COU SELL I G CÓMO PROFESIÓ - Asociación Española de

COU SELL I G CÓMO PROFESIÓ
El movimiento del Counselling (relación de ayuda), viene a tender una necesidad dentro
del marco profesional, a un colectivo de profesionales que sin encontrar un espacio
nominativo, en función de su profesión, ejercen la relación de ayuda.
Definir que es una relación de ayuda dentro del marco del Counselling es uno de los
propósitos de esta ponencia.
El Counselling cómo profesión, es una forma de atender a una persona, grupo o
colectivo, a través de tu experiencia y conocimiento, en un ejercicio de relación de
ayuda, incruenta, sin intrusismo, no invasivo, donde suelen entrar las corrientes
Humanistas, existencialistas y fenomenológicas. Independientemente de la profesión
que uno tenga.
Estamos hablando en cómo me relaciono yo con la otra persona y conmigo mismo, dos
partes que quedan explicitadas desde su especifidad, asea una relación de igual a igual.
El Counselling viene a atender a la persona no como un enfermo-a, física o
mentalmente, sino como un ser humano que busca su bien estar.
Nunca ha tenido un nombre, ni un reconocimiento en la sociedad este tipo de ayuda
vital, de aquí el nacimiento del Counselling. Dar cabida en el sistema a que las
personas que tienen una vocación natural de ayuda, puedan obtener una formación
adecuada, para ejercerla libremente como profesión, sin necesidad de ser psicólogos o
psiquiatras, sin desmerecer ambas profesiones.
Este modelo de comunicación, viene a tender a la persona como un Ser Humano, y en
este encuentro podemos construir algo de igual a igual, partiendo de la premisa, que la
suma de todas las partes es mayor que las dos partes.
Si miramos con cierta perspectiva, podemos ver cómo está emergiendo una nueva forma
de relacionarnos, donde viejos paradigmas están cayendo y se están creando
necesidades nuevas, que son importantes abordarlas en este momento actual.
Está apareciendo una nueva figura dentro del marco profesional para atender un vacio
comunicacional y de atención a las personas, prácticamente en todas la áreas
profesionales; nos podemos encontrar en las áreas clínicas, sanitarias, educativas,
sociales, jurídicas, empresariales.etc…
Algo está ocurriendo, que cuando nos acercamos a la terraza de la vida y contemplamos
el movimiento social y cultural, podemos ver como un nuevo paradigma está asomando,
emergiendo, algo que ya fue sembrado.
Hasta no hace mucho se prepondero, la importancia de la era de la razón como la
meseta de la evolución cognitiva, la “ciencia, la inteligencia, la lógica”, como modelos
estratégicos. Toda la corriente cultural y social se fue imbuyendo en este modelo
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emergente atendiéndola y adecuándola de una forma soslayada entre la razón y la
moral,( pienso, pues existo) y fijamos toda nuestra atención en el modelo del
pensamiento y en su organización, para estar a la altura de las necesidades implantadas
por un sistema que muestra las normas de lo correcto e incorrecto, lo que es lógico y no,
ósea que siempre nos acostumbramos a ver fuera, que era lo que teníamos que pensar
para ser correctos, o para hacer que sabíamos.
Una cultura del territorialismo, del liderazgo, del patriarcado y de competitividad. Que
la única forma inteligente eran desarrollando modelos estratégicos impulsado por una
pseudo necesidad de supervivencia.
Así que empezaron a salir disciplinas que venían abordar esta necesidad. Los modelos
de psicología, psiquiatría o docencia, ponían toda su atención y toda su excelencia, para
empujar y que nuestra vida se pudiera adecuar a esta realidad.
Así empezamos a aprender los recursos del control, del pensamiento organizado y
empezamos a potenciar nuestra mente y se nos reconocía más por nuestra inteligencia y
estrategia que por otras cuestiones.
Toda la arquitectura que íbamos creando a través de nuestras creencias, de que era estar
sanos o enfermos, fundamentalmente en el área psicológica, iba creando una conteción
interna, donde nos empezábamos a dar cuenta que estábamos desatendiendo otras partes
nuestra, que también formaban parte de nuestra vida.
Todas nuestras inquietudes, necesidades que no atendían a las necesidades socioculturales implantadas, así como las emociones derivado de ello, tenían que ir a un
cajón desastre, que era contenido con nuestra mente, pensamientos.
Esta convulsión interna ha creado una fisura, una nueva emergencia, -que pinto yo en
toda esta historia, donde estoy; sometido a una razón a un modelo de pensamiento,
olvidándome de mis necesidades esenciales, olvidándome de mi mismo.
Si antes queríamos encontrar la verdad ahí fuera, ahora la queremos encontrar dentro de
nosotros, nos estamos empezando a atender. Esto es algo muy novedoso para nosotros,
ya que hasta ahora, hemos estado ejercitando y aprendiendo un modelo que por
evolución, posiblemente era preciso pasar, pero este viaje, nos hemos dado cuenta que
no acaba ahí, que ahora está ocurriendo algo nuevo, novedoso en nosotros.
Claro está que esto no ha ocurrido de la noche a la mañana, sino que se fue encubando
poco a poco, gracias a esas persona que fueron poniendo las semillas, infiltrando en la
sociedad este despertar, este darse cuenta, y que pasaron prácticamente desapercibidos.
Pero ya en el siglo XVIII, se empezaron hacer estas preguntas. Si tomo lo que tu quieres
para mi donde quedo yo, si yo pienso en función de ti donde quedan mis pensamientos
en función de mi. Si yo atiendo a tus necesidades donde quedan las mías. Poco a poco
estas preguntas nos han ido poniendo en contacto con nosotros mismo, hasta llevarnos a
lo más existencial, donde ya no nos podemos esconder, y ahí nos hemos dado cuenta lo
lejos que estamos de nosotros mismos.
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Así que de la era de la razón, estamos pasando a la era del sentir-nos y aquí está nuestro
nuevo paradigma, donde la física cuántica dice; tu creas tu realidad, donde la neuro
ciencia descubre que el corazón es otro cerebro y que prevalece por encima del cerebro
cognitivo; este es el nuevo cerebro emocional, y donde las corrientes humanistas se
están abriendo paso a nivel cultural y social, donde el ser humanismo quiere ser
atendido como individuo único. Ahora todo se está juntando, derribando muros de
contención y donde está emergiendo los nuevos modelos de atención, de relación de
ayuda, ya que está apareciendo un nuevo diccionario que se llama el del sentir, el del
corazón, donde no hay una cartografía estratégica y que empuja de una forma clara y
directa hacia la vida.
Ya estamos en nuevo campo de exploración, ahora se llama inteligencia emocional
inteligencia existencial y inteligencia experiencial, como nos relacionamos con
nosotros mismos, ha cambiado la historia. Antes era como nos teniamos que relacionar
con los demás, ahora es como me relaciono conmigo mismo para encontrar mi bien
estar.
Ahora sí, aprendo a relacionarme con migo mismo y esto me permite relacionarme con
los demás, atendiendo mi congruencia interna. De la moral estamos pasando a una ética
existencial.
Lo viejo no sirve para atender esta nueva necesidad, que como niños estamos
aprendiendo, hemos tenido el parto, pero ahora nos toca caminar.
El sentir a veces se nos transforma en una locura que no sabemos gestionar o se nos
queda tan lejano que no sabemos dónde está nuestro autentico sentir.
Estamos aprendiendo a poner nombre aquello que sentimos y poderlo expresar, para
atendernos de una forma clara y lúcida.
En este momento están naciendo escuelas, institutos o modelos terapéuticos que
intentan abordar esta nueva forma de relacionarnos, creando un campo de exploración
que nos permita conectar con nuestra propia especifidad.
Se está abriendo un nuevo recurso, de encontrar nuevos valores de la inteligencia. Antes
teníamos que forzar la maquinaría cognitiva, estresándola para memorizar y tragarnos
todo sin digerir, todos los programas morales, a veces disfrazados de intelectualidad y
cultura.
La inteligencia experiencial, abre un nuevo marco en el entendimiento de nosotros
mismos, donde el movimiento fenomenológico explica y desarrolla en profundidad,
pero que en resumen, te viene a decir que la inteligencia no está en su totalidad en la
cabeza, sino en todo el cuerpo y esto es interesante reflexionar; Cuando uno dice yo
creo que soy esto o aquello, busca recursos mentales par definirse, ósea tira de su
cabeza, sin embargo cuando permite que todo su cuerpo organismico se exprese en
función de su aquí y ahora, lo que empieza a destilar es un entendimiento, que
independientemente de su función autorreguladora, tanto como para su función
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biológica, como para su entendimiento psicológico, permite que sus procesos cognitivos
puedan absorber un mayor conocimiento de una forma más relajada y espontanea ,ya
que es genuina y fuera de todo estrés.
Esto se puede dar en diferentes aspectos de la vida. Puede ser personal “con su
conciencia” puede ser con el otro “acuerdos” puede ser, con su creatividad, con sus
estudios, con su enfermedad, con un colectivo, etc…
Hacia los años 30, Carl Rogers va a cambiar el enfoque tradicional de la psicología
clínica en Estados Unidos, donde los test de inteligencia era el punto de referencia para
asistir al cliente. El, dará inicio a una de las grandes corrientes de counseling.
Por lo tanto el Counselling viene a atender Al Ser Humano (humanismo) en función de
lo que siente (existencialismo) para que desarrolle una experiencia (fenomenología)
Para saber que desea para sí mismo, poderse atender y encontrar su bien estar, (ciclo
completo, Gestalt) en una relación de respeto de igual al a igual, entendiendo esto como
que las dos partes son humanas que sienten y se atienden a sí mismos, es una relación
horizontal y no de arriba abajo como una posición fija.(Counselling) solo con la
diferencia que el Counsellor tiene el mango de la sartén (conocimiento comunicacional),
pero el resto de la sartén , donde se fríe, están las dos partes, (profesional y cliente).
Otro punto diferencial interesante, es la gestión del diagnóstico, el Counsellor no viene
a cubrir las funciones del psiquiatra, médico o psicólogo, en su modelo de diagnosticar,
en el sentido al que estamos acostumbrados a escuchar este concepto, ya que el
Counsellor trabaja más dirigido a la prevención y la autogestión de bien estar personal.
El diagnóstico, de nuevo como el resto de las palabras, entra en la dualidad. El
diagnóstico no es bueno ni malo per se, cumple una función natural dentro del campo
del modelo cognitivo interpretativo, del cual nadie está exento. La dificultad está en
cómo se gestiona de un igual a igual (Counselling). Cuando un profesional se retira con
un diagnóstico, lo que pretende es quedar por encima del cliente, intencionadamente o
no y así poder sujetar su miedo al desconocimiento. Esta ha sido la tendencia hasta hora,
etiquetando lo que no se podía comprender. Llamándolo diagnóstico y ahí tenemos el
DMS donde se recoge cientos de etiquetas y a cambio se ofertan todo tipo de
tratamientos farmacológicos, como si las pastillas supieran lo que le pasa al cliente, así
que el vacío que deja la ignorancia se cubre con pastillas, creando sensaciones
estimuladoras para ver si llegan algún sitio. Pero cuando el profesional sugiere lo que ve
del cliente, le devuelve la diagnosis desde un: es posible, a lo mejor o probablemente...;
ya no está por encima, y el cliente recoge o rechaza, y así sucesivamente, hasta que las
dos partes llegan al darse cuenta y cumplen una función autoreguladora. Por lo tanto
aquí no hay un diagnóstico fijo y cerrado, no se ve a la persona como un enfermo, sino
que se le atiende, acompañándole al encuentro de su bien estar, evitando efectos
mayores, por eso se dice que el counselling se centra en la prevención, y si en la
resultante produce un efecto sanador (psicosomático), está más en función del cliente
que del mismo Counsellor, ya que la premisa parte, de que el Counsellor no sabe más
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del cliente, que el propio cliente de si mismo , y esto desemboca en una responsabilidad
del cliente con su propia vida.
Así que tenemos enfrente una profesión, que es el resultado de la maduración psicosocial de los últimos tiempos y adecuada de una forma muy eficaz a los momentos
actuales, que apuntan a este cambio de paradigma y que a su vez viene a cubrir un vacío
estructural, donde muchísimos profesionales están apuntando en esta dirección, a través
de sus procesos de maduración.
Por lo tanto desde el Counselling se puede dar asistencia a las diferentes áreas
profesionales; clínica, educación, asistente social, mediación, empresa, expresión
artística, etc…
El Counselling como profesión viene a acoger a todos los profesionales, que trabajan
con los principios filosóficos o psicológicos de:
Congruencia. Ser genuino; ser honesto con la persona.
Empatía. La habilidad de sentir lo que siente el Consultante.
Respeto. Aceptación positiva incondicional hacia el consultante.
Dentro de los diferentes movimientos en la relación de ayuda, desde el enfoque,
gestáltico, humanista, existencialista, fenomenológico, sistémicos y corporales.
Con estas premisas la asociación española de Counselling (AECO), está para cubrir ese
vacío profesional, donde los indicativos sociales y culturales, demanda de una forma
implícita.
Quienes pueden asociarse:
1º Profesionales que ya están ejerciendo la relación de ayuda y necesitan encontrar un
espacio profesional a través de la Asociación Española del Counselling.
2ºTodas las personas que quieran aprender el Counselling como profesión de futuro, en
las diferentes variables en el marco profesional y social desde un enfoque gestáltico
3º El Gestáltico que quieres ejercer la profesión del Counselling.
Sabiendo lo importante que ha sido la era de la razón y el desarrollo estratégico, ahora
estos dan un salto y son inspirados por la era del corazón, del sentir, aun nuevo modelo
de inteligencia.
Así, que con los mejores deseos, para esta etapa tan bonita y esperanzadora, donde la
diversidad se toca y se une como una piña, para este nuevo paradigma.
Jesús González de Bedoya
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