(COLOR) - Pub: PYMES Doc: 00595D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 05 NOTA DE TAPA >> Cómo influye la más fundamental de las relaciones familiares en el ámbito de un negocio. Desde los sentimientos encontrados hasta la competencia: ¿quién sabe más? El espinoso problema de planificar la sucesión. Consultores y empresarios hablan de los problemas y las soluciones. De padres a hijos: cómo trabajar juntos LEO VACA José María Lamorte [email protected] > Las estadísticas brindan una clara muestra de la importancia que las empresas familiares tienen en la economía de la Argentina. Sin embargo, pocos reparan en que, detrás de cada una de las alrededor de 1.200.000 firmas y de los 3 millones de familias que trabajan con sus parientes hay, a menudo, relaciones entre padres e hijos que transmitieron el legado de una generación a otra. Aunque no siempre es así. Esa visión idealista se viene al suelo cuando aparecen los números que muestran que el 70% de las empresas desaparece en la primera generación familiar, cada 30 años, y la proporción se repite en las generaciones siguientes. Claro que el crecimiento demográfico ha logrado revertir la curva y cada vez hay más empresas familiares, muchas de las cuales lograron sortear la crisis de 2001, pero con huellas todavía difíciles de borrar pese a la recuperación económica del país. El consultor Carlos Kaplun, especialista en asesorar a familias que comparten un negocio, advierte que “buena parte de las empresas en actividad son aquellas que no desaparecieron pero casi, y, por lo tanto, están subsistiendo. Esto no es sólo un fenómeno de cifras; deja marcas en la gente”, sostiene. Al calor de la crisis Una de esas típicas historias de Pymes argentinas es la de Macona, una firma dedicada a la construcción fundada hace algo más de 40 años, y en la que el padre de Carlos Andolina llegó a trabajar junto a sus dos hermanos, que actualmente tienen sus propios emprendimientos, también vinculados con el rubro. “Estuvimos a punto de fundirnos. Casi perdemos la joya de la abuela”, cuenta su actual dueño. El lado bueno de esta historia es que la crisis jugó un papel clave en la integración de sus dos hijas mayores a la empresa. “Estuvieron al pie del cañón, defendiendo el negocio”, dice Andolina. Por ahora, de los tres hijos LAS CLAVES UN RELEVO IMPREVISTO HUMBERTO DELLA CORTE PRESIDE AHORA LA EMPRESA CASIBA, PRODUCTORA DE FILTROS DE AIRE. CUANDO FALLECIO SU SUEGRO, EN 1982, TUVO QUE PONERSE AL FRENTE DE LA FIRMA. LA FALTA DE PLANES PARA LA SUCESION LE DIFICULTO LAS COSAS AL PRINCIPIO. SUCESION EN LINEA DIRECTA Con el paso de las generaciones, el negocio sigue siendo igual, pero modernizado. Así es el 30% de las firmas que heredan los hijos y sólo el 5% de las que llegan a los nietos. Muy pocas siguen sin cambios. más chicos, María Sol va participando de a poco, un camino que probablemente también siga Sofía, de 14. Y, según viene diciendo Pedro, de 12, su plan es estudiar arquitectura para trabajar junto a su papá. Aunque, en su momento, Car- NEGOCIOS DE AFINIDAD En este caso, el negocio principal se mantiene, pero los sucesores estudian, se profesionalizan y se consagran a a negocios relacionados y afines con el principal. Este suele desaparecer en la tercera generación. los prefirió trabajar con su padre en lugar de terminar la escuela secundaria, ahora los tiempos han cambiado: las funciones están repartidas y las chicas cumplen turnos de medio día para poder dedicarse a los estudios. Luciana terminó su licenciatura TRANSFORMACION RADICAL Y ABSOLUTA La experiencia adquirida en la empresa familiar proporciona herramientas y saberes para que los sucesores inicien un nuevo negocio. Se trata de la evolución más común y representativa de estas firmas. en Recursos Humanos, y Daniela está cursando la carrera de Contador Público. “Para ellas, es una oportunidad, tienen un respaldo y yo les voy enseñando el negocio”, cuenta. Claro que viven la situación de otra manera. “Siempre me uuu (COLOR) - Pub: PYMES Doc: 00695D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 06 NOTA DE TAPA >> FERNANDO DE LA ORDEN UN CONSEJO DESDE AFUERA DIANA DRIMER, JORGE FISBEIN Y LA HIJA DE AMBOS, GLENDA, ACUDIERON AL CONSEJO DE UN PROFESIONAL PARA FACILITAR EL FUNCIONAMIENTO DE LA EMPRESA FAMILIAR: DRIMER CHOCOLATES. gustó andar en los camiones y hacía el trabajo de cualquier peón. De a poco comencé a acompañar a mi papá hasta que aprendí a llevar la empresa”, cuenta Andolina. Las chicas alternan entre atender el mostrador y llevar las tareas administrativas. Al parecer, la clave de la convivencia pasa por funcionar como un equipo, y no dramatizar las diferencias. “A veces es difícil porque hay choques y se discute, pero es normal que eso ocurra”, dice Andolina. Si la cosa pasa a mayores, entra a tallar la relación familiar. “Puede haber algún recelo pero no se lleva a casa. Se arregla entre padres e hijos”, cuenta. Después de tanta lucha, imagina que sus hijos seguirán con la empresa. “Si tienen conducta y no se dejan marear, sabrán aprovechar la base que les dejo”, dice. uuu Paso a paso Aunque para los Andolina todavía resulta prematuro decirlo, es probable que cuando la empresa quede en manos de los hijos, el padre no termine de despegarse del día a día, por una sencilla razón: “la identidad del fundador de la empresa y de sus familias está construida con ladrillos de lo que es la empresa”, dice Jorge Hambra, presidente de Club de Familia. “Muchas empresas familiares llegan a desaparecer por no venderlas a tiempo”, afirma. En la misma línea, Kaplun sostiene una teoría inquietante: “Es demostrable que si las empresas de familia hicieran ciertas cosas simples para evitar desaparecer en la primera generación, en cin- GRUPO DE FAMILIA AGUA PARA CHOCOLATE Diana Drimer, titular de Drimer Chocolates, optó por la terapia familiar en un momento en que consideró necesario el aporte de un profesional. Es que, lo que más cuesta, dice, es separar el trabajo de la familia; “En mi casa se habla de trabajo, porque nos apasiona lo que hacemos, pero hay que tratar de hablar de otras cosas”. Aunque no contaba con experiencia sobre cómo dirigir una industria, decidió encarar hace 14 años su propio proyecto personal: una fábrica de chocolates basada en el desarrollo de formas, enva- co años podría resolverse el problema de desempleo en la Argentina”. En su opinión, la clave pasa por la actitud del fundador: “Debe aceptar que habrá un traspaso generacional, y en lugar de demorarlo, tiene que facilitarlo”. Al parecer, a Guillermo Dietrich le resultó bastante sencillo asimilarlo. A diferencia de las empresas donde el hijo llega a ses y canales de distribución no habituales. Además de Jorge Fisbein, su marido, que trabaja en el área de marketing, la familia y la empresa se completan con su hija Glenda, que se desempeña desde hace siete años como responsable del desarrollo de canales corporativos. “Nos llevamos cada vez mejor. Pero cuando se incorporó Glenda recién salía de la adolescencia y teníamos muchos roces”, recuerda. “A esa edad, el hijo quiere dar órdenes, no puede ver toda la experiencia que hay detrás del padre”, agrega. Drimer está convencida de que un negocio familiar funciona “cuando están bien delimitados los roles”, y asegura que “el modo de evitar la competencia es ocupar cada uno una función”. Los tres aseguran que lograron depositar extrema confianza entre ellos y complementarse para llevar adelante el negocio. < continuar la tarea del padre, en esta concesionaria de autos se puede decir que los chicos se integraron cuando la firma estaba por dar un giro clave: la escisión de Autolatina, y la división de concesionarias de Ford y Volkswagen que escindieron la empresa en dos e inauguraron una nueva etapa. Desde la mirada de Dietrich padre, “en 1995, la llega- REFUNDAR LA EMPRESA DESPUES DE LA CRISIS En el escenario de las Pymes familiares hay un punto de inflexión bastante reciente: la crisis económica de diciembre de 2001, que provocó la desaparición de 25% de las firmas. “Muchos hijos que eran potenciales sucesores en la empresa de su padre se fueron del país”, señala el consultor Carlos Kaplún. “Muchos tuvieron éxito afuera y se quedaron, pero la mayoría volvió o está volviendo”. ¿Cómo impacta eso en las empresas de familia? “Por ahora, están como perdidos en relación con la realidad da de la nueva generación marcó la refundación de la empresa, porque si hubiéramos seguido con la misma facturación y las mismas unidades de negocios estaríamos fundidos”. La única de las hijas que por ahora no trabaja en la empresa es la más chica, de 22. Los demás, “empezaron en la empresa como algo natural, sin darnos del país, y por lo tanto sobre la realidad de la empresa de los padres. La Argentina tuvo un giro tan grande que les cuesta adaptarse”, apunta el experto. Otro efecto de la crisis fue que, incluso entre los hijos que trabajaban junto con sus padres hubo movimiento: ante las dificultades de la empresa, hubo hijos que optaron por encarar un proyecto propio, fuera del circulo familiar, y padres que decidieron cerrar una etapa de sus vidas y dar un paso al costado. Como resultado, Kaplun señala que “hay un cuello de botella gerencial en la generación intermedia, de 35 a 45 años, que eran pichones de gerente y son los que se fueron”. Estas situaciones tuvieron su impacto: “la realidad de la relación entre padres e hijos que trabajan juntos se está reformulando en estos días”, asegura Kaplun. cuenta”, dice Dietrich. Portación de apellido Claro que hay un detalle en la historia de la firma que no pasa inadvertido. Según cuenta Dietrich, cuando comenzó a los 20 años su primer negocio “tenía claro que, o bien era corredor de autos o tenía mi propio negocio”. Con la ayuda de un concesiona- (COLOR) - Pub: PYMES Doc: 00795D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 07 NOTA DE TAPA >> DAVID FERNANDEZ TECNOLOGIA EN FAMILIA CAROLINA BANDOLI Y SU PADRE, IVO, CONVIVEN EN HIPERNET, DONDE DESARROLLAN SOFTWARE PARA EMPRESAS. ELLA DUDO ANTES DE INCORPORARSE Y EL LE DIO LIBERTAD DE ELEGIR. rio (y de Juan Manuel Fangio “que me daba algunos autos para vender”, dice) comenzó en 1964 a darle forma a lo que hoy es el Grupo Dietrich. “Esta empresa se armó con pasión y esa pasión se armó en la casa”, dice. Y como no podría ser de otra manera, se trasladó a los hijos: “Además de ser la empresa Dietrich, es el apellido nuestro y lo defendemos a muerte. Sería muy conflictivo para nosotros vender y que otro se quede con el apellido” asegura Lucila Dietrich, de 32 años, directora del área de comunicaciones y recursos humanos de la empresa. La cultura que impera uuu (COLOR) - Pub: PYMES Doc: 00895D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 08 NOTA DE TAPA >> DIEGO FERNANDEZ OTERO CONSTRUYENDO JUNTOS CARLOS ANDOLINA ATRAJO A SU EMPRESA DE MATERIALES DE CONSTRUCCION A SUS HIJAS MARIA SOL, LUCIANA Y DANIELA. ELLAS CUMPLEN TURNOS DE MEDIO TIEMPO EN LA FIRMA FAMILIAR PARA AVANZAR CON SUS ESTUDIOS. uuu en la empresa, impregnada por su fundador, es la de “liderazgo compartido”. El propio Dietrich dice que “el número uno no soy yo, es el directorio que está integrado por los cuatro”. En el momento de la división, Guillo, de 37 y Hernán, de 36, dejaron de lado su propia empresa de motos y se volcaron de lleno al manejo de la concesionaria Ford, mientras que Guillermo padre se quedó con la comercialización de Volkswagen. Pero eso no duró mucho, y cuando decidieron unificar el negocio también cambió el nombre de la empresa, que borró el nombre de Guillermo de su razón social: “Pensé que era bueno sacar el nombre, porque así se llama también mi primer hijo. Ahora todos tenemos el mismo peso”, dice Dietrich. Actualmente, Guillo es licenciado en administración de empresas y director comercial de la empresa. Le sigue Hernán, un año menor, director comercial, y Lucila, de 32, que tiene a cargo el área de comunicaciones y recursos humanos. Empezar de abajo Que los hijos se incorporen paulatinamente a la empresa del padre puede resultar una alternativa para evitar la confusión. Carlos Calvi, hijo de un empleado de la antigua YPF, comenzó a los 18 años como ayudante de un pequeño taller. En 1997 vio la posibilidad de encarar su emprendimiento propio. Lo hizo en forma unipersonal y al poco tiempo logró un espacio en el mercado de instru- OPINION Carlos A. Gil Ravelo Gerente del área de Consultoría de Grant Thornton Argentina Trabajar con la familia Sin duda alguna, trabajar con la familia puede resultar una experiencia muy gratificante. Pero también es cierto lo contrario: puede resultar muy tensionante. En la Segunda Encuesta de Empresa y Familia desarrollada por Grant Thornton entre octubre de 2005 y mayo de 2006, en la que participaron casi 200 dueños-administradores de su propia empresa, el 83% reconoció la necesidad de separar los asuntos de la familia de los del negocio, más allá de cuáles fueran las razones específicas, los modos utilizados y las dificultades para lograrlo. Resolver las tensiones entre la familia y la empresa es uno de los desafíos que enfrentan estas organizaciones para lograr su supervivencia. Perdurar y perpetuarse como una empresa familiar, que en muchas ocasiones está personalizada con el nombre del fundador, es una aspiración dominante entre estas firmas. El modelo tradicional involucra la incorporación de otros miembros de la familia y, en primer término, los hijos, para llegar, en algún momento, a la transmisión del mando. ¿Qué podemos decir de la relación padre-hijo/s trabajando juntos en la empresa? ¿Cómo empieza esta relación? ¿Cómo se genera el interés en trabajar en la empresa? Las experiencias exitosas nos hablan de visitas al trabajo de papá; saber qué hace papá en la oficina; jugar a atender el teléfono y luego realizar trabajos de verano o temporales para financiar algún sueño personal. De este modo, en los padres surge el interés por el desarrollo de los proyectos personales de los hijos y, en muchos casos, los alientan a hacer la primera u otras experiencias laborales, fuera del ámbito familiar. En este sentido, el respeto y el apoyo a los proyectos personales resultan fundamentales. Los hijos deberán seguir su vocación y trabajar en la empresa sólo si desean hacerlo. Pero, en el caso de que así ocurra, deberán ajustarse a algunas pautas fundamentales. Por ejemplo, empezar “desde abajo”; interesarse por los mercados y productos y, al igual que cualquier otro empleado, aceptar ser evaluados según su desempeño. Claro que la realidad no nos muestra siempre un rostro tan simpático o armónico. ¿Cómo evitar las preferencias y ruinosas competencias entre hermanos? ¿Qué hacer para evitar conflictos y tensiones? Nuestra experiencia nos indica que resulta positivo establecer reglas claras y comunicarlas a todos los interesados. Estas son algunas sugerencias que, en nuestra opinión, vale la pena tener en cuenta: w Definir criterios para el ingreso de los miembros de la familia, similares a los que regirían con cualquier otro aspirante a ocupar un puesto; w Fijar criterios para el egreso de los familiares, basados en el desempeño o en el cumplimiento de condiciones para el retiro; w Definir y cumplir pautas para el proceso de sucesión; w Tener definidas las responsabilidades de cada puesto con absoluta claridad, estén ocupados o no por miembros de la familia. w Establecer pautas equitativas para administrar las remuneraciones de todos los empleados de la empresa, sean o no familiares. < mentación industrial. Así nació Servaind, que pronto requirió incorporar personal para responder a la demanda del mercado. Calvi decidió entonces incorporar a su yerno al área administrativa. Luego se sumaron dos de sus tres hijos: Gabriela y Mauricio, de 24 años, quien confirma que empezó de abajo, ayudando a su cuñado con las cuestiones relativas a la administración, embalajes y tareas de cadetería. “Empecé a los 16 años, cuando todavía iba al secundario. Cuando empecé la carrera de contador público, pedí colaborar un poco más dentro de la empresa. A medida que me interiorizaba del negocio fui participando más; luego comenzaron a pedirme mi opinión. La empresa creció y yo también siento que crecí”, cuenta Mauricio. En Servaind, la incorporación de los hijos se dio de forma gradual. “No me siento hijo de”, asegura Mauricio y explica que “fue parte de la cultura familiar que los hijos nos incorporáramos a la empresa desde abajo. No tuvimos la bandeja servida. Se respeta quién hace qué cosa, quién manda”, afirma. El juego de las diferencias Claro que esa mirada tiene matices de interpretación. Según Gustavo Tondi, de Business Consultants, a veces puede crearse un punto de tensión muy común en los negocios familiares: la incapacidad para delegar, “sobre todo en las empresas cuyos padres fundadores tienen una personalidad fuerte. Los que construyeron la organización con mucho esfuerzo tienen dificultades para (COLOR) - Pub: PYMES Doc: 00995D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 09 NOTA DE TAPA >> ROBERTO RUIZ EMPEZAR DE NUEVO GUILLERMO DIETRICH Y SU HIJA LUCILA TRABAJAN EN LA CONCESIONARIA DE AUTOS QUE LLEVA EL APELLIDO FAMILIAR. LA LLEGADA DE LA NUEVA GENERACION MARCO LA REFUNDACION DE LA EMPRESA. delegar porque tienden a pensar que son los únicos capacitados para hacer el trabajo y además sienten temor a perder el control o el poder” apunta. Y si al padre le cuesta delegar, al hijo le costará subordinarse. “Tienen otra mirada y fundamentalmente otra formación. No quieren sentirse el hijo de. Esto los lleva hacer de otro modo lo que ya estaba hecho por el padre”, señala el consultor de empresas Jesús Fabeiro. Algunos padres lo entienden. Calvi ve que “los hijos suelen renegar de sus propios padres, pero con el tiempo empiezan uuu (COLOR) - Pub: PYMES Doc: 01095D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 10 NOTA DE TAPA >> DAVID FERNANDEZ DESDE ABAJO CARLOS CALVI Y SU GRUPO FAMILIAR. MAURICIO EMPEZO COMO CADETE, A LOS 16 AÑOS, EN LA FIRMA SERVAIND, FUNDADA POR SU PADRE Y DEDICADA A LA INSTRUMENTACION INDUSTRIAL. uuua parecerse bastante”. A menudo, las diferencias se acentúan cuando el hijo se entusiasma con propuestas e ideas innovadoras que aprendió en la universidad y se encuentra con que no son tomadas en cuenta, ya que la empresa funciona bien sin esos cambios. Para Kaplun “eso se debe a que en la universidad se preparan profesionales para que trabajen en empresas de capital. Entonces salen preparados para generar mayor rentabilidad, y lo que quiere la Pyme es trascender en el tiempo”. Mandato familiar “De alguna forma, instintivamente, hicimos la empresa pensando en nuestros hijos”, afirma Priscila Almirón, esposa del médico Gerardo Figueroa Paredes. Y algo de eso debe haber, porque los primeros ladrillos de la clínica que levantaron en la localidad bonaerense de Isidro Casanova, y que que comenzó a to- ENCUESTA FAMILIAR ASIGNATURA PENDIENTE Estos son los resultados de una encuesta realizada por Club de Familia entre las empresas familiares que cuentan con familiares jóvenes interesados por el negocio y que podrían garantizar la continuidad: w El 80% de las empresas de familia medianas asegura no contar con una política de sucesión. w El 60% no diseñó un plan de carrera para los ejecutivos familiares jóvenes. w El 74% informa que los cargos directivos se encuentran cubiertos en un 80% por familiares cercanos ( hijos, sobrinos, parientes). w En el 83% el principal factor para elegir a un directivo es la confianza y los intereses comunes w El 70% califica de “difíciles“ las relaciones “laborales-familiares“. w El 75% dice que la sucesión de la empresa es el aspecto de mayor conflictividad.. w El 70% de los encuestados tiene al menos un hijo que no se interesa por el negocio y plantea otras alternativas laborales. mar forma en 1973, tienen la misma edad que Gerardo hijo, que actualmente se ocupa junto a su madre del área de administración. Además está Julia, de 30 años, psicóloga, que maneja el área de recursos humanos, y Pablo, de 28, que estudia medicina. Los que por ahora se mantuvieron al margen son Lorena, de 28, que es maestra jardinera, y Facundo, de 17. “En la relación, los que más aportan son los hijos, tratando de entendernos. Con el ímpetu, la energía y la visión que tienen son mas objetivos a la hora de entendernos”, asegura Priscila. De tal palo Carolina Bandoli prefirió acumular experiencia en otras compañías antes de trabajar junto con su padre, Ivo Bandoli, en Hipernet, una firma especializada en el desarrollo de software para la gestión empresaria. Así y todo, hasta que decidió quedarse defi- nitivamente, después de terminar sus estudios en Ingeniería, en 1999, hubo varios intentos fallidos. Una de sus principales preocupaciones cuando comenzó a ocupar la función de directora de Marketing fue trabajar como cualquier otro empleado. Por su parte, Ivo Bandoli reflexiona sobre la idea de que los hijos deben agradecer la oportunidad que se les está dando. “Si el padre cree que el hijo le debe un favor por estar trabajando en la empresa, eso es un verdadero problema”. Por otro lado, confiesa que le encantaría que su hija continúe con Hipernet, “pero la idea tiene que gustarle a ella”. Cuando yo no esté “La cuestión de la sucesión es difícil, sobre todo cuando el hijo mayor decide dedicarse a otra cosa. Esto se acentúa más si el hijo es único”, explica Tondi. Fabeiro aconseja, en estos casos, recurrir a un tercero, que (COLOR) - Pub: PYMES Doc: 01195D Red: 60% Ed: Primera EDICION Cb: 00 Enviado por: Dia: 28/06/2006 - Hora: 19:06 pymes 11 NOTA DE TAPA >> siempre aportará una cuota de objetividad, “sobre todo porque puede decir cosas que entre los integrantes de la familia no se pueden expresar”. De alguna manera Dietrich ya delegó la empresa, aunque sigue participando activamente. Según dice, su papel ahora es “hacer relaciones públicas” y toma como un hecho natural la continuidad. Su norma es que los hijos políticos no integren la sociedad. “Porque eso puede provocar un desgaste entre los miembros mas jóvenes”, sostiene. El sueño del matrimonio Figueroa es dejarle la empresa a sus hijos y, de ser posible, que también los sucedan sus nietos “Poder ver que el sanatorio perdure en las generaciones sería un sueño cumplido”, dice Priscila. Todavía falta. “Pero no mucho más”, asegura: “En unos cinco años, tienen que tener la edad y la experiencia para asumir esa función”, sostiene. Pero para despejar dudas, deja claro que eso no significa que vayan a desligarse del todo. “Uno siempre cree que va a aportar un consejo de padre”, apunta. t HEREDEROS NO PREPARADOS Los que deben crecer de golpe Alberto Catuogno, el fundador de Casiba, tenía 55 años y no se había planteado quién lo sucedería cuando murió, en 1982. “Los eventuales herederos éramos muy jóvenes y se generaron tensiones que por suerte logramos resolver relativamente rápido”, evoca Humberto Della Corte, yerno de Catuogno y actual presidente de la empresa. Casiba fue creada en 1952 para producir metales expandidos, y se especializó luego en equipos de purificación de aire. Hoy tiene un plantel de 120 empleados. Della Corte reconoce que el significado que tiene la empresa para él no es el mismo que tenía para su suegro. “El la veía como otro hijo. Para nosotros no es así. A las cinco de la tarde el trabajo se corta para todos, y yo soy el primero en irme”. Della Corte también piensa en el día que la empresa quede en mano de sus hijas o los hijos de los otros accionistas. Sabe que el negocio debe crecer a un ritmo del 6% anual para poder albergar a las nuevas generaciones. Cuando sus hijas llegaron a la adolescencia, las empezó a llevar a trabajar a la empresa durante las vacaciones de verano. Allí les asignaba tareas sencillas. “Es algo que recomiendo hacer”, asegura Della Corte. Y agrega: “me hubiera gustado que mis hijas y los hijos de mi socio tuvieran más relación entre ellos. En el futuro van a tener que convivir en la administración de la empresa y cuanto antes se conozcan será mejor”. “Las reglas de funcionamiento pueden ser muy variadas, lo importante es que sean conocidas y aceptadas por todos. Por ejemplo, puede establecerse que para ocupar un cargo directivo es necesario tener una formación universitaria. Si desde chicos esto ya está escrito, conocido y aceptado, después no aparecen disputas entre miembros de los distintos grupos de accionistas frente a reglas creadas para favorecer o perjudicar a eventuales postulantes. Y es bueno que los posibles sucesores pasen por distintas funciones en la empresa, o acumulen experiencia de otras compañías. De esa forma, podrán enriquecer su perspectiva de los negocios”, afirma Della Corte. Pero por más que se proyecte, la sucesión de la empresa desvela a los dueños y atraviesa las decisiones que se toman todos los días. ¿Que ocurre cuando en una empresa hay accionistas de diferentes edades o con proyectos de vida diferentes, que muchas veces discrepan sobre los criterios de reinversión y distribución de los resultados? Esta cuestión suele afectar a quienes están al frente de empresas como Casiba. Por un lado, están los accionistas con hijos que en un futuro pueden ingresar a trabajar en la empresa. Para ellos, es importante crecer y reinvertir. Por otro lado, están los que sienten que es tiempo de cosechar y distribuir. “Las dos visiones son válidas y es necesario arbitrar entre estas dos posiciones opuestas y acordar la política de distribución y reinversión, ya que de lo contrario pueden producirse también graves conflictos y rupturas que lleven a la destrucción de valor de la empresa o, en el mejor de los casos, su venta. Hay que establecer qué parte de la ganancia se distribuye. Es el acuerdo básico a alcanzar”, explica Della Corte. < Stella Bin
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