Bellver L’escriptor mallorquí Biel Mesquida. JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 [email protected] Cuaderno cultural de Diario de Mallorca // nº651 La prosa poètica de Biel Mesquida L’ESCRIPTOR MALLORQUÍ PUBLICA ‘LLEFRE DE TU’, NARRACIÓ D’UNA HISTÒRIA D’AMOR 4 Y ADEMÁS 2. La brújula: Guillaume Apollinaire. 3. Narrativa: Der Níster. Ambrose Bierce. 6. Arte: Mariana Vassileva. Nins i joves: Nathalie Minne / Carl Norac. 7. Televisión: ‘Boss’. Cómic: Joost Swarte. 8. Plagueta de notes: Felícia Fuster. Paseo de ronda: Bandas sonoras de cine. Coordinación: Francesc M. Rotger JOSEP FONTANA El historiador catalán explica el devenir del mundo desde 1945 hasta hoy en su monumental obra ‘Por el bien del Imperio’ (Pasado y Presente) Cómo y por qué hemos llegado hasta aquí Historia POR JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS ¿Por qué las promesas de paz, libertad, prosperidad e igualdad que hicieron en la Carta del Atlántico (1941) los que iban a ser en 1945 vencedores de la II Guerra Mundial contra el fascismo no sólo no se han cumplido, sino que la situación actual del mundo en todos esos aspectos se encuentra en una verdadera encrucijada crítica? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Esto es, a una realidad como la actual en que las guerras se suceden por doquier, la democracia liberal es cada vez más una fórmula vacía, la esclavitud continúa existiendo bajo diversas formas, el hambre sigue asolando a una gran parte de la población mundial y los niveles de desigualdad son cada vez mayores en el mundo y dentro de los estados. Ésas son las preguntas que el historiador catalán Josep Fontana trata de responder con esta monumental obra, Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945 (Pasado y Presente), de 1.200 páginas, 200 de ellas dedicadas a reseñar la bibliografía utilizada para su confección. Nada menos que tres lustros ha tardado en concluirla. El autor confiesa que su propósito no ha sido escribir una obra de investigación, dadas las dimensiones del período tratado, ni un ensayo histórico, como lo prueban las innumerables fuentes bibliográficas utilizadas, sino una reflexión documentada sobre esos 66 años que van desde el fin de la II Guerra Mundial hasta hoy que sirva para proporcionar elementos de discusión que nos ayuden a comprender las causas que nos han traído a un presente tan difícil y confuso como el que hoy vive la humanidad. Pero la verdad es que, tras su lectura, uno tiene la impresión de que Fontana ha sido humilde en la calificación de su obra, porque ésta combina perfectamente elementos de investigación histórica con los del ensayo. En efecto, estamos ante un estudio construido con una asombrosa batería de fuentes primarias (documentos y testimonios, muchos de ellos recientemente desclasificados) a una escala que ya quisieran poder utilizar muchas investigaciones históricas, además de la oceánica bibliografía de múltiples orígenes e idiomas que aquí se emplea; pero, a pesar de su extensión, nos encontramos también ante un texto con claros componentes del ensayo, como la claridad meridiana y el buen estilo con que está escrito y las ideas e interpretaciones sugerentes y brillantes que contiene. Y por todo lo anterior el autor ha conseguido perfectamente lo que pretendía: un potente análisis histórico abierto a la reflexión sobre nuestro pasado reciente y, por ello, sobre nuestro presente. El hilo conductor del libro es el análisis de la guerra fría hasta 1991, en que desaparece la Unión Soviética, para seguir después con el estudio de la evolución de la realidad política internacional surgida tras el fin de la guerra fría a través de la práctica imperialista de lo que él denomina como “nuevo imperio” estadounidense. Ese análisis no se limita a los enfrentamientos entre los dos bloques en Estados Unidos y la Unión Soviética, sino que se extiende al del desarrollo de la guerra fría en los otros continentes, Europa, África, Asia y América Latina, y llega hasta los últimos conflictos internacionales que están todavía hoy en proceso de desarrollo. Pero además, dado el concepto que el autor tiene de la naturaleza y objetivos de la guerra fría, no sólo trata de los procesos y acontecimientos del nivel político internacional y nacional, sino también de los aspectos económicos y sociales (los culturales también, pero en menor medida) en cuanto que éstos están intrínsecamente imbricados con aquéllos. Es excelente, por ejemplo, su análisis del origen, desarrollo e implicaciones de la actual crisis económica, y del origen y significado de las políticas neoliberales que nos han llevado a esa crisis. Como el de las causas de la laminación de la resistencia a esas fuerzas neoliberales por parte de las tradicionales fuerzas sociales –trabajadores y sindicatos– que representan los intereses de los sectores sociales más cas- tigados por tales políticas. Así como la reciente aparición de una espontánea y todavía desarticulada oposición a ellas por los jóvenes y otros sectores ciudadanos. La retórica de la guerra fría encubre para Fontana su verdadera naturaleza y objetivos. Ni fue un enfrentamiento entre dos bloques, uno, el occidental, hegemonizado por los Estados Unidos, cuyo objetivo era defender las libertades individuales y el gobierno democrático frente al totalitarismo del otro, dirigido por la Unión Soviética, como pretendía el discurso occidental. Ni tampoco, como se planteaba en el otro bloque, un combate por un proyecto de sociedad socialista igualitaria contra la opresión del capitalismo imperialista. Tras esas legitimaciones lo que verdaderamente existía era la lucha por tratar de imponer uno u otro sistema político, económico y social, sistemas que en la realidad no buscaban desarrollar los valores que uno y otro decían defender. Los hechos lo demuestran hasta la saciedad con la constatación de la práctica política internacional estadounidense defensora de dictaduras y dictadores de derechas sin escrúpulos (“nuestros” hijos de puta) a lo largo y ancho de todo el mundo como perros guardianes de sus intereses políticos y económicos. Quizás la prueba más fehaciente de ello ha sido que el fin de la guerra fría no ha supuesto, sin embargo, el final de esa política norteamericana hegemónica de control y dominio del mundo en defensa de sus intereses materiales, que ahora aparece disfrazada con el ropaje retórico de guerra contra el “terror”. Así como en el caso del otro bloque, la persecución y eliminación del enemigo interno, la jerarquización burocrática y la ausencia de verdadera libertad que le ca- racterizaron contradecían sus supuestos ideológicos. En el aspecto socioeconómico, la pérdida del miedo al enemigo interno y externo que originó la distensión internacional iniciada a partir de los años setenta fue un factor de primer orden para entender cómo se trató de salir de la grave crisis del capitalismo de los años setenta a través de un profundo giro a la derecha (introducido primero en Estados Unidos y Gran Bretaña con Reagan y Thatcher y después en la Unión Europa y el resto del mundo), con la implantación de las políticas económicas neoliberales, las cuales, a través de la desregulación financiera y otras medidas conservadoras, introdujeron el capitalismo de casino que, tras numerosas crisis, ha desembocado finalmente en la actual crisis económica global. Desde luego que esta magna obra cumple con creces el propósito inicial de su autor: hacernos reflexionar sobre el mundo en que vivimos. A la vez que le consagra como uno de los grandes historiadores de nuestro tiempo. JOSEP FONTANA Por el bien del Imperio PASADO Y PRESENTE, 1.200 PÁGINAS, 39 € 2 Bellver Miscelánea Los más vendidos en ... LA BRÚJULA EUGENIO FUENTES Detalle de una memoria infausta urdida con humor La película basada en esta novela del belga flamenco Dimitri Verhulst (1972) lleva en francés un expresivo título: La merditude des choses (de “merde”), aunque en castellano esa metafórica hez se haya transmutado en una cacofónica “lamentabilidad”. Mejor, mucho mejor, la «miseria» escogida por Lengua de Trapo para presentar una novela en la que el brillante Verhulst vuelve la mirada a sus años de infancia para disecar la familia de alcohólicos en la que creció entre mugre, violencia, desidia, hedores y lo demás que puedan imaginar. Se equivocarían, sin embargo, si pensasen que con esos mimbres el belga ha construido una oda escatológica para restregarle sus recuerdos por la cara a los lectores. Presidida desde su primera línea por un humor de estirpe británica, La miseria de las cosas es, en realidad, una indagación sobre las posibilidades de imponerse a un entorno. DIMITRI VERHULST La miseria de las cosas Traducción de Marta Arguilé LENGUA DE TRAPO, 210 PÁGINAS, 17,50 € Sobrevolar el mundo más allá de la muerte Novelas alentadas por la voluntad de sacar a la luz asuntos polémicos y sensacionalistas como el adulterio o la violencia doméstica hicieron de la actriz y escritora británica Florence Marryat (1833-1869) una autora muy popular en su país y en EE UU a partir de la década de 1860. Pero Marryat, una mujer cargada de hijos que desafió muchas de las convenciones de su época, sentía también una acusada inclinación hacia el ocultismo, tan de moda en el último tercio del siglo XIX. El mensaje del muerto (1894), que en su edición estadounidense se tituló Un alma en llamas, se interna con la maestría que caracteriza a una de las cabezas de fila de la literatura victoriana en el asunto del hombre al que es dado seguir viendo el mundo de los vivos más allá de su propia muerte. Recordar a Dickens es tan inevitable como preguntarse si hay redención para la maldad. FLORENCE MARRYAT El mensaje del muerto Traducción de Eugenia Vázquez Nacarino ALBA, 206 PÁGINAS, 16,50 € Flores en las grietas de un mundo hecho pedazos (*) Semana del 12 al 18 de marzo de 2012 Espirafocs Avda. Bisbe Llompart, 127 07300 Inca - 971 502 535 FICCIÓ CATALÀ 1. J. Mas i Vives: Kabul i Berlín a l’últim segon. PROA 2. J. Jonasson: L’avi de 100 anys que es va escapar per la... LA CAMPANA 3. Lluís Llach: Memòria d’uns ulls pintats. EMPÚRIES 4. S. Alzamora: Crim de sang. PROA 5. V. Diffenbaugh: El llenguatge secret de les flors. EDICIONS 62 6. Empar Moliner: La col·laboradora. COLUMNA 7. Biel Mesquida: Llefre de tu. CLUB EDITOR 8. R. Nadal: Quan erem feliços. DESTINO 9. Jaume Cabré: Jo confesso. PROA 10. I. Monsó: La dona veloç. PLANETA QUÉ ESTÁ LEYENDO Pilar Ribal DIRECTORA DE LA FUNDACIÓ PALMA ESPAI D’ART ZYGMUNT BAUMAN Arte, ¿líquido? Traducción de F. Ochoa de Michelena SEQUITUR, 112 PÁGINAS, 14 € ENRIQUE VILAMATAS París no se acaba nunca ANAGRAMA, 240 PÁGINAS, 16 € Comisaria y crítica de arte, desde hace poco dirige la política de exposiciones del Ayuntamiento de Palma. Del estudio de Bauman, que está releyendo, destaca su diagnóstico de que “hoy en día el arte se ha instalado en lo efímero, en la evanescencia”. Es seguidora de Vila-Matas y del libro citado destaca “cómo París ha sido un referente en la literatura”. PARTICIPE EN LA CRÍTICA DEL LECTOR Bellver obsequia las aportaciones a La crítica del lector con un libro de regalo. Los lectores que vean publicadas sus reseñas en esta sección pueden pasar por DIARIO de MALLORCA y recoger el bono necesario para conseguir el libro gratis en Jaume de Montsó (P. Joan XXIII, 1B, Palma). Envía tu comentario a [email protected]. Máximo 60 palabras. No es necesario que el libro comentado sea novedad. FICCIÓN CASTELLANO 1. Almudena Grandes: El lector de Julio Verne. TUSQUETS 2. S. Lark: La canción de los maoríes. EDICIONES B 3. David Leavitt: El contable hindú. ANAGRAMA 4. M. Truong: El libro de la sal. ANAGRAMA 5. Henning Mankell: Un ángel impuro. TUSQUETS 6. J. Calvo: El jardín colgante. SEIX BARRAL 7. J. Eslava Galán: Últimas pasiones del caballero Almafiera. PLANETA 8. Enrique Vila-Matas: Aire de Dylan. SEIX BARRAL 9. C. Ruiz Zafón: El prisionero del cielo. PLANETA 10. Siri Hustvedt: El verano sin hombres. ANAGRAMA NO FICCIÓ CATALÀ 1. Eduard Punset: Viatge a l’optimisme. DESTINO 2. F. Adrià: El menjar de cada dia. LA MAGRANA 3. L. Sandiumenge: Guerrillers del teclat. LA MAGRANA 4. J. Stuart Mill: Sobre la llibertat. ELE GEMINADA 5. R. Santandreu: L’art de no amargar-se la vida. COSSETÀNIA 6. D. Ginard: Dona i lluita democràtica al segle XX.DOCUMENTA B. 7. M. Alonso Puig: Reinventar-se. PLATAFORMA A la estúpida pregunta, recogida en una de las solapas de este volumen, de si “la primavera occidental debe nacer de la razón o de la mística”, Apollinaire responde con un lapidario “el arte nace donde puede”. Defensor a ultranza de sus amigos Picasso, Braque o Matisse, autor de un ensayo pionero sobre los pintores cubistas, acuñador en Las tetas de Tiresias del término “surrealismo” y, en suma, duende infatigable que consagró todas sus fuerzas a romper las cadenas de la «realidad», Apollinaire (1880-1918) luchó sin tregua, partiendo del simbolismo, para que su arte creciera en todas las grietas abiertas por el desmoronamiento del viejo mundo y los viejos modelos. El poeta asesinado es un cimero ejemplo, de corte autobiográfico y repleto de veladas referencias coetáneas, de cómo su fértil y febril ingenio podía y pudo con todas la barreras. Una piedra angular. 8. N. Valle: Secrets de guerra. ARA 9. J. Lladonet: Aquests són els teus drets lingüístics. STEI 10. M. Onfray: Les radicalitats existencials. EDICIONS DE 1984 GUILLAUME APOLLINAIRE PAIDÓS El poeta asesinado Traducción de Manuel Hortoneda BARATARIA, 144 PÁGINAS, 15 € Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 NO FICCIÓN CASTELLANO 1. Fernández/Montero: Saber cocinar postres. DESTINO 2. K. Ferguson: Stephen Hawking, su vida y obra. CRÍTICA 3. AAVV: Libro del tiempo. ESPASA-TVE 4. M. Glenny: El lado oscuro de la red. DESTINO 5. J. Valls: Buenos días y buena letra. INVISIBLES 6. J. Valls: Buenas noches y buena suerte. INVISIBLES 7. W. Gratzer: Eurekas y euforias. CRÍTICA POR LAS SOLAPAS PIETRO CIVITAREALE Mitografies i altres dèries Traducció de Lluís Servera DOCUMENTA BALEAR, 144 PÀGINES, 12 € Un poeta italià poc traduït Lluís Servera Sitjar i l’editorial mallorquina Documenta Balear ens acosten aquesta selecció de textos de Pietro Civitareale (L’Aquila, 1934), un poeta ben interessant, encara que poc traduït al català (i al castellà) fins ara. L’edició és bilingüe i ens permet comparar amb l’original. PEDRO ALMODÓVAR La piel que habito Prólogo de Vicente Molina Foix ANAGRAMA, 184 PÀGINES, 16,90 € El guión y los apuntes de la película Quienes no hayan quedado satisfechos con el visionado de La piel que habito, la última película estrenada por Pedro Almodóvar, pueden hacerse ahora con el guión de este largometraje. La presente edición incluye también comentarios del director sobre el rodaje y varias fotografías. FRANCO VOLPI Enciclopedia de obras de filosofía Traducción de R. Gabás Pallás HERDER, 2.582 P. (3 VOLS.), 98 € Pequeña enciclopedia del pensamiento El prestigioso filósofo italiano Franco Volpi presenta una obra conjunta en la que han participado más de 200 especialistas. Esta Enciclopedia abarca –en tres volúmenes– a cerca de mil escritores, en la que se atienden sus principales trazos biográficos y las obras fundamentales de su pensamiento. RECOMENDADO DE LA SEMANA HERMAN MELVILLE Bartleby, el esribiente (y otros cuentos) Traducción de A. Agüero Herranz ALIANZA, 144 PÁGINAS, 8 € Preferiría no hacerlo El escritor norteamericano Herman Melville es sobre todo conocido por su relato clásico Moby Dick, que, por cierto, supuso un fracaso en el momento de su publicación. Sin embargo cuenta con narraciones cortas tan extraordinarias como Bartleby, cuyo protagonista (“preferiría no hacerlo”) desarrolla una asombrosa resistencia pasiva. Se incluyen otros cuentos del autor. 8. S.R. Covey: La tercera alternativa. 9. G. Bel: España, capital París. DESTINO 10. A. Hernández: Despídete de tu madre y serás rey de España. ESPASA ¿QUIERES LEERLO? Acércate a la librería Literanta (C/ Can Fortuny, 4A, Palma) y podrás adquirir el libro con tratamiento preferencial de cliente y te invitamos a un café Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 Novedades Bellver 3 A veces me he preguntado ante una pintura o un dibujo de Marc Chagall si habría una correspondencia entre ese mundo fabuloso, íntimo, perdido de la aldea judía que el pintor nos deja atisbar, con la literatura yiddish, alguna novela que pudiera hacernos vivir aquella atmósfera con escenas de vívido colorido y nos produjera ese extraño ‘déjà vu’ de las pinturas de Chagall La voz yiddish DER NÍSTER La familia Máshber Traducción de R. Henelde y J. Abecasis LIBROS DEL SILENCIO, 880 P., 32 € Narrativa POR JOSÉ LUIS DE JUAN Aunque se trate de Centroeuropa y de la lejana Rusia hay elementos de la aldea judía que conectan con nuestra herencia isleña, esa cultura autóctona y sectaria tan perseguida que apenas ha dejado un aliento propio singular en nuestra literatura, acaso sólo reflejos aquí y allí, ahogados por la religión dominante y el odio antisemita. La mayoría de los grandes escritores judíos del siglo XX han sido asimilados por la cultura y la lengua que les acogía: Franz Kafka por el alemán, Saul Bellow por el inglés, Brodsky por el ruso antes de acabar, como Nabokov, escribiendo también en inglés. Sin olvidar al húngaro Kértesz, autor de esa obra maestra que es Sin destino. Bashevis Singer es un caso aparte, aunque sus novelas tengan ya una inequívoca tonalidad emigré, de quien si bien toca de oído la melodía melancólica o loca del violín de Menuhin, ya ha cruzado el umbral que separa la tradición auténtica del agridulce sabor cosmopolita de la diáspora. Pero hay una novela casi secreta que habla la lengua de Chagall, que contiene sus personajes cabalísticos, sus colores inimitables, su música, su luz rabínica. Fue escrita en yiddish en los años 20-30 por Der Níster (1884-1950), que quiere decir “el oculto”, pues sus escritos no eran bien recibidos por los soviets de Ucrania. Nació y vivió su juventud en Berdíchev, una ciudad que tenía una buena mayoría de judíos, cuarenta mil, ‘Sobrevolando Vitebsk’, obra de Marc Chagall. todos los cuales fueron asesinados por la población ucraniana local –sus vecinos, que odiaban a los judíos tanto como a Stalin- con la inestimable ayuda organizativa y balística de la Wehrmacht (doce mil fusilados en un solo día). Pues bien, Der Níster (muerto en el Gulag después de vivir en Tashkent y luego en Moscú esperando que, como sus colegas del te- atro yiddish, un día vinieran a buscarlo) dejó un fresco de 900 páginas sobre la vida cotidiana en Berdíchev, es decir, sobre un mundo que desapareció para siempre de la manera más brutal e inesperada en 1941. ¿Quién puede resistirse a leerlo? No es un libro fácil, pero nunca la buena literatura lo ha sido. Se trata de una novela que gira en torno a una fami- lia de tres hermanos, unos émulos de los Kamarazov. Un relato poliédrico, mítico, ingenuo a veces, mágico, verídico y esquivo como un documental, denso y a la par transparente. Estamos a fines del siglo XIX. Moishe y Alter viven juntos, pero el otro hermano, Luzzi, deslumbrado por la mística, regresa para desbaratar la plácida vida próspera de los Máshber (“crisis” en hebreo). Luzzi se alía con un extraño personaje antisocial, Sruli Gol, y el conflicto se desata y salpica buena parte de la sociedad que los acoge, en la ciudad de N., sombra del legendario Berdíchev. La crónica familiar, el lento progreso de la bancarrota, el presagio del pogromo y el inicio de la Haskalá, o Iluminación judía, llenan la novela de personajes y escenas de un detallismo minucioso y brillante. La memoria visual y olfativa del autor es prodigiosa: lo que decide narrar lo hace bien visible a nuestros ojos de lector. No hay vaguedades ni retórica en este libro, al margen de sus excesos argumentales o dialécticos. Pero lo que cohesiona un monumento literario así es la voz. Es como una voz bíblica, de muchas aguas, que se modula a sí misma, que se transforma y se impone. Es el falsete de la ciudad, una voz anónima y a la vez subjetiva, escéptica y crédula, colectiva y única. Conjuga la verdad de la tradición oral y el tono arbitrario, confidencial, de lo íntimo, de lo “nuestro” por contraposición a “lo otro”. Sólo por esa voz vale la pena acercarse a este libro y meterse dentro, como nos meteríamos sin dudar en una aldea nevada de Marc Chagall amenazada por un gallo rojo. Masacre familiar y enigma vital La interesante obra y la vida de novela del mordaz Ambrose Bierce, de quien ahora se edita ‘El club de los parricidas’ Narrativa POR ALFONSO LÓPEZ ALFONSO Todo lo que se le puede exigir a un autor es mantener o haber mantenido una obra interesante, sin embargo, algunos deciden ofrecer un extra y hacen de su biografía una apasionante novela. Ambrose Bierce (1842-1913) fue un autor con un estilo genuino, mordaz, con un gran –y negro– sentido del humor, al que sin duda merece la pena leer, pero las extrañas circunstancias de su vida hacen de él, además de un gran escritor, todo un personaje: Hijo de un matrimonio de puritanos calvinistas era el menor de 13 hermanos, uno de los cuales se hizo forzudo de feria y otra acabó devorada por los caníbales en África. Parece que Ambrose odió intensamente a toda esa extensa familia –a excepción de su hermano Albert–, empezando por los padres, así que, en cierto modo, El club de los parricidas no es más que la expresión jocosa de ese odio a través de un puñado de armoniosos y macabros cuentos que convierten en arte la necesidad freudiana de matar al padre y, si se tercia, también a la madre y algún otro miembro de la familia. Ambrose Bierce. El protagonista de uno de ellos, Un incendio imperfecto, se dedica a perpetrar robos junto a su progenitor hasta que, durante el reparto de un botín, tienen una desavenencia por cuenta de una caja de música y el hijo decide “expulsar al anciano de este valle de lágrimas”. Después de hacerlo siente una pizca de inquietud “porque no sólo era mi padre, el responsable de mi existencia, sino que además era fácil que su cadáver fuera descubierto. Era ya pleno día y mi madre podía entrar en la biblioteca en cualquier momento. Teniendo en cuenta las circunstancias consideré que lo más sensato era acabar también con ella, algo que hice. A continuación pagué a todos los criados y los despedí”. Bierce prestó servicio en el ejército de la Unión durante la Guerra de Secesión y protagonizó una expedición por territorios indios, se enroló en el ejército y lo dejó, se casó, se hizo periodista y escribió para los diarios de William Randolph Hearst, tuvo hijos, vivió en Londres y finalmente se separó de su mujer. Casi al final de su vida escribió El diccionario del diablo, su obra más famosa, en la que definió “parricidio” como “golpe de gracia filial por el que uno se ve liberado de los irritantes tormentos de la paternidad”. Sarcasmo e ironía transpiran los cinco cuentos que reunió en El club de los parricidas: “Fui arrestado de inmediato y puesto en prisión, donde pasé una incómoda noche en la que no pude pegar ojo por culpa de mis compañeros de cala- AMBROSE BIERCE El club de los parricidas Traducción de Jesús Aguado VAGAMUNDOS, 88 PÁGINAS. 15,80 € Ambrose Bierce prestó servicio en el ejército de la Unión, lo dejó, se casó, se hizo periodista y escribió para los diarios de Hearst, tuvo hijos, vivió en Londres y finalmente se separó bozo, dos clérigos que, gracias a su gran formación teológica, eran capaces de elaborar un montón de razonamientos impíos y de blasfemar usando un lenguaje irreproducible”, nos dice John Brenwalter, protagonista de Una tumba sin fondo. En 1913, Ambrose Bierce era un septuagenario que echaba de menos una vida de viajes y aventuras, así que salió de Washington y se encaminó hacia el sur. En diciembre de ese año cruzó a México por El Paso y en Ciudad Juárez se unió como observador al ejército revolucionario de Pancho Villa. Nunca se volvió a saber de él. 4 Bellver Novetats Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 BIEL MESQUIDA Poeta, narrador, periodista, científic, col·laborador de DIARIO de MALLORCA i d’aquest suplement des de la seva primera edició, Biel Mesquida posseeix una de les veus més personals de la literatura en llengua catalana. Acaba de publicar-se la seva nova novel·la, ‘Llefre de tu’ Obrir la gana, tot esperant Aràlia Escriure és una manera de cavar en l'absència. En mots tornen els qui no ho són, és la seva manera de comparèixer. ‘Llefre de tu’: la veu que pertany al silenci que romp, tal com deia Quignard Narrativa PER SEBASTIÀ PERELLÓ Perquè dir Aràlia, aquí, és dir la seva carència. Escriure és esperar en la punta de la llengua com un qui caça amb engany i fa miracles: dir allò que no hi ha. I fer que hi sigui. Aquest bavardage que la retreu de no ser aquí. La retorna i alhora la descarta, perquè els mots la diuen, però suren només les maies de la seva absència. Aràlia és una ambició. Una ambició del llenguatge. I de la impossibilitat de dir-la de ple, en sorgeix el forat negre de la seva mancança que t’ha d’engolir, el vertigen de mots sense aturall que cerquen extenuar-se en la seva desaparició. ‘Llefre de tu’ és un llibre caminat, les notes passejades d’una literatura entre la consumpció i els eterns reviscolaments Som en el territori de l’home delicat, difícil d’acontentar, l’home impressionable, que resisteix i replica des de la seva immaduresa El text no sé què té de balsàmic en el seu preciosisme depurat que flueix resinós i lànguid, i sura fulgurant en aquest punt fràgil on sembla fàcil el deteriorament. Què té de retret aquest text? Què té de liniment? Què diu de la literatura que compareix amb aquest afany de naturalització d’un animal de fira en un temps en el qual, a més, són molts els qui es demanen què n’hem de fer, de les lletres? Què hi ha de paròdia en les seves maneres de taxidèrmia? Què hi ha de reflexió sobre l’ànsia imputrescible de la literatura? Són temps de brodaries, quimeres i apedaçats. Escriure és reescriure, cosir fragments a lloure agafats amb quatre puntades, que tenen la consistència i l’elasticitat de la seda d’aranya, o presentarse com una fantasia arquitectònica que té la fermesa d’un caprici, sempre a la deriva, digressiu, entre fils perduts i jocs d’improvisació d’un virtuós. Mesquida ha furgat en els seus excessos i n’ha tret una filigrana, uns filats que secreta aquesta ficció on ha d’enllepolir els lectors amb una rêverie que sura entre l’onirisme i la curiositat. Mesquida ens caça en l’arabesc vertiginós que ens llança a l’estupor fingit de saber que som al bell mig del gegantisme decoratiu que no cerca de cap manera camuflar la misèria llefiscosa que ens conforma, ans al contrari, en la seva teatralitat idíl·lica, en els seus moments llibertins, i en la frivolitat rococó amb paons, fa la pirueta que converteix el text en un conte cruel, o en una escena galant, que deixa sentir un baix continu de mortalitat i estrangeria. Som al bell mig del país mesquidià, literatura burleta, divinament artificial, d’un humor desimbolt, ara que tornam a ser terra de princeses i de ducs i palauets. I al moment, li correspon una literatura cortesana, profundament superficial, amb aquesta afectació quasi cínica que reclama l’actualitat. Una nova adolescència Llefre de tu s’escriu en la paradoxa del moment inestable que vol perdurar de totes, totes, aquest embalum, llast que congria temps i llavor que hem de perdre en el tapís flotant d’un present fonedís, que l’escriptor prova de caçar en la lletra intermitent, fragmentària, feta d’interludis, treves, discontinuïtats i suspensions. I aquesta persistència de dir-se en els ecos, amb aquest posat de carnet de notes, de citacions, de mimografies, de fragments teixits. Cap a l’informe, cap a l’evanescència, des de la manera invertebrada del text, clapat, golut i llaminer, pasta fullada que es desfà, com aquestes illes, com aquesta època que té el perfil de ser allò que és mentre es desfigura. Perquè Mesquida ha desafiat la veu pròpia, i s’ha empeltat en una nova adolescència. Quan l’escriptura ja és aquest desllegir-se, reescriure’s, desfilar-se en erràncies i punts perduts. Som al territori de la fulguració balsàmica i la lletra és una forma de l’efluvi, com Aràlia, que sempre cerca conformar-se en les emocions que suren i deixa anar pressentiments. I el text té aquesta forma de vaporitzar-se, de desfer-se en detalls. Lluny de la versemblança, aquestes notes són flocs i encenalls que diuen a la perfecció la indigència contemporània. L’anorèxia narrativa escanya l’èpica que deixa el text tal com és ara el dia a dia: ossos i pell. Romancejar, donar allargues quan la realitat no es conforma en esdeveniments, en fets, sinó en fetes. És en aquest raquitisme, en el sol·lipsisme, en la feblesa artificial, en aquesta debilitat que cal perfilar l’extenuació del present més insuls. Som aquesta inanició. Aquesta hiperestèsia, sense nervi, aquest desànim, i el text l’absorbeix, com un esponja, dilatable i contràctil, en el seu estil entorcillat i en les seves atmosferes de natura morta. Llefre de tu és un llibre caminat, les notes passejades d’una literatura entre la consumpció i els eterns reviscolaments. Fer L’escriptor Biel Mesquida, presentant la seva novel·la ‘Llefre de tu’ al Cafè Líric de Palma. BIEL MESQUIDA Llefre de tu CLUB EDITOR, 224 PÀGINES, 16,50 € passes, resseguir camins oblidats ja és un exercici de memòria, recórrer el seu propi passat és una lliçó d’història, perseguir les meditacions pròpies a peu és el mecanisme que fa aliatge entre l’art de caminar i la poètica de la deriva d’aquest capritx. Un llibre que és la traça d’un que fa memòria, el Recordador. I en aquesta moratòria lasciva, veure comparèixer un excés de refinament, d’insolència i reserva. Un sentit rigorosíssim del bon gust i la mesura, diu sense cap mena de pudor una veu del text mentre prenen cafè al fumoir de Son Asgard. Aquesta civilité en temps de barbàrie. Alenar en l’eclipsi de l’aviciadura i la condescendència. Som en el territori de l’home delicat, difícil d’acontentar, l’home impressionable, que resisteix i replica des de la seva immaduresa més incandescent. Desfer-se i refer-se, amb la lleugeresa dels núvols, amb la seva fugacitat, amb la seva càrrega amenaçadora de turbulències i angoixes. Percaçar fins i tot en la minúcia, historiar la insignificança. I saber esperar la tempesta, amb la seva tramoia discordant i les clarianes llampants. La nuvolada negra. El cataclisme més operístic. Entre raó i follia. En aquest estat mòrbid del desig infinit que ens corrou l’ànima. I no és estrany que la veu obstinada del llibre des de l’avidesa que se’l menja reclami la gosadia de saber, que l’ànsia de coneixement sigui l’afany rector, la columna vertebral de l’obra, perquè sempre és el motor d’aquells que han perdut el paradís. I el text agafa aquest aire de màximes quasi desfetes, aforismes sense coratge, relat que s’espigola en un oceà sense confins. Teixir desteixint, com una Penèlope que espera. O és Ulisses que ha après que ja pots fer passes, que allò que cal fer és temps, allò que fa Penèlope mentre ell tresca. Aquesta és l’ànsia contemporània: bellugar-se en el temps que no basta mai i adobar sargits en un reguerol de detalls abandonats a la deriva. I l’escriptura és el cabinet d’un furgador escrupolós. Perquè aquest text funciona com un trompe-l’oeil: rere els darrers potins, l’anecdotari desfet, rere les seves derives només hi ha les minúcies del present fet estelles, la desfeta de l’encadenament i de l’articulació dels esdeveniments, que és el veritable espectre d’aquesta obra. El PASSA A LA PÀGINA SEGÜENT B. RAMON Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 Novetats Bellver 5 Un kamikaze de sensacions metamorfosades Per primer cop de la seva represa ençà, Club Editor fitxa un dels grans noms de la literatura catalana coetània, Biel Mesquida; això marcarà, sens dubte, un nou pas endavant per a aquesta històrica editorial principatina Narrativa PER CARLES CABRERA VE DE LA PÀGINA ANTERIOR desmenjament contemporani, la vida quotidiana atuïda, el desengany més exacerbat. La despossessió en aquests temps baldats. I una susceptibilitat amplificada fins al postís. El paisatge moral Llefre de tu s’escriu en aquesta convulsió, des de la vulnerabilitat extrema, i els aires de casalot no haurien de fer perdre els papers a ningú. Enmig del decorat de Son Asgard sentir la palpitació del temps, la presència inquietant del monstre, darrere la singularitat hiperestèsica, la dissonància, la lletjor, la seva irracionalitat, els seus aires embalsamats i fins i tot grotescs. Per això s’enginya la pantomima d’aquesta mena d’ègloga virgiliana trucada. Som al territori de la caducitat, de la vanitas, de l’artifici, de les tenebres que ens devoren. I els textos ja són vitrines que ens exposen a l’obsolescència de quasi tot, on la llengua i tot ja és carn de gabinet de curiositats. Per això recorre el llibre un estrany silenci, i en els jardins secrets de la transparència de la phrase bien accordée, s’hi amaga la inanitat i la inconsistència d’allò que ha patit des de sempre la literatura de Mesquida: ésser considerada orfebreria musical, com si una cultura fos sostenible des del calat i la garlanda. I, rere la màscara i l’el·lipsi, rere els blancs del text, els intervals, trobar el lloc des d’on provar de dir la trencadissa. Mes- quida és l’espasme d’una cultura i una societat que raneja l’abisme entre rampells arravatats que espera eternament l’istante di grazia. Mentrestant la denúncia és neta: la literatura fa l’istrione. I l’escriptor diu a les clares: ma solitude: un vie de salon mentale. I és ara que podem llegir Llefre de tu com un madrigal i el text ja és aquest bufador, novel·la núvol de trames fluïdes, literatura tornassolada en aquesta tombarella entre seducció i absència. És la seva manera de dir la cultura catalana contemporània, és la seva manera de dir el paisatge moral insular. Aquesta selva de notes en un jardí clos. Aquesta espiral, aquest sentiment de fractura i la ferotgia d’escriure entre la feritas i la vanitas. Entre la nebulosa urgent i la desfeta inquietant. Llefre de tu ens instal·la en la precarietat monumental d’una cultura que és tramoia i ocultació, una fal·làcia inconsistent, un gran decorat pompeià o una illa ressort que ja és una al·lucinació barata dels incendiaris més insulsos de l’illa. Tot plegat, reliquiaris. Cendra. Dins les esperes. I en el desassossec de saber qui és Aràlia i provar de fer-la venir en aquesta piuladissa. Aquest és l’angelisme espinós d’Aràlia, la seva inflorescència verbal que cerca atreure els pol·linitzadors que seran més veu on abismar-se, més veu on trinar, aquesta impaciència d’Aràlia que ja es ramifica en tu, lector i que t’ha engolit, i Aràlia ja ets tu, lector, mon semblable, mon frère. Crec que era amb motiu de l’aparició d’Acrollam que Baltasar Porcel saludava Biel Mesquida (Castelló de la Plana, ) com un autor que havia escrit quelcom que feia molt temps que no llegia: un llibre “en mallorquí”. Aquest frontispici com a banderola a la portada del llibre podria esclatar com un petard a les mans d’aquells analfabets –en la nostra llengua– que governen ara aquestes malanades Illes en el cas hipotèticament fortuït que aquests polítics s’haguessin extraviat pels boscos d’aquest Bellver, haguessin recalat casualment en la recensió d’aquest humil crític literari i es fessin per aquest motiu amb un exemplar de Llefre de tu. Ja m’aniria bé, que llegissin (Mesquida)! Per a ells, però no en exclusiva per a ells, reproduiré les dues accepcions que el Diccionari general de la llengua catalana dóna de l’entrada ‘llefre’: “Brut d’una substància greixosa, enganxosa; golut”. El que Porcel devia volia dir d’Acrollam, segurament ho tornaria a subscriure de la novel·la Llefre de tu, que no acaba de casar amb el gènere novel·lístic perquè a les excèntriques ficcions literàries mesquidianes, com al seu propi pare creador, no els agrada que els encaixonin enlloc. El volum es pot llegir com una successió de relats curts, però l’existència d’aquest lligam comú permet catalogar l’obra de novel·la i, per acabar-ho d’adobar, el narrador ho considera en un moment determinat com un “diari d’escriptura” –unes confessions en el sentit més augustinià del terme– i encara podríem embullar més la troca amb les etiquetes de novel·la epistolar o prosa poètica. Poètica perquè Mesquida, dins la farga, rebla a consciència l’instrument lingüístic sobre l’enclusa. Les paraules es reglen, així, amb un to líric marcial, que dota la seva prosa total, sinecdòquica i sensorial (en la qual intervenen els cinc sentits corporals), d’una musicalitat grata a l’oïda i a la qual s’hi suma la plasticitat d’unes imatges atraientment visuals. Com si pintés una aquarel·la, Mesquida s’hi mira molt i és primfilat amb el que dibuixa i les mescles amb què ho acoloreix, que en el seu cas són les paraules. Les tria una per una com si completés amb pinces un mosaic. Fins i tot, idea termes nous, i puntualment, juga a tornar vestir la prosa amb la roba subversiva de la dècada dels setanta: violació de les regles d’ortografia o símbols de puntuació, l’absència de majúscules, la destrucció de la sintaxi... però el que llavors significava marcar terreny i trencar amb uns principis establerts, ara només són uns colors molt llampants d’una disfres- sa passejada puntualment el dia de Carnestoltes. La capacitat creadora de Mesquida és compulsiva i elevada –en són bona mostra els relats que amb la urgència peremptòria de la premsa publica setmanalment en aquest mateix DIARIO de MALLORCA– i, en aquest cas, la transvasa al seu personatge. El fil argumental és el d’una història d’amor, temporalment esgavellada, perquè el narrador hi reviu moments pretèrits, de quan ella i ell encara romanien plegats. És redactada en segona persona i adreçada en aquest amor, destinatària de les lletres, Aràlia –que suggereix aquells noms grecs que Josep Carner escampà arreu dels seus Fruits saborosos–, que el narrador, suara per Sivilla, l’Havana, el Sàhara, Florença, Tòquio o Montblanc, nota sempre quilomètricament lluny d’on ell és. Aràlia és als EUA (que és on se n’anà a viure i l’abandonà, d’un dia per l’altre, perquè hi havia aconseguit una feina), al Japó o onsevulla. Però Aràlia no sembla més que una excusa per emetre aquesta extensa reflexió, com un soliloqui en veu alta. A la dona, tradicionalment, se la pressuposa capriciosa –el subtítol de l’obra, Capriccio, Mesquida el manlleva d’Strauss– i representa una inclement belle dame sans merci davant un Recordador anònim, taxidermista de la memòria i el passat, trobador i artista, apocat i abocat a ella en cos i ànima, com si només visqués per evocar-la. Com que ella el desdenya, totes les notícies que n’hi arriben ho fan a través d’altri i, per tal d’oblidar-la, cerca fugirne mitjançant la metamorfosi, convertida ja en un tòpic literari, un fil que sostenen Kafka i Rodoreda a cada banda. Els capítols són només pinzellades, amb prou feines dues planes escasses, o menys i alguns, fins i tot, es metamorfosen en poemes o axiomes, com si l’escriptor cerqués de reduir-los a la mínima expressió sempre que així pugui transmetre allò que pretén comunicar. Mesquida hi ret homenatge al poeta mallorquí Bartomeu Fiol, recentment traspassat, a les Rondaiesde Mn. Alcover, a la gent que feren possible la revista cultural Mitjorn, a Llorenç Villalonga –la magnífica portada de Llefre de tu és bearnesca a més no poder, i no oblidem que el segell que publica el llibre, Club Editor, era can Villalonga!–, però també a artistes en majúscula de disciplines diverses com Shakespeare, Musil, Brunelleschi, Schumann, Wilde, Tizià, Godard, Renée Vivian, Nietzsche, Vermeer... i tots els escriptors dels epígrafs –entre un i dos de mitjana que encapçalen els més de cinquanta episodis de l’obra–, amb una lleugera tendència a l’afrancesament que s’explica pel mateix Mesquida, a qui li correspon per grup generacional, però que també és deguda en part al personatge protagonista, un àlter ego potser? Les malalties del mar BIEL MESQUIDA “J’ai toujours été / dans les choses / tellement / toujours / que je confounds / parfois / les jours / sans pourtant / les transformer / en une durée unique” (A. A.) Tota la nostra relació, Aràlia, està basada en un moviment gravitatori. Moltes de coses ens acosten brutalment, emperò n’hi ha una que és superior a totes: tenim el mateix silenci. Ets l’única persona del món davant la qual el meu propi silenci no m’ha fet nosa. Em sent diabòlic i innocent, fràgil, nerviós, poderosíssim, tremolador i decadent, serè i al·lucinat. M’ho digueres, Aràlia, davall la glorieta del jardí dels pebreboners: «Tens uns ulls al·lucinats». I no et vaig creure. Llefre de tu, pàgina 6 Bellver Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 En una de las ponencias del ciclo de arte digital “PostFlux” celebrado en el Bozar, el director del Pocket Films Festival de París, Benoît Labourdette, afirmó que si el cine hubiera seguido la senda marcada por los hermanos Lumière, es más que probable que no hubiera quedado restringido al tradicional esquema presentación, nudo, desenlace, rompiendo las barreras del restringido lenguaje literario La imagen como ojo Arte MARIANA VASSILEVA Solo vídeo 2000-2012 CASAL SOLLERIC Passeig del Born, 27 (Palma) Hasta el 8 d’abril P0R BIEL AMER Esta afirmación no es del todo correcta si observamos el recorrido de la imagen en el contexto artístico y no solo en el comercial. Labourdette promocionaba su festival de pequeño formato captado a través de los nuevos artilugios tecnológicos, como los smartphones, para reivindicar la preeminencia de la imagen frente a la estructura narrativa, una apuesta por la realidad frente a la ficción. Mucho antes, entre 1923 y 1925, Dziga Vertov había redactado un manifiesto conocido como “cine ojo”, en el que argumentaba con toda pasión bolchevique, el uso de la cámara como instrumento revolucionario al servicio de la realidad, de lo que el ojo ve, descubre, plasma en celuloide. “Esta es la tarea que denominamos “cine ojo”. Se trata de descifrar la vida como tal”. Entre el manifiesto de Vertov y la afirmación de Labourdette el arte contemporáneo ha hecho posible, y visible, el sueño que ya iluminó Georges Sadoul desde las páginas de Cahiers, sobre el “futurista ruso” (Vertov y Maikosvski), la captación de la vida a través de las imágenes que el ojo-cámara contempla. Era una cuestión de tiempo y de los avances tecnológicos. En efecto, la “democratización” (no estoy seguro que el término fuera aprobado por Vertov) del instrumento electrónico, su alcance hasta todos los estratos sociales, permite la captación de las imágenes más insólitas, convirtiendo cada pixel en un rizoma de proporciones universales. De ahí que, finalmente, los artistas plásticos convirtieran en visuales sus apuestas creativas a partir de formatos digitales. El vídeo-arte nos trajo rea- Mariana Vassileva junto a uno de sus vídeos, en el Casal Solleric. MIQUEL MASSUTI Vassileva confirma esa ‘ausencia de memoria’ hacia una mirada crítica sobre la sociedad contemporánea y la berlinesa en particular lidades alternativas auspiciadas desde visiones documentales, naturalistas, experimentales, identitarias, etcétera. Sin menoscabo de la preeminencia de la pintura y la escultura como expresiones plásticas clásico-contemporáneas, el vídeo-arte ha adquirido estatus propio y permite al artista vindicar una alteridad plástica apoyándose en la imagen digital no como recurso sino como método. Al fin ya parece que nadie discute (salvo trasnochados organismos), la veracidad artística de esos creadores plásticos. Y así descubrimos un lenguaje que se aferra más a lo visual que a lo narrativo, a la inmediatez antes que a la composición, a la reivindicación directa frente a la razonada, y, sin embargo, ese estar “frente” no impide al ar- tista traspasar un lado u otro sin necesidad de despojarse de argumentos o crédito. El video-arte ha devuelto al arte y, por extensión a la cultura, una posibilidad creativa liberada de los estándares del pasado siglo, muchos de ellos aún agrupados en los “ismos” que primaron durante las primeras vanguardias y más allá. Buena muestra de ello es la exposición de Mariana Vassileva Solo vídeo 2000-2012 en el Casal Solleric. Se trata de la primera muestra comisariada por la nueva directora del Casal, Pilar Ribal, en la que ya define sus preferencias artísticas, dando así, un giro copernicano a la programación del primer espacio artístico de la ciudad. La rebautizada planta baja del centro, ahora denominada Espai Born, propone una selecta revisión de los trabajos en vídeo de esta artista búlgara que reside en Berlín. Su mirada hacia el mundo nuevo, ese por el que ha decidido transitar, contiene visiones mellizas de lo que su cámara-ojo capta. De una parte, la vida “occidental” y sus consecuencias revela un sentimiento de desacomodo y nostalgia, de desafecto, plasmado Dos grans àlbums d’amor Grans. En dimensions (27 x 36 cm) i en ambicions. Dos llibres preciosament editats per Edelvives, arriscadament, diríem. De presentació impecable Nins i joves PER MIQUEL RAYÓ Són, només, per a infants? De cap manera. El primer, Rajá, el mago más poderoso del mundo, ha de ser necessàriament llegit per l’adult al nin: es tracta d’un llarg viatge per amor d’un jove màgic, Rajá, empès per la seva família a demostrar la grandesa dels seus poders. La tradició pesa. Després d’algunes proves fallides, Rajá, decideix voltar el món al llom d’una tortuga. Una mangosta l’acompanyarà durant el viatge: mars, muntanyes, tempestes, països i gents... La mirada menystenidora d’un tigre fa que Rajá entengui la seva poquesa. Quan Rajá torni NATHALIE MINNE El ladrón de palabras CARL NORAC Rajá, el mago más poderoso del mundo EDELVIVES, 32 PÀGINES, 19 € Il·lustracions d’Aurélia Fronty EDELVIVES, 48 PÀGINES, 16,50 € portarà a les ninetes dels ulls el rastre de tot el que ha vist: colors i formes. Tot el que haurà vist en els seus viatges la il·lusradora i dissenyadora tèxtil Aurélia Fronty, que ofereix una fantasia de colors perfectament combinats. Mostres de la seva colorista i vitenca producció són a www.aureliafronty.com, una visita virtual que recomanam. Colors, en efecte; i figu- res que ens recorden les que hi ha en els teixits orientals, a sedes asiàtiques... El treball de Carl Norac, l’autor del text, com sol passar en aquesta mena d’àlbums, queda un poc en segon terme, injustament. El relat, a la manera dels contes meravellosos de les Mil i una nits és molt bell; un relat d’amor, de compromís; d’esperança. Vegeu www.carlnorac.com per en su brillante Journal 2005, ejemplo viral de cómo un escenario anónimo, o casi, es palpado por la mano de la artista como modo de integrar la inexistente experiencia anterior a través de los muros, rejillas, puentes, etcétera que no ha sentido antes y que conforman su nueva realidad, su nuevo paisaje. Este trabajo es el motor de toda su obra y el reflejo de sus inquietudes. Más adelante, confirma esa “ausencia de memoria” hacia una mirada crítica sobre la sociedad contemporánea y la berlinesa en particular, con esas múltiples imágenes captadas en los (no)lugares de tránsito urbano. El vídeo de las dos sandías que son difíciles de transportar a dos manos, resulta la metáfora ideal para comprobar la difícil dualidad entre procedencia y destino, una dualidad no identitaria, no nacionalista, sino orgánica, cultural y social. Todo ello mostrado con imágenes que ayudan al espectador a identificar modos y comportamientos habituales en cualquiera de las sociedades occidentales desarrolladas. Fruto de esa reflexiva mirada, Mariana Vassileva se detiene en otros momentos de impacto inmediato, tanto en su aspecto visual como en el papel social que desempeñan. Ejemplos claros son JumpinMan o Tango, protagonizados ambos por ejemplares de nuestra sociedad urbana. Al saltarín ejecutivo se le une la propia artista que da unos pasos de tango sobre un campo de margaritas, una danza, como el salto, solitarios e impredecibles. Es el sino de nuestro tiempo, la soledad, el nihilismo, el individuo. Otros dos ejemplos en esa misma línea lo representan el hombre frente al mar observando el horizonte y otro que, desde la misma orilla, “torea” las olas. En todos ellos, la plasticidad de las imágenes se adhiera a nuestras retinas cargadas de un simbolismo riguroso pero amable. Cierra este apartado y la exposición un homenaje a la lechera de Vermeer, una imagen próxima a la iconografía de Viola, un loopde resonancias clásicas para confirmar la “liquidez” de la vida que sigue fluyendo y fluyendo. Menos interesantes resultan los vídeos mejicanos, traídos aquí para confirmar la dualidad de sus intereses artísticos. Anecdóticos y documentales, no llegan a trascender más allá de la imagen y de la buena intención evidentes. Más propios de la antropología documentalista tipo ONG, sorprenden al espectador en el contexto global de la muestra y, si bien es cierto, actúan de contrapunto al esplendor y belleza del resto, aparecen alejados de la naturalidad y reivindicación de las video artistas centro o sudamericanas, ejemplos claros como los de Coco Fusco, Regina J. Galindo o Beth Moisés, cuyas obras desprenden el pálpito vital de una sociedad que conocen y en la que se reconocen, aunque sea en el dolor. copsar la fecunda creativitat d’aquest autor, d’altra banda, apassionat viatger. El ladrón de palabras és obra, text i imatges, de Nathalie Minne. Radicalment distint de l’anterior pel que fa a tècnica, formes i models de dibuix, i també pel que fa als colors (més obscurs), és, no obstant, semblant en el text: l’amor n’és el motiu. La descoberta d’un sentiment universal. Al primer dels àlbums, el viatge serveix per reforçar una passió de temps; en aquest segon, el lladre de paraules s’adona, quan troba la nina que ha d’estimar, que les paraules que té emmagatzemades i classificades després de molts robatoris, no li basten; en necessita de noves. És el que ens ha passat un poc a tots quan descobrim el nou sentiment, la nova i definitiva emoció de l’enamorament primer: ens falten les paraules. Qualque pàgina d’El ladrón de palabras evoca Miró. Els ocells presents en tot el llibre, des de la dedicatòria fins a la penúltima doble plana, suggereixen la fragilitat de les paraules, o la seva capacitat de volar o de ser portades pel vent fins a l’oblit. També, la insignificància de les síl·labes, si es desordenen i perden el poder de portar significats. Minne usa el collage amb encert. Si no anam errats aquest és un dels seus primers treballs. Magnífic, d’altra banda. El text és, només, l’estímul suficient per a que la mirada cerqui en les imatges. Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 La cruda ambición de poder queda reflejada en la serie televisiva ‘Boss’ por medio de su protagonista, un alcalde de Chicago transmutado en un personaje de Shakespeare El escorpión Televisión FARHAD SAFINIA Boss CANAL STARZ, 8 EPISODIOS POR FRANCISCO GARCÍA PÉREZ Quizá que los extraordinarios ocho episodios que componen la serie de TV Boss no hayan provocado aplausos cerrados y entusiasmo espectador y expectante sin límites se deba tan solo a que cuenta, a lo bruto, lo que los periódicos cuentan, a lo suave, todos los días: nos toca vivir de nuevo unos tiempos (tantos ha habido ya como estos en la historia de la humanidad) en que la ética ha fallecido por mano violenta, en que quien posea principios morales solidarios da la risa y la carcajada al poderoso y al vecino, en que aquellos ambiciosos del mandar, gobernar, conspirar, robar, timar, humillar, estafar y depredar no encuentran límites a su locura. Es decir: como lo leo en las noticias, ¿para qué amargarme viéndolo tan a lo crudo? De ahí que serie tan excepcional no es que haya pasado desapercibida: es que, como mete miedo, muchos prefieren cambiar de canal, aterrorizados por la historia del alcalde Tom Kane. Si hay que poner un cadáver en la primera página para que una novela negra funcione, en la primera escena de Boss se ponen una silla, un escenario desolador de almacén, un par de personajes cara a cara (el alcalde de Chicago y su doctora) y un espeluznante diagnóstico. La médica viene a decirle al regidor Kane (interpretado de modo tan magistral por Kelsey Grammer que, a partir de ahora, no será para mí el protagonista de Frasier, sino el de Boss) lo siguiente: usted, Kelsey Grammer es Kane en la serie de televisión ‘Boss’. alcalde, se encuentra al inicio del espanto que significa la demencia por cuerpos de Lewy; o sea que, en un plazo cortísimo, sufrirá usted un deterioro en su sistema nervioso, en su cerebro, en sus funciones elementales que, para entendernos, será una mezcla de alzhéimer, párkinson y los Casi perfecto Continuando con su política de lujosas reediciones y cuidados recopilatorios La Cúpula nos ofrece ahora un integral de Swarte, refinado ilustrador a quien aprendimos a amar en Los Papalagui. Max se encarga de prologarlo Cómic POR FLORENTINO FLÓREZ Max, que estos días pasea su propia retrospectiva por Madrid, define al dibujante holandés como una de sus referencias, un maestro a estudiar y copiar. Swarte no alcanza los rigores geométricos de Ever Meulen, otra de las grandes influencias de Max, pero todos ellos comparten el gusto por las geografías conceptuales, siempre al borde de lo real y con tendencia al desenfreno rítmico, a la repetición de las paralelas y a los abismos axonométricos. Más allá de esos espacios imposibles hay dos aspectos por los que Swarte sobresale: sus tipografías y su empleo del color. En las primeras se desborda su gusto por las vanguardias, con continuas alusiones a DeStijl y compañía, convirtiendo la frialdad de los experimentos bauhausianos en juego y desparrame ca- ligráfico, siempre a medio camino entre Cassandre y Renner. Revisar sus experimentos caligráficos es una auténtica gozada para cualquier aficionado a las letras. En cuanto al color, sus gamas destacan por su minimalismo y contención. Y aquí sí que gana con creces a Meulen, que siempre resulta menos convincente en el terreno cromático. Hace años se publicaba una monografía que agrupaba los trabajos de Swarte como ilustrador y diseñador: carteles, portadas, marcas, escenografías, vidrieras, etc. Un conjunto delicioso y lleno de LA OPINIÓN infernales suplicios que usted quiera añadir; por último, se morirá usted: esto es lo que hay. En dos minutos, pues, de tele no se nos arroja un cadáver a la cara, sino la promesa de que el hombre más poderoso del Chicago de ahora mismo ha iniciado el camino hacia el horror, hacia Max, que estos días pasea su propia retrospectiva por Madrid, define al dibujante holandés Joost Swarte como una de sus referencias, un maestro humor, donde la deuda con Hergé se salda a base de ironía y una cierta frialdad postmoderna. Swarte es sin duda uno de los últimos grandes creadores de imágenes y Max acierta al señalar sus raíces vanguardistas, que el holandés exhibe y manipula sin inhibiciones. Pero… Así como aplaudo sin concesiones la labor gráfica de Swarte, debo reconocer que culminar la lectura de sus historietas me ha supuesto un esfuerzo monumental. Todo lo que resulta sutil y denota inteligencia en sus ilustraciones, se convierte en vulgar y repetitivo en sus cómics, que abusan de una violencia siempre gratuita y una voluntad provocadora un tanto repelente. En pocas palabras, el Swarte narrador es un plasta, no tiene ritmo ni sentido de la acción. Su puesta en escena es aburrida y en general nada de lo que cuenta tiene el menor interés. Todo esto, por supuesto, no es nuevo. Desde los orígenes del medio encontramos una profunda división. Por simplificarlo en un ejemplo me refiero a lo que va de Little Nemo a Prince Valiant. Algunos autores se inclinan por historietas en las que prima lo visual frente al relato, el dibujo frente al texto. Y otros lo subordinan todo al componente narrativo, a lo que se cuenta. Es esta una antigua lucha con partidarios y detractores en ambos Bellver 7 El alcalde Kane se llevará por delante a todo su entorno, destruyendo lo que puede, matando o anulando a tirios, troyanos, cómplices, protegidos, rivales y lo que haga o no haga falta la consunción total con tortura atroz de paso. Entonces, cabría pensar que el señor Kane va a dedicar los meses que le quedan a besar castamente a su esposa y pedirle los perdones de rigor; a reunir a su familia para recabar apoyo en la desolación; a recoger flores en el campo y abstraerse con atardeceres sobre un acantilado; a ayudar a los demás con la caridad y ternura que el ejercicio del cargo no le permitía hasta entonces. Qué va. Nada de eso. El alcalde Kane, transmutado en un personaje del Shakespeare mejor al conocer su mal, se llevará por delante a todo su entorno, destruyendo lo que puede, matando o anulando (por persona intermedia) a tirios, troyanos, secretarias, secretarios, amigos, cómplices, enemigos (naturalmente), rivales, protegidos y lo que haga o no haga falta. No puede ni quiere, en definitiva, escapar de su carácter: igual que el escorpión que mata a la rana que lo transporta a la otra orilla, ahogándose ambos, porque no puede dejar de ser un escorpión, el alcalde de Chicago desarma todo cuanto le rodea, porque no puede dejar de ser un arquetipo del poderoso, porque en su esencia está esa falta de empatía, esa psicopatología que es base y cuerpo del Poder. ¿Cómo reaccionan los suyos? Pues, a todos los pilla con el paso cambiado, pues todos están a lo mismo que el gran Boss, que el gran jefe: a llegar a la cima que sea pisando los sesos a quien sea, sin reparar en medios, traicionando, vendiendo o vendiéndose, no viéndose jamás hartos de chapotear entre mierda. La esposa canalla; la infiel mano derecha (¡qué interpretación fría, hipnótica de Kathleen Robertson!) y el infiel perro faldero; el viejo sinvergüenza y repulsivo candidato a gobernador; el joven sinvergüenza y repulsivo candidato a gobernador; la liante y liada hija; el camello romántico; el periodista trepa… Quien ambiciona el Poder nunca tiene bastante: ese es su carácter y Boss su serie. bandos. Personalmente, no me parece adecuado inclinarme por ninguna facción si no nos atenemos a los casos concretos. Krazy Kat, un tebeo misógino y futurista en su plasmación gráfica, adorado por autores como Mariscal o el mismo Swarte entre otros muchos, me resulta ilegible y pesadísimo. Pero admiro el ya citado Little Nemo, que apenas cuenta nada pero desborda imaginación y fantasía por cada centímetro de sus barrocas viñetas. Supongo que el ideal estaría en cierta situación de equilibrio, grafismos experimentales que acompañen historias con interés. Pero mientras la discusión se base en polarizar posiciones, sacrificando aspectos narrativos o gráficos, no creo que ayudemos al avance de esta forma de arte que denominamos cómic. Swarte, desde luego, quita las ganas de leer más tebeos, aunque sea un extraordinario dibujante… de otras cosas. JOOST SWARTE Casi Completo LA CÚPULA, 144 PÁGINAS, 25 € 8 Bellver La darrera Diario de Mallorca JUEVES, 22 DE MARZO DE 2012 Biel Mesquida Plagueta de notes (CDXLIX) Felícia Fuster ha partit de puntetes UNA POETA D’ALTES TENSIONS. No sé qui va ser la primera persona que em recomanà els poemes de Felícia Fuster. Però tenc molt present que quan em vaig posar a llegir els seus versos vaig quedar enlluernat, estabornit, entregat, seduït. Era una obra insòlita feta per una dona amb una forta consciència de la llengua que em mostrava la força reveladora dels mots, la capacitat de recerca en el si dels llenguatges, la invenció d’imatges originals i la desolada existencialitat d’un món propi, per dir de cop alguns dels trets que més m’impressionaren en la primera lectura. Vaig moure cel i terra per saber coses d’ella. Vaig llegir tot quant havia publicat: Una cançó per a ningú i trenta diàlegs inútils (Proa, 1984), Aquelles cordes del vent (Proa, 1987), I encara (Edicions 3i4, 1987), Passarel·les/Mosaïques (Cafè Central, 1992), Versió original (Germania, 1996), Sorra de temps absent (Pagès, 1998) i Postals no escrites (Proa, 2001). I ara tots aquests llibres, a més de les seves traduccions de poesia japonesa i pròlegs i epílegs, es poden trobar a Obra poètica (Proa) a cura de Lluïsa Julià. Altament recomanable! Vaig quedar fascinat per la potència d’aquella obra insospitada, com un tresor amagat que apareixia amb tota la seva riquesa i polifonia. Havia nascut a Barcelona l’any 1921, era poeta, pintora i traductora i des dels anys cinquanta vivia a París. Vaig cercar el seu telèfon. No va ser fàcil contactar amb ella. La vaig trobar i parlàrem molt de temps. Li vaig explicar que volia que vingués a Mallorca dins el marc del Festival de Poesia de la Mediterrània, li vaig contar les meravelles de l’illa que no coneixia, del Festival amb el contacte amb poetes d’arreu del món, de l’ambient extraordinari que es creava. Li vaig dir de formes molt diverses com m’agradaven els seus versos, 01 L’escriptora i pintora catalana Felícia Fuster. el descobriment que havien representat per a mi, la força visualitzadora i publicitadora del Festival per a la seva obra. M’anava dient que sí a tot, però al final el resultat fou que no. Em confessà que estava malalta després d’un viatge a la Xina i que aquesta malaltia li reduïa molt el moviment. Li vaig aplanar el camí. Li vaig assegurar que aniria a París i l’acompanyaria, que viatjaríem damunt una estora voladora, que tot seria meravellós. Ella reia i em deixava parlar, però al final la seva veu lúcida i serena em va donar les gràcies per tota aquella invitació i per les meves paraules i em va dir que no podria venir. La dona activa, enriolada, comunicativa sabia que no podia fer aquell viatge. Vaig tenir un disgust. Em pensava que havia estat a punt de convèncer-la. Després algú em va dir que ja no es movia mai de la seva residència parisenca. UNA VIDA DE NOVEL·LA. Des d’aquesta feta no m’he aturat de llegir i rellegir Felícia Fuster. M’agrada com s’expressa, com es diu, com es conta: “Qui sóc, què sóc, com m’han fet?, i què m’ha fet la vida?, per què parlo i escric? Que difícil és contestar! Per a fer-ho es necessitaria una altra vida. Només diré que he nascut vora del mar –a la Barceloneta–, quan aquest barri era com un món petit o una gran casa, perquè tothom es coneixia, i que m’he adormit més d’una vegada sentint les onades i el vent que xiula. He fet el meu camí navegant com dins d’una Arca de Noè, poblada d’estris 02 de treball (en lloc de bèsties) i de paraules. Abans de les nines, he conegut el gust de la sal… Tota la meva família era catalana. Els meus avis tenien una ferreteria a la Barceloneta i tant el meu pare com la meva mare hi treballaven. A la botiga se sentia parlar el català de maneres diferents. Record que hi havia molts de valencians al barri i venien a la botiga, a comprar. Per anar a escola també n’havia de sortir, en creuava els límits i anava a ciutat, travessant Santa Maria del Mar amunt... De ben petita ja tenia afició a escriure, potser perquè la meva mare també feia versos. Els feia bonics, m’interessaven. Això va fer que jo em sentís molt empesa a escriure. Dibuixava i pintava pel goig de fer-ho i pels meus pares, que n’estaven molt contents. Després vaig anar a l’Institut de la Dona Catalana i després vaig fer el batxillerat a l’Institut Maragall. Quan acabava les classes, al vespre, anava a l’Escola Massana. Això era cap a l’any 1931, però fins a l’any 1935 no vaig començar les especialitats. A la Massana hi vaig estudiar durant 10 anys: dibuix, pintura, i més tard vidre i gravat.” Quin bell autobiografema! Felícia Fuster pertanyia a aquest grup de poetes estamenejats per la guerra civil –Jordi Sarsanedas, Maria Beneyto, Màrius Sampere, Blai Bonet, etc.– que, arranats per un temps de dictadura asfixiant i persecució del català, fugen per allà on poden i fan unes obres amarades d’unes llibertats absolutes i plenes d’invencions. Ara Felícia Fuster, entre un silenci mediàtic excessiu, ha partit de puntetes, als 91 anys. Va morir el proppassat dissabte 3 de març de MMXII a les 6 del matí a París i ens ha deixat una obra literària i pictòrica que perdurarà. I també una fundació a Barcelona per ajudar persones sense possibilitats econòmiques a fer estudis superiors. Felícia Fuster: noble i sàvia pintora i escriptora. No t’oblidaré! Nueva ola y añejas bandas (sonoras) Paseo de ronda POR FERNANDO ALOMAR Repaso de la actualidad discográfica, subnegociado bandas sonoras. Coincidiendo (feliz casualidad) con la implosión de nostalgia derramada en los Oscars, Universal publica una joya para músico-cinéfilos: Nouvelle Vague, chanson et musiques de films. Tres discos y un librito recopilan las bandas sonoras del momento álgido de la nueva ola francesa, cuando Godard, Truffaut, Chabrol, Rohmer o Rivette desbancaron a la vieja guardia de la posguerra. Cuatro horas de música variada con los fetiches de cada cineasta, Delerue/Truffaut, Jansen/Chabrol o los experimentos de Godard. En los temas específicos, para cada filme, el caro capricho de Truffaut al contratar a Bernard Herrmann. En temas de apoyo, fobias y filias evidentes. Rock y yeyé vetados, actrices haciendo sus pinitos en la chanson (Jeanne Moureau, Brigitte Bardot, Anna Karina), jazz, mucho jazz (Miles Davis, Michel Legrand), y superventas (Sacha Distel, Serge Gainsbourg). Antológica recopilación. 01 Más propuestas: La banda sonora de The Artist regala música clásica, reminiscentes de la época retratada, a cargo de Ludovic Bource y temas populares como Pennies from Heaven o el Jubilee Stomp de Duke Ellington. La de Medianoche en París nos lleva, como el taxista, a los animados garitos del Sena. Embelesan Conal Fawkes recreando al Cole Porter más puro, los acordeones de François Parisi, los bises de charlestón, el clarinete de Sidney Bechet o la pura voz de Josephine Baker. La banda sonora de Los descendientes es un relajante y genuino paseo por las raíces musicales de Hawai (Gabby Pahinui, Ray Kane, Sonny Chillingworth o el reverendo Dennis Kamahaki). Opuesta y contundente es la de Drive. La música de Cliff Martinez refuerza la adrenalina del filme con sintetizadores añejos y mesmerizantes. El electro house inicial de Kavisnly & Lovefoxx, Night call, lleva 11 millones largos de visitas en Youtube. Jeanne Moreau en la película de Truffaut ‘Jules y Jim’. Descorchado y libado (los afortunados) el champán de los Oscars, medio Hollywood tiembla ante los inminentes Razzies a las peores películas del año. Como es norma de la casa, no miran nombres, cachés o tra- yectorias previas. Este año copan las nominaciones: a) Jack y su gemela, con Adam Sandler nominado en categoría masculina y femenina, Al Pacino (¿cómo se le ocurrió meterse ahí?) y Katie Holmes. Santiago Segura se libra de 02 03 que no haya premio al peor actor forastero. b) La primera parte de la tercera parte de la saga Crepúsculo. c) También están nominados Nicolas Cage o Sarah Palin (la auténtica) por su aparición en The undefeated.
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