VenEconomía Vol. 28 No. 12 – Septiembre de 2011 Gobierno y Política Dictadores y cómo derrotarlos Del 4 al 6 de mayo de este año se celebró en Noruega el Foro de Libertad de Oslo (Oslo Freedom Forum. Como era de esperar, muchas de las 42 presentaciones tuvieron que ver con los abusos y violaciones de los derechos humanos por los dictadores en países tales como Korea del Norte, Belarus y Sudán. Este ellos, se destacaron dos presentaciones, una dell profesor James Fallon acerca la mente torcida de un dictador y otra del activista ghanés George Ayittey acerca las estrategias para derrotar los dictadores. 1 La mente de un asesino sicópata El cerebro criminal siempre ha sido objeto de fascinación para James Fallon1. Durante casi 20 años, este neurocientífico de la Universidad de California en Irvine ha estudiado los cerebros de los psicópatas. Estudia las bases biológicas de la conducta, y una de sus especialidades es tratar de averiguar cómo el cerebro de un asesino es diferente del suyo y el mío. James Fallon investiga la interacción entre genes, daño cerebral, el medio ambiente, y el momento cuando se presentan estos factores. En los cerebros que Fallon ha estudiado se reconoció un patrón de daño en los individuos identificados como asesinos psicópatas. También analiza el “gen guerrero” – MAOA– que está vinculado a la agresión y la violencia. Debido a la forma en que se transmite este gen, es más probable que lo hereden los hombres. Sin embargo, el simple hecho de ser portador del gen no crea un asesino: el individuo debe experimentar algún hecho traumático antes de la pubertad, “ver la violencia de primera mano o participar en ella”. Fallon expresa su preocupación por los países que sufren a diario violencia a gran escala, cuando explica: “Lo que creo que podría ocurrir en estas áreas del mundo, donde tenemos violencia constante, es que tendremos generaciones de niños que están viendo toda esta violencia... y si yo fuera una niña en alguna zona de violencia... y tengo que buscar un compañero, me buscaría algún tipo rudo para que me proteja. Ahora el problema es que esto tiende a concentrar estos genes, ahora los niños y las niñas son portadores”. Es la mezcla perfecta de trauma en la infancia y concentración de genes que potencialmente podría convertirse en una generación con graves problemas. La mente de un dictador A partir de su conocimiento de mapeo del cerebro, y el estudio de la interacción entre naturaleza y educación, Fallon decidió investigar también la mente de los dictadores para ver si existen patrones similares que puedan explicar su comportamiento. Como él mismo lo explicó en el Oslo Freedom Forum, Fallon estudió las características de ocho de los dictadores más crueles de la historia, basándose en la información contenida en libros de historia y relatos de la época. Los dictadores cuya mentalidad analizó Fallon fueron Jerjes de Persia, Calígula de Roma, Dionisio de Sicilia, Napoleón Bonaparte de Francia, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial y Pol Pot de Camboya, y dos de la URSS: Vladimir Illich Lenin y José Stalin. Curiosamente, como puede verse en el cuadro adjunto, los ocho perfiles resultantes son básicamente idénticos. Conclusión de Fallon: “Si bien hay pocos datos psiquiátricos directos, y prácticamente no hay datos genéticos o imágenes cerebrales, (es razonable concluir que) es muy probable que los dictadores sean psicópatas, y que algunos sean similares a los asesinos en serie, incluyendo fanáticos/líderes de sectas. Hemos analizado datos genéticos y clínicos e imágenes cerebrales de dictadores y asesinos en serie, y podemos hacer una conjetura James Fallon es un profesor de anatomía y neurobiología de la Universidad de California en Irvine. Se especializa en la conciencia y la creatividad y cómo el cerebro se relaciona con el arte y la ley. Ha hecho aportes importantes al estudio de la esquizofrenia, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, las células madre y la psicopatía. Fallon, explicó cómo funciona la mente de un dictador el pasado mes de mayo durante su presentación en el Oslo Freedom Forum. En este aparte se incluye un extracto de dicha presentación. Rasgos de la personalidad comunes en dictadores Mucha labia y encanto También debe tener estos rasgos: Gran sentido egocéntrico Necesidad inusual de estimulación Carisma Estilo de vida socialmente desviado Mentiroso patológico Abusivo Manipulador y astuto Desviación sexual Falta de remordimiento o culpa Sadismo Emocionalmente superficial Narcisismo maligno Falta de empatía, insensibilidad Apetitos insaciables Evita responsabilidad por acciones Excelente memoria Pobre control de conducta temprana Pésimo gusto en el arte Hipersexualidad (o asexualidad) Malos matrimonios Impulsividad Bajo de estatura Irresponsable Muchos poseen estos rasgos narcisistas Tienen un exagerado sentido de auto-importancia Ocupan su mente con fantasías de éxito, poder o belleza Creen que son especiales y se pueden identificar solo con fantasías de éxito, poder y belleza Requieren admiración constante Se sienten con amplios derechos Se aprovechan de los demás No pueden reconocer las necesidades y sentimientos de los demás Envidian a los demás Se comportan de forma arrogante o soberbia Fuente: James Fallon, mayo 2011 objetiva, con algunos datos reales, sobre las características del cerebro y la mente de un dictador. Fallon no aplicó sus conocimientos a ninguno de los dictadores que están actualmente en el poder o acaban de dejarlo, pero no hay que ser neurobiólogo para concluir que personas como Muammar Gadafi son psicópatas, o algo peor. Cómo derrotar a un dictador El grito de batalla de George Ayittey2 es que “África es pobre porque no es libre”. Cree que la corrupción de autócratas opre2 sivos y la autocomplacencia de los ciudadanos son las causas principales de los problemas que sufren muchos países africanos (apenas 15 de 54 países africanos viven en democracia; y en sólo diez de ellos hay prensa libre). Ayittey es un orador contundente. El tema de sus discursos: “Cómo derrotar a un dictador.” Habló de cómo las fuertes protestas de calle empezaron a sacar dictadores del poder en Túnez y Egipto. Pero también explicó que “las protestas de calle y consignas por sí solas no son suficientes”. El ghanés George Ayittey encabeza los esfuerzos por llevar democracia y derechos humanos a África. En esta entrega se incluye un extracto de su presentación en el Foro de Libertad de Oslo Freedom Forum, y de una entrevista televisada por Thor Halvorssen, fundador del Foro. VenEconomía Mensual / Septiembre de 2011 Gobierno y Política Sobre el Oslo Freedom Forum El Oslo Freedom Forum, que celebró en mayo de este año su tercera edición anual, es un encuentro extraordinario de activistas de derechos humanos, observadores y víctimas de todo el mundo, que se reúnen durante tres días para intercambiar ideas y experiencias. Como lo describe Jay Nordlinger de la revista National Review, se trata de una “conferencia sobre derechos humanos en la que se trata el tema de los derechos humanos”. El Oslo Freedom Forum fue creado por la Human Rights Foundation, una ONG con sede en Nueva York. La HRF fue fundada en 1999 por Thor Halvorssen Mendoza, un venezolano de 35 años de tercera generación, cuyo abuelo, Øystein Halversson, emigró a Venezuela en los años 30. Hasta hace poco, la HRF era mejor conocida por su trabajo de promoción y defensa de los derechos humanos en el continente americano, especialmente en Venezuela (“Los nueve de Caracas”), Bolivia, Ecuador y Cuba. La primera conferencia del Oslo Freedom Forum sobre los derechos humanos se celebró en mayo de 2009 en Oslo, Noruega. Según explica Thor Halvorssen, “el Oslo Freedom Forum es un encuentro íntimo, donde los líderes que están transformando el mundo presentan soluciones eficaces y testimonios inspiradores que tienen un impacto en los derechos humanos y la libertad. Los oradores comparten diferentes perspectivas y experiencias, desde personas con experiencias de primera mano en la lucha por los derechos humanos hasta aquellos que ofrecen su conocimiento sobre la base de la investigación académica y el liderazgo político y en organizaciones sin fines de lucro”. En sus tres primeras conferencias, el foro reunió un panel extraordinario de líderes mundiales, incluyendo ex jefes de Estado, ganadores del premio Nobel de la paz y presos de conciencia, así como una selección de autores, junto con líderes empresariales, políticos y culturales de todo el mundo. Sus discursos se pueden ver en youtube en la página web del Oslo Freedom Forum: http:// www.oslofreedomforum.com. La conferencia de 2011 La conferencia de 2011 fue organizada por la Human Rights Foundation de Nueva York (HRF) en colaboración con Amnistía Internacional y tres importantes ONG noruegas1. 1 Los cuatro co-organizadores fueron Amnistía Internacional de EE.UU. y tres importantes ONG de Noruega: Civita, El Comité Noruego de Helsinki, y Plan for og med born (apoyo a la infancia). Entre los patrocinadores se cuentan el Ministerio noruego de Asuntos Exteriores, la Ciudad de Oslo, Color Line (línea de ferry), la Fundación Fritt Ord de Noruega (libertad de expresión) y la Fundación Thiel de EE.UU. (libertades políticas, personales y económicas). El Foro también recibió el apoyo de otras 11 empresas y fundaciones privadas, incluyendo el Instituto para iderazgo Global, el Centro Nobel de la Paz, el World Policy Institute, LIM (una ONG noruega que se especializa en asuntos islámicos, como igualdad, integración y diversidad de género), Rider Books, Newman’s Own Organics (pasapalos), VOSS (agua mineral), Linda Johansen skincare (productos para la piel), JOH Johannson (café), KIC (Centro Internacional mócrata-Cristiano), y Timbro, una fundación sueca que origina, promueve y divulga ideas y temas que apoyan los principios de libre mercado, libre empresa, libertad individual y una sociedad libre. Insiste en que las revoluciones deben venir desde el interior de los países. La ayuda del occidente no produce reformas, sin importar a qué esté condicionada. Señala además que a los déspotas no les importa si el occidente interrumpe sus programas de ayuda (pues todos ellos ya han acumulado grandes riquezas). VenEconomía Mensual / Septiembre de 2011 Ejemplos de eso son Sani Abacha de Nigeria ($5,0 millardos en cuatro años y medio), Omar Al-Bashir de Sudan ($7,0 millardos) y, por supuesto, Hosni Mubarak de Egipto ($40 millardos). Según Ayittey, se necesita seguir tres principios cardinales para que una revolución popular tenga éxito: Al igual que en 2009 y 2010, la conferencia de 2011 trató y analizó una gama extraordinaria de asuntos sobre derechos humanos que van desde los abusos de una dictadura (libertad de expresión, tortura, el imperio de la ley, la pobreza), la Primavera Árabe y la derechos de los niños, las mujeres y los homosexuales hasta el racismo, prejuicios, y las minas terrestres, entre otros. Se constituyeron tres mesas de trabajo (la evolución de la censura, el amanecer del nuevo mundo árabe y el debate sobre la ayuda (exterior)) y 42 oradores, que incluyeron, entre otros: •Izzeldin Abuelaish, de Palestina, un médico que lucha por la paz en la región, sin muestra de resentimiento, a pesar de que sus tres hijas y una sobrina murieron por fuego israelí; •De Argentina, Victoria Villarruel, quien trabaja para promover los derechos de las víctimas del terrorismo; •Leymah Gbowee, de Liberia, una activista por la paz cuya labor fue crucial para poner fin a la guerra civil en Liberia mediante la organización de las mujeres de su país para protestar y supervisar las conversaciones de paz; •La sudafricana Busi Kheswa, quien dirige una ONG que promueve los derechos de las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales en su país, así como los derechos de las mujeres en los casos de violencia sexual; •De China, Wan Yanhai, director del grupo de concientización sobre el sida más importante en China; •Violet Banda, una periodista de 19 años de Malawi que trabaja para promover los derechos del niño; •Vincent Manoharan, un dalit (“intocable”) quien ha encabezado los esfuerzos para eliminar la discriminación de castas en la India, su país natal; •El escritor jamaiquino-estadounidense Thomas Glave, fundador del Foro de Jamaica para lesbianas, bisexuales y gays. •La premio Nobel de la paz Jody Williams, quien inició y dirigió la campaña para prohibir las minas terrestres; •De Egipto, Mona Eltahawy, analista y comentarista galardonada de temas árabes musulmanes; •El argentino Uki Goñi, quien ha publicado prolíficamente sobre la desaparición de miles de jóvenes argentinos durante la dictadura militar (1976-83). Su presentación inspiró el extraordinario valor de Robert Cox, director del diario en idioma inglés Buenos Aires Herald, el único diario argentino que se atrevió un informar sobre la existencia de los desaparecidos en Argentina. •La premio Nobel de la paz Shirin Ebadi, abogada que defiende activistas políticos, niños víctimas de abuso y periodistas perseguidos en su país natal, Irán, •La finalista al Premio Pulitzer Barbara Demick, quien ha escrito sobre la vida de la gente común en la Corea del Norte de Kim Jong-Il, entre otros. • Tres ex jefes de Estado de entre ellos Alejandro Toledo de Perú, Belisario Betancur de Colombia y Emil Constantinescu de Rumania. Las 42 presentaciones (15 a 20 minutos cada una) y las tres mesas de trabajo se puede ver en la página web del Oslo Freedom Forum: http://www.oslofreedomforum.com/ RB El primer principio: La unidad es esencial Este principio sostiene que es crucial tener una coalición unida de fuerzas de la oposición. Una “coalición”, como la concibe Ayittey, puede ser un grupo pequeño de activistas prodemocracia que actúen como centro neurálgico, a la vez que diseña planes estratégicos y coordina los diferentes grupos de oposición (estudiantes, sociedad civil, etc.). Algunos ejemplos que menciona Ayittey son Charter 77 en Checoslovaquia (1977) y la Alianza para el Cambio en Ghana (1995). La “unidad” es la clave. Si el dictador programa unas elecciones, todos los partidos políticos (de oposición) tienen que unir fuerzas. En 2010, comenta Ayittey, los dictadores africanos VenEconomía Mensual / Septiembre de 2011 Gobierno y Política “ganaron” 10 elecciones durante 2010 porque la oposición estaba dividida. Ayittey también insiste que la coalición debe buscar financiamiento en su propia diáspora, no de donantes occidentales. No se trata sólo de una cuestión de condicionamientos que podrían tener dicha ayuda de occidente: “La reforma debe empezar con libertad intelectual y libertad de prensa. La reforma debe venir de adentro; hecha por el pueblo, no por gobiernos o instituciones financieras occidentales. La reforma desde adentro es mucho más sostenible y duradera”. El segundo principio: “Conoce tu enemigo” Según este principio el modus operandi del dictador –fortale- zas y debilidades– debe estudiarse en detalle.“El modus operandi de todos los dictadores es básicamente el mismo: Aparte del Parlamento, si es que hay, toman el control de seis instituciones estatales (las fuerzas de seguridad, los medios, el sector público, el poder judicial, la autoridad electoral y el banco central), ponen a sus seguidores a dirigir dichos organismos y los corrompe para que defiendan sus intereses. Hay que identificar sus debilidades; no se les puede atacar donde son fuertes. Para tener éxito, explica Ayittey, una revolución popular debe arrebatarle al dictador el control de al menos una de estas instituciones: El “fin del juego” llegó cuando el ejército se rehusó a dispararle a los civiles en Túnez y Egipto, a principios de año, y en Filipinas en 1986. Las fuerzas de seguridad fueron “seducidos” con rosas durante la “Revolución Rosa” de Georgia en 2003. La revolución de 2004 en Ucrania se ganó el apoyo de la Corte Suprema de ese país. Otras maneras que derrocar un dictador pueden ser: •Arrebatarle el control de los medios: “crear radios clandestinas, usar los medios sociales”. •Atacarlo con su propia Constitución. “Por ejemplo, el artículo 35 de la Constitución de China garantiza la libertad de expresión de prensa, de reunión y asociación”. •Exigir geográficamente las fuerzas militares del dictador: si no hay sector público cualquier régimen militar colapsará –no tendrá soldados suficientes para reemplazar a los servidores públicos en todo el país. Ejemplos de esto se vieron en Ghana (1978) y Benín (1989), así como en Túnez y Egipto en 2011.3 El tercer principio: Seguir el orden de la reforma Por último, el tercer principio “seguir el orden de la reforma” es crucial: Existen varios pasos que deben seguirse en orden estricto. 3 Deshacerse del dictador es sólo el primer paso para establecer una sociedad libre. También hay que desmantelar el sistema dictatorial: “Esto fue lo que nos faltó hacer en África en los años 60. Sacamos a los colonialistas blancos y fueron reemplazados por neo-colonialistas negros, socialistas de bancos suizos, liberalistas depredadores, pseudo-revolucionarios y ladrones de cuello blanco … Luchamos para sacar a una cucaracha del poder y luego llegaba una rata a hacer exactamente lo mismo”. “Para desmantelar un sistema dictatorial hay que hacer las cosas paso a paso y en orden. Es como poner a punto un carro cuando hace falta hacer otras reparaciones en orden: no se arregla la caja de cambios cuando la batería no sirve; no se cambia la correa del ventilador si está fallando el radiador”. “Para desmantelar un sistema dictatorial hace falta: 1. Una reforma intelectual (promover libertad de expresión y mediática); 2. Una reforma política (pluralismo democrático y elecciones libres y justas); 3. Una reforma constitucional (limitar los poderes del Ejecutivo); 4. Una reforma institucional (poder judicial y electoral independientes, servicio público eficiente y fuerzas armadas neutrales y profesionales); 5. Una reforma o liberalización económica (libre mercado y libre comercio). Existen muchas instancias donde las revoluciones han sido revertidas porque el proceso de reforma se hizo en un orden errado o de forma caprichosa. Una liberalización prematura (‘terapia de choque’) produjo capitalistas vampiros en Polonia, República Checa y Rusia a principios de los 90. No se hicieron las reformas institucionales y el marco legal para la liberalización económica. En Rusia, la nomenklatura siguió profundamente arraigada, lo que frenó las reformas. Un pequeño grupo de oligarcas usó su conocimiento para devorar activos estatales a unos precios por el piso y se hicieron multimillonarios de la noche a la mañana. En África, explica Ayittey, la liberalización económica prematura produjo desastres en Burkina Faso, Egipto, Costa de Marfil, Kenia, Libia, Madagascar, Túnez y Zimbabue. Señala también que China enfrenta ahora un dilema: si se abre políticamente, el Partido Comunista será arrasado; y si no, puede desintegrarse como la ex Unión Soviética. Robert Bottome Traducido por Miguel Á. Sojo Siria bien podría constituirse en un ejemplo más reciente, la presentación de Ayittey en Oslo Freedom Forum y la entrevista televisada con Thor Halvorssen, el fundador del Foro, tuvieron lugar en mayo de este año, antes de que empezaran las protestas en varias ciudades sirias. VenEconomía Mensual / Septiembre de 2011
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