Cómo superar tu adicción a Whatsapp

Comisión Diocesana de Educación Católica y Pastoral Universitaria. Arzobispado de Valencia
http://www.cecpu.org/
SECRETARIADO DE PADRES
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CÓMO SUPERAR TU ADICCIÓN A WHATSAPP
¿Existen estudios sobre esta nueva adicción?
Por supuesto que existen estudios al respecto, uno de ello es el Estudio sobre
seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles
(INTECO y ORANGE), en el que asegura: “que un uso excesivo del teléfono móvil (o
de cualquier otra herramienta) puede llegar a constituir un problema. En primer lugar,
porque la consecuencia más directa (un gasto desmesurado) es un efecto tangible. En
segundo lugar, porque puede implicar situaciones como una reducción del rendimiento
escolar, discusiones familiares o, en los casos más graves, cuestiones relacionadas
con la dependencia o adicción.
¿Se puede hablar realmente de adicción a WhatsApp?
“Se convierte en una adicción a partir del momento en el que recibes un WhatsApp
y eso pasa a ser la prioridad número uno, el resto de tus actividades pasan a un
segundo plano”, nos comenta Selva María Orejón, autora de varias publicaciones de
comunicación online y directora ejecutiva de Onbranding.es
¿Porqué 'engancha' tanto esta aplicación?
No nos engañemos, se trata de una aplicación que permite enviar mensajes entre
dispositivos móviles sin ningún coste y, conforme están las cosas… No olvidemos que
los SMS siempre han estado ahí y nunca hemos oído hablar de adicción a los SMS.
Al mismo tiempo, Para Francesc Núñez Mosteo, director del Grado de
Humanidades de la Universidad Oberta de Catalunya: “EL JUEGO SEDUCTOR DE
WHATSAPP: La comunicación que se establece a través de esta aplicación tiene un
valor añadido. No es igual que hablar cara a cara. “Interactúas en un espacio nuevo.
Mientras esperas a que te contesten se potencia la imaginación y el deseo. Este gozo
es parte del atractivo de WhatsApp”
¿Como pueden los padres detectar un uso irracional o abusivo de esta
aplicación? Señales de alerta.
Esta es la lista de síntomas que indican que eres un adicto a WhatsApp, o por lo
menos que haces un uso demasiado obsesivo de la aplicación:
• Estas pendiente todo el rato de recibir nuevos WhatsApp.
• Miras de forma obsesiva el ‘doble check’ para ver si se los mensajes enviados
se han leído.
• Padeces el síndrome de las ‘vibraciones fantasma’.
¿Está cambiando la forma de comunicación en la sociedad actual? ¿La
comunicación 2.0 ha llegado también a las relaciones humanas?
WhatsApp, al igual que las redes sociales, son herramientas de comunicación,
nada más. No deben sustituir los entornos humanos (relaciones sociales).
¿Por qué hoy en día necesitamos una comunicación tan inmediata?
Realmente no la necesitamos. Esto alerta de una alta dependencia a la aplicación.
Sigamos las pautas que marcan algunos psicólogos como Pablo Viudes:
• Elige con quién hablas y cuándo lo haces.
• Apaga el móvil cuando te apetezca.
• Permítete no contestar a los mensajes que te llegan.
• No entres al juego de dar explicaciones a una persona que se enfada contigo
porque no le has contestado. Es problema suyo, no tuyo.
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Consejos para evitar problemas: Configurar Whatsapp
A lo mejor no eres tú el enganchado a WhatsApp. Puede que sean tus amigos, o tu
pareja. En estos casos hay unos trucos que puedes poner en práctica para que no te
atosiguen sin parar:
• Oculta la hora de tus mensajes de WhatsApp. Así nadie sabrá a qué hora los
has enviado.
• Bloquea o elimina a las personas que no te aporten nada y que te escriban sin
parar.
• Abandona los grupos de WhatsApp que ya no te interesen. De lo contrario sólo
conseguirás agobiarte con mensajes innecesarios.
• Si es necesario, borra el historial de conversaciones de WhatsApp.
¿A qué edad es recomendable dejar que los adolescentes tengan su propio
teléfono móvil?
Esta es una pregunta que hacen muchos padres hoy en día. Debido al creciente
desarrollo de las nuevas tecnologías, en muchas casas ya es muy normal que en la
habitación de un niño haya aparatos de televisión, de video, dvd, videojuegos,
ordenador y que además el niño ya tenga un teléfono móvil. El teléfono móvil es cada
vez más popular entre los más pequeños, una conclusión del último estudio
desarrollado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación
(AIMC).
El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, recomienda
por ejemplo que los niños no utilicen móvil hasta que cumplan los 13 años de edad y
que la utilización de este aparato deba estar relacionada con la edad en que los niños
empiezan a independizarse. Además, hace unos meses, publicó un informe
titulado “Por el uso responsable de las nuevas tecnologías”, en el que podemos
encontrar una serie de recomendaciones, sugerencias e ideas que permiten abordar la
compra y posterior utilización de esta nueva dimensión de comunicación y ocio.
La adquisición de un teléfono móvil se podría situar en los 13-14 años. El inicio de
la pubertad y el proceso de independencia que se inicia a partir de esta edad podrían
en todo caso ser elementos justificativos de su compra, si bien siempre en el marco
imprescindible del control parental.
En cuanto a las dos posibilidades existentes en el mercado, prepago o contrato, se
deben valorar sus pros y contras, decidiendo la modalidad que más se ajuste. El
prepago permitiría un mayor ejercicio de autocontrol por parte del menor (puede ayudar
a limitar el consumo), al responsabilizarse éste de manera singular del
dinero disponibles. La modalidad de contrato requiere, lógicamente, un exhaustivo
control por parte de los padres, si bien facilita, por ejemplo, el control de los números a
los que se ha enviado llamada desde el teléfono del menor. Así, se puede considerar la
posibilidad de que el adolescente, siempre en función de su edad, pueda adquirir
su teléfono y una tarjeta prepago con su propio dinero, derivado de sus “ahorros”,
“pagas”, etc.
La edad del menor, el tipo de relaciones familiares que mantiene éste con sus
adultos de referencia, su madurez, etc., deberán considerarse como elementos
significativos para valorar la conveniencia de este tipo de actos.
Como en otras facetas de la vida, eduquemos a nuestros hijos en el consumo
responsable. Ello les posibilitará adoptar una actitud crítica y personal frente a las
múltiples ofertas que reciben de todo tipo. Resulta asimismo importante dialogar
periódicamente sobre el uso que se da al móvil por parte de nuestros hijos. Los
riegos de contestar a los mensajes “spam”. El no utilizarlo para mandar mensajes
inapropiados, grabaciones o fotografías que no les gustaría recibir a ellos.
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