1. Internet

Libro blanco
Cómo seleccionar una
impresora de etiquetas
Consideraciones sobre las
ventajas, coste y calidad
de las impresoras láser, de
inyección de tinta y térmicas
Son varios los factores que influyen en la elección de la impresora
de etiquetas que mejor se adapta a nuestras necesidades. La
frecuencia con que se imprime, la calidad de impresión, los
requisitos de los códigos de barras, la facilidad de uso y, por
supuesto, el coste total de propiedad (TCO por sus siglas en
inglés) son elementos que hay que considerar antes de la compra.
Numerosas oficinas, tiendas, hospitales, laboratorios,
fábricas, etc. tienen procesos de etiquetaje ineficaces y
demasiado caros porque sus necesidades han cambiado con
el tiempo, pero no sus impresoras. Las impresoras láser y de
inyección de tinta no son rentables para muchas aplicaciones
de etiquetaje debido a los problemas de TCO y de calidad
que presentan cuando se usan habitualmente para producir
etiquetas adhesivas. Las impresoras térmicas diseñadas
específicamente para imprimir etiquetas son más rentables,
aunque se empleen para volúmenes reducidos. Este tipo
de equipos proporcionan más comodidad, una variedad de
consumibles mucho mayor, una calidad de impresión constante
y un rendimiento superior para producir códigos de barras.
Este libro blanco resume las tecnologías láser, térmica y de
inyección de tinta para la impresión de etiquetas, describe
los entornos de uso más apropiados para cada tipo de
sistema y revela los costes ocultos y varias consideraciones
sobre el rendimiento de cada tecnología. Además, le ofrece
información y consejos para ayudarle a determinar qué
tipo de impresora se ajusta mejor a sus necesidades de
etiquetaje, y explica las ventajas que suponen las impresoras
térmicas en materia de coste, comodidad y calidad.
Tipos de tecnologías de impresión
Tanto las impresoras láser como las de inyección de tinta y las
térmicas pueden producir etiquetas. Para conocer las diferencias,
hablaremos de las ventajas e inconvenientes de cada tecnología.
Láser
Las impresoras láser están diseñadas para imprimir documentos,
cosa que hacen muy bien. Son rápidas, proporcionan
impresiones de calidad, pueden imprimir en color y existe
una amplia gama de productos y soporte. Sin embargo, a
pesar de su velocidad, las impresoras láser no son una buena
opción para producir etiquetas en grandes volúmenes, ya
que el coste por etiqueta es relativamente alto y, con el
tiempo, el material adhesivo de las etiquetas se acumula en
el interior de la impresora, degrada el rendimiento e incluso
puede llegar a bloquear el tambor fotorreceptor o el fusor,
lo que causaría fallos prematuros de funcionamiento.
No obstante, el principal inconveniente de usar impresoras
láser para producir etiquetas tiene que ver con los
consumibles. Las etiquetas láser que se encuentran en
las tiendas de suministros de oficina no suelen ser lo
suficientemente duraderas para muchas aplicaciones
industriales y especiales de etiquetaje. Por supuesto que
existen etiquetas láser resistentes, pero no siempre tienen
un adhesivo de gama alta, por lo que no resultan apropiadas
para aplicaciones a largo plazo o en entornos extremos.
Por otro lado, como las impresoras láser están pensadas
para producir páginas, no permiten crear etiquetas sueltas
fácilmente. Así, es necesario cargar una hoja entera de material
en la impresora, aunque sólo se requiera una única etiqueta.
De esta manera, el resto de la hoja o bien se tirará o bien se
reutilizará para imprimir, pero eso implica tener que hacer varios
pasos más: uno para volver a cargar la hoja y otro para decirle
a la impresora (con un procesador de textos o con el programa
de etiquetaje del PC) que imprima sobre las etiquetas que
quedan y no donde ya se despegado una etiqueta. Además,
en las impresoras láser, el recorrido del papel no es recto, lo
que aumenta el riesgo de que se atasque o se estropee.
Además, la impresión de etiquetas puede incrementar el
coste en una impresora láser. Para obtener códigos de barras
legibles y de calidad, se requiere una cobertura de tinta de
alrededor del 50 %, una cifra considerablemente superior a la
necesaria para imprimir texto de calidad. En consecuencia, la
impresión de códigos de barras consume más tóner (y tinta
en el caso de las impresoras de inyección) que la impresión
de texto, lo que incrementa el coste en consumibles.
Por estas razones, las impresoras láser resultan más
adecuadas para producir hojas enteras de etiquetas menos
duraderas, de calidad inferior y no de manera frecuente (a
causa de los problemas que puede provocar la acumulación
de adhesivo dentro del dispositivo). Por último, el coste
de las impresoras láser es superior al de los modelos
térmicos y de inyección de tinta, así que la vida útil de
este tipo de dispositivos debe tenerse en cuenta desde
el punto de vista del coste total de propiedad (TCO).
Inyección de tinta
Las impresoras de inyección de tinta tienen las mismas ventajas
y limitaciones que las láser, aunque su precio es más bajo. Sin
embargo, este coste inicial más reducido no se traduce en un
TCO bajo debido al coste recurrente de sustituir o rellenar los
cartuchos de tinta. Otro aspecto que cabe destacar es que,
por norma general, las impresoras de inyección de tinta no
proporcionan la misma calidad que las láser. Y lo que es más
importante: en los procesos de etiquetaje, la calidad de la
inyección de tinta no es constante. Cuando los cartuchos de
tinta se están agotando, las imágenes impresas empiezan a
verse borrosas, y pueden aparecer rayas o zonas en blanco. Por
otro lado, los cartuchos nuevos y las tintas baratas pueden
provocar borrones. Estos problemas de calidad pueden causar
otro inconveniente aún más grave: que el escáner no lea los
códigos de barras producidos por la impresora. Los problemas
de calidad no se limitan a las etiquetas de códigos de barras.
Los logotipos y los gráficos mal impresos no transmiten una
imagen de marca sólida, mientras que los textos difíciles
de leer pueden acarrear muchos otras complicaciones.
En cuanto a los consumibles, las impresoras de inyección de
tinta presentan las mismas limitaciones que las láser, ya que
necesitan producir etiquetas en hojas y no aceptan cualquier
tipo de etiqueta. Del mismo modo, los cabezales de impresión
son más susceptibles de fallar de forma prematura debido a
la acumulación del adhesivo de las etiquetas. Las impresoras
de inyección de tinta son más adecuadas para empresas que
utilizan etiquetas básicas, no requieren demasiada calidad y sólo
necesitan imprimir unas cuantas hojas de etiquetas cada vez.
Térmicas
Las impresoras térmicas utilizan calor controlado para imprimir
una imagen sobre el sustrato. En el caso de la impresión
térmica directa –la tecnología térmica más habitual–, el
cabezal aplica calor sobre una zona del sustrato térmico
estucado, que se vuelve oscura. No necesitan tinta ni tóner:
el único consumible que emplean es la etiqueta o el papel. En
cambio, en la impresión de transferencia térmica, el cabezal
calienta una cinta, y ésta transfiere tinta al sustrato. Las
impresoras de transferencia térmica suelen emplearse para
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crear etiquetas de identificación u otros tipos de etiquetas de
larga duración. La tecnología térmica directa es ideal para el
correo, el transporte y muchas otras aplicaciones de etiquetaje.
Desde el punto de vista de los consumibles, las impresoras
térmicas aportan numerosas ventajas. En primer lugar, dado
que las etiquetas vienen en rollos o plegadas, se pueden
imprimir cómodamente bajo demanda, en la cantidad exacta
que se necesite (incluso etiquetas sueltas) sin tener que usar
una hoja entera de sustrato. En segundo lugar, las impresoras
térmicas admiten una gran variedad de consumibles, desde
papel de recibos y etiquetas básicas hasta plásticos duraderos,
pasando por películas y composite. Estas clases de etiquetas son
aptas para esterilización, almacenaje en cámaras frigoríficas,
entornos higiénicos y otras aplicaciones que estropearían o
incluso destruirían las etiquetas de uso general. El inconveniente
de los consumibles térmicos es que no suelen encontrarse
en las tiendas de suministros de oficina, pero muchos
proveedores envían las etiquetas térmicas en 24 horas.
Las impresoras térmicas no están diseñadas para producir
páginas ni otras aplicaciones generales de oficina. La mayoría
de modelos permite imprimir etiquetas que van de los 5
a los 20 cm de ancho, por lo que no sirven para producir
documentos, rótulos ni otras aplicaciones de gran formato.
Dos de las ventajas principales de las impresoras térmicas
son la calidad y la uniformidad. Algunos fabricantes de
equipos térmicos ofrecen una garantía de cabezal de más
de 25 km de material impreso. Como estas impresoras no
tienen tinta ni tóner, la calidad en la impresión térmica
directa no depende del consumible de tinta (aunque sí de la
cinta en el caso de las impresoras de transferencia térmica).
Además, las técnicas de impresión térmica permiten
producir imágenes muy precisas, razón por la que es la
tecnología más utilizada para producir códigos de barras.
Adecuación de la tecnología a la tarea
Cada tecnología es útil para unas determinadas tareas de
impresión de etiquetas e ineficaz para otras. Para encontrar la
impresora más rentable y que mejor se adapta a sus necesidades,
es importante conocer el volumen de impresión de etiquetas,
los requisitos de calidad y los procesos de trabajo. Las preguntas
siguientes le ayudarán a determinar sus necesidades y a
distinguir qué impresora se ajuste mejor al perfil de su empresa:
• ¿La impresión de etiquetas es una necesidad puntual o habitual?
• ¿Con qué frecuencia hay que imprimir etiquetas?
• ¿Cuántas etiquetas necesita cada vez?
• ¿Hasta qué punto es importante el tiempo que la impresora
tarda en producir la primera etiqueta?
• ¿Es fácil cargar los consumibles en la impresora?
• ¿Necesita especificar la impresora cada vez que va a imprimir?
En caso afirmativo, ¿es fácil hacerlo para los usuarios?
• ¿A qué condiciones de uso y almacenamiento estarán
expuestas las etiquetas?
• ¿Cuánto tiempo deben durar las etiquetas?
• ¿Qué tamaño de etiquetas necesita?
• ¿Qué tipo de material necesita?
• ¿Los consumibles ya están preparados para imprimir o
necesitan algún tipo de tratamiento adicional (p. ej. aplicar
laminados, o pegar o grapar las etiquetas porque el adhesivo
se despega)?
• ¿La impresora admite todos los tamaños y tipos de etiquetas
que necesita?
• ¿Qué consecuencias tiene que una etiqueta no se pueda leer?
• ¿Necesita usar códigos de barras? ¿La impresora deberá
conectarse a un ordenador?
• ¿Quién se encarga del mantenimiento y las reparaciones de la
impresora?
• ¿Cuánto tiempo de inactividad es admisible?
• ¿Qué costes de suministros y personal implica la impresora?
Cuantos más factores se tienen en cuenta –más allá del
precio de compra y de la supuesta comodidad de usar una
impresora que ya tiene–, más probabilidades hay de que las
empresas acaben optando por una impresora térmica para
producir etiquetas. Puesto que las impresoras térmicas
están diseñadas especialmente para tareas de etiquetaje,
son idóneas para la mayoría de aplicaciones de impresión
de etiquetas, independientemente del tipo y del volumen
de etiquetas que se necesite. Los apartados que siguen
le ofrecen más información y ejemplos de aplicaciones en
las que las impresoras térmicas confieren valor añadido
a diferentes tipos de actividades de etiquetaje.
Ventajas de las impresoras térmicas: comodidad
Las empresas no necesitan imprimir demasiadas etiquetas
para apreciar las ventajas que aportan las impresoras
térmicas desde el punto de vista de la comodidad y la
productividad. Las impresoras térmicas específicas para
etiquetas están diseñadas para facilitar las tareas de
etiquetaje y eliminar los costes de personal innecesarios.
Comprender los procesos de trabajo es esencial para determinar
la tecnología de impresión más adecuada para su negocio.
Por ejemplo, ¿puede considerarse rápida una impresora láser
si los usuarios tienen que sacar la bandeja de papel, cargar
el sustrato cada vez que necesitan imprimir etiquetas y
luego volver a cambiar las etiquetas por papel cuando han
terminado? ¿Pueden considerarse cómodas las impresoras
por inyección de tinta si hay que reimprimir etiquetas con
regularidad porque aparecen borrones o áreas borrosas en
la primera tanda impresa? Las impresoras térmicas evitan
estos problemas, además de ofrecer otras ventajas.
Una impresora térmica que funcione con rollos está lista
para producir etiquetas bajo demanda, en la cantidad
exacta que necesite y en cualquier momento. Con los rollos
de etiquetas, ya no tendrá que acordarse de si las hojas de
etiquetas se colocan boca arriba o boca abajo (ni tendrá que
repetir impresiones si carga las hojas al revés). Además,
existen guillotinas y sistemas de despegado opcionales que
se integran en la impresora para que la etiqueta salga lista
para pegarse, sin ningún paso adicional. También hay modelos
de etiquetas térmicas que no llevan soporte base, de manera
que no hace falta deshacerse de él, una posibilidad que
valoran especialmente los usuarios de impresoras portátiles.
Estas características de las impresoras térmicas le permiten
ahorrar tiempo cada vez que imprime etiquetas y eliminar
las pérdidas de productividad y los costes asociados.
Las impresoras térmicas suelen ser más productivas a la hora
de producir etiquetas. Las unidades que suelen utilizarse para
medir la velocidad de las impresoras –páginas por minuto
(ppm) y pulgadas por segundo (pps)– no sirven para evaluar la
velocidad de impresión de etiquetas. Al comparar impresoras
de etiquetas, es importante saber lo que tardan en producir la
primera etiqueta, que es el tiempo transcurrido entre que el
usuario pulsa “imprimir” y la etiqueta sale impresa. El tiempo
de la primera etiqueta es una unidad de medida que determina
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cuánto debe esperar el trabajador a tener el material para
terminar la tarea que está efectuando. En las actividades
de cara al público, es crucial que la impresora tarde poco en
producir la primera etiqueta para no hacer esperar al cliente;
y también en trabajos de gran volumen, como el etiquetaje
de artículos, donde la velocidad es esencial. Otra unidad de
medida que hay que tener en cuenta es el tiempo total de
impresión, sobre todo si los trabajadores necesitan producir
varias etiquetas a la vez. Algunas impresoras necesitan
hacer una pausa entre cada etiqueta para procesar el trabajo
siguiente, mientras que otras son capaces de imprimir de
forma casi continua. El tiempo que duren dichas pausas
puede afectar al rendimiento de manera muy negativa. Las
impresoras térmicas específicas para etiquetas suelen ofrecer
un rendimiento extraordinario desde el punto de vista del
tiempo de la primera etiqueta y del tiempo total de impresión.
Las impresoras térmicas también permiten ahorrar tiempo
porque los usuarios no tienen que cambiar el papel normal por las
etiquetas. Aunque pueda parecer que el acto de sacar el papel,
cargar las etiquetas y luego volver a cambiar de soporte una
vez impresas las etiquetas no conlleve demasiado tiempo, los
costes en tiempo y mano de obra aumentan cuantas más veces
se repita esta tarea sencilla, como ilustra el ejemplo siguiente.
Imagine que una oficina sólo necesita imprimir etiquetas
dos veces al día, y que los trabajadores tardan un minuto en
cambiar el papel que usan habitualmente por las etiquetas.
En un año, ese cambio de soporte supone más de un día
de trabajo, lo que implica una pérdida de productividad
innecesaria que puede pasar desapercibida fácilmente.
El cálculo que sigue demuestra la pérdida de tiempo que
tiene lugar en tareas de impresión de etiquetas de poco
volumen como la descrita en el ejemplo anterior:
Un minuto para cambiar y recolocar los
soportes dos veces al día =
2 minutos/día.
2 minutos/día x 5 días/semana = 10 minutos/semana
10 minutos/semana x 52 semanas/año = 520 minutos/año
520 minutos/año ÷ 60 minutos/hora =
8,67 horas al año dedicadas a cambiar de soporte
Tenga en cuenta que este cálculo no incluye el tiempo necesario
para sustituir la tinta y el tóner, que puede llegar a ser superior
al necesario para cambiar de soporte. Multiplique estas horas
por el número de impresoras que tenga la empresa y por el
precio medio por hora de trabajo y podrá saber el componente
de coste de trabajo del TCO de cada tecnología de impresión.
Ventajas de las impresoras térmicas: bajo coste
No es necesario realizar estudios de tiempos y métodos
ni análisis formales de costes de personal para darse
cuenta de las ventajas en materia de costes que supone
usar impresoras térmicas para producir etiquetas. Las
impresoras térmicas presentan un TCO menor que el de las
impresoras láser y de inyección de tinta sólo teniendo en
cuenta los costes de consumibles. El TCO de las impresoras
térmicas también es mejor porque tienen una vida útil
más larga y necesitan un mantenimiento mínimo.
La tabla que sigue muestra los precios habituales de etiquetas
blancas para correo y envíos para las impresoras láser, de
inyección de tinta y térmicas. A efectos de la comparación,
se han utilizado etiquetas de calidad media. En el caso de las
impresoras láser y de inyección de tinta, se ha incluido la media
de los precios de una misma marca de etiquetas que aparecen
en las páginas web de tres empresas de venta de suministros
de oficina. Los precios de las etiquetas térmicas son los
habituales para etiquetas de correo y envío de calidad estándar.
Las etiquetas de correo para impresoras láser son 1,8
veces más caras que el mismo tipo de etiquetas para
impresoras térmicas, mientras que las etiquetas de envío
para impresoras láser son casi cuatro veces más caras. En
cuanto a las etiquetas para impresoras de inyección de tinta,
su precio no es tan elevado, pero las etiquetas térmicas
siguen siendo como mínimo un 40 % más económicas que
la misma clase de etiquetas para impresoras de inyección.
Figura 1: Comparación del coste de las etiquetas
Láser
Inyección de tinta Térmicas
1.000 etiquetas de correo (2,5 x 8 cm)
9,06 $
9,54 $
5,11 $
1.000 etiquetas de envío (9,5 x 10 cm)
134,42 $
59,04 $
35,71 $
Los costes de los consumibles descritos no tienen en cuenta
el material desechado, que varía según el tipo de impresora
y el recorrido del soporte. Los rollos de etiquetas térmicas
suelen malgastar menos material que las hojas de etiquetas,
que a veces hay que tirar si sólo quedan una o dos etiquetas
en blanco en la hoja, o pueden resultar inservibles porque las
etiquetas se arrugan o se despegan al cargar y descargar la hoja.
A pesar de que las etiquetas térmicas son claramente más
rentables, el valor añadido de la impresión térmica va mucho
más allá de unos costes de consumibles bajos. Cuando se usan
impresoras láser o por inyección de tinta, el coste del tóner o de
la tinta debe incluirse en el cálculo del coste de las etiquetas.
Las impresoras térmicas directas no tienen este coste adicional,
ya que no necesitan ningún otro consumible. En el caso de las
impresoras de transferencia térmica, hay que contabilizar el
coste de la cinta. La cantidad de tinta, tóner o cinta empleada
para producir cada etiqueta varía en función de la cantidad
de texto y gráficos que imprima, por lo que es difícil calcular
unos costes medios. Como se ha mencionado anteriormente,
imprimir códigos de barras consume más tóner y tinta que
producir texto. Es posible hacerse una idea general de los
costes de los recambios comparando el número de etiquetas
impresas con la frecuencia con que se cambia el tóner, la tinta
o la cinta, y luego dividir el volumen de etiquetas por el coste
del recambio. Use la tabla que sigue para calcular y comparar
el coste por etiqueta de los diferentes tipos de impresora. Las
impresoras térmicas aceptan una mayor variedad de soportes
que las impresoras por inyección de tinta o láser, lo que facilita
las cosas a la hora de encontrar el más rentable para las
necesidades específicas de etiquetaje de cada empresa. En la
columna destacada que encontrará en las páginas siguientes,
le contamos la historia de la empresa Belden, un fabricante
que redujo sus costes en sustratos laminados en un 57 %
al cambiar sus impresoras láser por modelos térmicos.
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La fiabilidad reduce el TCO
Las impresoras térmicas atesoran una buena reputación por
su fiabilidad y larga vida útil, unas características que reducen
el coste total de propiedad (TCO). Las impresoras térmicas
de etiquetas suelen durar muchos años, lo que favorece un
periodo de amortización cómodo para la inversión inicial.
Como el hecho de imprimir etiquetas no afecta al rendimiento
de las impresoras térmicas –como sí puede ocurrir con los
modelos láser y de inyección de tinta–, una producción media
o grande no acorta el ciclo de sustitución de los equipos.
Las fábricas y los centros de distribución que no pueden
permitirse tener periodos de inactividad debido a sus elevados
volúmenes de trabajo o a los requisitos del envío “justo a
tiempo” usan en su mayoría la tecnología de impresión térmica.
Las impresoras térmicas son muy fiables, incluso en entornos
extremos o de gran volumen de producción. La térmica también
es la tecnología de impresión más utilizada en el punto de
venta, donde la fiabilidad es fundamental, ya que los fallos
provocan que el cliente tenga que esperar y pueden hacer que
se pierdan ventas. En el libro blanco Impresión productiva
de principio a fin de Intermec, encontrará documentación
y ejemplos de las ventajas de las impresoras térmicas de
etiquetas desde el punto de vista de la fiabilidad, el tiempo
de actividad y los costes de mantenimiento y reparación.
Los cabezales son el componente más importante de las
impresoras térmicas, y también hacen gala de una gran
fiabilidad. Como se ha dicho, algunos cabezales de impresión
térmica disponen de una garantía de más de 25 km de material
impreso. Además, los usuarios pueden limpiar los cabezales
térmicos con facilidad, lo que alarga su vida útil. Los cabezales
térmicos se pueden sustituir, así que no hay que cambiar de
impresora cuando el cabezal llega al final de su vida útil.
Es evidente que una impresora que no requiera mucho
mantenimiento ni ser sustituida en poco tiempo permite ahorrar
costes y reduce el TCO. No obstante, el tiempo de actividad
elevado no es la única manera que tienen las impresoras térmicas
de mantener unos costes de explotación bajos. Tal y como se
indica en el caso real del fabricante Belden, la eficacia de los
procesos de impresión de las impresoras térmicas de etiquetas
aumenta la productividad, que a su vez disminuye el TCO.
Después de cambiar sus impresoras láser por modelos térmicos,
Belden se ahorró 800 $ mensuales en consumibles, con un
ahorro total mensual de 7.500 $, gracias principalmente a no
tener que aplicar adhesivo adicional ni laminado a las etiquetas
térmicas. En el caso de Belden, el ahorro en horas de trabajo fue
ocho veces mayor que el ahorro en consumibles. Las impresoras
térmicas también se comercializan en versiones portátiles,
que pueden mejorar la productividad de los trabajadores
aún más al eliminar el tiempo que se pierde en ir a recoger
las etiquetas a las impresoras fijas. Para más información al
respecto, consulte el libro blanco de Intermec El tiempo es
oro: cómo ahorrar tiempo y dinero con la impresión portátil.
Las impresoras térmicas son muy rentables en todo tipo
de actividades de etiquetaje gracias al bajo coste de los
consumibles, vida útil larga y la capacidad de mejorar
la productividad al reducir el tiempo de inactividad al
mínimo. Y, además, las empresas no tienen que sacrificar
la calidad para disfrutar del proceso de etiquetaje de
bajo coste que proporciona la impresión térmica, tal
y como se describe en el apartado siguiente.
Ventajas de las impresoras térmicas: calidad
Las impresoras térmicas de etiquetas ofrecen ventajas
inmediatas y a largo plazo en materia de calidad en
comparación con las impresoras láser y de inyección
de tinta. Estas ventajas son una calidad de impresión
constante y la precisión necesaria para producir logotipos y
gráficos de alta calidad. Además, las impresoras térmicas
son compatibles con una amplia gama de soportes, lo
que ayuda a garantizar la durabilidad y el rendimiento en
entornos adversos, como la esterilización, el almacenaje en
cámaras frigoríficas o el uso prolongado en exteriores.
Aparte de la calidad de impresión, las etiquetas térmicas
pueden durar más que las producidas en impresoras láser
y de inyección de tinta porque las impresoras térmicas
aceptan otros soportes de etiquetas además de los de
papel. Las impresoras térmicas están diseñadas para usar
etiquetas más gruesas y de composites, unos tipos de
sustratos que se atascarían en impresoras de documentos
de uso general. Entre las clases de soportes que admiten
las impresoras térmicas, se encuentran los siguientes:
• Materiales resistentes a la temperatura y a la humedad válidos
para lavado, esterilización y almacenaje en cámaras frigoríficas
• Etiquetas con adhesivos fuertes para superficies bastas
• Etiquetas certificadas por UL
• Tarjetas, cartoncillos y tickets
• Material resistente a los rayos UV
• Etiquetas para entornos higiénicos
• Poliéster, Kapton y otros sintéticos de gran duración
y resistencia a las condiciones climatológicas
• Etiquetas inteligentes RFID.
Tabla de coste de las etiquetas
Tecnología de impresión Coste del soporte
por 1.000 etiquetas +
Coste de la tinta/tóner/cinta por 1.000 etiquetas =
Coste total de los consumibles
por 1.000 etiquetas
Láser
Inyección de tinta
Térmica directa
No aplicable
Transferencia térmica
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Tal y como lo ilustra el ejemplo de Belden, la empresa necesitaba
dos pasos manuales adicionales (aplicar el adhesivo y el
laminado) para hacer que las etiquetas de envío producidas
en una impresora láser fueran suficientemente resistentes
para soportar el almacenaje en exterior. Las etiquetas
térmicas proporcionaron la protección y la resistencia que
Belden necesitaba y podían hacerse en un único paso en las
impresoras térmicas, sin ninguna tarea manual extra.
La acumulación del adhesivo de las etiquetas que se produce
en las impresoras láser y de inyección de tinta no sólo reduce
la vida útil del equipo, sino que genera problemas frecuentes
de calidad. Asimismo, los retales de papel, el polvo y otras
partículas del entorno también pueden acumularse en el interior
de la impresora y afectar a la impresión. Las impresoras de
oficina y otros modelos que no son robustos son susceptibles
de sufrir estos problemas porque no son herméticos. Cuando
estos elementos se acumulan en la impresora, la etiqueta se
imprime con zonas en blanco porque la acumulación impide que
el cabezal de inyección o el fusor láser y el tambor fotorreceptor
puedan crear la imagen correctamente. Y si un código de barras
sale con una zona en blanco, es probable que no sea legible. Las
manchas de tinta, que suelen ocurrir cuando se usan consumibles
baratos de baja calidad para impresoras láser o de inyección
de tinta, también pueden estropear los códigos de barras.
Las impresoras térmicas suelen producir imágenes más
nítidas y precisas, razón por la que son la opción más elegida
para imprimir códigos de barras. Para que los lectores
puedan leer bien los códigos, las barras y los espacios
deben imprimirse con la anchura exacta y proporcionar un
contraste suficiente entre los elementos oscuros y claros.
La térmica es la tecnología que más se usa para imprimir códigos
de barras porque permite producir líneas e imágenes muy nítidas
y porque muchas impresoras térmicas tienen soporte nativo
para símbolos de códigos de barras; es decir: no los tratan como
fuentes o imágenes de mapas de bits, que reducen la calidad.
Cabe destacar que la mayoría de empresas que deben cumplir
estándares de calidad estrictos en cuanto a los códigos de
barras de las etiquetas de envío –exigidos por sus clientes
o bien por las empresas de transporte o logística– usan
impresoras térmicas de etiquetas. Las impresoras térmicas
también están muy extendidas en otras aplicaciones de
etiquetaje donde la calidad es vital, como la identificación
de bolsas de sangre o de muestras de laboratorio, la
identificación del trabajo en curso y de componentes, la
gestión de expedientes y el seguimiento de activos.
El éxito por la vía del cambio tecnológico: Belden
reduce los costes en etiquetas de envío en un 57 %
gracias a las impresoras y los soportes térmicos
Belden es un fabricante de productos de comunicación
que utiliza etiquetas de envío resistentes en los rollos de
cable que sirve a clientes de todo EE.UU. La calidad de las
etiquetas y su resistencia a las condiciones climatológicas
son muy importantes, ya que los artículos se almacenan
en exterior y cada etiqueta incluye un código de barras
para identificar los productos automáticamente.
Antes, Belden imprimía las etiquetas en impresoras láser HP
de sobremesa y luego les aplicaba manualmente una capa de
laminado y un adhesivo para protegerlas del calor, la luz del
sol, el viento, la lluvia y la nieve. La empresa dedicaba mucho
esfuerzo y dinero a laminar las etiquetas porque sus impresoras
láser no eran compatibles con ningún soporte suficientemente
resistente para las condiciones que deben soportar las etiquetas.
Eso fue hasta que Belden descubrió que existía una
gran variedad de soportes térmicos que se adaptaban
a sus necesidades de etiquetaje de envío. La empresa
sustituyó entonces las impresoras láser por dos impresoras
térmicas de Intermec y adoptó distintos tipos de etiquetas
resistentes que fueron seleccionadas específicamente
para los productos que debían etiquetarse.
“Gracias a las nuevas impresoras de etiquetas de envío, ya
no tenemos que aplicar un doble laminado a las etiquetas.
El departamento de envíos solía pasarse una media de 60
horas a la semana para esa tarea, un tiempo que ahora puede
dedicarse a otros trabajos”, dice Pam Shim, responsable
de servicios de sistemas de Belden. “El coste en etiquetas
era de 1.400 $ al mes, pero, con las etiquetas de Intermec,
hemos bajado los costes a 600 $ mensuales. En total, nos
ahorramos 7.500 $ al mes con las impresoras de Intermec.”
Lea el caso real entero de Belden en www.intermec.com.
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Conclusión
Para producir etiquetas, las impresoras térmicas ofrecen
ventajas por su comodidad, calidad y bajo coste en comparación
con los modelos láser y de inyección de tinta. Estas ventajas,
que son evidentes incluso cuando se trabaja con volúmenes
reducidos, no hacen más que incrementarse a medida que
aumenta la producción de etiquetas. A diferencia de lo que
sucede con las impresoras láser y de inyección de tinta, la
calidad de impresión de los modelos térmicos no disminuye
a medida que el número de etiquetas impresas aumenta.
Además, el coste total de propiedad de las impresoras
térmicas se reduce cuantas más etiquetas se producen, ya
que los costes de consumibles y soportes son más bajos.
Hace ya tiempo que las impresoras térmicas son las preferidas
para el etiquetaje con códigos de barras. Ahora, cada vez son
más las empresas con necesidades de etiquetaje muy dispares
que adoptan las impresoras térmicas por el valor añadido que
ofrecen. Su capacidad para aceptar una amplia variedad de clases
y tamaños de etiquetas, evitar el trabajo extra y el desperdicio
que generan los soportes en hoja y el hecho de que liberen al
usuario de la necesidad de usar tóner y cartuchos de tinta hacen
que las impresoras térmicas sean fáciles de usar. Gracias a
su calidad de impresión excelente y constante, son perfectas
para todo tipo de tareas de etiquetaje. Además, los usuarios
no tienen que pagar más por estas ventajas, ya que en realidad
muchas impresoras térmicas acaban saliendo más baratas
gracias al ahorro que suponen en materia de suministros.
Intermec inventó la primera impresora de etiquetas de
códigos de barra bajo demanda 1971. Hoy, las impresoras de
etiquetas, tickets y cartoncillos de Intermec cubren todo tipo
de aplicaciones, desde volúmenes reducidos y económicos
hasta grandes volúmenes en entornos y usos industriales.
Las impresoras de Intermec, reconocidas por su calidad, larga
duración y fiabilidad, ofrecen toda una gama de funciones,
como compatibilidad con diversos protocolos, programabilidad,
impresión y gestión por Internet, soporte integrado para
Ethernet, RFID y tecnología para etiquetas sin soporte base.
Gracias a nuestros recursos de conectividad y aplicaciones
informáticas, las impresoras de Intermec son fáciles de
configurar y usar en oficinas, en los sectores sanitario, minorista,
industrial y otros entornos. Para obtener más información
sobre la gama completa de impresoras de Intermec, software
complementario y accesorios, así como para leer casos
reales de nuestros clientes y otros libros blancos, visite
http://www.intermec.es/products/printers_media/index.aspx.
Intermec Inc. (NYSE:IN) desarrolla e integra productos,
servicios y tecnologías para la identificación, seguimiento
y gestión de la información y los activos de la cadena de
suministro. Sus tecnologías principales incluyen sistemas de
captura de datos e informática móvil robusta, impresoras
de códigos de barras, etiquetas y RFID. Clientes de distintos
sectores y países utilizan los productos y servicios de la
compañía para mejorar su productividad y capacidad de
respuesta en sus operaciones de producción, comerciales y
logísticas. Para obtener más información sobre Intermec,
visite http://www.intermec.es o llame al 900.30.20.11.
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