14 Gestión del consultorio DENTAL TRIBUNE Hispanic & Latin America ¿Cómo lograr la satisfacción del paciente? Por Daniel Izquierdo* E l paciente es la clave del éxito de una clínica dental, ya que de él depende la recomendación personal, el boca-a-boca. Para Para que una clínica sea exitosa no es imprescindible ser el mejor odontólogo (aunque ayuda), ni tener renombre como especialista, ni pasar doce horas diarias atendiendo pacientes. Suena injusto desde el punto de vista clínico, pero lamentablemente es la realidad. Lo que realmente cuenta es que el paciente salga satisfecho de la consulta. Esta satisfacción a penas se basa en la calidad odontológica de la clínica sino en otros aspectos, en ocasiones casi marginales. Aspectos como la atención personal, el poco tiempo de espera o el ambiente relajante de la clínica. Son las experiencias vividas durante la visita a una clínica dental, la suma de las impresiones positivas las que crean y fomentan está sensación subjetiva. Uno de los objetivos más importantes del marketing dental no es la publicidad para la adquisición de nuevos pacientes sino aumentar la fidelidad de los ya existentes. No sólo es, desde un punto de vista empresarial, más económico y rentable, sino también más fácil de planear e implementar. Pero, ¿cómo influir en un asunto tan complejo e individual como la satisfacción de una persona? Además, como dice el dicho clásico, unos ven el vaso medio lleno, otros medio vacío. conseguir esta importante promoción tenemos que lograr la satisfacción absoluta del paciente, la cual es relativa y, ante todo, subjetiva. ¿Cómo se crea la satisfacción? Sin sumergirnos demasiado en el mundo de la psicología es conveniente analizar la satisfacción del ser humano. ¿En qué se basa? ¿Cómo se puede influir en ella? Debemos tener en cuenta ante todo la expectación como correlación directa. En el caso de una clínica dental esta expectación se crea a través de tres aspectos. El primer argumento son las necesidades del paciente, odontológicas y psicológicas. ¿Por qué razones acude a una clínica dental? Sus “experiencias buco-dentales”, o sea sus visitas a otros dentistas y clínicas, forman el segundo aspecto e influyen de forma importante en sus expectativas hacia el nuevo odontólogo. La tercera faceta de la expectación se crea gracias a la información que llega al paciente y que fomenta una imagen en su cabeza. El boca-a-boca que oye, la publicidad que recibe, la pagina web que visita. Esta expectación (idealizada) al entrar por primera vez en la clínica dental se topa con la realidad que, si queremos ser precisos, es la suma de un sin fin de realidades: ¿Cómo huele la clínica al entrar por la puerta? ¿Quién nos da la bienvenida? ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar en la sala de espera? Y, por su puesto, ¿cuál es el trato que recibo en el sillón? Se trata de una percepción absolutamente personal y subjetiva, una apreciación que muchos profesionales no valoran lo suficiente y que a la menudose la tacha de irrelevante. La realidad sin embargo consiste en que el paciente hace, de forma más o menos consciente, una valoración de la visita a la clínica, comparando sus expectativas con la experiencia vivida. Si sus expectativas no se sido cumplien predominará lógicamente la decepción. Nunca volverá, y lo que es peor, irá diciendo que nuestra clínica no es buena. Cumplir con las ideas que tiene el paciente es un objetivo clave en todas y cada unas de las visitas. El modelo de Kano La ciencia del marketing recurre a menudo a un modelo (gráfico) de la satisfacción del cliente que fue creado en 1978 por el profesor japonés Noriaki Kano. El “modelo de Kano” sigue teniendo validez y aplica a las clínicas dentales. Kano define tres niveles de desempeño que influyen de forma más o menos importante en la satisfacción del cliente. El primer nivel son los llamados “factores básicos”, aspectos que entendemos como lógicos y sólo echamos de menos cuando, de repente, faltan. Se sobreentiende que tengamos luz o cobertura del móvil, hasta que haya un corte de suministro. Los “factores de desempeño”, como segundo nivel, causan satisfacción si el cumplimiento es alto, y descontento si es bajo. Sin embargo, hace falta algo más para conseguir una satisfacción superior y destacar frente a la competencia. Los “factores de entusiasmo” forman el tercer nivel del modelo de satisfacción del profesor Kano y hacen que un cliente se convierta en un fan. Este modelo de satisfacción relativa revoluciona el mundo y las prestaciones de una clínica dental. El nuevo sillón, que tanto dinero ha costado y tanto ilusiona a los profesionales, sólo forma parte de los factores básicos. Desde el punto de vista del paciente este nuevo aparato apenas influye en su satisfacción, por lo cual se tiene que aceptar que sea sólo de nivel uno. Asimismo, el tratamiento odontológico sólo se entiende, desde punto de vista del marketing dental, como “factor básico” o, en tratamiento más complejos, como “factor de desempeño”. Por un lado se sobreentiende que la calidad del tratamiento sea buena, por otro el paciente apenas es capaz de entender realmente lo que es un trabajo odontológico de calidad. La consecuencia está clara: el tratamiento en sí casi nunca es suficiente para crear una satisfacción sobresaliente. Un posicionamiento acentuado y una diferencia destacada frente a la competencia sólo se consiguen a través de aspectos adicionales, a través de los “factores de entusiasmo”. No existe una fórmula mágica para conseguir este entusiasmo que convierta al paciente en un embajador de la clínica. El trato personal es uno de los primeros “factores de entusiasmo”. ¿De qué forma le dirigimos la palabra? ¿Cómo le explicamos un tratamiento? Partiendo de este diálogo existe toda una serie de posibilidades para llegar a un nivel de satisfacción superior. Como una clínica que invita a los pacientes de implantes que vienen de lejos a quedarse una noche en un hotel cercano a la clínica. O la oferta para pacientes especiales de mandarles un taxi para que los recoja. Existen muchas ideas para poder añadir pequeñas experiencias positivas a la visita y aumentar la satisfacción del paciente. Este entendimiento de la satisfacción del paciente ayuda a precisar en dónde invertir los esfuerzos de marketing. Más vale participar en un curso sobre “como mejorar el diálogo con el paciente” o comprar una nueva cafetera para la sala de espera, que hacer un “mailing” o renovar la página web. * Daniel Izquierdo ha dirigido la política de márketing de diversas empresas suizas y es un conocido conferencista sobre administración del consultorio. Si desea más información, visite www.skypedentalcoaching.com
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