CAPITAL HUMA ¿Trabajas para un jefe insoportable? Te contamos cómo manejar esta relación Superiores de pesadilla S i te ha “tocado” soportar a un jefe difícil es normal que te sientas preocupado pues su comportamiento, además de crear un mal ambiente laboral, podría influir negativamente en tu estado emocional o impedirte desarrollar tus objetivos profesionales. No lo permitas, ni caigas en el error de pensar que el mal carácter de tu jefe tiene que ver contigo. Si, por el contrario, tu jefe es “un amor”, no está de más que leas estas líneas. Puede que en un futuro tropieces con uno complicado. José Ignacio Jiménez, director asociado de la consultora NB Norman Broadment, distingue entre dos tipos de jefes difíciles: El jefe difícil, pero profesionalmente bueno. “Hay que tratar de ver lo positivo de este personaje, pues profesionalmente es alguien de quien se puede aprender. El que sea difícil implica que Arrogantes, individualistas, quisquillosos, perfeccionistas, descuidados, extremadamente burocráticos... Si tu jefe es uno de ellos no dejes que convierta tu vida laboral en una pesadilla. Conoce las mejores estrategias para hacerle frente. va a ser exigente, lo que mantendrá despierto al empleado y le hará, a su vez, ser exigente consigo mismo. Conviene pensar que la situación es como un master de aprendizaje en el que adquirirá experiencias válidas para un futuro. La adrenalina es un buen estímulo”. El jefe difícil que, además, no es bueno profesionalmente. Este sí que es un problema. Probablemente es difícil porque se siente inferior y es consciente de su poca preparación. Jiménez aconseja no caer en su juego, porque tienes las de perder. “Hay que actuar profesionalmente en todo momento y, sobre todo, no caer en la tentación del rumor fácil de poner verde al jefe que sólo empeora el ambiente”, añade. Distintas alternativas “Llevarse bien con el jefe y con el resto del equipo supone un 50% del éxito en el trabajo. De ahí que cuando el jefe que nos ha tocado es de los llamados difíciles, nos sintamos preocupados por la mejor forma de sobrellevar la situación”, afirma ➤ Abre tus miras y cambia de actitud Para ser eficaz con un jefe que no puedes soportar es esencial que consigas controlar tu actitud hacia él. Por lo general, no te quedará más remedio que soportarlo tal como es. Los siguientes consejos pueden ayudarte: Si conoces a alguien que se lleva bien con tu jefe problemá tico búscale y pregúntale cómo lo hace. La idea es que te transmita lo que piensa, cómo ve a esa persona, qué clase de cosas se dice a sí mismo para sobrellevar la situación. Averigua cuál es el estado interior que le permite tratar con el jefe difí- cil de un modo tan diferente a como tú lo haces. Relaciónate con tu jefe utilizando este estado interior hasta que hayas fabricado el tuyo propio. Compara los problemas con tu jefe difícil con los momentos más difíciles que has pasado a lo largo de tu vida o imagina escenarios de las peores circunstancias que podrían darse. Puede ayudarte a darle menos importancia a tu mala relación con tu superior. Cambia el modo de hablarte a ti mismo. ¿Qué tipo de pensamientos tienes respecto a la situación de estar trabajando con un jefe tan difícil? Si tienes pensamientos del tipo: “A mí no me pagan para aguantar esta clase de abusos”, pregúntate cómo afectan a tu actitud y comportamiento. Tal vez sea mejor sustituirlos por otros más positivos como: “Voy detrás de lo que quiero y quiero lo que consigo. En alguna parte de esta experiencia hay una oportunidad. Puedo ser flexible...”. Fuente: ‘Cómo tratar con gente a la que no puede soportar’, Rick Kirschner, Ed. Deusto w w w . e m p r e n d ed ore s . e s w w w . e m p r e n d ed ore s . e s CAPITAL HUMANO Trabajar 40 horas en un clima de completa hostilidad puede destrozarnos ➤ Jaime Lladó, director general de Right Management Consultant y recomienda las siguientes estrategias para tratar con un superior complicado: Plantéatelo como un reto. “Trabajar con un jefe difícil es un auténtico reto profesional y no todo el mundo es capaz de hacerlo. De hecho debería ser una habilidad a adquirir, porque es bastante probable que tengamos que trabajar con alguno de ellos. Aunque sea una colaboración esporádica, hemos de procurar dejar constancia de que hemos sabido trabajar con esa persona, lo que nos convertirá en empleados deseables por ser personas que se esfuerzan en cooperar”, asegura Lladó. Establece los límites por los que no estás dispuesto a pasar. Si no puedes cambiar de trabajo, deberás adaptarte a la situación, pero marcando los límites de lo que no estás dispuesto a hacer. Mostrar el sincero deseo de seguir el ritmo impuesto. “En el caso de que trabajes con un jefe muy duro, porque es extremadamente exigente y muy difícil de seguir, lo primero que debes intentar es tratar de aumentar tu comunicación con él para poder descubrir una mejor forma de cooperar. Dile que estás haciendo lo posible para seguirlo, pero que te está costando y estás buscando la manera de conseguir la velocidad que se espera de ti,” apunta Lladó. La opción por la cooperación. Si tu jefe es difícil porque tiene pocas competencias pero es una persona con trato humano, trata de cooperar con él. Cuidado con caer en la tentación d e querer ➤ w w w . e m p r e n d ed ore s . e s 8 Galería de jefes difíciles Te presentamos un escaparate con algunos de los jefes difíciles más comunes. “Teniendo en cuenta que este tipo de personas no podrá ser totalmente evitado, una pequeña vacuna sobre cómo tratarlos puede ser un buen antídoto a la hora de relacionarte con ellos”, asegura Wess Roberts en su obra ‘Tiranos, víctimas e indiferentes’. LOS PLAÑIDERAS uisquillosos y amargados, son personas quejicas cuyo rasgo más destacado es su incapacidad para afrontar la más pequeña adversidad. Son nerviosos, impacientes e inestables emocionalmente y suelen ser desconfiados. Como jefes, son ese tipo de personas que hacen que odies ir a trabajar. Llegan cada mañana preocupados con un permanente presentimiento de que algo malo va a ocurrir. Y pueden desatar su hostilidad más rápido que un trueno. La buena noticia es que, salvo raras excepciones, sus quejas permanentes y su actitud fatalista les dejan fuera de los puestos de mando. Q Cómo tratarlos: ◗ Protégete con un paraguas emocional. Cuando un jefe víctima perenne empiece a descargar su cólera sobre ti, deja que pase la tormenta y echa la bronca en saco roto. Es una buena táctica tratar de sonreír y agradecerle sus comentarios peyorativos, pues lo que espera de ti es que su actitud te empequeñezca. ◗ Rechaza las críticas injustas. Déjale claro que escuchará todo lo que tenga que decirte, pero en ningún caso tolerarás insultos personales. Te sorprenderás del cambio que esto provocará en vuestra relación. ◗ Sé positivo y productivo. Si te muestras alegre y productivo, te dejará en paz, porque lo que busca es compartir su desgracia y es incapaz de relacionarse con personas felices. LOS CURROADICTOS on personas tensas, poco sociables, muy competitivas y bastante dominantes. Exigen una dedicación absoluta por parte de sus subordinados. No delegan nunca su autoridad, porque lo perciben como una pérdida de control. S Cómo tratarlos: ◗ Pon límites a tu dedicación. Deja claro a tu jefe cuándo estás y cuándo no estás disponible para atender a sus requerimientos. ◗ Pon por escrito las cosas importantes. Normalmente los jefes trabajo-dependientes son desmemoriados. ◗ Cumple tus plazos. Se dedican a dar charlas sobre cómo deben manejarse los proyectos, en lugar de supervisarlo para que tú puedas avanzar en tus entregas. cuentan con las personas adecuadas, porque quieren evitar a toda costa tener que supervisar de una manera activa los proyectos. ◗ Soluciona los problemas tú mismo. Debes recurrir a tu jefe calzonazos únicamente cuando un problema se encuentra completamente fuera de tus atribuciones. LOS CALZONAZOS LOS FANTASMAS páticos e indiferentes, holgazanean durante todo el día, sin centrarse nunca en sus obligaciones. Suelen ser personas brillantes, a las que su trabajo no les motiva. Se les podría describir como aburridos más que como vagos. Como jefes, los calzonazos suelen tomar decisiones muy acertadas a la hora de formar su equipo. Se rodean de personas competentes y motivadas que requieren de poca dirección o apoyo para salir adelante. Así, son capaces de delegar sus responsabilidades y su control sin miedo a que sus subordinados les decepcionen. A Cómo tratarlos: ◗ No pidas permiso. Si solicitas instrucciones con excesiva frecuencia lo percibirán como una muestra de que no estás preparado para tu trabajo. ◗ Informa con frecuencia, pero no cada día. Cuando reciben una excesiva cantidad de informes, los calzonazos pueden llegar a la conclusión de que no on autoritarios, arrogantes y engreídos y se consideran a sí mismos los únicos con capacidad para hacer las cosas. El verdadero problema de tratar con ellos radica sobre todo, en su ejercicio dictatorial del poder, que intimida y espanta. Suelen intimidar a la mayoría de las personas y son tan insensibles que, inconscientemente, provocan que otros se sientan mal consigo mismos. S Cómo tratarlos: ◗ Sé consciente de quién manda. No comparten su poder con nadie. No ganarás ninguna lucha de poder con ellos, así que no pierdas tus energías en el intento. ◗ Si quieres que te respete y te trate bien debes presentar con un planteamiento bien pensado y útil. Son arrogantes, pero capaces de escuchar. ◗ Aprende a diferenciar las humillaciones de las críticas constructi- vas. Este tipo de comportamiento es simplemente su estilo de dirección. ◗ No seas un pusilánime. Enfrentarte a un jefe fantasma y abusivo es menos peligroso de lo que parece. LOS MODELOS DE PASARELA uperficiales y engañosos, son poco sinceros, impresionables, mentirosos y manipuladores y poseen un gran instinto de supervivencia. Están dispuestos a delegar sus responsabilidades, pero nunca su autoridad. Los resultados son otro cantar: si son buenos serán los responsables, si son malos serán culpa de otro. S Cómo tratarlos: ◗ Protégete con un escudo contra la seducción. Son capaces de seducirte para que hagas por ellos lo que nunca harías voluntariamente. ◗ Acepta que te controlen. Cuanto más informado le mantengas, más espacio te concederá para respirar. ◗ Evita los tecnicismos. Tienen una formación técnica más bien limitada, así que los tecnicismos no le impresionarán. Les causarán frustración y redundará en tu prejuicio. LOS GUARDIANES DEL DEBER autos y vigilantes, son los reyes oficiosos de las normativas del sistema. Son personas lentas, carentes de originalidad e insistentes. C Cómo tratarlos: ◗ Haz que las reglas se adapten a la situación. Intenta convencer a tu jefe de que las normas proporcionan un marco en el cual poder trabajar y que las reglas deben ser lo suficientemente amplias para que se puedan aplicar en una determinada situación no prevista. ◗ Haz todo lo que puedas por resultar amable. Tienden a carecer de habilidades sociales y amigos. Si te muestras cortés y simpático, responderás en parte a su necesidad de amistad y, en compensación, el quizá sea más flexible. LOS BUSCACULPABLES on guardianes de la moral por decisión propia, muy reservados, inflexibles y aduladores. Se ofenden con facilidad. Son personas frías, sin sentido del humor y sólo actúan de manera compasiva con los individuos que piensan como ellos. S Cómo tratarlos: ◗ Niégate a ser un espía. Te convertirás en una fuente de información confidencial que tu jefe intentará explotar. ◗ Sé discreto. Cualquier cosa que le digas puede ser utilizada en tu contra. ◗ No te obsesiones. Son incapaces de desarrollar su papel de policía moral y a la vez dirigir su departamento. LOS ANDROIDES bedientes y descuidados, son personas inseguras que dependen absolutamente de la buena voluntad de los demás trabajadores. Están constantemente angustiados, con su trabajo y con su vida, con todo. Son sumisos, carecen de imaginación y, sobre todo, tienen una pobre opinión de sus propias capacidades. Guardan obsesivamente sus sentimientos, no se manifiestan y no O expresan sus opiniones negativas acerca de otros. Como jefes, les cuesta mucho motivar a sus colaboradores, delegar responsabilidades o tomar sus propias decisiones sobre proyectos. Suelen ahogar la creatividad y limitar la espontaneidad, la innovación y el riesgo. Cómo tratarlos: ◗ Dale soluciones, no problemas. Son demasiado inseguros como para manejar las dificultades de forma efectiva. En vez de informarle sólo de los problemas y los obstáculos que te vas encontrando, infórmale de todos los pasos que estás dando para solucionarlos. ◗ Haz propuestas razonables. Tienen aversión al riesgo. No esperes que se expongan al peligro, aunque sea para ayudarles a prosperar. Si mantienes tus propuestas arriesgadas dentro de un límite, te apoyarán, aunque sólo sea para mantenerte contento y así evitar que les molestes demasiado con propuestas o tomas de decisiones que les angustien. CAPITAL HUMANO 8Galería de jefes difíciles LOS HIPERSENSIBLES on altruistas por naturaleza. Tienen una gran capacidad de sacrificio y hacen el trabajo de aquellos subordinados que consideran con un rendimiento bajo, aunque éstos tengan la capacidad de hacerlo mejor, para evitar que sufran las consecuencias negativas de su negligencia. Tienden a creerse los responsables de desarrollar relaciones armoniosas entre sus subordinados y a pasar por alto comportamientos que requerirían una respuesta disciplinaria. Se inmiscuyen en asuntos que están fuera de sus responsabilidades. S Cómo tratarlos: ◗ Llevarse bien con ellos implica ayudarles a cambiar su imagen de centinelas de la felicidad de todos y alejarlos de su necesidad de ser el centro de atención. Una vez que entiendan que preocu- parse de su trabajo debe ser su prioridad máxima, verán que son verdaderamente valorados cuando desempeñan su trabajo con eficacia. Otros jefes insoportables Los lobos solitarios Son independientes y seguros de sí mismos. Congenian bien con las personas con iniciativa que requieren poca supervisión. Prefieren deshacerse de los mediocres antes que dedicarles tiempo y esfuerzo. Cómo tratarlos: LOS TIRANOS TEMPERAMENTALES ◗ Toma la iniciativa. Si demuestras un poco de arrojo, se puede convertir en un buen tutor. arecen estar siempre enfadados con el mundo. Están obsesionados con la autoridad y con el cumplimiento de objetivos. Tienden a dar órdenes antes que intentar convencer con sus propuestas. Evitan dirigir a personas que confían en sí mismas o bien conectadas. ◗ No prepares excusas. Es mejor ser directo y pedirles consejo para solucionar de la mejor manera la situación. P Cómo tratarlos: ◗ Intenta conocer su estado anímico con antelación. Llevarse bien con ellos exige conservar la calma, ayudarles a tomar conciencia de su forma de ser y no admitirles excusas en sus deseos de venganza y sus diatribas. Los pulgas saltarinas Son caprichosos y olvidadizos y tienen una capacidad limitada de focalizar su atención. Como jefes son desorganizados y planificadores desastrosos. Cómo tratarlos: ◗ Ayuda en las tareas de dirección. Preséntate voluntario para ayudarle a organizar y planificar los proyectos y acciones. ◗ Sé diplomático: Convocan reuniones innecesarias, te involucran en conversaciones irrelevantes o dan órdenes faltas de lógica. Los desafiadores secretos Cínicos y taciturnos, optan por ser ineficaces de manera premeditada. Parecen tener un profundo sentimiento en contra de las personas con autoridad. Expresan su carácter combativo, mediante su obstruccionismo pasivo y su intencionada pérdida de tiempo. Como jefes, son capaces de cumplir, pero no quieren hacerlo. Reaccionarán cuando se les haga ver que desempeñar sus obligaciones les reportará más satisfacciones que revolcarse en una mezcla de autocompasión y rabia silenciosa. Cómo tratarlos: ◗ Ten iniciativa, trata de ser independiente y optimista. Llevarse bien con ellos implica dejarles claro que cualquier desafío les cerrará las puertas de futuras oportunidades laborales. Es probable que sea difícil porque se siente inferior y poco preparado ➤ demostrar que vales más que él porque puede volverse en tu contra. Toma distancia emocional. “Trabajar en un clima de hostilidad durante cuarenta horas semanales puede destrozarte tanto física como anímicamente”, aseguran Pepe García Romero y Daya H. Rolsma en Trabajando con el enemig o . “El manejo de la emoción es el punto clave en la solución del conflicto. Si tomamos distancia emocional y conseguimos ver la situación desde fuera, conseguiremos adaptarnos y buscar eficaces soluciones”, opinan los autores. Plantéale la situación al jefe de tu jefe. Si a pesar de haber seguido todas estas estrategias, convivir con tu jefe continúa siendo imposible, acude al superior inmediato y explícale el problema de la forma más objetiva que puedas. Puedes plantearle el tema personalmente o en una reunión, pero asegúrate previamente de que tus compañeros van a apoyar tu punto de vista para que no parezca que es un enfrentamiento personal entre tu jefe y tú. Además, en muchas ocasiones, los jefes de los jefes no son completamente ignorantes de la personalidad de sus colaboradores directos y toleran estas situaciones de conflicto. Si las quejas proceden de todo un equipo de trabajo, tendr á más c omplicado continuar haciendo "la vista gorda". Eva Rodríguez Más a fondo Tiranos, víctimas e indiferentes. Wess Roberts. Ed. Empresa Activa Trabajando con el enemigo. Varios autores. Ed. DeBolsillo Cómo tratar con gente a la que no puede soportar. Rick Kirschner. Ed. Deusto ¡No mates a tu jefe! Samuel A Culbert. Ed. Paidós Llévese bien con su jefe en una semana. Sandi Mann. Gestion 2000
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