Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y

20 de mayo de 2002
Hno. Aurelio Arreba
Año 1, Nº 1
Orientaciones para la Animación
de la Comunidad Educativa y cómo
Incidir en los Procesos Educativos.
Partiendo del documento “LA MISION DEL INSTITUTO DE LOS HERMANOS DE LA SAGRADA FAMILIA
HOY”, publicado, luego de varios años de reflexión sobre nuestro carisma, en Roma, en 1999,
te presentamos este trabajo realizado por el Hno. Aurelio Arreba, fruto de la reflexión y la
experiencia recogidos durante estos años en la Provincia San José de Uruguay.
Creemos que es un material que nos orientará en nuestra tarea como educadores “Sagrada
Familia” y nos brindará pistas y caminos muy claros para la animación de nuestras comunidades
educativas. La animación implica iniciar y acompañar los procesos de crecimiento y compromiso. Este aporte que hoy ponemos en tus manos pretende ser una herramienta de trabajo que
nos ayude a reflexionar personalmente y en equipo sobre nuestra misión de servicio a la evangelización, a la que todos estamos llamados, con la impronta y la perspectiva del carisma que
nos legara el Hno. Gabriel Taborin.
1-. La Comunidad
Religiosa
Revitalizar y profundizar a nivel
de la Comunidad todo lo que se refiere a la dimensión de la Consagración. Realidad ésta que, tanto cuanto es vivida y encarnada por la Cdad,
ofrece algo que le es propio y aquí
radica de alguna manera nuestra
razón de ser en la tarea educativa.
Esta vivencia e incorporación
existencial permite imprimir en la
escuela una acción particularmente EFICAZ POR NUESTRA :
l especial Consagración
l por la particular experiencia de
los dones del Espíritu
l por la escucha de la Palabra
l por el ejercicio del Discernimiento
l por el rico patrimonio de las tra-
diciones educativas acumuladas
a través del tiempo por el Instituto
l por el profundo conocimiento de
la Vida Espiritual.
Estos son para nosotros objetivos
a conseguir cada vez más. Seremos
fieles y proféticos en la medida que
seamos coherentes con la palabra
Hno. Aurelio Arreba
que transmitimos. Nuestra presencia de consagrados es imprescindible en nuestras Comunidades Educativas porque estamos llamados a
ser ejemplo de entrega sin reservas
y gratuitamente que es lo específico del “ sentido de Dios”. La Cdad.
Religiosa es el marco de referencia
para el “ser y actuar” de toda la
comunidad educativa y ejerce una
función esencial e insustituible: ser
memoria y presencia del carisma
del Hno. Gabriel, siempre vivo y
actual. Cada Hno. de la Sagrada
Familia es testigo y profeta no un
mero profesional de la enseñanza. Como el Hno. Gabriel en su
medio y en su tiempo, somos
animadores de la comunidad educativa y formadores de
animadores.
Entre las tareas educativas
y evangelizadoras de la
Comunidad local están:
l Animar e inspirar el Proyecto
Educativo asegurando la integración de todos los elementos:
Educar, formar y acompañar. Dirección, contenidos y coherencia.
Amor, trabajo y cultura.
Centrar, equilibrar y hacer más
madura la personalidad, y educar
para un proyecto personal ilusionado.
l Garantizar las líneas de la acción formativa, a todos los niveles: promover una actitud de acceso a la cultura, es decir, al conocimiento, a la ciencia, a la verdad y mayor libertad.
l Crear un ambiente animado por
el espíritu de familia: oración,
trabajo, amor. Apertura a lo
transcendente, a lo que va más
allá y me supera; al respeto de la
identidad, la autonomía y lo diferente. Crear una pedagogía del
esfuerzo que propicie el dominio
personal y el equilibrio que haga
efectiva la libertad. Poder experimentar la dialéctica de la vida
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y del Misterio pascual:
“Para llegar a donde quieres,
tienes que ir por donde no quieres. La sabrosa y jugosa fruta,
en tierra fría y seca se recoge”
Favorecer la PARTICIPACIÓN DE
LOS COLABORADORES, ofreciendo puestos de responsabilidad a
quienes tengan: cualidades, preparación e identificación con el
Carisma .
Animar el proceso de crecimiento de la comunidad cristiana en
el Centro.
Ser modelo de cómo integrar
oración y trabajo, del vivir en la
dimensión histórica y el ser signo
de hacia donde caminamos. Compartir con los laicos momentos de
oración.
Ser nexo entre el Colegio, la
Congregación y la Iglesia.
2- Los Educadores
Una sociedad secularizada tiende a rebajar y desfigurar la Mística
vocacional del educador y eliminar
su dimensión apostólica. Crea un
dualismo separando la persona de
su función, sin que el hacer implique el ser. Se le considera como un
simple enseñante, transmisor de
conocimientos lo que por consecuencia hace que se le confíe solamente esa tarea separándola de su
testimonio de vida y capacidad
como persona de transmitir valores
transcendentes. Esto hace que se
confíe a religiosos o catequistas la
tarea de evangelizar logrando con
eso romper la síntesis FE-CULTURA-VIDA en su mismo eje: EL EDUCADOR. Se le vacía así de un aspecto clave de su identidad.
La Eclesiología de Comunión y
Participación invita y compromete
a todos los fieles a ser responsables,
agentes activos en la educación
evangelizadora. Pocos cristianos estamos tan cualificados como los
educadores para conseguir el fin de
la evangelización, que no es otra
cosa que procurar encarnar el mensaje y proyecto de hombre cristiano en la existencia de cada hombre.
“El educador laico es aquél que
ejercita su ministerio en la Iglesia viviendo desde la fe su vocación secular en la estructura comunitaria de la Escuela”.(LCTFEC
Nº 24 ).
No es suficiente una formación
intelectual, pedagógica e incluso
teológica ; es necesario, sobre todo,
que los educadores seamos conscientes de la vocación y misión que
hemos recibido y de la capacidad
implícita que llevamos como seres
humanos de ser significativos, generadores y de dar sentido a la existencia.
Como Educadores
Cristianos Somos:
l Mediadores entre el Mensaje
cristiano y el educando. Como
guías y acompañantes de los
alumnos, los ayudamos a ir avanzando en su proceso de maduración humana y cristiana, con una
presencia cercana y estimulante.
l Mediadores en el diálogo fe cultura. Lo que nos exigirá una
formación permanente para poder hacer una lectura cristiana de
la cultura actual en estrecha colaboración con nuestros compañeros de otros departamentos y
el claustro entero de los profesores.
l Mediadores entre la Comunidad
cristiana y los jóvenes. Obramos
siempre procurando superar todo
aislamiento o reducionismo.
Señalamos Algunos
Cometidos de Nuestro
Ministerio
l Asumir vitalmente el Proyecto
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
Educativo Cristiano del Colegio.
l Ejercer el ministerio laical facili-
tando a los alumnos la síntesis FECULTURA Y VIDA.
l Mostrar una firme decisión de
servir a la Iglesia .
l Contribuir a transformar la Comunidad Educativa en Comunidad
cristiana.
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Todo esto no implica mermar o ir
en contra de la profesionalidad ni
de la calidad de la enseñanza sino
que por el contrario la exigen previamente. El Hno. Gabriel nos dice
al respecto: “el deber principal del
educador es el de dar a los niños
una buena educación” (NG, art.
643).
El amor al trabajo es un elemento esencial de nuestro ser, pedagogía e identidad. En el Taller de
Nazaret y en la vida del Hno. Gabriel
esto es como el alma de la vida junto con el amor a la cultura, el clima
de las relaciones y la aspiración a la
transcendencia.
El Hno. Gabriel resume así algunas de las exigencias , características y orientaciones pedagógicas:
l El amor al trabajo.
l Amor al estudio y educación intelectual.
l desarrollar la capacidad de juicio observando los hechos. ( NG.
Art. 645)
l
Esto nos exige a
nosotros educadores:
l Una preparación cuidadosa de
nuestras clases y actividades.
l Corrección de las tareas y ejerci-
cios de los alumnos.
l Programación y evaluación de las
materias.
l Apoyo complementario a los
alumnos que presentan dificultades.
l UNA PEDAGOGIA DEL ESFUERZO
que propicie la adquisición de un
carácter y voluntad firmes capaces de desplegar la libertad, el
l
l
equilibrio y el dominio.
Una conciencia esclarecida y una
escala de valores que propicie en
nosotros y en los educandos disposiciones respecto a la conducta, el carácter y los hábitos en
tensión hacia lo mejor.
Esto permite el descubrimiento
de las virtudes y de los valores.
Intentar estimular a valorar el
tiempo, la capacidad de renuncia como experiencia de libertad;
tallar, pulir, limar la propia personalidad hasta lograr el mejor
perfil de la propia existencia.
Estimular la capacidad filosófica
en cada uno, considerada ésta
como meditación y lectura de la
propia vida que nos llevará y les
llevará a compartir, como el ámbito propio para crecer y desarrollarse.
La necesidad de formación permanente a través de la que conseguimos: actualización académica, mejorar nuestros métodos y
técnicas, profundizar en nuestra
identidad como educadores cristianos.
3-. Los alumnos - los
educandos
Son los protagonistas de su propia educación y los que mejor pueden influenciar en los propios compañeros.
Cuando el Hno. Gabriel intuía y
entendía que valía la pena dedicar
toda la vida a educar a los niños y
jóvenes, bien sabía la influencia que
éstos tenían en toda la sociedad. Era
la mejor manera de construir la Iglesia y mejorar el mundo “DEDICARSE A FORMAR BUENOS CIUDADANOS
PARA LA SOCIEDAD E INTELIGENCIAS DIGNAS DE DIOS (...). SE PUEDE DECIR QUE NINGUNA MISIÓN ES
TAN NOBLE AQUI EN LA TIERRA QUE
LA DE ACTUAR SOBRE EL ESPÍRITU
HUMANO TRANSMITIÉNDOLE LA
LUZ, LA VERDAD Y LA VIRTUD”.
En esta época de cambio, la situación de los niños y jóvenes no es
fácil, sino que se presenta como muy
problemática en muchos lugares del
Planeta.
La Congregación para la Educación Católica afirma al respecto: “La
escuela católica se ve obligada a
relacionarse con adolescentes y jóvenes que viven las dificultades de
los tiempos actuales. Se encuentran
con alumnos que rehuyen el esfuerzo, incapaces de sacrificio e inconstantes y carentes, comenzando a
menudo por sus familiares, de modelos a los que referirse. Hay casos
cada vez más frecuentes en los que
no solamente son indiferentes o no
practicantes , sino faltos de la más
mínima formación religiosa o moral. A esto se añade en muchos
alumnos y en las familias un sentimiento de apatía por la formación
ética y religiosa, por lo que al fin,
aquello que interesa y se exige a la
escuela católica es sólo un diploma
o a lo más una instrucción de alto
nivel y capacitación profesional “
(ECUTM ).
Hoy sabemos que la educación
no es solamente para los jóvenes,
sino también a partir y con los jóvenes.
Para intentar que las NUEVAS GENERACIONES accedan y se comprometan con la CIVILIZACION DEL
AMOR será necesario que los acompañemos a recorrer un itinerario que
tenga en cuenta la realidad de la
cultura POSTMODERNA:
El encanto de lo bello,
una estética superficial.
En estos últimos años muchos jóvenes han crecido al amparo de los
beneficios de los padres donde todo
ha sido a “pedir de boca”, y se han
acostumbrado a un clima de bienestar material y de facilidad generalizada y a unas pautas de comportamiento poco costosas y gratificanSan José
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tes. Dedican mucho tiempo a bailar, a los amigos, a hacer deporte y
dejan de lado lo que exige una lucha y pasión futura. Buscan en la
vida afectiva la ternura y el descubrimiento de sí mismos. Su tendencia no es a separar la afectividad
de la sexualidad. Lo que gratifica
me lo consiento. Son más flexibles,
dóciles, aman la compañía, la adaptan a las exigencias individuales y
escuchan a los padres y educadores
que están cerca de ellos. Se sienten más fascinados por la belleza
que por la verdad. En general les
conforma más la forma que el contenido.
A Dios lo ven como un aliado que
vendría a ser un amigo que bendice
y permite todo lo que me permito,
lo que a mi me gusta y no me exige
ni interpela para nada.
Horizontes sin cielo, inmanencia indiferente.
Para estos jóvenes el ejercicio de
la libertad es una empresa difícil que
se ve dificultada por inteligentes y
calculados programas de distracción
y gratificación personal. Los demás
están en función de este objetivo.
Es una cultura replegada sobre sí
misma y que excluye así todo tipo
de INTERLOCUTOR QUE NO ME DIGA
LO QUE QUIERO ESCUCHAR. En general están marcados por la “fascinación y vértigo de lo inmediato”.
Cualquier instancia hacia formas
de vida que dejen espacio para lo
absolutamente otro que llama e interpela, choca enseguida con la indiferencia social, el relativismo
cultural y el subjetiv ismo
existencial. En este contexto la
consideración o propuesta de otro
estilo de vida u opción no ha de
interpretarse simplemente como
positivo o negativo sino como un
criterio de discernimiento y de posibilidad de salir de esta cultura sin
horizonte ni cielo.
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Interpretaciones parciales,
adaptación con fundamento.
Teniendo en cuenta las premisas
culturales que hemos venido viendo no podemos esperar de la generación joven un esquema de interpretación que favorezca la idea de
compromiso, vocación, dedicación
a un ideal que no rinda en términos
efectivos e inmediatos. Y esto no
porque se esté en contra de un proyecto global y permanente sea a nivel de matrimonio como de vida
consagrada, sino simplemente porque, se es incapaz de sostener dicho proyecto. Un proyecto de vida
basado en valores permanentes y
eternos, al que haya que permanecer fiel toda la vida, no es fácil de
mantener.
Entregados a un lenguaje predominantemente sensitivo, a veces
experimentan momentos de satisfacción y momentos de angustia.
Cuando el malestar avanza o se le
induce a que la experimente es
cuando el joven se siente espoleado al ejercicio de la libertad porque necesita imperiosamente buscar el sentido. Hay situaciones en
las que el joven vive momentos de
dificultad porque se encuentra disociado en su interior; se encuentra
dividido y no sabe qué hacer. La
búsqueda de sentido que realizan se
nutre sólo de manera intermitente, sostenida por determinadas ocasiones, emociones y circunstancias,
diversas en cada caso.
El joven se ve obligado a manejar dos identidades contradictorias:
una ideal, la de las aspiraciones, y
más noble que cultiva constantemente pero que corre el riesgo de
ser irrelevante en la práctica; y otra
que podemos llamar más ordinaria,
la que está marcada por las realidades humanas que a menudo es
más determinante en lo que se refiere al comportamiento, aunque no
siempre es reconocida e integrada
en la conciencia. El riesgo consiste en ser sinceros pero falsos. Por
eso el joven que busca su camino
en la vida se muestra a menudo inconstante y vacilante, y necesita
una labor seria de acompañamiento. Le gustaría ejercer mayor control sobre su estilo de vida y sus formas de comportamiento; acaba cansándose de todo lo extraordinario y
se contenta con la rutina, aunque
quiere enriquecerla con múltiples
sensaciones; le cuesta comprometerse psíquicamente, no encuentra
ninguna morada estable y, si la encuentra, al poco tiempo quiere
abandonarla.
Todas estas observaciones constituyen sin duda una fotografía necesaria a la hora de acercarse al
mundo juvenil.
Este es el hecho educativo: “hoy,
un joven, para llegar a tomar decisiones, tiene que aprender a manejarse en medio de la fragmentación y confusión que hay en su
interior, tiene que iniciar un proceso de unificación interna, redescubrir los fines que dan razón de
los valores objetivos, dando sustento a la experiencia diaria. Se
pueden condensar todas las vivencias de los jóvenes en dos grandes
experiencias, dentro de las cuales
ha de desplegarse la libertad del
que elige su propia vida. Estas experiencias significativas están representadas por la SATISFACCIÓN
Y EL DESEO en que el joven se encuentra, por un lado, y el abismo
de la angustia en el que puede
caer en la dura lucha de la búsqueda de su propia identidad, por
otro”.
Esta es la tarea clave, la propuesta y desafío fundamental que tenemos en todos los procesos e itinerarios en nuestro trabajo de educación y formación.
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
El movimiento de la
satisfacción
Esta experiencia de la satisfacción reclama una atención detenida: detrás de ella se esconde a
menudo una gran ausencia de deseos y, más en profundidad, a veces, difícil de desenmascarar, el
vacío de la angustia. En general los
jóvenes están satisfechos con ese
tenor de vida que llevan de sensaciones y emociones intermitentes y
del vértigo de la búsqueda de satisfacciones o gratificaciones que
ahondan cada vez más simplemente el sentido de vacío. Coincidimos
con los que sospechan que debajo
de esta aparente tranquilidad se
esconde, como las brasas debajo de
las cenizas, un material psíquico y
relacional capaz de dar vida a nuevos y más radicales conflictos. Está
por examinarse siempre qué es en
realidad esta satisfacción y qué tipo
de malestar potencial, de mal disimulada carencia o de peligroso conflicto se esconde debajo de la superficie de esa vida. Esto nos permite observar detrás de las experiencias inmediatas las predisposiciones que pueden darse para un
compromiso mayor o para su completa anulación.
El tema de la satisfacción en
nuestra cultura es un elemento
clave y determinante para la formación y educación de la personalidad. Hay que prestarle una
atención especial y urgente para
poder descubrir las energías que
hay en esta experiencia y ponerlas al servicio de la estructuración de la personalidad.
La satisfacción es el término
de un proceso continuo de acaparamiento de todo lo que uno
encuentra en su camino: personas, cosas, mundo, incluso Dios.
Se trata de un movimiento hacia el “yo”, de un movimiento
egoísta de supervivencia. El sa-
tisfecho es el que todo lo orienta hacia sí mismo y se desentiende de todo aquello que no
le interesa, le exige salir de sí
mismo, comprometerse y gastarse.
La satisfacción implica un proceso de identificación de todo con el
sujeto en el que este queda colmado por completo y privado de toda
posibilidad de relación real con todo
lo que no es él mismo. Toda distancia entre el sujeto y el otro, QUE
ES LO QUE CONSTITUYE LA POSIBILIDAD DE LAS RELACIONES HUMANAS
TIENDE A ANULARSE, PORQUE EL YO
LO ABSORBE TODO. Aquí estamos tocando una dimensión importantísima, por no decir “la dimensión”,
del proceso de personalización-autonomía y libertad. Nada sin autonomía, nada sin despegarse, separar y distanciarse del pegoteo y acaparamiento para poder elegir y
amar realmente.
Decimos que la generación actual es una generación “satisfecha” porque su inclinación es a
servirse de todo como si todo estuviera al servicio de su “yo” y
el “yo” fuese su dios porque todo
lo que lo rodea no tiene para el
joven una dignidad autónoma,
sino que se tiene que inclinar hacia él sí o sí.
Es asimilado por él como si fuera propio por lo que todo lo que
lo rodea y, él mismo, pierde toda
su consistencia, se diluye y deja
de existir. La satisfacción conduce entonces al sujeto satisfecho
A LA SOLEDAD MAS RADICAL. Por
otra parte, todo aquello que el
sujeto no logra reducir al ámbito
de sus necesidades, es decir, lo
que no le satisface, tiende a censurarlo y olvidarlo, no se opone
a ello, pero tampoco le preocupa.
La cultura occidental ha gastado
demasiadas energías en favorecer
en los sujetos este sentimiento de
satisfacción, llegando a un punto en
que los sujetos, las familias y las
comunidades corren el riesgo de
morir de soledad. No son capaces
ya de pagar el precio y disfrutar de
unas verdaderas relaciones con los
demás, relaciones que sin duda exigirán dedicación y sacrificio. Al otro
no lo puedo considerar como asimilable a mí. Nadie puede llamarme
ya porque yo soy quien da nombre
a las cosas.
La consecuencia inmediata de
todo esto es la búsqueda vertiginosa de dos formas de vida: LA DIVERSIÓN Y LA INDIFERENCIA.
La búsqueda exasperada de la diversión y la cómoda indiferencia
ante todo lo que no resulta atractivo son los primeros frutos de la satisfacción que caracteriza a los jóvenes de hoy. Esto pone de relieve
la EXTRAORDINARIA importancia
que en la constitución de las vivencias significativas de los jóvenes
puede adquirir el modo de emplear
el tiempo libre y lo que se conoce
como OCIO.
Reconocer que estamos ante una
juventud marcada por la cultura de
la SATISFACCIÓN implica tener claro que la satisfacción es un estado
de bienestar momentáneo y que
para una mirada educativa de más
amplio horizonte se revela como un
movimiento que conduce a la soledad, angustia y a la muerte a través de tantas formas de escapismo
pues la satisfacción no se colma intentando satisfacerse.
La necesidad que se satisface inmediatamente lleva irremediablemente al EGOÍSMO, mata los deseos
de algo más que la simple satisfacción y anula el futuro. El deseo, en
cambio, nos hace salir decididamente de nosotros mismos y estar atentos a los mensajes del infinito. Si la
vocación entra en la historia como
una revelación de un proyecto de
futuro, es necesario que sepamos
despertar en los jóvenes las dinámicas del deseo.
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Las dinámicas del deseo
Mientras que en el movimiento
de la satisfacción todo se pone al
servicio del sujeto, que tiene la necesidad de satisfacer imperiosa y
compulsivamente, en la génesis y
desarrollo del deseo el CONTENIDO de lo deseado, es decir, lo que
está fuera del sujeto, es mucho
más importante que el que desea.
Esto permite el proyectarse, relacionarse y poner las energías en orden a lo que deseo. La necesidad
nunca se satisface porque la necesidad está señalando el carácter limitado del ser humano. La única
manera de cortar el círculo vicioso
de satisfacer la necesidad es reconocerla, hacerla consciente y aceptarla lo cual permite manejarla y
poder decidir si vale la pena insistir en satisfacerla o posponer esa
necesidad por algo mejor que espero y deseo.
Educar los deseos, el desear,
expresarlos, reconocerlos, potenciarlos y no asustarse ni traumatizarse por lo que siento y deseo es
una manera de cultivar las energías
y potenciar el futuro de la personalidad. Otro paso será hacia dónde
orientar esas energías y Quién las
puede satisfacer.
Cuando un hombre y una mujer se abren a las DINAMICAS DEL
DESEO, se abren al encuentro de
alguien que es mayor que ellos
en cuanto que está más allá de
ellos mismos y eso permite la dinámica de la relación y del crecimiento: ALGUIEN ME ESPERA.
Esta actitud permite que la vida
circule y no se estanque en mis
propias necesidades y espejismos. Es muy distinto SABER QUE
ALQUIEN ME ESPERA(y en esto
hay que educar)QUE ESTAR ESPERANDO QUE TODO Y TODOS
VENGAN A MI. Dicho de otra
manera es la ley DEL EMBUDO O
DEL SURTIDOR que no son más
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que dos formas de concebir y
vivir la vida: EMBUDO=todo para
mí. SURTIDOR= ser con, por y
para los otros. Sencillamente
esta última es la que se ajusta a
las verdaderas necesidades humanas y no la primera. El no darse cuenta de esto lleva a querer desear y satisfacerme en
todo y por medio de todos.
Desear significa prometerse, es
decir, echarse hacia delante, ponerse ante alguien a quien uno se ofrece en forma de entrega sin condiciones, de don de sí mismo, de amor.
El deseo es alimentado y vivificado
por lo que o quien es deseado, no
por el que desea. El deseo permanece vivo sólo si entre el que desea
y lo que es deseado se establece una
DISTANCIA, que puede variar pero
nunca suprimirse. Esta distancia es
lo que permite precisamente que
nazca lo que podemos llamar una
RELACION. Solamente donde se da
una relación real puede establecerse alguna forma de COMUNIÓN. El
sujeto sabe que no se identifica ni
puede identificarse con el “todo”
y por eso deja espacio, a veces no
sin dolor, para este distanciamiento que sólo la palabra, la presencia y la fidelidad del otro pueden
colmar. El silencio se convierte así
en ámbito de la palabra, la distancia en posibilidad de comunión y
el objeto o sujeto del deseo SE
CONVIERTE EN ALEGRIA DE LA
VIDA.
Toda revelación, todo descubrimiento y novedad se produce en
forma de deseo. De hecho la Revelación cristiana y todo verdadero
encuentro se da mediante la intuición de que otro-Otro se ha acercado a mí para prometerse y comprometerse como objeto de mi deseo y
necesidades. Responder a una persona , desde el hermano más humilde hasta el mismo Señor(el prójimo
y Dios), significa desearla a ella y
su voluntad. Vivir con la convicción
de que su voluntad es el alimento
de mi persona y de mi vida; su presencia es el tiempo de mi futuro;
sus palabras son indicaciones de mi
camino; la misión que me confía
es la que me proporciona, personalmente, el bienestar; y su contemplación es para mí la paz. La
paz, de hecho, es la forma suprema de la verdad.
Para ayudar a entrar en esta dinámica, siendo que no están acostumbrados, es necesario introducirlos en un proceso de menos satisfacciones y más deseos, menos
apatía y más responsabilidad, menos asimilación y más distancia,
menos expresión corporal y más
comunicación dialógica: estas son
las dinámicas del deseo. Si la satisfacción sacia y lo reduce todo a
uno mismo, el deseo en cambio
vacía y despierta para la búsqueda, para la confianza, para el abandono radical que permite esperar
más allá de la muerte.
Si queremos disponer a los jóvenes para la escucha de los demás,
para la solidaridad, la compasión y
la apertura a Dios, habrá que introducir en la vida cotidiana muchas
experiencias concretas en las que se
encarna la lógica del deseo.
Dinámicas del deseo son:
l la eliminación de necesidades
superfluas o creadas
l el no quererlo todo para uno mis-
mo
l el no probar todas las experien-
cias posibles
l y muchas otra formas y experien-
cias que propone la vida cristiana como es la capacidad de renuncia a algo bueno por algo mejor
l la capacidad de control en el tener, poseer, querer, etc.
l el ejercicio de la verdadera libertad aprendiendo a escuchar, a
callarse, a hacer silencio, a poner al otro primero que a uno
mismo, a acercase al pobre y
carenciado... Capacidad en último término de mantener la au-
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
tonomía de mi vida para que sea
valiosa, significativa y deseable
para los demás.
Respecto de las cosas, del propio
cuerpo, de los demás y de Dios hay
una distancia que es menester mantener para no “con-fundirlos” como
tapa-agujeros de nuestras carencias; dejar que sean autónomos también para poder establecer una verdadera comunión. Es la distancia en
la que se construye el deseo, que
en la experiencia histórica concreta nunca llega a saciarse y por eso
mismo permite las relaciones humanas y la trascendencia, infundiendo
siempre nuevo aliento e impulso a
la vida. De lo contrario quedaría
pegoteado.
La soledad y el materialismo, gracias al deseo que va más allá de sí
mismo, desaparecen; el deseo, aún
manteniendo, siempre la forma de
la alteridad, ES LA UNICA VIVENCIA
QUE PUEDE MANTENER EL AMOR.
Conviene no confundir, sin embargo, la experiencia de la satisfacción con la alegría. La alegría
es el bienestar que brota en la
persona cuando vive en el cuerpo y en el espíritu LA INTENSA RIQUEZA DE LAS RELACIONES HUMANAS, contemplando la belleza de
la libertad, la verdad de las promesas y la fecundidad de la entrega. La satisfacción, en cambio,
es el bienestar momentáneo del
que siente que se calma la fascinación ilusoria y la voluntad-necesidad de apropiación de lo que
le rodea = vacío = angustia = compensaciones = aniquilación.
La diferencia entre la satisfacción
y la alegría es exactamente la misma que la que hay entre el materialismo y la esperanza que va más allá
de la historia. La generación juvenil tiene necesidad de alegría y por
eso tendrá que volver a cultivar los
grandes deseos. Esto costará esfuerzo, renuncia, espera y mucha con-
fianza. Las nuevas generaciones y
el sentido de su vida depende de
esto. De esto depende también la
familia sólida, las relaciones adultas, la fe adulta. Conviene no engañarse con “el más o menos”, suele
ser muy peligroso para poner después la marcha atrás. Conviene no
engañarse buscando soluciones intermedias: de esto depende también la subsistencia del concepto y
de la experiencia de una verdadera
responsabilidad, compromiso, proyecto, vocación. El milagro de la
gracia de Dios es siempre imprevisible; no hay que olvidarlo. Pero
tampoco hay que olvidar que el
milagro de la gracia de Dios pasa
a través de la historia y de la calidad de las relaciones humanas.
Existencia y angustia
Ante esta realidad cultural y
valorativa que ofrece dicha cultura, si hay un esfuerzo necesario,
parece ser el de reunir todas nuestras energías para dar una orientación a nuestra propia vida. Elegir
significa por lo menos sobrevivir. A
veces el adulto se irrita, pierde la
paciencia: mira a los jóvenes y los
ve lentos y apáticos, como acostumbrados a vivir en la incertidumbre.
Quisiera tratarlos con mayor energía, quisiera que crecieran deprisa.
Quiere que hagan en un momento
lo que el adulto ha hecho en muchos años. La generación de los adultos parece inclinada a la nostalgia,
a la autodefensa, a recuperar las
antiguas seguridades o a abandonarse en una sorda resignación. La de
los jóvenes, en cambio, parece que
estuvieran perdiendo su identidad y
fuera incapaz de pensar o desear un
futuro mejor. Para muchos sigue estando al acecho el bienestar momentáneo, o la evasión de uno mismo, y simultáneamente la necesidad extenuante de relaciones excesivamente íntimas. Todo esto más
la dificultad de soldar la propia his-
toria, incursionar en ella, mirarla,
reconocerla, adentrarse en el propio pasado y construir la propia
identidad en estas condiciones es un
lujo, y en una época en la que se
impone la austeridad, un lujo poco
conveniente.
La identidad implica una historia
personal, amigos, una familia, el
sentimiento de pertenencia a un lugar. En estado de asedio el yo se
contrae, se reduce a un núcleo defensivo armado contra la adversidad. El equilibrio emocional requiere un yo mínimo, no el yo soberano
del pasado.
Hay dos experiencias fundamentales que pueden constituir
un punto de partida para los proyectos relacionados con las jóvenes generaciones. Se trata de dos
vivencias cargadas de ambigüedad, pero que pueden ser sin
embargo muy fecundas si se
orientan adecuadamente: la experiencia de la angustia y la búsqueda de la propia identidad.
Partiendo de ellas se puede avanzar mucho y no morir de depresión o narcisismo. Se puede llegar a un ejercicio responsable de
la libertad ante las no fáciles decisiones de la vida diaria.
Aventurémonos a entrar por
esa senda que conduce a una nueva confianza en uno mismo y a
un ejercicio más maduro de la libertad.
El sentido de la existencia es hoy
un problema. Quizá siempre lo haya
sido. Ante las decisiones que hay que
tomar y los trabajos que hay que
soportar, ante los entusiasmos y
desánimos, se siente la necesidad
de orientarse de nuevo hacia una
afirmación originaria de uno mismo que ponga de relieve, aunque
sea a veces de modo exclusivamente dramático, la situación del hombre ante dos posibilidades reales.
“La consideración de la angustia no significa ante todo abando-
San José
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Hno. Aurelio Arreba
narse a formas de debilitación psíquica o de repliegue estéril, sino
reconsiderar las limitaciones permanentes del hombre y su posición,
si es posible, en un horizonte más
amplio. La experiencia de la angustia, despojada de su forma depresiva, puede ser uno de los lugares
más propicios para pasar de una fe
ingenua a una fe madura.
Para LA CONCIENCIA creyente, en
efecto, la angustia tiene su origen
en el hecho de que el hombre descubre que está siempre abocado,
afectado por la limitación y el pecado. Pero esa situación de angustia no es un callejón sin salida, sino
el lugar y la experiencia humana de
la que se parte para establecer las
condiciones de la propia libertad
frente a la vida y a la fe. El verdadero sentido y alcance de la vida
humana surge de esta experiencia
por la que todos pasamos y sentimos: la limitación y la carencia.
Para la conciencia atea o para
quien se resiste a padecer-pasar,
aceptar y reconocer esta realidad
humana la angustia carece por completo de función liberadora y
humanizadora. Y no solamente esto
sino que se la ve como algo que hay
que desterrar de la vida humana o
que no se tiene que dar nunca. La
cultura de hoy favorece cada vez
más crear ese mundo, que nunca
será real, de no padecer ni sufrir
nada. Lo que se está logrando es con
esto deshumanizar y desterrar el
proceso de hacerse humanos porque
simplemente no se quiere aceptar
la realidad humana que es limitada
y finita que es lo que produce la
angustia.
Por esto mismo lo que hoy tenemos que trabajar y educar es el valor de la angustia y no simplemente negarla como algo negativo. Negarla y desterrarla es configurar un
camino de apertura a la lucidez del
que camina hacia LA NADA DE UNA
EXISTENCIA INSIGNIFICANTE QUE
ACABA PRODUCIENDO CANSANCIO Y
NAUSEAS O TODOS LOS DERIVADOS
8 / Mayo 2002 / Nº1
COMPENSATORIOS QUE GENERAN
UNA DEPENDENCIA QUE LLEVA A LO
MISMO.
Para rescatar el valor de la ANGUSTIA en la formación de la personalidad y en la orientación de la
vida humana nos parece fecundo
trabajar este tema. Partimos de
algunas consideraciones de la angustia humana en la conciencia contemporánea, CONVENCIDOS de que “la
angustia nos instruirá solamente si
tratamos de comprenderla y si,
comprendiéndola, entramos en contacto con la fuente de la verdad y
de la vida, de donde brotan nuestras respuestas a la angustia. PROBAR PARA COMPRENDER, COMPRENDER PARA SUPERAR: esta me parece
que tiene que ser la máxima que
guíe nuestra meditación y procedimiento”. (“Verdadera y falsa angustia”
de P. Ricoeur en Historia de la verdad. Ed.
Du Seuil, Paris 1955, 379).
En la experiencia juvenil contemporánea hay sin duda muchos miedos ligados a los esfuerzos por encontrar una situación estable y definitiva en la vida: piénsese en los
problemas de la fe, del trabajo, del
amor; piénsese en las dinámicas de
la relación, en las promesas y engaños de la corporeidad humana, en
las tensiones de la precariedad, en
la incertidumbre del futuro.
A menudo la forma inmediata en
que se experimenta la angustia es
la de los miedos concretos, aunque
hay que distinguir entre miedo y
angustia. El miedo, en efecto, tiene siempre un objetivo determinado y representa por tanto una amenaza parcial, limitada solamente a
algún aspecto de la vida. El miedo
siempre es de algo. La angustia, en
cambio, tiene siempre un objetivo
indeterminado; aparece como un
malestar difuso ante todo, como
una amenaza que pende sobre la
vida en su conjunto: como apatía,
como falta de sentido, como ausencia de significado de la realidad. Es
la amenaza de que todo acabe en
nada; ES LA NADA AL ACECHO. La
consecuencia es la sensación de vulnerabilidad; el cuerpo se siente dividido, los sentimientos son contradictorios, las fuerzas se consumen
estérilmente. Nos vemos obligados
a navegar en medio de un mar de
conflictos.
Queremos profundizar en este
malestar en que consiste la experiencia de la angustia, malestar que
a menudo es inconsciente y constituye una vía de acceso hacia la madurez de la persona y por lo mismo
de la fe. Busquemos en la vida contemporánea los rasgos de esta vivencia.
Posibilidades negadas,
energías sin meta
Reconocer y descubrir el valor de
la angustia, la finitud, el límite, la
carencia y sus posibilidades escondidas en el proceso de maduración
implica un proceso: EXPERIMENTAR,
COMPRENDER, ORIENTAR, SUPERAR.
Hoy los jóvenes más sensibles se
interrogan por su futuro. Tampoco
hay que confundir ideal posible con
posibilidades reales de alcanzarlo
debido a los límites propios dados
por la condición de “estar en el
tiempo y el espacio”; pero siempre queda, es real y está la esperanza y la fe que se dirigen al futuro.
Se da una forma de angustia que
surge del temor de ver las posibilidades ideales que la vida parece
ofrecer van desapareciendo luego
de hecho una a una. Es una manera de sentir la inmediatez de la
muerte, no en su extrema resolución física, sino como privación de
las cosas que amamos, de las experiencias que deseamos y no logramos, de los proyectos irrealizables. A veces esa obstrucción de
las posibilidades se presenta como
negación de alguna relación humana importante, como desmotiva-
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
ción en el actuar, como escasez de
capacidad proyectiva, como desconfianza en el futuro.
La angustia se presenta como una
vida plena que se intuye como posible, pero que es inmediatamente
negada. En la angustia lo que se
pone en cuestión no es un especto
particular de la vida, sino toda ella,
su significación y sus frutos. Todo
esto conduce al joven a meditar en
su vida, sobre la diferencia de las
edades, sobre los tiempos y las etapas del alma que prometen pero no
consumen.
Induce a pensar en las opciones
tomadas y en las que se podían haber tomado.
El hombre contemporáneo debe
pasar a menudo por estas experiencias en busca de superación. Este
paso será el que le haga más sensato y maduro, más apoyado en una
razón auténticamente humana que
lo comprometa por completo en su
libertad y, al mismo tiempo, más
entregado en su sacrificio a una sólida alteridad.
He aquí como se expresa P.
RICOEUR al respecto de esta experiencia:
“Descubro entonces que mi
voluntad de vivir escapa a la angustia de la muerte solamente
en el momento en que mis razones para vivir están por encima de mi vida misma, en el
momento en que los valores
concretos que dan sentido a mi
felicidad y a mi honor
transcienden la oposición misma de mi vida y de mi muerte.
ES EVIDENTE QUE ESTE ACTO
DE TRANSCENDENCIA SOLAMENTE SE REALIZA EN EL SACRIFICIO”.
( P. RICOEUR, “Verdadera y falsa angustia”, op. cit. pág 317)
Reconozcamos y aceptemos aquí
la indicación de un ITINERARIO-PROCESO EDUCATIVO que va mucho más
allá de unas normas ascéticas. Se
trata de reunir las energías más genuinas para entregarlas en un acto
de CONFIANZA SUPERIOR.
Hay una forma de angustia que
aparece sobre todo a nivel de la estructura psíquica de la persona, en
sus estados de ánimo y en sus tensiones. Nos acercamos a ellas cada
vez que descubrimos que somos incapaces de gobernar las energías de
que disponemos. Es la impotencia
que produce confusión y desorden.
Es una especie de confusión ante el
deseo de obrar con energías psíquicas simples, robustas, claras, capaces de señalar un objetivo y alcanzarlo. Uno querría entregarse con
todas sus fuerzas a un proyecto universal, con una tarea y un papel propios. En cambio, no hay proyecto, o
el proyecto es confuso, o lejano, o
incomprensible, o inalcanzable. Nos
parece, estar participando, impotentes, en un proceso de disolución
de la personalidad y de la civilización. No hay recursos internos, no
se ha llenado el interior de capacidades desarrolladas para gobernarse y vincularse sin absorber ni ser
absorbido. Por eso nos replegamos
en nosotros mismos, nos cerramos
o pegamos el portazo indicando la
impotencia ante una situación que
me desborda.
Nos replegamos en nosotros
mismos, nos volvemos descontentos, agresivos, manipuladores,
porque tenemos miedo a sucumbir y, en nuestra propia inseguridad, no sabemos dónde agarrarnos. De estos conflictos interiores nace la angustia que refuerza
los aspectos más débiles y contradictorios de la vida.
Ningún fin es capaz de movernos.
Nadie llama ya a nadie. Toda relación, compromiso, generosidad y
vocación parece imposible desde su
misma raíz.
Es común la convicción de que
esta angustia psíquica anida más
fácilmente en las sociedades más
civilizadas o “satisfechas”, sobre
todo en los períodos de paz donde
no hay exigencias y donde la vigilancia cae. Uno se instala en las seguridades adquiridas y se olvida que
El Señor y la vida llegan en el momento menos previsto y solicitan
respuesta al sentido de la vida.
Las sociedades mejor equipadas
contra los riesgos y las calamidades,
las comunidades que pueden garantizar las necesidades de la vida diaria son precisamente aquellas en
cuyo interior brota una MAYOR INSEGURIDAD PSIQUICA, que adopta
en algunos casos el tono de hastío,
cansancio, vacío y la indiferencia
ante los problemas, con la consiguiente incapacidad para afrontarlos y resolverlos.
Ciertas formas de bienestar y de
consumo, de pura satisfacción, conducen con frecuencia a muchos a un
sentimiento difuso de vaciedad, a
un irreflexivo desapego y aislamiento de las tareas de construir la propia vida junto con los demás.
El bienestar y la pura satisfacción
de necesidades PRIVAN A LOS HOMBRES DE PROYECTOS Y DEL DESEO
DE POYECTARSE.
Todo esto ciertamente no es todavía la forma aguda y refleja de la
angustia, pero presenta ya la huella
que se imprime cuando la vida psíquica de un individuo o de una sociedad se siente enteramente amenazada.
HAY JOVENES QUE RENUNCIAN A UNA VIDA UNIFICADA POR
UN COMPROMISO, PROYECTO O
VOCACION PORQUE SIENTEN EN
EL ALMA ESTE HIELO Y MIEDO
QUE LES PARALIZA Y NECESITARÍAN A ALGUIEN QUE LES ANIMARA, ACOMPAÑARA Y LES LLEVARA DE LA MANO.
San José
/ SUPLEMENTO / 9
Hno. Aurelio Arreba
Libertad inconsciente y fe
débil
He visto jóvenes divididos ante
sus propias ingenuidades, sus errores y sus pecados. Se asustan ante
la debilidad de su voluntad, la confusión de su mente y la inconsistencia de sus determinaciones. Sufren
sin que a veces los adultos se den
cuenta. Cuando un joven descubre
la debilidad de su libertad y se ve
forzado a constatar su culpabilidad,
cuando se reconoce como potencia
de debilidad, carencia, pecado y
fracaso, se interroga sobre su consistencia real y positiva: unas veces
reacciona y otras se deja llevar , sin
pensar. Aquí en este momento es
clave la intervención del acompañante y verdadero educador. En una
situación así no soporta durante
mucho tiempo la tensión de preguntas tan comprometedoras como:
¿Soy realmente libre, o soy más
bien radicalmente impotente ante
las decisiones y las responsabilidades?; ¿No me debatiré en infinitos
esfuerzos que no me permitirán
comprender si participo como autor o como víctima?
La angustia entonces se configura como centinela impotente
de la propia libertad ante lo que
se me viene como decisión, dificultad a superar... etc.
Pensemos en los serios problemas sociales y personales del
momento actual que parecen no
tener solución. Pensemos en las
tragedias cotidianas de las que los
jóvenes son protagonistas.
En esta situación la libertad
descubre que puede hacer poco,
o casi nada; otras veces, en cambio, la libertad parece convertirse en árbitro absoluto de la situación.
Mi libertad está situada siempre en una zona de peligro, lo que
acaba exasperándonos porque
parece que nunca podemos estar
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enteramente seguros. LIBERTAD
ERRANTE, LIBERTAD PERDIDA, LIBERTAD ENCONTRADA Y TRABAJADA.
Continuamente los jóvenes y
toda la sociedad recorremos estos itinerarios y queremos volver
a casa sin perdernos. ¿Pero existe una casa?, ¿existe un sentido
pleno?, ¿existe algo que valga la
pena?
Puede que no exista, y esto es lo
que hace que surja la angustia fundamental. El ejercicio de la libertad humana se sitúa siempre entre
un punto de partida y una meta.
Encontrar este punto de partida y
una meta es una tarea irrenunciable para recomponer la conciencia
contemporánea con la mayor autenticidad posible. Solamente así se
puede superar de una vez por todas
y de raíz la sospecha que se cierne
SOBRE LA VANIDAD DE LA PROPIA LIBERTAD.
Decir que nuestra libertad tiene
un punto de partida y una meta significa que no es una libertad absoluta, sino una libertad marcada por
la limitación.
Pero aquí precisamente está el
secreto: LA LIMITACION DE NUESTRA LIBERTAD ES LO QUE GARANTIZA REALMENTE SU SUBSISTENCIA. SIGNIFICA QUE ALGUIEN NOS
HA QUERIDO Y NOS ESPERA. Si los
hombres, por el contrario, quieren ser como dioses, dejarán incluso de ser hombres. El punto
de llegada de nuestra libertad
humana, y por tanto la verdad
de nuestras decisiones, será precisamente la certeza de que en
cualquier caso es posible ELEGIR
PORQUE ES POSIBLE TAMBIEN
FIARSE Y CONFIAR EN ALGUIEN.
DEBEMOS CONDUCIR A ESTA EXPERIENCIA A LOS JÓVENES DE
HOY. Este es un hermoso desafío
para nuestra tarea educativa y
pastoral.
La última y más radical forma de
la angustia es la que nace de la duda
de que “Dios no sea verdad” en
medio de todo este drama humano;
si Dios no existiera, no tendría sentido la oración ni sería posible recuperarse , siempre y en todo caso,
de las situaciones negativas. No sería posible ninguna forma de vida
más allá de la decadencia y de la
muerte. Dependeríamos solamente
de nuestras propias fuerzas, de los
frágiles proyectos de nuestras técnicas más avanzadas. Estos pensamientos tienen consecuencias prácticas sorprendentes, y están más
cerca de las vivencias y de las experiencias cotidianas de lo que pueda parecer.
Si Dios no existiera, el perdón
sería imposible. Todo nuestro obrar
estaría sujeto a la angustia sin remedio que no es otra cosa que el
infierno en esta tierra.
Las nuevas generaciones sienten
urgente la necesidad de ser liberadas de la sombra de la muerte y del
naturalismo a ras de tierra sin perspectivas de futuro y de esperanza.
A veces es una necesidad imperceptible, como una carcoma que corroe
y que impide lanzarse decididamente a la fe, aunque, como Abrahán,
uno no sepa dónde ir.
Encerrando en un mismo género las distintas formas de angustia, hemos de vivir conscientes
de que nuestra referencia a ella
es la indicación de un paso, absolutamente humano, por el que
es necesario transitar para pasar
de la etapa entusiasta de la juventud a otra más realista, sólida y madura. El pensamiento tiene que ofrecer continuamente su
aportación en la constitución del
acto humano; pero, por sí solo,
se revela insuficiente, porque la
libertad sobrepasa el conocer.
Por eso, si se quiere interpretar
la angustia, que en su forma más
radical Y NO SIMPLEMENTE EMOCIONAL es el vértigo de la liber-
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
tad, es necesario volver a proponer con todas sus consecuencias
EL ACTO SERIO DE LA ESPERANZA
CRISTIANA.
Itinerarios a intentar
recorrer
a-. La vida humana es y está llamada por su misma constitución
original y primera a: CONFIAR,
ABRIRSE AL OTRO Y ESPERAR
como experiencia fundante. La
vida humana lleva en sí misma el
ser REFERIDA, EL SER INTENCIONAL,
TRANSCENDENTE
Y
FUTURIZA.
b-. Necesidad de recomponer el
tejido intrapsíquico, constitutivo del ser humano, de la vida
humana es uno de los desafíos y
tareas más delicadas hoy porque
los jóvenes vienen en general
desprovistos de estas experiencias básicas y fundantes por la
falta de contención familiar y de
atención. O por el contrario por
la demasiada contención y atención que les impide reconocer a
los otros porque están demasiado preocupados por ellos mismos.
c-. Soy, subsisto, me sostengo
“tanto cuanto” sé, siento y me
experimento en relación, comunicación y apertura que es lo que
permite fiarse, confiar y dejarse
guiar.
d-. La vida humana y la fe tienen
como sustrato la alteridad, el
estar referido a alguien. Lo cual
exige no solamente la comprensión sino la relación de confianza, lo gratuito, lo dado, lo que
recibo porque sí. Esto me permite tener experiencia de mi finitud
y de mis posibilidades.
e-. I T I N E R A R I O: recomponer la
experiencia vital de que soy gracias a Alguien y a “alguienes”.
Que soy en relación y en referencia a alguien. Soy generado, creado, sostenido y acompañado por
alguien. Sin las experiencias básicas-originales de que alguien se
ocupa de mi, me sostiene y me
merece CONFIANZA no habrá proceso ni posibilidad de proyectarse, ir y caminar hacia el futuro.
Esto implica o tiene como consecuencia: ABANDONARSE Y HACER
CONFIANZA. DE LO CONTRARIO
NO HABRÁ NI POSIBILIDAD DE
ELECCIÓN, NI COMUNICACIÓN, NI
FE, NI VOCACION.
No es cuestión de certezas comprobadas y demostradas sino de
verdades buscadas y vivenciadas.
f-. La percepción objetiva de uno
mismo es fundamental en este itinerario. La pregunta por la propia identidad acompaña siempre
todo proceso de crecimiento. El
“quién soy y qué quiero ser”
replantean continuamente la ineludible exigencia del conocimiento de uno mismo y de los
propios proyectos.
g-. Otro aspecto clave a trabajar
es el de la identidad que no hay
que confundir con la imagen,
Hoy, a pesar de ser tan necesaria, la auténtica identidad personal parece ser un privilegio de
unas cuantas personas, casi un
lujo. MAS UNIVERSAL Y “SUAVETONGA” PARECE EL CONSUMO DE
LA IMAGEN que siempre al final
se cae.
h-. Vivir es elegir y elegir en la realidad cotidiana no en el idealismo o romanticismo que se refugia para no elegir. La realidad
sensible remite siempre a algo
que no es inmediatamente perceptible. La realidad sensible
posee la capacidad de realizar el
milagro de suscitar evocaciones
extraordinarias, que invitan a ir
siempre más allá. Es como la actitud de Moisés en el desierto
cuidando rebaños: cuando se había escapado de la realidad, refugiado en el desierto, desengañado de todo esfuerzo y proyecto se encuentra con algo sorprendente, como la ZARZA ARDIENDO,
y tiene la capacidad de dejarse
admirar; de acercarse y ver, de
abrirse otra vez a que alguien
espera y me espera. La realidad
sensible es punto de partida para
posibles e inconmensurables formas de transcendencia.
i-. Ver a Dios para heredar la tierra es otra experiencia a la tenemos que intentar llevar. Elegir la
vida exige un ejercicio maduro de
la libertad. Solamente es libre el
que se conoce bien a sí mismo,
se conduce de acuerdo con este
conocimiento y, estableciendo
una relación adecuada con la realidad del mundo y de la historia,
descubre en el futuro motivos
para la confianza. En este sentido destacan por encima de las
demás, dos BIENAVENTURANZAS:
la de la pureza del corazón, que
vence a la angustia, y la de la
mansedumbre de la vida, que descubre la verdadera identidad.
j-. La disciplina de la escucha. La
verdadera capacidad de escucha
es un don del Espíritu Santo animador y aliento capaz de sacarme de mi narcisismo natural y fruto también de una rigurosa disciplina. Sin capacidad para la escucha, cualquier comunicación
resulta imposible.
La comunicación entre las personas implica un desapegarse o
despegarse=SEPARARSE PREVIA A
UNA VERDADERA COMUNICACIÓN.
De lo contrario lo que se da es
confusión. Separarse supone hacer silencio, entrar en uno mismo, encontrarse con la propia
realidad y desde esa realidad salir al encuentro. Lo contrario es
permanecer en la experiencia original de la simbiosis del seno
materno que impide salir y crecer o separarse. Esto implica también rupturas: capacidad de liberarse de la madre y de superar al
padre. Distinguirse y saberse distinto/a de la madre porque hice
San José
/ SUPLEMENTO / 11
Hno. Aurelio Arreba
y me permitió la separación, que
es ante todo confianza en que
mantengo el afecto aunque me
separe. Lo contrario sería chantaje afectivo lo que siempre en
definitiva impedirá elegir y aceptar la realidad, aceptar los fracasos, el dolor y lo que no es placer, satisfacción propia o gratificación de la propia imagen.
Superar al padre es la capacidad
de liberarse de los miedos propios a perder el apoyo de quien
ha sido idealizado. Reconocer y
aceptar la propia realidad del
padre y lograr la independencia.
Si el padre fue un padrazo o un
tirano será mucho más difícil porque tanto el uno como el otro nos
han metido una serie de miedos
e inseguridades que no será fácil
superar.
Escuchar es más que oír, es un
acto de responsabilidad. Una verdadera escucha significa permanecer abiertos a la transcendencia y a los signos, tal como se
manifiestan y presentan en la
historia. La estructura de la verdad de una vida se da como don
de sí y como disposición a morir
por el otro. Es lo que ha hecho
Dios en Jesucristo; es lo que hace
el cristiano en la caridad. ESCUCHAR SIGNIFICA FIARSE.
K-. Los lenguajes comunicativos.
Cabe preguntarse hoy cómo un joven puede captar el mensaje de
lo que significa el ejercicio de la
libertad y el mensaje cristiano.
¿De qué medios dispone? ¿Cómo
recibe hoy la gente el anuncio del
Evangelio? Las formas de expresión hoy en día son múltiples;
pueden señalarse entre ellas:
l el lenguaje comunicativo de la
percepción sensible.
l la implicación emocional.
l el asentimiento lógico del pensamiento.
l La comunicación verbal.
l La acumulación de experiencias
visuales y simbólicas, seductoras
12 / Mayo 2002 / Nº1
y contradictorias de la cultura
actual contemporánea.
La percepción sensible
El lenguaje de la comunicación
está frecuentemente dominado de
manera extremada y enfática, insistente y extenuante, por la percepción sensible. Los jóvenes de hoy
viven en una época en la que no es
común fiarse del pensamiento. Vivimos en una época en la que nos
fiamos mucho más de las sensaciones; la vista, el tacto, el gusto, el
olor, el calor, el frío, el placer sensible, la relación de bienestar con
el ambiente. Son todas formas de
comunicación inmediata. La percepción sensible es la que nos crea en
muchos casos los hábitos, incluso
dentro de un código de comportamiento que pretende ser cristiano.
Es el modo de proceder común de
los jóvenes y en muchos casos de
los mismos padres.
Estoy convencido que hasta que
no logremos entablar una seria discusión SOBRE LOS LIMITES Y LOS
VALORES DE LA PERCEPCIÓN SENSIBLE seguiremos teniendo dificultades para hacer creíble el ejercicio
de la libertad y del mensaje cristiano. Es necesario discutir pues
culturalmente, como individuos y
como comunidad, sobre el valor y
los límites de la percepción sensible, determinar su peso en la educación y advertir de sus miserias.
Generalmente los jóvenes de hoy
son muy sensitivos y no se encuentran preparados para ir más allá y
la vida humana no se reduce a lo
sensible, pues, es tensión a lo
transcendente.
La implicación emocional
La implicación emocional y el
involucrarse emocionalmente es un
lenguaje necesario, pero PARCIAL.
Posee todas las características de la
inmediatez y de la espontaneidad,
sabe avanzar siguiendo los impulsos
de la generosidad y del riesgo, se
presenta como una intensa capaci-
dad de donación y de olvido de sí
mismo; sin embargo es un lenguaje
extremadamente frágil, discontinuo, que se altera fácilmente ante
las dificultades, las asperezas de la
vida y las frustraciones. Si un joven
o un adulto FUNDAMENTA su experiencia de vida o su vocación exclusivamente en su implicación emocional, es seguro que no aguantará
o la mantendrá durante mucho tiempo. La implicación emocional o el
vértigo de las emociones goza hoy
de gran éxito y de una notable credibilidad. Pero sabemos que esta
implicación reduce las personas a
experiencias fragmentadas y de
poca duración.
El asentimiento lógico del pensamiento
Hoy día urge una pedagogía de la
libertad que dé un gran valor al ejercicio del pensamiento riguroso y
que, sin embargo, no se detenga en
él.
Es necesario aprender a mantener el asentimiento de la libertadincluso cuando se reduce la RIQUEZA EMOCIONAL que sostiene la estructura espiritual- y pasar largos
períodos en los que hay que seguir
realizando gestos de fe, de caridad
y de servicio fundados simplemente en la CONVICCION( y por lo tanto
en la estructura del pensamiento)
de la verdad y la justicia de la perseverancia cristiana.
Las comunidades y los educadores tienen el deber hoy de acompañar a los jóvenes a lo largo de ITINERARIOS PACIENTES Y RIGUROSOS
en los que la libertad y la fe puedan
hacerse creíbles, aun cuando la percepción sensible se desvanezca y la
implicación emocional se atenúe. Es
difícil pero imprescindible seguir
acompañando y educando cuando ,
no pudiendo fiarse de la sensibilidad, hay que apelar exclusivamente a las convicciones del pensamiento.
Deberíamos realizar en nuestras
comunidades, mediante una prolon-
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
gada y estrecha convivencia, una
adecuada PEDAGOGÍA DEL PENSAR
Y DEL QUERER.
La comunicación verbal.
El lenguaje verbal es también una
forma parcial, pero sin duda privilegiada para educar la vida y la fe.
El joven necesita encontrar, en las
palabras del que lo educa y ayuda a
discernir, una profunda firmeza en
los valores y, al mismo tiempo, un
gran sentido de la libertad. Es necesaria una capacidad de configuración clara de la propuesta, sin
engaños; pero, simultáneamente,
hay que adecuarse a los tiempos y
los modos, y expresarse teniendo en
cuenta las mociones del Espíritu y
la historia personal de cada uno. A
veces se puede hablar de la fe y de
la vocación de modo incorrecto, indisponiendo de este modo, o infundiendo la sospecha de que las instituciones religiosas están más preocupadas por lograr el asentimiento que por mostrar la verdad. La
verdad del Evangelio exige siempre
la entrega confiada al Señor.
l-. Los itinerarios espirituales
Salir del vacío y soledad
Cuando un joven quiere emprender un serio camino espiritual, es
menester ayudarlo ante todo a comprender ante todo qué es lo que le
mueve. La búsqueda de Dios se origina a veces de manera no muy clara y entremezclada de una serie de
motivaciones que hay que ir ayudando a purificar. Esta búsqueda puede
aparecer como: una necesidad de
vida, de relaciones significativas,
una necesidad de amor que corre el
riesgo de quedarse sin interlocutores. A menudo la búsqueda es sincera, motivada, madura, verdaderamente libre, originada en una situación de bienestar y plenitud de
vida. Otras veces, no es tan así. El
educador o acompañante tiene que
poner empeño en comprender de
dónde nace el deseo de este serio
itinerario espiritual para orientarlo
en su dirección más auténtica.
Muchas veces la búsqueda espiritual está determinada por una gran
experiencia de soledad, vacío e insatisfacción. El joven se da cuenta
de que no vive relaciones profundas, de que no tiene verdaderos
amigos de que necesita una calidad
de vida mayor. El ejercicio del acompañamiento y de la orientación ha
de remitir SIEMPRE AL EJERCICIO
REAL DE LA PERTENENCIA COMUNITARIA.
Favorecer las relaciones y la comunicación
Si se quiere fomentar el camino
espiritual de los jóvenes, además de
una intensa vida de oración y el encuentro personal con el educador,
es menester también favorecer la
constitución de sólidos grupos de
vida común y una constante cercanía a los pobres.
El punto de partida es la búsqueda de relaciones con las personas,
porque solos no podemos movernos;
es más nos sentimos perdidos. El
sentido de la vida se nutre en lo
otro. La experiencia humana y la
experiencia de fe se dan en comunidad, y la relación personal es un
lenguaje de transmisión de la vida
y de la fe. Un joven que no es capaz
de relacionarse revela una estructura humana inmadura, que necesita sólidos apoyos, procesos de identificación y de certidumbre. Los criterios para construir los grupos juveniles no pueden ser predominantemente los de adecuación a las
antiguas estructuras, ordenaciones
territoriales y configuraciones eclesiásticas decadentes. Por lo que respecta a los grupos juveniles, hay que
tener más en cuenta los criterios
psicológicos de pertenencia que los
institucionales tradicionales.
Reconocer al pobre y carenciado
La solidaridad con las necesidades del hombre de hoy y sus diversos rostros de pobreza, y la percepción de las contradicciones del mun-
do pueden calificarse como mensajes provocadores para los jóvenes
que andan buscando algo más; por
eso, es necesario educar en el reconocimiento de los pobres y
carenciados.
En toda época histórica en la que
ha habido algún renacimiento espiritual encontramos siempre personas que se han acercado a los enfermos y a los pobres. El joven ha
de partir de aquí para acercarse y
encontrar el gusto por la caridad fiel
y anónima, superar el espejismo de
una caridad imaginaria y purificar
la fe en la fidelidad.
El pobre es siempre una revelación de Dios, transmite el sentido de la gratuidad, tiene la virtud de remitirnos a lo que es esencial; puede tener muchas faltas,
pero es siempre alguien que vive
peor que yo, alguien que tiene
ahora una necesidad concreta. La
cercanía a los pobres hace despertar del materialismo, hace
más descarnada la mera búsqueda del papel sensible, insinúa la
sospecha ante el rostro ambiguo
de una belleza falsa, nos presenta situaciones dramáticas más
cercanas a nosotros de lo que
puede parecer. Estando cerca de
los pobres resulta menos difícil
descubrir el drama de la humanidad y el misterio de la Cruz.
El educador ayuda al joven a
administrar su tiempo, su dinero, su ocio, para ir al encuentro
del que está mal, del que está
solo. Le invita a tomar iniciativas
personales de servicio, lo orienta
hacia la donación y el sacrificio.
El servicio al pobre y la convivencia con él ayudan a los jóvenes a
construir y poner en práctica un
programa de vida espiritual que
les impida caer en el consumismo
y la pereza. Aprenden de este
modo, progresivamente, a prescindir de muchas cosas, a ser más
sobrios, menos “comodones” y,
en definitiva, MAS LIBRES.
San José
/ SUPLEMENTO / 13
Hno. Aurelio Arreba
Perseverar en la vida en común
La educación de los jóvenes choca hoy inevitablemente con las distintas formas del individualismo y
narcisismo contemporáneo. Para
sostener el compromiso y la fe será
necesario ciertamente potenciar las
experiencias de la vida en común. A
veces da la impresión de que no
basta ya el grupo juvenil que se encuentra ocasionalmente, sino que
son necesarias verdaderas experiencias, temporales o permanentes, de
vida comunitaria.
La vida en común junto con la
cercanía a los pobres y situaciones
carenciadas, ha sido siempre a lo
largo de la historia un elemento característico de toda experiencia de
crecimiento y de renovación espiritual.
La vida comunitaria fomenta y
exige un estilo de presencia y de
comportamiento más atento a las
exigencias de los otros, impone ritmos de trabajo, esparcimiento y
descanso; reclama constantemente
responsabilidades mútuas, favorece
los momentos de oración en común
y de estudio. La vida en común nos
hace humildes y nos consuela, nos
enseña a convivir en la diferencia,
permite el encuentro cotidiano y el
perdón, favorece la amistad y los
proyectos, ayuda a interpretar las
vivencias y la historia. Una experiencia en común entre jóvenes, aviva y
despierta la hospitalidad de toda la
comunidad.
experiencias de oración se va pasando por las etapas de maduración y
compromiso. Se vive en presencia
de la Palabra y del silencio de Dios.
Se pone a prueba el propio entusiasmo y la propia fidelidad. Se aprende a convivir con las propias emociones y la aridez propia o malestar
que me causa el reconocerme como
soy. Se experimentan las tentaciones y las pruebas, los consuelos y
las desolaciones. EN LA ORACION SE
TOMAN LAS DECISIONES CLAVES DE
LA VIDA.
Esto implica enseñarles a orar y
a enfrentarse a la Palabra. Orar es
asumir en primer lugar la capacidad
de hacer silencio y ponerse frente a
otro para ver la propia realidad. Hay
que darles elementos y espacios
para que hagan la práctica de encontrarse consigo mismo y con los
demás; capacidad de enfrentarse a
la propia realidad y a los demás, de
ponerse frente a Dios simplemente
para que me mire y me hable. A veces resulta más fácil quedarse en las
dinámicas de la afectividad que
emprender un serio camino de oración jalonado de proyectos y revisiones. TODO ESTO EXIGE DEL EDUCADOR:
DILIGENCIA, PRECISION, EXPERIENCIA PERSONAL DE SANTIDAD Y
CRECIMIENTO Y UNA VIVENCIA REAL
DE ORACION. SOLAMENTE ASI ES
POSIBLE UN VERDADERO DIALOGO
CON DIOS.
Dialogar con Dios
Por último aunque en realidad se
trata del fundamento, no puede ser
cristiano el camino individual de un
individuo o de una comunidad juvenil si no da vida a un “serio diálogo
con Dios”.
La experiencia individual y comunitaria deberá ser el alma permanente de todo proyecto educativo.
En ella maduran las distintas vocaciones y compromisos y se descubren los deseos de Dios acerca de
uno mismo. A través de las distintas
l La búsqueda de lo mejor como
14 / Mayo 2002 / Nº1
En síntesis:
l
l
l
l
orientación e intensidad de la
vida.
La oración y la contemplación.
La capacidad de silencio y desierto.
El gozo y la esperanza. La felicidad de y la alegría que da la superación de lo que es simplemente placentero y de las frustraciones.
La comunión profunda, educando la fidelidad cotidiana y
creativa, que propicie la relación
con los otros y el encuentro con
los carenciados.
l El espíritu de presencia, paciencia y cercanía a pesar de las dificultades.
l Mantener y prolongar este mismo
itinerario con los exalumnos integrándolos en el proceso educativo y pastoral.
4-. La familia,
comprometida
activamente
A
La situación que ofrece hoy la
familia es muy compleja. Quizás lo
que está más en entredicho no sea
tanto la “realidad de la familia como
ámbito creador, propiciador y sostén de la vida” sino la forma de entender las relaciones, la reciprocidad y el valor de la vida y aquello
que la sustenta; es decir, los modelos o modalidades que ha ido adquiriendo. Lo que no está en juego es
su “esencialidad en la construcción
de la existencia humana”, por lo que
hay que profundizar: la concepción
del amor, reciprocidad, papel de la
mujer y el varón, implicancia de las
relaciones, economía psicosocial e
influencia de las épocas culturales
y especialmente la actual..
( Para todo este tema consultar:
“ Una teoría de la felicidad”, Enrique
Rojas, los capítulos : el amor, amor y enamoramiento, alegría y placer.
Del mismo autor. “ Sexualidad y afectividad”. De Max Scheler, “Esencia y forma de la simpatía”, E . Losada , Bs.As.
1956.
De Ortega y Gasset, “Estudios sobre el
Amor”, Revista de Occidente, Colección
el Arquero, Madrid, 1973.
Y especialmente el libro de Lucas Rojas Marcos, “La pareja rota : familia, crisis y superación”, Espasa Calpe, Madrid
1999).
B
Algunos indicadores significativos
de esta situación hoy son: unión libre, divorcio fácil, aborto legaliza-
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
do, niños a la deriva con o sin referentes o con referentes ambiguos,
viviendo bajo la responsabilidad de
los abuelos o parientes. Aunque este
diágnostico hay que convenir, que
de acuerdo a todos los estudios e
investigaciones actuales, es muy
parcial y tampoco señala los valores nuevos que aparecen de todas
estas situaciones problemáticas y
que son un signo de esperanza y de
nuevos caminos para buscar enriquecer las relaciones y necesidad
existencial de unirse a los otros y
ser con los otros para realizar la
existencia. No todo es malo. No hay
malo absoluto ni bueno absoluto,
estamos caminando y pasando por
el camino del conflicto y prueba que
puede llevar a buscar la reciprocidad e interdependencia.
C
La Encíclica “Familiaris Consortio” y hoy en día la ECUTM señalan sin embargo el aporte de la Iglesia , las Congregaciones religiosas y
la Escuela Católica a la familia y su
responsabilidad hoy especialmente
“subrayando la prudente labor de
inserción en las dinámicas educativos entre padres e hijos y, muy especialmente, el apoyo sencillo y
profundo, lleno de sensibilidad y
delicadeza, ofrecida a las familias
“ débiles” o “rotas”, cada vez más
numerosas “ ( ECTUM, Nº20 ).
D
Los padres son los primeros responsables de la educación de los
hijos y por lo mismo merecen nuestra primera y principal atención.
Son sus principales educadores.
El hogar es el ámbito natural donde
nace, crece y se desarrolla la vida.
Es el ámbito donde se dan las primeras relaciones, contactos, expresiones que influirán radicalmente en
la personalidad y futuro de la vida.
Es el ámbito también donde puede
echar raíces la dimensión trascendente por y según el tipo de relaciones que se establezcan, de ahí la
necesidad de cuidar y apoyar la evolución de la familia desde el principio. El hogar cristiano es la escuela
natural de la fe, “la iglesia doméstica. En la familia los padres son los
primeros evangelizadores.
E
La familia es el lugar natural donde el niño empieza a relacionarse
con los otros, consigo mismo, con
la naturaleza y con Dios. Más que
un centro que enseña es una matriz
que transmite por ósmosis estilos de
vida, comportamientos, actitudes,
valores. Por eso la educación y evangelización del niño debe pasar necesariamente por la atención a la
familia. La pastoral familiar no es
una más de las pastorales sino que
debe colocarse en la base de cualquier pastoral.
“La familia es la más adaptable
de todas las instituciones humanas:
evoluciona y se amolda a cada demanda social. La familia no se rompe en un huracán, como le sucede
al roble o al pino, sino que se dobla
ante el viento como un árbol de
bambú en los cuentos orientales,
para enderezarse de nuevo”. ( Paul
BOHANNAM, “TODAS LAS FAMILIAS FELICES” 1985).
LA FAMILIA ES LA INSTITUCIÓN
PARADIGMÁTICA DE LA HUMANIDAD,
el aspecto más extraordinario de la
existencia social del hombre y de la
mujer. Un acuerdo único que concierne al hogar, al amor, a la unión
sexual y a la convivencia. El medio
singular donde se establecen las relaciones más íntimas, generosas,
seguras y duraderas. Los lazos sociales constituyen el compromiso
social más firme, el pacto más resistente de apoyo mutuo, de protección y de supervivencia que existe
en un grupo de personas. No se conoce otro ambiente tan pródigo en
contrastes, contradicciones, paradojas y conflictos. La organización
familiar se establece y perpetúa
sobre la base de profundas necesidades emocionales, arraigadas cos-
tumbres y poderosas fuerzas
socioculturales. Es el centro insustituible del amor, apoyo, seguridad
y comprensión y, al mismo tiempo,
el escenario donde más vivamente
se representan las hostilidades y
rivalidades entre los sexos, las tensiones intergeneracionales y las más
intensas y violentas pasiones humanas. El hogar es a la vez el foco de
la generosidad y la abnegación y el
núcleo de la mezquindad y el interés. A pesar de la profunda
conflictividad que carazteriza la
vida doméstica, la familia está sometida a inmensas expectativas e
ideales inalcanzables de perfecta
armonía y felicidad.
Ningún ambiente como este permite observar y analizar el comportamiento humano y las influencias
de la economía psicosocial que en
él inciden; la evolución de los procesos psicológicos y sociales más
básicos y la lucha de la pareja por
una mejor calidad de vida, por su
propia realización y supervivencia.
Sin embargo el estudio del ámbito familiar es muy difícil, pues, el
hogar constituye una de las esferas
más íntimas, privadas y ocultas de
la existencia humana.
No cabe duda de que la gran complejidad de las fuerzas psicodinámicas que se generan en el seno
de la familia plantean un enorme
reto a nuestro saber y parámetros
morales.
Seamos humildes y respetuosos
de una realidad que incluso por
nuestro estilo de vida conocemos
muy poco, sobre todo de la urdimbre psicodinámica, del hondón de
esta realidad.
(Ver aquí lo que presenta Luis Rojas
Marcos en el capítulo “Familia, pareja y
ecología psicosocial” en el libro ya citado
anteriormente así como el diagnóstico que
ofrece en el Prólogo del mismo libro y de
este capítulo entre las páginas 20 y 28 ).
F
Muchos padres tienden a delegar su función y responsabilidad de
formar a sus hijos.
San José
/ SUPLEMENTO / 15
Hno. Aurelio Arreba
Facilitamos en nuestros centros
el diálogo con las familias a través
de las asociaciones de padres, de los
órganos de participación previstas
en las distintas legislaciones, las
escuelas de padres, conferencias,
mesas redondas. Potenciamos también la formación de los padres,
colaboramos en la creación de grupos cristianos, de iniciación y
profundización de la fe, les abrimos
las puertas de las fraternidades
nazarenas, les ayudamos a participar en la misión compartida.
G
Lo fundamental en todo proceso
educativo es partir, no de la situación ideal sino de la REALIDAD.
No nos dirigimos solamente a las
familias bien constituidas, sino que
nos ocupamos de todas y dedicamos
UNA ATENCION ESPECIAL a las que
más lo necesitan. Intentamos hacer
frente, sobre todo a los siguientes
desafíos:
l Ampliar nuestro campo de acción
más allá de las familias sin
mayores problemas.
l Promover la pastoral familiar ,
viendo a la familia no como personas aisladas sino como
formando una unidad. Realizar
una programación pensada para
padres e hijos conjuntamente
aprovechando las oportunidades
de entrega de notas u otras. Ver
lo de la catequesis familiar.
l Preparar a las jóvenes parejas
para crecer en el amor. Ver lo de
“educación en el amor “ y otras
reuniones o proyectos al respecto
para ex-alumnos.
l Proponer a la Sagrada familia
como modelo a imitar en su vida
de familia. Ver la explicación del
Cuadro oficial como propuesta de
proyecto de vida cristiana.
l Acoger con especial solicitud a
los hijos cuyas familias tengan
especiales carencias. Sobre esto
procurar hacer un relevamiento
de los casos y situaciones; de las
necesidades y requerimientos
16 / Mayo 2002 / Nº1
de las familias de nuestro
centro.
Esto será una de las prioridades
lo mismo que el abordaje de
estas situaciones a los distintos
niveles de docentes, coordinadores, catequistas, dirección y
demás personas que tienen que
ver con ellos.
5-. Los antiguos
alumnos, unidos más
allá del ámbito
de las aulas
A
La formación y evangelización no
termina con los años transcurridos
en el aula. Nuestros centros ponen
los medios para prolongarlas más
allá de las aulas, a través de un proceso de maduración y educación de
la fe que comprometa toda la vida.
B
No damos por terminada nuestra
relación con los jóvenes al terminar
el período escolar, sino que seguimos ofreciéndoles medios para que
su proceso de maduración continúe
siempre: las comunidades cristianas
de base, los grupos juveniles, los
grupos de animadores, los grupos de
voluntariado, los grupos de misión,
los grupos de ayuda, las fraternidades nazarenas, los grupos de catequistas, los grupos que se reúnen
entorno al deporte etc. son medios
muy oportunos para seguir celebrando, reflexionando, y viviendo la fe.
C
Es hermoso ver cómo nuestros
antiguos alumnos ejercen el ministerio de catequistas, “dando gratis
aquello que han recibido gratis“ y
que constituye algo esencial en sus
vidas. Lo mismo podríamos decir de
los grupos de animadores, las misiones, los voluntariados, etc.
Nuestros centros están siempre
abiertos para ellos, tanto a la hora
de proporcionarles nuestra ayuda
desinteresada como de recibir la
colaboración que generosamente
deseen ofrecernos.
También colaboramos en la celebración de las distintas fechas conmemorativas para las distintas promociones.
D
El Equipo de Dirección junto con
el Equipo de Pastoral orientará la
forma de animar este sector muchas
veces dejado a la iniciativa de personas.
6- Niveles del
proceso educador y
evangelizador
EDUCAR, FORMAR,
ACOMPAÑAR
Educar:
Hacer surgir el yo real-actual. Ver,
descubrir ,encontrarse con la propia realidad lugar donde surge también la auténtica oración existencial, la postura real ante los demás,
el mundo, Dios y el descubrimiento
del propio llamado. Implica evocar
la verdad de la persona con sus deseos y problemas, con su historia y
sus heridas, con sus cualidades y debilidades.
Oración existencial que valora
el ser, percibe las trabas y límites
y pide ayuda y claridad.
La imagen bíblica de esta actitud educativa es el actuar de Dios
que educa a su pueblo, sacándolo
de la esclavitud de Egipto con
mano potente y brazo tendido,
atrayéndole hacia sí, con ataduras
de bondad y ternura, pero también
reprochándole y corrigiéndole,
como un padre lo hace con su hijo.
( Dt. 1,31; 6,21 ; 9,26 )
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
Formar:
Proponer, presentar y percibir el
yo ideal, lo que puedo, deseo y aspiro llegar a ser; el sueño de Dios
sobre mi, el sueño mío para los demás. Presentar la propuesta de vida
,proyectarse al futuro desde el yo
real ,presentar el proyecto de vida
desde Dios ,los valores que valen y
sacan de la indiferencia.
Formar significa plasmar , modelar la forma del alma cuanto más
temprano mejor, hasta los sentimientos más profundos, hasta los
comportamientos de cada día, hasta llegar al nuevo yo del joven .
Oración contemplativa de la Palabra y compromiso con lo deseado y aspiración .Aquí la imagen
bíblica iluminadora es aquella del
DIOS ALFARERO , que con el cuidado y la paciencia del artesano
va infundiendo en su vaso de arcilla sus propios sentimientos , hasta llegar a conseguir el modelo que
tiene en el corazón ( Jer. 18,1-6 )
Acompañar:
Compartir, recorrer el camino con
el acompañado. Caminar con él,
compartir el pan cotidiano de la realidad con quien está empezando.
Compartir con él las experiencias,
dificultades y alegrías del camino.
Es clave en esto la experiencia nítida del ser llamado, convocado por
otro que está cercano y va conmigo, que se interesa por mi futuro,
que me pregunta, me anima, me
alimenta, me cuestiona, me abre
panorama etc. porque todo eso hace
crecer en la confianza en sí mismo.
Oración afectiva, Dios que acompaña. Dios que comparte la tarea
humana de hacerse cada vez más
humano a su imagen recorriendo con
El su camino. Orar con los movimientos del corazón en esa experiencia
relacional con quien recorre conmigo mis inquietudes y estados de ánimo que surgen en ese caminar.
La imagen bíblica aquí es la del
episodio de los discípulos de
Emaús, con los cuales Jesús cami-
na haciéndoles preguntas e iluminándolos y despertando el deseo
de la relación compartiendo el pan
de su Palabra y de su Persona. (Lc.
24,13-35 )
Oración afectiva, oración del corazón, oración con todos los nombres que van cayendo en mi corazón en ese camino relacional y experiencia comunitaria.
Presupuestos y dinámica
del discernimiento
vocacional
El primer presupuesto clave y que
no admite contemporizaciones es el
de la fe, esperanza y caridad. Digamos que, en este momento histórico, estas posturas ante la existencia como existencia cristiana, son
palabras y posturas identificatorias
y definitorias de una identidad.
Es más, podríamos resumirlas en
la actitud de la ESPERANZA simple y
llanamente porque surgen de esta
actitud de fe y de confianza en el
Dios de la vida que nos llamó a la
existencia, a la vida cristiana y sigue llamando a seguirlo radicalmente como El ha vivido en esta historia.
Dios ,nuestra fe, esperanza y
amor a El son la plataforma básica
para toda Pastoral de las vocaciones .Dios tiene un plan par la humanidad para humanizarla al estilo de
Dios y sigue suscitando , como siempre en la historia del Pueblo de Dios,
hombres y mujeres capaces de ponerse en sus manos para trabajar por
y con los hombres.
El Espíritu que es la libertad y
la fantasía de Dios, siempre abierta hacia una novedad que nosotros
no podemos imaginar, y del todo
inédita, pero en la que esperamos
a pesar de las apariencias contrarias es la que nos anima en esta
tarea y ministerio esencial para el
mundo y la Iglesia en este momento.
Hoy, para EDUCAR Y PARA APASIONAR DE NUEVO A LOS JOVENES POR
LA VIDA, se necesita ser SAMARITANOS de la esperanza y de la confianza en la vida de los jóvenes.
Estar cerca, pasar por su vida,
involucrarse en sus aspiraciones y
carencias para curarlas, sanarlas y
potenciarlas.
Esta esperanza es necesario sembrarla en todos esos sectores, ámbitos y personas donde se cuida y
cultiva la vida. Se necesita sobre
todo empujar dentro del ámbito de
la educación y de la Iglesia para que
se haga el espacio , se de la importancia y se forme para este MINISTERIO ANIMADOR DE LAS VOCACIONES motivado por la Palabra del Señor Resucitado: “Y sabed que yo
estoy con vosotros hasta el fin del
mundo” ( Mt. 28,20 )
Estar haciendo discernimiento y
acompañando a alguien es ya un
acto de esperanza, es la conducta
y postura concreta que ratifican y
hacen posible la esperanza, porque quien trabaja en el discernimiento ES ALGUIEN QUE ESPERA Y
TRASMITE ESPERANZA.
Acompañamiento y discernimiento son ACCIONES abiertas al futuro,
hacia algo que no está todavía realizando como un intento de leer y
descifrar solamente un germen vital o potencial que se desarrollará
si se espera , más adelante.
1-. Fragilidad educativa y
formación débil
Se comprueba cada vez más la
debilidad ( identidad esfumada ) de
tantos lugares pedagógicos como
grupos, comunidades, escuelas y
sobre todo la familia.
Debilidad que quiere decir en primer lugar haber perdido la identidad, configuración y convicciones de
la propia tarea y significado para las
generaciones que vienen.
Nadie se hace cargo de “ los otros
existencialmente” en lo que a orientación se refiere, a no ser que sea
simplemente para prepararlos para
San José
/ SUPLEMENTO / 17
Hno. Aurelio Arreba
explotarlos o excluirlos si no responden a esas expectativas.
Hay miedo a ser los adultos que
tenemos que ser , experientes en
humanidad y referentes de la vida,
quedándonos en la fácil y cómoda
actitud de ser adolescentes como
ellos pero, sin perder los privilegios
que tiene el adulto y, haciendo lo
mismo que hacen los adolescentes.
Educación débil, pensamiento
débil, sentimientos débiles; en definitiva estructura personal débil.
Y los jóvenes nos están pidiendo
que les enseñemos a ser valientes
para asumir el riesgo de la novedad
y del futuro.
Se impone una toma de conciencia de la gravedad de esta situación:
esta fragilidad o debilidad educativa, no puede dejar de tener repercusiones en la calidad del desarrollo de las nuevas generaciones.
2-. Nuevos educadores
Se necesitan personas espirituales que sean un buen punto de referencia y guías espirituales motivados para búsquedas limpias no contaminadas de sentimientos frágiles
y dependencias fáciles.
Se necesitan nuevos educadores
formados para servir a aquellos que
están en proceso de crecimiento
humano-espiritual ; realidad esta
que hay que aprenderla. No se trata de una mediación cualquiera, sino
de un hermano mayor, que a la sabiduría añada una competencia que
le capacite para una doble relación
de conocimiento y liberación de los
mecanismos que puedan distorsionar el proceso del crecimiento en
libertad para responder a la llamada divina.
¿Cuándo llegaremos a sentir la
urgencia del animador vocacional ?
Porque es un síntoma claro de que
no se ve o se aprecia el valor de esta
tarea mientras uno no sienta la necesidad de prepararse y seguir creyendo que con lo que hizo y sabe
puede seguir educando y acompañando.
18 / Mayo 2002 / Nº1
Pensando en una Pastoral de las
vocaciones no tanto como una pastoral ESPECIFICA sino cada vez más
inserta en la pastoral ordinaria , es
necesario que la propuesta vocacional ENTRE en la pastoral ordinaria:
l porque la vida humana es
esencialmente vocacional , futuro, proyecto , llamado a
ponerse frente al Señor de la
historia .
l este modo de ser es un don del
Espíritu y pide la primacía del
espíritu sobre tantos otros
aspectos lo que no significa
descartarlos o ignorarlos.
l centrar más la atención en la persona que en las cosas que hay que
hacer ; implica una clara y
decidida actitud hacia lo esencial
de la vida que es descubrirle su
sentido. Hacer descubrir la vida
como don, como “ser para” en
una perspectiva que fascina y
libera al mundo juvenil que son
mucho más sensibles a lo “bueno,
noble, agradable, lo perfecto”.
3-. Presupuestos
Tendremos en cuenta especialmente dos; uno espiritual-pastoral
y otro antropológico-psicológico.
- el espiritual-pastoral:
El conocimiento de la naturaleza
y misión de la vida cristiana y de las
vocaciones de especial Consagración
es un presupuesto irrenunciable y al
mismo tiempo la guía más segura
para desarrollar la pastoral y el discernimiento de las vocaciones.
Esto está diciendo de la convicción de que ES DIOS QUIEN LLAMA
y, por lo tanto, la búsqueda necesaria de los signos que indican la llamada divina.
Citemos a San Jerónimo: “Hay
cuatro categorías de apóstoles : hay
una de aquellos no elegidos por parte de los hombres y tampoco por
medio de los hombres, sino directamente por Jesucristo,y por Dios
Padre; hay otra, de aquellos elegidos por Dios por medio de los hom-
bres; hay una tercera de apóstoles
elegidos por los hombres ,pero no
por Dios; después, hay una cuarta,
de hombres que, no han sido elegidos, ni por parte de Dios, ni por
medio de los hombres, sino solamente por sí mismos. A la primera
categoría, según San Jerónimo, pertenecen los profetas, las grandes
figuras carismáticas; a la segunda
,pertenece Moisés, en la vocación
del cual lo más evidente es la mediación humana; a la tercera, pertenecen aquellos ordenados a través del favor y acción de los hombres. También ahora vemos que
muchos se hacen sacerdotes no por
designio del querer de Dios, sino por
haberse ganado el favor del pueblo;
la cuarta categoría es aquella de los
seudo-profetas y de los falsos apóstoles”.
- el antropológico-psicológico:
Antes de cualquier confrontación
con una norma objetiva, el animador vocacional tiene dentro de sí una
seguridad que anima su misma búsqueda: la certeza absoluta, la presencia del don de una singular llamada por parte de Dios en el joven.
Hacer animación vocacional quiere decir no tener duda de esta presencia del don cualquiera sea éste
y trabajar hasta con constancia
mientras no surja con claridad.
Es esta certeza la que da esperanza al discernimiento. Y hace de
la animación vocacional un servicio
para todos dirigido a los jóvenes en
búsqueda de VERDAD E IDENTIDAD.
El error está en interesarse solamente por los que se inclinan por
alguna vocación específica cerrando así la posibilidad de búsqueda y
esclarecimiento. Esto ya fue. Cuántos jóvenes , por este falso planteo
de la pastoral de las vocaciones han
quedado por el camino.
Cuántas veces los jóvenes manifiestan de entrada un rechazo a la
consagración a Dios por miedo, vergüenza ante los otros, presiones,
condicionamientos etc. y por no
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
querer insistir o presionar; o simplemente por falta de fe y definición
personal del que acompaña se deja
pasar esta situación que no es otra
cosa quizás que la cobertura de algo
más profundo y verdadero que se
hubiera descubierto lentamente y
llevado a la luz.
Si el animador vocacional comienza desde la certeza de un don divino que en cada caso hay, la actitud
y postura en el acompañamiento
sería muy distinta.
El animador vocacional debe
“animar a todos” y especialmente
a los jóvenes sin descartar a nadie.
4- Los procesos
La acción pastoral en nuestras
escuelas se desarrolla en varios niveles atendiendo a la situación en
que se encuentran nuestros alumnos respecto a la fe, así como también a la maduración de su personalidad.
Las diferentes etapas guardan
entre sí una progresión y también
una simultaneidad.
El tercer nivel afecta a un número más reducido de personas porque implica una aceptación
ímplícita de la fe, mientras que el
primer nivel va destinado a muchos
más y se inscribe dentro de lo que
comúnmente llamamos “atención a
los alejados” muchos de los cuales
no han tenido hasta el ingreso en
nuestros centros acceso al Evangelio.
-Primer nivel: Personalización
El objetivo de este primer paso
es ayudar a hacer pasar de una actitud de pasividad frente a la vida
a una actitud positiva-dinámica. Se
pretende que el joven adopte ante
la vida una actitud crítica y activa
que le ayuden a leer los acontecimientos y descubrir los valores.
Proponemos una forma de ser y de
estar en el mundo inspirada en el
“humilde techo de Nazaret”. El educador que trabaja en este nivel está
ejerciendo su ministerio apostólico
pues está intentando ayudar a comprender el valor de la existencia y
su destino.
La base que favorece la consecución de este objetivo es “el ambiente escolar” del que ya hemos hablado: “crear un ambiente animado por el espíritu evangélico de libertad y caridad”. Libertad como
expresión de la dignidad del ser humano y apertura a lo transcendente.
Caridad como síntesis de los valores que llevan a la apertura al Evangelio. Este espíritu es el que nosotros llamamos “ Espíritu de familia”,
que no es sino la actitud cercana,
sencilla y acogedora propia de la pedagogía del ser Hermanos.
Dos aspectos tendremos en cuenta especialmente en este primer nivel.
neraciones venideras razones para
vivir y razones para esperar”.
Educar para la utopía implica en
primer lugar preparar hombres y
mujeres que se nieguen a aceptar
la realidad actual como la única
posible, y se empeñen en su transformación, sueñen con un mundo
mejor y trabajen para transformarlo.
Trabajamos especialmente por
impulsar la educación para la justicia y la solidaridad. Para ello es fundamental poner a los jóvenes en
contacto, a través de actividades y
experiencias con las realidades más
carenciadas y excluidas.
a-. La educación en valores.
Nuestras escuelas trabajan fuertemente la dimensión de la dignidad del ser humano como una realidad “dada gratuitamente y hecha
para darse”. Desarrollamos una pedagogía de los valores que se fundamenta en el respeto al otro, la
solidaridad responsable, la creatividad y la interioridad.
Intentamos para ello seguir la
pedagogía del Señor que se hace el
encontradizo,va en búsqueda de la
oveja perdida e intenta educar desde la propia realidad del interesado
y según las aspiraciones que expresa. Procura liberar de los
condicionamientos y animar a tomar
la vida entre las propias manos.
A través de tantas realizaciones
programadas para cada curso se intenta hacer práctica de esto que
ofrecemos.
a-. Evangelización de la cultura
La existencia de cualquier tipo de
escuela se justifica por la transmisión de la cultura. También para
nosotros esta es una obligación primordial. Nosotros, como todas las
escuelas católicas, lo hacemos con
la transmisión de una cultura abierta a la dimensión transcendente,
desde perspectivas cristianas.
La cultura no equivale a un conjunto de saberes. Nuestras escuelas
proporcionan las claves y el discernimiento para que el saber unido a
la destreza y los valores adquiera
sentido y se transforme en cultura
capaz de estructurar el pensamiento de la persona lo que equivale a
decir que esto influirá en su postura en el mundo porque ejercita su
libertad, apertura y conocimiento.
Esta es una tarea delicada pero irrenunciable. La concretamos en cada
área de contenidos.
b-. Educación para la utopía.
Consideramos en este momento
de la historia como particularmente dirigidas a nosotros estas palabras del Concilio Vaticano II: “el porvenir de la humanidad está en manos de quienes sepan dar a las ge-
- Segundo nivel: Diálogo Fe-Cultura
Dos tareas importantes se imponen en este nivel:
N.B. Para más información consultar
Enrique Rojas, “Una Teoría de la Felicidad”, el capítulo “La cultura es libertad
“, Editorial C.I.E. DOSSAT 2OOO, Madrid
1997.
b-. Inculturación de la fe
Para ayudar al muchacho a comSan José
/ SUPLEMENTO / 19
Hno. Aurelio Arreba
prenderse a sí mismo y el mundo que
lo rodea desde Jesucristo, el Dios
Encarnado- proyecto de Dios sobre
el hombre y la historia, nos esforzamos por hacer comprensible la
Palabra de Dios. El camino de Dios
fue y es el camino del hombre por
lo tanto seguiremos esta misma pedagogía intentando hacer comprender cómo la Palabra de Dios se hizo
palabra humana para que los hombres la pudieran oír.
El proceso de inculturación del
Evangelio es una exigencia importante hoy día y sabemos que es un
proceso profundo y global que avanza a paso lento.
“Se trata de conseguir la penetración del Evangelio en los niveles más profundos de las personas y
pueblos, afectándolos de una manera vital, en profundidad y hasta
las mismas raíces de su cultura”.
No es tarea fácil y exige mucha
sensibilidad ante los desafíos de la
cultura a nuestra fe, una disposición
para no evadirnos de los problemas
que la cultura lanza a la fe desde la
ciencia, la técnica y la civilización
y una actitud de escucha ante los
jóvenes para ayudarlos a dar respuesta a sus interrogantes y preocupaciones en Jesús Libertador.
N.B. Se puede consultar el capítulo “La
disciplina de la escucha“ en el libro
“Acompañar espiritualmente a los jóvenes” de S. Pagani, Editorial San Pablo,
Madrid 1998.
- Tercer nivel: Catequesis
explícita de Iniciación
a- Iniciación integral a la fe
Entendemos la iniciación como un
proceso de conversión a Cristo y su
proyecto de vida que culmina en una
plena incorporación a la comunidad
Cristiana y se manifiesta en el compromiso por el Reino.
Nuestros colegio incluyen en sus
Proyectos Educativos y Pastorales la
iniciación a la oración y la celebración de la fe en la jornada escolar,
cuidan la catequesis y celebración
de los sacramentos sobre todo la
20 / Mayo 2002 / Nº1
Eucaristía, Penitencia y Confirmación.
La clase de formación cristiana o
Religión se relaciona con los tres
niveles presentados anteriormente:
l Ayuda al alumno a que se plantee interrogantes sobre el sentido de la vida y del mundo.
l Anuncia explícitamente a Jesús y
su mensaje. A los no bautizados
les permite la entrada en el grupo de los discípulos de Jesús, en
el sentido mejor de “discipulado”.
l Puede asumir funciones más propias de catequesis, si el ambiente lo permite, animando a vivir
el mensaje cristiano ofreciendo
momentos de oración y celebración, facilitando incluso jornadas
de reflexión, y convivencias cristianas.
b-. Cultivo de la vocación
La dimensión vocacional es connatural al carácter futurizo y
proyectivo de la vida humana y a la
fe cristiana y por lo tanto es tenida
en cuenta en todo el proceso de
educación y evangelización.
Nuestros centros educativos asumen explícitamente la orientación
vocacional y el cultivo de esta dimensión en sus alumnos. Ofrecen
un acompañamiento personalizado
que ayude a los jóvenes a descubrir
el puesto-deseo que Dios quiere que
ocupen en el mundo y en la Iglesia.
Atendemos solícitamente a quienes se plantean en sus vidas vocaciones de especial consagración y
cuidamos con particular dedicación
a quienes se sienten llamados a ser
Hermanos de la Sagrada Familia.
Procuramos que toda la comunidad educativa ofrezca su colaboración en este campo y con interés y
delicadeza acompañamos a los jóvenes especialmente en los momentos en que tratan e orientarse en la
vida y cuando surja en ellos la inquietud del compromiso.
- Qué promueve y coordina el
Departamento de pastoral
En todos los centros dirigidos por
los Hermanos , la educación en la
fe constituye su razón fundamental
de ser, y por consiguiente ésta es
siempre prioritaria. Dicha educación
es impulsada por el Departamento
de Pastoral que asume las siguientes funciones:
l Comprende su cometido no como
pastoral en la escuela, sino como
la escuela en pastoral.
l Tiende al objetivo final de crear
en la comunidad educativa una
comunidad cristiana.
l Hace la programación de las actividades pastorales , la comunica a toda la comunidad educativa y requiere su colaboración.
Promueve, anima y coordina dicha actividad.
l Apoya la formación de grupos
cristianos de adultos, la creación
de fraternidades nazarenas y las
acompaña en su caminar.
l Facilita la creación de grupos cristianos juveniles tanto de alumnos como de exalumnos y los ayuda en su crecimiento en la fe.
l Potencia la actividad cristiana
extraescolar de los grupos y comunidad educativa.
l Favorece la integración de Hermanos, sacerdotes y laicos y aúna
criterios de actuación. Facilita la
capacitación y formación de los
agentes pastorales.
l Colabora con los organismos
eclesiales y congregacionales correspondientes.
l Atiende la pastoral vocacional,
que considera como un elemento
necesario y fundamental dentro
del crecimiento de la persona y
de la educación en la fe.
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
7-.El “coordinadoradscripto-titular” de
un centro educativo
de los Hnos. de la
Sagrada Familia
Presentamos algunos aspectos
que podrán ser corregidos, aumentados y adaptados a cada situación
concreta . Recogen o intentan recoger los aspectos históricos y
doctrinales que fundamentan esta
figura-articulador fundamental en la
educación.
1º-. ¿Por qué esta figura en la educación y en nuestro estilo educativo ?
a El aporte de las ciencias
b El aporte de la Revelación
2º-. La fuente de nuestro Carisma;
estilo y misión apostólica
a El misterio de la Encarnación
b El misterio de Nazaret
c Sus consecuencias pedagógicas.
d Las articulaciones pedagógicas y
la figura del Coordinador
3º-. La historia, la tradición
a Líneas animadoras de las
Constituciones
b Experiencias e intenciones del
Fundador desde su contexto.
c El Coordinador en los centros de
los Hnos.
4º-. Lo que piden los tiempos actuales
a La realidad cultural postmoderna
b La realidad y situación de la familia
c Los ámbitos naturales donde
crece la vida hoy, ¿qué pasa?
d Situación y reclamos de los
jóvenes.
e Las aspiraciones del corazón.
5º-. La experiencia recogida. La
Coordinación como:
a Un llamado, un ideal, una voca-
ción , un ministerio pastoral.
b Un proceso formativo, un ejercicio educativo, una sabiduría adquirida
c Una exigencia de formación permanente y capacitación.
d Un servicio específico articulador
de muchos aspectos entre ellos:
+ dimensión animación-acompañamiento
+ dimensión administrativa-funcionamiento
6º-. Lo que esto esta exigiendo:
a Seguir definiendo y puliendo el
perfil y proyecto del Coordinador
b Espacios y tiempos específicos
para esta misión
c Una dinámica de funcionamiento, formación y seguimiento del
equipo de coordinadores.
d Selección, preparación, formación, evaluación y remuneración
de este servicio de acuerdo a la
importancia que tiene en el esquema y estilo educativo nuestro.
7º-. Objetivo de la animación
a la persona, su fin y orientación
b El hecho educativo
c La cultura como ámbito de
crecimiento
d La persona y la animación exige
nuevas presencias
DESARROLLO
La creación de los equipos Directivos, la selección de este personal, su formación, coordinación y
seguimiento ha sido un esfuerzo importante en la Provincia.
En este momento creo que es
prioritario el TEMA Y LA FIGURA DEL
COORDINADOR por todo lo que esta
figura representa en los desafíos
educativos de hoy .
En la práctica y en lo cotidiano
es quien permite hacer viable y articular la tarea educativa.
Para nosotros Hnos. resulta una
cuestión de principio de la que de-
penden muchas otras articulaciones pedagógicas, acciones educativas, pastorales y vocacionales.
1-. ¿ Por qué esta figura en
la educación y en nuestro
estilo educativo ?
Todos sabemos y hemos experimentado lo que significan las referencias, los ambientes y sobre todo
las referencias a personas y de personas en el proceso de maduración
y equilibrio emocional.
a-. Las ciencias humanas nos
han abierto un panorama muy
amplio sobre la repercusión que en
la interioridad tienen las posturas,
gestos, palabras, las ausencias y las
presencias de las personas .
El Coordinador está llamado a ser
REFERENCIA-PRESENCIA-COMPAÑIA
que e-voca, pro-voca y con-voca.
Coordina, anima y articula para que
los esfuerzos de todos sean significativos.
La carencia y dolencia humanas
propia de la contingencia e indigencia de nuestra condición de seres
humanos SOLAMENTE SE CURA CON
LA PRESENCIA Y LA FIGURA que también sabe de ausencias oportunas y
necesarias.
La presencia y la figura del Coordinador, “su estar-acoger-ofrecerdespertar-animar-acompañar-hablar-callar-mirar-escuchar-cultivar”
son la ENCARNACION-REVELACION y
la certeza del OTRO en nuestras vidas.
b-. La Palabra reveladora, el Misterio de la Encarnación
Nos hace sentir y experimentar
la presencia y compañía como camino pedagógico.
“Vino a estar con nosotros, entre nosotros”.
Es la consoladora experiencia de
la compañía y de la presencia de
Dios de un modo constante, verdadero, vivencial.
La pedagogía de Dios para eduSan José
/ SUPLEMENTO / 21
Hno. Aurelio Arreba
car al hombre es clara respuesta a
las necesidades de los hombres:
l Estar con ellos, ponerse a su altura, despojarse de lenguajes no
comprensibles, hacerse próximo,
meterse en su propia historia,
crear la confianza, rehacer los
lazos rotos, crear hogar-espacio
para la vida.
l Es una pedagogía comprometedora; pretende SER-CON antes que
HACER COSAS con los hombres.
Quiere VIVIR-CON-ELOS antes que
PREDICARLES-A-ELLOS.
l Pero es también una pedagogía
dramática, o sea, expuesta a la
conquista del don que Dios nos
hace; a la elección de hacernos
don para los demás.
2-. El perfil del Coordinador-Titular Sagrada Familia
Será una persona madura que ha
saboreado la experiencia, la fatiga,
los abatares del proceso de crecimiento en carne propia. Sobre todo
será madura y equilibrada
afectivamente y espiritualmente.
Importa una experiencia reconocida por títulos, una cierta antigüedad en el campo de la educación y
una sencilla pero clara adhesión al
estilo Sagrada Familia.
Su misión es ser REFERENCIA
ARTICUALDORA-VEHICULADORA en
un ambiente-tiempo y desde un proyecto concreto educativo.
Coordinar y hacer significativos
los esfuerzos y acciones educativas,
pastorales y vocacionales de muchas
personas.
Su actitud es el ESTAR Y EL SER
COMPAÑIA-PRESENCIA ORIENTADORA.
a-. Se inspira en el estilo humilde de vida y de acción de la Sagrada Familia de Nazaret que vivió
oculta y en familia.
OCULTA: privilegiando el estar, el
ser , el vivir, la casa, el hogar, el
ambiente que ahí se crea más que
22 / Mayo 2002 / Nº1
el hacer o el aparecer. El vivir más
que el predicar.
EN FAMILIA: haciéndose próximo,
hermano, cercano, que comparte el
pan de la vida creando lazos de unidad, afecto, comunidad.
HUMILDE: hacerse verdadero, sincero, abajarse, despojarse para ponerse al alcance; hacerse “ humus”tierra fértil y propicia para que crezca la semilla.
b-. La otra fuente de inspiración
es la vida y el pensamiento del
Hno. Gabriel Taborin
l La Sagrada Familia inspira y da
el nombre a la Comunidad y a su
misión.
l El ser y hacerse Hermano, el llamarse y definirse como Hermano
son toda una postura pedagógica-existencial en la tarea educativa.
l Las orientaciones que da, los principios que propone, las sugerencias pedagógicas y el método que
insinúa a los Hermanos dedicados
a la educación junto con lo que
es nuestra tradición ,son aspectos reveladores para trazar un
perfil del Coordinador.
a-. Orientaciones
+ Importancia del período de la juventud
+ Necesidad de un amigo fiel en esa
etapa
+ Educar la conciencia y el corazón
b-. Principios de su ideario
+ Trato igualitario y justo
+ Cordialidad y amabilidad en las
relaciones
+ Adaptación y encarnación en la
realidad de cada uno
+ Realismo y gradualidad en los
procesos
+ Educación personalizada
c-. Actitudes pedagógicas
+ Dulce y paternal vigilancia
+ Animar para el esfuerzo y la superación
+ Mover el corazón, cultivar la con-
ciencia, educar los sentimientos
+ Prevenir para que no haya lugar
a la corrección
d-. El método del Hno. Gabriel
+ Su objetivo es la atención a las
personas
+ Las visitas, las entrevistas personales
+ La correspondencia, las cartas,
los mensajes
+ Las cartas-circulares periódicas
con contenidos doctrinales y
pedagógicos orientadores.
+ Las reuniones comunitarias: encuentro, intercambio, reflexión y
liturgia ( celebrar la vida)
+ La casa como el lugar y ambiente
donde se rehace-recuerda y construye lo vivido.
e-. Ambientes que debe cuidar el
Coordinador
+ El patio: todo lo referido a la manifestación espontánea, extracurricular, deporte, esparcimiento y otras expresiones.
+ La clase: lo curricular, el trabajo, la disciplina de trabajo.
+ La capilla: toda la dimensión del
misterio, la apertura, la
transcendencia, el cultivo de la
fe.
Todo esto recogido por los Hnos.
y enriquecido por su experiencia
ofrecen elementos interesantes para
el perfil del Coordinador.
A esto hay que agregarle los desafíos actuales y la práctica personal recogida.
3-. El Objetivo de la
animación
El objetivo fundamental es lograr
personas que sean PRESENCIAS SIGNIFICATIVAS: o sea, memoria, presencia, recuerdo, mensaje, signo de
la vocación definitiva del ser humano.
Cualquier “curriculum-procesoitinerario” en su entramado de as-
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y cómo Incidir en los Procesos Educativos.
pectos, criterios, elementos, estrategias, contenidos y pedagogía tiene que apuntar a esto y a descubrir
los ámbitos, lugares y aerópagos
donde discurre la VIDA REAL , DE LO
CONTRARIO NO SIRVE PARA NADA.
a El fin de la persona es el logro de
lo “mejor” no solamente de lo
bueno o conveniente. La disponibilidad de la “libertad afectiva
y efectiva”, el logro “del bien
común (lo que es mejor para
todos)”, “la interiorización de
los valores” que no es sino la incorporación de aquellas “actitudes que me permiten elegir lo mejor”.
b Tener en cuenta que “el hecho
educativo” es una interacción de
libertades en ámbitos culturales
concretos donde están siempre
presentes las dimensiones de la
transcendencia, intencionalidad
(deseo de sentido) y libertad.
c La “globalización” está exigiendo:
l Reforma educativa como cambio de mentalidad en el abordaje de la realidad tanto de
la persona como de la cultura.
l Selección y procesamiento de
los contenidos básicos para el
bien común de la persona y de
la sociedad.
l Orientar y pastoralizar los contenidos básicos.
l Fundamentalmente reformulación de las presencias humanas para que sean significativas y articuladoras de los procesos.
d Propiciar una pedagogía como filosofía, “como meditación de la
vida”. Hacer que los aprendiza-
jes afecten a la vida y la cambien.
EL COORDINADORAADSCRIPTO ES SIGNO Y
FIGURA DEL A MOR.
Se expresa en estas actitudes y
modalidades:
A = ANIMADOR
M = MODERADOR
O = ORIENTADOR
R = REFERENTE
El resumen lo presentamos con
algunas palabras claves:
l Ser REFERENCIA Y CORDINADORARTICULADOR de los esfuerzos de
toda la Cdad.
l ESTAR Y SER COMPAÑIA en el ambiente donde se trabaja.
l La Sagrada Familia y el Hno.
Gabriel como escuelas donde inspirarse.
l El método y lo que este privilegia o prioriza
l Las actitudes pedagógicas y su
objetivo: vigilancia del corazón,
conciencia y actos.
l Orientaciones y principios para
ejercer la Coordinación
l Los ambientes donde ejercerla
l Las funciones o facetas más propias:
a ANIMAR: educar, formar y
acompañar
b ADMINISTRAR: todos los recursos humanos, didácticos,
pedagógicos, información reglamentos y otros instrumentos administrativos.
c FORMACION PERMANENTE:
tiempos, acciones y recursos
para la formación.
Bibliografia
l Educar con estilo nazareno; (fo-
l
l
l
l
l
l
l
l
l
l
l
lleto sobre el Titular redactado
por el Hno. Néstor)
Nuestra razón de ser al servicio
de la Educación: La Sagrada Familia y Gabriel. ( Hno. Aurelio,
carátula de Juan Faropa )
La presencia de la Sagrada Familia en el proyecto educativo
(Hno. Aurelio )
La presencia del Hno. Gabriel
como educador y catequista
(Hno. Aurelio )
La contemplación del Cuadro
oficial de la Sagrada Familia
(Hno. Aurelio )
Las síntesis del Encuentro con
el Hno. Gabriel (Passo Fundo).
Ponencia de Amadeo Cencini
para el Congreso de las Vocaciones en Europa. Revista, Todos Uno
Nº 131, Julio, Agosto y Setiembre
1997.
Acompañar espiritualmente a
los jóvenes.S. Pagani, Ed. San
Pablo, 1998 Madrid.
Los llamados. G. Varela Alvariño,
Ed. San Pablo, 1994 Madrid.
Una teoría de la felicidad. E.
Rojas. Ed. Cie-Dossat 2000. 1997
Madrid.
Cómo educar en valores. J.M.
Méndez. Ed. Síntesis. 2001 Madrid.
La misión del Instituto de los
HSF hoy. (libro verde) 1999 Roma.
San José
/ SUPLEMENTO / 23
Hno. Aurelio Arreba
Sumario
Orientaciones para la Animación de la Comunidad Educativa y
cómo Incidir en los Procesos Educativos.
Hermano Aurelio Arreba
1- La Comunidad Religiosa ............................................................................................................... 1
Entre las tareas educativas y evangelizadoras de la Comunidad están: ....................... 2
2- Los Educadores ............................................................................................................................... 2
Como Educadores Cristianos Somos: ........................................................................................ 2
Señalamos Algunos Cometidos de Nuestro Ministerio .......................................................... 2
Esto nos exige a nosotros educadores: .................................................................................... 3
3- Los alumnos - los educandos .................................................................................................... 3
El encanto de lo bello, una estética superficial. ................................................................. 3
Horizontes sin cielo, inmanencia indiferente. ...................................................................... 4
Interpretaciones parciales, adaptación con fundamento. ................................................ 4
El movimiento de la satisfacción ............................................................................................... 5
Las dinámicas del deseo ............................................................................................................... 6
Existencia y angustia ..................................................................................................................... 7
Posibilidades negadas, energías sin meta ............................................................................... 8
Libertad inconsciente y fe débil .............................................................................................. 10
Itinerarios a intentar recorrer .................................................................................................. 11
4- La familia, comprometida activamente ............................................................................ 14
5- Los antiguos alumnos, unidos más allá del ámbito de las aulas .......................... 16
6- Niveles del proceso educador y evangelizador ............................................................ 16
Educar, formar, acompañar ....................................................................................................... 16
Presupuestos y dinámica del discernimiento vocacional ................................................. 17
1-. Fragilidad educativa y formación débil ...................................................................... 17
2-. Nuevos educadores ........................................................................................................ 18
3-. Presupuestos ................................................................................................................... 18
4-. Los Procesos .................................................................................................................... 19
7- El “coordinador-adscripto-titular” de un centro educativo
de los Hermanos de la Sagrada Familia ............................................................................. 21
Desarrollo ........................................................................................................................................ 21
1-. ¿Por qué esta figura en la educación y en nuestro estilo educativo? ..................... 21
2-. El perfil del Coordinador-Titular Sagrada Familia .................................................... 22
3-. El Objetivo de la animación ........................................................................................ 22
El Coordinador-adscripto es signo y figura del amor ......................................................... 23
Bibliografía ............................................................................................................................................. 23
Sumario
................................................................................................................................................
24 / Mayo 2002 / Nº1
24