©iStockphoto.com/revathanor Desarrollo personal . a r t í c u l o por Marianna Escribano* Artículo original de la Revista Athanor publicado en el núm. 81 (mayo - junio 2010) www.athanor.es Hace años que me muevo en el campo del arte y la docencia, preparando a jóvenes universitarios en una tarea nada fácil: ser creativos. He observado las situaciones que se producen al comenzar a elaborar la búsqueda de las ideas. Algunos comienzan a crear de forma automática, sin tener claro qué sucedió ni qué lo desencadenó. Otros no encuentran el camino para conseguir algo creativo. ¿Cuál es la causa? ¿Cómo funcionan nuestras redes neuronales? Los alumnos que actúan de forma sensorial y automática poseen una estructura de redes neuronales apropiada para procesar y acceder a la información inconsciente, mientras que otros, al no poseer una estructura de redes apropiada, rechazan la información por no reconocerla, y buscan exteriormente algo que les sirva para comenzar a crear, quedándose bloqueados y sin recursos. Todos sabemos que nuestro cerebro está en constante evolución, acumulando capacidades cada vez más sorprendentes. Pero ¿cómo lo hace? ¿Lo desarrollamos todos por un igual? Un pensamiento sin emoción se llama sabiduría. Mientras que un recuerdo vivido intensamente, siendo conscientes de la experiencia, desencadena una emoción que se extiende a nivel cuántico a través de las redes neuronales. Las emociones negativas producen un estancamiento en las conexiones, provocando bloqueos energéticos. Nuestro cerebro es semejante a un ordenador. Imaginemos que estamos intentando bajar una descarga desde Internet o introducir un nuevo programa. ¿Qué sucede cuando incorporamos archivos que no corresponden al mismo sistema operativo? Sencillamente, no podemos abrirlos. Igual sucede con nuestras conexiones neuronales. Si no tenemos un sistema operativo determinado, no seremos capaces de acoplar aquello que se hace necesario para crear, desarrollar y ampliar esa red interconectada con nuestro mundo extrasensible interno. Por lo tanto, nunca podremos incorporar ese aprendizaje. Para conseguirlo deberemos trabajar con nuestra mente creativa. Poseemos una estructura compleja que abarca tres cerebros diferenciados por sus cualidades específicas que, a su vez, se corresponden con cinco mentes: el cerebro reptiliano se corresponde con la mente instintiva. El cerebro límbico se corresponde con la mente emocional. El neocórtex se corresponde con la mente planificadora, mente analítica y mente intuitiva. Poseemos tres cerebros y cinco mentes que se relacionan entre sí. Si cada uno de nosotros trabajamos más ampliamente con una mente, ya sea por intereses personales o situaciones ambientales, potenciaremos una estructura de redes neuronales que irá creciendo hasta llegar a configurar una compleja trama de inter- ATHANOR, 81 (MAYO - JUNIO 2010) 75 der a reconocerlos, para transformarlos. Nosotros somos todo aquello que proyectamos en función de cómo utilizamos las capacidades mentales. La calidad de los pensamientos organizados, centrados y dirigidos produce efectos positivos o destructivos, según su naturaleza. Para ello, basta con adquirir los conocimientos necesarios sobre la forma de utilizarlos adecuadamente. ©iStockphoto.com/revathanor ¿Qué debo hacer para tener un cerebro creativo? conexiones. Cuando eso sucede, las terminales están dispuestas y preparadas para asimilar e incorporar datos nuevos al aprendizaje, lo que favorece la ampliación; sin embargo, dejaremos a otras redes sin posibilidades de ampliarse. Para potenciar nuestro cerebro creativo en su totalidad, debemos trabajar con las cinco mentes y los tres cerebros. Si admitimos que el pensamiento conduce a la acción y que este es árbitro de nuestra conducta y destino sabremos que, utilizando conjuntamente la energía psíquica y los procesos mentales correctamente, seremos capaces de crear nuevas situaciones y alcanzar los objetivos deseados. La mayoría de los obstáculos que se oponen al avance efectivo de la evolución personal han sido creados por nosotros mismos. Por ello es importante apren- 76 Cerebro reptiliano Cerebro reptiliano Tallo + cerebelo Cerebro interior MENTE INSTINTIVA MENTE EMOCIONAL ATHANOR, 81 (MAYO - JUNIO 2010) Todos nos movemos en diferentes realidades que van desde el mundo exterior hasta ese espacio indefinido que llamamos inconsciente. Pero estas diferentes realidades nada tienen que ver con la experiencia, sino con cómo vivimos esa experiencia. Decir que ante una misma situación estamos adquiriendo el mismo conocimiento es una realidad exterior consciente. Sin embargo no es del todo cierto, ya que la asimilación de esa experiencia es diferente en cada uno de nosotros debido a nuestro filtro personal y a cómo la vamos incorporando a nuestro aprendizaje. Solo recibimos o percibimos aquello que somos capaces de asimilar y comprender. Pero existen otras realidades que, aparentemente, no percibimos. Me estoy refiriendo a la realidad inconsciente, el gran almacén de posibilidades donde encontraremos las herramientas y los materiales para esculpir nuestro cerebro y elaborar un programa de cambio en nuestra vida, si lo sabemos utilizar correctamente. Es un ordenador perfecto que necesita un buen informático para sacarle todas las posibilidades que posee. Corteza Lóbulos frontales Mente planificadora Hemisferio izquierdo Mente analítica Hemisferio derecho Mente Intuitiva Aquí comienza la aventura de descubrir lo que seríamos capaces de hacer y hasta dónde llegan nuestros límites. Solo mediante estos mecanismos podemos acceder a sus registros infinitos, ya que es el único medio capaz de conectarnos con el ilimitado poder de la mente inconsciente. Para alcanzar esa meta, debemos tener presente lo siguiente: una mente consciente, capacitada y entrenada es indispensable para obtener una mente inconsciente infalible. Después de comprender cómo funcionan nuestros cerebros y nuestras mentes, estamos en condiciones de comenzar a poner en práctica los mecanismos que harán posible esculpir nuestro cerebro creativo. ¿Cómo puedo potenciar mi cerebro creativo? a) Sentir/Pensar: Descubriendo la esencia de las cosas Arte y sinestesia son los pilares de las sensaciones puras, pues unifican los hemisferios cerebrales con la mente instintiva y emocional. Practicar procesos artísticos, en cualquiera de sus manifestaciones, posibilita el acceso a informaciones extraordinarias. Nuestra mente intuitiva y la planificadora, unidas al lóbulo frontal y al hemisferio derecho, son el desencadenante, ya que poseen unas cualidades extraordinarias para registrar lo auténticamente creativo y original, desvelando y participando en encontrar la verdad de una forma espontánea e instantánea. Podemos iniciarnos en las capacidades creativas mediante nuestro mundo sensorial, intentando hacer consciente cualquier sensación, descubriendo la experiencia de sentir todo lo que nos pone en contacto con el mundo exterior. Reflexiona sobre lo que voy a decirte: ¿qué diferencia hay entre un pensamiento y una sensación? La respuesta sería: la ausencia de tiempo. La sensación es instantánea, aquí y ahora. No existe tiempo. Por lo que estaremos trabajando en sincronía, que es el eje configurador del hemisferio derecho y la mente intuitiva. Pero se hace imprescindible trabajar con los dos hemisferios para conseguir los propósitos. Veamos algunos ejercicios prácticos: Piensa en tres personas de tu entorno cercano. Al finalizar, escribe en un cuaderno todo lo que seas capaz de extraer de esa experiencia. En el mismo estado de relajación, siente profundamente todas las emociones y sensaciones que te transmiten esas personas y exprésalas mediante diferentes colores en la misma libreta, hasta relacionar un color con la sensación que te transmite esa persona. Otros ejercicios serían ser conscientes de nuestros sentidos externos y de cómo vivimos la experiencia de tocar, oler, degustar, oír, visualizar. Algo así como estar aquí y ahora tomando conciencia de la experiencia. Veamos algunos ejemplos: -Traducir un perfume, o una determinada esencia, a un color específico que pintaremos sobre un soporte adecuado. © Adrianhillman | Dreamstime.com Consciente e inconsciente son dos polos opuestos de una misma cosa. Son indivisibles y forman una unidad sincrónica, al igual que la forman este árbol con su realidad aparente y su realidad oculta. -Si tocas un instrumento musical, traducir sensaciones de tacto, olor, sabor, etc. a notas musicales. -Pensar en el día de hoy comparado con el de ayer y escribir la experiencia. -Sentir el presente y el día anterior y expresarlos con colores o sonidos diferentes para diferenciarlos. b) Estado de trance y Nivel ALFA: Recuperar el contacto con nuestro ser interior Se trata de corregir formas negativas de comportamiento y hábitos perniciosos. Consiste en la unificación del cerebro límbico / mente emocional con la mente planificadora. El primer pilar de este aprendizaje consiste en recuperar el contacto con nuestro ser interior y, para ello, comenzaremos a trabajar con nuestra mente inconsciente en estado de trance cotidiano. Existen diferencias importantes entre trance e hipnosis. A través del trance podemos extraer los recursos que están en el inconsciente de la persona y hacerlos disponibles para ella, mientras que la hipnosis sería una propensión aumentada de la sugestión. El estado de trance lo ha utilizado el hombre desde hace millones de años; forma parte de la vida cotidiana. ¿Quién no ha experimentando, al volante del automóvil, llegar a su destino sin haberse dado cuenta del tiempo transcurrido? Seguro que nos vienen a la mente cientos de situaciones parecidas. Cualquier sensación repetitiva visual, auditiva, táctil, gustativa u olfativa puede inducir un estado de mayor propensión al trance. Los estímulos verbales y no verbales pueden producir relajación profunda cuando ATHANOR, 81 (MAYO - JUNIO 2010) 77 ©iStockphoto.com/revathanor “El sentido artístico aunado a la naturaleza reposada y contemplativa constituye la más favorable condición previa para el desarrollo de las facultades espirituales. Ese sentido penetra más allá de la superficie de las cosas y así descubre sus secretos.” Rudolf Steiner se mantiene repetidamente ese estímulo. El estado de trance es, por tanto, un proceso activo de aprendizaje inconsciente. Este estado es frecuente entre atletas, músicos, artistas plásticos, actores, etc. Hablan de ‘abandonarse’ y estar ‘en el fluir’. Escuetamente, el trance ocurre en muchos contextos. Investigaciones llevadas a cabo por antropólogos y biólogos dicen que el estado de trance es biológicamente necesario, ya que integra el equilibrio entre los sistemas biológicos y psicológicos. Podemos inducir al trance con movimientos repetitivos y rítmicos, tales como los que hacemos al bailar, correr, mecernos, meditar, pintar, tocar un instrumento musical, recitar un mantra; y al hacer yoga, Reiki, ejercicios de respiración, etc. Cuando logramos alcanzar ese estado, podemos comenzar un diálogo interno, dejando que afloren nuestros problemas y pidiendo solución o aclaración de lo que nos preocupa, intentando dejar la puerta abierta para que, de forma clara y sin mediar el pensamiento, obtengamos respuesta y solución de forma inconsciente en el momento preciso. Otro entrenamiento apropiado es trabajar en el estado de vigilia del sueño. Se produce en ese instante en que entramos en fase de ensoñación y alcanzamos un estado de conciencia llamado alfa. Esta es otra situación propicia para dialogar con nuestro ser interior y plantear el problema, para que él nos busque la solución adecuada. Nuestra mente inconsciente es infalible y fun- 78 ATHANOR, 81 (MAYO - JUNIO 2010) ciona como un fiel mayordomo. Ella se encarga de darte la respuesta adecuada en el momento adecuado. ¿Qué podemos lograr en este estado? Desbloquear conflictos. Solucionar problemas y poner en marcha propósitos. Obtener respuesta a situaciones confusas. La respuesta nos vendrá de forma automática y cuando no la esperamos, pero seremos conscientes de que hemos obtenido un resultado satisfactorio, ya que nos produce un alivio inmediato sentir que tenemos clara la respuesta. c) Técnicas de programación creativas. Cortar y pegar. Borrar y crear. Se trata de superar las barreras conscientes hasta alcanzar estados extrasensoriales superiores trabajando desde el no tiempo y la sincronicidad a nivel cuántico (unificando los tres cerebros y las cinco mentes). ¿Sabías que tu cadena de ADN se puede modificar mediante palabras? El ADN es un emisor y receptor de información y funciona como un ordenador capaz de recogerla y transmitirla a través de ondas, a partir de las cuales pueden cambiar y modificarse los patrones de comportamiento de las células, ya que la estructura básica de los pares alcalinos del ADN y el idioma son de la misma estructura. Por eso no se hace necesaria la decodificación del ADN. Podemos usar palabras y oraciones del idioma humano para modificarlo, ya que está basado en un lenguaje similar a las imágenes holográficas, así como al de los textos construidos por el habla humana. Todo esto corrobora científicamente por qué las afirmaciones y programaciones, a través del trance y otras técnicas mentales, pueden llegar a modificar la memoria celular, ya que el cerebro no distingue una proyección mental creativa de una realidad. Podemos modificar todo lo que queramos mediante proyecciones mentales. Podemos cortar y pegar, borrar y crear, como cuando trabajamos con un ordenador. Ahora podemos comenzar a trabajar con nuestro cerebro creativo, pero antes debemos tener en cuenta algo muy importante: las redes neuronales no se programan; se entrenan. El entrenamiento consiste en crear un patrón inicial para que nuestro cerebro sea capaz de generalizar y ampliar mediante procesos mentales y palabras. Este entrenamiento es lo aconsejado en las fases anteriores, tomando como base el estado de trance y la meditación creativa. tensamente desencadena una emoción que se extiende a nivel cuántico a través de las redes neuronales. Únicamente así conseguirás programar lo que te propones. Tienes que sentir la emoción de lo que proyectas. Una vez finalizado, guardas el programa. Este programa, creado por ti, debes repetirlo diariamente, siempre en el mismo estado, y reprogramarlo con las mismas palabras e imágenes. Hay que recordar la orden al cerebro como si se tratara de un disco rayado; de lo contrario, hay dispersión en la programación y no es efectiva. Graba en voz alta todo aquello que desees programar en tu cerebro y escúchalo en el momento de irte a dormir, o en estado alfa. Acompáñalo siempre con la visualización mental, sintiendo las sensaciones y emociones de lo que proyectes. Investigaciones realizadas por el Dr. R. Davidson demuestran que los estados meditativos “El trance es un enfocar en una sola cosa, aumentan la actividad cerebral y sus funciones, dejando los focos periféricos y estrechánlo que supone una sincronización del córtex. Sedolo a un foco de atención […]. El homgún estas investigaciones se ha podido afirmar bre ha recibido demasiada programación que los individuos sujetos a este entrenamienexterna y por ello ha perdido el contacto to son capaces de modular a voluntad las áreas cerebrales en niveles extraordinarios de mecon su ser interior.” Milton Erickson ditación y trance. Si realizas correctamente el entrenamiento expuesto en los dos apartados anteriores, estarás en condiciones de programar: borrar y crear. Estos son los primeros pasos para Todo esto no es más que una insignificante aportación a una correcta programación: todo lo que somos capaces de realizar mediante nuestro cerebro creativo. Es tan solo el inicio de una extraordinaria aventura destinada a familiarizarnos con nuestras En estado alfa o de trance borramos de nuestra mefacultades y posibilidades. Es algo sabido y divulgado por moria todas las situaciones indeseadas o conflictos cientos de científicos que en nuestro cerebro está la poque existen en nuestra vida diaria. Esos conflictos son sibilidad de que seamos seres infinitos y de que construenergías estancadas que no nos dejan prosperar y son yamos a través de nuestra mente creativa todo aquello semejantes a un virus que entró en nuestro ordenador. que nos propongamos. Hay que eliminar los virus. Si no lo hacemos, jamás será efectivo el nuevo programa. Debemos imaginar que trabajamos ante nuestro ordenador. Borramos el programa inservible o indeseado y después vaciamos la papelera. Abre una nueva carpeta y ponle un nombre. Escribe el título y repítelo en voz alta y clara. A continuación escribe el texto escueto de todo aquello que deseas programar, sin aditivos ni ambigüedades. Directo. Visualiza cada situación de las programadas tal y como deseas que suceda, sintiendo la sensación y la emoción. Si programas la maternidad, siente el parto y el nacimiento, que tocas al bebé y le acaricias; siente la emoción de sentirlo además de la visualización correcta. Recuerda el capítulo sobre las redes neuronales. Un pensamiento sin emoción se llama sabiduría. Una experiencia vivida in- Quisiera terminar con un consejo personal para quien desee iniciarse en la práctica de esculpir su cerebro: constancia, voluntad e intensidad serán las pautas a seguir. El camino está por hacer y llegar a alcanzar la meta deseada dependerá de cada uno de nosotros. *Marianna Escribano es doctora en Bellas Artes y ejerce de profesora en la Universitat de Barcelona. Imparte los cursos ‘La enfermedad como aprendizaje y cambio’ y ‘¿Qué sabes de tu cerebro creativo?’ [email protected] ATHANOR, 81 (MAYO - JUNIO 2010) 79
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