Oficina Internacional del Trabajo Oficina del Director General DISCURSOS 2009 Cómo acortar la recesión mundial, acelerar la recuperación y encaminarse hacia un desarrollo mundial incluyente y sostenible Declaración de Juan Somavia Director General de la Oficina Internacional del Trabajo ante el Comité Monetario y Financiero Internacional y el Comité para el Desarrollo Washington, D.C., Estados Unidos 25-26 de abril de 2009 Resumen 1. Nos enfrentamos a una recesión social que entraña riesgos potenciales para la seguridad. En casi todos los países del mundo se pierden cada vez más empleos, se desacelera la creación de empleos y aumentan, a menudo de manera dramática, el desempleo y la pobreza entre los trabajadores. A medida que van desapareciendo los buenos empleos, sobre todo en los países en desarrollo, las mujeres y los hombres tienen que luchar por su supervivencia en la economía informal o regresar a trabajar en sus comunidades, donde reina la pobreza. 2. De acuerdo con las últimas previsiones del FMI sobre la economía mundial, según las cuales el crecimiento sólo se reanudará en 2010 y después de ese año tendrá una débil recuperación, la crisis mundial del empleo podría alcanzar una gravedad extrema y conllevar serias consecuencias sociales y políticas. En efecto, la frialdad de las cifras no refleja la cólera, la frustración y la desesperación de la gente. Debemos ser conscientes de que, si no se toman medidas para controlarla, la crisis mundial del empleo y de la protección social que afecta a las familias de los trabajadores y a las comunidades locales puede convertirse de un momento a otro en una crisis política de proporciones mucho mayores. 3. La gente espera medidas mucho más focalizadas en la protección social, el trabajo decente y las empresas sostenibles. La dinámica financiera, económica, social y del empleo resultante de la crisis mundial exige la aplicación de respuestas de políticas igualmente fuertes y sinérgicas. Un componente fundamental de las medidas de respuesta a la crisis debe ser un esfuerzo mundial concertado que impulse una recuperación intensiva en empleo y configure un modelo de crecimiento sostenible basado en un funcionamiento más fuerte y mejorado de los mercados de trabajo y de los sistemas de protección social. 4. Hacia un Pacto Mundial para el Empleo. La Organización Internacional del Trabajo está elaborando una respuesta a la crisis basada en el trabajo decente, a saber, un pacto mundial para el empleo. Esta idea goza de un amplio respaldo. El pacto se ha concebido como una contribución de políticas de los mandantes tripartitos de la OIT — es decir, los actores de la economía real — para mitigar el impacto de la crisis y para definir una recuperación productiva y sostenible. Además de promover una serie de medidas Page 1 destinadas a reforzar las políticas en materia de protección social y de empleo, el pacto también tendría como objetivo potenciar la capacidad de los mecanismos de cooperación internacional para garantizar que los países vulnerables, en particular los países menos adelantados, así como aquéllos que tienen un escaso margen para la aplicación de políticas, dispongan de recursos suficientes para aplicar medidas anticíclicas. Una condición previa para lograrlo es que se mantengan y se incrementen los flujos de asistencia. La OIT está empeñada en profundizar la colaboración que mantiene con todos los organismos pertinentes, tal como se preconizó en la declaración de los líderes del G-20 en la reunión de Londres. I. Nos enfrentamos a una recesión social que entraña riesgos potenciales para la seguridad 5. Conocemos los hechos. En casi todos los países del mundo se pierden cada vez más empleos, se desacelera la creación de empleos y aumentan, a menudo de manera dramática, el desempleo y la pobreza entre los trabajadores. A medida que van desapareciendo los buenos empleos, sobre todo en los países en desarrollo, las mujeres y los hombres tienen que luchar por su supervivencia en la economía informal o regresar a trabajar en sus comunidades, donde reina la pobreza. Ya se observan los primeros indicios de un resurgimiento del trabajo infantil y de la mortalidad infantil. Las remesas de los trabajadores migrantes están disminuyendo, lo cual contribuye al aumento de la pobreza en los países de origen, al tiempo que se pierden empleos y/o ingresos en los países de acogida. Para los migrantes en situación irregular, que se encuentran en el nivel más bajo de la escala de empleos, aumenta el riesgo de caer en manos de traficantes de personas y de verse confinados en otras formas coercitivas de trabajo. 6. Los salarios y las condiciones de trabajo están siendo objeto de fuertes presiones, e incluso los sistemas de protección social de los países más ricos a menudo no dan cobertura a todas las personas sin trabajo; en la mayoría de los países en desarrollo, sólo una ínfima parte de las personas sin empleo cuenta con un ingreso proporcionado por el Estado. Las quiebras de empresas están aumentando y al acceso al crédito sigue estando restringido. 7. A medida que la recesión se vaya agravando y prolongando, la crisis del empleo se intensificará con la llegada cada año de unos 45 millones de personas que se incorporan al mercado de trabajo en todo el mundo en busca de un primer trabajo. Además, cabe recordar que los mercados laborales suelen recuperarse mucho después de la reanudación del crecimiento de la producción. Tememos que la recesión provoque un aumento importante del número de trabajadoras y trabajadores, y de sus familias, cuyo ingreso diario de 1 a 2 dólares no les permite superar el umbral de la pobreza. Y todo ello viene a sumarse al aumento de los precios de los alimentos y de los combustibles, lo cual probablemente ha provocado el incremento del número de personas subalimentadas, que hoy pasa de 1.000 millones. 8. Por lo que se refiere a los países industrializados, la tasa media de desempleo en los países de la OCDE se elevaba a 6,9 por ciento en enero de 2009, es decir, aumentó en 1,3 puntos porcentuales con respecto a enero de 2008. En cifras absolutas, en estos países hay 6 millones más de personas desempleadas que un año antes. Es un hecho que las condiciones del mercado de trabajo se están deteriorando en la gran mayoría de estos países. Los jóvenes, los inmigrantes, los trabajadores poco calificados y los trabajadores de edad son los más afectados por el aumento del desempleo. Los trabajadores con contratos temporales también son particularmente vulnerables. 9. De acuerdo con las últimas previsiones del FMI sobre la economía mundial, según las cuales el crecimiento sólo se reanudará en 2010 y después de ese año tendrá una débil Page 2 recuperación, la crisis mundial del empleo podría alcanzar una gravedad extrema y conllevar inquietantes consecuencias sociales y políticas. La peor hipótesis formulada por la OIT anteriormente, que se basaba en previsiones más optimistas que las actuales, ya preveía un aumento del número de desempleados de 50 millones de personas a nivel mundial en 2008 y 2009. No cabe duda de que hoy nos encaminamos hacia ese desmoralizador resultado. Seguiremos examinando de cerca la situación. 10. La frialdad de las cifras no refleja la cólera, la frustración y la desesperación de la gente. Las trabajadoras y los trabajadores no tienen ninguna responsabilidad por el colapso financiero. Sin embargo, son despedidos o se les pide que acepten importantes recortes de salarios o condiciones de trabajo menos favorables. Esta situación está dando lugar a una protesta legítima, organizada y provechosa. Además, los efectos sociales de la recesión también cobran otras formas perniciosas, como el consumo abusivo de estupefacientes y alcohol, la violencia en el hogar y en el lugar de trabajo, y el aumento de la tasa de suicidios, de los delitos, de los conflictos intercomunitarios, de los disturbios espontáneos y de diferentes manifestaciones de violencia. 11. En estas condiciones, algunas sociedades pueden verse expuestas, sin darse cuenta, a riesgos que ponen en peligro la estabilidad política nacional e incluso la paz en situaciones de por sí tensas. Debemos ser conscientes de que, si no se toman medidas para controlarla, la crisis mundial del empleo y de la protección social que afecta a las familias de los trabajadores y a las comunidades locales puede convertirse de un momento a otro en una crisis política de proporciones mucho mayores. La tenaz efervescencia de la recesión social ya está en acción. 12. Por lo tanto, no podemos permitir que las desalentadoras previsiones actuales se conviertan en realidad. Necesitamos desplegar un esfuerzo mundial concertado más fuerte y eficaz para impulsar una recuperación intensiva en empleo y con capacidad para reducir la pobreza. Además, un componente fundamental de las medidas de respuesta a la crisis debe ser la existencia de mercados de trabajo y de sistemas de protección social más fuertes y que funcionen mejor para poder hacer frente a la actual emergencia, pero también para dar forma a un modelo de crecimiento incluyente y sostenible en el futuro. II. La gente espera medidas mucho más focalizadas en la protección social, el trabajo decente y las empresas sostenibles 13. Los mandantes tripartitos de la OIT en todo el mundo esperan que las medidas adoptadas permitan establecer un sistema financiero plenamente operativo que facilite el flujo de créditos hacia inversiones productivas, así como hacia un consumo sostenible, el comercio y la innovación. El Director Gerente del FMI ha puesto de relieve acertadamente la importancia del establecimiento de mercados de crédito que funcionen adecuadamente y sirvan de base para una recuperación duradera. Esto es especialmente relevante para la financiación de las empresas productivas y sostenibles que están encabezando la creación de empleo decente. El sistema regulador anterior no era favorable para esas empresas. La primera y más importante prueba que tendrá que superar el nuevo sistema internacional de regulación de los mercados financieros consiste en comprobar si este sistema es capaz de incentivar la inversión productiva en empresas – grandes o pequeñas – sostenibles y generadoras de empleos decentes, y de producir efectos disuasivos contra el comportamiento especulativo. 14. Pero la gente también necesita apoyo. Considero muy positivos los importantes progresos alcanzados en muchos frentes por la cumbre del G-20 en Londres, en relación con el crecimiento, el empleo y la estabilidad en la lucha contra la crisis. El compromiso en el sentido de que el “plan mundial de recuperación debe centrarse en las necesidades y los Page 3 puestos de trabajo de las familias que trabajan con ahínco no sólo en los países desarrollados, sino también en los mercados emergentes y en los países más pobres del mundo” es un paso importante para hacer realidad una recuperación equilibrada. 15. Más del 80 por ciento de los trabajadores de todo el mundo no tienen acceso a la protección social. Para ellos, estar sin trabajo es sinónimo de no tener ingresos; en tal situación, agotar los ahorros significa caer en la pobreza. La OIT ha calculado que, sin sobrecargar los presupuestos públicos, es posible constituir progresivamente planes de protección social básica que aseguren una prestación modesta en efectivo a los hijos y una pensión modesta a las personas mayores y las personas con discapacidad, así como acceso a una atención básica de salud. Se ha demostrado que este tipo de planes tiene un impacto enorme y rápido en términos de reducción de la pobreza extrema. Por lo que se refiere al largo plazo, la experiencia de los países que hoy son ricos, pero que fueron pobres en otros tiempos, muestra que la protección social es una inversión en el empoderamiento de la gente y en el desarrollo del capital humano, los cuales son fundamentales para la prosperidad tanto de las empresas como de la economía. 16. Nos felicitamos de que se haya decidido que una parte del importante aumento de los fondos asignados al FMI y al Banco Mundial se utilice para ampliar y establecer regímenes de protección social básica. Toda medida de apoyo internacional orientada a capacitar a las redes de seguridad social para hacer frente a la crisis debería concebirse como una contribución al establecimiento a nivel nacional de una base social mínima de carácter más permanente, acorde con los medios y las posibilidades de cada país. Estoy seguro de que tanto los países que proporcionan recursos financieros como los países beneficiarios desearán que el aprovechamiento de esos fondos se organice de tal manera que se garantice el acceso a los conocimientos técnicos especializados que el sistema de las Naciones Unidas dispone sobre estas cuestiones. 17. No cabe duda de que el aumento del desempleo y del número de trabajadores pobres durante un período prolongado terminará por agravar las tensiones sociales. Las gravosas consecuencias de esta situación no se reparten de manera equilibrada, por lo que las personas más perjudicadas tendrán motivos justificados para pensar que reciben un trato injusto. En estas circunstancias, las empresas y los gobiernos deben reforzar su compromiso con la defensa de las normas básicas del trabajo, en las cuales deberían poder ampararse todos los trabajadores de todos los países.1 Los sindicatos y las organizaciones de empleadores son aliados vitales de los gobiernos en la búsqueda de soluciones a las tensiones a través del diálogo y la negociación. Las discusiones tripartitas sobre la forma de mitigar la crisis y acelerar la recuperación constituyen un medio para elaborar respuestas de política eficaces y un factor de estabilización económica y social. Estas discusiones no son siempre factibles, pero debe hacerse todo lo posible para que tengan lugar. III. Hacia un Pacto Mundial para el Empleo 18. El 23 de marzo de 2009, en la Reunión Tripartita de Alto Nivel sobre la crisis celebrada durante la reunión del Consejo de Administración, que contó con la participación del Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, se examinó la adecuación de las 1 La Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, adoptada en 1998, es una expresión del compromiso de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores de defender los valores humanos básicos, que resultan esenciales para nuestro funcionamiento social y económico. Estos principios y derechos son la libertad sindical y de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva; la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio; la abolición efectiva del trabajo infantil; y la eliminación de la discriminación en el empleo y la ocupación. Page 4 medidas de respuesta a la crisis. Esta Reunión Tripartita fue el seguimiento de un intercambio de opiniones igualmente extenso que se llevó a cabo con el Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en marzo de 2008. 19. Sobre la base de un importante informe de la OIT titulado “La crisis financiera y económica: una respuesta basada en el trabajo decente” 2 y de los resultados de varias reuniones regionales celebradas por los mandantes de la OIT, la Reunión Tripartita identificó una serie de puntos de convergencia que los mandantes de la OIT y la Oficina fueron invitados a utilizar en sus esfuerzos futuros para elaborar medidas de respuesta a la crisis. La idea de establecer un pacto mundial para impulsar el empleo cuenta, pues, con una amplia aceptación. El pacto se ha concebido como una contribución de los mandantes tripartitos de la OIT – es decir, los actores de la economía real – para mitigar las repercusiones de la crisis y definir una recuperación productiva y sostenible. La propuesta de dicho pacto se someterá a la aprobación de los mandantes tripartitos de la OIT, y se basará en los principales instrumentos políticos de la Organización. Su adopción constituiría el aporte de la OIT al proceso nacional de toma de decisiones y a la cooperación internacional y la convergencia política en torno a la crisis. 20. Además de incluir planes y medidas de rescate financiero y de reforma, de estímulo fiscal y de reforma de las instituciones de gobernanza de la globalización, el pacto comprenderá otros instrumentos esenciales de política que se desarrollarán en el marco de las políticas nacionales, por medio de la consulta y el diálogo social, entre los que cabe citar los siguientes: i) medidas reforzadas de conservación de los ingresos de los desempleados, tales como estímulos a las prestaciones de desempleo (duración y cobertura), incentivos para que los empleadores apliquen mecanismos de trabajo compartido, conservación de los trabajadores temporales y programas complementarios de transferencias en efectivo; ii) ampliación de las medidas de protección social y de protección de las pensiones contra el devastador deterioro de los mercados financieros; iii) apoyo específico a los grupos y sectores vulnerables, como la introducción de programas temporales de empleo para los jóvenes; iv) políticas activas más enérgicas de intervención en el mercado de trabajo que respalden los empleos y salarios, como la suspensión temporal de los impuestos sobre los salarios o el pago de subvenciones salariales y la ampliación de los programas de formación con la inclusión de los desempleados; v) inversiones en el perfeccionamiento profesional de los trabajadores durante los períodos de menor demanda de trabajo, a fin de prepararlos para la recuperación; vi) fortalecimiento de los servicios de empleo, para facilitar la adaptación de las empresas y de las personas a las cambiantes condiciones del mercado de trabajo. En tiempos de crisis, los servicios de empleo son más importantes que nunca debido al aumento de la movilidad laboral; vii) apoyo especial de emergencia a las empresas, y en especial a las pequeñas y medianas empresas, para que puedan acceder al crédito y superar los problemas de liquidez; 2 Disponible en: http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/--relconf/documents/meetingdocument/wcms_103509.pdf Page 5 viii) inversiones públicas en infraestructura, a través de obras públicas de emergencia que apliquen técnicas intensivas en empleo, incluidas las medidas de adaptación a los efectos del cambio climático y a la mitigación de los mismos. Los incentivos e inversiones favorables a las tecnologías con eficiencia energética y a la creación de «empleos verdes» pueden constituir una contribución importante a la creación de empleos y a la recuperación; ix) reestructuración socialmente responsable de las empresas y sectores; x) fortalecimiento de los mecanismos de negociación colectiva para facilitar la obtención de acuerdos salariales negociados, sobre todo para los trabajadores poco remunerados, en la perspectiva de mantener el nivel de los salarios reales y, por consiguiente, la demanda de los consumidores; y xi) mejora de la información sobre el mercado de trabajo y del análisis del impacto de las políticas. 21. Un pacto mundial para el empleo también tendría como objetivo potenciar la capacidad de los mecanismos de cooperación internacional para garantizar que los países vulnerables, en particular los países menos adelantados, así como aquéllos que tienen un escaso margen para la aplicación de políticas, dispongan de recursos suficientes para aplicar medidas anticíclicas. Una condición previa para lograrlo es que se mantengan y se incrementen los flujos de la ayuda. 22. El G-20 dio un importante impulso a los esfuerzos de la OIT para reforzar la protección social y la dimensión del empleo en la recuperación mundial, al plantear en su comunicado del 2 de abril de 2009 lo siguiente: “Reconocemos la dimensión humana que tiene la crisis. Nos comprometemos a apoyar a quienes han sido afectados por la crisis, mediante la creación de oportunidades de empleo y mediante medidas de apoyo a los ingresos. Construiremos un mercado laboral justo y favorable para las familias, hombres y mujeres. Agradecemos por ello los informes de la Conferencia sobre Trabajo de Londres y de la Cumbre Social de Roma, así como los principios clave que ambas han propuesto. Apoyaremos el empleo estimulando el crecimiento, la inversión en educación y formación, y promoviendo políticas activas para el mercado laboral centradas en los más vulnerables. Hacemos un llamamiento a la Organización Internacional del Trabajo para que, trabajando con otras organizaciones competentes, haga una valoración de las medidas tomadas y de las que sean necesarias para el futuro.” 23. Para que sean económica y socialmente eficaces y políticamente sostenibles y para evitar el riesgo de que provoquen reacciones proteccionistas, es necesario que las políticas destinadas a atenuar la gravedad de la recesión, acelerar la recuperación y definir una globalización más incluyente, estable y sostenible tengan verdaderamente un carácter mundial. La práctica ha demostrado que no es fácil alcanzar este objetivo y que siguen primando los intereses nacionales y los intereses institucionales de las organizaciones internacionales. La OIT colaborará con otras organizaciones internacionales para ayudar a los países a centrar las medidas de recuperación en el empleo y la protección social. De esta manera se reforzarán las instituciones claves necesarias para establecer un modelo más sostenible de desarrollo mundial en el futuro. 24. Con mucho agrado participamos en la conferencia del G-20 sobre el empleo celebrada en Londres y en la Cumbre Social de Roma del G-8 ampliada con la asistencia de seis países en desarrollo, los cuales hicieron importantes aportes al abordar los problemas concretos de la población. La OIT también tuvo una activa participación en el Comité de Alto Nivel sobre Programas de las Naciones Unidas, que decidió llevar a cabo un trabajo conjunto en relación con nueve iniciativas sobre seguridad alimentaria y la economía verde, Page 6 y establecer un mecanismo conjunto del Banco Mundial y el sistema de las Naciones Unidas para la articulación y aplicación común de los recursos financieros adicionales, incluso a través del mecanismo de financiación previsto en el Marco de Financiación contra la Vulnerabilidad propuesto por el Banco Mundial. Estas iniciativas fueron respaldadas por la Junta de los Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas, que preside el Secretario General. 25. En la reunión de junio de 2009 de la Conferencia de la OIT se seguirán examinando las medidas de respuesta a la crisis, con inclusión de la formulación de la propuesta de pacto mundial para el empleo y del incremento de la colaboración con otros organismos internacionales. *** Page 7
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