UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN UNSAM - ARGENTINA MAESTRÍA EN DESARROLLO LOCAL | UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID UAM - ESPAÑA PROMOCIÓN 2006/07 tesis de maestría ¿cómo gestionar las diferencias? LA ARTICULACIÓN DE ACTORES PARA EL DESARROLLO LOCAL JAVIER MARSIGLIA DIRECTOR DE TESIS: Dr. JOSÉ AROCENA MONTEVIDEO, URUGUAY, Setiembre de 2009 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. agradecimientos Un trabajo de estas características siempre es una aventura intelectual desafiante. En mi caso significó poner en diálogo lo recibido en el cursado de la Maestría, con la acumulación de unos cuantos años trabajando en la temática del desarrollo local y las incertidumbres -y a la vez el estímulo- que me generaba el tema elegido como objeto de análisis. Cuando uno se enfrenta con el difícil arte de poner en palabras las ideas y las reflexiones que quiere trasmitir, por suerte aparecen las compañías que hacen más llevadero el camino. Quiero testimoniar en estas páginas mis agradecimientos. A quiénes hacen posible la Maestría de Desarrollo Local de la UNSAM-UAM. Quiero personificarlo en Oscar Madoery y María Eugenia Schmuck como director y coordinadora académica de la misma, por quiénes en lo personal me sentí realmente apoyado y estimulado desde el primer momento. En ellos, agradezco a todo el equipo de la Maestría y del CEDET que supieron estar disponibles siempre. La oportunidad de cursarla y culminar con este trabajo, significaron para mí hacer un alto en el camino para renovar las ideas, escuchar otras campanas y fortalecer algunas convicciones. Quiero agradecer también a mis compañeros y compañeras de la Maestría, que hicieron que esta experiencia de dos años de convivencia y aprendizaje compartido, fuera vivida en un clima de confraternidad, intercambio fluido y calidez humana. A Diego Capandeguy, compañero de aventura en la coordinación del trabajo en Villa Merlo. Sus aportes desde la mirada del urbanismo y el ordenamiento territorial, me brindaron ideas muy sugerentes que me convencieron una vez más de la importancia del intercambio interdisciplinario en estas temáticas. Todo ello, en el plano de la amistad que hemos podido construir en este tiempo. A mi director de tesis, José Arocena, por los aportes a este trabajo, pero sobre todo por los más de 20 años compartidos en torno al desarrollo local. A su lado, aprendí una forma de investigar y mirar lo local, que me permitió ampliar mi acumulación como trabajador social, con una reflexión multidimensional e integral de las problemáticas territoriales. A mi amiga y colega Graciela Pintos. Son también muchos años que llevamos compartiendo prácticas y reflexiones sobre estas temáticas. En las diferentes charlas que hemos tenido durante la redacción de la tesis, he recibido una serie de sugerencias y aportes en lo teórico en lo metodológico y en las pistas para la intervención. Siento que hemos hecho también una nueva síntesis en este intercambio, del que rescato mucho aprendizaje y estímulo para adelante. A Natalia Olivera por su disponibilidad y apoyo calificado en la edición del texto, cuidando los detalles y haciéndolo más amigable para el lector. A Mirta, mi compañera de la vida. Por estar a mi lado siempre, con el apoyo, el estímulo permanente, el aporte de ideas, la lectura crítica y sobre todo la fuerza que da el afecto para transitar en los momentos de incertidumbre. 1 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. índice Agradecimientos 1 parte I. Capítulo 1. Introducción. ENCUADRE DEL TRABAJO 5 1.1. Justificación y alcances del trabajo 1.2. Objetivos 7 1.3. Hipótesis de investigación 8 1.4. Estrategia metodológica 8 parte II. 5 MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO Capítulo 2. Democracia, desarrollo, territorio y actores sociales. Una apuesta a gestionar la diversidad. 11 2.1. ¿Cómo construir la unidad en la diversidad en la sociedad contemporánea? 12 2.2. Democracia, desarrollo, derechos humanos y ciudadanía social 16 2. 3. Algunos ejes del debate actual sobre el desarrollo local 20 2.3.1. Desarrollo local en la globalización: el desafío de reinventar los territorios 21 2.3.2. El valor de lo específico: las identidades culturales 23 2.3.3. Las miradas del Estado y de la Sociedad Civil. La gobernanza y el capital 24 social de los territorios Capítulo 3. Los actores locales como protagonistas del desarrollo: conceptos, roles y 31 relaciones sistémicas Capítulo 4. ¿De qué hablamos cuando nos referimos a articulación de actores para el desarrollo local? 38 parte III. ENTRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA: ANALIZANDO LA ARTICULACIÓN DE ACTORES DESDE LOS TERRITORIOS Capítulo 5. Los elementos en juego en la articulación a la luz de los casos seleccionados en Argentina y Uruguay. 46 5.1.1. Los modelos de desarrollo económico local en debate 5.1.2. La relevancia de la identidad cultural 53 48 2 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 5.1.3. Las problemáticas sociales del territorio y sus niveles de integración 57 5.1.4. La dimensión política y la construcción de una agenda pública sobre los asuntos del territorio 60 5.1.5. La articulación de actores en la trayectoria de los territorios 63 5.2. Los actores y sus relaciones. Funcionamiento del sistema local y niveles de articulación observables 65 5.3. La gestión de la articulación para el desarrollo territorial 72 5.4. La articulación entre los diferentes niveles territoriales (relación con el afuera: con otros niveles territoriales y con las políticas públicas) 75 5.5. Los recursos aplicables a los procesos de articulación en el territorio 78 parte IV. RECAPITULACIÓN, CONCLUSIONES Y DESAFÍOS Capítulo 6. Principales conclusiones, lecciones aprendidas y desafíos para la gestión. 81 6.1. Acerca del concepto de articulación de actores para el desarrollo local y su relación con el contexto territorial 81 6.2. Acerca de las estrategias de los diferentes actores y la gestión de las diferencias 83 6.3. Acerca de las políticas públicas territoriales y sus efectos en la articulación de 87 actores 6.4. Algunas pautas para la gestión de la articulación a la luz del análisis de las experiencias 89 6.5. Acerca del alcance y la viabilidad futura de los procesos de desarrollo local 92 94 6.6. A modo de balance y cierre Bibliografía 97 anexo I Pauta de análisis de la articulación en los territorios 104 anexo II BREVE DESCRIPCIÓN DE LA PALOMA- DEPARTAMENTO DE ROCHA 107 anexo III BREVE DESCRIPCIÓN DE VILLA DE MERLO-PROVINCIA DE SAN LUIS 132 3 parte I ENCUADRE DEL TRABAJO Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. capítulo 1 Introducción 1.1. Justificación y alcances del trabajo El presente trabajo pretende brindar un aporte a la comprensión de la categoría conceptual “articulación de actores” para el desarrollo local y su aplicación al análisis de los territorios de la región, particularmente de los municipios uruguayos y argentinos. Es un trabajo enfocado desde una perspectiva teórico-metodológica y con un anclaje en el análisis de diferentes modalidades de intervención a nivel territorial orientadas al desarrollo local. Se enfatiza en la problemática de la constitución de actores y de ámbitos multiactorales en los territorios, los que se entiende pueden operar como espacios de construcción de procesos de desarrollo local, si logran un funcionamiento basado en la búsqueda de acuerdos y en la cooperación. El acento está puesto en el análisis de las condiciones que facilitan u obstaculizan la articulación de actores y el surgimiento, constitución y funcionamiento de los ámbitos multiactorales como espacios de concreción de iniciativas y proyectos orientados al desarrollo local. Dichos proyectos expresarían potencialmente visiones comunes de los diferentes actores sobre el futuro de los territorios. La idea es centrarse en las condiciones para, más que en el análisis de los resultados de la intervención. Además de los elementos de justificación anotados, en esta primera parte del texto que consta de este primer capítulo, haremos referencia a las principales orientaciones metodológicas que guían nuestro trabajo. En una segunda parte, de carácter teórico que se organiza en tres capítulos, analizamos los cambios en la sociedad contemporánea en un contexto de 5 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. globalización. En el capítulo 2, retomamos algunos planteos relativamente recientes en la región que propugnan avanzar en la profundización democrática, a través del respeto de los derechos humanos, desde una concepción amplia de los mismos y desde la construcción de la ciudadanía social. Esta perspectiva teórica, busca comprender las relaciones entre el Estado y la Sociedad Civil y entre los diferentes actores en democracia, apostando a un proyecto común que apele a una diversidad incluyente. El recorrido teórico se basa en la propia concepción del desarrollo local. Sin entrar en profundidad en la consideración de los diferentes enfoques del tema, optamos por una conceptualización operativa para el abordaje de los asuntos centrales propuestos en el trabajo. Hacemos hincapié en las principales transformaciones en los territorios en un contexto de globalización y su incidencia en la construcción de un modelo de desarrollo que admite un abordaje complejo, multidimensional e inserto en la tensión local-global. A la vez, rescatamos la importancia de las referencias identitarias y la construcción de nuevas formas de gobernabilidad y capital social en las comunidades. En un tercer capítulo, nos detenemos en el análisis del concepto de actor local y de las relaciones entre actor y sistema, haciendo referencia a los diferentes “jugadores” y roles en el escenario territorial. Analizamos las consecuencias que ello trae aparejado en el campo de las relaciones “entre diferentes” y sus impactos en las políticas y gestión, tanto desde la mirada del Estado como de la Sociedad Civil. Como cierre del abordaje teórico, en un cuarto capítulo, de corte más metodológico, analizamos con detenimiento la idea de la articulación de actores como clave de análisis y de intervención en procesos de desarrollo local. Aquí se pasa revista al concepto de articulación, sus posibilidades de definición, su aplicación a los territorios y al análisis de las relaciones entre los diferentes actores. Se abordan las claves que permitirían comprender dichas relaciones, sus tensiones, conflictos, cooperación y en última instancia las condiciones para la construcción de un proyecto colectivo de desarrollo local. 6 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La tercera parte del texto se divide en dos capítulos. En el capítulo quinto, tomando en consideración el marco teórico y metodológico expuesto y, en base a datos de las experiencias estudiadas, ponemos a prueba los conceptos trabajados relacionándolos con la mirada de los actores en los territorios considerados. El capítulo seis se cierra con “lecciones aprendidas” que alimentan las conclusiones generales y algunas recomendaciones para la intervención en procesos de desarrollo local basados en la articulación de actores territoriales. 1.2. Objetivos Los objetivos que han guiado el trabajo son los siguientes: a) Contribuir a la reflexión teórico-metodológica sobre el desarrollo local, profundizando en el análisis de la categoría “articulación de actores”, a través de: la identificación y análisis de los elementos que permiten conceptualizarla, la definición de los factores que facilitan o limitan su concreción en los territorios y de la revisión de los dispositivos organizacionales y mecanismos de relación entre los diferentes actores, para facilitar la concertación en torno a proyectos colectivos para el territorio. b) Proponer un esquema analítico con pautas operativas que permitan mejorar las modalidades de intervención territorial, orientadas al diseño e implementación de proyectos de desarrollo local, gestionados sobre la base de acuerdos multiactorales. 7 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 1.3. Hipótesis de investigación Hemos formulado dos hipótesis centrales de investigación: La categoría “articulación de actores para el desarrollo local” puede definirse a través de la utilización de una serie de conceptos teóricos asociados que se vinculan a una comprensión compleja de la “unidad en la diversidad” (E. Morin) en el mundo contemporáneo. La generación de conocimientos y herramientas aplicables a la “gestión de las diferencias” en procesos de desarrollo local, pasa en buena medida por conocer las modalidades concretas que asume la articulación entre las diferentes categorías de actores en el territorio y la identificación de aquellos “mínimos de cooperación” que los motivan a actuar en forma articulada. 1.4. Estrategia metodológica. La tesis combina características de trabajo monográfico y de investigación empírica. Por un lado, procura a través de la revisión y análisis teórico, producir nuevos conocimientos en una temática que entendemos prioritaria para el desarrollo local y que se ha desarrollado escasamente. A la vez, recoge elementos de dos investigaciones empíricas en las que participó el autor, los que son sistematizados y analizados en relación a los objetivos del trabajo, procurando llegar a conclusiones que puedan ser novedosas y consistentes para el objeto de estudio. La investigación se basó en dos fuentes de información principales: a) la recopilación bibliográfica y documental sobre la temática elegida, buscando priorizar aquellos autores y trabajos que particularmente en Europa y en el Cono Sur de América Latina, han puesto el acento en los elementos teóricometodológicos que nos interesa desarrollar. 8 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. b) el análisis de algunas experiencias sistematizadas o sobre las que estamos interviniendo directamente, en el contexto argentino y uruguayo, que proponemos operen como casos de ilustración de la reflexión teórica y que permitan analizar con mayor profundidad aquellos factores que favorecen o limitan la construcción e implementación de espacios de articulación de actores locales. En relación a este último punto, nos centramos en los resultados de dos investigaciones cualitativas, una en Uruguay y otra en Argentina, en las que intervino el autor. En ellas, se aborda en forma específica la temática de la articulación, lo que nos permite analizar situaciones diferentes en la configuración de los sistemas de actores, pero con algunos puntos de contacto interesantes. En ambas, se ha planteado la necesidad de algún tipo de articulación de esfuerzos en torno a proyectos colectivos. Los casos de referencia son la localidad de La Paloma (Departamento de Rocha-Uruguay) y el Municipio de Villa de Merlo (Provincia de San Luis-Argentina). En cuanto a las herramientas específicas diseñadas para este estudio, se ha construido una pauta de análisis de las experiencias de articulación observadas. Esta pauta incorpora las principales variables extraídas del marco teórico, referidas a la articulación de actores y a los factores que la favorecen o la obstaculizan. Se definieron algunos indicadores para cada variable que permitieron releer la información, en función de las categorías de análisis trabajadas. El propósito de este análisis es hacer pie en las experiencias, pero los casos no son el objeto de estudio, sino que se toman como ilustración de las reflexiones. El asunto que nos preocupa es entender mejor la articulación de actores en un escenario territorial. ¿De qué depende?, ¿qué implica?, ¿qué la facilita y qué la frena u obstaculiza? Definir los márgenes de esa articulación y sus posibilidades efectivas de contribuir a la construcción del desarrollo local. 9 parte II MARCO TEÓRICO-METODOLÓGICO Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. capítulo 2 Democracia, desarrollo, territorio y actores sociales. Una apuesta a gestionar la diversidad “Henos aquí, entonces al pie del cañón. Busquemos ahora una respuesta al enigma: ¿cómo vivir juntos con nuestras diferencias, cómo articular los éxitos de la razón instrumental con la defensa cada vez más radical de las identidades personales y colectivas?” Alain Touraine El propósito que anima este trabajo es contribuir a identificar aquellos elementos que podrían facilitar la cooperación entre diferentes actores territoriales para construir proyectos colectivos orientados al desarrollo local. Sin pretender incursionar en discusiones teóricas y filosóficas de fondo, es inevitable hacer referencia a algunos supuestos que nos remiten a debates contemporáneos que aparecen como soporte y se cuelan permanentemente por la ventana de nuestras reflexiones. Hablamos por ejemplo del contexto de la globalización amenazante con su racionalidad instrumental, vs. las identidades culturales que actúan muchas veces como refugio de las comunidades. De la idea de un sujeto que busca ser actor procurando combinar muchas veces estas visiones contradictorias que actúan en tensión permanente…o también, apelando a ser mero espectador de los acontecimientos refugiándose en su vida privada. “Un microuniverso integrado y un microespacio abierto no se contradicen, no se destruyen mutuamente, al menos si entre ellos surgen mediadores. Estos deben ser actores, productores de transformaciones, creadores de sentido. Lo que lleva reconocer que, para vivir en la modernidad, no tenemos que elegir entre la unidad impuesta por una comunidad y la competencia salvaje, entre el imperio de los mercados y los reinos integristas y nacionalistas: nos basta vivir en la complementariedad de un mundo abierto (y hasta fragmentado) y un Sujeto que 11 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. lucha por dar sentido a su experiencia de vida, individual y colectiva” (A. Touraine: 1997). Estos dilemas globales tienen expresiones que son también territoriales y que hacen a la pregunta del título de nuestro trabajo: ¿cómo gestionar las diferencias? Pero las respuestas -siempre complejas- no pueden venir solamente del campo de la gestión. Encierran un desafío teórico que hace a la revisión de la propia idea del desarrollo; de las relaciones sociales en un mundo diverso y plural; de las capacidades y posibilidades de elección en un contexto de inequidades múltiples; de la disminución de los caminos de encuentro, tolerancia e integración social en una sociedad que presenta cada vez más exclusiones. ¿Cómo generar esas capacidades; cuáles son las posibilidades reales de elegir? ¿Quiénes son o pueden ser esos “mediadores” que acerquen puntos de vista, que tiendan puentes entre los diferentes? ¿Cómo caminar hacia una sociedad y un desarrollo más incluyente, con mayor cohesión social? ¿Qué rol le cabe a los territorios para aportar respuestas eficaces a estas preguntas? No existen respuestas completas a las mismas y nosotros tampoco estaríamos en condiciones de darlas a partir de este trabajo. Sí nos anima un intento de contribuir a una búsqueda abierta y aportar desde el campo de actuación que nos toca en el desarrollo local algunas pistas que nos permitan avanzar en este camino. 2.1. ¿Cómo construir la unidad en la diversidad en la sociedad contemporánea? Edgar Morin nos invita a mirar desde el paradigma de la complejidad los cambios importantes que se están dando en nuestras sociedades contemporáneas en el contexto de la globalización. Esta invitación nos estimula analizar en clave latinoamericana, una serie de propuestas teóricas y reflexiones que se han realizado en los últimos años para procurar entender mejor esos cambios y vincularlos con la mejor comprensión de los procesos de desarrollo, tanto a escala nacional como local (E. Morin: 1994). 12 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La tensión que plantea Morin entre “la unidad genérica de la especie humana y el respeto por la diversidad” viene precisamente a nuestra ayuda para avanzar en esta perspectiva de análisis. Uno de los dilemas de la sociedad contemporánea es precisamente hacer una construcción nueva de la unidad que se haga cargo de la diferencia. Unidad y Diferencia nunca van a dejar de ser opuestos, pero se deben alimentar recíprocamente. Los opuestos siempre van a seguir existiendo y sería contradictorio un ámbito de coordinación que los anulara. Una de las claves es descubrir -al decir de José Arocena- donde están “los mínimos de cooperación”. ¿Cuáles son aquellos asuntos de la esfera pública que habilitan la articulación entre diferentes actores y niveles institucionales sin anular las diferencias, apelando a respetar la diversidad? Estamos viviendo una crisis de lo colectivo y en particular de los partidos políticos y los movimientos sociales tradicionales como expresiones abarcadoras de la participación social. A la vez, como lo han señalado varios autores, nos encontramos con la emergencia del sujeto, del ciudadano y de nuevas formas de organización social (como las redes sociales) que apelan mucho más a la persona, a las identidades. Venimos de una lectura única y dominante de la historia. Los modelos institucionales de la modernidad asociados a la ciencia, la historia, la familia, la educación, entran en crisis porque caen los sistemas de valores que informaban esas instituciones. Al caer estos elementos que daban unidad, hoy se hace una lectura diferenciada. No hay una lectura sustituta y aparecen las diferencias en estado puro y a veces estas se expresan en forma violenta, cuando tocan identidades culturales, étnicas o territoriales que se autoperciben como dominadas o amenazadas por otros. Tenemos varios ejemplos en el mundo contemporáneo de la expresión radical de las diferencias buscando la eliminación del contrario. “La crisis de la tentativa modernista racionalizadora, plantea también el riesgo de buscar formas de proximidad alternativas en la vuelta a las estructuras preindustriales, el refugio en la comunidad perdida o la defensa radical de la diferencia en su estado puro. La humanidad se ve así amenazada por todos los 13 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. integrismos y fundamentalismos. Se produce una explosión desarticulada de las diferencias, ya sea de los localismos, regionalismos y nacionalismos, como de las particularidades étnicas...” (José Arocena: 2001: 61). La racionalidad instrumental propia de la modernidad vs. la gestión de las diferencias. He aquí una tensión básica que tiene que ver con una de las claves analíticas de la crisis de la modernidad. Uno de los desafíos centrales de nuestras sociedades contemporáneas, está en que la diferencia sea capaz de convivir sin eliminarse. Se trata de la articulación de las diferencias, sin dejar de ser diferentes. Una de las formas de proximidad típicas del modelo industrial ha sido la relación de las personas con el mundo del trabajo y es aquí donde se manifiesta con más vigor esta crisis. Los cambios en los modos de producción, la aparición de nuevas tecnologías que reducen la mano de obra menos calificada y por lo tanto la pérdida de puestos de trabajo, es una manifestación de esa desintegración social. El riesgo de quedar al margen de una de las formas tradicionales de socialización, como lo ha sido la pertenencia a un grupo humano que comparte relaciones en el mundo laboral, es uno de los dilemas de la sociedad contemporánea. “El mundo vive la transición de una sociedad centrada en el trabajo y la industria hacia otra centrada en el conocimiento y la información. Como consecuencia de estos procesos de transformación histórica hay una creciente complejización y diferenciación de las sociedades, tanto en el interior de sus relaciones como en las relaciones entre sociedades desarrolladas y sociedades en vías de desarrollo... Sin embargo, no todas las sociedades y sus Estados se vinculan de la misma manera a los procesos de cambio y globalización; de modo tal que pueden distinguirse al menos dos formas; o se da una vinculación pasiva con tendencia a la descomposición social, o una vinculación más proactiva que estimula el desarrollo de capacidades para incidir en esos procesos desde las particularidades históricas...” (Fernando Calderón: 2007: 33-34) Esta realidad vivida por nuestras sociedades latinoamericanas nos interroga sobre cuáles son sus reales capacidades y masa crítica para enfrentar estos desafíos. La respuesta es necesariamente heterogénea y admite situaciones diversas no solo 14 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. entre países, sino entre los diferentes espacios territoriales de un mismo país. Estos cambios no solo afectan a las naciones, sino que repercuten inexorablemente en los territorios. Al verse interpelados por este proceso de transformación, los territorios reaccionan de manera diferencial, en función de su dotación de recursos, capacidades, nivel de institucionalidad y calidad de sus sistemas democráticos y modalidades de inserción en el contexto global. La realidad latinoamericana nos muestra en el pasado reciente cambios en los regímenes de gobierno, a través del pasaje de dictaduras a democracias en la mayoría de los países, las que en líneas generales se han ido consolidando como dato positivo, más allá de algunas situaciones de debilidad institucional; crecimiento económico sostenido en los últimos años a pesar de la crisis internacional reciente y cierta mejora en los indicadores generales de calidad de vida. Pero esto ha ocurrido también bajo el signo de la pobreza, la exclusión y situaciones de desigualdad internas y entre países que reflejan dificultades estructurales que se arrastran de mucho tiempo. No en vano, América Latina es el continente más desigual del mundo. Además, en los últimos tiempos hemos presenciado un acotamiento de las conversaciones tolerantes, las prácticas políticas articuladoras de diferencias y las transparencias institucionales, situación especialmente critica en algunos de los países de la región. Por lo tanto, la situación actual del continente frente a la globalización, necesita de actores políticos y sociales que puedan construir un desarrollo humano con integración social. Para ello, se precisa avanzar en el fortalecimiento de las democracias; generar una mayor expansión de la ciudadanía; continuar los procesos de reforma educativa, mejorando las capacidades de los países de adaptarse a los desafíos de los tiempos que corren; incorporar mejoras a la burocracia estatal, buscando acercarla a los ciudadanos (descentralización) y en última instancia promover un modelo de desarrollo más inclusivo y sostenible, términos frecuentemente esquivos. Precisamente la perspectiva del desarrollo humano que surge en los 90 a través de los Informes Anuales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y que abreva en el pensamiento de algunos autores como Amartya Sen, se 15 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. ha convertido en una alternativa para renovar el pensamiento y la acción en el campo del desarrollo. Más allá de algunas críticas a sus dificultades para promover procesos de desarrollo económico sostenibles y para operativizar sus postulados, es una concepción que pone el acento en la dignidad de la persona humana, su libertad y “el aumento de la capacidad de elección del mayor número de personas”. 2.2. Democracia, desarrollo, derechos humanos y ciudadanía social La construcción del desarrollo es entonces un desafío que cada vez más se vincula con la integración social, la distribución equitativa de los ingresos y la búsqueda de niveles crecientes de participación ciudadana en las decisiones colectivas. “...Un desarrollo basado en la ciudadanía social conlleva la decisión de una sociedad de vivir entre iguales, lo que no implica homogeneidad en las formas de vivir y pensar, sino una institucionalidad incluyente que asegura a todos las oportunidades de participar en los beneficios de la vida colectiva y en las decisiones que se toman respecto de cómo orientarla...Una sociedad de iguales implica una sociedad justa…Más aún, según J. Rawls la eficacia económica debe subordinarse a esta justicia política de iguales libertades y de igualdad de oportunidades.” (Martín Hopenhayn: 2007:171) Este planteo nos lleva de la mano a la consideración de las relaciones entre democracia, desarrollo, derechos humanos y ciudadanía. La perspectiva de los derechos no se agota en los llamados derechos civiles y políticos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino que incluye los llamados derechos económicos, sociales y culturales o derechos de segunda generación que están más vinculados con la expresión del bienestar social de las personas y comunidades. Implica articular derechos individuales con derechos colectivos, tomando como base de la ciudadanía social “el reconocimiento del otro en tanto otro” y por lo tanto evitando la disociación o las visiones dicotómicas entre los diferentes derechos mencionados. “La ciudadanía definida como la “titularidad de derechos” pide ser ampliada para buscar una mayor participación basada en la diferencia, la interculturalidad y el 16 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. multiculturalismo. El reclamo de ciudadanía se desplaza hacia la igualdad en la diferencia, pero al mismo tiempo al reconocimiento de las especificidades… Los factores culturales, territoriales o de adscripción, devienen temas de ciudadanía activa, entendida en sentido republicano como práctica y demanda de participación y pertenencia” (Martín Hopenhayn: 2007:183). En línea con lo planteado por Amartya Sen, sólo con un reparto de recursos, poderes, libertades y oportunidades, es posible conjugar una mejor distribución entre la población de los beneficios sociales. Pero este sistema de reparto supone reordenar las funciones del Estado, su relación con la sociedad civil y la forma como el crecimiento económico se distribuye de manera más equitativa. “Se trataría de crear una comunidad política de diferentes, donde la identidad se establezca a través de compartir reglas que organicen la relación civil entre actores y ciudadanos, que de otro modo, estarían preocupados por sus proyectos particulares. Esta forma moderna de comunidad política se sustenta en un vínculo dado por un interés público común. No tiene una forma predefinida; se construye de manera constante”. (Fernando Calderón: 2007:55-56). La construcción de esta propuesta en América Latina implica un esfuerzo a varias puntas: a) desde el Estado central generando políticas específicas que apunten en esa dirección. Es el caso de Brasil por ejemplo, con los sistemas de transferencias de ingresos directos a las familias pobres e indigentes de la mano de políticas de inversión en infraestructura, educación y salud que fomenten la integración social. Es también en Uruguay en la órbita del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES) el Programa PANES, en su componente de Ingreso Ciudadano y algunos programas similares en Argentina. b) desde los gobiernos subnacionales y locales, apelando a una gestión de proximidad atenta a una distribución más equitativa de los recursos y oportunidades en función de una presencia más cercana a las necesidades ancladas territorialmente. 17 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. c) desde la sociedad civil, poniendo en valor la riqueza y diversidad del tejido asociativo (el capital social comunitario) como un activo que se puede asociar a la construcción de políticas públicas más incluyentes d) desde programas cogestionados entre el Estado y la sociedad civil que se implementen en forma horizontal, rescatando las potencialidades de ambos y la búsqueda del interés común en base al respeto y consideración de las diferencias “El desarrollo orientado por el marco normativo de los DDHH supone que tanto el Estado como la sociedad, y sobre todo la articulación entre ambos, se inspiran en un contrato ético de ciudadanía…” (Martín Hopenhayn: 2007:170). Tal contrato según el autor, supone una forma de organizar el desarrollo, que procura compatibilizar una serie de componentes de la vida en sociedad como por ejemplo: a) la búsqueda del desarrollo productivo en diálogo con el respeto por las libertades individuales y una democracia que permita la expresión y la negociación de conflictos; b) un Estado capaz de generar políticas de integración social, buscando la equidad en la prestación de servicios y en la satisfacción de las necesidades básicas para el conjunto de la población; c) el respeto por las identidades culturales, territoriales, étnicas, de género, apelando a un reconocimiento de las diferencias y evitando la tentación de homogeneización. Esto nos abre al desafío de la renovación institucional y la creación de espacios idóneos que sean capaces de sostener y potenciar los avances en esta dirección. Desde el desarrollo local se habla mucho de la necesidad de “pactos territoriales” que puedan dar forma y canalizar los acuerdos entre los diversos actores. Son probablemente los territorios, los que pueden contar con condiciones adecuadas para operar como “laboratorios” de experiencias alternativas para dar forma y operatividad a estos nuevos “contratos éticos de ciudadanía” a través de modalidades novedosas de articulación de los diferentes actores públicos y privados. Ahora bien, “las desigualdades y las situaciones de insatisfacción de necesidades básicas, interfieren claramente con la capacidad de deliberación y la solidaridad 18 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. como vínculo social de cohesión…Los derechos políticos requieren de los derechos o recursos sociales y culturales y de reglas de procedimiento institucionales. Pero al mismo tiempo que se requieren, también en su relación se establecen límites entre ellos, de modo tal que ninguno de estos elementos, ni sus actores involucrados se impongan sobre los otros. Esto es lo que permite sugerir la idea de que el ejercicio de la ciudadanía opera, en definitiva, como un “balance” de articulación y de limitación entre estos componentes” (G. Campero: 2007: 68-69). Con base en este razonamiento el enfoque del desarrollo humano -a partir de los autores citados- propone el siguiente diseño conceptual que se expresa en una figura triangular que consideramos aporta interesantes elementos para la definición de una estrategia de trabajo: Gráfico 1. Componentes para el ejercicio de la ciudadanía social Ciudadanía política (Derechos políticos) RECONOCIMIENTO Institucionalidad (Reglas de procedimiento) PARTICIPACIÓN Ciudadanía social (Recursos económicos, sociales, culturales) DISTRIBUCIÓN Fuente: “Trabajo y ciudadanía”. Guillermo Campero (2007) “Cuanto más armónico, equilibrado y sinérgico sea este balance, mayor será la densidad de acceso y ejercicio de la ciudadanía. Cuanto menos armónico, más desequilibrado y menos sinérgico, entonces habrá mayor debilidad de acceso y ejercicio de ella, y consecuentemente mayor exclusión. Cada tipo de sociedad 19 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. puede presentar distintas “situaciones de balance” y tales situaciones no son estáticas sino históricas, esto es, que se pueden dar diferentes balances en distintos momentos de la vida de las comunidades sociales” (G. Campero: 2007:69). En buena medida, la búsqueda de estas “situaciones de balance” está ligada a las capacidades que las sociedades (y los territorios en particular) tengan para articular diferentes actores e intereses y pactar en base a agendas públicas que reflejen lo mejor posible los intereses comunes. Una nueva institucionalidad democrática que pueda atender conjuntamente los principios de reconocimiento, participación y redistribución, implica una articulación compleja que tendrá consecuencias interesantes en términos de innovación social e institucional. Consideramos que este es un piso necesario a construir y fortalecer para sostener prácticas de cooperación entre actores territoriales, las que necesitan de condiciones adecuadas que faciliten la concreción de sus iniciativas y la consecución de sus proyectos. El desafío de la articulación pasa en buena medida por la forma como cada comunidad responde a ese equilibrio dinámico entre los tres principios enumerados. El adecuado balance entre ellos, no solo puede aportar a un mejor ejercicio de la ciudadanía, sino también a articulaciones más potentes que faciliten visiones y proyectos comunes. También refiere a la forma como se construye el desarrollo desde una visión integral y multidimensional. Volveremos más adelante sobre este punto, a la hora de profundizar en el análisis de los procesos de articulación de actores. 2. 3. Algunos ejes del debate actual sobre el desarrollo local. Enfocaremos en este ítem algunos aspectos que hacen a la discusión actual sobre el desarrollo local y que se inscriben en la temática que nos ocupa, particularmente en lo que respecta a la configuración del rol de los actores territoriales en un marco de cooperación para el desarrollo, lo que será abordado con más detenimiento en el siguiente capítulo. 20 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 2.3.1. Desarrollo local en la globalización: el desafío de reinventar los territorios Una primera cuestión tiene que ver con la tensión entre lo local y lo global y más concretamente se refiere a las posibilidades de construir procesos de desarrollo local en un contexto internacional tan fuertemente marcado por la globalización. Más allá de las diferentes posturas que es posible advertir tanto en el debate académico como en el diseño de políticas y en la intervención social, es claro que en la actualidad los márgenes de maniobra de los territorios parecen achicarse, en función de una serie de determinaciones estructurales que aparecen como dominantes, tanto en términos de las economías reales como en el imaginario social. Sin embargo, si realizamos un análisis más complejo de estos fenómenos, advertimos que no todo está predeterminado globalmente y que existe un margen de maniobra importante, tanto para los estados nacionales como para los territorios. El desarrollo local en las sociedades contemporáneas, aparece como una nueva forma de mirar y actuar desde el territorio en el contexto de la globalización. El desafío para las sociedades locales está planteado en términos de insertarse en forma competitiva en lo global, capitalizando al máximo sus capacidades locales y regionales, a través de las estrategias de los diferentes actores en juego. Frente a esta realidad dual, aparentemente contradictoria entre lo global y lo local, vale la pena preguntarse acerca de si es posible pensar en estrategias territoriales de desarrollo económico y social en la región que no utilicen solamente el mecanismo defensivo, reactivo. ¿Cuál es el espacio real para las estrategias de los actores locales y regionales? ¿Existen oportunidades para la reinvención social a partir de los territorios concretos? Las respuestas a estas preguntas no son fáciles. Pero una abundante y creciente literatura nos invita a la búsqueda de caminos complejos, a evitar las tentaciones derrotistas y a explorar desde las diferencias, desde los sujetos, las identidades. 21 Javier Marsiglia Precisamente, contemporáneas ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Federico pueden Bervejillo ser apunta pensadas que: como “las una transformaciones simultaneidad de desterritorialización y reterritorialización. Por la primera, se reconoce la emergencia de sistemas globales que escapan a las determinaciones específicas de este o aquel territorio. Por la segunda, se confirma la territorialidad, en sentido fuerte, de los factores decisivos para el desarrollo de países y regiones. Los territorios aparecen así, a un tiempo cuestionados y reafirmados como ámbitos y sujetos del desarrollo” (F. Bervejillo: 1999: 180). Esta mirada implica una lectura compleja, sistémica, capaz de articular las restricciones y potencialidades de cada territorio concreto con las determinantes globales. Estas tendrán un impacto diferencial en función de las capacidades endógenas para insertarse competitivamente en el escenario globalizado y para generar adecuados niveles de integración de los ciudadanos o a la inversa, fragmentación social y exclusión. Esto implica también alejarnos de una concepción meramente “economicista” del desarrollo, abriéndonos a una perspectiva más compleja y multidimensional del mismo. Es en este sentido que encontramos en la realidad de la región, territorios “ganadores y perdedores” -para usar la imagen de Sergio Boisier- en función de su inserción global diferencial. Más allá de las diferencias internas en esos territorios, las tendencias en los próximos años no estarán fijadas solamente por la presencia o ausencia de políticas nacionales de desarrollo local. Incidirá también la capacidad que los actores posean para jugar con sus “diferenciales endógenos” y sus posibilidades de inserción externa, operando estratégicamente no sólo a nivel nacional sino también a nivel regional y mundial. Frente a las tendencias contemporáneas a la globalización, surge entonces la necesidad de afirmar y fortalecer las especificidades que se manifiestan en un territorio, a partir de una nueva relación local-global que articule categorías aparentemente incompatibles y donde las posibilidades de cooperación entre los diferentes actores locales aparecen como una de las claves a priorizar. 22 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 2.3.2. El valor de lo específico: las identidades culturales “El territorio es una construcción sociocultural compleja…histórica, sociopolítica y cultural. Hoy sabemos que se dispone de una cantidad importante de herramientas para su producción, pero que justamente ese proceso no es sencillo ni coyuntural; es complejo, es estructural, es controversial, es político y es tecnológico. Se ha reconocido al territorio como el recorte del espacio mediado por las relaciones sociales, económicas y culturales; mediaciones que transforman al espacio en un sistema, en tanto lo organizan y lo dotan de funcionalidad y utilidad tanto material como simbólica. Además de considerar al territorio como espacio, también se lo puede ver como sistema organizador de flujos. Esta segunda acepción pone el acento en la capacidad de dicho espacio de administrar relaciones” (F. Quetglas: 2008: 32). He aquí una de las claves para entender lo pertinente del territorio, no solo como espacio físico y natural, sino además como lugar de encuentro, de expresión de conflictos y de concertación y articulación de esfuerzos en pos de proyectos colectivos. Y es en este contexto donde el factor identitario aparece con fuerza. Una identidad cultural entendida no solamente como expresión de una historia común vivida en forma nostálgica, sino como representaciones colectivas que se nutren en el pasado, pero que tienen vigencia renovada en el presente y aportan a la construcción del futuro. “La identificación de un grupo humano con un trozo de tierra se vuelve un factor de desarrollo en la medida en que potencie sus mejores capacidades y lo proyecte hacia el futuro, superando inercias y creando nuevas formas de movilización de los actores humanos y de los recursos materiales” (J. Arocena: 2001: 30). En la medida que una comunidad hace caudal de su sentido de pertenencia, de sus tradiciones, de sus formas “de ser y de hacer”, se afirma en lo que une a sus miembros y tiende naturalmente a diferenciarse del afuera (construir el “nosotros”). Si esto se logra traducir en la capacidad de actuar juntos con una visión común de futuro -que no elimina sino que negocia las diferencias- se estará en un camino interesante para avanzar en un proceso de desarrollo. 23 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Pero hay que estar atentos a algunos riesgos que es posible observar en los territorios. En particular, una actitud defensiva frente al afuera que puede llevar al aislamiento, al conformismo y a evitar el desafío de emprender, buscando aprovechar las oportunidades del mundo exterior. La identidad cultural de un grupo humano “se consolida si hay intercambio con otros grupos: el arraigo a un territorio se hace más fuerte si es posible la comparación, la defensa y la proposición de cambios” (J. Arocena: 2001:30). Néstor García Canclini al sostener la emergencia de procesos de hibridación cultural nos habla de que “los cruces culturales…incluyen una reestructuración radical de los vínculos entre lo tradicional y lo moderno, lo popular y lo culto, lo local y lo extranjero…” (N. García Canclini: 1989: 223). La identidad cultural como factor coadyuvante para el desarrollo local, nos remite entonces a la idea de fronteras (límites) y a la vez de intercambios, de especificidades que nos distinguen, pero también de aperturas múltiples al entorno. El desafío está en buscar una sinergia entre estos factores que en última instancia será producto de las relaciones que se tejan entre los diferentes actores locales y extra locales. 2.3.3. Las miradas del Estado y de la Sociedad Civil. La gobernanza y el capital social de los territorios En estos tiempos de globalización, cambian también las formas de ejercicio de la democracia; los roles que atribuimos al Estado y a la Sociedad Civil y las relaciones entre ambos. Sin embargo, la política está en crisis y tiene enormes dificultades para enfrentar dichos cambios. En coherencia con los postulados que hacíamos referencia en los apartados anteriores, se hace necesario un esfuerzo para repensar la política y la democracia, poniendo mucho más en el centro la idea de ciudadanía y la revaloración del espacio público. 24 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. “La idea de democracia de ciudadanas y ciudadanos está asociada a la renovación de la política, a una democracia de lo público y a una sociedad deliberativa; en definitiva, supone un retorno a la idea republicana de espacio público como bien común. En este enfoque, la política tiene un papel estratégico en el desarrollo” (F. Calderón: 2007:53). El espacio público es el lugar de encuentro de los ciudadanos donde se debate y genera opinión pública. Este espacio, implica que existan sujetos (actores) con posibilidades y capacidades de hacer oír sus opiniones sobre los diferentes asuntos de la comunidad en la que viven y sobre aquellos que son a su juicio prioritarios para la construcción de la agenda pública. Ahora bien, ¿cuál es la viabilidad de construir ese espacio público en sociedades cada vez más fragmentadas y dispersas? Hoy vivimos un mundo heterogéneo que se comunica globalmente a través de las redes nacionales y trasnacionales. “Del espacio público a la teleparticipación” como señala García Canclini, pero agrega que a la vez “cambian los vínculos entre lo privado y lo público, los que llevan a buscar en la intimidad doméstica, en encuentros confiables, formas selectivas de sociabilidad. Los grupos populares salen poco de sus espacios, periféricos o céntricos; los sectores medios y altos multiplican las rejas en las ventanas, cierran y privatizan calles del barrio. A todos la radio y la televisión, a algunos la computadora conectada a servicios básicos, les alcanzan la información y el entretenimiento a domicilio” (N. García Canclini: 1989:266). La apropiación de la ciudad por los ciudadanos es diversa. Ya no es posible hablar solamente de movilizaciones colectivas que ocupan las calles detrás de movimientos sociales tradicionales o partidos políticos que canalizan las reivindicaciones de los trabajadores y el voto ciudadano. Hay otras formas de manifestarse menos ruidosas y quizás menos masivas. Hay una multiplicación de las demandas y de las formas de representación por intereses diversos: de consumidores, de jóvenes, de mujeres, asociaciones barriales, ambientales, étnicos, etc. 25 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. “La emergencia de múltiples reivindicaciones, ampliada en parte por el crecimiento de reclamos culturales y referidos a la calidad vida, suscita un espectro diversificado de voceros…La movilización social, del mismo modo que la estructura de la ciudad, se fragmenta en procesos cada vez más difíciles de totalizar…” (N. García Canclini: 1989:267). Sin embargo, más allá de las dificultades que encierran estos cambios y aprovechando muchas veces las oportunidades que abren los medios masivos de comunicación e información (Internet, etc.) asistimos a nuevas formas de expresión colectivas que pugnan por ocupar espacios para hacer oír sus voces. El desafío está en repensar el espacio de lo público asumiendo estos cambios y promoviendo modalidades novedosas de interacciones públicas -tanto desde el Estado como de la sociedad civil- para dar cauce a diferentes formas de participación. Estas ideas nos remiten al concepto de “gobernanza” cuyo uso se ha instalado recientemente en las ciencias sociales, diferenciándolo del término más tradicional de “gobernabilidad”, para incluir con más énfasis el papel en los asuntos colectivos tanto de los gobiernos como de la sociedad civil. Este término alude a “las formas emergentes de toma de decisiones sobre asuntos colectivos y que configuran nuevas relaciones, no simplemente entre organismos públicos, sino también entre el sector público y los ciudadanos… En la perspectiva de la gobernanza local, las decisiones deben ser tomadas en beneficio de los ciudadanos. En una democracia ello requiere que los decisores estén legitimados y que exista un acuerdo sobre su autoridad para hacerlo. Por tanto, para producir valores públicos se requiere el consentimiento de los ciudadanos. Este proceso puede conllevar diferentes niveles de acuerdo. Un consentimiento pasivo, basado en la inercia o, por el contrario, a través del compromiso y la participación activa, es decir, mediante la construcción de consensos. ” (F. Barreiro: 2008: 112-113) Este aterrizaje a lo local del término gobernanza nos remite al análisis de quiénes y cómo se toman las decisiones. Ese rol no solamente compete a los gobiernos 26 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. locales, sino a todos los niveles de gobierno y a la búsqueda de consensos entre estos y las organizaciones de la sociedad civil. “En suma, el buen gobierno local no se refiere a que el gobierno municipal gobierne bien, sino a la configuración de nuevas relaciones institucionales que atraviesan las fronteras entre la esfera pública y la sociedad civil y que establecen así espacios donde todos los actores estratégicos participan en la toma de decisiones que conciernen a la comunidad y al bienestar colectivo” (F. Barreiro: 2008:112). Del lado de los organismos del Estado, esto nos interpela acerca de cómo se prestan los servicios públicos en términos de eficiencia y eficacia; si satisfacen o no las necesidades y demandas de los ciudadanos en cada contexto territorial; si contribuyen al logro de resultados e impactos más amplios que hacen a la mejora de la calidad de vida de la gente, si se conceden espacios para la participación en la toma de decisiones colectivas, etc. Del lado de la sociedad civil, la heterogeneidad del sector obliga a plantearse preguntas acerca de la pertinencia de su análisis como conjunto y sobre las posibilidades reales de su articulación interna y con los organismos estatales a la hora de pensar en los desafíos de la gestión pública a nivel territorial. “Desde esta perspectiva, la gobernanza aparece como un nuevo modo de gobernar donde los actores estatales y no estatales participan y cooperan de una u otra forma en la formulación y aplicación de políticas públicas…En un marco donde se requieren de nuevas capacidades y estilos de gobierno, dos cuestiones se plantean como relevantes: la incorporación de los actores de la sociedad a las tareas de gobierno y el desarrollo, en el plano institucional, de un gobierno multinivel que articule las aperturas hacia lo local y lo global” (Rodrigo Carmona: 2006). Esto nos lleva a preguntarnos acerca de la riqueza o debilidad del tejido asociativo, de la existencia o no de ámbitos de participación y expresión de la pluralidad de voces y protagonistas de la escena local; de las posibilidades y límites para la 27 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. búsqueda de acuerdos con el Estado. En última instancia, debemos hablar del capital social del territorio. La noción de capital social comunal se refiere a la capacidad que tiene una comunidad de generar un conjunto de normas consensuadas. Éstas se traducen en formatos institucionales y organizaciones sociales (formales e informales) que facilitan el funcionamiento fluido de los mecanismos de reciprocidad generalizada y de pautas relacionales orientadas al control de los comportamientos marginales y a la promoción del bienestar colectivo”. (Acosta Jorge, Lorenzelli M. y Marsiglia J.: 1999) Siguiendo a Arriagada, se puede decir también que “el capital social se define como un recurso intangible, que permite a personas y grupos la obtención de beneficios por medio de relaciones sociales dotadas de confianza, reciprocidad y cooperación. El capital social como activo, tiene valor en sí mismo, por ejemplo debido al sentido de pertenencia e inclusión que puede dar a la persona, y al poder que puede derivar del simple hecho de estar organizado y conectado, pero su mayor valor reside en que el capital social permite el acceso a otros recursos…” (I. Arriagada: 2009). Este concepto que recoge el aporte entre otros autores de Bourdieu, Putnam y Coleman, nos habla de un “activo” que se encuentra en las relaciones humanas, por lo cual no es propiedad de nadie. Se refiere a normas compartidas, a vínculos (redes) que se construyen al generar confianza entre los diferentes actores. Por lo tanto, también a organizaciones, a través de las cuales se accede a recursos, poder y un sistema de toma de decisiones colectivas que abona al concepto de gobernanza. Siguiendo a la autora citada y repasando la literatura sobre el tema, es posible distinguir tres tipos de capital social: de unión (lazos fuertes), de puente (lazos débiles) y de escalera (vínculos externos), cuyas características varían en función del número de personas involucradas y del grado de poder que comparten. 28 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Cuadro 1. Vínculos, redes y capital social Tipo de capital social Tipo de redes Características Capital social de unión Redes familiares, de Involucra nexos con pocas amistad cercana y de personas y en términos vecindad / comunidad geográficos son nexos con personas que viven muy cerca Capital social de puente Redes organizacionales: Formas federativas de asociaciones vecinales, organización. de productores rurales, Asociaciones de segundo coordinadoras grado. Agencias de vinculadas a políticas o Desarrollo. programas de salud, atención a la primera infancia, etc. Capital social de escalera Redes entre grupos y Nexos que crean personas de distinta relaciones medianamente identidad y distintos consolidadas entre grados de poder personas/comunidades y sociopolítico. agencias públicas o no gubernamentales externas. Facilitan el acceso a esferas política, a recursos de agencias externa, al apoyo de estas agencias en momentos de crisis o amenaza, u otros. Fuente: Irma Arriagada (2009): “Gestión de las políticas sociales desde el enfoque del capital social”. Adaptado por el autor La autora señala que la puesta en marcha de políticas públicas desde el enfoque del capital social, implica considerar las relaciones sociales existentes en los contextos donde se va a intervenir, así como los grados de participación de la 29 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. población en la toma de decisiones. Es interesante también su aporte en la matriz de análisis de programas desde este enfoque, sobre las formas de cooperación y de conflicto local, los niveles de análisis (micro, intermedio y macro); los impactos esperados y las herramientas claves vinculadas con el enfoque en general y en particular con la institucionalidad a promover. Una sociedad bien dotada en capital social comunal (CSC), estará en mejores condiciones para resolver diferentes tensiones internas, pero a la vez para el abordaje de las relaciones entre “el adentro y “el afuera”, en beneficio de los intereses locales y de las personas que forman la comunidad, procurando una sociedad más integrada y más competitiva a nivel global. La dotación de CSC de una comunidad es un factor a tener en cuenta para potenciarlo cuando exista y para promover las condiciones para su desarrollo en aquellos casos en que aparece debilidad, fragmentación o atomización. Los actores territoriales (en particular los gobiernos locales) a través de sus modalidades de gestión, tienen un rol importante en esta dirección facilitando y “tendiendo puentes” entre las diferentes lógicas de acción presentes en el escenario territorial para procurar confianzas y sinergias colectivas. “Un territorio tendrá una mejor gobernanza en tanto sea capaz de generar mayores redes y vínculos entre sus actores e instituciones. Esos puentes, esos vínculos, son lo que, en definitiva, construirán el porvenir. No alcanza por tanto con instituciones, por el contrario son necesarias nuevas redes, y sobre todo, nuevos “enredadores” aquellos actores que sean capaces de densificar el tejido social” (E. Gallicchio: 2006). Al abordar más adelante la temática específica de la articulación de actores, volveremos sobre este punto, tratando de configurar una pauta de análisis que vincule los componentes de la ciudadanía social con el enfoque del capital social, aportando una propuesta analítica que nos permita profundizar en aquellos elementos que pueden tener un potencial explicativo de las posibilidades de la cooperación y concertación de actores a nivel territorial. 30 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. capítulo 3 Los actores locales como protagonistas del desarrollo: conceptos, roles y relaciones sistémicas En este capítulo, nos detendremos en el análisis del concepto de actor local y de las relaciones entre actor y sistema. Para ello haremos referencia a los diferentes “jugadores” y roles en el escenario territorial con las consecuencias que ello trae aparejado en el campo de las relaciones y sus impactos en las políticas y gestión, tanto desde la mirada del Estado como de la Sociedad Civil. “No siempre los individuos y los grupos se atreven a actuar. No siempre las pautas culturales que llevan a la acción, forman parte de los sistemas de representaciones. La capacidad de actuar no es algo que se aprende en la escuela como se aprende a sumar o a restar. Estas potencialidades están presentes, pero los procesos de socialización las inhibirán o las estimularán. La constitución del actor está entonces estrechamente vinculada a su proceso de constitución de identidad. Transformar un no-actor en actor supone incidir en su proceso de socialización. Dicho de otro modo, supone generar importantes transformaciones en su sistema de representaciones”. (J. Arocena: 2005). La capacidad de constitución de los actores territoriales constituye quizás uno de los desafíos más importantes para la construcción del desarrollo local. Hemos vivido cambios importantes en el alcance de la noción de actor social. De concepciones que imaginaban a los sujetos como meros reproductores de megatendencias definidas ideológicamente, hacia una realidad actual donde la fuerza de las identidades personales y colectivas emerge como expresión de las diferencias. “El actor aparece en la sociedad contemporánea como un auto-productor de la vida social, es decir que se produce a sí mismo. Esta producción de vida social no es más la reproducción de las instituciones, de las prácticas o de las ideologías heredadas. Hay una especie de "gran corte" entre una sociedad de la reproducción y otra de la auto-producción…En realidad se trata de una interacción permanente entre actor y sistema. En este juego, el actor desarrolla sus márgenes de acción, 31 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. ganando o perdiendo oportunidades, logrando disminuir las limitaciones que le vienen del sistema o por el contrario, quedando más o menos paralizado por ellas…” (J. Arocena: 2005). Pero ¿como podemos definir a los actores sociales? “Los actores sociales son fuerzas sociales y personalidades que controlan centros de poder. Estos centros de poder se formalizan muchas veces como instituciones...Las fuerzas sociales existen en la medida que representan y organizan una parte de la población en torno a objetivos comunes. De este modo, las fuerzas sociales son una intermediación entre la población y las instituciones...El interés nuestro por los actores sociales reside en su rol en el proceso de producción social. Ellos son los únicos productores colectivos de eventos sociales y, en consecuencia son los sujetos del cambio situacional”. (Carlos Matus: 1987). Un actor situado en la escena local se constituye en actor, según Chiara “en la medida que actúa de manera comprometida con relación a cuestiones socialmente problematizadas en la escena local” (M. Chiara: 2004). “Los actores sociales... son las unidades reales de acción en la sociedad: tomadores y ejecutores de decisiones que inciden en la realidad local. Son parte de la base social, son definidos por ella, pero actúan como individuos o colectivos que, además, están sometidos a otras condiciones (culturales, étnico-culturales, políticas y territoriales)... De acuerdo a lo anterior, llamamos "actores locales" a los sujetos (individuales o colectivos) cuyo comportamiento se determina en función de una lógica local y/o su comportamiento determina los procesos locales” (P- Pírez: 1995). Siguiendo a Arocena podemos decir que: “en la escena local interactúan diferentes sistemas de acción que siguen sus lógicas específicas y que producen permanentemente zonas de intercambio, de bloqueos y de articulaciones de distinta naturaleza…” (J. Arocena: 2001:117). 32 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. El autor identifica tres grandes sistemas de acción: a) el político-administrativo, referido a loas organismos del Estado con presencia en los territorios, tanto el gobierno local u otros organismos de nivel provincial, departamental o nacional con incidencia en lo local; b) el empresarial donde encontramos distintas expresiones de actores económico-productivos tanto urbanos como rurales con incidencia en el territorio; c) el socio-territorial, donde aparece una pluralidad de expresiones organizativas que globalmente podemos identificar como organizaciones de la sociedad civil (OSC) y que se mueven en áreas como la salud, la vivienda, el consumo, el fomento barrial, etc. Tomando los elementos vertidos por los autores citados, la definición de quiénes son o pueden ser actores locales, depende de las políticas específicas que se busquen implementar en un marco de gestión determinado. También, de las personas, grupos, organizaciones que pueden estar directamente o potencialmente involucrados, según opere el sistema de relaciones en el territorio en cuestión, por lo cual dicha definición será siempre dinámica y cambiante. Pero apuntemos a precisar aun más la noción de actor local a través de dos enfoques que entendemos que más allá de sus diferentes perspectivas de análisis, realizan aportes complementarios: A) José Arocena plantea que no todos los actores locales por el simple hecho de estar en el territorio pueden considerarse actores locales. Importa analizar además de la escena, el “sentido de la acción”, que nos permite vincular el aporte que el actor realiza al desarrollo local. “Esto quiere decir que no todo individuo, grupo o institución que actúe en el nivel local puede ser considerado actor local del desarrollo, o tal vez de manera más precisa, agente de desarrollo local…Ubicándonos en esta definición más restrictiva: bajo la fórmula actor local entendemos todos aquellos agentes que en el campo político, económico, social y cultural son portadores de propuestas que tienden a capitalizar mejor las potencialidades locales, incluido un mejor posicionamiento respecto a otros niveles o entornos territoriales más amplios, no sólo locales. Es fundamental en esta definición, el acento puesto en “capitalizar mejor”. En efecto, se trata de buscar un mayor aprovechamiento de los recursos, pero destacando la calidad de los 33 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. procesos en términos de equilibrios naturales y sociales. La generación de este tipo de actores-agentes de desarrollo local, es una de las condiciones decisivas para el éxito de los procesos de desarrollo local” (J. Arocena: 2.001). B) Varios autores entre ellos Daniel Cravacuore (recogiendo en forma crítica enfoques del desarrollo local), hablan de la necesidad de la existencia de actores estratégicos que puedan participar en la toma de decisiones para construir procesos de desarrollo local. Estos pueden operar elaborando la agenda de debates y creando las condiciones para el manejo de las relaciones entre los involucrados. “Con la difusión del esquema del desarrollo local, fue habitual reconocer la importancia que cobraban las relaciones que se establecían, al nivel local, entre los actores estratégicos: los últimos años han visto el desarrollo de nuevas iniciativas de concertación que buscaron articular a los sectores estatal y no estatal. Para ello se ha confiado en la capacidad de representación que poseen los actores institucionalizados, como las cámaras comerciales e industriales, las asociaciones rurales, los consejos profesionales y las instituciones del sector educativo. Sin embargo, para el caso argentino, con excepciones de sociedades con tejidos históricamente densos, la mayor parte de las iniciativas tienen a los gobiernos locales como promotores de las mismas y como actores centrales en su ejecución…” (D. Cravacuore: 2006). Sin perjuicio del rol relevante que asigna el autor a los gobiernos locales y compartiendo su centralidad en los procesos de desarrollo local en la región, es posible advertir en los últimos tiempos una mayor preocupación tanto desde el Estado como desde la sociedad civil por participar en los asuntos del territorio. A nivel del Estado central, particularmente a través de la implementación de una serie de políticas y programas con enfoque territorial, del tipo de las mencionadas en el capítulo anterior. Sin entrar en el análisis concreto de estas políticas, es indudable que luego de la crisis del 2001-02, se han incrementado en nuestros países los recursos volcados desde los niveles nacionales a los territoriales. Esto se ha hecho a través de 34 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. transferencias de recursos financieros y materiales aplicados a las políticas y programas específicos, como también orientados al fortalecimiento de los gobiernos locales y de la sociedad civil, en el marco de una preocupación creciente por fomentar la descentralización, más allá de los escasos avances en esta materia. También es notorio desde el sector privado empresarial y de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) una mayor preocupación por la relevancia del territorio al plantear sus estrategias y sus demandas al Estado. No obstante, el predominio de las prácticas sectoriales y de las iniciativas fragmentadas en función de intereses particulares sigue teniendo importante peso. Hay que avanzar en mecanismos de relacionamiento estratégico en función del interés en común –en base a una agenda compartida- que necesita de un Estado que estimule formas de relación más horizontales y la construcción de entornos innovadores en base a la concertación de actores públicos y privados. “Los estudios de caso aportan conocimientos sobre experiencias en las cuales determinados “agentes de desarrollo o “actores estratégicos”, aun en condiciones poco favorables, han liderado procesos exitosos de desarrollo. Estamos pensando en formas pluralistas y democráticas de liderazgo, capaces de articular sistemas complejos de actores -con valores e intereses contradictorios- para que la cooperación en el territorio no resulte en un juego de suma cero, sino que conduzca a la formación de visiones y proyectos colectivos” (Claudio Tecco: 2006). Precisamente, el enfoque del desarrollo local pone el énfasis en un proceso en el que diversos actores (gobiernos locales, empresas, organizaciones sociales) unen sus fuerzas y recursos para conseguir nuevas formas de cooperación con el fin de estimular y concretar iniciativas tanto a nivel económico, social o cultural. Plantea una nueva articulación de actores territoriales. La cooperación entre actores públicos de diferente nivel institucional (locales, regionales, nacionales, internacionales), así como la cooperación entre el sector público y el privado es un aspecto central de este enfoque, lo que debe ser trabajado a partir de sus dificultades de concreción y sostenibilidad. 35 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La percepción y comprensión de la lógica de los actores estatales y de los actores de la sociedad civil que actúan en lo local, sus posibilidades efectivas de encuentro y de complementación, son desafíos fundamentales para quienes pretenden impulsar proyectos desde una perspectiva de desarrollo económico y social. “La acción pública de los actores así definidos tiene alcances diferenciales conforme sean las cuestiones a partir de las cuales ésta es interpelada y/o impulsada. Esto significa… que su alcance e ingerencia variarán según los marcos de la experiencia, la problemática y las cuestiones sobre las cuales pongan éstos en juego su capacidad de acción pública. La complejidad se torna aún mayor en tanto estos procesos enfrentan al gestor con actores (individuos, grupos, instituciones) cuya actuación pública no sólo tiene un alcance diferente (barrio, municipio, estado o nación), sino que sus intereses se despliegan en más de uno de esos ámbitos” (M. Chiara/M. Di Virgilio: 2009). Como señala Fernando Barreiro, los actores locales “son simultáneamente motor y expresión del desarrollo local”. Profundizar en el análisis de cómo se produce en los contextos locales este cruce de lógicas, de racionalidades distintas y como operar en torno a estas articulaciones, parece relevante para estar en mejores condiciones de impulsar proyectos. Si se observa las realidades locales donde ha sido posible impulsar experiencias de desarrollo local valoradas como exitosas, se debe admitir que el capital social existente en cada localidad ha sido un factor decisivo. La existencia de organizaciones locales, de redes de articulación, de tejido social consistente, genera condiciones más aptas para que se incremente la capacidad de gestión de las localidades en la formulación e implementación de proyectos de desarrollo. El espacio local-regional, es un ámbito idóneo para construir capacidades endógenas que sustenten procesos de desarrollo articulados a las tendencias globales. Los territorios que han alcanzado niveles previos de desarrollo y cuentan con cierta masa crítica de capacidades estratégicas, estarán en mejores condiciones de utilizar las oportunidades para su beneficio. Se trata de operar sobre las potencialidades y limitaciones que tiene cada territorio, procurando 36 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. impulsar un clima de cooperación y un ambiente de concertación entre los diferentes actores en juego. En última instancia, se trata de contar con un sistema local de actores que implica adecuados niveles de articulación interna entre sus diferentes expresiones organizativas o subsistemas a nivel local y buena interconexión con los niveles provinciales, departamentales y nacionales. Cuanto más compleja y sinérgica la red de actores, mayores posibilidades de construir procesos de desarrollo sostenibles y basados en relaciones de mutua complementación y reciprocidad. Puede haber un supuesto subyacente que hay que debatir: “para que exista sistema de actores debe haber articulación” y no necesariamente es así. Los sistemas se auto reproducen porque se diferencian de lo que queda afuera y eso es en parte lo que dificulta que cambien. Esto –entre otras cosas- nos obliga a ir a fondo en el análisis de la racionalidad de los antagonismos y no intentar suprimirlos porque se develarán por lugares insospechados. El desafío mirado desde la intervención, es apoyar el cambio de los sistemas de actores, lo que nos plantea un dilema teórico y metodológico importante, que hace no solo a entender las diferentes lógicas de actor, sino también la de las políticas públicas que confluyen en el territorio, las modalidades de gestión y los recursos que se vuelcan. Todo ello genera la necesidad de articulaciones varias que no son solo de actores, sino también de recursos y de políticas que vienen de diferentes niveles territoriales. 37 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. capítulo 4 ¿De qué hablamos cuando nos referimos a articulación de actores para el desarrollo local? Llegados a este punto, cabe detenernos en el análisis del concepto de articulación de actores. ¿Qué significa articular; es lo mismo que coordinar, cooperar o concertar? ¿Cómo construir una definición que nos resulte operativa para el tema que nos ocupa? A eso nos dedicaremos en este capítulo. Si buscamos el significado de la palabra articular, el diccionario nos habla de: “unir”; “enlazar”; “juntar” y articulación refiere a la acción y efecto de articular o articularse. Al referirse al verbo coordinar se pone más el acento en “arreglar, organizar, regular, ordenar o disponer”. En el caso de cooperar se hace referencia a “coadyuvar, colaborar, contribuir, favorecer, participar. Obrar para un mismo fin con otro u otros”. Finalmente concertar refiere a “armonizar, componer, arreglar, conciliar, acordar, pactar, convenir”. Sin duda que existen importantes relaciones etimológicas entre los términos mencionados y también algunas diferencias de significado que a los efectos conceptuales importa considerar. De todas maneras, al vincular todas estas expresiones con los procesos que estamos estudiando, existe una relación sinérgica, lo que nos anima a considerarlas en la misma dirección explicativa. En primer lugar, la articulación nos habla de una acción referida a provocar la unión, el enlace entre varios actores. Al lograrse, puede organizarse (coordinarse) de determinadas maneras, para lo cual será necesario alguna forma de colaboración (cooperación) ya que se persiguen iguales objetivos. En la medida que estas acciones logran afirmarse a través de la negociación, se podrá acordar, pactar, convenir (concertar) en base al respeto de los intereses de las partes en juego. Este momento lo podemos evaluar como el de mayor compromiso, formalización o institucionalización del enlace, el que podría incluso apoyarse en una forma jurídica determinada. 38 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Aplicando esta reflexión a la intervención en el campo de las políticas públicas y a los procesos de toma de decisiones colectivas, podemos observar que en la práctica, es posible distinguir las acciones enumeradas, las que tendrán mayor o menor presencia y resultados, en función de los temas en debate (el juego); de las características, posiciones, actitudes e intereses de los diferentes jugadores y del contexto de la articulación. En este sentido, la articulación de actores para el desarrollo local podría definirse como un proceso por el cual se establecen relaciones permanentes entre los actores-agentes de desarrollo de un territorio, en función de la búsqueda de objetivos comunes que trascienden los intereses particulares o sectoriales, sin anularlos, aunque puestos en situación de cooperar. Implica la identificación del interés o del bien común, lo que se puede lograr en base a instancias de negociación, donde se establecen reglas de juego, en un marco de relaciones de poder que admiten cierta flexibilidad y que pueden cambiar en el tiempo. Estas instancias, permiten llegar a “mínimos de cooperación” para alcanzar esos propósitos, los que deberían estar en relación con una visión estratégica compartida acerca del futuro deseable para el territorio. Esta articulación, alcanzaría su máxima expresión, cuando se formaliza en ámbitos o dispositivos de organización y en pactos explícitos que permiten la obtención de acuerdos entre una pluralidad de actores públicos y privados. Esto no obsta, que en ocasiones, puedan observarse alianzas más coyunturales en función de metas de corto plazo, las que dependiendo del grado de maduración del sistema de actores pueden hacerse más sostenibles. Esos “mínimos de cooperación” pueden encontrarse -por ejemplo- en factores identitarios comunes que invitan a la acción colectiva. En acuerdos operativos y coyunturales que se dan entre algunos actores que pueden convertirse en “estratégicos”, en la medida que alcanzan visibilidad pública y se traducen en proyectos colectivos, o en asuntos prioritarios de una agenda territorial concertada. En actitudes de reconocimiento, respeto al diferente y derecho a ser escuchados. Propensión al encuentro con el otro (sentido cívico). Jugar en los márgenes. Atreverse a ceder poder e identificar temas comunes. 39 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Son “mínimos” que pueden ampliarse, en la medida que el sistema de actores madura como tal y reconoce en la gestión de los acuerdos una modalidad ventajosa que toma en cuenta los intereses particulares y sectoriales, pero los trasciende a través de pactos territoriales que funcionan en lógica “ganar-ganar”. Ahora bien, ¿por qué los actores locales deberían articularse? En general, lo que observamos en las sociedades locales son expresiones de diferentes intereses, la mayoría de las veces en oposición o en conflicto. Probablemente -en algunos lugares más que en otros- pueda existir una predisposición positiva a la coordinación o a la cooperación, pero esto no es siempre evidente, ni tampoco se traduce necesariamente en un clima colectivo favorable a la articulación y la concertación. Más bien dependería de una serie de razones y condiciones que se deben analizar en cada caso, despojándonos de un cierto discurso “moral” que hace una valoración positiva a priori, reflejada en una aparente propensión natural a la cooperación de los individuos y las organizaciones. La articulación corre el riesgo de parecer utópica, porque estos procesos se dan en un sistema de relaciones de poder, que no está exento de conflictos. Ahora bien, el poder siempre opera, pero también -como hemos planteado antes- se lo puede poner a cooperar. No desde una lógica de dominación, sino generando condiciones para “poder actuar”. Esto pone en tensión las estrategias del actor - sus ideas y propuestas- con las restricciones del sistema. “La cooperación en el desarrollo local no es una solidaridad explícita de individuos y organizaciones motivados, o con el deseo de poner en valor sus recursos humanos, físicos y financieros para compartir el futuro…La cooperación tiene un sentido mucho más pragmático y es una respuesta racional a la propia lógica de cada uno de los actores. Dicho de otra manera, en determinado momento, los actores perciben que para desarrollar de forma más completa su propia estrategia, es necesario cooperar y poner en común con otros actores las propuestas y acciones. Pero no existe una motivación preexistente para cooperar, sino más bien todo lo contrario…” (F. Barreiro: 2001). 40 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Compartiendo lo expresado por el autor, hay que consignar sin embargo, que los procesos de desarrollo local considerados más exitosos, basan sus resultados en gran medida en su capacidad demostrada de articulación y cooperación de diferentes actores locales en torno al interés común, el que se define a través de ámbitos de negociación y concertación que generan resultados visibles y sostenibles en el tiempo. Pero la evidencia empírica indica que estos casos son la minoría. Más bien hemos asistido en los últimos años a un creciente encanto discursivo por el desarrollo local que no se ha traducido necesariamente en experiencias que generen resultados auspiciosos y sostenibles en el tiempo para las poblaciones involucradas. Esto más que abrumarnos, nos debería motivar desde una actitud de aprendizaje, a la búsqueda de las razones que explican los éxitos y fracasos. El paradigma del desarrollo local que ha orientado las prácticas de muchas organizaciones en los territorios, nos pone frente a una cuestión importante -que ya tocamos en el capítulo anterior y que analizaremos más adelante a la luz de las experiencias- y es el papel de algunos actores estratégicos (como los organismos del Estado y en particular los gobiernos locales); los liderazgos personales u organizacionales del territorio; los agentes de desarrollo local públicos o privados que tienen un rol clave como motores, facilitadores o catalizadores del desarrollo local. Sin embargo, los procesos de articulación implican atender no solamente los vínculos entre las distintas categorías de actores en juego: político-administrativos; empresariales; socio-territoriales; sino también las relaciones entre las diferentes dimensiones del desarrollo: económica, política, social, cultural, ambiental y la coordinación entre los niveles territoriales: nacional, provincial (departamental) y local, en el diseño e implementación de las políticas públicas territoriales. Como señalamos anteriormente, la hipótesis es que el desarrollo local se construye en un marco de relaciones horizontales entre los actores, en particular los actores estratégicos. Esto implica densidad institucional, redes, capital social. Una 41 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. adecuada gobernanza con reglas de juego pactadas y públicas que faciliten los diálogos en un marco de relaciones de poder. “El gobierno local puede actuar como “catalizador” de iniciativas originadas en la sociedad civil, pero no es suficiente esperar a que tales iniciativas sociales se produzcan por generación espontánea. Articular actores sociales requiere también ejercer liderazgos, y los gobernantes locales pueden asumir ese papel de líderes, tomando iniciativas que promuevan la asociación comunitaria, diseñando y proponiendo a la sociedad proyectos que potencien los recursos endógenos; proyectos que una vez puestos en práctica arrojen resultados positivos, capaces de producir un efecto de demostración que posibilite a la sociedad valorar el capital social como recurso para mejorar su calidad de vida” (Claudio Tecco: : 2006: 22526:). Esto nos remite al análisis de los roles, las visiones estratégicas y las formas de ejercer el liderazgo en el sistema de relaciones desde el gobierno local, las empresas y las OSC y de los actores extra locales con incidencia en el territorio. Como hemos señalado, esos liderazgos pueden ser ejercidos por diferentes actores, pero sin duda le cabe a los gobiernos locales un rol central, no solo desde su función como organismo de gobierno del territorio, sino como dinamizador de un trabajo que permita mejorar la sinergia entre los múltiples actores en base a objetivos comunes. También, nos invita a reflexionar sobre la forma como se construyen las prioridades de la agenda pública y quiénes las fijan o deberían fijarla: los temas, los mecanismos de participación en su historia y en su presente; los conflictos, los intereses en juego y la existencia o no de ámbitos de negociación. “Cada programa implementado requiere algún grado de articulación entre actores diversos, ya sea en la etapa de diseño y /o de implementación. Ello probablemente señale el dato más distintivo de la política de desarrollo endógeno, su sustrato relacional. El aspecto relacional del sistema de actores locales, donde cuentan las regulaciones, las razones, las emociones y las decisiones, es la energía vital que permite construir capacidades endógenas de desarrollo” (O. Madoery: 2008) 42 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Finalmente, las modalidades de gestión pública en el territorio también deben ser revisadas. A veces se tiende a criticar las formas tradicionales de gestión y administración burocráticas que con el ingrediente adicional de prácticas clientelares ha sido predominante en nuestros países. Más allá de las críticas conocidas que se pueden hacer a este modelo, hay que reconocer que para el cumplimiento de muchas funciones municipales, se necesita de una burocracia moderna, eficiente y eficaz, características que por otra parte no son las más usuales en nuestros gobiernos territoriales. Esto ha llevado -aunque sin demasiado éxito- que frente a las debilidades del modelo anterior, se hayan esbozado intentos de implementar modalidades más cercanas a la llamada gestión competitiva, vinculada a instrumentos próximos a la gestión empresarial o la gerencia social, que toman como paradigma la figura del ciudadano-cliente. Más allá de que estas opciones pueden ser útiles e innovadoras para el acercamiento de determinados servicios y prestaciones a los ciudadanos, ha demostrado su inaplicabilidad en muchos casos porque choca con trabas culturales tanto de los funcionarios como de los propios ciudadanos y tiende a desconocer las acumulaciones en la órbita del Estado. En tercer lugar, se habla de la gestión asociada o concertada como una modalidad que permite encarar nuevas formas de relación entre el Estado y la sociedad civil, promoviendo espacios de participación y cogestión para llevar adelante programas y proyectos en el campo de las políticas sociales y del desarrollo económico. Este parece ser el paradigma gestionario alternativo, pero la evidencia empírica indica que no todos los asuntos de gestión pública pueden ser abordados desde modalidades de este tipo. Entre otras cosas, requieren de actores sociales con capacidades para llevar adelante estos programas y de gobiernos locales dispuestos a transferir recursos públicos y a diseñar mecanismos apropiados de regulación y control. Por lo tanto, como señala Tecco: “el mayor desafío para los municipios no pasa por superar el modelo racional burocrático (que nunca practicaron), sino por construir una nueva institucionalidad, que habilite la participación ciudadana en la gestión pública y posibilite el ejercicio de accountability societal vertical (O´Donnell, 2001) 43 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. sobre las autoridades políticas y la administración. Administración esta que debería ser altamente profesionalizada, meritocrática y transparente” (Claudio Tecco: 2006:227). A continuación, pasaremos revista a los asuntos que entendemos están en juego en los procesos de desarrollo local y que nos podrían ayudar a mejorar nuestra capacidad explicativa sobre estos fenómenos, basados en los aportes teóricos manejados hasta ahora, e incorporando algunos elementos que nos surgen de la práctica. Estos puntos constituyen también la base de la pauta de análisis que aplicaremos a los dos casos que tomaremos como ilustración de nuestras reflexiones. Como hemos señalado en la introducción a este trabajo, se trata de hacer pie en las experiencias para analizar el tema, pero los casos no son el objeto de análisis, sino que se tomarán como ilustración de las reflexiones. El asunto que nos preocupa es entender mejor la articulación de actores en un escenario territorial. ¿De qué depende?, ¿qué implica?, ¿qué la facilita y qué la frena u obstaculiza? Definir los márgenes de esa articulación y sus posibilidades efectivas de contribuir a la construcción del desarrollo local. 44 parte III ENTRE LA TEORÍA Y LA PRÁCTICA: ANALIZANDO LA ARTICULACIÓN DE ACTORES DESDE LOS TERRITORIOS LOCAL Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. capítulo 5 Los elementos en juego en la articulación a la luz de los casos seleccionados en Argentina y Uruguay Para abordar este capítulo hemos elaborado una pauta de análisis que se transcribe en el Anexo 1, cuyos temas centrales han servido de guía al texto que sigue. Estos asuntos son analizados en diálogo con los elementos recogidos por el autor en dos experiencias de desarrollo local en Argentina y Uruguay en las que hemos trabajado recientemente. El sentido de aplicar una pauta de análisis, se fundamenta en la necesidad de establecer un nexo metodológico entre el marco teórico expuesto y las experiencias seleccionadas para ilustrar la temática de la articulación de actores. Los ejes de análisis -que se nutren de los objetivos e hipótesis del trabajo- se traducen en variables y criterios orientadores que facilitan una mejor comprensión de los distintos componentes que entran en juego en las relaciones entre los actores locales. Las razones que explican la selección de estas experiencias son de dos tipos: a) ambos territorios poseen -a pesar de sus diferencias de tamaño poblacional- una serie de características comunes en relación a su actividad económica predominante; mapa de actores y desafíos estratégicos de construcción del desarrollo local. Sin perjuicio de lo anterior, existen algunas particularidades que a nuestro juicio enriquecen el análisis; b) por otro lado, el autor ha intervenido en ambas, tanto desde un perfil de investigador como en la intervención en programas de capacitación, consultoría y asistencia técnica a diferentes actores territoriales. Esto ha generado una acumulación de información, conocimiento y contactos en las comunidades, lo que repercute -entre otras cosas- en el manejo de una serie de insumos provenientes de los testimonios sistematizados de los propios actores locales. En los Anexos 2 y 3 se realiza una descripción general de las características socioeconómicas de las dos localidades seleccionadas y los procesos de desarrollo local en marcha, a los efectos de facilitar la información necesaria de los contextos 46 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. territoriales, que ayude a la comprensión de las referencias que se harán a los mismos en este capítulo1. El caso seleccionado en Uruguay es la localidad de La Paloma que pertenece al departamento de Rocha (región este del país). Se trata de un municipio turístico y con una vieja tradición pesquera y portuaria que hoy se encuentra en un cruce de caminos en cuanto a su modelo de desarrollo, en función del debate entre estas diferentes opciones de futuro. Tiene una población de 3.500 habitantes permanentes que aumenta a 5.000 si consideramos la zona costera aledaña que se la ha dado en llamar “La Paloma Grande”. Como en el caso de la localidad argentina que mencionaremos a continuación, la población aumenta en forma significativa en los meses de temporada alta2. Para Argentina el caso seleccionado es Villa de Merlo (Provincia de San Luis), ubicada en el límite con la provincia de Córdoba. Se trata de un municipio serrano y con fuerte vocación turística. Cuenta con una población permanente cercana a los 20.000 habitantes (la que aumenta considerablemente en alta temporada) y ha tenido un crecimiento demográfico sostenido que la ha llevado prácticamente a duplicar su población residente en los últimos 10 años. Además del turismo y la construcción (en parte asociada al turismo), existe como otra actividad importante un parque industrial (creado en base a las ventajas de las leyes de promoción industrial a nivel nacional) en el que están instaladas unas 12 pequeñas y medianas empresas3. A continuación abordaremos los diferentes puntos propuestos en la matriz de análisis (anexo 1), poniendo en diálogo el marco teórico-metodológico planteado en los capítulos anteriores, con las pistas que surgen de la relectura de las experiencias seleccionadas. 1 Las expresiones que reproducen testimonios de los actores locales se transcriben en cursiva En este caso se ha seguido fundamentalmente la publicación de la investigación realizada por el Instituto de Estudios del Desarrollo Regional y Local (IDEL) de la Universidad Católica del Uruguay y los informes de sistematización del proceso de intervención posterior con la comunidad que fue coordinado por el autor 3 Para esta experiencia, el trabajo se apoya en los informes de Posicionamiento Inicial, Anteproyecto y Proyecto del Plan Estratégico de Desarrollo Local para Villa de Merlo, co-coordinado por el autor y el Arq. Diego Capandeguy (IDEL & SC Asociados) en el marco de una consultoría actualmente en proceso de finalización con la Municipalidad de Merlo. 2 47 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 5.1. Las condiciones del territorio y de los actores para la articulación En este punto abordamos las condiciones existentes en el territorio (económicas, sociales, políticas y culturales) que favorecen u obstaculizan la articulación. Pasamos revista a las concepciones que se perciben en los actores locales acerca de la misma y valoramos las posibilidades de construcción de una agenda pública que habilite la concertación de esfuerzos para el desarrollo local. 5.1.1. Los modelos de desarrollo económico local en debate La evidencia empírica permite sostener que se necesitan territorios con ciertas capacidades de “controlar” su propio desarrollo (desarrollo endógeno) por el manejo de ciertos excedentes económicos que puedan ser reinvertidos localmente. A la vez, vínculos con el mercado externo (de nivel subnacional, nacional e internacional) que permitan aprovechar las oportunidades de inserción competitiva de las producciones locales en mercados cada vez más exigentes, que demandan productos de calidad y alto valor agregado local. En las dos localidades de referencia, el perfil económico-productivo está centrado fuertemente en el turismo como motor principal de sus economías. Más allá de algunas diferencias, existe una dificultad importante en ambas para que el sistema de actores acuerde en torno a un modo de desarrollo futuro que implique una visión compartida entre el mayor número de actores locales. Como señalamos en la investigación, La Paloma se ha caracterizado por ir evolucionando a lo largo de la historia sin una estrategia de desarrollo concientemente definida y consensuada por sus habitantes. Un entrevistado lo expresa muy claramente: “Primero, yo creo que va sin rumbo. No está definido ni por el gobierno departamental ni por ninguna estrategia local, exactamente cuál es el rumbo de La Paloma. En los últimos años se ha ido oscilando en definiciones que quedan atrapadas en lo político. ¿La Paloma es un balneario que debe desarrollar un perfil turístico únicamente, o debe ir haciendo congeniar el 48 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. desarrollo turístico con el desarrollo portuario, para el cual está llamada históricamente porque primero fue un puerto y después fue un balneario? Yo lo que no siento es que La Paloma tenga claramente definido su perfil y en estos últimos años esto se acrecentó.” El hecho de la falta de horizonte común se asocia también a la ausencia de un ejercicio sistemático de planificación a nivel local: “No hay un plan director que diga: esta es La Paloma, en esta dirección tenemos que caminar en el desarrollo urbanístico, en el nivel de fraccionamientos, en la ubicación territorial del desarrollo urbano, no hay un lenguaje para La Paloma para que uno pueda saber para dónde rumbea.” Esto lleva a las dificultades de encontrar acuerdos y vivir permanentemente en un diálogo de sordos entre posiciones de los actores que quedan ensimismadas en sus argumentos y lógicas de acción contrapuestas: “Cada vez que se pone un proyecto portuario sobre la mesa se dispara el debate, pero no hay quien lo dirija, no hay quien haga pesar de árbitro y después terminamos en un reñidero político para ver quién quiere puerto y quién no quiere puerto y todas esas simplificaciones no son buenas.” En el caso de Merlo, se observa una situación similar. Más allá de la relevancia del turismo como principal motor de desarrollo para la localidad, se reconocen sus debilidades sobre todo vinculadas a la concentración de turistas en la temporada. A la vez, aparecen visiones contrapuestas en torno al modelo de desarrollo cuando entran en diálogo diferentes actores y asoman intereses sectoriales. “El turismo es una actividad para algunos momentos del año. Hay que fortalecerla, pero no podemos depender solo de ella…” “El Parque Industrial tiene alrededor de 12 empresas que ocupan unos 400 trabajadores…Es un aporte para la economía de Merlo, pero si fuera por los 49 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. inmobiliarios se lo borraría de Merlo porque ocupa tierras que son muy codiciadas”. Cada merlino y cada palomense tienen una posición asumida sobre los diferentes temas en discusión. Las posiciones son claras y muchas veces bien fundamentadas, pero no existe un ámbito de debate y de elaboración colectiva, por lo que se generan posiciones enquistadas y radicalizadas. ¿Es posible la búsqueda de la complementariedad entre modelos, o estamos en presencia de posiciones antagónicas e irreconciliables? La realidad de las dos localidades es diversa y marca en ambos casos una cierta polarización de las opiniones y una debilidad en cuanto a la existencia de espacios de negociación de las diferencias. Los testimonios que hemos seleccionado muestran fuertes oposiciones entre diferentes formas de percibir el futuro del desarrollo económico de La Paloma y Merlo: la industria manufacturera vs. el turismo y la preservación ambiental; el puerto o el turismo; la protección del ecosistema serrano vs. el desarrollo urbano e inmobiliario. Podríamos seguir enumerando oposiciones. Los discursos se desarrollan en contraposición unos con otros y sin puntos de contacto. El diagnóstico es claro: estamos en presencia de sociedades bloqueadas por posiciones antagónicas y cerradas. Predominan los discursos basados en los “o” y no sobre los “y”. A medida que las intervenciones técnicas en los dos territorios se fueron desarrollando, comenzaron a aparecer en los actores posiciones más abiertas a buscar compatibilidades. Fue emergiendo tímidamente la conciencia de la ausencia de debate entre posiciones que se percibían como excluyentes. Precisamente en una de las instancias de devolución del diagnóstico inicial en Merlo, uno de los asistentes planteaba lo siguiente: 50 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. “En temas claves hay que negociar. Lo peor es optar por una u otra de las opciones y queda medio pueblo enfrentado a la otra mitad. Esto es una máquina de bloquear”. En el caso de La Paloma, se expresaban los vecinos de una manera similar al momento de ser consultados: “Me parece que hay proyectos industriales que pueden ser compatibles con el desarrollo del turismo, pero hay que tener mucho cuidado cuando se eligen y se defienden los proyectos. Y sobre todo una consulta a la población local, cosa que nunca existió con estos casos, con estos proyectos.” Es notorio en estos casos –y lo podemos observar también en otras realidadesque la intervención externa opera muchas veces como facilitadora del diálogo, en la medida que genera un ámbito de encuentro, donde se ponen en juego las diferentes posiciones. Los técnicos pueden realizar una acción de mediación y acercamiento de puntos de vista en torno a la definición de un perfil de desarrollo más consensuado por los actores locales. Volveremos sobre este punto más adelante. Ahora bien, hemos sostenido que la construcción del desarrollo local no es tarea solamente de los actores locales y más concretamente la definición del perfil de desarrollo económico de un territorio, involucra acciones y políticas de actores tanto del Estado como del mundo empresarial urbano y rural que operan desde fuera del territorio. Esto nos plantea el tema de la articulación de los actores del territorio con actores extra locales, tanto del sector público como privado. En ambos países, se han desarrollado en los últimos tiempos políticas nacionales específicas orientadas a la promoción del desarrollo económico local que de alguna manera han significado además de recursos humanos, financieros y materiales 51 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. aplicados a las mismas, una intencionalidad política explícita de poner esta temática en la agenda de prioridades a nivel nacional4. En el campo de las empresas, existen unidades económicas que se instalan en una región determinada por ventajas diversas que pueden relacionarse con políticas fiscales, con la cercanía a una ruta importante, la proximidad de un puerto, etc. Todas estas razones, pueden llevar implícito un desentendimiento de las empresas con el destino del territorio en cuestión y por lo tanto difícilmente pueden constituir un sistema de acción local (J. Arocena, 2.001). La Paloma ha vivido y está viviendo la actuación de emprendimientos extra locales con escasa pertenencia territorial, pero también inversores que están apostando a generar iniciativas con fuerte asociación con lo local, particularmente desde el sector turístico en sus diversas áreas. En Merlo, ocurre algo parecido. Existen emprendimientos turísticos e incluso algunas empresas instaladas en el Parque Industrial, para las cuales su instalación en el territorio no les es indiferente. Esto se traduce en algunas acciones de compromiso local en varias áreas, desde lo propiamente económico a lo social, cultural, ambiental. Existen también empresas, cuyo único fin es el obtener una ganancia y no les preocupa la reinversión de los excedentes, la apuesta al trabajo en redes, en suma, la preocupación por el bienestar colectivo. Las preguntas que nos debemos hacer aquí son: ¿como atar el destino de las empresas al de las comunidades territoriales? ¿Cómo generar condiciones que favorezcan actitudes de compromiso cívico del empresariado? Si observamos la realidad de los territorios que nos sirven de referencia, el gran desafío está en aumentar el diálogo interno que es insuficiente y está plagado de deslegitimaciones mutuas y a la vez establecer alianzas con actores extra locales interesados en invertir, pero si se dan determinadas condiciones. Una de ellas tiene 4 Podemos hablar por ejemplo del Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra” del Ministerio de Desarrollo Social; los programas “Más y Mejor Trabajo” y “Área” del Ministerio de Trabajo en Argentina y la estrategia del gobierno nacional uruguayo en torno al fomento del “Uruguay Productivo” con programas del estilo de “Uruguay Rural” que ha promovido experiencias asociativas de pequeños productores rurales en zonas deprimidas, o algunos de los programas del Ministerio de Desarrollo Social 52 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. que ver con la construcción en la localidad de un clima social de cooperación que facilite las cosas al que viene de afuera y haga más saludable la convivencia interna. Una adecuada correspondencia entre las políticas nacionales de promoción del desarrollo económico local, con un gobierno local proactivo y un entramado empresarial dispuesto a considerar el territorio como una variable relevante para su gestión, se constituyen en factores favorables a este clima emprendedor. Considerar estos elementos es importante para generar y fortalecer procesos de concertación local. 5.1.2. La relevancia de la identidad cultural Otro elemento clave, entre las condiciones de partida para promover procesos de articulación de actores, es como está configurada la identidad cultural en el territorio. Aquí importa una doble mirada. Por un lado, desde sus rasgos culturales endógenos predominantes (cultura de la iniciativa, visión emprendedora o por el contrario pasividad o dependencia) y por otro, desde sus formas de vincularse con el afuera (apertura a lo externo, innovación, búsqueda de oportunidades o por el contrario, predominio de actitudes defensivas, de aislamiento). También implica dar cuenta de la historia, de las experiencias vividas en cuanto a capacidades de generar y sostener proyectos colectivos y sueños compartidos; a la vez determinar las capacidades de renovación identitaria, en una sociedad que atraviesa por procesos de crisis y cambio permanentes. Mirando el caso de Merlo, en un relevamiento realizado recientemente, se desprende que solo el 25% de los encuestados es nativo de la localidad. Si se suman los nacidos en el resto de la provincia de San Luis, esa cifra asciende a 34,6%. Lo más significativo es que el 37,5% de los encuestados es oriundo de Buenos Aires. Esta particular conformación de la población, conlleva todo un desafío para la construcción y reconstrucción de la identidad local. A esto se suman las cuestiones 53 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. derivadas de su condición de zona turística, lo que implica una constante influencia de quienes la visitan. Se han incorporado los términos nyc y vyq: “nacidos y criados” y “venidos y quedados”, para identificar a los nativos de los “inmigrantes”, aunque estos últimos -según las manifestaciones de varios de los entrevistados en nuestro trabajo y algunos estudios hechos desde el Centro Universitario de Merlo de la UNSL- no estarían conformando un grupo relativamente homogéneo. Se podría afirmar que en la conformación de la sociedad merlina aparecen una serie de rasgos particulares que contribuyeron a la definición de su identidad: • En primer lugar su carácter de inmigrantes de diversos orígenes (aunque mayoritariamente provenientes de la Provincia de Buenos Aires), con lo que esto significa de encuentro de culturas que coexisten en una misma región. • En segundo término, la conservación en un núcleo reducido de viejas historias trasmitidas de generación en generación y que se han ido diluyendo en el tiempo En el caso de La Paloma, ocurre algo similar. Sus residentes provienen de distintos lugares del país y también del exterior (básicamente de Argentina). Un dicho popular encierra una característica particular de los palomenes que tiene connotaciones en su identidad. “En La Paloma no se puede nacer ni morir”, porque no existe ni sala de partos ni cementerio. Se deben recorrer los 32 km. que la separan de la capital departamental (Rocha) para cubrir estas necesidades. Estas poblaciones con raíces históricas y culturales tan diferentes (como tantas otras), buscan a través de diversas expresiones desarrollar señales identitarias comunes. La construcción de una nueva identidad merlina y palomense, supone un importante trabajo que permita alcanzar “la unidad en la diversidad”. En uno y otro lugar, surgen grupos preocupados por el patrimonio histórico y cultural; expresiones artísticas de adultos y jóvenes que revelan identidades en reconstrucción; nuevos diálogos culturales entre la diversidad de actores 54 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. provocados por las intervenciones externas, como por ejemplo los estudios de referencia para este trabajo. También, momentos de crisis colectiva que hacen emerger el sentido de pertenencia, de lucha y capacidad de iniciativa para la superación de esas situaciones. En el caso de La Paloma, el surgimiento de una organización vecinal (SOS La Paloma) que hace unos años ante la inoperancia municipal tomó bajo su responsabilidad el arreglo de las calles del pueblo, en una verdadera cogestión y en parte gestión paralela a un gobierno municipal departamental y no local. Interrogados los participantes de la experiencia sobre los motivos que los impulsaron a esta acción, aparecen con claridad factores identitarios como preocupaciones centrales (“defensa del lugar donde vivimos”; “no entregarse”; “orgullo de ser de acá”). Esta es una experiencia que quedó en el imaginario colectivo como una respuesta extrema e identitaria exitosa que permitió a partir de allí generar nuevos diálogos sobre otros asuntos colectivos. En el mismo sentido, se empieza a producir algo que es muy importante en el avance hacia una identidad colectiva y que se podría llamar la solidaridad territorial o la solidaridad entre vecinos, manifestada en hechos concretos protagonizados por habitantes de Merlo ante situaciones que pueden significar una afectación de la calidad de vida o una imposición por fuera de los intereses locales. En las entrevistas, muchos destacan la unidad que se produjo ante determinadas situaciones que afectaron a la población y que generaron movilizaciones colectivas. Hay varios ejemplos en esta dirección. Algunos históricos como la salida de un sacerdote muy querido en la comunidad por conflictos con la jerarquía eclesiástica en la década del 60, o el intento de cierre del Casino en la década del 70. Más recientemente en 2.004, el intento desde el gobierno provincial de desconocer la existencia de Villa de Merlo en un mapa de regiones de la provincia, o la movilización para la preservación de los faldeos en la sierra ante el intento de su urbanización. En los procesos de construcción de identidad territorial, estos reflejos de solidaridad vecinal son los primeros pasos hacia la construcción de una identidad local. Quizás adoptando muchas veces rasgos básicamente defensivos ante amenazas que 55 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. vienen de adentro o de afuera. Pero también parecen asomarse algunos asuntos que hacen también a la visión sobre “el Merlo que queremos”, elementos menos notorios aun, pero que se empiezan a dibujar en las instancias de encuentro de múltiples actores. Podría decirse entonces que la sociedad local está atravesando por un proceso de cambio que pasa en buena medida por el encuentro-desencuentro entre los nativos y los venidos de afuera de la Villa. Los nativos atesoraban una fuerte identidad local, producto de la rica historia de más de doscientos años de existencia, sin embargo el fenómeno de cambio demográfico y de crecimiento económico descrito los desafía a reinventar su identidad y su proyecto. Como señala una de las conclusiones del taller de diagnóstico de la realidad en el marco del Plan Estratégico de Desarrollo para Merlo: “el crecimiento de la población en los últimos 10 años ha generado –entre otras cosas- cambios en la identidad cultural de los merlinos. Necesidad de recuperar la historia, pero a la vez recrear la identidad en diálogo entre los NYC y los VYQ”. La identidad –más allá de la relevancia de la carga histórica- se convierte en palanca del desarrollo cuando lleva a descubrir la posibilidad de actuar. Pero este descubrimiento solo es real, solo genera realizaciones, cuando el individuo o el grupo que actúa se reconocen a sí mismos como capaces de aportar algo a su comunidad. He aquí uno de los desafíos para las dos localidades estudiadas. Más allá de la ausencia o debilidad de un pasado común por ser sociedades aluvionales, descubrir cuáles son los asuntos que en la vida comunitaria puede ayudar a la construcción de nuevas referencias identitarias. De allí la importancia de fortalecer en las sociedades locales tejidos de actores que logren canalizar el potencial identitario hacia la consolidación de un proyecto de desarrollo alternativo. Esto implica una identificación muy fuerte con la zona a la que se pertenece. En el sistema de representaciones mentales colectivo debe emerger con fuerza la idea de ser protagonista de un cambio que transformará la zona. 56 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Quienes así piensan, se van constituyendo progresivamente en actores del desarrollo local. Así desde una situación de partida que podemos caracterizar como de debilidad identitaria, se irá reconstruyendo el "orgullo" de ser de La Paloma o de Merlo, como uno de los pilares del proceso de construcción de la identidad local. El desafío actual es generar una cultura que permita esa necesaria articulación entre las diferentes historias y visiones que cada uno trae en su mochila, con la construcción de un proyecto común. Finalmente, como se afirma en la investigación sobre La Paloma: “en este proceso de constitución de la identidad del actor local, parece necesaria la etapa de la experimentación. Los nuevos actores locales son verdaderos innovadores. Deben cambiar hábitos, modos de vida, formas productivas. Deben movilizar las mentalidades y atreverse a llevar adelante experiencias riesgosas. Son muchos los obstáculos que deberán ser removidos, tendrán que asimilar fracasos parciales y volver una y otra vez a osar la experimentación” (Arocena, Marsiglia et. al: 2006). La innovación si es patrimonio de una persona o de una organización no necesariamente contribuye al desarrollo de un territorio; se necesita de innovadores en distintas áreas de la vida local. Avanzar hacia una “cultura innovadora” en la comunidad, necesita de un diálogo fluido entre los diferentes actores para consolidarse como rasgo predominante en los territorios. 5.1.3. Las problemáticas sociales del territorio y sus niveles de integración Es importante analizar las características de los territorios en cuanto a sus niveles de integración o exclusión social. Esto hace tanto al comportamiento de los principales indicadores sociales que refieren a la calidad de vida de la población, como a la existencia de políticas desde el Estado y la sociedad civil para el abordaje de estas problemáticas. También a la dotación de capital social, como condiciones de partida para promover procesos de desarrollo local incluyentes. 57 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. En las localidades de referencia, existe una diversidad de expresiones organizativas5, lo que habla de una riqueza en el tejido social, más allá de que algunas tienen un funcionamiento inestable, agrupan a pocas personas y en general (salvo excepciones), sólo se expresan individualmente y con poca capacidad de coordinar esfuerzos en programas más abarcadores. De todas maneras, se puede observar un potencial organizativo interesante que adecuadamente trabajado puede revertir en un trabajo de articulación más efectivo en aras de objetivos comunes. Esto es clave para atender algunos problemas incipientes de exclusión social que es dable observar en las comunidades. Para eso se requiere la búsqueda de espacios de integración que permitan reforzar el diálogo y las apuestas colectivas. “La problemática social, crecientemente compleja, supera la acción acotada de las organizaciones y requiere acciones más integrales y con un fuerte compromiso desde las políticas públicas. Requiere alianzas a escala territorial que superen las fragmentaciones, con visión integral de esos procesos de desintegración social en los territorios” (Graciela Pintos: 2008). Se podría decir que tanto en Merlo como en La Paloma, falta articulación de esfuerzos a nivel social, lo que dificulta mejorar los impactos y la cobertura de las acciones, en la medida que no existe un mecanismo de funcionamiento en red entre las organizaciones del estado y la sociedad civil que permita potenciar las iniciativas específicas, que son muchas y variadas pero con poca comunicación entre si. Y para esto, es clave desde las instituciones competentes (públicas y privadas) reforzar las instancias de encuentro y capacitación de los diferentes actores para un trabajo más coordinado y eficaz. Es interesante compartir la visión que uno de los grupos aportó sobre la sociedad civil local en uno de los talleres de capacitación realizados en La Paloma: “En cuanto a la sociedad civil, como fortaleza tenemos mucha voluntad de trabajo, hay muchas organizaciones, hay mucha gente trabajando en 5 Ver detalles del tipo y modalidades organizativas predominantes en los territorios en Anexos II y III 58 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. distintas organizaciones y en temas puntuales nos juntamos. Y hay una heterogeneidad, que es a su vez una fortaleza y una debilidad.” “Tenemos como debilidad no saber negociar entre las distintas organizaciones y para afuera también -con el municipio o con quien sea-, no coordinamos acciones. Hay una comisión de seguridad barrial y se formó otra con los mismos objetivos. También hay falta de comunicación; hay una exclusión política porque cambia el municipio, cambian las autoridades y hay una exclusión hacia la anterior... y priman los intereses personales: lo que yo opino, lo que yo pienso, lo que yo traje. No es el proyecto que nosotros trajimos, que nosotros hicimos y que es para bien de la comunidad. Priman mucho los intereses personales”. Si retomamos el enfoque del capital social y en particular el Cuadro 1, planteado en el capítulo 2.3.3, debemos consignar con respecto al análisis de las modalidades de relación predominantes en el territorio, que en las dos localidades predomina un capital tipo unión o lazo, aunque existen algunas manifestaciones de los otros dos tipos (puente y eslabón o escalera) que aun son incipientes y débiles. El desafío para los actores locales estratégicos, es establecer un entorno favorable a la generación de confianza y a la aparición de comportamientos cooperativos, incrementando la frecuencia de relaciones entre los miembros de las comunidades en general y de los líderes en particular. Para ello, es clave un marco institucional (donde los gobiernos locales tienen un rol importante como catalizadores) que propicie la aparición de grupos y redes y que estos se abran a la comunidad y al mundo exterior. O sea se tiendan puentes y se generen eslabones que faciliten el encuentro entre diferentes y por ende mejore la integración social en las poblaciones. Contrariamente a una cierta percepción en los entrevistados de desmovilización y más allá de las dificultades organizativas planteadas en los testimonios, se pudo captar que en las dos experiencias existen iniciativas, que nuclean a un número nada desdeñable de personas en torno a ellas y que explicitan un sentimiento de pertenencia a las comunidades, lo cual no denota actitudes de aislamiento, sino de integración. Esto no obsta que existan en ambos casos algunas manifestaciones 59 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. aun incipientes y por lo tanto abordables en el corto plazo- de exclusión social, vinculadas al mundo del trabajo y a la segregación residencial. El siguiente testimonio es elocuente en línea con lo planteado: “Algunos aspectos físicos influyen en la fragmentación social. Los barrios en Merlo están alejados del centro. El territorio del punto de vista urbanístico lleva a la dispersión…” También hay que señalar que los proyectos son en general de carácter sectorial, o plantean asuntos parciales referidos a pequeños grupos de interés y con alcances de corto plazo. Hay una ausencia de proyectos que operen en clave estratégica, y orientados por criterios de desarrollo social que sean representativos del sentir de diferentes actores. Falta por otro lado un actor, como puede ser el gobierno local o departamental para el caso uruguayo, que opere articulando las diferentes acciones sociales con criterio de política pública, más allá de los énfasis puestos en las dos localidades en las prestaciones vinculadas a la asistencia o la emergencia social. 5.1.4. La dimensión política y la construcción de una agenda pública sobre los asuntos del territorio Las dos experiencias analizadas parecen demostrar escasos avances en lo que respecta a la participación ciudadana y las posibilidades de construir una agenda pública sobre los temas del desarrollo local. Más bien reconocemos en los territorios fragmentación y dispersión de iniciativas, e inexistencia de un espacio público legitimado, donde las diferentes voces se hagan escuchar y participen en las decisiones colectivas. “Creo que en La Paloma hay que definir metas sociales fuertes que unan a todas esas organizaciones. No sé si es por personalismos o qué. Lo que pasa mucho acá, es que se dice: “bueno yo ahí no voy si está tal o cual”. A veces siento que la gente no se escucha que está diciendo lo mismo, pero si lo digo con mis palabras es una cosa válida, pero si las dice otro con las suyas, que puede estar diciendo lo mismo, no es tan válido. Acá se habla mucho, en diferentes organizaciones que hay que definir un proyecto de 60 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. desarrollo local y hay diferentes proyectos, pero ninguno se une, no están unidos para decir lo mismo. Y así en realidad, lo que se hace es dividirse, los esfuerzos mueren, se diluyen…” En el caso de Merlo, en el taller de elaboración del diagnóstico participativo en el que se reunieron alrededor de 100 personas representativas de distintas “sensibilidades locales”, aparecieron este tipo de comentarios: “Despojarse de los intereses personales: hablando, negociando, expresando lo que se piensa. Desinformación, falta de interés, intereses contrapuestos (económicos, sociales, culturales). Identificar los actores y facilitar su participación. Hacer participar a los grupos que están excluidos (los vecinos, los “no organizados”)…” “Promover reuniones multisectoriales y por grupos de afinidad. Hacer más fluida la circulación de información. Ir diluyendo los compartimentos estancos. Operar sobre la centralización de decisiones y de información, facilitando canales de participación. Utilizar Internet (foros, discusiones). Fortalecer ámbitos como el de esta reunión. Aunar criterios de trabajo”. “Hay coincidencias pero no hay compromiso. Sociedad heterogénea. Generar conciencia de trabajo conjunto entre Estado (Municipalidad), fuerzas vivas, ONG, vecinos. Merlo sufre de una planificación centralizada”. “Actitud abierta, inteligencia. Hay que superar el prejuicio y escuchar al otro, si no, no se llega a nada…” “Todos tienen diferentes ideas. Antes la localidad era más pequeña y todos se conocían. Hay demasiada gente. Discutir, definir objetivos comunes, pero no censurar…” “Falta liderazgo político participativo e incluyente, que de el marco de estas acciones…” 61 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Si tomamos los testimonios recogidos en una y otra localidad, el balance es bastante pesimista en cuanto a la trama de relaciones en estas sociedades locales: carencias de un sistema de toma de decisiones colectivo; debilidad de las formas institucionales de participación y gestión en los asuntos públicos; carencia de herramientas y de prácticas de articulación Estado-sociedad civil; debilidades de las organizaciones sociales y ONG; falta de compromisos, apertura al diferente, prejuicios y pérdida de energía social aplicada a la construcción de lo colectivo (ausencia de objetivos y visiones comunes), etc. Esta situación se refleja en el rol que juegan los diferentes actores. Gobiernos locales débiles con respecto a sus competencias tradicionales, pero también en su papel como impulsores de un nuevo relacionamiento con la sociedad civil que habilite al desarrollo de nuevas prácticas de gobernanza y de gestión pública. Una sociedad civil con una marcada heterogeneidad en sus expresiones organizativas, lo que genera –como señalamos antes- atomización de esfuerzos. Como dato adicional, debemos agregar también la distribución desigual de poder entre los diferentes actores. Nuevamente aquí el triángulo: reconocimiento-participación-distribución, requiere ser analizado a la luz de los resultados en términos de desarrollo que es posible observar en los territorios. La realidad de las experiencias marca un desbalance entre estos tres factores claves para la construcción de la ciudadanía social. Esto nos debe llevar a una revisión de los enfoques, las estrategias y las prácticas, de manera de implementar acciones más efectivas e integradoras (ver Gráfico 1, capítulo 2.2). Por lo expuesto, las posibilidades de generar una agenda pública que se base en la concertación de actores locales en torno a asuntos prioritarios definidos colectivamente, es hoy una realidad distante en los dos territorios. Actualmente, los temas en debate los ponen generalmente los medios de comunicación, haciendo pie en algunas cuestiones problemáticas de la gestión municipal que afectan a algún sector de la sociedad. O en todo caso, el gobierno local o los empresarios turísticos toman la iniciativa, pero generalmente asociada a temas de interés particular y de alcance puntual. 62 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Se deberá avanzar en mecanismos de resolución de conflictos, de acercamiento de puntos de vista diferentes y de intereses contrapuestos. Para ello, es clave el rol del Estado en su expresión territorial, desde la construcción de políticas que estimulen procesos de desarrollo local, articulando los diferentes niveles territoriales y generando espacios de participación ciudadana que permitan la construcción de visiones compartidas sobre el futuro deseable para las localidades. Esto supone avanzar colectivamente sobre los asuntos prioritarios de la agenda local, a través de reglas de juego (pactos, pautas institucionales) que en buena medida deberá proponer el gobierno local, pero ejerciendo un liderazgo horizontal, abierto a incorporar las propuestas de los diferentes actores y procurando evitar el riesgo de que la agenda quede marcada unilateralmente por aquellos que pueden detentar más poder social. 5.1.5. La articulación de actores en la trayectoria de los territorios. Finalmente, veamos algunos elementos que en la vida de las comunidades analizadas nos permiten identificar la predisposición de los diferentes actores a la articulación. Importa determinar: que se entiende por articulación, si existen antecedentes en la historia reciente, qué resultados se obtuvieron en las experiencias impulsadas, quiénes las impulsaron y qué lugar de poder ocupan en la sociedad local. Si repasamos los testimonios trasmitidos hasta ahora, podremos visualizar que tanto en La Paloma como en Merlo, no han existido experiencias significativas de articulación de actores con perspectiva estratégica, o sea vinculadas a una visión común del futuro de las localidades. En cambio podemos encontrar alianzas coyunturales, sobre temas diversos y que hacen a necesidades colectivas que por diferentes razones no fueron cubiertas desde el rol tradicional de los organismos del Estado. Es el caso de la experiencia mencionada de SOS-La Paloma con su participación en el arreglo de calles de la localidad, o de las reacciones defensivas de la población de Merlo frente a situaciones que ponían en riesgo cuestiones valoradas como significativas por la comunidad (preservación ambiental por ejemplo) y que se veían amenazadas. 63 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La búsqueda del camino de los acuerdos entre lógicas diferentes de actor, no ha sido sencilla. Los testimonios se centran en enfatizar más fracasos que éxitos y actitudes que mayoritariamente son poco proclives a la articulación. Esta es entendida en línea con lo expresado en el capítulo 4 como “acciones que lleven a la construcción de acuerdos”; “la búsqueda de objetivos comunes”; “definir un proyecto de desarrollo local que nos una, despojándonos de intereses personales”, etc. Si entramos a analizar las respuestas en función de las categorías de actor, hay matices en función de las racionalidades diferentes en juego. Existen respuestas más ligadas a resultados tangibles y que se preocupan por la contribución efectiva a la reducción de costos de transacción, o la rentabilidad económica, como lo expresan algunos empresarios. Algunas visiones se acercan más a la construcción de proyectos político-partidarios, con cierta carga ideológica y una preocupación por el bien común, en el caso de los actores políticos en el gobierno. Aparece un tercer tipo de respuestas, que en parte se asocia a la anterior en la búsqueda del bienestar colectivo, pero que se tiñe de un discurso más de tipo moral, donde se valora el esfuerzo colectivo, la participación, la solidaridad y que no necesariamente se compadece con las prácticas que enumeramos. Estas expresiones se observan con más énfasis en las OSC. Los temas críticos, cruciales para una comunidad, son los que pueden generar mecanismos de articulación más allá de las racionalidades individuales o grupales y de las alianzas coyunturales. Esos temas, en buena medida son los que constatamos que se están poniendo en la agenda de Merlo a partir del ejercicio del Plan Estratégico. O en La Paloma, al poder dialogar y concertar en torno a una agenda de prioridades que surge de la devolución de la investigación realizada. Ahora bien, estos asuntos estratégicos, requieren capacidades y disposición para dialogar en esos términos. El puerto de aguas profundas en La Paloma; la constitución de una Agencia de Desarrollo para Merlo, no pueden ser abordados de una manera simple o como iniciativas sectoriales o verticales y de corto plazo. Requieren del acuerdo entre actores con racionalidades diferentes y que están 64 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. dispuestos a conversarlos y a pactar sobre los mismos, sabiendo que las decisiones pasan por ellos, pero también por otros niveles territoriales. 5.2. Los actores y sus relaciones. Funcionamiento del sistema local y niveles de articulación observables Algunas de las preguntas que vale la pena formularse en este punto son: ¿quiénes deberían potencialmente articular en el territorio?, ¿se trata de los diferentes actores?; de los actores-agentes de desarrollo (actores estratégicos); del sistema de actores? La respuesta a estas preguntas nos conduce a uno de los puntos centrales del enfoque del desarrollo local. En principio, este sostiene que desde una postura inclusiva: “la gestión del desarrollo local plantea a los agentes públicos el reto de fortalecer relaciones horizontales con el conjunto heterogéneo de actores no estatales. De este modo, sin abandonar la tradicional vinculación con las organizaciones comunitarias, se requiere la construcción de nuevas relaciones con las cámaras empresariales, los sindicatos, los centros educativos y los actores privados” (D. Cravacuore: 2006: 184). En coincidencia con este autor, podríamos decir que la articulación debería involucrar a la pluralidad de actores locales, sin perjuicio que existen algunos de ellos que podemos considerar “estratégicos” y que pueden jugar un rol de liderazgo en estos procesos. De todas formas, el desafío de la construcción de sociedades más integradas y con una “ciudadanía activa”, pasa por contemplar las diferentes demandas, expectativas y visiones existentes en la sociedad local y las capacidades de los actores de hacer oír sus voces. Esto nos coloca frente a otro de los desafíos más importantes del desarrollo local. ¿Cómo organizar la participación en sociedades con inequidades, exclusiones y oportunidades diferentes? ¿Cómo promover la articulación sin reproducir los mecanismos de inequidad y las asimetrías existentes? Constituye un imperativo ético trabajar para igualar oportunidades, pero generando acciones diferenciadas para sujetos con situaciones de partida y lógicas de acción diversas. Es importante 65 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. atender estos riesgos porque pueden llevar a los más débiles a situaciones de mayor indefensión, o también entrar en el juego de actores con posiciones radicalizadas o fundamentalistas que dejan escaso margen para la búsqueda de los acuerdos negociados. Al hablar de los actores estratégicos a tener en cuenta en un proceso de desarrollo local y su rol en la articulación, aparece en primer lugar el gobierno local (y departamental para el caso uruguayo)6. Como ya hemos señalado, existe una revaloración de su papel en ambos países, lo que se refleja en un cambio en sus roles tradicionales de meros prestadores de servicios públicos, para desempeñar otros papeles, como por ejemplo en la promoción del desarrollo local y en última instancia, operar con más cometidos por el hecho de ser el nivel del Estado más próximo a los ciudadanos. Sin embargo, ese cambio de roles -que admite diferencias entre los casos analizados- no se ha podido traducir en la práctica –salvo excepciones- en acciones sistemáticas orientadas al desarrollo local, las que han quedado muchas veces en el plano discursivo o dependientes de las políticas nacionales o provinciales. Esto es debido a la debilidad de los gobiernos locales en recursos, capacidades, idoneidad técnica y de las sociedades civiles locales que también han demostrado limitaciones para acompañar estratégicamente estos procesos, salvo en algunos lugares con densidad institucional y tradición de cooperación, lo que les ha permitido mejores resultados. En el caso de Merlo, el gobierno local presenta fuertes debilidades para enfrentar una gestión compleja, producto de una población en crecimiento constante y con fuertes demandas de servicios. Esa gestión la debe realizar con escaso o nulo 6 En el caso uruguayo se acaba de aprobar el proyecto de “Ley de Descentralización Política y Participación Ciudadana” en el Parlamento que reglamentará la disposición de la reforma constitucional de 1996, por la cual se crea el tercer nivel de gobierno (municipios). La ley prevé la instalación para el año 2010 de municipios en localidades de más de 2000 habitantes, por lo que se crearán entre 100 y 110 municipios en el interior del país y se propone la creación de 6 en Montevideo, en este caso con 250.000 habitantes cada uno. Hasta el momento, el país contaba con dos niveles de gobierno: nacional y departamental (19 departamentos). Este último se asemeja en algunas funciones a los gobiernos provinciales argentinos. Están a cargo de un Intendente Municipal que haría las veces de “gobernador” del departamento y de alcalde de la ciudad capital. En los territorios funcionan las llamadas “Juntas Locales” que no son electivas (salvo tres casos creadas por ley del Parlamento Nacional) y que pueden ser nombradas o no por los Intendentes Municipales. En Argentina existen 2200 gobiernos locales aproximadamente, de los cuales el 50 % tiene menos de 2000 habitantes y el 80% menos de 10.000. 66 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. apoyo del gobierno provincial, al ser la única Municipalidad que no responde al signo político del gobierno provincial. La dotación de recursos financieros es insuficiente, sin perjuicio que es el gobierno local que cuenta con más capacidad de generar ingresos propios en la provincia; los recursos técnicos son insuficientes en áreas claves como el planeamiento y las políticas de desarrollo económico y los recursos materiales, de equipamiento y tecnológicos son deficitarios para la complejidad de la gestión. En el caso de La Paloma, la Junta Local designada por el Intendente Municipal tiene un rol meramente de prestación de servicios y las decisiones importantes son tomadas desde el gobierno departamental. La ciudadanía reconoce esto y recurre directamente a Rocha (la capital departamental) para la mayoría de los asuntos de cierta importancia para la comunidad. En ambos casos -más allá de las diferencias de régimen político-administrativo en los países- la presencia del Estado en los territorios es débil y está lejos de jugar un rol catalizador de diferentes iniciativas, operando desde una perspectiva de gestión asociada. Sin perjuicio de ello, en los últimos tiempos parece emerger –en buena medida por la intervención externa y por la acción de algunos liderazgos de la sociedad civil- una demanda de mayor autonomía en La Paloma (impulsada por el marco de la Ley de Descentralización recientemente aprobada) y una cierta predisposición a encarar algunos asuntos estratégicos en Merlo a partir de la implementación del Plan Estratégico Territorial. Sin embargo, el desafío de incorporar el desarrollo local en la agenda de los gobiernos territoriales, es una asignatura pendiente. Los esfuerzos son tímidos y en general no pasan de declaraciones de buenas intenciones, o en todo caso de replicar localmente políticas nacionales orientadas a tal fin. La matriz estadocéntrica y la dependencia de los gobiernos nacionales, es importante y repercute negativamente en el desarrollo de capacidades de autogobierno y decisión estratégica, con ciertos niveles de autonomía sobre los asuntos del territorio. En segundo lugar, importa considerar los empresarios. Como hemos señalado, la actividad económica de las dos localidades está determinada fuertemente por el turismo, sin perjuicio que en ambos casos existen otras actividades que también 67 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. inciden en la economía local. Es el caso del Parque Industrial en Merlo, la relevancia del sector público como fuente de ocupación en La Paloma, etc. Trasciende los objetivos de este trabajo, un análisis específico de las características de los diferentes tipos de empresas. Más bien, nos interesa profundizar en las capacidades de los empresarios y de sus organizaciones referentes para pensar el desarrollo del territorio en diálogo con otros actores. En este sentido, aparece como un dato relevante el descrédito que se manifiesta en La Paloma hacia organizaciones supuestamente representativas (cámaras empresariales, etc.) que podrían jugar un rol de coordinación y concertación de esfuerzos. Existe individualismo, escasa participación y una concepción del colega más como un competidor que como un potencial socio en un proyecto estratégico que necesita de la complementación de esfuerzos. “Vamos a competir pero no mirando hacia abajo. Yo no tengo miedo a competir y me parece que nadie tendría que tener miedo. Debemos tratar de hacerlo mejor que nuestro competidor, pero eso no quiere decir que sea mi enemigo. Porque somos complementarios. Y cuanto más crezca éste, más voy a crecer yo. Mentira que una cosa tapa la otra. Está el famoso tema de los grandes hoteles cinco estrellas que matan a los chicos; no es así. Está demostrado el efecto sombra en el que crecen los otros establecimientos…” Son pocos los empresarios innovadores en su rubro, que operan con una lógica de ganar-ganar y menos aun aquellos que son capaces de ampliar la mirada y desde sus organizaciones impulsar proyectos estratégicos concertados para el territorio. Más bien, lo que se observa es una actitud reivindicativa predominante hacia el Estado, e individualista y tradicional en el manejo de sus emprendimientos. En Merlo aparecen algunas diferencias –en parte por su mayor tamaño- pero en el fondo se presentan problemas similares. Las cámaras empresariales tienen un fuerte sesgo sectorialista y demandante hacia el Estado local y con mayor énfasis a nivel provincial e incluso nacional. Existe una muy baja valoración del rol del gobierno local como actor de desarrollo, al que se lo mira prioritariamente como 68 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. proveedor de servicios públicos tradicionales y con evaluaciones bastante críticas en su desempeño. También se observa una baja predisposición a operar en redes territoriales que integren empresas de diferentes rubros productivos. Sin embargo, en los últimos tiempos comienzan a aparecer algunos esfuerzos en una dirección alternativa. Por ejemplo, la creación de una Escuela Municipal de Oficios, cogestionada entre la Municipalidad; las Cámaras de Industria y Comercio y el Centro Universitario de Merlo (entre otros actores) que busca capacitar a los jóvenes en oficios vinculados al sector turístico y de servicios. También el funcionamiento de una Mesa Territorial por el Empleo que busca articular esfuerzos públicos y privados en la dirección de mejorar la información sobre el mercado de trabajo. Más allá de estas iniciativas, el balance general presenta debilidades en cuanto al rol del empresariado como actor de desarrollo y con intención de articularse con otros actores en proyectos colectivos. Las experiencias embrionarias que mencionamos, podrían ir en esta dirección, si sus protagonistas logran posicionarse en el medio y con los apoyos necesarios, pueden aportar a la revisión de los enfoques y las líneas de acción. En tercer lugar, encontramos una serie de organizaciones que operan en la órbita del Estado o de la sociedad civil (siguiendo la clasificación de Arocena los ubicaríamos en el subsistema socio-territorial) que podrían jugar potencialmente un rol de actores estratégicos para el desarrollo local. Nos referimos por ejemplo a las instituciones educativas; a algunas ONG vinculadas al campo de las políticas sociales; organizaciones culturales; vecinales; etc. En La Paloma, es interesante el rol actual y potencial a nivel social que juegan los centros educativos de nivel primario y secundario, más allá de lo estrictamente formativo. Es probable que en esto haya incidido que la mayoría de los establecimientos surgen de iniciativas comunitarias, con fuerte impronta de participación de la población en lograr su instalación y colaborar de múltiples formas en su desarrollo. 69 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. “Yo creo que dentro de la comunidad, si tuviera que hacer una lista de instituciones de importancia a nivel social, quizás pondría primero la Escuela y segundo el Liceo y tercero quizás el deportivo, el gimnasio, porque creo que cumplimos una función social y muy importante y eso no es fácil de asumir y traspasa el rol educativo que tiene la institución. Sobre todo en una comunidad chica donde no hay muchas ofertas para los jóvenes a no ser la de Centro Educativo, de repente la del Club Deportivo, y muy poca cosa más... terminamos cumpliendo una función social”. El Centro Universitario de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) en Villa de Merlo, es sin duda un actor relevante por su aporte específico en la oferta educativa que brinda (Tecnicaturas vinculadas al turismo y actividades asociadas). Pero también lo es por su rol potencial como espacio de generación de conocimiento sobre la realidad local y de vínculo con el sistema científico-tecnológico de nivel provincial, regional y nacional para la búsqueda de oportunidades de desarrollo para la localidad. A nivel barrial, se mencionan tanto en La Paloma como en Merlo algunas experiencias de organización vecinal, hoy un tanto disminuidas, pero que existe interés en revitalizar por parte de algunos vecinos en la medida que las autoridades públicas respondan a las iniciativas. En el caso de Merlo por ejemplo, existen doce asociaciones vecinales que plantean las necesidades de sus respectivos barrios, varias de ellas con un funcionamiento discontinuo. Del trabajo realizado, destacamos las capacidades existentes en cuanto a diagnóstico de situación y presentación de propuestas que pueden dar lugar a experiencias de cogestión entre las asociaciones y la municipalidad frente a temas de infraestructura urbana, ambiente y políticas sociales. De todas formas, en una y otra localidad, más allá de estas iniciativas que en si mismas son valiosas, falta articulación de esfuerzos a nivel de las organizaciones de la sociedad civil, lo que inhibe mejorar los impactos. No existe, o es muy débil el funcionamiento en red entre las organizaciones del estado y la sociedad civil, lo que permitiría potenciar las acciones específicas que son muchas y variadas, pero con 70 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. poca comunicación entre si. Y para esto, es clave desde las instituciones competentes reforzar las instancias de encuentro y capacitación de los diferentes actores para un trabajo más coordinado y eficaz. En el análisis de la trayectoria de las dos localidades, salta a la vista que se necesita reforzar capacidades en los actores locales para atender los asuntos estratégicos y que surjan liderazgos legitimados capaces de construir ese tipo de alianzas. La articulación ha sido más bien coyuntural y por asuntos puntuales. Los gobiernos locales han jugado un papel hasta ahora tradicional en el desempeño de sus roles; los actores privados (tanto empresarios como OSC) no han trascendido prácticas sectoriales y se han movido mayoritariamente con individualismo y fragmentación en sus demandas y propuestas. La desigual distribución de poder en las sociedades locales aparece prácticamente intocada, aunque existen algunos hechos –como los señalados más arriba- que adecuadamente trabajados pueden convertirse en revulsivos de nuevas prácticas que modifiquen las relaciones preestablecidas y generen condiciones para construir nuevos acuerdos sobre la base de objetivos comunes. Ahora bien, no todos los actores están en las mismas condiciones para participar de las decisiones. Hay que apostar al fortalecimiento de las capacidades, tanto de los gobiernos locales como de las OSC y del mundo empresarial, para poder sentarse a una mesa, que sin desconocer las diferencias de poder y las áreas de competencia específicas, puede ser generosa en la convocatoria. Aquí nos encontramos con el dilema de la debilidad de los actores locales para encauzar cuestiones estratégicas. La capacitación; las políticas nacionales y subnacionales orientadas al fortalecimiento del estado y la sociedad civil; el avance en modalidades de gestión asociada, deben ser asumidas como acciones prioritarias si efectivamente se desea avanzar en esta dirección. “El tránsito de un estilo de gobierno centralizado y jerárquico hacia prácticas más pluralistas y cooperativas en términos de gobernanza, supone claramente un profundo replanteo de los vínculos tradicionales desarrollados entre el Estado y la sociedad, como de las formas de construcción de poder político y gestión 71 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. tradicional de las cuestiones. En este sentido, gobernar hoy, plantea el desafío de moverse en la complejidad, de relacionarse y articular en redes (entre actores y niveles gubernamentales) más que mandar desde una perspectiva jerárquica; generar consensos y repensar el papel del Estado abriendo el juego a la sociedad en un espacio público compartido” (R. Carmona: 2006: 163). En última instancia, se trata de contar con un sistema local de actores que implica adecuados niveles de articulación interna entre sus diferentes expresiones organizativas o subsistemas a nivel local y buena interconexión con los niveles provinciales, departamentales y nacionales. Cuanto más compleja y sinérgica la red de actores, mayores posibilidades de construir procesos de desarrollo sostenibles y basados en relaciones de mutua complementación y reciprocidad. El desafío mirado desde la intervención, es apoyar el cambio de los sistemas de actores, lo que nos plantea un dilema teórico y metodológico importante que hace no solo a entender las diferentes lógicas de actor, sino también la de las políticas públicas que confluyen en el territorio, las modalidades de gestión y los recursos que se vuelcan. Todo ello genera la necesidad de articulaciones varias que no son solo de actores, sino también de recursos y de políticas que vienen de diferentes niveles territoriales. 5.3. La gestión de la articulación para el desarrollo territorial. La articulación es ligazón dinámica entre diferencias y ambos términos diferencia y ligazón, deben permanecer para que el resultado sea posible. Pero hay que cuidarse de la excusa apoyada en una idealización del acuerdo. Cuantas veces hemos oído estas expresiones: “Ah, no estamos todos de acuerdo, así no funciona, no podemos avanzar” La articulación implica un estado de tensión permanente, no de reposo; un punto de llegada, pero no un paraíso en la tierra. Una tensión perdurable, inquieta, creativa, que lleva consigo el conflicto y lo gestiona para mejor vivir. No es sencillo, estamos en el campo de la complejidad, donde un exceso de voluntad de simplificar solo sirve para hacer las cosas más confusas. 72 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Como hemos señalado, vivimos en sociedades y en territorios donde existe gran dispersión y fragmentación de intereses y de visiones que por lógica dificultan la articulación. La articulación tiene que reconocer los opuestos, contemplar el interés particular de cada uno, pero sabiendo que hay que ceder. Que no se participa solo para ganar. Articular es negociar. Por todo lo expuesto, la articulación es también un tema de gestión. Hay que llegar a acuerdos para hacer tal o cual cosa y eso implica aplicar instrumentos idóneos para ello. Desde este punto de vista una primera cuestión que debemos clarificar es ¿qué es lo que motiva a articularse? Estamos hablando de la dimensión subjetiva; de la necesidad que una persona o una organización pueden tener de llegar a acuerdos o lugares seguros que permitan comprometerse, ganar/ganar, o desarrollar capacidades de ceder en pro de algo que se considera más beneficioso que la situación de partida. Esto implica que las diferentes necesidades puedan expresarse y que existan canales adecuados que lo permitan, lo que nos habla de la importancia de los formatos o dispositivos para la articulación. Estos son ámbitos de encuentro de las diferentes lógicas de acción que pueden ser promovidos por algunos actores en particular (el gobierno local, los empresarios, las OSC) pero que son públicos y están legitimados en su funcionamiento y en su capacidad de toma de decisiones sobre el colectivo. Es fundamental cuidar la convocatoria para que todos los protagonistas de la escena local puedan ser escuchados y se les reconozca en su capacidad de propuesta. Recuperar la idea de “espacio público” que comentamos en el marco teórico. Un vecino de La Paloma, lo expresaba en estos términos: “Y pensamos que hay signos de entretejido, porque me gusta la palabra entretejido entre la sociedad civil y lo público y el municipio. Porque yo creo que la sociedad es un entretejido, de personas de distinta manera de pensar, y ahí también entra lo público, por lo tanto entra el municipio y los actores 73 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. sociales. Pensamos que no se llega a realizaciones, como que empezamos todo con mucho ímpetu y vamos allá a hablar con el Intendente pero después no llegamos a nada, y no llegamos a realizaciones conjuntas y es por distintas trabas...Ese entretejido social que podamos armar alguna vez, donde no primen ninguno de esos intereses, hay toda una efervescencia y creemos que esa es la forma y que por ahí llegaríamos...” Esto nos lleva en segundo término, a considerar quién o quiénes gestionan las articulaciones en el territorio. ¿Es un actor público, privado, mixto? ¿Cuál es el grado de institucionalidad observable en quien impulsa la articulación. ¿Cuál es el nivel de efectividad de los mecanismos utilizados? En las comunidades analizadas están surgiendo experiencias que por diferentes motivos están apostando a la articulación. Aun en forma embrionaria y como impulso de diferentes actores, en Merlo funciona la Red de Instituciones Merlinas (RIM) que agrupa a diferentes organizaciones de la sociedad civil desde comisiones barriales hasta Colegios Profesionales y Cámaras Empresariales. Hoy es un interlocutor del gobierno local para algunos asuntos de proyección comunitaria como el seguimiento del Plan Estratégico de Desarrollo Local. En La Paloma en base al trabajo realizado a posteriori de la entrega de la investigación realizada por el IDEL-UCU, se ha constituido un Grupo de Trabajo para el Desarrollo Local que reúne representantes de diferentes actores públicos y privados que comienzan a negociar en torno a una agenda pública de desarrollo para la zona. En ambos casos, el rol de los gobiernos locales es evaluado mayoritariamente como una amenaza para la marcha de las acciones, o como una presencia discontinua y poco comprometida con las iniciativas que van surgiendo. Las razones, tienen que ver con la desconfianza y el descrédito en sus capacidades políticas y de gestión. Sin embargo comienzan a generarse puntos de encuentro en algunos temas, a través de la mediación de técnicos externos o municipales que 74 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. contribuyen a acercar puntos de vista y a colaborar en la gestión de los espacios deliberativos. Así lo expresaba una vecina de La Paloma en uno de los talleres de capacitación: “El rol de bisagras no es fácil. Y bueno, no es fácil conciliar, llegar al acuerdo de las partes. Todos tenemos un poco de razón, lo que pasa es que vemos desde diferentes ángulos o de diferentes experiencias las cosas. Pero creo que precisamente, nos hace falta repensarlo ¿no? Ponernos como comunidad a pensar qué es lo que realmente queremos, qué es lo que nos gustaría que pasara en la comunidad que queremos”. Uno de los desafíos es precisamente institucionalizar estos espacios en base a formas de gestión diferentes que se acercan a los mecanismos de gestión asociada que señalamos en el capítulo anterior. El camino es arduo, porque aun no están dadas las condiciones para avanzar a paso seguro. Se deben construir las confianzas y además generar resultados visibles y con impacto social que permitan también crecer en credibilidad ante la ciudadanía y ante otros actores externos que pueden jugar como apoyo a estos procesos. 5.4. La articulación entre los diferentes niveles territoriales (relación con el afuera: con otros niveles territoriales y con las políticas públicas) El desarrollo local será sostenible solamente si logra ubicarse estratégicamente en la tensión local-global. Por lo tanto, es endógeno-exógeno, en la medida que necesita de la construcción de una serie de capacidades en el territorio, pero también una inserción competitiva en el entorno subnacional, nacional e incluso internacional. El riesgo de que ello no se produzca es el aislamiento, lo que puede generar un localismo inconducente que inhabilitará las posibilidades de futuro para los territorios. Si esto lo miramos desde el Estado, importa entonces la articulación vertical entre los diferentes niveles territoriales (Nación-Provincia-Departamento-Municipio) para la promoción del desarrollo local. A la vez, es clave incorporar una articulación horizontal en cada nivel del Estado. Esto posibilitará generar un sistema de 75 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. políticas públicas específicas pero coordinadas, en las diferentes áreas temáticas, que van desde la promoción del desarrollo económico hasta las políticas sociales, pasando por las infraestructuras, el ordenamiento territorial y el urbanismo, el medio ambiente, etc. Según las competencias específicas de cada nivel de gobierno y atendiendo al principio de subsidiariedad, éstas políticas podrán ser exclusivas de cada nivel o implementadas por más de uno de ellos, pero buscando la confluencia entre los distintos niveles territoriales. El desarrollo local entonces, será más sostenible en la medida que se logre -en términos de eficiencia y eficacia- una gestión integrada de las políticas públicas que apueste a la sinergia entre los diferentes decisores del Estado a nivel nacional, subnacional y local. En este sentido, la expresión de “políticas nacionales de desarrollo local”, no es un contrasentido, sino una realidad a fortalecer para dar más sustento a las acciones que se implementen desde los territorios. Para tomar como ejemplo a Merlo, la articulación vertical con las otras jurisdicciones del sector público se presenta compleja, por las dificultades de relación entre Gobierno Nacional – Gobierno Provincial y entre éste y el Gobierno Municipal, básicamente por diferencias de tipo político-partidarias que dificultan la concertación. Este debe ser un aspecto a trabajar a futuro, procurando que más allá de las divergencias existentes, se pueda llegar a acuerdos mínimos en torno a asuntos estratégicos que hacen al desarrollo de la Villa. Por otro lado, el municipio se halla en un proceso de articulación horizontal con interesante potencial con otros municipios de la región, a través de su pertenencia a la Red de Municipios y Comunidades Saludables; de la Red Federal de Municipios Turísticos y del Comité Político y Técnico del Corredor de la Comarca Biocomechingones. Este último, funciona con el propósito de formar un Parque Regional e implementar un corredor turístico sustentable con manejo del medio ambiente y con el apoyo de las Secretarías de Turismo y de Parques Nacionales del Gobierno Nacional y de la Federación de Parques Regionales de Francia. 76 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Del lado de la sociedad civil, ocurre algo parecido. Es necesario también promover articulaciones horizontales en el territorio, pero también alianzas verticales que incluyan el relacionamiento con otros actores como el propio Estado. El sistema local de actores de alguna manera puede constituirse en torno a esta interacción. “Las organizaciones desarrollan dos tipos de alianzas: horizontales y verticales. Las alianzas horizontales pueden llevarse a cabo con otras organizaciones de la sociedad civil con objetivos similares. Este tipo de coordinaciones permite dar mayor legitimidad y peso a la representación de la sociedad civil ante el sistema político, pues integran a varios grupos dentro de una misma demanda y/o propuesta. Sin embargo, las alianzas más importantes para el empoderamiento son las alianzas verticales. Estas son aquéllas en que las organizaciones de la sociedad civil interactúan con el Estado y la sociedad política, articulando compromisos, participando en la tomas de decisiones, controlando y contribuyendo con información privilegiada respecto a sus necesidades...” (R. Márquez-C. Moreno: 2007: 288). Es importante en este sentido que existan liderazgos que operen para facilitar estas alianzas horizontales y verticales hacia adentro y hacia afuera del territorio. Sin duda que el gobierno local tiene un rol legítimo en esta dirección pero no debe ser el único. Cuantos más actores participen, más garantías de pluralidad e inclusión de las diferentes necesidades y expectativas. Para ello, es importante promover instancias de capacitación que permitan incorporar habilidades de negociación a nivel personal y colectivo; aumentar los márgenes de incidencia de los diferentes actores (en particular los que tienen menos poder) en esa articulación; detectar oportunidades para el encuentro y la complementación. Más allá de la búsqueda de la sinergia entre los diferentes niveles territoriales y actores involucrados (arriba-abajo y abajo-arriba) existe un meso nivel que puede facilitar el desarrollo de experiencias exitosas de concertación de intereses. Nos referimos a las microrregiones, mancomunidades, comarcas (como el caso de Comechingones en Merlo). Estas escalas territoriales pueden lograr una “masa 77 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. crítica” de actores, recursos y capacidades que los habilita a jugar un rol estratégico interesante en la consolidación de estos procesos. 5.5. Los recursos aplicables a los procesos de articulación en el territorio El escenario actual de globalización con todos sus efectos en las economías de nuestros países, ha coincidido con un impulso a programas orientados a la reforma del Estado, que entre otras cosas han promovido procesos de descentralización. Estos pueden ser una oportunidad para avanzar en los temas que estamos analizando, entre los cuales está la cuestión de los recursos necesarios para dar sostenibilidad al desarrollo local. En relación al tipo de recursos que pueden orientarse a favorecer la articulación, vale la pena distinguir la existencia de recursos endógenos, exógenos y de procedencia estatal o privada. Es interesante observar en los territorios analizados una mayor preocupación por preguntarse al menos (y esto ocurre tanto en La Paloma como en Merlo) acerca de las capacidades locales de captar y de movilizar recursos de dentro y fuera del territorio para orientarlos el desarrollo local. Hemos asistido a discusiones donde el tema de la apropiación y reinversión del excedente generado y de su redistribución en forma equitativa hacia los distintos sectores de población, aparece en la preocupación de algunos actores estratégicos. Sin embargo, esto no se traduce aun en estrategias de concertación de actores que permitan ensayar formas de utilización de esos recursos en proyectos que puedan ser decididos a través de instrumentos de participación como pueden ser los ejercicios de presupuesto participativo u otras formas de abordar la temática como las Agencias de Desarrollo. Los gobiernos territoriales están experimentando nuevas formas de mejorar sus ingresos por la vía tributaria, pero esto no aparece aun ligado a orientaciones de desarrollo concertadas, sino más bien a procurar el financiamiento de las burocracias y de los programas que vienen de su gestión más tradicional. 78 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Si es notorio, en ambos países la presencia de políticas de nivel nacional que están significando una inyección de recursos que aterrizan al territorio por la vía de los gobiernos departamentales o locales y que en algunos casos, han significado un camino para promover procesos de articulación público-privados que involucran un espectro amplio de actores. En la realidad de los municipios considerados, aparecen sin embargo problemas de gestión diversos para mantener en forma sostenida estas líneas de acción. En el caso de Merlo, para atraer recursos nacionales que contribuyan al desarrollo local, la gestión municipal debe sortear los obstáculos generados por la fragmentada relación Nación-Provincia, cuando se requiere de la firma de los gobiernos provinciales como requisito normativo. En estos casos, el Municipio efectúa sus propias gestiones ante los organismos nacionales, para que por vía de excepción se firmen convenios directamente entre Gobierno Nacional y Municipio. Es evidente el difícil recorrido que la municipalidad debe hacer para acceder a las políticas públicas nacionales, lo que no ha impedido obtener apoyos que se pueden estimar como importantes, sobre todo en el área de las políticas sociales y productivas. En el caso de La Paloma, es notoria la capacidad que ha tenido el gobierno departamental de recepcionar recursos nacionales. Los actores locales, sin embargo reclaman que esos recursos luego sean redistribuidos a nivel departamental con criterios que no responden necesariamente a las prioridades departamentales concebidas centralmente. En síntesis, la masa de recursos disponible hoy en los territorios es probablemente mayor que la que se contaba hace unos años atrás, pero su utilización en la dirección de las orientaciones estratégicas del territorio, es aun incipiente. Se deberá avanzar en dispositivos concretos a nivel de la gestión municipal y de la sociedad civil para poder manejar con criterios de mayor autonomía el financiamiento del desarrollo, lo que obliga una vez más a repensar las capacidades del sistema de actores para procesar estos cambios. 79 parte IV RECAPITULACIÓN, CONCLUSIONES Y DESAFÍOS Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. capítulo 6 Principales conclusiones, lecciones aprendidas y desafíos para la gestión Este capítulo se ordena en una serie de puntos que abordan en términos conclusivos las cuestiones centrales que hacen a los objetivos e hipótesis que guiaron este trabajo. Pretende también dejar algunas pistas para la continuidad de la reflexión sobre estos temas tanto en el plano de la investigación como de la intervención en procesos de desarrollo local. 6.1. Acerca del concepto de articulación de actores para el desarrollo local y su relación con el contexto territorial Al principio del trabajo, realizamos una reflexión teórica más genérica sobre la articulación, vinculada a un estado de la sociedad contemporánea, donde parecen predominar las concepciones homogeneizadoras, atadas a una visión de la globalización deshumanizante y con un cierto desprecio por las diferencias, que se expresan en identidades territoriales, étnicas, de género, generacionales, entre otras. Sin embargo, lo que surge del análisis, es que se trata de una polaridad dilemática difícil, pero abordable. En realidad, ésta pasa por buscar los puntos de contacto entre la necesidad, por un lado, de una lógica planetaria (procesos supranacionales, mercados globales) y por otro, el respeto de lo específico, las identidades, lo singular. De allí que el desafío -siguiendo lo planteado por Arocenaes intentar superar la antinomia global-local “por un esfuerzo de articulación dentro de una real tensión”. Y aunque parezca lejana, esta perspectiva de análisis, es el telón de fondo ineludible para la toma de decisiones a nivel de los actores territoriales, los que deben desarrollar capacidades para operar estratégicamente en esta tensión. Pero llegados a este punto, importa analizar si efectivamente hemos podido avanzar en el conocimiento de los significados y alcances de la categoría 81 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. conceptual “articulación de actores”; su potencial explicativo acerca de los procesos de desarrollo local y su relación con el contexto territorial en el que se implementa. Probablemente habrá que profundizar en varios de los aspectos que hemos esbozado en este trabajo. Sin embargo, creemos que se ha podido construir un bagaje conceptual y analítico que nos ha permitido adentrarnos en una serie de desafíos teóricos, metodológicos y que surgen de la sistematización de las experiencias, contribuyendo a la profundización del conocimiento en esta temática. En ese sentido, consideramos que la comparación entre los cuatro conceptos afines seleccionados (articulación, coordinación, cooperación y concertación) arroja pistas que permiten establecer, más allá de los énfasis distintos en sus significados, una relación sinérgica entre ellos. Esto nos habilita pensar en una secuencia o relación de continuidad, cuando los llevamos al plano de la intervención y en particular a la explicación del funcionamiento de la interacción entre los diferentes actores. También, las preguntas incómodas acerca de las reales motivaciones de los actores para articularse, nos ayudaron a despojarnos de una cierta visión utópica, que se asocia a una especie de inclinación natural de los mismos a la cooperación. Ubicarnos en el análisis del conflicto, las relaciones de poder, los “mínimos de cooperación” (que desarrollaremos más adelante) nos colocó en otros derroteros analíticos que nos llevaron al campo de la negociación entre diferentes, a la búsqueda compleja del interés común y a no descartar la explicación de los antagonismos. Finalmente, reconocer que la articulación se da en un contexto territorial (en un marco local-global) que condiciona positiva o negativamente sus posibilidades de concreción. Reafirmamos la hipótesis de que el desarrollo local se construye en un marco de relaciones horizontales y procuramos explicar en que consiste esa horizontalidad y que implicancias tiene (limitaciones y potencialidades) en el campo de los vínculos entre los actores y en relación a las políticas y a la gestión. 82 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Ese contexto más o menos proclive a la cooperación, fue analizado desde la densidad institucional, el capital social, las redes. Las posibilidades de avanzar en la construcción de la ciudadanía social, haciendo un primer intento de aplicación de las categorías de reconocimiento, participación y distribución. Estas categorías, en diálogo con los tipos de capital social, pueden ser un aporte significativo para avanzar en el conocimiento del contexto de la articulación y sobre todo aportar a la construcción de un nuevo tipo de políticas públicas, desde las especificidades del territorio, que pueden ponerse en diálogo con políticas subnacionales y nacionales. 6.2. Acerca de las estrategias de los diferentes actores y la gestión de las diferencias De lo señalado hasta ahora, podemos sintetizar algunos elementos que se van presentando como los principales obstáculos o desafíos para la articulación de actores en el territorio a partir de las experiencias consideradas, pero que a modo de hipótesis podemos pensar sean comunes a otros contextos territoriales: a) En primer lugar aparecen los intereses particulares o sectoriales que emergen en la interacción con fuerza y limitan la búsqueda del interés común. Esto es producto de que las lógicas de acción predominantes en los actores, tienden a priorizar lo individual sobre lo colectivo. Generalmente en los territorios se debe operar en un ambiente poco propicio para la articulación. b) No se visualizan con claridad espacios públicos de encuentro y de negociación entre los diferentes actores. Son escasos los agentes de desarrollo que pueden operar como mediadores, tendiendo puentes entre posiciones que aparecen enfrentadas. Esto nos coloca ante del desafío de revisar el rol de los actores estratégicos en el territorio, pero también de los técnicos y profesionales, fortaleciendo su rol de mediadores entre las diferentes lógicas de acción. c) Existe capacidad de iniciativa en los distintos subsistemas de acción, con mayor o menor intensidad según el territorio, pero éstas son generalmente coyunturales, referidas a cuestiones con baja proyección estratégica y ligadas mayoritariamente a los intereses de los grupos de mayor poder local. De todas formas, el escenario de 83 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. los últimos tiempos -con los procesos de reforma del Estado y en particular de descentralización y estímulo a las políticas de desarrollo local desde los Estados centrales y de la cooperación internacional- plantea nuevas oportunidades para el impulso y el fortalecimiento de políticas y programas territoriales concertados. d) El rol de los gobiernos locales, más allá de su legitimidad y potencial de liderazgo, es evaluado mayoritariamente como una amenaza para la marcha de las acciones, o como una presencia discontinua y poco comprometida con las iniciativas que van surgiendo. Las razones tienen que ver con la desconfianza y el descrédito en sus capacidades políticas y de gestión. Las modalidades de gestión predominantes, reproducen estilos verticales y asistencialistas, propios del modelo estado céntrico en la relación con la sociedad civil, lo que no contribuye a generar diálogos potentes desde el reconocimiento del otro y habilitantes de una participación genuina y con incidencia real en la toma de decisiones colectivas. e) El empresariado local tiende a reproducir prácticas sectoriales o individuales y a presentar en forma predominante comportamientos corporativos. Es poco propenso al trabajo en redes territoriales y a operar en lógica de cadenas o sistemas productivos locales, acordando estrategias de desarrollo económico territorial y empleo. Aunque existen experiencias al estilo de la ciudad de Rafaela en la Provincia de Santa Fé, que muestran un tejido empresarial más denso y articulado, son excepcionales y de difícil replicabilidad. f) La diversidad de las organizaciones en la sociedad civil, en general no genera entramado, tejido social. Hay debilidades organizativas internas y para el funcionamiento en redes. No existe una masa crítica de iniciativas y de propuestas que permitan diálogos sostenidos entre los diferentes actores. Si aplicamos la matriz de análisis sobre vínculos, redes y capital social, tenemos las iniciativas mayoritariamente ubicadas en el capital “de unión” y muy pocas en el “de puente” y menos aun en el “de escalera”. Esto nos desafía a revisar los programas y proyectos y a generar políticas de capacitación y fortalecimiento de los actores territoriales, a través de mecanismos concertados entre el Estado y las propias OSC. 84 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. g) El grado de reconocimiento de los actores entre si es restringido. Esto limita la participación e impide avanzar en pactos ciudadanos que permitan mejorar los niveles de distribución e integración social. Sin embargo, aparecen liderazgos innovadores, tanto en el Estado como en la sociedad civil y el mundo empresarial, más preocupados por los destinos del territorio y por las condiciones de bienestar e integración social de las poblaciones, que permiten alentar nuevos horizontes. h) La identidad cultural, el sentido de pertenencia, se ha conformado sobre bases diversas, constituyendo un factor en crisis y en reconstrucción en las sociedades locales. La fuerza de la identidad como motor de desarrollo, e inspiradora de visiones comunes de futuro, aparece por lo menos limitada por diversas fracturas y vulnerabilidades y esto desafía a emprender acciones –tanto desde el Estado como de la sociedad civil- orientadas a reforzar los factores de unidad que reposan en las raíces históricas, las expresiones culturales, las trayectorias y los aprendizajes compartidos. i) Más allá de los ejercicios de planificación estratégica en marcha, es escasa la capacidad de proyección en los actores locales; de imaginar escenarios futuros en función de acuerdos que surjan de visiones compartidas. Hay una pregunta clave para imaginar el desarrollo local que necesita ser respondida en forma articulada: ¿dónde queremos ir juntos como sociedad local? De alguna manera la respuesta a esta pregunta es política y nos remite a una concepción del territorio “entendido no sólo como un lugar de identidad, sino como una construcción política que supone poder, relaciones de fuerza contradictorias. El Proyecto Político Local es el encargado de vincular dimensiones y diversificar sentidos del desarrollo local. Por ello tiene que ser sostenible, gobernable y autodependiente” (O. Madoery: 147: 2008). Los mínimos de cooperación La articulación tal como la hemos entendido, no es posible en todos lados, ni tampoco en torno a todos los temas. Hay asuntos que tienden más que otros a lograr un mínimo de cooperación en el territorio; el desafío está en identificarlos y trabajarlos en cada realidad local. Se trata de aquellos umbrales mínimos 85 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. necesarios para que los objetivos sean alcanzados, esos objetivos que se revelan multidimensionales y que su priorización y concreción, tiene que ver con las características específicas de los territorios considerados. A la luz de lo analizado en los capítulos anteriores, la construcción de esos mínimos requiere en los territorios de algunos elementos claves que vale la pena sintetizar: - Contextos de partida que generen un clima favorable a la articulación. - Identidad cultural proclive a la articulación: (propensión al encuentro con el otro, sentido cívico. -Aceptar y reconocer al diferente (capital social de puente). Actitud de apertura y derecho a ser escuchados - Jugar en los márgenes. Atreverse a ceder poder, a identificar temas comunes. -Capacidades para el diálogo, la negociación y la búsqueda de acuerdos multiactorales. Para avanzar en esta dirección se necesitan entonces ámbitos de articulación, puntos de encuentro legitimados y públicos. Uno de los desafíos es precisamente institucionalizar estos espacios, en base a formas de gestión diferentes que se acercan a los mecanismos de gestión asociada que señalamos anteriormente. En algunos territorios serán las “Agencias de Desarrollo”, en otros “Redes” de diferente tipo. El camino es arduo, porque implica construir confianza (ese intangible tan difícil de obtener y tan fácil de perder) y además generar resultados visibles, con impacto social que permitan también crecer en credibilidad ante la ciudadanía y ante otros actores externos que pueden jugar como apoyo a estos procesos. 86 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 6.3. Acerca de las políticas públicas territoriales y sus efectos en la articulación de actores Para encarar procesos de desarrollo local sostenibles, los territorios deben establecer vínculos adecuados con el entorno subnacional, nacional e internacional. Desde lo local siempre se opera en una trama de relaciones de complementación y competencia con lo global, la que adquirirá ribetes diferentes en función de las escalas territoriales y los asuntos en juego. Por esta razón, hemos planteado la importancia de que en los territorios existan liderazgos que operen para facilitar alianzas horizontales y verticales hacia adentro y hacia afuera del territorio, promoviendo la formulación e implementación de políticas referidas a la construcción de una agenda de desarrollo territorial. En este sentido, los gobiernos locales tienen un papel relevante a jugar, pero como hemos señalado, la mayoría de las veces no cuentan con las capacidades para generar por si solos dichas políticas y el financiamiento consiguiente. Por eso resulta clave que exista un marco de políticas públicas desde los otros niveles del Estado (provincial, departamental, nacional) orientadas a la promoción del desarrollo local y la descentralización, con las cuales los municipios puedan articularse. La situación post crisis del 2001-02 en nuestros países, ha dejado un marco de estabilidad en lo macroeconómico (parcialmente debilitado en los últimos dos años) que ha generado condiciones adecuadas para fomentar una serie de políticas nacionales orientadas al desarrollo territorial. La evidencia empírica indica que tanto en Argentina como en Uruguay, se ha avanzado en esta dirección y se han multiplicado los recursos que se vuelcan al territorio desde distintos ministerios y programas centrales. Estos, en principio, aparecen como parte de un cambio de estrategia y de prioridades que los haría sostenibles en el tiempo. Sin embargo, en relación al tema que nos ocupa, existen dificultades de articulación entre estas políticas centrales con las de tipo local. “En general prima la lógica que entiende a los municipios como meros efectores de las políticas diseñadas extra87 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. localmente, a lo que se suma la fragmentación de políticas que “bajan al territorio” de manera autorreferencial y desarticulada con las otras de su propio gobierno… lo que dificulta la articulación sinérgica de tipo vertical Nación Provincia-Municipio” (A. Villar: 2006). Más allá de algunos matices con el caso uruguayo, la situación planteada por el autor, se retroalimenta con las dificultades de articulación horizontal en el propio territorio por la escasa visión estratégica del Municipio y del resto de los actores estratégicos, y los comportamientos tradicionales, sectoriales, fragmentados y poco proclives a la articulación público-privada. Como ya hemos señalado, la delimitación de competencias entre los diferentes niveles territoriales del Estado, debe basarse en criterios de subsidiariedad y eficiencia, procurando acordar cuál es la escala territorial más idónea para cumplir una determinada función en cada área de competencia. Esto supone preguntarse, entre otras cosas, acerca de las capacidades instaladas en los gobiernos locales para asumir eventualmente esas funciones. Los actores locales deben considerar las articulaciones verticales, pero fundamentalmente atender las coordinaciones horizontales estratégicas para el desarrollo local. Es en el nivel local que se deben discutir las opciones de política pública en muchas áreas, que por sus cometidos deben ser formuladas desde los territorios y no implantadas desde afuera (promoción de actividades productivas, políticas sociales, culturales, etc.). Obviamente que para esto es clave la fortaleza del sistema de actores locales y su proactividad para acercar propuestas convincentes a los ámbitos centrales. En los espacios estrictamente locales, estas dificultades tienden muchas veces a perpetuarse, por lo cual puede ser recomendable para avanzar en procesos de articulación más sostenibles, ampliar la escala territorial (microrregión, comarca, mancomunidad). Esto puede aportar el valor agregado de una mayor masa crítica de actores, recursos, capacidades y oportunidades, lo que puede revertir incluso en mejores asociaciones con los niveles nacionales de toma de decisiones. 88 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. En el plano de la nueva institucionalidad, las “Agencias de Desarrollo Territorial” pueden ser instrumentos interesantes como espacios de articulación públicoprivada y de liderazgo en el territorio. Sería importante avanzar en su institucionalización, en diálogo con el Estado y otros actores territoriales, promoviendo su localización tanto a nivel local como en escalas regionales, en función de las características socio-económicas de cada territorio y el perfil productivo local-regional. 6.4. Algunas pautas para la gestión de la articulación a la luz del análisis de las experiencias “Una conclusión que debemos sacar a la luz de las experiencias observadas, es que luego de tantos años de gestión de proyectos y procesos de desarrollo que asumen como premisa la importancia crucial de la articulación, y de los legítimos intentos de ponerla en práctica, parece que seguimos sin encontrar las claves de una articulación efectiva, realista, respetuosa de los otros…Encontrar las claves para la articulación, como un paso previo a la cooperación más sostenida, es un aspecto fundamental, que merece ser profundizado para avanzar en instancias de trabajo conjunto en el marco de las nuevas políticas que se están impulsando” (G. Pintos: 2008: 247). Este balance que hace la autora al plantear “el reto de una intervención proactiva y articuladora en el territorio”, pasa fuertemente por evitar los compartimentos estancos en la aplicación de las políticas públicas dentro del propio Estado y en el diálogo con la sociedad civil. En este sentido, nos parece central fortalecer el rol de los gobiernos locales (y del gobierno departamental en el caso uruguayo) como autoridades legítimas de la democracia representativa, otorgando reconocimientos múltiples, favoreciendo la participación en la toma de decisiones, a través de mecanismos transparentes de convocatoria y asignación de los recursos y preocupación por la forma como se realiza la distribución de los beneficios y las oportunidades en el conjunto de la población. 89 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Esto implica generar cambios en el sistema político e institucional, de modo de dar mayor contenido democrático a las instancias gubernamentales y mejorar las capacidades estatales para promover acciones más eficaces y articuladas con la sociedad. Supone introducir un cambio cultural profundo a nivel de los mecanismos usuales de acumulación político-partidaria (saliendo del clientelismo); en la relación entre política y gestión y en las formas tradicionales de vinculación Estadosociedad, buscando modalidades de gestión asociada más próximas a los ciudadanos. En línea con lo anterior y buscando aportar elementos para la implementación eficaz de una estrategia de articulación de actores territoriales, planteamos algunos requerimientos escritos en forma sintética y en clave de intervención, que nos parece pueden reforzar algunas de las ideas clave que intentamos trasmitir:7 - Apostar a la construcción de ámbitos de diálogo y negociación entre actores estatales y de la sociedad civil en base a la búsqueda de intereses comunes - Acentuar la coordinación entre lo sectorial/ territorial - Articular políticas nacionales, subnacionales y locales - Construir una mirada estratégica del territorio orientada a desarrollar las capacidades y recursos existentes en el mismo y procurando: • Definir temas de agenda para posibles alianzas. • Comprender y trabajar con las diferentes lógicas de actor presentes en el territorio. • Concebir “lo local” en términos sistémicos donde cada dimensión del desarrollo (económica, social, cultural, política, ambiental) influye y a la vez es influenciada por las otras dimensiones. Una mirada multidimensional pero integrada e integradora del territorio. • Trabajar la necesidad de un rol de mediación calificada que tienda puentes entre racionalidades diferentes de actores. (ese rol de mediación en cada situación puede corresponder a actores diversos, concebidos como agentes de desarrollo ADLs). 7 Estos elementos han sido elaborados tomando aportes de la sistematización de una experiencia de desarrollo local en el norte uruguayo, coordinada por Graciela Pintos. Agradezco a la autora la posibilidad de utilizarlos en forma flexible para adaptarlos a este trabajo. 90 Javier Marsiglia • ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Reconocer diferentes niveles territoriales en los que plantear estrategias y proyectos (micro-meso-macro) buscando la articulación local-global. • - Ampliar el conocimiento del territorio y abrirse a la innovación La conciencia de los límites de la acción propia y la necesidad de sumar esfuerzos en la “concertación”. Esto supone no solamente desarrollar capacidad de articularse adecuadamente con otros, sino asumir las propias limitaciones. A veces repercute en una desmovilización de los actores, ante la percepción de la asimetría de poder (por ejemplo en el diálogo entre OSC con los organismos del Estado). - La formalización y la continuidad de los espacios de articulación (Redes, Coordinadoras, Agencias, etc.). Es un tema difícil de manejar la tensión entre acción espontánea y necesidad de formalización a medida que avanza el proceso de maduración de las articulaciones. - El diálogo con lo estatal y el acompasar ritmos y prioridades (lógica pública, lógica privada). - El apoyo de instancias estatales extraterritoriales que son necesarias para dar continuidad y legitimidad a los procesos de articulación y a sus resultados. - La existencia de planes estratégicos que permitan integrar el mediano y largo plazo y atacar el déficit de visión de futuro. - Manejar la integración de nuevos actores a los procesos, el recambio de los liderazgos en las organizaciones sociales; los cambios de orientaciones políticas en las administraciones del Estado. “El desarrollo local no es una sumatoria de esfuerzos aislados. La idea de sinergia implica encuentro, cooperación, proximidad, redes. Se requieren acuerdos y espacios de articulación. Liderazgos participativos. Mayores expresiones de democracia y ciudadanía. Una mirada integral que obliga a los responsables locales a ser innovadores, creativos y arriesgados. A dotarse de mucha información, mucho conocimiento. A buscar y crear las oportunidades…” (O. Madoery: 2008: 148). He aquí entonces una hoja de ruta imperfecta, pero razonable para reemprender los esfuerzos articuladores. 91 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 6.5. Acerca del alcance y la viabilidad futura de los procesos de desarrollo local Si la apuesta a la articulación de actores se considera un requisito fundamental para la construcción del desarrollo local, luego de pasar revista a las diversas dificultades que encontramos para su concreción, parecería que estamos sentando al desarrollo local en el banquillo de los acusados. Sin embargo, y sin pecar de un optimismo ingenuo, creemos que existe evidencia empírica relevante que indica que estamos en un camino de búsqueda y de generación de propuestas que son alentadoras. Sobre todo si consideramos con Madoery (2008) que: “el desarrollo local es un proceso inestable de construcción de coaliciones…un proceso permanente de generación de conocimiento pertinente para la acción y un proceso abierto de creación de alianzas y liderazgos transformadores. Un proceso que, en nuestro país y en nuestra región, recién se ha iniciado”. Esa novedad del desarrollo local a la que nos referíamos más arriba, nos impulsa a alejar los pensamientos más pesimistas y a ubicarnos en una actitud abierta al conocimiento y a los aprendizajes, porque el desafío es arduo y los bloqueos y dificultades son muchas. Mencionaremos tres cuestiones que a nuestro juicio son centrales: a) Es difícil que en los territorios se constituya un “actor complejo” que represente las diferentes lógicas de actor y opere en torno a la construcción de un proyecto colectivo. Hay organizaciones que por su naturaleza podrían jugar ese rol, pero muchas veces están deslegitimadas o descalificadas. Esto tiene que ver con la inexistencia en general en los territorios de un sistema de actores locales. Más bien lo que tenemos son subsistemas aislados y con escasa transversalidad en los asuntos colectivos. 92 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La buena noticia es que comienzan a surgir algunas experiencias de “coaliciones o ámbitos multiactorales” al impulso de los propios actores del territorio, o de algunas políticas centrales y que avanza nuestra capacidad de aprender sobre las mismas, evaluando sus luces y sombras. Estamos en un proceso embrionario que necesita de un tiempo de maduración para poder sacar conclusiones afinadas. Pero ya no estamos en el punto de partida de hace diez años. Sabemos que contar con un sistema local de actores implica adecuados niveles de articulación interna entre sus diferentes expresiones organizativas o subsistemas a nivel local y buena interconexión con los niveles provinciales, departamentales y nacionales. Cuanto más compleja y sinérgica la red de actores, mayores posibilidades de construir procesos de desarrollo sostenibles y basados en relaciones de mutua complementación y reciprocidad. b) Se debe avanzar en actuaciones estratégicas en el territorio, lo que implica no solamente el ejercicio de una mirada estratégica, que podrá adoptar la figura de un Plan Estratégico de Desarrollo Local u otra, sino una actitud compartida por la diversidad de actores del territorio (y no solo por el gobierno local) de generar conocimiento e información pertinente. Esta se debe traducir en capacidades de investigación y diagnóstico, de planificación, de monitoreo y de evaluación. Vemos en este punto un avance interesante en algunas comunidades, a través de acuerdos multiactorales que integran a las universidades, los centros científicotecnológicos junto a los gobiernos locales, empresarios y OSC. Esto implica pensar juntos el futuro del territorio en términos más exigentes y en línea con los desafíos de la competitividad y la innovación. c) El desarrollo local para que no quede solamente en una moda o en un discurso más o menos atractivo, necesita convertirse en una alternativa viable para mejorar la situación socio-económica de la población que habita en los territorios. “Se hace indispensable promover un proceso gradual de…mejoramiento de las condiciones de vida (y equidad) de la población en los distintos territorios, que tenga al Estado como un actor protagónico –desde un rol articulador y equilibrador de las asimetrías- en términos de definir estrategias que distribuyan el poder dentro de la sociedad y contemplen los factores de heterogeneidad que caracterizan a la escala 93 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. local /municipal” (R. Carmona: 2006: 164). Este rol implica jugar en la atención de los problemas de integración social y de construcción de ciudadanía que son parte hoy más que ayer- de los desafíos que los territorios tienen en su agenda. 6.6. A modo de balance y cierre Al cierre, quedan una serie de preguntas abiertas, un campo de exploraciones múltiple que debería llevar a nuevos temas de investigación y pistas para la intervención. Nos alienta que no se trata de una tarea individual, sino cada vez más de equipos interdisciplinarios con miradas convergentes sobre el territorio. Por otro lado, no debemos olvidar que el desarrollo local es una temática nueva. Estamos hablando de menos de 30 años de trayectoria en nuestra América Latina. En ese sentido, proponemos dos asuntos que nos interesa destacar como temas de corte más teórico-metodológico a profundizar: a) el tratamiento más a fondo de la vinculación entre los componentes de la ciudadanía social (reconocimiento, participación, distribución) con el enfoque del capital social, mirados desde un prisma territorial. Creemos que la elaboración de una matriz de análisis que tome algunos de los elementos vertidos en este trabajo, ampliados con otros aportes, puede enriquecer el diseño de nuevas políticas públicas y estrategias de intervención territoriales. Ello permitiría avanzar en la construcción de un desarrollo local más incluyente y participativo. b) la necesidad de construir un sistema de indicadores de monitoreo y evaluación (básicamente cualitativo) de estas prácticas de articulación, que permita operacionalizar las diferentes categorías teóricas y variables utilizadas (y a incorporar) para construir información sistematizada y en condiciones de ser utilizada por los diferentes actores territoriales. 94 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Pero a la vez, queremos dejar instalados en el debate algunas tensiones o preguntas fuertes, que han estado presentes como telón de fondo de este texto y que a nuestro juicio nos acompañarán en los próximos tiempos: • La necesidad imperiosa de capitalizar mejor, saberes, buenas prácticas, acumulaciones, la propia construcción de la realidad local, pero desde una mirada donde los territorios sean precisamente productores de novedades. He aquí un desafío investigativo y de generación de conocimiento pertinente que con los apoyos necesarios, debe ser protagonizado por los propios actores territoriales. • Explorar la capacidad de poder reinventarse a nivel local, no reproducir lo anterior, abandonar o desechar cargas e identidades nostálgicas; soñar y gestionar iniciativas nuevas. Este reto, ¿no tensa precisamente lo que sosteníamos al principio del trabajo, acerca del divorcio entre racionalidad instrumental de la modernidad y afirmación de identidades? ¿El tema no es, precisamente, las articulaciones de actores que se reacomoden con sentido estratégico real, no retórico? • Alcanzar entonces esos “mínimos de cooperación” para lograr mejoras vitales y articulaciones sociales tolerantes y tener la posibilidad de soñarse como sujetos diferentes en este mundo globalizado y asimétrico. ¿No habría que asociar esto al “contrato ético de ciudadanía”?. ¿No forma parte de una profundización democrática efectiva? ¿No es una invitación al ejercicio de nuevas libertades, en este momento histórico que vivimos en nuestros países? En este recorrido, quizás, nos sentimos jugando un poco en los márgenes, armando un rompecabezas fluido, por momentos esquivo, donde algunas de las piezas no encajan con facilidad, corriendo el riesgo de quedar a la intemperie, o atados a un discurso muy pegado al “deber ser”. ¿Pero acaso eso no es parte sustantiva del trabajo académico y profesional en el territorio? Los aportes recibidos en el proceso de elaboración de la tesis, los testimonios de los actores y la reflexión sobre la práctica, nos alentaron a continuar un camino que a la hora del balance 95 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. nos permite evidenciar algunos hallazgos, pero también nos deja más concientes de los vacíos y de lo que queda por hacer. Esperamos entonces que estas páginas sean un aliciente para que otros investigadores, técnicos y agentes de desarrollo local, tomen en sus manos el desafío de seguir construyendo conocimiento y nuevas prácticas que alimenten la reflexión y contribuyamos de esta forma a generar procesos de desarrollo local más robustos, exitosos y duraderos para nuestras comunidades. 96 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. bibliografía Acosta, Jorge, Lorenzelli Marcos y Marsiglia Javier: “Aportes para la construcción de un Índice de Capital Social Comunitario”. Anexo en el libro: “Activos y estructuras de oportunidades: un estudio sobre las raíces de la vulnerabilidad social en Uruguay”. Ruben Kaztman (Coord.), CEPAL-PNUD, Montevideo, Uruguay, 1999. Alburquerque, Francisco, Costamagna Pablo y Ferraro Carlo: “Desarrollo económico local, descentralización y democracia. Ideas para un cambio”. Editorial UNSAM. Argentina, 2008. 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La articulación de actores para el desarrollo local. anexo I Pauta de análisis de la articulación en los territorios A) Condiciones del territorio y los actores para la articulación A1. ¿Qué entienden los actores por articulación? ¿Cuales son los implícitos que tienen que ver con la historia y las experiencias anteriores? - ¿a que conceptos vinculan la palabra “articulación”? (imaginario social) -¿existen antecedentes de articulación en ese territorio? --¿qué actores impulsaron o impulsan la articulación y que lugar ocupan en el juego de poder a nivel local? -¿que entienden los actores por articulación en el momento presente? - articular en esa sociedad local: ¿es un asunto de los poderosos o de la base social? A2. Las condiciones económicas, políticas y culturales en el territorio y sus relaciones con la articulación A3. ¿La integración social es un tema relevante para los actores, está en la agenda pública? (niveles de exclusión existentes) A4. ¿Cuales son los asuntos prioritarios de la agenda local? A5. Reglas de juego existentes (pactos, pautas institucionales) A6. ¿Quién o quiénes marcan o deberían marcar la agenda? B) Los actores y sus relaciones. Funcionamiento del sistema local y el nivel articulación observable en la sociedad local. B1. Actores estratégicos a tener en cuenta B2. Intereses que emergen en la interacción (lógicas de acción predominantes) 104 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. B3. ¿Cómo se negocia entre los diferentes actores? B4. Densidad, diversidad del tejido social, trama de actores, masa crítica B5. Grado de reconocimiento de actores entre si (¿visualizan o no a los otros?) - aplicación del diagrama de componentes de la ciudadanía social) - aplicación de matriz de análisis sobre vínculos, redes y Capital Social B6. Capacidad de iniciativa en los distintos actores (subsistemas), identidad cultural, pertenencia (sobre que bases se cimenta la identidad). B7. Funcionamiento del sistema local de actores y articulación: - existe sistema local de actores (¿cómo opera?) - existe ambiente propicio para la articulación (¿en torno a que temas e iniciativas?) B8. ¿Existe capacidad de prospectiva, proyección en los actores locales? C) La gestión de la articulación para el desarrollo territorial. C1. ¿Quien gestiona actualmente las articulaciones (actor público, privado, mixto)? C2. Grado de institucionalidad observable en quien impulsa la articulación. C3. Nivel de efectividad de los mecanismos utilizados. C4. ¿Existen canales para expresar las diferencias? C5. ¿Cuáles son los temas que tienden a lograr un mínimo común de cooperación en el territorio? 105 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. C6. ¿Que es lo que motiva a articular? (la dimensión subjetiva: acuerdos o lugares seguros que permiten comprometerse, ganar/ganar, capacidad de ceder en pro de algo) D) La articulación entre los diferentes niveles territoriales (relación con el afuera: con otros niveles territoriales y con las políticas públicas) D1 ¿Quiénes lideran la articulación con el afuera y en torno a qué? D2 ¿Hay habilidades de negociación colectivas o personales? D3 ¿Hay margen de incidencia en esa articulación, en torno a que temas u oportunidades? D4 ¿Existe un meso nivel que facilite experiencias exitosas de concertación de intereses? E) Los recursos aplicables a los procesos de articulación en el territorio E1. Tipo de recursos destinados a la articulación: endógenos, exógenos, públicos, privados. E2. Acceso de los actores a fondos provenientes del Estado central aplicables al desarrollo territorial, en función de proyectos multiactorales. E3 ¿Se invierte en la articulación en forma sostenida, o solo puntualmente? E4. ¿Existe capacidad de movilización local de recursos de dentro y de fuera del territorio. E5. ¿Existe capacidad en los actores locales de apropiación y reinversión del excedente generado y de redistribuir en forma equitativa hacia los distintos sectores de población? 106 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. anexo II BREVE DESCRIPCIÓN DE LA PALOMA (DEPARTAMENTO DE ROCHA) EN CLAVE DESARROLLO LOCAL8 1. Ubicación geográfica.- El balneario La Paloma se encuentra en el Departamento de Rocha, limítrofe con Brasil, al sureste del territorio nacional. La ciudad de Rocha, capital del Departamento, se encuentra a unos 210 kmts. de Montevideo. Al oeste limita con el Departamento de Maldonado y al norte con el Departamento de Treinta y Tres 8 El presente anexo ha sido elaborado tomando insumos de la publicación: “La Paloma, departamento de Rocha: una sociedad en busca de sí misma” cuyos autores son: José Arocena; Javier Marsiglia; Eduardo Rebollo; Diego Capandeguy. Instituto de Estudios del Desarrollo Regional y Local (IDEL) Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, noviembre de 20006 107 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 108 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La Paloma comparte geográficamente una zona mayor que podríamos denominar “La Paloma Grande” compuesta por La Aguada, Costa Azul, Antoniópolis, Arachania, La Pedrera y Punta Rubia. Según el último Censo de 2004, Rocha cuenta con 69.937 habitantes. La Paloma se ubica en cuarto lugar en las localidades del Departamento con 3.202 habitantes. Si sumamos La Paloma, La Aguada y Costa Azul, el total es de 4.305 habitantes. Los ingresos brutos por concepto de turismo receptivo en la costa de Rocha ascendieron en el año 2004 a 13.829.000 dólares, lo cual representaba un 6% del PBI del departamento de Rocha. El turismo deja en La Paloma U$S 235 por estadía, por persona. Esta cifra en Punta del Este es de U$S 430. El gasto por día por persona en La Paloma es de U$S 21 y de U$S 45 en Punta del Este. El turismo receptivo en la costa de Rocha tiene un carácter esencialmente estacional que caracteriza a la categoría denominada "sol y playa" ya que se concentra en el primer trimestre del año. Los visitantes externos que visitan la costa de Rocha permanecen en promedio entre 10 y 11 días. Esta permanencia promedio está por encima de la media nacional y entre las más altas registradas según destino principal del viaje. 2. La especificidad territorial de La Paloma La Paloma tiene su propia especificidad territorial dada por la convergencia entre su tamaño, su geografía natural costera, su forestación, su talante tranquilo, sus historias urbanísticas y portuarias, su perfil turístico hoy dominante en su economía local y sus vecindades territoriales. Todo ello la diferencia de otros casos estudiados en materia del desarrollo local uruguayo. Esta localidad se asienta sobre el Cabo Santa María, una auténtica infiltración en el Océano Atlántico. Ello explica la variedad de sus playas, resguardos y lugares. Este 109 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. soporte singular y natural estuvo sobreentendido en muchas de las entrevistas, valorándose explícitamente en algunas su belleza, el mar y sus playas. Es más que una geografía natural domesticada. La Paloma es el principal balneario de Rocha en tamaño, en población y en dotación de vivienda permanente. Se vive como una ciudad tranquila, más segura que otras, e informal, en la que no se plantean los juegos de representación como en Punta del Este. La Paloma presenta un amplio espacio portuario, el cual constituye un terreno público privilegiado pero subutilizado y de aspecto degradado, de cuya reconversión y compatibilización con otras actividades surge reiteradamente, y de diversas formas en los diálogos con los actores locales. La Paloma tiene una rica y densa historia territorial, con momentos de auge portuario y de impulsos turísticos. Rocha en su conjunto, y La Paloma en particular, tienen una economía de fuerte base territorial, principalmente basada en el turismo y en sus actividades subsidiarias, con algunos nichos de pesca, de baja inversión en su conjunto. Actualmente La Paloma es, generalizadamente, un recurso turístico medio, orientado al turismo de “sol y playa” y al “de naturaleza”. En esta ciudad priman las viviendas particulares. Con los años muchos predios, a pesar de su reducido tamaño medio, han alojado una segunda construcción destinada a residencia. Y, porcentualmente La Paloma, después de Santa Teresa, es la mayor oferta de camping de la Costa de Rocha La Paloma y sus vecindades son percibidas muy fragmentariamente por los actores locales y por los turistas. Tales vecindades comprenden a escala local La Paloma propiamente dicha, La Aguada, Costa Azul y Arachania; y, algo más distante, a modo de enclave, La Pedrera, con algunas expansiones recientes más al este. La Pedrera se visualiza como un área crecientemente argentina, con su propia singularidad, autonomía y marca territorial. Por otra parte, La Paloma es localidad cabecera de áreas naturales protegidas como la Laguna de Rocha. Ello se inscribe en la percepción local y de múltiples 110 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. colectivos externos del Departamento de Rocha como el condensador de la imagen -¿real o mítica?- de un “Uruguay Natural”, si bien el país no tiene recursos categóricos como los existentes en Argentina o Brasil (como los glaciares, las Cataratas del Iguazú, las playas de Río de Janeiro, etc.). La Paloma y las vecindades anteriores presentan una gran variedad de playas y de situaciones diversas, logrando jugar como un destino turístico que capta diferentes segmentos sociales y etáreos. En síntesis podemos señalar: En primer lugar, el reconocimiento de La Paloma como un recurso turístico e inmobiliario “maduro” y algo bloqueado en su ciclo de colonización y consumo, y de fraccionamiento y edificación, tal como es reconocido por diversos actores locales. Ello contrasta con el boom en curso de localidades cercanas como La Pedrera. En segundo lugar, la falta de una estrategia compartida de desarrollo, con sus implicancias territoriales. Al respecto, los grandes proyectos de porte instalados públicamente en la última década, como los portuarios o el Puente sobre la Laguna Garzón, se visualizan por los actores locales como emprendimientos traumáticos, de alto impacto local y regional, con posiciones encontradas sobre su valoración positiva o adversa. En particular, es recurrente la oposición entre un modelo industrial y otro natural. En relación al avance del modelo industrial emerge problemático el relanzamiento del puerto y de las industrias subsidiarias. • En tercer lugar, tanto los actores locales como los turistas frecuentemente señalan una degradación generalizada en el espacio público y en el privado. Ello se percibe en distintos aspectos que van desde las infraestructuras y equipamientos, los servicios públicos municipales, la degradación de las playas, afectaciones la ecosistema costero-lacustre, la percepción de un aumento de la inseguridad pública, etc. 111 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 3. Potencialidades territoriales para su desarrollo Sin perjuicio de reconocer las restricciones y percepciones ya señaladas de La Paloma como un territorio “en crisis”, ello contrasta con el reconocimiento de las diversas potencialidades de cara a su desarrollo. Estas potencialidades son significativas y convocantes a repensar y soñar en nuevos términos su futuro. Entre ellas, pueden mencionarse: a) Las implicancias positivas de concebir su territorio como un ámbito menos fragmentado, explotándose la idea de “La Paloma Grande”. Este sería un territorio más complejo que comprendería a escala local La Paloma propiamente dicha, La Aguada, Costa Azul y Arachania; y, algo más distantes, La Pedrera, con algunos asentamientos menores más al este. Esta podría operar menos como enclave y más como ancla calificadora del conjunto. Y, más al oeste, se engloba el área natural protegida de La Laguna de Rocha. Sí todo este territorio se concibiese y gestionase más unitariamente, aunque reconociendo sus diferencias, el mismo ganaría en complejidad, en diversidad y en articulaciones facilitadoras de nuevas actividades. b) La tendencia más amplia de los últimos años de la creciente valoración turística de la Costa de Rocha, con su marca, captando otros segmentos de mercado que los anteriormente dominantes, colonizando nuevos territorios y activando diversos procesos de inversión a nivel local y regional. Y esta especificidad se combina con el cambio en la percepción de las distancias, como da cuenta la creciente integración de Rocha en los circuitos turísticos de Punta el Este. c) El citado tamaño y una masa crítica de población permanente y de facilidades urbanísticas única en la Costa de Rocha. Recuérdese, que La Paloma es la principal ciudad litoral de esta extendida costa. d) Concomitantemente, se valora como potencial favorable que “La Paloma Grande” tenga ventajas comparativas para el desarrollo de diversas actividades, entre otras, las propias de una ciudad de pequeño porte, las actividades turísticas y las portuarias. 112 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. e) La diversidad de recursos turísticos en su micro-región: desde las ofertas de camping a las viviendas formato “plano municipal” o similar de La Paloma o La Aguada, a las complejos de cabañas, a los más selectos emprendimientos de La Pedrera, a algunas “estancias turísticas”, o a las diversas playas y a las facilidades naturales del Área Natural Protegida de La Laguna de Rocha. Asimismo, constituye un factor positivo a mantener e incrementar, la captación de múltiples segmentos turísticos de distinta calificación socio – económica y etárea, desde familias con chicos, adultos mayores y diversos estratos de jóvenes. f) La posibilidad de un mejor aprovechamiento competitivo del puerto, con una cuidada compatibilidad con el resto del balneario, dada su localización crítica respecto al actual desarrollo urbano, esto es al “corazón” de la matriz moderna de esta ciudad – balneario. g) El nuevo contexto político -nacional y departamental- de gobiernos del Frente Amplio, la emergencia de actores sociales como el Grupo SOS y la debilidad de otros operadores locales y regionales fuertes en el pasado, a propósito de la posible construcción de un nuevo actor complejo de cara al desarrollo local y regional. Todo lo anterior podría afirmar cierta “capitalidad latente” de La Paloma. 4. EL SISTEMA DE ACTORES Se pueden identificar tres grandes sistemas de acción en función de la relevancia que tienen en la escena local: político-administrativo, empresarial y socio territorial. A continuación sintetizaremos las características de esos actores para la realidad de La Paloma, presentando los principales rasgos propios de cada sistema y sus relaciones entre sí. 113 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 4.1. El sistema de acción político-administrativo El estado central.- El Estado central está ausente de La Paloma. Los planteos que se han hecho dirigidos a organismos del Estado central, en general han quedado sin respuesta. La idea generalizada es que este balneario no ocupa ningún lugar en las preocupaciones de los organismos del Estado. Otra afirmación relacionada a la acción del Estado central tiene que ver con la competencia con Maldonado (Punta del Este). Habría una preferencia en los gobiernos nacionales por desarrollar ese Departamento, que se manifiesta en las decisiones de no construir el puente sobre la Laguna Garzón que separa Rocha de Maldonado. También, los entrevistados más ligados a la actividad turística se quejan de una suerte de eliminación de la Paloma de la promoción turística oficial. En general, salvo pocas excepciones, el Estado no ha prestado los servicios que razonablemente se hubiera podido esperar. Han existido insuficiencias en los apoyos a la actividad turística; inexistencia de una obra pública consistente, omisión frente a la problemática de la seguridad. Estas y otras omisiones o ausencias generan una imagen negativa del Estado central; a los ojos de los palomenses, se trata de un agente que cobra impuestos y nada más. Finalmente, la misma organización de la sociedad no ha contado con apoyos estatales. Cuando las organizaciones de la sociedad civil han tomado iniciativas como tener su propio liceo o construir un cuartel de bomberos, todo ha recaído sobre los recursos humanos y materiales que la sociedad pudo disponer. La Intendencia Municipal de Rocha.- Las menciones a la Intendencia Municipal de Rocha han sido muy frecuentes a lo largo de las entrevistas realizadas. Al revés del Estado central, la Intendencia ha sido un actor muy presente en La Paloma. Esto no quiere decir que esa presencia sea valorada siempre positivamente. 114 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Los juicios sobre las cuatro administraciones anteriores es globalmente negativo. Es más acentuada esa crítica en relación a los últimos dos períodos de gobierno departamental. Las críticas a las administraciones anteriores se refieren también al desorden administrativo y a la generación de una deuda de grandes dimensiones en relación a la escala en la que se ubica el Departamento de Rocha. Estas fuertes críticas tienen su contracara en las enormes expectativas puestas en el nuevo Intendente y su equipo de gobierno. Junto con esta expectativa, los habitantes de La Paloma han puesto a la actual administración bajo la lupa. Ya se están analizando los primeros resultados de las acciones del gobierno departamental. Se corre el riesgo de exigir demasiado en muy corto plazo dada la situación de la que se viene. De todas maneras, el gobierno departamental puede producir señales de cambio. Para ello, habrá que hacer frente a las graves carencias de infraestructura y al mejoramiento de los servicios básicos. La Intendencia debería intentar que la sociedad participe con ideas, iniciativas y proyectos que sean acogidos y apoyados por las autoridades. La problemática del Departamento de Rocha y en particular la situación de La Paloma exigen alianzas y coordinaciones de recursos humanos y materiales públicos y privados. El nivel local.- En Uruguay el nivel local no corresponde aun con un nivel de gobierno electo democráticamente. Esto se podrá producir una vez se implemente la Ley de Descentralización, recientemente aprobada por el Parlamento Nacional. En La Paloma como en tantas localidades del país, lo que funciona es una Junta Local, designada por el Intendente Municipal y compuesta por 5 ediles que como en este caso responden tres al partido político que tuvo la mayoría en las últimas elecciones departamentales y 2 a la minoría. Un Secretario Local, funcionario municipal designado por el Intendente, opera como encargado de administración y servicios y responsable del personal a su cargo. Su papel frente a la ciudadanía local es de bajo perfil, porque sus atribuciones son muy limitadas y depende para las decisiones más importantes del gobierno departamental. 115 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Uno de los aspectos que se manifestaron con mayor nitidez en la investigación, es la ausencia de una conciencia colectiva sobre las posibilidades de una mayor autonomía local. En realidad, de las cincuenta entrevistas realizadas, en una sola se abordó con claridad esta temática. El ciudadano uruguayo no sabe lo que es la institución local y sus potencialidades, porque nunca la vivió integralmente. No hay representaciones mentales porque no hay experiencia de ejercicio de la autonomía local. La influencia de esta situación en el sistema de actores locales, tiene una serie de repercusiones sobre el desarrollo de la vida de las sociedades locales. La dependencia de los niveles departamentales y centrales es un freno a los eventuales impulsos que puedan originarse en la sociedad civil. Esta constatación debería orientar las políticas de descentralización en ciernes, hacia una batería de instrumentos que permitieran generar una conciencia colectiva sobre los objetivos y los resultados esperables de estos procesos. 4.2. El sistema de acción empresarial Este sistema de acción nos remite al análisis de las diferentes unidades económicas existentes en un territorio, de carácter urbano o rural y que por su tamaño y otras variables asociadas pueden catalogarse como grandes, medianas, pequeñas o microempresas. También incluimos aquí al artesanado y lo que podríamos denominar como sector informal de la economía. Los modos de desarrollo económico predominantes en el territorio de La Paloma, son básicamente dos: el industrial y el turístico con sus tensiones, conflictos y posibilidades de articulación. Es común constatar en las entrevistas, el fuerte peso que tuvo ASTRA (industria procesadora de pescado para la exportación que cerró a principios de los 90) en la economía local y del departamento y el impacto que provocó su caída en la actividad económica local. Podríamos decir que hay un antes y un después de esta empresa y que probablemente el escenario post ASTRA ha estado muy cargado de la nostalgia de esa industria, que por si sola prácticamente aseguraba el bienestar 116 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. de un número muy significativo de la población activa de La Paloma y su zona de influencia. En buena medida, este factor ha estado en la raíz de las dificultades que tuvo La Paloma para desarrollar una diversidad de iniciativas económicas locales que sustituyeran el peso de la “mono-industria”, abriéndose a la búsqueda de alternativas en diferentes áreas. A partir de esa situación, el perfil socio-económico de La Paloma de los últimos años ha cambiado, y para describirlo haremos una presentación de los principales actores económicos, a los solos efectos de ordenar el análisis y las relaciones entre los mismos. Los empresarios turísticos y los comerciantes.- La actividad económica está determinada fuertemente en la actualidad por el turismo y esto lo plantean incluso personas que no están vinculadas directamente con dicha actividad. Es notorio observar en la localidad una serie de empresas y comercios de cierto porte (supermercados, hoteles, restaurantes, inmobiliarias, farmacias, tiendas, etc.) cuya actividad está asociada claramente a la temporada turística (que por otro lado la mayoría de los entrevistados cada vez más la acotan a un mes y medio en el verano). Algunos permanecen abiertos todo el año, pero reduciendo en forma significativa su personal, gastos directos e indirectos y otros cierran fuera de la temporada. Existe un pequeño grupo de empresarios (quizás minoritario) que mantiene y renueva la apuesta por La Paloma, pero con serios riesgos de claudicar en su esfuerzo si no mejoran las condiciones para mantener los emprendimientos. Es interesante poner estas diferentes situaciones en el contexto de una localidad y zona de influencia, que ha logrado con el correr de los años una infraestructura y equipamiento orientada al turismo, que más allá de signos de deterioro evidentes 117 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. en varios planos, permite recibir a un contingente importante y diverso de turistas. Estos siguen encontrando niveles aceptables (aunque sensiblemente inferiores a otras épocas) de satisfacción a sus expectativas, en un contexto territorial que sigue atrayendo por sus bellezas naturales. Es clave encontrar los mecanismos que permitan articular los esfuerzos estatales y privados para generar políticas que rompan este “círculo vicioso” y permitan un desarrollo turístico que capitalice las ventajas existentes, pero que innove fuertemente en función de líneas concretas de acción que permitan reposicionar la zona en un marco regional cada vez más competitivo. En los actores relacionados con la actividad comercial y particularmente turística, la dispersión, desconfianza en los ámbitos de representación y problemas crecientes de rentabilidad de los negocios, está llevando a una situación de consolidación de un escenario crítico, del que difícilmente se saldrá si no es en base a una recuperación de la capacidad de iniciativa, renovación de las apuestas al diálogo local y a un relacionamiento estratégico con los niveles de gobierno departamental y nacional. Los artesanos.- Podríamos considerarlos en la categoría anterior, pero merecen un análisis específico por su “idiosincrasia” particular, su potencial aporte en una propuesta de desarrollo local que se apoye en el reforzamiento de las identidades culturales y por ser (o haber sido) sujeto de políticas específicas del Estado (a nivel central y departamental) y de organizaciones privadas. En la mayoría de los casos entrevistados (y esto parece ser una constante) el ingreso producido por la actividad artesanal es complementario y muchas veces no es el principal. Los artesanos y sus familias necesitan generar otros recursos adicionales para su sustento. Existen artesanos que estarían dispuestos a embarcarse en un esfuerzo de organización más sistemático, pero tiende a predominar un cierto individualismo 118 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. característico en la actividad, que se podría cambiar si se visualizan acciones desde ámbitos estatales y privados que aporten a la capacitación, al mejoramiento de la calidad de la producción y a la inclusión de la artesanía como parte de una estrategia de marketing territorial. Los pescadores artesanales.- La pesca artesanal es una actividad de cierta relevancia en la economía local y sobre todo como fuente de trabajo principal de un número importante de familias. En la zona de La Paloma la encontramos vinculada tanto al océano como a la Laguna de Rocha. Más allá de sus diferencias, existe en torno a este rubro un movimiento comercial que a pesar de la crisis en los últimos años no ha perdido significación. Se trata de un número significativo de personas para una localidad con la población estable que tiene La Paloma y en este número no están incluidos los pescadores de la laguna que a pesar de que cuantitativamente son pocos, se trata de familias numerosas que tienen su principal fuente de sustento en esta actividad. Pero como lo expresan los propios entrevistados la situación no es la misma que hace unos años atrás. Ha habido un descenso de la producción y esto se constituye cada vez más en una fuente de incertidumbre para el futuro. A lo anterior debemos sumar las condiciones en las que se opera en el sector (en lo que respecta a la pesca de océano). En La Paloma hay unos pocos armadores (básicamente dos) que son los dueños de los medios de producción y que van a porcentaje con el patrón de cada embarcación que se encarga de todo lo relacionado a la pesca en el mar y el personal necesario para las distintas tareas que la actividad requiere. Al preguntarse con respecto a la existencia organizaciones que los agrupen, las respuestas son claras en relación al predominio de arreglos individuales y a malas experiencias colectivas. 119 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Los pescadores de la laguna tienen otras características. En general, perciben ingresos menores y más inestables en términos comparativos y se trata de familias muy numerosas que viven en situación de mayor pobreza relativa y con los condicionamientos (y algunas ventajas) de operar en un área natural protegida. Esto les ha permitido beneficiarse de algunas acciones del Estado a nivel nacional y departamental y de organizaciones de cooperación internacional y ONG. Sin embargo, esta población es percibida por varios entrevistados como un “núcleo duro de pobreza” que amerita acciones específicas a nivel de asistencia y promoción social que en buena medida se hacen a nivel de gente voluntaria de La Paloma y de algunos programas que coordina la intendencia municipal. La inestabilidad del mercado de trabajo y la informalidad.Esta característica de la informalidad (“las changas”) aportada por varios testimonios ha crecido particularmente después del cierre de ASTRA. Se percibe que el mercado de trabajo tiene un carácter marcadamente inestable en los últimos años y que existe un importante contingente de la población permanente de La Paloma y su zona de influencia que transita por varias ocupaciones a lo largo del año. Esto nos plantea un escenario complejo, sobre todo ante el factor asociado de que uno de los principales empleadores que es la Intendencia Municipal, está saturada de personal y ha tenido reducir su plantilla con las lógicas consecuencias que eso genera en el aumento de la inestabilidad. Como dato alentador se observa en la zona un crecimiento de la inversión en construcción vinculada al turismo (y en algunas áreas de marcada calidad y apuntando a un público de alto poder adquisitivo) lo que puede operar como un favorecedor del empleo en un sector de alta demanda de mano de obra. 120 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La articulación de los actores del territorio con actores extra locales.- La Paloma ha vivido y está viviendo la actuación de emprendimientos extra locales con escasa pertenencia territorial, pero también inversores que están apostando a generar iniciativas con fuerte asociación con lo local, particularmente desde el sector turístico en sus diversas áreas. El gran desafío está en aumentar el diálogo interno que es insuficiente y está plagado de deslegitimaciones mutuas y a la vez establecer alianzas con actores extra locales interesados en invertir pero si se dan determinadas condiciones. 4.3. El sistema de acción socio-territorial La Paloma es una sociedad local con una escala del punto de vista territorial que le permite contar con cierta diversificación de roles y riqueza en expresiones organizativas: • comisiones barriales • de grupos etáreos • socio-culturales • educativas • clubes de servicio (leones, rotarios) • religiosas • ambientales • deportivas, etc. Sin entrar en un análisis exhaustivo de cada una de estas organizaciones, aparece en las entrevistas la percepción de una cierta desmovilización social en comparación con épocas anteriores. Este no es un fenómeno exclusivamente palomense, pero en lo local adquiere visos de preocupación porque para muchos de los consultados esto tiene relación con un descreimiento (agudizado en los últimos años) de los espacios de construcción colectivos. 121 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Más allá de esta visión general que ha resultado bastante compartida en el universo de entrevistas realizadas, es interesante acercarnos a algunas visiones complementarias desde la perspectiva de determinadas organizaciones. El sector educativo.- Una de ellas es el sector educativo. Es interesante el rol actual y potencial que juegan los centros educativos a nivel social, más allá de lo estrictamente formativo. Quizás en esto haya incidido que la mayoría de los establecimientos surgen de iniciativas comunitarias con fuerte impronta de participación de la población en lograr su instalación y colaborar de múltiples formas en su desarrollo. Podemos poner también el ejemplo de los Clubes de la Tercera Edad que desarrollan como en el caso de La Aguada una serie de talleres de capacitación al servicio de la comunidad o la acción de los clubes de servicio como los Leones y Rotarios. La Pastoral Social de la Iglesia Católica que mueve una serie de personas voluntarias, etc. El sector salud.- En el campo de la salud y más allá de algunas superposiciones, existe una cobertura aceptable de servicios entre el sector público (Centro de Salud del MSP) y el privado en base a dos mutualistas con atención en policlínica y ambulatoria, pero con las dificultades de atención de partos, en la medida que no existe el equipamiento que cubra estas necesidades. De cara al futuro próximo, una de las acciones que hay conciencia que se deben asumir, es en el campo de la educación y prevención, coordinando entre todos los efectores del sistema y generando mecanismos de participación de la población y de sus organizaciones que hoy es muy limitada y acotada a algunas experiencias puntuales. 122 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Las organizaciones vecinales.- A nivel barrial se mencionan algunas experiencias de organización vecinal hoy un tanto disminuidas pero que existe interés en revitalizar por parte de algunos vecinos, en la medida que la Intendencia responda. Contrariamente a una cierta percepción en los entrevistados de desmovilización y más allá de las dificultades organizativas planteadas en los testimonios, hemos podido captar que existen iniciativas, que hay bastante gente en torno a ellas y que se explicita un sentimiento de pertenencia al barrio que no necesariamente denota actitudes de aislamiento, sino de integración. Pero también hay que señalar que los proyectos son en general de carácter sectorial o plantean asuntos parciales referidos a pequeños grupos de interés y con alcances de corto plazo. Hay ausencia de proyectos estratégicos y que sean representativos del sentir de diferentes actores. Y falta un actor como puede ser el gobierno departamental que opere articulando las diferentes acciones sociales, con nuevos criterios para el diseño e implementación de las políticas sociales. Hoy estas políticas están fuertemente asociadas a una serie de prestaciones que pueden aumentar la dependencia, sino se hacen esfuerzos explícitos para generar protagonismo social organizado. En La Paloma falta articulación de esfuerzos a nivel social, lo que inhibe mejorar los impactos, en la medida que no existe un mecanismo de funcionamiento en red entre las organizaciones del estado y la sociedad civil que permita potenciar las acciones específicas que son muchas y variadas pero con poca comunicación entre si. Y para esto, es clave desde las instituciones competentes reforzar las instancias de encuentro y capacitación de los diferentes actores para un trabajo más coordinado y eficaz. 123 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 4.4. ¿Un sistema local de actores? En toda sociedad medianamente organizada existe un sistema de actores, es decir un sistema de interrelaciones que genera una trama social caracterizada por diversos vínculos y relaciones de interdependencia. El título escrito entre signos de interrogación quiere destacar la pregunta básica que nos hacemos en este tema: ¿se puede hablar de un sistema de actores? O tal vez debamos ser más prudentes y definir esta situación como un proceso caracterizado por una fuerte fragmentación que estaría poniendo en duda el carácter sistémico de la relación entre actores. Existe un número muy alto de entrevistados que señalan la ausencia de los acuerdos necesarios para que exista un sistema de actores articulado. La concertación entre actores con diferentes intereses y con distintos posicionamientos, necesita un esfuerzo de negociación Una parte de los entrevistados percibe que las soluciones a los problemas han venido siempre de afuera. Otros apuestan a la capacidad de incidencia de los actores locales en las decisiones sobre el territorio, pero manifiestan: desunión, “chacrismo”, intereses individuales o sectoriales que predominan sobre lo colectivo. No existe un “actor complejo” que represente las diferentes lógicas de actor y opere en torno a la construcción de un proyecto colectivo. Hay una ausencia de “mediadores” que acerquen puntos de vista entre visiones diferentes de los actores locales. Podría haber sin embargo lógicas complementarias y confluyentes si se articularan en torno a un proyecto de desarrollo. No existe una agenda de desarrollo local para La Paloma. Más bien existen temas o asuntos que convocan a varios actores pero se perciben como conflictivos. No se visualizan agentes que operen como “sintetizadores” que hagan públicos esos asuntos y los transformen en temas de política local, involucrando también a actores estatales y privados extra locales. 124 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 5. Sugerencias y pistas de futuro Las siguientes sugerencias y pistas son disparadoras o condensadoras de un posible proceso de transformación a analizar y debatir en materia del desarrollo local. Por tanto no se trata de una batería cerrada de trayectorias y de acciones necesarias, prioritarias y excluyentes. Las pistas simplemente invitan a su reflexión y a su propia elaboración por los actores locales. 5.1. La Paloma Grande y sus especificidades Apostar a la concepción de “La Paloma Grande”.- Tal como ya se ha señalado, La Paloma Grande comprende no solo el territorio que se le reconoce tradicionalmente, sino todo el territorio constituido por sus diversas vecindades. Ello incluye agrupamientos urbanos, ámbitos rurales y naturales próximos. Esta “Paloma Grande” así visualizada se aproxima la noción de “comarca” o “micro-región”. La misma podría operar como un ámbito articulador y globalizador de las legítimas diferencias y de las especificidades a potenciar. El logro de un nuevo umbral mínimo de amigabilidad del territorio.- Este nuevo umbral de amigabilidad supone mejorar las plantas urbanas de “La Paloma Grande”. También supone mejorar la conservación y la atención al visitante -palomense o turista- en las áreas más naturales, sea en la costa atlántica, sea en el área protegida de La Laguna de Rocha. Al respecto, entre otras, podrían apostarse a varias acciones: a) En las plantas urbanas cabría priorizar el mantenimiento y eventual pavimentación de algunas vías. b) La generación de pequeñas obras municipales emblemáticas de un cambio en la imagen de la presencia pública local, compatibles con los limitados recursos para obras públicas. 125 Javier Marsiglia c) ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La mejora e intensificación del principal acceso panorámico a La Paloma por el Parque Andresito, un parque nacional que forma parte de la historia e identidad de La Paloma. Valorar e intensificar las especificidades territoriales de La Paloma.- Como ya se ha señalado, el territorio de “La Paloma Grande” presenta una importante diversidad de sitios, con diferentes niveles de aprovechamiento de su potencial de desarrollo. Una pista es no sólo la puesta en valor de sus especificidades, sino sobre todo su articulación, de manera de obtener diferentes lugares con diferentes funciones ensambladas y más visibles que en la actualidad. Algunas formas de intensificar lo específico pueden centrarse en el carácter de ciudad de La Paloma, otras en su condición de centro balneario o nodo portuario. Varias de estas formas de resaltar lo específico surgieron o se dispararon de las conversaciones con los actores locales residentes y con los turistas. Ellas son: a) La creación de servicios esenciales relacionados con la vida y con la muerte que convierten a un asentamiento en una “ciudad”. Hoy La Paloma debería tener su propio centro asistencial con una unidad básica de maternidad, su registro civil y su cementerio. b) La atención a los “barrios interiores” de La Paloma, La Aguada y Costa Azul, como soportes de la imagen de una ciudad-balnearia “tranquila” e informal en sus prácticas y rituales cotidianos. c) El fortalecimiento de las facilidades, equipamientos públicos o privados y servicios dirigidos a diversos estratos etéreos de turistas. d) La intensificación del Puerto de La Paloma como un área pesquera y recreativa. Ello es sin perjuicio de que se puedan viabilizar a mediano plazo reconversiones mayores del puerto. e) Un plan de ordenamiento territorial y expansión de La Pedrera. En efecto, con un mejor manejo de La Pedrera se beneficiaría todo la constelación de lugares integrados bajo la denominación de “La Paloma Grande”. 126 Javier Marsiglia f) ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. La efectivización de un Plan de Manejo y Desarrollo Local del Área Natural de La Laguna de Rocha. La oportunidad de La Paloma de ser cabecera de un área natural tan calificada no puede ser desaprovechada. Potenciar la capitalidad latente de La Paloma.- Jugando con la idea de “La Paloma Grande”, “colgándose” más fuertemente de su micro-región, La Paloma podrá potenciar una capitalidad hoy latente como el principal centro balneario de la Costa de Rocha. 5.2. Un posible replanteo de las modalidades de desarrollo La elaboración de nuevos escenarios.- Habría que reflexionar sobre la posibilidad de replantearse las modalidades de desarrollo posibles para La Paloma, intentando elaborar nuevos escenarios en los que se pongan de relieve algunos acuerdos básicos que permitan superar la dispersión. Será necesario definir los principales obstáculos que tiene hoy el desarrollo de la micro-región y precisar los problemas que afectan la vida de sus habitantes. Si se logra definir esos puntos cruciales del desarrollo de La Paloma, todos los sectores de la comunidad aportarán desde su lugar los recursos humanos y materiales necesarios para resolverlos. Más que optar por uno u otro de los modelos que han sido planteados, la posibilidad de construir un horizonte consensuado supone poner en juego fuertes dosis de creatividad y generar mecanismos de negociación que permitan tomar en consideración las diferencias. Aproximación a las variables a considerar en el debate.- Se pueden enumerar una serie de factores que deberán ser tenidos en cuenta en cualquier formulación de un proyecto para La Paloma. 127 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Generación de fuentes de trabajo No es viable pensar La Paloma únicamente como un lugar de veraneo que cree trabajo en una estación estival cada vez más corta. Esto quiere decir que será necesario crear otras fuentes de generación de oportunidades laborales. Esas otras fuentes de trabajo tendrán que combinar diversas actividades principalmente de carácter secundario, es decir en el mundo de la transformación industrial y de la generación de valor agregado. Será necesario definir con claridad las características de esos emprendimientos, pero será inevitable trabajar para que La Paloma tenga un nivel de actividad económica permanente a lo largo del año. Educación Habrá que reforzar y estimular todas las iniciativas que se orienten a la calificación de las personas. No alcanza con que los jóvenes terminen el Liceo. La Paloma en conjunto con otras zonas del Departamento deberá desarrollar actividades de formación profesional, de formación de adultos, de formación permanente. El turismo y la industria son hoy demandantes de niveles exigentes de capacitación. Todos los esfuerzos que se hagan en la formación serán la mejor contribución al desarrollo local. La cultura local No hay desarrollo posible sin una cultura de la iniciativa. La capacidad de emprender, de asumir riesgos es una condición del desarrollo. Las sociedades nostálgicas se estancan, miran únicamente hacia el pasado, son incapaces de pensar en términos de proyecto. El desarrollo de una sociedad es el fiel reflejo de su cultura. Cuando los valores que dominan son la conservación, el miedo a las transformaciones, el querer dejar todo como está, no hay posibilidad de desarrollo. El medio ambiente Así como la diversidad social es básica, lo es también la biodiversidad. Las sociedades humanas deben alcanzar formas de desarrollo sustentable en términos 128 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. de una adecuada articulación del uso y la renovación de los recursos naturales. Pero no todo es diversidad; también en este campo es necesaria la dimensión sistémica. La defensa extrema de la diversidad lleva a la destrucción del sistema que articula la vida del ser humano en el medio natural. La cultura humana destruye permanentemente la naturaleza porque la integra a su modo de vida. El problema aparece cuando en esa tendencia deja de lado el mantenimiento y la renovación de los recursos naturales. 5.3. La creación del ámbito de negociación y articulación La construcción de la sociedad es un proceso que nunca termina. Toda sociedad necesita de la afirmación de la unidad y del respeto de la diversidad. La tensión entre estas dos grandes metas sociales es inevitable y en cada instante se generan los mecanismos sociales para que siga existiendo unidad y diversidad. Es claro que en esta construcción hay momentos en que se expresa con más fuerza la diversidad y en otros el sentimiento de unidad es lo que predomina. Pero no hay desarrollo posible si no se busca la realización de la unidad en la diversidad. En esa perspectiva, tres elementos aparecen como centrales a la hora de imaginar una intervención en la zona sobre la base de un esquema de articulación de diferentes actores, que permita potenciar las fortalezas y minimizar las debilidades anotadas: • Se comienza a percibir signos de apertura al diálogo, a considerar el punto de vista y los argumentos del otro, saliendo lentamente de los prejuicios y de la descalificación del diferente. Se insiste en la necesidad de una mayor articulación entre los actores locales. • En la medida que se avance en la concepción de un proyecto común de desarrollo local, la creación de un ámbito de encuentro, de debate y de propuesta, se vuelve una primera prioridad. Estos ámbitos deberán estar legitimados y deberán ser representativos de las “distintas sensibilidades locales”, teniendo además capacidad de articular lo estatal y lo privado, lo local y lo global. 129 Javier Marsiglia • ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. El nuevo gobierno departamental tiene una enorme responsabilidad: restaurar en la sociedad la confianza en el sistema político-institucional. Para ello, la relación con la sociedad se vuelve la primera prioridad. Se deberán establecer canales de comunicación fluidos y eficientes. 5.4. El orgullo de pertenecer a una comunidad La posibilidad de actuar.- El camino recorrido por los habitantes de La Paloma no fue fácil, las dificultades fueron importantes. Pero además, no se ha logrado construir ese actor complejo que logre canalizar el potencial identitario hacia la consolidación de un proyecto de desarrollo alternativo. Ese potencial que se suele manifestar en "combatividad", "rebeldía", "orgullo", "pertenencia". Cuando las expresiones "capacidad de pelea", "tozudez", "no entregarse", son frecuentes, ellas están revelando una identificación muy fuerte con la zona a la que se pertenece. De allí surge una fuerte convicción sobre la posibilidad de actuar y de resistir a lo que parece una muerte fatal. En el sistema de representaciones mentales colectivo emerge con vigor la idea de ser protagonista de un cambio decisivo que transformará la zona. Quienes así piensan se van constituyendo progresivamente en actores del desarrollo local. Así se irá reconstruyendo el "orgullo" de ser de La Paloma como uno de los pilares del proceso de construcción de la identidad local. La historia y el proyecto.- La afirmación de las identidades locales se traduce frecuentemente en actitudes fuertemente conservadoras, opuestas a todo cambio que signifique poner en cuestión las costumbres, los hábitos adquiridos, los modos tradicionales de conducta. Es raro encontrar al mismo tiempo fidelidad a lo más auténtico de las tradiciones y apertura a procesos de aprendizaje de nuevas pautas sociales y económicas. El proceso de La Paloma muestra una población que vivió los cambios 130 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. y las crisis que hemos mencionado. El desafío actual es generar una cultura que permita esa necesaria articulación entre historia y proyecto. La innovación.- Finalmente, en este proceso de constitución de la identidad del actor local, parece necesaria la etapa de la experimentación. Los nuevos actores locales son verdaderos innovadores. Deben cambiar hábitos, modos de vida, formas productivas. Deben movilizar las mentalidades y atreverse a llevar adelante experiencias riesgosas. Son muchos los obstáculos que deberán ser removidos, tendrán que asimilar fracasos parciales y volver una y otra vez a osar la experimentación. 131 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. anexo III BREVE DESCRIPCIÓN DE VILLA DE MERLO (PROVINCIA DE SAN LUIS) EN CLAVE DESARROLLO LOCAL9 1. Algunas claves históricas de su desarrollo local Merlo es un asentamiento de tardía fundación española ocurrida en el siglo XVIII. Pero sus transformaciones sustantivas ocurrieron en la historia moderna del Siglo XX y del presente. Dentro de este período pueden reconocerse tres grandes fases de su desarrollo local signadas por: • su reposicionamiento pionero como pequeño pueblo turístico de la Sierra • su consolidación como nodo turístico regional • su cambio de escala reciente 9 Este anexo se elaboró tomando insumos del Informe 1 de “Posicionamiento Inicial del Plan Estratégico de Desarrollo Local y Regional de Villa de Merlo-Provincia de San Luis-Argentina”, elaborado por el Consorcio IDEL & Estudio Sprechmann & Capandeguy Arquitectos Asociados, bajo la coordinación de Diego Capandeguy y Javier Marsiglia, Noviembre de 2007 132 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Una primera etapa moderna es la de su reposicionamiento pionero como pequeño pueblo turístico de la sierra. Ello ocurrió en los años 30, 40 y 50, con la construcción y explotación de “hoteles de verano” como el Hotel Rincón y el Hotel Piedra Blanca. Estos jugaron como tempranas estaciones balnearias. Pero aún se trataba de un pueblo distante con menos de 1.000 habitantes. Una segunda fase es la de consolidación de Merlo como nodo turístico regional. Ello ocurrió en las décadas del 60, 70, 80 y 90. En efecto, Merlo pasa de ser un pueblo a constituirse en una pequeña ciudad del orden de los 10.000 habitantes y cerca de 2.000 plazas turísticas al final del período. La actuación disparadora fue la localización del Casino Provincial en los años 60, en un tiempo en que su número era muy limitado en la Argentina. Ello arrastró la generación de nuevas actividades complementarias, en el área turística, comercial, de la construcción y de múltiples servicios, con nuevos desarrollos hoteleros y con nuevos migrantes que se radican. A lo largo de estas décadas Merlo refuerza su marca como un destino regional y nacional. Para ello contribuyó el logro de un pueblo crecientemente amigable, con apuestas identitarias como la apelación a los techos rojos en las construcciones o el propio relato de Merlo como el “Tercer Microclima del Mundo” (¿real o mítico?). Paralelamente, a partir de los años 80, se diversifica su economía local al crearse un Parque Industrial en el marco de la Ley de Promoción Industrial de la Provincia de San Luis. Una tercera etapa del desarrollo local es la del cambio de escala reciente, ocurrida en la última década y tendencialmente abierta. Es el Merlo con cerca de 20.000 habitantes y unas 10.000 plazas turísticos. Esta localidad crece en correlato con los espectaculares guarismos ascendentes de muchos otros centros turísticos de la Argentina. En esta fase de su desarrollo, Merlo destaca como el principal destino de la Provincia de San Luis, con una presencia y una marca de alcance nacional. Ya claramente se trata de una ciudad con creciente gravitación regional, que juega en red y complementariamente con los municipios vecinos. Se trata de un Merlo más complejo socialmente, que procesa una permanente reinvención de su identidad local, con nuevas organizaciones sociales de base territorial, con un comercio creciente y más diverso. Su perfil de plaza hotelera se mixtura con una creciente para-hotelería y apartamentos en alquiler. Significativos de este cambio 133 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. de escala lo son el operativamente frustrado Aeropuerto Internacional del Valle de Conlara o la localización del Hotel Howard Johnson. Esta interpretación de las grandes fases del desarrollo local merlino habilita otras lecturas más sectoriales. 2. La matriz territorial La matriz territorial, el perfil identitario de la sociedad local y la propia actividad económica focalizada en el turismo están asociados a la singularidad geográfica merlina. En efecto, Merlo es una localidad serrana con algunos atributos paisajísticos distintivos como: a) Su condición de pueblo de pie de una sierra robusta, la Sierra de los Comechingones, contundente en su atravesamiento norte – sur, que pliega y comprime la percepción del espacio. Se trata de una formación escarpada, con picos altos como el Cerro de la Oveja, Divisadero y Bayo. La Sierra es fondo y es escenario escénico. Esta contrasta con la planicie suavemente inclinada hacia el Valle del Conlara, que da cuenta de una impresionante apertura espacial, tal como se percibe notablemente desde la Sierra. b) Su condición de posarse en un gran paisaje de valle, muy amplio, que trasciende los límites provinciales y municipales, atravesados por pequeños cursos de agua como el Arroyo Piedra Blanca, el Arroyo del Tigre y el Arroyo del Rincón, que fueron factores históricamente aglutinadores. c) Sus grandes unidades de paisaje, como: la cúspide de la sierra, con importantes pendientes; las laderas y piedemonte con declives más suaves; las suaves planicies hacia el Río Conlara. 134 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Cuando estas unidades conservan una alta naturalidad dan cuenta de formaciones vegetales diferenciales. d) La actual compacidad de su viejo casco urbano central y la amplia apertura de sus tejidos urbanos más nuevos dispersos en el territorio, unificados por el predominio “salpicado” de los techos rojos inclinados de las construcciones que se posan en el terreno. e) Su carácter de paisaje no categórico, poco extremo, amigable a pesar de su aridez y con múltiples matices. Sus alteraciones cromáticas a lo largo del día. Estos atributos se expresan notablemente en diversos registros gráficos y poéticos y en las entrevistas realizadas. También los mismos son objeto de disfrute de la población local y en parte son explotados por el turismo. 2.1. Merlo y sus diversas territorialidades convergentes Merlo puede ser comprendido según diversos registros territoriales convergentes, unos más locales, y otros más microrregionales; unos más urbanos, otros interpretando más a la región como una formación territorial latente y más amplia. En efecto, Merlo: a) Da cuenta de una escala local, la de sus barrios y asentamientos diferenciales, como el Centro, Barranca Colorada, Piedra Blanca, Rincón del Este, Cerro de Oro, entre otros, o sus parajes serranos como Pasos Malos. b) Forma parte de una construcción política incipiente como lo es el Corredor de Biocomechingones, junto a los municipios de Carpintería, Los Molles, Cortaderas, Villa Elena, Villa Larca, Papagayos y Villa del Carmen, unificados por la Sierra, y por un embrionario proceso de conurbación. c) También integra una más amplia red de pueblos serranos en la falda occidental de las Sierras de los Comechingones, que engloba a los anteriores y a los pueblos de Traslasierra en la Provincia de Córdoba como San Javier, 135 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Yacanto y La Población, entre otros, sólo administrativamente distantes de la Provincia de San Luis. En particular, el Municipio de La Paz, constituye una entidad territorial fuertemente articulada a Merlo, administrativamente separado por el hilo de agua del Arroyo Piedra Blanca y en el que gran parte de su población residente trabaja, utiliza parte de las infraestructuras y servicios públicos y aplica parte de sus gastos y consumos en Merlo. d) Puede visualizarse como el extremo del Valle de Conlara, con otras localidades como Santa Rosa del Conlara y Concarán y diversos parajes. En particular, Santa Rosa constituye un centro de servicios y de aporte de mano de obra, con un creciente potencial como ciudades que juegan en par, con múltiples complementaciones. e) Podría ser interpretado como un territorio de frontera, sea por su posición contigua a la Provincia de Córdoba que la ha influenciado culturalmente, sea por su fuerte tradición identitaria algo autónoma en relación a su propia Provincia de San Luis. f) Se visualiza como un nodo de un amplio archipiélago serrano ubicado en el borde de la gran unidad geográfica de la Región Central de la Argentina y de la Región de Cuyo. g) Forma parte de la más amplia Ecorregión del Chaco Seco. Seguramente los registros podrían ser otros. Lo significativo es que estas territorialidades convergentes muestran fragmentaciones y fronteras pero también tienen un potencial subyacente de desarrollo local y regional diferencial y asociativo. 2.2. Conectividades regionales Merlo tiene la singularidad de encontrarse a una distancia acotada de Buenos Aires, Rosario y Córdoba. En efecto, este municipio se localiza a unos 800 Km. de Buenos Aires, 250 kms. de Córdoba y 200 de la capital provincial, ubicándose a 136 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. una distancia – temporal en automóvil de una jornada (9 horas) o media (6 a 4 horas) respectivamente. Por tanto no se trata de un destino o de una separación distante significativa de los grandes emisores turísticos, a pesar de las fricciones y fracturas generadas por la propia sierra. Asimismo Merlo goza de las buenas infraestructuras de comunicación que distinguen a la Provincia de San Luis, con un gran viario calificado y muy vertebrado, como lo pauta el par carretero diferenciado del llamado Camino de la Costa (Ruta 1) y la Ruta 55 (ex Ruta 148 como sigue siendo conocida). También posee una infraestructura aeroportuaria vacante, como da cuenta el Aeropuerto Internacional del Valle de Conlara, de construcción reciente, pero casi sin prestaciones significativas. Sin perjuicio de lo anterior, las conectividades son problemáticas cuando se las evalúa a nivel local. 2.3. Buena amigabilidad y urbanidad El Municipio de Merlo tiene una buena amigabilidad y urbanidad. Seguramente para esta calificación se combinan varios atributos: a) La baja altura de las construcciones, con sus compacidades y escalas acotadas. b) La calificación de sus arquitecturas. c) Los amplios jardines privados y las importantes áreas no edificadas. d) La presencia dominante de pequeños cercos entre propiedades. e) El control de las escalas de construcción. f) Un cierto talante identitario merlino asociado a un ritmo vital calmo. 137 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 2.4. El patrimonio natural y cultural Merlo da cuenta de un patrimonio natural y cultural que se ha reconocido a lo largo del último medio siglo. La Sierra ha sido el gran ámbito territorial que se ha intentado conservar como ámbito de alta naturalidad. Por otra parte, el territorio urbano de Merlo da cuenta de un acotado pero importante soporte de interés patrimonial. Todo el Casco Central constituye un ámbito emblemático. También algunos edificios puntuales y elementos vivos están salvaguardados, como la Vieja Capilla (hoy Monumento Histórico Nacional), otros múltiples edificios de valor histórico singular o un monumento natural de gran carga cultural como el Algarrobo Abuelo en Piedra Blanca Abajo, al que le cantó el poeta Antonio Esteban Agüero. Más allá de tales declaraciones, Merlo, con sus tejidos urbanos y suburbanos, y sus vacíos múltiples, posee una robusta matriz de espacios verdes, sí bien en un gran porcentaje tienen césped y árboles exóticos. Sin perjuicio, de los recursos anteriores señalados, el territorio de Merlo y la más amplia comarca da cuenta de tradiciones y prácticas patrimoniales específicas. 2.5. Lo natural y lo antrópico en tensión Más allá de los antecedentes y avances antes citados, la historia reciente de Merlo muestra de una creciente sensibilidad ambiental. Ello se manifiesta en: a) una amplia concientización sobre su sentido; b) la existencia de diversas organizaciones ambientalistas y/o con apuestas fuertes en ello, como el caso pionero de JUVENNAT; c) múltiples prácticas individuales y colectivas en la materia; d) la emergencia de diversos conflictos socio – territoriales de base ambiental (en la Sierra, en la gestión del agua y las riberas, o en relación a los residuos sólidos urbanos). 138 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Particularmente la Sierra ha constituido el principal condensador de la problemática ambiental. Es el sitio de la máxima tensión entre lo natural y lo antrópico, situación también presente en otros municipios argentinos cabeceras de ámbitos de alta naturalidad. Esta problemática emergió en los diversos encuentros y entrevistas realizados como en diversos antecedentes analizados hasta la fecha. Al respecto cabe anotar varias percepciones primarias: a) La creciente presión antrópica sobre esta área, con diversos niveles de degradación por quemas, desmontes, sobrepastoreo u otras actividades extractivas. b) La falta de una efectiva y profunda gestión territorial fundada en estudios técnicos específicos y concertada entre los diversos operadores. c) En particular, se reconoce una gestión ambiental pública muy primaria y una gestión urbanística rígida y genérica, de matriz previsora. d) Una radicalización de algunos discursos y prácticas de diversos operadores territoriales, cada uno con sus diversas lógicas y racionalidades e) Una falta de comprensión y de confianza entre los mismos. f) Una fuerte presencia mediática de la problemática del área. g) Una notoria incertidumbre sobre su futuro. Cabe contextualizar el fenómeno anterior en el más amplio interés por la naturaleza y por el paisaje que emerge como un tema relevante en la cultura contemporánea. Ello adopta múltiples formas, desde el reconocimiento de su necesaria conservación como en los modos de su actuación. Esta apreciación suele ir paralela a un creciente goce y disfrute del paisaje y de la naturaleza, sea para la localización en las áreas de alta naturalidad, sea para su visita. 139 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 3. EL SISTEMA DE ACTORES 3. 1. El actor político-administrativo Más allá del predominio de una lógica centralista en el aparato institucional del Estado lo que ha llevado a una debilidad y dependencia histórica de los gobiernos locales, en los últimos tiempos estos han asumido un nuevo rol como actores del desarrollo en sus localidades. Es sin duda el actor político por excelencia en los territorios. En el caso de Merlo la Municipalidad cuenta con un ejecutivo al frente del cual está el Intendente Municipal, reelecto para un nuevo período que llegó al gobierno representando al radicalismo, partido de signo político distinto al que gobierna la provincia desde hace más de veinte años, constituyéndose actualmente en la única de las sesenta y cuatro municipalidades de la provincia en esta situación. Como es notorio esto impacta fuertemente en las relaciones del gobierno local con organismos provinciales, intermunicipales y aún dentro de su propio territorio y conlleva el gran desafío de la búsqueda de espacios de concertación en asuntos estratégicos que hacen entre otras cosas al propio Plan de Desarrollo Local. La Municipalidad cuenta con cinco Secretarías: Gobierno; Hacienda; Planeamiento, Medio Ambiente y Gestión Territorial; Desarrollo Humano y Social; y Turismo, Cultura y Deportes. De estas secretarías se desprenden a su vez varias direcciones. El Honorable Concejo Deliberante (legislativo comunal) está conformado por diez concejales representantes de varios sectores partidarios, órgano en el que el oficialismo local está en minoría y que opera como “la caja de resonancia” de la disputa sobre el territorio que ejercen las diferentes fuerzas políticas. El Ejecutivo Municipal posee como una de sus principales fortalezas -a diferencia de la casi totalidad de los municipios de la provincia- que la mayor porción del presupuesto local está financiado por recursos genuinos, lo que le da mayores posibilidades de autonomía y de gestión, aunque por la coparticipación está recibiendo una dotación de recursos correspondiente a una población que es casi la mitad de la actual. 140 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. A la vez, por el crecimiento económico y demográfico señalado, la Municipalidad se enfrenta a una demanda de servicios básicos por encima de sus capacidades. Sumado a ello, la normativa local vigente y el propio aparato de gestión municipal en los temas de ordenamiento territorial, catastro, etc. han sido superados por la diversidad y cantidad de nuevas situaciones y demandas que aparecen. Ello requiere de un talante legislativo que aspire a calibrar su trabajo en relación a las capacidades reales de gestión y de contralor de la propia Administración Municipal y de la sociedad civil. Esto genera debates permanentes en el Concejo Deliberante, constituyéndose en una de las cuestiones centrales para la confrontación política local. Este cuadro de situación debe enfrentarse con una planta de personal, que más allá de múltiples valores individuales, presenta carencias en personal técnico idóneo y en mandos medios capacitados para hacer frente a los desafíos de una gestión compleja. A esto se debe agregar las dificultades de la planta física para un adecuado funcionamiento y la necesidad de dotarse en el corto plazo de mejoras tecnológicas y nuevos dispositivos organizacionales y de procedimientos para una mejor atención al ciudadano. La ejecución del Plan de Desarrollo Local en análisis, agrega nuevos desafíos al gobierno local que deberá fortalecerse necesariamente para poder llevar adelante las acciones que deriven de las diferentes etapas de implementación. El Gobierno Provincial no posee mucha representación institucional en Merlo. Dentro de los organismos locales del Gobierno Provincial, se encuentran la Secretaría Provincial de Turismo, el Parque Recreativo Merlo que está bajo concesión, la Dirección Provincial de Ingresos Públicos (Rentas), el Hospital Provincial de Merlo, la Educación, Vialidad Provincial y Policía. La Provincia marca su presencia mediante algunas obras de infraestructura en las áreas de su jurisdicción, como en el caso de la construcción de relativamente calificados barrios de vivienda social y con el desarrollo de un plan social para desocupados, denominado Plan de Inclusión Social, que ha sido otorgado aproximadamente a 800 personas en la localidad. Ello se inscribe en una fuerte tradición centralista e intervencionista de la Provincia de San Luis, con muchas 141 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. actuaciones públicas de gran impacto socio – territorial, cargadas de una intensa ambición representativa del poder provincial, que son muy visibles en otras localidades provinciales. La presencia del Gobierno Nacional se manifiesta básicamente en el territorio a través de la gestión de programas provenientes de los Ministerios de Trabajo, de Desarrollo Social (Plan Nacional Manos a la Obra) y de Salud, el PAMI, como así también de otros organismos como la Secretaría de Turismo y Parques Nacionales. La Municipalidad gestiona un paquete de programas de las dependencias señaladas del gobierno nacional que se traducen en la formulación y seguimiento de emprendimientos productivos, la producción mediante cooperativas en actividades como la construcción, artesanías, etc.; la conformación de una Oficina de Empleo que opera en la intermediación laboral, la gestión del Centro de Integración Comunitaria (CIC), entre otras. La articulación vertical con las otras jurisdicciones del sector público se presenta compleja, por las dificultades de relación entre Gobierno Nacional – Gobierno Provincial y entre éste y el Gobierno Municipal. Este debe ser un aspecto a trabajar a futuro, procurando que más allá de las divergencias existentes se podrían pactar, democráticamente, acuerdos en torno a asuntos estratégicos que hacen al desarrollo de la Villa. 3.2. La economía local y los actores empresariales La economía de Merlo está muy marcada por el turismo y la construcción. Cabe anotar que si bien de alguna manera el turismo ha dinamizado el sector de la construcción, éste no depende sólo de las inversiones turísticas y su nivel de actividad también está asociado a la construcción de casa – habitación para personas que se radican en la ciudad y la edificación de segundas residencias con fines de descanso de habitantes pertenecientes a las clases medias – altas y altas 142 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. de las ciudades importantes de las Provincias de San Luis, Córdoba y principalmente Buenos Aires. Asimismo se desarrolló un sector industrial apadrinado por las leyes de promoción industrial implementadas en la Provincia de San Luis durante los ochenta. Del desarrollo que tuvo este sector hoy sólo quedan algunas empresas, en particular radicadas en el Parque Industrial. Informes ad hoc e informantes calificados permiten tener un panorama aproximado a la situación de la industria manufacturera caracterizado por pequeños y medianos establecimientos, siendo excepciones las grandes empresas (de 200 y más personal ocupado); concentrados en los sectores del plástico, la metalurgia y la química; y que dan empleo a unos setecientos trabajadores aproximadamente. Adicionalmente, es importante el sector del comercio, muy vinculado a las dos actividades principales ya mencionadas anteriormente. Esta rápida descripción de la actividad económica de Merlo permite sacar unas primeras conclusiones generales: 1. En primer lugar el funcionamiento de la economía se encuentra muy asociada al turismo como una de las dos actividades principales. Por lo tanto las características de esta actividad, entre las que se encuentra una marcada estacionalidad, determinan fuertemente la dinámica económica de Villa de Merlo. 2. Por su parte el sector de la construcción presenta un dinamismo más parejo a lo largo del año. Sin embargo, las características de este sector es de un marcado informalismo y precarización de las relaciones laborales; al respecto la forma de operar en Merlo no sería una excepción a esta regla general según lo expresan informantes vinculados a la actividad e informantes conocedores del mercado de trabajo merlino. 143 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 3. No se pudo constituir un sector de industrias manufactureras dinámico y competitivo en Villa de Merlo y su zona de influencia a partir de las ventajas fiscales y tributarias ofrecidas por las provincias en los ochenta. 4. La actividad económica se desarrolla en general a partir de emprendimientos pequeños y medianos; normalmente explotaciones de tipo familiar y llevadas adelante por personas radicadas en Merlo en los últimos años; adicionalmente estos emprendedores no provenían del sector de actividad que decidieron desarrollar una vez instalados en la Villa. Algunas opiniones recabadas aseguran que muchos de los emprendimientos hoteleros, gastronómicos o comerciales no calibraron bien la estacionalidad del turismo y por lo tanto se tomaron decisiones en las cuales faltó planificación y previsión en la iniciativa empresarial. A modo de resumen se listan las particularidades del Mercado de Trabajo de Merlo encontradas en el marco del presente posicionamiento inicial: 1. Mayor tasa de ocupación y menor tasa de desempleo en comparación a la realidad de la Provincia de San Luis. 2. Una economía basada en pequeños y medianos emprendimientos de carácter familiar. Ello esta en consonancia con la importante representación entre los ocupados de las categorías patrón, cuenta propia y empleo familiar. 3. Mayor ocupación en las ramas de comercio, restaurante y hoteles, servicios y construcción. 4. Alto grado de informalización y precarización en las relaciones laborales; 5. Desequilibrios importantes entre la oferta y la demanda de trabajo en algunos sectores claves como ser todos los vinculados a la actividad turística 144 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Finalmente y con respecto a la capacidad organizativa del empresariado en sus diversas expresiones, se puede apreciar en la realidad actual de Merlo una cierta atomización y fragmentación entre organizaciones sectoriales de diverso tipo que fueron surgiendo por agregación y a veces superponiéndose en su funcionamiento. Son asociaciones profesionales, cámaras de turismo, hoteleras, parahoteleras, de comercio, inmobiliarias, industriales, artesanales y de servicios, varias de las cuales incluso son poco conocidas por la población a pesar de su potencial relevancia como actores económico-productivos. A título de ejemplo pueden mencionarse: Asociación Empresaria Hotelero – Gastronómica Asociación de Casas de Alquiler Merlinas Asociación de casas de Alquiler Temporario Asociación de Camping Asociación de Turismo Recreativo Rural Asociación de Guías de Turismo (AGUITUR) Asociación de Talleres Artesanales Agrupación de Guías Baqueanos Asociación de Profesionales en Turismo Existen dos cooperativas importantes prestadoras de servicios: la Cooperativa de Agua y la Cooperativa Telefónica que también presta servicios de conexión a Internet, TV Cable, Turismo, Servicio Social, gas envasado y gas natural comprimido. En este último caso cabe mencionar que la empresa realizó una gran inversión con capitales propios en la instalación de una Estación de GNC. Ambas cooperativas tienen mucha legitimidad a nivel local y pueden jugar un rol importante como actores de desarrollo, más allá de sus funciones específicas. Otras empresas vinculadas al sector servicios son la empresa de electricidad y dentro de los medios de comunicación social, particularmente las radios. Los colegios profesionales tales como el de arquitectura y el de ingeniería se consideran de especial interés debido a la gran cantidad de obras civiles que se vienen realizando en los últimos años derivados de la gran afluencia de turistas que posteriormente eligen a la villa como lugar de residencia o para realizar algún emprendimiento turístico. En particular el Colegio de Arquitectos es también un 145 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. ámbito de generación de conocimiento y opinión sobre los temas que hacen al Ordenamiento Territorial y la planificación urbana de la Villa. Existen algunas organizaciones que agrupan empresas locales con distinto nivel de funcionamiento e incidencia en la comunidad, más allá de sus funciones específicas. Se trata por ejemplo de las siguientes: Cámara de la Construcción, Cámara de la Industria, Cámara Inmobiliaria y Cámara de Comercio. Por otro lado, se destaca la existencia de asociaciones de artesanos que representan un número significativo de los mismos y que dedican su actividad artesanal a la madera y el tejido como elementos típicos de la zona, pero también a otros rubros. La Mesa Territorial de Empleo promovida desde la Municipalidad es un ámbito donde se discuten temas que hacen al mercado de trabajo, el empleo y la formación empresarial así como brinda pautas para la regulación de las relaciones laborales. 3.3. Los actores socio-territoriales Las organizaciones del tercer sector conforman un puñado heterogéneo de Instituciones, tanto por sus objetivos, áreas de interés, como por la representatividad de sus fundadores e integrantes Están aquellas que tienen como finalidad la preservación del medio ambiente y el paisaje. Cabe destacar entre ellas a las asociaciones ambientalistas: Fundación Espacios Verdes y Juventud y Naturaleza (Juvennat). Particularmente esta última ha tenido un importante papel en las acciones de defensa de los faldeos en la Sierra; en el cuidado de la flora y la fauna y en la búsqueda de formas alternativas de recolección y clasificación de los residuos sólidos urbanos. Combina acciones de denuncia, educación, prevención y elaboración de propuestas alternativas a las prácticas tradicionales de manejo y preservación. En la temática ambiental también cabe consignar la actuación de la Unión Vegetariana Argentina (UVA). 146 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Existen varias organizaciones de carácter cultural vinculadas a diversas manifestaciones artísticas: literatura, artesanías, escultura y pintura. Entre ellas destacamos la Casa Museo de Palmira Scrosoppi, la Fundación de la Casa del Poeta, las bibliotecas, Popular Antonio Esteban Agüero y la Popular Lugones en Piedra Blanca. La Villa de Merlo es sede de los “Encuentros Nacionales de Pintores Paisajísticos”, una destacada actividad con más de quince años de vigencia. Como centros nativistas se encuentran entre otras las organizaciones tradicionales gauchescas que suman alrededor de ocho organizaciones Existen además varias organizaciones que brindan apoyo y contención a sectores vulnerables de la comunidad. Se destacan el Centro de Educación Especial “MIRLO”, la Asociación de Alcohólicos Anónimos, el grupo de Voluntarios Asociados para Acciones Solidarias “VAAS”, “Volver a empezar”, el Grupo AMAD, “Alas de Vida” y otras asociaciones cuyo principal interés es el de brindar un servicio solidario. Hay dos clubes sociales y deportivos, el Club Casino y el Club San Martín donde la juventud de Merlo realiza sus actividades deportivas y fundamentalmente de fútbol, con poca incidencia de otras actividades sociales de interés general. Existen más de doce asociaciones vecinales que plantean las necesidades de sus respectivos barrios, varias de ellas con un funcionamiento discontinuo. Se han entrevistado varias de ellas en el marco de este trabajo. Destacamos las capacidades existentes en cuanto a diagnóstico de situación y presentación de propuestas que pueden dar lugar a experiencias de cogestión entre las asociaciones y la municipalidad frente a temas de infraestructura urbana, ambiente y políticas sociales. Este conjunto de actores está desempeñando diversas tareas comunitarias, lo que habla de una riqueza en el tejido social, más allá de que algunas tienen un funcionamiento inestable, agrupan a pocas personas y en general (salvo excepciones) sólo se expresan individualmente y con poca capacidad de coordinar esfuerzos en programas más abarcativos. 147 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. De todas maneras, se puede observar un potencial organizativo interesante que adecuadamente trabajado puede revertir en un trabajo de articulación más efectivo en aras de objetivos comunes. Para eso se requiere la búsqueda de espacios de integración que permitan reforzar el diálogo, las apuestas colectivas, las iniciativas locales y las capacidades concretas de acción. 4. Merlo: su valoración sintética A modo de síntesis, pueden identificarse diversas Fortalezas, Oportunidades, Amenazas y Debilidades (FODA) de Merlo. Entre las fortalezas y oportunidades pueden consignarse: 1. El tamaño de Merlo como pequeña ciudad. Tal tamaño se asocia a mínimas masas críticas y a escalas de vecindad y urbanidad apetecibles por diversos colectivos de residentes y de turistas. Asimismo, en comunidades de este formato es posible articular y promover intervenciones en el Desarrollo Local y Regional con altas potencialidades de cambio difícilmente concretables en las grandes aglomeraciones metropolitanas. 2. La dotación de recursos humanos capacitados y recursos naturales y culturales potencialmente transformables en productos turísticos, muchos de ellos sin demasiadas inversiones económicas. 3. Su territorialidad comarcal. Merlo se inscribe en una más amplia constelación comarcal y microregional de localidades y vecindades rur – urbanas, que lo complejiza como ámbito territorial. Merlo tiene un rol de centralidad en la microrregión y eso facilita su liderazgo en propuestas de mediano y largo aliento. 4. La densa trama de actores socio – territoriales, empresariales y políticos con una apetencia mayoritaria de cooperación en diversos temas comunitarios, gran parte de los cuales han apoyado la presente instancia de planeamiento. 148 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 5. Las identidades locales de merlo. Este municipio tiene una fuerte identidad física y un rico mundo cultural que nutre su imaginario. Esta identidad, el perfil de los atractivos turísticos propios y su escala aún acotada, diferencian a Merlo de otras ofertas tan distintas y potencialmente competitivas como Villa General Belgrano, Mina Clavero o el masificado Carlos Paz. 6. Merlo es un destino turístico consolidado a nivel nacional, con una imagen de marca ya ganada. Se trata de un importante atributo positivo, especialmente considerando que Merlo no es un nodo urbano de un atractivo turístico categórico. Su adecuada gestión es una cuestión abierta. 7. Merlo y Argentina están atravesando un ascendente ciclo de crecimiento. El crecimiento puede constituir el motor de una nueva fase de Desarrollo Local y Regional más consistente de la que no se puede “perder el tren”. Cabe advertir que el mero crecimiento no habilita a alcanzar un mejor Desarrollo Local y Regional. 8. El logro de una economía local basada en pequeños y medianos emprendimientos de carácter familiar mayoritariamente sostenibles. 9. Su importante tasa de ocupación y menor tasa de desempleo en comparación a la Provincia de San Luis. 10. A nivel social los indicadores de pobreza son limitados, no reconociéndose la existencia de villas – miseria o de asentamientos espontáneos irregulares y de formación reciente. 11. La creciente sensibilidad ambiental de la sociedad local. Entre las principales debilidades y amenazas se destacan: 1. La gran debilidad municipal en sus distintos ámbitos de competencia, no acorde con la complejidad actual y futura de este municipio. Esta precariedad supone un “techo” para la calidad institucional local y para la motorización de las iniciativas de 149 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Desarrollo Local y Regional en estudio. En especial, a juzgar por las medidas que se toman y los marcos de prioridades que se anuncian, el turismo no aparece como una actividad explícitamente apoyada por las políticas municipales. En ese sentido faltan decisiones básicas que muestren los rumbos estratégico que se pretenden. 2. Malas articulaciones entre la provincia de San Luis y el municipio, primando las legítimas visiones y bloqueos políticos institucionales sobre las necesarias convergencias de la ciudadanía. 3. Otros bloqueos sociales expresados en radicalismos y posiciones extremas y pocas escuchas al otro en materia del Desarrollo Local y Regional, sea en cuestiones ambientales, socio-territoriales u otras. 4. Una cultura estatista que cruza a los diferentes actores, dada por fuertes expectativas sobre el rol del Estado contemporáneo, expectativas quizás excesivas. 5. Un mercado de trabajo signado por un alto grado de informalización y precarización en las relaciones laborales y por desequilibrios importantes entre la oferta y la demanda de trabajo en algunos sectores. 6. Un eventual desmadre de los crecimientos futuros ante la crisis o ausencia de nuevas pautas en materia del Ordenamiento Territorial y Ambiental del Merlo Futuro. En particular, cabe consignar como amenazas: a) El deterioro de la Sierra, tanto a nivel ambiental como urbanístico. b) Nuevas crisis en las infraestructuras públicas, como el agua potable y la energía. c) La generación de un tejido urbano trabado, con problemas de conectividad interna. d) Un déficit de espacios públicos. 150 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. 7. Una masificación de las ofertas turísticas, con una baja competitiva del producto merlo y un deterioro de su imagen de marca. 8. Carencias en los equipamientos turísticos, en el mobiliario urbano y paisajístico y en las infraestructuras de comunicación. 9. Bajo contralor sobre los servicios turísticos. Se asegura que hay vacíos legales y que las normativas no se adecuan a la realidad actual. Faltan articulaciones entre el sector público y privado e incluso en la interna de cada uno de esos sistemas (público-público, privado-privado). No hay criterios sistematizados para vigilar y controlar la prestación de los servicios ofrecidos. 10. Es aún insuficiente la diversificación de las inversiones y son escasas las iniciativas para innovar. Hay por ejemplo, poca oferta de recreación, no hay ofertas especializadas convenientemente, y es escaso el desarrollo de nuevos productos lo que hace que las ofertas sean innecesariamente repetitivas. 11. Baja inversión en capacitación. Esta sigue siendo insuficiente en relación al crecimiento cuantitativo y cualitativo de los actuales públicos. Se estima que la inversión en la formación de cuadros gerenciales es una asignatura pendiente en buena parte de los emprendimientos y parece haber poco interés en la gestión de calidad. Además Faltan estudios actuales rigurosos para analizar las relaciones precio-calidad considerando la oferta local con la demanda real y potencial. 5. Algunas pistas y señales para la acción 1. El proyecto compartido. El sueño posible La intervención en Desarrollo Local es compleja en la medida que se vincula a una mayor exigencia y compromiso de los diferentes actores y a la identificación de temáticas comunes en torno a las cuales construir consensos y actuar en consecuencia. Se trata de lograr una visión colectiva y compartida del municipio y su comarca. Esto requiere de un liderazgo participativo que debe asumir el gobierno local en diálogo con la sociedad en función de una cartera de proyectos 151 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. que surja de prioridades acordadas colectivamente y en el marco de un clima social de cooperación. Este entorno favorable a la búsqueda de acuerdos, implica crear reglas de juego que favorezcan la negociación entre intereses diversos. En síntesis, aprender a “gestionar las diferencias” en base a la construcción de confianza en torno a la consecución de metas compartidas. 2. Avanzar en una Agenda de Desarrollo Local para Merlo Una Agenda compartida implica una serie de asuntos definidos colectivamente en torno a prioridades que pueden ser propuestas por el gobierno local, pero deben acordarse en ámbitos públicos de discusión donde se puedan expresar los diferentes actores locales. La agenda deberá ser estratégica, lo que no implica que no se asuman objetivos de corto plazo, sino que estos deben estar contemplados en un plan más abarcativo que de coherencia a las acciones y permita atender los desafíos de mediano y largo plazo. Esta agenda deberá desembocar en algún momento en una reflexión sobre las capacidades de la institucionalidad existente para sostener y profundizar esta práctica organizativa, o crear nuevos dispositivos institucionales. (Agencia de Desarrollo Local, Asociación pro Desarrollo, etc.). 3. Fortalecer los ámbitos de encuentro Merlo ha ensayado en los últimos tiempos espacios de concertación de diferentes actores en asuntos colectivos. Es importante que el ejercicio del Plan de Desarrollo Local cuente con un espacio idóneo y legitimado donde se puedan expresar las diferentes voces y protagonistas de la escena local. Para ello es importante apostar por una convocatoria incluyente y abierta y que a la vez permita a través de una metodología de trabajo participativa y eficaz elaborar e implementar proyectos priorizados colectivamente. La experiencia de la RIM y otros espacios 4. Trabajo en red. Sinergia entre todos los operadores. (públicos/ privados; públicos/ públicos; privados/ privados) Un trabajo en redes a nivel territorial permite avanzar en procesos de concertación de actores capaces de articularse en torno a proyectos colectivos. Distintas 152 Javier Marsiglia ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. experiencias en la región han dejado aprendizajes interesantes en torno a la virtualidad del relacionamiento horizontal entre actores con lógicas y racionalidades diferentes, que en función de la conciencia común de pertenencia a “su territorio” han generado iniciativas en diversos campos del desarrollo con resultados auspiciosos para la población. Seguramente el camino que está recorriendo Merlo planteará alternativas de respuesta interesantes a estos desafíos. Pero necesariamente habrá que vencer uno de los principales obstáculos que frenan esta posibilidad que es la compartimentación, fragmentación y excesiva sectorización de las iniciativas. 5. Fortalecer capacidades locales tanto a nivel del Estado como de la Sociedad Civil Un Plan de Desarrollo Local para Merlo necesita de una Municipalidad dotada de las capacidades técnicas y operativas para operar como agente de desarrollo en un territorio complejo y en crecimiento económico y demográfico. Y también necesita de un Concejo Deliberante que acompañe desde su labor legislativa los desafíos permanentes de una realidad en cambio. Ambos con una actitud proactiva que les permita anticiparse a los acontecimientos y no actuar solamente sobre las consecuencias de las acciones no planificadas de diferentes actores. Una Sociedad Civil que sea capaz de operar en base a la reivindicación y la denuncia, pero también mejorando sus capacidades de propuesta y cogestión con el gobierno local en los asuntos que se definan como prioritarios en la agenda compartida. En ambos casos, implica un desafío de capacitación y aprendizaje permanentes, para lo cual es fundamental que se generen dispositivos (talleres, seminarios, trabajos de tesis, etc.) en el marco del propio Plan de Desarrollo Local, en los cuales puedan participar las instituciones educativas, la propia Municipalidad y otros apoyos estatales y privados que se puedan canalizar del nivel nacional o provincial. 153 Javier Marsiglia 6. ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Fortalecimiento del Municipio de Merlo Como ya se ha señalado, el Municipio de Merlo se fortalecerá acorde con los desafíos presentes que se incrementan día a día. Hoy su debilidad lo torna un “infra – municipio” frente a las importantes obligaciones y oportunidades a los que se enfrenta. Se profundizará su fortalecimiento por distintas vías, como: El montaje de un Sistema de Información Básica y pública sobre su gestión. La definición de Protocolos de Gestión Preliminares en Catastro y en la gestión administrativa de las solicitudes de subdivisión del suelo y edificación. La Capacitación focalizada de las plantillas municipales Una fiscalidad más transparente, equitativa y con un nuevo manejo de fondos por programas. 7. Promover canales de comunicación fluidos y lo más eficientes posible Estos facilitarán llegar a acuerdos sustantivos sobre las prioridades del futuro. El gobierno local recientemente electo (Ejecutivo y Legislativo renovados) tiene una enorme responsabilidad: restaurar en la sociedad la confianza en el sistema político-institucional. Para ello la relación con la sociedad se vuelve la primera prioridad. Esto encuentra en los diferentes canales de comunicación mecanismos para lograr los impactos buscados. Se deberá lograr buenas formas de relación con los medios de comunicación. La idea es que el Plan se convierta en objeto de interés público y que los avances sean sujetos habituales de la información. La información deberá ser constante y pródiga pero concisa y breve. Habrá que actuar con transparencia en todas las gestiones y en todas las formas de tomar decisiones. Por otro lado será preciso exhibir constantemente los logros y avances que se vayan alcanzando. Informar de manera clara, comprensible y contextualizada. 154 Javier Marsiglia 8. ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Merlo y su capitalidad latente Merlo asumirá por vía de los hechos una creciente capitalidad dentro de la Provincia de San Luis y en el contexto comarcal interprovincial en el que se localiza. Se trata de un más amplio fenómeno contemporáneo de construcción de una nueva territorialidad. Merlo así visualizado abre un campo de exploraciones muy amplio, desde el formato de los grandes equipamientos, sus oportunidades nodales, las intensificaciones identitarias o los acuerdos sobre temas concretos con otros ámbitos administrativos municipales o provinciales. 9. Intensificar especificidades locales Refiere a fortalecer el carácter identitario diferencial, trabajando a fondo las características históricas, antropológicas, culturales, geográficas, y demás elementos particulares que puedan por un lado identificar pero por otro tengan capacidad de integrar. 10. Marca Merlo Se pretende robustecer esta marca ya reconocida para que incluya y simbolice la diversidad de la oferta (Merlo turístico pero Merlo en otras dimensiones). 11. Apostar a un “Multiterritorio” Se anticipa que frente a ciertas disyuntivas de desarrollo territorial en términos dicotómicos “densificación – extensión” o “concentración-dispersión”, se profundizará la comprensión y gestión del Ejido Municipal y su comarca como un “Multiterritorio”. Este se concibe como un ámbito complejo en el que: • Se produzca un nuevo pacto entre la geografía y la urbanización. • Se operen por directrices urbanísticas explicitas. • Se intensifiquen las fortalezas locales y vecinales. • Se “descomprima” el territorio por una buena vertebración vial, pudiéndose habilitar urbanizaciones y desarrollos puntualmente compactos. 155 Javier Marsiglia • ¿Cómo gestionar las diferencias? La articulación de actores para el desarrollo local. Se conciban Macro – trazados Viales Primarios, parte de ellos concebidos como Caminos y Vías Paisajísticas de distinta jerarquía. • Se privilegie el valor del vacío, sea en el suelo no urbanizable, sea en otras categorías de suelo a profundizar, todas ellas claramente definidas. • Se promuevan regulaciones específicas y de promoción para el Casco Central y su Centro Cívico. • Se aliente la concreción de un Centro de Convenciones, de un nuevo Hospital, de equipamientos comerciales y de amenidades contemporáneas. • Se promueva el tratamiento lo más riguroso de los problemas ambientales. • Se profundice en prefiguraciones gráficas exploratorias que anticipen visualmente problemas y modos de manejo del territorio. 12. Orientarse a la calidad Merlo tiene los atributos para apostar a la calidad en distintos campos, lo cual lo fortalecerá competitivamente. La apuesta a la calidad se expresará en múltiples planos: la calidad de los servicios públicos, de las prestaciones turísticas, de los nuevos emprendimientos que se entiendan deseable promover, de la calidad de las obras públicas y del mobiliario urbano, etc. 13. Un marco más sostenible para la inversión privada El actual marco regulatorio y de promoción es insuficiente. Ello refiere a reglas claras y a procedimientos debidamente articulados y codificados. Además, el Municipio puede orientar la inversión de acuerdo a los grandes objetivos de planeamiento y Desarrollo Local y Regional que pondere más convenientes. 156
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