CÓMO ENSEÑAR EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS ECONÓMICAS Mg. José María Ramón. Lic. y Prof. Andrea Russ (Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de la Patagonia, sede Trelew) Fundamentación El presente trabajo busca reflexionar sobre nuestra experiencia docente en la enseñanza de la Epistemología destinada a los estudiantes de Ciencias Económicas partiendo del legado y de las oportunidades teóricas que nos brindaron estas Jornadas de las cuales estamos participando. Este paper se encuentra en la intersección entre la metodología y la filosofía de la economía, sus historias y las enseñanzas de las mismas. Es un trabajo, una propuesta de reflexión y de búsqueda basada en la experiencia cotidiana de nuestras clases. Partimos de la idea de que en nuestra Facultad es necesario terminar con la imagen de las ciencias económicas asociadas exclusivamente a la matemática, la contabilidad, la exactitud y neutralidad, un enfoque muy arraigado en la cultura institucional a la cual pertenecemos. Hay que volver a poner a las ciencias económicas en el campo de las ciencias sociales. Creemos que una materia de epistemología o metodología de la economía como una única materia aislada en los últimos años de la carrera no satisface esta necesidad ya que la amplitud y la profundidad que requieren una epistemología de la economía es un proceso largo que debe iniciarse desde los primeros años con materias humanísticas y del área que vayan conduciendo al estudiante a poder recorrer el camino necesario para llegar a pensar y aprovechar la epistemología como una reflexión sobre la disciplina en cuestión. Es un trabajo arduo que debe hacerse gradualmente, de lo general hacia la particularidad de la epistemología como uno de los problemas de la filosofía que versa sobre la manera en la que los humanos construimos el saber, el saber económico en este caso, y los contextos en los que esas construcciones son posibles. Para ser más concretos y antes de empezar a escuchar a nuestros críticos, no somos partícipes de una reflexión epistemológica desvinculada de la especificidad de la economía. Más bien nos proponemos que el estudiante esté en condiciones de reflexionar nítidamente sobre los problemas de objetividad en la elaboración de teorías y planes económicos, las vinculaciones entre la teoría económica y el impacto sobre el mundo y la política, la relación entre una formación académica y su impacto en la elaboración de políticas públicas; tengan plena conciencia de lo opinable de un plan económico así como de lo discutible de un método de evaluación censal o los intereses que operan detrás de fundaciones, corrientes y líderes de opinión en economía por citar algunos ejemplos. Es nuestra intensión, además, que los alumnos puedan comprender un discurso incoherente o falaz, que puedan comparar la relación entre paradigmas económicos, como éstos se convalidan empíricamente así como también la necesidad de comprender los límites de las estadísticas en la comprensión del mundo. En fin, nos proponemos que nuestros estudiantes reflexionen sobre la relación entre ciencia y medio. El problema de la amplitud En la enseñanza y el aprendizaje de la epistemología de las ciencias económicas nos encontramos tensionados entre dos abismos en los que no debemos caer porque nos conducen necesariamente al fracaso: por un lado el intentar reconstruir una enseñanza de la historia de la epistemología que atraviese autores, teorías o debates de la disciplina y por el otro, situarnos en la discusión coyuntural, específica de las ciencias económicas en este momento. Ni historia de la epistemología ni un análisis de los planes económicos del momento. La vastedad del tema permite una educación focalizada en escuelas predilectas, en enfoques amigos, en una cátedra enrolada. Sin desmerecer en lo más mínimo las convicciones teóricas e ideológicas de las cátedras y sin poder deshacernos de ellas, creemos que el alumno merece una visión amplia y 1 heterogénea de los pensamientos, no un adoctrinamiento. Partiendo de este presupuesto, encontrar una panorámica suficientemente profunda y plural es un problema. Hay enfoques que educan sobre la generalidad y nunca llegan a una epistemología de las ciencias económicas y hay enfoques que parten con problemas específicos de las ciencias económicas dando por hecho la historia y el contexto general. Ninguna de estas alternativas es la nuestra. La clave está en un justo medio entre ambos: profundizar en las cuatro o cinco grandes corrientes epistemológicas sumado a algo de la historia de la ciencia, de las ciencias económicas y el modo de construcción de las teorías económicas. Esta combinatoria es lo que hay que repensar en el campo de los contenidos. Debe estar en relación con la cantidad de horas de los cursos, los recursos técnicos y bibliográficos, con los contextos como con la cantidad de alumnos, los contenidos mínimos establecidos, los saberes previos. Es tanto lo que una disciplina como la nuestra podría abarcar que en el recorte está la magia. A partir de nuestra práctica notamos que no se puede reducir un curso de historia de la ciencia a cuatro o cinco clases teóricas profundas más un tiempo de lectura de al menos tres o cuatro semanas de textos panorámicos sobre la evolución de la ciencia, para pasar después al estudio de las primeras corrientes filosóficas y epistemológicas donde al menos cada una se merece un mes de clases para ser abordada razonablemente. Las unidades típicas de introducción a las ciencias y a las ciencias sociales requieren tiempos prolongados, la lectura de muchos autores y el abordaje de diversos enfoques, lo que se reitera hasta llegar a temas específicos de la economía. Una historia de la formación epistemológica requiere varios años, no se puede resolver en una materia cuatrimestral, por lo cual requiere además mucha articulación entre las materias humanísticas de la carrera, de lo contrario se cae en la desconexión, o en la superposición. Es imperiosa una conexión entre las 3 áreas de la carrera: filosofía general, la metodología y la de la epistemología de las ciencias si es que hubiera materias diferentes; si no, los problemas aún son más graves. A esta dificultad debemos sumarle la diversidad de posturas y escuelas propias de la especificidad de las Ciencias Económicas. Se vuelve problemático entonces establecer una historia de la epistemología de la economía ya que combina elementos cronológicos, atravesados por discusiones epistemológicas y metodológicas. La construcción epistemológica surge a partir de discusiones entre lo puramente económico y lo metodológico por lo que resulta complejo enseñar y aprender esta disciplina que arranca con los clásicos y se diversifica tremendamente. Creemos que una buena epistemología debe enseñar una panorámica de escuelas y disciplinas (la escuela histórica alemana, la escuela austríaca, la escuela de Friburgo, la economía ética así como autores como Marshall y Robbins). El caso de John El relato de una experiencia vivida en el curso de este año nos permitirá explicar lo dicho concretamente. Nos encontramos con un alumnado que conjuga dos tradiciones centrales: la formación del contador público y la del economista. Podemos advertir en qué condiciones llegan ambas tradiciones a una discusión epistemológica. De un curso de treinta y cinco alumnos de Quinto Año de Ciencias Económicas, treinta y cuatro aspiran a ser contadores mientras que uno sólo cursa la licenciatura en Economía. John, nuestro único alumno que estudia la licenciatura en Economía, parece ser el único en condiciones de hacer aportes teóricos sobre la historia de la economía así como también advertimos que posee mayores capacidades para relacionar los temas epistemológicos con el resto de su formación teórica en economía. Pudo aconsejar páginas web y materiales sobre la historia y la epistemología de la economía vistos en materias anteriores, lo que enriqueció la clase y la formación de sus compañeros. 2 Esta idea se vio reforzada por lo que los propios compañeros piensan de John. “Es el único que sabe” dijeron, poniendo así de manifiesto otra cuestión que se suma a las ya dichas a la hora de enseñar y de aprender epistemología de las ciencias económicas que es lo que los propios alumnos piensan sobre el trabajo que realizarán una vez que se reciban, sus creencias o formulaciones simbólicas al respecto. Ideas sobre las carreras Los alumnos piensan que el contador es un técnico por lo tanto los conocimientos generales y teóricos de la economía no los irán a buscar después. Es en la Facultad donde los aprenderán pero no después. Nuestra experiencia en el trato cotidiano con ellos nos dice que en general se imaginan asesorando empresas y, específicamente, desarrollando en ellas tareas contables. En esa panorámica de desarrollo profesional pensar problemas metodológicos y epistemológicos no tiene sentido. Me basta con conocer las Resoluciones Técnicas y aplicarlas en las empresas. Epistemología exige preguntarse por qué y de qué manera y la lógica institucional de la formación del contador es procedimental. Asistimos aquí a una tensión ontológica entre la formación cultural de un técnico que reproduce procedimientos, aunque sean complejos, y un profesional que se pregunta como sé y como se llegó a saber lo que se sabe. Aparece de los dichos de nuestros alumnos una imagen profesional que no podemos dejar de asociar con la del “mercenario” entendido como: “yo sólo diseño un presupuesto, un balance, un programa; el contenido, el qué querés lo pone otro. Mi tarea no implica ni valores, ni compromisos, ni elucidaciones teóricas.” Epistemología viene junto con otras materias del área a desmantelar esta idea de neutralidad dado que un contexto de implementación de las teorías científicas es tan válido como otros contextos. Este supuesto se expresa en afirmaciones del tipo de “cómo nunca nos preguntamos en estas cosas” al debate acerca de porqué los datos no son objetivos o porqué algo es de una manera y no de otra. Párrafo aparte merece la consideración de que la investigación no aparece como una opción de vida para nuestros estudiantes. Ausencia de materiales en español Estamos en un mundo globalizado donde la academia acompaña el proceso. Por ello y otras razones el inglés se impuso como idioma universal pero no es menos cierto que nuestros alumnos ingresan sin dominar ese idioma por lo cual la importancia de materiales, manuales, textos panorámicos en español es imprescindible. Tal vez en esta prestigiosa jornada sea una buena oportunidad para pedir a los grandes profesores aquí presentes que pongan manos en la masa y diseñen un buen manual sobre epistemología de las ciencias económicas. Lo necesitamos como base para ser enriquecido con debates y otros textos. Entendemos que una enseñanza de la epistemología con carga horaria relativa debe recurrir a buenos manuales que brinden una panorámica pero sin reducirnos a ellos ya que los estudiantes deben tener acceso a las lecturas más amplias y a fuentes originales. Ambas cosas deben convivir en una tensión constante. El manual debe ser una guía para “entrar y salir”, para conectar las lecturas originales. Hay textos que resultan muy complejos para los estudiantes y que generan una aguda demora en la dinámica de la cátedra. Guías de lectura deben ser corregidas una y otra vez, surge la necesidad de dedicarle más tiempo del que es posible en función de la carga horaria, se requieren lecturas previas que no disponen por la especificidad de la disciplina. Por ello se nos impone simplificar. En este sentido, por ejemplo, un buen manual como son los de Klimovsky o Chalmers para la epistemología de la Economía están vacantes ¿Y lo local? Una actividad realizada este año nos mostró elementos que consideramos pertinente compartir aquí. Los alumnos debieron redactar una carta dedicada a las autoridades de la Facultad de Ciencias Económicas, tomando como ejemplo los debates internacionales sobre la enseñanza de la disciplina, a través de la cual debían grupalmente criticar el modo de enseñanza que reciben. 3 En sus escritos señalaron unánimemente la enseñanza de abstracciones altamente formalizadas con una carga matemática enorme en aparente desconexión con el mundo adyacente, la situación económica actual, las políticas económicas o el desarrollo de los ercados locales. Se quejaron de esta desconexión con lo local de su formación aunque también reconocieron que ellos no se esforzaron por buscarla. Si bien este no es un problema epistemológico, también golpea nuestra puerta ya que hay una analogía con la epistemología de altísima abstracción y otras posibilidades de construcción de conocimiento aquí y ahora. En el 99 por ciento la universidad está de espaldas a la región y por ello no nos imaginamos hacer ciencia aquí y tampoco lo enseñamos. No pensamos, no discutimos, no sabemos cuanto se invierte en ciencia aquí, cómo se accede a la financiación o que prioridades hay en la selección de proyectos de investigación. Por ejemplo, no es habitual que se invite a las delegaciones del INTI o del INTA que tienen fuerte presencia en nuestra comunidad para relatar sus experiencias y así ampliar la visión de nuestros alumnos sobre la tarea del investigador y la posibilidad de construir conocimiento aquí y ahora. A lo sumo en el mejor de los casos predominan los recortes periodísticos o los planes globales de ciencia en nuestro país o América Latina. En este sentido consideramos que nuestra materia podría aportar elementos para una discusión sobre los programas de políticas económicas regionales. El conocimiento científico tiene una parte teórica neutral pero también una dimensión de “ciencia para”, ciencia para resolver problemas situados y concretos. Necesitamos ciencia para el análisis de la creciente feria de economías informales, trueque y mercados ambulantes en negro, una política económica que discuta proyecciones de demandas educativas, habitacionales, la inversión pública a largo plazo. La complejidad de la evaluación La complejidad de la enseñanza de la epistemología de las Ciencias Económicas se advierte también a la hora de la evaluación. Teniendo en cuenta que nuestra materia corresponde a la currícula del quinto año de la carrera, los estudiantes están habituados ya a la universidad, tienen un ritmo de estudio propio y han desarrollado las herramientas necesarias para presentar trabajos. Esto significa que las investigaciones son más fructíferas y más profundas. Por ello, planteamos las instancias de acreditación desde una perspectiva de intercambio y de construcción colectiva del conocimiento. Propiciamos así la elaboración de trabajos que serán retomados por futuros alumnos quienes deberán mejorarlos. Esta experiencia de legar sus trabajos a otros resultó una motivación excelente para los estudiantes quienes presentaron muy buenas producciones. Los futuros alumnos que reciban estos trabajos, además de aprender los conceptos fundamentales de los teóricos, deberán explicar qué mejorarían y por qué, realizando de esta forma un valiosa tarea metacognitiva. La consigna consistió en trabajar un mes sobre un epistemólogo que se les asignó por sorteo y sobre el que tuvieron que realizar al menos 10 placas en PowerPoint para luego socializar lo aprendido en el aula. Esta iniciativa surgió del convencimiento de que muchas veces se desaprovechan construcciones de estudiantes, investigaciones que realizan o producciones teóricas que podrían constituir pasos o etapas en un proceso de más largo alcance que iría enriqueciéndose año tras año con el aporte de los diferentes grupos. Si bien los trabajos de los estudiantes son buenos, nos preocupa la falta de una visión holística de la disciplina que propicia el sistema de acreditación por promoción tan habitual en nuestra Facultad. La epistemología requiere necesariamente comparar paradigmas, comparación que puede lograrse sólo al final de la cursada ya que es necesario tiempo para desarrollar los temas y para que los alumnos los internalicen. La comparación analítica es una tarea eminentemente de coloquio integrador. 4 Para seguir pensando Adscribimos a una epistemología para la problematización, para la crítica que evite el escepticismo y el cinismo por un lado y, por el otro, la ingenuidad y el acriticismo del desarrollo científico. Para el caso de los escépticos, los cínicos y los apocalípticos el sistema es una porquería, los únicos que mandan son las empresas, desde acá no podemos hacer nada, es ingenuo pensar que no nos engañan como a niños, somos manipulados y no hay nada que hacer y del otro lado la ingenuidad de creer que la ciencia surge solo de espíritus e intereses nobles, que el científico es inherentemente un buen hombre o un iluminado. No coincidimos con ninguna de estas representaciones simbólicas sobre la construcción del conocimiento. Una educación liberadora no genera ni escépticos ni ingenuos sino críticos que son capaces de superar la mera crítica y hacer algo. Una educación liberadora da, además, una muestra de posibilidades que permite a los estudiantes hacer su propia elección teórica; la otra es panfletaria, es adoctrinamiento. Consideramos que es necesario mostrar las contracaras de un mismo debate, analizar posturas diferentes para discutir qué modelo de ciencias debemos concebir en función de qué modelo que país queremos y así recuperar el debate crítico sobre la universidad y su función en la creación de conocimiento, comprometida con el país y la región. La epistemología de las ciencias económicas no es la excepción. Bibliografía Navarro, Alfredo Martín. Reflexiones sobre la relación entre economía, econometría y epistemología. Trabajo presentado en la conferencia de incorporación a la Academia Nacional de Ciencias el 6 de agosto de 1997. Bértola, Luis. Historia económica y economía: Reflexiones sobre objeto y método. En Ensayos de Historia Económica. Chaves, Rafael. 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