¿Cómo una mujer embarazada puede evitar la - Guatemala

HISTORIA DE VIDA
¿Cómo una mujer embarazada
puede evitar la transmisión del
VIH/SIDA a su bebé?
Sonia* pasa todo el día inquieta y no duerme tranquila, pero confía en que todo eso cambie en unos
días. Esta mujer, de 38 años y seropositiva, se sometió durante su embarazo a un tratamiento en el
Hospital Roosevelt para no transmitir el VIH/SIDA a
su hija Laura*, que nació hace poco más de un año.
La probabilidad de que la pequeña sea portadora del
VIH es menor del 1%.
“En una semana, se le hará la última prueba y sabré
si le transmití el VIH. Lo más triste y lo más doloroso
es pasar 9 meses con una gran angustia; y un año y
medio –después del parto– para ver que mi hija no
esté infectada y esté bien. Son noches enteras sin
dormir, sin comer con una angustia que no se imaginan”, indica Sonia. Por ello, cuando obtenga el
último resultado respirará tranquila. “Al menos ella
estará a salvo”, señala.
Sonia fue infectada por su marido, con el que conviSonia sostiene en brazos a su hija Laura, una de
sus mayores razones para salir adelante.
vió durante cinco años. “Él sabía que tenía
VIH/SIDA, pero nunca me lo dijo. Me enteré cuando
él enfermó y también supe que su primera esposa
había muerto de ello. Entonces, me hicieron los análisis y resulté positiva”, cuenta.
Al poco tiempo, Sonia, que ya sabía que tenía VIH pero no lo aceptaba, quedó embarazada. “Por
la misma falta de información, prevención y no querer aceptar la situación de que yo tenía VIH,
resulté embarazada de mi marido”, recuerda. Él fallecería cuatro meses después.
Prevenir la transmisión vertical
Cuando su marido estaba hospitalizado, y ella embarazada, le remitieron al programa de prevención de transmisión vertical –de madre a hijo o hija– que el Ministerio de Salud y el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, desarrollan en el Hospital Roosevelt. Sonia es una
de las mujeres que se han beneficiado de esta iniciativa totalmente gratuita que funciona desde
el año 2002. Actualmente, sólo se lleva a cabo en ese centro hospitalario, pero se tiene planeado
extenderla a otras maternidades del país.
“La transmisión de madre a hijo hoy en día es muy posible evitar, si se logra que las embarazadas lleguen a tiempo a la consulta prenatal, se les detecte la infección y se les dé el tratamiento”,
señala Carlos Mejía, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Roosevelt.
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Es por ello que a todas las mujeres embarazadas que llegan a ese centro sanitario, se les habla
de la posibilidad de hacerse las pruebas de VIH. “De lunes a viernes, se someten a ellas de 15 a
18 pacientes diarias”, explica Mejía. Desde que comenzó el programa en el Roosevelt, más de
7,800 embarazadas se han hecho los análisis de VIH, resultando positivas 5 de cada
mil. Este año, sin embargo, Mejía señala
que se ha elevado a 7 por cada mil el número de mujeres embarazadas infectadas.
Una vez detectado el virus, ¿cuál es el
tratamiento? A partir del segundo trimestre
de embarazo –lo ideal es detectar la infección en el primer trimestre–, la mamá es
medicada con antiretrovirales, el parto se
hace por cesárea –para evitar la transmisión a través de la sangre–, no se da la
lactancia materna y al bebé se le medica en
las seis primeras semanas de haber nacido.
En total, son 92 mujeres seropositivas las
que se han sometido a este programa –45
casos detectados en el Hospital y el resto
remitidos de otros lugares–, indica Mejía.
Sonia sabe que ser seropositiva y haber dado a luz no
significa que a su hija le haya transmitido el VIH/SIDA.
El éxito del tratamiento es elevado. Mejía
explica que “si no se hace nada”, la probabilidad de transmisión es del 30%; tomando
la monoterapia con AZT, se reduce al 8%;
pero si, como en el Roosevelt, se toma el
triple tratamiento –AZT, 3TC y LopinavirRitonavir–, se hace el parto con cesárea, no
se da leche materna y el bebé también
recibe tratamiento, la incidencia de transmisión es menor al 1%.
De los 92 casos atendidos hasta junio del
año 2004, en 40 no ha habido transmisión,
49 aún están en análisis o pendientes de
parto y se dieron 2 abortos. Únicamente un
bebé resultó infectado, cuya mamá llegó al
programa de prevención con sólo dos semanas de antelación al parto, indica Mejía.
Sonia muestra los medicamentos antiretrovirales que, después del embarazo, sigue recibiendo en el Hospital Roosevelt para hacer frente al VIH/SIDA.
Sonia confía en esas cifras. Está muy esperanzada de que Laura crezca sana y ella esté presente para verlo. Y es que, el programa no sólo consiste en evitar la transmisión vertical, sino también en preservar a las mamás para evitar la orfandad. De esta manera, Sonia continúa, después
del parto, con el tratamiento antiretroviral porque, como ella dice, “la vida continúa”.
*Nombres ficticios
Texto: Maite Garmendia
Fotos: Elena Prieto
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Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia - UNICEF
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