L'O S S E RVATOR E ROMANO

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L’OSSERVATORE ROMANO
EDICIÓN SEMANAL
Unicuique suum
Año XLVI, número 51-52 (2.395)
EN LENGUA ESPAÑOLA
Non praevalebunt
Ciudad del Vaticano
19-26 de diciembre de 2014
En la fiesta de la Virgen de Guadalupe
Apertura de un nuevo diálogo entre Estados Unidos y Cuba
Con el estilo de Dios
Decisión histórica
Un paso importante en favor
de la paz, la democracia y el
respeto de los derechos humanos. Publicamos a continuación el comunicado de la Secretaría de Estado, del 17 de
diciembre de 2014, que expresa la satisfacción del Papa
por la importante decisión.
El Santo Padre se complace
vivamente por la histórica
decisión de los Gobiernos
de los Estados Unidos de
América y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar,
La alegría de los cubanos tras el anuncio del deshielo político (Reuters)
por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia recien- señor Barack H. Obama, invitándoles a
te.
resolver cuestiones humanitarias de común
En el curso de los últimos meses, el interés, como la situación de algunos deteSanto Padre Francisco ha escrito al presi- nidos, para dar inicio a una nueva fase de
dente de la República de Cuba, el exce- las relaciones entre las dos Partes.
lentísimo señor Raúl Castro, y al presidenLa Santa Sede, acogiendo en el VaticaPÁGINA 3
te de los Estados Unidos, el excelentísimo no, el pasado mes de octubre, a las delegaciones de los dos países, ha querido
ofrecer sus buenos oficios para favorecer
un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que han surgido soluciones saVisita a una parroquia romana y Ángelus en la plaza de San Pedro
tisfactorias para ambas Partes.
La Santa Sede continuará apoyando las
iniciativas que las dos Naciones emprenderán para acrecentar sus relaciones bilateLa cercanía de la Navidad
rales y favorecer el bienestar de sus resnos habla de un tiempo de
pectivos ciudadanos.
alegría, de una alegría que
«acompaña siempre al cristiano»; y para tenerla hay
que rezar, dar gracias y pensar en los demás. Lo reafirmó el Papa el III domingo
de Adviento, 14 de diciembre, por la tarde, en la parroquia romana de San José
en el Aurelio. Al mediodía,
en la plaza de San Pedro,
bendijo las figuras de Jesús
recién nacido, en manos de
numerosos niños romanos.
Receta para Navidad
Mis ojos han visto
al Salvador
PÁGINAS 8
A una cumbre sobre el clima
En un mensaje el Papa advierte que «las
consecuencias de los cambios ambientales
nos recuerdan la gravedad de la incuria y de
la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está agotando»
PÁGINA 14
GENERAL
DEL AÑO
9
La oración por las víctimas del terrorismo
Respuesta libre de presiones
INDICE
Y
2014
EN SUPLEMENTO ADJUNTO
Actos inhumanos
Durante los saludos a los diferentes grupos presentes
en la audiencia general del miércoles 17 de diciembre,
el Papa lanzó un llamamiento a los fieles invitándolos a
cantar juntos el Padrenuestro por las víctimas de los
terroristas inhumanos.
Ahora, un momento de silencio y luego, con el Padrenuestro, quisiera rezar juntamente con vosotros por las
víctimas de los inhumanos actos terroristas que tuvieron
lugar los días pasados en Australia, Pakistán y Yemén.
Que el Señor acoja en su paz a los difuntos, consuele a
los familiares, y convierta el corazón de los violentos,
que no se detienen ni siquiera ante los niños. Cantemos
el Padrenuestro pidiendo esta gracia.
Viderunt oculi mei salutare tuum («Mis ojos
han visto a tu Salvador»). Con estas palabras del evangelista san Lucas (Lc 2, 30),
el Papa Francisco felicita la ya cercana
Navidad en una tarjeta —xilografía de Victor Delhez— con su firma autógrafa.
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página 2
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
Un regalo de Navidad para el Santo Padre
El árbol y el belén de la plaza San Pedro
Procede de la región de Calabria el árbol
de Navidad que fue colocado en la plaza
de San Pedro, mientras que el pesebre es
regalo de la Fundación «Verona per l’Arena». La noticia fue publicada a través de
un comunicado de la Gobernación del
Estado de la Ciudad del Vaticano, encargada de dar los detalles sobre el montaje
de ambos.
El abeto blanco —donado por la administración provincial de Catanzaro y proveniente de la zona de Passo dell’Abate, en
el municipio de Fabrizia, provincia de Vibo Valentia— fue transportado en helicóptero y posteriormente trasladado en un
camión a Roma, donde llegó el 4 de diciembre por la noche. Con la ayuda del
personal de los Servicios técnicos y del
Servicio de jardines del Vaticano fue elevado en la plaza e iniciaron sucesivamente los trabajos de colocación y decoración.
Las dimensiones del árbol son 25,5 metros de altura por 55 centímetros de diámetro, con una anchura máxima de la copa de casi 10 metros y un peso estimado
de 4 toneladas. El abeto presenta una
particularidad: el tronco principal tiene
un tronco «gemelo», tratándose por lo
tanto de dos troncos unidos.
Otra novedad concierne a la fecha de
iluminación del árbol que coincide con la
del pesebre —el 19 de diciembre por la
tarde, a las 16.30—, realizado todo en una
sola ceremonia en presencia de las delegaciones de las dos instituciones que hicieron el regalo al Papa, a quienes recibe en
audiencia durante la mañana.
El nacimiento, que lleva el título «El
pesebre en Ópera», llegó de Verona y se
inspira en la lírica. La fundación veronesa, junto con otros entes bienhechores,
ofrece a la Gobernación del Estado de la
Ciudad del Vaticano la escenografía de la
ópera el «Elixir de amor» de Gaetano
Donizetti, creada por el escenógrafo
Francesco Canessa.
El pesebre cuenta además con unas
veinte estatuas de terracota de tamaño natural, con trajes y accesorios realizados
con material resistente a la intemperie. La
dimensión de la instalación es de casi 24
metros de largo y 12 de ancho, y tiene
una altura máxima de 8 metros. Un bastidor de tres lados que representa la pintura «Ángeles musicantes» de Giovanni
Battista Gaulli completa la realización.
El Pontífice vuelve a denunciar la difícil situación de los cristianos en Oriente Medio
Huida de la inhumanidad
El Papa Francisco volvió a denunciar
la «difícil situación» de Oriente
Medio. En la audiencia a Su Beatitud
Ignace Youssif III Younan, patriarca
de Antioquía de los sirios, a quien
recibió el viernes 12 de diciembre por la
mañana en la sala Clementina, junto
con obispos y fieles de la comunidad
siro-antioquena, el Pontífice invitó a
redoblar los esfuerzos para afrontar las
necesidades de los cristianos, obligados
a huir a fin de «ponerse a salvo de
una inhumanidad que echa a la calle
a poblaciones enteras, dejándolas sin
medios de subsistencia».
Beatitud, excelencias,
reverendos padres,
queridos hermanos y hermanas:
Os saludo cordialmente y os agradezco vuestra visita. A través de vosotros puedo enviar mi saludo a
vuestras comunidades esparcidas por
el mundo, y expresarles mi aliento,
en particular, a las de Irak y Siria,
que viven momentos de gran sufrimiento y miedo frente a la violencia.
Y acompaño estos sentimientos de
solidaridad y compasión con mi recuerdo en la oración.
Con ocasión de esta reunión en
Roma, me habéis pedido celebrar un
sínodo fuera del territorio patriarcal.
Acepté con agrado para facilitar
vuestro encuentro, destinado a reconocer las necesidades urgentes de
vuestra Iglesia y a responder a las
expectativas espirituales de los fieles.
En particular, estáis realizando un
camino de reforma de la divina liturgia, al servicio de la Palabra de
Dios, que debería permitir un nuevo
impulso de devoción. Este trabajo
requirió una intensa profundización
de la Tradición y mucho discernimiento, sabiendo cuán sensible es la
asamblea de fieles al gran don de la
Palabra y de la Eucaristía.
La difícil situación en Oriente
Medio ha provocado y sigue provocando en vuestra Iglesia desplazamientos de fieles hacia las eparquías
de la diáspora, y esto os plantea
nuevas exigencias pastorales. Es un
desafío: por una parte, permanecer
fieles a los orígenes; por otra, insertarse en contextos culturales diver-
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GIOVANNI MARIA VIAN
director
Giuseppe Fiorentino
subdirector
sos, trabajando al servicio de la salus
animarum y del bien común.
Este movimiento de fieles hacia
países considerados más seguros empobrece la presencia cristiana en
Oriente Medio, tierra de los profetas, de los primeros anunciadores del
Evangelio, de los mártires y de tantos santos, cuna de ermitaños y del
monaquismo. Todo esto os obliga a
reflexionar sobre la situación de
vuestras eparquías que tienen necesidad de pastores celosos, así como de
fieles intrépidos, capaces de testimoniar el Evangelio, algo no fácil a veces, a personas de etnias y religiones
diversas.
Muchos han huido para ponerse a
salvo de una inhumanidad que echa
a la calle a poblaciones enteras, de-
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don Sergio Pellini S.D.B.
director general
Marta Lago
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redactor jefe de la edición
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jándolas sin medios de subsistencia.
Con las otras Iglesias tratáis de
coordinar vuestros esfuerzos para
responder a las necesidades humanitarias, sea de cuantos permanecen en
su patria, como de quienes se han
refugiado en otros países.
Ahora, volviendo a vuestras sedes,
os sentís consolados por esta experiencia de comunión vivida ante las
tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo; una comunión que hoy se expresa de modo particular aquí, al
elevar al Señor junto con el Sucesor
de Pedro una oración de acción de
gracias y súplica.
Os exhorto, queridos hermanos, a
proseguir vuestro compromiso pastoral y el ministerio de esperanza al
servicio de la venerable Iglesia sirocatólica. Saludo con afecto a los fieles que os acompañan, en quienes
veo las diversas comunidades que representan. Os invito a llevar a todos
la expresión de mi cercanía y de mi
oración al Señor.
Mientras encomiendo a cada una
de vuestras comunidades a la protección de la Madre de Dios, de san
Ignacio de Antioquía y de san
Efrén, os imparto de corazón a vosotros, a vuestros sacerdotes, a los religiosos, a las religiosas y a todos los
fieles, la bendición apostólica, prenda de paz y consuelo de nuestro
Dios uno y trino, todo misericordioso.
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número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
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página 3
Durante la misa con ocasión de la fiesta de la Virgen de Guadalupe el Papa vuelve a proponer el mensaje del Magníficat
Con el estilo de Dios
Y pide la gracia de que el futuro de América Latina sea forjado por los pobres y los que sufren
El Papa invocó «nuevos modelos de desarrollo» para América Latina, deseando
que el futuro del continente «sea forjado por los pobres y los que sufren,
por los humildes, por los que tienen hambre y sed de justicia, por los compasivos,
por los de corazón limpio, por los que trabajan por la paz, por los perseguidos
a causa del nombre de Cristo». En la homilía de la misa con ocasión de la fiesta
de la Virgen de Guadalupe, celebrada el viernes 12 de diciembre, por la tarde,
en la basílica vaticana, el Pontífice volvió a proponer el mensaje del Magníficat,
en el cual «Dios se complace en subvertir las ideologías y jerarquías mundanas».
«Que te alaben, Señor, todos los
pueblos. Ten piedad de nosotros y
bendícenos; Vuelve, Señor, tus ojos
a nosotros. Que conozca la tierra tu
bondad y los pueblos tu obra salvadora. Las naciones con júbilo te canten, Porque juzgas al mundo con
justicia (...)» (Sal 66).
La plegaria del salmista, de súplica de perdón y bendición de pueblos y naciones y, a la vez, de jubilosa alabanza, ayuda a expresar el sentido espiritual de esta celebración.
Son los pueblos y naciones de nuestra Patria Grande, Patria Grande latinoamericana los que hoy conmemoran con gratitud y alegría la festividad de su «patrona», Nuestra Señora de Guadalupe, cuya devoción
se extiende desde Alaska a la Patagonia. Y con Gabriel Arcángel y
santa Isabel hasta nosotros, se eleva
nuestra oración filial: «Dios te salve,
María, llena eres de gracia, el Señor
está contigo...» (Lc 1, 28).
En esta festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, hacemos en primer lugar memoria agradecida de su
visitación y cercanía materna; cantamos con Ella su «magníficat»; y le
confiamos la vida de nuestros pue-
La misa criolla
en la
basílica vaticana
Un nuevo «Magníficat» para
América Latina relanzó el Papa
Francisco el día de la solemnidad
de la Virgen de Guadalupe, el
viernes 12 de diciembre, con la celebración en la basílica vaticana.
Entre las banderas de todos los
países de la «patria grande latinoamericana», el Papa volvió a
proponer el mensaje del cántico
mariano, indicando en Dios el
auténtico «libertador de todas
nuestras esclavitudes y miserias
derivadas del pecado». Y en este
contexto se vio medio siglo de
historia latinoamericana concentrada en San Pedro en las notas
de la misa criolla —compuesta hace precisamente cincuenta años
por el argentino Ariel Ramírez—
que acompañaron la celebración
presidida por el Pontífice en lengua española. Antes de la misa,
que inició a las 18, se rezó el rosario guadalupano, guiado por el
cardenal arzobispo de México,
Norberto Rivera Carrera. Y siguió una oración de Adviento
acompañada por villancicos, los
cantos populares navideños argentinos, interpretados, como soSIGUE EN LA PÁGINA 5
blos y la misión continental de la
Iglesia.
Cuando se apareció a san Juan
Diego en el Tepeyac, se presentó como «la perfecta siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero
Dios» (Nican Mopohua); y dio lugar
a una nueva visitación. Corrió premurosa a abrazar también a los nuevos pueblos americanos, en dramática gestación. Fue como una «gran
señal aparecida en el cielo... mujer
vestida de sol, con la luna bajo sus
pies» (Ap 12, 1), que asume en sí la
simbología cultural y religiosa de los
pueblos originarios, anuncia y dona
a su Hijo a todos esos otros nuevos
pueblos de mestizaje desgarrado.
Tantos saltaron de gozo y esperanza
ante su visita y ante el don de su
Hijo y la más perfecta discípula del
Señor se convirtió en la «gran misionera que trajo el Evangelio a nuestra
América» (Aparecida, 269). El Hijo
de María Santísima, Inmaculada encinta, se revela así desde los
orígenes de la historia de los
nuevos pueblos como «el verdaderísimo Dios por quien se
vive», buena nueva de la dignidad filial de todos sus habitantes. Ya nadie más es solamente siervo sino todos somos hijos de un mismo Padre
y hermanos entre nosotros, y
siervos en el siervo.
La Santa Madre de Dios
visitó a estos pueblos y quiso
quedarse con ellos. Dejó estampada misteriosamente su
imagen en la «tilma» de su
mensajero para que la tuviéramos bien presente, convirtiéndose en símbolo de la
alianza de María con estas
gentes, a quienes confiere alma y ternura. Por su intercesión, la fe cristiana fue convirtiéndose en el más rico tesoro del alma de los pueblos
americanos, cuya perla preciosa es Jesucristo: un patrimonio que se transmite y manifiesta hasta hoy en el bautismo de multitudes de personas, en
la fe, esperanza y caridad de muchos, en la preciosidad de la piedad
popular y también en ese ethos americano que se muestra en la conciencia de dignidad de la persona humana, en la pasión por la justicia, en la
solidaridad con los más pobres y sufrientes, en la esperanza a veces contra toda esperanza.
De ahí que nosotros, hoy aquí,
podemos continuar alabando a Dios
por las maravillas que ha obrado en
la vida de los pueblos latinoamericanos. Dios, según su estilo, «ha ocultado estas cosas a sabios y entendidos, dándolas a conocer a los pequeños, a los humildes, a los sencillos
de corazón» (cf. Mt 11, 21). En las
maravillas que ha realizado el Señor
en María, Ella reconoce el estilo y
modo de actuar de su Hijo en la
historia de salvación. Trastocando
los juicios mundanos, destruyendo
los ídolos del poder, de la riqueza,
del éxito a todo precio, denunciando
la autosuficiencia, la soberbia y los
mesianismos secularizados que alejan de Dios, el cántico mariano confiesa que Dios se complace en subvertir las ideologías y jerarquías
mundanas. Enaltece a los humildes,
viene en auxilio de los pobres y pequeños, colma de bienes, bendicio-
nes y esperanzas a los que confían
en su misericordia de generación en
generación, mientras derriba de sus
tronos a los ricos, potentes y dominadores. El «Magníficat» así nos introduce en las «bienaventuranzas»,
síntesis y ley primordial del mensaje
evangélico. A su luz, hoy, nos sentimos movidos a pedir una gracia. La
gracia tan cristiana de que el futuro
de América Latina sea forjado por
los pobres y los que sufren, por los
humildes, por los que tienen hambre
y sed de justicia, por los compasivos,
por los de corazón limpio, por los
que trabajan por la paz, por los perseguidos a causa del nombre de
Cristo, «porque de ellos es el Reino
de los cielos» (cf. Mt 5, 1-11). Sea la
gracia de ser forjados por ellos a los
cuales, hoy día, el sistema idolátrico
de la cultura del descarte los relega
a la categoría de esclavos, de objetos
de aprovechamiento o simplemente
desperdicio.
Y hacemos esta petición porque
América Latina es el «continente de
la esperanza», porque de ella se esperan nuevos modelos de desarrollo
que conjuguen tradición cristiana y
progreso civil, justicia y equidad con
reconciliación, desarrollo científico y
tecnológico con sabiduría humana,
sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora. Sólo es posible custodiar esa esperanza con grandes dosis
de verdad y amor, fundamentos de
toda la realidad, motores revolucionarios de auténtica vida nueva.
Ponemos estas realidades y estos
deseos en la mesa del altar, como
ofrenda agradable a Dios. Suplicando su perdón y confiando en su misericordia, celebramos el sacrificio y
victoria pascual de Nuestro Señor
Jesucristo. Él es el único Señor, el
«libertador» de todas nuestras esclavitudes y miserias derivadas del pecado. Él es la piedra angular de la
historia y fue el gran descartado. Él
nos llama a vivir la verdadera vida,
una vida humana, una convivencia
de hijos y hermanos, abiertas ya las
puertas de la «nueva tierra y los
nuevos cielos» (Ap 21, 1). Suplicamos a la Santísima Virgen María, en
su advocación guadalupana —a la
Madre de Dios, a la Reina y Señora
mía, a mi jovencita, a mi pequeña,
como la llamó san Juan Diego, y
con todos los apelativos cariñosos
con que se dirigen a Ella en la piedad popular—, le suplicamos que
continúe acompañando, auxiliando y
protegiendo a nuestros pueblos. Y
que conduzca de la mano a todos
los hijos que peregrinan en estas tierras al encuentro de su Hijo, Jesucristo, Nuestro Señor, presente en la
Iglesia, en su sacramentalidad, especialmente en la Eucaristía, presente
en el tesoro de su Palabra y enseñanzas, presente en el santo pueblo
fiel de Dios, presente en los que sufren y en los humildes de corazón. Y
si este programa tan audaz nos asusta o la pusilanimidad mundana nos
amenaza que Ella nos vuelva a hablar al corazón y nos haga sentir su
voz de madre, de madrecita, de madraza, ¿por qué tenés miedo, acaso
no estoy yo aquí que soy tu madre?
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página 4
Mensaje para la
XIX
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
sesión pública de las Academias pontificias
No nos cansemos de aprender de María
Madre de Dios y la Madre espiritual
nuestra». Y añadió: «¿No es acaso
fijando nuestra mirada en esta mujer
humilde, nuestra hermana y también
nuestra Madre celestial y Reina, espejo nítido y sagrado de la infinita
belleza, que puede terminar nuestra
ascensión conciliar y nuestro saludo
plada «in misterio Christi et Eccle- final, y que pude comenzar nuestro
siae», quiso dedicar a la Madre de trabajo posconciliar? Esta belleza de
Dios, y al culto dedicado a ella co- María Inmaculada, ¿no es para nomo Mater Ecclesiae, dos cartas encí- sotros un modelo inspirador, una esclicas, la Mense Maio y la Christi peranza consoladora?». El Pontífice
Matri. También dedicó a María tres mismo, diez años después, el 16 de
exhortaciones apostólicas: Signum mayo de 1975, dirigiéndose al ConMagnum, Recurrens Mensis October y, greso mariológico-mariano organizapor último, Marialis cultus, docu- do por la Pontificia Academia mamento que recordáis oportunamente riana internacional en Roma, con
a los cuarenta años de su publica- ocasión del Año Santo, quiso proción.
mover, sea en el ámbito de la investigación mariológica, sea en la
Además, en vísperas del quinpiedad popular, la via pulcuagésimo aniversario de la
chritudinis, el itinerario de
clausura del Concilio Vabúsqueda que parte
ticano II, establecida
del descubrimienno
casualmente
to y de la admipor Pablo VI en
ración devota de
la solemnidad de
la belleza de Mala
Inmaculada
ría, captada coConcepción
de
mo reflejo de la
María (8 de diinfinita
belleza
ciembre de 1965),
de Dios mismo.
es verdaderamente hermoso que
En los moqueráis que se
mentos cruciales
vuelva a oír su
y difíciles para la
voz, proponiendo
Iglesia y para la
el film con la hohumanidad, Pamilía en la que
blo VI se dirige
encomendaba a
siempre a María,
María el destino
exhortando
al
de la Iglesia, propueblo de Dios a
fundamente renopedir su intercevada en la asamsión y protección.
blea conciliar. En
Invoca de ella,
aquella solemne e
sobre todo, el
histórica ocasión,
don de la paz.
el beato Pablo VI
Resuenan
más
quiso indicar a
actuales que nunMaría a toda la
ca las conmoveCimabue,
Iglesia como «la
«Virgen en Majestad» ( 1280-1290)
doras palabras de
«No nos cansemos de aprender de María, de admirar y contemplar su belleza, de
dejarnos guiar por ella». Lo escribió el Papa Francisco en el Mensaje enviado al
cardenal Gianfranco Ravasi, con ocasión de la XIX sesión pública de las
Academias pontificias que se celebró el jueves 20 de noviembre por la tarde en el
aula San Pío X, en vía de la Conciliación. Publicamos el mensaje que leyó el
cardenal secretario de Estado Pietro Parolin durante el encuentro.
Al venerado hermano, señor
cardenal GIANFRANCO RAVASI,
presidente del Consejo pontificio
para la cultura
y del Consejo de coordinación
entre las Academias pontificias
Dirijo mi cordial saludo a cuantos
participarán en la XIX sesión pública
de las Academias pontificias, dedicada al tema «María, icono de la infinita belleza de Dios. La Marialis
cultus y el magisterio mariológicomariano del beato Pablo VI». Vuestro encuentro, preparado por la Pontificia Academia mariana internacional, recuerda la inolvidable figura de
mi venerado predecesor, el beato Pablo VI, y su gran amor a la Virgen
María, expresado en muchos momentos de su pontificado y en numerosos documentos.
En efecto, tras seguir atentamente
el itinerario de la formulación del
capítulo VIII de la constitución dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, donde se fijaban las reflexiones
conciliares sobre la Virgen, contem-
En un videomensaje del Papa al festival de la doctrina social en Verona
La trampa de Narciso
En la «situación de crisis social y económica en la que
nos encontramos, la gran tentación es detenerse a curar
las propias heridas y encontrar en esto una excusa para no
oír el clamor de los pobres». Lo dijo el Papa Francisco
en el videomensaje transmitido durante la inauguración
del Festival de la doctrina social en Verona, que tuvo
lugar del 20 al 23 de noviembre.
Queridos hermanos:
Un cordial saludo a todos vosotros que participáis
en la cuarta edición del Festival de la doctrina social
de la Iglesia, que este año tiene como tema: «Más allá
de los lugares dentro del tiempo». Este título me sugiere algunas reflexiones.
La primera concierne al ir más allá. La situación de
crisis social y económica en la que nos encontramos
puede asustarnos, desorientarnos o hacernos pensar
que la situación es tan difícil que llegamos a la conclusión de que no podemos hacer nada. La gran tentación
es detenerse a curar las propias heridas y encontrar en
esto una excusa para no oír el clamor de los pobres y
el sufrimiento de quien ha perdido la dignidad de llevar el pan a casa, porque ha perdido el trabajo. Y los
que sólo tratan de curar sus propias heridas, terminan
por maquillarse. Esta es la trampa. El riesgo es que la
indiferencia nos vuelva ciegos, sordos y mudos, ocupados sólo en nosotros mismos, con un espejo delante,
David Revoy «Narciso» (2006)
por lo cual todo sucede de manera ajena a nosotros.
¡Hombres y mujeres encerrados en sí mismos! Había
alguien así que se llamaba Narciso… Ese camino, no.
Nosotros estamos llamados a ir más allá y a responder a las necesidades reales. Es urgente abandonar los
lugares comunes, que se consideran seguros y protegidos, para liberar las muchas energías escondidas o no
conocidas que están presentes y actúan muy concretaSIGUE EN LA PÁGINA 14
la carta encíclica Mense Maio: «A
María, pues, se eleven en este mes
mariano nuestras súplicas para implorar con crecido fervor y confianza
sus gracias y favores… Que ella, que
ha conocido las penas y las tribulaciones de aquí abajo, la fatiga del
trabajo cotidiano, las incomodidades
y las estrecheces de la pobreza, los
dolores del Calvario, socorra, pues,
las necesidades de la Iglesia y del
mundo, escuche benignamente las
invocaciones de paz que a ella se
elevan desde todas las partes de la
tierra, ilumine a los que rigen los
destinos de los pueblos y obtenga de
Dios, que domina los vientos y las
tempestades, la calma también en las
tormentas de los corazones que luchan entre sí, y nos dé la paz en
nuestros días, la paz verdadera, la
que se funda sobre las bases sólidas
y duraderas de la justicia y del
amor» (n. 11).
Al final del Sínodo de los obispos
sobre la nueva evangelización, en la
exhortación apostólica Evangelii gaudium, yo también encomendé el camino de la Iglesia a la intercesión
maternal y solícita de María, recordando a todos los creyentes que
«hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia.
Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En
ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles
sino de los fuertes, que no necesitan
maltratar a otros para sentirse importantes… Esta dinámica de justicia y ternura, de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace
de ella un modelo eclesial para la
evangelización» (n. 288).
Así, pues, no nos cansemos de
aprender de María, de admirar y
contemplar su belleza, de dejarnos
guiar por ella, que nos conduce
siempre a la fuente originaria y a la
plenitud de la auténtica e infinita
belleza de Dios, belleza que se nos
ha revelado en Cristo, Hijo del Padre e Hijo de María.
Queriendo animar y apoyar a
cuantos se esfuerzan por ofrecer una
seria y valiosa contribución a la investigación mariológica y, particularmente, a la que recorre y profundiza
la via pulchritudinis, me complace
otorgar el Premio de las Academias
pontificias a la Asociación mariológica
interdisciplinaria italiana, sobre todo
por la publicación, más que veinteñal, de la revista Theotókos. Como
signo de aliento por la valiosa obra
desarrollada con pasión a nivel pastoral, también otorgo la Medalla del
Pontificado al Centro mariano de difusión cultural, de los Siervos de María, que realiza su labor en México.
Por último, deseo a los académicos y a todos los presentes un compromiso fructuoso en los respectivos
campos de investigación, y encomiendo a cada uno a la protección
maternal de la Virgen María, la Tota
Pulchra, a la vez que de corazón imparto una especial bendición apostólica.
Vaticano, 20 de noviembre de 2014
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
Despertar las palabras; abrir y no
cerrar; hablar a toda la persona: son
estas las tres tareas del comunicador
que el Papa Francisco indicó el lunes
15 de diciembre, al recibir en el aula
Pablo VI, a los dirigentes, empleados y
operadores de la emisora italiana
Tv2000.
Queridos hermanos y hermanas:
Os doy la bienvenida y os agradezco vuestra calurosa acogida. Doy
las gracias al presidente de la Fundación «Comunicación y cultura» y
al director por los saludos que me
dirigieron. Y saludo a Lucio, que está en el hospital.
Vosotros trabajáis para la Televisión de la Iglesia italiana y precisamente por esto estáis llamados a vivir con mayor responsabilidad vuestro servicio. Al respecto, quisiera
compartir con vosotros tres pensamientos que me interesan de modo
especial con respecto al papel del
comunicador.
Primero. Los medios de comunicación católicos tienen una misión
muy ardua respecto a la comunicación social: buscar preservarla de todo lo que la desvía y la somete con
otros fines. A menudo la comunicación ha estado supeditada a la propaganda, a las ideologías, a fines políticos o de control de la economía y
de la técnica. Lo que hace bien a la
comunicación es, en primer lugar, la
parresia, es decir, la valentía de hablar de frente, de hablar con franqueza y libertad. Si estamos verda-
Audiencia del Pontífice a la emisora Tv2000
Cómo se debe comunicar
deramente convencidos de lo que tenemos que decir, las palabras surgen. Si, en cambio, estamos preocupados por los aspectos tácticos —¿el
exceso de táctica?— nuestro modo de
hablar será falsificado, poco comunicativo, insípido, un hablar de laboratorio. Y eso no comunica nada. La
libertad también respecto a las modas, a los lugares comunes, a las fórmulas prefabricadas, que al final
anulan la capacidad de comunicar.
Despertar las palabras: despertar las
palabras. Pero, cada palabra tiene
dentro de sí una chispa de fuego, de
vida. Despertar esa chispa, para que
venga. Despertar las palabras: esta
es la primera tarea del comunicador.
Segundo. La comunicación evita
ya sea «rellenar» como «cerrar». Se
«rellena» cuando se tiende a saturar
nuestra percepción con un exceso de
eslogan que, en lugar de poner en
movimiento el pensamiento, lo anulan. Se «cierra» cuando, en lugar de
recorrer el camino largo de la comprensión, se prefiere la senda breve
de presentar personas individuales
como si fuesen capaces de resolver
todos los problemas, o al contrario
como chivos expiatorios, a quienes
se atribuye toda responsabilidad.
La celebración en la basílica vaticana
VIENE DE LA PÁGINA 3
lista, por Claudio Sosa, nieto de la
famosa cantante Mercedes Sosa. En
el momento del ingreso del Papa en
la basílica se cantó Mi alma glorifica. La misa criolla fue dirigida por
Facundo Ramírez, hijo del compositor, acompañado por su grupo
musical argentino, con Patricia Sosa
como solista y con la colaboración
del coro romano «Musicanova».
Algunos cantos fueron ejecutados
por el coro de la Capilla Sixtina,
dirigido por monseñor Massimo
Palombella. La misa criolla volvió
de este modo al Vaticano cincuenta
años después de su composición,
en 1964. «Ese año —recuerda Facundo Ramírez— mi padre estuvo
en el Vaticano para entregar un
ejemplar a Pablo VI». Y en 1974,
añadió, «tuvo un concierto en el
aula Nervi». Más recientemente, el
12 de diciembre de 2011, algunos
fragmentos se ejecutaron en la celebración presidida por Benedicto
XVI.
Las líneas de la homilía del Papa
Francisco se retomaron inmediatamente en las intenciones de la oración universal, formuladas en español, portugués, inglés, francés, italiano y también en nahuatl, la antigua lengua azteca. De este modo se
rezó por los gobernantes y quienes
tienen en sus manos el poder económico y cultural, para que estén al
servicio del bien común, en el res-
peto de la vida, la libertad y la dignidad humana y se comprometan a
garantizar paz y más justicia. Se recordaron también a los enfermos,
los ancianos solos, los desempleados, los emigrantes, los refugiados,
los hijos de las familias separadas,
quienes viven en la pobreza y en la
marginación y las víctimas de la
violencia y la droga. Una oración
especial abrazó luego a las familias,
con un recuerdo particular para los
jóvenes.
Concelebraron con el Papa dieciocho cardenales. Entre ellos, además de Rivera Carrera, el prefecto
de la Congregación para los obispos y presidente de la Comisión
pontificia para América Latina,
Marc Ouellet; el arzobispo de Boston, Sean Patrick O’Malley, y el arzobispo de Aparecida, Raymundo
Damasceno Assis, presidente de la
Conferencia episcopal brasileña.
Concelebraron también dieciséis arzobispos y obispos y más de setecientos sacerdotes. Estuvieron presentes, entre otros, el cardenal Sergio Sebastiani; el arzobispo Georg
Gänswein, prefecto de la Casa pontificia, y el médico personal Patrizio
Polisca. Con Guzmán Carriquiry
Lecour, secretario encargado de la
vicepresidencia de la Comisión
pontificia para América Latina, estaban también las delegaciones oficiales de Argentina y México. Y
junto a los representantes del Cuerpo diplomático acreditado ante la
Santa Sede, estaba monseñor Peter
Bryan Wells, asesor de la Secretaría
de Estado.
Al término de la misa, el Papa
Francisco presentó el tradicional
homenaje de la rosa da plata a la
imagen de la Virgen de Guadalupe,
colocada junto al altar de la Confesión. Quien entregó la rosa al Papa
fue monseñor Eduardo Chávez,
postulador de la causa de canonización de san Juan Diego.
página 5
Correr inmediatamente hacia la solución, sin dejar lugar al trabajo de representar la complejidad de la vida
real, es un error frecuente dentro de
una comunicación cada vez más veloz y poco reflexiva. Abrir y no cerrar: he aquí la segunda tarea del comunicador, que será tanto más fecundo cuanto más se deje conducir
por la acción del Espíritu Santo, el
único capaz de construir unidad y
armonía.
Tercero. Hablar a la persona en su
totalidad: he aquí la tercera tarea del
comunicador. Evitando, como ya
dije, los pecados de los medios de
comunicación: la desinformación, la
calumnia y la difamación. Estos tres
son los pecados de los medios de
comunicación. La desinformación,
en especial, impulsa a decir la mitad
de las cosas, y esto conduce a no
elaborar un juicio preciso sobre la
realidad. Una comunicación auténtica no se preocupa de «atacar»: la alternancia entre alarmismo catastrófico y desinterés consolador, dos extremos que continuamente vemos
que se vuelven a proponer en la comunicación actual, no es un buen
servicio que los medios de comunicación pueden ofrecer a las personas. Es necesario hablar a las personas en su totalidad: a su mente y a
su corazón, para que sepan ver más
allá de lo inmediato, más allá de un
presente que corre el riesgo de ser
desmemoriado y temeroso. De estos
tres pecados —la desinformación, la
calumnia y la difamación—, la calumnia, parece ser el más insidioso,
pero en la comunicación, el más insidioso es la desinformación, porque
te lleva a fallar, al error; te conduce
a creer sólo una parte de la verdad.
Despertar las palabras, abrir y no
cerrar, hablar a toda la persona hace
concreta esa cultura del encuentro,
hoy tan necesaria en un contexto cada vez más amplio. Con los enfrentamientos no vamos a ninguna parte. Construir una cultura del encuentro. Y esto es un hermoso trabajo para vosotros. Ello requiere estar
dispuestos no sólo a dar, sino también a recibir de los demás.
Sé que estáis en una fase de replanteamiento y reorganización de
vuestra profesionalidad al servicio de
la Iglesia. Os agradezco mucho
vuestro trabajo, os doy las gracias
por haber aceptado este trabajo. Os
aliento por ello y os deseo buenos
frutos. Sé también que tenéis una relación estable con el Centro Televisivo Vaticano —para mí esto es muy
importante— que os permite transmitir a Italia el magisterio y la actividad del Papa. Os agradezco lo que
hacéis con competencia y amor al
Evangelio. Y os doy las gracias por
el esfuerzo de honestidad, honestidad profesional y honestidad moral,
que vosotros queréis realizar en
vuestro trabajo. Lo que queréis hacer
es un camino de honestidad.
Os encomiendo a la protección de
la Virgen y de san Gabriel arcángel,
el gran comunicador; fue el comunicador más importante: ¡comunicó la
gran noticia! Y mientras os pido que
sigáis rezando por mí, porque lo necesito, os deseo una santa y feliz Navidad. Y ahora recemos a la Virgen
para que nos bendiga. Avemaría...
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L’OSSERVATORE ROMANO
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
El Papa a los obispos de Suiza en visita «ad limina»
La Iglesia no es otra
ONG
«La Iglesia en Suiza puede ser más claramente ella misma, Cuerpo de Cristo y
pueblo de Dios, y no sólo una hermosa organización, otra ONG». Lo destacó el
Papa Francisco dirigiéndose a los obispos de Suiza, a quienes recibió en audiencia
el lunes 1 de diciembre, por la mañana, con ocasión de su visita «ad limina».
Publicamos la traducción del discurso —parte en francés y parte en alemán—
entregado por el Papa.
Queridos hermanos en el episcopado, reverendos padres abades:
Os saludo con alegría, mientras
realizáis en estos días la visita ad limina Apostolorum, peregrinación que
deseo sea fraterna, enriquecedora y
fecunda para cada uno de vosotros y
para la Iglesia en Suiza. Le agradezco, monseñor Markus Büchel, las
palabras que me ha dirigido en
nombre de todos.
Suiza es reconocida como país de
paz, de coexistencia cultural y confesional. Es la sede de instituciones internacionales importantes para la
paz, el trabajo, la ciencia y el ecumenismo. Aunque muchos habitantes
están alejados de la Iglesia, la mayoría reconoce a católicos y protestantes un papel positivo en el ámbito
social: su compromiso caritativo lleva a los pobres y a los excluidos un
reflejo de la ternura del Padre. Vuestro país tiene una larga tradición
cristiana. El próximo año celebraréis
el gran jubileo de la abadía de San
Mauricio. Es un impresionante testimonio de 1500 años de vida religiosa
ininterrumpida, un hecho excepcional en toda Europa. Queridos hermanos: tenéis la grande y hermosa
responsabilidad de mantener viva la
fe en vuestra tierra. Sin una fe viva
en Cristo resucitado, las grandiosas
iglesias y los monasterios se convertirían poco a poco en museos; todas
las obras laudables y las instituciones perderían su alma, quedando solamente ambientes vacíos y personas
abandonadas. La misión que se os
confía es la de apacentar la grey, caminando, según las circunstancias,
delante, en el medio o detrás. El
pueblo de Dios no puede subsistir
sin sus pastores, obispos y sacerdotes; el Señor ha concedido a la Iglesia el don de la sucesión apostólica,
al servicio de la unidad de la fe y de
su transmisión completa (cf. Lumen
fidei, 49). Es un don precioso, con la
colegialidad que deriva de él, si logramos que sea eficaz, valorándolo
para apoyarnos unos a otros, para
vivir de él y para conducir a aquellos, que el Señor nos envía, hacia el
encuentro con Él, que es «Camino,
Verdad y Vida» (cf. Jn 14, 6). Así,
esas personas, en particular las jóvenes generaciones, podrán encontrar
más fácilmente motivos para creer y
esperar.
Os animo a proseguir vuestros esfuerzos para la formación de los seminaristas. Se trata de un desafío
para el futuro de la Iglesia. Esta tiene necesidad de sacerdotes que, además de una sólida familiaridad con
la Tradición y el Magisterio, se dejen encontrar por Cristo y, conformados a Él, conduzcan a los hombres por sus caminos (cf. Jn 1, 4042). Así, aprenderán a permanecer
cada vez más en su presencia, acogiendo su Palabra, alimentándose de
la Eucaristía, testimoniando el valor
salvífico del sacramento de la recon-
ciliación, y buscando las «cosas de
su Padre» (cf. Lc 2, 49). En la vida
fraterna encontrarán un apoyo eficaz
ante la tentación de encerrarse en sí
mismos o de una vida virtual, así como un antídoto permanente contra
la soledad a veces ardua. También os
invito a velar sobre vuestros sacerdotes y a dedicarles tiempo, sobre todo
si se han alejado y han olvidado el
significado de la paternidad episcopal, o piensan que no tienen necesidad de ella. Un diálogo humilde,
verdadero y fraterno permite a menudo una nueva salida.
Habéis desarrollado la colaboración necesaria entre sacerdotes y laicos. La misión de los laicos en la
Iglesia tiene, de hecho, una notable
importancia, puesto que contribuyen
a la vida de las parroquias y de las
instituciones eclesiales, sea como colaboradores, sea como voluntarios.
Es bueno reconocer y apoyar su
compromiso, aun manteniendo la
distinción clara entre el sacerdocio
común de los fieles y el sacerdocio
del servicio. Sobre este punto, os
aliento a proseguir la formación de
los bautizados respecto a las verdades de la fe y su significado para la
vida litúrgica, parroquial, familiar y
social, y a elegir con cuidado a los
colaboradores. De este modo, permitiréis a los laicos insertarse verdaderamente en la Iglesia, ocupar el
lugar que les corresponde y hacer fecunda la gracia bautismal recibida,
para ir juntos al encuentro de la santidad y trabajar por el bien de todos.
Además, la misión recibida del Señor nos invita a salir al encuentro de
aquellos con quienes nos ponemos
en contacto, aunque por su cultura,
su confesión religiosa o su fe se distingan de nosotros. Si creemos en la
acción libre y generosa del Espíritu,
podemos comprendernos bien unos
a otros y colaborar para servir mejor
a la sociedad y contribuir de modo
decidido a la paz. El ecumenismo
no sólo es una contribución a la unidad de la Iglesia, sino también a la
unidad de la familia humana (cf.
Evangelii gaudium, 245). Favorece
una convivencia fecunda, pacífica y
fraterna. Pero en la oración y en el
anuncio común del Señor Jesús debemos prestar atención a que los fieles de todas las confesiones cristianas vivan su fe de manera inequívoca y libre de confusión, y sin retocar
suprimiendo las diferencias en detrimento de la verdad. Por ejemplo,
cuando escondemos nuestra fe eucarística con el pretexto de ir al encuentro, no tomamos suficientemente en serio ni nuestro patrimonio ni
el de nuestro interlocutor. Del mismo modo, la enseñanza de la religión en las escuelas debe tener en
cuenta la particularidad de cada
confesión.
Os animo a expresaros juntos de
manera clara sobre los problemas de
la sociedad, en un tiempo en el que
diversas personas —incluso dentro de
la Iglesia— se sienten tentadas de
prescindir del realismo de la dimensión social del Evangelio (cf. Evangelii gaudium, 88). El Evangelio posee una fuerza originaria propia para
hacer propuestas. Nos corresponde a
nosotros presentarlo en toda su amplitud, hacerlo accesible sin ofuscar
su belleza ni disminuir su fascinación, para que llegue a las personas
que deben afrontar las dificultades
de la vida diaria, que buscan el sentido de su vida o se han alejado de
la Iglesia. Desilusionadas o abandonadas a sí mismas, se dejan tentar
por modos de pensar que niegan
conscientemente la dimensión trascedente del hombre, de la vida y de
las relaciones humanas, especialmente ante el sufrimiento y la muerte. El
testimonio de los cristianos y de las
comunidades parroquiales puede iluminar de verdad su camino y apoyar
su búsqueda de la felicidad. Y así la
Iglesia en Suiza puede ser más claramente ella misma, Cuerpo de Cristo
y pueblo de Dios, y no sólo una hermosa organización, otra ONG.
Es importante, además, que las relaciones entre la Iglesia y los Cantones se desarrollen tranquilamente.
Su riqueza reside en la colaboración
particular, así como en la indicación
de los valores evangélicos en la vida
de la sociedad y en las opciones cívicas. Sin embargo, la particularidad
de estas relaciones ha requerido una
reflexión, iniciada hace algunos
años, para conservar la diversidad de
las funciones de los organismos y de
las estructuras de la Iglesia católica.
El Vademécum, que se aplica actualmente, es otro paso en el camino de
la claridad y de la comprensión.
Aunque las modalidades de aplicación varían según las diócesis, un
trabajo común os ayudará a colaborar mejor con las instituciones cantonales. Cuando la Iglesia evita depender de las instituciones que, a
través de medios económicos, pueden imponer un estilo de vida poco
coherente con Cristo, que se hizo
pobre, hace más visible el Evangelio
en sus propias estructuras.
Queridos hermanos: la Iglesia
proviene de Pentecostés. En el momento de Pentecostés, los Apóstoles
salieron y se pusieron a hablar en todas las lenguas, pudiendo manifestar
así a todos los hombres, a través de
la fuerza del Espíritu Santo, su fe viva en Cristo resucitado. El Redentor
nos invita siempre de nuevo a predicar el Evangelio a todos. Es necesario anunciar la buena nueva, no plegarse a las fantasías de los hombres.
Muchas veces nos cansamos de responder, sin darnos cuenta de que
nuestros interlocutores no buscan
respuestas. Es necesario anunciar, ir
adelante, plantear interrogantes con
la visión apostólica jamás superada:
«A este Jesús Dios le resucitó, de lo
cual todos nosotros somos testigos»
(Hch 2, 32).
Asegurándoos mi oración por vosotros, por vuestros sacerdotes y por
vuestros diocesanos, os deseo que
cultivéis con celo y paciencia el campo de Dios, conservando la pasión
por la verdad, y os animo a ir adelante todos juntos. Encomendando
el futuro de la evangelización en
vuestro país a la Virgen María y a la
intercesión de san Nicolás de Flüe,
de san Mauricio y de sus compañeros, os imparto de todo corazón la
bendición apostólica, y os pido fraternalmente que no os olvidéis de rezar por mí.
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
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Para el encuentro mundial de Filadelfia 2015
Al Congreso de pastoral juvenil
El evangelio
del matrimonio
Caminar juntos
por las sendas de Europa
«Proseguir con el compromiso de anunciar el evangelio del matrimonio
y experimentar las propuestas pastorales en el contexto social y cultural
en el que vivimos»: es la doble invitación que el Papa dirigió a quienes
participarán en el VIII Encuentro mundial de las familias, que se
celebrará en Filadelfia, en septiembre de 2015, por iniciativa de la
archidiócesis estadounidense y del dicasterio vaticano para la familia.
Publicamos el mensaje pontificio.
Al venerado hermano
monseñor VINCENZO PAGLIA
Presidente del Consejo
pontificio para la familia
Al final del VII Encuentro mundial de las familias, el Papa Benedicto XVI anunció que la ciudad de Filadelfia, en Estados
Unidos de América, acogería el
encuentro sucesivo. En muchas
ocasiones he confirmado esta
elección, mirando con confianza
y esperanza a este acontecimiento de gracia en el que, Dios mediante, participaré. Se llevará a
cabo del 22 al 27 de septiembre
de 2015, y tendrá como tema:
«El amor es nuestra misión. La
familia plenamente viva».
La misión de la familia cristiana, hoy como ayer, es la de
anunciar al mundo, con la fuerza del sacramento del Matrimonio, el amor de Dios. A partir
de este mismo anuncio nace y
se constituye una familia viva,
que pone el hogar del amor en
el centro de todo su dinamismo
humano y espiritual. Si como
decía san Ireneo: «Gloria Dei
vivens homo» (Adv. Haer., IV, 20,
7), también una familia que,
con la gracia del Señor, vive en
plenitud su propia vocación y
misión, lo glorifica.
Celebramos recientemente la
Asamblea extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre «Los
desafíos pastorales de la familia
en el contexto de la evangelización». Como signo del carácter
sinodal, especificamos las temáticas más urgentes que implican
a la familia en nuestra sociedad
pluralista. En realidad, «no podemos calificarla con conceptos
de naturaleza ideológica, que
tienen fuerza sólo en un momento de la historia y después
decaen. No se puede hablar hoy
de familia conservadora o familia progresista: la familia es familia» (Discurso a los participantes en el Coloquio internacional
sobre la complementariedad entre
hombre y mujer, 17 de noviembre
de 2014). Los valores y las virtudes de la familia, sus verdades
esenciales, son el fundamento
en el que se apoya el núcleo familiar, y no admiten discusión.
En cambio, estamos llamados a
volver a revisar nuestro estilo de
vida, que siempre está expuesto
al riesgo de ser «contagiado»
por una mentalidad mundana
—individualista, consumista, hedonista—, y a encontrar siempre
de nuevo el camino real para vivir y proponer la grandeza y la
belleza del matrimonio y la alegría de ser y formar una familia.
Las indicaciones de la Relación final del Sínodo reciente, y
las que guían el camino hacia la
próxima Asamblea ordinaria en
octubre de 2015, invitan a proseguir con el compromiso de
anunciar el Evangelio del matrimonio y de la familia y a experimentar las propuestas pastorales en el contexto social y cultural en el que vivimos. Los desafíos de dicho contexto nos estimulan a ensanchar el espacio de
amor fiel abierto a la vida, a la
comunión, a la misericordia, a
la participación y a la solidaridad. Por lo tanto, exhorto a los
esposos, a los sacerdotes y a las
comunidades parroquiales, así
como a los movimientos y las
asociaciones a dejarse guiar por
la palabra de Dios, en la que se
apoyan los fundamentos del
santo edificio de la familia, iglesia doméstica y familia de Dios
(cf. Concilio ecuménico Vaticano II, constitución dogmática
sobre la Iglesia Lumen gentium,
6 y 11).
Expreso mi aprecio a la archidiócesis de Filadelfia por su generosa disponibilidad y su compromiso organizativo, puesto al
servicio de la Iglesia universal y
de las familias de los diversos
continentes. Pido al Señor que
recompense desde ahora a esa
amada Iglesia particular con
abundantes gracias celestiales.
Mientras invoco la intercesión de la Virgen de Guadalupe
y de Aparecida, de corazón le
imparto a usted, querido hermano, y a los colaboradores de este dicasterio, la bendición apostólica, que de buen grado extiendo a cuantos colaboran en
la preparación del encuentro; y
les pido por favor que recen por
mí.
Fraternalmente.
Vaticano,
9 de diciembre de 2014
A los veinte años del primer congreso que
se celebró en Roma en 1994, el jueves 11
de diciembre, en el Pontificio Colegio
Mater Ecclesiae, se inauguró el IV
Congreso europeo de pastoral juvenil,
organizado por el Consejo pontificio para
los laicos. Publicamos el mensaje que envió
el Papa a los participantes provenientes de
treinta y dos países.
Al venerado hermano
señor cardenal
STANISŁAW RYŁKO
presidente del Consejo pontificio para
los laicos
Le dirijo mi cordial saludo a usted, a
los obispos, a los responsables nacionales y a los jóvenes reunidos durante estos días en Roma para el IV Congreso
europeo de pastoral juvenil, organizado
por el Consejo pontificio para los laicos
en colaboración con el Consejo de
Conferencias episcopales de Europa sobre el tema: Una Iglesia joven, testigo de
la alegría del Evangelio.
Después de tres encuentros de los
años noventa, volvéis a «caminar juntos
por los caminos de Europa». Os invito
a tener presente que, a lo largo del camino, mientras conversamos y discutimos juntos, Jesús en persona se acerca
y camina con nosotros (cf. Lc 24, 15).
Como los discípulos de Emaús, dejemos que Él nos abra los ojos para reconocerlo, ayudándonos a encontrar en Él
mismo el sentido de esta difícil pero
apasionante etapa de la historia que se
nos concede vivir juntos.
Vosotros, que trabajáis en el campo
de la pastoral juvenil, realizáis una tarea
valiosa para la Iglesia. Los jóvenes tienen necesidad de este servicio: de adultos y coetáneos maduros en la fe que
los acompañen en su camino, ayudándoles a encontrar el sendero que conduce a Cristo. Mucho más que en la promoción de una serie de actividades para
los jóvenes, esta pastoral consiste en caminar con ellos, acompañándolos personalmente en los contextos complejos, y
a veces difíciles, en los que están insertados.
La pastoral juvenil está llamada a
captar los interrogantes de los jóvenes
de hoy y, a partir de ellos, a comenzar
un diálogo verdadero y honrado para
llevar a Cristo a su vida. Y en este sentido, un verdadero diálogo lo puede entablar quien vive una relación personal
con el Señor Jesús, que se expresa en la
relación con los hermanos.
Por este motivo os habéis reunido,
para crear una «red» de conocimientos
y amistades a nivel europeo, gracias a
las cuales los responsables de la pastoral juvenil del continente puedan compartir las experiencias vividas «sobre el
terreno» y las cuestiones que derivan de
ellas. Sabemos muy bien que hay mucho por hacer. Os pido que nunca os
canséis de anunciar el Evangelio con la
vida y con la palabra: ¡La Europa de
hoy tiene necesidad de redescubrirlo!
Por lo tanto, deseo animaros a consiSIGUE EN LA PÁGINA 11
Audiencia al presidente
del Consejo de ministros de Italia
El sábado 13 de diciembre, por la
mañana, el Papa Francisco recibió
en visita oficial al señor Matteo
Renzi, presidente del Consejo de
ministros de la República italiana.
Después de la audiencia pontificia, el presidente del Consejo
Renzi se reunió con el cardenal
Pietro Parolin, secretario de Estado, acompañado por el arzobispos Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los
Estados.
Los coloquios tuvieron lugar en
un clima sereno y cordial. La
atención se centró, entre otras cosas, en el actual contexto marcado por
persistentes dificultades de materia económica y social, con consecuencias negativas sobre todo para la ocupación de
los jóvenes. Además, coincidieron sobre
la importancia de la educación para
promover el futuro de las nuevas generaciones. Se consideraron luego algunos
temas de política internacional y se
compartió la grave preocupación especialmente por el progresivo empeoramiento de los conflictos en la zona medioriental.
Con relación al semestre de presidencia italiana de la Unión europea, se recordó la importancia de los temas
afrontados por el Santo Padre con ocasión de su reciente intervención en el
Parlamento europeo de Estrasburgo.
Los mismos resultaron fundamentales
para el desarrollo armónico de los pueblos europeos.
Por último, se renovó el compromiso
de las partes a proseguir en la mutua
cooperación para resolver algunas problemáticas de naturaleza bilateral.
L’OSSERVATORE ROMANO
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viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
El Papa Francisco en la parroquia romana de San José en el Aurelio
Receta para Navidad
Rezar, dar gracias a Dios y pensar en los demás
El tercer domingo de Adviento, 14 de
diciembre, por la tarde, el Papa
Francisco realizó una visita pastoral a
la parroquia romana de San José en
el Aurelio. Publicamos a continuación
la homilía que pronunció
espontáneamente.
La Iglesia, este domingo, anticipa
un poco la alegría de la Navidad, y
por esto se llama «el domingo de la
alegría». En este tiempo, tiempo de
preparación a la Navidad, para la
misa usamos los ornamentos oscuros, pero hoy estos son de color rosa, porque florece la alegría de la
Navidad. Y la alegría de la Navidad
es una alegría especial; es una alegría que no es sólo para el día de
Navidad, es para toda la vida del
cristiano. Es una alegría serena, tranquila, una alegría que acompaña
siempre al cristiano. Incluso en los
momentos difíciles, en los momentos
de dificultad, esta alegría se convierte en paz. El cristiano, cuando es
auténtico cristiano, nunca pierde la
paz, incluso en los sufrimientos. Esa
paz es un don del Señor. La alegría
cristiana es un don del Señor. «Ah,
Padre, nosotros hacemos un buen almuerzo, todos contentos». Esto es
hermoso, un buen almuerzo está
bien; pero esto no es la alegría cristiana de la que hablamos hoy, la alegría cristiana es otra cosa. Nos conduce a hacer fiesta, es verdad, pero
es otra cosa. Y por ello la Iglesia
quiere hacer comprender qué significa esta alegría cristiana.
El apóstol san Pablo dice a los
Tesalonicenses: «Hermanos, estad
siempre alegres». ¿Y cómo puedo
estar alegre? Él dice: «Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión». La alegría cristiana la encontramos en la oración, viene de la
oración y también de la acción de
gracias a Dios: «Gracias, Señor, por
tantas cosas hermosas». Pero hay
personas que no saben agradecer a
Dios: buscan siempre algo para lamentarse. Yo conocía a una religiosa
—lejos de aquí—, esta hermana era
buena, trabajaba... pero su vida era
lamentarse, lamentarse por muchas
cosas que sucedían.... En el conven-
to la llamaban «hermana Lamento»,
se comprende. Pero un cristiano no
puede vivir así, siempre buscando lamentarse: «Aquel tiene algo que yo
no tengo, aquel... ¿Has visto lo que
sucedió?...». ¡Esto no es cristiano! Y
hace mal encontrar cristianos con la
cara amargada, con esa cara inquieta
de la amargura, que no está en paz.
Nunca, nunca un santo o una santa
tuvo la cara fúnebre, ¡nunca! Los
santos tienen siempre el rostro de la
alegría. O al menos, en los sufrimientos, un rostro de paz. El sufrimiento máximo, el martirio de Jesús:
Él tenía un rostro de paz y se preocupaba de los demás: de la madre,
de Juan, del ladrón... se preocupaba
de los demás.
Para tener esta alegría cristiana,
primero, rezar; segundo, dar gracias.
¿Y cómo hago para dar gracias? Recuerda tu vida, y piensa en las muchas cosas buenas que te dio la vida:
Cuatro horas para recordar
«No olvidéis la alegría»: la recomendación del Papa Francisco es un
programa de vida para todos: niños,
padres y abuelos. Fueron sus últimas
palabras, antes de dejar el altar, a los
fieles reunidos en la iglesia. Síntesis
sencilla y eficaz de las enseñanzas
sembradas en el barrio Aurelio de
Roma, que quedará grabado en la
memoria de todos.
Alegría. Esta es la palabra clave
de la jornada especial vivida por la
comunidad de la parroquia romana
de San José en el Aurelio durante
las cuatro horas que el obispo de
SIGUE EN LA PÁGINA 9
muchas. «Sí, Padre, es verdad, pero
yo recibí muchas cosas malas».
—«Sí, es verdad, sucede a todos. Pero piensa en las cosas buenas».
—«Yo tuve una familia cristiana, padres cristianos, gracias a Dios tengo
un trabajo, mi familia no pasa hambre, estamos todos sanos...». No lo
sé, muchas cosas, y dar gracias al
Señor por esto. Y ello nos acostumbra a la alegría. Rezar, dar gracias...
Y luego, la primera lectura nos
sugiere otra dimensión que nos ayudará a tener alegría: se trata de llevar a los demás la buena noticia.
Nosotros somos cristianos. «Cristianos» viene de «Cristo», y «Cristo»
significa «ungido». Y nosotros somos «ungidos»: el Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor
me ha consagrado con la unción.
Nosotros somos ungidos: cristianos
quiere decir «ungidos». ¿Y por qué
somos ungidos? ¿Con qué fin? «Me
envió para dar la buena noticia», ¿a
quién? «A los pobres», «para curar
los corazones desgarrados, proclamar la amnistía a los cautivos y a los
prisioneros la libertad; para proclamar un año de gracia del Señor» (cf.
Is 61, 1-2). Esta es la vocación de
Cristo y también la vocación de los
cristianos. Ir al encuentro de los demás, de quienes pasan necesidad,
tanto necesidades materiales como
espirituales... Hay mucha gente que
sufre angustia por problemas familiares... Llevar paz allí, llevar la unción de Jesús, ese óleo de Jesús que
hace tanto bien y consuela a las almas.
Así, pues, para tener esta alegría
en la preparación de la Navidad,
primero, rezar: «Señor, que yo viva
esta Navidad con la verdadera alegría». No con la alegría del consumismo
que nos conduce a todos al 24 de diciembre
con ansiedad, porque:
«Ah, me falta esto, me
falta aquello...». No,
esta no es la alegría de
Dios. Rezar. Segundo:
dar gracias al Señor
por las cosas buenas
que nos ha regalado.
Tercero, pensar cómo
puedo ir al encuentro
de los demás, de quienes atraviesan dificultades,
problemas
—pensemos en los enfermos, en tantos problemas—, en llevar un poco de unción, de paz, de alegría. Esta es la
alegría del cristiano. ¿De acuerdo?
Faltan sólo quince días, algo menos:
trece días. En estos días, recemos.
Pero no lo olvidéis: recemos pidiendo la alegría de la Navidad. Demos
gracias a Dios por las muchas cosas
que nos ha dado, primero de todo la
fe. Esta es una gracia grande. Tercero, pensemos dónde puedo ir yo a
llevar un poco de alivio, de paz a
quienes sufren. Oración, acción de
gracias y ayuda a los demás. Y así
llegaremos al Nacimiento del Ungido, del Cristo, ungidos de gracia, de
oración, de acción de gracias y ayuda a los demás.
Que la Virgen nos acompañe en
este camino hacia la Navidad. Pero
¡la alegría, la alegría!
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
página 9
En el Ángelus la bendición de los «bambinelli» para los belenes
Cuando la alegría está en casa
«Con Jesús la alegría está en casa».
El Papa Francisco invitó a los fieles
reunidos para el Ángelus del domingo
14 de diciembre a repetir estas
palabras, escritas en algunos carteles
que llevaban los integrantes del Centro
oratorios romanos, en la plaza de San
Pedro para la tradicional bendición de
los «bambinelli» —las estatuillas del
Niño Jesús— que se colocarán en los
belenes. En el encuentro el Pontífice
regaló a todos los presentes un librito
de oraciones de tamaño bolsillo «como
ayuda para vivir el día con Dios».
Queridos hermanos y hermanas,
queridos niños, queridos jóvenes,
¡buenos días!
Desde ya hace dos semanas el
Tiempo de Adviento nos invita a la
vigilancia espiritual para preparar el
camino al Señor que viene. En este
tercer domingo la liturgia nos propone otra actitud interior con la cual
vivir esta espera del Señor, es decir,
la alegría. La alegría de Jesús, como
dice ese cartel: «Con Jesús la alegría
está en casa». Esto es, nos propone
la alegría de Jesús.
El corazón del hombre desea la
alegría. Todos deseamos la alegría,
cada familia, cada pueblo aspira a la
felicidad. ¿Pero cuál es la alegría que
el cristiano está llamado a vivir y
testimoniar? Es la que viene de la
cercanía de Dios, de su presencia en
nuestra vida. Desde que Jesús entró
en la historia, con su nacimiento en
Belén, la humanidad recibió un brote del reino de Dios, como un terreno que recibe la semilla, promesa de
la cosecha futura. ¡Ya no es necesario buscar en otro sitio! Jesús vino a
traer la alegría a todos y para siempre. No se trata de una alegría que
sólo se puede esperar o postergar
para el momento que llegue el paraíso: aquí en la tierra estamos tristes
pero en el paraíso estaremos alegres.
¡No! No es esta, sino una alegría
que ya es real y posible de experimentar ahora, porque Jesús mismo es
nuestra alegría, y con Jesús la alegría
está en casa, como dice ese cartel
vuestro: con Jesús la alegría está en
casa. Todos, digámoslo: «Con Jesús
la alegría está en casa». Otra vez:
«Con Jesús la alegría está en casa».
Y sin Jesús, ¿hay alegría? ¡No! ¡Geniales! Él está vivo, es el Resucitado,
y actúa en nosotros y entre nosotros,
especialmente con la Palabra y los
Sacramentos.
Todos nosotros bautizados, hijos
de la Iglesia, estamos llamados a
acoger siempre de nuevo la presencia de Dios en medio de nosotros y
ayudar a los demás a descubrirla, o
a redescubrirla si la olvidaron. Se
trata de una misión hermosa, semejante a la de Juan el Bautista: orientar a la gente a Cristo —¡no a nosotros mismos!— porque Él es la meta
a quien tiende el corazón del hombre cuando busca la alegría y la felicidad.
También san Pablo, en la liturgia
de hoy, indica las condiciones para
ser «misioneros de la alegría»: rezar
con perseverancia, dar siempre gracias a Dios, cooperando con su Espíritu, buscar el bien y evitar el mal
(cf. 1 Ts 5, 17-22). Si
este será nuestro estilo
de vida, entonces la
Buena Noticia podrá
entrar en muchas casas y ayudar a las personas y a las familias a
redescubrir que en Jesús está la salvación.
En Él es posible encontrar la paz interior
y la fuerza para afrontar cada día las diversas situaciones de la
vida, incluso las más
pesadas y difíciles.
Nunca se escuchó hablar de un santo triste
o de una santa con
rostro fúnebre. Nunca
se oyó decir esto. Sería un contrasentido.
El cristiano es una
persona que tiene el
corazón lleno de paz
porque sabe centrar su
alegría en el Señor incluso cuando atraviesa
momentos difíciles de
la vida. Tener fe no
significa no tener momentos difíciles sino
tener la fuerza de
afrontarlos sabiendo que no estamos
solos. Y esta es la paz que Dios dona a sus hijos.
Con la mirada orientada hacia la
Navidad ya cercana, la Iglesia nos
invita a testimoniar que Jesús no es
un personaje del pasado; Él es la Palabra de Dios que hoy sigue iluminando el camino del hombre; sus
gestos —los sacramentos— son la manifestación de la ternura, del consuelo y del amor del Padre hacia cada
ser humano. Que la Virgen María,
«Causa de nuestra alegría», nos haga cada vez más alegres en el Señor,
que viene a liberarnos de muchas esclavitudes interiores y exteriores.
Al término de la oración, antes de la
bendición de los «bambinelli» y de la
distribución del librito de oraciones, el
Papa pronunció las siguientes palabras.
Queridos hermanos y hermanas, he
olvidado cómo era la frase. Ahora sí,
la vemos: «Con Jesús la alegría está
en casa». Todos juntos: «Con Jesús
la alegría está en casa».
Encuentro con la comunidad parroquial
VIENE DE LA PÁGINA 8
Roma dedicó a la visita pastoral de la parroquia el tercer domingo de Adviento, que la liturgia llama precisamente «gaudete».
Fue ante todo una alegría esperada. Durante horas la
gente del barrio esperó en un ambiente festivo la llegada y el paso del Papa. Una espera que se vio animada
por los niños del Oratorio con su alegría cantada, con
los numerosos niños de la catequesis y sus familias.
Con su llegada a la parroquia, que tuvo lugar algunos
minutos antes de las cuatro, el Papa expresó la alegría
deseada del pastor que no ve la hora de contar una por
una a sus ovejas. Lo acogieron el cardenal vicario, el
obispo del sector, el párroco, los dos vicarios parroquiales y el superior general de los padres josefinos, los
religiosos , que atienden la parroquia desde su fundación en 1961.
Y siguió el momento de la alegría compartida con la
realidad parroquial. El primer encuentro fue con los niños de la catequesis, y se sucedieron otros con representantes de una comunidad de gitanos; un grupo de
familias que atraviesan dificultades y que cuentan con
la asistencia de la Comunidad de San Egidio; los enfermos, que esperaban al Papa en la capilla de la casa
general de los religiosos; estudiantes de la residencia
universitaria; la comunidad de los padres josefinos; y
con cerca de sesenta niños que fueron bautizados durante el año, con sus padres y hermanos.
Al regresar a la sacristía, el Pontífice confesó a cinco
parroquianos, expresando la alegría entregada junto a la
misericordia del Señor que perdona. Luego siguió la
celebración eucarística en la iglesia parroquial.
Terminada la misa, un último saludo a la muchedumbre que después de tantas horas estaba aún allí esperándolo. Los bendijo y les deseó feliz Navidad.
Os saludo a todos vosotros, familias, grupos parroquiales y asociaciones, que habéis venido de Roma, de
Italia y de muchas partes del mundo.
Al saludar a los fieles polacos, me
uno espiritualmente a sus connacionales y a toda Polonia, que hoy encienden la «vela de Navidad» y reafirmo el compromiso de solidaridad,
especialmente en este Año de Cáritas
que se celebra en Polonia.
Y ahora saludo con afecto a los
niños que vinieron para la bendición
de los «Bambinelli», organizada por
el Centro de oratorios romanos. ¡Enhorabuena! Lo habéis hecho muy
bien, habéis estado muy alegres aquí
en la plaza, ¡felicidades! Y ahora lleváis el belén bendecido. Queridos
niños, os agradezco vuestra presencia y os deseo feliz Navidad. Cuando rezaréis en casa, ante el belén, recordad rezar también por mí, como
yo me acuerdo de vosotros. La oración es la respiración del alma: es
importante encontrar momentos durante el día para abrir el corazón a
Dios, incluso con oraciones sencillas
y breves del pueblo cristiano. Por esto, hoy pensé hacer un regalo a todos vosotros que estáis aquí en la
plaza, una sorpresa, un regalo: os
daré un pequeño librito de bolsillo,
que recoge algunas oraciones, para
los diversos momentos del día y para las distintas situaciones de la vida.
Es este. Algunos voluntarios lo distribuirán. Tomad uno cada uno y
llevadlo siempre con vosotros, como
ayuda para vivir toda la jornada con
Dios. Y para que no olvidemos ese
mensaje tan bonito que habéis hecho con el cartel: «Con Jesús la alegría está en casa». Otra vez: «Con
Jesús la alegría está en casa». ¡Geniales!
A todos vosotros un cordial deseo
de feliz domingo y de buen almuerzo. No olvidéis, por favor, rezar por
mí. ¡Hasta la vista! ¡Y mucha alegría!
L’OSSERVATORE ROMANO
página 10
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
Mensaje del Papa Francisco a la Conferencia sobre el impacto humanitario de las armas atómicas
Para buscar una coexistencia pacífica
«La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción
recíproca segura no pueden ser la base de una ética
de la fraternidad y de la coexistencia pacífica entre
los pueblos y los Estados». Lo escribió el Papa en el
mensaje enviado a Sebastian Kurz, ministro para
Europa, la integración y Asuntos exteriores de
A su excelencia señor
SEBASTIAN KURZ,
ministro federal para Europa,
la integración y Asuntos exteriores
de la República de Austria,
presidente de la III Conferencia
sobre el impacto humanitario
de las armas nucleares
Me alegra saludarlo a usted, señor
presidente, y a todos los representantes de las varias naciones y de las
organizaciones internacionales, así
como de la sociedad civil, que participan en la Conferencia de Viena sobre el impacto humanitario de las
armas nucleares.
Las armas nucleares son un problema global, que afecta a todas las
naciones, y tendrán un impacto en
las generaciones futuras, así como en
el planeta, que es nuestra casa. Se
necesita una ética global, si queremos reducir la amenaza nuclear y
trabajar por el desarme nuclear. Hoy
más que nunca, la interdependencia
tecnológica, social y política exige
urgentemente una ética de solidaridad (cf. Juan Pablo II, Sollicitudo rei
socialis, 38), que aliente a los pueblos
a trabajar juntos por un mundo más
Austria, país que acogió la III Conferencia
internacional sobre el impacto humanitario de las
armas nucleares (8-9 de diciembre). En el encuentro
de Viena participaron ciento cincuenta y siete países
y, por primera vez, potencias nucleares como Estados
Unidos y Gran Bretaña, que no habían participado
seguro y un futuro que se base cada
vez más en los valores morales y en
la responsabilidad en una dimensión
global.
Las consecuencias humanitarias de
las armas nucleares son previsibles y
planetarias. Mientras que a menudo
nos concentramos en el potencial de
las armas nucleares de destrucción
masiva, se debe poner mayor atención en los «sufrimientos no necesarios» causados por su uso. Los códigos militares y el derecho internacional, entre otras cosas, condenaron
hace tiempo a las personas que provocaron sufrimientos no necesarios.
Si se condenan semejantes sufrimientos durante una guerra convencional, entonces mucho más deberían condenarse en el caso de un
conflicto nuclear. Entre nosotros hay
víctimas de dichas armas; nos ponen
en guardia para que no cometamos
los mismos errores irreparables que
devastaron a poblaciones y la creación. Dirijo mi afectuoso saludo a
los Hibakusha, así como a las demás
víctimas de los experimentos con armas nucleares, presentes en este encuentro. Les animo a todos ellos a
ser voz profética, exhortando a la familia humana a apreciar más profundamente la belleza, el amor, la cooperación y la fraternidad, recordando al mismo tiempo al mundo el
riesgo de las armas nucleares, que
tienen el potencial para destruirnos
a nosotros y la civilización.
La disuasión nuclear y la amenaza
de destrucción recíproca segura no
pueden ser la base de una ética de
fraternidad y de coexistencia pacífica
entre los pueblos y los Estados. Los
jóvenes de hoy y de mañana tienen
derecho a mucho más. Tienen dere-
Las cartas credenciales
del embajador de Canadá
El lunes 15 de diciembre, por la mañana, el Papa Francisco reicibió en audiencia
al señor Dennis Anthony Savoie, nuevo embajador de Canadá ante la Santa Sede
con ocasión de la presentación de las cartas credenciales
en las Conferencias anteriores celebradas en Oslo y en
Nayarit, México. El mensaje fue leído por el
arzobispo Silvano M. Tomasi, observador permanente
de la Santa Sede ante la Oficina de la ONU e
instituciones especializadas en Ginebra. Esta es la
traducción española.
cho a un orden mundial pacífico,
basado en la unidad de la familia
humana, fundado en el respeto, la
cooperación, la solidaridad y la compasión. Este es el momento de contrastar la lógica del miedo con la ética de la responsabilidad, para promover un clima de confianza y de
diálogo sincero.
Gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar
prioridad a semejante
gasto es un error y un
despilfarro de recursos,
que se invertirían mucho
mejor en las áreas de desarrollo humano integral
de la educación, la salud
y la lucha contra la pobreza extrema. Cuando
se dilapidan dichos recursos, los pobres y los
débiles, que viven al
margen de la sociedad,
pagan las consecuencias.
El deseo de paz, de
seguridad y estabilidad
es uno de los deseos
más profundos del corazón humano, puesto que
está arraigado en el
Creador, que hace a todos los pueblos miembros de la familia humana. Esta aspiración jamás puede ser colmada
solamente por los medios militares, y mucho
menos por la posesión
de armas nucleares y
otras armas de destrucción masiva. La paz «no
se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de
una hegemonía despótica» (Gaudium et spes, 78). La paz ha
de construirse con la justicia, el desarrollo socioeconómico, la libertad,
el respeto de los derechos humanos
fundamentales, la participación de
todos en los asuntos públicos y la
confianza entre los pueblos. El Papa
Pablo VI sintetizó todo esto en su
encíclica Populorum progressio: «El
desarrollo es el nuevo nombre de la
paz» (n. 76). Es nuestra responsabilidad adoptar medidas concretas que
promuevan la paz y la seguridad,
pero permaneciendo siempre atentos
al límite constituido por enfoques a
corto plazo de problemas de seguridad nacional e internacional. Debemos comprometernos profundamente a reforzar la confianza recíproca,
dado que sólo mediante dicha confianza se puede establecer una paz
verdadera y duradera entre las naciones (cf. Juan XXIII, Pacem in terris,
113).
En el contexto de la presente
Conferencia deseo fomentar un diálogo sincero y abierto entre las partes que están dentro de cada Estado
que posee armas nucleares, entre los
varios Estados que tienen armas nu-
cleares, y entre estos y los Estados
desprovistos de armas nucleares. Ese
diálogo debe ser inclusivo, implicando a las organizaciones internacionales, a las comunidades religiosas y a
la sociedad civil; debe orientarse al
bien común y no a la protección de
intereses particulares. «Un mundo
sin armas nucleares» es un objetivo
compartido por las naciones, del que
son portavoces los líderes mundiales,
así como la aspiración de millones
de hombres y mujeres. El futuro y la
supervivencia de la familia humana
estriban en ir más allá de ese objetivo y garantizar que se realice.
Estoy convencido de que el deseo
de paz y fraternidad, profundamente
anidado en el corazón humano, dará
frutos de modo concreto para garantizar que las armas nucleares se prohíban de una vez para siempre, en
beneficio de nuestra casa común. La
seguridad de nuestro futuro depende
de que se garantice la seguridad pacífica de los demás, puesto que si la
paz, la seguridad y la estabilidad no
se fundan en el plano global, no se
gozarán en absoluto. Somos responsables individual y colectivamente
del bienestar, sea presente, sea futuro, de nuestros hermanos y hermanas. Es mi ferviente esperanza que
dicha responsabilidad plasme nuestros esfuerzos en favor del desarme
nuclear, puesto que un mundo sin
armas nucleares es en verdad posible.
Vaticano, 7 de diciembre de 2014
FRANCISCO PP.
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
página 11
Al Congreso misionero italiano el Pontífice le recuerda los sufrimientos de Oriente Medio
Jesús, hombre de periferia
El Papa Francisco exhortó a no
dejarse robar «el sueño de cambiar el
mundo con el Evangelio», comenzando
por las periferias humanas y
existenciales, porque «Jesús mismo fue
un hombre de periferia», a los
participantes en el IV Congreso
misionero nacional organizado por la
Conferencia episcopal italiana, a
quienes recibió en audiencia el sábado
22 de noviembre por la mañana
en el aula Pablo VI.
Queridos hermanos
¡buenos días!
y
hermanas,
Hoy os habéis levantado temprano: ¿a qué hora? ¡A las 4! ¡Un poco
exagerado! Felicitaciones al coro:
¡muy bueno! Gracias.
Os acojo de buen grado, con ocasión del Congreso misionero nacional de la Iglesia en Italia, y agradezco a monseñor Ambrogio Spreafico
las palabras que me ha dirigido. Le
he dicho: «Estad atentos, que nos os
coma la ballena». Me ha dicho: «Para Cristo, la ballena es el dinero; es
el dios dinero». Es verdad, el Señor
dice: «No se puede servir a dos señores». Es verdad. ¡Es sabio el obispo!
El programa de vuestro congreso
se inspira en lo que el Señor le dijo
al profeta Jonás: «Vete a Nínive, la
gran ciudad». Pero, al principio, Jonás huye. Se dirige, al contrario, a
occidente. Tiene miedo de ir a esa
gran ciudad, preocupado más por
juzgar que por la misión que se le
confía. Sin embargo, después va, y
todo cambia en Nínive: Dios muestra su misericordia, y la ciudad se
convierte. La misericordia cambia la
historia de las personas e, incluso,
de los pueblos. Como dice el apóstol Santiago: «La misericordia triunfa sobre el juicio» (St 2, 13). La invitación que se le hizo a Jonás, hoy se
os dirige a vosotros. Y esto es importante. Cada generación está llamada a ser misionera. Llevar lo que
tenemos dentro, lo que el Señor nos
ha dado. ¡Esto desde el comienzo!
Recordemos cuando Andrés y Juan
encontraron al Señor, y después hablaron con Él aquella tarde y aquella
noche. Estaban entusiasmados. Lo
primero que hicieron Andrés y Juan
fue ser misioneros. Fueron a ver a
hermanos y amigos: «¡Hemos encontrado al Señor, hemos encontrado al Mesías!». Esto sucede inmediatamente, después del encuentro
con el Señor: esto viene enseguida.
En la exhortación apostólica
Evangelii gaudium hablé de «Iglesia
en salida». Una Iglesia misionera no
puede dejar de «salir», no tiene miedo de encontrar, de descubrir las novedades, de hablar de la alegría del
Evangelio. A todos, sin distinción.
No para ganar prosélitos, sino para
decir lo que tenemos y queremos
compartir con todos, sin forzar, sin
distinción. Las diversas realidades
que representáis en la Iglesia italiana
indican que el espíritu de la missio
ad gentes debe llegar a ser el espíritu
de la misión de la Iglesia en el mundo: salir, escuchar el clamor de los
pobres y de los lejanos, encontrarse
con todos y anunciar la alegría del
Evangelio. Las Iglesias particulares
en Italia han hecho mucho. Cada
mañana, en la misa de Santa Marta,
me encuentro con una, dos o tres
personas que vienen de lejos: «Hace
muchos años que trabajo en la Amazonia, que trabajo en África, que trabajo…». Muchos sacerdotes, muchas
religiosas, muchos laicos fidei donum.
¡Vosotros lleváis esto en la sangre!
Es una gracia de Dios. Debéis conservarlo, hacerlo crecer y darlo en
herencia a las nuevas generaciones
de cristianos. Una vez vino un sacerdote anciano, se veía —¡pobre!— que
era muy anciano y estaba algo enfermo: «¿Cómo está usted?». «Ya antes
de ordenarme, desde hace sesenta
años estoy en la Amazonia». Esto es
grande: dejar todo. Repito una cosa
que me dijo un cardenal brasileño:
«Cuando voy a la Amazonia —porque tiene la tarea de visitar las diócesis de la Amazonia—, voy al cementerio y veo las tumbas de los misioneros. Hay muchos. Y pienso:
“¡Estos podrían ser canonizados
ahora!”». Es la Iglesia; son las Iglesias de Italia. ¡Gracias! ¡Muchas gracias!
Os agradezco lo que hacéis de diferentes modos: como parte de las
oficinas de la Conferencia episcopal
italiana, como directores de las oficinas diocesanas, consagrados y laicos
juntos. Os pido que os comprometáis con pasión a mantener vivo este
espíritu. Veo con alegría a tantos laicos al lado de obispos y sacerdotes.
La misión es tarea de todos los cristianos, no sólo de algunos. ¡También
es tarea de los niños! En las obras
misionales pontificias, los pequeños
gestos de los niños educan en la misión. Nuestra vocación cristiana nos
pide ser portadores de este espíritu
misionero, para realizar una verdadera «conversión misionera» de toda
la Iglesia, como lo expresé en la
Evangelii gaudium.
La Iglesia italiana —lo repito— ha
dado numerosos sacerdotes y laicos
fidei donum, que eligen entregar su
vida para edificar la Iglesia en las
periferias del mundo, entre los pobres y los lejanos. Este es un don
para la Iglesia universal y para los
pueblos. Os exhorto a no dejaros robar la esperanza y el sueño de cambiar el mundo con el Evangelio, con
la levadura del Evangelio, comenzando por las periferias humanas y
existenciales. Salir significa superar
la tentación de hablar entre nosotros, olvidando a las numerosas personas que esperan de nosotros una
palabra de misericordia, de consuelo, de esperanza. El Evangelio de Jesús se realiza en la historia. Jesús
mismo fue un hombre de periferia,
de la Galilea lejana de los centros
del poder del Imperio romano y de
Jerusalén. Se encontró con pobres,
enfermos, endemoniados, pecadores,
prostitutas, reuniendo en torno a sí a
un pequeño número de discípulos y
a algunas mujeres que lo escuchaban
y lo servían. Sin embargo, su palabra fue el comienzo de un cambio
en la historia, el comienzo de una
revolución espiritual y humana, la
buena nueva de un Señor muerto y
Al Congreso europeo de pastoral juvenil
VIENE DE LA PÁGINA 7
derar la realidad actual de los jóvenes europeos con la mirada de
Cristo. Él nos enseña a ver no sólo los desafíos y los problemas, sino también a reconocer las tantas
semillas de amor y de esperanza
esparcidas en el terreno de este
continente, que ha dado a la Iglesia un gran número de santos y
santas, y ¡muchos de estos son jóvenes! No olvidemos que hemos
recibido la tarea de sembrar, pero
que es Dios quien hace crecer las
semillas que sembramos (cf. 1 Co
3, 7).
Mientras sembráis la Palabra
del Señor en este vasto campo
que es la juventud europea, tenéis
la ocasión de testimoniar las razones de la esperanza que hay en
vosotros, con dulzura y respeto
(cf. 1 P 3, 15). Podéis ayudar a los
jóvenes a darse cuenta de que la
fe no se contrapone a la razón, y
así acompañarlos para que lleguen a ser protagonistas felices de
la evangelización de sus coetáneos.
Por último, queridos amigos,
en este año en que la atención se
centra en la familia y, al mismo
tiempo, en la vida consagrada, la
pastoral juvenil está llamada a
proponer a los jóvenes un camino
de discernimiento vocacional, para prepararlos a seguir a Jesús en
el camino de la vida matrimonial
y familiar o en el de una consagración especial al servicio del
reino de Dios.
Ruego al Señor, por intercesión
de la Virgen santísima, que el trabajo de estos días sea rico de frutos para vuestro compromiso en
la pastoral juvenil y, aun antes,
para vuestro camino de santidad,
porque es la santidad la que hace
crecer a la Iglesia y abre los corazones a la acogida del Evangelio.
Os pido, por favor, que recéis por
mí y con afecto os bendigo.
Vaticano, 11 de diciembre de 2014
resucitado por nosotros. Y nosotros
queremos compartir este tesoro.
Queridos hermanos y hermanas:
os aliento a intensificar el espíritu
misionero y el entusiasmo de la misión, y a mantener elevado el espíritu de la Evangelii gaudium en vuestro compromiso en las diócesis, en
los institutos misioneros, en las Comunidades, en los Movimientos y en
las Asociaciones, sin abatiros ante
las dificultades, que no faltan nunca,
y —lo recalco— comenzando por los
niños. En la catequesis, los niños deben recibir una catequesis misionera.
A veces, también en la Iglesia nos
abandonamos al pesimismo, que
amenaza con privar del anuncio del
Evangelio a tantos hombres y mujeres. ¡Vayamos adelante con esperanza! Los numerosos misioneros mártires de la fe y de la caridad nos indican que la victoria está sólo en el
amor y en una vida entregada por el
Señor y por el prójimo, comenzando
por los pobres. Los pobres son los
compañeros de viaje de una Iglesia
en salida, porque son los primeros a
quienes encuentra. Los pobres también son vuestros evangelizadores,
porque os indican las periferias donde el Evangelio aún debe anunciarse
y vivirse. Salir es no permanecer indiferente ante la miseria, la guerra,
la violencia de nuestras ciudades, el
abandono de los ancianos, el anonimato de mucha gente necesitada y la
distancia de los pequeños. Salir es
no tolerar que en nuestras ciudades
cristianas haya tantos niños que no
saben hacer la señal de la cruz. Esto
es salir. Salir es ser agente de paz, la
«paz» que el Señor nos da cada día
y que el mundo tanto necesita. Los
misioneros no renuncian jamás al
sueño de la paz, aun cuando viven
en medio de dificultades y persecuciones, que hoy vuelven a hacerse
sentir con fuerza. Días pasados me
reuní con los obispos de Oriente
Medio y con dos párrocos de las
ciudades más afectadas por la guerra
en Oriente Medio: estaban contentos con su servicio a esa gente. Sufrían por lo que estaba sucediendo,
pero tenían la alegría del Evangelio.
Que el Señor aumente en vosotros
la pasión por la misión y os convierta en testigos de su amor y de su
misericordia en todas partes. Y que
la Virgen santa, Estrella de la nueva
evangelización, os proteja y os fortalezca en la tarea que se os ha confiado. También yo debo ser misionero
y os pido, por favor, que recéis por
mí, y de corazón os bendigo.
L’OSSERVATORE ROMANO
página 12
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
COMUNICACIONES
Colegio episcopal
Audiencias pontificias
Monseñor Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza (España)
Monseñor Adelio Pasqualotto, vicario apostólico de Napo (Ecuador)
RENUNCIAS:
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la archidiócesis
metropolitana de Cashel y Emly (Irlanda) que monseñor DERMOT CLIFFORD, le había presentado en conformidad con el canon 401 § 1 del
Código de derecho canónico.
Dermot Cliffor nació en Ballymacelligott, diócesis de Kerry, el 25 de
enero de 1939. Recibió la ordenación
sacerdotal el 22 de febrero de 1964.
Juan Pablo II le nombró obispo
coadjutor de Cashel y Emly el 17 de
diciembre de 1985; recibió la ordenación episcopal el 9 de marzo de
1986. Pasó a ser obispo de dicha circunscripción eclesiástica el 12 de
septiembre de 1988.
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la archidiócesis
de Cabo Haitiano (Haití) que monseñor LOUIS KÉBREAU, S.D.B., le había presentado en conformidad con
el canon 401 § 1 del Código de derecho canónico.
Le sucede en el gobierno pastoral de
la archidiócesis el coadjutor, monseñor MAX LEROY MÉSID OR.
Nombramiento
pontificio
El Santo Padre ha nombrado secretario de la Pontificia Comisión
bíblica al padre PIETRO BOVATI,
S.J.
Louis Kébreau, S.D.B., nació en
Jérémie el 8 de noviembre de 1938.
Recibió la ordenación sacerdotal el
11 de mayo de 1974. Juan Pablo II le
nombró obispo titular de Selendeta
y auxiliar de Puerto Príncipe el 25
de noviembre de 1986; recibió la ordenación episcopal el 25 de enero de
1987. El mismo Papa le nombró
obispo de la diócesis de Hinche el
30 de junio de 1998. Benedicto XVI
le promovió a arzobispo de Cabo
Haitiano el 1 de marzo de 2008.
Max Leroy Mésidor nació en
Saint-Marc, diócesis de Les Gonaïves, el 6 de enero de 1962. Recibió
la ordenación sacerdotal el 10 de
enero de 1988. Benedicto XVI le
nombró obispo de Fort-Liberté el 9
de junio de 2012; recibió la ordenación episcopal el 28 de julio del mismo año. El Papa Francisco le nombró arzobispo coadjutor de Cabo
Haitiano el 1 de noviembre de 2013.
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la diócesis de
Gary (Estados Unidos) que monseñor DALE JOSEPH MELCZEK, le había presentado en conformidad con
el canon 401 § 1 del Código de derecho canónico.
Dale Joseph Melczek nació en
Detroit el 9 de noviembre de 1938.
Recibió la ordenación sacerdotal el
6 de junio de 1964. Juan Pablo II le
nombró obispo titular de Traù y auxiliar de la diócesis de Detroit el 3
de diciembre de 1982; recibió la ordenación episcopal el 27 de enero de
1983. El mismo Papa le nombró
obispo coadjutor de Gary el 28 de
octubre de 1995. Pasó a ser obispo
de dicha sede el 1 de junio de 1996.
EL PAPA
Luto en el episcopado
—Monseñor JOSEPH THOMAS DIMINO, arzobispo Ordinario militar emérito para Estados Unidos,
falleció el 25 de noviembre. Había nacido en Nueva York (Estados Unidos) el 7 de enero de
1923. Era sacerdote desde el 4 de
junio de 1949. Juan Pablo II le
nombró obispo titular de Carini
y auxiliar del vicariato castrense
de Estados Unidos el 25 de marzo de 1983; recibió la ordenación
episcopal el 10 de mayo sucesivo.
Fue elevado a la dignidad arzobispal y nombrado Ordinario militar para Estados Unidos el 14 de
mayo de 1991. El Santo Padre
aceptó su renuncia a la función
de Ordinario militar el 12 de
agosto de 1997.
HA NOMBRAD O:
—Arzobispo de Cashel y Emly (Irlanda) a monseñor KIERAN O’REILLY, S.M.A., hasta ahora obispo de Killaloe.
Kieran O’Reilly, S.M.A., nació en
Cork, diócesis de Cork y Ross, el 8
de agosto de 1952. Recibió la ordenación sacerdotal el 17 de junio de
1978. Benedicto XVI le nombró obispo de Killaloe el 18 de mayo de
2010; recibió la ordenación episcopal
el 29 de agosto del mismo año.
—Arzobispo de Zaragoza (España) a
monseñor VICENTE JIMÉNEZ ZAMORA, hasta ahora obispo de Santander.
Vicente Jiménez Zamora nació en
Ágreda, diócesis de Osma-Soria, el
28 de enero de 1944. Recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio
de 1968. Juan Pablo II le nombró
obispo de Osma-Soria el 21 de mayo
de 2004; recibió la ordenación episcopal el 17 de julio sucesivo. Benedicto XVI le trasladó a la diócesis de
Santader el 27 de julio de 2007.
—Obispo de Gary (Estados Unidos)
a
monseñor
D ONALD
JOSEPH
HYING, hasta ahora obispo titular
de Regie y auxiliar de Milwaukee.
Donald Joseph Hying nació en
West Allis, Wisconsin, el 18 de agosto de 1963. Recibió la ordenación sacerdotal el 20 de mayo de 1989. Benedicto XVI le nombró obispo titular
de Regie y auxiliar de la archidiócesis de Milwaukee el 26 de mayo de
2011; recibió la ordenación episcopal
el 20 de julio del mismo año.
—Obispo de Broken Bay (Australia)
a monseñor PETER ANDREW COMENSOLI, hasta ahora obispo titular
de Tigisi de Numidia y auxiliar de
Sydney.
Peter Andrew Comensoli nació en
Bulli, Nueva Gales del Sur, el 25 de
marzo de 1964. Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de mayo de
1992. Benedicto XVI le nombró obispo titular de Tigisi de Numidia y
auxiliar de la archidiócesis de Sydney el 20 de abril de 2011; recibió la
ordenación episcopal el 8 de junio
del mismo año.
—Obispo de Gikongoro (Ruanda) al
presbítero CÉLESTIN HAKIZIMANA.
Célestin Hakizimana nació en Kigali el 14 de agosto de 1963. Recibió
la ordenación sacerdotal el 21 de julio de 1991. Obtuvo el doctorado en
teología dogmática en la Pontificia
Facultad Santo Tomás de Aquino de
Nápoles. En su ministerio ha desempeñado, entre otros, los siguientes cargos: vicario parroquial; responsable diocesano para la educación católica y secretario general de
la Conferencia episcopal de Ruanda.
—Obispo titular de Abtugni y vicario apostólico de Napo (Ecuador) al
padre ADELIO PASQUALOTTO, C.S.I.
Adelio Pasqualotto, C.S.I., nació
en Novoledo di Villaverla, diócesis
de Vicenza (Italia), el 26 de abril de
1950. Ingresó en la Congregación de
San José (padres josefinos de Murialdo), donde recibió la ordenación
sacerdotal el 11 de marzo de 1978.
En su ministerio ha desempeñado,
entre otros, los siguientes cargos: vicerrector de una comunidad y animador vocacional de su congregación; párroco en diversas parroquias
de Italia y México; vicario provincial y, en el último período, pro vicario de un vicariato apostólico.
EL SANTO PADRE
HA RECIBID O EN AUDIENCIA:
Viernes 12 de diciembre
—A Su Beatitud Ignace Youssif
Younan, patriarca de Antioquía
de los sirios, con los obispos y fieles de la comunidad siro-antioquena.
III
—Al cardenal Gerhard Ludwig
Müller, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe.
—A monseñor José Rodríguez
Carballo, O.F.M., arzobispo titular
de Belcastro, secretario de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de
vida apostólica.
—A monseñor André Dupuy, arzobispo titular de Selsea, nuncio
apostólico en los Países Bajos, representante permanente de la Santa Sede ante la Organización para
la prohibición de las armas químicas.
—Al profesor Carl Albert Anderson, caballero supremo de los Caballeros de Colón.
Sábado, día 13
—Al presidente del Consejo de
ministros de Italia, Matteo Renzi,
con su esposa y el séquito.
—Al cardenal Marc Oullet,
prefecto de la Congregación
para los obispos.
P.S.S.,
—Al cardenal Sean Patrick
O’Malley, O.F.M.CAP., arzobispo de
Boston (Estados Unidos).
—A monseñor George Kocherry,
arzobispo titular de Othona, nuncio apostólico en Bangladesh.
—Al señor George Weigel.
Lunes, día 15
—Al señor Dragan Čović, miembro croata de la presidencia de
Bosnia y Herzegovina, con el séquito.
—Al embajador de Canadá ante
la Santa Sede, Denis Anthony Savoie, con ocasión de la presentación de las cartas credenciales.
—Al cardenal Leonardo Sandri,
prefecto de la Congregación para
las Iglesias orientales.
—A monseñor Aldo Cavalli, arzobispo titular de Vibo Valentia,
nuncio apostólico en Malta y en
Libia.
—A monseñor Edgar Peña Parra, arzobispo titular de Telepte,
nuncio apostólico en Pakistán.
—Al sacerdote Pier Giorgio Perini, fundador de las células parroquiales de evangelización.
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
página 13
Misa del Pontífice en Santa Marta
La canción de
cuna de Dios
Dios es para nosotros como la mamá
que nos canta con ternura la canción
de cuna y no tiene miedo de hacer
incluso el «ridículo» por cuanto nos
ama. Por ello el Papa Francisco puso en guardia de la «tentación de
cosificar la gracia», con una certeza:
«Si nosotros tuviésemos la valentía
de abrir nuestro corazón a esta ternura de Dios, ¡cuánta libertad espiritual tendríamos!». Y para vivir esta
experiencia, durante la misa del jueves 11 de diciembre, el Papa sugirió
leer el pasaje del profeta Isaías propuesto por la liturgia del día.
«El profeta Isaías —destacó inmediatamente el Pontífice— habla de la
salvación, de cómo Dio salva a su
pueblo, y vuelve a esa imagen, a esa
realidad que es precisamente la cercanía de Dios a su pueblo».
«Es precisamente la cercanía de
Dios a su pueblo lo que hace la salvación». Una «cercanía que avanza,
avanza, hasta tomar nuestra humanidad». Y «en este pasaje —explicó el
Papa Francisco— hay una cosa que
tal vez nos haga reír un poco, pero
es hermoso». En efecto, es «tan
grande la cercanía, que Dios se presenta aquí como una mamá, como
una mamá que dialoga con su niño:
una mamá cuando canta la canción
de cuna al niño y toma la voz del
niño y se hace pequeña como el niño y habla con el tono del niño hasta el punto de hacer el ridículo si
uno no comprende la grandeza que
hay en ello».
«Cuántas veces —continuó el Pontífice— una mamá dice estas cosas al
niño mientras lo acaricia». Y también «Dios hace lo mismo: es la ternura de Dios» que «están tan cerca
de nosotros, que se expresa con esta
ternura, la ternura de una mamá».
Esto «es la gracia de Dios», afirmó el Papa Francisco. En efecto,
«cuando hablamos de gracia, hablamos de esta cercanía». Así, «cuando
uno dice: estoy en estado de gracia,
estoy cerca del Señor o dejo que el
Señor se me acerque: ¡eso es la gracia!». En cambio, «nosotros, muchas
veces, para estar seguros, queremos
controlar la gracia, como si el niño
dijese a la mamá: “Está bien, ahora
te callas, déjame vivir, está bien, yo
sé que tú me amas”». Y, por su parte, «la mamá sigue diciendo estas
cosas, que causan risa, pero es el
amor, el amor que se expresa así».
Pues bien, «¿detiene el niño a la
mamá? ¡No! Se deja amar, porque es
un niño. Así como lo dice Jesús: el
reino de los cielos es como el niño
que se deja amar por Dios». Y «esto
es la gracia».
El Papa Francisco, de este modo,
puso en guardia sobre la «tentación
de cosificar la gracia» que «tenemos
muchas veces en nuestra historia y
también en nuestra vida». Se trata
de transformar «esta gracia que es
una cercanía, una cercanía de las entrañas de Dios», en «una mercadería
o en una cosa posible de controlar».
Porque «nosotros queremos controlar la gracia». Y «así, cuando se habla de gracia, tenemos la tentación
de decir: “Yo estoy en gracia”. Pero,
¿qué quiere decir?, ¿qué estás cerca
del Señor? “No, tengo también el alma limpia, estoy en gracia”». Así,
pues, «esta verdad tan bonita de la que es la gracia, aún no has recibido
cercanía de Dios se desliza en una la gracia, que es esta cercanía».
contabilidad espiritual: “No, hago
El Papa Francisco quiso compartir
esto porque esto me dará 300 días una experiencia suya, recordando
de gracia... Hago esto otro porque cuando, hace muchos años, se le
me dará esto, y así acumulo gra- acercó una señora diciéndole: «Pacia...”». Razonando así la gracia se dre, tengo que hacerle una pregunta
reduce a «una mercadería».
porque no sé si debo confesarme o
«En la historia —explicó el Papa— no». «El sábado pasado —continuó
esta cercanía de Dios a su pueblo repitiendo las palabras de la señora—
fue traicionada por esta actitud fuimos a la boda de unos amigos y
egoísta nuestra de querer controlar se celebró la misa, y con mi marido
la gracia, de cosificarla». Como decíamos: ¿está bien esta misa de sá«ejemplo» el Pontífice indicó «los bado por la tarde? ¿Sirve? ¿Es válipartidos en la época de Jesús». Co- da para el domingo?». Al plantear la
menzando por los «fariseos: para cuestión, recordó el Papa Francisco,
ellos la gracia estaba precisamente «esa mujer sufría». Entonces «dije a
en hacer la ley, seguir la ley y cuan- esa señora: “El Señor la quiere mudo había una duda se hacía otra pa- cho: ella se marcho de allí, recibió la
ra que fuese más clara esa ley». Es- comunión, estuvo con Jesús... Sí, estaban también los «saduceos»: según ellos
la gracia de Dios consistía en hacer «convivir políticamente el
pueblo con los ocupantes y hacer pactos
políticos». Otros eran
«los
esenios»
que
«eran buenos, buenísimos, pero tenían tanto
miedo que no arriesgaban y se marcharon
al monasterio a rezar».
De este modo, «esa
gracia que lleva hacia
adelante, esa cercanía
de Dios se convirtió
en una clausura monacal en el monasterio,
pero no la gracia de
Dios». Por otro lado,
en cambio, «los zelo«Jesús y los fariseos» (cristalera medieval)
tes pensaban que la
gracia de Dios fuese
precisamente la guerra de liberación, té serena, el Señor no es un comerlas guerrillas de liberación de ciante, el Señor ama, es cercano”».
Y concluyó con un consejo práctiIsrael». Y esta era «también otra
forma de cosificar la gracia». Pero, co: «Hoy, si tenéis un poco de tiempo,
en vuestra casa, buscad la Biblia:
reafirmó el Papa, «la gracia de Dios
Isaías, capítulo 41, del versículo 13 al
es otra cosa: es cercanía, es ternura».
20, siete versículos. Y leedlos». Para
Y sugirió una «regla» que «sirve entrar de este modo más a fondo en
siempre: si en tu relación con el Se- la experiencia de «esta ternura de
ñor no sientes que Él te ama con Dios», de «este Dios que nos canta
ternura» significa que «aún te falta a cada uno de nosotros la canción
algo, aún no has comprendido lo de cuna, como una mamá».
Encuentro con discapacitados argentinos
Gestos de amor
«Gestos de amor»: las palabras escritas sobre el colorido cartel que
llevaba un grupo de discapacitados
argentinos resumía el sentido del
festivo encuentro con el Papa Francisco que tuvo lugar en un estudio
del aula Pablo VI el martes 16 de diciembre por la tarde. Dos grupos
de escolares acompañados por el
obispo de Jujuy, monseñor César
Daniel Fernández, fueron recibidos
por el Pontífice juntamente con sus
profesores y el músico Memo Vilte.
Los niños del ballet «Sol y Arte»,
al ritmo de música popular argentina, bailaron en honor del Pontífice.
Al saludarlos, el Papa Francisco les
dijo que las cosas que se hacen con
amor, sin pedir nada a cambio, son
gestos puros y las acciones puras
son para todos gestos de amor, que
no tienen precio.
Corazones
tenebrosos
«Pido al Señor la gracia de que
nuestro corazón sea sencillo, luminoso con la verdad que Él nos da, y
podamos así ser amables, capaces de
perdonar, comprensivos con los demás, de corazón grande con la gente, misericordiosos». Con esta oración el Papa Francisco concluyó la
homilía de la misa del lunes 15 de
diciembre. «Jamás —añadió— condenar. Si tú tienes ganas de condenar,
condénate a ti mismo». Al contrario,
hay que pedir «al Señor la gracia de
que nos dé esta luz interior, que nos
convenza que la roca es sólo Él y no
tantas historias que hacemos como
cosas importantes; y que Él nos
acompañe por el camino, que Él nos
ensanche el corazón, para que puedan entrar los problemas de tanta
gente, y que Él nos dé la gracia de
sentirnos pecadores».
El punto de partida surgió una
vez más de las lecturas del día, en
especial del pasaje del Evangelio de
san Mateo (21, 23-27), donde Jesús
se dirige a quienes buscan confundir
la fe sencilla de las personas con formalismos y normas a menudo inútiles. Al respecto el Pontífice inició su
reflexión recordando que ya el domingo de Ramos, cuando «Jesús entró en Jerusalén» y «los niños cantaban: “Hosanna al Hijo de David”»,
algunos «doctores de la ley querían
hacerlos callar». Pero Jesús dijo:
«No pueden callar; si ellos no gritan, gritarán las piedras». Luego el
Señor «curó a mucha gente enferma» y cuando tuvo hambre, acercándose a la higuera que no tenía
fruto, maldijo a la planta. Así, «el
árbol se secó», y los discípulos comentaron: «¡Has hecho un milagro!». Y Él respondió: «Si tuvierais
fe, haríais lo mismo o más».
En concreto, destacó el Papa, Jesús «predica sobre la fe. Luego, en
el templo, curó a mucha gente, a los
enfermos, y expulsó a los que vendían y compraban». Y fue entonces
que «los jefes de los sacerdotes, los
doctores de la ley se le acercaron para preguntarle»: «¿Con qué autoridad haces esto? Somos nosotros los
que mandamos en el templo». Y la
respuesta de Jesús es una respuesta
«con vivacidad interior, con mucha
agudeza», porque —destacó el Papa— Jesús «va al corazón de esta
gente, a lo que tenían en el corazón.
Era gente que tenía un corazón inseguro, un corazón que se acomodaba
un poco a las situaciones, un corazón que, según el momento, iba de
una parte o de la otra».
A ellos, en efecto, «no les interesaba la verdad; a ellos les interesaba
el propio interés, según el viento que
soplaba...». Y negociaban todo: la
libertad interior, la fe, la patria. Todo, menos las apariencias. Les interesaba salir bien de las situaciones.
La descripción de la escena evangélica, explicó el Papa Francisco, es
precisamente una de estas situaciones en las que ellos tratan de sacar
algún beneficio. «Vieron en este momento alguna cosa débil», tal vez lo
«imaginaron», y se dijeron: «este es
el momento». De aquí la pregunta:
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L’OSSERVATORE ROMANO
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La trampa de Narciso
El Papa Francisco sobre los cambios climáticos
Respuesta libre
de presiones
«Las consecuencias de los cambios ambientales nos recuerdan la gravedad de la
incuria y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está
agotando». Es la advertencia del Papa Francisco a los participantes en la
vigésima Conferencia de los Estados partes en la convención marco de las
Naciones Unidas sobre los cambios climáticos, que tuvo lugar en Lima del 1
al 12 de diciembre. Publicamos el mensaje que el Pontífice envió en español.
A su excelencia
el señor MANUEL PULGA VIDAL,
Ministro de medio ambiente de la
República del Perú
y presidente de la vigésima
Conferencia de las partes de la
Convención marco
de las Naciones Unidas sobre el
cambio climático
Excelencia:
Los primeros 12 días del mes de
diciembre de 2014, la ciudad de Lima y el pueblo del Perú tendrán el
honor de acoger la vigésima Conferencia de las partes de la convención marco de las Naciones Unidas
sobre el cambio climático, cuya
agenda se propone verificar la marcha de la aplicación de ese instrumento jurídico, de contenido crucial
en el presente momento histórico.
Junto con mis saludos a usted, señor presidente, y a todos los organizadores y participantes en dicha
conferencia, quiero enviarles mi cercanía y aliento, para que los trabajos de estos días se lleven a cabo
con espíritu abierto y generoso. Lo
que ustedes van a debatir afecta a
toda la humanidad, en particular a
los más pobres y a las generaciones
futuras. Más aún, se trata de una
grave responsabilidad ética y moral.
No deja de ser significativo que
la conferencia se desarrolle en las
costas adyacentes a la corriente marítima de Humboldt, que une en un
abrazo simbólico los pueblos de
América, Oceanía y Asia y que
cumple un papel determinante en el
clima de todo el planeta. Las conse-
cuencias de los cambios ambientales, que ya se sienten de modo dramático en muchos Estados, sobre
todo los insulares del Pacífico, nos
recuerdan la gravedad de la incuria
y de la inacción. El tiempo para encontrar soluciones globales se está
agotando. Solamente podremos hallar soluciones adecuadas si actuamos juntos y concordes. Existe, por
tanto, un claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar.
La lucha eficaz contra el calentamiento global será posible únicamente con una responsable respuesta colectiva, que supere intereses y
comportamientos particulares y se
desarrolle libre de presiones políticas y económicas. Una respuesta
colectiva que sea también capaz de
superar actitudes de desconfianza y
promover una cultura de la solidaridad, del encuentro y el diálogo; capaz de mostrar la responsabilidad
de proteger el planeta y la familia
humana.
Deseo de corazón que en la conferencia de Lima, así como en los
encuentros sucesivos, que serán decisivos para las negociaciones sobre
el clima, se dé un diálogo impregnado de esta cultura y de los valores que la sustentan: justicia, respeto y equidad.
Con este mensaje, señor presidente y señores participantes en la conferencia, formulo mis mejores deseos para que sus reflexiones e iniciativas sean fructíferas y estén al
servicio de todos los hombres. A la
vez que rezo por sus deliberaciones,
para que se vean colmadas de éxitos
abundantes, invoco sobre ustedes y
sobre todos los participantes en este
significativo encuentro la bendición
del Altísimo, que pido se extienda a
todos los ciudadanos de los países
que ustedes representan.
Reciba, señor presidente, mi más
atento y cordial saludo.
Vaticano, 27 de noviembre de 2014
FRANCISCO
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
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mente. La ética cristiana no es una
aduana para la pluralidad de expresiones con las que se manifiesta el
bien y el cuidado del prójimo. Ir
más allá quiere decir ensanchar y
no restringir, crear espacios y no limitarse a su control. Sería muy hermoso que los múltiples arroyos formaran un río cuyas aguas vencieran
la aridez y llevaran nueva fecundidad, haciendo resplandecer esta vida y este tiempo, transformándolos
en bellos y amables. Ir más allá significa liberar y gozar de sus frutos.
Para ir más allá es necesario tomar la iniciativa. Sé que en el Festival se dedica un amplio espacio a la
economía, a los empresarios, a las
empresas y a la cooperación. Hoy
también en el ámbito económico es
urgente tomar la iniciativa, porque
el sistema tiende a homologar todo
y el dinero predomina. El sistema te
lleva a esta globalización no buena
que homologa todo. ¿Y quién es el
señor de esta homologación? Es el
dinero. Tomar la iniciativa en estos
ámbitos significa tener la valentía
de no dejarse atrapar por el dinero
y por los resultados a corto plazo,
convirtiéndose en esclavo. ¡Se necesita un modo nuevo de ver las cosas! Os doy un ejemplo. Hoy se dice que muchas cosas no se pueden
hacer porque falta dinero. Y, sin
embargo, siempre hay dinero para
hacer algunas cosas, pero falta para
hacer otras. Por ejemplo, el dinero
para comprar armas se encuentra,
para hacer guerras, para operaciones financieras sin escrúpulos, se
encuentra. En general, esto se calla;
se hace mucho hincapié en la falta
de dinero para crear trabajo, para
invertir en conocimientos, en talentos, para proyectar un nuevo bienestar, para salvaguardar el ambiente. El verdadero problema no es el
dinero, sino las personas: no podemos pedir al dinero lo que sólo las
personas pueden hacer o crear. El
dinero por sí solo no genera desarrollo; para generarlo, se necesitan
personas que tengan la valentía de
tomar la iniciativa.
Tomar la iniciativa significa desarrollar una empresa no sólo capaz
de innovación tecnológica; también
es preciso renovar las relaciones de
trabajo, experimentando nuevas formas de participación y de responsabilidad de los trabajadores, inventando nuevas fórmulas de ingreso
en el mundo del trabajo, creando
una relación solidaria entre empresa
y territorio. Tomar la iniciativa significa superar el asistencialismo. Vivir intensamente este tiempo lleva a
apostar por un futuro diverso y un
modo diferente de resolver los problemas. También aquí quiero daros
un ejemplo. Me hablaron de un papá que tiene un hijo con síndrome
de Down. El padre hizo lo imposible por este hijo, y se benefició de
los servicios que los entes públicos
ponen a disposición para la instrucción, la asistencia, la vida social. Pero no se contentó con ello. Para su
hijo quería pensar en otra cosa que
le diera más dignidad y más autonomía. Creó una cooperativa constituida por chicos con síndrome de
Down, ideó un trabajo apropiado
para ellos, firmó un acuerdo con
una empresa para la venta de sus
productos… en suma, sentó las premisas laborales con las que su hijo
pudo construir su futuro y su sana
autonomía. Es un ejemplo de ir más
allá. Detenerse significa seguir pidiendo ahora y siempre al Estado o
a algún ente asistencial; moverse
significa crear nuevos procesos. Y
aquí está el secreto: crear nuevos
procesos y no pedir que nos den
nuevos espacios. Estos nuevos procesos no son el resultado de operaciones técnicas, sino el resultado de
un amor que, apremiado por la situación, no se contenta hasta que
inventa algo y da respuesta.
Tomar la iniciativa significa también considerar el amor como la
verdadera fuerza del cambio. Querer el propio trabajo, estar presente
en los momentos de dificultad, sentirse implicado y responder responsablemente es activar el amor que
cada uno de nosotros tiene en el corazón, porque el Espíritu nos lo ha
dado. Tomar la iniciativa es la respuesta a «algo más», que es típico
del amor. Si estamos dentro del
tiempo con este algo más, este algo
más del amor, seguramente comenzaremos algo nuevo que favorecerá
el crecimiento del bien. Con esta visión de la realidad, es casi natural
promover y desarrollar los talentos.
Promover la expresión y el crecimiento de los talentos es lo que estamos llamados a hacer, y para hacerlo, es necesario abrir espacios.
No controlar espacios, sino abrirlos.
Se trata de hacer circular las capacidades, la inteligencia, las habilidades con las que están dotadas las
personas. Liberar los talentos es el
comienzo del cambio; esta acción
permite superar la envidia, los celos, la rivalidad, la contraposición,
la cerrazón, la cerrazón preconcebida, y abre a una alegría, la alegría
de lo nuevo. Evidentemente al hablar de talentos se sobrentiende que
el discurso atañe, en particular, a
los jóvenes. Si queremos ir más allá,
debemos invertir decididamente en
ellos y darles mucha confianza. Pero me pregunto: ¿cuál es hoy el
porcentaje de jóvenes desempleados? ¿Esto significa ir más allá o ir
hacia atrás?
Para cambiar es necesario ir adelante juntos y en la misma dirección. Alguien podría preguntarse:
«Ir más allá, tomar la iniciativa, liberar espacios, actuar, ¿no podría
crear confusión?». Encontramos la
respuesta en la idea de tiempo que
nos transmite la Biblia. El tiempo
es gracia y plenitud. Ir más allá de
los lugares no es el resultado de la
casualidad individual, sino de compartir un fin: la historia es un itinerario hacia la realización. Si nos
movemos como pueblo, si vamos
adelante juntos, nuestra existencia
mostrará este significado y esta plenitud. Concluyo enviando un saludo de corazón a cada uno. Aprovecho la ocasión para dar las gracias
al obispo de Verona, que acoge esta
hermosa iniciativa, y expreso mi
agradecimiento sincero a don Vincenzi por haber organizado también
este año el Festival de la doctrina
social, deseando que continuéis en
este compromiso de formar una
nueva conciencia social. Y os pido,
por favor, que recéis por mí. Os
bendigo de corazón.
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
página 15
Misa en Santa Marta
VIENE DE LA PÁGINA 13
«¿Con qué autoridad haces esto?».
Evidentemente «se sintieron un poco fuertes». Pero la reacción de Jesús una vez más los desplaza. Él
«no discute con ellos» y los tranquiliza: «Sí, sí, os lo diré, pero antes
decidme esto», pregunta haciendo
referencia a Juan el Bautista. Así,
pues, Jesús responde a una pregunta
con una pregunta «y con esto los
debilita», hasta el punto de que sus
interlocutores «no saben dónde ir».
De aquí la relación indicada por
el Papa Francisco con la oración del
inicio de la misa, en la que se pide
al Señor «que disipe las tinieblas de
nuestro corazón». En efecto, la gente de la que habla el Evangelio «tenía muchas tinieblas en el corazón».
Cierto, «era observante de la ley: el
sábado no caminaban más de cien
metros y nunca se sentaban en la
mesa sin lavarse las manos»; era
«gente muy observante, muy segura
en sus costumbres». Pero, añadió el
Papa, «es verdad que sólo en las
apariencias. Eran fuertes, pero hacia
fuera. Estaban acartonados. El corazón era muy débil, no sabían en qué
creían. Y por ello su vida estaba, la
parte exterior, toda regulada; pero el
corazón iba de una parte a la otra».
Al contrario, Jesús «nos enseña
que el cristiano debe tener el corazón fuerte, firme, que crece sobre la
roca, que es Cristo, y luego ir por el
mundo con prudencia». En efecto,
continuó el Pontífice, «no se negocia el corazón, no se negocia la roca.
La roca es Cristo, no se negocia. Este es el drama de la hipocresía de esta gente. Y Jesús no negociaba nunca su corazón de Hijo del Padre, sino que estaba abierto a la gente,
buscando caminos para ayudar».
Los demás, en cambio, afirmaban:
«Esto no se puede hacer; nuestra
disciplina, nuestra doctrina dice que
no se puede hacer». En definitiva,
«eran rígidos en sus disciplinas» y
sostenían: «La disciplina no se toca,
es sagrada».
En este punto el Papa Francisco
quiso añadir un recuerdo personal,
vinculado a los tiempos de su juventud, «cuando el Papa Pío XII —explicó— nos liberó de esa cruz tan pesada que era el ayuno eucarístico. No
se podía ni siquiera beber una gota
de agua. Y para lavarse los dientes,
se tenía que hacer de tal modo que
no se tragase agua». El obispo de
Roma confesó: «Yo mismo, siendo
joven, he ido a confesarme de haber
comulgado pensando que alguna
gota me la había tragado». Por ello,
cuando el Papa Pacelli «cambió la
disciplina —“¡Ah, herejía! ¡Tocó la
disciplina de la Iglesia!”— muchos
fariseos se escandalizaron. Muchos.
Porque Pío XII actuó como Jesús:
vio la necesidad de la gente: “Esta
pobre gente, con tanto calor”. Estos
sacerdotes que celebraban tres misas,
la última a la una, después de mediodía, en ayunas. Y estos fariseos
eran así —“nuestra disciplina”— rígidos en la piel, pero, como dice Jesús, “corruptos en el corazón”, débiles hasta la corrupción. Tenebrosos
en el corazón».
En efecto, ellos «siempre trataban
de sacar beneficio». Y «también
nuestra vida puede llegar a ser así»,
advirtió el Papa Francisco. Así, pues,
«muchas veces un pecado nos aver-
güenza» y nos hace «encontrar al
Señor, que nos perdona».
Al respecto el Pontífice citó el libro de la Sabiduría, que dice: «Qué
misterioso es el corazón del hombre,
¿quién puede conocerlo?». Por ello,
concluyó, «hoy hemos pedido al Señor» que disipe «las tinieblas de
nuestro corazón; que nuestro corazón esté firme en la fe». Precisamente como el de la «gente sencilla» del
pasaje del Evangelio.
Los que irán
en primer lugar
Un «corazón arrepentido» que sabe
reconocer los propios pecados es la
condición fundamental para encaminarse por la «senda de la salvación».
Entonces el «juicio» del Señor no
dará miedo, sino que dará «esperanza». Y las dos lecturas del día, en
las que se centró la reflexión del Papa en la misa del martes 16 de diciembre, tienen la «estructura de un
juicio».
La primera, tomada del Libro del
profeta Sofonías (3, 1-2. 9-13) comienza «con una palabra de amenaza: “¡Ay de la ciudad rebelde, impura!». He aquí ya el juicio: «a la ciudad rebelde», la ciudad que «no ha
escuchado la llamada, que no ha
aceptado la lección, no ha confiado
en el Señor, no ha recurrido a su
Dios». Para ellos es la «condena»
que se expresa en el término «¡ay!».
Para los demás, en cambio, hay una
promesa: «Purificaré los labios de
los pueblos», escribe el profeta. Y
continúa: «Desde las orillas de los
ríos de Cus, mis adoradores, los deportados, traerán mi ofrenda. Aquel
día, ya no te avergonzarás de las acciones con que me ofendiste».
¿De quién habla Sofonías? De
quien —explicó el Pontífice— se acerca «al Señor porque el Señor ha
perdonado». Son estos «los salvados»; los demás, en cambio, son
«los soberbios, que no habían escuchado la voz del Señor, que no
aceptaron la corrección, no confiaron en el Señor».
Los tuits en
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11 DIC [11.00 AM] La cuestión
ecológica es vital para la supervivencia del hombre y tiene
una dimensión moral que atañe a todos
12 DIC [10.00 AM] Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por
nosotros
13 DIC [9.30 AM] Hoy es el aniversario de mi ordenación sacerdotal. Les ruego que recen
por mí y por todos los sacerdotes
16 DIC [10.15 AM] ¡Qué importante es aprender a escuchar!
El diálogo entre esposos es
esencial para que una familia
viva en paz
A los que se arrepienten, que son capaces de
reconocer: «Sí, somos
pecadores» —destacó el
Papa— el Señor reservó
el perdón y dirigió «esta palabra, que es una
de las palabras llenas
de esperanza del Antiguo Testamento: “D ejaré en ti un resto, un
pueblo humilde y pobre
que buscará refugio en
el nombre del Señor”».
Aquí se distinguen
«las tres características
del pueblo fiel de Dios:
humildad, pobreza y
confianza en el Señor».
Y es precisamente esta
«la senda de la salvación». Los demás, en
cambio, «no acogieron
la voz del Señor, no
aceptaron la corrección,
no confiaron en el Señor», por ello «no pueden recibir la salvación»: se «cerraron,
ellos, a la salvación».
Lo mismo, precisó el
Pontífice, sucede hoy: «Cuando vemos el santo pueblo de Dios que es
humilde, que tiene sus riquezas en la
fe en el Señor, en la confianza en el
Señor; el pueblo humilde y pobre
que confía en el Señor», entonces
encontramos a «los salvados», porque «este es el camino» que debe recorrer la Iglesia.
Una dinámica semejante se encuentra en el Evangelio del día (Mateo, 21, 28-32), donde Jesús propone
«a los jefes de los sacerdotes, a los
ancianos del pueblo», a todo ese
«“grupo” de gente que le declaraba
la guerra», un «juicio» sobre el cual
reflexionar. Les presenta el caso de
los dos hijos a quienes el padre les
pide que vayan a trabajar a la viña.
Uno responde: «No voy». Pero luego va. El otro, en cambio, dice: «Sí,
papá», pero después reflexiona y
«no va, no obedece».
Jesús pregunta a sus interlocutores: «¿Quién de los dos cumplió la
voluntad de su padre? ¿El primero,
el que había dicho que no», ese «joven rebelde» que luego «pensó en
su padre» y decidió obedecer, o el
segundo? Así llega el juicio: «En
verdad os digo que los publicanos y
las prostitutas van por delante de
vosotros en el reino de Dios». Ellos
«serán los primeros». Y se los explica: «Vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le
creísteis; en cambio, los publicanos y
prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os
arrepentisteis ni le creísteis».
«¿Qué hizo esta gente» para merecer tal juicio? «No ha escuchado
la voz del Señor —explicó el Papa—,
no ha aceptado la corrección, no ha
confiado en el Señor». Alguien podría decir: «Pero padre, qué escándalo que Jesús diga esto, que los publicanos, que son traidores de la patria porque recibían los impuestos
para pagar a los romanos», precisamente ellos «irán los primeros al reino de los cielos». ¿Y lo mismo sucederá con las «prostitutas que son
mujeres de descarte»? De aquí la
conclusión: «¿Señor tú has enloquecido? Nosotros somos puros, somos
católicos, comulgamos cada día, va-
mos a misa». Sin embargo, destacó
el Papa Francisco, precisamente ellos
«serán los primeros en ir si tu corazón no es un corazón que se arrepiente». Y «si tú no escuchas al Señor, si no aceptas la corrección y no
confías en Él, no tienes un corazón
arrepentido».
El Señor, continuó el Pontífice,
«no quiere» a estos «hipócritas que
se escandalizaban» de lo que «decía
Jesús sobre los publicanos y las
prostitutas, pero luego a escondidas
iban a ellos, o para desfogar sus pasiones o para hacer negocios». Se
consideraban «puros», pero en realidad «el Señor así no los quiere».
Este juicio sobre el cual «la liturgia de hoy nos hace pensar» es, de
todos modos, «un juicio que da esperanza al mirar nuestros pecados».
Todos, en efecto, «somos pecadores». Cada uno de nosotros conoce
bien la «lista» de los propios pecados, y —explicó el Papa Francisco—
podemos decir: «Señor te entrego
mis pecados, la única cosa que podemos ofrecerte».
Para hacer comprender mejor esto, el Pontífice recordó la «vida de
un santo que era muy generoso» y
ofrecía todo al Señor: «Lo que el
Señor le pedía él lo hacía». Lo escuchaba siempre y cumplía siempre su
voluntad. Y el Señor en una ocasión
le dijo: «Tú aún no me has dado
una cosa». Y él, «que era tan bueno», respondió: «Pero Señor, ¿qué
cosa no te he dado? Te he dado mi
vida, trabajo por los pobres, trabajo
en la catequesis, trabajo aquí, trabajo allí...». Así, el Señor le salió al
encuentro: «Tú aún no me has dado
una cosa». Pero, «¿qué cosa Señor?», repitió el santo. «Tus pecados», concluyó el Señor.
He aquí la lección que quiso destacar el Papa: «Cuando nosotros
seamos capaces de decir al Señor:
“Señor, estos son mis pecados, no
son los de este o los de aquel... son
los míos. Tómalos tú. Así estaré salvado”», entonces «seremos ese hermoso pueblo, pueblo humilde y pobres que confía en el nombre del Señor».
L’OSSERVATORE ROMANO
página 16
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
El Papa habla en la audiencia general de la normalidad de la vida en Nazaret como modelo para todas las familias
En la periferia el nuevo inicio de la historia
«La Encarnación del Hijo de Dios
abre un nuevo inicio en la historia
universal» y esto tiene lugar en una
familia, en un «poblado perdido de la
periferia del Imperio Romano»: en la
audiencia general del miércoles 17 de
diciembre en la plaza de San Pedro, el
Papa Francisco recordó la normalidad
de la vida en Nazaret como modelo
para todas las familias.
Queridos hermanos
¡buenos días!
y
hermanas,
El Sínodo de los obispos sobre la
familia, que se acaba de celebrar, ha
sido la primera etapa de un camino,
que se concluirá el próximo mes de
octubre con la celebración de otra
asamblea sobre el tema «Vocación y
misión de la familia en la Iglesia y
en el mundo». La oración y la reflexión que deben acompañar este camino implican a todo el pueblo de
Dios. Quisiera que también las habituales meditaciones de las audiencias
del miércoles se introduzcan en este
camino común. He decidido, por
ello, reflexionar con vosotros, durante este año, precisamente sobre la familia, sobre este gran don que el Señor entregó al mundo desde el inicio, cuando confirió a Adán y Eva la
misión de multiplicarse y llenar la
tierra (cf. Gn 1, 28). Ese don que Jesús confirmó y selló en su Evangelio.
La cercanía de la Navidad enciende una gran luz sobre este misterio.
La Encarnación del Hijo de Dios
abre un nuevo inicio en la historia
universal del hombre y la mujer. Y
este nuevo inicio tiene lugar en el
seno de una familia, en Nazaret. Jesús nació en una familia. Él podía
llegar de manera espectacular, o como un guerrero, un emperador...
No, no: viene como un hijo de familia. Esto importante: contemplar en
el belén esta escena tan hermosa.
Dios eligió nacer en una familia
humana, que Él mismo formó. La
formó en un poblado perdido de la
periferia del Imperio Romano. No
en Roma, que era la capital del Imperio, no en una gran ciudad, sino
en una periferia casi invisible, sino
más bien con mala fama. Lo recuerdan también los Evangelios, casi como un modo de decir: «¿De Nazaret
puede salir algo bueno?» (Jn 1, 46).
Tal vez, en muchas partes del mun-
do, nosotros mismos aún hablamos
así, cuando oímos el nombre de algún sitio periférico de una gran ciudad. Sin embargo, precisamente allí,
en esa periferia del gran Imperio,
inició la historia más santa y más
buena, la de Jesús entre los hombres. Y allí se encontraba esta familia.
Jesús permaneció en esa periferia
durante treinta años. El evangelista
Lucas resume este período así: Jesús
«estaba sujeto a ellos [es decir a María y a José]. Y uno podría decir:
«Pero este Dios que viene a salvarnos, ¿perdió treinta años allí, en esa
periferia de mala fama?». ¡Perdió
treinta años! Él quiso esto. El camino de Jesús estaba en esa familia.
«Su madre conservaba todo esto en
su corazón. Y Jesús iba creciendo en
sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (2, 5152). No se habla de milagros o curaciones, de predicaciones —no hizo
nada de ello en ese período—, de
multitudes que acudían a Él. En Nazaret todo parece suceder «normalmente», según las costumbres de
una piadosa y trabajadora familia
israelita: se trabajaba, la mamá cocinaba, hacía todas las cosas de la casa, planchaba las camisas... todas las
cosas de mamá. El papá, carpintero,
trabajaba, enseñaba al hijo a trabajar. Treinta años. «¡Pero que desperdicio, padre!». Los caminos de Dios
son misteriosos. Lo que allí era importante era la familia. Y eso no era
un desperdicio. Eran grandes santos:
María, la mujer más santa, inmaculada, y José, el hombre más justo...
La familia.
Ciertamente que nos enterneceríamos con el relato acerca del modo
en que Jesús adolescente afrontaba
las citas de la comunidad religiosa y
los deberes de la vida social; al conocer cómo, siendo joven obrero,
trabajaba con José; y luego su modo
de participar en la escucha de las
Escrituras, en la oración de los salmos y en muchas otras costumbres
de la vida cotidiana. Los Evangelios,
en su sobriedad, no relatan nada
acerca de la adolescencia de Jesús y
dejan esta tarea a nuestra afectuosa
meditación. El arte, la literatura, la
música recorrieron esta senda de la
imaginación. Ciertamente, no se nos
hace difícil imaginar cuánto podrían
aprender las madres de las atenciones de María hacia ese Hijo. Y
cuánto los padres podrían obtener
del ejemplo de José, hombre justo,
que dedicó su vida en sostener y defender al niño y a su esposa —su familia— en los momentos difíciles.
Por no decir cuánto podrían ser
alentados los jóvenes por Jesús adolescente en comprender la necesidad
y la belleza de cultivar su vocación
más profunda, y de soñar a lo grande. Jesús cultivó en esos treinta años
su vocación para la cual lo envió el
Padre. Y Jesús jamás, en ese tiempo,
se desalentó, sino que creció en valentía para seguir adelante con su
misión.
Cada familia cristiana —como hicieron María y José—, ante todo,
puede acoger a Jesús, escucharlo,
hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el
mundo. Hagamos espacio al Señor
en nuestro corazón y en nuestras jornadas. Así hicieron también María y
José, y no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron que superar! No era
una familia artificial, no era una familia irreal. La familia de Nazaret
nos compromete a redescubrir la vocación y la misión de la familia, de
cada familia. Y, como sucedió en
esos treinta años en Nazaret, así
puede suceder también para nosotros: convertir en algo normal el
amor y no el odio, convertir en algo
común la ayuda mutua, no la indiferencia o la enemistad. No es una casualidad, entonces, que «Nazaret»
signifique «Aquella que custodia»,
como María, que —dice el Evangelio— «conservaba todas estas cosas
en su corazón» (cf. Lc 2, 19.51). Desde entonces, cada vez que hay una
familia que custodia este misterio,
incluso en la periferia del mundo, se
realiza el misterio del Hijo de Dios,
el misterio de Jesús que viene a salvarnos, que viene para salvar al
mundo. Y esta es la gran misión de
la familia: dejar sitio a Jesús que viene, acoger a Jesús en la familia, en
la persona de los hijos, del marido,
de la esposa, de los abuelos... Jesús
está allí. Acogerlo allí, para que
crezca espiritualmente en esa familia.
Que el Señor nos dé esta gracia en
estos últimos días antes de la Navidad. Gracias.
Cumpleaños
con los pobres
Fiesta de cumpleaños para el Papa en la plaza de San Pedro. Con
ocho pobres de Roma que le llevaron el regalo más apreciado: un
ramo de girasoles que quisieron
comprar porque «miran hacia el
sol y así no pierden nunca la esperanza». Ominiabons, un joven
nigeriano, le entregó el regalo floral. Emocionado, el Papa, a su
vez, le hizo un regalo a cada uno
de ellos con un abrazo especial a
un joven musulmán que festejaba
también él su cumpleaños. Acompañó a los pobres a la plaza, siendo «una sorpresa» para ellos, el
arzobispo limosnero Konrad Krajeweski. Muy temprano por la
mañana salió del Vaticano con su
furgoneta y se dirigió al centro de
acogida de la religiosas de Madre
Teresa en vía Rattazzi, en las inmediaciones de la estación Termini. Allí invitó a cinco personas a
participar en el encuentro con el
Papa, juntamente con don Giovanni, un sacerdote polaco que
eligió vivir en ese centro de acogida durante el periodo de sus estudios en Roma. Luego recogió a
tres ancianas mujeres con problemas psíquicos, asistidas en la Casa Don de María en el Vaticano.
El grupo —formado por un nigeriano, un marroquí, un polaco,
un albanés, una eslovaca, una rumena y dos italianos— llegó a la
plaza para la audiencia y ocupó
el sitio reservado por la Prefectura de la Casa pontificia: en primera fila, precisamente junto a las
personas enfermas que el Papa saludó personalmente, una por una.
La audiencia del miércoles 17
fue la última del año. La Prefectura de la Casa pontificia informó
que
en
2014
participaron
1.199.000 personas en las 43 audiencias. El próximo encuentro
será el miércoles 7 de enero de
2015.
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
L’OSSERVATORE ROMANO
ÍNDICE DEL AÑO
página I
2014
Esquema general
I. DOCUMENTOS DEL PAPA
1. Cartas apostólicas, motu proprio y decreto
2. Mensajes de carácter universal
3. Mensajes particulares y cartas
4. Meditaciones de los domingos y días festivos
5. Catequesis
6. Homilías
7. Discursos
8. Oraciones
9. Llamamientos
10. Telegramas
11. Declaración común
II. SANTA SEDE
1. Dicasterios de la Curia romana
2. Varios
III. DOCUMENTOS DEL EPISCOPADO
1. Sínodo de los obispos
2. Textos de obispos
IV. OTROS DOCUMENTOS
V. ARTÍCULOS, COMENTARIOS Y ENTREVISTAS
1. Editoriales
2. Varios
3. Santos y beatos
4. Nuevos cardenales
5. Cardenales difuntos
Los documentos aparecen en orden cronológico con la fecha entre paréntesis del día en el
que fueron firmados o pronunciados. En la columna lateral izquierda se indica el número del
periódico y la página del mismo donde se encuentra el texto citado.
Documentos del Papa
1. Carta apostólica, motu proprio
y decreto
09 – 02 Carta apostólica en forma de motu proprio «Fidelis dispensator et
prudens», con la que se crea una
nueva estructura de coordinación
para las cuestiones econónicas y
administrativas de la Santa Sede,
instituyendo el Consejo y la Secretaría de asuntos económicos
(24 de febrero)
10 - 02 Decreto de nombramiento del
prefecto y del prelado secretario
general de la Secretaría de asuntos
económicos (24 de febrero)
28 - 02 Carta apostólica en forma de motu proprio sobre la transferencia
de la sección ordinaria de la Administración del patrimonio de la
Sede Apostólica a la Secretaría de
asuntos económicos (8 de julio)
46 - 06 Motu proprio «Sacramentorum
sanctitatis tutela» para los recursos sobre los delitos más graves (3
de noviembre)
49 - 14 Carta apostólica con ocasión del
inicio del Año de la vida consagrada (21 de noviembre)
06 - 04
04 - 03
06 - 06
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25 - 02
39 - 03
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3. Mensajes particulares y cartas
02 - 15
2. Mensajes de carácter universal
01 - 09
06 - 03
04 - 05
«Urbi et orbi» con ocasión del
mensaje navideño (25 de diciembre de 2013)
Para la cuaresma de 2014 (26 de
diciembre de 2013)
Para la Jornada mundial de oración por las vocaciones (15 de enero)
Para la jornada mundial de la juventud de 2014 (21 de enero)
Para la jornada mundial de las comunicaciones sociales (24 de enero)
Para la sesión pública de las Academias pontificias (28 de enero)
A las familias (2 de febrero)
«Urbi et orbi» con ocasión de la
Pascua (20 de abril)
Para la Jornada mundial de las
misiones (8 de junio)
Para la Jornada mundial del emigrante y del refugiado de 2015 (3
de septiembre)
Videomensaje con ocasión de la
vigilia de oración de incio del
Año de la vida consagrada (29 de
noviembre)
Para la apertura del Año de la vida consagrada (30 de noviembre)
Para la Jornada mundial de la paz
de 2015 (8 de diciembre)
Para el Encuentro mundial de las
familias de Filadelfia 2015 (9 de
diciembre)
02 - 15
02 - 15
03 - 03
Al personal diplomático italiano
(20 de diciembre de 2013)
A la cita europea de la Comunidad de Taizé (28 de diciembre de
2013)
Al décimo tercer encuentro intereclesial de las Comunidades eclesiales de base en Juazeiro do Norte, Brasil (11 de enero)
A los nuevos purpurados creados
en el consistorio del 12 de enero
L’OSSERVATORE ROMANO
página II
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
50 - 02
51 - 10
51 - 07
las Naciones Unidas sobre el cambio
climático celebrado en Lima, Perú (27
de noviembre)
A los cristianos de Irak ante la situación de sufrimiento y de persecución
(5 de diciembre)
Al señor Sebastian Kurz, presidente
de la III Conferencia sobre el impacto
humanitario de las armas nucleares (7
de diciembre)
Al cardenal Stanisław Ryłko, con ocasión del Congreso europeo de pastoral
juvenil (11 de diciembre)
4. Meditaciones de los domingos
y días festivos
Visita del Papa Francisco al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa en Estrasburgo (25 de noviembre)
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29 - 02
Al foro económico de Davos (17 de
enero)
Al cardenal Antonio Cañizares Llovera, con ocasión del simposio para la
conmemoración del quincuagésimo
aniversario de la «Sacrosantum Concilium» (18 de febrero)
A la Academia pontificia para la vida
con ocasión del vigésimo aniversario
de su fundación (19 de febrero)
A la campaña cuaresmal de fraternidad en Brasil (25 de febrero)
A los participantes en un congreso sobre laicado en la Universidad lateranense de Roma (7 de marzo)
A los participantes en un simposio internacional sobre la gestión de los bienes eclesiásticos organizado por el dicasterio para la vida consagrada (8 de
marzo)
Al cardenal Lorenzo Baldisseri, con
ocasión de su nombramiento como secretario general del Sínodo de los
obispos (1 de abril)
Al nuevo patriarca de los siro-ortodoxos Mor Ignatius Aphrem II (2 de
abril)
Al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, a los miembros
del gobierno, a los representantes de
la Mesa de unidad democrática y a los
cancilleres de UNASUR (10 de abril)
Videomensaje al pueblo polaco con
ocasión de la canonización de Juan
Pablo II (24 de abril)
A los fieles bergamascos, por la canonización de Juan XXIII, publicado en
«L’Eco di Bergamo» (25 de abril)
Videomensaje a los jóvenes argentinos
reunidos con ocasión de la Pascua de
la juventud (26 de abril)
Al Papa de Alejandría y Patriarca de la
sede de San Marcos, Tawadros II (5 de
mayo)
A los participantes en el primer congreso latinoamericano de pastoral familiar celebrado en Panamá (8 de mayo)
Al cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Consejo pontificio para el
diálogo interreligioso, con ocasión del
cincuentenario de la fundación del dicasterio (19 de mayo)
A Guy Ryder, director general de la
Organización intenacional del trabajo
(22 de mayo)
A los participantes en el XIX congreso
internacional de la Asociación internacional de derecho penal y al III congreso de la Asociación latinoamericana
de derecho penal y criminología (30
de mayo)
A monseñor Francesco Montenegro,
arzobispo de Agrigento, a un año de
la visita a Lampedusa (8 de julio)
A los participantes en el coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo (11 de julio)
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Videomensaje con ocasión del inicio
del mundial de fútbol en Brasil (13 de
julio)
Videomensaje a los ingresados en el
policlínico Gemelli de Roma (13 de julio)
Al señor Ban Ki-Moon, secretario general de la ONU, para poner fin a la
tragedia humanitaria en Irak (9 de
agosto)
Videomensaje a los coreanos en vísperas del viaje apostólico (11 de agosto)
A monseñor Francesco Lambiasi, obispo de Rímini con motivo de la trigésima edición del Meeting por la amistad
entre los pueblos (24 de agosto)
Videomensaje con ocasión del partido
de fútbol por la paz en el estadio
Olímpico de Roma (1 de septiembre)
Videomensaje en conexión directa para responder a las preguntas de los jóvenes durante el encuentro organizado
por «Scholas occurrentes» (4 de septiembre)
A monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, arzobispo metropolitano
de Santiado de Cuba, por la fiesta de
la Virgen de la Caridad del Cobre (8
de septiembre)
A los participantes en el congreso nacional extraordinario de la Federación
universitaria católica italiana con ocasión de la beatificación de Pablo VI (14
de octubre)
A monseñor Jesús García Burillo,
obispo de Ávila, con ocasión del V
centenario del nacimiento de santa Teresa de Ávila (15 de octubre)
Al director de la FAO con ocasión de
la Jornada munidal de la alimentación
(16 de octubre)
A los jóvenes reunidos en Salerno con
ocasión de un congreso nacional (16
de octubre)
A los seminaristas franceses en peregrinación a Lourdes (24 de octubre)
A Tony Abbott, primer ministro de
Australia, con ocasión del G20 reunido
en Brisbane (6 de noviembre)
A los participantes en la 67ª asamblea
general de la Conferencia episcopal
italiana (8 de noviembre)
A los participantes en la plenaria del
Consejo pontificio para la unidad de
los cristianos (20 de noviembre)
Al cardenal Gianfranco Ravasi con
ocasión de la XIX sesión pública de las
Academias pontificias (20 de noviembre)
A los participantes en el festival de la
doctrina social de Verona, Italia (20
de noviembre)
A los participantes en el congreso internacional de pastoral de las grandes
ciudades celebrado en Barcelona (25
de noviembre)
Al señor Manuel Pulga Vidal, presidente de la vigésima Conferencia de
las partes de la convención marco de
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Una casa para cada familia (22 de diciembre de 2013)
Libertad para los creyentes (26 de diciembre de 2013)
Con los refugiados y los exiliados del
mundo (29 de diciembre de 2013)
Por una paz construida en casa (1 de
enero)
A Tierra Santa siguiendo las huellas
de Pablo VI (5 de enero)
Como la flor del almendro (6 de enero)
Signo de la universalidad de la Iglesia
(12 de enero)
Al final del Ángelus el recuerdo de la
Jornada mundial del emigrante y el refugiado (19 de enero)
Para defender a los inmigrantes de los
mercaderes de carne humana (19 de
enero)
Apertura a todos los pueblos (26 de
enero)
Don de Dios para el pueblo en camino (2 de febrero)
Como lámparas encendidas (9 de febrero)
Habladurías que matan (16 de febrero)
Servidores, no dueños (23 de febrero)
Por la paz en Ucrania (2 de marzo)
Hambre de Dios (9 de marzo)
Con el Evangelio en el bolsillo (16 de
marzo)
Con el agua viva de la misericordia
(23 de marzo)
Quien no quiere ver la luz (30 de marzo)
Palabra de bolsillo (6 de abril)
En Corea para el encuentro con los jóvenes de Asia (13 abril)
Una experiencia para vivir juntos (21
de abril)
Una fiesta de la fe (27 de abril)
Paz para Ucrania (4 de mayo)
Importunar a los pastores (11 de mayo)
Cómo se afrontan los problemas (18
de mayo)
En mi casa de paz (25 de mayo)
Un lugar en el cielo (1 de junio)
Una Iglesia que sorprende y turba (8
de junio)
Reconciliación y justicia para el pueblo iraquí (15 de junio)
No a toda forma de tortura (22 de junio)
Diálogo para evitar la guerra en Irak
(29 de junio)
El yugo insoportable de la indiferencia
(6 de julio)
Nunca es en vano orar por la paz (13
de julio)
El problema del mal en el mundo (20
de julio)
Es hora de detenerse (27 de julio)
Las necesidades de los pobres (3 de
agosto)
En la barca de la Iglesia (10 de agosto)
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
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51 - 09
Por las víctimas del naufragio del ferry
Sewol (15 de agosto)
Las piedras de la Iglesia (24 de agosto)
¿Vino o agua? (31 de agosto)
Cómo se corrige a un hermano (7 de
septiembre)
Con el pensamiento junto a los hermanos perseguidos y asesinados (14 de
septiembre)
No a la idolatría del dinero (21 de septiembre)
En oración por el Sínodo (28 de septiembre)
Una Biblia en cada familia (5 de octubre)
La invitación a las bodas (12 de octubre)
Con la ayuda de María (19 de octubre)
Dos rostros en uno (26 de octubre)
Últimos para el mundo pero primeros
para Dios (1 de noviembre)
La penúltima palabra (2 de noviembre)
Puentes, no muros (9 de noviembre)
No al enfrentamiento (16 de noviembre)
Concordia y reconciliación para el
bien común (23 de noviembre)
Dejaos consolar (7 de diciembre)
La salvación no se compra (8 de diciembre)
Cuando la alegría está en casa (14 de
diciembre)
5. Catequesis
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07 - 12
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Una fecha para recordar (8 de enero)
Todos discípulos y misioneros (15 de
enero)
El escándalo de la división (22 de enero)
Un camino que no se puede dejar a la
mitad (29 de enero)
Palabra y pan (5 de febrero)
Un encuentro que cambia la vida (12
de febrero)
Avergonzarse es saludable (19 de febrero)
La caricia de Jesús sobre las heridas
del hombre (26 de febrero)
Para salir de la adicción del mal (5 de
marzo)
Custodio por misión (19 de marzo)
Cómo se llega a ser sacerdote (26 de
marzo)
Dos en uno (2 de abril)
Con los ojos de Dios (9 de abril)
Humildad de una victoria (16 de
abril)
Por la ruta de Jesús (23 de abril)
Para mirar más allá (30 de abril)
La mamá, la Virgen y el muchacho (7
de mayo)
Para seguir al Señor con entusiasmo
(14 de mayo)
Dios perdona, la creación no (21 de
mayo)
La voluntad de caminar juntos (28 de
mayo)
Quien hace arder nuestro corazón (4
de junio)
Cuando Dios pedirá cuentas (11 de junio)
Gente que bendice (18 de junio)
El nombre y el apellido del cristiano
(25 de junio)
La lección de las bienaventuranzas (6
de agosto)
Entre memoria y esperanza (20 de
agosto)
Menos habladurías en la parroquia (27
de agosto)
L’OSSERVATORE ROMANO
36 - 12
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Como una madre (3 de septiembre)
En la escuela de la misericordia (10 de
septiembre)
Católica, o sea misionera (17 de septiembre)
La valentía de un pueblo (24 de septiembre)
Capaces de amar (1 de octubre)
No nos resignemos a las divisiones (8
de octubre)
En la tienda de Dios (15 de octubre)
Un solo cuerpo (22 de octubre)
Si el cristiano es motivo de escándalo
(29 de octubre)
Unidos en el servicio (5 de noviembre)
A la escucha de la gente (12 de noviembre)
Con pequeños pasos (19 de noviembre)
Esta es la meta (26 de noviembre)
Los frutos del diálogo (3 de diciembre)
Os cuento el sínodo (10 de diciembre)
En la periferia el nuevo inicio de la
historia (17 de diciembre)
6. Homilías
01 - 08
01 - 03
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02 - 02
02 - 03
03 - 02
04 - 08
Durante la misa de Nochebuena en la
basílica de San Pedro (24 de diciembre de 2013)
Durante las primeras vísperas de la solemnidad de María Santísima Madre
de Dios en la basílica vaticana (31 de
diciembre de 2013)
Durante la misa en la solemnidad de
la Madre de Dios, XLVII Jornada mundial de la paz en la basílica de San Pedro (1 de enero)
Durante la misa de acción de gracias
por la canonización de Pedro Fabro (3
de enero)
Durante la misa en la solemnidad de
la Epifanía del Señor en la basílica de
San Pedro (6 de enero)
Durante la misa con administración
del sacramento del bautismo a niños
en la capilla Sixtina (12 de enero)
Durante la misa en la parroquia romana del Sagrado Corazón de Jesús en
Castro Pretorio en visita pastoral (19
de enero)
página III
05 - 06
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27 - 06
Un momento de la oración ecuménica durante
el viaje apostólico a Turquía (28-30 de noviembre)
Durante la celebración de las segundas Vísperas de la Conversión del
apóstol san Pablo en la basílica de
San Pablo Extramuros (25 de enero)
Durante la celebración eucarística con
ocasión de la Jornada mundial de la
vida consagrada en la basílica de San
Pedro (2 de febrero)
Durante la misa en la parroquia romana de Santo Tomás apóstol en visita
pastoral (16 de febrero)
Durante la misa con los purpurados
creados en el Consistorio (23 de febrero)
Durante la misa del miércoles de Ceniza en la basílica de Santa Sabina (5
de marzo)
Durante la misa en la parroquia de
Santa María de la Oración en Setteville de Guidonia en visita pastoral (16
de marzo)
Durante la misa en la basílica de San
Pedro con la participación de un grupo de parlamentarios y representantes
del gobierno italiano (27 de marzo)
Durante la celebración penitencial en
la basílica vaticana (28 de marzo)
Durante la misa en la parroquia romana de San Gregorio Magno en visita
pastoral (6 de abril)
Durante la misa del domingo de Ramos, en la plaza de San Pedro (13 de
abril)
Durante la misa «in cena Domini» en
el centro para discapacitados Santa
María de la Providencia, en Roma (17
de abril)
Durante la misa Crismal, en la basílica
de San Pedro (17 de abril)
Durante la misa de la Vigilia pascual,
en la basílica de San Pedro (19 de
abril)
Durante la misa de acción de gracias
por la canonización de José de Anchieta en la iglesia romana de San Ignacio (24 de abril)
Durante la misa de canonización de
Juan XXIII y Juan Pablo II en la plaza
de San Pedro (27 de abril)
Durante la misa en la Iglesia romana
de san Estanislao en acción de gracias
por la canonización de Juan Pablo II
(4 de mayo)
Durante la ordenación sacerdotal de
trece diáconos en la basílica vaticana
(11 de mayo)
Durante la misa en Amán durante el
viaje apostólico a Tierra Santa (24 de
mayo)
Durante la misa en la plaza del Pesebre de Belén en su viaje apostólico a
Tierra Santa (25 de mayo)
Durante la celebración ecuménica en
el Santo Sepulcro en su viaje apostólico a Tierra Santa (25 de mayo)
Durante la misa en el Cenáculo de Jerusalén con los Ordinarios de Tierra
Santa (26 de mayo)
Durante la misa de ordenación episcopal del subsecretario del Sínodo de los
obispos en la basílica vaticana (30 de
mayo)
Durante la misa de Pentecostés en la
basílica de San Pedro (8 de junio)
Durante la misa de la solemnidad de
«Corpus Christi» en la basílica de San
Juan de Letrán (19 de junio)
Durante la misa en la explanada de
Marina di Sibari como conclusión de
su visita pastoral a Cassano all’Ionio,
Italia (21 de junio)
Texto preparado para la misa en el
policlínico Gemelli (27 de junio)
Durante la misa de la solemnidad de
los apóstoles san Pedro y san Pablo,
con imposición del palio a 24 arzobispos metropolitanos, en la basílica de
San Pedro (29 de junio)
página IV
28 - 06
31 - 06
Durante la misa en la visita pastoral a
Campobasso, Italia (5 de julio)
Misas en Santa Marta
Durante la misa en la plaza Carlos III
en su visita pastoral a Caserta, Italia
(26 de julio)
01 - 10
32 - 06
Durante la celebración de Vísperas
con los acólitos en la plaza de San Pedro (5 de agosto)
34 - 10
Durante la misa de la solemnidad de
la Asunción en el «World Cup Stadium» de Daejón, en su viaje apostólico a Corea (15 de agosto)
34 - 11
34 - 13
Durante la misa de beatificación de
Pablo Yun Ji-chung y 123 compañeros
mártires en la plaza de Seúl, en su viaje apostólico a Corea (16 de agosto)
Durante la misa conclusiva de la VI
Jornada de la juventud asiática en la
plaza del castillo de Haemi, en su viaje apostólico a Corea (17 de agosto)
34 - 19
Durante la misa en la catedral de
Seúl, en su viaje apostólico a Corea
(18 de agosto)
38 - 03
Durante la misa en Redipuglia, Italia,
en el centenario de la primera guerra
mundial (13 de septiembre)
38 - 08
Durante la misa con la celebración de
20 matrimonios en la basílica de San
Pedro (14 de septiembre)
39 - 08
Durante la misa en la plaza de Tirana
dedicada a madre Teresa de Calcuta,
en el viaje apostólico a Albania (21 de
septiembre)
39 - 10
Durante la celebración de Vísperas en
la catedral de Tirana, Albania (21 de
septiembre)
40 - 05
Durante la misa en la iglesia romana
del Gesù con ocasión del II centenario
de la reconstitución de la Compañía
de Jesús en 1814 (27 de septiembre)
40 - 07
41 - 12
41 - 13
42 - 10
43 - 08
Durante la misa con personas de la
tercera edad en la plaza de San Pedro
(28 de septiembre)
Durante la vigilia de oración en la plaza de San Pedro la víspera del inicio
de la Asamblea general extraordinaria
del Sínodo de los obispos sobre la familia (4 de octubre)
Durante la misa de apertura de la
Asamblea general extraordinaria del
Sínodo de los obispos sobre la familia
en la basílica vaticana (5 de octubre)
Durante la misa de acción de gracias
por la canonización equivalente de
Francisco de Laval y María de la Encarnación, en la basílica vaticana (12
de octubre)
Durante la misa de beatificación de
Pablo VI, en la plaza de San Pedro (19
de octubre)
45 - 06
Durante la misa de la solemnidad de
Todos los santos en el cementerio romano del Verano (1 de noviembre)
45 - 05
Durante la misa en sufragio de los
cardenales y obispos fallecidos durante
el año, en la basílica vaticana (3 de
noviembre)
48 - 10
Durante la misa de la solemnidad de
Cristo Rey canonización de seis beatos
en la plaza de San Pedro (23 de noviembre)
49 - 10
Durante la misa en la catedral del Espíritu Santo de Estambul, Turquía (29
de noviembre)
49 - 12
Durante la celebración de la Divina
Liturgia en la iglesia de San Jorge de
El Fanar, en Estambul (30 de noviembre)
51 - 03
Durante la misa de la celebración de
la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la basílica vaticana (12 de diciembre)
51 - 08
L’OSSERVATORE ROMANO
Durante la misa en la parroquia romana de San José en el Aurelio en visita
pastoral (14 de diciembre)
01 - 10
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Si el hombre intenta salvarse por sí
mismo (19 de diciembre de 2013)
El misterio no busca publicidad (20
de diciembre de 2013)
Como en espera de un parto (23 de
diciembre de 2013)
Si el corazón es como un mercado (7
de enero)
El amor no es una telenovela (9 de
enero)
El credo de los loros (10 de enero)
Cómo debe ser el sacerdote (11 de enero)
Un amor artesanal (13 de enero)
Cuatro modelos (14 de enero)
Para un examen de conciencia (16 de
enero)
Así lo hacen todos (17 de enero)
El Dios de las sorpresas (20 de enero)
Dios elige a los pequeños (21 de enero)
Corazones libres de envidias y celos
(23 de enero)
Cómo se construye el diálogo (24 de
enero)
Cuando los sacerdotes no son noticia
(27 de enero)
La oración de alabanza (28 de enero)
Entre Cristo y la Iglesia ninguna dicotomía (30 de enero)
Los mártires de nuestros pecados (31
de enero)
Instrucciones para los momentos de tinieblas (3 de febrero)
Cuando Dios llora (4 de febrero)
Lo que dejamos a los demás (6 de febrero)
Volver a la primera Galilea (7 de febrero)
En misa sin reloj (10 de febrero)
El rey y la mujer (13 de febrero)
Adelante más allá de los obstáculos
(14 de febrero)
Santa paciencia (17 de febrero)
Para no dejarse contagiar por la tentación (18 de febrero)
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
(20 de febrero)
La fe no es casuística (21 de febrero)
Regreso a casa (24 de febrero)
Quien hace fiesta para hacer la guerra
(25 de febrero)
El escándalo de la incoherencia (27 de
febrero)
Cuando fracasa un amor (28 de febrero)
Religiosas y sacerdotes libres de la
idolatría (3 de marzo)
El martirio (4 de marzo)
El estilo cristiano (6 de marzo)
El fantasma de la hipocresía (7 de
marzo)
Nadie puede juzgarte (17 de marzo)
Cristianos sin maquillaje (18 de marzo)
Quien no tiene nombre (20 de marzo)
La palabra encarcelada (21 de marzo)
Marginados, por lo tanto salvados (24
de marzo)
La salvación es un regalo (25 de marzo)
Regreso a casa (28 de marzo)
Para no ser turistas existenciales (31 de
marzo)
Más allá de los formalismos (1 de
abril)
Un amigo con quien rezar (3 de abril)
Donde está prohibido rezar (4 de
abril)
El perdón en una caricia (7 de abril)
La miseria y la gloria (8 de abril)
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
16 - 04
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La dictadura del pensamiento único
(10 de abril)
Seguramente el diablo (11 de abril)
Ningún miedo a la alegría (24 de
abril)
La comunidad cristiana en tres pinceladas (29 de abril)
También hoy se mata en nombre de
Dios (2 de mayo)
Quien tiene sitio en la Iglesia (5 de
mayo)
El testimonio del cristiano (6 de mayo)
Nada de burocracia en la sacristía (8
de mayo)
Quien disminuye y quien crece (9 de
mayo)
Todos los ostiarios (12 de mayo)
Aquellos que abren las puertas (13 de
mayo)
Entre memoria y esperanza (15 de mayo)
Tres puertas (16 de mayo)
Entre movimiento y firmeza (19 de
mayo)
Como niños ante un regalo (20 de
mayo)
La obra de Jesús (22 de mayo)
De la tristeza a la alegría (30 de mayo)
Tres amores para un matrimonio (2 de
junio)
Un buen abogado (3 de junio)
Una casa que no se alquila (5 de junio)
El primer amor jamás se olvida (6 de
junio)
El carné de identidad del cristiano (9
de junio)
Cuando el odio mata (12 de junio)
Una brisa suave (13 de junio)
Cuando pagan los pobres (16 de junio)
Pecadores con guantes blancos (17 de
junio)
Caza al tesoro (20 de junio)
Nadie puede juzgar (23 de junio)
Cristianos que saben abajarse (24 de
junio)
Los que hablan si autoridad (26 de junio)
La canción de cuna de Dios (27 de junio)
Martirio de guante blanco (30 de junio)
Humildemente pido perdón (7 de julio)
El Evangelio en el bolsillo (1 de septiembre)
Las ancianitas y el teólogo (2 de septiembre)
¿Por qué gloriarse de los pecados? (4
de septiembre)
Vino nuevo en odres nuevos (5 de septiembre)
Pequeña y santa (8 de septiembre)
En la lista de Jesús (9 de septiembre)
Esos cristianos necios (11 de septiembre)
La tarea de remendar agujeros (12 de
septiembre)
Tres mujeres (15 de septiembre)
Cuando Dios visita (16 de septiembre)
El perfume de la pecadora (18 de septiembre)
Miedo de resucitar (19 de septiembre)
Dos condiciones (23 de septiembre)
He deshojado la cebolla (25 de septiembre)
La verdadera identidad (26 de septiembre)
Ángeles y demonios (29 de septiembre)
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
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Orar en la oscuridad (30 de septiembre)
Todos tenemos un ángel (2 de octubre)
Salvados a nuestro modo (3 de octubre)
Si se pierde la memoria (7 de octubre)
El «de más» de Dios (9 de octubre)
Corazones vigilantes (10 de octubre)
El Dios de las sorpresas (13 de octubre)
Apariencia y realidad (14 de octubre)
Como el incienso que se quema (16 de
octubre)
Al inicio del cielo (17 de octubre)
Espera y esperanza (21 de octubre)
Horizonte infinito (23 de octubre)
La piedra y los ladrillos (24 de octubre)
Cristianos de color gris (27 de octubre)
Católicos pero no demasiado (28 de
octubre)
Una lucha bellísima (30 de octubre)
La ley y la carne (31 de octubre)
La alegría de un obispo (3 de noviembre)
El don de Dios es gratis (4 de noviembre)
Dios va siempre al límite (6 de noviembre)
Cristianos barnizados (7 de noviembre)
Cristianos escandalosos (10 de noviembre)
Nada de pereza (11 de noviembre)
En el reino de Dios con un euro (13
de noviembre)
La jornada de los niños (14 de noviembre)
Jericó en vía Ottaviano (17 de noviembre)
¿No estoy vivo por dentro? (18 de noviembre)
Miedo a las sorpresas (20 de noviembre)
Quien escandaliza al pueblo (21 de
noviembre)
¿De dónde viene la luz? (24 de noviembre)
¿Abatimiento o esperanza? (27 de noviembre)
Sólo el humilde comprende (2 de diciembre)
Sin maquillaje sobre la roca (4 de diciembre)
Salir para dar vida (9 de diciembre)
La canción de cuna de Dios (11 de diciembre)
Corazones tenebrosos (15 de diciembre)
Los que irán en primer lugar (16 de
diciembre)
L’OSSERVATORE ROMANO
04 - 04
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A los muchachos de la Acción católica
italiana (20 de diciembre de 2013)
A los niños ingresados en el hospital
pediátrico «Bambino Gesù» (21 de diciembre de 2013)
A sus colaboradores más cercanos en
el encuentro tradicional navideño (21
de diciembre de 2013)
A los gentilhombres de su Santidad
(10 de enero)
A los sediarios pontificios (10 de enero)
A los ortodoxos que estudian gracias
al dicasterio para la unidad de los cristianos (11 de enero)
Al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (13 de enero)
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A una delegación del Consejo mundial de las Iglesias (7 de marzo)
A los obispos de la Conferencia episcopal de Timor Oriental en visita «ad
limina Apostolorum» (17 de marzo)
A los dirigentes y obreros de las fábricas de acero de Terni y a los fieles de
la diócesis (20 de marzo)
A los participantes en el encuentro
con los familiares de las víctimas de la
criminalidad organizada y los voluntarios de la asociación «Libera» en la
parroquia romana de San Gregorio VII
(21 de marzo)
A los miembros de la asociación
Corallo que reúne a las emisoras radiotelevisivas católicas italianas (22 de
marzo)
A los participantes en la plenaria del
Consejo pontificio para la pastoral de
la salud (24 de marzo)
A los obispos de Guinea en visita «ad
limina Apostolorum» (24 de marzo)
A los participantes en el curso sobre
fuero interno organizado por la Penitenciaría apostólica (28 de marzo)
A los obispos de Madagascar en visita
«ad limina Apostolorum» (28 de marzo)
Misa conclusiva de la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los obispos y la beatificación de Pablo
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7. Discursos
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A los encargados de antecámara del
palacio apostólico (16 de enero)
A una delegación ecuménica finlandesa con ocasión de la fiesta de san Enrique (17 de enero)
Al personal de la Florería apostólica
(17 de enero)
A los dirigentes y empleados de la Radio televisión italiana (18 de enero)
A los dirigentes y agentes de la Comisaría de seguridad pública junto al Vaticano (20 de enero)
Al Tribunal de la Rota romana (24 de
enero)
Al Centro italiano femenino (25 de
enero)
A los obispos autríacos en visita «ad
limina Apostolorum» (30 de enero)
A los miembros de la Universidad católica estadounidense de «Notre Dame» (30 de enero)
A los participantes en la plenaria de la
Congregación para la doctrina de la fe
(31 de enero)
A los participantes en el encuentro del
Camino neocatecumenal (1 de febrero)
A los obispos polacos en visita «ad limina Apostolorum» (7 de febrero)
página V
10 - 14
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A la comunidad esrilanquesa que vive
en Italia (8 de febrero)
A los obispos de Bulgaria en visita
«ad limina Apostolorum» (13 de febrero)
A los participantes en la plenaria de la
Congregación para la educación católica (13 de febrero)
A los obispos de la República Checa
en visita «ad limina Apostolorum» (14
de febrero)
A los participantes en un diálogo
abierto con jóvenes parejas de novios
(14 de febrero)
Durante la apertura de los trabajos del
consistorio extraordinario sobre la familia (20 de febrero)
A los participantes en una reunión de
la Congregación para los obispos (27
de febrero)
A los obispos amigos de los Focolares
(27 de febrero)
A los participantes en la reunión plenaria de la Comisión pontificia para
América Latina, en un discurso entregado por escrito (28 de febrero)
A los participantes en la reunión plenaria de la Comisión pontificia para
América Latina, en un discurso espontáneo (28 de febrero)
A los obispos españoles en visita «ad
limina Apostolorum» (3 de marzo)
A la Federación italiana de ejercicios
espirituales (3 de marzo)
A los sacerdotes de la diócesis de Roma, en su primer encuentro al inicio
del período cuaresmal (6 de marzo)
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VI
(19 de octubre)
A los miembros del Movimiento apostólico de ciegos y de la Pequeña misión para sordomudos (29 de marzo)
Al capítulo general de la Sociedad salesiana de San Juan Bosco (31 de marzo)
Durante la entrevista de un grupo de
jóvenes de Flandes, Bélgica (31 de
marzo)
A los obispos de la Conferencia episcopal de Ruanda en visita «ad limina
Apostolorum» (3 de abril)
A la Asociación nacional de municipios italianos (5 de abril)
A los miembros del Comité organizador de la XXVIII Jornada mundial de
la juventud de Río de Janeiro (7 de
abril)
A los obispos de Tanzania en visita
«ad limina Apostolorum» (7 de abril)
A la comunidad de la Pontificia Universidad Gregoriana y de los institutos
asociados (10 de abril)
A los participantes en la Conferencia
internacional sobre la trata de personas, en el Vaticano (10 de abril)
Al Movimiento por la vida italiano (11
de abril)
A una delegación de la Oficina internacional católica de la infancia (11 de
abril)
A los participantes en el Congreso de
la Sociedad italiana de cirugía oncológica (12 de abril)
Al Comité pontificio de ciencias históricas (12 de abril)
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Al Pontificio Colegio Leoniano de
Anagni (14 de abril)
Al final del Vía Crucis en el Coliseo
(18 de abril)
A los obispos de la Conferencia episcopal de Botsuana, Sudáfrica y Suazilandia en visita «ad limina Apostolorum» (25 de abril)
A los miembros del Consejo de asuntos económicos (2 de mayo)
A los miembros de la «Papal Foundation» (2 de mayo)
A la Acción católica italiana (3 de mayo)
A los obispos de Sri Lanka en visita
«ad limina Apostolorum» (3 de mayo)
A la Guardia Suiza pontificia (5 de
mayo)
A los obispos de Burundi en visita
«ad limina Apostolorum» (5 de mayo)
Al Patriarca supremo y Catholicós de
todos los armenios, Karekin II (8 de
mayo)
A los miembros de la Junta de los jefes ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas (9 de mayo)
A los participantes en la asamblea general de las Obras misionales pontificias (9 de mayo)
A los obispos autríacos en visita «ad
limina Apostolorum» (9 de mayo)
A los participantes en el encuentro de
estudiantes y docentes de las escuelas
italianas, en la plaza de San Pedro (10
de mayo)
A los participantes en la asamblea general de la Conferencia italiana de institutos seculares (10 de mayo)
A la fundación «Centesimus annus
pro Pontifice» (10 de mayo)
Diálogo con los estudiantes de los colegios pontificios y residencias sacerdotales de Roma (12 de mayo)
A los nuevos embajadores ante la Santa Sede de Suiza, Liberia, Etiopía, Sudán, Jamaica, Sudáfrica e India (15 de
mayo)
A las asociaciones fundadas por Luigi
Novarese (17 de mayo)
A los obispos de la conferencia episcopal italiana, en la apertura de la VI
asamblea general (19 de mayo)
A los obispos de México en visita «ad
limina Apostolorum» (19 de mayo)
A la Conferencia episcopal italiana,
con ocasión de la apertura de la sexta
asamblea general (19 de mayo)
A los presentes en la ceremonia de
bienvenida en el palacio de Jordania
(24 de mayo)
A los presentes en el palacio presidencial en Belén (25 de mayo)
A un grupo de niños del campo de refugiados de Dheisheh (25 de mayo)
A los presentes en la ceremonia de
bienvenida en el aeropuerto Ben Gurión de Tel Aviv, Israel (25 de mayo)
Durante la visita al Memorial de Yad
Vashem (26 de mayo)
A la comunidad musulmana en el edificio del Gran consejo del Wafq (26
de mayo)
A los dos Grandes Rabinos de Israel
(26 de mayo)
A los sacerdotes, religiosos, religiosas
y seminaristas de Tierra Santa en la
iglesia de Getsemaní (26 de mayo)
A los presentes en la residencia presidencial de Israel (26 de mayo)
A los periodistas durante el vuelo de
regreso de Tierra Santa (26 de mayo)
A los organismos caritativos católicos
que actúan en el contexto de la crisis
siria (30 de mayo)
A un grupo de quinientos niños de las
escuelas primarias de las periferias de
Nápoles y Roma (31 de mayo)
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A los participantes en la 37ª convocatoria nacional de la Renovación carismática, en el estadio Olímpico de Roma (1 de junio)
Al final del encuentro con los participantes en la 37ª convocatoria nacional
de la Renovación carismática, en el estadio Olímpico de Roma (1 de junio)
A los participantes en un congreso
promovido por el Consejo Pontificio
para la pastoral de los emigrantes e itinerantes (5 de junio)
Al catholicós Aram 1 (5 de junio)
A los obispos de Zimbabue en visita
«ad limina Apostolorum» (6 de junio)
A los militares del Cuerpo de Carabineros en el bicentenario de su fundación (6 de junio)
Llamada telefónica a los participantes
en la 36ª peregrinación a pie Macerata-Loreto, Italia (7 de junio)
Durante el encuentro con miles de
chicos y chicas del Centro deportivo
italiano en la plaza de San Pedro (7 de
junio)
Durante el encuentro de oración por
la paz con los presidentes israelí y palestino, en presencia del patriarca Bartolomé I, en los Jardines vaticanos (8
de junio)
Entrevista concedida al periódico «La
Vanguardia» (12 de junio)
A los miembros de «Misericordia» de
Italia y a los grupos «Fratres» (14 de
junio)
A la comunidad de San Egidio durante la visita a la basílica romana de
Santa María en Trastévere (15 de junio)
A los participantes en la asamblea pastoral de la diócesis de Roma (16 de junio)
Al arzobispo de Canterbury (16 de junio)
A los participantes en un congreso organizado por el Consejo pontificio
«Justicia y paz» (16 de junio)
A los miembros del Consejo superior
de la magistratura italiana (17 de junio)
A los participantes en la «International Drug Enforcement Conferences»
(20 de junio)
A los participantes en un congreso sobre la libertad religiosa y el derecho
internacional celebrado en Roma (20
de junio)
A los sacerdotes en la catedral de Cassano all’Ionio, Italia (21 de junio)
A los presentes en el centro penitenciario de Castrovillari, Italia (21 de junio)
A los miembros de la Reunión de las
obras para la ayuda a las Iglesias
orientales (26 de junio)
A los participantes en la escuela estival
de astrofísica de la Specola vaticana
(26 de junio)
A un grupo de jóvenes romanos en camino vocacional (28 de junio)
A la delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla (28 de junio)
Entrevista concedida al periódico italiano «Il Messaggero» (29 de junio)
A industriales y obreros de Molise,
Italia, en la Universidad de Campobasso (5 de julio)
A los jóvenes de Abruzzo y Molise,
reunidos en el santuario de Castelpetroso, Italia (5 de julio)
A los reclusos en Isernia, Italia, durante el encuentro en el centro penitenciario (5 de julio)
Al final de su visita pastoral en la región de Molise, Italia, delante de la
catedral (5 de julio)
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
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A los participantes en el seminario internacional sobre el tema «Por una
economía cada vez más inclusiva» (12
de julio)
A los sacerdotes de la diócesis en su
visita pastoral a Caserta, en la capilla
del palacio real (26 de julio)
A la comunidad de la Iglesia pentecostal de la reconciliación en Caserta,
Italia (28 de julio)
Durante el encuentro con más de cincuenta mil monaguillos en la plaza de
San Pedro (5 de agosto)
Durante la entrevista de una emisora
de radio argentina (8 de agosto)
Llamada telefónica a los miembros de
la Asociación italiana de guías y
scouts, reunidos en Pisa (10 de agosto)
A las autoridades en el palacio presidencial durante el viaje apostólico a
Corea (14 de agosto)
Durante el encuentro con los obispos
de Corea (14 de agosto)
Durante el encuentro con los jóvenes
en el santuario de Solmoe, Corea (15
de agosto)
Durante el encuentro con las comunidades de vida consagrada en Kkottongnae, Corea (16 de agosto)
Durante el encuentro con los responsables del apostolado laical, en el centro de espiritualidad de Kkottongnae,
Corea (16 de agosto)
Durante el encuentro con los obispos
del continente asiático reunidos en el
santuario de Haemi, Corea (17 de
agosto)
A los periodistas durante el viaje de
regreso del viaje apostólico a Corea
(18 de agosto)
Durante el encuentro con los responsables religiosos en Seúl, Corea (18 de
agosto)
A los organizadores y deportistas del
partido de fútbol por la paz en el estadio Olímpico de Roma (1 de septiembre)
A los participantes en el congreso
mundial de «Scholas occurrentes» (4
de septiembre)
A los obispos de Camerún en visita
«ad limina Apostolorum» (6 de septiembre)
A los obispos de la República democrática del Congo en visita «ad limina
Apostolorum» (12 de septiembre)
A los participantes en el curso organizado por la Congregación para los
obispos en colaboración con la Congregación para las Iglesias orientales
(18 de septiembre)
A los obispos autríacos en visita «ad
limina» (18 de septiembre)
A los participantes en un congreso sobre la Evangelii Gaudium (19 de septiembre)
A los participantes en el seminario de
actualización organizado por Propaganda fide (20 de septiembre)
A las autoridades políticas y civiles de
Albania durante el encuentro en el palacio presidencial (21 de septiembre)
Coloquio con los periodistas en el
vuelo de regreso del viaje apostólico a
Albania (21 de septiembre)
A los responsables de las principales
confesiones religiosas en Albania (21
de septiembre)
A los presentes durante la visita al
Centro Betania, en Albania (21 de septiembre)
A los obispos de Ghana en visita «ad
limina Apostolorum» (23 de septiembre)
Al movimiento de los Focolares (26 de
septiembre)
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
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Al Comité pontificio para los Congresos eucarísticos internacionales (27 de
septiembre)
A los presentes en la Jornada dedicada
a la tercera edad en la plaza de San
Pedro (28 de septiembre)
Al patriarca Mar Dinkha IV (2 de octubre)
A los participantes en la plenaria del
Consejo pontificio Justicia y paz (2 de
octubre)
A los obispos de Chad en visita «ad
limina Apostolorum» (2 de octubre)
A los participantes en la plenaria del
Consejo de las Conferencias episcopales de Europa (3 de octubre)
A los participantes en la plenaria de la
Congregación para el clero (3 de octubre)
Durante la apertura de los trabajos la
III Asamblea general extraordinaria del
Sínodo de los obispos dedicada a la
familia (6 de octubre)
Durante la última congregación general de la III asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos dedicada a la familia (18 de octubre)
A los presentes en el consistorio ordinario público (20 de octubre)
A una delegación de la Asociación internacional de derecho penal (23 de
octubre)
A los miembros de la fundación
«Orientale lumen» (24 de octubre)
A los presentes en la sesión plenaria
de la Pontificia Academia de ciencias
y en la inauguración de un busto en
honor de Benedicto XVI, en la sede de
dicha Academia (27 de octubre)
Durante el encuentro con los Movimientos populares reunidos en el Vaticano (28 de octubre)
A una delegación de la Conferencia
internacional de los obispos veterocatólicos de la Unión de Utrecht (30 de
octubre)
A los miembros de la «Catholic Fraternity of Charismatic Covenant Communities and Fellowships» (31 de octubre)
A los participantes en un curso organizado por el Tribunal de la Rota romana (5 de noviembre)
A una delegación de la Alianza evangélica mundial (6 de noviembre)
A los obispos de Malawi en visita «ad
limina Apostolorum» (6 de noviembre)
A la asamblea ecuménica de los obispos amigos de los Focolares (7 de noviembre)
A la Conferencia italiana de superiores
mayores (7 de noviembre)
A las Hijas de María Auxiliadora (8
de noviembre)
A los scouts adultos católicos italianos
(8 de noviembre)
A los obispos de Senegal, Mauritania,
Cabo Verde y Guinea Bissau en visita
«ad limina» (10 de noviembre)
A los participantes en un congreso
mundial de contables y expertos en
ciencias económicas (14 de noviembre)
A los representantes de la Asociación
de médicos católicos italianos (15 de
noviembre)
A los participantes en el simposio de
jóvenes sobre la trata de seres humanos (16 de noviembre)
A los participantes en un congreso sobre la complementariedad entre el
hombre y la mujer (17 de noviembre)
A los obispos de Zambia en visita «ad
limina Apostolorum» (17 de noviembre)
A los participantes en la conferencia
internacional sobre la alimentación en
L’OSSERVATORE ROMANO
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Durante el encuentro con jóvenes refugiados en Estambul, Turquía (30 de
noviembre)
A los obispos de Suiza en visita «ad
limina Apostolorum» (1 de diciembre)
A los participantes en un congreso sobre la trata de personas (2 de diciembre)
Entrevista concedida al diario argentino «La Nación» (4 de diciembre)
A los miembros de la Comisión teológica internacional (5 de diciembre)
A un grupo de fieles de Antioquía de
los sirios (12 de diciembre)
A los dirigentes, empleados y operadores de la emisora TV2000 (15 de diciembre)
8. Oraciones
01 - 02
23 - 09
50 - 03
A la Sagrada Familia (29 de diciembre
de 2013)
Por los sacerdotes, jóvenes, familia,
enfermos y ancianos (1 de junio)
A la Inmaculada Concepción (8 de diciembre)
9. Llamamientos
04 - 01
Un momento del viaje apostólico a Albania (21 de septiembre)
08 - 01
la sede de la
viembre)
FAO
en Roma (20 de no09 - 04
en Roma
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Al personal la sede de la
(20 de noviembre)
47 - 16
Al final de la audiencia general el recuerdo de la jornada «Pro orantibus»
(21 de noviembre)
FAO
48 - 09
A los participantes en el VII congreso
mundial de la pastoral de las emigraciones (21 de noviembre)
48 - 18
A los participantes en una conferencia
internacional sobre autismo organizada por el Consejo pontificio para la
pastoral de la salud (22 de noviembre)
48 - 19
A los participantes en el III Congreso
mundial de los movimientos eclesiales
y las nuevas comunidades (22 de noviembre)
51 - 11
48 - 11
A los participantes en el congreso misionero nacional organizado por la
Conferencia episcopal italiana (22 de
noviembre)
A los fieles de la India llegados a Roma por la canonización de Kuriakose
Elías Chavara y Eufrasia Eluvathingal
(24 de noviembre)
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46 - 01
47 - 01
51 - 01
En favor de la paz en Siria con ocasión del inicio de la conferencia internacional sobre el país mediorientral
celebrada en Montreux (22 de enero)
Por la situación en Ucrania (19 de febrero)
Por la situación en Ucrania (21 de febrero)
Por la paz en Venezuela (26 de febrero)
Por la paz en Siria (9 de abril)
Por la paz en Siria (24 de mayo)
Por la paz en Siria (30 de mayo)
Contra la explotación y abusos de niños (11 de junio)
En favor de quien está obligado a huir
(20 de junio)
Por Oriente y Ucrania (20 de julio)
Por el fin de las violencias en Oriente
Medio, Irak y Ucrania (27 de julio)
Por los cristianos y las minorías religiosas perseguidas (20 de agosto)
Para derrotar el virus del ébola (29 de
octubre)
Por los cristianos perseguidos (12 de
noviembre)
En favor de la paz en Tierra Santa (19
de noviembre)
Contra los ataques terroristas (17 de
diciembre)
48 - 03
Al Parlamento europeo de Estrasburgo
(25 de noviembre)
10. Telegramas
48 - 05
Al Consejo de Europa de Estrasburgo
(25 de noviembre)
06 - 14
48 - 08
A los periodistas durante el vuelo de
regreso de Estrasburgo (25 de noviembre)
49 - 03
A los participantes en el congreso internacional de pastoral de las grandes
ciudades (27 de noviembre)
49 - 21
49 - 07
A los participantes en la plenaria de la
Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida
apostólica (27 de noviembre)
Durante el encuentro con las autoridades turcas en el palacio presidencial de
Ankara (28 de noviembre)
49 - 07
Durante la visita a la Presidencia para
los Asuntos religiosos de Turquía (28
de noviembre)
49 - 11
Durante el encuentro con el Patriarca
Bartolomé I, en la iglesia patriarcal de
San Jorge, en Estambul, Turquía (29
de noviembre)
49 - 05
A los periodistas durante el vuelo de
regreso de Turquía (30 de noviembre)
13 - 11
13 - 11
14 - 12
16 - 02
46 - 03
Pésame ante el trágico incendio en
Buenos Aires (6 de febrero)
Al «locum tenens» de la Iglesia siroortodoxa de Antioquía con ocasión
del fallecimiento del patriarca Ignatius
Zakka I Iwas (23 de marzo)
Al obispo de Ávila por el fallecimiento
de Adolfo Suárez (26 de marzo)
Al arzobispo de Santiago de Chile por
el terremoto en el país (3 de abril)
Al obispo de Valparaíso, Chile, con
ocasión de un incendio en la ciudad
(14 de abril)
Al obispo de Cartagena, por el accidente de un autobús de peregrinos en
España (10 de noviembre)
11. Declaración común
22 - 12
Declaración común del Papa Francisco
y el Patriarca Bartolomé (25 de mayo)
49 - 13
Declaración común del Papa Francisco
y el Patriarca Bartolomé I (30 de noviembre)
página VIII
L’OSSERVATORE ROMANO
II.
1. Dicasterios de la Curia romana
09 - 08
03 - 02
05 - 02
06 - 14
07 - 10
09 - 09
16 - 07
Comisión pontificia para América Latina, con motivo del Día de hispanoamérica en la diócesis de España (12 de
diciembre de 2013)
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (enero-febrero) (14 de enero)
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (27
de enero)
Oficina de prensa de la Santa Sede:
por la defensa de los derechos del niño (5 de febrero)
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (7
de febrero)
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (marzo-abril) (26 de febrero)
Congregación para las Iglesias orientales: Carta con ocasión de la colecta
32 - 05
34 - 02
36 - 02
38 - 04
39 - 02
39 - 02
SANTA SEDE
Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida
apostólica: Publicación de las «Líneas
orientativas para la gestión de los bienes en los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica» (5 de agosto)
Congregación para las Iglesias orientales: Comunicado sobre la violencia desencadenada contra las poblaciones
iraquíes (7 de agosto)
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre en septiembre (1 de septiembre)
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (17
de septiembre)
Oficina de prensa de la Santa Sede:
instituida por el Pontífice una comisión especial de estudio para la reforma del proceso matrimonial canónico
(20 de septiembre)
Oficina de prensa de la Santa Sede:
Declaración sobre el arresto domicilia-
A los participantes en la plenaria del dicasterio para la vida consagrada (27 de noviembre)
anual para Tierra Santa (7 de marzo
de 2014)
12 - 04
Comisión pontificia para América Latina: Encuentro con ocasión del primer año de pontificado (18 de marzo)
14 - 04
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (3
de abril)
16 - 02
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (15
de abril)
20 - 02
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (9
de mayo)
22 - 22
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (junio, julio y agosto) (23 de mayo)
39 - 02
40 - 02
43 - 15
44 - 02
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
2. Varios
08 - 02
Tercera reunión del Consejo de cardenales (17 al 19 de febrero)
29 - 11
Mensaje del cardenal Pietro Parolin,
secretario de Estado, en nombre del
Papa, para la conferencia sobre las minas antipersona celebrada en Mozambique (23 de junio)
29 - 02
Intervención del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, durante los
trabajos del «Coloquio México-Santa
Sede sobre movilidad humana y desarrollo» (14 de julio)
29 - 04
Homilía del cardenal Pietro Parolin,
secretario de Estado, en el santuario
de Nuestra Señora de Guadalupe como conclusión de su visita con ocasión del «Coloquio México-Santa Sede sobre movilidad humana y desarrollo» (15 de julio)
32 - 04
Publicación del Anuario pontificio
2014 y el «Annuarium Statisticum Ecclesiae 2012»
Celebración del sacramento del matrimonio en la basílica vaticana (14 de septiembre)
rio para el ex nuncio Wesołowski (20
de septiembre)
Oficina de prensa de la Santa Sede:
Comunicado sobre la sustitución del
obispo de Ciudad del Este, Paraguay
(25 de septiembre)
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre en octubre (26 de septiembre)
Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida
apostólica: Publicación de «Escrutad»,
la segunda carta para el Año de la vida consagrada (15 de octubre)
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre en noviembre (24 de octubre)
46 - 06
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (7
de noviembre)
49 - 14
Penitenciaría apostólica: Indulgencias
para el Año de la vida consagrada (23
de noviembre)
49 - 04
Oficina para las celebraciones litúrgicas pontificias: Calendario de las celebraciones presididas por el Santo Padre (diciembre 2014 - enero 2015) (26
de noviembre)
37 - 02
Congregación para el culto divino y la
disciplina de los sacramentos: Decreto.
Para los santos Juan XXIII y Juan Pablo II (29 de mayo)
25 - 14
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (12
de junio)
30 - 09
Consejo pontificio para el diálogo interreligioso por el fin del Ramadán
(24 de junio)
28 - 10
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (8
de julio)
50 - 04
Congregación para las causas de los
santos: Promulgación de decretos (6
de diciembre)
29 - 05
Consejo pontificio para la pastoral de
los emigrantes e itinerantes: Mensaje
para la Jornada mundial del turismo
(11 de julio)
51 - 01
Secretaría de Estado: Comunicado sobre el restablecimiento de relaciones
entre Estados Unidos y Cuba (17 de
diciembre)
36 - 02
Mensaje del cardenal Pietro Parolin,
secretario de Estado, en nombre del
Papa, a los políticos católicos (28 de
agosto)
37 - 04
Intervención de monseñor Tomasi, observador permanente de la Santa Sede
ante la Oficina de las Naciones Unidas e instituciones especializadas en
Ginebra (1 de septiembre)
37 - 04
Reunión del Consejo de asuntos económicos (4 de septiembre)
37 - 04
Telegrama del cardenal Pietro Parolin,
secretario de Estado, en nombre del
Papa, por el asesinato de tres misioneras saverianas italianas en Burundi (8
de septiembre)
38 - 01
Sexta reunión del Consejo de cardenales (15-17 de septiembre)
39 - 01
Mensaje del cardenal Pietro Parolin,
secretario de Estado, en nombre del
Papa, a la ONU con ocasión de la 69ª
Asamblea general (24 de septiembre)
40 - 02
Tema para la 49° Jornada mundial de
las comunicaciones sociales de 2015:
«Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad
del amor»
41 - 06
Homilía del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, durante la misa
celebrada en la capilla Paulina con los
nuncios de Oriente Medio (4 de octubre)
46 - 15
Rescripto del secretario de Estado sobre las disposiciones acerca de la renuncia de los obispos diocesanos y de
los titulares de oficinas de nombramiento pontificio (3 de noviembre)
L’OSSERVATORE ROMANO
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
III.
DOCUMENTOS
DEL
página IX
EPISCOPADO
1. Sínodo de los obispos
III
Asamblea general extraordinaria
26 - 01
38 - 10
41 - 12
41 - 13
41 - 02
41 - 09
41 - 14
41 - 03
41 - 03
41 - 04
41 - 05
41 - 05
42 - 05
42 - 06
42 - 06
42 - 07
42 - 09
Presentación del «Instumentum laboris» de la asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre
la familia (26 de junio)
Participantes de la III asamblea general extraordinaria del Sínodo de los
obispos
Homilía del Papa durante la vigilia de
oración en la plaza de San Pedro la
víspera del inicio de la III Asamblea
general extraordinaria del Sínodo de
los obispos sobre la familia (4 de octubre)
Homilía del Papa durante la misa de
apertura de la III Asamblea general
extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia en la basílica vaticana (5 de octubre)
Discurso del Papa a los padres sinodales en la apertura de los trabajos la III
Asamblea general extraordinaria (6 de
octubre)
Relación del secretario general del Sínodo de los obispos, cardenal Baldisseri (6 de octubre)
Relación anterior al debate, del cardenal Erdő, relator general, durante la
primera congregación general (6 de
octubre)
Intervenciones durante la segunda
congregación general (6 de octubre)
Intervenciones durante la tercera congregación general (7 de octubre)
Intervenciones durante la cuarta congregación general (7 de octubre)
Intervenciones durante la quinta congregación general (8 de octubre)
Intervenciones durante la sexta congregación general (8 de octubre)
Intervenciones durante la séptima congregación general (9 de octubre)
Intervenciones durante la octava congregación general (9 de octubre)
Intervenciones durante la novena congregación general (10 de octubre)
Intervenciones durante la décima congregación general (10 de octubre)
Llamamiento de los padres sinodales
en favor de la paz en Irak, Siria y en
todo Oriente Medio (10 de octubre)
XV
42 - 08
42 - 12
42 - 08
42 - 09
43 - 02
43 - 03
43 - 04
50 - 05
Congregación general de la
III
Asamblea extraordinaria del Sínodo de los obispos sobre la familia (18 de octubre)
Intervenciones durante la undécima
congregación general (13 de octubre)
Relación «post disceptationem» del
cardenal Erdő, relator general de la III
asamblea general extraordinaria del Sínodo de los obispos (13 de octubre)
Presentación de la conclusión de los
trabajos de los círculos menores (16 de
octubre)
Relatores y moderadores de los círculos menores
Mensaje de los padres sinodales a las
familias cristianas y a las de todo el
mundo (18 de octubre)
Palabras del Papa durante la decimoquinta y última congregación general
(18 de octubre)
Presentación de la «relatio synodi» (18
de octubre)
Publicación de los Lineamenta de la
Asamblea general ordinaria de 2015 (9
de diciembre)
2. Textos de obispos
03 - 09
09 - 03
Cardenal Koch: Un año bajo una buena estrella ecuménica
Monseñor Paglia: En el corazón de la
Iglesia
09 - 04
09 - 05
13 - 06
13 - 07
15 - 05
24 - 15
29 - 02
29 - 04
29 - 06
29 - 12
30 - 03
31 - 05
32 - 05
34 - 03
34 - 07
IV.
21 - 06
21 - 11
22 - 12
22 - 13
24 - 08
27 - 05
30 - 11
49 - 13
OTROS
DOCUMENTOS
Declaración común de los líderes religiosos en Amán (14 de mayo)
Informe de la Autoridad de información financiera de 2013
Declaración común firmada por el Papa y el Patriarca Bartolomé (25 de mayo)
Palabras del patriarca Bartololmé durante la celebración ecuménica en el
Santo Sepulcro (25 de mayo)
Oraciones de la comunidad judía, cristiana y musulmana durante la invocación por la paz en los Jardines vaticanos (8 de junio)
Mensaje de Bartolomé I, Patriarca de
Constantinopla al Papa (24 de junio)
Declaración de la Academias de ciencias y de ciencias sociales (12 de julio)
Declaración común del Papa Francisco
y el Patriarca Bartolomé I (30 de noviembre)
37 - 04
38 - 10
38 - 15
39 - 04
40 - 04
41 - 06
41 - 09
41 - 14
42 - 17
47 - 08
Momento durante una audiencia general (3 de diciembre)
48 - 02
49 - 02
Cardenal Kasper: Cómo conjugar fidelidad a la Palabra de Dios y misericordia
Monseñor Baldisseri: Un Sínodo para
encontrar a la gente
Cardenal Kasper: Misericordia y verdad
Cardenal Kasper: Cuatro pasos
Cardenal Amato: Apóstoles de América
Monseñor Rodríguez Carballo: «Vetera et nova»
Cardenal Parolin: La riqueza de los
pueblos está en el respeto del otro
Cardenal Parolin: El rostro de Cristo
hoy
Cardenal Baldisseri: Patrimonio de la
humanidad
Cardenal Yeom Soo-jung: Único caso
en el mundo
Cardenal Koch: A paso lento, pero algo se mueve
Cardenal Coccopalmerio: Para una reforma espiritual
Cardenal Braz de Aviz: Más Evangelio en la gestión de los bienes de las
comunidades religiosas
Cardenal Filoni: Extraordinarios en la
prueba
Cardenal Parolin: En el corazón del
continente asiático
Monseñor Tomasi: Medidas concretas
para detener la agresión a los cristianos iraquíes
Cardenal Baldisseri: La belleza de la
familia
Monseñor Forte: El obispo y la pastoral de la familia
Cardenal Ouellet: Para elegir a un
obispo
Monseñor Fernández: La Iglesia no
debe ser autorreferencial
Cardenal Parolin: No hay que permanecer neutrales o indiferentes
Cardenal Baldisseri: Colegialidad en
camino
Cardenal Erdő: Con el espíritu del samaritano
Cardenal Parolin: No hay que resignarse
Cardenal Müller: Un camino hacia el
mundo
Cardenal Parolin: Proyecto Europa
Cardenal Parolin: Un puente sobre el
Bósforo
L’OSSERVATORE ROMANO
página X
Saludo al arzobispo Justin Welby en el congreso promovido por
la Pontificia Academia de ciencias (2 de diciembre)
V.
Encuentro en la Mezquita Azul con el gran muftí Rahmi Yaran
durante su viaje apostólico a Turquía (29 de noviembre)
ARTÍCULOS,
1. Editoriales *
04 - 02
01 - 07
02 - 08
03 - 01
05 - 01
09 - 01
11 - 01
13 - 02
18 - 01
18 - 03
21 - 02
22 - 01
22 - 03
22 - 17
24 - 01
28 - 01
32 - 01
34 - 01
38 - 01
39 - 01
39 - 05
40 - 01
41 - 01
43 - 01
47 - 01
04 - 09
48 - 01
49 - 01
50 - 01
El modelo de san José
Como un golpe de arado
Política papal
Como en Galilea
El camino de Cristo
Una gran alegría
La escucha de los nombres
Canonización programática
Santos
Las palabras de Francisco y de Pablo
Un futuro posible
Como hace cincuenta años
Como el día de Pentecostés
A la puesta del sol
La mirada de Jesús
Más que una encíclica
El Evangelio en el corazón
En la sombra de la guerra
Testimonio y fraternidad
El anillo y el pueblo
Entre las generaciones
El buen vino de la familia
El señorío de Dios
Cincuenta años después de la semana
negra
Para curar las fragilidades
La lógica del encuentro
Fenómeno abominable
04 - 14
05 - 05
05 - 11
06 - 02
06 - 14
06 - 14
07 - 02
07 - 07
07 - 08
07 - 08
07 - 11
08 - 02
08 - 04
09 - 03
09 - 05
*Giovanni Maria Vian
2. Varios
01 - 04
02 - 02
02 - 04
Historia de una vocación. Escrito inédito de Jorge Mario Bergoglio
Recordando a Pedro Fabro, por Marc
Lindeijer
Los magos narrados por Benedicto
XVI
02 - 06
02 - 08
03 - 04
03 - 09
Coloquio del Papa con los superiores
generales de los institutos de vida consagrada relatado por la «Civiltà Cattolica», por Antonio Spadaro
En el cincuenta aniversario de la peregrinación de Pablo VI a Tierra Santa
La mano caritativa de Francisco. Entrevista al secretario del Consejo pontificio «Cor unum», por Mario Ponzi
Un año bajo una buena estrella ecuménica, por Kurt Koch
09 - 09
10 - 14
11 - 03
11 - 06
11 - 12
12 - 05
12 - 08
12 - 08
13 - 06
13 - 07
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
Audiencia a Su beatitud Ignace Youssif III Younan,
Patriarca de Antioquía de los sirios (12 de diciembre)
COMENTARIOS Y ENTREVISTAS
Entrevista del Centro televisivo vaticano al secretario de Estado
Extranjero, ¿quién eres?, por Paul Ricoeur
«Una grabación involuntaria». Diálogo entre el patriarca de Constantinopla Atenágoras y Pablo VI
Jóvenes y debate sobre el aborto, por
Lucetta Scaraffia
Amistad nueva. Familiaridad entre católicos y judíos para afrontar la persecución nazi en Italia, por Anna Foa
Nueva etapa para la evangelización,
por Piero Coda
Los premios ¡Bravo! 2013
¿Tuit en latín? Magníficos
El sentido del sufrimiento, por Ferdinando Cancelli
En el debate de preparación al Sínodo. Un método nuevo de trabajo, por
Lucetta Scaraffia
Qumrán en archivo digital
El sentido nuevo de las palabras, por
Jorge Milia
El 11 de febrero de 2013. El instante en
el que se dividieron las aguas, por Pierangelo Sequeri
Entre las plagas del hombre de hoy,
por Gualtiero Bassetti
El más grave paso en falso, por Ferdinando Cancelli
En el corazón de la Iglesia, por Vincenzo Paglia
Entrevista a monseñor Baldisseri, secretario general del Sínodo de los obipos, por Nicola Gori
Tutela de los derechos de autor del
Santo Padre
No se dejen ningunear, por Jorge Milia
El tiempo favorable, por Inos Biffi
Entrevista del director del «Corriere
della sera» al Papa Francisco
Con el estilo de Jeremías, por Dario
E. Viganò
Respuestas a las preguntas de una radio de una «villa miseria» de Buenos
Aires
Y la civilización «se pasó de rosca»,
por Jorge Milia
Presentación del lema y del logo del
viaje del Papa a Tierra Santa
Misericordia y verdad, por Walter
Kasper
Cuatro pasos, por Walter Kasper
13 - 12
14 - 04
14 - 08
15 - 05
16 - 05
16 - 05
17 - 02
17 - 05
17 - 05
18 - 02
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18 - 05
20 - 02
20 - 14
21 - 08
21 - 08
22 - 11
24 - 09
24 - 15
26 - 01
Presentación del Encuentro mundial
de las familias de 2015 en Filadelfia
Callejeros de la fe, por Jorge Milia
Bondad y oración. En vísperas de la
canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, por Giovanni Battista Re
Entrevista al cardenal Angelo Amato,
prefecto de la Congregación para las
causas de los santos, sobre las tres canonizaciones equivalentes, por Nicola
Gori
Juan XXIII, simplicidad y prudencia,
por Loris Capovilla
Juan Pablo II, gigante de la fe, por
Stanisław Dziwisz
Hacia la canonización del 27 de abril.
Dos Papas para una Iglesia en camino, por Andrea Riccardi
El gran anciano detrás de los bastidores del mundo. Homilía del padre Raniero Cantalamessa, O.F.M.CAP., durante la celebración de la Pasión en la basílica de San Pedro
Entrevista a monseñor Bregantini sobre las meditaciones del Vía crucis del
Viernes santo, por Nicola Gori
Entrevista al cardenal secretario de Estado en un libro sobre la herencia de
los pontificados de Roncalli y Wojtiła
El enigma de Juan XXIII, por Joseph
Ratzinger
Santidad papal, por Giovanni Maria
Vian
Homilía del cardenal Jorge Mario Bergoglio durante una misa con ocasión
de la muerte de Juan Pablo II (4 de
abril de 2005)
El secretario de Estado habla del Papa
y la comunicación, por Giulia Galeotti
La invitación a pescar con una mirada
nueva, por Jorge Milia
Los caminos de la paz, por Ahraham
Skorka
Hace cincuenta años el viaje de Pablo
VI, por Fouad Twal
Entrevista al Patriarca Bartolomé, por
Mario Ponzi
Para arriesgarse por otras sendas. La
enseñanza del viaje a Tierra Santa, por
Pierbattista Pizzaballa
Entrevista al arzobispo Rodríguez
Carballo sobre el año de la vida consagrada, por Nicola Gori
Los niños de nadie. Mercado de órganos y explotación de los pobres, por
Lucetta Scaraffia
número 51-52, viernes 19-26 de diciembre de 2014
27 - 12
27 - 12
28 - 12
28 - 12
29 - 06
29 - 12
30 - 01
30 - 02
30 - 04
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32 - 03
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32 - 12
34 - 03
34 - 07
35 - 03
35 - 04
35 - 04
El rostro del pescador, por Fabrizio
Bisconti
Presentación del lema y del logo de la
JMJ de Cracovia 2016
Diálogo con el arzobispo Celli sobre
tradición e innovaciones, por Mario
Ponzi
El don de la libertad, por Lucetta Scaraffia
Entrevista al cardenal Baldisseri sobre
los contenidos de la próxima asamblea
extraordinaria del Sínodo sobre la familia, por Nicola Gori
Único caso en el mundo. Corea y su
Iglesia esperan al Papa Francisco, por
Andrew Yeom Soo-jung
Un nudo antropológico fundamental,
Lucetta Scaraffia
Entrevista al cardenal Kurt Koch sobre el diálogo ecuménico y las relaciones con el judaísmo, Nicola Gori
Los alumnos de Santa Fe recuerdan al
profesor Bergoglio
Jorge Milia y la visita de Borges en la
vieja estación de autobuses, por Silvia
Guidi
La intensidad de la oración, por Catherine de Hueck Doherty
En bosques y ciudades, por Mario
Sensi
La idea fija, por Daniel Rops
Martirio de la indiferencia, por Manuel Nin
Entrevista al cardenal Coccopalmerio.
Para una reforma espiritual, por Nicola Gori
El ecumenismo derriba los muros, por
Riccardo Burigana
Entrevista al patriarca de Babilonia de
los caldeos Luois Raphaël I Sako, por
Juan-Marie Guénois
Entrevista al cardenal João Braz de
Aviz sobre la gestión de los bienes
eclesiásticos, por Nicola Gori
Tres mil testigos en el castillo de Haemi, por Cristian Martini Grimaldi
Entrevista al cardenal Filoni, enviado
personal del Papa a Irak
Entrevista al cardenal Pietro Parolin
sobre el viaje del Santo Padre a Corea,
por Alessandro Di Bussolo
La patrona de Cuba en los jardines
vaticanos
Lecciones de Francisco. Editorial de
un periódico coreano sobre el viaje del
Papa
Entrevista al cardenal arzobispo de
Manila sobre la expectación en Filipinas por la visita del Papa, por Mario
Ponzi
L’OSSERVATORE ROMANO
página XI
Momento de festejo durante el viaje apostólico a Corea (13-18 de agosto)
35 - 05
35 - 05
35 - 05
35 - 06
35 - 06
35 - 11
36 - 04
36 - 06
36 - 07
36 - 09
36 - 11
37 - 06
37 - 07
38 - 15
Cada vez más apreciada la regulación
natural de la fertilidad, por François
Béguin y Laetitia Clavreul
Los méritos de la Iglesia (con un demérito), por Lucetta Scaraffia
Conversación con Teresa Lee, que enseña el método Billings en Corea del
Sur
Misión, pasión por Jesús y por su
pueblo, por Jorge R. Sebold
El cardenal Errázuriz Ossa enviado
del Papa a Bogotá para el tercer congreso mundial de la misericordia
Carta abierta de Caritas internationalis
al patriarca de Babilonia de los caldeos y a Cáritas iraquí, del cardenal
Óscar A. Rodríguez Madariaga
Entrevista al párroco de Gaza
Familias de baja intensidad, por Roberto Volpi
Una cuestión de método, hacia la
Asamblea sinodal, por Maurizio Gronchi
El monje y el psicoanalista, por Ugo
Sartorio
Entrevista a Guzmán Carriquiry Lecoeur, del documento de Aparecida a la
«Evangelii gaudium»
Diálogo con los estudiantes de los cinco continentes, por Mario Ponzi
Proyectos misioneros de un cura villero para los alumnos de Mozambique,
por Gianluca Bicini y Arturo López
El obispo y la pastoral de la familia,
por Bruno Forte
39 - 04
40 - 04
41 - 21
41 - 23
41 - 24
42 - 02
42 - 05
42 - 17
43 - 08
43 - 13
44 - 14
44 - 15
45 - 01
45 - 02
45 - 10
46 - 08
46 - 08
47 - 04
47 - 08
47 - 09
48 - 01
48 - 02
48 - 18
49 - 01
Peregrinación del Pontífice a Tierra Santa (24-26 de mayo)
49 - 02
Entrevista al cardenal Marc Ouellet
sobre la elección de un obispo, por
Nicola Gori
La Iglesia no debe ser autorreferencial,
por monseñor Víctor Manuel Fernández
Vayan a hacer alpinismo, por Jorge
Milia
Cómo influyó Tehilhard en el Vaticano II, por Maurizio Gronchi
El logo del Año de la vida consagrada
Diálogo en tres estrofas. Un himno
para Pablo VI, por Eugenio Costa y
Massimo Palombella
Entrevista al secretario general del Sínodo de los obispos, por Giovanni
Maria Vian
Entrevista al cardenal secretario de Estado Pietro Parolin sobre la trágica situación en Oriente Medio
En la comunión de los santos, por Lucetta Scaraffia
Recen por mí, por Jorge Milia
Inspiración y verdad. Sobre la publicación del documento de la Pontificia
Comisión Bíblica: «Inspiración y verdad», por Klemens Stock
Prehistoria de la epigrafía y falsas atribuciones, por Carlo Carletti
Editorial de la revista «Études». El
derecho inexistente, por Ferdinando
Cancelli
Una relectura del «Martín Fierro» de
José Hernández como una gran metáfora del presente, por Jorge Mario
Bergoglio
La mirada de Jesús a la familia, por
Maurizio Gronchi
Mi amado es para mí y yo soy suya,
por Gianfranco Ravasi
Encuesta entre adolescentes que buscan en el sexo un antídoto contra el
vacío, por Lucetta Scaraffia
Entrevista al arzobispo de Erbil (Irak),
por Gianluca Biccini
Un camino hacia el mundo, por Gerhard Müller
La más antigua representación de la
familia cristiana, por Fabrizio Bisconti
El sentido de la Unión, por Martin
Schulz
Entrevista al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en vísperas de la
visita del Papa a Estrasburgo, por
Alessandro Di Bussolo
Entrega del Premio Ratzinger 2014
Una mirada para devolver, por Omar
Abboud
Entrevista al cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en vísperas del
L’OSSERVATORE ROMANO
página XII
viernes 19-26 de diciembre de 2014, número 51-52
Encuentro del Santo Padre con los participantes en la 37 asamblea nacional de Renovación carismática en el Espíritu Santo (1 de junio)
51 - 02
viaje del Papa a Turquía, por Barbara
Castelli
El árbol y el pesebre de la plaza de
San Pedro
08 - 11
08 - 11
08 - 12
3. Santos y beatos
18 - 07
18 - 07
23 - 02
40 - 02
42 - 10
42 - 10
43 - 09
46 - 02
48 - 12
48 - 12
48 - 12
48 - 12
48 - 13
Conferencia internacional sobre autismo organizada por el
Consejo para la pastoral de la salud (22 de noviembre)
XXIX
48 - 13
5. Nuevos cardenales
03 - 03
08 - 10
08 - 10
08 - 10
08 - 10
08 - 10
08 - 10
08 - 11
08 - 11
08 - 11
08 - 11
Un momento durante la audiencia general (17 de diciembre)
Karol Wojtyła
Angelo Roncalli
Madre Esperanza de Jesús
Álvaro del Portillo
Francisco de Laval
María de la Encarnación
Giovanni Battista Montini
Pedro Asúa Mendía
Juan Antonio Farina
Kuriakose Elías Chavara de la Sagrada Familia
Ludovico de Casoria
Nicolás de Longobardi
Eufrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón
Amado Ronconi
08 - 11
Anuncio de la celebración de un consistorio para la creación de diecinueve
nuevos cardenales (12 de enero)
Pietro Parolin, secretario de Estado
Lorenzo Baldisseri, secretario general
del Sínodo de los obispos
Gerhard Ludwig Müller, prefecto de
la Congregación para la doctrina de la
fe
Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el clero
Vincent Gerard Nichols, arzobispo de
Westminster (Gran Bretaña)
Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua (Nicaragua)
Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de
Quebec (Canadá)
Jean-Pierre Kutwa, arzobispo de
Abiyán (Costa de Marfil)
Orani João Tempesta, O.CIST., arzobispo de Río de Janeiro (Brasil)
Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia-Città della Pieve (Italia)
Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires (Argentina)
08 - 12
08 - 12
08 - 12
08 - 12
08 - 12
09 - 06
Andrew Yeom Soo jung, arzobispo de
Seúl (Corea)
Ricardo Ezzati Andrello, S.D.B., arzobispo de Santiago de Chile (Chile)
Philippe Nakellentuba Ouédraogo, arzobispo de Uagadugu (Burkina Faso)
Orlando B. Quevedo, O.M.I., arzobispo de Cotabato (Filipinas)
Chibly Langlois, obispo de Les Cayes
(Haití)
Loris Francesco Capovilla, arzobispo
titular de Mesembria
Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo
emérito de Pamplona (España)
Kelvin Edward Felix, arzobispo emérito de Castries, Antillas
Títulos y diaconías de los nuevos cardenales
5. Cardenales difuntos
01 - 14
12 - 11
16 - 10
21 - 12
23 - 14
24 - 14
31 - 04
32 - 10
35 - 10
48 - 16
50 - 13
Carles Gordó, arzobispo emérito de
Barcelona, España (17 de diciembre de
2013)
José da Cruz Policarpo, patriarca emérito de Lisboa, Portugal (12 de marzo)
Emmanuel III Delly, patriarca emérito
de Babilonia de los caldeos, Irak (9 de
abril)
Marco Cè, patriarca de Venecia, Italia
(12 de mayo)
Simon Duraisamy Lourdusamy, arzobispo emérito de Bangalore, prefecto
emérito de la Congregación para las
Iglesias orientales y protodiácono (2
de junio)
Bernard Agré, arzobispo emérito de
Abiyán, Costa de Marfil (9 de junio)
Francisco Marchisano, arcipreste emérito de la basílica papal de San Pedro
en el Vaticano (27 de julio)
Edward Bede Clancy, arzobispo emérito de Sydney, Australia (3 de agosto)
Edmund Casimir Szoka, arzobispo
emérito de Detroit, presidente emérito
de la Comisión pontificia y de la Gobernación para el Estado de la Ciudad
del Vaticano (20 de agosto)
Fiorenzo Angelini, presidente emérito
del Consejo pontificio para la pastoral
de la salud (21 de noviembre)
Jorge María Mejía, archivero y bibliotecario emérito de la santa Iglesia romana (9 de diciembre)