CAPITAL HUMANO Cómo reconocer y El conflictivo de la oficina. A menudo tenemos que trabajar en la empresa con compañeros o empleados problemáticos. Aunque parezca imposible, hay maneras de tratarlos, dependiendo de su perfil. Muchos gestores de equipos se enfrentan a diario con trabajadores con un perfil conflictivo. Son personas con un carácter difícil e intratable, inseguras o poco eficaces, cuya actitud puede llegar a afectar al resto de sus compañeros y a la productividad de la compañía. dirigir a un empleado problemático Los hay que muerden M ira a tu alrededor y piensa en alguien que siempre esté de mal humor, y discuta, y se queje continuamente, con lagunas en su formación profesional, algo pelota, bastante inflexible, egoísta, descuidado en su labor, mentiroso... Seguro que ya le has puesto nombre o, incluso, has pensado en varios. No es extraño. No hay directivo o mando intermedio que se libre de estos empleados. Los hay de todo tipo y perfil, en todos los sectores, jóvenes y de más edad, hombres y mujeres, sin experiencia o con 30 Pistas para eter Wylie y Mardy Grothe explican en su libro ‘Cómo dirigir a empleados con problemas’ algunos pasos para mejorar el rendimiento del empleado difícil: P 1 Analiza su desempeño. 2 La reunión. Convócalo Identifica los cambios concretos que debería realizar y ponlos por escrito. En este proceso no ignores las cualidades positivas. personalmente a una reunión. Abórdale cuando esté solo. Explícale brevemente de qué tratará, pídele que se prepare. 3 Emprendedores La entrevista. Mantén la puerta del despacho cerrada años de profesión a sus espaldas. "Todos los directivos tienen algún empleado difícil. Y en estos tiempos que corren, más. La ruptura de las normas de la empresa tradicional, la mayor riqueza y diversidad de las plantillas y el cambio de mentalidad de las organizaciones hacen que los empleados sean más difíciles de gestionar que hace 25 años, aunque también son más creativos y están mejor preparados", explica José Miguel Valcárcel, profesor de CESMA y socio de la consultora Alliance Consulting. Por eso, cualquier profesional que esté mejorar la situación y logra que tu colaborador se sienta cómodo. Estructura la entrevista. Resume el motivo de la reunión y lo que pasará durante ella. 4 Cómo le va en su trabajo. Pregúntale si tiene algún problema. Si tu colaborador se va por las ramas, usa la técnica del disco rayado: interrúmpele y repite tus preguntas. Solicita respuesta breves y precisas. Si la conversación se transforma en discusión o no es productiva, detenla. 5 Pregunta. La pregunta es: "¿Qué podría hacer yo para que tu trabajo resultara más productivo y menos frustrante?". Así averiguarás como te ve como jefe y podrás asumir tu parte de responsabilidad. Por otro lado, la pregunta sentará las bases de un acuerdo. 6 Autoexamen. Pregúntale qué áreas de su trabajo realiza bien y pídele que ponga ejemplos concretos. Después, pregunta sobre qué aspectos cree que debería mejorar y los pasos para conseguirlo. 7 El análisis. Cuando tu colaborador termine, expón lo que piensas de su trabajo. Te ayudará haber escrito los puntos a tratar, lo que te disgusta de su actitud y sugerencias para mejorar. Comienza con los aspectos positivos (es casi imposible no encontrar alguno), prosigue con los puntos coincidentes entre tu análisis y el suyo. Acaba con los aspectos más negativos. 8 Llega a un acuerdo. El acuerdo debe ser ventajoso para ambos. Haz constar algunas de sus quejas y procura remediar aquellas que sean objetivas. Si consigues un acuerdo, ponlo por escrito. Concreta las tareas que tu empleado debe realizar pero procura que el documento tenga un aire informal. 9 Cierra la entrevista. Fija una hora para una reunión de seguimiento para evaluar si los dos estáis cumpliendo el acuerdo. Finaliza en tono positivo. Bastará con: "Me ha gustado tu actitud. Muchas gracias por tu colaboración". al frente de un equipo debe tratar este problema con desapasionamiento y aprovecharlo para desarrollar sus habilidades como líder. "Pero debemos recordar que casi todos nosotros hemos sido un empleado difícil para nuestros jefes en algún momento, ya sea por inexperiencia, falta de entendimiento, ambiciones no satisfechas, rencillas personales o, simplemente, por estar atravesando un momento personal complicado. Esto nos ayudará a ser justos y objetivos”. No mires para otro lado A menudo, los jefes no son conscientes de la realidad de su departamento y facilitan la proliferación de empleados problemáticos. Existen dos actitudes muy comunes que impiden resolverlo: Ignorar al empleado difícil. Es posible que el empleado sea tan eficiente en algunos aspectos que el directivo pase por alto que es grosero y maleducado, o que el trabajador sea lo suficientemente astuto para crear una buena impresión con un rendimiento mediocre. "Mucho jefes tienden a conformarse con las debilidades de sus colaboradores o les disculpan porque son amigos o, sencillamente, ignoran lo que hacen", explica María Cervera, psicóloga y vicepresidenta de ICAS, consultora especializada en resolución de conflictos laborales. Crear una relación problemática. Las organizaciones y directivos que impo- ➤ Emprendedores CAPITAL HUMANO Galería de empleados difíciles He aquí una relación de los perfiles de empleado-problema más comunes y las técnicas que se pueden emplear para cambiarlos o combatirlos: Perfeccionista Fanático de las normas, lento, detallista y ordenado, es capaz de no dar por concluida nunca una tarea. No aprecia la libertad en el trabajo y, por miedo a cometer errores, provoca cuellos de botella en su departamento. Cómo tratarle ● Evita que tapone el ritmo del trabajo. No le sitúes en puestos de los que dependa la productividad de otros. Oblígale a tomar iniciativas. Márcale un calendario estricto. Puede tardar sema- ● nas en redactar un simple informe. Si te dice que no ha finalizado algo, usa las preguntas: en qué punto te encuentras, has hecho esta gestión... Chismoso Busca destruir la reputación de sus compañeros. No les preocupa exagerar o mentir. Cómo tratarle ● Ataja los rumores. Córta- le en cuanto empiece a hablar mal de alguien. Ten cuidado con lo que le cuentas. Aunque simule lealtad, utilizará la información en su propio beneficio. ● Dale trabajo. Si notas que tiene demasiado tiempo disponible para sus conspiraciones, adjudícale tareas que le mantengan entretenido. ● Actúa con equidad. Si el chismoso tiene problemas con sus compañeros, actúa con justicia. Asegúrate de que asume su parte de responsabilidad y, si es necesario, toma alguna iniciativa sancionadora. Vago Holgazanea todo el día, sin centrarse en el trabajo. Suele tener problemas con sus compañeros, que tienen que asumir su trabajo. Sin embargo, no es un irresponsable y el problema suele ser que su trabajo no le motiva. Cómo tratarle ● Condiciona la asignación de tareas que le gusten a la realización de otras rutinarias Si el proyecto le estimula, un vago suele obtener resultados brillantes. ● Contrólale. Los vagos trabajan mejor si son vigilados. Pide al resto del equipo que no haga el trabajo del vago. Promociónale según resultados. Dale trabajos que ● requieran mayor preparación y responsabilidad si ha demostrado previamente su eficacia. Plañidera Quisquilloso y amargado, se queja ante el más pequeño contratiempo. Cree que los demás la tienen tomada con él o le encomiendan las peores tareas. Sin embargo, también suelen ser disciplinados y detallistas. Cómo tratarle Colócales junto a compañeros positivos. La pre● sión del entorno les influye. No confundas actitud con aptitud. Sus quejas pue● den hacerte pensar que son unos ineptos, pero no siempre es así. Mantenles ocupados, aprovecha sus capacidades y compénsalos. ● Redirige sus quejas. No permitas que se quejen por cosas sin importancia e intenta que argumenten qué es lo que no va bien. Pregúntales qué les gusta y les motiva de su trabajo e intenta que vean el lado positivo de las cosas. Todos hemos podido alguna vez ser problemáticos para nuestros jefes ➤ nen una cultura represiva identifican como problemáticos a empleados que tiene un estilo diferente al suyo. Cervera cuenta que "estos jefes tienen claro qué aspecto físico deben tener sus colaboradores, cómo deben vestirse y no toleran las discrepancias. La falta de comunicación y transparencia impide que los trabajadores se identifiquen con los objetivos y la política de la empresa; la intolerancia motiva que el empleado no aporte ideas por miedo a cometer errores; la inflexibilidad y el paternalismo desmotiva a los trabajadores. Estos jefes pueden no tener empleados difíciles pero sí crean relaciones difíciles con ellos". Valorar al empleado Por tanto, lo primero es aprender a valorar al empleado y, para ello, hay que tener la actitud adecuada. Es necesario analizar y buscar lo bueno y lo malo, las habilidades y puntos fuertes, sus áreas de mejora y las carencias y debilidades. "El coordinador del equipo deberá, sobre todo, conocer las causas por las que el empleado es problemático y no logra un rendimiento adecuado. Normalmente, estas causas son de tres tipos: falta de conocimientos o habilidades, problema de actitud y motivación, o falta de aptitud para la tarea que se le encomienda. Dicho de manera más típica: no saber, no querer y no poder", explica Susana de Luis, Profesora Master en Dirección de Recursos Humanos de ESIC. El jefe tiene muchas maneras de ➤ CAPITAL HUMANO Pregúntale: “¿Qué podría hacer yo para que tu trabajo te resulte menos frustrante?” Pelota Utilizan cumplidos hipócritas, se pegan al poder y consiguen que otros hagan su trabajo mediante manipulaciones. Tienen un potencial que merece la pena desarrollar. Cómo tratarle No te tragues sus adulaciones. No te dejes ● manipular. Pregúntate por sus intenciones. Ten cuidado. Da ejemplo de cómo se alaba a alguien di● ciendo algo concreto sobre su actuación. ● Valora su trabajo de forma objetiva. Deja que solucione sus problemas por sí mismo. No le protejas. Resentido le claramente de las consecuencias de sus actos. ● Documéntalo por escrito. Pon por escrito tus instrucciones y guarda los documentos que te permitan demostrar sus maniobras. No aceptes su resentimiento. Pregúntale por ● qué se sienten así y ayúdales a resolverlo. Si persisten en su actitud, ofréceles la posibilidad de dimitir. Tirano Arrogante, maleducado, vanidoso, mordaz, no sabe cooperar y no acepta críticas. Suele intimidar a sus compañeros. Sin embargo, también suele ser inteligente, metódico y muy competitivo. Cómo tratarle ● No te dejes intimidar. Guarda agravios secretos de compañeros y jefes. No cooperan para conseguir los objetivos de la compañía. Son capaces de hacer su trabajo pero no quieren hacerlo. No evites las confrontaciones pero éstas deben transcurrir en privado y sin entrar en conflictos personales. Cómo tratarle Aclara su situación. de amedrentar a nadie. ● Adjudícale tareas difíciles. No tendrá tiempo Enséñale a respetar a los demás. No toleres la ● ● Déjale claro que te has dado cuenta de actitud y adviérte- falta de educación y respeto Emprendedores ➤ valorar objetivamente a sus empleados antes de que se produzca una situación de conflicto con un subordinado problemático de difícil solución. Las más habituales son las encuestas de clima laboral, el feedback 360 º (los colaboradores, colegas, superiores y clientes externos evalúan a un determinado empleado) o los programas de apoyo al empleado, que empiezan a implantarse en un buen número de empresas. ¿Qué ocurre si, a pesar de todo lo anteriormente expuesto, el empleado difícil se resiste a cambiar su actitud? Margarita Martí, profesora de la escuela de negocios Esade, opina a este respecto que "en este caso, el jefe tiene que dar un nuevo paso adelante. Los jefes suelen rechazar la opción del despido. Al fin y al cabo, son humanos y no les gusta comunicar malas noticias o enfrentarse a una situación desagradable. ➤ hacia los demás miembros del equipo. Si ha formado un clan, disuélvelo. ser motivado. Sus puntos positivos: es cumplidor y sigue las directrices. Inútil Cómo tratarle ● Ayúdale a superarse. No hace su trabajo o tiene que rehacerlo con frecuencia. Es posible que no tenga el trabajo adecuado. No pregunta porque tiene miedo. Cómo tratarle ● Aclara tus instrucciones. Repasa el trabajo devuelto poniendo de relieve lo que está mal y por qué. Consigue que no tenga miedo de pedir ayuda. ● Ofrécele formación. Repasa con él sus puntos más débiles y sugiere qué podría hacer para reforzarlos. Mientras tanto, dale tareas más adecuadas. Habla de las consecuencias. Explícale los ● resultados de su bajo rendimiento, cómo afecta a la empresa, a sus compañeros y a él mismo. Esclavo Obediente y sumiso. Carece de imaginación y duda de su propia capacidad. Necesita Asegúrate de que está preparado para realizar sus tareas. Proporciónale formación. ● Pídele opinión. Hazle saber que tu despacho está abierto para cualquier pregunta. Pero, si te interrumpe cada dos minutos, córtale con un «¿Y tú que opinas?» o «¿Tú que harías?». Les animará a pensar por su cuenta. ● No le explotes. No les cargues de trabajos pequeños o gestiones personales. Judas Mentiroso y falso, evita la oposición frontal. Escoge el camino del mínimo esfuerzo pero su habilidad para manipular y engañar hace que su rendimiento parezca bueno. Se atribuye méritos que no le corresponden. Gratifica a quien corresponda. Sigue el tra- ● bajo de tus colaboradores y felicita a quien de verdad lo merezca. Si el mentiroso se da cuenta de que fingir no le sirve de nada, trabajará. Controla sus impulsos. Ataja sus mentiras, ● somételo a vigilancia y no dudes en sancionarlo si le pillas en uno de sus engaños. Lobo solitario Seguro de sí mismo. Le gusta hacer las cosas a su manera y expresarse de forma libre y desinhibida. Desafía la autoridad y trabaja mal en equipo pero le gustan los retos. Cómo tratarlo ● Rétale. Si no tiene retos se convierte en fuente de problemas. ● Acepta su sinceridad. Valora sus críticas cuando sean constructivas. No pongas barreras a la comunicación pero córtale cuando se pase de la raya. ● Cómo tratarle Ofrécele formación. ● Enséñale a trabajar en equipo. Explícale cómo Sus mentiras suelen esconder falta de preparación. mejora su rendimiento si trabaja con otros. CAPITAL HUMANO Y si nada de esto funciona veces, todos esfuerzos que pueden haber realizado los gestores de equipos para recondicir el trabajo de los empleados difíciles resultan inútiles. Es la hora de buscar otras opciones. A 1 Traslado. Transferir al empleado a otro departamento es recomendable en ocasiones. Eso, si el empleado es eficiente o tiene habilidades que no puede desarrollar en su puesto actual pero sí en el nuevo, o si sus defectos no tienen impacto en su nuevo puesto. Consejo Sé sincero con su nuevo jefe. Reúnete con él y explica la situación de manera objetiva. No cantes las alabanzas de tu colaborador para que tu colega lo acepte y tampoco le predispongas en su contra. Ten cuidado: el problema puede volver como un ‘boomerang’. 2 Reestructuración. Significa modificar el puesto de trabajo de tu empleado problemático, que seguirá bajo tu dirección. Adapta el trabajo a las características del empleado para aprovechar sus puntos fuertes y reducir las tareas en las que es incompetente o negativo. Por ejemplo, si es agresivo, puedes darle tareas que no requieran el contacto con los clientes. Consejo Comunícale sus nuevas tareas y explícale por qué. Escucha lo que tenga que decir e intenta llegar a un acuerdo. Negocia, será positivo para el futuro. 3 Neutralización. Sólo debe utilizarse si el despido es imposible porque no está en tu mano o cuesta demasiado dinero. Significará darle tareas de manera que sus problemas tengan el mínimo impacto sobre ti y el resto del departamento. Consejo Intenta que se produzca algún cambio positivo. Jamás intentes acosarlo para que se marche. El ‘mobbing’ es inmoral e ilegal. 4 Despido, una medida extrema. "Puede considerarse que el despido es la vía más drástica, aunque en muchas ocasiones es la única salida. Tanto el jefe como el empleado deben perder el terror al despido y contemplarlo como una oportunidad", opina el consultor García de Tomás. Consejo Debe comunicarse en los tres primeros minutos de la entrevista. Así el empleado puede expresar su malestar. Le explicarás de manera objetiva y documentada las causas del despido. El lunes o martes a primera hora. Además, como norma general, la entrevista no debe durar más de 20 minutos y conviene realizarla en una sala tranquila que no sea tu propio despacho. Así, si la entrevista se alarga más de lo que resulta aconsejable para el objetivo de la misma o el empleado empieza a ponerse agresivo, podrás dar por terminada la reunión marchándote. Es aconsejable que el despido lo comuniques tú mismo como jefe directo, aunque en determinadas ocasiones puede acompañarte alguien del departamento de recursos humanos. Ni se te ocurra acosarle para que se marche. El ‘mobbing’ es inmoral e ilegal. ➤ Peter Wylie y Mardy Grothe explican en su libro Cómo dirigir empleados difíciles que hay ciertos tipos de conducta que, sin duda, justifican el despido: La falta de honradez. No se trata sólo de estafar a la compañía, robar, falsificar documentos o traficar con información confidencial. Hay otros ejemplos de deshonestidad que un jefe no puede tolerar, como que un empleado mienta constantemente, hable mal de sus colegas y jefe a sus espaldas o utilice la oficina para asuntos personales Incompetencia. Los incompetentes sin remedio son aquellos que nunca terminan un trabajo a tiempo, hacen sólo lo que se les pide, se excusan continuamente para no trabajar y jamás tienen una iniciativa. No parecen tener problemas de motivación pero incumplen sus tareas. La falta de respeto. No debe confundirse con la franqueza, la sinceridad o la iniciativa. Se trata de empleados que faltan al respeto a su jefe y sus colegas, que se niegan a cumplir con su trabajo, ignoran las instrucciones, están abiertamente en contra de su jefe y lo menosprecian en público se quejan a cualquiera que quiera escucharlos. José Ramón Pín, profesor de IESE y director de IRCO (International Research Center on Organizations) explica que "es importante que el despido se produzca después de un proceso de evaluación y comunicación constante. El empleado problemático no se sorprenderá por la noticia y estará preparado para abandonar la empresa”. Y añade: “Hay que reducir los daños personales, tanto para el empleado despedido, como para sus compañeros o el jefe. Hay que informar a los que se quedan de los motivos del despido. Todos deben tener la sensación de que se ha actuado con lógica y justicia". Raquel Marcos
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