¿Cómo va la percepción de Bogotá? 4 6 8 10 12 14

b o l e t í n
N o .
14
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o c t u b r e
d e
2 0 0 8
|
I S S n
16 9 2- 8 7 7 6
¿Cómo va la percepción
de Bogotá?
Como es costumbre desde hace diez años el Proyecto Bogotá
Cómo Vamos presenta los resultados de la Encuesta de
Percepción Ciudadana. Este estudio, el más completo que se
lleva a cabo en la materia, refleja la opinión de la gente sobre
los avances y/o retrocesos de la ciudad.
Para tal fin se consultaron
1.506 personas mayores de edad, a lo
largo de las diferentes localidades de
Bogotá. Es importante resaltar que en
esta ocasión se actualizaron algunos
indicadores de la encuesta y se evaluó
específicamente el nivel de satisfac­
ción de los ciudadanos frente a temas
como educación, salud, movilidad,
servicios públicos, vivienda, espacio
público y calidad de vida, entre otros.
Frente a este último aspecto, los
encuestados tienen una percepción
optimista, ya que el 66% considera
continua pag 2
4
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¿Qué hacer frente a la
percepción de seguridad?
Y en materia de movilidad,
¿cómo vamos?
La recuperación del espacio
público, un camino sin retorno
‘Medio ambiente’ de
preocupación y confianza
En participación vamos mal
La imagen del concejo está
dividida
programa de la casa editorial el tiempo, la fundación corona
y la cámara de comercio de bogotá para evaluar el mejoramiento de la calidad de vida de la ciudad
viene de la pag 1
www.bogotacomovamos.org
COMITÉ DIRECTIVO
Rafael Santos
Codirector de El Tiempo
Emilia Ruíz Morante
Directora Ejecutiva Fundación
Corona
María Fernanda Campo
Saavedra
Presidenta Cámara de Comercio
de Bogotá.
COMITÉ TÉCNICO
Ofelia Corradine
Directora Responsabilidad
Social de El Tiempo
Martha Lucía de la Cruz
Jefe Área de Gestión Local y
Comunitaria Fundación Corona
Lina María Castro
Vicepresidenta de Gestión Cívica
y Social Cámara de Comercio de
Bogotá
Juan Fernando Petersson
Director Programa Veedurías
Cámara de Comercio de Bogotá
Ernesto Cortés Fierro
Editor Jefe de El Tiempo
Alexandra Rodríguez del
Gallego
Coordinadora PrOGRAMA
Concejo Cómo Vamos
COORDINACIÓN
Carlos Córdoba Martínez
Coordinador PrOGRAMA Bogotá
Cómo Vamos
Marco Felipe Chacón
Asistente Técnico PrOGRAMA
Bogotá Cómo Vamos
Pedro Nel Borja
Jefe de Prensa PrOGRAMAS
Bogotá y Concejo Cómo Vamos
SEDE
Carrera 6 # 26 - 85. Piso 17
Teléfonos: 350 64 20 - 742 54 32
[email protected]
Fotografías
Cortesía El Tiempo
67%
que las cosas en Bogotá van por
buen camino, mientras que el 72% se
de los encuestados ve un
siente satisfecho de vivir en la capital.
panorama
optimista frente al
Un factor externo que muy probable­
futuro de la ciudad, de los cuales
mente influyó en esta opinión fue la
‘Operación Jaque’ que se llevó a cabo
el 19% considera que Bogotá
el 2 de julio, exactamente cuando la
tendrá una mejor movilidad, con
encuesta se estaba realizando, y que
mayor infraestructura vial y con el
aumentó tanto la tranquilidad como
sistema de Transmilenio y Metro
la confianza de los colombianos.
completo
Sin embargo, el panorama cam­
bia radicalmente en materia de
desarrollo económico. El 23% de
las personas entrevistadas asegura que cuesta revela que el 72% de las personas se
su situación económica ha empeorado sienten muy satisfechas con la educación
en el último año, e identifican como las en la ciudad. Igualmente la encuesta revela
principales razones de este escenario el que el 68% tiene a sus hijos estudiando
costo de la alimentación (48%), de los en colegios públicos, mientras que el 29%,
servicios públicos (45%) de la vivienda los tiene en colegios privados.
(28%), de la educación (26%), de la salud
Con respecto al sistema de salud la
(23%) del vestuario (22%) del transporte tendencia se mantiene. El 63% de los
(21%) y la pérdida de empleo (37%). ciudadanos se siente muy satisfecho con
Aún así, sólo el 24% de los consultados los servicios de salud que recibe, ya sea
se considera pobre. El 42% se percibe de el Sisbén u otras entidades privadas, pro­
esta manera por la falta de dinero y el 38% ducto quizás de las campañas que se han
porque la plata no alcanza para cubrir las realizado en los últimos años por mejorar
necesidades básicas. Es tal la situación el esquema de vacunación de los bogota­
que el 34% de las personas revela que nos, la relativa inmediatez con la que los
en el último año ha dejado de pagar los hospitales atienen las emergencias y la
servicios públicos por que no tiene con disminución en los índices de mortalidad
qué pagar, mientras que el 24% tuvo que por enfermedades agudas.
sacrificar la educación, los aporten en
salud o seguridad social y su alimentación.
Precisamente el 11% de los encuestados PERCEPCIONES ENCONTRADAS
aseguró que en la semana previa al estudio
Una de las grandes innovaciones del
algunos de sus familiares no consumió Encuesta BCV 2008 fue que consultó a
alguna de las tres comidas diarias. La cena los ciudadanos sobre qué tan satisfechos
se ubica en el primer puesto con el 50% se sienten con la telefonía celular (4,3),
y le siguen respectivamente el desayuno Internet (4,0) televisión por cable (3,9) y
(26%) y el almuerzo (21%).
los servicios de las entidades bancarias y
financieras (3,2).
Esta panorámica cambia radicalmente
BUENA IMAGEN EN SALUD Y EDUCACIÓN con relación al interés que muestran las
A lo largo de las diferentes administra­ personas para adquirir vivienda propia, ya
ciones el tema educativo ha sido prepon­ que al 18% no le interesa, el 19% mani­
derante. Desde 1997 se han construido fiesta que tiene problemas para acceder a
megacolegios en Bogotá, se ha logrado, los créditos, mientras que el 51% no tiene
poco a poco, alcanzar la gratuidad en la los recursos para comprar su casa propia.
educación y se han lanzado subsidios estu­ Esto hace entrever que los subsidios no le
diantiles, de transporte y de alimentación, están llegando a todas las personas y que
condicionados a la asistencia de los jóvenes las entidades bancarias deberían preocu­
a las aulas de clase. En este sentido, la en­ parse por brindar alternativas atractivas
boletín No. 14 | octubre de 2008
para la compra de vivienda, que en
últimas redunda en el mejoramiento
de la calidad de vida.
Precisamente sobre calidad de vida,
el 48% de las personas considera
que la Alcaldía Mayor está llevando
acciones en la materia; el 32%, cree
que es la Policía (en 2007 fue 28%);
y el 30%, asegura que el Gobierno
Nacional. Es importante resaltar que
el año pasado nadie (0%) consideraba
que el Concejo de Bogotá estaba en
procura de mejorar la calidad de vida
de los ciudadanos, sin embargo, en
esta oportunidad la cifra aumentó
al 9%. De todas formas, y aunque la
percepción haya aumentado, la Ad­
ministración no debe bajar la guardia,
sino procurar cumplir las ambiciosas
metas establecidas en el plan de de­
sarrollo, ya que de lo contrario Bogotá
sufriría un retroceso económico, social
y cultural que en varias décadas no
ha tenido.
El
23% de las personas
entrevistadas asegura
que su situación
económica ha empeorado
en el último año, e
identifica como las
principales razones de
este escenario el costo de
la alimentación (48%)
IMAGINARIOS PARA BOGOTÁ
Por primera vez el Proyecto ‘Bogotá
Cómo Vamos’ decidió indagar por los
imaginarios que tienen los ciudadanos
sobre la ciudad para los próximos 10
años. El 67% de los encuestados tiene
panorama optimista frente al futuro
de la ciudad, de los cuales el 19% con­
sidera que Bogotá tendrá una mejor
movilidad, con mayor infraestructura
vial y con el sistema de Transmilenio
y Metro completo; mientras que un
16%, espera que la capital sea más
organizada, ordenada, limpia, con
mejor infraestructura y avanzada tec­
no­lógicamente.
Para que todo lo anterior sea po­
sible, es necesario que la adminis­
tración muestre desde ya avances
y logros importantes en movilidad,
economía, participación y medio
ambiente; materias en las cuales los
resultados de la encuesta de per­
cepción prende las alarmas, ya que
reflejan la opinión de los ciudadanos
frente a estos aspectos que, sin duda,
afectan nuestra calidad de vida 
El 24% de las personas se consideran pobres
¿Por qué se conSidera pobre?
Por la falta de dinero
42%
El dinero no alcanza para cubrir las necesidades
38%
Faltan muchas cosas para vivir mejor
31%
No tiene empleo
29%
No tengo vivienda propia
23%
Por la situación económica
21%
No tiene todas las comodidades
15%
Tengo justo lo necesario para vivir
12%
Se pasan muchas necesidades
10%
No tiene un buen salario
7%
¿Qué hacer frente
a la percepción de seguridad?
Por: Jerónimo Castillo Muñoz
Analista y Consultor independiente
La percepción de seguridad,
como toda percepción, se estructura a
partir del conocimiento, las actitudes
y las emociones ciudadanas. Cuando
se tiene una mayor noción de las ac­
tividades delictivas, la percepción se
altera y aumentan las sensaciones de
inseguridad o seguridad. En el plano
emocional las variaciones dependen
de las configuraciones de los indivi­
duos y de sus múltiples experiencias
afectivas.
La encuesta de percepción ciudadana de BCV revela que el 24%
de los ciudadanos se siente inseguro tanto en su barrio como
en Bogotá. Entre las principales causas de esta sensación se
encuentran los atracos callejeros (55%), el tráfico de drogas (32%),
las pandillas juveniles (29%) y los asaltos a casas o apartamentos
(23%), entre otros.
Esto hace, sin lugar a dudas, que
la percepción sea distinta a las con­
diciones de seguridad. Por lo general,
las curvas de evolución delictiva son
inversamente proporcionales a las
de las sensaciones. Sin embargo,
las percepciones son constructo­
ras de realidades y con el paso del
tiempo pueden abrirle paso a las
condiciones de inseguridad. Dada su
naturaleza divergente las estrategias
que deben utilizarse para mejorar
las percepciones son distintas a las
que se desarrollan para mejorar las
condiciones objetivos de seguridad,
pero las dos deben estar integradas
en una misma política coherente.
El territorio de la percepción, al
vincularse con las emociones y la vida
urbana, se puede abrir a un espectro
interminable de factores a intervenir.
Esto hace, al igual que sucede con las
políticas de seguridad, que cualquier
acción de las administraciones tienda
a convertirse en un aspecto de la
percepción. Sería equivocado avanzar
en esa dirección, pues se daría la ten­
dencia a convertir todo en percepción
de seguridad, con iguales consecuen­
cias que cuando se criminaliza en
su totalidad la política de la ciudad.
En el contexto internacional se han
determinado cinco factores, no con­
cluyentes, que afectan y deben incluir­
se en una política integral orientada a
mejorar las condiciones de seguridad.
En primer lugar, se encuentra todo
lo que está relacionado con las expe­
riencias y actitudes frente a la victimi­
zación; es decir, lo que se relaciona
con las vivencias de hechos delictivos
en concreto. De esta manera, una
reducción de los delitos trae como
consecuencia una mejoría en la sen­
sación de seguridad ciudadana. Sin
24%
de los encuestados
se siente inseguro tanto en su
barrio como en Bogotá
boletín No. 14 | octubre de 2008
embargo, ésto no resulta del todo
cierto cuando se observa que los
jóvenes, quienes son las principales
víctimas de la actividad delictiva, son
quienes tienen una mejor sensación
de seguridad. Lo que estará vinculado
con el segundo factor identifica­
do: la sensación de vulnerabilidad.
En las ciudades existen grupos po­
blacionales con mayores sensaciones
de inseguridad, como los ancianos o
las amas de casa, por ejemplo. Estas
poblaciones por sus condiciones físi­
cas o afectivas encuentran el entorno
como un territorio hostil. A pesar de
no tener experiencias delictivas signi­
ficativas tienden a percibir la ciudad
como un escenario de conflicto per­
manente y sientan que las autoridades
son actores ineficientes. Lo que con­
duce al tercer factor: el control social.
La expectativa desbordaba fren­
te a las autoridades o la respuesta
equivocada de las mismas, junto con
la debilidad de las relaciones sociales
en los contextos urbanos, altera la
percepción de seguridad.
Lo que sucede en el espacio público
y las dinámicas en el transporte, son
considerados los dos elementos urba­
nos que tienen mayor incidencia en
la percepción, aunque los resultados
de los mismos sean impredecibles.
Conformando el cuarto factor para
comprender el fenómeno.
Finalmente, las narrativas delictivas
de los medios de comunicación, tanto
a nivel de masas, en contextos locales
reducidos, como en el diálogo cotidia­
no, van a contribuir en la formación
o deformación de las sensaciones
ciudadanas.
Bogotá sin lugar ha dudas ha mejo­
rado sus condiciones objetivas de se­
guridad y lo mismo puede predicarse
frente a la percepción de seguridad.
Gran parte de la mejoría se ha debido
a la intervención no intencionada,
hacia la percepción, sobre algunos
de estos factores. Durante los últimos
diez años la experiencia de victimi­
zación en la ciudad se ha reducido
tal como lo reflejan la disminución
¿Cuál considera que es la acción más importantes para mejorar la
seguridad en su Barrio?
de los indicadores, las poblaciones
vulnerables han sido atendidas y la
promoción de mejores escenarios
para la juventud o el fomento de la
protección de los derechos de los
menores, han contribuido a reducir
algunas de las vulnerabilidades. Tanto
la policía como las autoridades locales
han venido haciendo esfuerzos por
mejorar sus niveles de atención y
aumentar la respuesta frente al ciuda­
dano. Las estrategias de fomento a la
denuncia han sido fundamentales en
ese proceso. La renovación urbana de
la ciudad, la protección y regulación
del espacio público y el aumento
del acceso del ciudadano al mismo,
junto con la búsqueda incansable
por un sistema masivo de transporte
eficiente han contribuido a mejorar la
sensación de los bogotanos.
Pero aún subsisten en la ciudad
dos retos fundamentales frente a la
percepción de seguridad de los bo­
gotanos. Por una parte, delimitar su
alcance y contenido para dotarla de
elementos estratégicos e instrumenta­
les, que permitan su integración con
la política de seguridad de la ciudad.
Es evidente que los ciudadanos te­
merosos que abandonan la ciudad,
restándole vitalidad y sentido, dete­
rioran su calidad de vida y se pierden
del contacto cotidiano que enriquece
la vida de los otros.
Por otra parte, adecuar nuestras
narrativas como expertos, periodistas
o ciudadanos comunes, es una tarea
que debe ser abordada de manera
inmediata. ¿Qué tanto contribuimos
a consolidar una imagen errada de
la realidad en nuestro afán de prota­
gonismo mediático? Es una pregunta
que debemos hacernos todos los
ciudadanos.
“Amor por Bogotá”, proyecto de
la Alcaldía Mayor, es una oportuni­
dad que tenemos en la ciudad para
consolidar y esclarecer lo que hemos
hablado durante tantos años. Sin lu­
gar a dudas, debemos entender que
nuestra relación como ciudadanos y
autoridades con Bogotá se asemeja a
las relaciones de pareja, en las cuales
transmitir una sensación de seguridad
y confianza se convierte en pieza de
garantía para la permanencia de la
misma. La percepción de seguridad
sigue siendo entonces un territorio
abierto a la exploración en Bogotá 
Y en materia de movilidad,
¿cómo vamos?
Los tiempos de los trayectos en
Bogotá han venido creciendo
desde 1998, y por tanto, la
ciudadanía no evidencia mejoría
en la movilidad por efectos de la
implementación del pico y placa
o las troncales de Transmilenio.
Así, se hace imperante que el
Distrito lleve a buen término
el proceso de integración del
transporte público en la ciudad
(SITP).
En marzo de este año se entregó
el resultado de una medición de la
movilidad en Bogotá efectuada por
la Cámara de Comercio. El estudio
revela que hace cinco años un bus
urbano se desplazaba, en promedio,
a 24.5 km. /h y hoy lo hace a 21.8
km. /h equivalente al de una persona
encerrada entre un carro de servicio
público durante un mes. Igualmente,
que entre las 6:30 y 7:30 de la mañana
el transporte público que atiende 659
mil recorridos se había incrementado
en un 16% más con respecto al año
2003, y que esos embotellamientos
implican que los bogotanos gasten
Por: Fernando Rey Valderrama
Consultor e Investigador. Facultad de
Ingeniería Civil - Universidad Santo Tomás
2.5 horas diarias en moverse por la
ciudad, con una velocidad que se ha
reducido hasta en un 11%.
Los embotellamientos vehiculares
propios de los conglomerados urba­
nos se deben, entre otras causas, a
la desproporción entre el crecimiento
automotor y la lenta construcción y
mantenimiento de las vías; en Bogotá
hay que sumarle a esta situación la
falta de integración entre el transporte
público y la deficiencia en la señaliza­
ción y demarcación.
La última encuesta de percepción
“Bogotá Cómo Vamos 2008” efec­
tuada en 19 localidades, confirmó
boletín No. 14 | octubre de 2008
que para el 26% de los ciudadanos
los tiempos de los trayectos vienen
creciendo desde 1998, especialmente
desde 2007 y esa variación tiende a
mantenerse en 2008. Sin embargo,
la puesta en marcha de TransMilenio
produjo una mejoría en las troncales
y en parte de sus zonas de influencia;
situación reflejada a finales del año
2000 con la Fase I y del 2004 con la
consolidación de la Fase II.
La gente no evidencia, por ejemplo,
mejoras en la movilidad por efectos
de la implantación del pico y placa,
medida temporal de choque para
mejorar puntualmente el tráfico,
pero sí un aumento en el número de
vehículos, mínimos descensos en la
contaminación y la accidentalidad,
situación muy parecida a la que hoy
padece ciudad de México.
Con un promedio de 2.9 la ciuda­
danía calificó la gestión en aspectos
de tráfico como las campañas edu­
cativas y el respeto por las normas y
señales; la peor nota la recibe el desor­
den del transporte público, concepto
que incluye la guerra del centavo, la
redistribución de rutas, la integración
del sistema colectivo a TransMilenio
y la alimentación de pasajeros a los
portales. Esta última es una situación
reiterativa: los ciudadanos siguen
protestando y bloquean la operación
de los articulados por no disponer de
transporte adecuado.
Las acciones de vigi­
lancia sobre tarifas de los
parqueaderos deben in­
crementarse y permitir el
uso temporal de las bahías
vehiculares propios de los
atendiendo lo ordenado
conglomerados urbanos se
por el Concejo; en este
deben, entre otras causas,
sentido hay confusión.
Para trasladarse a sus em­
a la desproporción entre el
pleos, estudio y hogar,
crecimiento automotor y la lenta
las estadísticas arrojaron
construcción y mantenimiento
unas mediciones lógicas.
de las vías.
Se confirma que de los
10 millones de viajes que
se efectúan en Bogotá, el
70% lo atiende el transporte público transportarse en bus ejecutivo, mien­
con una participación del 20% de tras que el 18% usa Transmilenio. Esta
TransMilenio. Hay un alto volumen situación indica que, efectivamente,
de caminantes por la cercanía a sus el sistema de troncales se saturó y
destinos (93%) y por falta de alter­ factores exógenos como la incomodi­
nativas o de capacidad económica dad y la inseguridad jugaron un papel
(7%); la tendencia a desplazarse a preponderante en la evaluación.
Contrario a lo anterior, el 54% de
pie ha aumentado y se consolida. El
vehículo particular mantiene un 20% los ciudadanos estima que la inserción
en las alternativas de desplazamiento, de TransMilenio en Bogotá mejoró
aquí la reflexión es que los intentos sustancialmente su calidad de vida.
de desestimular su uso no han dado Las personas aprendieron a utilizar
mayores resultados porque los usua­ ese novedoso servicio en la ciudad, a
rios no tienen otras alternativas más usufructuar el espacio público, de las
ciclorrutas integradas al sistema y del
cómodas y seguras.
La comparación entre los modos de incremento en su velocidad de despla­
transporte, arrojó algunos datos que zamiento por las vías segregadas.
Igualmente, el 71% de los ciudada­
nos llevan a pensar que el impacto
altamente positivo de Transmilenio nos tienen una expectativa positiva so­
ha venido decayendo con el tiempo. bre el Metro como sistema fundamen­
El 26 % de los entrevistados prefiere tal que reestructurará los patrones de
desarrollo de la ciudad, que también
permitirá renovaciones urbanas e
¿Qué tan satisfecho está con el medio de transporte que más utiliza?
incrementará sustancialmente el nivel
de calidad de vida de los bogotanos.
Para lograr que Bogotá alcance su
mayoría de edad en materia de mo­
vilidad, es imperante que el Distrito
lleve a buen término el proceso de
integración del transporte público
(SITP), que se ajusten el Plan Maestro
de Movilidad y el Plan de Ordenamien­
to Territorial, teniendo en cuenta el
Tren de Cercanías y el Metro como
nuevos componentes 
1=Muy insatisfecho a 5= Muy satisfecho
Los
embotellamientos
La recuperación del espacio público,
un camino sin retorno
Por: Walter López Borbón.
Arquitecto Universidad Piloto de Colombia
La percepción de los
ciudadanos sobre el
espacio público en
Bogotá ha mejorado
ligeramente en el último
año. Para generar avances
significativos es necesario
tener un acercamiento
holístico al tema y contar
con nuevos instrumentos
para medir su aceptación.
De esta manera, no será
tarea imposible llegar
a la meta de 10 metros
cuadrados por habitante
como lo propone el Plan
Maestro.
La situación por la que atraviesa
Bogotá, no deja de ser más que satis­
factoria. Cinco administraciones com­
prometidas con mantener una serie
de políticas con miras a garantizar un
mejoramiento de las condiciones de
vida de los ciudadanos, un Plan de Or­
denamiento Territorial que ha servido
de base para la formulación de planes
que dan marco general a las iniciati­
vas, tanto públicas como privadas, así
como la formulación y aprobación de
diecisiete Planes Maestros que dan
cuenta de una construcción integral
del espacio urbano y territorial. Son
doce años de búsqueda y construc­
ción, lo que nos dio la posibilidad de
recibir el León de Oro de la Bienal de
Venecia, por las mejores prácticas
innovativas urbanas.
Esto ha hecho que, según los re­
sultados de la encuesta de percepción
de Bogotá Cómo Vamos 2008, el 67%
de los habitantes de la ciudad se en­
cuentren optimistas frente a su futuro.
Sí a esto se le suma la trascendencia
que reciben factores como el empleo
(el 51% del trabajo generado en la
ciudad es informal, “Observatorio
del Mercado de Trabajo” Cámara de
Comercio 2004), ingresos (86,48% de
la población pertenece a los estratos
uno, dos y tres,”Recorriendo Bogotá
2004”), movilidad, oferta en salud y
vivienda, entre otras, hace que el tema
de espacio público quede poco jerar­
boletín No. 14 | octubre de 2008
quizado, al punto que llegó a ocupar
el puesto número 11 entre el conjunto
de expectativas en la Encuesta de
BCV 2007. El primer grupo de datos
establece lo que se llama “indicado­
res de arrastre”, es decir, una ciudad
percibida en su conjunto y dentro
de ella uno de sus componentes: el
espacio público. Los últimos indica­
dores relacionados relativizan de una
manera contradictoria el importante
papel que juega el componente de
espacio público en la formación del
ser ciudadano.
En consecuencia, es necesario ga­
nar una mirada integral del espacio
público, pues es imposible pretender
que el usuario cotidiano haga el ejer­
cicio de separar este factor de otros
como: movilidad, medio ambiente y
seguridad; lo cual nos llevaría a esta­
blecer otro concepto alrededor de lo
que se denominaría: “los indicadores
de ruido”, es decir percepciones aso­
ciadas pero calificadas de manera
individual. Esto hace que la afecta­
ción negativa en las condiciones de
trasporte haga que el uso del espacio
público se reduzca fundamental­
mente a los fines de semana. Es de
recordar que el 68% de las personas
se mueven en trasporte público, pero
los que aún se movilizan en autos
privados perciben el espacio público,
más como escenario que como áreas
de uso y esparcimiento. Si a todo ello
se suma el considerable aumento de
la percepción de inseguridad y vin­
culación a la calle, tendremos un pa­
¿Cree que el tener vendedores
ambulantes en la calle es un
problema?
norama poco halagador. Es necesario
ganar una visión integral del tema, un
acercamiento holístico al problema y
tener nuevos instrumentos para medir
su percepción y aceptación.
En lo específico al espacio público
tenemos un pequeño incremento
frente a la percepción de las condicio­
nes en que se encuentran los parques,
las zonas verdes, las vías de acceso, el
alumbrado público, los andenes y los
separadores, con variaciones, entre
1998 y 2008; es decir, en un periodo
de diez años, de 0.075, lo que es casi
imperceptible siendo negativo para el
caso del alumbrado público. Llama la
atención cómo ha venido bajando la
percepción negativa frente a la pre­
sencia de vendedores ambulantes en
el espacio público, pasando del 54% al
75% los que no lo consideran inopor­
tuno. Una cifra como esta podría tener
varias explicaciones: de una parte,
un reconocimiento a los
esfuerzos que han venido
haciendo las diferentes
administraciones en este
de
sentido y los resultados
los diez metros cuadrados por
positivos de las mismas; de
habitante como lo propone el
otra, una cierta solidaridad
Plan Maestro de Espacio Público,
con estos grupos de fami­
es aún un gran reto, ya que el
lias y las condiciones de
promedio actual es de 4,7 m2 y
sobrevivencia a que se ven
sometidas. Si bien es cierto
está inequitativamente distribuido
se reconoce la afectación
a lo largo de las 19 localidades.
que esto genera sobre
la imagen de la ciudad y
Llegar a la meta
la economía, también lo es, que no
necesariamente hay una estrecha
relación entre este uso intensivo del
espacio público y la seguridad en las
calles.
Es de aceptarse la ausencia de uno
de los actores en lo que hace referen­
cia a las ventas ambulantes, pues en
un alto porcentaje los productos que
estos ofrecen son de origen formal
provenientes de firmas reconocidas
que se lucran con la presencia de esta
modalidad urbana y que deberían ser
parte de la solución. Es un momen­
to muy oportuno para recoger un
número importante de iniciativas y
experiencias que se han venido ade­
lantando a través de entidades como
la Defensoría de Espacio Público, con
la cual se ha avalado la conformación
de varias Redes de Gestión Social
alrededor de la recuperación de
diferentes tipos de espacio público,
o de las diferentes estrategias del
Instituto para la Economía Social IPES,
en lo que a la relocalización de ventas
ambulantes se refiere. En resumen, se
trata en parte de “ver el vaso medio
lleno y no medio vacío”.
Llegar a la meta de los diez metros
cuadrados por habitante como lo
propone el Plan Maestro de Espacio
Público, es aún un gran reto, ya que
el promedio actual es de 4,7 m 2 y
está inequitativamente distribuido a
lo largo de las 19 localidades, 11 de
las cuales están por debajo de este
promedio, con casos extremos como
los de Ciudad Bolívar y Bosa, que con­
centran una parte muy importante de
la población y apenas llegan a la mitad
del promedio establecido. El camino
está dado y socios como las universi­
dades y las facultades de arquitectura
podrían hacer aportes significativos a
los retos planteados, el ser creativos,
conocer en detalle otras experiencias
locales, nacionales e internacionales,
unos esquemas altamente participa­
tivos y una férrea decisión política,
hará sostenible lo que hasta ahora
ha sido un propósito bien intencio­
nado 
10
‘Medio ambiente’
de preocupación y confianza
Por: Eduardo Behrentz
Director Centro de Investigaciones
en Ingeniería Ambiental
Universidad de los Andes.
La ciudadanía cada vez más está preocupada por la
situación del medio ambiente en Bogotá; por tanto,
piden a las autoridades distritales que brinden
soluciones en la materia pues consideran que aún
no muestran la capacidad de gestión necesaria.
3 de cada 4 bogotanos
Una primera reflexión acerca
de los resultados de la encuesta de
percepción ciudadana Bogotá Cómo
Vamos tiene que ver con que éstos
permiten identificar tendencias bas­
tante claras para la ciudad y que a
su vez se encuentran articuladas con
la realidad técnica de muchos de los
temas que allí se incluyen. Lo anterior
significa que el ejercicio no sólo sirve
como termómetro de la opinión de los
ciudadanos sino también como herra­
mienta para evaluar la gestión pública
en los temas de medio ambiente.
En otro tema de carácter gene­
cree que los problemas asociados
con la contaminación del aire,
las basuras en las calles, la
contaminación de ríos, las rondas
urbanas, la falta de árboles y
los altos niveles de ruido están
afectando sus condiciones de
salud.
ral, parece claro que en la
ciudad aún se respira un
ambiente de confianza y
esperanza que se refleja
en que el 72% de los en­
cuestados se encuentran
satisfechos de vivir en la
ciudad, al tiempo que el
67% de los mismos cree
que la ciudad seguirá me­
jorando durante el transcurso de la
próxima década.
Sin embargo, al analizar los re­
sultados específicos en la dimensión
ambiental de Bogotá, es claro que las
autoridades se encuentran en deuda
con la ciudadanía.
Esto se demuestra en que tres de
cada cuatro bogotanos cree que los
problemas asociados con la conta­
11
boletín No. 14 | octubre de 2008
minación del aire, las basuras en las
calles, la contaminación de ríos, las
rondas urbanas, la falta de árboles y
los altos niveles de ruido están afec­
tando sus condiciones de salud. Al
mismo tiempo, tan sólo una de cada
4 personas cree que las autoridades
ambientales están actuando de forma
apropiada para dar solución a dichos
temas.
Al interior de las cuestiones rela­
cionadas con medio ambiente que
más preocupan a los ciudadanos se
pueden destacar la contaminación
del Río Bogotá y el manejo del tráfico
vehicular y su relación con la calidad
del aire. En estos temas en particular,
los ciudadanos creen mayoritaria­
mente que las autoridades distritales
están obligadas a ofrecer soluciones
concretas, pero aún no demuestran
la capacidad de gestión necesaria
para la solución de la problemática
en referencia.
Según los resultados de la en­
cuesta, los habitantes de la capital
del país estarían mayoritariamente
de acuerdo en que existiesen leyes y
regulaciones más severas que permi­
tiesen ejercer un mejor control a las
distintas fuentes de contaminación en
la ciudad. Igualmente, los ciudadanos
se manifiestan dispuestos a cambiar
su propio comportamiento llegado el
caso de que existan programas que
involucren a la comunidad de forma
masiva. Más interesante aún, cerca
del 50% de los encuestados estarían
dispuestos a asumir de forma personal
algunos de los costos asociados con
un ambiente urbano más limpio.
En conclusión, los bogotanos y bo­
gotanas se encuentran preocupados
por la calidad ambiental de su ciudad y
exigen respuestas concretas por parte
de las autoridades del distrito. En
este sentido, la alta favorabilidad del
Alcalde Moreno (68%) es una buena
noticia pues significa que la máxima
autoridad distrital cuenta con el capi­
tal político para tomar las decisiones
que sean del caso y así darle solución
a los temas antes mencionados 
¿Qué tan de acuerdo está usted con las siguientes afirmaciones?
1=Muy en desacuerdo y 5= Muy de acuerdo.
¿Qué tanto cree que los siguientes problemas ambientales de Bogotá
afectan su salud y la de su familia?
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En participación
vamos mal
Por: Fabio E. Velásquez C.
Director Fundación Foro Nacional
por Colombia
La ciudadanía no conoce los
espacios de participación
que existen en Bogotá; se
podría pensar que hay una
cultura política marcada por
el individualismo. La actual
Administración ha tratado de
incluir el tema dentro de sus
objetivos, pero aún no hay
acciones claras en la materia.
Así las cosas, no parece haber
señales de cambio.
El año pasado cuando el Al­
calde Luís Eduardo Garzón conoció
los resultados de la Encuesta de Per­
cepción del Proyecto Bogotá Cómo
Vamos (BCV), resumió en una sola
palabra el balance de su gestión en
este campo: “fracasamos”, dijo en
un tono que expresó una mezcla de
frustración y desencanto. Las cifras
de la encuesta eran elocuentes: el
porcentaje de personas que conocían
los espacios de participación era muy
bajo. Por ejemplo, el conocimiento de
los Consejos Locales de Planeación era
solamente del 7%, cuando seis años
antes la encuesta del Observatorio
de Cultura Urbana había arrojado
una cifra de 14.1% y la de 2003, un
16.5%. Por supuesto, los porcentajes
de pertenencia a dichos espacios eran
ínfimos, casi inexistentes.
Este año las cifras marcan la misma
tendencia desalentadora. Es más,
generan preocupación. Aunque las
preguntas incluidas en la Encuesta
de BCV indagan solamente sobre un
par de dimensiones del asunto, son
suficientes para tomar conciencia
acerca de la necesidad de iniciar una
reflexión de fondo sobre el tema.
Los análisis de la participación
ciudadana en los asuntos públicos
coinciden en señalar dos factores
determinantes de las prácticas parti­
cipativas: de una parte, la disposición
de la gente a colaborar con otras
personas para resolver problemas
compartidos, lo que significa una cier­
ta conciencia ciudadana acerca de sus
responsabilidades con la comunidad
y, por supuesto, la disposición de un
mínimo repertorio de recursos para
actuar colectivamente. De otra, la
existencia y la apropiación por parte
de la población de los escenarios
creados para su intervención en los
asuntos públicos.
Sobre el primer aspecto, la encues­
ta de BCV 2008 indica que solamente
un 37% de la población se ha unido
con otras personas para resolver pro­
blemas de la comunidad. El restante
63% jamás lo ha hecho. Las motiva­
ciones de quienes se han embarcado
en ese tipo de iniciativas son en buena
parte altruistas (dos de cada cinco per­
sonas han trabajado con otros por la
convicción de que hay que hacerlo y la
satisfacción que ello les produce). Pero
lo que muestra el 63% es el dominio
de un imaginario individualista, según
el cual cada quien debe resolver sus
propios asuntos como mejor pueda.
La acción colectiva es residual y ocupa
un lugar secundario en las prácticas
de la ciudadanía.
En cuanto a la apropiación ciuda­
dana de los espacios de participación
instituidos en la ciudad, los resul­
tados son también pobres: los más
conocidos son los consejos locales
de cultura, los de planeación, los
de juventud y los consejos tutelares
de los derechos de la niñez, con un
9%; y la pertenencia a ellos no pasa
nunca del 2% de los encuestados.
Además, las personas entrevistadas
calificaron de manera muy regular
el impacto de esos espacios en las
decisiones que toma el gobierno de
la ciudad: entre 3.2 y 3.4, lo que en
parte explica por qué la ciudadanía
se aleja de ellos y busca otras formas
de acercarse a las autoridades de la
ciudad para establecer puentes de
comunicación y de diálogo con ellas.
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boletín No. 14 | octubre de 2008
Al parecer hay una cierta desconfianza
en la institucionalidad participativa o,
por lo menos, una percepción de su
bajo nivel de eficacia para resolver
problemas sentidos.
Existe, entonces, un déficit de
ciudadanía en Bogotá, una cultura
política signada por el individualismo
o por la intermediación clientelista
como maneras de resolver los proble­
mas de la vida diaria, especialmente
aquellos que tocan a comunidades
enteras. Pero la responsabilidad no
puede ser achacada exclusivamente
a la sociedad. El gobierno distrital
también ha tenido que ver con estos
malos resultados, por una razón
fundamental: ninguno de los gober­
nantes, incluido los dos que fueron
elegidos en representación del Polo
Democrático Alternativo, le ha dado a
la participación la importancia que se
merece en la gestión de los asuntos de
la ciudad y, en consecuencia, tampoco
han formulado una estrategia cohe­
rente de promoción de la misma que
anime a la población a sumarse a la
tarea de trabajar con el gobierno en la
solución de los problemas de Bogotá.
Lo anterior no significa que no
haya experiencias interesantes de
participación ciudadana en los últimos
años en la capital. Tampoco
que las diferentes administra­
La encuesta de BCV 2008 indica
ciones no hayan hecho nada
que solamente un
al respecto. Por el contrario,
es creciente el número de
iniciativas gubernamentales
de la población se ha unido con
de promoción de la partici­
otras personas para resolver
pación, nacidas en el seno de
problemas
de la comunidad. El
las diferentes entidades del
Distrito, pero éstas han tenido
restante
muy baja incidencia en las
jamás lo ha hecho.
decisiones públicas, tienen un
alcance limitado y se caracte­
rizan por una gran dispersión
de acciones, con un bajo impacto en de la ciudad más no por la Adminis­
la democratización de las decisiones tración Distrital. Finalmente, hasta la
públicas y en el mejoramiento de la fecha no se ha escuchado de boca
calidad de vida en Bogotá.
del Alcalde Moreno nada acerca del
L a administración del alcalde diseño de una política de participa­
Samuel Moreno incluyó en su plan ción que unifique el esfuerzo de las
de desarrollo a la participación como autoridades distritales en ese campo y
un objetivo de ciudad, pero aún no se cree las condiciones para un ejercicio
percibe el peso que pueda tener en el más calificado de la participación por
conjunto de prioridades de gobierno. parte de la ciudadanía.
Algunos datos generan pistas: el por­
Así las cosas, no parece haber
centaje de recursos asignados es muy señales de cambio; lo que resulta
pequeño, tan sólo el 0.5% del pre­ preocupante, pues en ausencia de
supuesto plurianual de inversiones, y tales señales el deterioro de la parti­
la baja innovación en las propuestas. cipación puede ser mayor en el inme­
Lo novedoso es la puesta en marcha diato futuro. Ojalá, a la vuelta de tres
de los presupuestos participativos, años, ésta haya sido una apreciación
iniciativa presentada por el Concejo equivocada 
¿Cuál de los siguientes espacios de participaciòn usted conoce y cómo los califica?
37%
63%
14
La imagen del Concejo
está dividida
Las corporaciones públicas
en Colombia generan un nivel de
confianza entre los ciudadanos
que históricamente no supera
el 50% según el último estudio
de Cultura Política de la
Democracia en Colombia 2007, a
partir los datos registrados por
el Barómetro de las Américas.
Este comportamiento es ratifica­
do para Bogotá por los resultados de
la Encuesta de Percepción Ciudadana
de Bogotá Cómo Vamos. Para los
bogotanos que dicen saber que en la
Imagen del Concejo de Bogotá
Por: Alexandra Rodríguez
Coordinadora del Programa Concejo
Cómo Vamos
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boletín No. 14 | octubre de 2008
comunicar los ejercicios de maciones adicionales. Por un lado, la
rendición de cuentas por sensación de poca representación por
parte de los cabildantes y parte del Concejo de los intereses de
Un promedio histórico indica
a fortalecer las iniciativas la ciudadanía con una calificación pro­
que la calificación de la imagen
ciudadanas que persigan medio de 2.9 y la importancia que se
un mayor conocimiento de le otorga a los cuestionamientos que
del Concejo de Bogotá ha ido
la gestión de Corporación desde el Cabildo se le pueden hacer
mejorando con los años pero aún
por parte de la ciudadanía. a la Administración con un porcentaje
no supera la nota general de
En este sentido llama par­ de acuerdo del 72%. Estos dos nuevos
.
ticularmente la atención resultados reafirman la necesidad de
entre los resultados de la hacer más conocido el ejercicio diario
Encuesta, la calificación de la Corporación, permitiendo que
promedio frente a la im­ más ciudadanos se identifiquen con
portancia que le otorgan los planteamientos de los cabildantes;
ciudad hay un concejo distrital (80% los bogotanos a la vigilancia ciuda­ más si se tiene en cuenta el altísimo
de la muestra total), la imagen de la dana a la labor del Concejo: 83% de reconocimiento que le da la ciudad
corporación se divide en partes casi los encuestados está de acuerdo con a una de las atribuciones básicas de
iguales: el 51% de los entrevistados dicha tarea y en general se le otorga la Corporación como es el control
tiene una imagen favorable y el 49% una calificación de 4.3.
político a la Administración 
una desfavorable.
Igualmente, resulta interesante
Una rápida revisión de estos datos analizar la posición frente a dos afir­
discriminados por zonas, permite ob­
servar que el comportamiento de esta
Calificación histórica promedio de la gestión del concejo de Bogotá
posición no es constante para toda la
ciudad. En términos de imagen, dos
zonas se ubican en los extremos de
la medición: la zona de Chapinero
reporta la peor imagen del Cabildo
Distrital con una favorabilidad del
36%, mientras la zona occidental
reporta la mejor imagen con una
desfavorabilidad del 37%.
Esta impresión se mantiene en
términos de la calificación que pueden
dar los bogotanos frente a la gestión
de la Corporación. Un promedio
histórico indica que la calificación ha
ido mejorando con los años pero aún
no supera la nota general de 2.9, con
el mismo comportamiento al interior
Posición frente a la importancia de que la ciudadanía vigile al
de las zonas de Bogotá. Chapinero re­
concejo de Bogotá
gistra la nota más baja (2.6) mientras
que en la zona occidente le otorgan
la calificación más alta (3.0).
Estos resultados, a pesar de nos
ser atípicos en términos de las califi­
caciones a las corporaciones en toda
Latinoamérica, si ponen de nuevo en
evidencia la necesidad de hacer más
visibles las actuaciones del Concejo y
de los concejales de la ciudad. De allí
el permanente llamado a realizar y
2.9
16
Ficha técnica de la
Encuesta Bogotá Cómo Vamos 2008
Persona natural o jurídica que la
realizó
Ipsos Napoleón Franco, inscrito ante el
Consejo Nacional Electoral
Persona natural o jurídica que la
encomendó
Bogotá Cómo Vamos
Grupo objetivo
Hombres y mujeres mayores de 18 años de edad, niveles socio económicos alto
(estratos 6 y 5), medio (estrato 4 y 3) y bajo (estrato 2 y 1), residentes en Bogotá,
en cada una de las 6 zonas en que se divide la ciudad.
Tamaño de la muestra
1.506 encuestas.
Tema o temas a los que se refiere:
Indicadores del clima de opinión en la ciudad; Opinión de la ciudadanía sobre el
rumbo de las cosas en la ciudad; Identificar indicadores clave que permitan medir
los niveles de satisfacción, las opiniones sobre el cumplimiento de los puntos
básicos del programa de gobierno de Samuel Moreno.
Fuente de financiación
Bogotá Cómo Vamos
Tipo de la muestra
Probabilística, muestreo polietápico,
en hogares.
Técnica de recolección de datos:
Entrevista personal cara a cara en hogares con aplicación de un cuestionario
estructurado.
CICLO DE SEMINARIOS
LOS DESAFÍOS PARA LA POLÍTICA SOCIAL DEL DISTRITO:
INCLUSIÓN SOCIAL, DERECHOS, BIEN-ESTAR, CAPACIDADES Y VULNERABILIDAD
Debates de Coyuntura CIDER, en alianza con Bogotá Cómo Vamos
Sesiones: Jueves de final de mes 6:00 – 8:00 p.m. Universidad de Los Andes
TEMA
FECHA
1. Protección social y Enfoques de Derecho y Exclusión: el
debate que olvidamos
30 Octubre 2008
6-8 p.m.
Jorge Iván Bula (Confirmado)
César Giraldo (Confirmado)
2. Limitaciones de la política de Manejo Social del Riesgo:
más allá de la reproducción del capital humano para la
productividad globalizada
27 Noviembre 2008
6-8 p.m.
Andrea Lampis (Confirmado)
Jairo Núñez (Confirmado)
3. Protección social en América Latina: ¿qué hacen los
demás, cuáles sus logros y desafíos?
11 Diciembre 2008
Olga Lucía Acosta (Confirmada)
Francisco Pérez (Confirmado)
4. Seguridad Humana y vulnerabilidad: vivir libres de
eventos críticos además de ser libres para elegir
29 Enero 2009
Invitados por definir
5. Pobreza crónica y protección social: características de
un núcleo de asistencia social
26 Febrero 2009
Invitados por definir
6. Desarrollo social y económico y protección social: la
política social para transformar
26 Marzo 2009
Invitados por definir
7. Universalismo y focalización: ¿un falso dilema?
30 Abril 3009
Invitados por definir
8. Estructura de la protección social en Bogotá: ¿Qué
arquitectura se necesita para vivir mejor?
28 Mayo 20 09
Invitados por definir