Inicio escolar: ¿cómo afrontarlo? Aprender a - Niños del Sur

Edición Nº 9
distribución gratuita
enero / febrero
2013
Inicio escolar: ¿cómo afrontarlo?
Aprender a aprender
Abuelos y nietos: un vínculo especial
Autismo: un desafío
Editorial
Sumario
¿Cómo afrontar el comienzo de clases?
Nidia A. Antúnez – Psicóloga
diseño & comuniación
Traumatismos oculares
Su distinción
¿Necesitas hacer conocer tu
producto, servicio o empresa?
Sabemos cómo ayudarte. Hacemos del diseño
y la comunicación integral nuestras mejores
herramientas para transmitir los mensajes
requeridos, en los soportes adecuados, con
asesoramiento fundamentado y la
responsabilidad de dar respuesta efectiva a
quienes nos eligen.
Ofrecemos conocimiento, creatividad y
experiencia puesta en la realización de:
0299 - 156 355 935
[email protected]
www.insomniadyc.blogspot.com
Insomnia - Diseño & Comunicación -
* Diseño de Imagen institucional: logotipo y aplicaciones en gráfica.
* Folletería
* Tarjetería para eventos especiales
* Vinilos decorativos y para vidrieras
* Diseño editorial
* Redacción de contenidos
* Prensa y difusión
Bienvenido otro ciclo escolar!. Comienzan nuevos
aprendizajes para los niños y también para los papás y docentes.
En esta edición hemos querido llevarles algunos tips y
consejos útiles para iniciar a los niños en el proceso escolar y otros para acompañar y contener como familia a
quienes ya están cursando sus estudios hace un tiempo.
El sistema educativo también nos propondrá nuevos desafíos, que como padres deberemos afrontar con creatividad y paciencia. Públicas o privadas, las escuelas van
tejiendo una dinámica con la que vamos a interactuar, y a
la que deberemos aportar y/o enriquecer.
Bienvenidos los desafíos y el aprendizaje. Desde Niños
del Sur, esperamos que este sea un año productivo, que
nos permita seguir creciendo juntos.
De abuelos y nietos
María de los Ángeles
Cabrera Christiansen - Psicopedagoga
Aprender a aprender
Marcela Cartolano - Profesora en Filosofía
y Ciencias de la Educación.
Niños con autismo: un desafío
Mauricio Platino – Psicólogo
La piel en el embarazo
Cuidados saludables
Jugar y divertirse
Juegos didácticos: “Mío Mamá”
Distribución GRATUITA
en Neuquén, Plottier y Cipolletti.
Silvana Zavala Rubio
Leticia Zavala Rubio
Cecilia Medina
[email protected]
www.ninosdelsur.com.ar
Registro de la propiedad intelectual en trámite. Tanto los
artículos periodísticos, la fotografía, la publicidad pagada
y los anuncios son responsabilidad exclusiva de sus autores o representantes legales y no necesariamente reflejan las opiniones y juicios de la editorial.
Niños del Sur
es un producto de Bardas Editorial
e Insomnia Diseño & Comunicación
0299 - 156 355 935
3
¿cómo
el primer día de clases
El inicio de clases constituye un significativo hecho
que trae grandes cambios para el niño. Su familia puede
acompañarlo de tal manera que la experiencia pueda ser
vivida con tranquilidad, seguridad y confianza.
Por Lic. Nidia Andrea Antúnez
Psicóloga UBA
M.N 50569 - M.P.N. 1096
M.P.R.N. 1186
4
El primer día de clases es un acontecimiento muy importante en la vida del niño, ya que ingresará a un ámbito diferente al
que está acostumbrado, en el que habrán reglas y formas de relacionarse distintas y donde no se encontrará con adultos mayores
conocidos o de referencia, y donde deberá establecer vínculos
nuevos con otros adultos y niños.
La manera en la que el niño actúe frente a esta nueva situación, dependerá de su personalidad y de sus experiencias previas.
Estamos hablando de una situación nueva y como tal puede
asustar al niño. Con lo cual, es común ver en la puerta de los colegios escenas de llanto desesperado, y padres que frente a esto no
saben si quedarse hasta que el pequeño deje de llorar o irse, no
sin que esto genere un sentimiento de culpa, que seguramente
luego trataran de compensar de alguna manera.
Hay formas de ayudar al niño ante esta experiencia nueva. Una
de las formas es anticipándoles cómo es un día en el colegio, contándoles las experiencias de sus padres o algún hermano mayor.
Si se trata de un hijo único le puede resultar más difícil separarse
de los progenitores, sin embargo se lo puede alentar diciéndole
que va a ser más entretenido jugar con niños de su edad que seguir jugando con la mamá o el papá.
Hay que enfatizar que el niño ya está grande y que en la escuela va a aprender cosas nuevas y encontrar amigos.
También se lo puede entusiasmar comprando el guardapolvo
o uniforme, o los útiles que utilizará y que podrá ir estrenando.
El primer día de clases es importante mostrarle al niño que se
lo comprende, no hay que minimizar lo que le ocurre. Se lo puede
calmar con palabras de aliento y de empatía.
Si llora desesperadamente hay que consolarlo un momento
pero sobretodo darle tranquilidad con una actitud serena. Luego
anunciarle que lo vendrán a buscar al término de la jornada, e irse.
Si no existe una rutina establecida por el colegio de que los papás
se queden con sus hijos, es mejor irse cuando los demás padres se
van. Si uno se queda, a la angustia de la separación se suma la vergüenza que al niño le produce que sus compañeros lo vean llorar.
Cuando termina el primer día hay que mostrarse interesados
por lo que el niño hizo y seguir reforzando positivamente, anticipándole las cosas lindas que harán al otro día en el colegio.
Al día siguiente, y durante el resto de la semana, hay que mantener la actitud positiva y de calma cuando se lo va a dejar. El período de adaptación suele durar una semana, con una eventual
recaída el lunes siguiente tras el fin de semana con los padres. Si
pasado un tiempo el niño continúa con llantos o por ejemplo se
niega a ir al colegio, esto podría tratarse de un problema más serio
de angustia de separación, por lo que es recomendable consultar
a un psicólogo.
traumatismos
oculares
Para tener en cuenta
Hay que tener presente que esto es algo nuevo para el niño, esto
puede causarle curiosidad pero también temor, habría que evitar
que tome el jardín como una obligación, en lugar de esto sería beneficioso que lo viera como una experiencia nueva.
Es recomendable hablarles del jardín y contarles qué es lo que allí
se hace antes del primer día. Por ejemplo, se pueden hacer algunas
actividades con él similares para que se adecue a esa rutina.
Si existe la posibilidad de ir antes al jardín, sería conveniente ya
que el niño se sentirá más cómodo y familiarizado con el lugar, si ha
ido algunas veces antes o ha pasado por fuera.
Es positivo para el niño que vaya al mismo jardín que su primo o
vecino o alguien a quien el conozca, le será más fácil relacionarse y
no se sentirá tan solo.
Es importante despedirse del niño y no irse a hurtadillas, ya que
esto generará en el niño sensación de desprotección y abandono.
Hay que darle tiempo. Esta nueva situación no es fácil para él, no
hay que presionarlo y se debe tener siempre presente que es una
etapa en donde el niño necesita mucho de sus padres y sobre todo
comprensión y cariño.
De todo esto, una de las cosas más importantes es tener en cuenta que no hay que trasmitirles ni ansiedad ni temor. Los niños necesitan que sus padres estén tranquilos y le brinden seguridad y confianza. De esta forma se sentirán mucho más seguros y disfrutarán más
de esta etapa que recién comienza.
¿Qué es la angustia
de separación?
Lo que se llama angustia de separación, suele darse con un incremento de la ansiedad que por lo general
comienza en algún momento alrededor de los 8 a 10 meses, después
de lo cual va disminuyendo, esto es
completamente normal y esperable.
Sin embargo existe lo que se denomina Trastorno de ansiedad por
separación y se produce cuando los
niños mayores se niegan a abandonar a los padres u otro cuidador. A
menudo, el trastorno de ansiedad
por separación comienza alrededor de los seis o siete años, momento que coincide y puede interferir con la asistencia escolar
Por su propio desarrollo psicomotor, los movimientos corporales de los niños pueden ser
torpes y dejarlos expuestos a diversos accidentes. Los traumatismos oculares se producen por
diversas causas, como cuando los niños juegan con objetos que pueden introducirse accidentalmente en los ojos o impactan directamente en el globo ocular, de ellos o de su compañero
de juegos. Cuando están aprendiendo a andar suelen pegarse con la punta de algún mueble
o pueden derramarse en la cara líquidos, que por su composición química pueden ocasionar
quemaduras a los ojos (colonia, perfumes, detergentes, cloro, etc.).
Según el tipo de lesión se distinguen cuatro grupos: CONTUSIONES: por ser una zona muy sensible, el dolor es intenso. En este caso se recomienda aplicar una bolsa de hielo, por lo menos 5 minutos para disminuir la inflamación y aliviar
el dolor. Si el golpe afectó al globo ocular, consulte directamente con un oftalmólogo.
HERIDAS: Una contusión puede implicar además una herida, distinguiéndola porque hay
sangrado. Lave inmediatamente la zona sólo con agua, secar la zona y aplica una gasa humedecida que no se adhiera y hielo para disminuir la inflamación y el dolor. Si es necesario acudir a un
centro asistencial para que manos expertas lo suturen.
CUERPOS EXTRAÑOS: Se trata de arenilla, tierra, o cualquier objeto que se introduce
en los ojos. Evitar que se toque y lavar la zona con agua que escurra. Idealmente siempre se
debería tener colirios para limpieza o lágrimas artificiales (colirios oftálmicos que no contengan
medicamentos). Aplicando gotitas en los ojos, se produce un lavado por arrastre y así se elimina
el cuerpo extraño.
QUEMADURAS: producidas por químicos o agua caliente, se recomienda inmediatamente poner la cara del niño bajo el chorro de agua helada, por lo menos 10 minutos, para frenar el
proceso que aquello caliente generó.
En todos los casos es fundamental la consulta con el oftalmólogo que sabrá evaluar la gravedad de la lesión y dar las indicaciones necesarias para su tratamiento adecuado
FARMACIA - ÓPTICA - CONTACTOLOGÍA
(0299) 448 5003 / 447 4226 - Belgrano 2095 - Neuquén
Farmacia horario corrido de 8:30 a 22:30 hs.
Óptica horario de 9:00 a 13:00 y de 17:00 a 21:00 hs.
7
La llegada de un bebé revoluciona la vida familiar. Se
instauran modificaciones en los tiempos y en los hábitos
pero no sólo de la familia nuclear. Los abuelos, también se
ven alterados por la llegada del nuevo integrante.
Por María de los Ángeles
Cabrera Christiansen
Lic. en Psicopedagogía
Instructora de Residentes
de Psicopedagogía
del Centro de Salud N° 15
Htal. Argerich. Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
8
“Ese día su vida dio un vuelco, un giro. Ese momento tan esperado había llegado.
Ese deseo se estaba cumpliendo y sí, ante el porvenir, a veces cargado de proyectos y
otras no tanto, acogió la noticia con gran alegría:…iba a ser abuela. No sabía si estaba
preparada, tal vez nunca lo estaría pero comenzó a imaginar, a imaginarse con ese
niño que venía, que ya estaba creciendo y se emocionó de sólo pensarlo…”
Quizás alguno de los lectores se sienta identificado con lo anterior… Quizás, por
ser abuelo o por estar pronto a serlo. Tal vez, por ser nieto y haber tenido la experiencia de compartir la vida con un abuelo.
Hoy en día la función que ocupan los abuelos es muy importante.
En ocasiones, cumplen roles fundamentales para el desarrollo integral de los niños. En esta oportunidad, quisiéramos escribir y entrar
en diálogo sobre las actividades que desempeñan los abuelos pero
también sobre la relación que se conforma entre ellos y sus nietos,
entre estas dos generaciones que se encuentran ligadas por el afecto
pero muy distantes en relación a la experiencia.
Ahora bien, pensábamos que esta relación presenta ciertas particularidades. Y la pregunta obligada es: ¿cuáles?. Desde ya que habrán tantas relaciones como abuelos y nietos hayan, pero podemos
aventurar algunas características. El abuelo se erige, en ocasiones,
como el historiador de la familia. Es quién mejor conoce el pasado y quien posee el tiempo para transmitir aquello que conoce. Es
quien, muchas veces, está jubilado y puede ocuparse de pasar tiempo con sus nietos. El nieto, por su parte, presenta disponibilidad para
escuchar las narraciones que el abuelo con gran creatividad, intenta
compartir. Parecería que el abuelo se presenta en una posición de
donación: “dona su saber”, “dona sus valores, su forma de entender
la realidad”. El nieto recibe esta donación y puede acogerla o bien
confrontarla, cuestionarla. Pero el abuelo presenta recorridos y hay
muchas huellas en su camino… y el nieto presenta la verdad del presente, del aquí y ahora. En ese diálogo se entretejen nuevas verdades para ambos que favorecen el universo simbólico de cada cual y
enriquecen la cantidad de posibles mundos, de formas de posicionarse y de entender la realidad.
El adulto, recuerda… y el joven, proyecta. Y en ese interjuego
aparecen los intersticios en donde se teje lo nuevo, lo novedoso para
ambos.
Transmitir
Algunas de las actividades
que los abuelos desempeñan
en la vida familiar de hoy,
podrían ser:
Cuidar
Contribuir
Contribuir con su experiencia
en momentos de crisis familiar:
son quienes sostienen la historia
familiar, la cohesión de la familia
y quienes pueden ayudar a
encontrar, en momentos de
conflicto, las cuestiones
comunes, de identidad familiar
y presentar una alternativa de
resolución.
Cuidar de los niños cuando los
padres no pueden hacerlo: ¿qué
harían muchos padres que no
tuvieran la oportunidad de
contar con los abuelos para
el cuidado de sus hijos?. Es
el fenómeno conocido como
“abuelos canguro”. Pero es
importante recordar que los
abuelos canguro felices, son
aquellos quienes han podido
elegir estar al cuidado de sus
nietos y que por ello, se sienten
útiles, se olvidan de sus dolores y
se sienten acompañados.
Aprender
Aprender
de sus nietos
y divertirse
juntos.
10
Transmitir valores familiares y
mantener el vínculo entre las
diversas generaciones: la función
de los abuelos no consiste en
ocuparse de la educación de los
nietos. Ellos ya han educado a
sus hijos. Sin embargo, como
“especialistas de la vida”, pueden
transmitir sus conocimientos,
valores y experiencias.
Escuchar
Escuchar: ser confidentes de sus
nietos. El salto de una generación
entre ambos les permite poner
distancia y desapasionar las
relaciones. Cualquiera que sea la
edad de los nietos, el papel de
confidente se ejerce a través de
la confianza recíproca
Sentarnos en un lugar apropiado
y bien iluminado generando un clima distendido, libre de distractores,
como la televisión, los gritos.
El aprendizaje propone un desafío tan importante como las prácticas
iniciales que llevan a un ser humano a adaptarse al mundo, por ejemplo
aprender a comer. En las escuelas, este aprendizaje debe ser una
construcción conjunta entre el alumno, los papás y la comunidad educativa.
Cuando los pequeños empiezan a comer a través de la succión, desarrollan el primer acto de inteligencia y de amor. Esa leche que incorporan se
trasforma en nutriente, si es significada por quien la da, como algo muy bueno que tiene para darle a alguien que para él, ella, es único e importantísimo.
Así, en ese acto, se instaura el placer, el amor, el deseo…
Es por ello que a quienes damos de comer se nos pide tranquilidad: armar
un lugar, acompañar el momento con gestos de ternura, palabras estimulantes, caricias, abrazos, miradas especiales, intercambio acariciante entre cuerpos. Debemos disponer de un tiempo especial puesto que la succión vivida
placenteramente es el primer acto de indagación.
Por Marcela Cartolano
Profesora en Filosofía
y Ciencias de la Educación.
Formadora de Maestras
del Nivel Inicial.
IFD 12 de Neuquén
12
Cuando los niños empiezan a manipular los alimentos, los pediatras nos
aconsejan:
Elegir un horario en el que juntos puedan disfrutar del momento, relajados, serenos, (sin televisión, sin apuros, etc.)
Dejarlos un rato manipular y hacer lo que quieran con los utensilios (plato, cubiertos).
Ponerles ropa “ensuciable”, para dejarlos agarrar los alimentos con las manos, ensuciarse los dedos, chuparlos. Jugar. Explorar.
Abrir un espacio de charla donde iniciarlos en el conocimiento de los alimentos: investigar colores, sabores, texturas…
No usar la comida como premio o castigo.
No transformar el encuentro con la comida en una batalla campal.
Comer tiene que producir placer.
La comida asociada a nervios, tensión o
miedo se convierte en una sensación de exaltación, impaciencia, hostilidad, recelo, angustia transferible a posteriori a otras experiencias
de aprendizaje.
De la relación que se establezca entre el
niño, el alimento y el adulto, depende la salud
física y mental de los chicos como sus primeros
pasos en el gusto por aprender.
Asimismo, mandar un niño a la escuela no
es depositarlo en ella, o ceder una responsabilidad. Es buscar otro espacio distinto al familiar,
complementario. Ambos se necesitan entre sí
para lograr el mejor desarrollo y formación de
nuestros pequeños. Como padres tenemos
que acompañarlos, también, en esta etapa. La
pregunta que nos hemos hecho todos y nos
seguimos haciendo es
?
Quizás aquí, resulte, entonces, útil la analogía que plateo, llamativamente nos van a
aparecer consejos recibidos para aprender a
comer.
La experiencia nos dice que tenemos que
sentarnos en lo cotidiano con los “peques”
cuando inician la etapa escolar y el día a día
nos mostrará cuándo hay que empezar a soltarlos y de qué modo. A continuación propongo algunas sugerencias, (no son las únicas,
seguro ustedes, también, con su experiencia,
pueden aportar más) entre otras:
En la medida de lo posible establecer un horario para hacer las tareas, nunca previo a irse a acostar o
salir para la escuela. Cada tarea tiene
que tener un momento propio.
Mirar juntos el cuaderno de clase
o carpeta.
Aunque estemos sentados a su
lado, darles tiempo para que cuenten lo que tienen que hacer e incluso
ensayar “cómo”.
Buscar maneras diversas para que
nos cuenten qué hicieron en la escuela y cómo les fue. Si lo hacemos
en forma directa seguro nos dirán
“nada”, “bien”…
No hablarles nunca mal de la
maestra; pero, si hubiera errores en
la enseñanza, no sostenerlos. Pensar
de qué modo trabajarlos.
Ayudarlos, no hacerles las tareas.
Cuando dicen que no entienden,
ayudarlos a reflexionar. Que puedan
decir qué no entienden.
Enseñarles a organizarse, a tener
todos los materiales a mano.
Leer juntos… A veces no les atrae mucho, pero no hay
que renunciar a ello. Es bueno buscar cuentos que traten
sobre el animal, el personaje o los temas que les gustan.
Si se equivocan en una tarea, no gritarles. No usar frases peyorativas respecto a que no saben, o son “burros”…
hay siempre que estimularlos y hacerles creer en sus capacidades. Si todo se supiera aprender se tornaría aburrido. Aprender debe ser placentero.
Estudiar, aprender, es muy dificultoso, a veces hasta
imposible en medio de un clima de tensión, miedo, angustia u hostilidad.
Si nos parece que hay dificultades para escribir, aprender a leer, u operar con los números, no dejarlas pasar.
Hablar en la escuela, ver si es necesario pedir ayuda externa. Los padres no deben transformarse en maestro.
Estar atentos también si percibimos algún problema
en lo relacional con los compañeros. Que nos vean ir a la
escuela, charlar con la maestra.
Buscar juegos que complementen las habilidades, los
contenidos que suelen trabajarse en la escuela.
Acostarse temprano, ya que es bueno un descanso
nocturno de 8 horas.
De la misma manera, desayunar antes de ir a la escuela
ya que no hacerlo disminuye la atención. Prever el tiempo
necesario para levantarse, asearse y desayunar sin correr.
Si fueran a la escuela a la tarde, no levantarse para comer y salir.
14
Cuando faltan, crear el hábito de pedir la tarea y llevarla hecha. Hay que volver al aula sabiendo lo que se trabajó cuando no estuvimos,
y si no se entiende algo preguntar a la maestra.
¿Por qué esta relación entre
comer y aprender en la escuela?
Si nos ponemos a pensar, tanto el alimento como el
conocimiento, al principio, pertenece a otro, es elegido por otro y ofrecido por otro. En las dos se “mastica”
algo que reciben de otro a fin de transformarlo en algo
nuevo, con la impronta de lo propio. En ambas actividades es necesario construir: en el comer se construye el sabor desde el placer y el sentirse deseado; en la
escuela construyen saberes, también desde el placer y
el sentirse deseado. Es en la interacción con otro, que
construye. Otro que lo estimula, motiva, acompaña,
guía, otorgando seguridad y confianza en sí mismo y
en los demás. Construye un saber hacer.
Los chicos deben trasformarse en sujetos activos,
creadores. Esto nos asegurará que aprendan a elegir, a
usar el juicio crítico, a clasificar, a seriar…
En cualquiera de los dos aprendizajes cuando algo
falla, aparecen síntomas en el cuerpo: dolor de panza,
dolor de cabeza, vómitos, etc.
La reconocida psicopedagoga argentina, Alicia Fernández, desarrolla de manera impecable esta analogía;
a aquellos que les interese los invito a leerla.
Muchos pensarán que puede ser fácil dar consejos,
sin saber las realidades laborales de los papás o responsables de los niños. Sin embargo, quien pensó este
artículo no es más que una mamá como muchos de
ustedes, y que ha trabajado desde antes de serlo. Además de ponerlo en práctica, con buenos resultados, es
lo que he buscado trabajar con otros papás desde mi
lugar de profesional de la educación, incluso con adolescentes. Los chicos nunca son tan grandes como para
dejarlos solos totalmente
El saber previo sobre el autismo
Los niños con
son un
DESAFÍO
El conocimiento profesional se alimenta de la realidad
del contacto con estos pacientes, y se requiere de un
equipo interdisciplinario, la colaboración familiar
y de su entorno para ayudarlos.
Mauricio Platino
Lic. en Psicología
Coordinador del Hospital
de Día del Servicio de Salud Mental
Pediátrica del Instituto Austral.
Co-creador del Proyecto
“Antena Austral”, dispositivo para
niños con autismo y psicosis.
16
A lo largo de mi formación como psicólogo, he realizado un recorrido teórico
muy amplio, como cualquier otro psicólogo que atraviesa la carrera hasta alcanzar
el título que lo nombre como tal. Nos acercamos al saber acerca de la psiquis humana con mucha avidez y curiosidad, al leer y escuchar sobre el aparato psíquico,
el funcionamiento de la mente, las lógicas de las emociones, las diferentes psicopatologías y teorías sobre diferentes temas, etc. Sin embargo, esto lo hacemos acompañados por una enorme ignorancia, acerca de la cual no nos damos cuenta sino
sobre el final de la carrera. Esa ignorancia, ese no saber, se nos viene encima a la
hora de la práctica en sí, cuando nos encontramos, por ejemplo, con una persona
que realmente sufre, y lo hace de manera singular, nunca como lo generalizan las
teorías.
Esto, esta “ignorancia”, fue algo que noté desde un principio de mi práctica en
la rama clínica de la psicología, y como tal, me apasionó de una manera difícil de
explicar. Sin embargo, al orientarme hacia el trabajo con personas adultas con patologías graves y luego con niños con patologías graves, no imaginé que el alcance
de mi afirmación y mi entusiasmo realmente lo viviera en mis primeros encuentros
con un niño con un trastorno severo en la estructuración psíquica, un niño con
autismo.
Se trataba de un niño que sería llevado al consultorio por sus padres, debido a
que tenía una serie de conductas extrañas, diagnosticadas por el neurólogo como
perteneciente al “espectro autista”. Luego de la entrevista inicial con los padres, yo
había repasado parte del material teórico con el que contaba acerca del autismo y
las psicosis infantiles.
Tenía en cuenta lo desarrollado por Leo Kanner, quien introdujo el término “autismo infantil
precoz”, y las descripciones que en las diferentes bibliografías se realizaban: estas afirmaban que
los autistas no hablan, o a lo sumo balbucean un soliloquio ininteligible, manipulan objetos de
manera estereotipada (es decir, de manera repetitiva y sin ninguna finalidad más que la repetición en sí del movimiento), rechazan cualquier intrusión en su actividad o “juego”; se golpean,
no tienen registro del dolor ni noción del peligro, actúan como si no sintieran su propio cuerpo,
cualquier cambio en la disposición de los muebles, en el orden de su vida cotidiana, los desespera. Además de estos indicadores a tener en cuenta para diagnosticar un autismo, tenía presente
que la mirada suele ser vacía, la falta de contacto social, la resistencia al contacto de cualquier
tipo, el no diferenciar lo familiar de lo extraño, etc.
También había estudiado nuevamente acerca de las crisis en que estos niños suelen entrar
casi sin anticipación, la sensación que parecieran que caen en una especie de agujero negro,
gritos desgarradores, así como las tácticas o métodos recomendados para intervenir en dichos
momentos.
Contacto real
Cuando se sucedieron los primeros encuentros en el consultorio con este niño, inmediatamente me di cuenta que había una distancia, una diferencia entre todo lo que había leído de
antemano y lo que observaba allí. Creo que la palabra “observaba” no es del todo acertada, porque quiero destacar que en el trabajo con niños es imposible observar y nada más, la presencia
de un adulto siempre implica algo para cualquier niño, una posibilidad, un a amenaza, una molestia, un compañero de juego. Ni siquiera si pudiésemos convertirnos en un robot pasaríamos
inadvertidos para un niño, en todo caso seríamos un juguete para éste y estaríamos participando involuntariamente de su juego. Cada uno de los indicadores, cada uno de los “criterios
diagnósticos” eran relativos para este niño… ¿la mirada era vacía?, por momentos parecía, pero
claramente me miraba en instantes fugaces, o disim uladamente ¿lo que decía era realmente
un “soliloquio ininteligible”? o acaso estaba repitiendo incansablemente un fragmento de un
diálogo televisivo muy significativo para él?.
Sí rechazaba todas las intrusiones mías en su actividad repetitiva, pero… me daba cuenta que
si mi inclusión era indirecta, si lo hacía cantando o hablaba solo en voz baja por ejemplo, me escuchaba, toleraba el cambio que yo le proponía, hasta por momentos parecía que jugaba conmigo.
Es más, cuando entraba en grandes crisis, fui encontrando que a éste niño si lo abrazaba para contenerlo era peor, si me alejaba era desgarrador, pero si mediaba con almohadones… parecía agradecer el alivio que le generaba (me gustaría aclarar que a esos mismos almohadones otros niños los
han tirado por la ventana, por lo que la contención que ellos requerían era evidentemente otra…).
Y claro que se establecía un vínculo entre nosotros, solo que no era el esperable para cualquier
niño, sino que me fue enseñando como vincularme con él. Tenía que dejarme enseñar…
El detalle singular de cada niño
Inmediatamente regresé al material teórico y allí pude entender de una manera diferente lo que
había leído antes. Por ejemplo, pude dimensionar a qu�������������������������������������������
�����������������������������������������
se refieren algunos autores con la importancia de estar atento a “el detalle”, a cada cosa que hace, a cada niño, diferente de cualquier otro.
A muchos niños se les puede adjudicar el diagnostico de autismo, o trastorno del espectro autista, o dentro del grupo de los trastornos severos en la estructuración subjetiva (junto a las psicosis
infantiles, por ejemplo). Pero los efectos terapéuticos, los avances en cada niño se logran cuando
el adulto puede percibir la singularidad de ese niño, cuál es su particular sufrimiento y cuál es el
esfuerzo que hace casi permanentemente por contrarrestar a ese sufrimiento.
Es fundamental entender que lo que se observa como síntomas del autismo por ejemplo, es a
la vez el mejor esfuerzo que puede hacer ese niño para frenar al menos un poco su sufrimiento, lo
que padece. Entonces, ahí está lo más importante de todo!, si se pudiese entender, vivenciar cuál
es el trabajo que está intentando hacer, frente a qué se intenta defender, podríamos lentamente
ayudarlo a que encuentre nuevas formas de estar en la vida, que su mundo sea habitable, e incluso
de una vida que él mismo se pueda administrar.
18
ENTRE TODOS
Entonces, para trabajar con niños con estas características, es necesario alojarlos, recibirlos tal
como son, para desde allí buscar y proponer cambios. Realmente tenemos que intentar meternos
en su mundo, romper un poco con el sentido común para captar su singularidad. Los profesionales
poder ir más allá de las teorías, o los familiares ir más allá de la sobre información generalizada, para
poder realmente, no observar, sino ver, vivenciar lo que le sucede al niño con un diagnóstico como
el de autismo.
Para esto, es necesario generar un cambio desde el vínculo que establecemos con el niño, ofrecer nuestra intención e intereses para dar lugar a que estos niños puedan expresar sus deseos e
intereses particulares. Por lo tanto, los roles de los que nos relacionamos con niños con autismo
adoptan, en diferentes situaciones, valores distintos: psicólogos narradores de cuentos fantásticos,
fonoaudiólogos pronunciadores de discursos, educadores aprendices de nuevas palabras, psicopedagogos dibujantes de planos, padres que demuestran los juegos de su infancia, etc.
Por eso también es que necesitamos trabajar en equipo, porque nos damos cuenta que el verdadero saber sobre cada niño no lo tiene nadie de antemano, sino que se construye estando junto
a él, acompañándolo en diferentes situaciones: individuales, grupales, cotidianas, de juego, de hábitos básicos, etc. Pienso que es posible una institución que trabaje de esta manera, tenga en cuenta lo complejo de la situación de cada niño y no retroceda ante esto, sino que se abra y flexibilice a
las necesidades de cada niño con este tipo de problemática.
Yo tampoco podría teorizar sobre autismo si fuese algo que nunca hubiese vivido en la práctica
en sí, y las instituciones en las que trabajamos con esta problemática deberán tener en cuenta que
lo que se sabe de antemano es útil pero relativo, y el poder hacer algo para ayudar a cada niño
dependerá de un trabajo entre todos: el equipo interdisciplinario, el niño, sus padres o adultos de
referencia, la institución educativa a la que asista, etc
Jugar y divertirse
embarazo
20
Durante el embarazo
la piel se estira y pueden
formarse estrías, que son
lesiones lineales de la piel
que obedecen a la ruptura
de las fibras elásticas de la
dermis. Aparecen como líneas violáceas y ligeramente
sobre-elevadas e inflamadas; y con el paso de los días
pueden tornarse de color nacarado o blanco. Por eso es muy importante prevenir su aparición
con cremas y emulsiones que contengan vitamina A;
aplicándolas por lo menos dos veces al día en abdomen, mamas, nalgas y caderas al comienzo del embarazo, y en mayor medida a partir del tercer mes. Se
recomienda vitamina A porque colabora en dos procesos importantes: el de epitelización, que es el proceso
a través del cual la piel se regenera de forma espontánea en lugares que hubo pérdida cutánea, y el de recambio celular de la piel.
La hidratación brinda a la piel una elasticidad extra,
necesaria para afrontar el estiramiento que enfrenta a
raíz del desarrollo del bebé.
Luego del nacimiento del bebé es recomendable continuar aplicando estas cremas y
emulsiones para acompañar el proceso de reducción de la piel en el período de posparto.
Además, también es importante cuidar la piel del rostro y utilizar cremas que la hidraten de acuerdo a cada
tipo de piel. Durante el embarazo, debido a los cambios hormonales, es posible que la piel del rostro se encuentre diferente a lo habitual. Muchas veces aparece
acné o cierta oleosidad que no se tenía normalmente.
O en algunos casos ocurre lo contrario: la piel se seca.
La consulta con el médico de cabecera o un especialista en dermatología, permitirá informarse y encontrar el asesoramiento adecuado para cada caso.
Cuidar la salud colabora con una mejor calidad de
vida
Fuente: www.dermaglos.com/
Ofrecer una alternativa en juguetes y accesorios de tipo
didáctico, que permitan adquirir destrezas y habilidades
de una manera natural, es lo que se propuso Andrea Gentile, emprendedora de “Mío Mamá”.
Presentando diferentes oportunidades para explorar el entorno,
Andrea define sus productos como parte de “la diversión plasmada
en madera”. Es mamá de 2 pequeños, Conrado de 4 años e Italo de 6
meses y “mamá del corazón” de Camilo, de 7. “La idea de hacer juguetes surgió hace más de dos años, quizás como una opción a lo simple
y no tan industrializado ni de moda como los juguetes de hoy”, contó. “De chica jugaba mucho con este tipo de chiches, y me gusto la
idea de poder trasmitírsela a mis hijos, a todos los niños posibles. El
proyecto comenzó junto a Florencia, una gran amiga que me acompañó en el inicio y casi durante un año y que por razones de la vida
se radicó en otro lugar”.
“Elegí dicho nombre gracias a mi pequeño, que cuando aún hablaba muy poquito, decía para cada cosa que quería, “mío mamá” y
me pareció un nombre muy original que refleja el sentimiento de
aquel chiquitín que todo lo pedía para explorar.
21
Los Juguetes
Cada pieza requiere un estudio previo que incluye el diseño y
los colores a utilizar y además se proyecta en función de las necesidades de los más chiquitos. “Me ayudo con lo que hay en la web,
pero cada chiche tiene algo de mí, un corte distinto”, agregó Andrea, quien además prueba los productos con sus propios niños.
La marca abarca dos tipos de juguetes: los de madera y los de
tela, “estos últimos recientemente lanzados como línea de bebés
que comprende pelotas, cubos y cu����������������������������
adrados con sonidos, muy coloridos y suaves”.
En cuanto a los de madera: rompecabezas, arrastres, pre numéricos, ensartados, seriación, autos, camiones, cubos, cajas mágicas,
baleros y juegos de mesa cumplen su función. “Son de estimulación, motricidad fina, reconocimiento de formas y colores, concepto de cantidad, proyección temporal, desarrollo del desplazamiento y lo más importante es que proponen divertirse sin violencia.
Están dirigidos a los niños de 0 a 8 años, aunque la mayoría están
enfocados en los más pequeños de 1 a 4”.
Andrea por ahora comercializa sus productos por “facebook, referidos y ferias” y ofrece la posibilidad de personalizarlos
Más información:
Facebook: MIO MAMA DIDACTICOS NEUQUEN
Correo electrónico: [email protected]
Celular: 0299 154244194
22
acercate a tu centro de salud
más cercano para hacer los
controles de salud a tu hijo