¿Cómo Evitar Ser Un Adicto? Dr. Octavio Gárciga Ortega CON LA ASESORÍA DE Mario E. Fumero Fundador y Asesor del 0 ¿Cómo Evitar ser un Adicto? Dr. Octavio Gárciga Ortega Profesor Auxiliar y Especialista de Segundo Grado en Psiquiatría Primera edición, septiembre 2003 Prohibida la reproducción, total o parcial de esta obra, sin la autorización del autor, y bajo las sanciones legales, por cualquier medio o procedimiento Tegucigalpa, M. D. C. Honduras C. A. Diseño de Portada: Yuri Banegas Diagramación: Patricia Cerrato Impreso en Honduras por: Edigrafic S. de R. L. ISBN 99926-50-49-4 1 Dedicatoria. Sólo el AMOR engendra la maravilla... Silvio. A mi familia. A Cuba. A Honduras. A mis Hermanos de la Brigada Médica Cubana. A todos los fármaco dependientes rehabilitados. Al genial científico y entrañable hermano Al Dr. SC Hiram Castro-López Ginard 2 INTRODUCCIÓN. Un viejo adagio nos dice “más vale precaver, que tener que lamentar”, y en Medicina se cumple en su totalidad, la verdadera Medicina evita la enfermedad en la medida de sus posibilidades, porque una vez establecida la dolencia, es imposible predecir cual será su evolución. En la lucha contra la Farmacodependencia, no existe mejor remedio que su prevención, no permitiendo que se produzca el primer contacto entre el Hombre y la droga. Para lo cual es fundamental dotar al Hombre de información que le permita conocer las características del enemigo y los peligros a los que se expone. Si por “curiosidad” o por la “influencia de los amigos” sucumbiera a los deseos de “probar, experimentar, sentir” nuevas sensaciones, una rápida retirada o la búsqueda temprana de ayuda, podrán evitar años de sufrimiento para él, su familia y el entorno social. El daño del adicto a sí mismo es obvio: la drogadicción conlleva un estilo de vida que suele caracterizarse por la pérdida de principios y valores que distinguen al ser humano de los animales, caracterizándose por conductas vinculadas al robo, la mentira, el abandono de los estudios y trabajo, la violencia (homicidio y suicidio). Lejos de ser un proceso liberador, conduce a la degradación y esclavitud más profundas que pueda padecer un ser humano. Para su familia, constituye un gran problema, un elemento de división e inestabilidad. Es incapaz de proveer lo necesario para el sustento propio o familiar. Se encuentra inhabilitado para asumir su papel de modelo positivo para sus hijos o hermanos menores. No participa en la vida familiar, ni es apoyo afectivo para los demás. Para su entorno social el drogadicto es un ente nocivo. En el colegio vulnera las normas de disciplina y afecta el proceso de aprendizaje de los demás estudiantes. Existe un riesgo alto que introduzca a sus pares en el consumo y que los haga víctimas de sus fechorías, generando ambientes de temor e inseguridad. En los últimos años este fenómeno se ha multiplicado en todas sus facetas, hablamos de casi el 15% de la humanidad implicada de forma directa o indirectamente en el problema. Es la drogadicción el elemento causante de más del 50% de los delitos y muertes violentas que actualmente se producen en el mundo. La mitad de las camas hospitalarias están ocupadas por trastornos ocasionados por la adicción o consecuencias de la misma, la cual acarrea más sufrimientos y muertes que las enfermedades cardiovasculares y oncológicas juntas, entre el 25 y el 30% de los 250 millones de accidentes laborales que ocurren anualmente está presente el diabólico flagelo. En cuanto a costos, son inimaginables las pérdidas. Según datos de la UNICEF, 1300 millones de personas viven con menos de un dólar diario, la mitad son niños, 120 millones sin escolarizar, 350 millones sufren explotación laboral, 30000 niños mueren diariamente en el mundo. Honduras, es un vivo ejemplo de estas calamidades, cerca del 70% de los hondureños viven bajo la línea de pobreza, el 70% vive en zonas rurales, hogares sin agua un 15%, sin saneamiento 15%, sin electricidad un 21%. En sólo 5 años el inicio de consumo de alcohol bajó de la etapa de la pubertad a la niñez. De 13 años que era la edad de inicio en 1998, en el Distrito Central, actualmente es de 8 3 años. Los estudios revelan que la gran mayoría de los consumidores comenzaron su consumo por drogas legales: tabaco y alcohol. En el año 2002 se produjeron en Hondu-ras 386 millones de botellas de cerveza, 93 millones de botellas de 1/8 de aguardiente y 37 millones de botellas de otras bebidas fuertes. En la capital existe una proporción (maléfica des-proporción), de 24 cantinas por cada centro edu-cacional, por impuestos por el alcohol se recau-dan 800 millones de lempiras y sólo se dedican a Prevención 5 millones. En el l998 el 3% de los niños de 11 a 13 años comenzaban a fumar, el año pasado el 12.2% de los comprendidos de 8 a 10 años lo hicieron. Agravando aún más la ya bastante crítica situación, que más de una tercera parte de los hogares no cuentan con el progenitor, más otras causas que aumentan el porcentaje de hogares desintegrados. En los últimos 5 años los niveles de seguridad ciudadana han bajado notablemente. Ha aumentado la probabilidad que una persona sea víctima de delitos tales como: hurto, robo, asalto, violación, asesinato, estafa, secuestro. Por lo que prevalece entre la población un sentimiento de rechazo, rencor e irritabilidad hacia todas las personas que se encuentran vinculadas con la drogadicción y las pandillas, generando actitudes de incompartibilidad con estos seres, por lo que se hace necesario brindar una información necesaria y un enfoque objetivo que permitan una justa evaluación del fenómeno a nivel general y muy en especial por parte del personal que estará a cargo de la rehabilitación de estas personas o de quienes asuman el noble compromiso de luchar por evitar el problema. 4 PRÓLOGO. En mis funciones como médico psiquiatra del Proyecto Victoria, una Comunidad Terapéutica para la rehabilitación de farmacodependientes, he tenido el privilegio de ser testigo y participe de la mayoría de los Proyectos que se han materializado en los últimos tiempos en este hermoso, pero atribulado país, en la lucha contra el uso y abuso de drogas legales e ilegales. . Hemos colaborado con los esfuerzos realizados en el frente de Prevención por la designada presidencial Licenciada Armida de López Contreras, en el Proyecto “Sí Se Puede”, que se realizó en una colonia de las más pobres y con más alto grado de marginalidad e índice delictivo, además de las conferencias y seminarios brindados, apoyamos con plazas para Rehabilitación a aquellos casos que nos enviaron. He sido testigo de la extraordinaria labor que realiza el ingeniero Alfredo Landaverde como Secretario Ejecutivo de la Oficina contra el Narcotráfico, que también atiende al Observatorio Hondureño sobre Drogas, así como de la incesante labor investigativa y preventiva que realiza el IHADFA, con el Dr. Batres al frente, y donde se encuentra el excelente investigador y gran amigo Licenciado Enio Alvarenga. Debo señalar que he sido honrado junto al Proyecto Victoria de participar activamente en uno de los Proyectos más innovadores que he conocido en nuestra área latinoamericana, donde el fundador y guía del Proyecto Victoria, Reverendo Mario Fumero funge como asesor, que es la capacitación de policías, que funcionarán como rehabilitadores en los centros de rehabilitación de niños y adolescentes en su reinserción social, Proyecto auspiciado por el Presidente de la República Licenciado Ricardo Maduro, el Ministro de Seguridad Oscar Alvarez y el asesor presidencial para esta área Dr. Ramón Romero. La Brigada Medica Cubana se ha sentido motivada y comprometida con esta hercúlea tarea y queremos aportar nuestros conocimientos, experiencia y esfuerzo personal en el logro de positivos y duraderos resultados en esta problemática y compleja tarea de tan alta significación humana, por lo que hemos realizado un Proyecto para realizar una intervención de prevención integral a nivel de las secundarias publicas del país. La presente entrega es el folleto guía que orientará las acciones de las actividades del Proyecto. El Autor. 5 ANTECEDENTES HISTÓRICOS Durante siglos el consumo de drogas ha sido parte de las conductas sociales permitidas en los pueblos, por lo que careció de regla-mentaciones legales. Nuestros aborígenes hicieron amplio uso de ellas, pero con fines muy bien definidos, entre ellos: calmar el hambre y la fatiga, para aliviar dolencias, en ritos y celebraciones, pero siempre con medida y moderación, pues existían severas restricciones y peores castigos para quienes incumplían las reglas establecidas. La prohibición del alcohol, el tabaco, el opio, la heroína y la cocaína se realiza en la segunda década del siglo pasado. En los años 60 del pasado siglo, el movimiento hippie colabora con el aumento sistemático del consumo de drogas, especialmente alucinógenos, coinci-diendo con el auge del LSD. Resalta el hecho que la toxicomanía múltiple reemplaza al uso de una o dos drogas, como hasta entonces era lo más corriente. En la década de los 70, con la aparición pública de la marihuana en espectáculos musicales, marca un hito, más, sin embargo, nunca constituyó un problema social de real magnitud. En estas dos décadas el consumo de drogas cumplía una función social, de contenido colectivo, y cuando era asumida individualmente (principalmente a través del consumo de marihuana), se vinculaba con procesos de superación del espíritu, meditación y otros estados. En las décadas de los años 80 y 90, y como parte del auge mundial de las drogas, (sobre todo de la cocaína, pasta base, benzo-diacepinas, drogas sintéticas), el fenómeno adquiere mayor significación, y está relacionado con una visión más individualista y hedonista1 de la vida. La droga está destinada a disfrutar el momento y lo que importa es el propio goce. Este contexto va acompañado de un mayor estigma social del consumidor, que lo margina. Quienes consumen drogas, lejos de estar integrados, viven el vacío de la marginación. La droga de los consumidores modernos responde a la velocidad y fragmentación de sus vidas, la falta de oportunidades, la pérdida de valores, la carencia de fe y proyectos de vida. La droga de los seres modernos es la droga de las promesas de triunfo, y a la vez de las amenazas de estigma y de muerte. En estos momentos existen grandes preocupaciones por la disminución en la edad de comienzo del consumo. El incremento en el uso de las llamadas “drogas duras” y la incorporación de drogas de diseño, nuevas presentaciones de drogas ya conocidas o drogas médicas que nunca antes habían sido utilizadas con estos fines, ha producido una poli adicción como regla en el uso. Hay que añadir la crisis socio-económica que se extiende por igual a todos nuestros países, agudizando e incitando estas manifestaciones. En los 70 se concretó la irrupción del sistema internacional de producción, distribución y consumo de drogas psicoactivas, de origen natural. La década de los 80 fue la de crecimiento y expansión, y en los 90 de consolidación y estabilización del sistema. Pero debemos tener muy claro que todas las drogas ilegales juntas no son capaces de producir los daños que producen individualmente dos de las llamadas drogas legales: el tabaco y el alcohol. Las mismas en su muy innoble condición de legalidad, incrementan cada día los índices de morbilidad y mortalidad que afectan al Hombre, así como empobrecen su calidad de vida. 1 Partidario del sistema que considera el placer como único fin en la vida. 6 No existe una sola investigación que no señale a este mortífero binomio, como las drogas iniciadoras en el consumo de niños y adolescentes, quiénes han convivido con ellas en sus hogares desde muy pequeños, inclusive aún dentro del seno materno han sido víctimas de sus efectos devastadores. Son las consideradas drogas porteras, cuyo consumo condiciona el uso de las llamadas “drogas duras”, y debemos tener muy claro, que aunque tardan en afectar al ser humano, siempre dejarán una estela de sufrimientos y trastornos que de no tomarse a tiempo las medidas necesarias, serán irreversibles El Autor. 7 MOTIVACIONES. He tomado algunos criterios del Profesor Rafael Bayce2 para comenzar el presente capítulo: “La prohibición funciona en muchos casos como atractivo adicional, sobre todo en los adolescentes y jóvenes, por la tendencia a la trasgresión, propia de esta etapa de desarrollo”. En ese proceso, la prohibición hace de las drogas ilícitas y de todo lo condenado por los socializadores infantiles, un posible objeto de deseo. Ese funcionamiento es más claro aún en el caso de personas marginadas de los niveles de ingresos, poder, prestigio, y consumo, que sueñan suplir sus necesidades con un milagroso golpe de suerte, y en muchas ocasiones se entregan al consumo, para aliviar las difíciles condiciones de existencia. Al sentirse nuevamente rechazados al interior de sus grupos de pertenencia, edifican su convivencia apartándose de ellos y de sus valores, acudiendo a nuevos grupos de pertenencia, con otros valores y otros modelos de rol. Contribuyen eficazmente a ello todas las publicaciones sobre el valor de las sustancias, volumen de las incautaciones y las ficciones cinematográficas, en que los “malos” son presentados de manera tan atrayente que de inmediato los jóvenes se identifican con ellos, presentados y rodeados del mayor lujo, placer y “adrenalínica” actividad cotidiana. ¿Cómo no van a ser atractivas para los jóvenes esas vidas cotidianas en que impera lo fastuoso, lo placentero y lo épico3, plagadas de autos deportivos de último modelo, enormes mansiones con piscina, ropa de moda, mujeres, alcohol, tabaco y droga a granel, armas sofisticadas, momentos de peligro, en suma, una cotidianeidad llena de gloria. La referencia al peligro de muerte (por el consumo o la participación en el ciclo de la droga) pasa a ser un atractivo más, ya que esa posibilidad es bastante improbable, pero a la vez funciona como un “gancho” de los encantos de este tipo de vida. La “guerra contra las drogas”, “la lucha contra el flagelo”, el objetivo de “erradicación”, termina siendo así un sofisticado marketing (pura palabrería) para las drogas dentro de la estructura del proceso de socialización en las actuales urbes occidentales capitalistas. Este marketing también alcanza a la población adulta, ya que la sociedad consumista y hedonista invierte el atractivo de las “edades”, entronizando lo joven como ideal estético, de capacidad de disfrute y de libertad de expresión. Ya no es que los jóvenes quieran ser adultos, sino todo lo contrario; los adultos quieren ser jóvenes. Actrices, modelos, músicos, deportistas, políticos, aspiran a reducir su edad por efecto de los modelos de rol. Si los jóvenes y adolescentes consumen drogas, también nosotros los adultos lo hacemos. Pero lo negamos hipócritamente, trazando una injustificada línea entre drogas legales e ilegales (y constituyendo un doble estándar moral que tanto destruye la solidaridad familiar y generacional). Debe considerarse que en realidad las drogas encarnan hoy significados que han circulado siempre en la historia humana, y que se relacionan con la autoafirmación del sujeto en ciertas fases etáreas de socialización. Desde siempre existen objetos materiales 2 Doctor en Sociología de la Universidad de Chicago, Profesor Titular de la Universidad La República, Montevideo, Uruguay. 3 Perteneciente o relacionado al género de la poesía. 8 y símbolos de identificación, contra identificación, movilidad y autoestima individual y grupal. Pero hoy día las drogas ocupan un lugar de especial peso en dicho registro. Todo lo anterior aumenta a niveles pato-lógicos la grieta generacional. La conflictividad intrafamiliar se agudiza innecesariamente. Los padres no entienden el fenómeno y lo magnifican. Los hijos se dan cuenta de que esa magnificación es injusta, desleal y asimétrica. Hay una reducción de las capacidades comunicativas, de los códigos compatibles y del mutuo aprecio de los interlocutores. Los jóvenes no entienden la moralidad que les exigen padres infieles, que fuman, beben y consumen pastillas bajo recetas, que los critican porque juegan en las pantallas computarizadas, mientras ellos ven telenovelas, y porque consumen drogas que no han sido demostradas como peores para la salud que las drogas permitidas. Esta profundización de la grieta gene-racional, y esta excesiva problemática construcción del yo adolescente, terminan deslegitimando4 a todo el mundo adulto, como también a los impulsores políticos de esa lucha desmedida, ineficiente, hipócrita y carísima que se lleva adelante contra algo que no merece ese tipo de esfuerzos. Al mismo tiempo nos lleva a actuar públicamente contra otros elementos de la socialización contemporánea que sí son esencialmente peligrosos y nocivos, principal-mente el fenómeno de la deshumanización. El razonamiento adolescente que des-califica a padres, políticos, docentes, científicos y policías sería el siguiente: “si hacen y dicen desatinos tan grandes sobre cosas que yo sé; ¿cómo sé que no hacen, piensan y dicen desatinos semejantes en temas de los que no sé?”. Concordamos plenamente en lo escrito por el Prof. Rafael Bayce, pero quiero aclarar que cuando prohibimos a nuestros hijos, las prohibiciones deben estar respaldadas con una pos-tura consecuente y ejemplar en los temas seña-lados. Todo esto debe llevar las explicaciones pertinentes, claras y al alcance del entendimiento del adolescente o joven, para que logren su objetivo formativo-educativo, y siempre en un ambiente apropiado de amor y respeto. No es dejar de prohibir, por temor a incitar las conductas criticadas, sino saber prohibir con fundamento y comprensión. Quiero añadir algunos elementos que los investigadores Espinoza Murra, Gertrudis Ramos y Enio Alvarenga5 señalan en su trabajo “Consumo de Drogas en Honduras”, el cual abarcó el estudio de todas las investigaciones realizadas en un lapso de 10 años relacionadas con el consumo de drogas en el país: “En todos los estudios revisados, las más frecuentes causas que los niños y adolescentes aducen en el inicio de su consumo son: la curiosidad, los sentimientos de soledad y tristeza, así como la falta de alternativas en el uso del tiempo libre.” Es importante señalar que en todas las investigaciones se encuentra que en la mayoría de los hogares de estos niños y jóvenes hay un elevado consumo de drogas, fundamentalmente de alcohol y tabaco, especialmente en la figura paterna. En un reciente estudio que realicé en la Comunidad Terapéutica Proyecto Victoria, contando con la colaboración del Personal Técnico de la misma, estudié todos los egresos ocurridos en el quinquenio 1997-2001, en esta variable analizada los jóvenes señalan la curiosidad y la influencia de amigos como los factores que más influyeron en el inicio de la adicción. 4 Injustificar la verdad de una cosa o la calidad de una persona o cosa conforme a las leyes. Investigadores del IHADFA (Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia). 5 9 Considero además, concordando plenamente con el Reverendo Mario Fumero6, quien en algunas de sus publicaciones ha señalado la desintegración familiar como un elemento clave en la desorganización del joven y por lo tanto un factor de desestabilización que con mucha frecuencia lo lanza a los brazos del mal. FACTORES DE CONTEXTO. Dado que el conjunto de genes y la distribución de personalidades individuales no cambian significativamente de una generación a otra, las explicaciones de los grandes cambios en el uso de drogas psicoactivas de una sociedad se deben basar en los cambios sociales experimentados por esa sociedad. Las características sociales de cada grupo, dentro de una sociedad, determinan su grado de vulnerabilidad y las probabilidades de que sus miembros se vuelvan adictos. Así, el modelo predice la concentración de la adicción en grupos sociales que tienen características que aumentan su vulnerabilidad. Cualquier estrategia para controlar la adicción debe identificar los grupos sociales más vulnerables y las variables que determinan su vulnerabilidad. Entre estas se señalan: desigualdad social, grandes migraciones, alto nivel de violencia, drásticos cambios de la mujer en la sociedad, debilitamiento de la influencia de la religiosidad, etc. Son importantes estas diferenciaciones para lograr un acercamiento claro y real al problema y poder idear estrategias educativas y preventivas. Si no contamos con buenas explicaciones de los contextos que mueven al consumo y una tipificación más refinada de los patrones de uso, se nos escapan datos valiosos que ayuda-rían a entender uno de los elementos básicos de las campañas preventivas: el proceso por el cual un grupo vulnerable transita del “consumo cero”, al “consumo experimental”, de este al “consumo recurrente”, y de este al “consumo compulsivo” de drogas. Existe una tendencia de las personas a buscar sus fuentes de autorregulación en elementos exógenos.7 El aumento desmesurado del consumo de ansiolíticos, somníferos y antidepresivos, así como la necesidad de experiencias eufóricas o extremas en el deporte aventura, son parte de esta sintomatología. El aumento explosivo en el consumo de drogas se inscribe en esta dinámica. En esta “exogenización” de las fuentes de equilibrio o de bienestar personal concurren diversos signos de los tiempos. La dificultad para dotar la vida personal de sentido o de proyecto reconoce variadas causas, llámense: crisis de utopías, de ideologías, de vínculos comunitarios o despersonalización de la vida en las metrópolis, falta de adhesión a los valores estables, etc. En el tránsito de consumidores ocasionales a recurrentes, o de recurrentes a dependientes, tiene un papel decisivo esta creciente incapacidad de generar endógenamente8 estados anímicos deseables, como son: el entusiasmo festivo, la introspección, la euforia, la distensión, la inspiración, la expresividad, la capacidad comunicativa, y otras. Cuanto más se recurre al consumo de drogas por dificultades de autorregulación interna, mayor es el riesgo de que el patrón de consumo se torne adictivo y se interiorice como parte indispensable de la vida de las personas. 6 Fundador y Asesor del Proyecto Victoria. Colabora ampliamente con los medios de comunicación masiva, cuenta además con una extensa bibliografía. 7 8 Que se originan en el exterior del cuerpo. Que se originan en el interior del cuerpo. 10 La frustración de expectativas y las condiciones de exclusión que son propias de aquellos grupos que precisamente se consideran como poblaciones de riesgo de consecuencias nefastas para su `propia vida: juventud popular urbana. Es ella quien más interioriza las promesas y las aspiraciones promovidas por los medios de comunicación de masas, la escuela, la polí-tica, pero no accede a la movilidad social y el consumo contenidos en ellas. Así, estos jóvenes padecen los efectos de una combinación explosiva: tienen mayores dificultades para incorporarse al mercado laboral de acuerdo con sus niveles educativos, viven un proceso previo de educación y culturalización en que interiorizan el potencial económico de la propia formación, desmentido luego cuando entran con pocas posibilidades al mercado del trabajo, poseen mayor acceso a la información y estímulo en relación con nuevos y variados bienes y servicios a los que no pueden acceder y que, a su vez, se constituyen para ellos en símbolo de movilidad social, tienen clara percepción de cómo otros acceden a estos bienes en un esquema que no les parece justo, ni equitativo; y todo esto en un momento histórico; a escala mundial, donde no son muy claras las “reglas de juego limpio” para acceder a los beneficios del progreso. En los mismos sectores, la desmotivación política, es otro dato negativo y a partir del cual deben luchar por producir nuevos sentidos para la propia vida. Esta frustración de expectativas favorece la disposición a hacer uso de la gran oferta de drogas. El consumo de drogas trata de compensar la vivencia del joven como un ser excluido o marginado del acceso a la movilidad social, la participación política o el intercambio cultural. Gran parte de esa juventud está radicada en asentamientos precarios de las grandes ciudades, viven una situación crítica, tienen razones poderosas que los llevan a buscar sucedáneos9 para compensar situaciones de marginalidad10 y privación, y al mismo tiempo los facto-res de protección que los apartan de dichos sucedáneos, son débiles. Cuanto más pobre es la población, mayo-res son los daños y más difíciles de revertir. La pobreza implica mayor vulnerabilidad, tanto para caer en circuitos productores de daño, como para no poder salir a tiempo de ellos. A menor nivel socioeconómico hay mayor concatenación de daños por consumo de drogas (violencia familiar, criminalidad) y mayor grado de marginalidad respecto de los cauces formales de educación y trabajo. Otro factor sería al considerarse el con-sumo de drogas psicoactivas como el pasaporte a un grupo, un rito que le permita al consumidor adentrarse en un grupo o “tribu urbana”, que afirman su identidad por oposición a la norma (oposición a la ley, a la vida adulta, a la moral, a la disciplina); como un “rito de tregua”, frente a los avatares del trabajo y la vida diaria, sobre todo en circunstancias en que las exigencias de productividad tienden a incrementarse. El último factor de contexto es el culto a la obtención inmediato de placer en las sociedades de consumo. Me refiero más bien a un tipo específico de valoración del placer, que tiende a imponerse en la sensibilidad publicitaria, en los mensajes de los medios de comunicación, en los escaparates de los centros comerciales, en el espectáculo, en las conversaciones entre profesionales, etc. Esta valoración específica del placer nos propone la imagen seductora de una vida poblada para una secuencia de sensaciones placenteras, una vida donde el placer debe ir en aumento, donde el presente debe intensificar su valoración cada vez más, donde la facultad sensorial debe acceder a una excitabilidad progresiva. Una vida en que la misma aceleración que opera en el mundo del trabajo y el dinero debe darse en la esfera del ocio, el descanso, la recreación. Y nada como las drogas psicoactivas para dar una respuesta inmediata al placer convertido en exigencia permanente. 9 Sucesor, substituto. Que está al margen, apartado. 10 11 Como medio idóneo para “ahogar” los sinsabores y las penas, como apoyo para enfrentar las exigencias cotidianas, o medio evasivo ante situaciones difíciles. VÍAS Y PATRONES DE CONSUMIDORES. No existe ninguna razón que justifique el que una persona haga abuso de las drogas legales, sean estas de uso médico o no, ni uso de las drogas ilegales. Se han señalado diferentes vías por las cuales las personas transitan hacia la farmacodependencia, las siguientes son las fundamentales: Vía Sociocultural: Esta es producto de las costumbres, tradiciones, convenciones de las diferentes culturas, se relaciona íntimamente con la presión ejercida por los grupos humanos grandes o pequeños. Se ejemplifica por el adolescente que dice sí a la droga para demostrar “audacia” entre sus congéneres que lo subvaloran en esta etapa de inmadurez por no “haberse iniciado” (influencia de amigos). Paradójicamente, ese mismo grupo durante su adultez rechazará como “flojo o tarado” a quienes no se han podido liberar de las drogas. Vía Hedónica: Aunque estrechamente vinculada a la primera, se caracteriza por ser la búsqueda de “placer”; la motivación más importante para el consumo reiterado sin valorar que esos minutos de “placer” artificial se convertirán en décadas de sufrimiento para el adicto y sus seres queridos. Esta vía es la más importante en pacientes con rasgos disociales previos a la adicción. Vía Asertiva: Su esencia es la utilización del tóxico como muleta para enfrentar situaciones en algún grado temidas o determinantes de inseguridad o ansiedad, se establece frecuentemente en personas tímidas. Vía Evasiva: Ha sido muy enfatizada en la literatura científica hasta el punto de considerarla como la más relevante. La mecánica es la pretensión de “ahogar” penas presentes o pasadas y de carácter consciente o inconsciente. Vía Sintomática: Donde existe una afección subyacente, generalmente psiquiátrica como la depresión, la manía, obsesiones, fobias y otras. Vía Constitucional: Es la más cuestionada y debe ser tenida en cuenta cautelosamente en sujetos que combinan una gran carga familiar de toxicómanos con un inicio temprano, ausencia de otros mecanismos patogénicos hegemónicos y tendencias disóciales. Existen patrones de consumo muy diversos: distintos públicos consumen distintas drogas, en distintos contextos y por distintos motivos. Se distingue entre consumo ocasional, periódico y compulsivo (dependiente), o consumidores de drogas más suaves o más fuertes (estas clasificaciones son las más frecuentes porque surgen fácilmente de las fuentes de información disponibles: encuestas, estadísticas clínicas y pena-les). Pero sí sólo dependemos de ellas corremos el riesgo de soslayar las motivaciones, los procesos y los contextos socioculturales en que se da el consumo de drogas. Expondremos un modelo tradicional y después otro no tradicional: Consumo Experimental: se define como pruebas breves y no programadas con un fármaco. 12 Consumo social y Recreativo: Se consume en ambientes sociales entre amigos y compañeros, que desean compartir y experimentar. Lo que se percibe como aceptable. Consumo Circunstancial y Situacional: se define como un consumo autolimitado con patrón, frecuencia, intensidad y duración variables. Consumo Intensificado: se caracteriza por consumo prolongado y programado de por lo menos una vez al día. Consumo Compulsivo: se caracteriza por un consumo frecuente e intenso, de duración relativamente prolongada que produce cierto grado de dependencia psicológica, al suspender el consumo experimentara manifestaciones de abstinencia. 1. Uso de cocaína y anfetaminas en altos cír-culos empresariales, financieros o en el mundo del espectáculo, motivado por sus efectos de resistencia al estrés y al cansancio, o por una desinhibición considerada conveniente por sus usuarios. 2. Consumo de inhalantes y sulfato de cocaína entre grupos urbano-marginales (niños de la calle y mareros), donde estos grupos afirman su marginalidad y su disfuncionabilidad productiva y social. 3. Consumo ocasional por diversión en todos los sectores de la sociedad. 4. Consumo ritual, ya sea entre minorías étnicas o entre grupos de experimentación diversos. 5. Consumo habitual como parte de una dieta productiva y nutritiva, como es el caso de la hoja de coca en el mundo andino. 6. Consumo para estimular la creatividad entre personas con dedicación al arte. 7. Consumo en los sectores más competitivos del deporte para incrementar rendimiento físico. FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO Se requiere de un profundo conocimiento de ambos grupos, pues en la medida que los conozcamos mejor, podremos interactuar adecuadamente y de forma preventiva para evitar el desarrollo de la farmacodependencia, a nivel individual, escolar y comunitario. Se requiere de un conocimiento y una actuación sobre los Factores de Protección, lo cual significa reducir la probabilidad de conductas de alto riesgo. Muchos de los factores protectores son sencillamente la conversión de los factores de riesgo en las estrategias de acciones positivas. Cuanto más fuerte sean los enlaces sociales a los sistemas y personas tradicionales, más alta será la probabilidad que los niños no pasen a demostrar conductas desviadas. Factores de Protección: La Familia: Desarrolla una relación fuerte con el niño, a través de una educación basada en normas claras, consistentes, que descansa en premios y castigos, donde prevalezcan los primeros, siempre en un marco de comprensión y una amplia comunicación, con márgenes de confianza y críticas constructivas, considerándolos en todo momento integrantes activos del núcleo familiar donde comparten responsabilidades y participan de los reconocimientos. 13 La Comunidad: Las normas y las políticas públicas apoyan el NO uso de la droga entre la juventud, ofrece el acceso a los recursos (la vivienda, los servicios médicos, la capacitación para el trabajo, el empleo y el recreo), ofrece redes de apoyo y lazos sociales, involucra a la juventud en el servicio comunitario. La Escuela: Alienta el establecimiento de las metas y el dominio de estas, complementa la educación familiar enfocando aquellos aspectos sociales, cívicos e instructivos de mayor relevancia, el personal se considera como “cuidadores cariñosos”, alienta el desarrollo pro-social, fomenta la participación activa de los alumnos, capacita a los maestros e involucra a los padres, ofrece actividades alternas que no incluyen a las drogas. Los Compañeros: Se mantienen involucrados en actividades que no incluyen las drogas, respetan la autoridad, forman parte de grupos tradicionales, aprecian el talento único que cada persona trae al grupo. Factores de Riesgo: La Familia: Problemas con el manejo de la familia, expectativas no claramente definidas en relación con las conductas esperadas, falta de control, disciplina inconsistente y dura, falta de relaciones fuertes y de cariño, conflictos matrimoniales, abuso del alcohol y/o tabaco, enfermedad psiquiátrica familiar, violencia intrafamiliar, desintegración familiar, baja o nula religiosidad, confusión y pérdida de valores, conductas sexuales precoces. La Comunidad: Depravación económica y social, desorganización de la comunidad, falta de oportunidades para el empleo y de participación de la juventud en proyectos extracurriculares, normas y leyes en la comunidad que favorezcan el uso inapropiado de drogas (legales e ilegales), disponibilidad de las mismas. La Escuela: Ambiente negativo en la escuela, política escolar con relación al uso de las drogas (legales e ilegales) no bien definida, ni imple-mentada, disponibilidad de las mismas, transiciones entre escuelas, fracaso académico, falta de asistencia a clases, suspensiones por varia-dos motivos. Los Compañeros: Comportamiento antisocial precoz, aislamiento y rebeldía, actitudes favorables hacia el uso de las drogas, amigos consumidores, suplantación filial por los compañeros (as). El niño resistente al alcohol, tabaco y otras drogas aglutina determinados factores y características que le permite resistir al embate de difíciles condiciones que deberá enfrentar. También aprendieron que cuantos más factores de protección existen en los ambientes claves que afectan la vida del niño, más aptos son de desarrollar la resistencia. Es eficaz en su trabajo, sus juegos y sus relaciones, tiene expectativas normales y una actitud positiva, tiene auto-estima y un enfoque de control interno, tiene auto-disciplina, tiene habilidades del pensamiento crítico y de resolución de problemas. En el año 2000 se celebró en la ciudad de Tegucigalpa el Taller para la Identificación de Riesgos Macrosociales de Farmacodependencia en Honduras, patrocinado por el Consejo Nacional contra el Narcotráfico, el PNUFID, en el mismo se identificaron los siguientes factores a nivel departamental: Demográficos: Alta concentración de población urbana, que el Departamento tenga alta emigración e inmigración y alto crecimiento poblacional. Sociales: Violencia intrafamiliar, alto número de maras, alto consumo de alcohol, afluencia turística, afectados por el Mitch. 14 Educacionales: Analfabetismo, bajo nivel de escolaridad, baja tasa de matriculación, alta repitencia. Económicos: Desempleo, desnutrición, alta actividad económica. Disponibilidad de Drogas: Cocaína, Crack, Marihuana, zona de producción. Geográficos: Fronteras con otros países, Costa Atlántica, Costa Pacífica. LA FAMILIA. Para los padres es más fácil entender y aceptar que sus hijos consumen e incluso abusan del alcohol, pero le es difícil entender y aceptar que consumen marihuana. La evidencia científica respecto a los efectos nocivos de las drogas sucumbe ante las convenciones sociales. Está demostrado que tanto el tabaco como el alcohol, ambas drogas legales, son las drogas más depredadoras de la estirpe humana. Para muchos jóvenes estos hechos reflejan la hipocresía de los padres o “de los adultos en el poder”. En otros casos estos jóvenes hacen notar que estos adultos manifiestan conductas incongruentes con su oposición pública a las drogas, ya que ellos mismos las consumen o participan de los beneficios económicos. Se debe realizar una enérgica labor con las familias de los pacientes y también preventivamente con los familiares en escuelas, centros laborales. etc. A continuación expondremos algunos de los capítulos fundamentales de un folleto que se confeccionó, para apoyar esta labor: RESPONSABILIDADES DE LOS PADRES Una abrumadora parte de los jóvenes fármaco-dependientes que acuden al Proyecto Victoria proceden de familias desintegradas, producto de hombres y mujeres, que en un momento determinado de sus vidas, decidieron unirlas para siempre, pero que al pasar del tiempo se deshizo tal compromiso, ocurriendo que el mismo no sólo incluye a la media naranja, sino que también a los hijos. En otros casos, ni tan siquiera se formalizó una relación de pareja, ni se llegó a tener una relación emocional, lo que produce un serio problema de paternidad irresponsable. Esto refleja una inmadurez por ambas partes, cuyo producto será una nueva vida que nunca pidió venir en tales circunstancias, marcado desde su misma concepción por el rechazo y el desamparo. Muchos de ellos serán abandonados, regalados, maltratados, abusados en todos los órdenes, algunos encontrarán a familiares que se apiaden, abuelos que sumarán a la carga de los años, la carga de la irresponsabilidad de los hijos, y cuidarán de esos niños, pero nunca podrán llenar el vacío que deja la ausencia de uno o ambos padres. Otras situaciones lamentables socavan profundamente la formación de los niños, tales como el hecho de que uno de sus progenitores sea consumidor de drogas (incluyo el alcohol), o portador de una enfermedad mental, que le impida dar una adecuada enseñanza a sus descendientes. También se da el caso, y con más frecuencia de lo que se supone, que matrimonios formalmente estables, agobiados por la carga económica, laboral o de otras razones, dedican un mínimo tiempo a la atención y educación de los hijos, delegando estas funciones (intransferibles por esencia) a los maestros, instructores u otro personal designado a tales efectos. A través de ello obtenemos hijos deformados, que arremeterán 15 en primera instancia en contra de los mismos padres. Muchos de ellos ni siquiera llegarán a conocer el porque de tales conductas, donde se citan los trastornos escolares, alteraciones psíquicas y por supuesto, la adicción a las drogas, que con mucha frecuencia aparece, condicionándole a las actividades delictivas. Muchos padres intentarán llenar el vacío espiritual con abundancia material, sin medida, ni normas. Es una obligación proporcionarles la comida, vestido y vivienda, así como cuidados médicos y educativos, pero también cariño, atención y comprensión. En una entrevista a uno de los internos del Proyecto Victoria, este adolescente me expresaba, con verdadero pesar lo siguiente: “yo quisiera conocer a mi mami”-, a lo cual respondí: “hijo si ella te abandonó, ¿para qué quieres conocer a alguien así?” y él, con lágrimas en los ojos, me replicó: “porque es mi mami”. Cuanto habrá tenido que llorar y sufrir por la ausencia de la madre, tal vez sea está la causa fundamental de su actual desgracia, sin embargo, ese joven corazón no alberga resentimiento, sólo nostalgia y ansias por conocer a quien lo mantuvo nueve meses en su vientre, no siempre es así y con frecuencia nos encontramos jóvenes que alma-cenan en su interior odio y resentimientos para quienes le abandonaron, conocemos muchos niños internados por abandono filial en Centros como el Hogar Renacer, Casa Alianza. Mis Pequeños Hermanos, etc.; que aunque aún no han sido presa de las drogas o de las bandas juveniles, ya muchos de ellos presentan trastornos psicoespirituales de diversas magnitudes, que ni los más solícitos cuidados que les ha prodigado el personal que los atiende, ha podido evitar los serios daños emocionales. Todos estos trastornos que se evidencian en sus relaciones personales, se manifiestan en sus hábitos, actitudes, afectividad, rendimiento escolar, en fin, en todas las esferas, aún estando dotados de un coeficiente de inteligencia superior, vemos como sus funciones merman por las incontables cicatrices que albergan sus cuerpos, siendo las más dañinas las psicoespirituales. DEBERES Y FUNCIONES DE LOS PADRES Tristemente el concepto de familia tradicional es poco práctico en nuestra actualidad, ya que en la mayoría de los casos, no existe tal familia, o está incompleta existiendo padrastros u otros familiares que asumen el rol, o estando la familia completa, dichos padres no asumen el rol a plenitud, no cumpliendo con sus funciones más elementales de dedicarle un pequeñísimo tiempo a los hijos, sobrando las justificaciones, por lo que el hijo queda ausente de la atención. Esta es la triste realidad en la mayoría de los muchachos que ingresan al Proyecto Victoria. Nos dice el Rev. Mario Fumero en su libro “Las Maras y la Delincuencia Juvenil”: < ¿Cuáles son las causas que originan la existencia de las drogas y maras en la sociedad hondureña? Y cita como primera causa la crisis familiar, coincidiendo con otros autores de otras latitudes, surgiendo la siguiente pregunta: ¿Qué entendemos por desintegración familiar? Algunos piensan que es el divorcio, pero no sólo se desintegran los hogares que viven en tragedia. Una familia puede desintegrarse por muchas razones, como es el juego sexual de parejas que después de practicar el amor libre e irresponsable, dejan a la mujer con un hijo, convirtiéndose en madre soltera, en Honduras la cifra de madres solteras ronda el 30%, en una investigación reciente realiza por una prestigiosa firma en Costa Rica, El Salvador y Nicaragua planteaba que la tercera parte de los padres no asumen la paternidad de los hijos procreados. Muerte de uno de los padres, o ausencia del mismo por emigrar a otra región donde lograr una mejoría económica>. 16 La familia es la principal fuente de influencia que tienen los hijos. La misma debe permitir el desarrollo del niño como persona que se valora, que es capaz de tomar decisiones, de aceptar o rechazar influencias de los demás, de protegerse. Tomaremos algunos elementos primor-diales que deben primar en la educación filial, tomados del “Curso Atención al Drogo-dependiente” de nuestra colega Lic. María Esther Ortiz Quesada11 los cuales cito a continuación: PREDICAR CON EL EJEMPLO Los padres son los primeros modelos con los que el niño tiene contacto, son el primer ejemplo de conducta. Su influencia está relacionada estrechamente con la identificación que tengan los hijos con sus padres modelos. Esta identificación se produce a partir de relaciones afectivas, cálidas y cercanas. Respecto a las drogas, es importante ver como los padres ejemplifican ciertos comportamientos y valores, positivos y negativos: Si consumen cigarrillos y alcohol delante de sus hijos, si permiten que los hijos lo consuman tempranamente, si inculcan a que sus hijos consuman por falsas concepciones como símbolo de hombría, el uso de lenguaje incorrecto, maltrato físico, etc. NORMAS CLARAS Los hijos no son simples copias de los padres o de quienes tomen como modelos. En éste sentido, es importante la familia porque también influye en la conducta de los hijos a través de sus normas, definiendo qué conductas son adecua-das y cuáles no. Con ello, transmite sus valores, las normas definen lo que es bueno y malo, lo que es justo e injusto, etc. Las normas se expresan en expectativas de conducta, es decir, en lo que los padres esperan de los hijos. Es importante que los padres establezcan normas claras, es decir, que pongan límites respecto a lo que está permitido y lo que no. Un ejemplo de esto es los horarios (fiestas, diversión, estudios, etc). También es importante señalar las razones, que los hijos entiendan el porque de esas normas y la necesidad de respetarlas, ya que estas no son arbitrarias. Las normas familiares y su aplicación son una expresión de atención y cuidado por los hijos, en definitiva, son una expresión de afecto. Una familia que no impone reglas, que consiente todo lo que los hijos reclaman, es una familia donde no hay verdadera preocupación, donde no hay verdadero afecto. REFUERZO-ESTIMULO Las normas, las conductas que ellas establecen y los valores que representan, pueden ser reforzadas a través de la utilización del estimulo o premio a conductas apropiadas y del rechazo o castigo a conductas inadecuadas, por ejemplo, respecto a los horarios, el rendimiento escolar, los hábitos, las responsabilidades y deberes, etc. Este sistema de refuerzo y rechazo, aplicado con regularidad, llega a transformarse en pautas de comportamiento que el niño o joven internaliza como propias, se transforman en hábitos de conducta, con lo cual a la larga, no es necesaria la aplicación de premios y castigos. Estos, no son exclusivamente físicos (golpes, cosas); pueden ser gestos, palabras y actitudes. 11 Licenciada en Psicología. Directora del Centro Ambulatorio de Atención a Fármaco dependientes. Hosp. Psiquiátrico de la Habana. 17 Ténganse en cuenta que en muchos países existen leyes y ONGs que se ocupan de los derechos de los niños, a tal punto, que pueden manipular a los padres, escudados en estos derechos, y muchos padres temen ejercer la debida autoridad por miedo a las represalias. Cuando la familia estimula y premia conductas positivas, especialmente, con gestos de aprobación y con caricias, estimula el logro de metas y disminuye el riesgo de consumo de drogas. Si una conducta no es estimulada, tiende a desaparecer, ya que pierde significado. Es importante que las expectativas de los padres se adecuen a las capacidades de los hijos, de forma tal que no produzcan una frustración permanente. Los padres deben conocer las verdaderas capacidades de sus hijos antes que inicien determinadas tareas, no deben ver por los ojos del amor, sino por los de la realidad, en muchísimas ocasiones nos hemos encontrados con los desastrosos resultados a que pueden llevar la sobre-estimación de los hijos por los padres. CLARIDAD - CONSISTENCIA Tanto los premios a las conductas positivas, como los castigos a las conductas negativas, deben ser aplicados de forma regular y consistente. Frente a una conducta inapropiada no debieran producirse reacciones muy distintas en un momento y en otro, que en un momento sea severamente castigada y en otro no. Se deben evitar las contradicciones entre los familiares, como tener actitudes diferentes ante los hijos y sus conductas. El castigo y refuerzo de las conductas no debe depender de los estados de ánimo de los padres. No siempre debe aplicarse el castigo ante una falta, especialmente, si ésta ha sido involuntaria, más bien, debe ayudarse a corregir el error. CONTROL Las normas que establece la familia, y su refuerzo expresado en premios y castigos, es parte del control que los padres deben tener sobre la conducta de los hijos. El control debe ser entendido en relación con una autoridad legítima de los padres, es decir, basado en la cercanía y en la identificación de los hijos con sus padres como modelos. El control efectivo se basa en el respeto a los hijos. No es autoritario o arbitrario, ni se basa en la fuerza, el miedo o el castigo indiscriminado. Tampoco en la permisividad exagerada, satisfaciendo cada gusto por el mero placer de verlos felices. No implica una restricción innecesaria de la libertad de los hijos, al contrario, la autoridad de los padres actúa, principalmente, a través del estímulo y el reconocimiento a las conductas positivas, en una valoración de su persona y sus capacidades. El control que se basa en una autoridad legítima es mayor porque va acompañado de un grado suficiente de identificación de los hijos con los padres, porque la relación se apoya en el afecto, en la comunicación, en la aplicación de normas claras y consistentes. Con ello, la influencia paterna es mayor en comparación con otras fuentes de influencia, como pueden ser los amigos. De esta manera, los padres, la familia contribuye indirectamente a la selección adecuada de los amigos. CON AFECTO La familia cumple un importante papel en la satisfacción de la necesidad de afecto de sus hijos. En la medida que la familia desarrolla relaciones cálidas y afectivas, tiene mayores 18 posibilidades de ser una fuente significativa de influencia a través de la identificación con los modelos paternos, Es importante demostrar cariño, prestar atención. Una familia que permite a sus miembros comunicar y expresar con libertad sus sentimientos, con gestos y palabras, es una familia integrada, que posibilita el desarrollo de sus miembros. COMUNICACIÓN La comunicación familiar efectiva permite una mayor cercanía, una mayor integración, con lo que se facilita el desarrollo de relaciones sanas. Ello se expresa en cantidad y calidad de tiempo compartido, en que los problemas se enfrentan en común y con actitudes positivas. Es fundamental encontrar ese tiempo que muchas veces escamoteamos a su educación por cansancio, obligaciones laborales o de otra índole, la educación de los hijos no puede aguardar por tiempos libres. Una buena comunicación se logra cuando uno es capaz de “ponerse en el papel del otro” y de comunicarse en forma clara y directa. La comunicación de sentimientos, deseos, ideas, etc, no es sólo verbal (a través de la palabra); existen muchas formas de enriquecerla, por medio de gestos, expresiones, posturas y miradas. ATENCIÓN POR LOS HIJOS La calidad de las relaciones de los padres con los hijos depende de una adecuada comunicación, y una clave para la buena comunicación, es prestar la necesaria atención y demostrar interés por ellos, en lo que hacen, en lo que sienten, en sus opiniones. La atención por los hijos se manifiesta en el cuidado por su persona (aseo, vestimenta, etc.), y por el entorno que le rodea en el hogar, por ejemplo en el orden y la limpieza. Cuando los padres no se preocupan por sus hijos se debilita el lazo afectivo, por lo cual ellos pierden significado como modelos de conducta. Prestar atención a los hijos, hacerlos sentirse valorados es importante para que desarrollen una buena imagen de sí mismos. De este modo, los hijos se sentirán seguros en lo que hagan, piensen y digan, sabrán enfrentar las cosas en forma positiva, dependerán menos de lo que otros digan, no necesitarán querer agradar a los demás (amigos), no se someterán a los otros sin pensar, confiarán en sus capacidades y en el logro de sus metas y aprendiendo de sus fracasos. Sabrán hacerse valorar y enfrentar las influencias de otros, no sentirse inferiores a los demás y aceptarse como son, sin necesidad de aparentar. VIOLENCIA FAMILIAR Esta es una característica que se relaciona frecuentemente con el consumo indebido de drogas, especialmente, cuando se transforma en un modo regular de relacionarse y resolver los conflictos. La violencia no es sólo física (golpes), sino también verbal y psicológica, por ejemplo descalificación, desatención, autoritarismo e indiferencia. En las familias violentas la forma más común de enseñanza de los padres a los hijos es el castigo físico, el cual es frecuentemente aplicado de manera irregular y desproporcionada en comparación con la acción que lo origina. El castigo físico actúa en base al temor y es efectivo sólo en lo inmediato. De ahí, quizás su utilización tan frecuente, sin embargo es ineficaz a largo plazo. Una consecuencia común es que los hijos castigados son personas inseguras. 19 Un padre que necesite del castigo físico para educar a su hijo, es un padre desprovisto de las capacidades mínimas que se requieren para enseñar adecuadamente las normas de educación formal, lo que se logra con el respeto, autoridad y adecuado manejo de las relaciones entre ambos”. CARACTERÍSTICAS DE LOS HIJOS Para comenzar este capítulo me referiré a algunos conceptos que aparecen en el libro Clínica y Terapéutica de las Adicciones para el Médico General del muy estimado amigo Prof. Ricardo González Menéndez12: <La conciencia: como factor de relación en el ser humano. Las relaciones de las personas con su ambiente y con su mundo interno son posibles gracias a las funciones del cerebro llamadas de la vida de relación o psíquicas. El hombre conoce, siente y actúa. Para ello debe estar despierto, atender, memorizar, además durante su interacción con el medio, es capaz de valorar y resolver las situaciones nuevas que se le presentan>. Se trata, respectivamente, de las funciones cognoscitiva, afectiva, conativa, de vigilia, memoria y capacidades intelectuales. Todas ellas son diversas facetas de las funciones psíquicas inherentes a su condición de ser humano. Algunos animales, son capaces de reconocer a su amo, sentir alegría y acercarse a él en forma cariñosa, algo parecido a las funciones cognoscitivas, afectivas y conativas que vemos en el hombre y se manifiestan también la vigilia, la atención y la memoria. Un perro es capaz de resolver algunos pequeños problemas como abrir una puerta y sentir dolor, lealtad y temor, luego las funciones psíquicas pueden aparecer aunque de forma rudimentaria en los animales. Existe, sin embargo, una función de más alta jerarquía y carácter integrador que posibilita la actividad coordinada de las diferentes facetas de la psiquis. Esta función, exclusiva del hombre y posible gracias a su desarrollo biológico y social, es la que le permite percatarse con toda nitidez de lo que ocurre en sí mismo y en su entorno y comportarse en forma adecuada ante lo que acontece. La conciencia posibilita los descubrimientos, los sentimientos más nobles, los actos heroicos, los grandes sacrificios, las convicciones y las grandes decisiones y es por ello la contrincante fundamental ante el tóxico. Además la conciencia es la cualidad esencial del hombre, la que le diferencia de los animales ¿Cree Ud. que un hombre reaccionaría con la misma indiferencia que un pollo si una mano gigantesca comenzara a extraer a sus congéneres de una jaula y sacrificarlos en su presencia? Compartimos el criterio de que no existe en el mundo nada más poderoso que la fuerza de la conciencia. Es así como una de las metas fundamentales de la relación de ayuda con los toxicómanos es la clarificación del yo interno, o sea, descorrer los velos impuestos por los autoengaños, que según veremos dificultan por un tiempo que se haga la luz. Si la conciencia es la característica de mayor relevancia en la diferenciación del hombre y los animales, ¿en qué condición queda la persona cuando un tóxico afecta esta función? Esto es lo que ocurre durante la embriaguez por cualquier sustancia, en que prácticamente se mutila la conciencia y la personalidad. La Personalidad: rasgo distintivo en la interacción. Desde que se produce la fecundación del óvulo por el espermatozoide, el sujeto en su primitivo estado comienza a interactuar con su medio ambiente y este proceso, al principio mediado por la madre, alcanza un 12 Profesor Titular y Especialista de Segundo Grado en Paiquiatría. Vicedirector del Hospital Psiquiátrico de la Habana. 20 nivel más destacado cuando nueve meses después surge del claustro materno e inicia su vida autónoma, hasta que alcanza la madurez, se reproduce y muere. Durante toda su interacción, pero sobre todo en su primera mitad, se van estableciendo características biológicas, como el tono de los músculos, la postura y la velocidad de la reacción ante un estímulo, características como la seguridad personal, la autovaloración y la disponibilidad afectiva, y características sociales ejemplificadas por sus distintos intereses, relaciones y grado de adaptación a las normas de convivencia. Estas y otras muchas especificidades que, como se pueden inferir, son hijas de la relación herencia-experiencia-ambiente, se imbrican firmemente y constituyen un sistema consistente que comienza a perfilarse desde los primeros años de vida. La combinación de cualidades prácticamente infinitas, que diferencian a unas personas de otras, integra la personalidad, palabra derivada de la denominación (persona), de las máscaras utiliza-das en el teatro griego más de 2000 años atrás, con el propósito de diferenciar unos actores de otros y expresar diversos tipos de emociones que, con los escasos medios de desarrollo de difusión de la época, difícilmente habrían sido captadas en condiciones normales por el auditorio situado a cientos de metros. De la raíz etimológica “persona”, surge el término que hoy definimos como el conjunto estructurado de características bio-psico-sociales, que se establecen y manifiestan durante la interacción dialéctica del sujeto con su medio y que diferencian a unos sujetos de otros en un medio sociocultural determinado. En forma menos técnica diríamos que la personalidad es la manera de ser, de reaccionar, de hacer, resolver, que diferencia a unos sujetos de otros. Sus estructuras básicas son el temperamento, que al ser modulado por el medio deviene carácter, las aptitudes que por igual proceso dan lugar a las capacidades intelectuales y el somatotipo o configuración corporal que producto de dicha interacción culmina en figura. Aunque inicialmente se pensaba que existían tipos de personalidad que favorecían la instalación de la toxicomanía, los estudios prospectivos orientados a conocer las características de personalidad en grandes grupos de sujetos y valorar años más tarde cuáles eran los que estaban en los sujetos que desarrollaron una toxicomanía, no apoyaron estos criterios. Muchos autores consideran que no existe un perfil caracterológico especialmente a los toxicómanos. Me uno al criterio del Profesor González Menéndez al afirmar que cualquier personalidad puede sucumbir ante los embates de las drogas, lo que si es incuestionable las grandes transformaciones que producen las drogas en la personalidad. La personalidad al pasar por la etapa de la adolescencia sufre rápidos y trascendentales cambios, donde comienzan a sentir y quererse proyectar como adultos, funcionando en gran parte de las esferas de la vida como niños, definiéndose algunas características que tipifican esta compleja etapa de la vida, como por ejemplo: mayor influencia de los iguales, mayor contacto con situaciones de riesgo, búsqueda de nuevas sensaciones, la búsqueda de su identidad, ser yo, que soy ahora y que seré después, búsqueda de la independencia y de la individualidad, rebeldía, necesidad de una auto-estima adecuada, se finalizan los estudios medios y se comienzan los superiores, inicio de la etapa laboral para otros, la sexualidad representa un hito importante en su desarrollo, se vive el hoy, así como la necesidad de una ideología o de un proyecto en la vida. Uno de los recursos más importantes con que se puede dotar a un niño, adolescente o joven es el sentimiento de la propia valía, especialmente en estos tiempos de cambios rápidos, de exigencias competitivas sociales, de llamadas de todo tipo de desorganización familiar y social. 21 Como educadores creemos que es posible influir en áreas de las actividades de los niños y adolescentes, ayudando a aumentar la autoestima. La autoestima es la forma habitual de pensar, amar, sentir y comportarse de manera positiva y objetiva. Es la actitud permanente con que nos autovaloramos y nos permite enfrentar las exigencias de la vida, aprendida e incorporada a lo largo de la propia historia. La auto-estima es el punto de partida para el desarrollo positivo de las relaciones humanas, del aprendizaje, de la creatividad y de la responsabilidad grupal. Según algunos autores toda persona que haga uso o consuma drogas en alguna ocasión, no necesariamente se convierte en adicto, son numerosas las personas que en alguna etapa de su vida han usado drogas sin que por ello hayan desarrollado dependencia de las mismas. La literatura insiste en esto, y puede ser cierto, incluso es un buen argumento para bajar el nivel de ansiedad de la familia cuando descubre que alguno de sus miembros ha consumido o consume drogas y también para disminuir el sentimiento de fatalismo que se genera en el consumidor que ha oído decir con frecuencia que la fármaco dependencia es una enfermedad incurable. Me uno al grupo de autores que consideran que en primer lugar, consumir drogas es algo injustificado, sólo cuando sea por prescripción facultativa y en las dosis y tiempo indicados. Cuando una persona las utiliza abre las puertas al germen de la adicción, que en la mayoría de las veces se adueña de toda la personalidad del consumidor, llegando a oca- sionarle daños irreparables, se convierte en su esclavo perdiendo los dones más preciados con que cuenta el ser humano. El drogadicto puede rehabilitarse y reinsertarse en la sociedad y lograr un funcionamiento estable y útil, tanto familiar como socialmente. INDICIOS QUE ALERTAN Las drogas afectan a las personas de manera diferente, los efectos se relacionan con el estado psicológico del individuo, lo que se espera de la droga y lo que desea que produzca la droga. Signos y síntomas que podrían indicar consumo de drogas: Escuela: ausentismo, llegadas tardes, bajas calificaciones, problemas de conducta, actividad negativa ante las tareas escolares. Familia: actitud muy reservada, alejamiento de la familia, mayores conflictos en el hogar, uso de argot callejero, pérdida de dinero u objetos. Vida social y amigos: abandono de antiguas actividades, abandono de viejos amigos, trato con nuevos amigos o personas que consumen, llamadas telefónicas o mensajes que encubren información sobre drogas. Vida emocional: cambios básicos en el modo de ser, cambios de humor inexplicables, indiferencia con las motivaciones anteriores. Efectos físicos generales: pérdida de peso, irritación de los ojos, trastornos del sueño, fatigabilidad o hipoactividad, cefaleas, temblores, deterioro de la higiene personal. Efectos físicos por tipo de droga. Marihuana: olor a hierba quemada en la ropa, irritación de los ojos(uso de lentes oscuros en momentos y lugares inapropiados). 22 Inhalantes: olor a solventes en la ropa o en el aliento, nariz congestionada, irritación y ulceración alrededor de la boca, ojos llorosos y brillantes, somnolencia, lentitud de movimientos e incoordinación. En el caso de la cocaína: nariz congestionada, el sujeto aspira con fuerza constantemente para detener las secreciones, enflaquecimiento y largos períodos en que el sujeto no come, ni duerme, puede tener marcas de agujas si es que la administración es por jeringas. Alucinógenos: apariencia de soñador o en estado de trance, puede pasar largo tiempo examinando algún objeto o viendo algo, puede desorientarse en tiempo y espacio, pueden aparecer crisis de pánico. ¿QUÉ HACER CUANDO TENEMOS UN HIJO CONSUMIDOR? Al respecto mi opinión es categórica, pues disiento de algunos autores que plantean que los padres de acuerdo al grado de drogadicción que presenta el hijo, deben decidir las medidas a tomar, si el problema puede ser resuelto con una advertencia y recomendaciones o llevarlo con un especialista a un centro de rehabilitación. Considero que sólo el especialista está facultado y puede determinar el grado de afectación que aqueja al paciente, posibles causas, si existe comorbilidad (enfermedad psiquiátrica aso-ciada, desencadenante o desencadenada por la droga), de una manera objetiva. Pues en la mayoría de los casos no existirá una comunicación amplia y sincera familiar, más bien evasiva y minimizadora por parte del hijo y permisiva por parte de los padres, tampoco podrá determinar el grado de afectación del paciente en el amplio espectro bio-psico-socio-espiritual. Ahora bien ante la sospecha el padre no debe demostrar alarma, ni crear un caos, debe lograr un diálogo, en un clima de confianza y comprensión para lograr un diagnóstico lo más objetivo del problema. RECOMENDACIONES TOXICOMANÍAS EN EL ÁMBITO FAMILIAR PARA PREVENIR LAS 1. Haga su mayor esfuerzo para garantizarle a sus hijos un hogar estable donde exista amor, armonía y ejemplaridad. 2. No exija más a sus hijos de lo que sus capacidades le permitan, pero garantice que desarrolle éstas al máximo de sus posibilidades. 3. Sea cariñoso, solidario, condescendiente, pródigo y protector con sus hijos, pero evite los excesos. Recuerde que el hombre, durante su desarrollo de su personalidad es como una planta que se cultiva: si no se riega se seca, pero si se le suministra exceso de agua, se pudre. 4. Evite que sus hijos manipulen mucho dinero hasta que tengan responsabilidad para hacerlo. 5. Trate por todos los medios de convertirse en amigo y confidente de sus hijos. Evite que otras personas menos positivas asuman ese importante papel en las llamadas edades peligrosas. 6. No pierda oportunidades de mostrarles satisfacción ante conductas positivas y dé a ello mayor importancia que al señalamiento crítico, también necesario ante conductas negativas. 23 7. Inculque a sus hijos el amor consistente a la pareja, al estudio, al trabajo, al deporte y a la recreación sana, oriéntelos a alejarse del peligro de las drogas, pero evite información excesiva sobre estas últimas, ya que en edades tempranas de sus vidas podrían despertar curiosidad. 8. Los padres son los más importantes para sus hijos. Eviten que lo copien en el consumo de tóxicos y sobretodo que le vean en estado de embriaguez, esto genera apreciaciones y sentimientos muy nocivos para ellos. 9. Jamás pretenda que sus hijos se hagan hombres mediante el consumo de tóxicos legales, ya que la hombría nada tiene que ver con esas conductas. No olvide que mientras más rápido comience el consumo mayor es su fuerza dañina. 10. No vincule los tóxicos con la expresión de amistad, amor y solidaridad, porque estos sentimientos se expresan mejor sin intermediarios. 11. Si existe algún aspecto de su personalidad que le disguste, propóngaselo superarlo mediante su desarrollo personal o perfeccionando virtudes que lo compensen. Jamás recurra a un tóxico con ese objetivo, pues sólo lograría efectos opuestos a los perseguidos. 12. Jamás use un tóxico como apoyo para enfrentar problemas porque correrá el peligro de buscar una muleta muy resbaladiza e ineficiente. 13. El probar por curiosidad algún tóxico es sumamente peligroso; recuerde que ése es el primer paso en falso y nadie puede predecir qué ocurrirá después. 14. El gasto mensual de un consumidor de café, tabaco y alcohol equivale en muchos medios a la tercera parte de su salario; en los consumidores excesivos, llega a convertirse en una catástrofe económica, mucho más penosa cuando afecta los suministros del hogar. 15. La conciencia es el atributo más importante del hombre. Evite toda sustancia que pueda afectarla. Recuerde que cuando se embriaga pierde sus características esenciales como ser humano, se comporta como un animal inferior. 16. Una persona responsable siempre debe sentirse orgullosa de mantener su comporta- miento bajo control. Recuerde que ningún triunfador permite que nadie lo vea en estado de embriaguez. La fórmula para mantenerse sobrio en una fiesta es no pasarse de un trago por hora o no beber alcohol. 17. Recuerde el lema: “si conduce no beba y si bebe no conduzca”; Su olvido podrá truncar para siempre su felicidad y la de sus seres queridos, o la de otras personas perjudicadas. 18. Evite al máximo las actividades que se vinculan al consumo de tóxicos legales y desarrolle aquellas que como los deportes lo alejan de los mismos. Impida así que los tóxicos se incluyan en su estilo de vida. 19. Si desea incrementar su disfrute de la vida no use medios artificiales, altamente dañinos. Le sugerimos que explore el valor de la felicidad o alegría muscular determinada por la práctica de deportes. 20. Aterrorícese ante la invitación de tóxicos ilegales y programe inmediatamente el alejamiento interpersonal del proponente; ya que su compañía a partir de entonces puede ser altamente peligrosa. 21. Recuerde que cada cigarro que usted fume reduce en nueve minutos su vida. 24 22. Tenga presente que el consumo excesivo de alcohol y el uso de drogas ilegales disminuye entre 12 y 15 años la esperanza de vida, y las últimas conducen casi siempre al crimen. 23. La trampa de casi todas las drogas está en el hecho de producir minutos de bienestar artificial, a cambio de años de sufrimiento para el consu-midor y sus seres queridos, esto se reconoce generalmente, sólo al cabo de muchos años de consumo, si no se recibe ayuda antes. 24. Tenga en cuenta que el uso abusivo del tabaco y el alcohol puede abrir las puertas al consumo de otros tóxicos; por eso se consideran drogas porteras. 25. La libertad es una de las aspiraciones más preciadas del ser humano; evite perderla al esclavizarse con un tóxico y si esto hubiese ocurrido ya, busque ayuda urgentemente para liberarse del mismo. Recientemente estuve revisando una guía para padres editada por la Consejería de Asuntos sociales para las Drogodependencias de la Junta de Andalucía, que me parece puede resultar de gran utilidad para nuestros fines: ¿Cómo prevenir con sus hijos el consumo de drogas? EVITE: Hablarle como si lo supiera todo, sin escuchar sus opiniones y vivencias. Ignorar los problemas escolares y personales de hijos, porque considera que “son cosas de niños”. Adoptar medidas de coacción, sin razonar, que limiten su libertad abusivamente. Mantener posturas excesivamente permisivas. No tener tiempo para ellos. Que dependan de Ud. excesivamente y sin necesidad. Que exista contradicción entre lo que exige a sus hijos y lo que Ud. mismo hace al respecto. Hacer de su hogar un sitio inaguantable. Que existan contradicciones, con respecto a la educación de sus hijos, entre el padre y la madre. PROCURE: Sentirse a gusto con ellos, participe del ambiente familiar y ellos participarán con Usted. Escucharles y razonar cuando no este de acuerdo con sus opiniones. Seguir su rendimiento escolar y atender a los problemas que vayan surgiendo en su desarrollo. Ayudarles a facilitarles la comunicación con los demás. Informar a sus hijos sobre el tema desde los 10 o 11 años, con veracidad y credibilidad, dosificándoles la información según la edad. 25 Formarse para poder informar, y recupere—si es que lo ha perdido—su papel educador. Reducir su consumo habitual de drogas legales (alcohol, tabaco, etc), no olvide que somos un modelo a imitar. Sugerir actividades de tiempo libre, deportivas, culturales, fomentándolas desde la familia. Facilitar el contacto a sus hijos con asociaciones juveniles, grupos deportivos, religiosos, ecológicos, alentándolo su integración en estas actividades. Fomentar la creatividad, enseñándoles a resolver posibles nuevas situaciones. Si su hijo ya se ha iniciado en el consumo. EVITE: Desesperarse, no todos los que se inician en el consumo de drogas se convierten en consumidores habituales. Culparle, ni “echarle en cara”, todo lo que Usted ha hecho por él. Convertirse en perseguidor, obsesionado por seguir sus pasos. La crítica continuada y violenta de su comportamiento. Utilizar el castigo como único recurso para evitar que continúe consumiendo. Acosarle continuamente con preguntas sospechosas, acusaciones, etc, pues con ello solo conseguirá que se aleje de usted cada vez más. Desentenderse de él, no prestándole atención. PROCURE: Dialogar con su hijo analizando las circunstancias que le llevaron al consumo. Favorecer el acercamiento de su hijo hacia Usted, comportándose de manera que su hijo vea en Usted alguien a quien recurrir en solicitud de ayuda, y no alguien del que hay que huir por temor al castigo. Mostrarle su afecto por lo que es, independientemente de lo que haga. Reflexionar sobre lo que puede hacer por su hijo, intente dedicarle más tiempo y prestarle algo más de atención. Reflexionar en común sobre las posibles formas de ayudar a su hijo. Entender que esta ante un ser humano que tiene problemas y no ante “un problema”. Si su hijo no está por dejar las drogas. EVITE: Ceder ante los chantajes que su hijo pudiera realizarle a Usted. Y su familia, mediante amenazas de lesionarse, delinquir o promesas de curación. 26 Discutir violentamente con él, haciéndole cargar con sus desilusiones, impotencias y miedos. Verse Usted como el bueno, que todo lo ha dado por él y sólo recibe disgustos en pago. Echarse Usted la culpa, exclusivamente, por lo que ha ocurrido y angustiarse por ello. Amenazarlo, coaccionarlo o chantajearlo para que se someta a tratamiento. PROCURE: Intentar hablar con él con confianza y respeto. Reconocer y asumir que no consume drogas porque quiere; a usted, desde su posición, así se lo parece; pero no es así realmente, las drogas pueden ya estar controlando su conducta. Aprovechar cuantas ocasiones favorables se les presenten para que inicie un tratamiento. Establecer unos limites de convivencia familiar, dentro de los cuales su hijo reciba siempre atención por parte de la familia. Mantener la calma ante el síndrome de abstinencia, sin aceptar chantajes. Si se ha decidido dejarla EVITE: Reprochar anteriores comportamientos (drogas, delincuencia, determinadas amistades, etc). Adoptar comportamientos rígidos que implique ponerle condiciones muy difíciles de conseguir en su estado actual. Que su hijo le imponga sus propias condiciones para someterse a tratamiento. Desentenderse del tratamiento que le sea prestado a su hijo. Mostrarle desconfianza, puede Ud. retrasar su rehabilitación e incluso provocar la recaída. Reaccionar con violencia ante una recaída. Imponerle normas estrictas de comportamiento, por miedo a que vuelva a consumir. Esperar a prestarle ayuda hasta que Usted se asegure de que no volverá a consumir. Pasarle factura recordándole lo que Usted sufrió con su problema. PROCURE: Acudir a un centro o a profesionales calificados, que le asesoren sobre el tratamiento más calificado. 27 Colaborar con los profesionales, y participar activamente en el tratamiento impuesto. Adoptar una postura comprensiva, entendiendo que su hijo, es el primer interesado en dejar las drogas. No desalentarse si, durante el tratamiento, el comportamiento de su hijo no se adapta exactamente a lo que Usted espera de él. Confiar en su hijo. Ayudar con su comportamiento que su hijo se integre a la familia. En caso de recaída, reaccione apoyando a su hijo, estimulándole que siga el tratamiento (se alternan fases de retroceso, avance, estancamiento). Animarle que siga con su formación personal y apoyarle en la búsqueda de trabajo. CLASIFICACIÓN El método científico impone agrupar los objetos de estudio según características comunes y excluyentes. En este caso, además, sirve para recordarnos un concepto importante que a veces se nos olvida, y es que existen las drogas y no la droga. Se puede clasificar atendiendo a: a. Por el origen. b. Por la estructura química. c. Por su acción farmacológica. d. Por su acción sobre la conducta. e. Por su peligrosidad para la salud. f. Por su consideración psicológica. g. La basada en las manifestaciones clínicas es la más explicativa a nuestros intereses y quizás la más utilizada en la práctica. Fue realizada por Chacoult en l971. I- Depresoras de la actividad del SNC El Alcohol. Los Hipnóticos. ( Barbitúricos y No Barbitúricos) Los Ansiolíticos. (Tranquilizantes Menores). Antipsicóticos (Tranquilizantes Mayores). Analgésicos Narcóticos.(Opio y sus derivados) II- Estimulantes de la actividad del SNC. Estimulantes de la Vigilancia. 1) Estimulantes mayores. 28 a. Anfetaminas b. Anorexígenos c. Cocaína 2) Estimulantes menores. a. Cafeína y otras xantinas (té, café, etc.). b. Nicotina. Estimulantes del Humor (Antidepresivos). III- Perturbadores de la actividad del SNC. A. Alucinógenos propiamente dichos. a. LSD. b. Mescalina. c. Psilocibina. d. DOM o STP (2,5- dimetoxi-4-metil-anfetamina). B. Derivados de la Cannabis. l) Marihuana C. Disolventes Volátiles. a. Colas: especialmente las plásticas. b. Esencias: nafta, bencina. CL c. Disolventes: acetona, acetatos alifáticos, d. Éter D. Otros. DROGAS LEGALES (Tomado del libro Clínica y Terapéutica de las Adicciones para el Médico General, del Profesor Dr. Ricardo González Menéndez). EL CAFÉ El término café deriva de la palabra turca quahué, y su conocimiento como sustancia tóxica se debió a un pastor etíope que en 1440 apreció que su rebaño había estado muy activo durante la noche, luego de haber ingerido los frutos de unos arbustos silvestres. El café, 200 años después era muy utilizado en Europa y de allí pasó a las colonias francesas hasta que, concluida la rebelión de los esclavos dominicanos, se extendió por América Latina. En la actualidad, la exportación mundial de café representa, según fluctuaciones del mercado, entre 3,000 y 20,000 millones de dólares y sólo en Estados Unidos de América se consumen cada año 200,000 millones de tazas. Después del petróleo es la segunda mercancía legal más importante en el comercio internacional. El principio activo del café es la trime-tilxantina (cafeína). La misma pasa a la sangre a través de la mucosa del estómago e intestino. Su acción sobre el sistema nervioso se produce por elevar considerablemente unas sustancias llamadas neurotransmisores. 29 Estas transmiten la excitación nerviosa de una neurona a la otra, y su peligrosidad estriba en que esa elevación ocurre a expensas del mecanismo de gasto anticipado, es decir, que los neurotransmisores almacenados para una semana pueden consumirse en un día. Después vendrán muchos días de carencia que explican lo que en estos tóxicos se llama efecto rebote, caracterizado por notable falta de ánimo y somnolencia. Una taza de café contiene de 100 a 150 mg. de cafeína, una de té entre 60 y 75 mg. y un refresco de cola entre 40 y 75 mg. Efectos sobre el sistema nervioso: El café provoca ansiedad, cefaleas, vértigos, temblores, insomnio (sobre todo en personas con dificultades para conciliar al sueño, por lo que recurren a somníferos). En los casos más severos pueden ocurrir convulsiones, ideas delirantes de persecusión y daño, así como crisis de pánico agudo. El síndrome de abstinencia a la cafeína aparece generalmente entre 18 y 24 horas luego de la suspensión y se caracteriza por cefalea, irritabilidad y disforia. Efectos sobre el aparato cardiovascular: El café provoca palpitaciones, extrasístoles, aumento de la presión arterial, pulso rápido y dolores precordiales de tipo anginoso. Efectos sobre el aparato digestivo: Produce acidez y regurgitaciones ácidas, diarreas acompañadas de cólicos, empeora notablemente las úlceras gástricas y duodenales y disminuye el apetito. Efectos sobre el aparato genitourinario: Por su eliminación en forma directa por la orina, el café determina poliquiuria y micción imperiosa. TABACO El tabaco es una planta de la familia de las solanáceas, existen 50 especies conocidas, pero sólo dos se cultivan comercialmente: Nicotina Tabacum y Nicotina Rústica. La denominación de la planta en el lenguaje nativo era cohíba y su uso no era exclusivo del Behique (sacerdote de la tribu), sino de todos los integrantes del grupo primitivo. La forma de consumo podía ser fumada, masticado y otras veces aspirado, y el nombre del tizón era tabaco. En el mundo hay 1,100 millones de fumadores, 200 millones son mujeres. El tabaco provoca 4.9 millones de muertes al año. Es la primera causa de muerte previsible y el fumador pasivo constituye la tercera causa de muerte previsible, más de 20 millones de niños están expuestos al humo del tabaco en sus hogares. El tabaco disminuye la circulación cerebral y cardiaca y bloquea los impulsos nerviosos de la médula espinal. Produce gran variedad de enfermedades a nivel pulmonar: bronquitis crónica, asma, enfisema pulmonar, cáncer, este también se le puede hallar en todas las vías respiratorias, digestivas y renal. El 25% de las muertes por enfermedad de las arterias y el corazón están determinadas por el tabaco, la nicotina bloquea el consumo de oxígeno por el músculo cardíaco y aumenta el nivel de grasas en la sangre, grasas que se acumulan en las paredes de las arterias estrechándolas y endureciéndolas. Todas estas condiciones determinan la arteriosclerosis temprana de los grandes fumadores (a veces desde los 30 años de edad) y la frecuencia 5 veces mayor de infartos del miocardio y otros órganos, así como accidentes vasculares encefálicos (cada cigarrillo reduce en 9 minutos la vida de un fumador). Está demostrado que entre los fumadores hay casi 3 veces más úlceras gástricas y duodenales, así como el cáncer gástrico, halitosis. Produce ansiedad, temblores, cefaleas, tras-tornos de concentración. Disminuye la erección, por su efecto tóxico a nivel 30 del cerebro, al que se suma su efecto bloqueador a nivel de la médula espinal y la disminución de sangre a los cuerpos cavernosos del pene. ALCOHOL. El alcohol, del árabe alkuhl (esencia o espíritu), es el producto de la fermentación de sustancias vegetales. Su utilización por el hombre, en forma de brebaje, se supone que data de los albores de la humanidad, cuando nuestros más remotos antepasados tuvieron la experiencia de beber el líquido resultante de la colección de agua de lluvia en alguna irregularidad del tronco de un árbol, luego de haber caído en dicho depósito natural, alguna fruta desprendida que sufriera posteriormente, el proceso de fermentación. La capacidad de observación del hombre primitivo le permitió reproducir dicho fenómeno y obtener el preparado, aunque este sólo pudo ser utilizado en cantidades importantes, a partir de la cultura del neolítico, 10000 años atrás, cuando fue posible la utilización de recipientes adecua-dos gracias al desarrollo de la alfarería. La Biblia dice que Noé plantó la primera viña, bebió de su jugo y conoció la embriaguez (Génesis 9:24). El Antiguo Testamento menciona la palabra vino aproximadamente 500 veces. Jesucristo consagró la bebida en la última cena. Este vino puede producir embriaguez, por eso el Apóstol Pablo advierte el peligro de la embriaguez (Efesios 5:14). Cuando el alcohol comienza su acción sobre el SNC lo primero que deprime son los centros que garantizan el comportamiento social adecuado y esto hace que el sujeto se conduzca en forma diferente haciendo el ridículo. Un poco más de efecto y a veces hace que el sujeto acepte ofensas y humillaciones, comportándose mansamente, o por el contrario se torna ofensivo, agresivo y destructivo como si fuese una fiera. Finalmente aparece el descuido por la presencia y el aseo, propio de los alcohólicos en fase avanzada y de los grados profundos de embriaguez. El término “Alcoholismo” fue creado por el médico sueco Magnus Huss en el año de 1849. MITOS POPULARES SOBRE EL ALCOHOL El alcohol mejora la actividad sexual. Pero lo que realmente ocurre es lo contrario, a tal punto que es pregunta obligada en los especialistas que atienden las disfunciones sexuales: ¿tomó Ud. Bebidas alcohólicas ante del encuentro amoroso?. La explicación de esta acción está en el efecto inhibidor o depresor del alcohol sobre el cerebro y la médula espinal y fue destacada 400 años atrás en una obra de Shakespeare, donde un personaje comenta: “el alcohol provoca el deseo, pero dificulta la ejecución”. El alcohol sirve para enfrentar el frío. Los soldados de Napoleón, que murieron congelados en la invasión a Rusia, fueron los que ingerían bebidas alcohólicas, ya que el efecto verdadero del alcohol es producir dilatación de los vasos sanguíneos de la piel y de esa forma, funciona como un sistema de enfriamiento, como el radiador de un automóvil. Uno de los efectos más comunes es la pérdida de temperatura corporal al poner en contacto el calor de la sangre con el frío que actúa sobre la piel. 31 ¿Es el alcohol un alimento? El alcohol es un antialimento, pues sólo aporta calorías vacías que no pueden ser utilizadas por el organismo y además, por su acción irritante sobre el estómago e intestino dificulta la absorción de los alimentos. ¿El alcohol es bueno para combatir la hipertensión y el infarto? En realidad la aparición de hipertensión e infarto, así como la aparición de accidentes vasculares encefálicos, es 6 veces mayor en los que abusan del alcohol que en aquellos que no lo hacen. La acción sobre la presión arterial (al elevarla considerablemente), no depende de la cantidad de líquido ingerido, sino de la acción directa del alcohol sobre las glándulas suprarrenales, lo cual determina la liberación de cortizona, la que eleva notablemente la presión arterial. ¿El alcohol es un estimulante? El alcohol pertenece al grupo fármaco-lógico de los depresores, con efectos sedantes y anestésicos, su consumo excesivo puede llevar al coma y la muerte. Es bueno recordar el frecuente llanto de las personas en estado de embriaguez profunda, así como también que en muchos países el 30% de los alcohólicos terminan sus vidas por medio del suicidio. El alcoholismo afecta por igual a todas las personas que por alguna razón consuman bebidas alcohólicas habitualmente, con total independencia de su nivel escolar, económico o características de personalidad. CONCEPTO El alcoholismo es una enfermedad, no un vicio, y en gran parte de los casos, tiene cura, pero siempre esta el riesgo de recaída. Según Jellinek, un estudioso del tema con gran repercusión en Latinoamérica: todo uso de bebidas alcohólicas que cause daño de cualquier tipo al individuo, a la sociedad, o a los dos, puede considerarse como alcoholismo. La Organización Mundial de la Salud lo define como: Es un trastorno conductual crónico, manifestado por repetidas ingesta de alcohol, excesivas respecto a las normas dietéticas y sociales de la Comunidad y que acaban interfiriendo la salud o las funciones económicas y socia-les del bebedor. Pueden considerarse dos tipos de Alcoholismo: primario y secundario. El alcoholismo primario estaría definido por dos criterios: el tóxico y el determinista. El tóxico estaría avalado por cualquier daño biológico, psicológico o social. El determinista estaría dado por la pérdida de libertad ante el alcohol: no poderse mantener 2 días seguidos sin beber, no poderse controlar cuando se comienza a beber, necesitar el alcohol para enfrentar las exigencias de la vida. El alcoholismo secundario: es el que se produce en una persona portadora de una enfermedad, por ejemplo, tras-tornos psiquiátricos, cáncer. 32 EXPRESIONES CLÍNICAS DEL ALCOHOLISMO. Abstinente Total: No bebe nunca (50% población) Bebedor Excepcional: 1 ó 2 tragos menos de 5 veces al año. Bebedor Social: Bebe sin transgredir las normas sociales, no satisface los criterios tóxico, ni determinista (3 veces a la semana, menos de 1/4 botella de ron o su equivalente en otras bebidas). Bebedor abusivo sin Dependencia: Ingiere más del 20% de las calorías de la dieta en alcohol, cumple los criterios tóxico y determinista. Dependiente Alcohólico sin Complicaciones: Dependencia física, En abstinencia: Temblores severos, intranquilidad, insomnio, diarreas, subsaltos musculares, cefaleas, sudoraciones. Dependiente Alcohólico Complicado: sangramientos, cardiopatías. Delirium tremens, alucinosis, cirrosis, Dependiente Alcohólico en Fase Final: Deterioro marcado físico y mental, convulsiones, etc. ¿Cómo prevenirlo? EVITE: Tomar una copa por rutina o costumbre. Beber alcohol para aliviar el malestar físico o cansancio. Tomar una copa porque se encuentra “bajo de moral”. Beber con el “estómago vacío”. Beber para enfrentar una situación difícil”. Presionar a los demás para que tomen “la última copa”. Beber en ayunas “para quitarse el mal sabor de boca o matar el gusanillo o resaca”. PROCURE: Informarse sobre cuáles son los efectos y propiedades reales del alcohol. Tomar una copa lentamente, paladeando lo que toma. Llevar la cuenta de lo que ha bebido... no se engañe. Ocupar su tiempo libre con deportes, hobbies, aficiones, etc. Con respecto a sus hijos, retrasar el momento de iniciación del consumo. (no favorece el crecimiento, ni favorece el apetito). 33 Es hora de preocuparte y actuar: Cuando consideras que tomar en exceso es un logro y demuestra valentía. Cuando mientes acerca de tu forma de beber. Cuando te pasas la bebida de un sólo trago. Cuando empiezas a beber por las mañanas. Cuando has tratado de dejar de beber y has fracasado en el intento. Cuando ha empezado a bajar tu rendimiento en la escuela o el trabajo. Cuando bebes a solas y no con amigos o en reuniones sociales. Cuando bebes porque tuviste algún problema o te enojaste con alguien. Cuando ya has estado en problemas a causa de tu forma de beber. Cuando aseguras que puedes dejar de tomar en cualquier momento a pesar de que sigues tomando en gran cantidad. Cuando bebes cada día un poco más. Cuando piensas que sería mejor si no tomaras y no haces nada al respecto. DROGAS ILEGALES Marihuana. La planta del cáñamo (cannabis sativa) crece silvestre o se cultiva en los climas templados o tropicales. Se trata de una hierba resistente que se da en una amplia diversidad de lugares de todo el mundo. Durante tres milenios, los pueblos de África y Asia han utilizado el cannabis en diferentes formas, normalmente fumándolo, a menudo con tabaco, o mezclándolo con bebidas o golosinas. En el habla común, las designaciones “cannabis”, “marihuana” o “hachís”, abarcan toda una serie de distintos preparados de cannabis, conocidos por centenares de nombres. Se han identificado más de 400 sustancias sintetizadas por la planta, de las cuales más de 60 son canabinoides. Los tres más abundantes son: El canabinol (CBN), el canabidiol (CBD) y varios derivados del tetrahidrocanabinol (THC), que representa el compuesto más activo desde el punto de vista psíquico, de estos derivados el de mayor potencia es el delta-9-tetrahidrocanabinol. El cannabis produce una amplia gama de síntomas, en función de la dosificación, la personalidad y las expectativas del usuario. Los efectos de las dosis bajas a moderadas incluyen hilaridad, euforia, cambios en la percepción del tiempo y del espacio, deterioro de la coordinación, del juicio y de la memoria, aumento de la sensibilidad visual y auditiva, conjuntivitis, bronquitis y aumento del apetito. Después de dosis más altas, pueden experimentarse ilusiones, accesos delirantes, depresión, manifestaciones amotivacionales, confusión mental, que a veces asemejan a un episodio psicótico caracterizado por el medio y la agresión. El uso regular y prolongado del cannabis puede perjudicar las funciones psicomotoras, cognitivas, endocrinas, reducir la inmunidad y la resistencia a las infecciones. Reduce el nivel de hormonas masculinas, deforma e inmoviliza a los espermatozoides, comportamientos sexuales aje-nos a la orientación habitual al sujeto. La marihuana es la 34 droga ilegal más consumida con 40 millones que la han probado una vez, 12 millones de los cuales lo han hecho en el último año. Ade-más lo que la hace tan peligrosa es el hecho que es considerada una “droga blanda”, “poco peli-grosa”, “poco perjudicial”, y junto con el alcohol y el tabaco componen un trío de drogas porteras. COCAÍNA El arbusto de coca (Erythroxylon coca), de hoja perenne, se cultiva principalmente en la región montañosa occidental de América del Sur. Su principal ingrediente activo es la cocaína alcaloide, que puede extraerse de sus hojas por un proceso químico sencillo. Desde hace siglos, los pueblos andinos mastican sus hojas para combatir la sensación de hambre y vencer la fatiga y el agotamiento causados por el trabajo y la gran altitud. Se consume por vía gingival, nasal, inhalatoria, endovenosa y fumable. La coca puede ser mezclada con diferentes sustancias, lo cual representa un gran peligro por lo inescrupuloso del manejo, pudiendo llevar a mortales intoxicaciones. Droga estimulante, la cocaína es capaz de producir excitación eufórica y experiencias alucinatorias (las alucinaciones son sentidas y también percibidas visualmente, de tal intensidad que pueden tratar con pinchazos de agujas extraerse los bichos que les atormentan). Debido a la sensación de gran fuerza muscular y a la claridad mental que produce, el usuario tiende a sobreestimar las capacidades de su organismo. Esta sensación de ser “super poderoso”, unida a los delirios paranoicos y las alucinaciones auditivas, visuales y táctiles que pueden aparecer, puede convertir al usuario en una persona capaz de cometer graves actos antisociales. Para contrarrestar las sensaciones de excitación excesiva que produce, se práctica ampliamente la administración alterna o simultánea de cocaína y de una droga depresora (Ej. El alcohol). La nueva forma de cocaína, más toxicomanígena y mortal, que se conoce como “crack” o “piedra”, constituye una modalidad barata, potente, muy tóxica y extremadamente adictiva. Produce un efecto rápido e intenso que dura unos minutos y suele dejar al usuario en un estado de desesperada necesidad de más droga. Es perjudicial para el cerebro, el corazón, pulmones y el sistema nervioso, delgadez marcada y graves daños psicológicos. Los efectos de la cocaína se disipan rápidamente y van disminuyendo cada vez más con el aumento de frecuencia de consumo, el deseo de imperiosa necesidad de repetir la administración a intervalos de tiempo cada vez menores, puede convertir la vida del usuario en una constante, cos-tosa y peligrosa para sí y los demás búsqueda de la droga. Las propiedades toxicomanígenas de la cocaína son tales que se ha demostrado en estudios que los animales de laboratorio prefieren una y otra vez la cocaína a su alimento favorito, hasta que acaban muriendo por sobredosis o desnutrición. Al introducirse por vía endovenosa puede producir: endocarditis, abscesos pulmonares y cerebrales, miocarditis, hepatitis y SIDA. Las muertes súbitas por consumo de cocaína, también llamada la droga de la muerte, pueden deberse a cuadros de colapsos similares al Síndrome Gris por neurolépticos, hemorragias o trombosis cerebrales o paros cardíacos. Su con-sumo continúa aumentando en Europa y América. 35 DERIVADOS DEL OPIO. El opio es el jugo coagulado que se extrae de las cápsulas verdes de la adormidera (Papaver Somniferum), la cual crece en climas templados y subtropicales, y parece que tuvo su origen hace unos 5,000 años, en la región del Mediterráneo Oriental. Su uso se extendió rápidamente por Persia, Egipto, China y Europa, donde la “panacea laudanum”, elogiada por el alquimista y médico del siglo XVI Felipo Paracelso, era un preparado de opio. El opio se emplea sobre todo como importante materia prima para la fabricación lícita de morfina, codeína y sus derivados. Por des-gracia, es también la materia prima para la producción ilegal de heroína, cuyo uso indebido ha alcanzado proporciones alarmantes en todo el mundo. Fue precisamente esa preocupación internacional por el uso indebido del opio la que dio origen, a principios de siglo, a los primeros tratados internacionales sobre fiscalización de estupefacientes. El opio contiene más de 20 alcaloides. En 1803 el químico alemán Sertuner aisló uno de ellos: la morfina. En 1932 se aisló la codeína. Con la invención de la aguja hipodérmica por Alexander Wood en 1853, se inicio la era del abuso masivo de opiáceos. En 1974 se sintetizó la heroína, morfina a la cual se adicionaron dos grupos acetilo, duplicando la potencia de su antecesora y 10 veces más que el opio. Opiáceo es cualquier sustancia natural derivada del opio y opioide es una sustancia sintética que actúa como opiáceo, pero no esta derivado del opio. Los opiáceos que se sintetizan de los naturales son la heroína, codeína y la hidromorfina. Se han elaborado un gran numero de narcóticos sintéticos como la meperidina, la metadona, el propoxifeno, etc. La morfina es el mas importante de los principios activos del opio (este contienen un 10% de morfina). La morfina sigue siendo el analgésico eficaz clásico para aliviar dolores intensos, pero la extensión de su uso esta siendo contenida por estupefacientes sintéticos que producen menos dependencia. La morfina produce una dependencia física de aparición temprana que aumenta de intensidad, a medida que aumenta la dosificación, y se va aumentando la dosificación por el nivel de tolerancia, una especie de insensibilización por la cual el consumidor necesita paulatinamente aumentar las dosis para experimentar el mismo nivel de bienestar. La heroína (diacetilmorfina) se obtiene de la morfina mediante un sencillo proceso químico. Produce una dependencia muy fuerte, Por la facilidad de producción clandestina y de su transporte en estado puro, la heroína es la droga que causa los mayores problemas de salud pública en muchos países. El contenido de heroína de la droga vendida en la calle puede variar de manera considerable, pues frecuentemente su adulteración o mezcla con otras sustancias. La amplia y desconocida gama de cantidades y tipos de sustancias empleadas puede ser también la causa de enfermedades, envenenamientos y fallecimientos. Es este grupo donde se manifiesta con mayor intensidad la dependencia física, debemos resaltar que a diferencia de la dependencia psíquica de otras drogas como la marihuana y la cocaína en los opiáceos predominan las manifestaciones corporales de abstinencia. Estas reacciones comprenden fortísimos dolores mus-culares y abdominales, lagrimeos, bostezos continuos, escalofríos, calambres, secreciones naso-faríngeas, lentificación del ritmo cardiaco, HTA, diarreas y vómitos expresan la seriedad de estos cuadros. Pastillas. Las anfetaminas son el prototipo de las drogas estimulantes. Se sintetizaron por primera vez en 1887, pero sus efectos estimulantes se descubrieron 40 años después. Actualmente solo están indicadas para tratar los TDA (Trastornos por Déficit de Atención), la narcolepsia y algunos trastornos depresivos. Tienen capacidad de levantar el estado de 36 animo, disipar la fatiga y la sensación de hambre. “Ice” es la forma pura de la metanfetamina que puede inhalarse, fumarse o inyectarse EV, es una sustancia sintética que puede fabricarse en laboratorios clandestinos. A dosis terapéuticas produce excitación e hipertensión, alucinaciones visuales y auditivas, a dosis elevadas psicosis tóxicas, en abstinencia producen cuadros depresivos con marcado riesgo suicida. La dependencia psicológica de las drogas del tipo de las anfetaminas se desarrolla rápida-mente y se perpetuada por un fuerte deseo de alcanzar euforia y una excitación máximas. A medida que aumenta la tolerancia a los efectos deseados, se aumenta la dosis, hasta que se llega a un nivel que puede ser varias cientos de veces superior al de la dosis inicial. Los principales disponibles son: dextroanfetamina, metanfetamina y el metilfenidato. El éxtasis es la MDMA (metilendoximetanmina), es un derivado sintético de las anfetaminas presenta en forma de comprimidos. Produce serias alteraciones en las fibras nerviosas, cardiovasculares, respiratorias, renales, en la coagulación, perdida de memoria trastornos psíquicos, disfunción sexual, anorexia. El éxtasis liquido procede del ácido gammahidroxibutirico, no tiene nada que ver químicamente con el anterior, es el responsable actualmente de muchas emergencias y tristes desenlaces en hospitales europeos, por la gran afectación que produce a nivel de conciencia. Barbitúricos. Se consumen entre adictos combinadas con opioides, para prolongar el efecto narcótico y en alcohólicos, para combatir el cuadro de abstinencia. Producen una tremenda dependencia física. El síndrome de abstinencia es también notablemente similar con todos los depresores, incluido el alcohol. Consiste en sus formas leves, en un rebote de su efecto depresor, cuando el cuadro es grave, se manifiesta con delirios y convulsiones, que se convierte en una verdadera emergencia médica. Benzodiacepinas. Su actividad fundamental es ansiolítica y relajante, secundariamente hipnótica, se produce adicción cuando se consume repetidamente. Usualmente se utilizan mezcladas con alcohol. Su potencialidad adictiva junto a los anti parkisonianos es tal que han desplazado no excepcionalmente a drogas tan fuertes como la cocaína y la heroína en países europeos. Alucinógenos. Los alucinógenos constituyen un grupo químicamente diverso de drogas que producen profundos cambios mentales: en el estado de animo, el nivel de conciencia, con euforia, ansiedad, distorsión sensorial, vividas ilusiones y alucinaciones visuales y auditivas, reacciones paranoides, depresión y una sensación de perdida de identidad. Estas drogas han recibido varios nombres entre ellos tenemos: psicodélicos, psicodislépticos, enteógenos, drogas fantásticas, psicomimeticos, ellos se componen de sustancias naturales y sintéticas. Las naturales se encuentran en su mayoría en el Nuevo Mundo. Entre ellos tenemos a: la mescalina, que el principal componente activo del peyote (loporophora williansii), crece silvestre en algunas partes de México y en la zona meridional y occidental de los Estados Unidos, y es uno de los alucinógenos preferidos en los rituales que se realizan en esas zonas. La tolerancia aparece rápidamente. La DOM (STP), esta relacionada con las anfetaminas y la mescalina, tiene efectos similares a los del LSD. La DOM produce un aumento de la conciencia de los insumos sensoriales, acompañado a menudo por un control limitado de lo que se experimenta. Este fenómeno lo produce en sí mismo el uso de otros alucinógenos: la psilocina y su congénere psicolocibina, se encuentran en el hongo Psilocybe mexicana (natural de México y algunas regiones de Estados Unidos), los compuestos triptaminicos DMT (dimeti-ltriptamina), que se encuentra en un árbol de las Antillas y en algunos lugares de 37 América del Sur, donde se le conoce como cohoba, lo mismo que la harrmina, que es una liana que crece en la selva Amazónica, conocida como yage o ayahuasca. En África también existe un alucinógeno similar a los anteriores, la ibogaína, proveniente del Tabernathe Iboga y DTE (dietiltriptamina), son principios activos de los polvos alucinógenos para absorber por la nariz extraídos de la Piptadenia Peregrina, que se encuentra en la región del Orinoco. Al usuario de estas sustancias le resulta difícil distinguir entre fantasía y realidad, entre un objeto y otro, incluso entre si mismo y el medio circundante, El PCP (fenciclidina), conocido como hierba asesina, tranquilizador de elefantes o polvo de ángel, es muy peligrosa. Da origen a una marcada dependencia psicológica. Una sola dosis fumada con tabaco u otras materias, puede provocar una grave psicosis tóxica, de carácter esquizofrénico y acompañada de accesos delirantes, confusión mental y un comportamiento violentamente agresivo o autodestructivo. La imprevisibilidad de sus efectos y su frecuente adulteración con otros alucinógenos se suman al ya considerable riesgo en que se incurre todo aquel que prueba esta droga. En la década de los 70 fue uno de los principales causantes de la atención de pacientes intoxicados en los centros de urgencia. El LSD, afortunadamente poco usado en la actualidad, es el mas famoso de todos, es una sustancia semisintética, proveniente de la modificación química de un núcleo indólico del hongo del centeno (claviceps purpuria). El ololiuqui o semilla virgen (Rivea Coryin Bosa), contiene otro derivado activo del ácido lisérgico, la amida, con cerca del 10% de la potencia de la dietilamida. Estas semillas se han consumido con fines rituales en México y Centroamérica, desde antes de la llegada de los españoles. Inhalantes. Son un grupo diverso de productos líquidos muy volátiles, de olor agradable e químicos, que comprenden tanto gases como inflamables, que desprenden vapores psicoactivos. Entre ellos tenemos: colas, diluentes de pintura, pulimentos, barnices, esmaltes, insecticidas, productos de limpieza, etc. El efecto agudo de la intoxicación con solventes es semejante a una borrachera: el sujeto muestra una agitación inicial que se convierte en desinhibición, una sensación de ligereza, euforia, crisis de excitación y psicosis agudas, así como severa afectación neurológica y muerte. Los inhalantes no están sometidos a fiscalización inter-nacional. Son de fácil adquisición por su legalidad y bajos costos, muy utilizados por aquellos de bajos ingresos, así como por los niños de la calle y adolescentes. EL ADICTO. Durante la más reciente Capacitación que brindamos al Personal Técnico y colaboradores del Proyecto Victoria, abordamos algunos temas que despertaron vivo interés en los participantes, los cuales solicitaron le entregaran un material donde se desarrollasen los tópicos expuestos. Aprovechando que nos encontrábamos en la confección del Manual de Farmacodependencia, decidimos incluirlos tratando de alcanzar un lenguaje asequible, para aquellos menos familiarizados con los términos técnicos, pero sí muy necesitados de la presente información, nos pareció de igual manera incluir el presente capítulo en el presente libro. Lo primero que debemos tener muy presente es que la Farmacodependencia (adicción, habituación, etc), es una enfermedad, y el consumidor es un enfermo. Por lo que requiere de la más respetuosa atención del personal que atiende a estos pacientes y de las personas que se relacionan con ellos, comprensión, paciencia y grandes dosis de amor, son los primeros e indispensables fármacos que requieren los aquejados. Por las características de las actividades afines que desarrollan estos enfermos, bajo los efectos 38 de las mismas o sin estarlo, en la desesperada búsqueda de los medios para obtenerlas, estos pacientes son criticados, rechazados, maltratados y considerados personas inmorales, débiles mentales, depravados, peligrosos e indeseables. Debemos tener presente que en muchos casos, fue la falta de una adecuada educación, apoyo familiar y dedicación afectiva las causas por las que los afectados fueron arrastrados al mundo de las drogas. Debemos estar conscientes, que somos muy prestos a acusar, pero tardos en reconocer nuestras culpas y responsabilidades. Los estudios que se han realizado bus-cando una personalidad clave que con una frecuencia incuestionable diera lugar a la enfermedad, no ha sido hallada, sólo algunas características han sido identificadas. Ninguna personalidad esta a salvo del mal, sin descartar los factores genéticos predisponentes, que pueden expresarse en diferentes intensidades, cualquier persona que se exponga de manera frecuente, que utilice en exceso el tóxico legal o pruebe el ilegal (en ocasiones una sola vez es suficiente para quedar atrapado), que incorpore a su estilo de vida el consumo como parte de él, sin importar personalidad previa, ni condición social, nivel cultural o raza, quedará atrapado irremisiblemente. Ahora, lo que sí es incuestionable que la personalidad arrastrada por este terrible mal, adquiere características muy bien definidas, que se enmarcan entre las actividades afines que desarrollan los adictos en activo, propias del estilo de vida del adicto. El estilo de vida del adicto se caracteriza por la pérdida de valores y atributos que le impidan la obtención de las drogas, y la adquisición de aquellas caracterís-ticas que le permitan obtenerla, para lo cual se enfrentarán a todos, y a todo, sin importar las consecuencias que se deriven de estas desenfrenadas conductas. El adicto se hace un ser totalmente irresponsable, incapaz de responder por sus obligaciones y deberes de cualquier índole. Por lo que podrá realizar cualquier acto, de cualquier magnitud, de carácter delictivo. Adquirirá un len-guaje propio, utilizado en el medio y con los compañeros de consumo, vestimenta e identificaciones específicas, como por ejemplo los tatuajes. Mentir, robar, asaltar, matar, son acciones que matizan la triste y peligrosa realidad de estos seres. Los que nos dedicamos a la atención de estos pacientes, así como familiares y otras personas que por su profesión están obligados a relacionarse con ellos, estamos obligados a sentir muy profundamente esta relación en su justo valor, entenderla en su justa magnitud, con una valoración equilibrada y objetiva. Debemos ser capaces de lograr un funcionamiento que restaure, compense, y restituya daños y déficits. Debemos lograr alcanzar el rango, nada fácil, de padres, hermanos o amigos, que muchos de ellos nunca tuvieron, o la experiencia de haberlos tenidos fue más traumática que la ausencia antes referida. Lograr una comunicación efectiva, donde se mezclen el amor con la disciplina, la amabilidad con la organización, la comprensión con la exigencia. 39 PREVENCIÓN “Prevenir es mejor que curar”, dice el refrán, pero infelizmente a través de la historia, la humanidad por lo general ha hecho poco caso de este adagio, se va dejando para después, lo que requiere de la máxima atención y de la mayor brevedad de ocupación. Es una necesidad y compete a todos por igual. Comenzaré por algunos conceptos claves: La responsabilidad personal está relacionada con la autonomía del individuo, con su libertad y con su capacidad volitiva y de discriminación frente al consumo y los riesgos que le implican como persona. Se deben tener en cuenta dos puntos fundamentales por el logro de la responsabilidad: la formación y la información Nadie está capacitado para decidir acerca de lo que desconoce, o si no ha sido formado en el camino de la autonomía. Por lo tanto, el primer y básico elemento para activar la responsabilidad de los individuos es que ellos hayan sido formados en la autonomía intelectual y moral, y tengan un conocimiento pleno y veraz de todo lo concerniente al tema sobre el cual deben decidir. Esa formación se refiere al ámbito ciudadano, que es el más general, amplio y compartido de la sociedad, y al cual se acoplan el resto de las formaciones valóricas del ámbito moral. Y tiene que ver básicamente con el individuo y sus mecanismos de socialización, con las escuelas, con la familia, con la comunicación pública y también con los sistemas de información, es decir, con lo que se pone a disposición de los individuos para su conocimiento. Resulta una paradoja que vivamos en una sociedad que supuestamente es la sociedad del conocimiento y que hayan tabúes, que no se tratan, ni se informan. La responsabilidad individual está referida al consumidor de drogas. Quien consume es un ciudadano que tiene su parte de responsabilidad. Una visión puramente médica del problema de las drogas ve en cada consumidor un enfermo, omitiendo las dimensiones de la voluntad y de la libertad que el consumidor tiene en el proceso. Realmente nuestro criterio de responsabilidad lo situamos, antes del inicio del consumo o encontrándose en pleno proceso de rehabilitación, posterior al período inicial de abstinencia, en estado compensado, bajo la influencia del consumo, no existe responsabilidad. Para que la responsabilidad individual pueda activarse, es necesario que previamente el individuo haya estado inserto en un proceso de formación y tenga condiciones de información que le permitan discriminar en sus acciones. Ello se logra a través de la formación, básicamente en las etapas de socialización primaria (escolaridad, educación familiar, comunicabilidad, etc), y de la información en las etapas de socialización intermedias y tardías (transparencia social del tema de las drogas, círculos de debate en el trabajo, tratamiento informativo, etc). Todo lo que una sociedad gaste en prevención tendrá como marco de referencia al sistema formativo e informativo de dicha sociedad. En segundo lugar, existe la responsabilidad colectiva de la comunidad. La responsabilidad de la comunidad en materia de narcotráfico y consumo de drogas ilícitas se refiere a la activación del control social preventivo que pueden ejercer las organizaciones comunitarias, y a los temas de rehabilitación y reinserción social del drogadicto. Existe también aquí un aspecto importante relativo al control del territorio, cuestión fundamental en materia de narcotráfico, pues el espacio público representa siempre una vivencia concreta en la comunidad. 40 La comunidad no puede impedir que alguien consuma o alguien venda droga. Pero la acción colectiva puede generar mecanismos para la prevención se afirme y desarrolle, dando lugar al llamado “control social preventivo”. Este consiste en la creación de atmósferas sociales propicias para las acciones de negación de la droga, de rehabilitación y reinserción social del consumidor, y de sanción y rechazo (y eventualmente de colaboración con la autoridad) frente al tráfico. La rehabilitación, en términos individuales, es el aspecto de mayor costo en materia de droga, y muy difícilmente puede solventarse sin la ayuda financiera de terceros. Por otra parte, y a partir de la introducción de instrumentos de mercado en la gestión de la salud y de control de gasto en la provisión de servicios por parte del Estado, es casi obvio que los seguros de salud no contemplen esta cobertura y que el Estado a su vez, no puede ser el único o principal pagador. Sin embargo, ningún Estado puede pasar el test político de la lucha contra la droga si no tiene políticas de rehabilitación y debería incluirse las de prevención. Para ello sirve la responsabilidad colectiva. Por lo tanto, habrá políticas de rehabilitación allí donde la responsabilidad colectiva sea activada. En un contexto de gestión pública moderna, no es posible pensar en responsabilidades alternativas, sino en una combinación de responsabilidades coherentemente articuladas. Las políticas públicas son cada vez menos participativas, pero tienen crecientes componentes de interacción. Las políticas de salud son un ejemplo claro de ello. No puede haber políticas de salud sin gestión y control de beneficiarios, y eso no constituye un modelo participativo sino interactivo. El punto de apoyo político de la responsabilidad colectiva son las comunas. Si se logra con políticas adecuadas activar la responsabilidad de la comunidad, se desarrolla un elemento bisagra entre la máxima potencia de la prevención y la máxima eficiencia del control y la represión, optimizando los niveles de escala en el diseño de las políticas con contenido de rehabilitación. Finalmente, existe una responsabilidad fundamental que es la del Estado. Esta deriva de su obligación de proveer un orden jurídico y una orientación política en esta materia. La responsabilidad estatal se enfrenta a una doble tarea. Por una parte, generar políticas de regulación y fomento que permitan que las otras responsabilidades, la individual y la colectiva, se expresen y desarrollen. Por otra, alcanzar la máxima eficiencia de los procedimientos policiales y judiciales para el control y la represión del narcotráfico. El Estado tiene como obligación activar de manera adecuada la responsabilidad individual de los ciudadanos y la colectiva de la comunidad. No tiene que hacerse cargo de todo el problema, sino que debe asignar la posibilidad de que la comunidad o el individuo puedan actuar adecuadamente. La Prevención debe ser total y completa, lo cual abarca centro de estudios, familia, trabajo y sociedad. Educación preventiva: las acciones destinadas a educar a alguien deberán proveerlo de todo aquello que constituye el ámbito de la formación, permitirle un desarrollo interno y crecimiento que se podrán de manifiesto a través de la conducta. La educación es un proceso que la sociedad utiliza para transmitir a todos los miembros que la integran las pautas culturales y el modo de pensar más conveniente. La prevención se basa en una actitud atenta cuyo propósito es evitar la aparición de riesgos para la salud, tanto del individuo, familia y la comunidad. 41 SE CLASIFICA EN VARIOS TIPOS: Prevención Primaria Inespecífica: Tiene como finalidad ejercer influencia de modo global, sobre todo los elementos y factores determinantes del problema. Prevención Primaria Específica: Está más relacionada a un problema determinado e incide directamente sobre los factores que se supone lo generan. (Factores de riesgo). Prevención Secundaria: intentan solucionar un problema ya existente, intentan hacerlo desaparecer por completo o en parte y tratan de evitar las complicaciones posteriores. Prevención Terciaria: apunta a frenar o demorar el desarrollo de la adicción y de sus consecuencias, aun cuando continúe la adicción. (Reducción de daños). Prevención: Hogar-Escuela-Estado. Familia-Profesores-Instituciones El Hogar y la Escuela, la familia y los profesores son los pilares fundamentales de la formación-educación que deben recibir los niños y adolescentes a través del ejemplo y la información pertinentes, y aquí vienen a mi mente dos pensamientos que definen muy enfáticamente la función del profesor en este importantísimo proceso, recordaba que siempre me impresiono muchísimo y marco mi carrera profesoral uno de los pensamientos del insigne pedagogo cubano del siglo XIX Don José de la Luz y Caballero “Instruir puede cualquiera, Educar solo quien sea un evangelio vivo” y otro que leí recientemente en el libro “Encuentros, Juegos y Niños”, del amigo y excelente educador Kelvin Martínez, quien lo toma de un alumno “Ser profesor no es solo dar clase”, porque la labor del maestro es el complemento insustituible de la labor que debe realizar la familia en la educación de los hijos, por lo que queremos hacer llegar a los mismos algunas recomendaciones sobre prevención de drogas: No mencionar a los niños nombres de drogas que no son conocidas en nuestro medio, porque podemos caer en el error de promover en vez de prevenir. En vez de transmitir mensajes negativos (como ¡Di no a las drogas!, la escuela debe aprovechar la temática para discutir los principios de un estilo de vida saludable, tratándolo como parte de un todo integral y verlo como uno de los tantos peligros más. Deberá mostrarse al niño lo positivo, es decir, lo que sucede a una persona que no consume drogas y las metas que puede alcanzar en la vida. Evitar la utilización de figuras de artistas o deportistas famosos para enviar mensajes preventivos, porque no se tiene la seguridad de que estas personas no serán consumidoras en el futuro. Evitar el énfasis en los efectos que producen las drogas, ya que pueden despertar la curiosidad y el deseo de experimentar. Los mensajes sobre drogas deben ser transmitidos por la familia o los maestros, porque son las personas con las que los niños se identifican. CRISIS (Tomado del autor Dr. Víctor Manuel Guisa Cruz y col., del libro Farmacoterapia de los Síndromes de Intoxicación y Abstinencia por Psicotrópicos) “El Adicto provoca una crisis en su entorno” 42 El concepto “crisis” es parte fundamental de cualquier sistema teórico sobre crecimiento y desarrollo humanos. La crisis es el momento en que “todo está en peligro”. La respuesta para manejar los problemas se rompe ante nuevos retos y desafíos. El potencial de los resultados recae en el desequilibrio y reorganización. En chino, la palabra crisis (weiji) está formada por los caracteres peligro y oportunidad, que aparecen en forma simultánea. La palabra española se basa en el griego Krisis que significa decisión. Las derivaciones de la palabra griega indican que la crisis es a la decisión, discernimiento y un momento crucial en el que habrá un cambio para mejorar o empeorar. Las crisis tienen comienzo identificable, las hay predecibles y no predecibles, estas últimas tienen generalmente comienzos bruscos e inesperados. Algunos eventos vitales potencializadores de crisis son: embarazo y nacimiento de un niño, maternidad sin matrimonio, cirugía y enfermedad, duelo por muerte, ruptura de pareja, migración, jubilación, desastres naturales, cambios sociales. Algunos acontecimientos son tan universalmente difíciles que precipitan una crisis, por ejemplo, la muerte inesperada de un ser querido o una violación sexual. Otros no son en sí críticos, pero el contexto en que suceden lo pueden tornar. El impacto de un hecho depende de la oportunidad, intensidad, duración y significación que tiene para ese ser humano. Una crisis surge al percibirse: a. Una amenaza a las necesidades instintivas o al sentido de integridad física o emocional. b. La pérdida de una persona, habilidad o aptitud. c. Un reto que amenaza con sobrepasar las capacidades del individuo. Uno de los aspectos más evidentes de las crisis es el trastorno emocional, el desequilibrio psíquico experimentado por el individuo, así como sentimientos de tensión y desamparo, autoimagen de ineficacia, con incapacidad para lograr mecanismos reorganizativos y readaptativos. Primera ayuda psicológica. El objetivo principal es establecer el equilibrio inmediato anterior o la reorientación de la capacidad para enfrentar la situación. Componentes: 1. Hacer contacto psicológico. 2. Examinar las dimensiones del problema. 3. Explorar las soluciones posibles. 4. Ayudar a tomar una decisión concreta. 5. Realizar el seguimiento del caso. 1-. Se describe este componente como empatía con los sentimientos de la persona durante la crisis. Esta es una condición para cualquier actividad de ayuda. En este contexto, significa escuchar hechos, y sentimientos (qué pasó, así como el cómo se siente la persona al respecto), y usar exposiciones reflexivas para que de esa manera la persona sepa que escuchamos lo que nos dijo. En la desorganización de la crisis, a menudo la novedad y lo extraño de la experiencia es la parte más atemorizante. 43 Para conseguir lo anterior se puede: invitar a la persona a platicar, estar atento tanto a lo que sucedió (hechos) como a la reacción de la persona (sentimientos), haciendo exposiciones reflexivas. Cuando los sentimientos son obvios en la conducta no verbal, se puede devolver esta información con comentarios como “puedo ver (por la forma en que habla, llanto, expresión corporal) lo perturbado que está por lo sucedido”. El entrevistador no sólo debe reconocer los sentimientos sino también responder de una manera tranquila y controlada, resistiendo la tendencia dejarse envolver (sentirse ansioso, enojado o deprimido) en la intensidad de los sentimientos del paciente. El contacto psicológico no se realiza exclusivamente a través de comunicación verbal. Algunas veces el contacto físico es más efectivo, por ejemplo, tocar o abrazar a una persona que está muy trastornada tiene un efecto tranquilizante además de denotar interés humano. Los objetivos para este contacto psicológico es que la persona se sienta escuchada, aceptada, comprendida y apoyada, lo que conduce a la reducción de la intensidad de las emociones. Sirve para disminuir el dolor de estar solo durante una crisis y para reconocer y legitimar sus sentimientos de cólera, daño, angustia, etc. 2-. La investigación se enfoca en tres áreas: pasado, presente y futuro inmediatos. El pasado inmediato se refiere a los sucesos que terminan en el estado de crisis, en especial el suceso específico que desató o precipitó la crisis (intoxicación por drogas, recaída u otro). Es importante determinar el funcionamiento previo a la crisis. El entrevistador debe estar atento a las características sobresalientes de la vida conductual, afectiva, interpersonal y cognitiva; identificar las debilidades y recursos principales de la persona, considerando si ha pasado por una situación semejante. Necesitamos conocer quién está involucrado, qué y cuándo pasó. Esto se realiza a través de una plática sencilla en la que la persona nos cuenta la historia. Es importante conocer la forma en que se siente el impacto de la crisis en la familia y amigos, en la salud física, en las rutinas. Es relevante, igualmente, identificar los aspectos, que no se vieron afectados y que pudieran ser útiles para salir del estado de crisis. En este enfoque se incluyen también familiares, amigos, y otras personas de la comunidad de los que se pueda echar mano. Finalmente se contemplan las repercusiones futuras para la persona y la familia. Un adolescente intoxicado pudo haber cometido actos delictivos que podrían conducirlo a ser encarcelado u hospitalizado en un servicio psiquiátrico si la intoxicación es el elemento precipitante de una psicosis previa. Cualquiera que sea el caso, estos hechos se consideran dentro de la evaluación de la dimensión del problema. El objetivo principal de este segundo aspecto es trabajar hacia un reordenamiento de las necesidades dentro de dos categorías: a) problemas que deben tratarse de inmediato y b) problemas que se pueden posponer. En la confusión y desorganización de la crisis, frecuentemente las personas intentan resolver todo al mismo tiempo. Un papel importante del entrevistador ves apoyar este proceso de ordenamiento jerarquizando los problemas. Este solo aspecto es de enorme utilidad. 3-. Implica identificar un rango de alternativas de solución para necesidades inmediatas. El entrevistador enfoca paso a paso primero lo que se haya intentado, y luego motiva para conseguir que la persona genere alternativas, explorando pros y contras de cada una de las soluciones. Posteriormente se estimula al paciente para que haga tanto como pueda por sí mismo; la premisa es que la impotencia puede impedirse al motivar al paciente a producir ideas sobre lo próximo por realizar, esto es, ayudarlo a operar desde una posición de alguien fuete y no débil. 44 Sólo después de explorar las sugerencias hechas por el paciente, el asesor participa en el proceso de motivación para generar otras soluciones al problema. Es importante estimular a las personas hasta que alcancen la idea de que existen posibles soluciones, situación que mucho de ellos ven fuera de su alcance. También es fundamental examinar los obstáculos en la implementación de ese plan en particular. Los asesores deben impedir que las ideas negativas se conviertan en obstáculos. 4-. Ayudar a tomar una acción concreta. Este paso puede ser tan simple como un acuerdo a tomar al día siguiente o tan complejo como iniciar una hospitalización de urgencia. Es importante recordar que deseamos que el paciente haga tanto como sea capaz y sólo cuando las circunstancias dañan con gravedad su capacidad, el asesor toma un papel activo y aun entonces esto se realiza de un modo gradual. Dependiendo de los factores principales (mortalidad y capacidad de la persona en crisis para actuar en su propio beneficio), el ayudante toma una actitud facilitadora o directiva para ayudar al paciente a abordar la crisis. Si la situación es alta en mortalidad (peligro para el paciente o alguien de su entorno) o si la persona es incapaz de cuidarse a sí misma (por estar intoxicada, por ejemplo, o muy perturbada emocionalmente), la conducta de asesor será directiva. Cuando no hay peligro, aunque la persona este perturbada emocionalmente, el papel del entrevistador es más facilitador, esto es, habla con el paciente sobre la situación, pero éste toma la responsabilidad de cualquier acción. Bajo una actitud directiva el enfoque es diferente. La discusión entre el paciente y el entrevistador es que parte de la acción puede involucrar a ambos y el contrato para la acción puede involucrar a otros, por ejemplo, la madre, la esposa u otra institución (de bienestar social, policiaca, hospitalaria). Hay otras diferencias entre las actitudes facilitadoras y directivas. En la primera fundamentalmente se escucha y refleja el contenido del mensaje, en la segunda, la actitud incluye el consejo, el cual puede ir desde ayudar a clarificar pensamientos o conductas hasta proporcionar información precisa para que se tome una acción. Para la mayoría de la gente la desorganización y el trastorno excesivos, característicos de la crisis, son aterradores y nuevos. Al carecer de formas para conceptuar y comprender la experiencia, temen “volverse locos”, “perder la cabeza”, “perder el control”, como si sus sentimientos fueran signos de enfermedad mental. El asesor tiene entonces la oportunidad y responsabilidad de proporcionar aclaraciones precisas. En tales circunstancias es factible hacer devoluciones como “sientes que te estas volviendo loco, pero no creo que lo estés”, o “en vista de todo lo que ha pasado, sería sorprendente si no estuvieras trastornado, confundido”, “me parece que estas teniendo una respuesta normal a todos estos acontecimientos anormales”, “estaría preocupado por ti de no estar reaccionando como lo haces”. El lenguaje crítico del terapeuta a la forma en que los pacientes conceptúan su dolor juega un papel importante en la adaptación subsecuente. 5-. Seguimiento del caso. Una vez que se han dado los primeros pasos, en dar la primera ayuda, que puede llevar un tiempo variable, debe ser llevado o remitido con un familiar, para que el afectado reciba una ayuda especializada. 45 Informaciones generales y consejos prácticos. Es de utilidad usar los cinco componentes como estructura conceptual o “mapa” para guiar al asesor, sin embargo, las etapas planteadas no necesitan tomar lugar en orden secuencial. Los asesores no deben perder de vista los objetivos fundamentales a lograr: brindar apoyo, evitar complicaciones y ser intermediario para lograr una ayuda especializada. Averiguar si el paciente ha ingerido alcohol u otras drogas. Observar su comportamiento o preguntar a familiares o amigos que le acompañen. Si lo ha hecho: Evite sobreestimular al paciente, hable lo menos posible y hágalo bajo y de manera tranquila, no lo critique pero tampoco lo disculpe. No intente solucionar más problemas que la intoxicación en sí misma. Evite cualquier complicación y busque ayuda especializada. 46 GLOSARIO Adicto: proviene del latín “additum” y significa apegado, partidario, dedicado, dependiente. Persona dominada por el uso de sustancias. Adicto en recuperación o rehabilitado: a la persona que ha dejado de utilizar sustancias psicoactivas y se encuentra en el proceso de rehabilitación o de reinserción social. Atención Médica: al conjunto de servicios que se proporcionan al individuo, con el fin de proteger, promover y restaurar salud. Codependiente: se trata de un familiar, conjugue o amigo que sufre doblemente al atribuirse en exceso la misión de protección, supervisión y vigilancia del consumidor, llevando ello a constituirse en la tarea fundamental de su vida. Otros le llaman toxicómano pasivo, por sufrir en grado superlativo las consecuencias de la dependencia de otros. Consumo de riesgo: constituye una etapa de transito entre el bebedor social y el consumidor abusivo (consumo perjudicial), progresivamente se van vulnerando las normas de cantidad y frecuencia en el consumo establecidas por la sociedad. Consumo perjudicial: uso nocivo o abusivo de sustancias psicoactivas. Dependencia: es aquella situación en la que un sujeto necesita recurrir a la sustancia con regularidad, para superar los obstáculos que se le presentan en la vida diaria. Dependencia psíquica: situación en la que existe un sentimiento de satisfacción y un impulso psíquico que exigen la administración regular y continúa de la droga para producir placer o evitar malestar. Ese estado mental es evidentemente el más potente de todos los factores implicados en la intoxicación crónica con drogas psicotropas y puede ser el único factor en el caso de ciertos tipos de drogas. Dependencia física: estado de adaptación que se manifiesta por la aparición de intensos trastornos físicos cuando se interrumpe la administración del fármaco o se aplica un antagonista específico. Estos trastornos, síndrome de retirada o abstinencia, están constituidos por series específicas de síntomas o signos de carácter psíquico y físico peculiares de cada tipo de droga. Se alivian por la administración de la droga o de otra análoga. Droga: Es toda sustancia natural o sintética, médica o no médica y de carácter legal o ilegal capaz de producir efectos psicoactivos (ya sean estos estimulantes, depresivos o distorsionantes) y cuyo uso consistente determina tolerancia y dependencia, así como relevantes efectos nocivos de carácter biológicos, psicológicos, sociales o espirituales. Droga de inicio: a la primera droga que consumió el usuario, lo cual nos brinda información, junto con otras variables, sobre el patrón de consumo de los usuarios de sustancias que solicitan tratamiento. Droga de uso actual: que se entiende como la droga que el paciente refiere en uso en el momento de la entrevista, durante el mes anterior o seis meses anteriores, según criterio del investigador. Droga de impacto: que se refiere a la droga que el paciente identifica con más capacidad para producirle efectos negativos (problemas), ya sea del área de 47 salud, familiar, legal o laboral, que motiva principalmente la demanda de tratamiento. Educación para la salud: el proceso de enseñanza aprendizaje que permite mediante el intercambio y análisis de la información, desarrollar habilidades y cambiar actitudes encaminadas a modificar comportamientos para cuidar la salud individual, familiar y colectiva. Estilo de vida: al conjunto de patrones de comportamiento que define e identifica una persona o un grupo, a través de lo que hace y expresa, y que se genera en la familia, la escuela y otros sitios de convivencia mediante la socialización, proceso diario en el que se interactúa con los padres, las autoridades y la comunidad. Facilitador: Se refiere a una persona, generalmente familiar, conjugue o amigo, que pese a desear la recuperación del adicto, en forma inconsciente, crea situaciones que lejos de ayudarlo, empeoran la situación. Ej. La madre que provee al hijo consumidor con cantidades de dinero excesivas para sus necesidades. Factores protectores: a los rasgos individuales, familiares y elementos socioculturales, que eliminan, disminuyen o neutralizan el riesgo de que un individuo inicie o continúe un proceso adictivo. Factores de riesgo: al atributo o exposición de una persona o población, que están asociados a una probabilidad mayor de uso y abuso de sustancias psicoactivas. Farmacodependencia (hábito, toxicomanía, drogadicción): estado psíquico y a veces físico causado por la acción recíproca entre un organismo vivo y un fármaco, que se caracteriza por modificaciones del comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible a tomar el fármaco en forma continua o periódica, a fin de experimentar sus efectos psíquicos y a veces evitar el malestar producido por la privación. Grupo de ayuda mutua: a la agrupación que ofrece servicios gratuitos, integrada por adictos en recuperación, cuyo propósito fundamental es apoyar al adicto con base en la experiencia compartida de los miembros del grupo, para lograr la total abstinencia. Grupo de alto riesgo: a aquel en los que se ha demostrado, a través de diversas investigaciones y estudios, que, por sus características biopsicosociales tienen mayor posibilidad de uso, abuso o dependencia a sustancias psicoactivas, ejemplo niños y adolescentes de y en la calle. Intoxicación aguda: al estado posterior a la administración de una sustancia psicoactiva, que da lugar a perturbaciones en el nivel de conciencia, en los cognoscitivo, en la percepción, en la afectividad o en el comportamiento, o en otras funciones y respuestas psicofisiológica. Participación comunitaria: al proceso de integración y coordinación de los miembros de una comunidad, para intervenir en la identificación y solución de problemas comunes. Participación social: al proceso que permite involucrar a la población, a las autoridades locales, a las instituciones públicas y a los sectores social y privado en la planeación, programación, ejecución y evaluación de programas y acciones de salud, con el propósito de lograr un mayor impacto y fortalecer el Sistema Nacional de Salud. 48 Patrón de consumo o historia de consumo: al conjunto de factores que determinan una forma particular de uso tipo de sustancia (s) psicoactiva (s) de impacto, de inicio, edad de inicio, frecuencia, cantidad, vía de administración, tiempo de exposición, episodios de consumo e intoxicación, contexto del consumo y problemas asociados. Prevención: al conjunto de acciones dirigidas a evitar o reducir el consumo no médico de sustancias psicoactivas, disminuir situaciones de riesgo y limitar los daños asociados al uso de estas sustancias. Promoción de salud: a las acciones que se realizan con el objeto de crear, conservar y mejorar, las condiciones deseables de salud para toda la población y propiciar en el individuo las actitudes, valores y conductas adecuadas para motivar su participación en beneficio de la salud individual y colectiva. Recuperación: al estado de abstinencia que conlleva un mejoramiento en todas las áreas de la vida del sujeto. Síndrome de abstinencia: grupo de síntomas de gravedad e intensidad variables, que aparecen durante la supresión absoluta o la disminución de la dosis a un nivel más bajo del umbral necesario para provocar los efectos deseados, después de una fase de continuo e intenso uso de la sustancia. Los síntomas y signos que aparecen pueden variar para cada droga. Tolerancia: es un estado de adaptación biológica, caracterizado por respuestas disminuidas a la administración de la misma cantidad de droga. Puede interpretarse como la resistencia que hace el organismo a los efectos de la sustancia en cuestión. En fases avanzadas de la dependencia, puede observarse cierta disminución de la tolerancia. Tratamiento: al conjunto de acciones que tienen por objeto conseguir la abstinencia y, en su caso, la reducción del consumo de las sustancias psicoactivas, reducir los riesgos y daños que implican el uso o abuso de dichas sustancias, abatir los padecimientos asociados al consumo, e incrementar el grado de bienestar físico, mental y social, tanto del que usa, abusa o depende de sustancias. 49 BIBLIOGRAFÍA Alonso Fernández F. Las Otras Drogas. 1ª Ed. Madrid: Editorial Temas de Hoy; 1996. ---------------------------. Los Secretos del Alcoholismo. 1ª Ed. Madrid: Editorial Libertarias; 1998. A.P.A., Diagnostic Criteria from DSM-IV. Edit. American Psychiatric Press. Washington D. C. 1994. Alvarenga E, Constant J. 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