E C O N O M Í A TESIS de MAGÍSTER IInstituto N S T I de T Economía U T O D E DOCUMENTO DE TRABAJO ¾¼¼ Í×Ó ÁÒ×ØÖÙÑ ÒØÓ× Ö Ú Ó× Ò Ð ÁÒ Ù×ØÖ ÓÒ Ó× ÅÙØÙÓ× Ò Æ ÓÐ × Ö Ò Ö Ð Ð Öغ www.economia.puc.cl Uso de Instrumentos Derivados en la Industria de Fondos Mutuos en Chile Alumno: Nicolás Birkner Gilabert Comisión: Augusto Castillo Gonzalo Edwards Resumen En este trabajo se estudia el uso de instrumentos derivados en la industria de fondos mutuos en Chile, país en que la incidencia de uso de derivados ha tenido un importante crecimiento en los últimos años. Los fondos más propensos a utilizar derivados son los pertenecientes a las categorías que invierten en instrumentos de mediano y largo plazo, de libre inversión y los fondos garantizados. Primero se analizan las características de los fondos que hacen más probable el uso de derivados. La probabilidad de uso está determinada principalmente por el tamaño del fondo y por el número de fondos que maneja una misma administradora general de fondos, recalcando la importancia de las economías de ámbito y escala en el uso de derivados. Luego se comparan los cuatro primeros momentos de la distribución de retornos entre los fondos que usan y los que no usan derivados. No se encuentra evidencia de que los derivados sean usados con fines de cobertura. Sin embargo, se encuentra evidencia significativa sobre el uso de derivados con fines especulativos en tres categorías de fondos, los cuales presentan un mayor retorno promedio y una mayor exposición al riesgo, o un mayor coeficiente de simetría y una mayor kurtosis. Agradecimientos Quiero agradecer a mis padres, Luis Birkner Martínez y Carmen Gilabert Serrano, por darme la oportunidad y el apoyo para entrar al Magíster de Economía Financiera de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Además quiero agradecer a los profesores de la comisión de tesis, Augusto Castillo y Gonzalo Edwards, por sus comentarios a este trabajo, por motivarme a que siguiera con este tema y por la disposición que mostraron a lo largo del semestre para escuchar y analizar mis interrogantes y avances. Finalmente, agradezco a los compañeros que estuvieron bajo esta comisión, en especial a mi amigo Felipe Saffie por su incondicional apoyo. 2 Índice Sección 1: Introducción……………………………………………………………. 5 Sección 2: Literatura Relacionada………………………………………………... 11 2.1 Incidencia y Extensión de Uso de Derivados…………………………....... 11 2.2 Determinantes de la Decisión y Extensión de Uso de Derivados a Nivel Individual…………………………………………………………………………. 13 2.3 Determinantes de la Incidencia y Extensión del Uso de Derivados a Nivel de Familia de Fondos………………………………………………………………… 15 2.4 Efecto del Uso de Derivados en la Distribución de Retornos…………….. 16 2.5 Uso de Derivados, Riesgo y Desempeño en el contexto del modelo de mercado…………………………………………………………………………… 19 2.6 Manejo del Riesgo: Administración de los Flujos de Caja vs. Hipótesis de Juego de Incentivos……………………………………………………………….. 20 Sección 3: Descripción de la Base de Datos……………………………………… 22 3.1 Marco Regulatorio………………………………………………………… 22 3.2 Fuente de Datos…………………………………………………………… 22 3.3 Estadísticas Descriptivas… ………………………………………………. 24 Sección 4: Metodología…………………………………………………………... 26 3 4.1 Determinantes de la Decisión y Extensión de Uso de Derivados…………. 26 4.2 Análisis de la Distribución de Retornos de los Fondos que Usan y No Usan Derivados………………………………………………………………………….. 28 Sección 5: Determinantes de la Decisión y Extensión de Uso de Derivados……………………………………………………………….…………. 31 5.1 Determinantes de la decisión de uso de derivados a nivel individual……. 32 5.2 Determinantes de la extensión de uso de derivados a nivel individual…... 35 Sección 6: Distribución de Retornos……………………………………………… 36 Sección 7: Conclusiones………………………………………………………….. 40 Anexos…………………………………………………………………………….. 42 Bibliografía………………………………………………………………………... 50 4 1. Introducción Los instrumentos derivados son usados de manera relativamente baja por las corporaciones financieras y no financieras en Chile, y a pesar de que el uso de derivados ha crecido en el último tiempo, aún no se alcanza un nivel de uso comparable con los países más desarrollados. Por ejemplo, Castillo y Moreno (2006) encuentran que en Chile, de un total 356 empresas no financieras, en promedio sólo un 12,88% de ellas mantuvo alguna posición en derivados cambiarios durante los años 1990 – 2003. Una de las principales razones para usar estos instrumentos es reducir el riesgo financiero, es decir, se busca minimizar el impacto de un entorno cambiante en el valor de la empresa, donde la volatilidad de los tipos de cambio, tasas de interés, precios de commodities, etc, pueden afectar de manera significativa el valor de las corporaciones. Por otro lado, el mercado financiero chileno se ha desarrollado de manera importante en los últimos años, lo que ha llevado a que se disponga de una oferta de instrumentos derivados más amplia y sofisticada, lo que también explica el crecimiento que ha tenido el uso de estos instrumentos por parte de las empresas en Chile. En este estudio se analizará el uso de instrumentos derivados en un sector en particular: la industria de Fondos Mutuos en Chile. El uso de instrumentos derivados en los fondos mutuos chilenos es un tema que aún no ha sido investigado por los economistas, y por lo tanto, existen muchas interrogantes que aun no han encontrado respuesta. El uso de estos instrumentos genera ganancias o pérdidas que son función de cambios en el precio de un activo subyacente. Además, estos pueden ser usados con fines especulativos o de cobertura. ¿Son muchos los fondos mutuos que invierten en estos instrumentos? ¿Qué tan extensa es la inversión en derivados como proporción del total de activos que mantienen en sus carteras los fondos mutuos chilenos? ¿Producen los derivados importantes efectos en los retornos y exposición al riesgo de los fondos mutuos chilenos? ¿Qué tan distintos son los momentos de las distribuciones de retornos de los fondos mutuos que utilizan estos instrumentos en relación con los fondos que no los utilizan? ¿Existen características particulares de los fondos mutuos que hagan más probable el uso de derivados? 5 La fracción de fondos mutuos que usan instrumentos derivados en Chile ha tenido un importante crecimiento durante los últimos 7 años. En Enero del año 2000, un 6,9% de los fondos mantenía alguna posición en derivados en su portafolio, mientras que el panorama a Julio del 2007 muestra un 25,2% de los fondos usando estos instrumentos. Sin embargo, la extensión de uso si bien ha tenido un leve crecimiento, aún se encuentra en niveles muy bajos. A nivel de industria, la fracción de los montos totales invertidos en derivados sobre el valor de los activos netos ha aumentado desde un 2% a un 7% durante el mismo período, si se consideran solo los fondos que invierten en derivados. La Figura I muestra la evolución del número de fondos que utilizan instrumentos derivados como proporción del total de fondos, y la razón de los montos totales invertidos en derivados sobre el total de activos en la industria durante el período que va desde Enero del 2000 a Julio del 2007. Esta situación se encuentra en un nivel intermedio si es que se compara con lo que sucede en otros países. Por ejemplo, Koski y Pontiff (1999) encuentran que un 21% de los fondos mutuos accionarios en el mercado norteamericano usaba derivados entre los años 1992 - 1994, Johnson y Yu (2004) encuentran que un 21,36% de los fondos mutuos accionarios en Canadá usaba derivados en 1998, Pinnuck (2004) encuentra que cerca de la mitad de los fondos de la muestra que analiza usa instrumentos derivados en Australia entre los años 1990 - 1997, y Marín y Rangel (2006) encuentran que para el 2005 un 60% de los fondos mutuos mantenía alguna posición en derivados en sus portafolios. Con respecto a la extensión de uso, Johnson y Yu (2004) estiman rangos entre 1,28% a 2,32%, Pinnuck (2004) reporta una extensión máxima de uso de 3,34% entre 1990 y 1997, y Marín y Rangel (2006) estiman que la extensión a pasado de un 2,7% a un 15,8% entre los años 1995 – 2005. Por otro lado, la industria de fondos mutuos en Chile ha experimentado un importante crecimiento en los últimos 5 años, tanto en el número de partícipes como en los montos de dinero que manejan las Sociedades Administradoras de Fondos. Los Paneles A y B de la Figura II muestran la evolución del número de partícipes y del patrimonio que manejan las Administradoras de Fondos Mutuos chilenas, respectivamente. Es interesante 6 examinar el uso de derivados en los fondos mutuos por al menos dos razones. Primero, los fondos mutuos son una parte importante del sistema financiero en Chile. El patrimonio total del sistema al 31 de Julio del 2007 es cercano a los $ 11.000.000 millones de pesos. Es probable que el gran tamaño de esta industria afecte de manera significativa el pequeño mercado de capitales que hay en Chile. En segundo lugar, dado que los fondos mutuos tienen responsabilidades fiduciarias con sus clientes, y dado el efecto que tiene esta alternativa de ahorro sobre la riqueza de las personas, sobre todo para la gente que ahorra para su vejez, es importante que estos fondos se mantengan estables. Un fondo mutuo es el patrimonio integrado por aportes de personas naturales y jurídicas, a las cuales se les denomina partícipes, para su inversión en instrumentos de oferta pública. Cuando una persona invierte en un fondo mutuo, su dinero es manejado por una sociedad administradora especializada en el manejo de carteras de inversión, de tal forma que la cuota en la cual se invierten sus recursos, puede ser representativa de instrumentos financieros nacionales y/o extranjeros entre los que se cuentan acciones, bonos, e instrumentos derivados. Es importante señalar que la inversión en los diferentes tipos de fondos mutuos no garantiza una rentabilidad determinada, incluidos aquellos que 7 invierten en instrumentos de renta fija, pudiéndose obtener ganancias o pérdidas que dependen del comportamiento de los precios de mercado de los instrumentos en los cuales la sociedad administradora ha invertido los recursos y de la capacidad de gestión de esta última. Estas ganancias o pérdidas se contabilizan día a día, y se ven reflejadas en el valor de la cuota de cada fondo. Trabajos teóricos señalan que los derivados debieran ser herramientas importantes que permitirían a los administradores utilizar la información de mejor manera, manejar el riesgo, y reducir costos de transacción (Scholes (1981), Silber (1985), Stoll y Whaley 8 (1985) y Merton (1995)). De ser así, entonces las carteras que mantienen inversiones en derivados debieran mostrar un desempeño superior en comparación con aquellos fondos cuyas carteras no mantienen derivados. Este desempeño superior debiera verse reflejado en un mayor retorno después de ajustar por costos de transacción. En contraste, estudios recientes han catalogado el uso de derivados como inversiones especulativas, de alto riesgo, implicando que las carteras que mantienen derivados entre sus activos debieran ser más riesgosas que aquellas que no usan derivados (McGough 1995). Marín y Rangel (2006) señalan que los derivados se pueden ver como inversiones neutrales o que potencialmente pueden aumentar el desempeño. Son neutrales cuando por ejemplo los administradores los usan para sintetizar posiciones de caja, pero sin ninguna intención de aumentar el riesgo del fondo (especular) o reducirlo (cubrirse). Si los administradores estuvieran haciendo esto, no deberían esperarse diferencias significativas en las distribuciones de retornos entre los fondos que usan y no usan derivados. Además, no se deberían observar diferencias significativas en las medidas de desempeño entre los fondos que usan y los que no usan derivados. Pero los derivados pueden ser usados como instrumentos de especulación, o para manejar el riesgo (cobertura), para generar ganancias provenientes de imperfecciones del mercado (arbitrar), o para un mejor manejo de las entradas y salidas de caja del fondo. En estos casos, sí debiéramos observar diferencias significativas en las distribuciones de retorno y medidas de desempeño (como el alpha de Jensen o la razón de Sharpe) entre los fondos que usan y los que no usan derivados. En particular, si el uso de derivados es con fines especulativos, debiéramos observar una mayor volatilidad de los retornos en los fondos que invierten con este fin. Por otro lado, algunos derivados, como las opciones, son especialmente convenientes para manejar el riesgo y cubrirse. Estos derivados se pueden usar para reducir las colas de la distribución de retornos, es decir, para reducir el efecto de eventos extremos de mercado en el retorno de la cartera. Así, se espera que la distribución de retornos de los fondos que usan derivados con fines de cobertura tengan menor volatilidad, menor simetría y kurtosis que los fondos que no usan derivados. Además, los derivados se pueden usar para reducir costos de transacción o manejar eficientemente los flujos de caja. El costo de los futuros sobre índices es mucho más bajo 9 que el costo de transar los componentes del índice en el mercado spot. Si los administradores están usando derivados con este fin, se esperaría que el desempeño mejore. Por otro lado, existe evidencia acerca de que los flujos de caja de los fondos están asociados al desempeño pasado. Ippólito (1992) muestra que los fondos reciben entradas de caja después de períodos de buen desempeño, y sufren salidas de caja después de períodos de mal desempeño, midiendo su desempeño con el alpha del modelo CAPM o modelo de mercado. Si los administradores de los fondos son incapaces de invertir y desinvertir activos en respuesta a flujos de caja inesperados, entonces estos flujos van a afectar el riesgo del fondo. En este contexto, los instrumentos derivados pueden ser usados para manejar el impacto del desempeño en el riesgo a través de un manejo de los flujos de caja más eficiente. Esta es la hipótesis de administración de flujos de caja que proponen Koski y Pontiff (1999). Muy relacionada con esta teoría esta la hipótesis del juego de incentivos en la administración de los fondos. Brown, Harlow y Starks (1996), y Chevallier y Ellison (1997) estudian la relación entre desempeño pasado y riesgo. Concluyen que, a medida que se acerca el período de evaluación, los administradores tienen incentivos a disminuir el riesgo después de períodos de buen desempeño, y a aumentarlo después de períodos de mal desempeño. De esta forma, nuevamente los derivados pueden ser utilizados para aumentar o disminuir el riesgo del fondo. Para poder aclarar todas estas interrogantes, se llevará a cabo un estudio empírico sobre el uso de derivados en la industria de fondos mutuos para Chile. Se usarán 6 de las 8 categorías de fondos que existen en Chile, clasificadas por la Superintendencia de Valores y Seguros de acuerdo a sus objetivos de inversión1. Para cada categoría, se clasificarán los fondos que usan y los que no usan instrumentos derivados. Se les llamará “users” a aquellos fondos que hayan usado derivados al menos una vez durante el período de análisis. El estudio se centrará principalmente en 2 aspectos. Primero, se analizarán las principales características de los fondos chilenos asociadas a la decisión de uso de 1 En las categorías “Instrumentos de Corto Plazo con Duración Menor o Igual a 90 Dias” e “Inversionistas Calificados” ningún fondo mantenía inversiones en derivados el 31 de Julio del 2007. Es por esto que se excluyen estas dos categorías de este estudio. 10 derivados. Al igual que lo realizado por Koski y Pontiff (1999) y Marín y Rangel (2006) se analizarán las características a nivel individual de cada fondo que expliquen la decisión de usar derivados. Finalmente, siguiendo a Marín y Rangel (2006), se buscará explicar, con las mismas variables, la extensión en el uso de derivados. En segundo lugar, como el riesgo tiene otras dimensiones que van más allá de la desviación estándar de los retornos, y dado que ex ante se espera que el uso de derivados afecte momentos más altos de la distribución de retornos, cómo la simetría y la kurtosis, se realizará un estudio comparativo de las distribuciones de retornos de los fondos que usan versus los fondos que no usan derivados. Esto estará centrado en los cuatro primeros momentos de dicha distribución. Este trabajo está organizado de la siguiente manera. En la sección 2, se llevará a cabo una revisión de la literatura existente sobre el uso de instrumentos derivados en la industria de fondos mutuos para diferentes países. La sección 3 estará centrada en la descripción de algunos aspectos institucionales sobre los fondos mutuos chilenos, así como en la descripción de la base de datos con que se realizará este estudio y algunas estadísticas descriptivas. En la sección 4 se describirán algunos aspectos metodológicos con los que se trabajará en las secciones siguientes. En la sección 5 se describirán las características de los fondos mutuos asociadas a la decisión y extensión de uso de instrumentos derivados. En la sección 6 se realizará el estudio comparativo de las distribuciones de retornos entre los fondos que utilizan y los que no utilizan derivados. Finalmente, en la sección 7 se presentarán los principales resultados de este estudio y las conclusiones más importantes. 2. Literatura relacionada 2.1 Incidencia y Extensión de Uso de Derivados La literatura sobre el uso de instrumentos derivados en la industria de los Fondos Mutuos no es muy extensa, y está separada por países. El primer estudio es el de Koski y Pontiff (1999), los cuales analizan el uso de derivados en los fondos accionarios para el mercado norteamericano, entre los años 1992 y 1994. Se centran en fondos accionarios debido a que estos utilizarían derivados más simples, tales como futuros y opciones (Schultz 1994). Para determinar si es que un fondo utiliza instrumentos derivados, ellos 11 realizan una encuesta telefónica en donde se le pregunta a cada fondo si es que usan derivados, de qué tipo usarían y con que finalidad. Pinnuck (2004) analiza el uso de opciones para una muestra de fondos mutuos accionarios en Australia entre los años 1990 a 1997. Johnson y Yu (2004) examinan el uso de derivados en los fondos accionarios de ingreso fijo y extranjeros en Canadá en el año 1998. Finalmente, Marín y Rangel (2006) realizan el estudio más extenso que se ha hecho hasta ahora, ya que estudian el uso de derivados para el set completo de fondos mutuos en España, durante los años 1995 al 2005. La única categoría de fondos que excluyen son los fondos garantizados 2. En este estudio se extenderá la literatura para el uso de derivados en Chile, y se pretende abarcar la mayor parte de las categorías de fondos mutuos que existen en Chile. Con respecto a la incidencia del uso de derivados en la industria de fondos mutuos, se han encontrado resultados bastante dispares entre los distintos países que han sido analizados. La incidencia de uso se define como el porcentaje de fondos mutuos que han mantenido alguna posición en algún instrumento derivado durante el período bajo estudio. Koski y Pontiff (1999) encuentran que sólo un 21% de los fondos accionarios norteamericanos usó instrumentos derivados entre 1992 y 1994. Por su parte, Johnson y Yu (2004) también encuentran una incidencia baja en el uso de derivados para los fondos accionarios en Canadá, cercana al 20%. Por otra parte, Pinnuck (2004) encuentra que cerca de un 60% de los fondos de su muestra utilizan derivados en la industria australiana. Finalmente, Marín y Rangel (2006) encuentran una incidencia de uso aún mayor en los fondos mutuos españoles, país en que un 64% de los fondos mutuos mantenía posiciones en derivados durante el 2005. Algunos de estos estudios no sólo reportan la incidencia en el uso de derivados, sino que reportan también la extensión de uso de derivados, es decir, qué porcentaje mantienen en la cartera en instrumentos derivados en relación al total de activos. Johnson y Yu (2004) encuentra rangos bastante bajos, entre 1,28% y 2,32%, mientras que Pinnuck (2004) reporta 2 Marin y Rangel (2006) excluyen esta categoría por dos razones. Primero, debido a la complejidad de los derivados que utilizan y la estructura especial y objetivos de este tipo de fondos. Segundo, debido a que la fracción de fondos que no invierte en derivados es muy baja para este tipo de fondos. 12 un máximo de 3,34%. Marín y Rangel (2006) reportan un valor promedio de 26% para la industria española, con un rango a nivel individual de fondos que va desde 0% a 100%3. 2.2 Determinantes de la Decisión y Extensión de Uso de Derivados a Nivel Individual Koski y Pontiff (1999), Johnson y Yu (2004) y Marín y Rangel (2006) analizan si es que existe alguna relación entre ciertas características de los fondos y la decisión de usar instrumentos derivados. Para llevar a cabo este análisis, estos estudios realizan una regresión logística en donde la variable dependiente es una variable binaria que toma el valor de 1 si es que el fondo utiliza derivados, y cero en caso contrario. Cómo variables explicativas utilizan el año en que se creó el fondo, el logaritmo del valor de los activos netos, la tasa de dividendos anuales, la remuneración del administrador del fondo, una dummy que toma valor uno si es que el fondo no cobra comisión de entrada o salida, y cero en otro caso, el tiempo que lleva el administrador manejando el fondo, el volumen de transacciones, y una dummy para ver si el fondo pertenece a una familia de fondos o no. El estudio de Koski y Pontiff (1999) encuentra que los fondos que realizan un mayor volumen de transacciones y que pertenecen a una familia de fondos es más probable que usen derivados. Ser miembro de una familia de fondos incrementa en un 44% la probabilidad de usar derivados4. Johnson y Yu (2004) encuentran que la decisión de uso para los fondos de ingreso fijo y los fondos accionarios extranjeros estaría significativamente relacionada con la edad del fondo; en particular, fondos con menor edad serían más propensos a usar derivados. Esto sería consistente con la idea de que los fondos que son más jóvenes son más propensos a contratar administradores menos conservadores, con mayor experiencia y más familiarizados con productos como derivados. Además, encuentran que para los fondos accionarios nacionales la decisión de uso estaría relacionada 3 Johnson y Yu miden la extensión de uso como el valor de mercado total de los derivados dividido en el valor del total de activos. Pinnuck la mide como el delta total de las posiciones en opciones dividido por el valor de los activos netos. La definición usada por Marin y Rangel es el monto total invertido en derivados dividido por el valor total de los activos netos. 4 Una familia de fondos se define como la compañía que administra uno o más de un fondo mutuo, y donde el cliente puede cambiar su dinero de un fondo a otro sin pagar nuevas comisiones. 13 con la comisión de entrada o salida. Si un fondo no cobra esta comisión, es más probable que use derivados. Este resultado es consistente con la idea de que este tipo de fondos usaría derivados para un mejor manejo de las inversiones y los rescates de los inversionistas, que tienden a ser mas altos en relación con un fondo que sí cobra estas comisión de entrada o salida. Pinnuck (2004) encuentra que los fondos más grandes serían más propensos a usar opciones, pero esta evidencia es débil. No encuentran ninguna otra motivación para la decisión de usar derivados por parte de los fondos mutuos australianos. Marín y Rangel (2006) encuentran que las principales motivaciones para usar derivados serían el número de fondos en una familia, si es que existe otro fondo dentro de la familia que utilice derivados, y el tamaño del fondo. Estas tres características muestran el importante rol de las economías de escala en la decisión de usar derivados. Además, que el tamaño del fondo sea significativo sugiere que estos fondos serían más propensos a utilizar derivados para manejar de mejor manera sus posiciones en otros activos. También encuentran que a mayor remuneración del administrador del fondo, mayor la probabilidad de usar derivados, lo que indicaría que los administradores más hábiles son mejor pagados y a la vez son más propensos a usar estos instrumentos. Al igual que Johnson y Yu (2004), encuentran que el hecho de no cobrar comisión de entrada o salida está positivamente relacionado con el uso de derivados. Por otro lado, fondos que tienen menores tasas de dividendos aumentan la probabilidad de usar derivados. Pero a diferencia de Johnson y Yu (2004), la fecha de inicio de operaciones del fondo no incidiría en la decisión de uso de derivados. Por otro lado, estos estudios también exploran si es que existen factores que determinen la extensión o el nivel de uso de derivados. Este análisis se realiza a través de una regresión MICO, donde la variable dependiente es el nivel de uso de derivados, como proporción del total de activos, y las variables explicativas son las mismas que se usaron para analizar la decisión de uso. Los fondos que no usan derivados quedan al margen de este análisis. Sólo Johnson y Yu (2004) y Marín y Rangel (2006) analizan si es que existe alguna relación entre las características de los fondos y la extensión de uso. Mientras que Johnson y Yu (2004) no encuentran ninguna relación entre las variables explicativas y la extensión de uso de derivados, con excepción a la remuneración del administrador en la 14 categoría “fondo accionario nacional”, la cual estaría positivamente relacionada al nivel de uso de derivados, Marín y Rangel (2006) encuentran nuevamente un importante rol de las economías de escala en el nivel de uso de derivados. La única variable que pierde significancia es el total de activos, que pasa a ser significativa al 10%. Pero siguen siendo significativos el número de fondos en la familia y la existencia de otros fondos en la familia invirtiendo en derivados. La remuneración del administrador sigue estando positivamente relacionada con el nivel de uso de derivados. A diferencia con el análisis de la decisión de uso, en este caso la edad del fondo sí es significativa y está negativamente relacionada con la extensión de uso, es decir, fondos más jóvenes son más agresivos en las posiciones que toman en derivados. También es posible relacionar el uso de instrumentos derivados con ciertas características de las empresas financieras y no financieras, para poder determinar qué factores hacen más probable el uso de estos instrumentos. Castillo y Moreno (2005) realizan este análisis para un conjunto de empresas no financieras en Chile. Encuentran que el tamaño de la empresa y la rentabilidad serían los factores que mas se relacionan con el uso de derivados cambiarios. Esto sería consistente con los resultados obtenidos por Koski y Pontiff (1999) y Marín y Rangel (2006) y la importancia de las economías de escala en el uso de instrumentos derivados. 2.3 Determinantes de la Incidencia y Extensión del Uso de Derivados a Nivel de Familia de Fondos. Koski y Pontiff (1999) y Johnson y Yu (2004) realizan un análisis paralelo al anterior, pero a nivel de familia de fondos. Es decir, exploran si es que existe un rol por parte de las familias de fondos en uso de instrumentos derivados. El uso de derivados requiere recursos adicionales, como por ejemplo un mejor capital humano y mejores hardware y software computacionales. Esto sugiere que podrían existir economías de escala en el uso de derivados. Por ejemplo, es más probable que un fondo utilice derivados si es que existe otro fondo dentro de la familia que use estos instrumentos. Este análisis se lleva a cabo con una regresión de mínimos cuadrados ordinarios ponderados por el inverso de la 15 raíz del número de fondos en la familia. Como variable dependiente utilizan el porcentaje de fondos que usa derivados en la familia, y las variables explicativas son las mismas que en el análisis individual, pero reemplazan los valores de los fondos individuales por el valor promedio de todos los fondos en la familia. Koski y Pontiff (1999) encuentran que el porcentaje de fondos que usa derivados en una familia está significativa y positivamente correlacionado con el volumen promedio de transacciones y con la ausencia de una comisión de entrada o de salida. También encuentran que está significativamente correlacionado con una dummy que toma el valor de uno si es que en la familia existe más de un fondo. Además, el uso de derivados en la familia estaría relacionado con el tamaño y la edad promedio de los fondos que pertenecen a la familia, pero esta evidencia es marginalmente significativa. Johnson y Yu (2004) encuentran que para las familias de fondos de ingreso fijo y accionarios extranjeros, la decisión de usar derivados está positivamente relacionada con la edad del fondo, lo que sugiere que familias con fondos más jóvenes serían más propensas a utilizar derivados. Estos autores además realizan el análisis de extensión de uso a nivel familiar, pero no encuentran relación alguna entre las características de los fondos a nivel de familia y el nivel de uso de derivados en la familia de fondos. 2.4 Efecto del Uso de Derivados en la Distribución de Retornos Dado que es probable que el uso de instrumentos derivados altere algunos de los momentos de la distribución de retornos, Koski y Pontiff (1999), Johnson y Yu (2004) y Marín y Rangel (2006) analizan si es que existen diferencias significativas en los 4 primeros momentos de esta distribución. Es de esperarse cuando los derivados son usados con fines de cobertura, se reduzcan las colas de la distribución para los eventos más extremos, tales como cambios muy abruptos en el precio de los activos subyacentes de los derivados en los cuales mantienen posiciones. Si bien los fondos que mantienen derivados en sus carteras no debieran presentar diferencias significativas en el retorno promedio en relación a los fondos que no utilizan estos instrumentos, la trayectoria a este retorno sí debiera ser significativamente distinta si es que los derivados han sido utilizados de manera 16 óptima. De esta forma, se debieran observar diferencias en el segundo, tercer y cuarto momento de la distribución de retornos, es decir, en el riesgo, simetría y kurtosis, respectivamente, entre los fondos que usan y los que no usan derivados. Es necesario señalar que los derivados, para efectos de la contabilidad de las carteras de los fondos mutuos, se valorizan día a día a precio del activo subyacente. De esta forma, si el precio del subyacente varía, el derivado cambiará de valor, y esto se verá reflejado en el balance del fondo que invirtió en ese derivado. Para testear si es que existen diferencias significativas en los parámetros, estos estudios comparan los valores medios para de cada variable para los fondos que usan y los que no usan derivados, y computan el estadígrafo – t para ver diferencias en medias, y el test de Wilcoxon para testear diferencias en las medianas de los grupos. Koski y Pontiff (1999) no encuentran diferencias significativas entre los fondos que usan derivados y los que no utilizan derivados, en cuanto a desviación estándar, simetría y kurtosis. Sólo en las categorías “Small Company Funds” y “Aggressive Growth” se encuentran algunas diferencias. Mientras los primeros tienen una menor y más negativa kurtosis, los últimos tienen una mayor y más positiva kurtosis. Johnson y Yu (2004) calculan el retorno anual medio y la desviación estándar pero no calculan momentos superiores de la distribución de retornos. Encuentran diferencias significativas entre los distintos tipos de fondos. En particular, los fondos accionarios nacionales que usan derivados tienen un mayor retorno medio, una mayor desviación estándar y un mayor Beta que los fondos que no usan. Los fondos accionarios extranjeros que usan derivados tienen un menor retorno anual, y los fondos de renta fija que usan derivados tendrían un mayor retorno y mayor desviación estándar, pero no difieren de los que no usan derivados en ninguna de las otras variables. Pinnuck (2004) no realiza este análisis para los fondos australianos. Marín y Rangel (2006) señalan que el escenario ideal sobre el uso eficiente de derivados sería uno en que los retornos de los que usan derivados muestran mayor valor 17 medio, menor volatilidad, mayor simetría y mayor kurtosis. La simetría es importante debido a que los derivados se pueden usar para truncar la distribución de retornos. La kurtosis es importante porque si es que el riesgo del fondo varía mucho, esto se verá reflejado en una distribución de retornos más alta y con colas mas gordas, lo que afectará la kurtosis. El uso de derivados puede aumentar la kurtosis o disminuirla si es que estos son usados con fines especulativos o de cobertura, respectivamente. Marin y Rangel (2006) se refieren a “superperformers” a los fondos que usan derivados que exhiben evidencia robusta en estas 4 condiciones. Además, si es que el uso de derivados es con fines especulativos, se espera que la distribución de retornos exhiba un mayor valor promedio o una mayor simetría, y un mayor punto de quiebre para el 10% superior de la cola de la distribución. Si se satisfacen estas condiciones, el fondo sería un “especulador exitoso”. Si se dan las condiciones contrarias, el fondo sería un “especulador no exitoso”. Por otro lado, si es que el uso de derivados es con fines de cobertura, se espera una menor volatilidad, una menor kurtosis y un mayor punto de quiebre para el 10% inferior de la cola de la distribución. Cuando estas 3 condiciones se satisfacen, está situación se referirá a “cobertura eficiente”. Sus resultados son bastante desalentadores. Encuentran que en tres de las categorías que analizan no existen diferencias significativas en ninguna de las variables entre los fondos que usan y los que no usan derivados. Estas categorías son: Global, Money Market y Accionarios Extranjeros. Sólo en los fondos balanceados domésticos y los balanceados internacionales los usuarios de derivados presentan diferencias significativas en cuanto a retorno medio y simetría. Sin embargo, sólo si se relajan las condiciones para que un fondo sea clasificado como “Superperformer” estas categorías de fondos podrían ser clasificadas de tal manera. El tercer resultado que encuentran es que no hay ninguna categoría en que los usuarios de derivados hagan cobertura eficiente. Es decir, ninguna categoría muestra evidencia de usar derivados con propósitos de cobertura según la definición que ellos emplean. Con respecto al uso de derivados con fines especulativos, encuentran que en dos categorías (accionario nacional y accionario europeo) los usuarios de derivados se pueden clasificar con “especuladores no exitosos”, y sólo en la categoría de renta fija los usuarios se pueden clasificar como “especuladores exitosos”. 18 Uso de Derivados, Riesgo y Desempeño en el contexto del modelo de mercado Los estudios de Koski y Pontiff (1999), Johnson y Yu (2004) y Marín y Rangel (2006) analizan además cómo se desempeñan los fondos que usan derivados en relación a los que no usan, utilizando medidas de desempeño que nacen del modelo CAPM o modelo de mercado, en el contexto media - varianza. Se compara que tan bien se comportan los fondos que usan y los que no usan derivados en términos de las siguientes medidas de desempeño: Alpha de Jensen y razón de Sharpe. El alpha de Jensen corresponde al alpha del modelo de mercado, y es una medida de desempeño de especial interés para inversionistas que tienen su riqueza bien diversificada. Un valor positivo de esta medida indicaría un desempeño superior. Por otro lado, la razón de Sharpe es la razón del exceso de retorno del fondo por sobre la tasa libre de riesgo, dividida por la desviación estándar. Esta medida de desempeño es apropiada para los inversionistas cuya riqueza no está bien diversificada, o para inversionistas cuya riqueza está fuertemente invertida en el fondo. Nuevamente, un valor positivo de la razón de Sharpe indicaría un desempeño superior del fondo. Las diferencias entre estos parámetros se testean utilizando el estadígrafo – t y el test de Wilcoxon. La ecuación del modelo de mercado es el siguiente: r i,t – r f,t = i + βi * (rm,t – r f,t) + ε i,t (1) donde ri,t es el retorno mensual del fondo, rf,t es la tasa libre de riesgo, y rm,t es el retorno del mercado. Koski y Pontiff (1999) encuentran que en 3 de las 5 categorías analizadas los fondos que usan derivados presentan Alphas mayores que los fondos que no utilizan, lo que evidenciaría un desempeño superior de estas categorías cuando el desempeño es medido de esta forma. Sin embargo, las diferencias con los Alphas de los fondos que no usan derivados no son estadísticamente significativas, y por lo tanto no existen diferencias significativas en el desempeño entre los fondos que usan y los que no usan derivados. Johnson y Yu (2004) encuentran que sólo en la categoría “Accionario Nacional” los fondos que usan derivados presentarían un peor desempeño en términos del Alpha de Jensen, y las 19 diferencias son estadísticamente significativas con los fondos que no usan derivados. Marín y Rangel (2006) encuentran que sólo en 3 categorías los usuarios que usan derivados no se distinguen de los que no usan. Estas categorías son: Balanceado Doméstico, Money Market y Accionario Extranjero. Sólo en una categoría se encuentra evidencia débil de un mejor desempeño de los fondos que usan derivados (Renta Fija). En las cuatro categorías restantes, los fondos que usan derivados exhiben un peor desempeño que los que no usan. 2.6 Manejo del Riesgo: Administración de los Flujos de Caja vs. Hipótesis de Juego de Incentivos. Finalmente, los trabajos de Koski y Pontiff (1999) y Marín y Rangel (2006) testean si es que existe alguna relación entre el desempeño previo del fondo y el cambio en riesgo. Koski y Pontiff (1999) plantean que cuando los fondos se desempeñan bien (mal) hay una tendencia a que el fondo reciba nuevas entradas (salidas) de caja (Ippólito (1992)). Estos nuevos flujos, cuando son lo suficientemente grandes, son capaces de alterar la exposición al riesgo del fondo si es que estos no se distribuyen rápida y eficientemente a través de las inversiones. Grandes entradas de caja pueden reducir el riesgo del fondo, mientras que grandes salidas de caja pueden aumentar el riesgo del fondo. Dado que las entradas de caja aumentan luego de un buen desempeño pasado y las salidas aumentan luego de un mal desempeño en el pasado, existe un estrecho vínculo entre el riesgo de un fondo y su desempeño previo. Esta es la hipótesis de la administración de los flujos de caja. Además, si los fondos son capaces de usar instrumentos derivados, estos se podrían usar para reducir, o incluso eliminar, los efectos de las entradas y salidas de caja en el riesgo del fondo. Koski y Pontiff (1999) encuentran evidencia a favor de esta teoría. Por otro lado, Brown (1996) y Chevalier y Ellison (1997) documentan una relación entre el desempeño pasado y el cambio en el riesgo. De acuerdo a su hipótesis, si un fondo tuvo un buen (mal) desempeño al inicio del período de evaluación, su administrador tiene incentivos a reducir (aumentar) el riesgo del fondo a medida que se acerca el final del período de evaluación. De esta forma se maximizan los pagos provenientes de contratos con compensaciones en base a incentivos. Esta es la hipótesis del juego de incentivos por 20 parte de los administradores de fondos. Así, esta hipótesis predice que los cambios en el riesgo del fondo antes del período de evaluación están negativamente correlacionados con el desempeño previo del fondo. Esta teoría ha encontrado soporte empírico en Brown (1996) y Koski y Pontiff (1999). Para analizar si es que existe evidencia a favor de la teoría de juego de incentivo o a favor de la de administración de los flujos de caja, Koski y Pontiff (1999) proponen la siguiente regresión: ∆Riski,t = + β1* Di + β2* Perfi,t-1 + β3* Di* Perfi,t-1+ β4* Riski,t-1 + Σj βj* dummy j (2) donde ∆Riski,t es el cambio en el riesgo desde el primer al segundo semestre del año, Di es una dummy que toma valor uno si es que el fondo utiliza derivados, Perfi,t-1 es la diferencia entre el retorno medio del fondo y el promedio de los retornos medios del primer semestre de todos los fondos de la categoría, Riski,t-1 es la variable de riesgo para el primer semestre, y finalmente se incluyen dummys para cada período, categorías de fondo, tamaño del fondo, y la interacción del período de tiempo y la categoría del fondo. La medida de riesgo que utilizan es la desviación estándar semestral de los retornos. Luego corren está regresión usando mínimos cuadrados ponderados, donde la ponderación es uno dividido por la desviación estándar del error del fondo de una regresión usando mínimos cuadrados ordinarios. De esta forma se controla por heterocedasticidad (Marín y Rangel (2006)). La interpretación de los coeficientes se detalla a continuación. El coeficiente β2 relaciona el desempeño y el cambio en el riesgo para los fondos que no utilizan derivados. Para que este coeficiente concuerde con ambas hipótesis, debiera tener un valor negativo. Β3 entrega el efecto marginal de la interacción de uso de derivados y desempeño previo con el cambio en riesgo. Se espera que este coeficiente sea positivo en la línea de la hipótesis del manejo de flujos de caja, y negativo si es que le da soporte a la hipótesis del juego de incentivos. Marin y Rangel (2006) encuentran evidencia que soporta más la teoría del flujo de caja, al igual que Koski y Pontiff (1999). 21 3. Descripción de la Base de Datos 3.1 Marco Regulatorio En Chile, la industria de Fondos Mutuos se encuentra regulada y supervisada por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), la cual tiene la facultad de revisar periódicamente y sin restricciones todos los documentos, libros y carteras de las empresas Administradoras de Fondos Mutuos, y solicitar toda la información que necesite con el objetivo de mantenerse al tanto de la solvencia, estado y desarrollo de la administración. Por otro lado, de no cumplirse algún requisito legal, la SVS tiene el derecho de ordenar las medidas necesarias para corregir alguna irregularidad. 3.2 Fuente de Datos La principal fuente de datos es el sitio web de la SVS (www.svs.cl) . La base de datos consiste en las inversiones en derivados que mantiene cada fondo mutuo en su cartera al final de cada mes. Esta base de datos contiene a toda la población de fondos mutuos. En Enero del 2000 existían 116 fondos, de los cuales sólo 8 mantenían alguna posición en algún derivado. Esta incidencia es bastante baja, cercana al 7%. Para el mes de Julio del 2007, el número de fondos registrados era de un total de 385, y 97 de ellos mantenían algún derivado en sus carteras, equivalente a una incidencia del 24,5%, lo que muestra un importante crecimiento en el uso de derivados durante este período. Adicionalmente a las posiciones en derivados mantenidas por los fondos, la base de datos incluye el valor total de los activos de cada fondo, sus patrimonios netos, sus valores cuota (diarios, mensuales y anuales), comisiones que el fondo cobra, remuneraciones, fecha de inicio de operaciones del fondo, gastos de operación, duración de la cartera, y la categoría a la cual pertenece el fondo. Además, se construirán variables adicionales, como el número de fondos en cada familia, si es que existe algún otro fondo dentro de la familia que utilice instrumentos derivados y la extensión de uso de derivados, medida como el 22 monto invertido en derivados dividido por el total de activos netos de cada fondo. Para las posiciones mantenidas en derivados, estas se encuentran clasificadas de acuerdo a si corresponden a opciones o forwards y futuros, y si corresponden a instrumentos de compra o de venta. De esta forma, se dispone de una importante herramienta la cual permitirá analizar el uso de instrumentos derivados por parte de los Fondos Mutuos chilenos. En Chile existen 19 tipos de fondos los cuales la SVS los clasifica en 8 categorías. En el Anexo I se encuentra una lista de los tipos de fondos existentes en Chile. La SVS clasifica los fondos con inversiones nacionales y en el extranjero de acuerdo a sus objetivos de inversión de la siguiente manera: fondos de inversión de corto plazo con duración igual o menor a 90 días, fondos de inversión de corto plazo con duración menor a 365 días, fondos de inversión de mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días, fondos de inversión en instrumentos de capitalización, fondos mixtos, fondos de libre inversión, fondos estructurados y fondos para inversionistas calificados. En el Anexo II se encuentra una breve descripción de cómo se lleva a cabo esta clasificación. Los datos que se usaron en este trabajo corresponden a los publicados por la SVS para el 31 de Julio del 2007. El análisis sobre los determinantes del uso de derivados se hizo con estos datos únicamente. Para el análisis de la distribución de retornos de los fondos se utilizaron datos mensuales a partir del 31 de Julio del 2004 hasta el 31 de Julio 23 del 2007. Dado que muchos fondos que utilizan derivados tienen poco tiempo operando, la muestra de fondos quedó bastante reducida para el análisis del riesgo a tres años. 3.3 Estadísticas Descriptivas Basándose en las posiciones que mantiene cada fondo en derivados, se construyó la Tabla I que muestra la incidencia y la extensión promedio de uso por categoría de fondos. De los 385 fondos existentes al 31 de Julio del 2007, sólo 97 de ellos (o un 24,5%) mantenía alguna posición en derivados en esa fecha. Esta incidencia de uso podría parecer consistente con lo encontrado por Koski y Pontiff (1999) y Johnson y Yu (2004), con valores cercanos al 21%, pero muy lejos de la incidencia que reportan Pinnuck (2004) y Marín y Rangel (2006) para Australia y España, respectivamente, con una incidencia de uso en torno al 60%. En Chile, la categoría con mayor incidencia de uso es la de Fondos Estructurados, con un 73%. Las categorías con niveles más bajos son las de “fondos de inversión de corto plazo con duración igual o menor a 90 días” y “fondos para inversionistas calificados”, en donde ningún fondo en la categoría usaba derivados. Con respecto a la extensión de uso, la tercera columna de la Tabla I reporta el valor promedio de las posiciones en derivados sobre el total de activos de cada fondo, y se incluyen sólo los fondos que utilizan derivados en cada categoría. La categoría que presenta una mayor extensión de uso es la de Fondos en Instrumentos de Capitalización, con una extensión promedio de 61,62%, mientras que la con menor extensión de uso es la de Fondos con Inversión en Instrumentos de Deuda de Corto Plazo con Duración menor o igual a 365 Días, con una extensión promedio de 8,60%. La Tabla II muestra la inversión de los fondos mutuos chilenos por tipo de derivados. Los información disponible está clasificada de acuerdo a si los derivados son forwards y futuros u opciones, de compra y de venta. No se dispone de información sobre inversiones en otros tipos de derivados, como warrants o swaps. Se puede apreciar que las primeras cinco categorías de Fondos tienen una clara preferencia por los forwards y futuros, tanto de compra como de venta, mientras que los fondos estructurados prefieren la 24 inversión en opciones de compra. Sólo un fondo mutuo mantenía inversiones en opciones de venta el 31 de Julio del 2007. Finalmente, la Tabla III muestra el tipo de activo subyacente de los derivados que mantienen los fondos mutuos chilenos. Dentro de los forwards y futuros, tanto de compra como de venta, el activo objeto más frecuente para estos derivados es el dólar, seguido por la unidad de fomento (UF). Por su parte, para las opciones tanto de compra como de venta los activos subyacentes son en su mayoría desconocidos. 25 4. Metodología En esta sección se describirá la metodología a utilizar en este estudio. 4.1 Determinantes de la Decisión y Extensión de Uso de Derivados Primero, para determinar qué factores hacen más probable el uso de derivados por parte de los fondos mutuos chilenos, y siguiendo la metodología propuesta por Koski y Pontiff (1999), se realizará una regresión logit donde la variable dependiente toma el valor de uno si es que el fondo utiliza derivados y el valor cero en caso contrario. De esta manera se podrá disponer de evidencia sobre los principales determinantes del uso de derivados. Los datos que se usarán para realizar este análisis corresponden a los publicados por la SVS para el 31 de Julio del 2007. Las variables explicativas que se incluyen en las regresiones, las razones por las que se incluyen y los signos esperados a obtener se detallan a continuación: a) Activos Netos: corresponde al logaritmo natural del total de activos en miles de pesos que administra el fondo. El uso de instrumentos derivados puede requerir recursos humanos y equipos adicionales (Johnson y Yu (2004)). Estos costos adicionales serán relativamente más bajos para los fondos de mayor tamaño, por lo que se espera que esta variable tenga un efecto positivo sobre el uso de derivados. Es decir, las economías de escala debieran cumplir un importante rol a la hora de decidir si usar derivados o no. b) Fecha de Inicio de Operaciones: corresponde al año en que el fondo comenzó a operar. Esta variable puede ser un buen proxy para la experiencia que existe en la administración de un fondo5. Por un lado, el uso de derivados requiere mayor experiencia en la administración de un fondo, por lo que se espera una relación 5 Los estudios de Koski y Pontiff (1999) y Johnson y Yu (2004) incorporan una variable que indica el tiempo que lleva el administrador manejando el fondo, y su efecto esperado es que incida positivamente en el uso de derivados, ya que su uso requiere de una mayor experiencia administrando fondos. En Chile no se dispone de está información. 26 negativa entre esta variable y el uso de derivados, es decir, a menor año, mayor la probabilidad. Por otro lado, los fondos con mayor historia pueden tender a ser más conservadores en sus inversiones, y por lo tanto es menos probable que usen derivados, afectando negativamente la probabilidad de uso de estos instrumentos. Además, si los fondos más jóvenes tienen administradores más jóvenes, puede darse que estos administradores estén más dispuestos a usar instrumentos más sofisticados, tales como derivados. c) Remuneración Anual: corresponde al porcentaje que cobra anualmente cada fondo por concepto de remuneración a su administrador. Los administradores con mejores habilidades es probable que tengan cierta preferencia por el uso de derivados. Dado que estos administradores son relativamente mejor pagados, una mayor remuneración anual debería estar asociada a una probabilidad mayor de utilizar derivados. d) Comisión de entrada/salida: es una variable binaria que toma el valor de uno si es que el fondo no cobra comisión de entrada o salida y cero en caso contrario. Estas comisiones se usan para controlar las inversiones y rescates de los inversionistas. Mientras mayor sea la comisión, menores serán las entradas y salidas de caja, debido a que habrán menores inversiones y rescates. Si es que los derivados son utilizados para manejar los flujos de caja de un fondo (rescates e inversiones), el uso de estos instrumentos será más probable en los fondos que no cobren estas comisiones. Por lo tanto se espera un valor positivo para el coeficiente de esta variable. e) Número de Fondos en la Familia: es el número de fondos que maneja cada Sociedad Administradora General de Fondos. Dado el rol de las economías de escala en el uso de derivados, se espera un mayor uso de derivados para fondos que 27 pertenecen a una familia más grande, por lo tanto el coeficiente de esta variable debiera afectar positivamente la probabilidad de uso6. La ecuación correspondiente al modelo Logit es la siguiente: Pr (D = 1) = Λ (β´X) = exp(β´X) / (1 + exp(β´X)) (3) donde Λ( ) corresponde a la función de densidad acumulada de una variable aleatoria logística. Además, se realizará una regresión Probit, donde la variable dependiente es la misma que se utilizará en la regresión Logit. La ecuación del modelo Probit es: F (β´X) = Φ (β´X) (4) siendo Φ( ) la función de densidad acumulada de una variable aleatoria normal estándar. Posteriormente, para determinar que factores inciden en la extensión de uso de derivados, se corre un regresión MICO en la cual la variable dependiente corresponde al monto total invertido en derivados dividido por el total de activos que maneja el fondo. Las variables explicativas coinciden con las variables utilizadas en los análisis Logit y Probit. Sólo los fondos que utilizan derivados se incluyen en este análisis. 4.2 Análisis de la Distribución de Retornos de los Fondos que Usan y No Usan Derivados En segundo lugar, para determinar si es que el uso de derivados afecta los distintos momentos de la distribución de retornos de un fondo, se construyeron las siguientes variables, siguiendo la metodología propuesta por Koski y Pontiff (1999): 6 Koski y Pontiff, Johnson y Yu y Marin y Rangel incorporan una variable binaria que indica si es que existe otro fondo en la familia que utilice derivados. Esto aumentaría su probabilidad de uso. Aquí en Chile hay sólo 21 familias de fondos, y sólo 5 en cinco de ellas ningún fondo usaba derivados. Al intentar incorporar esta variable en el análisis econométrico, se producía colinealidad perfecta, la matriz no era invertible, por lo que se optó por eliminar esta variable. 28 a) Retorno Mensual Promedio: corresponde al promedio de los retornos mensuales a uno, dos y tres años, utilizando como fecha final el 31 de Julio del 2007. Para cada mes, el retorno se construye como el diferencial entre el valor cuota del fondo a fin de mes y el del final del mes anterior, dividido por el valor cuota del último día del mes anterior. b) Desviación Estándar: es la desviación estándar de los retornos mensuales para todo el período de análisis (uno, dos y tres años). Esta se calcula de la siguiente manera: (5) donde N es el número de meses, x es el retorno para el mes i, y x barra es el retorno promedio del fondo. Dado que los derivados pueden ser usados para truncar la distribución de retornos, por ejemplo para cubrirse ante pérdidas potenciales, también se observará la simetría. c) Simetría: la simetría de los retornos mensuales de un fondo se calcula de la siguiente manera: (6) Además, se incluye la kurtosis, ya que si la desviación estándar de los retornos de un fondo varía mes a mes, la distribución de retornos tendrá una punta mayor y colas más gordas. Esto se reflejará en una mayor kurtosis. Los administradores de fondos mutuos podrán disminuir la kurtosis usando derivados para protegerse contra retornos extremos, o para suavizar la variación mensual del riesgo (Koski y Pontiff (1999)). d) Kurtosis: la kurtosis de los retornos mensuales de un fondo se computa de la siguiente forma: 29 (7) Una vez calculados los cuatro primeros momentos de la distribución de retornos, se clasifican nuevamente los fondos que usan y los que no usan derivados, a través de las distintas categorías de inversión. Posteriormente, se realizarán tests de diferencias los cuales testean la hipótesis nula de que las medias y las medianas estimadas son iguales para los fondos que usan y los que no usan derivados. Para analizar las diferencias en las medias, se calcula el estadígrafo T de Student, para muestras independientes y de distinto tamaño. Se trabaja bajo el supuesto de que ambas poblaciones están distribuidas normalmente. Este test se calcula de la siguiente manera: (8) donde Para analizar diferencias en las medianas, se realiza el test no paramétrico de Wilcoxon. Este test fue propuesto inicialmente por Wilcoxon (1945) para muestras de igual tamaño, y luego fue extendido por Mann y Whitney (1947) para muestras de diferentes tamaños. Al igual que el Test – t, este test compara diferencias entre medidas provenientes de dos muestras independientes, pero no requiere ningún supuesto sobre la distribución de dichas medidas. Este test utiliza el estadígrafo U, cuya forma de cálculo se detalla a continuación. Primero se ordenan las cantidades x1……xn, y1……yn de menor a mayor, para las dos muestras combinadas. Luego se asignan números de rango a cada observación. Después se calcula la suma de los rangos de las observaciones pertenecientes a la primera 30 muestra y a la segunda, obteniéndose respectivamente R1 y R2, para después calcular los estadísticos: (9) Eso sí, cuando el número de observaciones es mayor a 20, se puede utilizar una aproximación a una distribución normal, donde: , con (10) y se utiliza el estadígrafo de contraste: (11) Luego, es posible rechazar o aceptar la hipótesis de igualdad de medianas de ambas muestras bajo los mismos criterios utilizados en los métodos paramétricos. 5. Determinantes de la Decisión y Extensión del Uso de Derivados En esta sección se analizan las características de los fondos relacionadas con la decisión y la extensión de uso de derivados. En la caso de la decisión de uso, se lleva a cabo un análisis Logit descriptivo, similar al realizado por Koski y Pontiff (1999) y Marín y Rangel (2006), relacionando el uso de derivados con varias características de los fondos a nivel individual, donde la variable dependiente es una variable binaria que toma el valor uno si es que el fondo usa derivados, y cero en otro caso. Adicionalmente, se realiza una regresión Probit. En el caso de la extensión de uso, se llevará a cabo una regresión utilizando mínimos cuadrados, donde la variable dependiente es la razón del valor de los 31 instrumentos derivados que mantiene el fondo, al valor de los activos netos. La regresión que se utilizará para los tres casos es la siguiente: deri = + β1* logact + β2* rem + β3*numfon + β4* com + β5* año + εi (12) donde deri corresponde a la variable binaria de uso de derivados para el caso de las regresiones Logit y Probit, y la razón del monto invertido en derivados al valor de los activos netos para el caso de la regresión MICO; logact es el logaritmo natural de los activos netos del fondo, rem es la remuneración anual que cobra el fondo, numfon es el número de fondos de la familia, com es una dummy que toma valor uno si es que fondo no cobra comisión de entrada o salida, y año es el año en que el fondo inició sus operaciones. 5.1 Determinantes de la decisión de uso de derivados a nivel individual La Tabla IV presenta los resultados del análisis Logit relacionando el uso de derivados con varias características de los fondos. Si observamos el Panel A, podemos notar que para los fondos que invierten en instrumentos de deuda de mediano y largo plazo, el uso de derivados está significativamente (al 5% de significancia) relacionado con el tamaño del fondo y con el número de fondos en la familia. Estas dos variables afectan positivamente la probabilidad de usar derivados, y recalcan la importancia de las economías de escala en el uso de estos instrumentos. Además, y contrario a lo esperado, el no cobro de comisión de entrada o salida afecta negativa y significativamente la probabilidad de usar derivados. Por otra parte, un mayor gasto en remuneración del administrador incide positiva y significativamente en el uso de derivados, tal como era de esperarse. El Panel B muestra los resultados para la categoría Fondos Mixtos. Nuevamente, las economías de escala juegan un importante rol en el uso de estos instrumentos, con el tamaño del fondo y el número de fondos en la familia significativos al 5% y 10%, respectivamente. Además, el no cobro de comisión de entrada afecta de manera positiva el uso de derivados, tal como era de esperarse. La edad del fondo incide significativamente, sugiriendo que fondos más jóvenes serían más propensos a usar derivados. 32 Para los fondos con Inversión en Instrumentos de Capitalización, el Panel C muestra que ninguna variable es significativa a la hora de explicar el uso de derivados en esta categoría. Para los fondos de Libre Inversión, sólo el tamaño del fondo incide en la probabilidad de uso de derivados, y el signo positivo es el esperado. Finalmente, para los 33 fondos Estructurados, el Panel E muestra que el tamaño del fondo es la variable que más determina la posibilidad de usar derivados, mientras que el no cobro de comisión de entrada o salida incide de manera negativa dicha posibilidad. 34 La Tabla V muestra los resultados del análisis Probit. Este análisis adicional se realiza para verificar la validez de los resultados7. Las conclusiones y los signos esperados de las variables en la explicación del uso de derivados por parte de los fondos mutuos chilenos son las mismas que se obtuvieron con el análisis Logit. 5.2 Determinantes de la extensión de uso de derivados a nivel individual La Tabla VI muestra los resultados de las regresiones MICO para explicar la extensión de uso de derivados. Dado que sólo se incluyen en esta regresión los fondos que utilizan derivados, las categorías Fondos Mixtos y Fondos en Instrumentos de Capitalización fueron excluidas del análisis debido al bajo número de fondos que invertían en derivados en estas categorías. El Panel A muestra los resultados para la categoría Inversión en Instrumentos de Deuda de Mediano y Largo Plazo. La única variable significativa al 5% es el gasto en remuneración anual. El Panel B muestra los resultados para la categoría Fondos de Libre Inversión. Sólo el no cobro de comisión de entrada o salida es significativo al 5%. Para los Fondos Estructurados, en el Panel C se observa que la única variable relevante para explicar el nivel de uso es el número de fondos en la familia. Como conclusión de está sección, se destaca la importancia de las economías de escala en el uso de derivados, medidas por el total de activos netos y el número de fondos que maneja una misma familia. Esta observación se mantiene para todas la categorías de fondos, con excepción de los fondos que invierten en instrumentos de capitalización, donde ninguna variable resultó significativa. Al momento de explicar la extensión de uso, no se dieron resultados similares a través de las tres categorías de fondos analizadas. 7 Marín y Rangel utilizan sólo el análisis Logit, ya que señalan que es el modelo más adecuado cuando se tiene una alta frecuencia de unos, que es el caso del uso de derivados en la muestra que analizan. 35 6. Distribución de retornos En esta sección se analiza el efecto que tiene el uso de derivados en la distribución de retornos de los fondos. Los inversionistas pueden tener claras preferencias por otros momentos de la distribución de retornos. Por esto es importante observar otros momentos de la distribución para ver si los fondos ofrecen ciertas características de los retornos que interesen a los inversionistas. Además, examinar estos momentos puede aclarar ciertas razones detrás del uso de instrumentos derivados. Se espera que existan algunas diferencias 36 en la distribución de retornos cuando los derivados son usados con fines de cobertura versus especulación. Siguiendo la metodología propuesta por Koski y Pontiff (1999), se calculan los 4 primero momentos de la distribución de los retornos mensuales para todo el período de análisis, y se comparan los resultados entre los fondos que usan derivados y los que no usan. Estos datos se presentan en el Anexo III. La Tabla VII muestra los principales resultados de este análisis. Cuando se usa un horizonte de tiempo de un año para las distintas medidas de riesgo (Panel A) no es posible rechazar la hipótesis de que no existen diferencias significativas en retorno, desviación estándar, simetría y kurtosis. Esto es consistente con lo encontrado por Koski y Pontiff (1999). La única excepción se encuentra en los Fondos Estructurados, en donde los fondos que usan derivados presentan mayor retorno promedio y desviación estándar que los fondos que no usan derivados, y las diferencias son significativas al 5%. Estos resultados se obtienen a través del test – t y del test de Wilcoxon. Esto es consistente con la relación positiva que debe existir en la interacción de ambas variables. En el Panel B se presentan los resultados cuando se toman dos años como horizonte de tiempo. La muestra para este caso se reduce levemente, debido a que muchos fondos no alcanzan a completar dos años desde el inicio de sus operaciones. Con respecto a los fondos que invierten instrumentos de deuda de mediano y largo plazo, la única diferencia significativa entre los fondos que usan y no usan derivados está en el coeficiente de simetría, el cual se hace mayor y más negativo para los fondos que usan derivados. Sin embargo, esta diferencia es significativa sólo cuando se observa el test-t. Por su parte, los fondos que usan derivados pertenecientes a la categoría de libre inversión presentan un mayor retorno y una mayor desviación estándar que los fondos que no usan derivados, ambas diferencias significativas al 5% de confianza a través del test-t y el test de Wilcoxon. Además, el test de Wilcoxon para el coeficiente de simetría muestra una mayor y más positiva simetría para los fondos que usan derivados. Con respecto a los fondos 37 38 estructurados, los que usan derivados presentan un mayor retorno y una mayor desviación estándar que los que no usan, diferencias significativas al 5% y considerando ambos tests. Cuando se considera un horizonte de tres años para el cálculo de las variables, la muestra sí se reduce significativamente, sobre todo en la categoría fondos estructurados, la que fue eliminada de este análisis. Para la categoría fondos con inversión en instrumentos de mediano y largo plazo, se observan diferencias significativas en el coeficiente de simetría y la kurtosis, tanto con el test – t como con el test de Wilcoxon. Los fondos que usan derivados muestran una simetría más grande y más negativa, y una kurtosis más grande y más positiva que los fondos que no usan. En la categoría fondos de libre inversión, los que usan derivados muestran un mayor retorno y una mayor desviación estándar. Sin embargo, sólo la diferencia en esta última variable es significativa al 5%, y utilizando ambos tests. En resumen, si bien existen diferencias significativas en algunas de las variables entre los fondos que usan y no usan derivados, no existe evidencia de que los fondos mutuos en Chile usen instrumentos derivados con fines de cobertura. Esto debido a que en ninguna categoría el riesgo de los fondos que usan derivados es significativamente menor que el de los que no usan estos instrumentos. Además, se esperaría una menor kurtosis y una menor simetría, pero esto no sucede en ningún caso. Sin embargo, sí existe evidencia de que los fondos que usan derivados los utilizan con fines especulativos, ya que en varias categorías estos fondos presentan un mayor riesgo y un mayor retorno que los fondos que no usan, diferencias significativas estadísticamente, lo que concuerda con los resultados obtenidos por Marin y Rangel (2006). Esto se da en las categorías de libre inversión cuando se consideran dos y tres años para el análisis, y la de fondos estructurados cuando se considera uno y dos años. Además, la simetría y la kurtosis son mayores en valor absoluto para los fondos que usan derivados cuando se considera la categoría 3 en un horizonte de tres años, lo cual es consistente con el uso de derivados con fines especulativos. Por otra parte, es posible encontrar una relación no sólo entre los fondos que usan derivados y los que no, sino también analizar diferencias en las distintas medidas de riesgo 39 a través de las distintas categorías de fondos. Koski y Pontiff (1999) encuentran que grandes cambios en las medidas de riesgo están asociados con los objetivos de inversión de las distintas categorías que analizan, pero no con el uso de derivados. De forma similar, en el Anexo IV se presenta un análisis gráfico de los valores promedio de cada medida de riesgo a través de las tres categorías analizadas, contenidas en la Tabla VII. Si bien no es posible establecer comparaciones entre las categorías 3 y 6 con la 7, debido a que los fondos estructurados tienen objetivos y políticas de inversión que dependen de cada fondo, sí es posible realizar dicha comparación entre las categorías 3 y 6 (fondos de inversión en instrumentos de deuda de mediano y largo plazo versus fondos de libre inversión). Es posible observar que entre ambas categorías, el retorno promedio y la desviación estándar son monotónicamente crecientes a través del objetivo de inversión, desde el más conservador (Tipo 3) al más agresivo (Tipo 6). Por su parte, si bien la relación no es tan evidente, la simetría y la kurtosis tienden a decrecer según el objetivo de inversión, nuevamente desde el más conservador al más agresivo. 8. Conclusiones Este trabajo provee evidencia acerca de cómo los fondos mutuos chilenos utilizan instrumentos derivados en sus carteras de inversión. Los fondos mutuos chilenos no usan agresivamente estos instrumentos, pero existe una tendencia creciente hacia su uso. En Julio del 2007, un 25% de los fondos chilenos mantenía alguna posición en instrumentos derivados en sus portafolios, y una extensión de uso cercana al 7%. Las principales características asociadas al uso de derivados son el tamaño del fondo, medido a través de sus activos totales netos, y el número de fondos que administra la familia. La significancia de estas variables a través de todas las categorías de fondos (con excepción la categoría 5) recalcan la importancia de las economías de escala a la hora de decidir si usar derivados. A la hora de comparar las distribuciones de retornos entre los fondos que usan y los que no usan derivados, no se encontró evidencia acerca del uso de estos instrumentos con fines de cobertura. Esto debido a que en ninguna categoría se observa que los fondos que usan derivados tengan una menor exposición al riesgo, una menor simetría y una menor 40 kurtosis. Por otra parte, sí se encontró evidencia sobre el uso de derivados con fines especulativos en las tres categorías analizadas. En particular, en la categoría de fondos que invierten en instrumentos de mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días los fondos que usan derivados presentan una mayor simetría y kurtosis cuando se considera un horizonte de tres años. Por otro lado, los fondos que usan derivados pertenecientes a la categoría de libre inversión muestra un mayor retorno y un mayor riesgo al considerar dos y tres años en el análisis, mientras que en la categoría de fondos estructurados se observan resultados similares al considerar uno y dos años como horizonte de tiempo para los fondos que usan derivados. Finalmente, sería de gran utilidad extender este estudio en el futuro a un período de análisis mayor, tomando en consideración que nuevos fondos se irán creando, la tendencia creciente del uso de derivados que ha mostrado la industria de fondos mutuos en Chile, y la información disponible la cual se irá perfeccionando y ampliando. 41 Anexo I: Tipos de Fondos Los 19 tipos de fondos existentes en Chile son los siguientes: 1. Corto plazo con duración igual o menor a 90 días nacional 2. Corto plazo con duración igual o menor a 90 días internacional 3. Corto plazo con duración menor a 365 días nacional 4. Corto plazo con duración menor a 365 días internacional 5. Mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días nacionales 6. Mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días internacionales 7. Mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días de origen flexible 8. Balanceados agresivos 9. Balanceados conservadores 10. Estructurados 11. Dirigidos a inversionistas calificados 12. Accionarios nacionales Además, existen fondos accionarios internacionales especializados en las siguientes áreas geográficas: 13. América Latina 14. Asia Emergente 15. Asia Pacífico 16. Desarrollado 17. Estados Unidos 18. Europa 19. Emergente 42 Anexo II: Clasificación fondos según SVS La clasificación que realiza la SVS de los fondos con inversiones nacionales y en el extranjero de acuerdo a sus objetivos de inversión es la siguiente: Tipo 1: Fondos de inversión de corto plazo con duración igual o menor a 90 días Tipo 2 : Fondos de inversión de corto plazo con duración menor a 365 días Tipo 3 : Fondos de inversión de mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días Tipo 4 : Fondos de inversión en instrumentos de capitalización Tipo 5 : Fondos mixtos Tipo 6 : Fondos de libre inversión Tipo 7 : Fondos estructurados Tipo 8 : Fondos para inversionistas calificados. Las tres primeras categorías son fondos que mantienen inversiones en instrumentos de Renta Fija emitidos por el Estado, Empresas e Instituciones Financieras, variando los plazos de las inversiones y la calidad crediticia de estas según su objetivo de inversión. Los Fondos Mixtos tienen objetivos de inversión específicos, sin embargo sus reglamento internos les permiten invertir tanto en instrumentos de Renta Fija como en instrumentos de Capitalización, nacionales y extranjeros. Hoy en día este tipo de fondos están orientados a inversiones en instrumentos extranjeros. Los Fondos de Libre Inversión, al igual que los Mixtos, tienen reglamentos internos que les permiten invertir en instrumentos de Renta Fija y Capitalización. La principal diferencia con la categoría anterior es que la estrategia de inversión de los Fondos Mixtos consiste en mantener posiciones en cualquiera de estos instrumentos sin una orientación en particular. Ambos tipos de fondos le permiten a la Administradora modificar con gran frecuencia los porcentajes en renta fija y variable brindándoles una mayor flexibilidad que al resto de los fondos. 43 Los Fondos que invierten en Instrumentos de Capitalización invierten exclusivamente en estos instrumentos, teniendo la flexibilidad de invertir tanto en activos nacionales como extranjeros. Los porcentajes están estipulados en los reglamentos internos de cada fondo. Los Fondos Estructurados (también conocidos como Garantizados) ofrecen una rentabilidad mínima o una rentabilidad más un premio dependiendo de si la evolución de algún índice o commodity es positiva. Este tipo de fondos tiene un período mínimo de permanencia y un plazo de comercialización limitada determinado en cada reglamento interno. Los Fondos Dirigidos a Inversionista Calificados están dirigidos a clientes preferenciales, siendo el aporte mínimo bastante mayor al exigido por el resto de los fondos. 44 Anexo III: Momentos de la Distribución de Retornos de los Fondos Mutuos Contenidos en las Categorías 3, 6 y 7. 45 46 Anexo IV: Comparación de las medidas de riesgo de los fondos que usan y no usan derivados A continuación se presenta un análisis gráfico sobre las medidas de riesgo contenidas en la Tabla VII. Los valores corresponden a los promedios estimados del retorno, desviación estándar, simetría y kurtosis, por tipo de fondo, para uno, dos y tres años. La categoría 3 corresponde a Fondos de inversión de mediano y largo plazo con duración mayor a 365 días. La categoría 6 son los fondos de Libre Inversión. La categoría 7 corresponde a Fondos Estructurados. Retorno a 1 Año 1,5 1 0,5 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 User 7 No User 7 User 7 No User 7 User 7 No User 7 Retorno a 2 Años 1 0,5 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 Retorno a 3 Años 0,8 0,6 0,4 0,2 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 47 Desviación Estándar a 1 Año 2 1,5 1 0,5 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 User 7 No User 7 User 7 No User 7 User 7 No User 7 User 7 No User 7 User 7 No User 7 Desviación Estándar a 2 Años 3 2 1 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 Desviación Estándar a 3 Años 2 1,5 1 0,5 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 Sim etria a 1 Año 0,4 0,2 0 -0,2 -0,4 -0,6 -0,8 User 3 No User 3 User 6 No User 6 Sim etria a 2 Años 1 0 -1 User 3 No User 3 User 6 No User 6 -2 48 Sim etria a 3 Años 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 User 7 No User 7 User 7 No User 7 User 7 No User 7 User 7 No User 7 -1 -2 Kurtosis a 1 Año 2 1 0 -1 User 3 No User 3 User 6 No User 6 Kurtosis a 2 Años 6 4 2 0 User 3 No User 3 User 6 No User 6 Kurtosis a 3 Años 10 5 0 -5 User 3 No User 3 User 6 No User 6 49 Bibliografía • Brown, K., Harlow, W. and Starks, T. 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