“TIERRA DE POR MEDIO: ¿CÓMO GESTIONAR EL AMOR A

Clarisa Hernández Hernández
Psicóloga – Centro Psicoclaramente
“TIERRA DE POR MEDIO: ¿CÓMO GESTIONAR EL AMOR A DISTANCIA?” ¿Cómo mantener viva la pasión cuando una pareja se ve obligada a residir con un océano de kilómetros, de por medio? ¿Tiene razón el bolero y, la distancia, puede ser el olvido? ¿Corremos peligro de generar un abismo en el que quepan terceras personas... O sale fortalecido el amor? -­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐ José y Marisa llevan seis años –de sus ocho de convivencia-­‐ residiendo en ciudades distintas. “Logré que me contrataran de jefe de equipo en una multinacional con sede en la capital y no podía desaprovecharlo” –explica él, Ingeniero de Teleco-­‐ y claro, mi pareja no podía abandonar la gerencia del comercio que regenta en Cáceres. Optamos por una decisión salomónica: De lunes a jueves, ella en Extremadura y yo en Madrid, y los viernes alternos yo voy, y el resto viene ella. Aunque nos hemos organizado bien, reconozco que al llegar a casa, y sentirme “Rodríguez”, la echo de menos” Aunque los pronósticos para un amor a distancia no son muy alentadores y los malos augures siempre vaticinan enfriamientos en la pasión, lo cierto es que la sociedad cambia y, cada vez son más parejas abocadas a vivir en ciudades –e incluso países-­‐ diferentes, por muy diversos factores y termina prevaleciendo el amor por encima de todo. A veces es por oportunidades laborales, intento de superarse académicamente, enfermedades familiares, crisis económica... “Después de que mi marido, que es alemán, lo abandonara todo, para casarnos y venirse a vivir a mi Valencia natal –
cuenta Magüi-­‐ se quedó en paro. Tuvimos a nuestra hija, agotó toda la prestación de 1
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desempleo y... Ha tenido que marcharse a Frankfut. Angela Merkel pedía trabajadores cualificados, y él no necesita aprender el idioma. Económicamente hemos mejorado, pero reconozco que me está costando muchas lágrimas...” “La distancia no es el problema –se muestra tajante la terapeuta y autora de “El viaje del héroe”, María José Álvarez-­‐ el inconveniente se encuentra en cada uno de nosotros, ya que hay parejas que aunque no estén separadas, de igual forma, se engañan y defraudan, o, aún viéndose continuadamente, están hastiados el uno del otro”. Lo que no pocos se plantean es, si realmente, una relación de pareja en la distancia, lo es, o entra a formar parte de otra categoría en la que quedan excluidas las alegrías y las miserias cotidianas: “Lo que hace de una relación que lo sea, es que haya un vínculo –expresa tajante la psicoterapeuta Clarisa Hernández-­‐. Si quieres compromiso está más claro que lo has adquirido cuando cargas con los problemas y no sólo con los fuegos artificiales del principio” DISTINTAS FORMAS, DISTINTOS TIEMPOS... Es importante a la hora de vivir una separación, analizar si es temporal o definitiva, si hay mucha distancia física –no es lo mismo estar a dos horas de tren que con un océano de por medio-­‐... Tampoco quienes han iniciado una relación viviendo en lugares distintos, lo sentirán igual de insoportable, que quienes se ven obligados a separarse tras años de convivencia con una relación muy consolidada. Por último, la edad, es un factor determinante. Quienes ya iniciaron la relación en la distancia, no se han visto obligados a cambiar su etilo de vida y buscan desesperadamente las ocasiones para poder verse, disfrutándolo, por lo general, de forma muy intensa y sensitiva. “No obstante –matiza maría José Álvarez-­‐ es crucial conocer el entorno del otro para dibujarle en toda su realidad: ver cómo se comporta en su barrio, con su familia y amigos, para eludir los fantasmas de la imaginación, y evitar magnificarlo e idealizarlo”. Más complejo es el caso de quienes, tras años de relación, tienen que poner geografía de por medio. Para ellos, el efecto distancia es más doloroso “porque se trata de parejas acostumbradas al 2
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contacto diario, a compartir la más mínima expresión cotidiana del otro aunque, también el pronóstico de ruptura es más bajo, pues son relaciones más consolidadas” Tampoco afecta de igual modo si se tienen veinte años que si se ha sobrepasado la cuarentena. “Vamos cambiando con el paso del tiempo -­‐y de las experiencias-­‐ lo que influye en que tengamos distintas necesidades y en que le demos distinto significado a idénticos hechos. A los cuarenta años es más fácil que lo interpretes en función de la visión de tu proyecto de vida, se está muy cerca de esa presunta crisis de la mitad de la vida que hace que todo se valore de otra manera” (matiza la terapeuta Clarisa Hernández) Sea como fuere vivir una relación sin compartir techo tiene sus complicaciones, aunque no sea desdeñable el hecho de que ciertas parejas saben disfrutar el lado positivo de la situación. En lugar de lamentarse o romper, permiten que la dificultad no les ahogue y, con paciencia, van consolidando su amor, felicitándose de que con la distancia no se sufrirá el desgaste de la rutina y la fricción diaria CÓMO AVIVAR EL FUEGO Los expertos coinciden en que sólo confiando en los sentimientos propios tanto como en los de nuestra pareja, es posible continuar ese tipo de relaciones. Saberlos anhelados y, al tiempo, anhelar nosotros, es la piedra angular de esta situación. “También hay que tener mucho cuidado con disculpar defectos y exagerar cualidades, porque la distancia todo lo lima o distorsiona –matiza María José Álvarez-­‐. Pero, sentadas estas bases, la imaginación, las ganas y las nuevas tecnologías, abren un universo de probabilidades...” “Marisa y yo –aclara José-­‐ llegamos a un acuerdo en el minuto cero de la separación forzosa: Hacer todo lo posible por vernos todas las semana, salvo imponderables –
incluso venciendo la pereza y los obstáculos como el económico-­‐ para demostrarnos que luchábamos con uñas y dientes por nuestra relación. Y luego, además, del teléfono, el facebook o la Webcam, ambos llevamos un diario de los anhelos eróticos 3
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que tenemos, diariamente, cuando no está el otro, e intentamos realizarlos cuando nos encontramos. ¡¡Es verdad que nos echamos de menos, pero nuestra vida sexual ha ganado muchos enteros!!” No son pocos los que se recuerdan que al final, la piel es la piel y necesitamos, como todos los mamíferos el contacto diario... Por eso, el mundo imaginario está bien, pero sin caer en el riesgo de reinventar al otro en la soledad cotidiana. “Es cierto –matiza Clarisa Hernández-­‐ que alguien que escribe bien, con quien te sientes cómplice y te entiendes, aún en la distancia, es fascinante. Incluso puede suponer un segundo “coqueteo” como en el inicio de la relación. Pero hay que refrendar todo ello con la presencia física, su mirada, su voz y su lenguaje no verbal. Hay que apoyarse en lo que la distancia te ofrece –la dosis de inaccesibilidad y privación de aquello que anhelamos lo convierte al algo más valioso y deseable-­‐ y complementarlo con las oportunas dosis de cercanía –los encuentros pueden ser salvajes-­‐“. “Habría que preparar muy bien esos “cuerpo a cuerpo” –señala Raúl Padilla, sexólogo-­‐, y desatar todo el fuego contenido y acumulado. La excitación anhelada puede conseguir relaciones de alto voltaje, si se saben explicitarle al cómplice-­‐cónyuge.... No olvidemos que: la rutina, lo accesible a todas horas y en todo momento, suele ser un enemigo potente de la pasión” Y el resto del tiempo, los días vividos en la lejanía, se puede igualmente disfrutar del sexo. “Yo lo llamo imaginación erótica –resume el sexólogo-­‐: ante la imposibilidad de estar juntos, existe el sexo a distancia. Disfrutar y tener orgasmos sirviéndose del teléfono, de los SMS, de Twitter, de la WebCam. Dejar libre la imaginación y utilizar estos recursos tecnológicos. Excitarle al otro hablando por teléfono mientras se masturba y conducirlo tú al orgasmo, luego pedirle que haga lo mismo contigo. Tampoco escribirse mensajes de alto contenido erótico para ir relatándole aquello que desearías hacerle cuando le vieras, estaría nada más. Al final, se termina produciendo una escalada tórrida de lo más caliente”. Hay terapeutas que sostienen que el mayor riesgo se basa en que alguien cercano, pueda terminar ocupando “la silla vacía emocional” del ausente... A fin de cuentas, 4
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todos necesitamos comunicarnos, compartir experiencias, pero la terapeuta Clarisa Hernández, se muestra más positiva: “Sin embargo estos espacios pueden estar compartidos con otras personas como amigos o familiares. El fin de una pareja lo conforman muchos factores que se van dando a lo largo de una evolución pero no tenemos que cerrarnos a creer que el fracaso o el éxito de una pareja se basa en compartir el día a día” Al igual que en las familias están apareciendo otras formas y tipologías que hasta ahora no conocíamos y que están funcionando como las familias reagrupadas o monoparentales, tenemos que pensar que quienes se aman pueden reinventarse en función de nuevas formas vinculares. Si una pareja fracasa debido a la distancia deberán analizar las razones entre ellos, y no culpar a los kilómetros. Ángeles López -­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐ CUIDADO CON LOS RIESGOS De la mano de los terapeutas mencionados, elaboramos un pequeño cuaderno de bitácora de los peligros más comunes a los que se enfrentan las parejas que viven su relación en la distancia: -­‐ENFRIAMIENTO. Podría suceder que, si la situación se prolonga en el tiempo, la relación termine enfriándose. La distancia geográfica es muy complicada mantenerla indefinidamente, por lo que habrá de tomarse siempre como un impasse. -­‐¿QUIEN DEBE DESPLAZARSE? Al principio, ambos se ofrecen, pero, con el tiempo, el cansancio nos abruma y surgen las disputas. Discutir para que sea el otro el que se desplace, puede convertirse en algo habitual en la pareja. -­‐¿Y SI NO PUEDO, QUÉ?: Hay parejas que no disponen ni de tiempo, ni de recursos para ir al encuentro del otro. Y así, poco a poco, el interés por salvar la distancia es fuerte, pero los encuentros terminan resultando inexistentes. 5
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-­‐LA SOMBRA NEGRA DE OTELO: la falta de confianza, la sospecha o la inseguridad, acaban llamando tarde o temprano a nuestra puerta. No conocer su entorno o no formar parte de su cotidianidad puede producir desconfianza, dudando de todo lo que cuente tanto en el plano sentimental o profesional. -­‐Y EL TERCERO LLAMA A LA PUERTA... La infidelidad es uno de los riesgos más claros en este tipo de relaciones. En la distancia, las personas empiezan a sentirse más cercanas a quien les rodean, pudiendo surgir la atracción por otra persona, por pura necesidad emocional. ...PERO TAMBIÉN HAY VENTAJAS Pese a que el amor en la distancia, requiera de mucho esfuerzo para pervivir y crecer, tiene algunas ventajas, dignas de tener en cuenta: -­‐La relación puede salir muy fortalecida de ese duro bache, ya que ambos ha luchado fuertemente por salvar la distancia, y el esfuerzo que implica mantenerla es el mejor de los alicientes -­‐Al no haber un contacto determinado, durante un tiempo, se llegan a acumular anécdotas, hechos, situaciones, y enriquecimiento que puede agrandar las miras y la profundidad de campo de la pareja. Cada uno ha crecido por su lado y ahora, al ponerlo en común, crecen en la misma dirección. -­‐Al ser pocos los momentos de estar piel contra piel, se valoran y disfrutan con una intensidad que el día a día no puede proporcionarnos. -­‐Con tal de sentirnos cerca del ser amado y afianzar ese vínculo, se buscan formas insospechadas de provocar sorpresa y placer, desarrollando tanto nuestra creatividad como la de la pareja. 6