¿Qué es y cómo prevenirLa? - Revista Diabetes

PREVENCIÓN
Dr. Francisco Javier Escalada
Departamento de Endocrinología y Nutrición.
Clínica Universidad de Navarra.
Diabetes
La afectación renal es frecuente en personas con diabetes
Diálisis
¿Qué es y cómo prevenirla?
L
Los riñones son los órganos encargados de
eliminar el agua y las sustancias de desecho que
produce el metabolismo. Cuando los riñones
funcionan mal:
• Se acumulan desechos nocivos en el cuerpo.
• Se retiene demasiado líquido.
• Puede elevarse la presión sanguínea.
• No se producen suficientes glóbulos rojos.
No se conoce una cura para la insuficiencia
renal, sino que es necesario un tratamiento que
cumpla la función de los riñones deteriorados.
Uno de estos tratamientos es la diálisis, que es
un proceso artificial que realiza esta función. Se
fundamenta en el movimiento de solutos (iones,
urea, creatinina, ácido úrico, etc.) y de solventes
(agua) a través de los poros de una membrana
semipermeable en relación con las diferentes
concentraciones de las sustancias, siguiendo los
fenómenos de difusión, ósmosis y filtración. La
función principal de la diálisis, por tanto, es la
de "limpiar" la sangre de las toxinas generadas,
el exceso de agua y electrolitos, como el sodio
y potasio, que se produce por un defecto en su
eliminación por el riñón.
Este procedimiento
se usa
habitualmente
en casos de un
empeoramiento
crónico de la
función renal
en pacientes con
diabetes mellitus.
En muchos casos
es posible retrasar
o evitar tener
que llegar a esta
situación con
un adecuado
control médico.
¿Cómo prevenir la diálisis?
Para evitar tener que llegar a esta situación,
el paciente con diabetes mellitus debe
seguir una serie de recomendaciones y
controles médicos. Los principales son los
siguientes:
La nefropatía diabética
La afectación renal secundaria a la diabetes
mellitus es conocida como nefropatía diabética
y, aunque la diálisis puede usarse para pacientes
con un trastorno agudo de la función renal
(insuficiencia renal aguda), en el caso de los
pacientes con diabetes mellitus se usa habitualmente en casos de un empeoramiento crónico
de la función renal, un estado conocido como
enfermedad renal crónica en estadio 5, en el
que la filtración glomerular (función renal) está
por debajo de 15 ml/min. Esta situación puede
desarrollarse durante meses o años, y en contraste con la insuficiente renal aguda, no suele
ser reversible, considerándose la diálisis como
una "medida de espera" hasta que se pueda
realizar un trasplante renal, o a veces como la
única medida de apoyo en los casos en los que
un trasplante no está indicado.
1. Control de los niveles
de azúcar en la sangre
Al igual que ocurre con el resto de las complicaciones microangiopáticas (retinopatía,
nefropatía, neuropatía) de la diabetes mellitus, la mejor manera de proteger los riñones es controlando los niveles de azúcar
en la sangre, como se ha demostrado en
importantes estudios (UKPDS, DCCT). Generalmente, esto se logra a través de una
buena alimentación, actividad física y, de
ser necesario, mediante la toma de fármacos antidiabéticos o la administración de
inyecciones de insulina.
Tipos de diálisis
Cuando la función renal ha llegado a su fin y se
decide recurrir a la diálisis, podemos elegir entre
dos tipos: la hemodiálisis y la diálisis peritoneal.
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2. Control del peso corporal
La obesidad es un factor agravante de la
afectación renal y se ha demostrado que
la pérdida de peso contribuye a mejorar la
función renal. Por lo tanto, el control de la
alimentación y la práctica de ejercicio físico vuelven a ser factores clave para el paciente con diabetes mellitus. Además, una
alimentación adecuada ayudará a controlar
el nivel de azúcar en la sangre, la presión
sanguínea y el colesterol.
3. Control
de la presión arterial
La presión sanguínea elevada es otro factor
que predispone a la alteración del funcionamiento renal. Actualmente, las nuevas guías
de tratamiento recomiendan mantener cifras de presión arterial que oscilan por debajo de 140 mmHg (sistólica) y por debajo
de 80-90 mmHg (diastólica).
Una medida muy interesante es el control
de la toma de sal en las comidas. En el caso
de existir ya un diagnóstico de hipertensión
arterial, algunos fármacos antihipertensivos
pueden tener acciones adicionales protectoras sobre el riñón como los inhibidores de
la enzima convertidora de la angiotensina o
los antagonistas de los receptores de angiotensina. En muchos casos, puede ser
necesario más de un medicamento para la
presión arterial alta a fin de alcanzar el objetivo. Datos recientes apuntan a que a toma
de algunos fármacos antihipertensivos por
la noche puede ser más beneficiosa que
hacerlo durante el día.
4. Control del colesterol y los
lípidos en la sangre
Muchas personas con diabetes tienen altos
niveles de lípidos en la sangre. Los lípidos
son sustancias grasas como el colesterol.
Los niveles altos de lípidos en la sangre
pueden obstruir los vasos sanguíneos. El
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riñón es un órgano muy vascularizado y se
ha demostrado que el control del colesterol
también es beneficioso para evitar la aparición de complicaciones renales.
5. Abandono del tabaco
Si es fumador/a, debe abandonar el hábito
tabáquico. Consulte con su médico.
6. Acudir a las revisiones médicas programadas
Es la forma de detectar precozmente cualquier complicación relacionada con la diabetes. En el caso de la nefropatía diabética,
su médico determinará con regularidad la
eliminación de proteínas por la orina (albuminuria) y la función renal (filtrado glomerular, creatinina).
7. Colaboración entre
endocrinología y nefrología
Cuando la afectación renal progresa, es importante la colaboración del especialista del
riñón (nefrólogo).
En líneas generales, se deberán remitir al
especialista en nefrología los pacientes
con filtrado glomerular estimado menor de
30 ml/min/1,73 m2 (excepto > 80 años) y
aquellos con un cociente albúmina/creatinina > 300 mg/g (confirmado) a pesar de un
adecuado tratamiento y control de presión
arterial.
Diabetes
REPORTAJE
m • Hemodiálisis: Es el tratamiento más frecuente
para la insuficiencia renal. En ella, la sangre
circula a través de una máquina que tiene un
filtro para purificar la sangre y es a nivel de
este filtro donde se realiza la función depurativa y normalizadora del líquido
y composición de la sangre. Esta
máquina se denomina riñón artificial o dializador. La hemodiálisis
generalmente se realiza tres veces a
la semana, durante varias horas por
sesión. Es una técnica que se realiza fundamentalmente en unidades
hospitalarias o en centros de diálisis,
si bien actualmente se está desarrollando también el tratamiento de
hemodiálisis domiciliaria.
El especialista en nefrología se coordina
con el endocrinólogo
para un adecuado
control del tratamiento.
• Diálisis peritoneal: En este tipo
de diálisis, la sangre no se filtra fuera
del cuerpo como en la hemodiálisis.
En vez de eso, la sangre permanece
en los vasos sanguíneos que recubren el abdomen. Se coloca un tubo
flexible (catéter) en el abdomen, procedimiento
que se realiza mediante una cirugía menor. El
catéter permite que el paciente conecte fácilmente unos tubos especiales para que circulen
por su abdomen de dos a tres litros de un líquido
purificador, llamado solución dializadora. El
recubrimiento interno del abdomen, denominado membrana peritoneal, actúa como un
filtro natural, permitiendo que los desechos y
el exceso de líquido de la sangre atraviesen la
membrana y se combinen con el fluido purificador. Al mismo tiempo, el recubrimiento del
abdomen retiene las sustancias importantes que
su cuerpo necesita, como los glóbulos rojos y los
nutrientes. Una vez finalizado el proceso, el líquido purificador utilizado se drena en una bolsa
vacía, la cual se desecha. La diálisis peritoneal
se realiza en el domicilio y es el propio paciente
el que se la realiza después de un periodo corto
de aprendizaje, es continua a lo largo del día
(generalmente, el proceso se repite de cuatro a
seis veces durante el día o la noche) y, por tanto,
más fisiológica. Sobre todo, permite al paciente
realizar con mayor libertad su actividad social
y laboral habitual. D
Referencias
• La diabetes y la insuficiencia renal crónica. www.kidney.org.
National Kidney Fundation 2007. 11-10-0243.
• Documento de consenso para la detección y manejo de la enfermedad renal crónica. A Martínez-Castelao, JL Górriz, J Bover,
J Segura-de la Morena, J Cebollada, J Escalada y cols. Nefrologia
2014;34(2):243-62
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