CÓMO COLABORAR CON LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL DE LOS JÓVENES Herramienta para orientadores, profesores y padres Por María Gorostiaga AIQUE Grupo Editorial Buenos Aires Argentina Primera edición 2010 Este material es de uso exclusivamente didáctico. Índice Presentación……………………………………………………………………………………………….………..7 Agradecimientos…………………………………………………………………………………………….…….9 Introducción……………………………………………………………….………………………………….……11 Primera parte: El alumno como protagonista………………………………………………….….15 Un proceso basado en múltiples perspectivas……………………………………………….…….18 Capítulo 1: Los intereses……………………………………………………………………………………..21 Inventarios……………………………………………………………………………………………………….….22 La organización de la información……………………………………………………………….……….43 Aplicaciones didácticas para profundizar en los intereses……………………………………44 Capítulo 2: La motivación……………………………………………………………………………………53 El inventario de motivaciones………………………………………………………………………………55 Para aplicar y conversar después de una reflexión con nuestros alumnos………………………………………………………………………………………….56 Para trabajar la motivación con los alumnos………………………………………………………..60 Inventario para la reflexión personal del alumno sobre su metodología de estudio…………………………………………………………………………………………………………….62 Para trabajar con los alumnos………………………………………………………………………………65 Capítulo 3: Los diversos tipos de inteligencia………………………………………………………67 Descripción de la diversidad de las inteligencias…………………………………………………..70 Inventario para identificar la diversidad de inteligencias………………………………………76 Las diversas inteligencias y su aplicación en las carreras………………………………………81 Estrategias didácticas para trabajar las inteligencias desde las diversas asignaturas………………………………………………………………………………84 Capítulo 4: Las fortalezas y las competencias………………………………………………………91 ¿Qué son las fortalezas?...........................................................................................92 Inventario de fortalezas………………………………………………………………………………………..93 Actividades didácticas para esclarecer fortalezas con los alumnos……………………………………………………………………………………………….……97 ¿Qué son las competencias?.....................................................................................97 Inventario de competencias…………………………………………………………………….……………99 Algunos aspectos para trabajar con los alumnos en el área de las competencias…………………………………………………………………………………………...103 Capítulo 5: Los rasgos de personalidad………………………………………………………………105 Inventario de estilos de personalidad………………………………………………………………….107 L as ocupaciones y los estilos de personalidad RIASEC………………………………………….114 Capítulo 6: La autovaloración………………………………………………………………………………117 Inventarios para trabajar con los alumnos……………………………………………………………119 Actitudes y estrategias del profesor que pueden ayudar a la valoración personal………………………………………………………………………………….…….121 Para reflexionar con los chicos……………………………………………………………………….…….122 Estrategias didácticas……………………………………………………………………………………….…..123 Capítulo 7: Las perspectivas de valores………………………………………………………….…….127 Rara reflexionar con el grupo de clase…………………………………………………………….…….128 Inventarios para descubrir los propios valores……………………………………………….……..129 Capítulo 8: Las expectativas y las barreras……………………………………………………….…..135 El aprendizaje y las equivocaciones………………………………………………………………….…….141 Estrategias para trabajar en distintas asignaturas………………………………………………….145 Segunda parte: La toma de decisión…………………………………………………….………………..149 Capítulo 9: El proceso de decisión………………………………………………………….………………151 Para trabajar con los alumnos…………………………………………………………………………………152 El árbol de la toma de decisión……………………………………………………………………………….155 ¡La creatividad crece con el ejercicio!.........................................................................162 Para trabajar con los alumnos…………………………………………………………………………………162 Algunas situaciones que obstaculizan la creatividad……………………………………………….163 Técnica de estudio de casos…………………………………………………………………………………….164 Para trabajar un estudio de casos con los grupos…………………………………………………….164 Ventajas que ofrece el proceso de toma de decisión……………………………………………….165 Capítulo 10: La orientación y la resiliencia……………………………………………………………..169 La resiliencia…………………………………………………………………………………………………………….169 Ambiente y resiliencia……………………………………………………………………………………………..175 La resiliencia en el aula…………………………………………………………………………………………….176 Cómo trabajar con los alumnos los valores y su impronta en las decisiones……………179 Tercera parte: El profesor como orientador……………………………………………………….……181 Capítulo 11: Las competencias sobresalientes…………………………………………………………183 El profesor en la orientación vocacional-profesional…………………………………………………183 La inteligencia emocional………………………………………………………………………………………….185 La inteligencia social…………………………………………………………………………………………………186 El rol del profesor-orientador…………………………………………………………………………………..190 La inserción curricular de la orientación y el profesor-orientador…………………………….194 La entrevista……………………………………………………………………………………………………………..194 Capítulo 12: La vinculación con el entorno comunitario………………………………………….199 Las dificultades de los jóvenes para insertarse en el ámbito laboral…………………………200 Las redes comunitarias……………………………………………………………………………………………..200 Modos de inserción del proceso de orientación vocacional-profesional en la comunidad educativa……………………………………………………………………………………….203 La orientación vocacional-profesional como eje transversal de contenido……………….204 La orientación vocacional-profesional como eje transversal desde las habilidades cognitivas y las competencias……………………………………………………………205 El proceso de orientación vocacional-profesional como red……………………………………..206 La planificación y la evaluación del proceso………………………………………………………………206 Fases en el proceso de evaluación…………………………………………………………………………….208 Los vínculos con los padres……………………………………………………………………………………….208 Los padres y el proceso de orientación vocacional-profesional…………………………………210 Los vínculos en la institución educativa: la comunicación efectiva como red vincular……………………………………………………………………………………………………..211 Los vínculos en la clase……………………………………………………………………………………………..213 La comunicación a través de la ventana de Johari…………………………………………………….213 Estrategias para una mejor inserción laboral de los alumnos en la comunidad………..215 Epílogo……………………………………………………………………………………………………………………..223 Bibliografía……………………………………………………………………………………………………………….225 CAPÍTULO 12 La vinculación con el entorno comunitario Pedro y Tomás salían de una clase y entraban en otra sin pensar en el recreo. Era el horario del mediodía, y el segundo piso del colegio se había transformado en clases con profesionales, con algunos padres de los alumnos que exponían a los grupos su elección de carrera y la realidad que encontraron en su vida profesional. Los profesores se habían repartido entre las aulas, escuchando y supervisando a los chicos en la coordinación de los tiempos y en el uso de la palabra. Los profesionales estaban agrupados por áreas, exponían sus temas y contestaban preguntas de los alumnos y de los mismos panelistas que completaban sus exposiciones. Los alumnos procesaron toda la información durante la semana y se la presentaron a los distintos profesores según las áreas correspondientes. Los paneles con profesionales siempre han tenido éxito en nuestra experiencia laboral. Ellos terminan sus exposiciones muy contentos porque revalorizan los objetivos de sus elecciones. Rejuvenecen. Por su parte, los alumnos encuentran respuesta a muchos interrogantes de su futuro laboral que nunca podrían haber hallado en las páginas de información sobre las carreras y las profesiones que se encuentran disponibles en Internet, o en las exposiciones universitarias. Se les abren nuevos panoramas y perspectivas diferentes de las carreras. Muchos profesionales invitan a los chicos a participar de un día de su trabajo para que vivan de cerca la realidad laboral. La institución educativa se enriquece y abre sus puertas al crear puentes que generan motivación en los alumnos y en sus padres para continuar los estudios. Las dificultades de los jóvenes para insertarse en el ámbito laboral La inserción de los jóvenes en la vida activa (ámbito laboral), al finalizar la educación secundaria, no es sencilla. No hay una buena coordinación entre las instituciones educativas y la economía, la formación no se adecúa a las necesidades laborales, las crisis económicas deterioran las posibilidades laborales, las alternativas de carreras y trabajos son cada día más amplias y cambiantes, y los vínculos consigo mismos y con los demás no se desarrollan lo suficiente para generar canales fluidos. Otra dificultad que encuentran los jóvenes para insertarse en el mundo adulto es su madurez vocacional. Los instrumentos que se han elaborado para medirla suelen contemplar la inteligencia emocional intrapersonal —el autoconocimiento, la automotivación y el compromiso; la autodecisión y la perseverancia en los objetivos- reflejada en las actitudes. Por otra parte, miden lo cognitivo y las competencias relacionadas con la elección de la carrera u ocupación: la habilidad para buscar y procesar información pertinente, la competencia para aplicar conocimientos sobre la planificación y la toma de decisión a situaciones hipotéticas, y la habilidad para explorar ocupaciones relevantes para sus intereses, valores y capacidades1. Las redes comunitarias Para que las relaciones en la toma de decisión del alumno sean menos hipotéticas, los centros educativos pueden crear redes comunitarias que acerquen diversas realidades a los jóvenes. Algunas redes comunitarias que se conectan con el centro educativo son: Cada institución educativa puede crecer como comunidad mediante el desarrollo de vínculos en el aula, entre los distintos grupos, con las autoridades educativas y con las personas que se encuentran en el barrio o en la comunidad cercana a la escuela. Por ejemplo, desde los bomberos, que pueden contarnos sus experiencias de organización y su toma de decisión en las situaciones límite, hasta el panadero, con su estrategia para no hacer más pan o pasteles de los que consumen sus clientes. Los ex alumnos son parte importante de la comunidad, lo mismo que los padres, al conformar la primera comunidad, la familia de cada alumno. Sus experiencias de estudio, de entrevistas laborales, de trabajo, de organización del tiempo o de estrategias para trabajar y mantener un buen diálogo en familia son válidas como formación para la vida. La pregunta clave para la inserción de la orientación vocacional- profesional en los lineamientos curriculares es si preparamos a nuestros alumnos para la vida. Pareciera que no, y no es fácil hacerlo pues es un desafío que se lanzó en Europa, Canadá y Estados Unidos en los años setenta y recién ahora se están cosechando algunos frutos2. En América Latina, este movimiento también se desarrolló a partir de los años ochenta y buscaba acercar el ámbito educativo al social. El peligro está en que caigamos en un utilitarismo al 1 2 Francisco Rivas y otros: Manual de asesoramiento y orientación vocacional. Madrid: Síntesis, 1995. Manuel Álvarez González: Orientación profesional. Barcelona: Cedecs, 1999. preparar alumnos para un mercado laboral sin considerar su vocación ni su formación integral como persona en sus valores, actitudes y compromiso libre. La orientación debe asumirse como algo insertado en el programa educativo, y no como algo marginal o colateral, que permita la posibilidad de experiencias y simulaciones laborales en los puestos de trabajo, o bien a través de actividades extraescolares que ofrecen la posibilidad de poner a prueba las potencialidades y habilidades del individuo. Para que la actividad educativa se adecúe a la realidad, es imprescindible que se produzca una permeabilidad escuela-sociedad. (...) ... supone la apuesta por un cambio educativo y social: ha de poner el énfasis en el desarrollo vocacional mediante la infusión de conceptos vocacionales en el currículo escolar y ha de proporcionar al individuo una madurez personal y vocacional que lo prepare para ajustarse a los cambios sociales y profesionales... El profesor y el orientador van a ser agentes fundamentales en la implementación de este movimiento...3 Para que el proceso de orientación vocacional-profesional sea integral y se implemente a nivel curricular es necesario: • Diagnosticar la madurez vocacional de los alumnos. • Identificar las necesidades que se busca afrontar con el proceso de orientación. • Identificar los recursos y las limitaciones con que puede contar el proceso para no crear falsas expectativas. • Aunar las metas y los objetivos del proceso entre los directivos, profesores y orientadores de la institución escolar donde se inserte, para que lo conciban como una actividad educativa, unido al ideario de la escuela y con una implementación interdisciplinar. • Delimitar los recursos y el tiempo disponible dentro y fuera del aula para llevar adelante los contenidos vocacionales insertos parcial o totalmente en las planificaciones, las metodologías de investigación, experiencias, visitas, programas informáticos, dinámicas de grupo, medios audiovisuales, participación de ex alumnos, entrevistas, role-playing, paneles con profesionales y proyectos. • Organizar la formación adecuada a los profesores para que trabajen, de manera complementaria e interdisciplinaria, los objetivos, los contenidos, la metodología y la evaluación del proceso. Siempre considerando que es el alumno quien lleva adelante, en forma activa, su toma de decisión. • Contar con la coordinación y el asesoramiento del orientador a cargo del proyecto para organizar el proceso orientador. • Elaborar un programa con actividades individuales y grupales, y otro programa con actividades de inserción en la comunidad. 3 Manuel Álvarez González: óp. cit., pp. 293 y 295. • Desarrollar la comunicación con los padres, los profesionales de la comunidad y con el personal de la institución para que implementen las actividades extracurriculares. • Evaluar el programa y la toma de decisiones que se realizaron. Modos de inserción del proceso de orientación vocacional-profesional en la comunidad educativa Existen varios modelos de implementación del proceso de orientación vocacional-profesional en la comunidad educativa. Cada institución deberá adecuarlos a sus intereses y posibilidades. Podemos considerar dos ejemplos: el modelo A se aplica en los países europeos, y el modelo B se lleva a cabo en los Estados Unidos y en algunos países de Europa del Este. El modelo A se centra en la educación secundaria y forma parte de una nueva asignatura que brinda herramientas para el autoconocimiento, el conocimiento del entorno educativo, profesional y ocupacional, la toma de decisiones y la preparación para la inserción laboral. El modelo B tiene un enfoque amplio y se inserta en el currículo desde la formación inicial hasta la educación secundaria. Se integra en las diferentes asignaturas curriculares. Sus componentes se basan en el autoconocimiento, el conocimiento educacional, el conocimiento de la carrera, el conocimiento del mercado económico, la toma de decisiones, las habilidades para iniciarse en el trabajo, las destrezas en el empleo y las actitudes positivas frente a los distintos trabajos. Consideramos que cada institución reflexionará sobre la manera original de llevarlo a cabo, con los recursos con que cuente en la forma más integrada. ¡Lo importante es no dejar lo posible por querer hacer lo óptimo! Es emocionante escuchar a los ex alumnos de una institución cómo un/a profesor/a marcó sus vidas al implementar algunas de las actividades que hemos mencionado en el libro. Muchas veces no se pueden lograr todos los objetivos, pero no dejemos de lado los que estén a nuestro alcance. La orientación vocacional-profesional como eje transversal de contenido La orientación vocacional-profesional se aplica, muchas veces, de manera aislada sin integrarla en lo curricular, pero es mejor si se trabaja como eje transversal, el que puede darse desde distintos enfoques. Los contenidos que se pueden tener presentes a lo largo de los distintos niveles y como eje interdisciplinar son: • Quién soy, qué quiero, adonde voy: conocimiento de los propios intereses, motivaciones, fortalezas, valores, competencias y circunstancias de vida. Conocer la relación entre las características personales y los requisitos profesionales. • Cómo elijo: búsqueda y procesamiento de la información. Conocer las características y los requisitos de las distintas enseñanzas y ocupaciones. Conocer el curriculum académico de las carreras y las diferentes áreas ocupacionales. • Cómo decido: pasos en el proceso de toma de decisión. • Cómo implemento proyectos: metodología y etapas del proyecto. • Cómo evalúo el proceso: distintas formas de evaluación. El trabajo con el error y con las expectativas. Resiliencia y compromiso personal. • La formación del curriculum vítae • Las entrevistas laborales La orientación vocacional-profesional como eje transversal desde las habilidades cognitivas y las competencias Las habilidades y las competencias que se pueden trabajar son múltiples. Algunas de ellas son: • Autorreflexión. • Aceptación de sí mismo. • Empatía. • Aceptación de las propias fortalezas y limitaciones, sin perfeccionismo. • Apertura a la diversidad. Actitudes positivas y críticas hacia el trabajo. • Observación y organización de experiencias laborales reales o simuladas mediante prácticas supervisadas por el profesor orientador. • Planificación, tentativa de una secuencia de estudios necesaria para ser eficiente en un trabajo determinado. • Trabajo en equipo. • Técnicas de búsqueda y procesamiento de la información. • Creatividad en la proposición de alternativas. • Enumerar los elementos de la motivación intrínseca al estudio y al trabajo según el sentido del proyecto personal. • Compromiso y automotivación. • Adquirir el hábito de aprender a aprender con independencia de las circunstancias adversas. • Habilidades para humanizar el lugar de trabajo4. • Orientación al servicio de la comunidad. • Flexibilidad ante los cambios. • Habilidades numéricas, informáticas, manuales, perceptivas, de organización del tiempo y los recursos, y de expresión. • Habilidades para las relaciones interpersonales. • Comunicación efectiva. • Colaboración y cooperación. • Iniciativa y búsqueda de logros. • Resiliencia. • Juicio crítico y hábitos de trabajo eficientes. • Autoevaluación y evaluación del proyecto personal. • Responsabilidad y motivación. • Liderazgo. • Compromiso con la comunidad. • Actitudes positivas hacia el trabajo. • Hábitos de trabajo eficaz. El proceso de orientación vocacional-profesional como red Según los objetivos que se proponga la institución, será el papel que juegue la orientación como puente vincular entre los miembros de la comunidad educativa en su área interdisciplinaria y las comunidades externas. 4 Francisco Rivas y otros: Manual de asesoramiento y orientación vocacional. Madrid: Síntesis, 1995, p. 342. Nos preguntamos sobre los objetivos de nuestra comunidad La planificación y la evaluación del proceso Conforme a los objetivos que se proponga la institución educativa, planificamos el proceso de orientación vocacional-profesional. La planificación previa es la clave para la evaluación porque esta debe identificar en qué grado las actividades del proceso son responsables de los cambios. Por ejemplo, se puede evaluar la situación de los estudiantes en su toma de decisión con respecto a una carrera o a un trabajo antes de iniciar el proceso y al finalizarlo. Se puede especificar en escalas de actitud del estudiante cómo los ayudó a cambiar las actividades de exploración del mundo académico o laboral. Es posible elaborar fichas de observación de los estudiantes para explorar el seguimiento de los alumnos en la realización de los proyectos para la comunidad. Existen una serie de pasos evaluativos que podemos sintetizar: • Identificar los objetivos según las metas de la institución y la importancia que le dé al proceso de orientación para el desarrollo del alumno y para su vinculación con la comunidad. • Realizar una evaluación de diagnóstico para identificar necesidades. • Escoger los criterios evaluadores. • Organizar los tiempos y los recursos. • Especificar los elementos del programa y sus niveles de ejecución. • Establecer reuniones de equipo para coordinar y evaluar el desempeño de las planificaciones en que se utiliza el proceso de orientación como eje interdisciplinar. • Diseñar el tipo de evaluación que se utilizará en cada área y actividad, quién la implementará y cuál será el calendario de las evaluaciones. • Implementar la recogida de los datos, la interpretación de estos y un informe para compartir con la comunidad educativa. • Cotejar el estudio de los costos del programa con la eficacia de este. "La evaluación se concibe como un proceso sistemático, continuo y objetivo que va a permitir afrontar la toma de decisiones sobre el valor de los programas en base a unos criterios fijados de antemano"5. Fases en el proceso de evaluación 1. Evaluación del contexto: se identifican las necesidades, y se priorizan los objetivos generales. 2. Evaluación del diseño: se formulan los objetivos operativos y las actividades. Se establecen las estrategias y los recursos. Se coordina el programa con tiempos marcados. 3. Evaluación formativa y sumativa: la primera se refiere a la evaluación que se desarrolla a medida que se va implementando el programa. La evaluación sumativa es de control, a fin de corroborar si se cumplieron los objetivos con base en los resultados obtenidos y en los objetivos planteados. 4. Informe y utilización de los resultados: se elabora un informe que abarque el contexto, el diseño, el desarrollo del programa y sus resultados. También se consideran las personas que participaron y cómo se podría completar el proceso para seguir mejorando. Los vínculos con los padres Los padres son los primeros educadores de sus hijos. Educan a través de los valores que viven en sus gestos, sus actitudes, sus hábitos de vida y sus decisiones. Informan en el diálogo que pueden tener con sus hijos de mutuo enriquecimiento. Forman en los criterios para ponderar alternativas, en la visión que tienen de la persona y de la comunidad, en la aplicación de normas en coherencia con los valores que profesan y en el modelo de vida que presentan día a día. Tienen mucho más impacto con lo que hacen que con lo que dicen. Sin embargo, las palabras tienen su efecto positivo o negativo. Por eso consideramos, con insistencia, la comunicación en el crecimiento de los vínculos. Poder aceptarse a sí mismo, aprender de los errores y superar obstáculos considerando alternativas nuevas en una toma de decisión son capacidades que dependen, en gran medida, de la confianza creada en estos vínculos. Algunos ejemplos de frases que demuestran aceptación, confianza, reconocimiento del esfuerzo y apreciación: • Me gusta la manera en que manejaste este tema. • ¿Cómo te sentís sobre este...? • Estoy contento de que disfrutes de... • ¿Cómo se podría cambiar esta situación...? 5 Manuel Álvarez González: Orientación profesional. Barcelona: Cedecs Psicopedagogia, 1999. • Estás haciendo muchos progresos en... • Yo creo que lo podés manejar. • Tengo confianza en tu criterio para... • Gracias por tu ayuda en... me vino muy bien para... • Estás mejorando en... • Todavía no alcanzaste tu objetivo, pero mirá cuánto has crecido en... • Tenés un gran talento para... • ¿Me ayudarías con este tema...? Diez estrategias en la comunicación con hijos adolescentes: • Dar responsabilidad. • Mostrar apreciación y contribución por lo que hacen en casa. • Preguntarles por sus opiniones y sugerencias. • Animarlos a participar en la toma de decisiones. • Aceptar sus errores y aprender de ellos. • Enfatizar en el proceso y no sólo en los resultados. Por ejemplo, muchos adolescentes mejoran su habilidad para el estudio, pero no logran los resultados académicos que quisieran. • Transformar los límites en posibilidades. Por ejemplo, si el adolescente es muy sensible, hacerle ver la ventaja que tiene para comprender a otros o para el arte, entre otros recursos. • Mostrar confianza en el adolescente. • Tener expectativas positivas. • Desarrollar maneras alternativas de ver las situaciones. Es importante que los padres sepan esperar el tiempo necesario que su hijo precisa hasta tomar una decisión para que pueda reflexionar según sus características personales y las posibilidades de elección que debe considerar. Si los padres no adecúan las expectativas familiares a las posibilidades reales de los hijos, estos tampoco podrán hacerlo en sus decisiones. La familia puede ser un lugar privilegiado para conocer ocupaciones y conectar a los hijos con realidades laborales cercanas. Una forma de hacerlo es pidiéndoles que realicen un árbol con las ocupaciones que tienen los miembros más cercanos de la familia para reflexionar sobre el impacto que ellas ejercen en la propia elección. Muchas veces, el trabajo de los progenitores influye de manera poco objetiva en la decisión profesional y crea tensión en el proceso. Es conveniente que los padres no estén únicamente pendientes del rendimiento académico de sus hijos. Ellos pueden formarlos para que alcancen un equilibrio integral en la vida, donde el estudio y el trabajo no sean todo para la persona. El desarrollo integral de la personalidad, unido al sentido en la vida permite crecer en la felicidad. Los padres y el proceso de orientación vocacional-profesional La institución educativa se puede vincular con los padres en este proceso, presentando las etapas y la metodología del proceso de orientación profesional y vocacional en una charla informativa, pidiendo participación a los padres como panelistas, o para invitar a los estudiantes a participar de actividades profesionales. La escuela puede mejorar la comunicación con la familia de sus alumnos con el fin de conocerlos en profundidad y para mantenerse bien informada acerca de las necesidades y expectativas que los padres tienen sobre los estudiantes. Para evaluar la actividad de orientación vocacional-profesional con los panelistas (padres en su mayoría), podemos considerar las siguientes preguntas: • ¿Cómo se cumplieron los objetivos de los paneles? • ¿Cómo se programó la actividad? • ¿Cómo se realizó la evaluación de diagnóstico con los alumnos? • ¿Quién participó en la actividad? • ¿Cómo se distribuyeron los tiempos? • El lugar donde se llevaron a cabo las charlas, ¿fue el más conveniente? • Todas las áreas de interés pedidas por los alumnos, ¿estuvieron cubiertas por los panelistas? • ¿Se les explicó adecuadamente a los panelistas cómo se iba a desarrollar la actividad? • ¿Estuvieron bien elaboradas las preguntas que les hicieron los alumnos? • Los alumnos, ¿buscaron con anticipación la información sobre las carreras y las posibles salidas laborales? • ¿Cuántos alumnos estaban seguros de su elección? • ¿Cuántos estaban indecisos? • ¿Cuántos estaban sin opciones claras para evaluar? • ¿Qué ocurrió con cada uno de ellos después de la actividad?, ¿los ayudó a tomar una decisión? • ¿Cómo evaluaron los estudiantes la actividad? • ¿Realizaron una síntesis con la información que recibieron? • ¿Cómo evaluaron la actividad los panelistas? • ¿Qué repercusión tuvieron los paneles en la comunidad educativa? • ¿Surgió algún interés de la escuela para compartir esta experiencia con la comunidad? Los vínculos en la institución educativa: la comunicación efectiva como red vincular La forma de comunicación entre los directivos y los profesores y el personal de la institución, en clase, en la sala de profesores y en los recreos, nos habla de nuestros objetivos y nuestros vínculos. La metodología que utilizamos, el tipo de evaluación que aplicamos y el estilo de enseñanza-aprendizaje reflejan nuestro estilo de comunidad. Si somos capaces de escuchar de manera abierta y de transmitir mensajes claros y convincentes, podremos: • Ser más efectivos en el intercambio al registrar pistas de comunicación no verbal. • Enfrentar con claridad y empatía asuntos conflictivos. • Encontrar entendimiento mutuo para llegar a la cooperación compartiendo estrategias, información y recursos. • Descubrir y desarrollar oportunidades de crecimiento y colaboración. • Alentar el debate y la comunicación franca. • Organizar soluciones que beneficien a todos. Los estudiosos de la habilidad interpersonal hablan de las competencias para establecer vínculos. Allí se cimienta la posibilidad de crear amistades, relación clave para la felicidad, y relaciones de trabajo en equipo. Las personas dotadas con esta aptitud pueden crear redes que permiten a los equipos y a la comunidad: • La cooperación y el esfuerzo unificado. • El fortalecimiento de la identidad del grupo y del espíritu de cuerpo en su compromiso. • La participación activa y entusiasta. • La protección al grupo y a su reputación compartiendo méritos. • La búsqueda de crecimiento y aprendizaje. • La iniciativa y la capacidad para anticiparse a los problemas. • La flexibilidad en la manera de encarar las tareas colectivas. • La conciencia de la organización en sus puntos fuertes y débiles. • La creación de vínculos con otros equipos y organizaciones en la búsqueda de la complementariedad. La organización educativa puede apoyar el crecimiento de los vínculos internos de la comunidad y su interacción con el medio social. La coherencia entre sus estrategias, sus valores, su estructura, el compromiso de su gente y el estilo de organización es clave para crecer en estos vínculos. Es importante que la acción orientadora y tutorial permita recorrer el camino desde las concepciones más personalizadas del aprendizaje hasta la idea de procesos complejos de enseñanza-aprendizaje que involucran a enseñantes y aprendices, instituciones y comunidades6. Los vínculos en la clase En todo programa de orientación educativa y, en especial, de orientación vocacional, 7 hay que considerar tres ámbitos de intervención: individual, grupal y comunitario . Los alumnos aprenden más de lo que observan, perciben y experimentan que de nuestras charlas acerca de la importancia de vivir en los valores y crecer en los vínculos. En la comunidad educativa aprenden a colaborar, a comprometerse con un proyecto, a respetar al otro, a acoger al que lo está pasando mal, a abrirse a nuevos conocimientos y tantos otros valores que no pueden ser enseñados en la teoría sin ser vividos. Como círculos de gotas en el agua, se irá ampliando ese estilo, esa organización de la comunidad hacia la sociedad circundante. La comunicación a través de la ventana de Johari La ventana de Johari es una técnica que nos ayuda a tomar conciencia sobre cómo nos comunicamos, reflexionar sobre nuestras posibilidades de ampliar el área libre y permitir que la comunicación fluya sin trabas y facilite los vínculos en el grupo y en la comunidad. 6 Marina Müller: Formación docente y psicopedagógica. Buenos Aires: Bonum, 2008. Manuel Álvarez González y otros: La orientación vocacional a través del curriculum y la tutoría. Barcelona: Graó-ICE, 1991, p.196. 7 Buscamos ampliar el área libre a través de las actividades forma formativas tivas de orientación vocacionalvocacional profesional. Para ello, es clave el ambiente de confianza y respeto que deber reinar en la clase por parte del profesor y de los alumnos para aplicar los inve inventarios, trabajar bajar los cuentos en reflexión y participar personalmente expresando sus puntos de vista y sentimientos. El tamaño del área libre aumenta a medida que crece el nivel de confianza en el grupo y cuando los criterios desarrollados en el sen sentido de dar y recibir (feedback) facilitan este tipo de intercambio. Un "área libre amplia indica que una gran parte del comportamiento de una persona está liberada y abierta a los restantes miembros del grupo. Consiguientemente, será menor la tendencia de los demás a interpretar (o malinterpretar) o proyectar significados personales en el comportamiento de dicha persona"8. Área libre Área ciega • Descubriendo mi personalidad (área desconocida). • Aceptándome como soy (área oculta). • Tomando conciencia de mis fortalezas y limitaciones (áreas ciega y desconocida). • Analizando las consecuencias de mis acciones (área ciega). • Pidiendo feedback de lo que hago (área ciega). Área oculta 8 Área desconocida Silvino José Fritzen: La ventana de Johari. Santander: Sal Terrae, 1987. La ventana de Johari es un instrumento muy importante para desarrollar el autoconocimiento, que incluye las fortalezas personales, las motivaciones y los objetivos en la vida y en las competencias. Estos son elementos esenciales para guiar el proceso de búsqueda laboral y para redactar el curriculum vítae. El objetivo laboral refleja las competencias personales en consonancia con la realidad del mercado laboral. Estrategias para una mejor inserción laboral de los alumnos en la comunidad • La formación del curriculum vítae (CV) El curriculum vítae es una carta de presentación. Aunque no hay un formato estándar para escribirlo, las siguientes áreas deben estar cubiertas en él: a. Descripción del objetivo laboral. b. Detalle de lo que se realizó en el área educativa y laboral. c. Información personal. a. El objetivo laboral: es la sección más relevante de un curriculum. Debe ser concisa y lógica, y convencer al lector de que uno sabe lo que quiere. El objetivo debe ser lo suficientemente amplio para cubrir un rango razonable de intereses, pero al mismo tiempo suficientemente específico para permitir al potencial empleador identificar con rapidez en qué lugar puede insertarse el aspirante en la organización. Para preparar este objetivo, es interesante investigar oportunidades y planificar una carrera. Algunas guías posibles para poder redactarlo: • Ser específico: no tener miedo a mostrar un interés por un trabajo particular. • Evitar utilizar un objetivo demasiado general: es mejor describir un área funcional, una industria o un entorno concreto de trabajo. Es conveniente presentar la competencia que la persona pueda aportar a ese tipo de trabajo. • Enfatizar en las aspiraciones de carrera de corto plazo: los objetivos atrayentes para el lector son los que pueden contribuir en el futuro inmediato de la organización. • Escribir un objetivo que pueda explicarse con claridad: el objetivo debe describir metas personales y no aquellas que percibimos que los empleadores encontrarán atractivas. b. Las secciones de educación y experiencia: describen los estudios y las experiencias educativas y de empleo de la persona. Estos logros pueden presentarse en orden cronológico invertido dentro de cada sección. La sección de educación debe incluir información sobre títulos recibidos o esperados, cursos adicionales vinculados al objetivo de carrera, distinciones académicas y actividades extracurriculares. (No es necesario incluir las calificaciones). La sección de experiencia sintetiza el trabajo realizado a tiempo completo y el trabajo de tiempo compartido. Debe describirse el cargo, las responsabilidades y los logros para cada posición. También, deben resaltarse las capacidades desarrolladas a partir de dichas experiencias. Ningún empleo debe ser totalmente ignorado, a pesar de que constituye también un error proveer detalles excesivos acerca de posiciones no relacionadas con el objetivo de carrera. Algunas sugerencias para poder redactar esta sección: • Enfatizar los logros: de tal manera que, siendo positivo, destaque lo que puede resultar de interés para el empleador. • Evitar huecos cronológicos: debe estar indicado el tiempo dedicado a cada programa académico o posición. • Cuidar el formato: si la experiencia educativa es más relevante que la sección de experiencia laboral, aquella estará al comienzo. La cantidad de espacio dedicada a cada sección debe ser representativa de la importancia para la persona. La sección dedicada a explicar las capacidades más importantes debe ser más extensa que las otras secciones. c. Información personal: es útil para explicar las capacidades y los logros que no encajan en las secciones de experiencia educativa o de trabajo. Por ejemplo, que la persona tiene un dominio fluido del idioma alemán y del chino, o que es un músico que toca en una banda de un club. A pesar de que la información personal incluida en esta sección no es esencial para una decisión de empleo, presenta una oportunidad de remarcar una diversidad de intereses y experiencias de vida. En esta sección, o en la carátula del CV, deben incluirse el nombre, la dirección habitual y el número de teléfono. Otra información personal, como la edad o el estado civil, no es necesario que figure. Tampoco es preciso poner las referencias, sólo una afirmación que indique que están disponibles. • Recomendaciones generales para redactar el curriculum vítae: • Limitar el curriculum a una hoja. • Elaborar varios borradores hasta obtener un producto terminado. • De ser posible, comenzar las frases con verbos activos. • Asegurarse de que no haya palabras con errores ortográficos o expresiones gramaticales incorrectas. • Escribir los nombres de las organizaciones completos, no las abreviaciones comunes. • Minimizar el uso de pronombres personales. • No incluir la historia salarial o los requerimientos de honorarios. • No utilizar más de un curriculum en un proceso de búsqueda de trabajo. • Actividad para realizar con los alumnos • Presentar a los alumnos un modelo de curriculum vítae con un formato típico. • Comentar con ellos los requerimientos antes expuestos para realizarlo. • Invitarlos a que cada uno elabore su propio curriculum, imaginando un área laboral donde les gustaría insertarse y una carrera acorde para alcanzar ese puesto de trabajo. • Recursos • Se pueden presentar diferentes formatos de curriculum vítae. • Los alumnos pueden consultar las guías del estudiante, donde podrán buscar perfiles laborales y diferentes instituciones académicas. • Se puede realizar esta actividad con ex alumnos que brinden su testimonio de la experiencia vivida. • Actividad grupal de inserción laboral para realizar con los alumnos - Preparación para las entrevistas laborales. Técnica del role- playing. La técnica del role-playing consiste en dramatizar una situación de la vida, en este caso, una entrevista de trabajo. Se realiza de manera espontánea y sin guión. Tiene el propósito de aumentar el conocimiento del comportamiento humano. Al alumno le permite reflexionar sobre cómo se relacionan las personas en el mundo adulto9. Los alumnos que están terminando el nivel secundario no han tenido muchas oportunidades de entrevistas laborales. Reflexionar sobre cómo se pueden preparar para ellas y dramatizar la situación puede ser muy ventajoso. Las áreas sobre las que, en general, se hacen las preguntas en la entrevista laboral son: • Personalidad. 9 Francisco Rivas: Manual de asesoramiento y orientación vocacional. Madrid: Síntesis, 1995. • Capacidades. • Experiencia. Cuando no hubo experiencia laboral, es importante: • Demostrar capacidades de aprendizaje y adaptación. - Expresar los logros académicos. - Presentarse con iniciativa y entusiasmo por aprender y crecer, y con humildad. • Demostrar interés de continuidad y estabilidad. - Expresar un plan de carrera claro. - Realizar preguntas que amplíen el conocimiento sobre el trabajo. • Destacar las experiencias de tiempo parcial y sin fines de lucro (asociaciones estudiantiles, clubs, entre otras posibilidades). • Estar dispuesto a invertir esfuerzo y tiempo al comenzar un trabajo. - Preparación para las entrevistas Las preguntas más usuales suelen estar relacionadas con: • La historia personal. • Los aspectos fuertes y débiles. • El conocimiento de la organización. • El conocimiento de la oportunidad. • Los motivos de interés por el trabajo. • El plan de carrera. • Las expectativas económicas y extraeconómicas. Cuando haya que tomar la decisión de aceptar un empleo, debe considerarse: • Comprobar si el empleador es confiable. • Analizar si el proyecto es genuino. • Reflexionar sobre si la experiencia va a resultar formativa. Este tipo de dinámica se puede enriquecer con noticias de puestos de trabajo que los alumnos recorten de los diarios del domingo. Los mismos estudiantes pueden ir armando una situación laboral, aunque no tenga guión por ser espontánea, y cubrir las distintas fases de la entrevista laboral que hemos analizado. Todos aprendemos por observación, imitación y práctica. El juego permite que el aprendizaje esté inserto en la motivación intrínseca: no busca la eficiencia ni la productividad, disfrutamos de la actividad por sí misma. Nos parece trascendental en esta última etapa escolar que los alumnos tengan la posibilidad, entre muchas otras actividades, de recrear profesiones, realizar role-playing de entrevistas, jugar a ser periodistas para entrevistar profesionales o armar una revista, imple- mentar el diseño de una cartelera de orientación y dramatizar situaciones que les preocupen con respecto al futuro. En el ámbito escolar y familiar, los alumnos se sienten seguros, contenidos y atendidos. Es el lugar para practicar en comunidad10 la nueva identidad para salir a estudiar y trabajar en el mundo. Es una transición donde deben aparecer figuras orientadoras: los padres y los profesores con sus valores, actitudes y sentido de la vida. El poder jugar crea un espacio intermedio de experiencia entre la realidad exterior y la interior: el mundo simbólico11, el cual constituye la base para salir con confianza al mundo real y crear, investigar, pensar hipotéticamente y tomar decisiones anticipando sus consecuencias. El representar un rol determinado estimula al adolescente a encontrar la diferenciación entre la fantasía y la realidad. Las acciones no tienen las consecuencias irreversibles que poseen en el mundo real, lo cual permite una mayor libertad para expresar la propia interioridad y así, conocerse mejor a sí mismo. La orientación vocacional-profesional vivida en comunidad puede ayudar a que los adolescentes se socialicen para que encuentren, con ayuda de los adultos orientadores, un lugar en el mundo. 10 11 Herminia Ibarra: Working identity. Boston: Harvard Business School Press, 2003. Maíte Garaigordobil: luego y desarrollo infantil. Madrid: Seco Olea, 1990
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