Hacer llegar al no iniciado al mundo de la jardinería ¿Cómo pasear por un jardín? Rafael Blanco Almenta ESPECIALISTA EN JARDINERÍA [email protected] Detrás de este título tan sugerente se esconde toda una serie de cuestiones difíciles de hacer llegar al no iniciado en el mundo de la jardinería. No por ello voy a dejar para otra ocasión lo que ahora vamos a exponer de una forma clara y directa. Sería triste y lamentable acercarse a una expresión ajardinada (bien en forma de parque o de jardín) y dirigir nuestra mirada de forma exclusiva a una floración exuberante o al refugio de un banco sombrío en un verano caluroso. Existen multitud de jardines históricos que son fiel reflejo de una época determinada, pudiendo desgranar a partir de ellos conceptos de estética, poder social, costumbres, etc... que eran moneda de cambio en el momento de su realización y posteriores modificaciones. Acercándonos ya a conceptos más actuales, los parques “modernos” intentan integrar una porción de naturaleza en un tejido urbano agresivo, además de contar con diseños y técnicas poco consumidoras de energía y recursos naturales. Tanto los parques como los jardines tienen en común varios aspectos que pasamos a describir. Historia Quizás éste es un gran enigma que, no por desconocido, deja de sorprender al ciudadano de a pie cuando se le hace llegar y se le explica en un lenguaje cercano lo acontecido en un jardín. Conocer cómo el actual Parque Central de Tarragona fue a principios del s. XX una finca privada dotada de hermosos jardines, con estatuaria de gran valor, realizado por su propietario, el ingeniero de montes D. Rafael Puig i Valls; o conocer cómo los actuales Jardines del Real (más conocidos como viveros) fue en realidad un Alcázar de igual talla al del Alcá- 10 QΣj Nº 115 De izquierda a derecha, Jardín secreto del laberinto de Horta y vista general del mismo en Barcelona. zar de Sevilla y que fue destruido para evitar su utilización como baluarte y ataque a la ciudad de Valencia, en su asedio por las tropas francesas. Otros hechos históricos “menores”, por llamarlos de alguna manera, marcan para siempre un lugar determinado. Así pues la visita de la emperatriz Sissi a Alicante en 1894 deparó que se dirigiera a conocer de primera mano al extraño ejemplar del que había recibido grandes elogios. Se trata de una palmera de la que, a cierta altura, le surgen numerosos hijuelos. De ahí que desde entonces a esta palmera se le denomine con el atributo de “imperial”. Hay otros acontecimientos que marcan de forma definitiva a un jardín, como ejemplo pondremos las luctuosas riadas que sufrió Valencia en 1949 y 1957. Motivo éste por el cual se puso en marcha el desvío del cauce del río Turia, siendo ocupado éste actualmente por una gran zona verde coronada por la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Propietarios, guerras, cambios políticos, costumbres sociales y multitud de aspectos históricos han influido e influyen en la configuración final de un jardín. Información y conocimiento de los que es preciso disponer para entender lo que el profesor Rosario Assunto ha plasmado en su libro “Onto- Parques y Jardines logía y Teleología del jardín”, es decir lo que es (la esencia que encierra) y lo que pretende ser (la idea o pensamiento que el propietario nos intenta transmitir) el jardín. Arquitectura Cuando hablamos de arquitectura de un jardín no nos referimos a la edificación que suele presidirlo. En este caso hacemos mención al trazado al que el autor del proyecto ha recurrido. Así pues podemos encontrarnos con jardines históricos inspirados en los jardines hispanoárabes, donde hay elementos cuya presencia es imprescindible como son un cerramiento perimetral que lo aisle del exterior, una pérgola (emparrado), un elemento acuático (estanque, fuente baja, etc...), elementos constructivos propios (como el uso del ladrillo, el azulejo, arcos o patios) y la convivencia en armonía de la función de huerto de producción y el jardín de placer, por citar algunos aspectos. A ejemplos tan conocidos como la Alhambra y el Generalife granadinos se les unen otros muchos diseminados por toda la geografía española, en especial Andalucía y el Levante. En ocasiones nos encontramos expresiones muy singulares que destacan sobre las demás, aunque nos asombra el desconocimiento de su existencia. Es el caso del jardín almohade de la Casa de la Contratación de Sevilla. De izquierda a derecha, pérgola de glicinias en la Alameda de Valencia y Hércules en el jardín de las Hespérides en Valencia. Propietarios, guerras, cambios políticos, costumbres sociales y multitud de aspectos históricos han influido e influyen en la configuración final de un jardín Jardines de corte clásico también tienen representantes a lo largo de todo el territorio español. En ellos se plasma un trazado rígido con ejes claros y bien definidos en torno al cual se agrupan el resto de las piezas. Claro ejemplo de ellos son los jardines de los reyes españoles, en especial los Austrias Carlos I y Felipe II, citaremos como ejemplos relevantes los jardines de Aranjuez y la Granja de San Ildefonso (Segovia). Por otra parte no debemos olvidar expresiones privadas de bella factura como el Retiro de Churriana en Málaga. Históricamente a estos jardines trazados con escuadra y cartabón le suceden otros de diseño más relajado, son los jardines románticos. En ellos es común el empleo del recorte de setos de boj que definen piezas no regulares y de bordes romos. La concatenación de estas piezas da lugar a caminos sinuosos que invitan al paseo distendido. Asimismo en ellos es normal ver elementos constructivos como son una montaña artificial, grutas, ermitas, cascadas, para aumentar el carácter romántico que nos intenta transmitir. En este caso cabe citar los jardines de Narváez en Loja, entre otros. La traslación del jardín paisajista inglés a un territorio español dominado por el clima mediterráneo, con variantes, deparó en la realización de villas particulares con una exuberante vegetación. Así pues surgen las colecciones botánicas que se surten de plantas traídas desde cualquier punto del Mundo. Tenemos como claro exponente el jardín histórico-botánico de la Concepción, en Málaga, dirigido hasta hace poco por el archiconocido D. José Antonio del Cañizo. Paralelamente a estos jardines privados surge la necesidad de dotar a la población de lugares públicos de esparcimiento, con una función claramente higiénica, pues el fervor fabril hacía irrespirable el ambiente más inmediato de la clase obrera. Nace así el Paseo de Salón como lugar de encuentro y relación social, que depararían en lo que hoy conocemos como alamedas, al haber sido plantadas, al menos en su origen, con álamos o chopos como árboles de sombra que protegen al viandante en su deambular. Cabe citar la Alameda de Valencia, de Sevilla, el Parque de Ribalta y otros muchos más distribuidos por toda la geografía española. Nº 115 QΣj 11 Momento de la unión del pueblo europeo y americano en el parque de los Pueblos de América en Motril. Jardín cortesano del Retiro de Churriana de Málaga. Ajedrez gigante en el parque Monte Tossal en Alicante. Estatuas en parterre viejo en el jardín de Monforte. 12 QΣj Nº 115 Más cercanos a nuestros días los parques públicos incluyen en ellos el diseño, de ahí que podemos encontrarnos en nuestro pasear con elementos arquitectónicos o monumentos, así como puentes, lagos, elementos acuáticos de original factura, etc.. Este es el caso del recién realizado parque de Diagonal Mar en Barcelona. En otros, se toma conciencia de la necesidad de aunar diseño con respeto por el medio ambiente, por lo que se utilizan técnicas de xerojardinería para reducir el consumo de agua. Para ello se eliminan las zonas de césped y se sustituyen por especies tapizantes y arbustivas, además de incluir un eficiente sistema de riego por goteo, como es el caso de los jardines de Joan Brossa en la montaña de Montjuich de Barcelona. Elementos vegetales A excepción de expresiones tan alejadas de nuestro entorno más inmediato, como son los jardines japoneses, en un parque la flora ornamental es una componente fundamental. Para el interesado en la botánica le resulta imprescindible conocer los nombres científicos de las plantas, es decir, los términos que en latín nos hacen distinguir una planta de las demás, en resumen su género y especie. Así pues mientras que en el Levante español baladre es el nombre común para un arbusto de nombre científico Nerium oleander, sin embargo en Andalucía es conocida como adelfa. Se trata además de una de las plantas más tóxicas y peligrosas de nuestros jardines pues todas sus partes son venenosas, la ingesta de sus hojas pueden provocar incluso la muerte. Un detalle de su toxicidad es que los pulgones que se alimentan de ella son de color amarillo, lo que nos alerta del peligro al que podemos estar expuestos. En los jardines históricos hay una cuestión que a veces ni los propios expertos abordan o refieren, se trata de la plantación de especies exóticas o no contemporáneas a la época en que fue realizado el jardín. Así pues encontrar cómo en el jardín de Monforte los setos actuales están formados por el aligustre de hoja fina (Ligustrum ovalifolium) no denota más que en su día la planta original, seguramente boj o mirto, ha sido sustituida sin más. Igual ocurre con las pérgolas donde las Parques y Jardines Los parques “modernos” intentan integrar una porción de naturaleza en un tejido urbano agresivo, además de contar con diseños y técnicas poco consumidoras de energía y recursos naturales parras, las glicinias o1 wisterias, el jazmín, etc... han sido sustituidas por especies de relativa reciente incorporación al mundo de la jardinería como son las boganvillas, las bignonias de crecimiento rapidísimo (Podranea ricasoliana, Tecomaria capensis, etc...) y otras. Árboles exóticos como el palo borracho (Chorisia speciosa) y el nogal americano (Carya illionensis) impiden una lectura correcta de un jardín clásico como pudiera ser el mismísimo jardín de las Damas de los Reales Alcázares hispalense. Colecciones botánicas hay diseminadas por toda España, normalmente centradas en un tema específico. De entra ellas cabe destacar por su núme- ro las dedicadas a los cactus y suculentas. Así pues podemos citar los jardines de Costa y Llobera en la montaña de Montjuich, Cactuslandia en Altea (Alicante) y el jardín botánico-tropical de Pinya de Rosa en Blanes (Girona). Otro capítulo importante lo ocupan las rosaledas como la del Oeste en Madrid y el Parque de Cervantes en Barcelona, así como la que estaba ubicada en el Parque de Los Príncipes de Sevilla. Existen asimismo colecciones de coníferas, de flora australiana, de palmeras, de bonsáis y otras familias y agrupaciones, así como los arboretos. Cuestión aparte son los llamados estrictamente jardines botánicos. En éstos es fundamental la existencia de investigación y su vertiente educativa. En ellos es normal actividades como el intercambio de semillas con otros botánicos que da lugar al conocido banco de germoplasma. También realizan visitas o expediciones a otros países y lugares de interés botánico. Suelen poseer una biblioteca especializada tanto para uso interno como cualquier otro tipo de investigadores acreditados. En su vertiente educativa las plantas presentes están todas identificadas con su nombre vulgar y científico, su lugar de origen y su área de distribución. Su diseño ha sido siempre con un trazado rígido y reticular como el jardín botánico de Córdoba, Madrid y Valencia, frente a otros de carácter más abierto y Nº 115 QΣj 13 paisajista como el de Barcelona, junto al estadio olímpico de Montjuich. En los últimos años son muchas las variedades nuevas que están poblando nuestros parques y jardines, en especial de palmeras, incrementadas con la celebración de eventos internacionales como la Exposición Universal de Sevilla Expo´92. Ésta a través de su programa "Raíces" aportó una gran variedad de especies traídas de numerosos países. La exótica Cycas revoluta o palmera sagú, que era una especie extraña en los arriates y piezas ajardinadas, es ya elemento común en viveros, patios y casas particulares. Aspectos socioculturales Muchos de nuestros parques y jardines son el resultado de la rehabilitación y puesta a punto de fincas y propiedades privadas. Claro ejemplo son el laberinto de Horta y el Parque Güell en Barcelona, los jardines de Monforte en Valencia o el Bosque de Béjar en Salamanca. De sus propietarios u organismos gestores va a depender la dinamización y apertura al público en clave social. Es decir, dotar de actividades lúdicas, culturales y deportivas compatibles con la tipología del jardín. Algunos de los parques de los que hoy disfrutamos de sus instalaciones y eventos son el resultado de la lucha ciudadana, como es el caso del parque de Benicalap en Valencia o el de Miraflores en Sevilla. 14 QΣj Nº 115 Otros aspectos Hay cuestiones técnicas como el sistema de riego, la poda del arbolado, la selección de especies, etc. que también hablan de la tipología y esencia del jardín. Cabe nombrar el sistema de riego, por canales que siguen el discurrir de las terrazas, utilizado en el recién ejecutado jardín de las Hespérides de Valencia. Dado que en éste se pretende recuperar el cultivo de cítricos ornamentales que era realizado por agricultores especializados (lligadors d´horts), ésta era la opción más adecuada. De esta manera, el lector puede contar con datos suficientes para saber dónde y cómo dirigir su mirada cuando visita un jardín. Fijándose en detalles que antes pasaban desapercibidos. Para saber más... - Blanco Almenta, R.: Jardines históricos y parques actuales de Andalucía. Editorial Arguval. Málaga. (1998) - Garrido, P.: Pensando en jardines. (1995). Ref.: 2235 www.horticom.com/bookshop Parques y Jardines Nº 115 QΣj 15
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