Cómo ser librado del poder del pecado Fernando Gálvez Barajas 1. La realidad del pecado Un punto de partida fundamental para tener una conciencia de pecado es el reconocimiento de la pecaminosidad personal. ¿cómo se podrá luchar contra el enemigo que se desconoce? Lamentablemente aunque el cristiano debería tener una conciencia clara del pecado en su vida, el mismo pecado le engaña y ciega. Por eso dice el salmista: ¿quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos (Salmo 19:12) y también dice: Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón . . . Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno (Salmo 139:23-‐24). Por esa causa el Señor dice: No seas como el caballo, o como el mulo sin entendimiento (Salmo 32:9ª). Dice la escritura que somos capaces de ver la paja en el ojo ajeno (las faltas y pecados de los demás) con claridad inigualable y con ojo de lince; pero incapaces de ver nuestra propia pecaminosidad (la viga de nuestro propio ojo). Somos ciegos a nuestra propia maldad. El pecado La caída trajo toda clase de maldiciones a la vida humana tanto espirituales como físicas, de hecho en nuestra perspectiva reformada vemos al pecado como afectando la totalidad de la vida humana, al respecto la confesión de fe de Westminster dice: Por este pecado (nuestros primeros padres) cayeron de su rectitud original y perdieron la comunión con Dios, por tanto quedaron muertos en el pecado, y totalmente corrompidos en todas sus facultades y partes del alma y del cuerpo, cap.6 II. Así, los efectos del pecado se podrían describir de la siguiente manera: Para el no creyente Para el creyente Depravación total en el sentido absoluto Depravación total en el sentido relativo Quedó expuesto a la muerte física (inevitable) Quedó expuesto a la muerte física (inevitable) Quedó muerto espiritualmente (no puede Ha resucitado juntamente con Cristo (ha sido buscar a Dios) habilitado por Dios para poder buscarle) Quedó ciego a su propia pecaminosidad (su Está en capacidad de entender que ha pecado conciencia está entenebrecida) contra Dios, pero por descuido de la vida cristiana esta expuesto a ser cegado por el engaño del pecado. Tiene un corazón de piedra (insensible en lo Tiene un corazón de carne (sensible respecto que respecta a Dios) a Dios), pero puede endurecerse por el pecado Es potencialmente capaz de cometer los Es potencialmente capaz de cometer los pecados más atroces pecados más atroces Es rebelde a Dios Es potencialmente capaz de ser rebelde a Dios Es pecador y por eso peca Es pecador y por eso peca 2 De los siguientes pasajes escribe los efectos del pecado: Juan 5:42___________________________________________________________________________________________________ Efesios 4:18________________________________________________________________________________________________ 2 Timoteo 3:2-‐4___________________________________________________________________________________________ Tito 1:15___________________________________________________________________________________________________ Hebreos 3:12______________________________________________________________________________________________ Como vemos, la depravación total del hombre (el hecho de que el pecado ha afectado cada parte del cuerpo y alma del ser humano) no solo es una realidad en la persona inconversa, sino también en los creyentes. Por la naturaleza misma del pecado el creyente sufre los estragos del tiempo en su físico, pero también está expuesto a la peligrosidad, engaños, mentiras y endurecimiento por el pecado. Ahora bien, hay una diferencia notable entre los creyentes y los no creyentes. Los no creyentes pueden sentir cierto remordimiento cuando hacen algo que no es correcto, mientras que los creyentes serán compungidos cuando pequen y tendrán la disposición (tarde o temprano) de reconocer que están mal y que necesitan ser cambiados por Dios en esa determinada área en la que son inconsistentes con su fe. Los creyentes tienen una nueva vida, un nuevo corazón por lo que su conciencia se dolerá cuando piensen o hagan aquello que saben no es correcto o sabio en conformidad con la Palabra de Dios. A continuación escribe qué elementos encuentras en la convicción de pecado: ¿Qué encuentras en común? Es personal y de reflexión. Juan 16:8___________________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ Salmo 32:3-‐5_______________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ Salmo 38:1-‐10______________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ Salmo 51:1-‐4______________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ Hechos 2:29-‐39____________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ Lucas 19:1-‐10______________________________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________________________________________ El pecado antes que nada es una violación a la santa ley de Dios: . . . el pecado es la infracción de la ley (1 Juan 3:4ª). Así que el pecado siempre está relacionado con Dios, con su ley, con su voluntad; es el quebrantamiento de la misma. Por eso cuando David fue confrontado por el profeta respecto al pecado de adulterio y homicidio que él había cometido contra Urias dijo: Contra ti, contra ti sólo he pecado, he hecho lo malo delante de tus ojos . . . (Salmo 51:4ª). Había pecado contra Urias, Betsabé, la institución matrimonial, regia y contra el pueblo frente al que 3 debía modelar las virtudes de Dios. Pero David reconoce que antes que nada y primariamente había pecado contra su Dios. El don del arrepentimiento Hablo del arrepentimiento como un don, por que lo es. Ciertamente las personas ejercen el arrepentimiento, pero es Dios quien lo otorga a quien quiere en el momento que quiere aunque ciertamente es responsabilidad humana hacerlo. Hechos 5:31; 11:18; Romanos 2:4 ¿Qué se dice respecto al arrepentimiento? Finalmente la convicción de pecado que lleva a las personas al arrepentimiento y el mismo arrepentimiento es un don de Dios. Es un regalo del bondadoso Dios, es una manifestación de su maravillosa gracia. En la lucha contra el pecado es menester recordar que el pecado es una realidad, que luchamos y seguiremos luchando contra él hasta el fin de nuestros días, que el pecado constituye una violación a la santa ley de Dios, pero que Dios nos brinda la posibilidad de arrepentirnos, finalmente es por su gracia que podemos reconocer cuán pecadores somos y cuán grande es su misericordia y amor. Cuando Dios señala nuestras faltas, a la vez señala la salida y el sendero por el cuál podemos restaurar la relación enturbiada con Dios por el pecado será siempre el arrepentimiento verdadero: ¿Qué componentes encuentras en el verdadero arrepentimiento? Escribe Pasaje Componentes Isaías 1:16-‐20 Joel 2:12 2 Reyes 17:13 Amos 5:1-‐15 Luchando contra el pecado: 1.-‐ ¿Con qué pecado estás luchando de manera particular? 2.-‐ ¿Has intentado abandonar dicho pecado? ¿Qué has hecho? 4 3.-‐ ¿Cómo es que has llegado a la convicción de que algo anda mal? 4.-‐ ¿En qué contexto (s) eres proclive a caer en dicho pecado? 5.-‐ ¿Has pedido consejo de alguna persona temerosa de Dios? 6.-‐ Expresa en una oración cuál es el anhelo de tu corazón respecto a tu pecado 5 2. El fragor de la batalla El pecado es la normalidad anormal. Es parte de la vida, pero nunca debió haberlo sido; no fuimos creados para rebelarnos contra Dios, para adorar algo o alguien más que no fuera Dios, para vivir en la oscuridad de la maldad. Fuimos creados para ser como Dios; para vivir por él y para él. El hecho de haber sido creados a su imagen nos hace personas moralmente responsables y susceptibles al pecado. El cristiano que en verdad, con todo y sus defectos de carácter, desea agradar a Dios sufre profundamente la potencialidad febril del pecado. Los vestigios del pecado en el alma humana se oponen a la nueva naturaleza y esta dualidad está en constante confrontación. El viejo hombre herido de muerte lucha por ganar terreno al interior del corazón, el nuevo va transformando al hombre desde el interior, pero el viejo hombre lucha rabiosamente por no dejarse vencer. Es una batalla a muerte, es una batalla por una conquista. La del corazón. Y en esta conflagración el cristiano sufre, se angustia, llora, se lamenta, a veces se desesperanza al percibir que la batalla se va perdiendo y en medio de tal agónica batalla lucha por la perseverancia de la fe. La batalla Romanos 7:15 ¿Cómo se percibe esta batalla? ¿A que se refiere el apóstol cuando habla de aquello que aborrece? ¿por qué lo aborrece? Esto parece un sin sentido porque ¿cómo podemos sentir atracción por eso que, a la vez, aborrecemos?. Cómo podemos tener tal fascinación por aquello que sabemos que llevó a la cruz al maestro. El cristiano odia el pecado, pero a la vez no lo deja de amar. Ama a Dios, pero a la vez se rebela impíamente contra él. Adora a Dios, pero fornica con sus ídolos, aborrece a sus ídolos pero se resiste a quebrar sus altares en el corazón. Pero esta tensión entre lo que se quiere hacer y no se hace, y lo que no se quiere y se hace causa sufrimiento y pesar. Romanos 7:17 ¿Cómo es que pecamos siendo que amamos a Dios? El delirio mal sano por el pecado, el irresistible potencial del fuego de la maldad que derrite nuestros corazones con sus encantos. La asquerosa fuente de agua contaminada de la impiedad que no deja de brotar de nuestro corazón, lo que somos y seguiremos siendo: pecadores. Un acto reflejo del corazón que se muestra en nuestros pensamientos, palabras y acciones; el pecado. Siendo lo que somos mas que lo que hacemos. Hacemos lo que hacemos porque eso es lo que somos: pecadores. Romanos 7:18 ¿Cómo es esa lucha? 6 ¿Cómo la percibes en tu propia vida? ¿Cómo la sientes al interior? Romanos 7:22-‐23 ¿Cómo describe el apóstol lo que sucedía al interior de su alma? Fíjate como habla de dos “leyes que se contraponen”. Por un lado se deleita en la ley de Dios. medita en ella, está dispuesto a vivir de acuerdo a sus principios, alienta su corazón, le anima, le exhorta, la ley de Dios viene a ser un principio rector de su vida. De hecho estas expresiones manifiestan que en él hay una nueva creación; él ha sido vivificado por el Espíritu Santo de Dios por eso anhela vivir para Dios, por eso los mandamientos de Dios son un deleite para él. Es una nueva criatura en cuya alma operan los poderes del siglo venidero. Por otro sigue cediendo a los encantamientos del pecado y siente atracción hacia él. 2 Corintios 4:16; Efesios 3:16; Colosenses 3:9-‐10 ¿Cómo se describe esta nueva vida en Cristo? Es un hecho, quien escribe esta epístola es un hombre salvado que continúa siendo salvado de su maldad. Mas sin embargo, él ve “una ley diferente”; la ley del pecado. Y si eres observador el lenguaje que usa Pablo es de batalla; él habla en términos de guerra, en el corazón eso es lo que hay: guerra. Debemos luchar día con día sin cuartel al interior de nuestra vida. Si, el problema principal no está fuera de nosotros sino dentro, en la intimidad del corazón. ¿cómo llamarías a alguien que en el campo de batalla se pusiera su traje de baño, perforara un coco, se colocara sus lentes negros y, en medio de la batalla, se pusiera a tomar el sol?. Cuando se está en guerra todos los sentidos se deben abrir para hacer básicamente dos cosas: atacar y defenderse. Esta pecaminosidad se expresa en los miembros del cuerpo. Escribe acerca de la importancia de los miembros, y menciona cuáles son respectivamente: Textos De qué miembro se trata Que soy llamado a hacer o dejar de hacer Job 3:1; Salmo 17:10; Mateo 5:2; Mateo 15:8 Santiago 3:5-‐18; Job 6:30; Dt 23:23; 1 Pedro 3:10-‐12 1 Reyes 14.6; Proverbios 5:5-‐6; Lucas 1:79; Ro 10:15 7 Josué 2:24; Lucas 21:12; Hebreos 10:31 Dt 7:16; Isaías 13.18; Lucas 11;34; 1 Co 2:9 Los miembros son importantes porque finalmente son la expresión visible de las intenciones invisibles del corazón. No debemos confundirnos al pensar que el problema son en sí los miembros, porque los antiguos gnósticos pensaban que el cuerpo era la prisión del alma y que, por ende, el espíritu era bueno y el cuerpo malo. No, los miembros son importantes y en ocasiones debemos tomar decisiones radicales respecto a ellos; por eso dice el Señor que si tu ojo te es ocasión de caer debes sacarlo de ti (no en el sentido literal) en el sentido de tomar decisiones radicales respecto a acciones que no se conforman a la voluntad del Señor y que se expresan en los miembros. Romanos 7:24 ¿A qué conclusión llega el apóstol respecto a la realidad de su pecado? ¡Qué impotencia tan grande el no poder vivir en la integridad que se desea, el no poder servir a Dios como se debe, el no poder hacer de la vida una expresión continua de adoración!. Creo que con facilidad podemos unirnos al anhelo del apóstol de ser redimidos de una vez por todas para poder ser librados de la maldad que mana de nuestro malvado y engañoso corazón. ¿Habrá algo que se pueda hacer? La victoria sobre el pecado Romanos 7:25 ¿Cómo se puede perseverar en la batalla contra el pecado? ¿quién nos puede redimir de tal realidad? La única persona que nos puede librar del pecado, y nos puede dar las fuerzas para seguir adelante es Jesucristo. Sólo su belleza, su gracia, su irresistible amor, el poder de su fuerza; sólo él puede hacer en nosotros y por nosotros lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Es interesante; nos amamos desesperadamente, estamos enamorados de nosotros mismos, pero somos capaces, a la vez, de destruirnos e inoperantes para salvarnos de la propia destrucción. Sin embargo en la lucha contra el pecado intentamos vencerlo de muchas maneras ineficaces; he aquí algunas: Buenas obras, moralismo, mal trato del cuerpo, disciplina personal, esfuerzo propio, mentalidad positiva, trabajar en la obra del Señor, leer mucho la Biblia, etc. Algunas acciones de entre estas son nobles y buenas, pero no son el resultado de la gracia de Dios obrando, sino esfuerzos humanos por conseguir por sí mismo la victoria frente al pecado 8 obteniendo frustración al ver que el fuego de la pecaminosidad se extiende con mayor celeridad. Todas estas formas ineficaces para luchar contra el pecado cuando son suministradas por el “poder” débil de la carne; el de las propias fuerzas, buscando dentro de sí mismo la solución a la potencialidad vigorosa del pecado. Pero la solución no se encuentra dentro, sino fuera; en Dios, en Cristo, en el Espíritu Santo, en la obra redentora de Dios. Para la lucha contra el pecado Colosenses 2:21-‐22 ¿Cuál piensas que es la razón por la que los “no” son ineficaces en la lucha contra el pecado? Colosenses 3:1-‐4 ¿Cuáles son los “si” en relación con Dios (lo que eres llamado a hacer) que son eficaces en la lucha contra el pecado? He aquí una clave fundamental: Colosenses 3:1ª, 3 ¿Cuál es la clave en la lucha? Dicho de otra manera ¿Qué es lo que permite que podamos luchar y vencer el pecado? Colosenses 3:8-‐9 En ese poder de la resurrección ¿Qué eres llamado a desechar? 3:12-‐14 En ese poder de la resurrección ¿Qué eres llamado a hacer? Colosenses 3:5 ¿Cómo debes considerar tus miembros? ¿Qué significa eso en términos prácticos? He aquí un parte aguas, otra clave en la lucha contra el pecado: Colosenses 3:9b-‐11 ¿Qué es aquello que hacemos en cooperación en el proceso de santificación? 9 Consideraciones respecto al pasaje de Colosenses visto anteriormente: 1. Hemos resucitado con Cristo (3:1): Aquí vemos el motivo fundamental por el que la victoria es posible. La victoria sobre el pecado comienza con lo que Dios ha hecho en nuestra vida. No nosotros nos hemos resucitado, él por su poder lo ha hecho en nosotros. Este es un principio fundamental. Nunca podrás avanzar en la lucha contra el pecado en tus propios esfuerzos, éstos motivado por la carne serán del todo inútiles contra el vigor penetrante del pecado (Colosenses 2:21-‐23) 2. Hemos desechado el viejo hombre con sus malos hábitos, y nos hemos vestido del nuevo hombre que no permanece estático, pues está siendo renovado (3:9b-10ª) La metáfora a la que recurre San Pablo en ésta y otras partes del N. T. es la de <<vestirse y desvestirse>>. Uno se despoja de la ropa sucia, la que apesta, la que huele mal, la que no se debe volver a usar hasta que sea lavada. No se queda desnudo permanentemente, uno se despoja de la ropa sucia y la sustituye por ropa limpia. Esta es una acción de todos los días, en eso no se es estático. Es una acción continua. Esta metáfora abarca dos ideas; 1.-‐ El desvestirse y vestirse del viejo hombre es nuestra responsabilidad. Pero en vez de despojarnos de las ropas apestosas, debemos despojarnos de los hábitos propios del viejo hombre, y para ello es necesario: conocer qué es aquello de lo que me debo despojar (esto sólo por la Biblia lo llegamos a saber), reconociendo que el abandono de los viejos hábitos es nuestra responsabilidad pero sólo se puede lograr confiando en la gracia y el poder de Dios. 2.-‐ la renovación resultante por la que vamos siendo conformados a la imagen de nuestro Señor es obra enteramente de Dios. Aquí vemos los dos aspectos presentes en todo concepto adecuado de la santificación; tanto es obra de Dios, como es responsabilidad nuestra cooperación. No es una obra del 50% Dios y 50% del hombre; es 100% de Dios pero donde es esencial la colaboración humana. Colosenses 3:13-‐14 ¿Qué somos, además, llamados a desechar? Colosenses 3:16 ¿Qué medio de gracia es imprescindible en la lucha contra el pecado? ¿por qué? Colosenses 3:15, 17 ¿Cuál es el resultado final respecto a nosotros y respecto a Dios? La lucha contra el pecado entraña guerra, pero no centrada en lo que nosotros podamos hacer para Dios o a favor de nosotros mismos. En la lucha contra el pecado el principio fundamental es Dios, porque sólo Dios puede hacer en y por nosotros lo que nosotros no podemos hacer en manera alguna. Tal vez durante mucho tiempo te has sentido desesperado, como con una sensación de desesperanza, abatido, vencido, de mal en peor. Pero el poder del evangelio es suficiente: Dios 10 obrando mediante su Hijo en el poder del Espíritu Santo en tu corazón y tu reconociendo de su gracia teniendo fe en esa obra poderosa; gozándote en su gracia, sintiendo tristeza por un santo reconocimiento de la realidad de tu pecado y usando la Biblia como medio de gracia para saber en que áreas debes hacer ajustes para la gloria de Dios fundamentando tu lucha en su gracia. Luchando contra el pecado: 1. De todo lo visto en esta lección ¿qué principios estás dispuesto a aplicar intencionalmente en la lucha contra el pecado? 2. ¿Cómo entiendes la relación existente entre la obra de Dios y tu responsabilidad personal? 3.-‐ En el momento de la batalla ¿Qué texto recordarías para repetirlo y orar teniéndolo en mente? 4.-‐ Memoriza algunos de los textos vistos hoy con la finalidad de tenerlos presentes al momento de la lucha 11 3. El poder seductor de la tentación El pecado es el resultado de no saber lidiar con la tentación. El preámbulo para el pecado es la tentación. La tentación es el recurso seductor del pecado, es el recurso atractivo que hace al pecado casi irresistible. Pero ¿cómo opera la tentación en contubernio con el pecado? La tentación Santiago 1:13-‐15 Explica en tus propias palabras el proceso hasta llegar al “alumbramiento” del pecado Dilo en términos prácticos con ejemplo (s) de la vida diaria Cuando vemos delante de nuestros ojos aquello que luce apetecible, ese algo o alguien que representa: seguridad, realización, poder, satisfacción, valía, libertad, etc. Creemos que al poseerlo ingresaremos al mundo ideal que hemos planteado en nuestra mente y experimentaremos aquello que hemos deseado intensamente. Así sucede con la mujer que tiene a sus pies 2 o más pretendientes (sentido de poder y manipulación), o aquel que está en más de una relación, o el esposo(a) que se mete en una relación paralela a la marital deseando que esa persona le de aquello que piensa “necesitar” (valoración, amor, buen trato, etc.) y que su cónyuge no le da, así sucede cuando eres tentado de múltiples maneras, aquello con lo que eres tentado representa la seguridad, realización, intimidad, cobijo, etc. Que sólo Dios puede brindarte en realidad. Al apoyarte en ese algo o alguien estás haciendo de él (ella) o eso objeto de adoración puesto que es en lo que te apoyas para poder vivir y eso se llama idolatría. Lo malo es que es tal el engaño que no somos capaces de darnos cuenta que quien está tras bambalinas es Satanás que como titiritero mueve sus títeres de maneras que son apetecibles a nuestros ojos: televisión, comodidad, diversión sin límites claros, sexo indebido, gula, materialismo, pornografía, trampas para conseguir lo que se quiere, robo, chismes, engaño, perversión, falta de respeto a la autoridad, etc. Si, Satanás no nos hace pecar, pero él siempre, siempre, siempre está detrás del pecado seduciendo al pueblo de Dios a través de la tentación. Mateo 4:3; 1 Tesalonisenses 3:5 ¿Qué dicen estos pasajes al respecto? Cuando pecas a quien satisfaces y haces famoso es a Satanás y no a Dios. Ahora bien; el pasaje de Santiago, como es la tónica en su epístola, es sumamente evocador y colorido. lo que usa Santiago (aunque no salta a la vista) es una metáfora interesante tomada del mundo de la pesca: El pez ve la carnada y se ve tentado a morder. Cuando el ingenuo pez muerde el anzuelo repentinamente es arrastrado y paga con su vida su inocencia e ignorancia. Mas el hombre no puede alegar inocencia e ignorancia por eso dice Santiago: 1:14 cada uno es tentado . . . por su 12 propio deseo. Este mal deseo priva al hombre de cualquier excusa o intención de colocar la culpa en alguien o algo fuera de sí mismo. La tentación como el pecado es tu tentación y tu pecado. Es el deseo propio el que lleva al hombre a ser tentado; como dice John Owen: <<si no matas al pecado, el pecado te matará a ti>>. Jeremías 17:9 ¿Cómo es el corazón humano? Explica en tus palabras Mateo 15:19 ¿De donde viene todo lo malo que hacemos?____________________________________________________________ Entonces las metáforas v.14 (pesca) y el v.15 (alumbramiento) que se complementan se explican así: 1. v.14 . . . cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión. Aplicación: dentro del corazón residen pasiones desordenadas, anhelos, fantasías, deseos, ganas de . . . . debilidades de carácter propias del pecador (“necesidad” de realización, comodidad, aprecio, felicidad, valía, aceptación, deseo de ser amado, ideales no alcanzados, etc.) pongo entre comillas necesidad porque así se percibe pero no lo es, se trata de deseos desordenados. Bien; cuando el mundo (sistema de valores anticristianos), el Diablo o nuestra propia concupiscencia nos presenta algo seductor y atractivo de acuerdo a nuestros propios deseos desordenados y nos encanta el oído del corazón diciéndonos . . . <<mira; no se ve nada mal, ya ves. . . .es lo que tu querías, nadie se dará cuenta, esto si que te va a hacer sentir libre apreciado amado, no dejes ir esta oportunidad, no es tan malo al fin todos lo hacen, con esto si que serás feliz,>> etc. Entonces quedamos cautivados, encantados, ilusionados, magnetizados, e hipnotizados. A estas alturas ya hemos mordido el anzuelo, ya no vemos el pecado como una posibilidad, ni lo vemos como un riesgo sino como algo que estamos dispuestos a hacer y que nos dará lo que nos ha prometido. 2. V.15 . . . Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte. Aplicación: De entrada la pasión es como una mujer cualquiera que seduce al incauto con sus encantamientos; al tener relaciones sexuales la mujer concibe y después de los meses de gestación da a luz. J. Alonso comenta: <<como el niño tiene vida antes de nacer, así también el pecado es una realidad antes de aparecer al exterior>>. Interesantemente la pasión fornica con el objeto de la lujuria que aparenta ser deleitoso; y puede llegar a serlo ciertamente, pero después el pecado es como un bocado del manjar más exquisito, y se saborea; pero tal “manjar” tiene dentro de sí el veneno de la muerte. Lo que comienza como algo irresistible termina en muerte e infierno. Por eso el Señor Jesucristo dice: << . . . si tu ojo . . . te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el infierno>> (Mateo 5:29). ¿Te das cuenta? Lo que comienza en el ojo termina en el infierno. La batalla contra el pecado no es cosa de juego en la vida cristiana; de hecho el Señor dice: <<porque aún no has resistido hasta la sangre, combatiendo por el pecado;>> (Hebreos 12:4). La pasión de la concupiscencia que radica en nuestros corazones, está buscando en cada momento amantes con quien fornicar para embarazarse del pecado (pecado en el corazón) para consumarlo por completo. Esto se llama idolatría, amar a algo o alguien más de lo que se ama a Dios estando en una relación adultera espiritual 13 con el objeto del placer. Es por eso que continuamente Dios le decía a su pueblo (y lo sigue diciendo): 30 » " ¡Qué mente tan depravada la tuya! —afirma el SEÑOR omnipotente—. ¡Te comportabas como una vil prostituta! 31 Pero cuando en cada plaza armabas un prostíbulo y te exhibías en cada esquina, no te comportabas como una prostituta, ¡pues no cobrabas nada! 32 » " ¡Adúltera! Prefieres a los extraños, en vez de a tu marido. 33 A todas las prostitutas se les paga; tú, en cambio, les pagas a tus amantes. Los sobornas para que vengan de todas partes a acostarse contigo. 34 En tu prostitución has sido diferente de otras mujeres: como nadie se te ofrecía, tú pagabas en vez de que te pagaran a ti. ¡En eso sí eras diferente de las demás! 35 » " Por tanto, prostituta, escucha la palabra del SEÑOR. 36 Así dice el SEÑOR omnipotente: Has expuesto tus vergüenzas y exhibido tu desnudez al fornicar con tus amantes y con tus malolientes ídolos; a éstos les has ofrecido la sangre de tus hijos.37 Por tanto, reuniré a todos tus amantes, a quienes brindaste placer; tanto a los que amaste como a los que odiaste. Los reuniré contra ti de todas partes, y expondré tu desnudez ante ellos, y ellos te verán completamente desnuda.38 Te juzgaré como a una adúltera y homicida, y derramaré sobre ti mi ira y mi celo. 39 Te entregaré en sus manos, y ellos derribarán tus prostíbulos y demolerán tus puestos. Te arrancarán la ropa y te despojarán de tus joyas, dejándote completamente desnuda. ¿No te parece un cuadro aterrador? Pero ese es el lenguaje de la tentación, la adoración a algo o alguien que no es Dios, es el lenguaje de la seducción del pecado y su consumación y sus detestables consecuencias. Ahora escribe un ejemplo de tu propia vida haciéndolo con el lenguaje de Santiago (usando las dos metáforas). El pecado no es algo que simplemente sucede y ya, como quien dice; no sé cómo sucedió, o simplemente se dio, o no entiendo cuando menos sentí ya lo estaba haciendo. El pecado es la expresión de la fornicación apasionada de la pasión que radica en el corazón con el objeto de atracción dando como resultado la mordida del cebo o la gestación del pecado siendo arrastrados en el primer caso y en el segundo quedando en estado de gestación del pecado que ciega el corazón y ambos uno siendo sacado del agua y el otro dando a luz el pecado resultando en ambos casos la muerte. No te engañes; el pecado te matará. El pecado no está jugando, te seduce con todas sus argucias con la finalidad de matarte. Dale oportunidad y no fallará te lo aseguro. Las consecuencias de la tentación La tentación siempre se refiere a la consideración de hacer algo en contra de los mandamientos de Dios. Las personas en general no están concientes de esto, pero los cristianos al menos deberíamos de estarlo. La tentación tira a que consideremos desobedecer a Dios y obedecer nuestros propios deseos apelando a ellos directa y casi irresistiblemente. Cuando el pueblo de Israel entró en la tierra que Dios juró a Abraham, Josué en el fragor de la conquista y camino hacia Haí, Josué Dio una orden tajante, la orden era que de las pertenencias de la gente en esa ciudad no se debía tomar absolutamente nada, toda la gente debía ser muerta y todo objeto destruido. Pero hubo un hombre llamado Acán que cedió a la tentación. 14 Josué 7:21 Describe la narrativa de Acán de acuerdo a lo dicho por Santiago ¿Qué hizo para no ser descubierto? Josué 7:24-‐26 ¿Cuál fue la consecuencia para él y su familia? Lamentablemente nuestro pecado suele arrastrar a la familia. Las consecuencias del pecado son funestas. Salmo 32:3-‐5 ¿Cómo experimento David la realidad de una conciencia culpable? 1 Reyes 11:1-‐12 ¿Qué hizo Salomón que no debía hacer? ¿Cómo fue que llegó a hacer aquello que se le dijo no hiciera? ¿Cuál fue su pecado particular? ¿Cuáles fueron las consecuencias? Marcos 10:35-‐37 En una frase escribe ¿en qué área fueron tentados los discípulos del Señor? Juan 12:4-‐6 ¿En qué área fue tentado y cayó Judas? ¿En qué área sueles ser tentado tu? Comenta situaciones de tu vida cotidiana 15 La victoria sobre la tentación Ciertamente la tentación es poderosa, se experimenta como algo irresistible, su atracción es cautivante. Pero los cristianos podemos prevalecer sobre ella. Podemos repeler a sus insinuaciones promiscuas (espiritualmente hablando), podemos decir ¡NO!. Si, puedes. Romanos 8:7-‐11 Contrasta la realidad que vive el cristiano y el no cristiano Ambos; cristianos y no cristianos somos tentados de la misma manera. Sólo ha habido una persona que ha sido tentado de manera diferente; me refiero a Jesús. Jesús fue tentado exteriormente pero su corazón puro y sin mancha rechazo tajantemente toda insinuación grosera a la fornicación del corazón con el objeto puesto delante de él. Pero en nuestro caso somos tentados igual que los no creyentes: pero la diferencia radica en que nosotros si podemos resistir la tentación de vivir de acuerdo a nuestros deseos pecaminosos. El no creyente no puede ni quiere. 1 Corintios 10:13 ¿Qué dice respecto a la tentación en relación con los cristianos? Hebreos 2:18 ¿Cómo es que podemos resistir la tentación? 2 Pedro 2:9 ¿Qué es lo que el Señor sabe hacer? Lee Efesios 1: 16-‐23 v. 19 ¿Qué opera en ti? v. 20 ¿A qué es parecido el poder que opera en ti? v. 21 ¿Qué tiene Jesús ahora que puede llenar tu corazón de esperanza? Lee 2 Pedro 1:3-‐4 ¿Necesitas algo más para triunfar sobre el pecado? SI o NO 16 Mi estimado heredero de las riquezas de Dios en Cristo; nada más necesitas para prevalecer sobre la tentación: ¡lo tienes todo! La victoria sobre la tentación no se encuentra en lo que podamos hacer por y para nosotros mismos; se encuentra en el poder de Dios, en su gracia, en el hecho de que nos habilita en su poder para poder decir ¡NO!. Eres adoptado hijo de Dios, Él ha compartido su naturaleza contigo, Él tiene recursos ilimitados para suministrarlos en tu corazón de tal manera que vivas en su poder. La especialidad de Dios es librar a sus hijos de la tentación siempre hay un anuncio de retorno que se llama arrepentimiento. No puedes evitar que la pasión trate de seducirte, pero si puedes decidir resistirla confiando en la gracia de Dios. Sólo Dios puede hacer en ti lo que tu no puedes. No se trata de tener fuerza de voluntad, de echarle ganas, de apelar a la culpa, de apelar al miedo a Dios, de apelar a ser descubierto, de pensar en las consecuencias, de verte al espejo y repetirte muchas veces no lo hagas no lo hagas, no se trata de flagelarte. Se trata de una batalla que sólo puedes vencer con el poder de Dios. Para eso debes tener fe, tener la firme convicción de que anhelas vivir para Dios, que Dios es el único que puede arrebatarte del poder seductor del pecado. Es bueno tener cierto cuidados y en ocasiones tomar decisiones radicales. Pero en la batalla contra la tentación sólo una mente cautivada por Dios puede resistir la tentación al tener más valía en Dios que en objeto de la tentación. Luchando contra el pecado ¿Cómo está tu aprecio por las escrituras? ¿Sueles deleitarte en el privilegio de escuchar a Dios día con día? ¿Qué de lo dicho en este capítulo vas a poner en práctica a partir de “ya”? ¿Qué consideras relativo al poder de Dios en tu vida para combatir la tentación? Escribe una oración donde expreses a Dios tu gratitud por su poder en tu favor en relación a la tentación 17 4. Libres de la esclavitud del pecado El pecado se percibe como lo que trata de lograr, y en ocasiones logra con nosotros; como una esclavitud. La Biblia dice que los creyentes ya no estamos bajo el gobierno tirano del pecado, pero hay ocasiones que voluntariamente cedemos a sus insistentes seducciones y quedamos atrapados en sus garras. Cuando llegamos a estar tan involucrados en algún(unos) hábito(s) particular(es), nos percibimos como esclavos y llegamos a la convicción que eso nunca podrá cambiar en nuestras vidas. De hecho llegamos a negar nuestra identidad con Cristo y nos identificamos con aquello que nos tiene esclavizados; nos alienamos de la iglesia aduciendo que; <<no queremos ser hipócritas>>, dejamos de leer la Biblia porque, decimos, <<la Biblia no debe ser leída por una persona como yo, no lo merezco>>, nos llegamos a comprometer más con el pecado que practicamos, nos allegamos a personas con las que nos identificamos, buscamos un entorno que espiritualmente nos acerca más a la oscuridad espiritual, renegamos de la fe cristiana, vemos a los creyentes como bobos, la vida paulatinamente pierde su gozo y nos hundimos cada vez más en nosotros mismos hasta penetrar en un vacío sin fin. Unos en mayor y otros en menor grado, pero nos percibimos como encadenados al pecado y en ocasiones por el descuido de nuestra vida espiritual en realidad llegamos a estarlo. Redimidos por Cristo Un concepto clave para gozar de la libertad con que Cristo nos ha hecho libres es el concepto Bíblico de la “redención”. Hemos sido redimidos por Cristo. Este concepto Bíblico tiene connotaciones poderosas y sumamente reveladoras en la vida del cristiano que le ayudará a luchar contra el pecado. Redención en el sentido básico viene de la raíz de un vocablo griego muy antiguo con muchas implicaciones; Luo, sign. “soltar” “desligar” “desatar”. Antiguamente se usaba para hablar de desatar una sandalia o una prenda de ropa ceñida. Posteriormente se usó para hablar de la liberación de un esclavo. Este término finalmente llegó a usarse de manera bastante popular en el contexto del mercado de esclavos, y particularmente una redención llegó a señalar la compra de algo que alguna vez le perteneció al adquiriente. Por lo que al hablar de redención se habla de una recompra. En el caso de la redención que Cristo trajo a nuestras vidas se trata de una redención moral y espiritual, mas que material. Efesios 1:7; Colosenses 1:14 ¿Qué costo tuvo la redención para Cristo? ¿Por qué piensas que fue así? Romanos 3:24 ¿Qué costo tiene para nosotros? Tito 2:14; 1 Timoteo 2:6; Mateo 20:28; Isaías 53:12 Explica en tus palabras la sustitución de Cristo en el lugar de los redimidos 18 Apocalipsis 5:9; 1 Corintios 6:20 ¿Cuál es el final propósito de nuestra redención? Si te es posible escribe también ejemplos A continuación relaciona aquello de lo que fuiste rescatado con el texto apropiado: 1 Pedro 1:18-‐20 Del error Gálatas 3:13 Del pecado 1 Juan 3:8 Del poder de las tinieblas Colosenses 1:13 De la ley Hebreos 2:15 Del miedo a la muerte Juan 8:31-‐32 De las garras del Diablo Todos estos textos señalan una realidad espiritual que debería tener impacto en la vida del creyente. No se trata de simples buenos deseos utópicos, ni de ideas positivas. Se trata de una realidad histórica que tuvo lugar en el tiempo y en un sitio determinado. Se trata de la realidad de la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo dando su vida perfecta a favor de un pueblo imperfecto y esclavo que fue llamado para vivir en libertad. La esclavitud ha quedado atrás, y esta es una cuestión de fe. De creer con toda firmeza que esta redención obrada por Cristo es suficiente para vivir en esa libertad a la que fuimos llamados. ¡Somos libres!. Libres del poder dominante del pecado; ciertamente en ocasiones el pecado y nuestro corazón nos engañan haciéndonos creer que no lo somos, y cedemos al engaño viviendo como lo que no somos; esclavos, esclavos; al sexo, celos, comodidad, a alguna relación, amargura, resentimientos, anhelo por el aprecio, felicidad pecaminosa basada en la realización de sueños y no centrada en Dios, alcohol, medicamentos, etc. La lista puede extenderse al infinitum. La libertad en Cristo se expresa de la siguiente manera: libertad significa vivir con la conciencia limpia sabiendo que Cristo nos ha perdonado, es vivir en sujeción esclava a Cristo (que es la única manera de experimentar auténticamente la libertad), es servir a Dios fervientemente y a nuestros prójimos amándolos como a nosotros mismos, es hacer lo que se debe (de acuerdo a los parámetros de Dios) y no necesariamente lo que se quiere. ¿Por qué verse a sí mismo como sí mismo como esclavo cuando se es libre? ¿Por qué seguir esclavizado a algo de lo que ya hemos sido liberados? ¿Por qué sentirse sin esperanza cuando la redención nos debería llenar de alegría y esperanza?. Por una sencilla razón; falta de confianza en la obra y promesas de Dios, falta de fe en Cristo. Los no creyentes de sí son esclavos del pecado, pero los cristianos no lo somos, pero a veces vivimos como si lo fuéramos y esto no es correcto. Quiero ser muy claro: no somos víctimas del pecado, escogemos vivir de esa manera. Esta es una sustitución; dejo de vivir como Dios quiere que viva, para vivir como yo quiero vivir. El cristiano, por la gracia de Dios, puede escoger dejar de vivir para el pecado en cualquiera de sus esferas. Romanos 6:1 ¿Cómo puede llegar a entenderse la gracia equivocadamente? 19 Romanos 6:2 ¿Cuál es nuestra relación con el pecado como cristianos? Romanos 6:4 Al estar unidos a Cristo, lo estamos en su muerte y resurrección ¿Qué se espera de nosotros que hemos experimentado la resurrección espiritual en nuestras vidas? Explica con ejemplos Romanos 6:6 ¿Qué implicaciones tiene para tu vida el hecho de que nuestro “viejo hombre” haya sido crucificado en Cristo? ¿De qué maneras sueles servir al pecado como su esclavo? En otras palabras ¿En qué áreas de tu vida luchas con mayor intensidad? Romanos 6:7; 17-‐18 ¿Qué buenas noticias hacen posible que no sigamos esclavizados al pecado? Romanos 6:11 ¿Cómo te debes considerar en Cristo? ¿Qué significa eso? Romanos 6:12 ¿Cuál es la conclusión de lo dicho anteriormente desde el v. 1? Explica en tus palabras Romanos 6:16 ¿Cuál es la disyuntiva a la que eres expuesto todos los días? Romanos 6:19 ¿A qué somos llamados ahora? Romanos 6:22 ¿Qué bendición promovemos en nuestra vida al sujetarnos intencionalmente a Cristo? 20 5. Los imperativos y los indicativos Indudablemente, una de las más poderosas acciones para lidiar y vencer el poder del pecado es conocer a Dios y detenerse en contemplar su persona y obra, y posteriormente saber lo que él requiere de nosotros; pero no sin antes conocerle a Él. Una pregunta crucial que debemos hacernos de manera continua es ¿quién es Dios?. En la Biblia entera encontramos el mismo patrón recurrente de indicativos e imperativos, ¿qué significa eso de los imperativos y los indicativos? Veamos un ejemplo del antiguo y uno del nuevo testamento. Antiguo Testamento Un buen ejemplo lo encontramos en Abraham. Fíjate lo que Dios le pide a Abraham: << Cuando Abraham tenía 99 años, el Señor se le apareció, y le dijo: yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mi, y sé perfecto>> (Génesis 17:1), ¡qué devastadora petición!. Claro que Dios no pedía perfección en el sentido absoluto de la palabra, pero esa petición estaba enfocada en el carácter integro que debía haber en Abraham al ser llamado por Dios. Abraham debía comportarse de acuerdo a la santidad de aquel que le había llamado para ser, no sólo su posesión especial, sino para modelar la manera en que debía vivir quien a la postre fue llamado “el padre de la fe”, y por ende, padre de un pueblo especial; el pueblo de Dios. De los siguientes pasajes escribe lo que corresponda de acuerdo al pacto que Dios hace con Abraham: Génesis 15:1 ¿Qué dice Dios a Abraham a manera de promesa? Génesis 15:2-‐5 ¿Cuál era la preocupación de Abraham? ¿Qué promesa le dio el Señor? ¿De qué manera? Génesis 15:7 ¿Qué le recuerda Dios a Abraham que había hecho en su favor? ¿Qué otra promesa le da? Génesis 15:8-‐21 ¿Cómo selló el Señor las promesas de pacto que le estaba haciendo a Abraham? Escríbelo La manera en que Dios selló las promesas de pacto fue a la usanza del antiguo cercano oriente, tal como los reyes sellaban los pactos que entre ellos se hacían. Era común que Se partieran animales en dos partes y que ambos reyes pasaran por en medio, esta ceremonia tenía un propósito; al pasar por en medio es como si dijeran: <<que quedemos descuartizados como estos animales si no cumplimos con la palabra que hemos empeñado>>. Así, cualquiera de los dos reyes que faltaban al pacto debían morir descuartizados como esas bestias. Interesante que Abraham no pasó por en medio de los animales, fue Dios. Si Abraham hubiera pasado por en medio de los animales no hubiera durado mucho con vida: Dios se estaba comprometiendo con Abraham y su posteridad a no desistir del pacto en sus promesas y consecuencias de bendición y 21 maldición por la obediencia o desobediencia. Dios estaba confirmando su cuidado a favor de quienes le temieran, se estaba erigiendo como su Padre tierno y compasivo que no permitiría que ninguno de su pueblo se perdiera, el Dios que protegería y daría la victoria a su pueblo de entre sus enemigos. Ahora si, una vez que Dios ha manifestado su presencia, poder, cuidado y protección a favor de Abraham entonces le dice que Él espera que, en virtud de la revelación que Dios hace de sí mismo, Abraham ande con integridad (Génesis 17:1). Génesis 17:9 ¿Qué le pidió Dios a Abraham? Génesis 17:10-‐13 ¿Cuál era una responsabilidad básica del pacto? Génesis 17:14 ¿Qué sucedía con aquella persona que no tenía el sello del pacto? En relación con la batalla contra el pecado ciertamente Dios nos manda a vivir en santidad; nos previene de tener un corazón incrédulo, nos llama a vivir de acuerdo con el llamamiento al que hemos sido llamados. Pero la lucha no comienza con los imperativos (haz, no hagas, no puedes, tienes que, debes de, por qué lo hiciste, comienza por hacer . . . , no dejes de, etc.) ¡NO!, no fue así en el caso de Abraham, antes de decirle sus responsabilidades Dios comienza por revelarse y darle benditas promesas y; sólo después de darle los “indicativos”, entonces comienza a enunciar los “imperativos”. En la lucha contra el pecado comúnmente comenzamos con los imperativos, y esto devasta nuestro corazón porque nos encontramos en la realidad de nuestra banca rota espiritual por la que no podemos por nosotros mismos desincentivar el poder del pecado, y nos frustramos, y no podemos y nos desanimamos. Pero fallamos en la lucha. Es vital comenzar con Dios (su persona y obra ). Dios debe ser el principio y el fin. En realidad el pecado nos muestra que hemos salido del camino y nos encontramos perdidos en medio de algún atajo, pero cuando volvemos a Dios, estamos volviendo al camino que no lleva a buen puerto. Ahora veamos un ejemplo del nuevo testamento. Nuevo Testamento Veamos esa misma realidad de los imperativos y los indicativos en la epístola del apóstol San Pablo a los Efesios. Indicativos Efesios 1:1-‐23 ¿Cómo se revela Dios? (Padre, Hijo y Espíritu Santo) es decir; ¿Qué dice de sí mismo? Efesios 1:1-‐23 ¿Qué hizo Dios a tu favor? 22 Efesios 2:1-‐22 ¿Cómo revela Dios que era tu vida antes de que Él viniera a ti? Y ¿Cómo es ahora? ¿Cómo era antes? ¿Cómo es ahora? Efesios 2:1-‐22 ¿Qué revela Dios de su carácter? Es decir ¿Cómo es Dios? Efesios 3:14-‐20 ¿Qué rogaba el apóstol a Dios en oración? ¿Qué necesitamos conocer de el Señor? ¿Te das cuenta?, una vez que ya se fijaron los indicativos (quién es Dios, lo que ha hecho a favor de su pueblo, las bendiciones que nos ha dado, lo hermoso de tener una relación con él, la hermosura de sus promesas, su gloria revelada en todo lo que hace, etc.) entonces vienen los imperativos. Pero recuerda, siempre los indicativos preceden a los imperativos. Imperativos Efesios 4:17-‐21 ¿Cómo no debemos andar? ¿Por qué? Efesios 4:21-‐24 ¿Qué metáfora o figura usa Pablo? ¿Qué piensas que significa? 23 Efesios 4:25-‐5:12 Escribe qué pecados estamos llamados a abandonar. Hazlo por temas si gustas (ejemplo: la lengua, los ojos, etc.) Ahora Escribe: ¿Cómo los indicativos te ayudan a poder obedecer los imperativos? Y escribe: ¿Qué papel tiene la fe en este proceso? ¿Te das cuenta cómo funciona esto de los indicativos e imperativos? Dios no comienza por reprocharnos nuestras faltas, sino revelándonos su belleza, majestad y obra a favor de su pueblo. Esta es una pauta que encontramos en toda la escritura. En párrafos, capítulos, historias, libros enteros (como este de Efesios). Así que haz un ejercicio de indicativos e imperativos. En tu lucha personal contra el pecado busca un pasaje Bíblico que enfoque el o los pecados particulares donde es necesario cambiar. Comienza buscando previamente los indicativos, y posteriormente los imperativos. Indicativos: Imperativos: Escribe alguna reflexión final u oración a Dios: 24 6. La culpa y el pecado A la pregunta ¿es correcto tener culpa por el pecado? La respuesta puede ser si y no. En un sentido la culpa es una bendición porque sería dramático pecar y no tener una conciencia culpable, y lo terriblemente dramático es que así era nuestra conciencia antes de que el Señor tomara nuestras vidas. Tito 1:15; 1 Timoteo 4:2 ¿Cómo es la conciencia del no cristiano? La conciencia en el creyente y no creyente La conciencia es una de las características que todo hombre porta por el hecho de ser imagen y semejanza de Dios. Ciertamente la conciencia es como un juez interno que tenemos, y que dictamina aquello que es bueno y malo, pero es un juez corrompido por el pecado; es un juez injusto y falla comúnmente en juzgar entre aquello que es bueno y malo. Pero no sólo falla en eso, sino que suprime todo aquello que esté relacionado con Dios puesto que es un juez ciego respecto a Dios. hay personas que pueden ser moralmente “buenas”; personas educadas y decentes. Pero nunca harán nada que merezca la aprobación de Dios, ni aquello que decida rectamente con la finalidad de glorificar a Dios ni en obediencia a su Palabra. Así de corrompida está la conciencia del no creyente. Es por esa razón que el no creyente no tiene pesar en la conciencia; ciertamente puede sentir remordimiento por sentirse descubierto, por saber que sus faltas tendrán consecuencias o porque su imagen será dañada (siempre estará centrada en sí mismo), pero jamás será un dolor por haber pecado contra Dios. En términos generales el no creyente no tiene problema con su conciencia; hasta se jacta de sus maldades, él no experimenta ninguna lucha, no sufre por su maldad porque no teme a Dios. Juan 3:19-‐20 Juan 5:44; Isaías 30:9-‐12; Job 15:16; Salmo 52:3; Proverbios 2:14 ¿Qué ama el no creyente? ¿por qué? Comenta ejemplos del entorno en que te mueves Juan 3:21 ¿Qué contraste encuentras entre el creyente y el no creyente? Pero con el creyente las cosas son muy diferentes. Por la obra sobrenatural del Espíritu Santo, el Señor dio a los creyentes un corazón de carne (sensible a las cosas de Dios) cambiando así el corazón de piedra (insensible). Como dice Luis Berkof: El Espíritu Santo obra en forma directa sobre el corazón del hombre y cambia su condición espiritual . . . es obra del Espíritu Santo directa y exclusivamente. Ezequiel 11:19; Juan 1:13; Hechos 16:14; Romanos 9:16; Filipenses 2:13 ¿Cómo se corrobora lo antes mencionado? 2 Samuel 24:10; Hechos 2:37; Salmo 51:4 ¿Cuál es la preocupación de las personas que piden perdón o ayuda? 25 Invariablemente la conciencia del no creyente estará centrada en sí mismo de una u otra manera. Pero la del creyente estará centrada en Dios. Es por eso que es una bendición sentirse abrumado por el pecado respecto a Dios porque es una señal de que Dios está obrando en el corazón de esa persona creyente. Salmo 32 v. 1-‐2 ¿Cómo es llamados aquel a quien le es perdonado su pecado? ____________________________ v. 3-‐4 ¿Qué sucede cuando guardamos algún pecado que sabemos que ha dañado al prójimo y que es contra Dios? v. 5-‐7 ¿Cómo es la experiencia de saberse perdonado? Durante los meses en que Betsabé estuvo embarazada del hijo que tendría con David, el hijo producto de la lujuria de David, no se nos dice nada en las narraciones históricas. Pero este Salmo no hace saber cuál era la experiencia al interior del corazón del rey. No tenía un momento de paz, su pecado le abrumaba, no podía dormir, no podía tener momentos perdurables de gozo verdadero. Hasta que el profeta del Señor le confronta; el rey baja la guardia, reconoce su maldad delante de Dios, su corazón es quebrantado y puede tener esperanza en medio de tal experiencia devastadora. Para ese hombre que tenía una relación con Dios tener pesar en la conciencia fue una bendición. Esdras 9:1-‐7 ¿Cómo se ve en la vida de Esdras esta realidad de la conciencia culpable? Explica Así que cuando pecas contra Dios, como cristiano no te extrañes de tener una conciencia culpable, esto es una bendición y una buena señal porque hay esperanza al saber que Dios en su divina gracia perdona a pecadores arrepentidos de su maldad. Salmo 34:18; Jeremías 3:22; Joel 2:13; Miqueas 7:18; Hechos 2:38; Hechos 3:19 ¿Qué esperanza tiene aquel que genuinamente se arrepiente de sus pecados? La base del perdón y el perdón Una de las melodías más hermosas que el cristiano escucha es aquella que se forma con seis palabras, palabras que cambian su vida; perdón. Pero; ¿Cómo puede experimentar perdón alguien que no lo merece y que es culpable delante de Dios? la respuesta de Dios se llama “justificación”. Así como en el capítulo anterior hablamos de la palabra “redención” que tiene que ver con la imagen de un mercado. La justificación tiene que ver con la imagen de una corte de justicia, de un tribunal. El pecado tiene dos aspectos que no se pueden separar, que siempre van juntos; la culpa, y la contaminación. La contaminación tiene que ver con la “actitud” del corazón que las personas tenemos hacia Dios y hacia los prójimos. Pero la culpa (que es lo que nos ocupa en este capítulo) 26 tiene que ver con la situación “legal” que guardamos delante de Dios. Se trata de nuestro status legal delante del tribunal de Dios; de su justicia, de Dios como Juez Supremo. El cuadro es de total devastación; culpabilidad, condena y muerte en todos los sentidos de la palabra. Ahora; ¿Cómo puede el hombre pecador ser justo delante de Dios? La respuesta es única; la justificación. La justificación es una declaración legal, es una acto donde Dios, en su pura y bendita gracia con base en los méritos de el Señor Jesucristo en virtud de su vida y sacrificio perfecto, mediante la fe nos declara legalmente justos. Este es un acto irrepetible; es de una vez y para siempre. Este acto tiene sentido sólo cuando se visualiza desde la perspectiva de la gracia y el inmenso amor de Dios en Cristo en el poder del Espíritu Santo. Es importante señalar que este acto se verifica en el tribunal de Dios fuera de nosotros y que es: <<sólo por gracia>>. Romanos 3:20; 4:2; Gálatas 2:16; 3:11; 5:4; Filipenses 3:9 ¿Qué se dice respecto a la justificación? Explica Hechos 13:39; Romanos 8:1; 1 Corintios 6:11; Gálatas 2:17 ¿Cómo es que somos justificados? Romanos 5:17-‐19 ¿De quien es la justicia de nuestra justificación? En suma; delante de Dios Padre somos vistos como si fuéramos perfectos, pero por supuesto que no lo somos, pero así somos vistos por la bendita obra del Señor Jesucristo a nuestro favor (Romanos 5:1), justos delante de sus ojos. Así que Dios perdona todos nuestros pecados; pasados, presentes y futuros. Y si alguien pregunta ¿pero por qué entonces seguimos pidiendo perdón? Le podría decir que es como el matrimonio, el hecho de que los esposos estén comprometidos legalmente no significa que no cuiden su relación y hagan todo aquello que sea necesario para fomentarla. Así, el pecado lacera la relación entre Dios y su pueblo perdonado por lo que su pueblo se duele por haber ofendido a su Señor y pide perdón con la confianza de que será perdonado. Isaías 43:25; 44:22; 55:7; Miqueas 7:18; 1 Juan 1:9; Hechos 13:38 ¿Qué sucede con los pecados? He aquí un momento crítico de este capítulo. Si ya nos hemos arrepentido, ya hemos sido justificados, ya hemos pedido perdón por aquellos pecados del pasado que tanto han ofendido a Dios, y tanto daño nos han causado; ¿por qué seguir luchando con la conciencia? ¿por qué no podemos tener paz? ¿por qué no vivimos como lo que somos santos perdonados? ¿por qué seguimos teniendo una conciencia culpable respecto al pasado cuando ya hemos sido liberados de la culpa? La culpa objetiva ha sido quitada, por lo que la culpa subjetiva (la que sentimos en el corazón) debe desaparecer. Pueden ser varias las razones por las que el cristiano se siente culpable aún habiendo sido perdonado y todas ellas tienen un componente fundamental: el orgullo, y por ese orgullo al seguir sintiéndose culpable el cristiano sufre sin razón por causa del pecado que ya fue perdonado. 27 De acuerdo al perdón que has recibido de parte de Dios comenta las oraciones o frases a continuación enunciadas: ▪ . . . Es que no me puedo perdonar a mí mismo ▪ . . . Estoy seguro que Dios nunca me va a perdonar ▪ . . . Creo que aunque ya pedí perdón, Dios me va a castigar porque soy muy malo ▪ . . . Las personas siempre me verán mal ▪ . . . no merezco estar en la iglesia porque soy pecador La mayoría de estas oraciones, aunque no lo parezca, reflejan un gran orgullo puesto que ponen en tela de juicio las promesas de perdón que Dios nos otorga en su Palabra, que es; santa, pura y veraz. Por este orgullo sufrimos innecesariamente al sentirnos culpables habiendo sido ya perdonados. Nada, absolutamente nada puede cancelar las promesas del Dios del pacto. Sus promesas son firmes e inquebrantables. Miqueas 7:19 ¿Qué sucederá con nuestros pecados? Romanos 8:33 ¿Cuál es la razón por la que los cristianos perdonados no podremos ser acusados más? Lucas 8:37-‐42 v. 37-‐38 ¿Cómo fue la actitud de la mujer de la que se habla? v. 39 ¿Cómo había sido la vida de esa mujer? v. 40-‐42 ¿A quién representan los dos deudores? ¿Cómo fue que fueron perdonados esos dos deudores? ¿Qué característica de Dios se nos muestra en este evento? ¿Cómo lo aplicas a tu vida? Estos e infinidad de pasajes bíblicos más muestran la obra de Cristo terminada y aplicada a los corazones de las personas con quien el Señor, en su preciosa misericordia, se ha dignado trabajar. El pecado se enseñorea de aquellos que no confían en la promesa de Dios de que en Cristo él ha otorgado un perdón absoluto y ha cancelado la deuda que pesaba sobre los que ahora son hijos de Dios. En Cristo ya no hay más culpa por lo que podemos vivir libres en su gracia para tener un constante gozo para la gloria de Dios Padre a quien sea la gloria por siempre. 28 7. Sólo un poquito Imagina que vas con el doctor y él hace todo lo que cualquiera; te pesa, te manda hacer unos análisis, te revisa de manera completa. Después de observar los resultados hace una evaluación y te dice: -‐-‐-‐-‐Sr. Larrea usted está enfermo y lo primero que vamos a hacer es mandarlo con un nutriólogo para que le diseñe una dieta porque usted no puede seguir comiendo cualquier cosa, debe comer sanamente de lo contrario se verá en severos problemas de salud muy pronto. Tu impactado por la noticia le dices al doctor: -‐-‐-‐-‐oiga doc. pero . . . ¿puedo seguir comiendo los chocolates que tanto me gustan? A lo que el doctor contesta: -‐-‐-‐-‐ por supuesto que no, es de los primeros alimentos que usted no debe de seguir comiendo. Tu te sientes devastado porque sientes una fascinación especial por los chocolates. Pasa el tiempo y sientes que poco a poco vas ganando la batalla porque has tenido algunas semanas sin probar los chocolates. Pero sientes el deseo de comer aunque sea un poquito, te acercas el chocolate a la boca y el olor . . . su consistencia son irresistibles, y das una mordida y dices; -‐-‐-‐-‐una mordidita y ya. Pero una mordida no será suficiente y le das otra, y cuando menos piensas ya estás comiendo otra vez esos deliciosos chocolates que no debes comer. Con el pecado sucede algo similar. El pecado es como una serpiente, como un alacrán, como una rata rabiosa; entre más lejos mejor; ni acercarse. Lamentablemente su apariencia no es tan repugnante, mas bien su apariencia es deleitosa, pero al final traerá destrucción. Por eso es necesario que seamos sabios y nosotros mismos coloquemos algunas barreras de protección que nos ayuden a permanecer lo más alejado del pecado. Sin concesiones Mateo 5:27-‐30 ¿Qué medidas radicales se deben tomar para no ceder a la tentación? Por supuesto que este texto no se debe entender en un sentido literal, porque si se debiera entender así considero que todos andaríamos caminando amputados por la vida. Pero si nos da un principio importante que debemos practicar continuamente; ser sabios en tomar medidas radicales respecto a aquello con lo que nos sentimos seriamente amenazados. ¿Por cuál pecado tienes especial fascinación? a continuación verás una serie de sugerencias, algunas de ellas no necesariamente son pecados, pero son factores que encaminan a situaciones pecaminosas: Comodidad Sexo en todas Seguridad Sentirse Sentirse Algún vicio sus esferas amado valorado Escape Orgullo Enojo Deseo de Depresión Robo venganza constante Estos son pecados o situaciones con las que debe tomar medidas radicales, por ejemplo: • Si tienes inclinación a buscar es otras personas aprecio o valor personal porque en tu hogar no te lo dieron cuando eras niño, porque has sido traicionado, por que siempre te has considerado fea (o), porque tienes un concepto muy pobre de ti, etc. En tal caso, si 29 eres casado por ejemplo y no tienes en tu cónyuge aquello que te gustaría tener (aprecio, etc.) porque ella o él es frío e indiferente; Debes tener un cuidado muy especial en esa área específica de tu vida porque en tu trabajo, vecindario, o en el súper o algún amigo de la juventud puede hacer su aparición y hacerte sentir especial o apreciado y pudieses comenzar a tener fantasías en las que te veas con esa persona que te hace sentir tan especial. En este entorno eres muy vulnerable y con cierta facilidad pudieses caer. Lamentablemente esa fantasía que promete hacerte feliz te puede llevar a la infelicidad de la que estás huyendo. <<hay adultos que han vivido por años a la sombra de su infancia desolada. Son gente que por eso han probado una adicción tras otra para aliviar su angustia y llenar esos espacios que perciben como vacíos donde tendría que haber estado presente el amor. Pero al final se dan cuenta de que su adicción sólo va ensanchando el mismo vacío que se suponía iba a llenar1>> En este contexto es aplicable el principio de cortar toda sugerencia o contacto con aquella persona que representa un patente peligro en tu vida. • Si tienes cierta fascinación por la pornografía y te pasas un buen tiempo contemplando páginas de Internet y fotos obscenas que te traen cierta gratificación temporal; debes ser sabio y cortar toda insinuación a dar click en esa página que sabes que vas a encontrar lo que esperas encontrar, o bien debes cuidarte de no estar sólo cuando uses tu computadora para hacer tarea o algún trabajo que debas hacer. A veces la santidad cuesta; si eres tan débil para no poder dejar de ver pornografía puedes también acudir a una cafetería donde estarás expuesto públicamente y no podrás hacer aquello que quieres, pero no debes. También cambia la orientación de la pantalla de tal manera que todos puedan ver lo que haces. Estas son barreras de protección necesarias para guardar tu pureza. • Si tienes problemas con la comodidad, trata de tomar oportunidades de servicio a favor de los demás (tu esposa (o), tus hijos, la iglesia, trabajos en casa, etc), si tienes problemas con la televisión y encuentras una especial fascinación en ella, piensa en tomar medidas como; sacarla de tu recamara, lee, trata de fomentar relaciones con tus amigos en vez de plantarte frente al televisor, no veas la programación, corta tu contrato con la empresa que te provee la gama de programas que te encantan, ponte un horario y di a algún miembro de tu familia que te ayude a respetar ese horario. Sea cual fuere el pecado o la situación que ponga en riesgo tu vida cristiana, considera poner barreras de protección que te ayuden a mantenerte alejado. Para ello necesitas ejercer ciertas virtudes cristianas que son tu entera responsabilidad. Ciertamente es sólo por la gracia de Dios que las puedes ejercer, pero son responsabilidades que tu debes ejercer: A continuación relaciona las responsabilidades con los textos que corresponden: Dominio propio 1 Corintios 10:31 Temor de Dios Proverbios 14:27 Sabiduría Proverbios 3:13 Anhelo de glorificar a Dios Gálatas 6:22-‐23 Recordar mi identidad en Cristo 1 Pedro 2:9-‐11 1 Plantinga Cornelius, el pecado p.155. 30 Es muy pertinente aclarar que en este capítulo estamos abordando tan sólo el poner ciertas barreras de protección externas, o lo que podríamos llamar cuidados temporales necesarios y de bastante ayuda. Pero no estamos abordando el problema de raíz que impulsa las acciones pecaminosas. Porque el problema más grande y donde deseamos llegar no es tan sólo a manipular las circunstancias, sino llegar a lo profundo del corazón, pero eso haremos en el siguiente capítulo. Génesis 39:1-‐10 ¿Cómo encuentras aplicado el principio de tomar medidas radicales en este pasaje? ¿Cuál era la preocupación de José? ¿Su papá, su familia, lo que la gente diría, la religión? ¿Cuál? Romanos 6:6 ¿Cómo piensas que puedes dejar de servir al pecado? Romanos 8:13; Romanos 13:14; Gálatas 5:16 ¿Cómo se matan los deseos de la carne? Explica Matar los deseos de la carne requiere de una decisión firme, de tomar medidas radicales; vivir para Dios no sólo evadiendo aquello que nos aleja de Él, sino realmente odiándolo. Por naturaleza no odiamos el pecado, éste ejerce un tremendo poder de influencia en nuestras vidas, no parece hasta encantador. Pero a medida que cedamos gustosamente nuestras vidas a la influencia transformadora del Espíritu Santo viviendo para servirle y escuchando atentamente su voz a través de su Palabra , en esa medida iremos siendo transformados para ejercer dominio sobre el pecado. No se trata de tener “fuerza de voluntad”, se trata de tener una voluntad transformada por el Espíritu Santo para decidir de manera natural aquello que agrada a Dios. Eso es dar fruto, no sólo “echarle ganas para hacer lo que se debe”. A menos que se tenga una vida centrada en Dios es imposible batallar exitosamente contra el pecado tomando decisiones radicales para alejarse de él, y vivir para la gloria de Dios. ¿Qué pecado te atrae de manera particular? ¿Qué barreras de protección consideras que debes aplicar ¡ya! En tu vida? Comenta alguna experiencia donde has tomado medidas radicales contra algún pecado o situación que entraña riesgo en tu vida 31 8. La idolatría Es muy común que los evangélicos nos sintamos orgullosos de no ser idólatras (al menos eso creemos). Vemos con desprecio a aquellos que se postran ante una esfinge de madera, de barro, bronce o cerámica, y señalamos con espíritu de juicio que ellos están muy mal porque son idolatras, que adoran a algo más que no es Dios; y hasta nos jactamos al decir que se van a ir al infierno por sustituir la adoración a Dios por la adoración a otros dioses (as). Casi casi nos rasgamos las vestiduras en señal de indignación. Pero no consideramos ni por un momento que los cristianos también somos idólatras. Pero ¿Qué es la idolatría? Romanos 1:23-‐25 Escribe tus reflexiones sobre el gran intercambio del que se habla Idolatría es eso; cambiar la adoración a Dios por algo o alguien más que no es Dios. Los hombres fuimos creados para adorar a Dios, y la verdadera felicidad, satisfacción y gozo se encuentra sólo en Dios. Pero desde la caída de Adán en pecado los seres humanos andamos por la vida buscando otros satisfactores, otros amores, otra seguridad. El corazón humano, específicamente el del cristiano es (al menos parcialmente) un gran templo pagano cuajado de nichos y altares con ídolos. Estos ídolos son deseos; pueden ser buenos o malos, lo característico de estos deseos que llegan a ser ídolos, es que se trata de deseos imperantes, y esos deseos imperantes (que son ídolos) se llegan a percibir como necesidades. Por eso esas “necesidades” aparentes “deben” ser suplidas lo más pronto posible. Y para alcanzar a tener dichas necesidades satisfechas, aún los cristianos somos capaces de hacer muchas cosas que son malas o al menos poco sabias. Es así como una mujer casada cuando el esposo no le brinda el cariño, respeto y consideración que ella espera. Sutilmente puede ceder a un hombre que le brinda todo lo que su esposo no le da. Es por eso que el esposo que quiere tener relaciones sexuales de manera continua con su esposa y no lo obtiene, si se halla con una mujer en su trabajo o en su camino que le haga sentir atractivo y le brinda lo que la esposa no, pues se siente muy atraído hacia ella al grado que es capaz de abandonar a su familia con tal de estar con la persona que le brinda lo que él “necesita”. Es por eso que un joven puede rebelarse contra sus padres cuando estos no le dan el permiso que requiere porque si no asiste a la fiesta a la que fue invitado se sentirá nada porque sus amigos se burlarán de él, y él quiere tener el respeto de los demás. Es por eso que una joven se puede volver una mujer promiscua porque anda limosneando, buscando el afecto que sus padres no le dan y que “deberían de darle” (según ella), entonces a cualquiera que le muestre un poco de atención se le entrega sin reservas. Esta es la dinámica de la idolatría. Como decía en el capítulo anterior, el problema no es tanto lo que hacemos, sino aquello que nos mueve o motiva a hacerlo. Toda acción o pensamiento pecaminoso es motivado e impulsado por un ídolo que pelea por tener la primacía en el corazón de la persona. Los ídolos (deseos imperantes o aparentes necesidades) llegan a dirigir la vida, dinamizan acciones, accionan la lengua, los brazos, los dedos, los ojos, los pies. Cada vez que nuestros miembros son puestos al servicio del pecado, hay un ídolo impulsando la acción. Cada vez que acariciamos el pecado, hay una sustitución; estamos adorando a algo o alguien más que no es Dios. Un ídolo puede ser una relación, la tele, una persona, una marca específica, la tecnología, los hijos, el esposo, la reputación, uno mismo, el deporte, el sexo (aún en el vínculo 32 matrimonial), la escuela, la diversión, un vicio, control, etc. La idolatría es multiforme. El idolatra se percibe como una persona con un vacío, de allí que sienta una gran necesidad por llenar ese “vacío”, y como Dios no lo llena, alguien más lo debe hacer. Efesios 5:5; Colosenses 3:5 ¿Qué dice respecto a la idolatría? Lo engañoso de la idolatría es que confesionalmente podemos decir que Jesucristo es el Señor de cada una de las áreas de nuestra vida, pero funcionalmente podemos realmente no estar adorando al Señor, sino a algún sustituto. Es como estar con las piernas sanas y estar, a la vez, dependiendo de las muletas para caminar; ¡es una aberración!. ¿Dónde radica la idolatría? Ezequiel 14:4 ¿Cuál es el real problema del cristiano respecto al pecado? Marcos 7:15-‐23 Juan Calvino escribe: “el corazón humano es una fábrica de ídolos en su corazón . . . cada uno de nosotros es, desde el vientre de su madre, experto en la invención de los ídolos”. Jeremías 17:9-‐10 Explica cómo es que el corazón nos engaña Salmo 139:23-‐24 ¿Qué pide el Salmista al Señor? ¿Por qué? Comúnmente no es fácil detectar los ídolos que dirigen nuestras acciones que no dan gloria a Dios. Pero hay adversidades o prosperidad que con cierta facilidad descubren la realidad de el corazón. Es motivante acudir a un hospital y hablar con alguien y escuchar su inquebrantable fe en el Señor, así como triste cuando en esas mismas circunstancias, uno escucha a un cristiano desconcertado por la enfermedad hablar con rudeza y rencor de Dios. esas personas no sabían muchas cosas de su propia vida hasta que la enfermedad llegó. A una, la fe le fue confirmada; a la otra le fue descubierta su incredulidad y falta de confianza en Dios. Una misma situación y do s personas cristianas respondiendo de diferentes maneras de acuerdo a lo que hay en su corazón. Números 13: 1-‐14:24 ¿Cuál fue la situación? Explica ¿Cómo respondieron a la misma situación unos y otros? escribe nombres 33 ¿Por qué respondieron de maneras tan distintas? ¿Qué reveló de unos y otros la situación que se narra? Lucas 14:16-‐20 Escribe el frases cortas ¿qué encontraron las personas enunciadas más atractivo que el llamado de Dios? aplica a tu vida; ¿qué encuentras más atractivo que Dios? 2 Corintios 1:9 ¿Por qué Dios permitió circunstancias tan adversas en la vida de San Pablo? Lucas 6:43-‐45 Explica en términos de lo que se ha planteado Salmo 115:1-‐8 ¿Qué efecto sucede cuando adoramos a un ídolo? En efecto, paulatinamente nos vamos volviendo a imagen y semejanza de aquello que adoramos. Si adoramos a Dios no iremos pareciendo más y más a Él. Pero si adoramos a otra cosa que no sea Dios, lamentablemente nos iremos pareciendo a aquello que adoramos idólatramente. La pregunta obvia después de haber explorado sucintamente la realidad de la idolatría sería ¿cómo desinhibo esa idolatría en mi corazón? ¿cómo puedo luchar contra ella? 1.-‐ Reconoce qué es aquello que impulsan tus acciones, recuerda que el problema no es tanto lo que haces, sino lo que lo motiva. Las acciones pueden ser buenas o malas, pero el punto está en detectar qué dinamiza lo que haces porque aún las buenas acciones pueden ser movidas por deseos idólatras, piensa en Simón el mago, (Hechos 8:9-24)especialmente v.13. 2.-‐ Considera qué estas creyendo de; Dios, de ti, de las situaciones, de las personas, etc. Y qué estás deseando en medio de las circunstancias que te rodean. 3.-‐ Recuerda quién es Dios para ti en esa circunstancia; Recuerda sus atributos (soberanía, bondad, justicia, verdad, gracia, misericordia, etc.), recuerda sus promesas, sus ordenanzas, sus bendiciones, cómo opera la redención en Cristo en esa situación, la obra del Espíritu Santo, su poder en su gracia, etc. Y busca pasajes que reafirmen esa realidad de Dios. 4.-‐ Toma las medidas pertinentes (barreras de protección vistas en el capítulo anterior). 5.-‐ Busca responder sabiamente en medio de esa circunstancia. 6.-‐ Reconoce tus pecados y arrepiéntete de ellos y confía en la gracia de Dios. Recuerda que nada sino la vida centrada en Dios y su evangelio puede destruir la potencialidad de los ídolos. 34 9. Vive de acuerdo a lo que posees Vive de acuerdo a lo que tienes. ¿Cómo es que una persona adinerada llega a una tienda y cuando necesita algo; o sencillamente lo desea, lo compra? La respuesta es sencilla, las personas adineradas viven de acuerdo a lo que tienen. Ellos saben lo que poseen, saben que si pagan con la tarjera de crédito no se las van a “rebotar” ni se tronarán los dedos a fin de mes para pagar. Saben que tienen los fondos y las reservas necesarios para solventar sus pagos. Esto significa que ese entendimiento es el marco de referencia con el que viven, y ese entendimiento tiene efectos físicos. Los millonarios sacan la cartera porque saben lo que tienen. Esa conexión es vital. Su entendimiento activa sus acciones y les permite vivir confiados. De la misma manera que un obrero que apenas gana para medio vivir, sabe que si va a una tienda debe escoger entre comprar una cosa o la otra, porque no tiene los fondos necesarios para obtener ambas cosas. Pero sería dramático que un millonario con Jet privado, casa en la playa, y yate; fuera al súper y escogiera entre; jamón o frijoles, queso o chorizo. Éste sería un rico viviendo como pobre; lo cual es inconcebible. La vida del cristiano es una vida abundantemente enriquecida, no para tener cosas, sino para desempeñar virtudes. A un rico no le puedes pedir que ejerza dominio propio, o amor y paciencia bíblicos, pero a un cristiano si. Un cristiano es alguien que ha sido enriquecido por lo que se espera que sus acciones reflejen lo que es. Por eso es vital que el hijo de Dios reconozca quién es en Cristo, para que viva de acuerdo a lo que es. Para que su marco de referencia que le lleve a tomar decisiones, sea el reconocimiento de que ha sido depositario de una abundante riqueza; tal que, no alcanzaría la vida para llegar a entender plenamente. Por ejemplo: en la iglesia de Corinto había problemas serios; divisiones, inmoralidad sexual, problemas matrimoniales, borracheras, etc. Por lo que es interesante la manera en que comienza San Pablo esta epístola: 1 Corintios 1:3-‐ 9 v. 4 ¿Por qué da gracias San Pablo? Explica v. 5 ¿Qué hemos recibido? ¿Cómo lo sabemos? v. 7 ¿Qué nos falta en tanto que Cristo viene? v. 9 ¿A qué fuimos llamados? Si los hermanos de la Iglesia de Corinto hubieran estado concientes, y se hubieran apropiado, y hubieran vivido intencionalmente de acuerdo a lo que son; ciertamente su estilo de vida hubiera sido diferente. Pero a ellos les faltaba amor, dominio propio, pureza sexual, unidad, caridad, gracia, misericordia, etc. Virtudes que estaban a su alcance debido a lo que ya poseían en Cristo, pero lamentablemente vivían como si nada derivado del cielo poseyeran. En Cristo nuestra vida ha sido transformada, nunca viviremos de manera perfecta; pero se espera que el hijo de Dios viva de acuerdo a lo que es, y a lo que tiene en Cristo. Es decir; el entendimiento y reforzamiento diario (por la Palabra de Dios) de lo que somos, tendrá conexión directa con lo que hacemos. Quien vive sabiendo lo que tiene en Cristo, reflejará con acciones concretas tal entendimiento. 35 Escribe en tus palabras, la herencia que has recibido en Cristo para poder luchar contra el pecado: Romanos 5:2 Efesios 1:18-‐19 2 Pedro 1:3-‐4 Efesios 3:14-‐16 2 Corintios 9:8 Efesios 6:10 1 Corintios 15:10 Tito 2:11-‐12 Efesios 3:20 2 Timoteo 1:8 Colosenses 1:9-‐11 ¿Qué pasaje llamó tu atención respecto a tu lucha contra el pecado? ¿Por qué? ¿Cómo cambia tu perspectiva en la lucha al recordar lo que tienes en Cristo? ¿Qué debes estar recordando cada día para no encallar en la lucha contra el pecado? ¿Cómo conectas estas realidades espirituales con tu lucha diaria? Algunas anotaciones que considero muy importantes. 2 Pedro 1:3-‐4 v. 3 Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad . . . En este versículo se nos hace saber que luchar contra el pecado no se trata de un ejercicio humanista de neurolingüística donde te pones frente al espejo y repites una y otra vez -‐-‐-‐-‐yo puedo, si puedo, ánimo, eres un campeón, etc. Tampoco se batalla golpeándose a sí mismo, ni 36 sintiéndose miserable como si el puro sentimiento fuera suficiente para cambiar; ¡no!, En la lucha contra el pecado no se trata de “echarle ganas”, se trata de reconocer y vivir en la realidad de lo que Dios ha hecho y sigue haciendo en nuestra vida. He aquí una paráfrasis del v.3 Dios nos ha concedido su divino poder, y con él todas las cosas respecto a la vida y a la piedad, a través del conocimiento pleno de él, que nos llamó por su propia gloria y virtud. 1.-‐ Dios nos ha concedido u otorgado. Antes de estar en Cristo tú y yo no teníamos nada, éramos unos verdaderos mendigos y miserables sin presente ni futuro, luchando por nuestras propias fuerzas para hacer lo que convenía únicamente a nuestros intereses avaros y egoístas. Sin embargo, hubo en algún momento de nuestra historia un evento que cambio radicalmente nuestra vida. Dios nos tomó para hacernos personas perdonadas y diferentes a lo que éramos antes, y en virtud de la persona y obra de Cristo, nos dio la vida eterna y con ella Cristo nos envió al Espíritu Santo y con él nos hizo participantes de su naturaleza al estar unidos a Cristo. Al ser participantes de su naturaleza divina, dice el v. 3 que nos lo otorgó, el tiempo, modo y voz griego en el que se encuentra el verbo otorgar es participio perfecto voz pasiva, esta combinación significa <<una acción pasada, con efectos o resultados permanentes para aquel objeto que ha sido receptor de algo que alguien le ha dado>> así que; ciertamente nosotros somos los que batallamos contra el pecado, pero no lo hacemos con nuestras propias fuerzas, sino con (ni más ni menos) el poder de Dios. Dios nos ha concedido (y nos sigue concediendo) su poder para vivir de acuerdo a la piedad. Hasta la piedad proviene de él. 2.-‐ Nos ha otorgado lo concerniente (en su poder) a la vida y piedad. La palabra vida no es la palabra griega bios, sino zoé, esto significa que no sólo hemos recibido la gracia de la vida física, sino espiritual. Antes estábamos muertos en nuestros pecados (Efesios 2), pero ahora vivimos para Dios. hemos recibido la vida, pero también la piedad; piedad (Eusebia) se refiere a un atributo procedente del cielo, que se caracteriza por amar aquellas cosas que son del cielo. Piedad significa devoción, devoción a Dios. Esta es la mejor manera de luchar contra el pecado, centrar el corazón en Dios y hacer de él la relación más importante en la vida y la referencia para cualquier decisión y acción. Pero, como dice el v.3 el estilo de vida piadoso, depende en gran medida del nivel de conocimiento o familiaridad que tengamos de Dios. Entre más nos relacionemos con Dios, con mayor facilidad podremos discernir adecuadamente el pecado, las tentaciones y podremos vivir de acuerdo a las virtudes que vienen de él. En todos los pasajes escritos en el cuadro anterior, el énfasis está en que como creyente Dios te ha comunicado su poder en Cristo. No puedes ni debes aludir la responsabilidad de vivir de acuerdo a lo que tienes. Eres receptor de la naturaleza divina. Entre más reconozcas quién eres en Cristo, mayor probabilidad tendrás de vencer el pecado que te asedia. Efesios 3:21 ¿Cuál es la finalidad de vivir de acuerdo al poder que nos ha sido dado? Escribe una reflexión final: 37 10. Los medios de gracia Nadie puede luchar eficazmente contra el pecado, a menos que lo haga a través de los medios de gracia. ¿Qué debemos entender como medio de gracia? Son medios que el Espíritu Santo emplea para aplicarnos la salvación que Dios ha preparado en Cristo. El catecismo menor de Westminster dice en su pregunta y respuesta 88: ¿Cuáles son los medios externos y ordinarios por los cuales Cristo nos comunica los beneficios de la redención? R: Los medios externos y ordinarios por los cuales Cristo nos comunica los beneficios de la redención, son sus ordenanzas, y especialmente, la Palabra, los sacramentos y la oración. Si te diste cuenta, de acuerdo con el catecismo, es a través de los medios de gracia que Dios nos comunica los beneficios de la redención; es decir, todo aquello que Cristo ganó para obsequiarnos a nosotros al vivir una vida perfecta, y al dar su vida en rescate por nuestros pecados. Esto es de suma importancia en la batalla contra el pecado. Es decir, no se puede luchar contra el poder vigoroso del pecado a menos que se haga en el contexto de los medios de gracia. Como creyentes podemos crecer y madurar en la fe por esos medios de gracia, y esos medios deben ser parte de la vida del creyente; pero sobre todo, en comunidad. Ya somos salvos, pero seguimos siendo salvados o redimidos. Y en la medida que hacemos uso responsable de tales medios de gracia, en esa medida iremos creciendo y matando al pecado que nos asedia. La Palabra Es menester recordar que debido a la dureza de nuestro corazón la Palabra por sí misma no es efectiva para santificarnos, no que ella no lo sea, de echo lo es. Pero debido a nuestro pecado que por sí misma no obtendría resultados satisfactorios en nuestra lucha contra el pecado. Cuántas veces has escuchado predicaciones bíblicas y a través de ellas sabes que debes dejar de hacer lo que haces, pero no lo dejas de hacer. Al contrario, más te aferras a tu pecado. ¿Será que el problema está en la Biblia? Por supuesto que no. El problema radica en la corrupción que hay en ti. Es por tal razón que es indispensable que el Espíritu Santo, en ese ministerio silencioso y efectivo al interior del corazón, siembre la semilla de la Palabra y la haga germinar y fructificar. Así que; cada vez que escuchamos la palabra en nuestros devocionales personales, en la predicación dominical, con alguna música cristiana con letra bíblica, en el estudio de grupo pequeño, etc. Cada vez que recibimos la Palabra, y la aplicamos a la vida diaria, teniendo la disposición de vivir cada vez de acuerdo a ella, y hay cambios sustanciales en nuestras vidas; podemos reconocer que, por su gracia, es el Espíritu Santo que está haciendo lo que sabe hacer, su tarea en el contexto de la redención: transformándonos más y más a la imagen de Jesucristo nuestro Señor reconstruyendo la imagen de Dios que se había perdido. Es nuestra responsabilidad y privilegio deleitarnos en la Palabra, pero la obra transformadora tiene su origen y poder en la maravillosa gracia de Dios. Juan 17:17 ¿Cuál es la petición concreta de Jesús a favor de los redimidos? ¿Quién hace el trabajo de santificación? El teólogo Luís Berkof acertadamente dice: La santificación consiste fundamental y principalmente en una operación divina en el alma, por medio de la cual, aquella disposición santa nacida en la regeneración queda fortalecida y se aumenta su santa actividad. . . obra que en esencia es de Dios, aunque hasta donde Él emplea medios, el hombre puede cooperar y se espera que lo haga mediante el uso adecuado de esos medios. 38 El catecismo menor de Westminster en su pregunta y respuesta 89 dice: ¿Cómo viene la Palabra a ser eficaz para la salvación? R: El Espíritu de Dios hace que la lectura, y aún más específicamente, la predicación de la Palabra, sean medios eficaces de convencer y de convertir a los pecadores, y de edificarles en santidad y consuelo por la fe, hasta la salvación. Es importante recordar que cuando se habla de salvación, el término no se circunscribe sólo al hecho puntual en la historia de nuestras vidas de haber sido perdonados y justificados. Sino el término salvación alude a la obra continua de Dios en la vida de sus hijos redimidos y adoptados por gracia. Según la respuesta del catecismo a la pregunta ¿Cómo viene la Palabra a ser eficaz para salvación? ¿Quién hace que la lectura sea un medio eficaz para convencernos de abandonar el pecado? ¿Cómo somos edificados en santidad y consuelo por la fe? Santiago 1:21 ¿Qué se dice de la Palabra? ¿Cómo debemos recibirla? ¿Por qué? Hechos 20:32 ¿Cómo se denomina a la Palabra de Dios? ¿Qué hace en nuestras vidas? 2 Timoteo 3.15 ¿Qué produce en nosotros la palabra? 2 Timoteo 3:17 ¿Cuál es la finalidad de la obra de Dios en el corazón por medio de su santa Palabra? Explica en tus palabras. De los siguientes textos comenta los resultados al haber estado en contacto con ella: Jonás 3:1-‐10 Nehemías 8:8-‐9 Hechos 2:37-‐41 Hebreos 13:20-‐21 ¿Quién nos puede hacer aptos para amar la justicia y aborrecer la maldad? 39 V.21 ¿Cuál es la finalidad de vivir una vida agradable a Dios? Efesios 3:21; Colosenses 1:11 ¿Porqué la santificación continua no puede ser obra humana? Explica ¿Cómo podrías, según lo visto en esta sección luchar contra la realidad de los viejos hábitos? Así, la Palabra de Dios es efectiva en el corazón para cambiarnos, debido a la obra de Dios al interior del corazón. Sería ingenuo que Dios nos diera la Palabra esperando que nosotros, por nosotros mismos nos cambiáramos a nosotros mismos, debido a que por naturaleza no tenemos tal disposición en lo absoluto. Pero bajo la promesa de su obra en nuestras vidas, la palabra es un magnífico medio para cambiarnos: en ella encontramos; sabia amonestación, consejo y luz para andar en el camino de la rectitud. Hebreos 4:12 ¿Cómo podemos saber lo que hay en nuestro corazón? ¿Por qué? De los siguientes textos comenta lo que se dice relacionado a la Palabra, tu responsabilidad, la obra de Dios por medio de ella, etc. Job 23:12 Jeremías 15:16 Deuteronomio 11:18 Salmo 19:8 Salmo 119:9 Juan 15:3 Efesios 5:26 1 Pedro 1:22 Pero como hemos venido diciendo, Dios es quien opera la santificación en nuestras vidas. Sin embargo el catecismo nos aclara nuestra responsabilidad personal en dicho proceso (del que hablaremos más a detalle en el capítulo siguiente a los medios de gracia). Pregunta y respuesta del catecismo 90. ¿Cómo ha de ser leída y escuchada la palabra para que se haga eficaz la salvación? R: A fin de que la Palabra se haga eficaz para nuestra salvación, hemos de prestarle atención con diligencia, preparación de espíritu y oración; hemos de recibirla con fe y amor, atesorarla en el corazón y practicarla en la vida. 40 De los siguientes pasajes comenta respecto a la pregunta y respuesta 90 de nuestro catecismo: Deuteronomio 6:6-‐7 Salmo 1 1 Pedro 2:1-‐2 Salmo 119:18 Romanos 1:16 2 Tesalonisenses 2:10 Salmo 119:11 Santiago 1:25 Escribe tus reflexiones acerca de la importancia de la Palabra de Dios en tu lucha contra el pecado Comenta hasta que punto cooperamos en el proceso de santificación Escribe tus reflexiones personales sobre el hecho de que la santificación en netamente obra de Dios. Escribe una oración dando gracias a Dios por su bendita gracia: 41 11. Los medios de gracia II La oración Otro medio de gracia que Dios nos ha dado es la oración. En oración a Dios reconocemos nuestra debilidad y dependencia de Él. Siguiendo con el catecismo menos de Westminster, en su pregunta y respuesta 98 dice: ¿Qué es la oración? R: La oración es un acto por el cual manifestamos a Dios, en nombre de Cristo, nuestros deseos de obtener aquello que sea conforme a su voluntad, confesando al mismo tiempo nuestros pecados y reconociendo con gratitud sus beneficios. Cuando oras exponiendo tus pecados y pidiendo obtener su gracia para vivir una vida de piedad, ¿En quién enfocas tus pensamientos? Salmo 10:17 ¿Cuál es nuestra esperanza en la batalla contra el pecado? Mateo 7:7-‐8; Juan 16:23-‐24 ¿Qué esperanza tenemos al practicar la oración en relación con la batalla contra el pecado? 1 Juan 5:14 ¿Cuál es la confianza que tenemos en oración respecto al pecado? Explica Una de las bendiciones más grandes que tenemos los reformados, es que contamos con confesiones y catecismos que nos guían en nuestra vida cristiana. Ya hemos visto lo que dice el catecismo menor de Westminster. Ahora exploremos brevemente lo que dice el catecismo de Heidelberg en lo correspondiente al domingo 45 “la oración”. ¿por qué es necesaria la oración a los cristianos? R: . . . porque Él quiere dar su gracia y su Espíritu sólo a aquellos que se lo piden con oraciones ardientes y continuas, dándole gracias. Salmo 50:4b; Mateo 7:7; Lucas 11:9, 13; 1 Tesalonisenses 5:17 ¿Qué se dice respecto a lo dicho por el catecismo “Domingo 45”? Nuevamente vemos la realidad de que la oración, como medio de gracia, suministra la gracia de Dios en la vida de los creyentes que la ejercitan constante y diligentemente. Es por eso que no se debe hablar de la oración como una obligación, sino como un privilegio de gracia dado a los creyentes en Jesucristo, una disciplina que trae bendición y crecimiento y suministro de gracia para la batalla contra el pecado. A través de la ayuda del catecismo, y los textos anteriores podemos deducir que la oración es un medio por el cual Dios nos suministra su poder y gracia para obtener, en Él, la fuerza necesaria para vivir de acuerdo a su voluntad. Sería una pérdida de tiempo si sólo informáramos a Dios de aquello que él ya sabe. Cuando oramos nuestro corazón está siendo expuesto y susceptible a la influencia transformadora de Dios. y Dios está suministrando su gracia en nuestras vidas carentes y necesitadas. De tal manera que en la batalla contra el pecado es 42 indispensable tener tiempos de oración diarios delante del Señor. La oración es un medio de gracia insustituible. Por otro lado, es menester señalar que la oración y la Biblia, como medios de gracia, están estrechamente relacionados. Nuestras oraciones deben reflejar nuestro conocimiento de Dios y de lo que es agradable a sus ojos, y de aquello que no lo es. ¿Cómo oraremos por que su voluntad sea confirmada en nuestras vidas si no conocemos su voluntad? Por decirlo de alguna manera, estaríamos orando a ciegas. Es un buen ejercicio cuando después de haber leído la Palabra, con la Palabra abierta, y de acuerdo a lo que Dios nos ha indicado; oremos pidiendo que nos de aquello que carecemos. Hechos 4:24-‐26 Comenta Cómo se ve la Palabra de Dios en esta oración La familiaridad con la Escritura es de invaluable ayuda en la oración, pues nos capacita para seguir la manera en que los primeros cristianos citaban la Biblia al orar. Juan 15:7 ¿Cómo se ve la relación entre la biblia y la oración? Escribe una reflexión personal sobre la importancia de la oración en la lucha contra el pecado ¿Cómo es tu vida de oración? ¿Cambiará en algo a partir de lo estudiado aquí? Comenta Los sacramentos Finalmente, y por si fuera poco, Dios en su bendita gracia nos dio los sacramentos. Los sacramentos instituidos por el Señor son 2; el bautismo y la comunión. Y también en la administración de dichos sacramentos podemos ver tanto la responsabilidad personal, como la bendición de Dios por medio de ellos en la vida del creyente. Los sacramentos son medios por los cuales somos edificados en la fe. El bautismo es el rito de iniciación en la vida cristiana. Como dice la pregunta y respuesta 94 del catecismo menos de Westminster: ¿Qué es el bautismo? R: El bautismo es un sacramento, en el cual, el lavamiento con agua, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, significa y sella nuestra unión con Cristo, nuestra participación en los beneficios de la alianza de gracia y nuestro comprometimiento de ser del Señor. Tal como dice la respuesta a la pregunta 94, en el bautismo se significa y sella nuestro lavamiento, es decir, el comienzo en la vida cristiana en la regeneración cuando, sin nosotros saberlo, el Espíritu nos estaba uniendo a Cristo al darnos nueva vida. Pero en este sello tenemos participación en los beneficios al depositar nuestra fe creyendo que así es. Pero no sólo tenemos un rito único de iniciación en la vida cristiana. 43 Gálatas 3:27; Mateo 28:19; Romanos 6:3, 5 ¿Qué piensas de quien afirme que el bautismo es algo opcional en la vida cristiana? También hay un rito de continuación por medio del cual somos alimentados y edificados en la fe; el sacramento de la comunión. En el bautismo participamos sólo una vez en la vida, pero en la comunión o santa cena, participamos de manera continua, y así debe ser. Dice la pregunta y respuesta 96 del catecismo menor de Westminster: ¿Qué es la cena del Señor? R: La cena del Señor es un sacramento, por el cual, dando y recibiendo el pan y vino, según la ordenanza de Cristo, se simboliza su muerte; y aquellos que dignamente lo reciben, son hechos, no de una manera corporal y carnal, sino por la fe, participantes de su cuerpo y sangre, como también de todos los beneficios consiguientes; lo cual conduce a su nutrimento espiritual y su crecimiento en la gracia. Comenta: ¿Qué beneficios obtenemos al participar en la comunión en relación con la lucha contra el pecado? ¿Qué componente es necesario para obtener los beneficios en la participación de la comunión? ¿Por qué es importante participar continuamente de la comunión? Dilo en tus palabras Como lo señala la respuesta a la pregunta 96 del catecismo, por la fe nos hacemos participantes de los beneficios del sacrificio perfecto de nuestro Señor. Es decir, la santa cena nos comunica, cuando participamos diligentemente y sólo por la gracia de Dios, todos los beneficios que Cristo compro para nosotros como, a saber; la comunión con su Padre, la participación del Espíritu Santo en nuestras vidas, su gracia transformadora, la activación y fortalecimiento del nuevo hombre en nosotros, sus virtudes, etc. Es decir, ríos de gracia son de los que participamos cuando tomamos la comunión por fe. La participación en la comunión es de vital importancia en la lucha contra el pecado, lo que necesitamos es ser transformados de acuerdo a la imagen santa del Señor Jesucristo, y en la comunión Dios nos regala, cada vez que lo hacemos, esa gracia que nos habilita para continuar en la lucha contra la maldad, y el fortalecimiento del nuevo hombre. Demos la gloria a Dios por no dejarnos solos en medio de colosal batalla. Él nos ha dado los medios por los que nos administra por gracia su gracia. Escribe una reflexión final: Escribe una oración dando gracias a Dios por los sacramentos: 44 12. La santificación La santificación es la obra continua del Espíritu Santo mediante la cual somos liberados del pecado, y renovados paulatinamente a imagen de Dios con al finalidad de vivir para la gloria de Dios haciendo buenas obras. Lo primero que debemos señalar, es que la santificación es una obra sobrenatural de Dios al interior del corazón del hombre. No somos nosotros quienes podemos cambiarnos a nosotros mismos por nuestras propias fuerzas o méritos personales. Es Dios quien realiza esa obra de gracia en nosotros. 1 Tesalonisenses 5:23; Hebreos 13:20-‐21; ¿Qué dicen estos textos respecto al hecho de que Dios es quien nos santifica? Es muy triste que siendo cristianos lleguemos a creer que la Salvación es por gracia, pero que el resto de la vida cristiana depende de lo que hagamos por nosotros mismos. Si fuera así no tendríamos esperanza en medio de la batalla contra el pecado. Es Dios quien en su gracia nos transforma, para que toda la gloria sea para quien debe ser; Dios. Dios usa la metáfora de la vid y el sarmiento. El sarmiento no puede crecer por sí mismo a no ser que se encuentre unido a la vid. Así, en la vida cristiana al pertenecer al Señor estamos unidos a Él y esa unión es la que permite que crezcamos y nos desarrollemos en la vida cristiana. Juan 15:1-‐7 ¿Cuántas veces se menciona el término “permanecer”? __________ veces ¿Por qué crees que se menciona tanto en tan pocas líneas? v. 8 ¿Cuál es la finalidad de dar fruto permaneciendo en la vid? No hay más. Quien desee cambiar sus viejos hábitos basando esos cambios en disciplinas (basadas en sus fuerzas propias), culpa, mal trato del cuerpo, llenado de tarjetitas de promesas, etc. Está destinado al fracaso; el principio de la lucha contra el pecado está en el reconocimiento de que el cambio es un regalo de Dios en Cristo en el poder del Espíritu Santo para gloria de Dios Padre. No en la debilidad de las fuerzas personales. Comenta estos pasajes respecto a la obra de Dios en la santificación Efesios 3:16 Colosenses 1:11 Gálatas 5:22 45 La obra de santificación consiste en dos aspectos La mortificación del viejo hombre La vivificación del nuevo hombre en Cristo que vive para sí mismo que vive para hacer buenas obras para Dios La Biblia misma habla de la mortificación del La vivificación del nuevo hombre se trata de la “viejo hombre”, y lo hace denotando la obra de obra de Dios por medio de la cual se fortalece Dios por medio de la cual va removiendo la de la disposición redimida del alma, en la que corrupción (la disposición pecaminosa de somos habilitados para vivir de acuerdo a la vivir para pecar) en forma paulatina. En voluntad de Dios. De tal manera que Dios Gálatas 2:20 por ejemplo se habla en los redirecciona nuestra vida despertando la mismos términos usando las palabras: -‐-‐-‐ que disposición en nosotros un nuevo curso de hemos sido “crucificados”, hablando de la acciones, pensamientos y palabras. La vieja mortificación del viejo hombre, habiendo estructura del pecado se va destruyendo ganado el Espíritu el predominio sobre el gradualmente, mientras que la nueva va pecado. fortaleciendo, y esto sucede paralelamente. En Cuando se habla del viejo hombre la Biblia a esta obra redentora se le llama “una básicamente se habla de nuestra vida cuando resurrección juntamente con Cristo”. En es controlada por el poder del pecado. Somos pasajes como: Romanos 6:4-‐5; Colosenses nuevas criaturas, pero la realidad es que en 2:12-‐13, 3:1-‐2 se hace evidente esta realidad. este mundo caído seguimos portando la vieja También la Biblia le llama “una vida para naturaleza, pero Dios en su gracia la va Dios”, en pasajes como: Romanos 6:11; Gálatas mortificando día con día. 2:19. En esta obra de santificación, aunque es enteramente de Dios, se espera que nosotros cooperemos. Es por eso que continuamente se nos amonesta a tomar la responsabilidad que nos corresponde. Responsabilidad que sólo podemos asumir por la obra de la libre gracia de Dios. Escribe las exhortaciones que hace Dios respecto a nuestra responsabilidad en el proceso de santificación: Romanos 12:9, 16, 17 1 Corintios 6:9-‐10 Gálatas 5:16-‐23 Miqueas 6:8 Juan 15:2, 8, 16 Romanos 8:12, 13 Romanos 12:1, 2, 17 Gálatas 6:7, 8, 15 46 Relaciona los siguientes textos con los medios de gracia que corresponden poniendo lo siguiente: P. cuando se refiera a la palabra de Dios S. cuando se refiera a los sacramentos _____ 1 Pedro 1:22 _____ Romanos 6:3 _____ 2 Pedro 1:4 _____ 1 Corintios 12:13 _____ Tito 3:5 _____ 1 Pedro 1:21 Como ya vimos anteriormente, estos son medios de gracia por los que recibimos fortalecimiento de parte de Dios para combatir efectivamente el pecado, cuando lo hacemos con fe, diligencia y devoción a Dios. Efesios 5:18 ¿Qué exhortación nos hace el Señor? La santificación está estrechamente ligada con lo que la Biblia llama “la llenura del Espíritu Santo”. Este lenguaje usado por el apóstol San Pablo en Efesios debe entenderse metafóricamente. No se debe entender en el sentido literal pensando que el Espíritu Santo es como un líquido que va llenando las tinajas de nuestro corazón. Más bien se debe entender en el sentido de “influencia”. Imagina que llegas del centro del país a vivir a Yucatán y te quedas a vivir en esa hermosa tierra. Si permaneces por años allí de seguro hablarás tarde o temprano con cierto acento yucateco. Cuando te vean nuevamente tus familiares te dirán: -‐-‐-‐oye, estás lleno de yucatequismos. Esto no significa que los yucatequismos sean una especie de líquido que te va llenando, más bien lo que se quiere indicar es que ha sido tal la influencia de la cultura yucateca que acabas hablando en algún sentido de la misma manera. Así, cuando se habla en la Biblia de la llenura del Espíritu Santo, lo hace en el sentido de influencia. La vida cristiana no es un simple religión, se trata de una relación; relación con Dios, y como el Espíritu Santo es Dios, al estar en estrecha relación con la persona del Espíritu Santo finalmente terminas siendo como Él. Efesios 5:1-‐5 ¿En qué sentido debemos imitar a Dios? Efesios 5:7 ¿Qué nos manda hacer el Señor? Efesios 5:8-‐11 ¿Por qué no se debe participar en tales maldades? 47 Gálatas 5:16 ¿Cómo se desinhibe el deseo de la carne? Es muy interesante poner en paralelo Efesios 5:18 (donde dice que seamos llenos del Espíritu), y Este de Gálatas 5:16 (donde dice que andemos por el Espíritu). Efesios 5:18: el verbo Ser, para hacer énfasis sobre ser llenados, se encuentra en la voz pasiva, tiempo presente modo imperativo. Tomando en cuenta esta gramática parafrasearé este pasaje: -‐-‐-‐-‐ Permitan que cada día, y de manera constante, el Espíritu Santo les influencie; es algo que han dejado de hacer (han bajado la guardia), pero es importante que retomen esa disciplina abrazando con fe y devoción los medios de gracia. Haciendo esto serán como Él. ¿Te fijas la intención del autor al escribir acerca de la santificación de este modo? Gálatas 5.16 El verbo Andar, se encuentra en voz activa, tiempo presente, modo imperativo. Tomando en cuenta esta gramática parafrasearé este pasaje: -‐-‐-‐-‐ Debido al hecho de que Dios te ha dado una nueva vida; debes (en su gracia) vivir en cada área de tu vida, y en todo lo que haces de acuerdo a la voluntad del Espíritu Santo. Has dejado de hacerlo intencionalmente, mas debes retomarlo. Si eres observador, en Efesios el énfasis está en que recibimos del Espíritu Santo (lo que Él hace); Su influencia. Mas en Gálatas el énfasis está en lo que nosotros debemos hacer (en su gracia); vivir de acuerdo a la voluntad del Espíritu Santo. Escribe donde corresponda la manera en que el Espíritu Santo trae a nosotros una nueva manera de vivir; es decir, cómo reflejamos a Dios. Efesios 5:22-‐6:9 Gálatas 5:22-‐26 Comenta cómo es una realidad esta nueva vida en Cristo, en tu propia vida: 48
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