Título: La cultura NO es para todos. De cómo abordar desde una

Título: La cultura NO es para todos. De cómo abordar desde una perspectiva
educativa y social la atención a la diversidad utilizando como vehículo el Arte
Autora: Gema Rocío Guerrero Higueras
1. Contextualización
“La educación patrimonial tiene entre sus principales objetivos dar a conocer el
patrimonio a la población general. Aunque esta educación va siendo una realidad y la
sociedad esta cambiando su actitud frente a la cultura, hasta hace muy poco, las
colecciones de los museos eran exclusivamente visitadas por especialistas en el tema
o de un alto nivel sociocultural. Todavía hay muchos españoles que nunca van a un
museo, de ahí que la importancia de la educación patrimonial continúe acercando el
patrimonio a toda la población teniendo en cuenta los distintos públicos” (Jiménez
Curats, 2008)
Pero ¿qué tipo de público se atiende de modo educativo realmente en las instituciones
culturales? “No podemos perder de vista que el museo cumple una función social que
surge gracias al impulso de determinados individuos o grupos sociales, siendo en los
últimos años las instituciones políticas las que toman las iniciativas”. (Jiménez Curats,
2008)
Pero ¿qué ocurre cuando las instituciones propugnan leyes sociales que hagan
accesibles y normalizados espacios y recursos y son ellos más tarde los primeros en
incumplirlas? Las estadísticas lo confirman. El público que acude de modo mayoritario
a un museo representa a un tipo concreto de sociedad: nivel cultural medio, medio-alto
con tiempo de ocio respaldado por un nivel económico y profesional también elevado.
Asumimos desde pequeños que los museos (y por ende gran parte los recursos
culturales de nuestro entorno) son lugares aburridos, tétricos, pesados y lo que parece
más importante: incomprensibles. Espacios en los que no nos suponemos reflejados y
a los que sentimos no pertenecer. La apreciación de obras relacionadas con la propia
cultura y características del visitante al museo influye en su aceptación, pero mucho
más aún en su comprensión y valoración por el hecho de encontrarse más próximos y,
a su vez, sentirse identificados con lo que quieren dar a conocer. Un lugar para
“mayores muy listos” al que no es imprescindible ir.
Asumido este velado principio de comportamiento social ¿Quién acaba accediendo
finalmente por tanto al “éxtasis artístico”? ¿Por qué no acude a nuestras propuestas
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museísticas
colectivos
discapacitados…?
inmigrantes,
asociaciones
no
gubernamentales,
¿Por qué no acuden los alumnos más que de modo “obligado” en las salidas
escolares? ¿No les gusta el Arte o no hacemos nada porque les interese? ¿Quién es
representado y de que modo en las exposiciones y planteamientos estéticos, en una
sociedad que propugna la tolerancia, la pluralidad y la diversidad como aspecto
positivo a impulsar?
Los datos vuelven a confirmar nuestras sospechas: muchos de los museos y espacios
expositivos no tienen en cuenta dentro de sus programas educativos y resto de
ofrecimientos de difusión, colectivos poco relacionados con el “entendimiento artístico”,
pese a que “la educación artística se produce dentro de contextos culturales. En una
sociedad pluralista tenemos que interesarnos por el significado del arte para gran
variedad de personas para los cuales los modelos estéticos al uso de la cultura
artística superior europea, predominantemente machista, puede tener escasa
relevancia. Los educadores artísticos tienen que enfrentarse a cuestiones como ésta:
¿cómo influyen de hecho diferentes experiencias culturales en la percepción que los
individuos y los grupos tienen del arte?” (Graeme Charlmers, 2003)
La creatividad y la experiencia estética y artística no sólo se centran en aptitudes y
categorías exclusivamente intelectuales, atienden también a aspectos que afloran y
residen directamente en la emoción y en los aspectos socioculturales vividos.
2. Por qué elaborar un proyecto educativo de trabajo cultural que contemple a
sujetos con Discapacidad Intelectual
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, una de nuestras intenciones como
institución cultural y educativa, es facilitar la libre accesibilidad, democratizada en todo
caso, al disfrute de la experiencia y la sensibilización artística en actitud de
contemplación y reflexión (adaptando el lenguaje a las necesidades específicas de los
alumnos y alumnas) de las obras del museo.
¿Cómo podemos hacer accesible y visible de forma educativa las manifestaciones
culturales atendiendo a la diversidad del que nos visita sin dejar de incorporar y
menospreciar el acceso de estos colectivos ahora “disimulados”? (Nos referimos en
este punto a lo “disimulado” y no ocultado, puesto los museos insisten en el Arte como
patrimonio público y para todos, pese a que éste interesante objetivo, como
comprobamos, no se concrete en la realidad).
Centro Ocupacionales de Granada y provincia demandaban desde hace años una
atención educativa por parte de nuestra institución. El Museo de Bellas Artes de
Granada venía concertando visitas educativas durante todo el curso escolar de lunes a
viernes desde el año 2006 con centros educativos y distintas etapas: Educación
Infantil de Segundo Ciclo, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y
Bachillerato. Incluir en nuestra propuesta educativa sujetos con discapacidad
intelectual suponía un interesante reto profesional a la vez de un requerimiento ético.
La persona con alguna discapacidad, muchas veces se ve privada en mayor o menor
medida -ya sea por su deficiencia o problema, pero sobre todo por una subvaloración
de su persona- de actividades "normales", como aquellas relacionadas con el arte y la
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cultura. Por ejemplo, pocas veces encontramos personas en sillas de ruedas, o
personas con deficiencia mental, o personas ciegas, en museos o casas de cultura.
Tampoco existen suficientes actividades y programas artísticos para este sector. Sin
embargo, a través del arte la persona con discapacidad pude ampliar y enriquecer su
mundo. “La cultura desde la creatividad en cualquiera de sus acepciones y
expresiones, multiplica como por arte de magia el numero de mundos posibles” (Rico,
2008)
Educar la creatividad es un imperativo de nuestro tiempo. Es indiscutible la necesidad
de la creatividad para el desarrollo social, para potenciar la participación cada vez más
activa de los ciudadanos en el mundo cambiante en que vivimos.
Por otra parte la creatividad es importante para el individuo mismo (discapacitado o
no) como expresión del desarrollo de un conjunto de recursos personológicos, la
creatividad se constituye en importante motivo de satisfacción, de disfrute, de
realización personal. Pero el tema de la creatividad con relación a la discapacidad ha
sido poco tratado por el hecho de considerar a la persona discapacitada desde su
discapacidad, dejando de lado su integridad y sus posibilidades personales. En este
sentido siguiendo a L. S. Vygotsky, las cuestiones de la educación de los niños
defectuosos pueden ser resueltas sólo como problemas de la pedagogía social... hay
que educar no a un niño ciego, sino y ante todo a un niño.
“A pesar de todo, desde los museos se está haciendo mucho por convertir estas
instituciones en verdaderos centros de aprendizaje democrático, global, y cultural, a
través de un acercamiento al publico y creando herramientas interactivas que
proporcionan la comunicación y simulación mediante experiencias creativas entre
todos y para todos” ”. (Jiménez Curats, 2008) “Se crea una ruptura como museo
espectáculo y se establecen vínculos con un museo mas democrático. La nueva
museología establece puentes y puntos de conexión con la comunidad partiendo de la
noción de museo como servicio público, mas que como expositor de objetos”. (Padró,
1999)
Los recursos ambientales, en su más amplio sentido, condicionan el bienestar final de
la persona, y comprenden realidades tan diversas como la salud, la seguridad, la
comodidad material y la seguridad financiera, el ocio y las actividades recreativas, la
estimulación cognitiva y el desarrollo, la disponibilidad de un trabajo que resulte
interesante y sea adecuadamente remunerado. Este ambiente, por otra parte, ha de
ser estable, predecible y controlado.
La dimensión cultural es un elemento que debe ser tenido en cuenta, y más en esta
época de grandes y rápidos flujos migratorios, con sus correspondientes problemas de
adaptación para las personas con discapacidad. .Las enseñanzas artísticas propician
la integración del individuo en el ámbito cultural que le es propio. Pero, así como hay
algunas dimensiones de la cultura y sociedad en las que la función del sistema escolar
no es tan apremiante, en el caso de las artes, su aportación es decisiva.
3. Necesidad especifica de apoyo educativo: necesidades educativas especiales
y su relación con la educación artística.
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En los últimos veinte años se ha desarrollado la “Nueva Museología”, una corriente
que busca la democratización de los valores y de los productos culturales. Los museos
han cambiado su centro de interés del objeto al visitante. A pesar de sus logros, uno
de los principales fracasos de esta corriente ha sido la integración del público con
discapacidades. La mayoría de las enormes inversiones que se están haciendo en
museos no contemplan la accesibilidad integral como prioridad. Estos nuevos
montajes difícilmente se adaptaran, una vez orgullosamente inaugurados, al público
discapacitado.
Las justificaciones son diversas: no merece la pena adaptar para una minoría que,
además, acude poco a estos lugares (pese a que todos con el tiempo presentaremos
alguna discapacidad y el hecho de que los discapacitados vayan poco a los museos se
debe a que esos espacios y sus contenidos les ofrecen con demasiada frecuencia
serias dificultades de acceso físico e intelectual, de modo que es comprensible un
cierto desánimo); beneficiando a esta “minoría” estamos perjudicando a la mayoría
(pero los equipamientos accesibles favorecen a todo el público, porque son cómodos,
se adaptan a una gran variedad de visitantes, no perjudican al resto del público: le
benefician); la accesibilidad tiene un coste muy elevado (hay que afirmar que, en fase
de diseño, la accesibilidad no es más cara (cuesta lo mismo una vitrina accesible que
una que no lo es).
La mayoría de la población —incluidos los técnicos y los arquitectos— reduce la
cuestión a la presencia de rampas y ascensores, pero accesibilidad no es sólo
ausencia de barreras arquitectónicas. No sólo se trata de acceder al propio museo,
sino también —en la medida de lo posible— a sus contenidos (vitrinas, textos, objetos,
imágenes, maquetas) y a su entorno: comunicaciones urbanas, aparcamientos...
Para obtener espacios comunes y destinados a la diversidad es necesario, antes que
nada, reconocer que realmente existe tal diversidad humana, que se abre hueco en
nuestras sociedades y que reclama, como hemos dicho, espacios emergentes para el
diálogo común y equitativo.
El arte forma parte de un entorno inmediato y cercano y además, ayuda a salvar las
distancias establecidas geográfica y temporalmente, incluso las propias que surgen de
la diferenciación cultural y étnica o en este caso de las capacidades personales.
”Cuando consideramos al otro lo hacemos sobre todo, pensando en nosotros mismos,
porque su definición no puede hacerse sin que ésta nos afecte, excluyéndonos , sin
que establezcamos una oposición entre nosotros y él que nos distinga, una
comparación de nos diferencie. Si no, el otro no existiría, no seria mas que un nosotros
mismos indiferenciado; el otro y nosotros somos términos de una proposición de una
única proposición comparativa” (Querol Sanz, Reyzábal Rodríguez, 2008)
Es imprescindible conocer las necesidades derivadas del funcionamiento intelectual
del alumnado con Discapacidad Intelectual. Estas, obtenidas en la profundización de
nuestro trabajo previo investigativo, acompañado por las indicaciones del personal que
trabaja diariamente con los colectivos discapacitados que acudirían al menos en un
primer momento a nuestras propuestas, pueden caracterizarse de forma breve por la
alteración de determinadas capacidades implicadas en la inteligencia como: la
atención y memoria, el control conductual, la metacognición, el procesamiento de la
información. Las necesidades derivadas de las habilidades adaptativas: Capacidad de
comprender y transmitir información a través de comportamientos simbólicos o no
simbólicos. Habilidades en el comportamiento en la comunidad, comunicación de
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preferencias, interacción social…Respecto a las habilidades sociales citaré las
siguientes necesidades: habilidades relacionadas con intercambios sociales,
reconocer sentimientos, regular el comportamiento de uno mismo, ayudar, adecuar la
conducta a las normas…Adecuada utilización de los recursos de la comunidad
incluyendo el transporte, asistir a eventos culturales…Las habilidades referidas al
desarrollo de intereses variados de tiempo libre y ocio que reflejen las preferencias y
elecciones personales, incluyendo elecciones e intereses de propia iniciativa,
utilización y disfrute de las posibilidades de ocio de la comunidad. La falta de
participación e interacciones frecuentemente limita el logro de los roles sociales
valorados.
4. Objetivos y secuencia de la actividad:
Pretendíamos a través de nuestra propuesta de trabajo, ofrecer oportunidades para
compartir lugares habituales que definen la vida en la comunidad (la Alhambra y el
Museo de Bellas Artes representan gran parte de la vida cultural de nuestra ciudad),
experimentando mediante actividades funcionales y significativas, procesos creativos
autónomos en los que el sujeto ha de tomar de decisiones. De este modo percibirá
que participa en la comunidad a la que pertenece ocupando en ésta un lugar válido.
Para conseguir los objetivos planteados desde la institución se conciertan visitas
periódicas a ambas sedes (sede expositiva: Palacio de Carlos V, Planta Primera; y
sede administrativa: lugar en el que se almacenan mas de tres mil objetos artísticos,
conociendo los entresijos de la institución: lugares de acceso restringido (almacenes,
talleres de restauración…)Se plantea una breve visita a la sede expositiva
seleccionando no más de una pieza por sala (en total seis). En la Sala VI nuestra
visión se centra en una obra de arte contemporáneo (la visión personal que el artista
Manuel Ángeles Ortiz tiene de un barrio de nuestra ciudad: el Albaycín). Se trata de
una pieza que incluye figuras geométricas (cubos, círculos, rombos…) en diversas
tonalidades consecuencia de la abstracción del artista del lugar en cuestión. Tras
analizar con ayuda de la educadora y a través de una interrogación didáctica lo que la
imagen nos ofrece, se entrega en tamaño A3 una reproducción de la misma a la que
se le han eliminado colores (exceptuando blanco y negro) así como la parte izquierda
por completo de la imagen original. En la propia sala (sentados en el suelo o sobre los
bancos de descanso) los participantes pueden continuar la imagen haciéndola suya
(para lo que cuenta con múltiples materiales: tijeras troqueladoras, pegatinas, lápices
de colores, pegamentos, cintas y tiras plásticas, papeles de distintos grosor y
textura…) Las limitaciones manipulativas en los visitantes son diversas por lo que el
material lo ha de ser aún más. Tras 40 minutos aproximadamente todos los
participantes han concluido su realización y explican al resto el proceso seguido,
concluyendo de este modo la visita.
Coincidiendo con el periodo navideño, los asistentes a la actividad anteriormente
reseñada (organizada desde junio de 2010 y materializada finalmente en septiembre
del mismo año) visitan en este caso la sede administrativa. Familiarizados con las/los
educadores del museo (lo que facilita tanto su atención como su confianza) visitan
acompañados por los mismos varios de los almacenes de nuestra institución, que
albergan esculturas, lienzos y grabados desde el siglo XVII hasta la actualidad. De
nuevo se utiliza la didáctica interrogativa así como la observación. En la sala de usos
múltiples, con el empleo de pinturas y pinceles registran plásticamente su más
inmediato deseo para el año próximo. Una vez finalizada la creación manifiestan
verbalmente a compañeros y educadores el proceso seguido y la intencionalidad del
mismo. Sobre todo, no debemos olvidar que lo que importa no es el producto final,
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sino el proceso que lleva a él. Una vez concluida la visita, se acompañan de sus
producciones como en el caso anterior.
5. Evaluación y principales conclusiones:
Se elabora un cuestionario Ad Hoc para los educadores que acompañan desde el
centro ocupacional a nuestros visitantes así como otro para los propios participantes.
Serán los educadores del centro los que administren estos cuestionarios y reenvíen a
nuestra institución sus datos.
En el trabajo de alguna actividad artística, el sujeto reúne diversos elementos de su
experiencia para formar un nuevo significado. Por medio de actividades artísticas
puede expresar ideas, sentimientos, emociones y también, expresar y fortalecer sus
relaciones sociales, experimentando gran satisfacción. ¿Por qué pensar que el niño o
la persona adulta con alguna discapacidad no podrá experimentarla? ”La
postmodernidad, entre otras reflexiones, ha abierto la importancia de mirar “el arte”
como una representación de significados. Esto supone que frente a las obras de arte
no hay miradas ni verdades absolutas, o aproximaciones formalistas (que se
consideran como una categoría socialmente construida) sino que dependen del
tiempo, el lugar y el contexto” (Hernández, 2000)
Consideramos de gran importancia otorgar libertad de expresión a los sujetos. El
desarrollo de su actividad creativa será igual que el de los sujetos "normales", sólo
que, en algunos casos, con un desenvolvimiento más lento e incluso algunos no
llegarán a etapas que requieren un mayor desarrollo, ya que su evolución está influida
por su dificultad mental, problema físico o motor, o de su estabilidad emocional. Sin
embargo, algunos sujetos con discapacidad pueden desarrollar habilidades creativas
en mayor medida que quienes no tenemos ninguna discapacidad específica.
“Curiosamente en el campo del Arte es posible encontrarnos con la supervivencia de
teorías (como por ejemplo el Psicoanálisis) que ya hace tiempo que han sido olvidadas
en otros dominios más estudiados” (Asensio, Pol y Sánchez, 1998). Pero “(…) si las
prácticas artísticas están cambiando en sus fundamentos, medios y géneros, parece
adecuado que lo haga el enfoque y las prácticas de su enseñanza en la escuela,
museos y centros de arte” (Hernández, 2000)
6. Bibliografía:
Asensio, M., Pol, E. y Sánchez, E. (1998). El aprendizaje del Conocimiento Artístico.
Madrid: UAM Ediciones.
Graeme Chalmers, F. (2003). Arte, Educación y Diversidad Cultural. Barcelona:
Paidós.
Hernández, F. (2000). Educación y Cultura Visual. Barcelona: Octaedro.
Jiménez Curats, M.R. (2008). Nuevas formas de acercamiento a los museos:
propuestas de aproximación a la sociedad. En Juan Carlos Rico (ed.), Como enseñar
el objeto cultural (pp 123-149).Madrid: Sílex Ediciones S. L.
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Padró Puig, C. (1999) Los museos como medios educativos: diseño curricular básico.
En VV.AA. (pp 435-552) Guías praxis para el Profesorado de ESO. Educación
Artística, Plástica y Visual. Barcelona: Praxis.
Querol Sanz, J.M., Reyzábal Rodríguez, M. V. (2008). La mirada del otro. Textos para
trabajar la educación intercultural y la diferencia de género. Madrid: La Muralla.
Rico, J. C. (ed.) (2008). Como enseñar el objeto cultural. Madrid: Sílex Ediciones S. L.
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