Lacan, Guattari, Deleuze: Si, están articulados ¿Cómo? ¿Qué articulación? Reportaje a Alberto Sladogna, analista <[email protected]> Estas preguntas surgieron a propósito de un taller de lectura “¡Bienvenido Felix/z Guattari al psicoanálisis! “. Luego de un “cuadro de una posición” El taller se desplegará en 4 sesiones de lectura. Las preguntas son ocurrencias al vuelo de Pablo Chacón, a quien agradezco el gesto. ¿Qué instituciones y amparadas bajo qué razón o razones se encargaron de censurar el trabajo conjunto de Lacan, Deleuze y Guattari? Si, en efecto, se realizó durante muchos años un trabajo conjunto entre Guattari y Lacan, en 1953 Guattari no solo se analiza con Lacan sino que participa de su seminario hasta ¿1981? En eso años él se incorpora a la Clínica La Borde junto Jean Oury, ambos asistían al seminario, se analizaban con Lacan. Guattari era apodado "Lacan" en los ambientes estudiantiles y de la clínica pues transmitía las novedades del seminario y los contenidos de los artículos que luego serían parte de los "Escritos" de Lacan. Respecto de Deleuze es interesante, Lacan fue quien trató de mantenerlo cerca, incluso se sabe que le dijo "Mis discípulos son unos nulos totales, salvo Miller, requiero de gente como usted", eso dicho en voz alta en la sala de espera del consultorio pleno de analizantes. Claro que después podía decir eso mismo de Deleuze a cualquiera a sus otros discípulos. El 19/04/1967 Lacan en su seminario oral: "La lógica de la fantasía" dice a los asistentes: "Voy a tomar un ejemplo de alguien que no es psicoanalista, G. Deleuze; presenta un libro de Sacher-‐Massoch, Presentación de Sacher-‐Massoch, escribe sobre masoquismo, incuestionablemente el mejor texto que jamás haya sido escrito. El mejor texto comparado a todo lo que se ha sido escrito sobre ese tema en psicoanálisis, seguramente, ha leído esos textos. No inventa su tema, parte en principio de Sacher-‐Massoch, que tiene algo que decir cuando se trata de masoquismo. Se ha recortado un poco su nombre, ya que ahora se dice masoca, marca la diferencia que hay entre masoca y masoquismo, masoquista o masoca. Como sea volveremos sobre este texto, ya que literalmente puedo decir algo de un tema sobre el cual no he permanecido mudo, puesto que he escrito Kant con Sade.” No hay más que percibir que el sadismo y el masoquismo son dos vías estrictamente distintas. Todo sádico no es automáticamente un masoca, ni toda masoca un sádico. No es dar vuelta a un guante “Puede que Deleuze —juraría por otra parte ya que me cita abundantemente— haya sacado provecho de esos textos; no es asombroso que este texto anticipe lo que voy a decir, en la vía que hemos abierto este año, mientras que no hay un sólo texto psicoanalítico que no hay que retomarlo, rehacerlo en esta nueva perspectiva." Luego 22/01/1969 añade:"... bajo el modo de esta ley de ese contrato, sobre el cual nuestro amigo Deleuze ha puesto tan felizmente el acento para suplicar a la imbecilidad estremecida que reina en el campo de Psicoanálisis." Respecto de Guattari corresponde apegarse a los documentos y testimonios, así en el seminario oral "El acto analítico" -‐observar que no se menciona al psicoanálisis sino al análisis-‐ en la sesión cerrada del 31/08/1968 -‐solo participaban quienes fueron invitados o aceptados por Lacan al formularle preguntas sobre su seminario-‐ interviene Guattari: GUATTARI.-‐ Cuando Lacan fundó esta Escuela, en ruptura, en corte con toda una larga tradición del movimiento psicoanalítico en un cierto comportamiento de evitamiento, justamente, en relación a sus responsabilidades, se podría decir que cometió un acto que pesa sobre todos nosotros, y que, me parece, pesa singularmente en una reunión como ésta, con el aspecto un poco mortificante de tener que decir algo en algunas palabras ¿Sobre qué? precisamente sobre una pregunta de Lacan; ¿Qué pregunta? ¿Que se le vuelva a mandar el ascensor? solicita que haya una especie de devolución, de respuesta a esa cuestión que planteó cuando dijo: "yo fundo, sólo como siempre..." no me acuerdo como lo dijo. Y me interrogo sobre la pregunta de Lemoine. Cuando Lacan bautizó algo que procede del objeto parcial, en su origen, lo bautizó como objeto (a). El hecho de que haya tomado esa primera letra del alfabeto, que dio al mismo tiempo un cierto carácter de inscripción, de letra, en definitiva la instancia de la letra, ese acto de hacer pasar algo que en el movimiento psicoanalítico tenía una cierta denominación, ese acto de creación de un nombre, que le otorga la paternidad de una especie de nueva clasificación nocional, es algo que, de algún modo nos coloca a todos en esta Escuela en una posición transferencia!, particularmente en relación a lo que hay que reconocer, a saber, que Lacan, de cierta forma ha vuelto a fundar, ha vuelto a poner en acto al psicoanálisis después de Freud. Ahora bien, pienso que en estas condiciones hay una incertidumbre que se manifiesta en el mismo funcionamiento de la escuela; se ha hablado de eso durante un congreso hace dos años. No sé si las cosas han sido retomadas, si se tuvo en cuenta las observaciones, las propuestas que fueron hechas. ¿En qué constituyen la Sociedad de psicoanálisis, la Escuela Freudiana, un garante de este acto de recuperación freudiana? Me parece que un poco la trampa de la reunión de hoy es saber: ¿Cómo es posible hablar después de un acto? ¿Cómo es posible hablar después de esta responsabilidad, asumida por Lacan, de un corte y una nueva fundación del psicoanálisis? Creo que la devolución que recibimos hoy, en esta reunión debería al menos llevarnos a ir más lejos que a la única cuestión del acto y a dar vueltas alrededor de ese acto, que se parece más a una inhibición, a una incapacidad de ir más allá de la dilucidación. El psicoanalista Ch. Melman –apodado “mailman” pues llevaba y traía las cartas de Lacan, el mismo que se alegró ante el suicidio de P. Soury-‐ descarta la intervención de Guattari ¡Hmmmm! Como usted puede observar ambos Deleuze y Guattari no eran contrarios a Lacan más bien eran quienes, uno desde la filosofía y el otro desde el análisis desplegaban y extraían consecuencias de las propuestas de Lacan en lugar de dedicarse a reiterar y reconstruir una ortodoxia lacaniana basada el "Lacan dixit". Ese es el horizonte que junto con otros propongo explorar. ¿En qué consistió ese trabajo conjunto entre Lacan, Deleuze y Guattari? Ese trabajo conjunto se efectuó de forma intensa en el terreno de la doctrina del análisis. Lacan a partir de 1967 dejo en claro algo: no hay más psico...analista, solo hay y/o habrá analista a secas, es decir: un analista alejado del tema del aparato digestivo o psique -‐ el segundo aparato toma al primero como su modelo; un analista alejado del alma que proviene del mundo griego en que Freud tomó apoyo para inventar el psicoanálisis, a quién él -‐Freud-‐ no dudo en ocasiones en llamar "psico...logía" e incluirlo dentro de la medicina de su época. Gracias a Lacan hoy se sabe que no existe ninguna entidad que se llame "clínica" eso quedo en el campo del "psico...análisis", en el análisis eso no tiene ninguna consistencia. Solo hay analizantes y las cuestiones que ellos formulan. En esos terrenos los horizontes de Deleuze y Guattari se fabrican con Lacan, no contra él. Tomemos una situación donde eso se ve con cierta claridad: Lacan a partir del pre-‐texto de James Joyce, efectuó entre otras cuestiones un seminario oral de 1975/1976, titulado "El santhóma" fue un giro en torno a James Joyce (¿o pre...texto?); Felix Guattari años después publica "Caosmosis"(1992) título que toma de James Joyce "caósmico" (ver J. Joyce en "Finnegan's Wake") Respecto a Gilles Deleuze sugiero recorrer los seminarios orales para leer cómo fueron recibidos sus textos, como "La lógica del sentido". Sobre él Lacan en su seminario oral “De un Otro al otro” dice: “está hecho como debe estarlo un libro, a saber, que cada uno de sus capítulos implica el conjunto... él ha reunido en un libro lo que está en el corazón de lo que mi discurso ha enunciado... Él ha tomado la lógica de los estoicos “él se lo permite -‐ él puede mostrar el lugar de sostén esencial..., de aquello que nos ha sido legado en trozos esparcidos a reconstituir, de algún modo por luces rasantes” Hay un hecho mayor: a partir de 1970 Lacan abandonó la pareja erótica que sostenía con Ferdinand de Saussure, comenzó su lento viraje hacia el signo orientado por los estoicos, por Lewis Carroll y Charles S. Peirce, tres de las brújulas del texto de Deleuze que acabo de citar ; esos mismos autores forjan las propuestas de Felix Guattari. Esto responde de forma parcial a la pregunta sobre cómo era que tenían un trabajo conjunto. ¿Cómo entender -‐en este contexto-‐ la escritura de El Antiedipo y de Mil Mesetas, que van en contra de algunas de las tesis más fuertes de Lacan? Aquí la pregunta toca un mito delicado que causó estragos por su éxito en las filas lacanianas, y también entre quienes se reconocen como guattarianos, por esos mitos hemos perdido mucho tiempo en adjetivar o en interpretar para no leer a Deleuze y a Guattari junto con Lacan, en particular "El anti-‐Edipo. Capitalismo y esquizofrenia" y "Mil mesetas", como fue mi caso. Considero que no es viable leer a Lacan sin Guattari, además que para ver cuestiones de Guattari se requiere a Lacan a partir de 1973. Se trata de uno con el otro, sin exclusión. Ambos libros no están en contra de Lacan por un simple hecho: fueron escritos gracias a Lacan y con Lacan, es decir, despliegan las enseñanzas de Lacan, subrayó las enseñanzas de Lacan no las tonterías que los lacanianos hemos hecho con los decires de Lacan o peor aún, usted lo sabe, no hay un solo Lacan, no hay un lacan absoluto, por el contrario prefiero al Lacan queso gruyere -‐pleno de agujeros-‐ si le quita los agujeros ya no es gruyere, es otro queso. A eso le sumó la confesión de Lacan a Maria Antonietta Macciocchi: ese libro (El Antiedipo…) “fue construido gracias a mis seminarios”. Recordemos que al salir ese escudo antimisil “El Anti-‐Edipo…” sentíamos, eramos afectados nos parecía que sin Edipo en el análisis no podríamos respirar. El reconocimiento de Lacan se corresponde con otro: en 1969/1970 Lacan indicaba a su audiencia de psicoanalistas "El Edipo no tiene nada que ver con lo que hacen", además, en 1973, Lacan dejó caer a su simbólico y se desprendió de forma abierta del llamado "complejo de Edipo". Para colmo de malas, si usted recorre los llamados casos canónicos de Sigmund Freud: el caso “Dora”, el caso de “Hans”, el caso del Serguei C. Pankejeff, el caso del “hombre de las ratas”, el caso de la “joven homosexual”, el presidente Schreber puede constatar un hecho curioso: el complejo de Edipo no opera o no es empleado por Freud como explicación, en algunos de ellos ni siquiera lo cita (Ver: Miguel F. Sosa “Del parricidio freudiano a la muerte del hijo de Dios” y Alberto Sladogna “Freud ante el parricidio: un sueño doctrinario”, Artefacto,6,1998). Eso es para leer e investigar. Por último, Felix Guattari despliega la cuestión del signo en 1964 – De un signo a otro signo, lo entrega a Lacan-‐ luego, en 1973 ubica el paso de la lingüística a la semiótica, momento en que Lacan (1973/1974) se desprende de la dictadura de " la cadena significante". Para ser más precisos la semiótica de las multiplicidades, es por el momento, el primer y único intento –logrado o no-‐ de operar con el real, el simbólico, el imaginario, el santhóma –herejía infernal de Lacan-‐ sin privilegiar ninguno de ellos, sin aplastar a uno con los otros. Se trata para Guattari de las multiplicidades sin Uno ¿…? La imagen de un Guattari "californiano" y lisérgico, entregado al antiage y otras prácticas ¿forma parte de esa campaña de desprestigio agitada por las hordas lacanianas? Pablo usted ejerce de muy buena forma su práctica del reportaje, sus preguntas son filosas abren horizontes novedosos a explorar. Voy al punto "la imagen de un Guattari" y "las hordas lacanianas"-‐termino introducido por Ud.-‐ Si, en efecto, las "hordas lacanianas" en particular las provenientes de las cátedras universitarias y de las instituciones "psicoanalíticas"-‐ incluida la cremería a la que pertenezco-‐ suelen ser una máquina maravillosa que en Buenos Aires o en México o en París logra convertir al "psicoanálisis" en "psicología" para hacer de él un instrumento de "reparación" -‐termino de Lacan-‐ de los "daños colaterales" de los misiles edipianos del capitalismo. Lo cual está bien, eso deja las cosas en su lugar, solo lamento el daño que se le hace a la psicología. Las hordas siempre fueron atribuidas a los "salvajes" o a los "primitivos" (Ver. Freud, en Tótem y tabú…), hoy asistimos a la actuación de "las hordas lacanianas" que son parte de la barbarie civilizada o de la civilizada barbarie. Así, usted puede encontrar a un miembro de esa "horda" Eric Laurent quien da una conferencia de casi dos horas con un tema "¿Qué es un órgano del cuerpo?" -‐ver en YouTube-‐ solo que hay un pequeño detalle: para el análisis solo hay un cuerpo sin órganos, solo órganos eróticos que escapan a la organización policial –el bastón fálico-‐ que se les quiere imponer. Eso lo notó Freud en el cuerpo de sus "histéricas", Lacan con el "amor" de sus analizantes; en análisis solo hay cuerpos sin órganos, regalo que nos fue dado al análisis por el Presidente Daniel Paul Schreber, Antonin Artaud, Sor Juana Inés de la Cruz, Francis Bacon, Kenzaburo Oé, Kandinsky, Paco Urondo, Juan Gelman, Carlos Monsivais, Néstor Perlonguer, Mika Feldman y otros. Ese psicoanalista miembro de una de las hordas apoyó la acción civilizada, bárbaramente civilizada del filósofo Bernard H. Levy –cfr. Una primavera en Libia…-‐ al participar del trasplante de la democracia en Libia para lo cual fueron cercenadas las vidas de un millón setecientos mil habitantes de ese país; Bernard H. Levy dirigió en directo acciones militares en Libia. No sé si Guattari consumió lisérgico, si usted lo dice así ha de haber sido, solo sé que el análisis se inventó por efecto de la cocaína – no fue la coca-‐ por el hecho de que Freud fue cocainómano y gracias a eso inventó su psicoanálisis (Ver: Beatriz Preciado, Testo Yonqui). Gilles Deleuze fue alcohólico, convendría que los analistas estudiemos su experiencia, en particular, cómo fabricó su respuesta a la pregunta que le hacía llegar su alcoholismo, tema sobre el cual los analistas tocamos de oídas. No logro entender la pretensión o la exigencia de "salud" que debiera portar el o los analistas. Le parece a usted que los analistas -‐que es una "profesión" de paranoicos, de acuerdo a Paul Valery-‐ o que ejercemos, según Lacan "un autismo de a dos" o que para ser "buen analista", él sugirió ser " ser más paranoico, sería mejor analista". En concreto, los analistas seamos de las tendencias que seamos, vivimos en la locura y de la locura ¿Cómo se nos exige estar fuera de ella? Hay muchas locuras, hoy ser mujer, ser viejo, ser infante, ser gay, ser trans, ser lesbiana, ser hombre, ser analista implicar aceptar que uno es un rarito -‐queer-‐ pues vive según el loco deseo (de lira) que cada quien fabrica con otros. Delirio es deseo, el deseo es un delirio, en eso acuerdan Freud, Lacan, Foucault, Deleuze y el "californiano" Feliz Guattari. En esta sociedad cualquiera que vive con un deseo tiene en esa locura un apoyo para vivir y soportar estar este socius –W. James-‐ como escribió en el título de su relato Kenzaburo Oé "Cómo sobrevivir con mi locura", no escribió: sobrevivir "a mí" locura. Sí, hay locuras graves, trágicas son las que visten la lencerística -‐Guattari-‐ linguistería -‐Lacan-‐ que habita la normalidad cotidiana y que, a veces, está recluida en los psiquiátricos. Final. ¿Por qué David Cooper, Ronald Lain, el propio Guattari, terminan alejados de la "ortodoxia" (sería lo de menos) pero alcohólicos, medio místicos, gurúes quizá algo trasnochados? Bien, iniciemos con la "ortodoxia". Si, cada uno de ellos compartió y comparten con Freud, con Lacan haberse alejado de la "orto...doxia". La iglesia llamada I.P.A. -‐International Psychoanalytical Association-‐ acuso a Lacan de hacer eso. Hace años colaboré en el pasaje al castellano y edición de las "Ocurrencias con Jacques Lacan" -‐ escritas por Jean Allouch-‐ dado el carácter irreverente, poco "ortodoxo" de lo que allí se muestra de la práctica de Lacan, es un libro poco citado en los seminarios, cursos, "clases", "posgrados", “maestrías”, “doctorados” lacanianos sea en universidades o en las instituciones lacanianas ¿A qué se debe que las instituciones lacanianas para acceder al título de analista compartimos el mismo funcionamiento de la I.P.A., a la cual decimos criticar y rechazar? "Trasnochados", en particular, es una apreciación pertinente para Guattari, no sé ni digo nada respecto de los otros. Si, en efecto, eso describe a Felix Guattari ¿Cómo? Veamos, Guattari sostenía -‐lo cito "es mucho más fácil curar a un esquizofrénico que a un neurótico. Fácil, con la condición de trabajar a tiempo completo" (François Dosse, Gilles Deleuze y Félix Guattari. Biografía cruzada).Nótese, no hace de la esquizofrenia un acontecimiento a festejar. “El Anti-‐Edipo. Capitalismo y esquizofrenia", según un rumor, era un escudo antimisil para protegerse de los misiles edípicos del capitalismo. El viernes 28 de agosto de 1992, por la mañana -‐¡¿trasnochado?!-‐ se encuentra dialogando con los habitantes de la clínica La Borde -‐al pie de la letra un borde. Se levanta, quizás, para ser atendido por un médico -‐tenía un malestar-‐ regresa a la asamblea. Interviene en la asamblea ante un joven "agitado" y "repudiado" por otros asistentes, comparte la propuesta del joven quería privilegiar el caminar de la gente al tránsito de coches en los terrenos de la clínica. El joven se calma y su proyecto es aceptado. Es de noche, cena, entre otros con su hija Emmanuelle, sonrié, "estaba radiante". Guattari se retira a su habitación, al parecer como era su costumbre sigue escribiendo -‐trasnochado-‐, al día siguiente, no lo localizan en sus horarios habituales, cuando van a su estudio lo encuentran muerto ¡Trasnochado! En el despacho de Guattari, su hijo Bruno al descubrir su cuerpo inerte, localiza en la mesa de luz "Los perros de Eros" de D. H. Lawrence y el "Ulyses" de Joyce en inglés. En la clínica los locos lloraron al ser informados de su muerte, muchos anduvieron errantes aquella noche -‐¡trasnochados!-‐ y al mismo tiempo, no hicieron ningún ruido. La "noche fue calma" -‐¡Trasnochado/s! ¿Cómo es que el análisis lacaniano no ha logrado aún dar la bienvenida a las preguntas que nos dejó F. Guattari? Preguntas que otros recibieron a partir de 1973 en México, en 1980 en Brasil, en 1982 en Argentina.
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