20 de mayo de 2002 Hno. Aurelio Arreba Año 1, Nº 1 Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. Partiendo del documento “LA MISION DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE LA SAGRADA FAMILIA HOY”, publicado, luego de varios años de reflexión sobre nuestro carisma, en Roma, en 1999, te presentamos este trabajo realizado por el Hno. Aurelio Arreba, fruto de la reflexión y la experiencia recogidos durante estos años en la Provincia San José de Uruguay. Creemos que es un material que nos orientará en nuestra tarea como educadores “Sagrada Familia” y nos brindará pistas y caminos muy claros para la animación de nuestras comunidades educativas. La animación implica iniciar y acompañar los procesos de crecimiento y compromiso. Este aporte que hoy ponemos en tus manos pretende ser una herramienta de trabajo que nos ayude a reflexionar personalmente y en equipo sobre nuestra misión de servicio a la evangelización, a la que todos estamos llamados, con la impronta y la perspectiva del carisma que nos legara el Hno. Gabriel Taborin. 1-. La Comunidad Religiosa Revitalizar y profundizar a nivel de la Comunidad todo lo que se refiere a la dimensión de la Consagración. Realidad ésta que, tanto cuanto es vivida y encarnada por la Cdad, ofrece algo que le es propio y aquí radica de alguna manera nuestra razón de ser en la tarea educativa. Esta vivencia e incorporación existencial permite imprimir en la escuela una acción particularmente EFICAZ POR NUESTRA : l especial Consagración l por la particular experiencia de los dones del Espíritu l por la escucha de la Palabra l por el ejercicio del Discernimiento l por el rico patrimonio de las tra- diciones educativas acumuladas a través del tiempo por el Instituto l por el profundo conocimiento de la Vida Espiritual. Estos son para nosotros objetivos a conseguir cada vez más. Seremos fieles y proféticos en la medida que seamos coherentes con la palabra Hno. Aurelio Arreba que transmitimos. Nuestra presencia de consagrados es imprescindible en nuestras Comunidades Educativas porque estamos llamados a ser ejemplo de entrega sin reservas y gratuitamente que es lo específico del “ sentido de Dios”. La Cdad. Religiosa es el marco de referencia para el “ser y actuar” de toda la comunidad educativa y ejerce una función esencial e insustituible: ser memoria y presencia del carisma del Hno. Gabriel, siempre vivo y actual. Cada Hno. de la Sagrada Familia es testigo y profeta no un mero profesional de la enseñanza. Como el Hno. Gabriel en su medio y en su tiempo, somos animadores de la comunidad educativa y formadores de animadores. Entre las tareas educativas y evangelizadoras de la Comunidad local están: l Animar e inspirar el Proyecto Educativo asegurando la integración de todos los elementos: Educar, formar y acompañar. Dirección, contenidos y coherencia. Amor, trabajo y cultura. Centrar, equilibrar y hacer más madura la personalidad, y educar para un proyecto personal ilusionado. l Garantizar las líneas de la acción formativa, a todos los niveles: promover una actitud de acceso a la cultura, es decir, al conocimiento, a la ciencia, a la verdad y mayor libertad. l Crear un ambiente animado por el espíritu de familia: oración, trabajo, amor. Apertura a lo transcendente, a lo que va más allá y me supera; al respeto de la identidad, la autonomía y lo diferente. Crear una pedagogía del esfuerzo que propicie el dominio personal y el equilibrio que haga efectiva la libertad. Poder experimentar la dialéctica de la vida 2 / Mayo 2002 / Nº1 l l l l y del Misterio pascual: “Para llegar a donde quieres, tienes que ir por donde no quieres. La sabrosa y jugosa fruta, en tierra fría y seca se recoge” Favorecer la PARTICIPACIÓN DE LOS COLABORADORES, ofreciendo puestos de responsabilidad a quienes tengan: cualidades, preparación e identificación con el Carisma . Animar el proceso de crecimiento de la comunidad cristiana en el Centro. Ser modelo de cómo integrar oración y trabajo, del vivir en la dimensión histórica y el ser signo de hacia donde caminamos. Compartir con los laicos momentos de oración. Ser nexo entre el Colegio, la Congregación y la Iglesia. 2- Los Educadores Una sociedad secularizada tiende a rebajar y desfigurar la Mística vocacional del educador y eliminar su dimensión apostólica. Crea un dualismo separando la persona de su función, sin que el hacer implique el ser. Se le considera como un simple enseñante, transmisor de conocimientos lo que por consecuencia hace que se le confíe solamente esa tarea separándola de su testimonio de vida y capacidad como persona de transmitir valores transcendentes. Esto hace que se confíe a religiosos o catequistas la tarea de evangelizar logrando con eso romper la síntesis FE-CULTURA-VIDA en su mismo eje: EL EDUCADOR. Se le vacía así de un aspecto clave de su identidad. La Eclesiología de Comunión y Participación invita y compromete a todos los fieles a ser responsables, agentes activos en la educación evangelizadora. Pocos cristianos estamos tan cualificados como los educadores para conseguir el fin de la evangelización, que no es otra cosa que procurar encarnar el mensaje y proyecto de hombre cristiano en la existencia de cada hombre. “El educador laico es aquél que ejercita su ministerio en la Iglesia viviendo desde la fe su vocación secular en la estructura comunitaria de la Escuela”.(LCTFEC Nº 24 ). No es suficiente una formación intelectual, pedagógica e incluso teológica ; es necesario, sobre todo, que los educadores seamos conscientes de la vocación y misión que hemos recibido y de la capacidad implícita que llevamos como seres humanos de ser significativos, generadores y de dar sentido a la existencia. Como Educadores Cristianos Somos: l Mediadores entre el Mensaje cristiano y el educando. Como guías y acompañantes de los alumnos, los ayudamos a ir avanzando en su proceso de maduración humana y cristiana, con una presencia cercana y estimulante. l Mediadores en el diálogo fe cultura. Lo que nos exigirá una formación permanente para poder hacer una lectura cristiana de la cultura actual en estrecha colaboración con nuestros compañeros de otros departamentos y el claustro entero de los profesores. l Mediadores entre la Comunidad cristiana y los jóvenes. Obramos siempre procurando superar todo aislamiento o reducionismo. Señalamos Algunos Cometidos de Nuestro Ministerio l Asumir vitalmente el Proyecto Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. Educativo Cristiano del Colegio. l Ejercer el ministerio laical facili- tando a los alumnos la síntesis FECULTURA Y VIDA. l Mostrar una firme decisión de servir a la Iglesia . l Contribuir a transformar la Comunidad Educativa en Comunidad cristiana. l Todo esto no implica mermar o ir en contra de la profesionalidad ni de la calidad de la enseñanza sino que por el contrario la exigen previamente. El Hno. Gabriel nos dice al respecto: “el deber principal del educador es el de dar a los niños una buena educación” (NG, art. 643). El amor al trabajo es un elemento esencial de nuestro ser, pedagogía e identidad. En el Taller de Nazaret y en la vida del Hno. Gabriel esto es como el alma de la vida junto con el amor a la cultura, el clima de las relaciones y la aspiración a la transcendencia. El Hno. Gabriel resume así algunas de las exigencias , características y orientaciones pedagógicas: l El amor al trabajo. l Amor al estudio y educación intelectual. l desarrollar la capacidad de juicio observando los hechos. ( NG. Art. 645) l Esto nos exige a nosotros educadores: l Una preparación cuidadosa de nuestras clases y actividades. l Corrección de las tareas y ejerci- cios de los alumnos. l Programación y evaluación de las materias. l Apoyo complementario a los alumnos que presentan dificultades. l UNA PEDAGOGIA DEL ESFUERZO que propicie la adquisición de un carácter y voluntad firmes capaces de desplegar la libertad, el l l equilibrio y el dominio. Una conciencia esclarecida y una escala de valores que propicie en nosotros y en los educandos disposiciones respecto a la conducta, el carácter y los hábitos en tensión hacia lo mejor. Esto permite el descubrimiento de las virtudes y de los valores. Intentar estimular a valorar el tiempo, la capacidad de renuncia como experiencia de libertad; tallar, pulir, limar la propia personalidad hasta lograr el mejor perfil de la propia existencia. Estimular la capacidad filosófica en cada uno, considerada ésta como meditación y lectura de la propia vida que nos llevará y les llevará a compartir, como el ámbito propio para crecer y desarrollarse. La necesidad de formación permanente a través de la que conseguimos: actualización académica, mejorar nuestros métodos y técnicas, profundizar en nuestra identidad como educadores cristianos. 3-. Los alumnos - los educandos Son los protagonistas de su propia educación y los que mejor pueden influenciar en los propios compañeros. Cuando el Hno. Gabriel intuía y entendía que valía la pena dedicar toda la vida a educar a los niños y jóvenes, bien sabía la influencia que éstos tenían en toda la sociedad. Era la mejor manera de construir la Iglesia y mejorar el mundo “DEDICARSE A FORMAR BUENOS CIUDADANOS PARA LA SOCIEDAD E INTELIGENCIAS DIGNAS DE DIOS (...). SE PUEDE DECIR QUE NINGUNA MISIÓN ES TAN NOBLE AQUI EN LA TIERRA QUE LA DE ACTUAR SOBRE EL ESPÍRITU HUMANO TRANSMITIÉNDOLE LA LUZ, LA VERDAD Y LA VIRTUD”. En esta época de cambio, la situación de los niños y jóvenes no es fácil, sino que se presenta como muy problemática en muchos lugares del Planeta. La Congregación para la Educación Católica afirma al respecto: “La escuela católica se ve obligada a relacionarse con adolescentes y jóvenes que viven las dificultades de los tiempos actuales. Se encuentran con alumnos que rehuyen el esfuerzo, incapaces de sacrificio e inconstantes y carentes, comenzando a menudo por sus familiares, de modelos a los que referirse. Hay casos cada vez más frecuentes en los que no solamente son indiferentes o no practicantes , sino faltos de la más mínima formación religiosa o moral. A esto se añade en muchos alumnos y en las familias un sentimiento de apatía por la formación ética y religiosa, por lo que al fin, aquello que interesa y se exige a la escuela católica es sólo un diploma o a lo más una instrucción de alto nivel y capacitación profesional “ (ECUTM ). Hoy sabemos que la educación no es solamente para los jóvenes, sino también a partir y con los jóvenes. Para intentar que las NUEVAS GENERACIONES accedan y se comprometan con la CIVILIZACION DEL AMOR será necesario que los acompañemos a recorrer un itinerario que tenga en cuenta la realidad de la cultura POSTMODERNA: El encanto de lo bello, una estética superficial. En estos últimos años muchos jóvenes han crecido al amparo de los beneficios de los padres donde todo ha sido a “pedir de boca”, y se han acostumbrado a un clima de bienestar material y de facilidad generalizada y a unas pautas de comportamiento poco costosas y gratificanSan José / SUPLEMENTO / 3 Hno. Aurelio Arreba tes. Dedican mucho tiempo a bailar, a los amigos, a hacer deporte y dejan de lado lo que exige una lucha y pasión futura. Buscan en la vida afectiva la ternura y el descubrimiento de sí mismos. Su tendencia no es a separar la afectividad de la sexualidad. Lo que gratifica me lo consiento. Son más flexibles, dóciles, aman la compañía, la adaptan a las exigencias individuales y escuchan a los padres y educadores que están cerca de ellos. Se sienten más fascinados por la belleza que por la verdad. En general les conforma más la forma que el contenido. A Dios lo ven como un aliado que vendría a ser un amigo que bendice y permite todo lo que me permito, lo que a mi me gusta y no me exige ni interpela para nada. Horizontes sin cielo, inmanencia indiferente. Para estos jóvenes el ejercicio de la libertad es una empresa difícil que se ve dificultada por inteligentes y calculados programas de distracción y gratificación personal. Los demás están en función de este objetivo. Es una cultura replegada sobre sí misma y que excluye así todo tipo de INTERLOCUTOR QUE NO ME DIGA LO QUE QUIERO ESCUCHAR. En general están marcados por la “fascinación y vértigo de lo inmediato”. Cualquier instancia hacia formas de vida que dejen espacio para lo absolutamente otro que llama e interpela, choca enseguida con la indiferencia social, el relativismo cultural y el subjetiv ismo existencial. En este contexto la consideración o propuesta de otro estilo de vida u opción no ha de interpretarse simplemente como positivo o negativo sino como un criterio de discernimiento y de posibilidad de salir de esta cultura sin horizonte ni cielo. 4 / Mayo 2002 / Nº1 Interpretaciones parciales, adaptación con fundamento. Teniendo en cuenta las premisas culturales que hemos venido viendo no podemos esperar de la generación joven un esquema de interpretación que favorezca la idea de compromiso, vocación, dedicación a un ideal que no rinda en términos efectivos e inmediatos. Y esto no porque se esté en contra de un proyecto global y permanente sea a nivel de matrimonio como de vida consagrada, sino simplemente porque, se es incapaz de sostener dicho proyecto. Un proyecto de vida basado en valores permanentes y eternos, al que haya que permanecer fiel toda la vida, no es fácil de mantener. Entregados a un lenguaje predominantemente sensitivo, a veces experimentan momentos de satisfacción y momentos de angustia. Cuando el malestar avanza o se le induce a que la experimente es cuando el joven se siente espoleado al ejercicio de la libertad porque necesita imperiosamente buscar el sentido. Hay situaciones en las que el joven vive momentos de dificultad porque se encuentra disociado en su interior; se encuentra dividido y no sabe qué hacer. La búsqueda de sentido que realizan se nutre sólo de manera intermitente, sostenida por determinadas ocasiones, emociones y circunstancias, diversas en cada caso. El joven se ve obligado a manejar dos identidades contradictorias: una ideal, la de las aspiraciones, y más noble que cultiva constantemente pero que corre el riesgo de ser irrelevante en la práctica; y otra que podemos llamar más ordinaria, la que está marcada por las realidades humanas que a menudo es más determinante en lo que se refiere al comportamiento, aunque no siempre es reconocida e integrada en la conciencia. El riesgo consiste en ser sinceros pero falsos. Por eso el joven que busca su camino en la vida se muestra a menudo inconstante y vacilante, y necesita una labor seria de acompañamiento. Le gustaría ejercer mayor control sobre su estilo de vida y sus formas de comportamiento; acaba cansándose de todo lo extraordinario y se contenta con la rutina, aunque quiere enriquecerla con múltiples sensaciones; le cuesta comprometerse psíquicamente, no encuentra ninguna morada estable y, si la encuentra, al poco tiempo quiere abandonarla. Todas estas observaciones constituyen sin duda una fotografía necesaria a la hora de acercarse al mundo juvenil. Este es el hecho educativo: “hoy, un joven, para llegar a tomar decisiones, tiene que aprender a manejarse en medio de la fragmentación y confusión que hay en su interior, tiene que iniciar un proceso de unificación interna, redescubrir los fines que dan razón de los valores objetivos, dando sustento a la experiencia diaria. Se pueden condensar todas las vivencias de los jóvenes en dos grandes experiencias, dentro de las cuales ha de desplegarse la libertad del que elige su propia vida. Estas experiencias significativas están representadas por la SATISFACCIÓN Y EL DESEO en que el joven se encuentra, por un lado, y el abismo de la angustia en el que puede caer en la dura lucha de la búsqueda de su propia identidad, por otro”. Esta es la tarea clave, la propuesta y desafío fundamental que tenemos en todos los procesos e itinerarios en nuestro trabajo de educación y formación. Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. El movimiento de la satisfacción Esta experiencia de la satisfacción reclama una atención detenida: detrás de ella se esconde a menudo una gran ausencia de deseos y, más en profundidad, a veces, difícil de desenmascarar, el vacío de la angustia. En general los jóvenes están satisfechos con ese tenor de vida que llevan de sensaciones y emociones intermitentes y del vértigo de la búsqueda de satisfacciones o gratificaciones que ahondan cada vez más simplemente el sentido de vacío. Coincidimos con los que sospechan que debajo de esta aparente tranquilidad se esconde, como las brasas debajo de las cenizas, un material psíquico y relacional capaz de dar vida a nuevos y más radicales conflictos. Está por examinarse siempre qué es en realidad esta satisfacción y qué tipo de malestar potencial, de mal disimulada carencia o de peligroso conflicto se esconde debajo de la superficie de esa vida. Esto nos permite observar detrás de las experiencias inmediatas las predisposiciones que pueden darse para un compromiso mayor o para su completa anulación. El tema de la satisfacción en nuestra cultura es un elemento clave y determinante para la formación y educación de la personalidad. Hay que prestarle una atención especial y urgente para poder descubrir las energías que hay en esta experiencia y ponerlas al servicio de la estructuración de la personalidad. La satisfacción es el término de un proceso continuo de acaparamiento de todo lo que uno encuentra en su camino: personas, cosas, mundo, incluso Dios. Se trata de un movimiento hacia el “yo”, de un movimiento egoísta de supervivencia. El sa- tisfecho es el que todo lo orienta hacia sí mismo y se desentiende de todo aquello que no le interesa, le exige salir de sí mismo, comprometerse y gastarse. La satisfacción implica un proceso de identificación de todo con el sujeto en el que este queda colmado por completo y privado de toda posibilidad de relación real con todo lo que no es él mismo. Toda distancia entre el sujeto y el otro, QUE ES LO QUE CONSTITUYE LA POSIBILIDAD DE LAS RELACIONES HUMANAS TIENDE A ANULARSE, PORQUE EL YO LO ABSORBE TODO. Aquí estamos tocando una dimensión importantísima, por no decir “la dimensión”, del proceso de personalización-autonomía y libertad. Nada sin autonomía, nada sin despegarse, separar y distanciarse del pegoteo y acaparamiento para poder elegir y amar realmente. Decimos que la generación actual es una generación “satisfecha” porque su inclinación es a servirse de todo como si todo estuviera al servicio de su “yo” y el “yo” fuese su dios porque todo lo que lo rodea no tiene para el joven una dignidad autónoma, sino que se tiene que inclinar hacia él sí o sí. Es asimilado por él como si fuera propio por lo que todo lo que lo rodea y, él mismo, pierde toda su consistencia, se diluye y deja de existir. La satisfacción conduce entonces al sujeto satisfecho A LA SOLEDAD MAS RADICAL. Por otra parte, todo aquello que el sujeto no logra reducir al ámbito de sus necesidades, es decir, lo que no le satisface, tiende a censurarlo y olvidarlo, no se opone a ello, pero tampoco le preocupa. La cultura occidental ha gastado demasiadas energías en favorecer en los sujetos este sentimiento de satisfacción, llegando a un punto en que los sujetos, las familias y las comunidades corren el riesgo de morir de soledad. No son capaces ya de pagar el precio y disfrutar de unas verdaderas relaciones con los demás, relaciones que sin duda exigirán dedicación y sacrificio. Al otro no lo puedo considerar como asimilable a mí. Nadie puede llamarme ya porque yo soy quien da nombre a las cosas. La consecuencia inmediata de todo esto es la búsqueda vertiginosa de dos formas de vida: LA DIVERSIÓN Y LA INDIFERENCIA. La búsqueda exasperada de la diversión y la cómoda indiferencia ante todo lo que no resulta atractivo son los primeros frutos de la satisfacción que caracteriza a los jóvenes de hoy. Esto pone de relieve la EXTRAORDINARIA importancia que en la constitución de las vivencias significativas de los jóvenes puede adquirir el modo de emplear el tiempo libre y lo que se conoce como OCIO. Reconocer que estamos ante una juventud marcada por la cultura de la SATISFACCIÓN implica tener claro que la satisfacción es un estado de bienestar momentáneo y que para una mirada educativa de más amplio horizonte se revela como un movimiento que conduce a la soledad, angustia y a la muerte a través de tantas formas de escapismo pues la satisfacción no se colma intentando satisfacerse. La necesidad que se satisface inmediatamente lleva irremediablemente al EGOÍSMO, mata los deseos de algo más que la simple satisfacción y anula el futuro. El deseo, en cambio, nos hace salir decididamente de nosotros mismos y estar atentos a los mensajes del infinito. Si la vocación entra en la historia como una revelación de un proyecto de futuro, es necesario que sepamos despertar en los jóvenes las dinámicas del deseo. San José / SUPLEMENTO / 5 Hno. Aurelio Arreba Las dinámicas del deseo Mientras que en el movimiento de la satisfacción todo se pone al servicio del sujeto, que tiene la necesidad de satisfacer imperiosa y compulsivamente, en la génesis y desarrollo del deseo el CONTENIDO de lo deseado, es decir, lo que está fuera del sujeto, es mucho más importante que el que desea. Esto permite el proyectarse, relacionarse y poner las energías en orden a lo que deseo. La necesidad nunca se satisface porque la necesidad está señalando el carácter limitado del ser humano. La única manera de cortar el círculo vicioso de satisfacer la necesidad es reconocerla, hacerla consciente y aceptarla lo cual permite manejarla y poder decidir si vale la pena insistir en satisfacerla o posponer esa necesidad por algo mejor que espero y deseo. Educar los deseos, el desear, expresarlos, reconocerlos, potenciarlos y no asustarse ni traumatizarse por lo que siento y deseo es una manera de cultivar las energías y potenciar el futuro de la personalidad. Otro paso será hacia dónde orientar esas energías y Quién las puede satisfacer. Cuando un hombre y una mujer se abren a las DINAMICAS DEL DESEO, se abren al encuentro de alguien que es mayor que ellos en cuanto que está más allá de ellos mismos y eso permite la dinámica de la relación y del crecimiento: ALGUIEN ME ESPERA. Esta actitud permite que la vida circule y no se estanque en mis propias necesidades y espejismos. Es muy distinto SABER QUE ALQUIEN ME ESPERA(y en esto hay que educar)QUE ESTAR ESPERANDO QUE TODO Y TODOS VENGAN A MI. Dicho de otra manera es la ley DEL EMBUDO O DEL SURTIDOR que no son más 6 / Mayo 2002 / Nº1 que dos formas de concebir y vivir la vida: EMBUDO=todo para mí. SURTIDOR= ser con, por y para los otros. Sencillamente esta última es la que se ajusta a las verdaderas necesidades humanas y no la primera. El no darse cuenta de esto lleva a querer desear y satisfacerme en todo y por medio de todos. Desear significa prometerse, es decir, echarse hacia delante, ponerse ante alguien a quien uno se ofrece en forma de entrega sin condiciones, de don de sí mismo, de amor. El deseo es alimentado y vivificado por lo que o quien es deseado, no por el que desea. El deseo permanece vivo sólo si entre el que desea y lo que es deseado se establece una DISTANCIA, que puede variar pero nunca suprimirse. Esta distancia es lo que permite precisamente que nazca lo que podemos llamar una RELACION. Solamente donde se da una relación real puede establecerse alguna forma de COMUNIÓN. El sujeto sabe que no se identifica ni puede identificarse con el “todo” y por eso deja espacio, a veces no sin dolor, para este distanciamiento que sólo la palabra, la presencia y la fidelidad del otro pueden colmar. El silencio se convierte así en ámbito de la palabra, la distancia en posibilidad de comunión y el objeto o sujeto del deseo SE CONVIERTE EN ALEGRIA DE LA VIDA. Toda revelación, todo descubrimiento y novedad se produce en forma de deseo. De hecho la Revelación cristiana y todo verdadero encuentro se da mediante la intuición de que otro-Otro se ha acercado a mí para prometerse y comprometerse como objeto de mi deseo y necesidades. Responder a una persona , desde el hermano más humilde hasta el mismo Señor(el prójimo y Dios), significa desearla a ella y su voluntad. Vivir con la convicción de que su voluntad es el alimento de mi persona y de mi vida; su presencia es el tiempo de mi futuro; sus palabras son indicaciones de mi camino; la misión que me confía es la que me proporciona, personalmente, el bienestar; y su contemplación es para mí la paz. La paz, de hecho, es la forma suprema de la verdad. Para ayudar a entrar en esta dinámica, siendo que no están acostumbrados, es necesario introducirlos en un proceso de menos satisfacciones y más deseos, menos apatía y más responsabilidad, menos asimilación y más distancia, menos expresión corporal y más comunicación dialógica: estas son las dinámicas del deseo. Si la satisfacción sacia y lo reduce todo a uno mismo, el deseo en cambio vacía y despierta para la búsqueda, para la confianza, para el abandono radical que permite esperar más allá de la muerte. Si queremos disponer a los jóvenes para la escucha de los demás, para la solidaridad, la compasión y la apertura a Dios, habrá que introducir en la vida cotidiana muchas experiencias concretas en las que se encarna la lógica del deseo. Dinámicas del deseo son: l la eliminación de necesidades superfluas o creadas l el no quererlo todo para uno mis- mo l el no probar todas las experien- cias posibles l y muchas otra formas y experien- cias que propone la vida cristiana como es la capacidad de renuncia a algo bueno por algo mejor l la capacidad de control en el tener, poseer, querer, etc. l el ejercicio de la verdadera libertad aprendiendo a escuchar, a callarse, a hacer silencio, a poner al otro primero que a uno mismo, a acercase al pobre y carenciado... Capacidad en último término de mantener la au- Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. tonomía de mi vida para que sea valiosa, significativa y deseable para los demás. Respecto de las cosas, del propio cuerpo, de los demás y de Dios hay una distancia que es menester mantener para no “con-fundirlos” como tapa-agujeros de nuestras carencias; dejar que sean autónomos también para poder establecer una verdadera comunión. Es la distancia en la que se construye el deseo, que en la experiencia histórica concreta nunca llega a saciarse y por eso mismo permite las relaciones humanas y la trascendencia, infundiendo siempre nuevo aliento e impulso a la vida. De lo contrario quedaría pegoteado. La soledad y el materialismo, gracias al deseo que va más allá de sí mismo, desaparecen; el deseo, aún manteniendo, siempre la forma de la alteridad, ES LA UNICA VIVENCIA QUE PUEDE MANTENER EL AMOR. Conviene no confundir, sin embargo, la experiencia de la satisfacción con la alegría. La alegría es el bienestar que brota en la persona cuando vive en el cuerpo y en el espíritu LA INTENSA RIQUEZA DE LAS RELACIONES HUMANAS, contemplando la belleza de la libertad, la verdad de las promesas y la fecundidad de la entrega. La satisfacción, en cambio, es el bienestar momentáneo del que siente que se calma la fascinación ilusoria y la voluntad-necesidad de apropiación de lo que le rodea = vacío = angustia = compensaciones = aniquilación. La diferencia entre la satisfacción y la alegría es exactamente la misma que la que hay entre el materialismo y la esperanza que va más allá de la historia. La generación juvenil tiene necesidad de alegría y por eso tendrá que volver a cultivar los grandes deseos. Esto costará esfuerzo, renuncia, espera y mucha con- fianza. Las nuevas generaciones y el sentido de su vida depende de esto. De esto depende también la familia sólida, las relaciones adultas, la fe adulta. Conviene no engañarse con “el más o menos”, suele ser muy peligroso para poner después la marcha atrás. Conviene no engañarse buscando soluciones intermedias: de esto depende también la subsistencia del concepto y de la experiencia de una verdadera responsabilidad, compromiso, proyecto, vocación. El milagro de la gracia de Dios es siempre imprevisible; no hay que olvidarlo. Pero tampoco hay que olvidar que el milagro de la gracia de Dios pasa a través de la historia y de la calidad de las relaciones humanas. Existencia y angustia Ante esta realidad cultural y valorativa que ofrece dicha cultura, si hay un esfuerzo necesario, parece ser el de reunir todas nuestras energías para dar una orientación a nuestra propia vida. Elegir significa por lo menos sobrevivir. A veces el adulto se irrita, pierde la paciencia: mira a los jóvenes y los ve lentos y apáticos, como acostumbrados a vivir en la incertidumbre. Quisiera tratarlos con mayor energía, quisiera que crecieran deprisa. Quiere que hagan en un momento lo que el adulto ha hecho en muchos años. La generación de los adultos parece inclinada a la nostalgia, a la autodefensa, a recuperar las antiguas seguridades o a abandonarse en una sorda resignación. La de los jóvenes, en cambio, parece que estuvieran perdiendo su identidad y fuera incapaz de pensar o desear un futuro mejor. Para muchos sigue estando al acecho el bienestar momentáneo, o la evasión de uno mismo, y simultáneamente la necesidad extenuante de relaciones excesivamente íntimas. Todo esto más la dificultad de soldar la propia his- toria, incursionar en ella, mirarla, reconocerla, adentrarse en el propio pasado y construir la propia identidad en estas condiciones es un lujo, y en una época en la que se impone la austeridad, un lujo poco conveniente. La identidad implica una historia personal, amigos, una familia, el sentimiento de pertenencia a un lugar. En estado de asedio el yo se contrae, se reduce a un núcleo defensivo armado contra la adversidad. El equilibrio emocional requiere un yo mínimo, no el yo soberano del pasado. Hay dos experiencias fundamentales que pueden constituir un punto de partida para los proyectos relacionados con las jóvenes generaciones. Se trata de dos vivencias cargadas de ambigüedad, pero que pueden ser sin embargo muy fecundas si se orientan adecuadamente: la experiencia de la angustia y la búsqueda de la propia identidad. Partiendo de ellas se puede avanzar mucho y no morir de depresión o narcisismo. Se puede llegar a un ejercicio responsable de la libertad ante las no fáciles decisiones de la vida diaria. Aventurémonos a entrar por esa senda que conduce a una nueva confianza en uno mismo y a un ejercicio más maduro de la libertad. El sentido de la existencia es hoy un problema. Quizá siempre lo haya sido. Ante las decisiones que hay que tomar y los trabajos que hay que soportar, ante los entusiasmos y desánimos, se siente la necesidad de orientarse de nuevo hacia una afirmación originaria de uno mismo que ponga de relieve, aunque sea a veces de modo exclusivamente dramático, la situación del hombre ante dos posibilidades reales. “La consideración de la angustia no significa ante todo abando- San José / SUPLEMENTO / 7 Hno. Aurelio Arreba narse a formas de debilitación psíquica o de repliegue estéril, sino reconsiderar las limitaciones permanentes del hombre y su posición, si es posible, en un horizonte más amplio. La experiencia de la angustia, despojada de su forma depresiva, puede ser uno de los lugares más propicios para pasar de una fe ingenua a una fe madura. Para LA CONCIENCIA creyente, en efecto, la angustia tiene su origen en el hecho de que el hombre descubre que está siempre abocado, afectado por la limitación y el pecado. Pero esa situación de angustia no es un callejón sin salida, sino el lugar y la experiencia humana de la que se parte para establecer las condiciones de la propia libertad frente a la vida y a la fe. El verdadero sentido y alcance de la vida humana surge de esta experiencia por la que todos pasamos y sentimos: la limitación y la carencia. Para la conciencia atea o para quien se resiste a padecer-pasar, aceptar y reconocer esta realidad humana la angustia carece por completo de función liberadora y humanizadora. Y no solamente esto sino que se la ve como algo que hay que desterrar de la vida humana o que no se tiene que dar nunca. La cultura de hoy favorece cada vez más crear ese mundo, que nunca será real, de no padecer ni sufrir nada. Lo que se está logrando es con esto deshumanizar y desterrar el proceso de hacerse humanos porque simplemente no se quiere aceptar la realidad humana que es limitada y finita que es lo que produce la angustia. Por esto mismo lo que hoy tenemos que trabajar y educar es el valor de la angustia y no simplemente negarla como algo negativo. Negarla y desterrarla es configurar un camino de apertura a la lucidez del que camina hacia LA NADA DE UNA EXISTENCIA INSIGNIFICANTE QUE ACABA PRODUCIENDO CANSANCIO Y NAUSEAS O TODOS LOS DERIVADOS 8 / Mayo 2002 / Nº1 COMPENSATORIOS QUE GENERAN UNA DEPENDENCIA QUE LLEVA A LO MISMO. Para rescatar el valor de la ANGUSTIA en la formación de la personalidad y en la orientación de la vida humana nos parece fecundo trabajar este tema. Partimos de algunas consideraciones de la angustia humana en la conciencia contemporánea, CONVENCIDOS de que “la angustia nos instruirá solamente si tratamos de comprenderla y si, comprendiéndola, entramos en contacto con la fuente de la verdad y de la vida, de donde brotan nuestras respuestas a la angustia. PROBAR PARA COMPRENDER, COMPRENDER PARA SUPERAR: esta me parece que tiene que ser la máxima que guíe nuestra meditación y procedimiento”. (“Verdadera y falsa angustia” de P. Ricoeur en Historia de la verdad. Ed. Du Seuil, Paris 1955, 379). En la experiencia juvenil contemporánea hay sin duda muchos miedos ligados a los esfuerzos por encontrar una situación estable y definitiva en la vida: piénsese en los problemas de la fe, del trabajo, del amor; piénsese en las dinámicas de la relación, en las promesas y engaños de la corporeidad humana, en las tensiones de la precariedad, en la incertidumbre del futuro. A menudo la forma inmediata en que se experimenta la angustia es la de los miedos concretos, aunque hay que distinguir entre miedo y angustia. El miedo, en efecto, tiene siempre un objetivo determinado y representa por tanto una amenaza parcial, limitada solamente a algún aspecto de la vida. El miedo siempre es de algo. La angustia, en cambio, tiene siempre un objetivo indeterminado; aparece como un malestar difuso ante todo, como una amenaza que pende sobre la vida en su conjunto: como apatía, como falta de sentido, como ausencia de significado de la realidad. Es la amenaza de que todo acabe en nada; ES LA NADA AL ACECHO. La consecuencia es la sensación de vulnerabilidad; el cuerpo se siente dividido, los sentimientos son contradictorios, las fuerzas se consumen estérilmente. Nos vemos obligados a navegar en medio de un mar de conflictos. Queremos profundizar en este malestar en que consiste la experiencia de la angustia, malestar que a menudo es inconsciente y constituye una vía de acceso hacia la madurez de la persona y por lo mismo de la fe. Busquemos en la vida contemporánea los rasgos de esta vivencia. Posibilidades negadas, energías sin meta Reconocer y descubrir el valor de la angustia, la finitud, el límite, la carencia y sus posibilidades escondidas en el proceso de maduración implica un proceso: EXPERIMENTAR, COMPRENDER, ORIENTAR, SUPERAR. Hoy los jóvenes más sensibles se interrogan por su futuro. Tampoco hay que confundir ideal posible con posibilidades reales de alcanzarlo debido a los límites propios dados por la condición de “estar en el tiempo y el espacio”; pero siempre queda, es real y está la esperanza y la fe que se dirigen al futuro. Se da una forma de angustia que surge del temor de ver las posibilidades ideales que la vida parece ofrecer van desapareciendo luego de hecho una a una. Es una manera de sentir la inmediatez de la muerte, no en su extrema resolución física, sino como privación de las cosas que amamos, de las experiencias que deseamos y no logramos, de los proyectos irrealizables. A veces esa obstrucción de las posibilidades se presenta como negación de alguna relación humana importante, como desmotiva- Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. ción en el actuar, como escasez de capacidad proyectiva, como desconfianza en el futuro. La angustia se presenta como una vida plena que se intuye como posible, pero que es inmediatamente negada. En la angustia lo que se pone en cuestión no es un especto particular de la vida, sino toda ella, su significación y sus frutos. Todo esto conduce al joven a meditar en su vida, sobre la diferencia de las edades, sobre los tiempos y las etapas del alma que prometen pero no consumen. Induce a pensar en las opciones tomadas y en las que se podían haber tomado. El hombre contemporáneo debe pasar a menudo por estas experiencias en busca de superación. Este paso será el que le haga más sensato y maduro, más apoyado en una razón auténticamente humana que lo comprometa por completo en su libertad y, al mismo tiempo, más entregado en su sacrificio a una sólida alteridad. He aquí como se expresa P. RICOEUR al respecto de esta experiencia: “Descubro entonces que mi voluntad de vivir escapa a la angustia de la muerte solamente en el momento en que mis razones para vivir están por encima de mi vida misma, en el momento en que los valores concretos que dan sentido a mi felicidad y a mi honor transcienden la oposición misma de mi vida y de mi muerte. ES EVIDENTE QUE ESTE ACTO DE TRANSCENDENCIA SOLAMENTE SE REALIZA EN EL SACRIFICIO”. ( P. RICOEUR, “Verdadera y falsa angustia”, op. cit. pág 317) Reconozcamos y aceptemos aquí la indicación de un ITINERARIO-PROCESO EDUCATIVO que va mucho más allá de unas normas ascéticas. Se trata de reunir las energías más genuinas para entregarlas en un acto de CONFIANZA SUPERIOR. Hay una forma de angustia que aparece sobre todo a nivel de la estructura psíquica de la persona, en sus estados de ánimo y en sus tensiones. Nos acercamos a ellas cada vez que descubrimos que somos incapaces de gobernar las energías de que disponemos. Es la impotencia que produce confusión y desorden. Es una especie de confusión ante el deseo de obrar con energías psíquicas simples, robustas, claras, capaces de señalar un objetivo y alcanzarlo. Uno querría entregarse con todas sus fuerzas a un proyecto universal, con una tarea y un papel propios. En cambio, no hay proyecto, o el proyecto es confuso, o lejano, o incomprensible, o inalcanzable. Nos parece, estar participando, impotentes, en un proceso de disolución de la personalidad y de la civilización. No hay recursos internos, no se ha llenado el interior de capacidades desarrolladas para gobernarse y vincularse sin absorber ni ser absorbido. Por eso nos replegamos en nosotros mismos, nos cerramos o pegamos el portazo indicando la impotencia ante una situación que me desborda. Nos replegamos en nosotros mismos, nos volvemos descontentos, agresivos, manipuladores, porque tenemos miedo a sucumbir y, en nuestra propia inseguridad, no sabemos dónde agarrarnos. De estos conflictos interiores nace la angustia que refuerza los aspectos más débiles y contradictorios de la vida. Ningún fin es capaz de movernos. Nadie llama ya a nadie. Toda relación, compromiso, generosidad y vocación parece imposible desde su misma raíz. Es común la convicción de que esta angustia psíquica anida más fácilmente en las sociedades más civilizadas o “satisfechas”, sobre todo en los períodos de paz donde no hay exigencias y donde la vigilancia cae. Uno se instala en las seguridades adquiridas y se olvida que El Señor y la vida llegan en el momento menos previsto y solicitan respuesta al sentido de la vida. Las sociedades mejor equipadas contra los riesgos y las calamidades, las comunidades que pueden garantizar las necesidades de la vida diaria son precisamente aquellas en cuyo interior brota una MAYOR INSEGURIDAD PSIQUICA, que adopta en algunos casos el tono de hastío, cansancio, vacío y la indiferencia ante los problemas, con la consiguiente incapacidad para afrontarlos y resolverlos. Ciertas formas de bienestar y de consumo, de pura satisfacción, conducen con frecuencia a muchos a un sentimiento difuso de vaciedad, a un irreflexivo desapego y aislamiento de las tareas de construir la propia vida junto con los demás. El bienestar y la pura satisfacción de necesidades PRIVAN A LOS HOMBRES DE PROYECTOS Y DEL DESEO DE POYECTARSE. Todo esto ciertamente no es todavía la forma aguda y refleja de la angustia, pero presenta ya la huella que se imprime cuando la vida psíquica de un individuo o de una sociedad se siente enteramente amenazada. HAY JOVENES QUE RENUNCIAN A UNA VIDA UNIFICADA POR UN COMPROMISO, PROYECTO O VOCACION PORQUE SIENTEN EN EL ALMA ESTE HIELO Y MIEDO QUE LES PARALIZA Y NECESITARÍAN A ALGUIEN QUE LES ANIMARA, ACOMPAÑARA Y LES LLEVARA DE LA MANO. San José / SUPLEMENTO / 9 Hno. Aurelio Arreba Libertad inconsciente y fe débil He visto jóvenes divididos ante sus propias ingenuidades, sus errores y sus pecados. Se asustan ante la debilidad de su voluntad, la confusión de su mente y la inconsistencia de sus determinaciones. Sufren sin que a veces los adultos se den cuenta. Cuando un joven descubre la debilidad de su libertad y se ve forzado a constatar su culpabilidad, cuando se reconoce como potencia de debilidad, carencia, pecado y fracaso, se interroga sobre su consistencia real y positiva: unas veces reacciona y otras se deja llevar , sin pensar. Aquí en este momento es clave la intervención del acompañante y verdadero educador. En una situación así no soporta durante mucho tiempo la tensión de preguntas tan comprometedoras como: ¿Soy realmente libre, o soy más bien radicalmente impotente ante las decisiones y las responsabilidades?; ¿No me debatiré en infinitos esfuerzos que no me permitirán comprender si participo como autor o como víctima? La angustia entonces se configura como centinela impotente de la propia libertad ante lo que se me viene como decisión, dificultad a superar... etc. Pensemos en los serios problemas sociales y personales del momento actual que parecen no tener solución. Pensemos en las tragedias cotidianas de las que los jóvenes son protagonistas. En esta situación la libertad descubre que puede hacer poco, o casi nada; otras veces, en cambio, la libertad parece convertirse en árbitro absoluto de la situación. Mi libertad está situada siempre en una zona de peligro, lo que acaba exasperándonos porque parece que nunca podemos estar 10 / Mayo 2002 / Nº1 enteramente seguros. LIBERTAD ERRANTE, LIBERTAD PERDIDA, LIBERTAD ENCONTRADA Y TRABAJADA. Continuamente los jóvenes y toda la sociedad recorremos estos itinerarios y queremos volver a casa sin perdernos. ¿Pero existe una casa?, ¿existe un sentido pleno?, ¿existe algo que valga la pena? Puede que no exista, y esto es lo que hace que surja la angustia fundamental. El ejercicio de la libertad humana se sitúa siempre entre un punto de partida y una meta. Encontrar este punto de partida y una meta es una tarea irrenunciable para recomponer la conciencia contemporánea con la mayor autenticidad posible. Solamente así se puede superar de una vez por todas y de raíz la sospecha que se cierne SOBRE LA VANIDAD DE LA PROPIA LIBERTAD. Decir que nuestra libertad tiene un punto de partida y una meta significa que no es una libertad absoluta, sino una libertad marcada por la limitación. Pero aquí precisamente está el secreto: LA LIMITACION DE NUESTRA LIBERTAD ES LO QUE GARANTIZA REALMENTE SU SUBSISTENCIA. SIGNIFICA QUE ALGUIEN NOS HA QUERIDO Y NOS ESPERA. Si los hombres, por el contrario, quieren ser como dioses, dejarán incluso de ser hombres. El punto de llegada de nuestra libertad humana, y por tanto la verdad de nuestras decisiones, será precisamente la certeza de que en cualquier caso es posible ELEGIR PORQUE ES POSIBLE TAMBIEN FIARSE Y CONFIAR EN ALGUIEN. DEBEMOS CONDUCIR A ESTA EXPERIENCIA A LOS JÓVENES DE HOY. Este es un hermoso desafío para nuestra tarea educativa y pastoral. La última y más radical forma de la angustia es la que nace de la duda de que “Dios no sea verdad” en medio de todo este drama humano; si Dios no existiera, no tendría sentido la oración ni sería posible recuperarse , siempre y en todo caso, de las situaciones negativas. No sería posible ninguna forma de vida más allá de la decadencia y de la muerte. Dependeríamos solamente de nuestras propias fuerzas, de los frágiles proyectos de nuestras técnicas más avanzadas. Estos pensamientos tienen consecuencias prácticas sorprendentes, y están más cerca de las vivencias y de las experiencias cotidianas de lo que pueda parecer. Si Dios no existiera, el perdón sería imposible. Todo nuestro obrar estaría sujeto a la angustia sin remedio que no es otra cosa que el infierno en esta tierra. Las nuevas generaciones sienten urgente la necesidad de ser liberadas de la sombra de la muerte y del naturalismo a ras de tierra sin perspectivas de futuro y de esperanza. A veces es una necesidad imperceptible, como una carcoma que corroe y que impide lanzarse decididamente a la fe, aunque, como Abrahán, uno no sepa dónde ir. Encerrando en un mismo género las distintas formas de angustia, hemos de vivir conscientes de que nuestra referencia a ella es la indicación de un paso, absolutamente humano, por el que es necesario transitar para pasar de la etapa entusiasta de la juventud a otra más realista, sólida y madura. El pensamiento tiene que ofrecer continuamente su aportación en la constitución del acto humano; pero, por sí solo, se revela insuficiente, porque la libertad sobrepasa el conocer. Por eso, si se quiere interpretar la angustia, que en su forma más radical Y NO SIMPLEMENTE EMOCIONAL es el vértigo de la liber- Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. tad, es necesario volver a proponer con todas sus consecuencias EL ACTO SERIO DE LA ESPERANZA CRISTIANA. Itinerarios a intentar recorrer a-. La vida humana es y está llamada por su misma constitución original y primera a: CONFIAR, ABRIRSE AL OTRO Y ESPERAR como experiencia fundante. La vida humana lleva en sí misma el ser REFERIDA, EL SER INTENCIONAL, TRANSCENDENTE Y FUTURIZA. b-. Necesidad de recomponer el tejido intrapsíquico, constitutivo del ser humano, de la vida humana es uno de los desafíos y tareas más delicadas hoy porque los jóvenes vienen en general desprovistos de estas experiencias básicas y fundantes por la falta de contención familiar y de atención. O por el contrario por la demasiada contención y atención que les impide reconocer a los otros porque están demasiado preocupados por ellos mismos. c-. Soy, subsisto, me sostengo “tanto cuanto” sé, siento y me experimento en relación, comunicación y apertura que es lo que permite fiarse, confiar y dejarse guiar. d-. La vida humana y la fe tienen como sustrato la alteridad, el estar referido a alguien. Lo cual exige no solamente la comprensión sino la relación de confianza, lo gratuito, lo dado, lo que recibo porque sí. Esto me permite tener experiencia de mi finitud y de mis posibilidades. e-. I T I N E R A R I O: recomponer la experiencia vital de que soy gracias a Alguien y a “alguienes”. Que soy en relación y en referencia a alguien. Soy generado, creado, sostenido y acompañado por alguien. Sin las experiencias básicas-originales de que alguien se ocupa de mi, me sostiene y me merece CONFIANZA no habrá proceso ni posibilidad de proyectarse, ir y caminar hacia el futuro. Esto implica o tiene como consecuencia: ABANDONARSE Y HACER CONFIANZA. DE LO CONTRARIO NO HABRÁ NI POSIBILIDAD DE ELECCIÓN, NI COMUNICACIÓN, NI FE, NI VOCACION. No es cuestión de certezas comprobadas y demostradas sino de verdades buscadas y vivenciadas. f-. La percepción objetiva de uno mismo es fundamental en este itinerario. La pregunta por la propia identidad acompaña siempre todo proceso de crecimiento. El “quién soy y qué quiero ser” replantean continuamente la ineludible exigencia del conocimiento de uno mismo y de los propios proyectos. g-. Otro aspecto clave a trabajar es el de la identidad que no hay que confundir con la imagen, Hoy, a pesar de ser tan necesaria, la auténtica identidad personal parece ser un privilegio de unas cuantas personas, casi un lujo. MAS UNIVERSAL Y “SUAVETONGA” PARECE EL CONSUMO DE LA IMAGEN que siempre al final se cae. h-. Vivir es elegir y elegir en la realidad cotidiana no en el idealismo o romanticismo que se refugia para no elegir. La realidad sensible remite siempre a algo que no es inmediatamente perceptible. La realidad sensible posee la capacidad de realizar el milagro de suscitar evocaciones extraordinarias, que invitan a ir siempre más allá. Es como la actitud de Moisés en el desierto cuidando rebaños: cuando se había escapado de la realidad, refugiado en el desierto, desengañado de todo esfuerzo y proyecto se encuentra con algo sorprendente, como la ZARZA ARDIENDO, y tiene la capacidad de dejarse admirar; de acercarse y ver, de abrirse otra vez a que alguien espera y me espera. La realidad sensible es punto de partida para posibles e inconmensurables formas de transcendencia. i-. Ver a Dios para heredar la tierra es otra experiencia a la tenemos que intentar llevar. Elegir la vida exige un ejercicio maduro de la libertad. Solamente es libre el que se conoce bien a sí mismo, se conduce de acuerdo con este conocimiento y, estableciendo una relación adecuada con la realidad del mundo y de la historia, descubre en el futuro motivos para la confianza. En este sentido destacan por encima de las demás, dos BIENAVENTURANZAS: la de la pureza del corazón, que vence a la angustia, y la de la mansedumbre de la vida, que descubre la verdadera identidad. j-. La disciplina de la escucha. La verdadera capacidad de escucha es un don del Espíritu Santo animador y aliento capaz de sacarme de mi narcisismo natural y fruto también de una rigurosa disciplina. Sin capacidad para la escucha, cualquier comunicación resulta imposible. La comunicación entre las personas implica un desapegarse o despegarse=SEPARARSE PREVIA A UNA VERDADERA COMUNICACIÓN. De lo contrario lo que se da es confusión. Separarse supone hacer silencio, entrar en uno mismo, encontrarse con la propia realidad y desde esa realidad salir al encuentro. Lo contrario es permanecer en la experiencia original de la simbiosis del seno materno que impide salir y crecer o separarse. Esto implica también rupturas: capacidad de liberarse de la madre y de superar al padre. Distinguirse y saberse distinto/a de la madre porque hice San José / SUPLEMENTO / 11 Hno. Aurelio Arreba y me permitió la separación, que es ante todo confianza en que mantengo el afecto aunque me separe. Lo contrario sería chantaje afectivo lo que siempre en definitiva impedirá elegir y aceptar la realidad, aceptar los fracasos, el dolor y lo que no es placer, satisfacción propia o gratificación de la propia imagen. Superar al padre es la capacidad de liberarse de los miedos propios a perder el apoyo de quien ha sido idealizado. Reconocer y aceptar la propia realidad del padre y lograr la independencia. Si el padre fue un padrazo o un tirano será mucho más difícil porque tanto el uno como el otro nos han metido una serie de miedos e inseguridades que no será fácil superar. Escuchar es más que oír, es un acto de responsabilidad. Una verdadera escucha significa permanecer abiertos a la transcendencia y a los signos, tal como se manifiestan y presentan en la historia. La estructura de la verdad de una vida se da como don de sí y como disposición a morir por el otro. Es lo que ha hecho Dios en Jesucristo; es lo que hace el cristiano en la caridad. ESCUCHAR SIGNIFICA FIARSE. K-. Los lenguajes comunicativos. Cabe preguntarse hoy cómo un joven puede captar el mensaje de lo que significa el ejercicio de la libertad y el mensaje cristiano. ¿De qué medios dispone? ¿Cómo recibe hoy la gente el anuncio del Evangelio? Las formas de expresión hoy en día son múltiples; pueden señalarse entre ellas: l el lenguaje comunicativo de la percepción sensible. l la implicación emocional. l el asentimiento lógico del pensamiento. l La comunicación verbal. l La acumulación de experiencias visuales y simbólicas, seductoras 12 / Mayo 2002 / Nº1 y contradictorias de la cultura actual contemporánea. La percepción sensible El lenguaje de la comunicación está frecuentemente dominado de manera extremada y enfática, insistente y extenuante, por la percepción sensible. Los jóvenes de hoy viven en una época en la que no es común fiarse del pensamiento. Vivimos en una época en la que nos fiamos mucho más de las sensaciones; la vista, el tacto, el gusto, el olor, el calor, el frío, el placer sensible, la relación de bienestar con el ambiente. Son todas formas de comunicación inmediata. La percepción sensible es la que nos crea en muchos casos los hábitos, incluso dentro de un código de comportamiento que pretende ser cristiano. Es el modo de proceder común de los jóvenes y en muchos casos de los mismos padres. Estoy convencido que hasta que no logremos entablar una seria discusión SOBRE LOS LIMITES Y LOS VALORES DE LA PERCEPCIÓN SENSIBLE seguiremos teniendo dificultades para hacer creíble el ejercicio de la libertad y del mensaje cristiano. Es necesario discutir pues culturalmente, como individuos y como comunidad, sobre el valor y los límites de la percepción sensible, determinar su peso en la educación y advertir de sus miserias. Generalmente los jóvenes de hoy son muy sensitivos y no se encuentran preparados para ir más allá y la vida humana no se reduce a lo sensible, pues, es tensión a lo transcendente. La implicación emocional La implicación emocional y el involucrarse emocionalmente es un lenguaje necesario, pero PARCIAL. Posee todas las características de la inmediatez y de la espontaneidad, sabe avanzar siguiendo los impulsos de la generosidad y del riesgo, se presenta como una intensa capaci- dad de donación y de olvido de sí mismo; sin embargo es un lenguaje extremadamente frágil, discontinuo, que se altera fácilmente ante las dificultades, las asperezas de la vida y las frustraciones. Si un joven o un adulto FUNDAMENTA su experiencia de vida o su vocación exclusivamente en su implicación emocional, es seguro que no aguantará o la mantendrá durante mucho tiempo. La implicación emocional o el vértigo de las emociones goza hoy de gran éxito y de una notable credibilidad. Pero sabemos que esta implicación reduce las personas a experiencias fragmentadas y de poca duración. El asentimiento lógico del pensamiento Hoy día urge una pedagogía de la libertad que dé un gran valor al ejercicio del pensamiento riguroso y que, sin embargo, no se detenga en él. Es necesario aprender a mantener el asentimiento de la libertadincluso cuando se reduce la RIQUEZA EMOCIONAL que sostiene la estructura espiritual- y pasar largos períodos en los que hay que seguir realizando gestos de fe, de caridad y de servicio fundados simplemente en la CONVICCION( y por lo tanto en la estructura del pensamiento) de la verdad y la justicia de la perseverancia cristiana. Las comunidades y los educadores tienen el deber hoy de acompañar a los jóvenes a lo largo de ITINERARIOS PACIENTES Y RIGUROSOS en los que la libertad y la fe puedan hacerse creíbles, aun cuando la percepción sensible se desvanezca y la implicación emocional se atenúe. Es difícil pero imprescindible seguir acompañando y educando cuando , no pudiendo fiarse de la sensibilidad, hay que apelar exclusivamente a las convicciones del pensamiento. Deberíamos realizar en nuestras comunidades, mediante una prolon- Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. gada y estrecha convivencia, una adecuada PEDAGOGÍA DEL PENSAR Y DEL QUERER. La comunicación verbal. El lenguaje verbal es también una forma parcial, pero sin duda privilegiada para educar la vida y la fe. El joven necesita encontrar, en las palabras del que lo educa y ayuda a discernir, una profunda firmeza en los valores y, al mismo tiempo, un gran sentido de la libertad. Es necesaria una capacidad de configuración clara de la propuesta, sin engaños; pero, simultáneamente, hay que adecuarse a los tiempos y los modos, y expresarse teniendo en cuenta las mociones del Espíritu y la historia personal de cada uno. A veces se puede hablar de la fe y de la vocación de modo incorrecto, indisponiendo de este modo, o infundiendo la sospecha de que las instituciones religiosas están más preocupadas por lograr el asentimiento que por mostrar la verdad. La verdad del Evangelio exige siempre la entrega confiada al Señor. l-. Los itinerarios espirituales Salir del vacío y soledad Cuando un joven quiere emprender un serio camino espiritual, es menester ayudarlo ante todo a comprender ante todo qué es lo que le mueve. La búsqueda de Dios se origina a veces de manera no muy clara y entremezclada de una serie de motivaciones que hay que ir ayudando a purificar. Esta búsqueda puede aparecer como: una necesidad de vida, de relaciones significativas, una necesidad de amor que corre el riesgo de quedarse sin interlocutores. A menudo la búsqueda es sincera, motivada, madura, verdaderamente libre, originada en una situación de bienestar y plenitud de vida. Otras veces, no es tan así. El educador o acompañante tiene que poner empeño en comprender de dónde nace el deseo de este serio itinerario espiritual para orientarlo en su dirección más auténtica. Muchas veces la búsqueda espiritual está determinada por una gran experiencia de soledad, vacío e insatisfacción. El joven se da cuenta de que no vive relaciones profundas, de que no tiene verdaderos amigos de que necesita una calidad de vida mayor. El ejercicio del acompañamiento y de la orientación ha de remitir SIEMPRE AL EJERCICIO REAL DE LA PERTENENCIA COMUNITARIA. Favorecer las relaciones y la comunicación Si se quiere fomentar el camino espiritual de los jóvenes, además de una intensa vida de oración y el encuentro personal con el educador, es menester también favorecer la constitución de sólidos grupos de vida común y una constante cercanía a los pobres. El punto de partida es la búsqueda de relaciones con las personas, porque solos no podemos movernos; es más nos sentimos perdidos. El sentido de la vida se nutre en lo otro. La experiencia humana y la experiencia de fe se dan en comunidad, y la relación personal es un lenguaje de transmisión de la vida y de la fe. Un joven que no es capaz de relacionarse revela una estructura humana inmadura, que necesita sólidos apoyos, procesos de identificación y de certidumbre. Los criterios para construir los grupos juveniles no pueden ser predominantemente los de adecuación a las antiguas estructuras, ordenaciones territoriales y configuraciones eclesiásticas decadentes. Por lo que respecta a los grupos juveniles, hay que tener más en cuenta los criterios psicológicos de pertenencia que los institucionales tradicionales. Reconocer al pobre y carenciado La solidaridad con las necesidades del hombre de hoy y sus diversos rostros de pobreza, y la percepción de las contradicciones del mun- do pueden calificarse como mensajes provocadores para los jóvenes que andan buscando algo más; por eso, es necesario educar en el reconocimiento de los pobres y carenciados. En toda época histórica en la que ha habido algún renacimiento espiritual encontramos siempre personas que se han acercado a los enfermos y a los pobres. El joven ha de partir de aquí para acercarse y encontrar el gusto por la caridad fiel y anónima, superar el espejismo de una caridad imaginaria y purificar la fe en la fidelidad. El pobre es siempre una revelación de Dios, transmite el sentido de la gratuidad, tiene la virtud de remitirnos a lo que es esencial; puede tener muchas faltas, pero es siempre alguien que vive peor que yo, alguien que tiene ahora una necesidad concreta. La cercanía a los pobres hace despertar del materialismo, hace más descarnada la mera búsqueda del papel sensible, insinúa la sospecha ante el rostro ambiguo de una belleza falsa, nos presenta situaciones dramáticas más cercanas a nosotros de lo que puede parecer. Estando cerca de los pobres resulta menos difícil descubrir el drama de la humanidad y el misterio de la Cruz. El educador ayuda al joven a administrar su tiempo, su dinero, su ocio, para ir al encuentro del que está mal, del que está solo. Le invita a tomar iniciativas personales de servicio, lo orienta hacia la donación y el sacrificio. El servicio al pobre y la convivencia con él ayudan a los jóvenes a construir y poner en práctica un programa de vida espiritual que les impida caer en el consumismo y la pereza. Aprenden de este modo, progresivamente, a prescindir de muchas cosas, a ser más sobrios, menos “comodones” y, en definitiva, MAS LIBRES. San José / SUPLEMENTO / 13 Hno. Aurelio Arreba Perseverar en la vida en común La educación de los jóvenes choca hoy inevitablemente con las distintas formas del individualismo y narcisismo contemporáneo. Para sostener el compromiso y la fe será necesario ciertamente potenciar las experiencias de la vida en común. A veces da la impresión de que no basta ya el grupo juvenil que se encuentra ocasionalmente, sino que son necesarias verdaderas experiencias, temporales o permanentes, de vida comunitaria. La vida en común junto con la cercanía a los pobres y situaciones carenciadas, ha sido siempre a lo largo de la historia un elemento característico de toda experiencia de crecimiento y de renovación espiritual. La vida comunitaria fomenta y exige un estilo de presencia y de comportamiento más atento a las exigencias de los otros, impone ritmos de trabajo, esparcimiento y descanso; reclama constantemente responsabilidades mútuas, favorece los momentos de oración en común y de estudio. La vida en común nos hace humildes y nos consuela, nos enseña a convivir en la diferencia, permite el encuentro cotidiano y el perdón, favorece la amistad y los proyectos, ayuda a interpretar las vivencias y la historia. Una experiencia en común entre jóvenes, aviva y despierta la hospitalidad de toda la comunidad. experiencias de oración se va pasando por las etapas de maduración y compromiso. Se vive en presencia de la Palabra y del silencio de Dios. Se pone a prueba el propio entusiasmo y la propia fidelidad. Se aprende a convivir con las propias emociones y la aridez propia o malestar que me causa el reconocerme como soy. Se experimentan las tentaciones y las pruebas, los consuelos y las desolaciones. EN LA ORACION SE TOMAN LAS DECISIONES CLAVES DE LA VIDA. Esto implica enseñarles a orar y a enfrentarse a la Palabra. Orar es asumir en primer lugar la capacidad de hacer silencio y ponerse frente a otro para ver la propia realidad. Hay que darles elementos y espacios para que hagan la práctica de encontrarse consigo mismo y con los demás; capacidad de enfrentarse a la propia realidad y a los demás, de ponerse frente a Dios simplemente para que me mire y me hable. A veces resulta más fácil quedarse en las dinámicas de la afectividad que emprender un serio camino de oración jalonado de proyectos y revisiones. TODO ESTO EXIGE DEL EDUCADOR: DILIGENCIA, PRECISION, EXPERIENCIA PERSONAL DE SANTIDAD Y CRECIMIENTO Y UNA VIVENCIA REAL DE ORACION. SOLAMENTE ASI ES POSIBLE UN VERDADERO DIALOGO CON DIOS. Dialogar con Dios Por último aunque en realidad se trata del fundamento, no puede ser cristiano el camino individual de un individuo o de una comunidad juvenil si no da vida a un “serio diálogo con Dios”. La experiencia individual y comunitaria deberá ser el alma permanente de todo proyecto educativo. En ella maduran las distintas vocaciones y compromisos y se descubren los deseos de Dios acerca de uno mismo. A través de las distintas l La búsqueda de lo mejor como 14 / Mayo 2002 / Nº1 En síntesis: l l l l orientación e intensidad de la vida. La oración y la contemplación. La capacidad de silencio y desierto. El gozo y la esperanza. La felicidad de y la alegría que da la superación de lo que es simplemente placentero y de las frustraciones. La comunión profunda, educando la fidelidad cotidiana y creativa, que propicie la relación con los otros y el encuentro con los carenciados. l El espíritu de presencia, paciencia y cercanía a pesar de las dificultades. l Mantener y prolongar este mismo itinerario con los exalumnos integrándolos en el proceso educativo y pastoral. 4-. La familia, comprometida activamente A La situación que ofrece hoy la familia es muy compleja. Quizás lo que está más en entredicho no sea tanto la “realidad de la familia como ámbito creador, propiciador y sostén de la vida” sino la forma de entender las relaciones, la reciprocidad y el valor de la vida y aquello que la sustenta; es decir, los modelos o modalidades que ha ido adquiriendo. Lo que no está en juego es su “esencialidad en la construcción de la existencia humana”, por lo que hay que profundizar: la concepción del amor, reciprocidad, papel de la mujer y el varón, implicancia de las relaciones, economía psicosocial e influencia de las épocas culturales y especialmente la actual.. ( Para todo este tema consultar: “ Una teoría de la felicidad”, Enrique Rojas, los capítulos : el amor, amor y enamoramiento, alegría y placer. Del mismo autor. “ Sexualidad y afectividad”. De Max Scheler, “Esencia y forma de la simpatía”, E . Losada , Bs.As. 1956. De Ortega y Gasset, “Estudios sobre el Amor”, Revista de Occidente, Colección el Arquero, Madrid, 1973. Y especialmente el libro de Lucas Rojas Marcos, “La pareja rota : familia, crisis y superación”, Espasa Calpe, Madrid 1999). B Algunos indicadores significativos de esta situación hoy son: unión libre, divorcio fácil, aborto legaliza- Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. do, niños a la deriva con o sin referentes o con referentes ambiguos, viviendo bajo la responsabilidad de los abuelos o parientes. Aunque este diágnostico hay que convenir, que de acuerdo a todos los estudios e investigaciones actuales, es muy parcial y tampoco señala los valores nuevos que aparecen de todas estas situaciones problemáticas y que son un signo de esperanza y de nuevos caminos para buscar enriquecer las relaciones y necesidad existencial de unirse a los otros y ser con los otros para realizar la existencia. No todo es malo. No hay malo absoluto ni bueno absoluto, estamos caminando y pasando por el camino del conflicto y prueba que puede llevar a buscar la reciprocidad e interdependencia. C La Encíclica “Familiaris Consortio” y hoy en día la ECUTM señalan sin embargo el aporte de la Iglesia , las Congregaciones religiosas y la Escuela Católica a la familia y su responsabilidad hoy especialmente “subrayando la prudente labor de inserción en las dinámicas educativos entre padres e hijos y, muy especialmente, el apoyo sencillo y profundo, lleno de sensibilidad y delicadeza, ofrecida a las familias “ débiles” o “rotas”, cada vez más numerosas “ ( ECTUM, Nº20 ). D Los padres son los primeros responsables de la educación de los hijos y por lo mismo merecen nuestra primera y principal atención. Son sus principales educadores. El hogar es el ámbito natural donde nace, crece y se desarrolla la vida. Es el ámbito donde se dan las primeras relaciones, contactos, expresiones que influirán radicalmente en la personalidad y futuro de la vida. Es el ámbito también donde puede echar raíces la dimensión trascendente por y según el tipo de relaciones que se establezcan, de ahí la necesidad de cuidar y apoyar la evolución de la familia desde el principio. El hogar cristiano es la escuela natural de la fe, “la iglesia doméstica. En la familia los padres son los primeros evangelizadores. E La familia es el lugar natural donde el niño empieza a relacionarse con los otros, consigo mismo, con la naturaleza y con Dios. Más que un centro que enseña es una matriz que transmite por ósmosis estilos de vida, comportamientos, actitudes, valores. Por eso la educación y evangelización del niño debe pasar necesariamente por la atención a la familia. La pastoral familiar no es una más de las pastorales sino que debe colocarse en la base de cualquier pastoral. “La familia es la más adaptable de todas las instituciones humanas: evoluciona y se amolda a cada demanda social. La familia no se rompe en un huracán, como le sucede al roble o al pino, sino que se dobla ante el viento como un árbol de bambú en los cuentos orientales, para enderezarse de nuevo”. ( Paul BOHANNAM, “TODAS LAS FAMILIAS FELICES” 1985). LA FAMILIA ES LA INSTITUCIÓN PARADIGMÁTICA DE LA HUMANIDAD, el aspecto más extraordinario de la existencia social del hombre y de la mujer. Un acuerdo único que concierne al hogar, al amor, a la unión sexual y a la convivencia. El medio singular donde se establecen las relaciones más íntimas, generosas, seguras y duraderas. Los lazos sociales constituyen el compromiso social más firme, el pacto más resistente de apoyo mutuo, de protección y de supervivencia que existe en un grupo de personas. No se conoce otro ambiente tan pródigo en contrastes, contradicciones, paradojas y conflictos. La organización familiar se establece y perpetúa sobre la base de profundas necesidades emocionales, arraigadas cos- tumbres y poderosas fuerzas socioculturales. Es el centro insustituible del amor, apoyo, seguridad y comprensión y, al mismo tiempo, el escenario donde más vivamente se representan las hostilidades y rivalidades entre los sexos, las tensiones intergeneracionales y las más intensas y violentas pasiones humanas. El hogar es a la vez el foco de la generosidad y la abnegación y el núcleo de la mezquindad y el interés. A pesar de la profunda conflictividad que carazteriza la vida doméstica, la familia está sometida a inmensas expectativas e ideales inalcanzables de perfecta armonía y felicidad. Ningún ambiente como este permite observar y analizar el comportamiento humano y las influencias de la economía psicosocial que en él inciden; la evolución de los procesos psicológicos y sociales más básicos y la lucha de la pareja por una mejor calidad de vida, por su propia realización y supervivencia. Sin embargo el estudio del ámbito familiar es muy difícil, pues, el hogar constituye una de las esferas más íntimas, privadas y ocultas de la existencia humana. No cabe duda de que la gran complejidad de las fuerzas psicodinámicas que se generan en el seno de la familia plantean un enorme reto a nuestro saber y parámetros morales. Seamos humildes y respetuosos de una realidad que incluso por nuestro estilo de vida conocemos muy poco, sobre todo de la urdimbre psicodinámica, del hondón de esta realidad. (Ver aquí lo que presenta Luis Rojas Marcos en el capítulo “Familia, pareja y ecología psicosocial” en el libro ya citado anteriormente así como el diagnóstico que ofrece en el Prólogo del mismo libro y de este capítulo entre las páginas 20 y 28 ). F Muchos padres tienden a delegar su función y responsabilidad de formar a sus hijos. San José / SUPLEMENTO / 15 Hno. Aurelio Arreba Facilitamos en nuestros centros el diálogo con las familias a través de las asociaciones de padres, de los órganos de participación previstas en las distintas legislaciones, las escuelas de padres, conferencias, mesas redondas. Potenciamos también la formación de los padres, colaboramos en la creación de grupos cristianos, de iniciación y profundización de la fe, les abrimos las puertas de las fraternidades nazarenas, les ayudamos a participar en la misión compartida. G Lo fundamental en todo proceso educativo es partir, no de la situación ideal sino de la REALIDAD. No nos dirigimos solamente a las familias bien constituidas, sino que nos ocupamos de todas y dedicamos UNA ATENCION ESPECIAL a las que más lo necesitan. Intentamos hacer frente, sobre todo a los siguientes desafíos: l Ampliar nuestro campo de acción más allá de las familias sin mayores problemas. l Promover la pastoral familiar , viendo a la familia no como personas aisladas sino como formando una unidad. Realizar una programación pensada para padres e hijos conjuntamente aprovechando las oportunidades de entrega de notas u otras. Ver lo de la catequesis familiar. l Preparar a las jóvenes parejas para crecer en el amor. Ver lo de “educación en el amor “ y otras reuniones o proyectos al respecto para ex-alumnos. l Proponer a la Sagrada familia como modelo a imitar en su vida de familia. Ver la explicación del Cuadro oficial como propuesta de proyecto de vida cristiana. l Acoger con especial solicitud a los hijos cuyas familias tengan especiales carencias. Sobre esto procurar hacer un relevamiento de los casos y situaciones; de las necesidades y requerimientos 16 / Mayo 2002 / Nº1 de las familias de nuestro centro. Esto será una de las prioridades lo mismo que el abordaje de estas situaciones a los distintos niveles de docentes, coordinadores, catequistas, dirección y demás personas que tienen que ver con ellos. 5-. Los antiguos alumnos, unidos más allá del ámbito de las aulas A La formación y evangelización no termina con los años transcurridos en el aula. Nuestros centros ponen los medios para prolongarlas más allá de las aulas, a través de un proceso de maduración y educación de la fe que comprometa toda la vida. B No damos por terminada nuestra relación con los jóvenes al terminar el período escolar, sino que seguimos ofreciéndoles medios para que su proceso de maduración continúe siempre: las comunidades cristianas de base, los grupos juveniles, los grupos de animadores, los grupos de voluntariado, los grupos de misión, los grupos de ayuda, las fraternidades nazarenas, los grupos de catequistas, los grupos que se reúnen entorno al deporte etc. son medios muy oportunos para seguir celebrando, reflexionando, y viviendo la fe. C Es hermoso ver cómo nuestros antiguos alumnos ejercen el ministerio de catequistas, “dando gratis aquello que han recibido gratis“ y que constituye algo esencial en sus vidas. Lo mismo podríamos decir de los grupos de animadores, las misiones, los voluntariados, etc. Nuestros centros están siempre abiertos para ellos, tanto a la hora de proporcionarles nuestra ayuda desinteresada como de recibir la colaboración que generosamente deseen ofrecernos. También colaboramos en la celebración de las distintas fechas conmemorativas para las distintas promociones. D El Equipo de Dirección junto con el Equipo de Pastoral orientará la forma de animar este sector muchas veces dejado a la iniciativa de personas. 6- Niveles del proceso educador y evangelizador EDUCAR, FORMAR, ACOMPAÑAR Educar: Hacer surgir el yo real-actual. Ver, descubrir ,encontrarse con la propia realidad lugar donde surge también la auténtica oración existencial, la postura real ante los demás, el mundo, Dios y el descubrimiento del propio llamado. Implica evocar la verdad de la persona con sus deseos y problemas, con su historia y sus heridas, con sus cualidades y debilidades. Oración existencial que valora el ser, percibe las trabas y límites y pide ayuda y claridad. La imagen bíblica de esta actitud educativa es el actuar de Dios que educa a su pueblo, sacándolo de la esclavitud de Egipto con mano potente y brazo tendido, atrayéndole hacia sí, con ataduras de bondad y ternura, pero también reprochándole y corrigiéndole, como un padre lo hace con su hijo. ( Dt. 1,31; 6,21 ; 9,26 ) Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. Formar: Proponer, presentar y percibir el yo ideal, lo que puedo, deseo y aspiro llegar a ser; el sueño de Dios sobre mi, el sueño mío para los demás. Presentar la propuesta de vida ,proyectarse al futuro desde el yo real ,presentar el proyecto de vida desde Dios ,los valores que valen y sacan de la indiferencia. Formar significa plasmar , modelar la forma del alma cuanto más temprano mejor, hasta los sentimientos más profundos, hasta los comportamientos de cada día, hasta llegar al nuevo yo del joven . Oración contemplativa de la Palabra y compromiso con lo deseado y aspiración .Aquí la imagen bíblica iluminadora es aquella del DIOS ALFARERO , que con el cuidado y la paciencia del artesano va infundiendo en su vaso de arcilla sus propios sentimientos , hasta llegar a conseguir el modelo que tiene en el corazón ( Jer. 18,1-6 ) Acompañar: Compartir, recorrer el camino con el acompañado. Caminar con él, compartir el pan cotidiano de la realidad con quien está empezando. Compartir con él las experiencias, dificultades y alegrías del camino. Es clave en esto la experiencia nítida del ser llamado, convocado por otro que está cercano y va conmigo, que se interesa por mi futuro, que me pregunta, me anima, me alimenta, me cuestiona, me abre panorama etc. porque todo eso hace crecer en la confianza en sí mismo. Oración afectiva, Dios que acompaña. Dios que comparte la tarea humana de hacerse cada vez más humano a su imagen recorriendo con El su camino. Orar con los movimientos del corazón en esa experiencia relacional con quien recorre conmigo mis inquietudes y estados de ánimo que surgen en ese caminar. La imagen bíblica aquí es la del episodio de los discípulos de Emaús, con los cuales Jesús cami- na haciéndoles preguntas e iluminándolos y despertando el deseo de la relación compartiendo el pan de su Palabra y de su Persona. (Lc. 24,13-35 ) Oración afectiva, oración del corazón, oración con todos los nombres que van cayendo en mi corazón en ese camino relacional y experiencia comunitaria. Presupuestos y dinámica del discernimiento vocacional El primer presupuesto clave y que no admite contemporizaciones es el de la fe, esperanza y caridad. Digamos que, en este momento histórico, estas posturas ante la existencia como existencia cristiana, son palabras y posturas identificatorias y definitorias de una identidad. Es más, podríamos resumirlas en la actitud de la ESPERANZA simple y llanamente porque surgen de esta actitud de fe y de confianza en el Dios de la vida que nos llamó a la existencia, a la vida cristiana y sigue llamando a seguirlo radicalmente como El ha vivido en esta historia. Dios ,nuestra fe, esperanza y amor a El son la plataforma básica para toda Pastoral de las vocaciones .Dios tiene un plan par la humanidad para humanizarla al estilo de Dios y sigue suscitando , como siempre en la historia del Pueblo de Dios, hombres y mujeres capaces de ponerse en sus manos para trabajar por y con los hombres. El Espíritu que es la libertad y la fantasía de Dios, siempre abierta hacia una novedad que nosotros no podemos imaginar, y del todo inédita, pero en la que esperamos a pesar de las apariencias contrarias es la que nos anima en esta tarea y ministerio esencial para el mundo y la Iglesia en este momento. Hoy, para EDUCAR Y PARA APASIONAR DE NUEVO A LOS JOVENES POR LA VIDA, se necesita ser SAMARITANOS de la esperanza y de la confianza en la vida de los jóvenes. Estar cerca, pasar por su vida, involucrarse en sus aspiraciones y carencias para curarlas, sanarlas y potenciarlas. Esta esperanza es necesario sembrarla en todos esos sectores, ámbitos y personas donde se cuida y cultiva la vida. Se necesita sobre todo empujar dentro del ámbito de la educación y de la Iglesia para que se haga el espacio , se de la importancia y se forme para este MINISTERIO ANIMADOR DE LAS VOCACIONES motivado por la Palabra del Señor Resucitado: “Y sabed que yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo” ( Mt. 28,20 ) Estar haciendo discernimiento y acompañando a alguien es ya un acto de esperanza, es la conducta y postura concreta que ratifican y hacen posible la esperanza, porque quien trabaja en el discernimiento ES ALGUIEN QUE ESPERA Y TRASMITE ESPERANZA. Acompañamiento y discernimiento son ACCIONES abiertas al futuro, hacia algo que no está todavía realizando como un intento de leer y descifrar solamente un germen vital o potencial que se desarrollará si se espera , más adelante. 1-. Fragilidad educativa y formación débil Se comprueba cada vez más la debilidad ( identidad esfumada ) de tantos lugares pedagógicos como grupos, comunidades, escuelas y sobre todo la familia. Debilidad que quiere decir en primer lugar haber perdido la identidad, configuración y convicciones de la propia tarea y significado para las generaciones que vienen. Nadie se hace cargo de “ los otros existencialmente” en lo que a orientación se refiere, a no ser que sea simplemente para prepararlos para San José / SUPLEMENTO / 17 Hno. Aurelio Arreba explotarlos o excluirlos si no responden a esas expectativas. Hay miedo a ser los adultos que tenemos que ser , experientes en humanidad y referentes de la vida, quedándonos en la fácil y cómoda actitud de ser adolescentes como ellos pero, sin perder los privilegios que tiene el adulto y, haciendo lo mismo que hacen los adolescentes. Educación débil, pensamiento débil, sentimientos débiles; en definitiva estructura personal débil. Y los jóvenes nos están pidiendo que les enseñemos a ser valientes para asumir el riesgo de la novedad y del futuro. Se impone una toma de conciencia de la gravedad de esta situación: esta fragilidad o debilidad educativa, no puede dejar de tener repercusiones en la calidad del desarrollo de las nuevas generaciones. 2-. Nuevos educadores Se necesitan personas espirituales que sean un buen punto de referencia y guías espirituales motivados para búsquedas limpias no contaminadas de sentimientos frágiles y dependencias fáciles. Se necesitan nuevos educadores formados para servir a aquellos que están en proceso de crecimiento humano-espiritual ; realidad esta que hay que aprenderla. No se trata de una mediación cualquiera, sino de un hermano mayor, que a la sabiduría añada una competencia que le capacite para una doble relación de conocimiento y liberación de los mecanismos que puedan distorsionar el proceso del crecimiento en libertad para responder a la llamada divina. ¿Cuándo llegaremos a sentir la urgencia del animador vocacional ? Porque es un síntoma claro de que no se ve o se aprecia el valor de esta tarea mientras uno no sienta la necesidad de prepararse y seguir creyendo que con lo que hizo y sabe puede seguir educando y acompañando. 18 / Mayo 2002 / Nº1 Pensando en una Pastoral de las vocaciones no tanto como una pastoral ESPECIFICA sino cada vez más inserta en la pastoral ordinaria , es necesario que la propuesta vocacional ENTRE en la pastoral ordinaria: l porque la vida humana es esencialmente vocacional , futuro, proyecto , llamado a ponerse frente al Señor de la historia . l este modo de ser es un don del Espíritu y pide la primacía del espíritu sobre tantos otros aspectos lo que no significa descartarlos o ignorarlos. l centrar más la atención en la persona que en las cosas que hay que hacer ; implica una clara y decidida actitud hacia lo esencial de la vida que es descubrirle su sentido. Hacer descubrir la vida como don, como “ser para” en una perspectiva que fascina y libera al mundo juvenil que son mucho más sensibles a lo “bueno, noble, agradable, lo perfecto”. 3-. Presupuestos Tendremos en cuenta especialmente dos; uno espiritual-pastoral y otro antropológico-psicológico. - el espiritual-pastoral: El conocimiento de la naturaleza y misión de la vida cristiana y de las vocaciones de especial Consagración es un presupuesto irrenunciable y al mismo tiempo la guía más segura para desarrollar la pastoral y el discernimiento de las vocaciones. Esto está diciendo de la convicción de que ES DIOS QUIEN LLAMA y, por lo tanto, la búsqueda necesaria de los signos que indican la llamada divina. Citemos a San Jerónimo: “Hay cuatro categorías de apóstoles : hay una de aquellos no elegidos por parte de los hombres y tampoco por medio de los hombres, sino directamente por Jesucristo,y por Dios Padre; hay otra, de aquellos elegidos por Dios por medio de los hom- bres; hay una tercera de apóstoles elegidos por los hombres ,pero no por Dios; después, hay una cuarta, de hombres que, no han sido elegidos, ni por parte de Dios, ni por medio de los hombres, sino solamente por sí mismos. A la primera categoría, según San Jerónimo, pertenecen los profetas, las grandes figuras carismáticas; a la segunda ,pertenece Moisés, en la vocación del cual lo más evidente es la mediación humana; a la tercera, pertenecen aquellos ordenados a través del favor y acción de los hombres. También ahora vemos que muchos se hacen sacerdotes no por designio del querer de Dios, sino por haberse ganado el favor del pueblo; la cuarta categoría es aquella de los seudo-profetas y de los falsos apóstoles”. - el antropológico-psicológico: Antes de cualquier confrontación con una norma objetiva, el animador vocacional tiene dentro de sí una seguridad que anima su misma búsqueda: la certeza absoluta, la presencia del don de una singular llamada por parte de Dios en el joven. Hacer animación vocacional quiere decir no tener duda de esta presencia del don cualquiera sea éste y trabajar hasta con constancia mientras no surja con claridad. Es esta certeza la que da esperanza al discernimiento. Y hace de la animación vocacional un servicio para todos dirigido a los jóvenes en búsqueda de VERDAD E IDENTIDAD. El error está en interesarse solamente por los que se inclinan por alguna vocación específica cerrando así la posibilidad de búsqueda y esclarecimiento. Esto ya fue. Cuántos jóvenes , por este falso planteo de la pastoral de las vocaciones han quedado por el camino. Cuántas veces los jóvenes manifiestan de entrada un rechazo a la consagración a Dios por miedo, vergüenza ante los otros, presiones, condicionamientos etc. y por no Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. querer insistir o presionar; o simplemente por falta de fe y definición personal del que acompaña se deja pasar esta situación que no es otra cosa quizás que la cobertura de algo más profundo y verdadero que se hubiera descubierto lentamente y llevado a la luz. Si el animador vocacional comienza desde la certeza de un don divino que en cada caso hay, la actitud y postura en el acompañamiento sería muy distinta. El animador vocacional debe “animar a todos” y especialmente a los jóvenes sin descartar a nadie. 4- Los procesos La acción pastoral en nuestras escuelas se desarrolla en varios niveles atendiendo a la situación en que se encuentran nuestros alumnos respecto a la fe, así como también a la maduración de su personalidad. Las diferentes etapas guardan entre sí una progresión y también una simultaneidad. El tercer nivel afecta a un número más reducido de personas porque implica una aceptación ímplícita de la fe, mientras que el primer nivel va destinado a muchos más y se inscribe dentro de lo que comúnmente llamamos “atención a los alejados” muchos de los cuales no han tenido hasta el ingreso en nuestros centros acceso al Evangelio. -Primer nivel: Personalización El objetivo de este primer paso es ayudar a hacer pasar de una actitud de pasividad frente a la vida a una actitud positiva-dinámica. Se pretende que el joven adopte ante la vida una actitud crítica y activa que le ayuden a leer los acontecimientos y descubrir los valores. Proponemos una forma de ser y de estar en el mundo inspirada en el “humilde techo de Nazaret”. El educador que trabaja en este nivel está ejerciendo su ministerio apostólico pues está intentando ayudar a comprender el valor de la existencia y su destino. La base que favorece la consecución de este objetivo es “el ambiente escolar” del que ya hemos hablado: “crear un ambiente animado por el espíritu evangélico de libertad y caridad”. Libertad como expresión de la dignidad del ser humano y apertura a lo transcendente. Caridad como síntesis de los valores que llevan a la apertura al Evangelio. Este espíritu es el que nosotros llamamos “ Espíritu de familia”, que no es sino la actitud cercana, sencilla y acogedora propia de la pedagogía del ser Hermanos. Dos aspectos tendremos en cuenta especialmente en este primer nivel. neraciones venideras razones para vivir y razones para esperar”. Educar para la utopía implica en primer lugar preparar hombres y mujeres que se nieguen a aceptar la realidad actual como la única posible, y se empeñen en su transformación, sueñen con un mundo mejor y trabajen para transformarlo. Trabajamos especialmente por impulsar la educación para la justicia y la solidaridad. Para ello es fundamental poner a los jóvenes en contacto, a través de actividades y experiencias con las realidades más carenciadas y excluidas. a-. La educación en valores. Nuestras escuelas trabajan fuertemente la dimensión de la dignidad del ser humano como una realidad “dada gratuitamente y hecha para darse”. Desarrollamos una pedagogía de los valores que se fundamenta en el respeto al otro, la solidaridad responsable, la creatividad y la interioridad. Intentamos para ello seguir la pedagogía del Señor que se hace el encontradizo,va en búsqueda de la oveja perdida e intenta educar desde la propia realidad del interesado y según las aspiraciones que expresa. Procura liberar de los condicionamientos y animar a tomar la vida entre las propias manos. A través de tantas realizaciones programadas para cada curso se intenta hacer práctica de esto que ofrecemos. a-. Evangelización de la cultura La existencia de cualquier tipo de escuela se justifica por la transmisión de la cultura. También para nosotros esta es una obligación primordial. Nosotros, como todas las escuelas católicas, lo hacemos con la transmisión de una cultura abierta a la dimensión transcendente, desde perspectivas cristianas. La cultura no equivale a un conjunto de saberes. Nuestras escuelas proporcionan las claves y el discernimiento para que el saber unido a la destreza y los valores adquiera sentido y se transforme en cultura capaz de estructurar el pensamiento de la persona lo que equivale a decir que esto influirá en su postura en el mundo porque ejercita su libertad, apertura y conocimiento. Esta es una tarea delicada pero irrenunciable. La concretamos en cada área de contenidos. b-. Educación para la utopía. Consideramos en este momento de la historia como particularmente dirigidas a nosotros estas palabras del Concilio Vaticano II: “el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las ge- - Segundo nivel: Diálogo Fe-Cultura Dos tareas importantes se imponen en este nivel: N.B. Para más información consultar Enrique Rojas, “Una Teoría de la Felicidad”, el capítulo “La cultura es libertad “, Editorial C.I.E. DOSSAT 2OOO, Madrid 1997. b-. Inculturación de la fe Para ayudar al muchacho a comSan José / SUPLEMENTO / 19 Hno. Aurelio Arreba prenderse a sí mismo y el mundo que lo rodea desde Jesucristo, el Dios Encarnado- proyecto de Dios sobre el hombre y la historia, nos esforzamos por hacer comprensible la Palabra de Dios. El camino de Dios fue y es el camino del hombre por lo tanto seguiremos esta misma pedagogía intentando hacer comprender cómo la Palabra de Dios se hizo palabra humana para que los hombres la pudieran oír. El proceso de inculturación del Evangelio es una exigencia importante hoy día y sabemos que es un proceso profundo y global que avanza a paso lento. “Se trata de conseguir la penetración del Evangelio en los niveles más profundos de las personas y pueblos, afectándolos de una manera vital, en profundidad y hasta las mismas raíces de su cultura”. No es tarea fácil y exige mucha sensibilidad ante los desafíos de la cultura a nuestra fe, una disposición para no evadirnos de los problemas que la cultura lanza a la fe desde la ciencia, la técnica y la civilización y una actitud de escucha ante los jóvenes para ayudarlos a dar respuesta a sus interrogantes y preocupaciones en Jesús Libertador. N.B. Se puede consultar el capítulo “La disciplina de la escucha“ en el libro “Acompañar espiritualmente a los jóvenes” de S. Pagani, Editorial San Pablo, Madrid 1998. - Tercer nivel: Catequesis explícita de Iniciación a- Iniciación integral a la fe Entendemos la iniciación como un proceso de conversión a Cristo y su proyecto de vida que culmina en una plena incorporación a la comunidad Cristiana y se manifiesta en el compromiso por el Reino. Nuestros colegio incluyen en sus Proyectos Educativos y Pastorales la iniciación a la oración y la celebración de la fe en la jornada escolar, cuidan la catequesis y celebración de los sacramentos sobre todo la 20 / Mayo 2002 / Nº1 Eucaristía, Penitencia y Confirmación. La clase de formación cristiana o Religión se relaciona con los tres niveles presentados anteriormente: l Ayuda al alumno a que se plantee interrogantes sobre el sentido de la vida y del mundo. l Anuncia explícitamente a Jesús y su mensaje. A los no bautizados les permite la entrada en el grupo de los discípulos de Jesús, en el sentido mejor de “discipulado”. l Puede asumir funciones más propias de catequesis, si el ambiente lo permite, animando a vivir el mensaje cristiano ofreciendo momentos de oración y celebración, facilitando incluso jornadas de reflexión, y convivencias cristianas. b-. Cultivo de la vocación La dimensión vocacional es connatural al carácter futurizo y proyectivo de la vida humana y a la fe cristiana y por lo tanto es tenida en cuenta en todo el proceso de educación y evangelización. Nuestros centros educativos asumen explícitamente la orientación vocacional y el cultivo de esta dimensión en sus alumnos. Ofrecen un acompañamiento personalizado que ayude a los jóvenes a descubrir el puesto-deseo que Dios quiere que ocupen en el mundo y en la Iglesia. Atendemos solícitamente a quienes se plantean en sus vidas vocaciones de especial consagración y cuidamos con particular dedicación a quienes se sienten llamados a ser Hermanos de la Sagrada Familia. Procuramos que toda la comunidad educativa ofrezca su colaboración en este campo y con interés y delicadeza acompañamos a los jóvenes especialmente en los momentos en que tratan e orientarse en la vida y cuando surja en ellos la inquietud del compromiso. - Qué promueve y coordina el Departamento de pastoral En todos los centros dirigidos por los Hermanos , la educación en la fe constituye su razón fundamental de ser, y por consiguiente ésta es siempre prioritaria. Dicha educación es impulsada por el Departamento de Pastoral que asume las siguientes funciones: l Comprende su cometido no como pastoral en la escuela, sino como la escuela en pastoral. l Tiende al objetivo final de crear en la comunidad educativa una comunidad cristiana. l Hace la programación de las actividades pastorales , la comunica a toda la comunidad educativa y requiere su colaboración. Promueve, anima y coordina dicha actividad. l Apoya la formación de grupos cristianos de adultos, la creación de fraternidades nazarenas y las acompaña en su caminar. l Facilita la creación de grupos cristianos juveniles tanto de alumnos como de exalumnos y los ayuda en su crecimiento en la fe. l Potencia la actividad cristiana extraescolar de los grupos y comunidad educativa. l Favorece la integración de Hermanos, sacerdotes y laicos y aúna criterios de actuación. Facilita la capacitación y formación de los agentes pastorales. l Colabora con los organismos eclesiales y congregacionales correspondientes. l Atiende la pastoral vocacional, que considera como un elemento necesario y fundamental dentro del crecimiento de la persona y de la educación en la fe. Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. 7-.El “coordinadoradscripto-titular” de un centro educativo de los Hnos. de la Sagrada Familia Presentamos algunos aspectos que podrán ser corregidos, aumentados y adaptados a cada situación concreta . Recogen o intentan recoger los aspectos históricos y doctrinales que fundamentan esta figura-articulador fundamental en la educación. 1º-. ¿Por qué esta figura en la educación y en nuestro estilo educativo ? a El aporte de las ciencias b El aporte de la Revelación 2º-. La fuente de nuestro Carisma; estilo y misión apostólica a El misterio de la Encarnación b El misterio de Nazaret c Sus consecuencias pedagógicas. d Las articulaciones pedagógicas y la figura del Coordinador 3º-. La historia, la tradición a Líneas animadoras de las Constituciones b Experiencias e intenciones del Fundador desde su contexto. c El Coordinador en los centros de los Hnos. 4º-. Lo que piden los tiempos actuales a La realidad cultural postmoderna b La realidad y situación de la familia c Los ámbitos naturales donde crece la vida hoy, ¿qué pasa? d Situación y reclamos de los jóvenes. e Las aspiraciones del corazón. 5º-. La experiencia recogida. La Coordinación como: a Un llamado, un ideal, una voca- ción , un ministerio pastoral. b Un proceso formativo, un ejercicio educativo, una sabiduría adquirida c Una exigencia de formación permanente y capacitación. d Un servicio específico articulador de muchos aspectos entre ellos: + dimensión animación-acompañamiento + dimensión administrativa-funcionamiento 6º-. Lo que esto esta exigiendo: a Seguir definiendo y puliendo el perfil y proyecto del Coordinador b Espacios y tiempos específicos para esta misión c Una dinámica de funcionamiento, formación y seguimiento del equipo de coordinadores. d Selección, preparación, formación, evaluación y remuneración de este servicio de acuerdo a la importancia que tiene en el esquema y estilo educativo nuestro. 7º-. Objetivo de la animación a la persona, su fin y orientación b El hecho educativo c La cultura como ámbito de crecimiento d La persona y la animación exige nuevas presencias DESARROLLO La creación de los equipos Directivos, la selección de este personal, su formación, coordinación y seguimiento ha sido un esfuerzo importante en la Provincia. En este momento creo que es prioritario el TEMA Y LA FIGURA DEL COORDINADOR por todo lo que esta figura representa en los desafíos educativos de hoy . En la práctica y en lo cotidiano es quien permite hacer viable y articular la tarea educativa. Para nosotros Hnos. resulta una cuestión de principio de la que de- penden muchas otras articulaciones pedagógicas, acciones educativas, pastorales y vocacionales. 1-. ¿ Por qué esta figura en la educación y en nuestro estilo educativo ? Todos sabemos y hemos experimentado lo que significan las referencias, los ambientes y sobre todo las referencias a personas y de personas en el proceso de maduración y equilibrio emocional. a-. Las ciencias humanas nos han abierto un panorama muy amplio sobre la repercusión que en la interioridad tienen las posturas, gestos, palabras, las ausencias y las presencias de las personas . El Coordinador está llamado a ser REFERENCIA-PRESENCIA-COMPAÑIA que e-voca, pro-voca y con-voca. Coordina, anima y articula para que los esfuerzos de todos sean significativos. La carencia y dolencia humanas propia de la contingencia e indigencia de nuestra condición de seres humanos SOLAMENTE SE CURA CON LA PRESENCIA Y LA FIGURA que también sabe de ausencias oportunas y necesarias. La presencia y la figura del Coordinador, “su estar-acoger-ofrecerdespertar-animar-acompañar-hablar-callar-mirar-escuchar-cultivar” son la ENCARNACION-REVELACION y la certeza del OTRO en nuestras vidas. b-. La Palabra reveladora, el Misterio de la Encarnación Nos hace sentir y experimentar la presencia y compañía como camino pedagógico. “Vino a estar con nosotros, entre nosotros”. Es la consoladora experiencia de la compañía y de la presencia de Dios de un modo constante, verdadero, vivencial. La pedagogía de Dios para eduSan José / SUPLEMENTO / 21 Hno. Aurelio Arreba car al hombre es clara respuesta a las necesidades de los hombres: l Estar con ellos, ponerse a su altura, despojarse de lenguajes no comprensibles, hacerse próximo, meterse en su propia historia, crear la confianza, rehacer los lazos rotos, crear hogar-espacio para la vida. l Es una pedagogía comprometedora; pretende SER-CON antes que HACER COSAS con los hombres. Quiere VIVIR-CON-ELOS antes que PREDICARLES-A-ELLOS. l Pero es también una pedagogía dramática, o sea, expuesta a la conquista del don que Dios nos hace; a la elección de hacernos don para los demás. 2-. El perfil del Coordinador-Titular Sagrada Familia Será una persona madura que ha saboreado la experiencia, la fatiga, los abatares del proceso de crecimiento en carne propia. Sobre todo será madura y equilibrada afectivamente y espiritualmente. Importa una experiencia reconocida por títulos, una cierta antigüedad en el campo de la educación y una sencilla pero clara adhesión al estilo Sagrada Familia. Su misión es ser REFERENCIA ARTICUALDORA-VEHICULADORA en un ambiente-tiempo y desde un proyecto concreto educativo. Coordinar y hacer significativos los esfuerzos y acciones educativas, pastorales y vocacionales de muchas personas. Su actitud es el ESTAR Y EL SER COMPAÑIA-PRESENCIA ORIENTADORA. a-. Se inspira en el estilo humilde de vida y de acción de la Sagrada Familia de Nazaret que vivió oculta y en familia. OCULTA: privilegiando el estar, el ser , el vivir, la casa, el hogar, el ambiente que ahí se crea más que 22 / Mayo 2002 / Nº1 el hacer o el aparecer. El vivir más que el predicar. EN FAMILIA: haciéndose próximo, hermano, cercano, que comparte el pan de la vida creando lazos de unidad, afecto, comunidad. HUMILDE: hacerse verdadero, sincero, abajarse, despojarse para ponerse al alcance; hacerse “ humus”tierra fértil y propicia para que crezca la semilla. b-. La otra fuente de inspiración es la vida y el pensamiento del Hno. Gabriel Taborin l La Sagrada Familia inspira y da el nombre a la Comunidad y a su misión. l El ser y hacerse Hermano, el llamarse y definirse como Hermano son toda una postura pedagógica-existencial en la tarea educativa. l Las orientaciones que da, los principios que propone, las sugerencias pedagógicas y el método que insinúa a los Hermanos dedicados a la educación junto con lo que es nuestra tradición ,son aspectos reveladores para trazar un perfil del Coordinador. a-. Orientaciones + Importancia del período de la juventud + Necesidad de un amigo fiel en esa etapa + Educar la conciencia y el corazón b-. Principios de su ideario + Trato igualitario y justo + Cordialidad y amabilidad en las relaciones + Adaptación y encarnación en la realidad de cada uno + Realismo y gradualidad en los procesos + Educación personalizada c-. Actitudes pedagógicas + Dulce y paternal vigilancia + Animar para el esfuerzo y la superación + Mover el corazón, cultivar la con- ciencia, educar los sentimientos + Prevenir para que no haya lugar a la corrección d-. El método del Hno. Gabriel + Su objetivo es la atención a las personas + Las visitas, las entrevistas personales + La correspondencia, las cartas, los mensajes + Las cartas-circulares periódicas con contenidos doctrinales y pedagógicos orientadores. + Las reuniones comunitarias: encuentro, intercambio, reflexión y liturgia ( celebrar la vida) + La casa como el lugar y ambiente donde se rehace-recuerda y construye lo vivido. e-. Ambientes que debe cuidar el Coordinador + El patio: todo lo referido a la manifestación espontánea, extracurricular, deporte, esparcimiento y otras expresiones. + La clase: lo curricular, el trabajo, la disciplina de trabajo. + La capilla: toda la dimensión del misterio, la apertura, la transcendencia, el cultivo de la fe. Todo esto recogido por los Hnos. y enriquecido por su experiencia ofrecen elementos interesantes para el perfil del Coordinador. A esto hay que agregarle los desafíos actuales y la práctica personal recogida. 3-. El Objetivo de la animación El objetivo fundamental es lograr personas que sean PRESENCIAS SIGNIFICATIVAS: o sea, memoria, presencia, recuerdo, mensaje, signo de la vocación definitiva del ser humano. Cualquier “curriculum-procesoitinerario” en su entramado de as- Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. pectos, criterios, elementos, estrategias, contenidos y pedagogía tiene que apuntar a esto y a descubrir los ámbitos, lugares y aerópagos donde discurre la VIDA REAL , DE LO CONTRARIO NO SIRVE PARA NADA. a El fin de la persona es el logro de lo “mejor” no solamente de lo bueno o conveniente. La disponibilidad de la “libertad afectiva y efectiva”, el logro “del bien común (lo que es mejor para todos)”, “la interiorización de los valores” que no es sino la incorporación de aquellas “actitudes que me permiten elegir lo mejor”. b Tener en cuenta que “el hecho educativo” es una interacción de libertades en ámbitos culturales concretos donde están siempre presentes las dimensiones de la transcendencia, intencionalidad (deseo de sentido) y libertad. c La “globalización” está exigiendo: l Reforma educativa como cambio de mentalidad en el abordaje de la realidad tanto de la persona como de la cultura. l Selección y procesamiento de los contenidos básicos para el bien común de la persona y de la sociedad. l Orientar y pastoralizar los contenidos básicos. l Fundamentalmente reformulación de las presencias humanas para que sean significativas y articuladoras de los procesos. d Propiciar una pedagogía como filosofía, “como meditación de la vida”. Hacer que los aprendiza- jes afecten a la vida y la cambien. EL COORDINADORAADSCRIPTO ES SIGNO Y FIGURA DEL A MOR. Se expresa en estas actitudes y modalidades: A = ANIMADOR M = MODERADOR O = ORIENTADOR R = REFERENTE El resumen lo presentamos con algunas palabras claves: l Ser REFERENCIA Y CORDINADORARTICULADOR de los esfuerzos de toda la Cdad. l ESTAR Y SER COMPAÑIA en el ambiente donde se trabaja. l La Sagrada Familia y el Hno. Gabriel como escuelas donde inspirarse. l El método y lo que este privilegia o prioriza l Las actitudes pedagógicas y su objetivo: vigilancia del corazón, conciencia y actos. l Orientaciones y principios para ejercer la Coordinación l Los ambientes donde ejercerla l Las funciones o facetas más propias: a ANIMAR: educar, formar y acompañar b ADMINISTRAR: todos los recursos humanos, didácticos, pedagógicos, información reglamentos y otros instrumentos administrativos. c FORMACION PERMANENTE: tiempos, acciones y recursos para la formación. Bibliografia l Educar con estilo nazareno; (fo- l l l l l l l l l l l lleto sobre el Titular redactado por el Hno. Néstor) Nuestra razón de ser al servicio de la Educación: La Sagrada Familia y Gabriel. ( Hno. Aurelio, carátula de Juan Faropa ) La presencia de la Sagrada Familia en el proyecto educativo (Hno. Aurelio ) La presencia del Hno. Gabriel como educador y catequista (Hno. Aurelio ) La contemplación del Cuadro oficial de la Sagrada Familia (Hno. Aurelio ) Las síntesis del Encuentro con el Hno. Gabriel (Passo Fundo). Ponencia de Amadeo Cencini para el Congreso de las Vocaciones en Europa. Revista, Todos Uno Nº 131, Julio, Agosto y Setiembre 1997. Acompañar espiritualmente a los jóvenes.S. Pagani, Ed. San Pablo, 1998 Madrid. Los llamados. G. Varela Alvariño, Ed. San Pablo, 1994 Madrid. Una teoría de la felicidad. E. Rojas. Ed. Cie-Dossat 2000. 1997 Madrid. Cómo educar en valores. J.M. Méndez. Ed. Síntesis. 2001 Madrid. La misión del Instituto de los HSF hoy. (libro verde) 1999 Roma. San José / SUPLEMENTO / 23 Hno. Aurelio Arreba Sumario Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos. Hermano Aurelio Arreba 1- La Comunidad Religiosa ............................................................................................................... 1 Entre las tareas educativas y evangelizadoras de la Comunidad están: ....................... 2 2- Los Educadores ............................................................................................................................... 2 Como Educadores Cristianos Somos: ........................................................................................ 2 Señalamos Algunos Cometidos de Nuestro Ministerio .......................................................... 2 Esto nos exige a nosotros educadores: .................................................................................... 3 3- Los alumnos - los educandos .................................................................................................... 3 El encanto de lo bello, una estética superficial. ................................................................. 3 Horizontes sin cielo, inmanencia indiferente. ...................................................................... 4 Interpretaciones parciales, adaptación con fundamento. ................................................ 4 El movimiento de la satisfacción ............................................................................................... 5 Las dinámicas del deseo ............................................................................................................... 6 Existencia y angustia ..................................................................................................................... 7 Posibilidades negadas, energías sin meta ............................................................................... 8 Libertad inconsciente y fe débil .............................................................................................. 10 Itinerarios a intentar recorrer .................................................................................................. 11 4- La familia, comprometida activamente ............................................................................ 14 5- Los antiguos alumnos, unidos más allá del ámbito de las aulas .......................... 16 6- Niveles del proceso educador y evangelizador ............................................................ 16 Educar, formar, acompañar ....................................................................................................... 16 Presupuestos y dinámica del discernimiento vocacional ................................................. 17 1-. Fragilidad educativa y formación débil ...................................................................... 17 2-. Nuevos educadores ........................................................................................................ 18 3-. Presupuestos ................................................................................................................... 18 4-. Los Procesos .................................................................................................................... 19 7- El “coordinador-adscripto-titular” de un centro educativo de los Hermanos de la Sagrada Familia ............................................................................. 21 Desarrollo ........................................................................................................................................ 21 1-. ¿Por qué esta figura en la educación y en nuestro estilo educativo? ..................... 21 2-. El perfil del Coordinador-Titular Sagrada Familia .................................................... 22 3-. El Objetivo de la animación ........................................................................................ 22 El Coordinador-adscripto es signo y figura del amor ......................................................... 23 Bibliografía ............................................................................................................................................. 23 Sumario ................................................................................................................................................ 24 / Mayo 2002 / Nº1 24
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