (29 de enero) Palabra y pan (5 de febrero) Un encuentro que cambia la vida (12 de febrero) Avergonzarse es saludable (19 de febrero) La caricia de Jesús sobre las heridas del hombre (26 de febrero) Para salir de la adicción del mal (5 de marzo) Custodio por misión (19 de marzo) Cómo se llega a ser sacerdote (26 de marzo) Dos en uno (2 de abril) Con los ojos de Dios (9 de abril) Humildad de una victoria (16 de abril) Por la ruta de Jesús (23 de abril) Para mirar más allá (30 de abril) La mamá, la Virgen y el muchacho (7 de mayo) Para seguir al Señor con entusiasmo (14 de mayo) Dios perdona, la creación no (21 de mayo) La voluntad de caminar juntos (28 de mayo) Quien hace arder nuestro corazón (4 de junio) Cuando Dios pedirá cuentas (11 de junio) Gente que bendice (18 de junio) El nombre y el apellido del cristiano (25 de junio) La lección de las bienaventuranzas (6 de agosto) Entre memoria y esperanza (20 de agosto) Menos habladurías en la parroquia (27 de agosto) L’OSSERVATORE ROMANO 36 - 12 37 - 12 38 - 16 39 - 16 40 - 12 41 - 24 42 - 20 43 - 16 44 - 16 45 - 12 46 - 16 47 - 16 48 - 20 49 - 24 50 - 16 51 - 16 Como una madre (3 de septiembre) En la escuela de la misericordia (10 de septiembre) Católica, o sea misionera (17 de septiembre) La valentía de un pueblo (24 de septiembre) Capaces de amar (1 de octubre) No nos resignemos a las divisiones (8 de octubre) En la tienda de Dios (15 de octubre) Un solo cuerpo (22 de octubre) Si el cristiano es motivo de escándalo (29 de octubre) Unidos en el servicio (5 de noviembre) A la escucha de la gente (12 de noviembre) Con pequeños pasos (19 de noviembre) Esta es la meta (26 de noviembre) Los frutos del diálogo (3 de diciembre) Os cuento el sínodo (10 de diciembre) En la periferia el nuevo inicio de la historia (17 de diciembre) 6. Homilías 01 - 08 01 - 03 01 - 16 02 - 02 02 - 03 03 - 02 04 - 08 Durante la misa de Nochebuena en la basílica de San Pedro (24 de diciembre de 2013) Durante las primeras vísperas de la solemnidad de María Santísima Madre de Dios en la basílica vaticana (31 de diciembre de 2013) Durante la misa en la solemnidad de la Madre de Dios, XLVII Jornada mundial de la paz en la basílica de San Pedro (1 de enero) Durante la misa de acción de gracias por la canonización de Pedro Fabro (3 de enero) Durante la misa en la solemnidad de la Epifanía del Señor en la basílica de San Pedro (6 de enero) Durante la misa con administración del sacramento del bautismo a niños en la capilla Sixtina (12 de enero) Durante la misa en la parroquia romana del Sagrado Corazón de Jesús en Castro Pretorio en visita pastoral (19 de enero) página III 05 - 06 06 - 08 08 - 03 09 - 07 10 - 06 12 - 06 14 - 14 14 - 03 15 - 06 16 - 06 17 - 03 17 - 03 17 - 07 18 - 11 18 - 06 19 - 05 20 - 07 22 - 05 22 - 08 22 - 13 22 - 17 23 - 04 24 - 03 26 - 03 26 - 06 27 - 11 27 - 06 Un momento de la oración ecuménica durante el viaje apostólico a Turquía (28-30 de noviembre) Durante la celebración de las segundas Vísperas de la Conversión del apóstol san Pablo en la basílica de San Pablo Extramuros (25 de enero) Durante la celebración eucarística con ocasión de la Jornada mundial de la vida consagrada en la basílica de San Pedro (2 de febrero) Durante la misa en la parroquia romana de Santo Tomás apóstol en visita pastoral (16 de febrero) Durante la misa con los purpurados creados en el Consistorio (23 de febrero) Durante la misa del miércoles de Ceniza en la basílica de Santa Sabina (5 de marzo) Durante la misa en la parroquia de Santa María de la Oración en Setteville de Guidonia en visita pastoral (16 de marzo) Durante la misa en la basílica de San Pedro con la participación de un grupo de parlamentarios y representantes del gobierno italiano (27 de marzo) Durante la celebración penitencial en la basílica vaticana (28 de marzo) Durante la misa en la parroquia romana de San Gregorio Magno en visita pastoral (6 de abril) Durante la misa del domingo de Ramos, en la plaza de San Pedro (13 de abril) Durante la misa «in cena Domini» en el centro para discapacitados Santa María de la Providencia, en Roma (17 de abril) Durante la misa Crismal, en la basílica de San Pedro (17 de abril) Durante la misa de la Vigilia pascual, en la basílica de San Pedro (19 de abril) Durante la misa de acción de gracias por la canonización de José de Anchieta en la iglesia romana de San Ignacio (24 de abril) Durante la misa de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II en la plaza de San Pedro (27 de abril) Durante la misa en la Iglesia romana de san Estanislao en acción de gracias por la canonización de Juan Pablo II (4 de mayo) Durante la ordenación sacerdotal de trece diáconos en la basílica vaticana (11 de mayo) Durante la misa en Amán durante el viaje apostólico a Tierra Santa (24 de mayo) Durante la misa en la plaza del Pesebre de Belén en su viaje apostólico a Tierra Santa (25 de mayo) Durante la celebración ecuménica en el Santo Sepulcro en su viaje apostólico a Tierra Santa (25 de mayo) Durante la misa en el Cenáculo de Jerusalén con los Ordinarios de Tierra Santa (26 de mayo) Durante la misa de ordenación episcopal del subsecretario del Sínodo de los obispos en la basílica vaticana (30 de mayo) Durante la misa de Pentecostés en la basílica de San Pedro (8 de junio) Durante la misa de la solemnidad de «Corpus Christi» en la basílica de San Juan de Letrán (19 de junio) Durante la misa en la explanada de Marina di Sibari como conclusión de su visita pastoral a Cassano all’Ionio, Italia (21 de junio) Texto preparado para la misa en el policlínico Gemelli (27 de junio) Durante la misa de la solemnidad de los apóstoles san Pedro y san Pablo, con imposición del palio a 24 arzobispos metropolitanos, en la basílica de San Pedro (29 de junio) página IV 28 - 06 31 - 06 Durante la misa en la visita pastoral a Campobasso, Italia (5 de julio) Misas en Santa Marta Durante la misa en la plaza Carlos III en su visita pastoral a Caserta, Italia (26 de julio) 01 - 10 32 - 06 Durante la celebración de Vísperas con los acólitos en la plaza de San Pedro (5 de agosto) 34 - 10 Durante la misa de la solemnidad de la Asunción en el «World Cup Stadium» de Daejón, en su viaje apostólico a Corea (15 de agosto) 34 - 11 34 - 13 Durante la misa de beatificación de Pablo Yun Ji-chung y 123 compañeros mártires en la plaza de Seúl, en su viaje apostólico a Corea (16 de agosto) Durante la misa conclusiva de la VI Jornada de la juventud asiática en la plaza del castillo de Haemi, en su viaje apostólico a Corea (17 de agosto) 34 - 19 Durante la misa en la catedral de Seúl, en su viaje apostólico a Corea (18 de agosto) 38 - 03 Durante la misa en Redipuglia, Italia, en el centenario de la primera guerra mundial (13 de septiembre) 38 - 08 Durante la misa con la celebración de 20 matrimonios en la basílica de San Pedro (14 de septiembre) 39 - 08 Durante la misa en la plaza de Tirana dedicada a madre Teresa de Calcuta, en el viaje apostólico a Albania (21 de septiembre) 39 - 10 Durante la celebración de Vísperas en la catedral de Tirana, Albania (21 de septiembre) 40 - 05 Durante la misa en la iglesia romana del Gesù con ocasión del II centenario de la reconstitución de la Compañía de Jesús en 1814 (27 de septiembre) 40 - 07 41 - 12 41 - 13 42 - 10 43 - 08 Durante la misa con personas de la tercera edad en la plaza de San Pedro (28 de septiembre) Durante la vigilia de oración en la plaza de San Pedro la víspera del inicio de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia (4 de octubre) Durante la misa de apertura de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia en la basílica vaticana (5 de octubre) Durante la misa de acción de gracias por la canonización equivalente de Francisco de Laval y María de la Encarnación, en la basílica vaticana (12 de octubre) Durante la misa de beatificación de Pablo VI, en la plaza de San Pedro (19 de octubre) 45 - 06 Durante la misa de la solemnidad de Todos los santos en el cementerio romano del Verano (1 de noviembre) 45 - 05 Durante la misa en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante el año, en la basílica vaticana (3 de noviembre) 48 - 10 Durante la misa de la solemnidad de Cristo Rey canonización de seis beatos en la plaza de San Pedro (23 de noviembre) 49 - 10 Durante la misa en la catedral del Espíritu Santo de Estambul, Turquía (29 de noviembre) 49 - 12 Durante la celebración de la Divina Liturgia en la iglesia de San Jorge de El Fanar, en Estambul (30 de noviembre) 51 - 03 Durante la misa de la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la basílica vaticana (12 de diciembre) 51 - 08 L’OSSERVATORE ROMANO Durante la misa en la parroquia romana de San José en el Aurelio en visita pastoral (14 de diciembre) 01 - 10 01 - 10 02 - 13 02 - 13 03 - 05 03 - 05 03 - 08 03 - 08 04 - 07 04 - 07 04 - 11 04 - 11 05 - 08 05 - 08 05 - 08 05 - 09 06 - 12 06 - 12 06 - 13 06 - 13 07 - 05 07 - 05 07 - 09 08 - 14 08 - 14 08 - 14 08 - 15 09 - 10 09 - 10 10 - 11 10 - 11 10 - 13 10 - 13 11 - 09 11 - 09 11 - 10 11 - 10 12 - 09 12 - 09 13 - 04 13 - 04 13 - 08 13 - 08 14 - 07 14 - 07 14 - 13 15 - 09 15 - 09 15 - 11 15 - 11 Si el hombre intenta salvarse por sí mismo (19 de diciembre de 2013) El misterio no busca publicidad (20 de diciembre de 2013) Como en espera de un parto (23 de diciembre de 2013) Si el corazón es como un mercado (7 de enero) El amor no es una telenovela (9 de enero) El credo de los loros (10 de enero) Cómo debe ser el sacerdote (11 de enero) Un amor artesanal (13 de enero) Cuatro modelos (14 de enero) Para un examen de conciencia (16 de enero) Así lo hacen todos (17 de enero) El Dios de las sorpresas (20 de enero) Dios elige a los pequeños (21 de enero) Corazones libres de envidias y celos (23 de enero) Cómo se construye el diálogo (24 de enero) Cuando los sacerdotes no son noticia (27 de enero) La oración de alabanza (28 de enero) Entre Cristo y la Iglesia ninguna dicotomía (30 de enero) Los mártires de nuestros pecados (31 de enero) Instrucciones para los momentos de tinieblas (3 de febrero) Cuando Dios llora (4 de febrero) Lo que dejamos a los demás (6 de febrero) Volver a la primera Galilea (7 de febrero) En misa sin reloj (10 de febrero) El rey y la mujer (13 de febrero) Adelante más allá de los obstáculos (14 de febrero) Santa paciencia (17 de febrero) Para no dejarse contagiar por la tentación (18 de febrero) Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? (20 de febrero) La fe no es casuística (21 de febrero) Regreso a casa (24 de febrero) Quien hace fiesta para hacer la guerra (25 de febrero) El escándalo de la incoherencia (27 de febrero) Cuando fracasa un amor (28 de febrero) Religiosas y sacerdotes libres de la idolatría (3 de marzo) El martirio (4 de marzo) El estilo cristiano (6 de marzo) El fantasma de la hipocresía (7 de marzo) Nadie puede juzgarte (17 de marzo) Cristianos sin maquillaje (18 de marzo) Quien no tiene nombre (20 de marzo) La palabra encarcelada (21 de marzo) Marginados, por lo tanto salvados (24 de marzo) La salvación es un regalo (25 de marzo) Regreso a casa (28 de marzo) Para no ser turistas existenciales (31 de marzo) Más allá de los formalismos (1 de abril) Un amigo con quien rezar (3 de abril) Donde está prohibido rezar (4 de abril) El perdón en una caricia (7 de abril) La miseria y la gloria (8 de abril) viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 16 - 04 16 - 04 19 - 08 19 - 08 19 - 08 19 - 09 20 - 13 20 - 13 21 - 05 21 - 05 21 - 14 21 - 15 21 - 15 22 - 21 22 - 21 23 - 07 23 - 07 23 - 11 23 - 11 24 - 06 24 - 06 24 - 11 25 - 11 25 - 11 25 - 12 25 - 12 26 - 09 26 - 09 26 - 10 27 - 04 27 - 10 27 - 10 28 - 03 36 - 05 36 - 05 37 - 09 37 - 09 37 - 11 37 - 11 38 - 06 38 - 06 38 - 07 38 - 07 39 - 13 39 - 13 40 - 08 40 - 09 40 - 09 40 - 10 La dictadura del pensamiento único (10 de abril) Seguramente el diablo (11 de abril) Ningún miedo a la alegría (24 de abril) La comunidad cristiana en tres pinceladas (29 de abril) También hoy se mata en nombre de Dios (2 de mayo) Quien tiene sitio en la Iglesia (5 de mayo) El testimonio del cristiano (6 de mayo) Nada de burocracia en la sacristía (8 de mayo) Quien disminuye y quien crece (9 de mayo) Todos los ostiarios (12 de mayo) Aquellos que abren las puertas (13 de mayo) Entre memoria y esperanza (15 de mayo) Tres puertas (16 de mayo) Entre movimiento y firmeza (19 de mayo) Como niños ante un regalo (20 de mayo) La obra de Jesús (22 de mayo) De la tristeza a la alegría (30 de mayo) Tres amores para un matrimonio (2 de junio) Un buen abogado (3 de junio) Una casa que no se alquila (5 de junio) El primer amor jamás se olvida (6 de junio) El carné de identidad del cristiano (9 de junio) Cuando el odio mata (12 de junio) Una brisa suave (13 de junio) Cuando pagan los pobres (16 de junio) Pecadores con guantes blancos (17 de junio) Caza al tesoro (20 de junio) Nadie puede juzgar (23 de junio) Cristianos que saben abajarse (24 de junio) Los que hablan si autoridad (26 de junio) La canción de cuna de Dios (27 de junio) Martirio de guante blanco (30 de junio) Humildemente pido perdón (7 de julio) El Evangelio en el bolsillo (1 de septiembre) Las ancianitas y el teólogo (2 de septiembre) ¿Por qué gloriarse de los pecados? (4 de septiembre) Vino nuevo en odres nuevos (5 de septiembre) Pequeña y santa (8 de septiembre) En la lista de Jesús (9 de septiembre) Esos cristianos necios (11 de septiembre) La tarea de remendar agujeros (12 de septiembre) Tres mujeres (15 de septiembre) Cuando Dios visita (16 de septiembre) El perfume de la pecadora (18 de septiembre) Miedo de resucitar (19 de septiembre) Dos condiciones (23 de septiembre) He deshojado la cebolla (25 de septiembre) La verdadera identidad (26 de septiembre) Ángeles y demonios (29 de septiembre) número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 40 - 10 41 - 18 41 - 19 41 - 19 42 - 04 42 - 04 42 - 19 43 - 06 43 - 06 43 - 12 43 - 12 44 - 11 44 - 11 44 - 13 44 - 13 45 - 09 45 - 09 45 - 11 45 - 11 46 - 11 46 - 11 46 - 13 46 - 13 47 - 11 47 - 11 47 - 13 47 - 13 48 - 15 48 - 15 48 - 17 49 - 20 49 - 20 50 - 11 50 - 11 51 - 13 51 - 13 51 - 15 Orar en la oscuridad (30 de septiembre) Todos tenemos un ángel (2 de octubre) Salvados a nuestro modo (3 de octubre) Si se pierde la memoria (7 de octubre) El «de más» de Dios (9 de octubre) Corazones vigilantes (10 de octubre) El Dios de las sorpresas (13 de octubre) Apariencia y realidad (14 de octubre) Como el incienso que se quema (16 de octubre) Al inicio del cielo (17 de octubre) Espera y esperanza (21 de octubre) Horizonte infinito (23 de octubre) La piedra y los ladrillos (24 de octubre) Cristianos de color gris (27 de octubre) Católicos pero no demasiado (28 de octubre) Una lucha bellísima (30 de octubre) La ley y la carne (31 de octubre) La alegría de un obispo (3 de noviembre) El don de Dios es gratis (4 de noviembre) Dios va siempre al límite (6 de noviembre) Cristianos barnizados (7 de noviembre) Cristianos escandalosos (10 de noviembre) Nada de pereza (11 de noviembre) En el reino de Dios con un euro (13 de noviembre) La jornada de los niños (14 de noviembre) Jericó en vía Ottaviano (17 de noviembre) ¿No estoy vivo por dentro? (18 de noviembre) Miedo a las sorpresas (20 de noviembre) Quien escandaliza al pueblo (21 de noviembre) ¿De dónde viene la luz? (24 de noviembre) ¿Abatimiento o esperanza? (27 de noviembre) Sólo el humilde comprende (2 de diciembre) Sin maquillaje sobre la roca (4 de diciembre) Salir para dar vida (9 de diciembre) La canción de cuna de Dios (11 de diciembre) Corazones tenebrosos (15 de diciembre) Los que irán en primer lugar (16 de diciembre) L’OSSERVATORE ROMANO 04 - 04 04 - 06 04 - 13 04 - 06 04 - 04 05 - 03 05 - 05 06 - 15 07 - 03 06 - 07 06 - 02 07 - 06 01 - 06 01 - 07 03 - 11 03 - 11 04 - 15 03 - 06 A los muchachos de la Acción católica italiana (20 de diciembre de 2013) A los niños ingresados en el hospital pediátrico «Bambino Gesù» (21 de diciembre de 2013) A sus colaboradores más cercanos en el encuentro tradicional navideño (21 de diciembre de 2013) A los gentilhombres de su Santidad (10 de enero) A los sediarios pontificios (10 de enero) A los ortodoxos que estudian gracias al dicasterio para la unidad de los cristianos (11 de enero) Al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (13 de enero) 12 - 05 12 - 03 13 - 03 13 - 02 13 - 09 13 - 05 14 - 15 14 - 02 14 - 06 A una delegación del Consejo mundial de las Iglesias (7 de marzo) A los obispos de la Conferencia episcopal de Timor Oriental en visita «ad limina Apostolorum» (17 de marzo) A los dirigentes y obreros de las fábricas de acero de Terni y a los fieles de la diócesis (20 de marzo) A los participantes en el encuentro con los familiares de las víctimas de la criminalidad organizada y los voluntarios de la asociación «Libera» en la parroquia romana de San Gregorio VII (21 de marzo) A los miembros de la asociación Corallo que reúne a las emisoras radiotelevisivas católicas italianas (22 de marzo) A los participantes en la plenaria del Consejo pontificio para la pastoral de la salud (24 de marzo) A los obispos de Guinea en visita «ad limina Apostolorum» (24 de marzo) A los participantes en el curso sobre fuero interno organizado por la Penitenciaría apostólica (28 de marzo) A los obispos de Madagascar en visita «ad limina Apostolorum» (28 de marzo) Misa conclusiva de la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los obispos y la beatificación de Pablo 07 - 03 08 - 04 08 - 07 08 - 06 08 - 08 09 - 04 10 - 03 7. Discursos 01 - 06 A los encargados de antecámara del palacio apostólico (16 de enero) A una delegación ecuménica finlandesa con ocasión de la fiesta de san Enrique (17 de enero) Al personal de la Florería apostólica (17 de enero) A los dirigentes y empleados de la Radio televisión italiana (18 de enero) A los dirigentes y agentes de la Comisaría de seguridad pública junto al Vaticano (20 de enero) Al Tribunal de la Rota romana (24 de enero) Al Centro italiano femenino (25 de enero) A los obispos autríacos en visita «ad limina Apostolorum» (30 de enero) A los miembros de la Universidad católica estadounidense de «Notre Dame» (30 de enero) A los participantes en la plenaria de la Congregación para la doctrina de la fe (31 de enero) A los participantes en el encuentro del Camino neocatecumenal (1 de febrero) A los obispos polacos en visita «ad limina Apostolorum» (7 de febrero) página V 10 - 14 10 - 05 10 - 06 10 - 07 11 - 02 11 - 04 A la comunidad esrilanquesa que vive en Italia (8 de febrero) A los obispos de Bulgaria en visita «ad limina Apostolorum» (13 de febrero) A los participantes en la plenaria de la Congregación para la educación católica (13 de febrero) A los obispos de la República Checa en visita «ad limina Apostolorum» (14 de febrero) A los participantes en un diálogo abierto con jóvenes parejas de novios (14 de febrero) Durante la apertura de los trabajos del consistorio extraordinario sobre la familia (20 de febrero) A los participantes en una reunión de la Congregación para los obispos (27 de febrero) A los obispos amigos de los Focolares (27 de febrero) A los participantes en la reunión plenaria de la Comisión pontificia para América Latina, en un discurso entregado por escrito (28 de febrero) A los participantes en la reunión plenaria de la Comisión pontificia para América Latina, en un discurso espontáneo (28 de febrero) A los obispos españoles en visita «ad limina Apostolorum» (3 de marzo) A la Federación italiana de ejercicios espirituales (3 de marzo) A los sacerdotes de la diócesis de Roma, en su primer encuentro al inicio del período cuaresmal (6 de marzo) 14 - 05 14 - 11 17 - 14 15 - 03 15 - 02 15 - 04 16 - 11 16 - 03 16 - 09 16 - 09 17 - 13 17 - 11 17 - 11 VI (19 de octubre) A los miembros del Movimiento apostólico de ciegos y de la Pequeña misión para sordomudos (29 de marzo) Al capítulo general de la Sociedad salesiana de San Juan Bosco (31 de marzo) Durante la entrevista de un grupo de jóvenes de Flandes, Bélgica (31 de marzo) A los obispos de la Conferencia episcopal de Ruanda en visita «ad limina Apostolorum» (3 de abril) A la Asociación nacional de municipios italianos (5 de abril) A los miembros del Comité organizador de la XXVIII Jornada mundial de la juventud de Río de Janeiro (7 de abril) A los obispos de Tanzania en visita «ad limina Apostolorum» (7 de abril) A la comunidad de la Pontificia Universidad Gregoriana y de los institutos asociados (10 de abril) A los participantes en la Conferencia internacional sobre la trata de personas, en el Vaticano (10 de abril) Al Movimiento por la vida italiano (11 de abril) A una delegación de la Oficina internacional católica de la infancia (11 de abril) A los participantes en el Congreso de la Sociedad italiana de cirugía oncológica (12 de abril) Al Comité pontificio de ciencias históricas (12 de abril) página VI 17 - 12 17 - 05 19 - 04 19 - 11 19 - 11 19 - 03 20 - 11 19 - 06 20 - 15 20 - 14 20 - 04 20 - 04 21 - 13 20 - 03 20 - 05 20 - 06 20 - 08 21 - 07 21 - 11 21 - 02 21 - 03 23 - 12 22 - 03 22 - 07 22 - 09 22 - 10 22 - 09 22 - 15 22 - 15 22 - 16 22 - 16 22 - 18 23 - 03 23 - 15 Al Pontificio Colegio Leoniano de Anagni (14 de abril) Al final del Vía Crucis en el Coliseo (18 de abril) A los obispos de la Conferencia episcopal de Botsuana, Sudáfrica y Suazilandia en visita «ad limina Apostolorum» (25 de abril) A los miembros del Consejo de asuntos económicos (2 de mayo) A los miembros de la «Papal Foundation» (2 de mayo) A la Acción católica italiana (3 de mayo) A los obispos de Sri Lanka en visita «ad limina Apostolorum» (3 de mayo) A la Guardia Suiza pontificia (5 de mayo) A los obispos de Burundi en visita «ad limina Apostolorum» (5 de mayo) Al Patriarca supremo y Catholicós de todos los armenios, Karekin II (8 de mayo) A los miembros de la Junta de los jefes ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas (9 de mayo) A los participantes en la asamblea general de las Obras misionales pontificias (9 de mayo) A los obispos autríacos en visita «ad limina Apostolorum» (9 de mayo) A los participantes en el encuentro de estudiantes y docentes de las escuelas italianas, en la plaza de San Pedro (10 de mayo) A los participantes en la asamblea general de la Conferencia italiana de institutos seculares (10 de mayo) A la fundación «Centesimus annus pro Pontifice» (10 de mayo) Diálogo con los estudiantes de los colegios pontificios y residencias sacerdotales de Roma (12 de mayo) A los nuevos embajadores ante la Santa Sede de Suiza, Liberia, Etiopía, Sudán, Jamaica, Sudáfrica e India (15 de mayo) A las asociaciones fundadas por Luigi Novarese (17 de mayo) A los obispos de la conferencia episcopal italiana, en la apertura de la VI asamblea general (19 de mayo) A los obispos de México en visita «ad limina Apostolorum» (19 de mayo) A la Conferencia episcopal italiana, con ocasión de la apertura de la sexta asamblea general (19 de mayo) A los presentes en la ceremonia de bienvenida en el palacio de Jordania (24 de mayo) A los presentes en el palacio presidencial en Belén (25 de mayo) A un grupo de niños del campo de refugiados de Dheisheh (25 de mayo) A los presentes en la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, Israel (25 de mayo) Durante la visita al Memorial de Yad Vashem (26 de mayo) A la comunidad musulmana en el edificio del Gran consejo del Wafq (26 de mayo) A los dos Grandes Rabinos de Israel (26 de mayo) A los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas de Tierra Santa en la iglesia de Getsemaní (26 de mayo) A los presentes en la residencia presidencial de Israel (26 de mayo) A los periodistas durante el vuelo de regreso de Tierra Santa (26 de mayo) A los organismos caritativos católicos que actúan en el contexto de la crisis siria (30 de mayo) A un grupo de quinientos niños de las escuelas primarias de las periferias de Nápoles y Roma (31 de mayo) L’OSSERVATORE ROMANO 23 - 08 23 - 09 23 - 06 24 - 13 23 - 05 25 - 11 24 - 04 24 - 05 24 - 08 25 - 06 25 - 15 25 - 08 25 - 03 25 - 05 26 - 11 26 - 05 26 - 05 27 - 02 26 - 07 26 - 07 27 - 03 28 - 09 27 - 02 27 - 05 27 - 08 28 - 05 28 - 06 28 - 07 28 - 08 A los participantes en la 37ª convocatoria nacional de la Renovación carismática, en el estadio Olímpico de Roma (1 de junio) Al final del encuentro con los participantes en la 37ª convocatoria nacional de la Renovación carismática, en el estadio Olímpico de Roma (1 de junio) A los participantes en un congreso promovido por el Consejo Pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes (5 de junio) Al catholicós Aram 1 (5 de junio) A los obispos de Zimbabue en visita «ad limina Apostolorum» (6 de junio) A los militares del Cuerpo de Carabineros en el bicentenario de su fundación (6 de junio) Llamada telefónica a los participantes en la 36ª peregrinación a pie Macerata-Loreto, Italia (7 de junio) Durante el encuentro con miles de chicos y chicas del Centro deportivo italiano en la plaza de San Pedro (7 de junio) Durante el encuentro de oración por la paz con los presidentes israelí y palestino, en presencia del patriarca Bartolomé I, en los Jardines vaticanos (8 de junio) Entrevista concedida al periódico «La Vanguardia» (12 de junio) A los miembros de «Misericordia» de Italia y a los grupos «Fratres» (14 de junio) A la comunidad de San Egidio durante la visita a la basílica romana de Santa María en Trastévere (15 de junio) A los participantes en la asamblea pastoral de la diócesis de Roma (16 de junio) Al arzobispo de Canterbury (16 de junio) A los participantes en un congreso organizado por el Consejo pontificio «Justicia y paz» (16 de junio) A los miembros del Consejo superior de la magistratura italiana (17 de junio) A los participantes en la «International Drug Enforcement Conferences» (20 de junio) A los participantes en un congreso sobre la libertad religiosa y el derecho internacional celebrado en Roma (20 de junio) A los sacerdotes en la catedral de Cassano all’Ionio, Italia (21 de junio) A los presentes en el centro penitenciario de Castrovillari, Italia (21 de junio) A los miembros de la Reunión de las obras para la ayuda a las Iglesias orientales (26 de junio) A los participantes en la escuela estival de astrofísica de la Specola vaticana (26 de junio) A un grupo de jóvenes romanos en camino vocacional (28 de junio) A la delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla (28 de junio) Entrevista concedida al periódico italiano «Il Messaggero» (29 de junio) A industriales y obreros de Molise, Italia, en la Universidad de Campobasso (5 de julio) A los jóvenes de Abruzzo y Molise, reunidos en el santuario de Castelpetroso, Italia (5 de julio) A los reclusos en Isernia, Italia, durante el encuentro en el centro penitenciario (5 de julio) Al final de su visita pastoral en la región de Molise, Italia, delante de la catedral (5 de julio) viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 29 - 09 31 - 07 31 - 10 32 - 06 34 - 22 35 - 02 34 - 08 34 - 09 34 - 12 34 - 15 34 - 16 34 - 17 34 - 04 34 - 18 36 - 03 37 - 06 37 - 05 38 - 05 39 - 05 39 - 15 39 - 06 39 - 06 39 - 07 39 - 07 39 - 09 39 - 11 40 - 11 40 - 03 A los participantes en el seminario internacional sobre el tema «Por una economía cada vez más inclusiva» (12 de julio) A los sacerdotes de la diócesis en su visita pastoral a Caserta, en la capilla del palacio real (26 de julio) A la comunidad de la Iglesia pentecostal de la reconciliación en Caserta, Italia (28 de julio) Durante el encuentro con más de cincuenta mil monaguillos en la plaza de San Pedro (5 de agosto) Durante la entrevista de una emisora de radio argentina (8 de agosto) Llamada telefónica a los miembros de la Asociación italiana de guías y scouts, reunidos en Pisa (10 de agosto) A las autoridades en el palacio presidencial durante el viaje apostólico a Corea (14 de agosto) Durante el encuentro con los obispos de Corea (14 de agosto) Durante el encuentro con los jóvenes en el santuario de Solmoe, Corea (15 de agosto) Durante el encuentro con las comunidades de vida consagrada en Kkottongnae, Corea (16 de agosto) Durante el encuentro con los responsables del apostolado laical, en el centro de espiritualidad de Kkottongnae, Corea (16 de agosto) Durante el encuentro con los obispos del continente asiático reunidos en el santuario de Haemi, Corea (17 de agosto) A los periodistas durante el viaje de regreso del viaje apostólico a Corea (18 de agosto) Durante el encuentro con los responsables religiosos en Seúl, Corea (18 de agosto) A los organizadores y deportistas del partido de fútbol por la paz en el estadio Olímpico de Roma (1 de septiembre) A los participantes en el congreso mundial de «Scholas occurrentes» (4 de septiembre) A los obispos de Camerún en visita «ad limina Apostolorum» (6 de septiembre) A los obispos de la República democrática del Congo en visita «ad limina Apostolorum» (12 de septiembre) A los participantes en el curso organizado por la Congregación para los obispos en colaboración con la Congregación para las Iglesias orientales (18 de septiembre) A los obispos autríacos en visita «ad limina» (18 de septiembre) A los participantes en un congreso sobre la Evangelii Gaudium (19 de septiembre) A los participantes en el seminario de actualización organizado por Propaganda fide (20 de septiembre) A las autoridades políticas y civiles de Albania durante el encuentro en el palacio presidencial (21 de septiembre) Coloquio con los periodistas en el vuelo de regreso del viaje apostólico a Albania (21 de septiembre) A los responsables de las principales confesiones religiosas en Albania (21 de septiembre) A los presentes durante la visita al Centro Betania, en Albania (21 de septiembre) A los obispos de Ghana en visita «ad limina Apostolorum» (23 de septiembre) Al movimiento de los Focolares (26 de septiembre) número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 40 - 03 40 - 06 41 - 07 41 - 08 41 - 22 41 - 08 41 - 21 41 - 02 43 - 03 43 - 05 44 - 08 44 - 06 44 - 07 44 - 03 45 - 04 45 - 03 46 - 10 46 - 04 46 - 07 46 - 04 46 - 05 47 - 06 48 - 13 47 - 15 47 - 10 47 - 07 47 - 07 47 - 08 49 - 23 47 - 03 Al Comité pontificio para los Congresos eucarísticos internacionales (27 de septiembre) A los presentes en la Jornada dedicada a la tercera edad en la plaza de San Pedro (28 de septiembre) Al patriarca Mar Dinkha IV (2 de octubre) A los participantes en la plenaria del Consejo pontificio Justicia y paz (2 de octubre) A los obispos de Chad en visita «ad limina Apostolorum» (2 de octubre) A los participantes en la plenaria del Consejo de las Conferencias episcopales de Europa (3 de octubre) A los participantes en la plenaria de la Congregación para el clero (3 de octubre) Durante la apertura de los trabajos la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos dedicada a la familia (6 de octubre) Durante la última congregación general de la III asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos dedicada a la familia (18 de octubre) A los presentes en el consistorio ordinario público (20 de octubre) A una delegación de la Asociación internacional de derecho penal (23 de octubre) A los miembros de la fundación «Orientale lumen» (24 de octubre) A los presentes en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de ciencias y en la inauguración de un busto en honor de Benedicto XVI, en la sede de dicha Academia (27 de octubre) Durante el encuentro con los Movimientos populares reunidos en el Vaticano (28 de octubre) A una delegación de la Conferencia internacional de los obispos veterocatólicos de la Unión de Utrecht (30 de octubre) A los miembros de la «Catholic Fraternity of Charismatic Covenant Communities and Fellowships» (31 de octubre) A los participantes en un curso organizado por el Tribunal de la Rota romana (5 de noviembre) A una delegación de la Alianza evangélica mundial (6 de noviembre) A los obispos de Malawi en visita «ad limina Apostolorum» (6 de noviembre) A la asamblea ecuménica de los obispos amigos de los Focolares (7 de noviembre) A la Conferencia italiana de superiores mayores (7 de noviembre) A las Hijas de María Auxiliadora (8 de noviembre) A los scouts adultos católicos italianos (8 de noviembre) A los obispos de Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea Bissau en visita «ad limina» (10 de noviembre) A los participantes en un congreso mundial de contables y expertos en ciencias económicas (14 de noviembre) A los representantes de la Asociación de médicos católicos italianos (15 de noviembre) A los participantes en el simposio de jóvenes sobre la trata de seres humanos (16 de noviembre) A los participantes en un congreso sobre la complementariedad entre el hombre y la mujer (17 de noviembre) A los obispos de Zambia en visita «ad limina Apostolorum» (17 de noviembre) A los participantes en la conferencia internacional sobre la alimentación en L’OSSERVATORE ROMANO página VII 49 - 11 51 - 06 50 - 10 50 - 07 50 - 05 51 - 02 51 - 05 Durante el encuentro con jóvenes refugiados en Estambul, Turquía (30 de noviembre) A los obispos de Suiza en visita «ad limina Apostolorum» (1 de diciembre) A los participantes en un congreso sobre la trata de personas (2 de diciembre) Entrevista concedida al diario argentino «La Nación» (4 de diciembre) A los miembros de la Comisión teológica internacional (5 de diciembre) A un grupo de fieles de Antioquía de los sirios (12 de diciembre) A los dirigentes, empleados y operadores de la emisora TV2000 (15 de diciembre) 8. Oraciones 01 - 02 23 - 09 50 - 03 A la Sagrada Familia (29 de diciembre de 2013) Por los sacerdotes, jóvenes, familia, enfermos y ancianos (1 de junio) A la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) 9. Llamamientos 04 - 01 Un momento del viaje apostólico a Albania (21 de septiembre) 08 - 01 la sede de la viembre) FAO en Roma (20 de no09 - 04 en Roma 47 - 03 Al personal la sede de la (20 de noviembre) 47 - 16 Al final de la audiencia general el recuerdo de la jornada «Pro orantibus» (21 de noviembre) FAO 48 - 09 A los participantes en el VII congreso mundial de la pastoral de las emigraciones (21 de noviembre) 48 - 18 A los participantes en una conferencia internacional sobre autismo organizada por el Consejo pontificio para la pastoral de la salud (22 de noviembre) 48 - 19 A los participantes en el III Congreso mundial de los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades (22 de noviembre) 51 - 11 48 - 11 A los participantes en el congreso misionero nacional organizado por la Conferencia episcopal italiana (22 de noviembre) A los fieles de la India llegados a Roma por la canonización de Kuriakose Elías Chavara y Eufrasia Eluvathingal (24 de noviembre) 09 - 12 15 - 12 22 - 05 23 - 03 24 - 16 25 - 01 30 - 01 31 - 01 34 - 24 44 - 16 46 - 01 47 - 01 51 - 01 En favor de la paz en Siria con ocasión del inicio de la conferencia internacional sobre el país mediorientral celebrada en Montreux (22 de enero) Por la situación en Ucrania (19 de febrero) Por la situación en Ucrania (21 de febrero) Por la paz en Venezuela (26 de febrero) Por la paz en Siria (9 de abril) Por la paz en Siria (24 de mayo) Por la paz en Siria (30 de mayo) Contra la explotación y abusos de niños (11 de junio) En favor de quien está obligado a huir (20 de junio) Por Oriente y Ucrania (20 de julio) Por el fin de las violencias en Oriente Medio, Irak y Ucrania (27 de julio) Por los cristianos y las minorías religiosas perseguidas (20 de agosto) Para derrotar el virus del ébola (29 de octubre) Por los cristianos perseguidos (12 de noviembre) En favor de la paz en Tierra Santa (19 de noviembre) Contra los ataques terroristas (17 de diciembre) 48 - 03 Al Parlamento europeo de Estrasburgo (25 de noviembre) 10. Telegramas 48 - 05 Al Consejo de Europa de Estrasburgo (25 de noviembre) 06 - 14 48 - 08 A los periodistas durante el vuelo de regreso de Estrasburgo (25 de noviembre) 49 - 03 A los participantes en el congreso internacional de pastoral de las grandes ciudades (27 de noviembre) 49 - 21 49 - 07 A los participantes en la plenaria de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica (27 de noviembre) Durante el encuentro con las autoridades turcas en el palacio presidencial de Ankara (28 de noviembre) 49 - 07 Durante la visita a la Presidencia para los Asuntos religiosos de Turquía (28 de noviembre) 49 - 11 Durante el encuentro con el Patriarca Bartolomé I, en la iglesia patriarcal de San Jorge, en Estambul, Turquía (29 de noviembre) 49 - 05 A los periodistas durante el vuelo de regreso de Turquía (30 de noviembre) 13 - 11 13 - 11 14 - 12 16 - 02 46 - 03 Pésame ante el trágico incendio en Buenos Aires (6 de febrero) Al «locum tenens» de la Iglesia siroortodoxa de Antioquía con ocasión del fallecimiento del patriarca Ignatius Zakka I Iwas (23 de marzo) Al obispo de Ávila por el fallecimiento de Adolfo Suárez (26 de marzo) Al arzobispo de Santiago de Chile por el terremoto en el país (3 de abril) Al obispo de Valparaíso, Chile, con ocasión de un incendio en la ciudad (14 de abril) Al obispo de Cartagena, por el accidente de un autobús de peregrinos en España (10 de noviembre) 11. Declaración común 22 - 12 Declaración común del Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé (25 de mayo) 49 - 13 Declaración común del Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé I (30 de noviembre) página VIII L’OSSERVATORE ROMANO II. 1. Dicasterios de la Curia romana 09 - 08 03 - 02 05 - 02 06 - 14 07 - 10 09 - 09 16 - 07 Comisión pontificia para América Latina, con motivo del Día de hispanoamérica en la diócesis de España (12 de diciembre de 2013) Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (enero-febrero) (14 de enero) Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (27 de enero) Oficina de prensa de la Santa Sede: por la defensa de los derechos del niño (5 de febrero) Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (7 de febrero) Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (marzo-abril) (26 de febrero) Congregación para las Iglesias orientales: Carta con ocasión de la colecta 32 - 05 34 - 02 36 - 02 38 - 04 39 - 02 39 - 02 SANTA SEDE Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica: Publicación de las «Líneas orientativas para la gestión de los bienes en los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica» (5 de agosto) Congregación para las Iglesias orientales: Comunicado sobre la violencia desencadenada contra las poblaciones iraquíes (7 de agosto) Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre en septiembre (1 de septiembre) Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (17 de septiembre) Oficina de prensa de la Santa Sede: instituida por el Pontífice una comisión especial de estudio para la reforma del proceso matrimonial canónico (20 de septiembre) Oficina de prensa de la Santa Sede: Declaración sobre el arresto domicilia- A los participantes en la plenaria del dicasterio para la vida consagrada (27 de noviembre) anual para Tierra Santa (7 de marzo de 2014) 12 - 04 Comisión pontificia para América Latina: Encuentro con ocasión del primer año de pontificado (18 de marzo) 14 - 04 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (3 de abril) 16 - 02 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (15 de abril) 20 - 02 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (9 de mayo) 22 - 22 Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (junio, julio y agosto) (23 de mayo) 39 - 02 40 - 02 43 - 15 44 - 02 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 2. Varios 08 - 02 Tercera reunión del Consejo de cardenales (17 al 19 de febrero) 29 - 11 Mensaje del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en nombre del Papa, para la conferencia sobre las minas antipersona celebrada en Mozambique (23 de junio) 29 - 02 Intervención del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, durante los trabajos del «Coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo» (14 de julio) 29 - 04 Homilía del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe como conclusión de su visita con ocasión del «Coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo» (15 de julio) 32 - 04 Publicación del Anuario pontificio 2014 y el «Annuarium Statisticum Ecclesiae 2012» Celebración del sacramento del matrimonio en la basílica vaticana (14 de septiembre) rio para el ex nuncio Wesołowski (20 de septiembre) Oficina de prensa de la Santa Sede: Comunicado sobre la sustitución del obispo de Ciudad del Este, Paraguay (25 de septiembre) Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre en octubre (26 de septiembre) Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica: Publicación de «Escrutad», la segunda carta para el Año de la vida consagrada (15 de octubre) Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre en noviembre (24 de octubre) 46 - 06 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (7 de noviembre) 49 - 14 Penitenciaría apostólica: Indulgencias para el Año de la vida consagrada (23 de noviembre) 49 - 04 Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (diciembre 2014 - enero 2015) (26 de noviembre) 37 - 02 Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos: Decreto. Para los santos Juan XXIII y Juan Pablo II (29 de mayo) 25 - 14 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (12 de junio) 30 - 09 Consejo pontificio para el diálogo interreligioso por el fin del Ramadán (24 de junio) 28 - 10 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (8 de julio) 50 - 04 Congregación para las causas de los santos: Promulgación de decretos (6 de diciembre) 29 - 05 Consejo pontificio para la pastoral de los emigrantes e itinerantes: Mensaje para la Jornada mundial del turismo (11 de julio) 51 - 01 Secretaría de Estado: Comunicado sobre el restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba (17 de diciembre) 36 - 02 Mensaje del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en nombre del Papa, a los políticos católicos (28 de agosto) 37 - 04 Intervención de monseñor Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas e instituciones especializadas en Ginebra (1 de septiembre) 37 - 04 Reunión del Consejo de asuntos económicos (4 de septiembre) 37 - 04 Telegrama del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en nombre del Papa, por el asesinato de tres misioneras saverianas italianas en Burundi (8 de septiembre) 38 - 01 Sexta reunión del Consejo de cardenales (15-17 de septiembre) 39 - 01 Mensaje del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en nombre del Papa, a la ONU con ocasión de la 69ª Asamblea general (24 de septiembre) 40 - 02 Tema para la 49° Jornada mundial de las comunicaciones sociales de 2015: «Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor» 41 - 06 Homilía del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, durante la misa celebrada en la capilla Paulina con los nuncios de Oriente Medio (4 de octubre) 46 - 15 Rescripto del secretario de Estado sobre las disposiciones acerca de la renuncia de los obispos diocesanos y de los titulares de oficinas de nombramiento pontificio (3 de noviembre) L’OSSERVATORE ROMANO número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 III. DOCUMENTOS DEL página IX EPISCOPADO 1. Sínodo de los obispos III Asamblea general extraordinaria 26 - 01 38 - 10 41 - 12 41 - 13 41 - 02 41 - 09 41 - 14 41 - 03 41 - 03 41 - 04 41 - 05 41 - 05 42 - 05 42 - 06 42 - 06 42 - 07 42 - 09 Presentación del «Instumentum laboris» de la asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia (26 de junio) Participantes de la III asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos Homilía del Papa durante la vigilia de oración en la plaza de San Pedro la víspera del inicio de la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia (4 de octubre) Homilía del Papa durante la misa de apertura de la III Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia en la basílica vaticana (5 de octubre) Discurso del Papa a los padres sinodales en la apertura de los trabajos la III Asamblea general extraordinaria (6 de octubre) Relación del secretario general del Sínodo de los obispos, cardenal Baldisseri (6 de octubre) Relación anterior al debate, del cardenal Erdő, relator general, durante la primera congregación general (6 de octubre) Intervenciones durante la segunda congregación general (6 de octubre) Intervenciones durante la tercera congregación general (7 de octubre) Intervenciones durante la cuarta congregación general (7 de octubre) Intervenciones durante la quinta congregación general (8 de octubre) Intervenciones durante la sexta congregación general (8 de octubre) Intervenciones durante la séptima congregación general (9 de octubre) Intervenciones durante la octava congregación general (9 de octubre) Intervenciones durante la novena congregación general (10 de octubre) Intervenciones durante la décima congregación general (10 de octubre) Llamamiento de los padres sinodales en favor de la paz en Irak, Siria y en todo Oriente Medio (10 de octubre) XV 42 - 08 42 - 12 42 - 08 42 - 09 43 - 02 43 - 03 43 - 04 50 - 05 Congregación general de la III Asamblea extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia (18 de octubre) Intervenciones durante la undécima congregación general (13 de octubre) Relación «post disceptationem» del cardenal Erdő, relator general de la III asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos (13 de octubre) Presentación de la conclusión de los trabajos de los círculos menores (16 de octubre) Relatores y moderadores de los círculos menores Mensaje de los padres sinodales a las familias cristianas y a las de todo el mundo (18 de octubre) Palabras del Papa durante la decimoquinta y última congregación general (18 de octubre) Presentación de la «relatio synodi» (18 de octubre) Publicación de los Lineamenta de la Asamblea general ordinaria de 2015 (9 de diciembre) 2. Textos de obispos 03 - 09 09 - 03 Cardenal Koch: Un año bajo una buena estrella ecuménica Monseñor Paglia: En el corazón de la Iglesia 09 - 04 09 - 05 13 - 06 13 - 07 15 - 05 24 - 15 29 - 02 29 - 04 29 - 06 29 - 12 30 - 03 31 - 05 32 - 05 34 - 03 34 - 07 IV. 21 - 06 21 - 11 22 - 12 22 - 13 24 - 08 27 - 05 30 - 11 49 - 13 OTROS DOCUMENTOS Declaración común de los líderes religiosos en Amán (14 de mayo) Informe de la Autoridad de información financiera de 2013 Declaración común firmada por el Papa y el Patriarca Bartolomé (25 de mayo) Palabras del patriarca Bartololmé durante la celebración ecuménica en el Santo Sepulcro (25 de mayo) Oraciones de la comunidad judía, cristiana y musulmana durante la invocación por la paz en los Jardines vaticanos (8 de junio) Mensaje de Bartolomé I, Patriarca de Constantinopla al Papa (24 de junio) Declaración de la Academias de ciencias y de ciencias sociales (12 de julio) Declaración común del Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé I (30 de noviembre) 37 - 04 38 - 10 38 - 15 39 - 04 40 - 04 41 - 06 41 - 09 41 - 14 42 - 17 47 - 08 Momento durante una audiencia general (3 de diciembre) 48 - 02 49 - 02 Cardenal Kasper: Cómo conjugar fidelidad a la Palabra de Dios y misericordia Monseñor Baldisseri: Un Sínodo para encontrar a la gente Cardenal Kasper: Misericordia y verdad Cardenal Kasper: Cuatro pasos Cardenal Amato: Apóstoles de América Monseñor Rodríguez Carballo: «Vetera et nova» Cardenal Parolin: La riqueza de los pueblos está en el respeto del otro Cardenal Parolin: El rostro de Cristo hoy Cardenal Baldisseri: Patrimonio de la humanidad Cardenal Yeom Soo-jung: Único caso en el mundo Cardenal Koch: A paso lento, pero algo se mueve Cardenal Coccopalmerio: Para una reforma espiritual Cardenal Braz de Aviz: Más Evangelio en la gestión de los bienes de las comunidades religiosas Cardenal Filoni: Extraordinarios en la prueba Cardenal Parolin: En el corazón del continente asiático Monseñor Tomasi: Medidas concretas para detener la agresión a los cristianos iraquíes Cardenal Baldisseri: La belleza de la familia Monseñor Forte: El obispo y la pastoral de la familia Cardenal Ouellet: Para elegir a un obispo Monseñor Fernández: La Iglesia no debe ser autorreferencial Cardenal Parolin: No hay que permanecer neutrales o indiferentes Cardenal Baldisseri: Colegialidad en camino Cardenal Erdő: Con el espíritu del samaritano Cardenal Parolin: No hay que resignarse Cardenal Müller: Un camino hacia el mundo Cardenal Parolin: Proyecto Europa Cardenal Parolin: Un puente sobre el Bósforo L’OSSERVATORE ROMANO página X Saludo al arzobispo Justin Welby en el congreso promovido por la Pontificia Academia de ciencias (2 de diciembre) V. Encuentro en la Mezquita Azul con el gran muftí Rahmi Yaran durante su viaje apostólico a Turquía (29 de noviembre) ARTÍCULOS, 1. Editoriales * 04 - 02 01 - 07 02 - 08 03 - 01 05 - 01 09 - 01 11 - 01 13 - 02 18 - 01 18 - 03 21 - 02 22 - 01 22 - 03 22 - 17 24 - 01 28 - 01 32 - 01 34 - 01 38 - 01 39 - 01 39 - 05 40 - 01 41 - 01 43 - 01 47 - 01 04 - 09 48 - 01 49 - 01 50 - 01 El modelo de san José Como un golpe de arado Política papal Como en Galilea El camino de Cristo Una gran alegría La escucha de los nombres Canonización programática Santos Las palabras de Francisco y de Pablo Un futuro posible Como hace cincuenta años Como el día de Pentecostés A la puesta del sol La mirada de Jesús Más que una encíclica El Evangelio en el corazón En la sombra de la guerra Testimonio y fraternidad El anillo y el pueblo Entre las generaciones El buen vino de la familia El señorío de Dios Cincuenta años después de la semana negra Para curar las fragilidades La lógica del encuentro Fenómeno abominable 04 - 14 05 - 05 05 - 11 06 - 02 06 - 14 06 - 14 07 - 02 07 - 07 07 - 08 07 - 08 07 - 11 08 - 02 08 - 04 09 - 03 09 - 05 *Giovanni Maria Vian 2. Varios 01 - 04 02 - 02 02 - 04 Historia de una vocación. Escrito inédito de Jorge Mario Bergoglio Recordando a Pedro Fabro, por Marc Lindeijer Los magos narrados por Benedicto XVI 02 - 06 02 - 08 03 - 04 03 - 09 Coloquio del Papa con los superiores generales de los institutos de vida consagrada relatado por la «Civiltà Cattolica», por Antonio Spadaro En el cincuenta aniversario de la peregrinación de Pablo VI a Tierra Santa La mano caritativa de Francisco. Entrevista al secretario del Consejo pontificio «Cor unum», por Mario Ponzi Un año bajo una buena estrella ecuménica, por Kurt Koch 09 - 09 10 - 14 11 - 03 11 - 06 11 - 12 12 - 05 12 - 08 12 - 08 13 - 06 13 - 07 viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 Audiencia a Su beatitud Ignace Youssif III Younan, Patriarca de Antioquía de los sirios (12 de diciembre) COMENTARIOS Y ENTREVISTAS Entrevista del Centro televisivo vaticano al secretario de Estado Extranjero, ¿quién eres?, por Paul Ricoeur «Una grabación involuntaria». Diálogo entre el patriarca de Constantinopla Atenágoras y Pablo VI Jóvenes y debate sobre el aborto, por Lucetta Scaraffia Amistad nueva. Familiaridad entre católicos y judíos para afrontar la persecución nazi en Italia, por Anna Foa Nueva etapa para la evangelización, por Piero Coda Los premios ¡Bravo! 2013 ¿Tuit en latín? Magníficos El sentido del sufrimiento, por Ferdinando Cancelli En el debate de preparación al Sínodo. Un método nuevo de trabajo, por Lucetta Scaraffia Qumrán en archivo digital El sentido nuevo de las palabras, por Jorge Milia El 11 de febrero de 2013. El instante en el que se dividieron las aguas, por Pierangelo Sequeri Entre las plagas del hombre de hoy, por Gualtiero Bassetti El más grave paso en falso, por Ferdinando Cancelli En el corazón de la Iglesia, por Vincenzo Paglia Entrevista a monseñor Baldisseri, secretario general del Sínodo de los obipos, por Nicola Gori Tutela de los derechos de autor del Santo Padre No se dejen ningunear, por Jorge Milia El tiempo favorable, por Inos Biffi Entrevista del director del «Corriere della sera» al Papa Francisco Con el estilo de Jeremías, por Dario E. Viganò Respuestas a las preguntas de una radio de una «villa miseria» de Buenos Aires Y la civilización «se pasó de rosca», por Jorge Milia Presentación del lema y del logo del viaje del Papa a Tierra Santa Misericordia y verdad, por Walter Kasper Cuatro pasos, por Walter Kasper 13 - 12 14 - 04 14 - 08 15 - 05 16 - 05 16 - 05 17 - 02 17 - 05 17 - 05 18 - 02 18 - 04 18 - 05 18 - 05 20 - 02 20 - 14 21 - 08 21 - 08 22 - 11 24 - 09 24 - 15 26 - 01 Presentación del Encuentro mundial de las familias de 2015 en Filadelfia Callejeros de la fe, por Jorge Milia Bondad y oración. En vísperas de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, por Giovanni Battista Re Entrevista al cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las causas de los santos, sobre las tres canonizaciones equivalentes, por Nicola Gori Juan XXIII, simplicidad y prudencia, por Loris Capovilla Juan Pablo II, gigante de la fe, por Stanisław Dziwisz Hacia la canonización del 27 de abril. Dos Papas para una Iglesia en camino, por Andrea Riccardi El gran anciano detrás de los bastidores del mundo. Homilía del padre Raniero Cantalamessa, O.F.M.CAP., durante la celebración de la Pasión en la basílica de San Pedro Entrevista a monseñor Bregantini sobre las meditaciones del Vía crucis del Viernes santo, por Nicola Gori Entrevista al cardenal secretario de Estado en un libro sobre la herencia de los pontificados de Roncalli y Wojtiła El enigma de Juan XXIII, por Joseph Ratzinger Santidad papal, por Giovanni Maria Vian Homilía del cardenal Jorge Mario Bergoglio durante una misa con ocasión de la muerte de Juan Pablo II (4 de abril de 2005) El secretario de Estado habla del Papa y la comunicación, por Giulia Galeotti La invitación a pescar con una mirada nueva, por Jorge Milia Los caminos de la paz, por Ahraham Skorka Hace cincuenta años el viaje de Pablo VI, por Fouad Twal Entrevista al Patriarca Bartolomé, por Mario Ponzi Para arriesgarse por otras sendas. La enseñanza del viaje a Tierra Santa, por Pierbattista Pizzaballa Entrevista al arzobispo Rodríguez Carballo sobre el año de la vida consagrada, por Nicola Gori Los niños de nadie. Mercado de órganos y explotación de los pobres, por Lucetta Scaraffia número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014 27 - 12 27 - 12 28 - 12 28 - 12 29 - 06 29 - 12 30 - 01 30 - 02 30 - 04 30 - 05 30 - 06 30 - 07 30 - 12 31 - 01 31 - 05 31 - 11 32 - 03 32 - 05 32 - 12 34 - 03 34 - 07 35 - 03 35 - 04 35 - 04 El rostro del pescador, por Fabrizio Bisconti Presentación del lema y del logo de la JMJ de Cracovia 2016 Diálogo con el arzobispo Celli sobre tradición e innovaciones, por Mario Ponzi El don de la libertad, por Lucetta Scaraffia Entrevista al cardenal Baldisseri sobre los contenidos de la próxima asamblea extraordinaria del Sínodo sobre la familia, por Nicola Gori Único caso en el mundo. Corea y su Iglesia esperan al Papa Francisco, por Andrew Yeom Soo-jung Un nudo antropológico fundamental, Lucetta Scaraffia Entrevista al cardenal Kurt Koch sobre el diálogo ecuménico y las relaciones con el judaísmo, Nicola Gori Los alumnos de Santa Fe recuerdan al profesor Bergoglio Jorge Milia y la visita de Borges en la vieja estación de autobuses, por Silvia Guidi La intensidad de la oración, por Catherine de Hueck Doherty En bosques y ciudades, por Mario Sensi La idea fija, por Daniel Rops Martirio de la indiferencia, por Manuel Nin Entrevista al cardenal Coccopalmerio. Para una reforma espiritual, por Nicola Gori El ecumenismo derriba los muros, por Riccardo Burigana Entrevista al patriarca de Babilonia de los caldeos Luois Raphaël I Sako, por Juan-Marie Guénois Entrevista al cardenal João Braz de Aviz sobre la gestión de los bienes eclesiásticos, por Nicola Gori Tres mil testigos en el castillo de Haemi, por Cristian Martini Grimaldi Entrevista al cardenal Filoni, enviado personal del Papa a Irak Entrevista al cardenal Pietro Parolin sobre el viaje del Santo Padre a Corea, por Alessandro Di Bussolo La patrona de Cuba en los jardines vaticanos Lecciones de Francisco. Editorial de un periódico coreano sobre el viaje del Papa Entrevista al cardenal arzobispo de Manila sobre la expectación en Filipinas por la visita del Papa, por Mario Ponzi L’OSSERVATORE ROMANO página XI Momento de festejo durante el viaje apostólico a Corea (13-18 de agosto) 35 - 05 35 - 05 35 - 05 35 - 06 35 - 06 35 - 11 36 - 04 36 - 06 36 - 07 36 - 09 36 - 11 37 - 06 37 - 07 38 - 15 Cada vez más apreciada la regulación natural de la fertilidad, por François Béguin y Laetitia Clavreul Los méritos de la Iglesia (con un demérito), por Lucetta Scaraffia Conversación con Teresa Lee, que enseña el método Billings en Corea del Sur Misión, pasión por Jesús y por su pueblo, por Jorge R. Sebold El cardenal Errázuriz Ossa enviado del Papa a Bogotá para el tercer congreso mundial de la misericordia Carta abierta de Caritas internationalis al patriarca de Babilonia de los caldeos y a Cáritas iraquí, del cardenal Óscar A. Rodríguez Madariaga Entrevista al párroco de Gaza Familias de baja intensidad, por Roberto Volpi Una cuestión de método, hacia la Asamblea sinodal, por Maurizio Gronchi El monje y el psicoanalista, por Ugo Sartorio Entrevista a Guzmán Carriquiry Lecoeur, del documento de Aparecida a la «Evangelii gaudium» Diálogo con los estudiantes de los cinco continentes, por Mario Ponzi Proyectos misioneros de un cura villero para los alumnos de Mozambique, por Gianluca Bicini y Arturo López El obispo y la pastoral de la familia, por Bruno Forte 39 - 04 40 - 04 41 - 21 41 - 23 41 - 24 42 - 02 42 - 05 42 - 17 43 - 08 43 - 13 44 - 14 44 - 15 45 - 01 45 - 02 45 - 10 46 - 08 46 - 08 47 - 04 47 - 08 47 - 09 48 - 01 48 - 02 48 - 18 49 - 01 Peregrinación del Pontífice a Tierra Santa (24-26 de mayo) 49 - 02 Entrevista al cardenal Marc Ouellet sobre la elección de un obispo, por Nicola Gori La Iglesia no debe ser autorreferencial, por monseñor Víctor Manuel Fernández Vayan a hacer alpinismo, por Jorge Milia Cómo influyó Tehilhard en el Vaticano II, por Maurizio Gronchi El logo del Año de la vida consagrada Diálogo en tres estrofas. Un himno para Pablo VI, por Eugenio Costa y Massimo Palombella Entrevista al secretario general del Sínodo de los obispos, por Giovanni Maria Vian Entrevista al cardenal secretario de Estado Pietro Parolin sobre la trágica situación en Oriente Medio En la comunión de los santos, por Lucetta Scaraffia Recen por mí, por Jorge Milia Inspiración y verdad. Sobre la publicación del documento de la Pontificia Comisión Bíblica: «Inspiración y verdad», por Klemens Stock Prehistoria de la epigrafía y falsas atribuciones, por Carlo Carletti Editorial de la revista «Études». El derecho inexistente, por Ferdinando Cancelli Una relectura del «Martín Fierro» de José Hernández como una gran metáfora del presente, por Jorge Mario Bergoglio La mirada de Jesús a la familia, por Maurizio Gronchi Mi amado es para mí y yo soy suya, por Gianfranco Ravasi Encuesta entre adolescentes que buscan en el sexo un antídoto contra el vacío, por Lucetta Scaraffia Entrevista al arzobispo de Erbil (Irak), por Gianluca Biccini Un camino hacia el mundo, por Gerhard Müller La más antigua representación de la familia cristiana, por Fabrizio Bisconti El sentido de la Unión, por Martin Schulz Entrevista al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en vísperas de la visita del Papa a Estrasburgo, por Alessandro Di Bussolo Entrega del Premio Ratzinger 2014 Una mirada para devolver, por Omar Abboud Entrevista al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en vísperas del L’OSSERVATORE ROMANO página XII viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52 Encuentro del Santo Padre con los participantes en la 37 asamblea nacional de Renovación carismática en el Espíritu Santo (1 de junio) 51 - 02 viaje del Papa a Turquía, por Barbara Castelli El árbol y el pesebre de la plaza de San Pedro 08 - 11 08 - 11 08 - 12 3. Santos y beatos 18 - 07 18 - 07 23 - 02 40 - 02 42 - 10 42 - 10 43 - 09 46 - 02 48 - 12 48 - 12 48 - 12 48 - 12 48 - 13 Conferencia internacional sobre autismo organizada por el Consejo para la pastoral de la salud (22 de noviembre) XXIX 48 - 13 5. Nuevos cardenales 03 - 03 08 - 10 08 - 10 08 - 10 08 - 10 08 - 10 08 - 10 08 - 11 08 - 11 08 - 11 08 - 11 Un momento durante la audiencia general (17 de diciembre) Karol Wojtyła Angelo Roncalli Madre Esperanza de Jesús Álvaro del Portillo Francisco de Laval María de la Encarnación Giovanni Battista Montini Pedro Asúa Mendía Juan Antonio Farina Kuriakose Elías Chavara de la Sagrada Familia Ludovico de Casoria Nicolás de Longobardi Eufrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón Amado Ronconi 08 - 11 Anuncio de la celebración de un consistorio para la creación de diecinueve nuevos cardenales (12 de enero) Pietro Parolin, secretario de Estado Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los obispos Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el clero Vincent Gerard Nichols, arzobispo de Westminster (Gran Bretaña) Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua (Nicaragua) Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec (Canadá) Jean-Pierre Kutwa, arzobispo de Abiyán (Costa de Marfil) Orani João Tempesta, O.CIST., arzobispo de Río de Janeiro (Brasil) Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia-Città della Pieve (Italia) Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires (Argentina) 08 - 12 08 - 12 08 - 12 08 - 12 08 - 12 09 - 06 Andrew Yeom Soo jung, arzobispo de Seúl (Corea) Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B., arzobispo de Santiago de Chile (Chile) Philippe Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo de Uagadugu (Burkina Faso) Orlando B. Quevedo, O.M.I., arzobispo de Cotabato (Filipinas) Chibly Langlois, obispo de Les Cayes (Haití) Loris Francesco Capovilla, arzobispo titular de Mesembria Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona (España) Kelvin Edward Felix, arzobispo emérito de Castries, Antillas Títulos y diaconías de los nuevos cardenales 5. Cardenales difuntos 01 - 14 12 - 11 16 - 10 21 - 12 23 - 14 24 - 14 31 - 04 32 - 10 35 - 10 48 - 16 50 - 13 Carles Gordó, arzobispo emérito de Barcelona, España (17 de diciembre de 2013) José da Cruz Policarpo, patriarca emérito de Lisboa, Portugal (12 de marzo) Emmanuel III Delly, patriarca emérito de Babilonia de los caldeos, Irak (9 de abril) Marco Cè, patriarca de Venecia, Italia (12 de mayo) Simon Duraisamy Lourdusamy, arzobispo emérito de Bangalore, prefecto emérito de la Congregación para las Iglesias orientales y protodiácono (2 de junio) Bernard Agré, arzobispo emérito de Abiyán, Costa de Marfil (9 de junio) Francisco Marchisano, arcipreste emérito de la basílica papal de San Pedro en el Vaticano (27 de julio) Edward Bede Clancy, arzobispo emérito de Sydney, Australia (3 de agosto) Edmund Casimir Szoka, arzobispo emérito de Detroit, presidente emérito de la Comisión pontificia y de la Gobernación para el Estado de la Ciudad del Vaticano (20 de agosto) Fiorenzo Angelini, presidente emérito del Consejo pontificio para la pastoral de la salud (21 de noviembre) Jorge María Mejía, archivero y bibliotecario emérito de la santa Iglesia romana (9 de diciembre)
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