Durán Barrantes M.M Romero Guzmán, F. Álvarez Mateos, P. DE CÓMO MOTIVAR EL APRENDIZAJE Y LA PARTICIPACIÓN. PARALELISMO ENTRE PROFESORES PRINCIPIANTES Y ALUMNOS Resumen. El grupo de autores del trabajo plantea el paralelismo entre el Programa de Formación de Profesores Noveles, en el que han participado, respecto a unos patrones de cierta correspondencia con las necesidades de un alumnado de último curso de carrera, concretamente de la asignatura de Industria Alimentaria correspondiente a la intensificación en Alimentos de la titulación en Ingeniería Técnica Industrial, rama Química Industrial. Se buscaron los puntos que motivaban a los profesores principiantes a actuar, mejorar y, en definitiva, a aprender para motivar igualmente ellos a sus alumnos. La herramienta escogida como guía de dicha correspondencia es el Ciclo de Mejora, empleado en la formación de profesores principiantes, frente al Ciclo de Gestión de la Calidad Empresarial, utilizado como parte de la materia impartida en la asignatura y que además se emplea con un carácter puramente profesional para el desarrollo y evaluación de un proyecto por parte del alumnado. 1 Introducción Según puede observarse, la presencia en los departamentos universitarios de un número de 20 ó más profesores no es de extrañar. Al considerar el orden de antigüedad, tampoco es extraño que en la “cola” se encuentren profesores aún contratados, afectados por la transición LRU-LOU, LOU-LOMLOU, LAU, etc, sin posibilidad de escape que no sea dar marcha atrás y abandonar este mundo profesional de la docencia, o bien someterse a los continuos vaivenes en la asignación de materias a impartir de un curso a otro. Desde este punto de vista, el del profesor que debe resistir y acoplarse a estudiar cada año materias distintas con posibilidades muy restringidas en cuanto a impartición de métodos de enseñanza-aprendizaje organizados, dirigidos, modificados, etc. por el profesor coordinador de la asignatura (típicamente, perteneciente al “cuerpo”, titular o catedrático de universidad), son acuciantes las necesidades de poder actuar y manifestar una formación en “cursos de formación docente” (este profesorado contratado del que se trata en este trabajo corresponde a la generación que comenzó los cursos de formación para profesores noveles del ICE, de 2 a 3 años de duración, aquí en Sevilla) a la vez que son necesidades desafiantes ante el reto de poder hacerlo, tanto que están también los casos de profesores principiantes a los que se asignan (obligan, porque son los últimos de la “cola”) asignaturas de nueva creación, donde hay que preparar una materia de difícil acceso, por decir algo, pero por la que el profesor ya acomodado, de mayor experiencia, no se siente en la obligación moral ni legal de dar. El apoyo por parte de los departamentos para favorecer la asistencia a estos cursos, al menos en los 2 primeros años de actividad docente, no existe. De hecho, suelen ser escasos los compañeros ya titulares que no consideren una pérdida de tiempo estas formaciones, por otra parte más que necesarias a nivel de todo el profesorado perteneciente a la antigua LRU, como lo demuestra la actualidad que vivimos, la transición a Bolonia y la conversión de los créditos actuales a ECTS, y con ello el tipo de docencia a impartir o 2 impartiéndose ya en aquellos centros con Planes de Calidad. La mentalidad tiene que cambiar de un extremo a otro en la mayoría del profesorado de las universidades españolas, sencillamente por el hecho de que no tuvieron su formación como docente en sus inicios, lo que les inhabilitó para la flexibilidad metodológica o lo que es lo mismo, los encapsuló en su propio “quehacer” diario durante años y años de docencia a “ciegas”. Hay que entender que la actitud tan crítica de este trabajo al respecto viene ligada a la participación docente en centros de formación eminentemente de carreras de ciencias y técnicas. Es de suponer que la cualificación es más alta en otros casos. Pero el que se tiene como referencia para este artículo es el mencionado. David Berliner (2000), en Carlos Marcelo (2007), referente a la formación inicial del profesorado, refuta críticas acerca de que para enseñar basta con saber la materia, que enseñar es fácil, que los formadores de profesores viven en una torre de marfil, que los cursos de metodología y didáctica son asignaturas blandas, que en la enseñanza no hay principios generales válidos, etc. El profesor nobel se encuentra con la lucha diaria en unos ideales que aparentemente son sólo suyos, y que a los alumnos no les van a servir pues son irresponsables que sólo buscan que no les des mucho trabajo. En definitiva, mucho trabajo docente, muchas ganas de aprender a hacerlo bien, y ansia por subir en ese estatus del Plan de Organización Docente (POD), etc. Hasta que un curso, bien por un accidente fortuito, una jubilación, o un año de excedencia por parte de algún compañero, el principiante pasa a sustituir a un titular, es decir, a un auténtico titular: no cabe duda de que serán clases de Teoría, la madre de todas las clases (injustamente), las que enfocan la forma de trabajar en las horas Prácticas y Seminarios, Visitas o Trabajos de Campo, a toda la docencia en sí. La autoestima como profesor crece como no podía ser de otra manera (pues, además, han pasado un par de cursos o más desde que empezaste, entran profesores nuevos y la cola del POD ya te parece un poquito más corta) y das clases preparadas con más o menos prisa, pero siempre por cuenta y riesgo del principiante. Aunque parezca exagerado es todo un reto que puedas por fin aplicar en toda la extensión de la palabra la teoría de métodos docente 3 transmitidas de curso en curso, y aprendidas o experimentadas en propia carne durante tantos años de estudio hasta llegar a ser uno mismo el que enseña como profesor, con autonomía total. Como recopila Carlos Marcelo (2007), Valli (1992) plantea que los problemas que más amenazan al principiante son la imitación acrítica de conductas observadas en otros profesores; el aislamiento de sus compañeros; la dificultad para transferir el conocimiento adquirido en su etapa de formación, y el desarrollo de una concepción técnica de la enseñanza. Esta cuestión ya fue planteada por Veenman en 1984 –el primer año es un proceso de aprendizaje del tipo ensayo-error en la mayoría de los casos, y yo puntualizaría que tal vez más en las carreras de ciencias y técnicas, por simple deformación profesional- y que siguen siendo actuales, según Britton et al. (2002) y Serpell (2000), a lo cual nosotros nos apuntamos a remarcar en pleno año 2008, 24 años después de Veenman. Sólo una reflexión para el que tiene niños o jóvenes a su cargo: pensar en que deberíamos enseñar como nos gustaría que enseñaran a los nuestros cuando les toque llegar hasta aquí. Es fácil considerarlo igual que un cargo de conciencia para esta profesión, y actuar así en consecuencia. Objeto del trabajo y Metodología aplicada para conseguirlo Se ha descrito el logro de llegar a “poseer” una asignatura para coordinar, en la cual, si es cuatrimestral y optativa puede que no exista un segundo profesor. Pero, nuestra inexperiencia nos precede, además de otra cosa muy importante si la asignatura que se consigue es una optativa: el alumnado no te conoce en persona, o lo que es peor, ni ha oído hablar de tí. El fundamento del trabajo en dicha asignatura debe centrarse, casi más que en la materia a impartir, en cómo la impartes: atractiva, dinámica, innovadora, sin ser recurrente, comunicativa y, a ser posible, on line. 4 La forma de intentar llegar a estos objetivos se basa en no abandonar los conocimientos adquiridos en la formación inicial como profesor, para lo cual es preciso la continuación en dicha formación docente, aceptando la capacidad sobrada y demostrada de los expertos en las ciencias de la educación en, a su vez, el continuo estudio de las metodologías de enseñanza-aprendizaje que, a su vez, aplicarán en nuestra formación. Profesionalmente es inaceptable que se deje para los nuevos miembros las situaciones difíciles, de importante repercusión en el cliente (el alumno en nuestro caso). De esta manera se llega a que los profesionales de la docencia sean los únicos responsables de su propio desprestigio y de la pérdida de confianza de la sociedad, de tener clientes (alumnos de nuevo) difíciles de motivar, con una intención clara de conseguir el título y no querer volver a oír de su facultad o escuela en lo que le queda de aplicación de la profesión para la que ya está, aparentemente, habilitado. Pocos son los centros de enseñanza que acepten el coste de formación del profesorado a conciencia de que ganan a largo plazo. En cualquier caso, los profesores firmantes de este trabajo nos consideramos con escaso tiempo, pero muy bien empleado en el estudio de la aplicabilidad de diversos proyectos de innovación docente, cursos de formación continua, y diseños on line de nuestras asignaturas. Buscamos la certificación de nuestro trabajo, si es merecida, y renovamos las metodologías si el alumno es el principal descontento con las actuaciones docentes impartidas. En concreto, en este trabajo se recoge el modus operandi de una de las asignaturas, Industria Alimentaria, para reflejar que, nuestra inquietud es tanta en la forma de aprender que, como nos han tratado en la formación como noveles, así se actúa en la transmisión de conocimientos para la formación del alumnado. Es decir, al formarnos como docentes la cuestión principal mientras aprendíamos era tratarnos como docentes, no como alumnos y lo que ello conlleva: supeditación a los conocimientos del profesor, a la forma de evaluar del profesor, incluso a la forma de pensar del profesor. Ahí entendemos que está la primera cuestión: al que se considera alumno (porque le consideran como tal) su primera acción inconsciente es “dejarse llevar”, no evaluar la información recibida por el profesor, no replantear, no discutir, y si me apuran, no pensar, no juzgar, sólo ejecutar tal y como se lo imponen (seamos sinceros: 5 el concepto del profesor en primera instancia es ¡ya puedo imponer a un grupo de alumnos los numerosísimos conocimientos que tengo, que para eso he tenido que estudiar mucho para llegar hasta aquí!). Nuestra contrapropuesta ha sido la de someterlos a su propio juicio, a su propia capacidad para ejecutar lo enseñado y a la evaluación continua como co-evaluaciones, para que también aprendan a juzgar con coherencia el trabajo de los demás, como el suyo propio. En base a la cuestión planteada por Ingvarso, Meier y Beavis (2005), también recopiladas en C. Marcelo (2007): ¿qué componentes de la formación tienen un mayor impacto en la mejora de la enseñanza del profesorado?, hallaron una seria de respuestas de las que escogimos la siguiente, donde se remarca nuestra opinión entre paréntesis, para cada punto: ¾ Buscan que los profesores reflexionen activamente acerca de sus prácticas y las comparen con estándares adecuados de prácticas profesionales (en nuestro caso: sería aplicar un ciclo de autogestión de calidad). ¾ Proporcionan tiempo a los profesores para probar nuevos métodos de enseñanza y recibir apoyo y asesoramiento en sus clases cuando se encuentran con problemas de implementación (en nuestro caso: tiempo no, pero sí consigues algo a través de los talleres impartidos a través del ICE). ¾ Incluyen actividades que animan a los profesores a hacer menos privadas sus prácticas de forma que puedan recibir retroacción de sus compañeros (en nuestro caso: proyectos de innovación docente entre varias asignaturas). Wong (2004) muestra las características de los programas eficientes de inserción del profesor principiante, según C. Marcelo (2007), de las que destacamos las siguientes: ¾ Recursos financieros para apoyar las actividades de inserción (se ha conseguido en las convocatorias de proyecto mencionadas en el punto anterior). 6 ¾ Reducción de tiempo o de carga docente para profesores principiantes y mentores (gran asignatura pendiente). ¾ Tiempo para que los profesores principiantes observen a los profesores más experimentados (esto creemos que va sobrado teniendo en los largos años de carrera, doctorado, master, gracias a los cuales llegas a tener un curriculo decente, que no docente, para conseguir el contrato de profesor). ¾ Promueven una constante interacción entre profesores principiantes y experimentados (no hay tiempo, estos últimos están muy ocupados, y puede que sea cierto si nos fijamos en la carga de investigación tan importante que necesita hacer cualquier profesor para ser valorado monetariamente). ¾ Talleres para profesores principiantes (añadiríamos …y para los no tan principiantes) ¾ Orientación que incluye cursos sobre temas de interés (conseguido) ¾ Duración del programa al menos de uno a dos años (y hasta tres años se han realizado en la Universidad de Sevilla). Hay más hallazgos encontrados en las investigaciones de Wong, pero no se mencionan por salir del principal interés del presente trabajo. Ya indican M. Sánchez y C. Mayor (2006) en su artículo recopilatorio de toda la actividad realizada con jóvenes profesores incluidos en el Programa de Formación para Profesores Noveles, en la Universidad de Sevilla, al que perteneció este equipo que presenta el artículo (del 2000 al 2003), una serie de premisas de las que destacamos las siguientes por la enorme influencia que ejercieron en nosotros en los años que siguieron: 1. Potencia la formación en el contexto de trabajo, recuperando el aprendizaje de colegas con más experiencia (F. Romero, coautor de este trabajo, fue seleccionado entre los profesores “Excelsos” de la Universidad 7 de Sevilla y puesto de ejemplo durante algunos cursos de este programa de Formación, aún sin actuar nunca como mentor formalmente) 2. Plantean distintos tipos de actividades (muy a tener en cuenta para evitar la monotonía del programa) 3. EXIGEN A LOS PARTICIPANTES QUE FUESEN PROTAGONISTAS REALES DE SU PROPIO APRENDIZAJE PARA LO QUE DISEÑAN UN PROGRAMA MUY AUTÓNOMO. 4. Consideran el ANÁLISIS y la REFLEXIÓN sobre la práctica el hilo conductor del programa, como base para crear sujetos críticos, reflexivos y abiertos al cambio. Para ello crean el trabajo conjunto de principiantes con profesores mentores, y paralelamente, el trabajo de estos principiantes en base a TALLERES DE ANÁLISIS. Destacamos, entre los muy diversos objetivos o puntos de mira en la actividad conjunta novel-mentor, el denominado “Ciclo de Mejora”, el cual, curiosamente, responde al utilizado en el mundo empresarial en los temas de Gestión de la Calidad, donde es conocido con el nombre de “Ciclo de Gestión”. Nos dimos de bruces con una nueva interpretación de la herramienta más empleada para aseguramiento de la Calidad a nivel empresarial, lo que nos llevó a reflexionar en que, si servía para la mejora y perfeccionamiento de la actividad económica de la misma con repercusiones directas en los beneficios totales, y a su vez se consideraba “como estrategia básica de trabajo con profesores para desarrollar un repertorio de destrezas y habilidades asesoras” (Sánchez y Mayor, 2006), a nosotros nos podía servir como punto central en el aprendizaje a inculcar a los alumnos en las asignaturas de Tecnología de Alimentos (Lc. en Química) e Industria Alimentaria (Ing. Téc. Ind.), siendo ésta la que nos ocupa en este trabajo. 8 Ciclos de Mejora-Ciclos de Gestión: un modelo de análisis y asesoramiento de la propia práctica Se va a exponen a continuación la propia interpretación de Marita Sánchez y Cristina Mayor sobre los Ciclos de Mejora y su forma de aplicación, para a continuación desarrollar el Ciclo de Gestión de la Calidad del Aprendizaje en la materia a impartir tal y como ha sido interpretada por este grupo que desarrolla el presente trabajo, mezcla de profesores “excelso”, “mentor” y “principiante por convicción”. Definición del denominado Ciclo de Mejora por Sánchez y Mayor: estrategia cooperativa de desarrollo profesional que favorece la mejora de los centros educativos “una supervisión centrada en la mejora de la enseñanza por medio de ciclos sistemáticos de planificación, observación y un intensivo análisis intelectual de la actuación del profesor para producir una modificación racional” (Weller, en Acheson y Gall, 1980:11). Siguen Sánchez y Mayor desarrollando que los Ciclos de Mejora aparecen como una alternativa entre las estrategias formativas que posiblemente favorezca el desarrollo profesional y conduzca a formar profesores libres capaces de enfrentarse a situaciones diversas. Los principios, prácticas y filosofía de los Ciclos de Mejora proporcionan una orientación clara mediante la cual los profesores podrán utilizar apoyo colegiado para adquirir un mayor control personal sobre el conocimiento obtenido acerca de su propia enseñanza y aprendizaje, lo que conlleva una genuina autonomía como profesor. Los Ciclos de Mejora, así entendidos, como una forma colaborativa de actuar, son positivos tanto en cuanto robustece la conceptualización que pueden necesitar los profesores para volverse activos e implicados en el proceso reflexivo para analizar y teorizar sobre su propia enseñanza, sus antecedente sociales y sus posibles consecuencias. El propósito consiste en que los profesores adquieran la capacidad para comprender, indagar y transformar sus propias prácticas docentes mediante el esfuerzo de descubrir y reconstruir sus propias historias personales y la realidad en la que se encuentran inmersos. 9 A continuación, pedimos un ejercicio mental al lector: en todo el párrafo anterior, cada vez que se encuentre escrito “profesor” sustitúyase por la palabra “alumno”. Poco más hay que decir. La correlación es perfecta. Por tanto, la aplicación de tal ciclo al alumnado, también. Y más adelante lo vamos a demostrar. Los antecedentes históricos de este Ciclo de Mejora con el que hemos aprendido en el Programa de Formación de Profesores Noveles están en la Supervisión Clínica (Garmston (1987) y otros, citados en Sánchez y Mayor (2006)), donde es entendida como una estrategia de desarrollo crítico del profesorado, a la cual Cristina Mayor y Marita Sánchez cambian la nomenclatura en función del sentido que otorgan a la estrategia, el contenido y el contexto de su utilización en dicho programa. En definitiva, los Ciclos de Mejora aparecen como una modalidad de formación orientada hacia la reflexión y el desarrollo cooperativo de los profesores puesto que: a. enseña cómo conducir un proceso de cambio a través de la comunicación interpersonal con el propósito de estructurar un trabajo compartido y reflexivo b. representa, por lo tanto, una oportunidad para que los docentes se vuelvan más reflexivos y críticos con sus actuaciones c. es una estrategia muy operativa en el sentido de que nos sugiere cómo hacer las cosas a diferencia de otros planteamientos que se quedan en el enunciado de sus principios filosóficos, facilita la localización de las áreas problemáticas y proporciona oportunidades para realizar observaciones y reflexionar sobre su contenido. Talleres de Análisis: para la consecución y buen fin de estos Ciclos de Mejoras, el Programa de Formación de Profesores Noveles concluye en la estrategia centrada en el trabajo grupal del equipo docente a través de estos talleres de análisis. La base de este proceso es tanto la observación mutua como la experiencia derivada de los Ciclos de Mejora, punto de partida muy 10 interesante para plantear interrogantes, tomar decisiones y resolver problemas concretos. Nuestro grupo de trabajo toma como principal objetivo a desarrollar con el alumnado, de los indicados por Sánchez y Mayor, el trabajo de aspectos derivados de los análisis llevados a cabo en los diferentes ciclos de mejora (ciclo de gestión en nuestro caso) en los que han participado cada uno de los miembros que integran el taller. Nos pareció muy interesante pues, como apunta Molina (2001), en Sánchez y Mayor (2006), en este tipo de asesoramiento se pasa de un enfoque jerárquico a uno horizontal y democrático, el cual requiere que los miembros asuman responsabilidad en su desarrollo profesional y que otros compañeros les ayuden a autodirigirse y autoevaluarse: “No es un proceso controlador, se apoya en la confianza, facilita el aprendizaje mutuo y refuerza el desarrollo dirigido a trabajar con otros. Es un medio de mantener una experiencia valiosa para evitar que se llegue a caer en la rutina, anima a los profesores a aprender acerca del arte de enseñar [de] y [con] sus colegas…”. La manera en que este Taller de Análisis ha sido trasladado al alumnado de nuestra asignatura la recoge a la perfección el sistema de Auditorías en las que se apoya la implantación de cualquier Sistema de Calidad empresarial. En el siguiente apartado de este artículo se desarrollan las bases de trabajo de estas Auditorías como formas ligadas directamente a la Evaluación Continua del alumnado, en sus distintas formas y/o modalidades: autoevaluación y coevaluación como auditorías internas, y evaluación por el profesor como auditoría externa que busca la aprobación mediante un certificado de calidad legal y de dominio público (la calificación final). En la Tabla 1 se viene reflejando una comparativa muy somera sobre los puntos en común entre los ciclos de mejora, desarrollado como método de aprendizaje para los profesores principiantes, y el ciclo de gestión, introducido como metodología docente de una asignatura de ingeniería técnica industrial. 11 Tabla 1.- Comparación Ciclo de Mejora de la Enseñanza vs Ciclo de Gestión de la Calidad Empresarial. CICLO DE MEJORA CICLO DE GESTIÓN de Planificación de las acciones a tomar para Entrevista Planificación: intenciones alcanzar los objetivos para la Gestión de la y objetivos del profesor, Calidad empresarial. Identificación de las actuaciones y técnicas a variables a gestionar con alto nivel de emplear concreción (pueden ser muy numerosas). Se obtendrían del análisis minucioso de los costes de calidad o del resultado de la medición objetiva de la satisfacción de los clientes. Cualquier variable que sea relevante para el éxito empresarial debido a su influencia en la satisfacción del cliente. Observación: en función Ejecución las acciones planificadas tal y de los anteriores objetivos como se han planificado, gestionando el cambio y mediante instrumentos cultural, técnico y organizativo previamente fijados. Es Las variables a gestionar han de ser concretas y una actividad sistemática cuantificables con base en hechos lo más y organizada y no casual objetivos posibles o informal Análisis: los datos Control en términos de referencia a la situación recogidos son estudiados. del Se trata de pasado provocada y por dominio de causas la variabilidad especiales; y (a) leer y extractar el verificación o medición mediante el diseño de volumen de información un procedimiento de medición y seguimiento del obtenido y cumplimiento de los objetivos de mejora fijados (b) deducir inferencias y y del consumo de los recursos adjudicados posibles preguntas para discutir en la entrevista de análisis Entrevista de Análisis: Decisión en función de la información generada puesta en común de los en la etapa de control y mejoras a gestionar puntos de vista después concretas y cuantificables con base en hechos 12 de haber analizado los lo más objetivos posibles, en un tiempo datos, valoración de sus determinado actuaciones y reflexión de las mismas A continuación se describirá brevemente el trabajo que se encarga al alumno en la Asignatura de Industria Alimentaria, del 3er año, 2º cuatrimestre, de la titulación de Ingeniero Técnico Industrial, rama Química Industrial, a desarrollar durante el curso y cuya evaluación continua constituye el 100% de la calificación de la asignatura. Proceso Industrial Alimentario a realizar por el alumno para la puesta en marcha del Ciclo de Gestión Un Proceso Industrial lo constituye el conjunto secuencial de operaciones unitarias aplicadas a la transformación de materias primas en productos aptos para el consumo. El primer paso, necesario para conseguir el éxito en el diseño del Sistema de Proceso, es plantear bien el problema de partida. Éste se resuelve por tanto respondiendo sucesivamente a las cuestiones siguientes: ¿qué productos vamos a vender? ¿con qué procesos los vamos a fabricar? ¿qué puntos de control se aplicarán para garantizar la seguridad de la fabricación? Sistemas de gestión de la calidad: la finalidad de estos sistemas es asegurar la calidad de una empresa u organización, aplicando una política de calidad a todos los niveles de gestión. Implantar sistemas de gestión de la calidad es lo que más suelen hacer las empresas, ya que se ahorran procesos repetidos y algunos recursos duplicados o innecesarios, con lo que se suele reducir el gasto económico y de tiempo. 13 Gestión del proyecto (ciclo de gestión) Como indica la Figura 1, para la consecución de los objetivos que se persiguen en la asignatura - DESARROLLO DE UN PROYECTO INDUSTRIAL DE ELABORACIÓN DE UNA CONSERVA VEGETAL - es necesario realizar una planificación, trayectoria compuesta por una serie de pasos previstos y que se recorren en un orden determinado. La única forma de planificar, ejecutar y controlar el proyecto es identificar “a priori” las etapas que lo componen, seguir el orden lógico de las mismas y comprobar periódicamente si la situación real se ajusta a lo previsto o se producen desviaciones significativas. El alumno debe ser capaz de describir los diferentes niveles de gestión del proyecto y sus funciones 14 A) B) Figura 1.- A) Esquema del Ciclo de Gestión y B) Detalle de la etapa de Control La Auditoría de Calidad como herramienta de gestión Se emplea para verificar y evaluar las actividades relacionadas con la calidad del proyecto a realizar. Se inicia en una o varias de las situaciones siguientes que se desarrollarán en esta asignatura: 15 I. La Guía Docente de la asignatura somete a auditoría el sistema de gestión de la calidad de un proyecto como una medida más dentro del proceso de homologación del producto….(EVALUACIÓN POR EL PROFESOR) II. Un cliente (ALUMNO) puede exigir la auditoría del sistema de calidad del suministrador antes de iniciar o durante el desarrollo del proyecto….(EVALUACIÓN AL PROFESOR) III. Una entidad paralela (OTRO ALUMNO) practica la auditoría para cada alumno, lo que garantiza que su sistema de calidad es conforme al modelo adoptado…(CO-EVALUACIÓN) IV. Según cual sea el modelo de gestión de la calidad adoptado, las auditorias internas se realizarán por personal interno con una regularidad periódica (AUTOEVALUACIÓN). El profesor coordinador establece un programa de auditorías internas y externas y verifica su adecuada implementación. Las auditorías de calidad se realizan con la finalidad de determinar: 1. Adecuación del sistema de calidad a una norma de referencia específica (NORMATIVA ALIMENTARIA VIGENTE) 2. Conformidad de las actuaciones del ALUMNO con referencia a los requisitos de su programa de calidad según lo definido en la documentación (HOJA DE ENCARGO O CONTRATO) 3. Eficacia de las distintas actividades que constituyen el sistema de la calidad, y de las medidas correctoras/preventivas adoptadas: diagrama de flujo del proceso industrial, balances de materia, diseño del etiquetado de la conserva, Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos. MUY IMPORTANTE : la filosofía de los programas de aseguramiento de la calidad está basada en la prevención, más que en la detección de problemas, y por ello debemos dar mayor importancia a: ¾ Detectar pronto el problema ¾ Conocer la profundidad del mismo 16 ¾ Descubrir la causa principal del problema La auditoría se basa en hechos, luego la evaluación se va a basar en éstos y no en hipótesis. CONCRETANDO: GESTIÓN PARA LA CALIDAD, en el proyecto que nos ocupa, supone el conjunto de acciones voluntariamente dirigidas a la consecución y al mantenimiento de un determinado nivel de calidad. La gestión de la calidad del alumno ha de ir dirigida a movilizar todos sus recursos para conseguir que el conjunto de su actividad rinda una rentabilidad óptima. La ESTRUCTURA funcional del sistema de gestión es CÍCLICA, siendo sus ETAPAS: • a) PLANIFICACIÓN de lo que se quiere hacer y de cómo hay que hacerlo y verificarlo. b) EJECUCIÓN de lo que se ha planificado y tal como se ha planificado. c) COMPROBACIÓN (control, verificación) de que lo que se ha hecho se ajusta a lo planificado. d) DECISIÓN (de seguir, modificar, etc.) en función de la información generada en la etapa de control. • El sistema preverá un adecuado y continuo CONTROL de la calidad de TODAS las ETAPAS del ciclo (incluido el control), mediante un plan de auditorías (internas o externas). • El nivel de CALIDAD prefijado por cada alumno (aprobado, sobresaliente…) se alcanza y mantiene con una actuación preventiva, basada en la INFORMACIÓN que da la AUDITORÍA INTERNA (otros compañeros) y EXTERNA (el profesor). El TIPO de inspección y su GRADO óptimo se fijan con CRITERIOS ECONÓMICOS (máxima calidad-mínimo coste (ESFUERZO)), controlando los puntos críticos en cada proyecto (APPCC: circunstancias particulares importantes en cada 17 alumno, asignaturas pendientes, enfermedades, dificultades técnicas,… ) con la intensidad requerida en cada circunstancia. Conclusiones Tomando en consideración la “evaluación continua” de entre las herramientas correspondientes a las últimas tendencias metodológicas, la formación como profesores principiantes es un proceso sin final, de desarrollo constante, que mantenga motivado al profesor como al alumno, año a año, con cursos universitarios que correspondan tanto a metodologías docentes diversas, con talleres de análisis del profesorado implicado, como temas de actualidad del mundo universitario (nuestra empresa), y manejo de herramientas que apoyen la preparación de ese material dinamizador del aprendizaje (plataformas virtuales, diseños de páginas Web, programas de ordenador con distintas finalidades: diseño, cálculo, dibujo, procesadores, base de datos, etc). Por supuesto están las carencias de tiempo, o mejor dicho, la mala gestión que hacemos del tiempo (bastaría considerar formación del profesor principiante como inversión de tiempo para el futuro) así como la mala coordinación entre asignaturas que llevan a repetir materias entre ellas, propiamente hablamos del exceso de información que sufre el alumno, principalmente por casi nula coordinación entre el profesorado, mientras que presenta una gran carencia de todas aquellas habilidades no cognitivas tan necesarias para el mundo empresarial. Y muy ligado a este tema del tiempo destinado a la formación, aparece el tema de los incentivos: 9 A nivel del profesorado, el problema es patente y está en actualidad. Todo debe ser valorado por igual: investigación y docencia (respecto a gestión, que esté pero que deje trabajar) aunque creemos que los dos primeros deberían exigir los mismos mínimos, igual dedicación a la docencia que a la investigación, con sus más y sus menos en cada rama del saber, pero en cualquier caso, la discriminación de la primera a favor 18 de la segunda nunca favorecerá al desarrollo de tanto profesor principiante al que seguirán asignando clases de casi cualquier cosa, por igual con el resto de compañeros del departamento, mientras que la Agencia de Evaluación correspondiente le pida investigación puntera en cada proceso de acreditación al que debe someterse para poder optar alguna vez a tener una plaza estable de profesor de Universidad, y hacer por fin una docencia en la que debería haber estado formándose mientras tanto. 9 Y a nivel del alumnado, una vez exigido un nivel mínimo de responsabilidad sobre cada asignatura que haya decidido cursar, los incentivos deben estar claros: desde el aprobado para el alumnado que trabaje y se implique, hasta el notable y el sobresaliente para los más trabajadores, ni más ni menos que para el profesorado. Pero todo ello implica la elaboración de planes de estudio coherentes, con todo tipo de profesor en consonancia (voluntaria) con lo dictaminado finalmente, y elaboración de un material de estudio y formación sin confusiones, sin excesos, con coherencia, y con un profesorado con muchas ganas de trabajar como profesores, aquellos que enseñan a aprender y no enseñan y “tú te las apañes luego”, y puntualizaríamos en un profesorado al que no resulte pérdida de tiempo trabajar con otros profesores. Ahora habría que buscar el paralelismo entre lo que el sistema de gestión de la calidad exige a las empresas y lo que el sistema de gestión de calidad docente debería exigir a las universidades, o lo que es lo mismo, de cómo se enseña a cada alumno de la Universidad a cómo deberían aprender estos mismos docentes. ¿Presente y Futuro de un gran paso de la Universidad?. Bibliografía Acheson, K: and Gall, M. (1980). Techniques in the Clinical Supervision of Teachers. Preservice and Inservice Applications. New York, Longman. 19 Berliner, D. C. (2000). A personal response to those who bash teacher education. Journal of Teacher Education, 51(5), 358-371. Berliner, D.C. (2000). A personal response to those who bash teacher education. Journal of Teacher Educacion 5(5), 358-371. Britton, E., Paine, L., Pimm, D., & Raizen, S. (2002). Comprehensive Teacher Induction. Dordrecht: Kluwer Academic Press. Garmston, R.J. (1987). How Administrator Support Peer Coaching, Educational Leadership, 44(5), pp. 18-26. Ingvarson, L., Meiers, M., & Beavis, A. (2005). Factors affecting the Impact of Professional Development Programs on Teachers’ knowledge, Practice, Student Outcomes & Effi cacy. Educational Policy Analysis Archives, 13(10). Marcelo, C. (2007). Empezar con buen pie: inserción a la enseñanza para profesores principiantes. Revista Docencia, nº 33, pp. 27-38. Molina, E. (2001). Asesoramiento de compañeros, en Segovia, J.D. (cord.) Asesoramiento al centro educativo. Barcelona, Octaedro, 2001. Sánchez, M. y Mayor, C. (2006). Los jóvenes profesores universitarios y su formación pedagógica. Claves y controversias. Revista de Educación, nº 339, pp. 245-274. Serpell, Z. (2000). Beginning teacher induction: a review of the literature (Vol. ERIC ED 443783). Washington: American Association of Colleges for Teacher Education. Smith, T., & Ingersoll, V. (2004). What are the effects of induction and mentoring on beginning teachers turnover? American Educational Research Journal, 41(3), 681-714. Valli, L. (1992). Beginning teacher problems: Areas for Teacher Education Improvement. Action in Teacher Education, XIV(1), 18-25. Veenman, S. (1984). Perceived Problems of Beginning Teachers. Review of Educational Research, 54(2), 143-178. Wong, H. (2004). Induction programmes that keep new teachers teaching and improving. National Association of Secondary School Principal, NASPP Bulletin, 88(638), 41-59. 20
© Copyright 2025