ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: Un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro * María del Socorro J. Ramírez Garrido ** RESUMEN Cada vez se hace más evidente que los mayores problemas de nuestro tiempo no pueden comprenderse aisladamente. Los crecientes cambios en el entorno, así como en la sociedad, están llevando a ver la necesidad de tener una transformación de valores y conjuntamente de actitudes; no sólo por el bien ecológico, sino por el de la humanidad misma. En la presente investigación se identifican las concepciones que tienen los alumnos de secundaria acerca del medio ambiente y su deterioro, así como la percepción de los docentes en relación con su desempeño en la formación en valores y actitudes en la educación secundaria, con el fin de contribuir a un cambio de actitudes que fomenten el cuidado del entorno y, por ende, elevar los niveles de la calidad de vida. Para la recolección de datos se emplearon las redes semánticas naturales y la entrevista semiestructurada, el primer instrumento proporcionó la aproximación hacia la articulación del significado construido por los alumnos en relación con el deterioro ambiental, mientras que la entrevista permitió la evaluación de la perspectiva docente en el abordaje de esta dimensión cognitiva en el proceso educativo. Palabras clave: Cuidado ambiental, ecología, educación secundaria, redes semánticas. SUMMARY Every time becomes more evident that the greater problems of our time cannot be understood separately. The increasing changes in the surroundings, as well as in the society, are taking to see the necessity to jointly have a transformation of values and of attitudes; nonsingle by the ecological good, but by the one of the same humanity. In the present investigation the conceptions that have the students of secondary approaches del environment and its deterioration, like the perception of educational in relation with their performance in the formation in values and attitudes in the secondary education are identified thus, with the aim to contribute to a change of attitudes that foment the care del surroundings and, by, to elevate the levels of the quality of life. For the data collection the natural semantic networks and the semistructured interview were used, the first instrument provided the approach towards the joint of the meaning constructed by the students in relation to the environmental deterioration, whereas the interview allowed the evaluation of the educational perspective in the boarding of this cognitive dimension in the educative process. Key words: Environmental care, ecology, secondary education, semantic networks. INTRODUCCIÓN * Coordinador del Centro de Investigación en Educación y Psicología de la Universidad Cristóbal Colón. Veracruz, México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACyT y del Consejo Mexicano de Investigación Educativa. [email protected]/[email protected] ** Maestra en Educación y Docente de Enseñanza Media del Centro de Estudios Cristóbal Colón, A.C. [email protected] Si nos remontamos a la forma en que los seres humanos nos hemos apoderado de la Tierra y de cómo hemos utilizado los recursos a veces sin hacer juicios razonables • 5 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido desde un punto de vista de que somos los únicos y lo que hay a nuestro alrededor no importa, nos hace pensar en que nuestras actitudes y comportamientos han convertido al medio sólo en un objeto permanente de conquista. El uso de la tecnología inmoderada y la compra irreflexiva de productos innecesarios y que provocan grandes problemas de contaminación, han permitido volver la mirada hacia las actitudes de los alumnos y los mismos profesores con respecto al cuidado del ambiente, observando que la mayoría de ellos no tienen una conciencia ecológica que permita la preservación de su propio entorno; nuestra conducta es egoísta e individualista, así pues tiramos la basura en cualquier lugar, no importando que sea nuestro propio salón de clase o el lugar en el que trabajamos. Sí bien es cierto que la llamada cuestión ambiental no es nueva, no es menos verdad que en las últimas décadas, la humanidad ha visto como la explosión demográfica y el uso indiscriminado de los recursos están produciendo graves alteraciones en el equilibrio del planeta. La contaminación de las aguas, los procesos de desertificación creciente, la reducción de la capa de ozono, etc., ponen sobre aviso no sólo a los gobiernos, sino a los ciudadanos en general, de que se hace necesario a nivel colectivo, un replanteamiento de la conducta del hombre en relación con la naturaleza y el legado cultural de su historia (Morossini, 1998:2). De seguir las tendencias actuales se hace incierto el futuro, “la crisis radica en que la mayoría de nosotros y en especial nuestras instituciones, seguimos los conceptos y valores de una visión del mundo ya caduca, una visión que es inadecuada para afrontar los problemas de un mundo como el nuestro” (Capra, 1999: 77). Los cambios de comportamiento respecto al medio natural, no se producirán realmente hasta que la mayoría de los miembros de una sociedad, no hayan asimilado la nueva concepción y los valores positivos respecto al ambiente, para concebir una manera diferente de vivir. Es necesario un cambio en las conductas de los individuos, que el habitante de cada región llegue a sentirse ciudadano responsable respecto al medio natural y sociocultural que le rodea. El cambio hacia el paradigma de la ecología profunda resulta ahora crucial para nuestro bienestar, una nueva visión del mundo y un nuevo modo de pensamiento, junto con un cambio profundo de valores. Esto hace pensar, en la educación como un instrumento eficaz para incidir en los comportamientos colectivos, educación en sentido amplio y en sentido permanente, que se inicia en la escuela y que debe continuarse a lo largo de toda la vida del hombre. No sólo se trata de educar desde el medio ambiente usando el entorno escolar como un recurso instructivo de primer orden, sino también enseñar acerca del medio, facilitando la información y conocimientos básicos respecto a las cuestiones ambientales; además, es necesario que dicha educación abarque el uso correcto de la naturaleza y del patrimonio histórico, de modo que los estudiantes y no sólo ellos, sino cualquier ser humano, aprendan a ver los problemas no sólo por referencia a sus necesidades inmediatas, sino con una visión que les permita saberse a sí mismos como elementos que interaccionan con otros en un conjunto dinámico. La educación entonces no puede basarse sólo en aspectos informativos, sino que requiere un cambio o adecuación positiva en las conductas y en las escalas de valores de la población, respecto del medio que les rodea. Parece pues obvio que el panorama ambiental que percibimos diariamente necesita medidas de actuación urgente. La escuela, en su labor pedagógica, debe poner en contacto al estudiante con el medio natural y los problemas ambientales de su localidad; ante la problemática actual es necesario reconocer la necesidad de un cambio de actitud en la formación de valores, para el respeto, conservación de los recursos del medio natural a través del análisis de los problemas ambientales, regionales y mundiales; es decir, poner en práctica una serie de actividades educativas encaminadas hacia la conciencia social. Desde principios de los 80s se ha reconocido un necesario cambio social en el ámbito de los valores, actitudes y nuevos estilos de vida; para llegar a adquirir actitudes y hábitos de conducta acordes con principios o normas libremente asumidos: “resulta imprescindible crear situaciones de aprendizaje en las que el alumnado tenga la oportunidad de plantearse y analizar problemas o • 6 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido acontecimientos que entrañen conflictos de valor, de debatir libre y racionalmente acerca de ellos, manifestando las propias opiniones y respetando las de los demás y de adoptar la posición que consideren más justa y convincente” (Ministerio de Educación y Ciencia, 1999: 147). Es por ello, por lo que la pedagogía del medio ambiente, atiende con especial interés a la formación de actitudes, la participación social de los alumnos, etc., como base sobre las cuales pueden ir madurando una personalidad activa y responsable. OBJETIVOS Para la presente investigación se plantearon los siguientes objetivos de trabajo : a) Evaluar el significado semántico construido por los alumnos de secundaria en relación con el deterioro ambiental. b) Analizar los valores y actitudes que se fomentan en el alumno de secundaria sobre el entorno natural y su problemática. c) Analizar las características del proceso de enseñanza aprendizaje que podrían favorecer la educación ambiental en secundaria. Problematización El estudio detenido de nuestro entorno, manifiesta el fuerte cambio que el hombre ha introducido en el mismo, fruto de un desbordante desarrollo tecnológico. La actividad humana entraña en muchos casos, graves riesgos de transformaciones ecológicas negativas, particularizándose sus efectos sobre los distintos componentes de los ecosistemas en distinta medida, en función de la actividad. Así, la educación ambiental, es una propuesta que debe contribuir a superar el deterioro del medio en un contexto de crisis económica y política, de valores y de conocimientos, en un mundo sostenido por el mercado y los procesos de globalización. Permite la formación de actitudes y la capacidad, por parte de los educandos, de adquirir destreza para llegar a evaluar los problemas de su propio entorno y participar activamente en las soluciones de los mismos. “Es necesario que se comprenda que no se trata ya de conquistar el mundo, sino de vivir en él. Es preciso aprender qué supone y qué es estar en la naturaleza como hombre, cómo construir un puente sin talar un bosque o cómo producir sin contaminar” (Díaz, 1990:2). En los últimos años, la problemática ambiental se ha acentuado, trayendo consigo consecuencias evidentes y estimulando, por ende, cuestionamientos específicos de investigación, entre los cuales nos interesa destacar: ¿qué actitudes están presentes en los alumnos con relación al deterioro del ambiente?, ¿qué características del comportamiento adolescente son favorables para construir una nueva pedagogía ambiental? y ¿cómo participan los docentes en el proceso enseñanza aprendizaje para favorecer el cuidado del ambiente? MÉTODO La presente investigación se llevó a cabo utilizando una metodología cualitativa, que se desarrolló bajo situaciones naturales, es decir, como lo establece el método, estudiando desde su contexto natural los fenómenos en los términos que los alumnos y los profesores manifestaron. El enfoque cualitativo proporciona profundidad en la comprensión de los datos, ya que establece como objeto de estudio los aspectos emocionales y contextuales de la respuesta humana; por medio de este estudio se generaron ideas provenientes de la experiencia directa con los alumnos y profesores, prestando especial atención a sus palabras, comportamientos y lenguaje; como lo menciona Hernández (1998:91) “A través de esta metodología, se pretende la comprensión e interpretación de las conductas y su vinculación con las pautas del grupo”. “La frase metodología cualitativa se refiere en su sentido más amplio a la investigación que produce datos descriptivos: las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable” (Taylor y Bogdan, 1992: 3). “Con la admisión de la metodología cualitativa, se pasa de la descripción y explicación de los fenómenos y situaciones sociales desde la distribución de frecuencias y correlaciones, al análisis e interpretación “subjetiva” de los mismos a partir del discurso. Ahora no se busca en el exterior del comportamiento humano, sino en la lógica de su interioridad” (Rubio y Varas, 1999:235). Dentro de la metodología cualitativa, se encuentra el estudio de caso, que se utiliza “como una herramienta • 7 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido Técnicas de recolección de datos de investigación ampliamente en el ámbito clínico y en el campo social, como una forma de ayudar a comprender los fenómenos humanos, de modo que ofrece una comprensión más profunda de los mismos” (Balcázar, 2002: 82), de esta forma “el diseño del estudio de casos se inscribe dentro de la lógica que guía las sucesivas etapas de recogida, análisis e interpretación de datos de los modelos cualitativos, con la peculiaridad de que el propósito de la investigación es el estudio intensivo y profundo de uno o pocos casos de un fenómeno” (Pérez, 1994: 208). Por otra parte “consiste en una descripción y análisis detallados de unidades sociales o entidades educativas únicas” (Yin, citado por Pérez, 1994: 206). Un estudio de caso, permite llevar a cabo una investigación en un periodo corto “y resulta útil tanto como método de investigación basado en la descripción y análisis de una situación social determinada, como cuando constituye una estrategia didáctica para comprender e interpretar hechos y situaciones sociales” (Muñoz y Muñoz, citado por Balcázar, 2002: 83). Merriam (citado por Pérez, 1994: 207), señala que un estudio de caso cuenta con cuatro propiedades esenciales “es particular en cuanto que se centra en una situación particular, evento, programa o fenómeno; es descriptivo porque pretende realizar una rica e intensiva descripción del fenómeno estudiado; es heurístico en tanto que el estudio ilumina al lector sobre el compromiso del caso; y es inductivo puesto que llega a las generalizaciones, conceptos e hipótesis partiendo de los datos. Para la realización de la investigación se utilizaron las técnicas de la entrevista semiestructurada y las redes semánticas naturales. En este sentido, la entrevista se concibe como una conversación verbal entre dos o más personas, un proceso dinámico, atravesado por el contexto social de una vida compleja y abierta. Es una técnica cualitativa que permite establecer un diálogo cara a cara con el sujeto o sujetos del estudio, permite evaluar la comprensión, actitudes, sentimientos de los entrevistados. Se empleó la entrevista semiestructurada con el propósito de saber lo que perciben los maestros acerca de su desempeño en la formación de actitudes que favorecen el cuidado del ambiente. La entrevista buscó una apertura, con la que se pudiera establecer una comunicación interpersonal, entre el profesor y el investigador, de tal manera que el mensaje fuera entendido y comprendido por los dos para posteriormente transcribir y analizar la información que se obtuvo. Para asegurar la validez de los datos fue necesario que los entrevistados se sintieran en confianza, cómodos y en libertad para expresarse, además de permitir que el sondeo fuera lo más apegado a lo que el entrevistado sintiera, pensara y actuara. El estudio consideró seis cuestionamientos principales que fueron formulados a cada uno de los profesores con la posibilidad de elaborar otro tipo de preguntas para no perder información relevante en caso de desviarse el tema de la entrevista; las respuestas generadas fueron audiograbadas para después ser transcritas tal y como fueron expresadas por los docentes. Este tipo de entrevista permite “la reformulación y la profundización en algunas áreas, combinando algunas preguntas de alternativas abiertas con preguntas de alternativas de respuesta cerrada” (Ugarriza, 1998: 134). La otra técnica empleada para la investigación, fue la de las redes semánticas naturales, “las cuales surgieron como una alternativa de evaluación del significado, a partir de los modelos que se habían desarrollado para explicar la forma en la que se organiza la información en torno a la memoria semántica” (Valdez, 1998: 60). Tipo de Investigación La presente investigación es un estudio de tipo exploratorio, ya que independientemente de contar con una base de conocimiento tanto de la problemática ambiental mundial como en valores ecológicos, fue necesario incursionar de manera específica en el contexto regional y, por ende nacional, con el fin de conocer, ubicar y definir el problema con mayor precisión, además de definirse como un estudio de tipo descriptivo, en virtud de permitir un panorama más concreto acerca del campo semántico que poseen los alumnos con respecto al deterioro del ambiente y conocer los valores y actitudes ecológicas que están presentes en ellos, así como lograr evaluar la perspectiva docente en relación con dicha problemática. • 8 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido La técnica de las redes semánticas naturales permitió obtener información sobre las concepciones y/o percepciones que tienen los alumnos con relación al problema de estudio, que en este caso se vincula con el cuidado del ambiente, puesto que ellos tienen una forma de organizar la información y expresarla. Para realizar esta técnica se utilizaron seis palabras clave con las cuales se solicitó a los participantes escribir una lista de palabras definidoras de un concepto, es decir, los alumnos tuvieron que utilizar un mínimo de cinco palabras que podían ser: verbos, adverbios, sustantivos, adjetivos, etc., sin usar artículos ni preposiciones; posteriormente se solicitó jerarquizar dichas palabras, con base en la importancia que los alumnos les atribuían a cada una, tomando como referencia el estímulo definido. A partir de esta jerarquización se asignó el número 1 a la palabra más cercana o relacionada con la palabra estímulo, el 2 a la que sigue en importancia y así sucesivamente hasta terminar con las palabras que cada alumno estableció como definidoras (Valdez, 1998: 66-68). Al finalizar la aplicación de las palabras clave se obtuvieron los principales valores que sirvieron para analizar la información obtenida (Valdez, 1998) : ✦ Valor J: total de palabras definidoras que fueron generadas por los sujetos a la palabra clave o estímulo y que determinó la riqueza semántica. ✦ Valor M: se obtuvo de la multiplicación que se hace de la frecuencia de aparición por la jerarquía obtenida por cada palabra definidora. ✦ Conjunto SAM: grupo de las quince palabras definidoras que obtuvieron los mayores valores M y que forman el núcleo de la red semántica. ✦ Valor FMG: se obtuvo para todas las palabras definidoras que conformaron el conjunto SAM a través de una regla de 3, tomando en cuenta a la palabra definidora con el valor M más grande a la cual se le asignó el 100%, este valor indica la distancia semántica entre las palabras que integran el conjunto SAM. Asimismo, se utilizó como apoyo para la investigación, una pregunta contenida en la guía diagnóstica que se implementó en el primer año de secundaria al inicio del curso, la cual proporcionó información importante acerca de la percepción que tenían los alumnos con respecto al deterioro del ambiente. Participantes Para la realización de la presente investigación se trabajó con los alumnos de secundaria del Centro de Estudios Cristóbal Colón, del área de enseñanza media; conformada por una población estudiantil de 600 alumnos, de ambos sexos, cuyas edades fluctúan entre 11 y 15 años; los cuales provienen de familias tradicionales veracruzanas, con un nivel socioeconómico medio, medio-alto y alto, aunque también forman parte de la comunidad educativa un porcentaje de alumnos que no pertenecen a esos niveles socioeconómicos, pero que por su esfuerzo y dedicación, se han ganado una beca. Para la obtención de la muestra de alumnos a los que se aplicaron las redes semánticas naturales, se realizó un muestreo probabilístico estratificado por cada grupo de secundaria (Hernández, 1997: 217), teniendo un total de 200 alumnos de la generación 2003-2004. La población estudiantil es atendida por un cuerpo docente de 35 a 40 maestros de ambos géneros, con una incidencia mayor del sexo femenino, cuyas edades fluctúan entre los 25 y 55 años. La preparación profesional de los mismos es de nivel licenciatura y un 30% de los mismos cuentan con estudios de postgrado. Para realizar la entrevista semiestructurada, se seleccionaron al azar a 10 profesores del nivel secundaria, no importando el grado que impartían. Las preguntas que se les formularon surgieron de una prueba piloto, la cual determinó el tipo de preguntas a incluir en la misma. RESULTADOS Posteriormente a la aplicación de la técnica de redes semánticas se obtuvieron los siguientes resultados. De la palabra estímulo “contaminación” se encontraron 194 palabras definidoras (como valor J), las 5 palabras definidoras con mayor valor M fueron basura-basureros, humo, suciedad-sucio, smog y desechos-desechar (tabla 1), de la palabra “ecología” se obtuvieron 112 palabras definidoras y las cinco con mayor valor M fueron: animales-fauna, plantas, medio ambiente, naturaleza, • 9 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido árboles (tabla 2), de la palabra “reciclaje” se encontra- árboles, agua (tabla 5) y de la palabra “basura” se obtuvieron 158 palabras definidoras y las cinco con mayor valor M fueron: contaminante-contaminación, ron 187 palabras, y sus cinco palabras definidoras con mayor valor M fueron: papel, basura, reutilizar-reutilizable, plástico y reusar-reusable (tabla 3), de la palabra “reutilizar” se encontraron 174 palabras y sus 5 palabras definidoras con mayor valor M fueron: reciclar-reciclable- desechos, suciedad-sucio, desperdicios-desperdiciar, y papel (tabla 6). De cada una de las palabras clave se obtuvieron las 15 palabras definidoras con mayor frecuencia, es decir con mayor valor M y para cada una se obtuvo el valor FMG. reciclaje, volver a usar-volver a utilizar, papel, reusar, basura (tabla 4), de la palabra “medio ambiente” 195 palabras definidoras y las cinco con mayor valor M fueron: animales-fauna, flora-plantas-vegetación, naturaleza, TABLA 1. Conjunto SAM de “Contaminación” PALABRA CLAVE: CONTAMINACIÓN CONJUNTO SAM DEFINIDORAS Basura-basureros Humo Suciedad-sucio Smog Desechos-desechar Enfermedades Carros-autos-coches Mugre Tóxico Ambiente Gente-personas-humanidad Muerte Contaminar-contaminante Polvo Industrias VALOR J= 194 VALOR M 1404 696 612 421 318 213 208 197 142 139 131 131 129 125 104 • 10 VALOR FMG 100 % 49.57 43.58 29.98 22.64 15.17 14.81 14.03 10.11 9.90 9.33 9.33 9.18 8.90 7.40 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido TABLA 2. Conjunto SAM de “Ecología” PALABRA CLAVE: ECOLOGÍA CONJUNTO SAM DEFINIDORAS Animales-fauna Plantas Medio ambiente Naturaleza Árboles Flores Cuidado Ecosistemas Humanos-gente-personas Bosques Estudio Limpio-limpieza Diversidad Ciencia Seres vivos VALOR J: 112 VALOR M VALOR FMG 757 496 462 318 291 150 136 131 123 110 98 92 85 84 80 100 % 65.52 61.03 42.00 38.44 19.81 17.96 17.30 16.24 14.53 12.94 12.15 11.22 11.09 10.56 TABLA 3. Conjunto SAM de “Reciclaje” PALABRA CLAVE: RECICLAJE CONJUNTO SAM DEFINIDORAS Papel Basura Reutilizar-reutilizable Plástico Reusar- reusable Renovar, renovable Latas Limpieza-limpio-limpiar Vidrio Cartón Botellas Aprovechar Rehacer Cuidar Conservar-conservación VALOR J: 187 VALOR M 584 558 548 402 279 270 235 193 176 167 161 145 137 111 107 • 11 VALOR FMG 100 % 95.54 93.83 82.53 47.77 46.23 40.23 33.04 30.13 28.59 27.56 24.82 23.45 19.00 18.32 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido TABLA 4. Conjunto SAM de “Reutilizar” PALABRA CLAVE: REUTILIZAR CONJUNTO SAM DEFINIDORAS VALOR M Reciclar-reciclable-reciclaje Volver a usar-volver a utilizar Papel Reusar Basura Plástico Renovar Aprovechar Útiles Botellas Vidrio Rehacer Cartones Sirve, servible Ayudar VALOR J: 174 VALOR FMG 840 475 373 347 295 247 246 212 202 165 157 122 120 102 90 100 % 56.54 44.40 41.30 35.11 29.40 29.28 25.23 24.04 19.64 18.69 14.52 14.28 12.14 10.71 TABLA 5. Conjunto SAM de “Medio Ambiente” PALABRA CLAVE: MEDIO AMBIENTE CONJUNTO SAM DEFINIDORAS Animales-fauna Flora-plantas-vegetación Naturaleza Árboles Agua Aire Gente-personas-seres humanos Ecosistema Ecología-ecológico Vida Hábitat Contaminación Seres vivos Bosque Tierra VALOR J: 195 VALOR M 1006 927 588 464 422 420 409 281 244 222 188 176 174 133 113 • 12 VALOR FMG 100 % 92.14 58.44 46.12 41.94 41.74 40.65 27.93 24.25 22.06 18.68 17.49 17.29 13.22 11.23 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido TABLA 6. Conjunto SAM de “Basura” PALABRA CLAVE: BASURA CONJUNTO SAM DEFINIDORAS Contaminante-contaminación Desechos Suciedad-sucio Desperdicios-desperdiciar Papel Inservible Porquería Latas Reciclaje-reciclar Apesta Mugre Descomposición-descompuesto Mal olor Plásticos Restos, residuos VALOR J: 158 VALOR M 924 747 729 534 326 235 216 199 199 162 161 147 147 137 125 VALOR FMG 100 % 80.84 78.89 57.79 35.28 25.43 23.37 21.53 21.53 17.53 17.42 15.90 15.90 14.82 13.52 2) En su materia ¿aborda usted temas o aspectos relacionados con el cuidado del ambiente? Sí, ¿cuáles? No, ¿por qué? En cierta medida, aunque la materia no tenga que ver con la Biología o la Ecología, hay temas que se relacionan con aspectos ecológicos o la importancia del cuidado del medio, así como contaminantes y las normas que se aplican. 3) ¿Cómo percibe usted el interés de sus alumnos por el cuidado del medio ambiente y/o la ecología? Existe un nivel bajo de interés por los problemas ambientales que se presentan en la actualidad, los alumnos manifiestan indiferencia, apatía y falta de participación. 4) ¿Qué actitudes con respecto al cuidado del ambiente se manifiestan en sus alumnos? Asimismo, se realizó una entrevista semiestructurada a 10 profesores de secundaria, de donde se recopilaron conceptualizaciones, comportamientos y formas de participación docente, como parte significativa del proceso enseñanza aprendizaje en el cuidado del ambiente. Para integrar la información obtenida de la entrevista, fueron categorizadas las respuestas de acuerdo con los contenidos expresados por los profesores, dando por resultado la siguiente información por cada reactivo: 1) ¿Participa usted en alguna actividad relacionada con el cuidado del ambiente? Sí, ¿de qué manera o cómo? No, ¿por qué? Existe participación en actividades relacionadas con el cuidado del ambiente, ya sea desde su casa clasificando la basura o no tirando basura en la calle, o bien, en la escuela motivando a los alumnos a mantener limpia su área de trabajo. • 13 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido Por otro lado, en la construcción semántica de la palabra ecología, los alumnos son conscientes de su relación con animales-fauna, plantas, medio ambiente y naturaleza, pero no consideran los factores abióticos presentes en cualquier sistema ecológico, es decir, el aire, el agua, el suelo, la luz, la humedad, la presión, etc. Asimismo, al definir la palabra medio ambiente los alumnos la relacionan con los conceptos de animales- Indiferencia, inconciencia e irresponsabilidad. 5) ¿Cree usted que los aspectos ambientales deben ser abordados por especialistas de la materia? Sí, ¿por qué? No, ¿por qué? Sí, ya que un especialista va a aportar el apoyo técnico y el sustento teórico para instruir a los estudiantes acerca de la problemática ambiental, aunque debe darse también a través de todos los maestros. 6) ¿Qué medidas considera usted preventivas para promover el cuidado del ambiente? fauna, flora, vegetación, naturaleza, agua, aire, gente, dichas palabras con mayor valor M, sin embargo el término ecología resulta distante en su campo semántico; en este sentido, aunque para dicha palabra toman en cuenta elementos no vivos, cabe mencionar que no tienen clara la relación que existe entre las palabras ecología y medio ambiente. Con respecto a la palabras reutilizar y reciclar, los alumnos manifiestan una confusión de significados, otorgándoles a ambos términos la misma connotación, en este sentido el concepto “reciclar”, para ellos significa lo mismo que “reutilizar”, sin embargo sabemos que: Programas de sensibilización para maestros y alumnos, campañas de separación de basura, así como de ahorro de agua y energía eléctrica. Campañas de aprovechamiento de los recursos e implementación de la cultura de la “reutilización”. Por otra parte, del cuestionamiento formulado al iniciar el ciclo escolar, correspondiente a la guía diagnóstica para los alumnos de primer año de secundaria, se obtuvo la siguiente impresión como resultado: “reciclar se puede definir como la acción de devolver al ciclo de consumo los materiales que ya fueron desechados y que son aptos para elaborar otros productos. La reutilización no requiere industrializar o procesar de nuevo, basta lavar, desinfectar, adecuar o modificar para darle otro uso” (Capistrán, 1998: 153). Los alumnos conceptualizan que el deterioro del ambiente es originado principalmente por las actividades humanas, y entre ellas perciben el fenómeno de la contaminación con sus graves consecuencias; asimismo hacen referencia a la extinción y muerte de las especies que habitan el planeta, y perciben como eventos significativos del deterioro del entorno, a la deforestación, la destrucción de los ecosistemas y a los cambios climáticos que se manifiestan en forma contemporánea. De acuerdo con lo anterior, podemos inferir que el proceso educativo, en el nivel escolar referido en la presente investigación, debe estimular un cambio en la construcción de significados relacionados con el cuidado del ambiente, y evidentemente contar con la certeza de que los docentes, en primera instancia, poseen una clara conceptualización de los mismos para no generar confusión alguna en los discentes. Por otra parte, los alumnos encuentran una estrecha relación de los términos reutilizar y reciclar con el concepto de basura, integrando en ella los conceptos de papel, cartón y plástico; solamente algunos alumnos relacionaron dichas palabras con los términos: aprovechar y volver a usar, y muy pocos hicieron referencia a ayudar, conservar o cuidar, que es el fin y/o propósito de la acciones de reciclar y reutilizar. La forma de conceptuar las palabras antes mencionadas, refleja algunas de las actitudes que se manifiestan de manera cotidiana en la escuela, ya que a pesar de insistir durante el proceso educativo en la separación TRIANGULACIÓN DE DATOS Los resultados obtenidos de las redes semánticas indican que los alumnos de secundaria asocian el significado de la palabra contaminación, con los conceptos: basura, humo, suciedad y desechos, lo anterior en virtud de observar que dichas conceptualizaciones manifestaron un mayor valor M (frecuencia de aparición) en su construcción cognitiva, en contraste con las palabras definidoras gente-personas-humanidad, las cuales se ubicaron en las últimas posiciones de la tabla 1, como las de menor valor M, lo que demuestra que los alumnos no se perciben como agentes principales de contaminación, a pesar de que los referentes teóricos postulan que “las alteraciones provocadas por el hombre han sido permanentes, sostenidas y crecientes” (Márquez, 1998: 29). • 14 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido de la basura como una alternativa para reducir la contaminación y aprovechar al máximo el papel –que generalmente es el material que más se desperdicia en las aulas–, la experiencia nos dicta que dicha actividad no se realiza y la razón es que para los alumnos todo material que se desecha “significa” basura; sin embargo, estas actitudes no son exclusivas de los alumnos, también se manifiestan tanto en los docentes como en el personal administrativo. Asimismo observamos que el personal de intendencia, que tiene a su cargo la limpieza en general del Colegio, se preocupa por separar las latas de refresco. De acuerdo con lo anterior se destaca que: los errores y que los alumnos deben tener la capacidad de darse cuenta de ello, para que puedan construir sus propios aprendizajes significativos. “Construir conocimientos nuevos implica un cambio en los esquemas de conocimiento que se poseen previamente, esto se logra estableciendo nuevas relaciones entre dichos elementos” (Díaz Barriga y Hernández. 2002: 65); de esta forma, los alumnos podrán reestructurar sus pensamientos para ampliar y/o ajustar sus esquemas de conocimiento adquiridos en el proceso instruccional. Por otra parte, en relación con la pregunta considerada en la guía diagnóstica, 200 alumnos conceptualizan que la mayor consecuencia de las actividades humanas con respecto al deterioro del ambiente, es la contaminación y sus graves consecuencias, percibiendo también que se puede causar la muerte y la destrucción de los ecosistemas. “Los problemas ambientales que vivimos en la actualidad son la causa del deterioro de la calidad de vida, no sólo de la mayor parte de los seres humanos, sino de todo ser vivo y son en gran medida el resultado de un mal aprovechamiento y del manejo inadecuado de los recursos naturales” (Carabias, 1999: 17). Al analizar las respuestas de la entrevista semiestructurada a maestros, se distinguen los siguientes resultados: Los profesores refieren participar en actividades de conservación del ambiente, principalmente a través de que los alumnos mantengan su área de trabajo limpia, esto destaca que la preocupación por el entorno se reduce a estimular una actitud de limpieza sin proporcionar al alumno “una visión adecuada que lo oriente en función del porvenir” (Ávalos, 2004: 1). En contraste, observamos que en las áreas de trabajo (aulas o salón de clase) es común encontrar papeles en el piso y el mobiliario en desorden, lo que resulta incongruente con lo argumentado. Asimismo los docentes refieren abordar temas sobre aspectos ecológicos, lo que permite llegar a la transversalidad que debe existir en cualquier materia, como lo menciona Alda (2004: 4) “si no existen expertos en el todo, al menos la visión parcial puede ayudar a una aproximación de una visión global, que permita comprender las distintas perspectivas desde las que se afrontan los problemas ambientales”. “El aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores como las experiencias personales y previas, las actitudes de otras personas significativas, la información y experiencias novedosas y el contexto sociocultural” (Díaz Barriga y Hernández, 2002: 65). De manera específica al término basura, los alumnos asocian dicho concepto con contaminación, desperdicio, suciedad, desechos, inservible y porquería, siendo estas palabras las que tuvieron mayor valor M, para ellos, de manera análoga al pensamiento de otras personas, todos los objetos que han dejado de desempeñar su función o que simplemente son desechados forman parte de la basura. Cabe mencionar que lo que para unos es conceptualizado como basura, para otros puede significar un material aprovechable, de tal suerte que es una cuestión de enfoques. Cuando los alumnos tienen los conceptos claros adquieren la capacidad de estructurar de manera lógica sus formas de pensamiento: “La construcción del conocimiento es un proceso en el que el alumno selecciona, organiza y transforma la información que recibe de diversas fuentes, estableciendo relaciones entre dicha información y sus ideas o conocimientos previos” (Díaz Barriga y Hernández. 2002: 65). La adquisición de conceptos plantea toda una serie de problemas para los alumnos, debido a que la evolución de los mismos es lenta y algunos de ellos, al dar sentido a otros conceptos, deben ser modificados, lo que provoca generalmente confusión en los alumnos y retraso en el aprendizaje, debido a que se deben cambiar las concepciones equivocadas “aprendidas”; sin embargo no hay que desalentarse frente a estas situaciones, hay que tomar en cuenta que también es factible aprender de • 15 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido Cabe destacar que “es necesaria la participación de todas las disciplinas, buscando los principios básicos que permitan el tratamiento de los temas ambientales desde cualquier disciplina y convirtiendo a alumnos y alumnas en agentes de su propio aprendizaje” (González, 1998:17); asimismo, hay que considerar que aunque el profesor de educación ambiental puede ser un auténtico especialista, esto no significa que realmente se encuentre comprometido con la enseñanza y, mucho menos, con propuestas que ayuden a solucionar los problemas ambientales actuales. Los profesores argumentan que prácticamente es nulo el interés de los alumnos por el cuidado de su entorno; al analizar dentro del salón de clase las causas de las problemáticas ambientales, los docentes pretenden generar conocimiento que permita despertar su conciencia al respecto, sin embargo, el comportamiento de los alumnos permite constatar que dichas acciones no son suficientes, su actitud de tirar basura tanto en el patio del colegio como en el propio salón de clase permanece, a pesar de existir botes y/o contenedores, lo que nos lleva a la reflexión apremiante de “que los alumnos asuman la realidad de manera diferente, modificando sus valores, sus actitudes, sus hábitos y sus costumbres facilitando los medios para la toma de decisiones” (Ríos, 2004: 8), de tal manera que adopten actitudes creativas y comprometidas con su espacio vital, respetando y compartiendo acciones específicas a través del desarrollo de una conciencia ecológica y solidaria, “no se trata de dar consignas de cómo comportarse, sino de formar valores que refuercen, hagan entender y contagien la responsabilidad que todos tenemos hacia el resto de los seres vivos, incluidos los humanos” (Grupo Entorno, 2001: 31). Asimismo, desde la perspectiva de algunos docentes, es necesario que el profesor cuente con un acervo de conocimientos acerca de los problemas ambientales para poder transmitirlos en el aula, en este sentido Alda (2004: 1) menciona que “faltan expertos que puedan ser fuente de todos los conocimientos necesarios”, es por ello que: competente en metodología ambiental, en planificación y en evaluación” (González, 2002: 4). En contraste, otro sector de profesores piensa que no necesariamente se requiere a un especialista en la materia y consideran factible la participación de todos los docentes del colegio en este proceso educativo ambiental, “es aquí donde la interdisciplinariedad supone tanto un problema como una posible solución, es necesaria una reestructuración de los esquemas de tiempos y espacios escolares, lo que sólo es posible con la cooperación de otras personas” (Alda, 2004: 5). Durante la entrevista se destacó como actividad prioritaria en la educación ambiental, sensibilizar a los maestros en la importancia de su labor como promotores de actitudes, no sólo para la conservación del medio ambiente, sino de todos aquellos comportamientos que contribuyan a mejorar la calidad de vida: “se requiere por parte de los profesores un acercamiento al trabajo en valores de respeto, generosidad y solidaridad. Se hace necesario combinar la transmisión de contenidos con la creación de una nueva sensibilidad, trabajar para la educación en valores como la tolerancia, la participación o la solidaridad, supone enseñar con el ejemplo y aportar una determinada visión de la realidad en la que vivimos” (Grupo Entorno, 2001: 48). De acuerdo con lo anterior, en el proceso escolar resulta significativo desarrollar un aprendizaje vicario, en donde la actividad docente, a través del modelamiento permita fomentar un cambio de actitudes revalorando la importancia del respeto de los alumnos hacia sí mismos y hacia el medio que les rodea, en este sentido, se destaca lo propuesto por Díaz Barriga y Hernández (2002) que mencionan tres formas para lograr un cambio de actitud: a) Proporcionar un mensaje persuasivo. b) Dar un modelaje de actitud. c) Inducción de disonancia o conflicto entre los componentes cognitivo, afectivo y conductual. CONCLUSIONES La presente investigación permitió realizar algunas consideraciones con base en el significado semántico construido por los alumnos de secundaria en relación con el deterioro del ambiente, en este sentido, los participantes muestran tener concepciones claras y expresan su “se considera al profesor de educación ambiental como un profesor competente en conocimientos pedagógicos, capaz de relacionar los objetivos educativos con los de la educación ambiental; un profesor que domine los contenidos de la educación ambiental en materia ecológica; un profesor • 16 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido misma. Es importante considerar que los valores que se pretendan “enseñar” sean enfocados básicamente a configurar sus actitudes, con el fin de formar personas autónomas, capaces de crear y construir normas propias y de esta forma ayudar a consolidar su madurez tanto ética como intelectual. Es recomendable pensar en un rediseño curricular que contemple a todos los protagonistas del proceso educativo y que contribuya a la formación de valores y actitudes que enriquezcan los conocimientos y las aptitudes para proteger y mejorar la calidad del ambiente y, por ende, la del ser humano. De esta forma se abren nuevos campos en el ámbito educativo, y se comienzan nuevas perspectivas, como lo es la educación ambiental, pero no desde un enfoque teórico, sino como un proceso activo que permita resolver y prevenir los problemas ambientales reales, además de proponer nuevas iniciativas de responsabilidad, no sólo en el campo educativo, sino en lo político, social y cultural. Es importante que el centro educativo asuma su responsabilidad de una manera creativa y adquiriendo un compromiso que implique cambios en las pautas de conducta, es necesaria una educación integral donde los alumnos dejen de ser receptores de información y conocimientos, dando paso a una educación para la vida, en donde las escuelas y los profesores deberemos ampliar nuestras perspectivas formativas, de cara a los alumnos. Se trata, entonces, de promover una educación que abarque tanto aspectos cognitivos, como de desarrollo social y moral, aunque lo anterior no pretende expresar que sea competencia exclusiva de la escuela la formación de dichos valores. Si el proceso de formación de valores se desarrolla de una manera consciente y creadora, se verá reflejado en las actitudes que los alumnos y los demás involucrados manifiesten ante las problemáticas ambientales actuales, es decir, es un proceso de transformación que se dará de manera gradual, pero que requiere la participación de todos. Sin embargo, estudiar valores presenta una limitación en los espacios escolares, ya que se argumenta cierta subjetividad en la tarea, por lo tanto, los profesores tendremos que modificar nuestras actitudes y perder el miedo a la enseñanza ética, dejando de pensar que significado conceptual a partir de las redes semánticas que poseen, sin embargo, en su proceso de pensamiento existen conceptos que no están completamente definidos, en virtud de contar con poca información acerca de ellos, lo que provoca una confusión semántica, esta situación refleja que su estructura cognitiva, en relación con el deterioro ambiental, sea limitada, impidiendo como lo expresa Herrera (2000) que el alumno pueda construir significados nuevos. En palabras de Ferrini (2000), la memoria cuenta con cierto tipo de información que se guarda como redes semánticas y cuando éstas poseen cierta riqueza, también se contará con una mayor diversidad de respuestas. Se debe considerar que cualquier concepto forma parte de una red conceptual, lo que implica la posibilidad de identificar si algo se puede generalizar o discriminar de la estructura cognoscitiva que posee cada alumno. El alumno debe encontrar un significado real de lo que está aprendiendo para que se integre a su persona, y relacionar los conceptos con su funcionalidad, de tal manera que pueda contar con una serie de experiencias cognitivas más amplias, que le permitan desenvolverse en diferentes situaciones, además debe estar motivado para relacionar lo que aprende con lo que sabe. Aprender un concepto depende de la estructura cognoscitiva del alumno, así como de la naturaleza del concepto, si el estudiante no cuenta con las habilidades de abstracción de un concepto, la representación de su significado será vaga e imprecisa, lo que observamos con los conceptos de reciclar y reutilizar en los alumnos del presente estudio. En este sentido es necesario estimular en los alumnos, el cambio de hábitos y la toma de conciencia sobre las formas para el manejo de la basura, y de implementarse a través de campañas, que las mismas vayan más allá de los centros educativos, permitiendo la incorporación de conceptos reflejados en actitudes, valores y formas de pensar sobre su propio entorno. Con respecto a los valores y actitudes que se fomentan en el alumno de secundaria sobre el entorno natural y su problemática, es necesario reconsiderar el tema de la educación desde un enfoque ético ambiental, con lo cual se forme y se desarrolle una personalidad cooperativa y de respeto hacia el entorno, y hacia la persona • 17 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?: un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro, María del Socorro J. Ramírez Garrido resulta excesivamente moralizador y asimismo se tiene que asumir que la enseñanza de valores no sólo corresponde a la familia. De acuerdo con lo anterior, es evidente considerar que la enseñanza de valores no empieza en la educación secundaria, sino que se inculca al niño en las primeras etapas de la vida: ideas sobre el respeto, la tolerancia y la cooperación hacia él mismo y hacia los demás incluyendo su entorno; tarea que se da en conjunto, de tal manera que se forje la conciencia de “conservar” por hoy y por el mañana. En relación con las características del proceso de enseñanza aprendizaje que pueden favorecer la educación ambiental en secundaria, es necesario pensar en una escuela para la vida donde no sólo se reciba información, sino que además los alumnos participen directamente con la realidad del medio ambiente, así como que sean capaces de interpretarla con el fin de buscar soluciones desde diferentes puntos de vista; para ello los alumnos deben adquirir conocimientos, desarrollar y manifestar actitudes y habilidades que les permitan formar criterios que los hagan capaces de mejorar su entorno para un bienestar colectivo, así estarán en mejores condiciones de desarrollarse en libertad y transformar su sociedad. Tendremos que considerar lo que enseñamos y el modo en que enseñamos, comprometiéndonos a adquirir destrezas profesionales de cómo organizar las experiencias de aprendizaje, y de cómo actuar frente a problemáticas y nuevas situaciones. Debemos reflexionar que la escuela por sí sola no puede solucionar la crisis ambiental, se trata, como postula De Katra (1993:24), “de dimensionar el problema desde un enfoque estructural y multidimensional”; se debe pensar en una educación integral que subsane todas las problemáticas de la sociedad y que le brinde desarrollo y bienestar común. Depende en su totalidad de la participación de la sociedad para que se modifiquen las actitudes hacia el ambiente, que exista un cambio hacia una mejor calidad de vida. Es importante que como especie dominante, reconsideremos nuestras acciones, desarrollar un sentido de responsabilidad, para ello es necesario una transformación cognitiva vinculada estrechamente con la dimensión del comportamiento ético y que esta mutación genere el equilibrio del ser humano consigo mismo y con los demás seres vivos. FUENTES DE CONSULTA Aceves, R. (1994). Problemática ambiental del estado de Veracruz: Ecología y Desarrollo Urbano. 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La educación ambiental: una estrategia flexible, un proceso y unos propósitos en permanente construcción. Revista • 20 ACOTACIONES Trayectoria académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro* I. INTRODUCCIÓN II. EL ACERCAMIENTO DESDE LO BIOGRÁFICO El artículo que aquí se presenta se deriva de la investigación “El análisis de trayectorias como vía metodológica para la reconstrucción histórica de la UJAT”, la cual se llevó a cabo entre septiembre de 2003 y diciembre de 2004. La investigación buscó rescatar elementos históricos de la vida institucional y personal de los entrevistados. Se utilizó la técnica de relatos de vida y se seleccionó a dos profesores-investigadores de larga trayectoria y prestigio en la UJAT. La idea de desarrollar un proyecto como éste, por una parte, surge del interés por rescatar las experiencias de los académicos de la Universidad y ver cómo desde allí se puede entrelazar la biografía personal y social. Por otra, también se deriva de los hallazgos obtenidos en un proyecto previo en el que, utilizando métodos estadísticos, se analizaron las diferencias y particularidades que la formación disciplinaria imprime en el trabajo académico. En esa ocasión, se aplicó un censo a los profesoresinvestigadores de cinco licenciaturas de la UJAT: Médico cirujano, Ingeniería, Física, Química, Matemáticas y Ciencias de la Educación. Se construyeron las trayectorias laborales de estos académicos y pudimos observar que, a pesar de que esta Universidad es una institución fundamentalmente orientada a la formación profesional y la enseñanza superior, los profesores desarrollan una serie de prácticas que son las que al final derivan en trayectorias académicas diferenciadas. Lo que nos propusimos en este caso, fue dar nuevamente la voz a los académicos, para que ellos nos explicaran los porqués de sus historias y desde allí leer la vida institucional de la UJAT. A continuación se presentan algunos de los principales resultados de este trabajo. La perspectiva biográfica ha sido usualmente vinculada a los trabajos de corte cualitativo que tienen como objetivo principal rescatar la subjetividad de la acción humana otorgándole la “voz” a los propios sujetos. Lo biográfico ha sido abordado a través de una gran variedad de conceptos, objetos y técnicas y por distintas disciplinas que van desde la antropología, la historia, la sociología y la ciencia política, hasta la psicología social, la psiquiatría y la literatura. (Rojas, M. 2001). El estatus que se le ha otorgado a esta perspectiva varía dependiendo de la orientación metodológica a la que se adhiera el investigador, pues, mientras que para los cuantitativistas ésta se encuentra al nivel de las técnicas; los cualitativistas la consideran un método que otorga herramientas suficientes para trabajar cualquier objeto de estudio, e incluso, en algunas ocasiones, han concebido a lo biográfico como un enfoque. El debate sobre el nivel que se le debe otorgar a lo biográfico resulta de suma importancia pues remite a discusiones que, a su vez, involucran dominios distintos y que van desde la teoría del conocimiento, pasan por lo metodológico –especialmente la disputa cuali versus cuanti–, y llegan a temas propiamente técnicos como los de la confiabilidad y validez. No obstante, es importante señalar que, si bien lo biográfico centra su atención especialmente en la subjetividad y el sentido que los sujetos le otorgan a sus acciones, también permite indagar en aquellos aspectos más estructurales. Así, tal y como lo plantea Bertaux, el * Doctora en Ciencia Social con especialidad en Sociología por El Colegio de México y Profesora-investigadora de la División Académica de Educación y Artes de la UJAT. • 21 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro acento que se le otorgue a estos dos aspectos, dependerá de la postura teórica del propio investigador, dado que esta perspectiva permite estudiar no sólo lo inusual y lo cotidiano, sino también los valores, las trayectorias de vida y las estructuras de producción. (Reséndiz, R. 2001, Rojas, M. 2001). Como resultado de la multiplicidad de conceptos que se entremezclan y agrupan bajo el mismo nombre, diversos autores han propuesto una serie de acotaciones terminológicas que permitan hacer la distinción entre lo que es una biografía, una autobiografía, una historia de vida, un relato vida, un biograma y una revisión de documentos personales.1 Para este artículo, interesa destacar la diferencia existente entre las historias de vida y los relatos de vida. Autores como Bertaux (1993), Pujadas-Muñoz (1992) y Denzin (1989), coinciden en señalar que un relato de vida consiste en la narración biográfica de un sujeto, la cual, es tomada por el investigador de la forma como fue expuesta por el propio individuo que la construyó. En contraste, una historia de vida incluye no sólo el relato elaborado por el sujeto entrevistado, sino que además, recurre a otro tipo de fuentes que pueden ser documentales u orales que hagan posible el análisis exhaustivo de la biografía. Una historia de vida, tal y como lo plantea Denzin, constituye un estudio de caso sobre un sujeto determinado. En este trabajo también se han retomado otros conceptos derivados de la perspectiva biográfica. El primero de ellos es el de transiciones normativas. Al respecto, Hareven y Masaoka (1988) plantean, que una transición puede considerarse como “normativa” si es congruente con los tiempos socialmente esperados. Desde una perspectiva culturalista, señalan que los estudios de orientación histórica y transcultural, ofrecen una vía importante para acercarse al análisis de los aspectos subjetivos de la vida y, más aún, permiten observar las diferencias que los distintos contextos sociales imprimen en las trayectorias de los sujetos. Las transiciones normativas se encuentran íntimamente ligadas a las costumbres, valores y normas de cada sociedad. Lo que se considera socialmente “apropiado” en un determinado país o región, puede tener impactos distintos en otro lugar. Las transiciones, por lo general, son voluntarias, aunque esto puede cambiar, especialmente cuando en la vida de la comunidad intervienen sucesos que trastocan la dinámica social, como sucede con las guerras, o bien cuando los sujetos tienen que asumir ciertas responsabilidades como resultado de alguna situación inesperada, como la muerte prematura del proveedor del hogar. Sin embargo, aunque las transiciones generalmente se derivan de un acto volitivo, los sujetos pueden llegar a considerarlas obligatorias en los tiempos, principalmente, en aquellas sociedades en donde las edades en las que éstas deben ocurrir se encuentran legalmente establecidos. Cercanos a esta perspectiva de Hareven y Masaoka, están los planteamientos de René Levy (1991), quien señala que existen cursos de vida estandarizados (standard life courses), los cuales, al estar socialmente definidos, otorgan al sujeto pautas que orientan su trayectoria. Además, éstos no sólo proveen de un marco de seguridad para llevar a cabo las acciones, sino que también imponen constreñimientos a la vida de los individuos. En ese mismo tenor, se tienen los conceptos del tiempo de las transiciones y el impacto de las transiciones. Ambos, tienen que ver con la definición de “tiempo” que se tenga en los diversos contextos sociales y culturales. Para analizar el tiempo de las transiciones, la pregunta que el investigador debe hacerse es si un determinado cambio en la trayectoria de los sujetos puede considerarse como “temprana”, “a tiempo” o “tardía”, de acuerdo con las expectativas socialmente establecidas. El impacto de las transiciones tiene que ver con las consecuencias que la ocurrencia de determinado suceso tenga a lo largo de la vida del individuo. Una transición temprana o adelantada puede continuar influenciando la trayectoria de un sujeto por tiempo indefinido, y no sólo eso, también puede afectar las vidas de otros miembros de la familia. 1 Ver: Pujadas-Muñoz, J. El método biográfico: el uso de las historias de vida en ciencias sociales.1992, y Rojas Wiesner, Martha Luz, “Lo biográfico en Sociología. Entre la diversidad de contenidos y la necesidad de especificar conceptos” en Tarrés, Ma. Luisa, Observar, escuchar y comprender. Sobre la tradición cualitativa en la investigación social. México. 2001. • 22 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro Otro de los conceptos retomados en la investigación es el de puntos de inflexión. Éstos se definen como señales de percepción que se generan lo largo de la trayectoria de los sujetos (Hareven y Masaoka. 1988) y se diferencian de las transiciones porque: a) Su ocurrencia conlleva la modificación de la trayectoria de vida, es decir, implican una corrección del curso que hasta ese momento se llevaba. b) No constituyen hechos aislados de corta duración. Su permanencia en el tiempo puede ser variable y sus impactos no siempre se dan a gran escala. c) No representan un salto inesperado de una etapa a otra. Su emergencia requiere que los sujetos desarrollen estrategias y decisiones para enfrentarlos. La identificación de un punto de inflexión depende significativamente de los impactos que haya tenido en la vida de los sujetos y del sentido que estos últimos le otorguen a sus acciones, pues, ante todo, los puntos de inflexión son valoraciones subjetivas derivadas y enmarcadas en la historia personal de cada individuo, lo que también puede representar dificultades metodológicas para su caracterización. En ese sentido, algunas transiciones que podrían considerarse como normativas causan tales cambios en la trayectoria de vida, que quienes las experimentan las llegan a valorar como verdaderos hitos. Lo que es importante señalar es que, bajo determinadas circunstancias, una transición puede convertirse en un punto de inflexión, no obstante, para que sean consideradas como tales, deben de cumplir con alguna de las siguientes condiciones: 1. Coincidir o estar seguidas por una crisis. 2. Estar acompañadas por conflictos familiares resultantes, generalmente, de la disparidad de tiempos que se da entre las transiciones individuales y colectivas. 3. Ocurrir en un momento no esperado socialmente. 4. Provocar inestabilidad debido a las consecuencias negativas que se derivan de su ocurrencia, y 5. Requerir un reajuste social en relación con otra transición normativa. (Hareven y Masaoka. 1988) Los últimos tres conceptos considerados en este trabajo constituyen la tríada participación-posición-rol. Éstos son de suma importancia para la investigación que aquí presentamos, pues su construcción y uso se dieron en el marco de contextos institucionales. Levy es uno de los autores que los incorpora, especialmente para el análisis de las distintas posiciones que un sujeto puede llegar a tener en un determinado orden social. Para este autor, la estructura social está conformada por diversos campos de interacción, en los cuales intervienen dos dimensiones que permiten la diferenciación social: una vertical, que deriva en los diferentes escaños estratificatorios, y una horizontal, que comprende los sectores institucionales que integran una sociedad. En un planteamiento muy semejante al de Bourdieu, Levy señala que dentro de cada campo de interacción los sujetos se encuentran en una lucha constante por los recursos, el resultado es el cambio que se puede llegar a tener en las posiciones, los roles y la participación. Estos cambios pueden ser ascendentes o descendentes en la escala de estratificación, pero más importante aún, una variación en la posición o en el rol, no se traduce necesariamente en un incremento de los niveles de participación para las personas que interactúan en un campo determinado. II.a. La Metodología Para esta investigación, se seleccionó a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) como el espacio geográfico para desarrollarla. Se utilizó la técnica de historias de vida y en las entrevistas se buscó recuperar tanto aspectos socioestructurales, como aspectos sociosimbólicos, es decir, se intentaron conocer tanto las condiciones institucionales en las que se desarrolla la vida académica, como la forma en que los académicos se ven a sí mismos, la valoración que tienen de sus prácticas, sus percepciones e ideas en torno a su profesión y la propia Universidad. • 23 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro Los profesores fueron seleccionados por la importancia de su trayectoria laboral, lo que ha hecho que ambos sean académica y socialmente reconocidos dentro y fuera de la Universidad. Asimismo, se cuidó que los entrevistados tuvieran algunas características que fungieran como variables de control para el análisis, por ejemplo: origen social similar, antigüedad equiparable dentro de la UJAT, nivel educativo análogo y una práctica académica fructífera, es decir, que hubieran desempeñado funciones no solamente docentes, sino también de investigación, de extensión y administrativas. Por otra parte, como también se buscaba ver el impacto que la formación disciplinaria tiene en la trayectoria, se procuró que ambos provinieran de campos de conocimiento distintos. A partir estos criterios, las entrevistas se realizaron finalmente con un Médico Especialista y un Doctor en Ciencia Social. En la guía de entrevista se recuperaron las siguientes dimensiones: 1. El origen social y la vida familiar. 2. El descubrimiento de la vocación profesional. 3. Los distintos niveles de educación formal. 4. El ingreso a la carrera académica. 5. La trayectoria laboral dentro y fuera de la Universidad, y 6. Las percepciones sobre la vida académica. Los académicos fueron entrevistados en una sesión de aproximadamente dos horas utilizando preguntas abiertas, a través de las cuales se trabajaron los temas tan profundamente como fue posible. Las transiciones socialmente esperadas se identificaron esencialmente a partir de las referencias obtenidas de los propios académicos. En contraste, para reconocer los puntos de inflexión, además de indagar en la narración, se realizaron preguntas específicas a los entrevistados sobre el impacto que había tenido un determinado hecho en su vida y la valoración que le habían otorgado. En el siguiente apartado, se presentará un breve análisis de las entrevistas, las cuales serán trabajadas como relatos y no como historias de vida. La información está ordenada con base en los conceptos anteriormente planteados, es decir, se presentarán las transiciones, los puntos de inflexión y la tríada participación-posición-rol. Se expondrán los aspectos más significativos de ambas narraciones y se intercalarán algunos extractos de las entrevistas que ejemplifiquen los temas que en cada caso se abordan. Finalmente, cabe señalar que los nombres de los entrevistados han sido omitidos, por lo que para identificarlos utilizamos los seudónimos de “el médico” y “el sociólogo”. III. EL ANÁLISIS DE LAS ENTREVISTAS III.a. Las transiciones normativas, el tiempo y su impacto. En los dos casos analizados, encontramos que las trayectorias tanto del médico, como del sociólogo mostraron una secuencia lineal y con pocas interrupciones entre cada una de las etapas de su vida, los diferentes niveles de educación formal, la independencia económica y su ingreso a la vida laboral. En ambos casos, los entrevistados aportaron pocos datos sobre su vida familiar, por lo que este aspecto no podrá ser abordado en el análisis de las transiciones. En ninguno de los dos relatos se identificó la presencia de grandes eventos sociales o familiares importantes, que provocaran algún tipo de alteración en el curso de las transiciones, no obstante, si éstas son vistas a la luz del momento histórico en que los entrevistados experimentaron los momentos definitorios de su formación, de los años 30 a los 60 del siglo XX, puede decirse que los dos tuvieron transiciones “tempranas” para su época. Este hecho tiene impactos significativos en la vida de ambos personajes, pues irse preparando de manera continua hasta llegar a los niveles más altos de educación formal, los dota de importantes herramientas que, a su vez, les permitirán participar activamente en la vida social y política del estado de Tabasco. En ese sentido, el sociólogo comenta: “Cuando yo llegué, Villahermosa tenía 35 mil habitantes. Tabasco era un pueblito, su población se encontraba diseminada por todo el territorio [...] Había muchas cosas por hacer y yo tuve la suerte, la oportunidad de participar en muchas de ellas...” En el caso del médico, éste reconoce que haber tenido la oportunidad de estudiar fuera de Tabasco, le permitió participar activamente en el desarrollo y crecimiento del mismo: “... entonces, los hombres de mi generación, que éramos unos cuantos, oiga usted, porque en aquel tiempo todo • 24 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro estaba en pañales, bueno, y yo en lo personal, que tuve la fortuna de prepararme en lo que a mí me gustaba, tuvimos la gran oportunidad histórica de colaborar en la creación de esta nueva etapa en la historia de Tabasco.” la Universidad Nacional Autónoma de México. Regresa a Tabasco en 1958 y al año siguiente le ofrecen una beca para realizar una Maestría en Educación del Sordo y Terapia del Lenguaje, por lo que viaja nuevamente a la ciudad de México, estableciéndose finalmente en Villahermosa en el año de 1961. Esta fecha marca su ingreso definitivo al mercado laboral, pero éste se da no sólo en el ámbito médico sino también en el educativo. En el año de 1961, ingresa como profesor de Fisiología en la carrera de Medicina de la UJAT y, para 1963, se hace cargo del Instituto de Rehabilitación del Estado de Tabasco. Así, tal como lo plantean Hareven y Masaoka (1988), las transiciones de los individuos no deben ser analizadas en abstracto, por el contrario, tienen que ser vistas en el marco de los distintos contextos y el momento histórico en que se desarrollan; también pueden ser comparadas con otras transiciones de otros miembros de la familia. Todo esto otorgará elementos para determinar la forma en que éstas son evaluadas, es decir, “a tiempo”, “tempranas” o “tardías”. La trayectoria construida por ambos sujetos, es significativamente ascendente en todos los aspectos. Desde su retorno al Estado, los dos ocuparon un importante lugar en la dinámica social, el cual conservan hasta la fecha. Incluso, llega un momento en que ambas trayectorias se cruzan, ya que para mediados de los años 70, el médico es nombrado rector de la UJAT y entonces le pide al sociólogo, se haga cargo de la dirección de la entonces Escuela de Ciencias de la Educación. A ambos les toca enfrentar los conflictos estudiantiles que en esa época se dieron al interior de la UJAT. Posteriormente terminan sus periodos administrativos y continúan en la Universidad pero como académicos. No obstante, los dos continúan teniendo una presencia muy importante dentro de la institución, lo cual finalmente hace que tengan una valoración muy alta de su vida y su trabajo. En relación con su trayectoria, el sociólogo opina: Los momentos en que ambos personajes experimentaron las distintas transiciones, podrían ser consideradas como “a tiempo” para el contexto actual, no obstante, los dos se incorporan al mercado laboral del Estado, en un periodo de importante crecimiento: la segunda mitad del siglo XX, lo cual, aunado a su perfil profesional, se tradujo en oportunidades que impactaron sus trayectorias posteriores. Lo anterior también provocó que ambos se constituyeran como figuras centrales en diversos ámbitos de la vida estatal, pero especialmente en el educativo. Este aspecto será abordado posteriormente en el apartado dedicado a la tríada participación-posición-rol. En cuanto a la educación formal, ambos eligieron voluntariamente la profesión a la que querían dedicarse, aunque en los dos casos tuvieron que abandonar los lugares de residencia. El sociólogo, por ejemplo, realiza los estudios de primaria en Corupo, Michoacán, su pueblo natal. En 1945, se establece en la ciudad de Guadalajara para estudiar la secundaria y el bachillerato en Humanidades, y finalmente llega a Mérida a prepararse en Teología. Al terminar sus estudios, llega a Tabasco en 1956 y, seis años después, viaja a Roma a estudiar su Doctorado en Ciencia Social, para regresar nuevamente al Estado en 1966. A partir de ese momento se incorpora plenamente a la vida de la región, no sólo a través de su labor eclesiástica, pues esta persona también es ministro de la Iglesia Católica, sino además, a través de su trabajo en espacios educativos. Así, para 1968, es invitado a dar clases de Sociología en la carrera de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y, para 1970, funda con la ayuda de otros profesores la escuela secundaria por cooperativa “Carlos Pellicer Cámara”, en la ranchería de Playas del Rosario, del municipio del Centro. Por su parte, el médico cursa toda su formación inicial en Villahermosa y es hasta 1952 cuando abandona el Estado para estudiar la carrera de Medicina en “Pues yo creo que son más cosas positivas que negativas, y logros [...] En la universidad, en concreto, pues he tenido logros y fallas [...] pero más logros que fallas, no por la capacidad personal sino por lo que ha crecido cualitativamente la propia institución y el Estado, y eso nos hizo crecer también a todos.” • 25 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro Esta apreciación es aún más alta en el caso del médico, quien llega a plantear que su vida está determinada por una especie de misión, la cual logra cumplir satisfactoriamente: En ese contexto, la familia entra en crisis por la gravedad de uno de sus miembros y ante la imposibilidad de viajar, se tiene que recurrir al médico de Pueblo Nuevo de las Raíces, que era el lugar donde ellos vivían, quien por cierto no había concluido los estudios pero ejercía bajo el mote de “el pasante”, con el entrenamiento que había recibido en alguna escuela. Esto marca significativamente la vida de este entrevistado, pues desde ese momento, se siente “llamado” para dedicarse a la Medicina y así evitar que otras personas tengan que enfrentar un evento similar. “Creo que ver las lágrimas de mi madre, me hizo sentir muy mal, muy impotente, creo que esa es una imagen que marcó mi infancia, y luego, analizando un poco mi vida, caí en la cuenta de que desde ese momento yo quise ser médico para ayudar a niños enfermos y que éstos no tuvieran que pasar por lo que le sucedió a mi hermana”. El otro punto de inflexión estuvo relacionado con la migración familiar de Pueblo Nuevo a Villahermosa, la capital del estado. Éste fue un cambio muy importante para la vida de todos los integrantes, pues todos se tuvieron que adaptar a la nueva situación tanto económica como social, pero también, y específicamente para el caso del entrevistado, este hecho significó nuevas y mejores oportunidades de estudio, llegándose a convertir en una de las transformaciones más importantes de su vida. “Me siento orgulloso y agradecido de haber tenido la oportunidad de contribuir a formar seres humanos [...] Está lleno Tabasco de los chicos que formamos en la Escuela de Medicina, de lo que ahora es la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Ha sido una parte de un programa de mi vida perfectamente realizado y plenamente logrado [...] Tuve la bendición del Espíritu Santo, a esa conclusión he llegado después de tantos años, de tan larga vida, de una vida realizada. No es fanatismo religioso, es algo misterioso”. Existe una visión teleológica en ambos casos, la idea que los subyace, aunque al médico en mayor medida, es que fueron personas elegidas para llevar a cabo una causa última, que es la que les otorgó sentido a sus vidas. III.b. Los puntos de inflexión En este aspecto, se encontraron diferencias importantes en cada uno de los entrevistados. El médico, por ejemplo, identifica tres puntos de inflexión: dos de ellos ocurrieron a una edad muy temprana y estuvieron relacionados con su vida familiar. El tercero se da en la adultez y está estrechamente vinculado con su formación profesional. a) La vida familiar “... llegó un momento, allá por los años de 1940 o 41, en plena Segunda Guerra Mundial, que decidimos venirnos a Villahermosa, la capital del estado. Mi madre decidió que teníamos que venir buscando mejores horizontes, buscando mejor escuela, no había primaria en el pueblo, ésa fue una de las causas principales de nuestro viaje y de nuestro cambio a la capital del estado.” El primer punto de inflexión identificado por el médico, es el que, de acuerdo con su propia narración, marca su vocación. Está relacionado con un incidente ocurrido cuando él tenía cuatro años aproximadamente y en el que la familia tuvo que enfrentar la enfermedad de uno de los hijos. Para esa época, principio de los años treinta, Tabasco era un estado lleno de pueblos o “riberas” –que era el nombre que se les daba, porque se encontraban a las orillas de los ríos– de difícil acceso, con infraestructuras y servicios deficientes. Para tener acceso a una atención médica con una calidad más o menos aceptable, la gente tenía que transportarse a la capital en cayucos o piraguas, lo cual les podía llevar desde una noche completa, hasta días enteros. b) La formación profesional Como se ha mencionado anteriormente, este punto de inflexión ocurre en la vida adulta del entrevistado. El médico lo identifica como un momento muy significativo, pues su ocurrencia le permite no sólo continuar con su formación a nivel posgrado, sino que le abre una valiosa oportunidad en el ámbito laboral. “... el primero de enero de 1959, llega al gobierno de Tabasco, el Lic. Carlos Madrazo Becerra, con su esposa, • 26 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro la primera dama, doña Graciela Pintado de Madrazo y esto cambia mi destino, me marca un hito muy importante en el desarrollo de mi vida espiritual, intelectual y profesional...” esto tiene raíces cristianas que atañen a todos los pobres porque de ellos es el reino de los cielos y porque el Evangelio no es como las organizaciones piramidales, [...] El Evangelio es horizontal, cuando todos caminan al mismo nivel aunque sean diversos”. Circunstancialmente, el médico es presentado a la esposa del gobernador y ésta le ofrece una beca para que en la ciudad de México estudie la Maestría en Educación del Sordo y Terapia del Lenguaje. Al terminarla, el médico se hace cargo de fundar el Instituto de Rehabilitación del Niño Lisiado, que fue la primera institución de su tipo en el Sureste del país. De acuerdo con el sacerdote, esta visión, derivada de su experiencia de vida fuera del país, marcaría el resto de su trayectoria, especialmente, después de su retorno al estado de Tabasco, convirtiéndose en toda una ética de trabajo no sólo eclesiástico, sino también profesional. Con lo que respecta a la vida académica, el entrevistado consideró que, si bien dar clases en cualquier nivel no estaba dentro de sus planes, este hecho no fue algo que impactó significativamente su vida. Reconoce que a partir de su ingreso a la UJAT, tuvo la oportunidad de hacer cosas importantes como la consolidación de la carrera de Ciencias de la Educación. Pero la Universidad no fue el primer espacio en donde él impartió clases, pues ya lo había tenido que hacer con anterioridad cuando estaba a cargo de una parroquia en el municipio de Balancán, además, él había fundado una escuela secundaria en la ranchería de Playas del Rosario. El sociólogo señaló que la docencia es una tarea más de su labor de sacerdote, la cual le está destinada desde el Evangelio mismo, y específicamente en relación con las universidades, dijo que éstas han sido espacios construidos por y para gente religiosa, aunque no sólo para ellas. “Montamos el equipo, encontramos el edificio adecuado, doña Graciela me da a mí toda su confianza para crear el Instituto, y realmente, yo me siento cofundador de esta gran institución que marca un hito importante en la historia de la medicina y de la rehabilitación y de la educación en Tabasco.” Este hecho se convierte en la plataforma principal de la vida del médico, pues de ahí se derivan una serie de propuestas que le permiten alcanzar diversos puestos administrativos, como la rectoría de la UJAT, desde donde lleva a cabo proyectos importantes para el Estado. El sociólogo, por su parte, identificó un solo punto de inflexión, el cual se da en su vida adulta y tiene que ver con su formación profesional. “La FIA ofreció unas becas y un amigo de Canadá, había obtenido una beca, pero cambiaron sus circunstancias, se tenía que ir a Bolivia y él me la ofreció, por eso estudié Ciencias Sociales”. Este ofrecimiento inesperado le permite dejar el trabajo que como religioso estaba llevando a cabo en el municipio de Balancán, Tabasco, y le ofrece la posibilidad no sólo de estudiar un doctorado, sino de conocer Europa y hacerse de una nueva visión más comprometida socialmente. Además, para 1962, que es el año en el que este personaje llega a Italia a realizar sus estudios, se estaban generando en el continente europeo, importantes movimientos sociales, especialmente de aquellos sectores denominados como de “izquierda”. Este tipo de manifestaciones llaman la atención del entrevistado quien, inmediatamente, se identifica con estas ideas y las vincula con su formación cristiana. En relación con esta etapa de su vida, el sociólogo explica: “Yo creo que la universidad para los sacerdotes es un lugar familiar, porque la universidad la fundó la Iglesia Católica, hablo de París, de Bologna, de Salamanca. Entonces la universidad no es ajena a nosotros, es nuestro lugar familiar, parte de nosotros, que a pesar de las ideologías contrarias que se han ido desarrollando, siempre me he sentido en casa, no me he sentido ajeno al hogar”. Y posteriormente concluye: “El eclesiástico, por su formación, está también llamado a ser un intelectual porque estudia los problemas de tipo espiritual de la gente, trata de resolverlos de la mejor manera y eso lo obliga a estar siempre preparado. [...] Además, la docencia también es un apostolado ‘enseñar al que no sabe’, dice el Evangelio”. En el análisis de los puntos de inflexión, es muy revelador observar cómo cada persona dota a sus acciones de un significado muy particular. En el caso del médico, en su discurso puede apreciarse un gran énfasis en aquellos momentos que dieron un nuevo rumbo a “... no era por resentimiento, simplemente porque me crié en un pueblo comunitario que no tenía tantas diferencias sociales, no había clases sociales [...] De alguna manera, • 27 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro su vida. En el otro caso, esta valoración no se da con tanto énfasis pero, de cualquier manera, resulta muy interesante ver la percepción que tiene sobre su ingreso al trabajo académico, al que no considera como un punto de inflexión, sino como una transición más de su vida. Al releer con detalle la entrevista realizada al sociólogo, se encuentran algunos elementos que en un determinado momento harían pensar que su ingreso a la academia fue algo muy significativo en su vida, no obstante, en las preguntas en donde se aborda este punto, él insiste en decir que si bien la docencia era algo que no estaba en sus planes, tampoco constituyó un cambio drástico en su vida, ya que como resultado de su formación, sentía estar preparado para afrontar este tipo de trabajo. Todo esto nos remite una vez más a Hareven y Masaoka (1988), quienes plantean que los puntos de inflexión son ante todo valoraciones subjetivas que las propias personas hacen de los eventos que enfrentan a lo largo de sus vidas.2 En consecuencia, sus participaciones estuvieron directamente relacionadas con las transformaciones que se dieron especialmente a partir de la segunda mitad de los años setenta y hasta ya entrada la década de los ochenta, dado que fueron ellos los que junto con otros profesores se encargaron de llevarlas a cabo. De esta forma, tal y como lo plantea Levy (1991), los cambios participacionales de ambos sujetos mostraron un rango más amplio de consecuencias, no sólo en sus trayectorias individuales, sino también en los componentes estructurales del campo al que pertenecen. En cuanto a los roles, Levy señala que éstos dependen de los contenidos que socialmente se les asigne, así el contenido de la participación puede diferir del contenido de la posición. Para el caso de los entrevistados, los contenidos otorgados tanto a su participación como a su posición fueron de reconocimiento y una gran valoración, no sólo por parte de ellos, sino de la comunidad en general, lo cual les ha permitido continuar trabajando y opinando activamente en el ámbito educativo y especialmente en la Universidad. En relación a su participación dentro de la UJAT, el sociólogo comenta: c) La tríada participación-posición-rol Como se ha mencionado anteriormente, los dos entrevistados tuvieron una trayectoria lineal, en la que las diferentes transiciones de su vida se dieron tempranamente en relación con lo que usualmente se esperaba para el momento histórico que vivieron. Haber tenido una educación formal ininterrumpida hasta la licenciatura, hacerse de la oportunidad de cursar estudios de posgrado y llegar a Tabasco en un período de crecimiento, o mejor dicho, de despunte de crecimiento, permitió a ambos sujetos construir una plataforma sólida desde donde impulsaron sus trayectorias personales y laborales. Lo anterior hizo que los dos ocuparan espacios desde donde proyectaron sus aspiraciones e ideas, conformándose en figuras de gran importancia. Específicamente, en relación a la tríada participación-posición-rol, puede decirse que en el campo educativo, el sociólogo pero sobre todo el médico, tuvieron una posición privilegiada, pues los dos ejercieron puestos administrativos de alto nivel. En el caso del primero, la dirección de la Escuela de Ciencias de la Educación, y en el segundo, la rectoría de la UJAT. “... ante un problema de adecuación y consolidación de dicha escuela [de Ciencias de la Educación], me invitan para ser director en 1976 hasta el 79, [...] por eso me involucro más en la educación...” Pero la participación de este sujeto va más allá de la consolidación de la licenciatura, también tiene que enfrentar algunos conflictos importantes en la UJAT. “... me toca enfrentar algunos conflictos como ésos que se dieron en el 68, porque había un cuestionamiento sobre el espíritu conservador que privaba entonces [...] Me toca también el conflicto de los que formamos el sindicato de profesores e investigadores y algunos paros En este trabajo, Hareven y Masaoka realizan una comparación entre distintas cohortes de Manchester y Shizouka, en él señalan las diferencias encontradas en los puntos de inflexión. Por ejemplo, la cohorte de los hijos de Manchester, centró estos momentos en la vida familiar especialmente en el fenómeno del “empty nest”.Contrariamente, en Shizouka, los miembros de la cohorte I, la más vieja, fueron menos conscientes de los puntos de inflexión en la vida familiar. Con base en estos resultados, se elabora todo un argumento en relación con las distintas percepciones e impactos que un mismo fenómeno puede provocar dependiendo del contexto social y cultural en donde se desarrollen los sujetos. 2 • 28 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro que los miembros de la antigua Federación de Estudiantes Tabasqueños, que lucha con el CDEUT (Consejo Directivo Estudiantil Universitario de Tabasco), luchaban entre sí por posesionarse de los espacios políticos de estos grupos, que querían obtener posiciones en la UJAT”. algunos aspectos en los que se intersectan la trayectoria en la universidad y la personal. El análisis de estos relatos de vida, permitió acercarnos a la historia de la UJAT a partir de dos perspectivas: la de un rector y la de un director. En ambos casos, se pudo observar el fuerte compromiso que los entrevistados mantienen con la institución, además del papel fundamental que desempeñaron en momentos críticos y definitorios, como los conflictos del 68 o la consolidación de la carrera de Ciencias de la Educación. La participación, posición y el rol que lograron desempeñar los entrevistados, en gran medida fue resultado de su temprana formación, así como por su incorporación al Estado en un momento coyuntural, lo que finalmente nos remite a la importancia de atender los tiempos individuales y los institucionales. Esta hipótesis, aunque aventurada, ha permitido plantear otras posibilidades de estudio, por ejemplo, la realización de análisis comparados entre estos dos casos y otros que también hayan vivido por la misma época, construido una trayectoria exitosa con posiciones, participaciones y roles importantes, pero que no hayan atravesado por una formación como la observada en estos casos. ¿Qué tipo de oportunidades se tendrían?, ¿cómo influirían los cambios y avances experimentados en cada campo en las definiciones de “a tiempo”, “adelantado” y “retrasado”?, ¿cuál sería la posición que se podría alcanzar en un ámbito determinado?, ¿cómo se traduciría esto en participaciones y roles específicos?, ¿cómo se organizarían los cotos de poder de cada campo?, ¿cuáles serían las ventajas que los “adelantados” tendrían en relación con sus contemporáneos? Éstas son algunas de las preguntas que podrían derivarse de un análisis de este tipo. El análisis, en lo particular, ha sido muy enriquecedor pues trabajar el curso de vida de los sujetos en tanto serie de configuraciones, permite adentrarse a lo individual sin perder de vista lo institucional, es decir, para no quedarse en un nivel meramente anecdótico, el análisis del curso de vida exige que el investigador lea los datos desde los distintos contextos histórico, social y cultural. Desde otra posición, la de rector, el médico comenta lo siguiente: “Siendo yo rector, empieza la dispersión por todo el estado de Tabasco de los centros universitarios, [...] conmigo empieza la difusión de la actividad universitaria pueblo-Estado. Todos son proyectos que se han prolongado, que han fructificado y sobre todo que contribuí mucho a la erradicación de ese mal endémico que sufrieron las universidades mexicanas después del 68, que fue el porrismo universitario”. Este periodo de consolidación de la UJAT, otorga a los entrevistados un rol muy importante que los acompañará a lo largo de su trayectoria académica y que impulsará su participación de tal manera que, aunque actualmente ambos han sufrido cambios en sus posiciones, pues se desempeñan únicamente como profesores-investigadores, sus niveles de participación continúan siendo muy altos, no sólo en las licenciaturas donde se desempeñan, sino en la Universidad en general. Por otra parte, el cambio en sus posiciones les permitió dedicarse a actividades que habían quedado pendientes en sus trayectorias, como la investigación, las labores de extensión y la producción de libros relacionados no solamente con sus disciplinas de formación, sino también de poesía y cuentos. Finalmente cabe señalar que los cambios en las posiciones de ambos entrevistados, conllevaron siempre un cierto grado de riesgo, no obstante y retomando nuevamente a Levy, éstos se convirtieron en oportunidades, ya que se generaron como parte de la consolidación institucional, lo que en su momento, pudo reducir la incertidumbre y las posibilidades de que estos sujetos fracasaran y perdieran participación y prestigio al interior del campo. IV. CONCLUSIONES Las trayectorias laborales individuales pueden convertirse en una puerta de entrada para mirar lo institucional. En esta investigación, por ejemplo, se pudo trabajar con • 29 Perspectivas docentes 30 ACOTACIONES Trayectoria Académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores-investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro Grediaga Kuri, Rocío (1999), Profesión académica, disciplinas y or- Finalmente cabe señalar la importancia de la tríada participación-posición-rol, para el estudio de los académicos, pues estos tres conceptos permiten observar los cambios que a lo largo de la trayectoria laboral pueden experimentar los profesores en función de su antigüedad, formación, práctica profesional y redes de relación, en otros aspectos, los cuales se concretarán en posiciones, niveles de participación y roles específicos. ganizaciones. Procesos de socialización y sus efectos en las actividades y resultados de los académicos universitarios, Tesis para obtener el grado de Doctor en Ciencia Social, Centro de Estudios Sociológicos – El Colegio de México. México. Hareven, Tamara y Kanji Masaoka (1988), “Turning points and Transitions: Perceptions of the Life Course”, en Journal of Family History, vol. 13, núm. 3, pp. 271 – 289. Levy, René (1991), “Status Passages as Critical Life Course Transitions”, en Walter Heinz (editor), Theoretical Advances in Life Course Research, Weinheim, Deutscher Studien Verlag, pp. 87-114. BIBLIOGRAFÍA Poirier, Jean, Simon Clapier-Valladon / Paul Raybaut (1983), “Le récits de vie. Théorie et pratique”, Le sociologique 52, Paris, Presses Universitaires de France. Francia Becher, Tony (2001), Tribus y territorios académicos. La indagación intelectual y las culturas de las disciplinas, Gedisa, Barcelona. Pujadas Muñoz, Juan José (1992), El método biográfico: El uso de las historias de vida en Ciencias Sociales, en Cuadernos Metodológicos No. 5, Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid. 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(Compiladores), El nuevo institucionalismo en el análisis organizacional, CNCPyAP – UAEM – FCE, México. • 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez* Detrás de toda mujer que desea cambiar algo en este mundo {…}, siempre hay otra mujer, tal vez lejana en el tiempo, si no llevada en la memoria, llevada ciertamente en el corazón. Alexandra Bocchetti Toda conducta individual responde a ciertas situaciones y, en consecuencia, no es posible comprenderla sin examinar en detalle el medio que la rodea. Lucien Febvre INTRODUCCIÓN al Congreso Constituyente, de otorgar el sufragio a las mujeres, o los primeros Congresos Feministas verificados en el país (Mérida, 1916 y ciudad de México, 1923).3 Del siglo XIX, también se ha investigado una revista escrita por mujeres: dos trabajos analizan Violetas del Anáhuac (1887 - 1889) debatiendo si la publicación era o no feminista.4 Además, dos investigaciones se refieren a la directora de VA, Laureana Wright de Kleinhans,5 la feminista mexicana decimonónica más estudiada. En relación a la historia de las mujeres en México, Lau comenta que “No obstante de que ya empezamos El propósito del trabajo es analizar las características particulares del feminismo liberal mexicano –abarcando los años de 1880 a 1925–, a partir de la biografía de Dolores Correa Zapata. Diversas investigaciones internacionales señalan que, precedidas por mujeres que escribían a favor de sus derechos –que pertenecían tanto a la aristocracia terrateniente, como a la clase trabajadora–, avanzado el siglo XIX en algunas ciudades de Europa, irrumpe en la escena política un movimiento feminista reivindicando el derecho al sufragio y a la educación superior. A diferencia de sus antecesoras, la mayoría de éstas pertenecían a las clases medias, vinculadas con diferentes corrientes políticas: liberales, socialistas y anarquistas.1 En el caso de México, Macías realizó una investigación pionera del movimiento feminista mexicano, que abarca de finales del siglo XIX a los años cuarenta del XX, identificando a la primera asociación feminista creada en 1904 en la ciudad de México, la “Sociedad Protectora de la Mujer”. En relación con las feministas del XIX, señala que buena parte de ellas eran profesoras de primaria.2 Otras investigaciones se han enfocado en el período revolucionario, señalando como personaje y momento simbólico la petición que hace Hermila Galindo de Topete a conocer un poco más del tema, existen infinidad de preguntas aún no resueltas, aspectos, personajes y acontecimientos que permanecen a la espera de su historiador/a”.6 * Profesora investigadora de la UPN. 1 En Inglaterra, las feministas liberales se dirigieron a mujeres de estratos medios reivindicando el sufragio, en principio, para las propietarias y aquellas que pagaban impuestos. Por su parte, las feministas socialistas reivindicaron el sufragio para todas las mujeres, dirigiéndose a las obreras (Anderson y Zinsser, 1992). Ejemplo del feminismo liberal es el texto de Mary Wollstonecraft y del feminismo socialista el de Flora Tristán. 2 Macías, 1982. 3 Cano, 1990, 1991; Lau y Ramos, 1993; Lau, 1995. 4 Infante, 1996; 2001. 5 Monges, 1991; Infante, 2003. 6 Lau, 1995, p. 85. • 31 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez En la historia de México otras mujeres han luchado a favor de sus derechos, incluso con posiciones más radicales que sus predecesoras. Doy dos ejemplos: sor Juana Inés de la Cruz, fue silenciada no por ser poeta –otras monjas lo eran –, sino por erudita. Ignacia Riechy, patriota que quiso organizar un batallón de mujeres para luchar contra la intervención francesa, se suicida en 1866 por un “chascarrillo” de un soldado liberal, acerca de su apariencia “masculina”. Las “silenciaron” por cuestionar la división sexual del trabajo –el conocimiento y las armas– dos ámbitos considerados propios para varones. Sin embargo, su participación fue en lo individual y no como parte de un grupo organizado. En este trabajo intentamos “hilar más fino”, acerca de la llamada primera ola del feminismo mexicano, identificando a las mujeres que participaron, sus demandas y redes sociales.7 A fin de identificarlas, diseñé una base de datos de escritoras reconocidas, entre los años de 1880 y 1910 (cuadro 1). Cree otra base de datos, específicamente de escritoras de las revistas escritas y/o dirigidas a mujeres: El Correo de las Señoras (1882-1883), El Álbum de la Mujer (1883), Violetas del Anáhuac (18871889) (cuadro 2) y La Mujer Mexicana (1904-1905) (cuadro 3). Para seleccionar a las feministas que caracterizo como la primera generación, fijé algunos criterios: v Que escribieran expresamente acerca de los derechos de las mujeres, desde la década de los ochenta del siglo XIX. v Que esta actividad fuera como parte de un grupo organizado de mujeres. v Que hubiera evidencia, suficientemente documentada por fuentes primarias, de su relación e influencia directa en la siguiente generación de feministas. v Que sus contemporáneas, o la siguiente generación de feministas (1916-1925), les hiciera un reconocimiento explícito. A partir de estos criterios, seleccioné cinco mujeres: Laureana Wright, Mateana Murguía de Aveleyra, Rita Cetina, Dolores Correa Zapata y Dolores Jiménez y Muro12 (cuadro 4), todas ellas nacidas alrededor de METODOLOGÍA La investigación retoma el método prosográfico, el cual busca revelar, a partir de la biografía de un personaje, la “urdimbre de vínculos sociopsicológicos que mantienen unido a un grupo.”8 Originalmente no era mi intención investigar acerca del feminismo. Al estar trabajando una investigación de las cinco mujeres que dirigieron la Normal de Profesoras de la ciudad de México entre 1890 y 1924, que se encuentra en proceso,9 me topé con las feministas. Tomando como referencia el perfil de las feministas europeas del siglo XIX, anteriormente mencionado (escritoras de clase media con instrucción), así como los señalamientos de la investigación de Macías,10 formulé las siguientes hipótesis de trabajo. En las dos últimas décadas del siglo XIX y en la primera del XX en México: a) Algunas mujeres lucharon por reivindicaciones feministas. b) Las feministas pertenecían a la clase media instruida. c) Establecieron redes sociales. Retomando la metáfora de López Austín,11 acerca del oficio de historiador, como técnica de una compañía telefónica indagué el orden del cableado en el subsuelo social de las mujeres escritoras a finales del siglo XIX. Las redes son formas de interacción social, definida por un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones en contextos de complejidad. Es un sistema abierto y en construcción permanente, que involucra a conjuntos de personas que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos (Lommitz, 1994). 8 Stone, 1989, p. 85 9 Rafaela Suárez Solórzano (1890-1905); Juvencia Ramírez de Chávez (1905-1912); Genoveva Cortés (1912-1914); María Arias Bernal (1916-1920); Ana María Berlanga de Martínez (1920-1924). La primera parte del reporte, se presenta en este libro. 10 Macías, 1982 11 López, 1990 12 De las cuatro, a Jiménez y Muro se podría caracterizar como feminista socialista; como bien comenta Mendieta (1961), por su actividad clandestina, y el hecho de firmar sus artículos con seudónimos, es bastante complejo seguir su rastro y relaciones. En LMM, aparece un artículo de Jiménez, señalando “Escribo estas líneas para vosotros, los que gastando vuestra energía vital en un trabajo rudo sufrís hambre, frío, y humillación oprimidos por el poderoso {…}.” el único de este tipo. (La Mujer Mexicana, 1905, Tomo II mayo, pp. 3-4) 7 • 32 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Inicio presentando las condiciones políticas y sociales de las mexicanas a finales del siglo XIX, a fin de aquilatar la lucha que las feministas emprendieron en el país. los años cincuenta del siglo XIX.13 Decidí centrarme en Dolores Correa tanto por autodefinirse feminista, como por lo prolífico de su obra escrita a favor de los derechos de las mujeres. Trabajé un “mapeo” temporal –diacrónico y sincrónico– de su actividad profesional, identificando relaciones con sus contemporáneas y documentando su influencia en la siguiente generación de feministas. Dolores Correa Zapata, maestra de la Normal de Profesoras, directora de La Mujer Mexicana y vicepresidenta de la “Sociedad Protectora de la Mujer”, escribe a favor del feminismo desde 1889; convocó a escritoras de su generación, a profesionistas de la siguiente generación, a compañeras normalistas y ex alumnas de la Normal de Profesoras (cuadro 3). Su papel como formadora de jóvenes maestras, fue central en la conformación de una red feminista de corte liberal en el país. SITUACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL DE LAS MUJERES EN EL SIGLO XIX La participación política formal de las mujeres era limitada: la Constitución Política de 1857 las consideraba ciudadanas hasta los 30 años –si eran solteras–; las casadas, dependían de su marido para entablar casi cualquier juicio legal. Ninguna de ellas tenía derecho a votar, ni ser electas como representantes de la población. Los hombres obtenían la ciudadanía a los 21 años de edad y sólo ejercían el sufragio aquellos que eran propietarios.14 En materia de educación, desde el tiempo de la Colonia, algunas mujeres mayores enseñaban catecismo y lectura a menores en su propia casa; a éstas se le conocía como la “Amiga”, para diferenciarlas de las escuelas de niños en donde enseñaban profesores. Eran mujeres que trabajaban como una “penosa necesidad” y eran descritas como “ancianas ignorantes”.15 Una de ellas, solicita al Ayuntamiento abrir una “Amiga” argumentando… Objetivo de la investigación A través de la biografía de Dolores Correa Zapata, analizar los factores sociales y culturales que influyeron en la creación de una red feminista mexicana, a finales del siglo XIX y principios del XX. Específicamente partí de las siguientes preguntas: a) ¿Qué entendía Dolores Correa por feminismo? b) ¿Qué corrientes de pensamiento influyeron su militancia? c) ¿Qué tipo de demandas levantó a favor de las mujeres? d) ¿Enfrentó conflictos por su militancia feminista? e) ¿Influyó en la siguiente generación de feministas mexicanas? La investigación se basa en fuentes primarias; además del expediente laboral de Dolores Correa y otras maestras, analicé los libros que escribió y las revistas en que publicó la mayoría de sus trabajos. También acudí a su estado natal –Tabasco– para recabar información de su familia y sus años de juventud. El lapso que fijé –1880 a 1925– lo establecí porque en la década de los ochenta aparecen asociaciones literarias y revistas escritas por mujeres y en 1925, se realiza en la ciudad de México el Primer Congreso Internacional Feminista. Hallándome sin arbitrios para sostenerme, no puedo proporcionar otro alivio a mis urgencias que el de dedicarme a la instrucción y enseñanza de niñas; y siendo yo una pobre enferma, ya de edad, que no puede servir ni aspirar a otra cosa para poder mantener mi vida, sino enseñar algunas criaturas.16 En la primera mitad del siglo XIX la educación formal que recibían las niñas de la capital era, además del catecismo, las primeras letras (leer, escribir y contar) con especial énfasis en las llamadas artes mujeriles como costura y bordado. Lo que se conocía como educación 13 No sostengo que éstas sean las feministas más representativas; sólo son los casos que pude documentar evidencia de su relación e influencia. Decidí eliminar a Laura Méndez de Cuenca, ya que si bien escribió un texto a favor de los derechos de las mujeres (El decantado feminismo), se refiere a las feministas en tercera persona, sin asumirse como parte del grupo (ver Laura Méndez de Cuenca: un acercamiento a la maestra y educadora mexiquense, 2006). 14 Para una revisión de los derechos políticos y sociales de las mujeres ver Arrom, 1988 y Ramos, 1996. 15 Tank de Estrada, 1984. 16 Gonzalbo, 1987, p. 44. • 33 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez “secundaria para el bello sexo”, se limitaba al estudio de algunas materias aisladas como geometría, inglés o francés y canto.17 Su educación se encaminaba principalmente a formarlas como futuras amas de casa. El año de 1867 se considera importante para la historia de la educación pública en México; en él comienza a variar un pasado que parecía inmutable, ya se mire a las ideas, al régimen legal o a la práctica de la enseñanza. Algunos liberales abogan por una mejor educación para las mujeres, con el argumento de ser las principales responsables de la educación de sus hijos. En el año de 1869, el gobierno de Benito Juárez crea la Secundaria para Niñas, con un programa de estudios de mayor alcance que en épocas anteriores. Para 1878, la Secundaria ofrece cursos para formarse como profesoras de instrucción secundaria,18 con seis años de duración (entre 1876 y 1889, se titularon 272 profesoras).19 En ese tiempo, la imagen de las maestras empieza a cambiar: chicas de estratos medios optan por titularse como maestras. Este cambio, lo describe puntualmente un periodista En 1883 ingresa por primera vez una joven a estudiar en la Nacional Preparatoria.22 En 1890, la Secundaria para Niñas se transforma por decreto en la Escuela Normal para Profesoras,23 (de 1891 a 1905, se titularon 355 profesoras de instrucción primaria).24 En sus inicios, las maestras de la Normal sólo enseñaban materias consideradas propias de su sexo, como Economía Doméstica, Francés o Costura; las clases de Física, Pedagogía, Matemáticas o Historia, la impartían varones.25 Al finalizar el siglo XIX, unas cuantas jóvenes estudiaban carreras como parteras, dentistas o médicas en la Escuela Superior de Medicina, como corredoras en la Superior de Comercio y una de ellas –María A. Sandoval– se tituló en 1889 en la Superior de Jurisprudencia.26 Constitucionalmente, cualquier persona podía presentar un examen profesional, sin tener que comprobar estudios en una institución.27 Las jóvenes de estratos medios con instrucción empiezan a ingresar al mercado formal de trabajo, contratándose como empleadas de comercios y oficinas, artesanas, telegrafistas, parteras o maestras normalistas y de primaria; estas últimas, recibían un salario de ¿Quién les había de decir a los maestros de antaño, a aquellas ancianas de anteojos de plata montados sobre la nariz, de voz gangosa, de peineta de olla, de zapatos de horma de San Cayetano, que habían de ser sustituidas por pollas de ojos de tentación, de voz de cielo, de castaña y bolitas {…}. Bermúdez, 1984; Jaiven, 1998; Staples, 2003 Alvarado, 2004 19 Registro de Títulos. Escuela Nacional de Niñas. s/f. Archivo Histórico de la SEP 20 Citado por Cosío Villegas, 1974, pp. 689-690. Los certificados como profesoras de primaria los expedía el Ayuntamiento de la ciudad de México, previo examen. 21 Bastián, 1987 22 El secretario de relaciones exteriores, Ignacio Mariscal, recomienda al director de la Preparatoria a Luz Bonequi, para ser aceptada como alumna regular (Wright, 1910). 23 Macías, 1982, ha interpretado este cambio como un retroceso para las jóvenes, ya que el título que obtenían en la Secundaria las acreditaba como profesoras de instrucción secundaria, y el reglamento de la Normal lo limita a maestras de primaria. En la revisión de expedientes que realizamos pudimos comprobarlo: Dolores Correa y Juvencia Ramírez, se titularon en la Secundaria como Profesoras de Instrucción Secundaria, lo que las acreditó para dar clases en la Normal de Profesoras. 24 Registro de títulos 1891-1905. 25 Ver el siguiente capítulo de este libro. 26 Sólo para estudiar jurisprudencia, medicina o algunas ingenierías era pre-requisito la preparatoria (González y Toriz, 2000). 27 Margarita Chorné y Salazar, fue la primera mujer que obtuvo un título profesional como dentista (la carrera se estudiaba en la Superior de Medicina, con dos años de duración). El único día que asistió a la escuela, fue cuando presentó su examen profesional (ver González y Toríz, 2000). 17 18 Estamos en el examen; llega la examinada en su coche a la diputación; sus padres, parientes y amigos y demás personas de su estimación la acompañan; viste de azul con grandes moños; sombrero de pluma colosal; puff a la Popocatépetl; peinado a la Ixtaccihuatl, tacones a la torre de Catedral, cola a la corneta.20 En las dos últimas décadas del siglo XIX, crece la oferta educativa para las jóvenes que concluyen la primaria y no pueden pagar profesores particulares. En el Distrito Federal funcionaban, además de la Secundaria de Niñas sostenida por el erario público, el Colegio de la Paz (fundado en 1776, con el nombre de Real Colegio de San Ignacio de Loyola, conocido como “Las Vizcaínas”), el Colegio Hijas de Juárez (1873), la Escuela Josefina Hooker (1875), el Instituto Mary Keener (1879) y el Instituto Normal Presbiteriano (1882); los cuatro últimos, sostenidos por diferentes agrupaciones pertenecientes a la iglesia protestante.21 • 34 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez $50.00 mensuales por trabajar de 8 de la mañana a 5 de la tarde, de lunes a sábado.28 En especial algunas maestras normalistas dejan de contemplar el trabajo docente como “una penosa necesidad”, como en épocas anteriores, disfrutando de cierta autonomía económica y desarrollo profesional.29 El incremento de mujeres instruidas se reflejó también en la aparición de revistas escritas por mujeres: El Correo de las Señoras (1882), El Álbum de la Mujer (1883), Las Hijas del Anáhuac/Violetas del Anáhuac (1887). Es conocido que en la época, los diarios y revistas no sólo fueron un medio de difusión; en torno a éstos, se organizaban grupos que debatían diferentes posiciones políticas, culturales y religiosas. Su madre, María de Jesús Zapata nació en Teapa. Dolores tuvo siete hermanos: de los que se tiene información, Teutila, María y Juan escribían poesía; Héctor, fue pintor. 33 Alberto, fue político y funcionario de gobierno (Tabasco y Distrito Federal). Dolores pasó su infancia y parte de su adolescencia en Mérida, en donde se relacionó con varias jóvenes yucatecas que publicaron en 1870 una revista –La Siempreviva– escrita por mujeres: su prima Gertrudis Tenorio Zavala, Rita Cetina Gutiérrez y Cristina Farfán. Con ellas tuvo sus primeras lecturas de escritoras/es feministas europeos.34 Mantuvo relación epistolar con Cetina y Tenorio hasta principios del siglo XX.35 A su regreso al país en 1867, Juan Correa se trasladó con su familia a Teapa, vinculándose a un grupo radical quienes cuestionaban que algunos tabasqueños que apoyaron la intervención francesa, se pasearan por la ciudad sin ningún problema, por lo que tuvo que salir de Teapa, instalándose en San Juan Bautista (ahora Villahermosa); en esta ciudad dirigió el Instituto Ocampo (1875), el cual se anunciaba como la única escuela superior laica en el estado.36 Las jóvenes de la ciudad sin recursos ni instrucción, trabajaban como empleadas domésticas, el comercio informal u obreras en la industria textil y tabacalera, entre otros. En la incipiente industria de la ciudad de México, en 1905, los obreros ganaban en promedio $26.10 al mes; las obreras ganaban menos (en promedio $15.30 al mes), por cuando menos doce horas y media de trabajo (Cosío Villegas, 1965, p. 413) 29 En 1900 impartían clases en la Normal de Profesoras 27 maestras y 18 maestros. Una maestra normalista ganaba alrededor de $ 100.00 mensuales, dependiendo la materia que impartiera (ver capítulo siguiente de este libro). 30 Correa, 1911. En el escrito en que solicita presentar su examen profesional, escribe que es “natural de Yucatán y vecina de San Juan Bautista, Tabasco”. AHSEP, Antiguo Magisterio. Exp. de Dolores Correa, Caja 5239 31 Los radicales se caracterizaban, entre otras cosas, por su rechazo a la iglesia católica (Bastián, 1990). 32 Correa, 1911a. 33 Correa, 1932; Diccionario Enciclopédico, 1994. 34 Lemaitre, 1998, refiere que en La Siempreviva, dirigida por Rita Cetina, aparecían traducciones de autoras/es feministas como Mary Wollstonecraft, Flora Tristán, Florence Wright, John Stuart Mill y Susan Anthony. 35 Correa escribe acerca del retiro de Rita Cetina de la docencia por enfermedad (La Mujer Mexicana, 1904, Tomo I núm. 2, p. 5). Cristina Farfán fallece en 1880 en San Juan Bautista, asistiendo las maestras de la Siempreviva a su entierro (Wright, 1910). 36 Ortiz, González, Valencia y Clemente, 1995. 28 Dolores Correa Zapata: infancia y juventud Dolores Correa Zapata nació en Teapa, Tabasco, el 23 de febrero de 1853, aunque ella manifestaba su preferencia por el estado de Yucatán.30 Juan Correa Torres –su padre– era yucateco, hijo de una familia criolla; fue jefe político de Mérida en 1863, integrante del grupo de liberales radicales del estado.31 Cuando Maximiliano de Habsburgo fue invitado por los conservadores, obligaron a Juan Correa a salir del país, embarcándose rumbo a La Habana, Cuba.32 • 35 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Siendo muy joven, Dolores dirigió –junto con su madre– el Colegio María, una escuela para las jóvenes cuencia de una bronquitis crónica, solicita en 1892 varios permisos sin goce de sueldo, trasladándose a San Juan Bautista para recuperarse.47 Al año siguiente, aparece el libro de José María Vigil, Poetisas mexicanas, en donde incluyen tres poemas de Dolores.48 Esta antología Vigil la hace “por encargo de la Junta de Señoras.”49 Publican el primer libro de texto de Dolores, Nociones “en que ensanchó el círculo de los ramos de enseñanza que hasta entonces se daba a la mujer”.37 Colaboró con poemas en la revista El Recreo del Hogar (1879) editada en Tabasco, que dirigía Cristina Farfán.38 Es escasa la información que se tiene de sus años de juventud, en especial de sus relaciones amorosas, aunque por sus memorias es posible deducir que tuvo algunos romances poco afortunados. de Instrucción Cívica, de Derecho Usual y de Economía Política, el cual es dictaminado por profesores de la Normal de Xalapa. La última parte del libro trata acerca de economía política, a pesar de que esta materia sólo se impartía en escuelas de varones.50 En lugar de economía política, a niñas y mujeres se les enseñaba economía doméstica. El libro es decretado texto oficial para las Primarias de Niñas, excluyendo la parte de Economía Política.51 ¡Cuantas veces el triste recuerdo de un ingrato ó la negra 39 imagen de un imposible…! Permaneció soltera y no tuvo hijos. Al respecto Laureana Wright, comentaba: Dolores Correa Zapata pertenece a esa pléyade, criticada por muchos, de las solteronas que no teniendo hijos hacen objeto de su ternura á la humanidad y defienden sus bellos ideales.40 TRAYECTORIA PROFESIONAL Wright, 1910, pp. 394-396. Farfán casó con el escritor yucateco José García Montero, trasladando su residencia a Tabasco. 39 Correa, 1911a, p. 23. Tanto su poesía como sus escritos, tratan escasamente cuestiones personales. 40 Wright, 1910, p. 402. 41 Wright, 1910, comenta que para tratarse problemas pulmonares. Su hermano Alberto, seis años menor que Dolores, se traslada a la capital en 1886, empleándose como secretario de la Normal de Profesores (Becerra, 1908). 42 Wright, 1910. 43 Es probable que haya estudiado en el Instituto Ocampo, del cual su padre era director; aunque en éste estudiaban sólo hombres. 44 “fue replicada en geografía, cosmografía, aritmética y sistema métrico decimal, español y pedagogía” la aprobaron por unanimidad. Exp. laboral de Dolores Correa. 45 Los poemas que incluyen son “La mujer cristiana”, “Un Canto” y “Un mendigo” (Riva Palacio y Altamirano, 1886). La antología incluye a otras dos mujeres: Esther Tapia de Castellanos y Refugio Barragán de Toscano (Núms. 5 y 28, respectivamente). 46 Correa, 1886a y 1886b. 47 Su clase la cubrió Dolores Roa Bárcenas de Camarillo. Exp. de Dolores Correa Zapata. 48 Incluyen tres poemas: “A Teapa”, “Pinceladas” y “Las dos liras”. Vigil, 1893, p. 124. 49 Vigil, 1893, p. 2. Siete de las catorce poetas del siglo XIX en el libro, son las mismas que escribían primero en Violetas del Anáhuac, y después en La Mujer Mexicana (anexo, cuadros 1, 2 y 3), por lo que suponemos que la “Junta de Señoras” la integraban Laureana, Mateana y Dolores. 50 Correa, 1898. El libro de instrucción cívica para niños era Nociones de Instrucción Cívica de Ezequiel A. Chávez (La Escuela Mexicana, 1905, Vol. II Núm. 2, p. 5). 51 En el período, las primarias de niñas y de niños estaban separadas. Las escuelas mixtas se “toleraban” cuando no había recursos para abrir unisexuales. Una revisión del texto aparece en la última parte de este libro. 37 38 Por problemas de salud, a los 31 años de edad Dolores Correa se traslada a radicar en la ciudad de México.41 Un amigo de la familia, Francisco Álvarez de la Cadena, la relacionó con el magisterio capitalino.42 Dolores manifestaba que toda su formación la había recibido de su padre y, con un maestro particular, aprendió francés.43 Estando en la capital, presentó su examen para titularse como profesora de instrucción secundaria –en la Secundaria para Niñas– el 19 de junio de 1884,44 aunque no fue alumna de esta institución. Al año de haber llegado a la capital, incluyen tres de los poemas de Dolores en la antología elaborada por Vicente Riva Palacio y Manuel Altamirano.45 En 1886 publican su primer libro de poesía, Estelas y Bosquejos, y un largo poema “La mujer científica”.46 En 1887 Dolores se vincula con las mujeres que editan la revista Violetas del Anáhuac (Laureana Wright y Mateana Murguía), colaborando con algunos textos. Sus primeros escritos acerca de la educación los publican en la revista que dirigen su hermano Alberto y su paisano de Teapa, Felix F. Palavicini, La Miscelánea del Pueblo. Dolores ingresa a trabajar en la Normal de Profesoras en 1889, primero como bibliotecaria y después como subdirectora de la primaria, anexa a la Normal. A conse- • 36 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez temprana relación con el grupo de escritoras yucatecas, con las que conoció autoras/es feministas europeos del XIX; citaba específicamente a John Stuart Mill. Su relación con las directoras de Violetas del Anáhuac (VA) –organizadas en la Sociedad Literaria Hijas del Anáhuac–.62 Varias escritoras de VA fueron mujeres atípicas, en un país mayoritariamente católico; por ejemplo, Laureana Wright fue espiritista, Rosa Navarro masona, Dolores Correa protestante, las yucatecas Cetina, Farfán y Zavala tenían relación con grupos masones, Micaela Hernández le dio por estudiar Física y Mateana Murguía, contrajo matrimonio civil en tres ocasiones. Dolores manifestaba esta atipicidad en sus escritos, refiriéndose al feminismo: El libro lo dedica a la esposa de Porfirio Díaz (Carmen Romero Rubio de Díaz) “en homenaje de respeto.”52 El texto refleja –entre líneas– su pertenencia a la iglesia protestante (metodista), a través de un poema que habla de Jesucristo.53 El 27 de febrero de 1896 la nombran maestra de la materia Economía Doméstica en la Normal de Profesoras,54 materia que se cursa en el primer año de la formación; imparte la clase durante catorce años, a todas las alumnas que estudiaron en esta institución.55 Ese año publican su segundo libro de texto, La Mujer en el Hogar,56 el cual fue premiado en la feria de Buffalo, decretado también texto oficial de la materia de Economía Doméstica y como libro de lectura en la Primaria Superior de Niñas.57 El libro lo dedica a Rafaela Suárez Solórzano, directora de la Normal. En la introducción define y defiende el feminismo. Quién haya vivido entre sus hermanos como una criatura de otra especie, como un animal raro … tendría una idea aproximada solamente del suplicio de un alma que en todo difiere de las que la rodean, del tormento de un ser que siente, piensa, y quiere absolutamente lo contrario de lo que los demás quieren, piensan y sienten.63 Hay todavía quienes ignoren lo que significa feminismo y hay también quienes vean ó finjan ver en él, una ridiculez, un disparate {…} No obstante entre la gente seria, el feminismo es el grito de la razón y de la conciencia, proclamando justicia, porque el feminismo consiste en levantar á la mujer al nivel de su especie, al de la especie humana.58 La otra influencia en su pensamiento feminista provino de la iglesia protestante. Desde el tiempo de Benito Juárez –pero especialmente con Miguel Lerdo de Tejada– llegaron al país diversos grupos invitados por algunos gobernadores liberales radicales. Pretendían, Más adelante señala: No pasa de ser una conseja chistosa, inventada para hacer reír á los antifeministas, lo que alguna vez ha corrido acerca de la educación de la mujer en Alemania, basada únicamente en estas cuatro palabras: Iglesia, Casa, Niños, Cocina. {…} aún es tan raro, que la mujer ejecute otros trabajos que no sean los del hogar; más raro aún que se acepte de buen grado todo esfuerzo favorable al feminismo.59 Correa, 1906. Seis ediciones alcanzó este libro. No hemos identificado en qué momento ingresa Dolores a la iglesia protestante. Es probable que su madre haya profesado este culto religioso. Bastián, 1990, refiere a Tabasco como uno de los estados en donde se asentaron misioneros protestantes en el siglo XIX. El hermano de Dolores, Alberto Correa, señala que en Tabasco “Hay dos mil protestantes y muchos libres-pensadores. El fanatismo religioso no existe en Tabasco, y de ahí resultan la tolerancia y armonía que reina entre los diversos creyentes.” (Correa, 1981, p. 43). 54 Exp. laboral de Dolores Correa Zapata. 55 Daba clase a los dos grupos de primer grado que había en la escuela. 56 Correa, 1906. 57 Por una ley aprobada por la Cámara de Diputados en 1888, se divide la primaria en dos niveles: elemental (4 años) y superior (2 años). 58 Correa, 1906a, pp. 15-16. Es la referencia más antigua que he identificado, en donde una mujer mexicana utiliza el término feminismo, reivindicándolo. 59 Ibíd, p. 22 y pp. XIX - XX. 60 Correa, 1900. El gobierno envió a varias maestras a Europa y los Estados Unidos. 61 En El Magisterio Nacional, sólo publica un artículo; en esta revista aparecen varios artículos atacando a las mujeres intelectuales (ver años 1904 y 1905). 62 Wright, 1910, pp. 366-367. 63 Correa, 1901, pp. 289-291. 52 53 Iniciando el siglo XX, realiza un viaje a varias ciudades de Europa visitando escuelas normales; estando en Berlín, y después de dos días de no poder comunicarse con nadie, se duele de su soledad.60 Dolores Correa fue colaboradora permanente de las revistas de educación de la capital (El Escolar Mexicano, Boletín Pedagógico, México Intelectual, La Enseñanza Normal, La Escuela Mexicana y El Magisterio Nacional); 61 en buena parte de sus escritos, hace una defensa de los derechos de las mujeres. INFLUENCIAS EN SU MILITANCIA FEMINISTA Además del liberalismo radical de su padre, varios grupos influyeron en el feminismo de Dolores Correa. La • 37 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez pertenencia al culto protestante nunca la hizo pública, posiblemente por la intolerancia hacia otras iglesias diferentes a la católica que se desató en los últimos años del gobierno de Díaz.73 Retomaba argumentos de su iglesia, para defender la igualdad jurídica de hombres y mujeres entre otras cuestiones, combatir el poder económico e ideológico de la iglesia católica, destacando las logias masónicas,64 misioneros protestantes65 y grupos espiritistas provenientes de los Estados Unidos, polarizando la opinión de la población en algunos estados entre el catolicismo y el libre pensamiento. El protestantismo veía a la iglesia católica como un estorbo para el progreso del país. Los valores que defendían era el ahorro, la temperancia y el amor al trabajo.66 Entre 1870 y 1910 las sociedades misioneras protestantes (metodista y presbiteriana) establecieron una red escolar; para las jóvenes mexicanas establecieron doce secundarias y siete normales en diferentes estados.67 Estas escuelas eran dirigidas por maestras norteamericanas; una parte de su planta docente, eran hijas de estadounidenses. Las misioneras protestantes promovían que hombres y mujeres recibieran igual educación.68 Por ejemplo, Ana R. Limberger, maestra del Instituto Normal de Puebla, señala El animal impudens, que dijera Séneca {…} fue redimido por el filósofo de Galilea: “Ya no hay esclavo ni libre, ni griego ni judío, ni hombre ni mujer, porque todos sois uno en Jesucristo.74 REDES SOCIALES Dolores Correa mantuvo relación con diferentes grupos de mujeres: a) escritoras de su generación; b) colegas normalistas; c) jóvenes profesionistas de carreras liberales; c) maestras de la red de escuelas protestantes; e) ex alumnas, que trabajaban como maestras de primaria. Es posible comprobar que la revista La Mujer Mexicana (1904-1906) es una continuación de las revistas escritas por mujeres aparecidas en la década de los ochenta del siglo XIX. Dolores Correa y Mateana Murguía75 convocaron tanto escritoras de su generación: Laura Méndez de Cuenca (Edo. de México), Concepción Gimeno de Flaquer (España), Rosa Navarro (Nayarit), Dolores Jiménez y Muro (San Luis Potosí; en ese año radicaba en el D. F.), como a compañeras de juventud {…} cuando México este libre del fanatismo y de una religión cuyas formas y creencias estén tan íntimamente aliadas; cuando la mujer no estando más bajo el poder de un sacerdocio corrompido, despierte ante su privilegio de poder cultivar su mente inmortal. {…} ¿No hay todavía una tendencia a confinarla á la maternidad? {…} Es su privilegio tener una educación igual en todo respecto á 69 la del hombre. Además de la Normal de Profesoras, Dolores Correa impartió clases en el Instituto Mary Keener (metodista), siendo una escritora reconocida. Estudiantes del Colegio Palmore (metodista, ubicado en Chihuahua) escribieron acerca de ella Méndez, 1995. Bastián, 1990. Estos valores los promovió Dolores en algunos de sus escritos: “un medio de combatir en la Patria el alcoholismo: el amor al trabajo” (Correa, 1905, p. 302). 67 Bastián, 1987, p. 168. 68 Anderson y Zinsser, 1992, p. 404 comentan que en el siglo XIX y principios del XX el protestantismo proporcionó un clima más propicio para los movimientos feministas, “por el cual las europeas de los países protestantes ganaron el voto una generación antes que las de los países católicos.” 69 El Abogado Ilustrado, 1906 Tomo XX No. 26, 28 de junio, pp. 227-231. 70 La Mujer Mexicana, 1904 No. 11-12, p. 25. La nota señala que en la sala principal del Instituto Mary Keener había un retrato de Dolores. 71 Las maestras estadounidenses tenían su propia organización. 72 Citado por Bastián, 1987, p. 174. 73 Wright, 1910, refiere que Matilde Montoya –la primer doctora titulada en el país en 1887- perdió a su clientela en Puebla, por el rumor que se corrió de que era masona y protestante. 74 Correa, 1907b, p. 5. El subrayado es original del texto. 75 Fallece en junio de 1906; LMM dedica un número especial de la revista como reconocimiento a su trayectoria. 64 65 66 Nos pusimos en camino rumbo a la Cd. de México con el objeto de conocer a la mujer más ilustre de la República. Después de algunas dificultades para encontrar su domicilio, nos detuvimos en un hermoso saloncito cuyo color dominante era el amarillo gris; nos recibió una mujercita vestida muy sencillamente, pero con aire de inteligencia.70 Varias ex alumnas del Instituto Normal de Puebla –entonces maestras de las primarias protestantes– crean una asociación que se reunía anualmente;71 reuniones en las cuales Dolores Correa participó (1903-1906).72 Dolores colaboró con escritos en el periódico de la iglesia metodista –El Abogado Ilustrado–, aunque su • 38 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez de Dolores: las yucatecas Rita Cetina y Gertrudis Tenorio, las tabasqueñas Dolores Puig y su hermana Teutila Correa y a profesoras del Instituto Normal de Puebla (metodista) (gráfico 1). Habría que precisar que no todos los escritos publicados en LMM se referían a los derechos de las mujeres (por ejemplo, Dolores Roa y Mateana Murguía escribían poemas y Clemencia Ostos acerca del alcoholismo). De parte de esta red de mujeres, se desprende la primera asociación feminista, “La Sociedad Protectora de la Mujer” (SPM) (constituida el 14 de febrero de 1904), a la cual se suman tres jóvenes profesionistas. La mesa directiva de la Sociedad la conforman:76 Gráfico 1. Colaboradoras de La Mujer Mexicana, contemporáneas de Dolores Correa LAURA MÉNDEZ DE CUENCA Col. de Violetas de VA y CS MATEANA MURGUIA Profesora de la Normal. Ex directora de VA Vicepresidenta: Profra. Dolores Correa Zapata. DOLORES CORREA ZAPATA Directora de La Mujer Mexicana JOSEFA OROZCO Profesora del Instituto Metodista de Puebla CONCEPCIÓN GIMENO Ex Directora de El Album de la Mujer Presidenta: Lic. María A. Sandoval de Zarco (primera abogada titulada en México). RITA CETINA Escritora Yucateca Col. de VA Secretaria: Dra. Columba Rivera (segunda médica titulada en México, inspectora médica de la Normal de Profesoras).77 GERTRUDIS TENORIO ZAVALA Ex Col. VA DOLORES JIMÉNEZ Y MURO Ex Col. de Correo de las Señoras Vocal: Profra. Dolores Sotomayor (ex alumna de Dolores Correa). Vocal: Profra. Esther Huidobro (compañera de la Normal, de Dolores Correa). Fuente: cuadro 3 Firma el acta: Antonia L. Ursúa (se titula como doctora en 1906). A diferencia de las asociaciones de mujeres anteriores, que eran de tipo literario, ésta específicamente se propone “formar una sociedad feminista.” En la reunión Dolores también invitó a colaborar en LMM a varias compañeras de trabajo de la Normal de Profesoras: Clemencia Ostos, Esther Huidobro, Juana Ursúa, Dolores Roa Bárcenas de Carrillo y Manuela Contreras. Además, invitó a ex alumnas por las que tenía especial aprecio: Dolores Sotomayor, Luz Valle y María Arias Bernal (gráfico 2). La Mujer Mexicana, marzo de 1905. Columba Rivera estudió para profesora de primaria en el Instituto Hidalgo, de Pachuca, también sostenido por protestantes (Expediente laboral, caja 275). 76 77 Gráfico 2. Colaboradoras de la revista La Mujer Mexicana. Convocadas por Dolores Correa. Dolores Correa Zapata Dolores Sotomayor Ex alumna. Profesora de primaria Clemencia Ostos Inspectora de la Normal de Profesoras Dolores Roa Bárcenas de Carrillo Profesora de la Normal María Arias Bernal Ex alumna. Profesora de primaria Fuente: cuadro 3. • 39 Juana Ursúa Profesora de la Escuela de párvulos Anexa a la Normal Esther Huidobro de Azúa Subdirectora de Párvulos, anexo a la Normal Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Hoy la superioridad eleva por primera vez a las mujeres a puestos que antes ocupaban los hombres. {…} A los antifeministas les damos el más sentido pésame, pues a este paso el presupuesto de egresos ingresará al bolsillo 83 de las damas. constitutiva –que se llevó a cabo en la Normal de Profesoras– no todas las participantes estuvieron de acuerdo con esta orientación; algunas preferían que fuera literaria y otras para la protección infantil.78 Por problemas de salud, Dolores deja la dirección de LMM un año después, que los médicos atribuyen al exceso de trabajo; toma la dirección Antonia L. Ursúa, de la SPM. Por otra parte, aprovechando que su hermano Alberto era el director general de Normales, Dolores recomendó a sus compañeras de LMM y de la SPM –Mateana Murguía79 y Columba Rivera– para que ingresaran a trabajar a la Normal y para promover a Esther Huidobro como subdirectora de la primaria anexa a la Normal. También solía promover a sus ex alumnas; de María Arias escribió… Dolores reseña un artículo publicado en Francia, que publican en México Intelectual, el cual habla del científico holandés Birchof, quién sostenía que las mujeres eran intelectualmente inferiores a los hombres. Su hipótesis la basaba en que el cerebro de las mujeres pesaba menos que el de los hombres. El artículo describe que cuando Birchof falleció, pesaron su cerebro y pesó menos que el de cualquier mujer. 84 En la revista El Magisterio Nacional aparece un artículo el cual argumenta que: El exceso de instrucción científica ataca el organismo de la mujer … la anemia y el neurosismo se apoderan de ellas y los hijos que tienen son débiles y enclenques.85 {…} una de las más distinguidas ex alumnas de la Normal, la Srita. María Arias [hizo una exposición] que puso de manifiesto su vasta erudición á la vez que su tino pedagógico 80 … felicitamos á tan inteligente profesora. En esos años, cada vez más se difunde la especie de que las mujeres que “ejercitan en demasía su cerebro”, les genera una serie de deficiencias; Dolores pone como ejemplo a la joven doctora Columba Rivera para refutarlo. DEMANDAS FEMINISTAS Además de demandar mejor educación para las mujeres –como algunas otras mujeres y hombres lo hacían– a Dolores Correa cuatro aspectos le interesaban particularmente: a) que no se limitara a las mujeres la posibilidad de aprender y enseñar ciencias; b) cuestionar la idea de que las mujeres eran intelectualmente inferiores que los hombres; c) que las mujeres accedieran a cargos de poder; d) la igualdad jurídica con los hombres. En un artículo recomienda a sus alumnas… Ella desmiente todas esas injustas acusaciones hechas á la ciencia. Quien conozca a la Srita. Rivera ha de convenir en que el saber ni mata ni envenena, que ni el estudio marchita la juventud de la mujer, ni entenebrece el alma ni amarga el corazón. 86 También denuncio que: Es entre profesores y padres de familia en donde hemos oído serias oposiciones á la educación moderna de la mujer, aduciendo argumentos como los siguientes: “Es absurda la pretensión de que la mujer adquiera una educación igual á la del hombre, porque ella es intelectualmente inferior á él.” 87 No os dejeís sugestionar con la tradicional idea de que la ciencia es nociva á la mujer. No creáis tampoco que hay una sola rama de la ciencia que sea imposible de aprenderla, con tal de que vosotras queráis estudiarla, ni 81 que sea tampoco imposible de enseñar. La Mujer Mexicana, marzo de 1905. Mateana contaba sólo con un título de profesora de primaria, expedido por el Ayuntamiento en 1878 (las profesoras de la Normal tenían título de profesora de Instrucción Secundaria, como Juvencia Ramírez o Dolores Correa, expedido por la Secundaria de Niñas; o de la Normal de Xalapa, como Genoveva Cortés y Manuela Contreras). 80 Correa, 1907b, p. 47. 81 Correa, 1905, p. 288. 82 Ibid. 83 La Mujer Mexicana 1904, Tomo I Núm. 8, pp. 11-12. 84 Correa, 1895. 85 El Magisterio Nacional, mayo de 1905, pp. 142-143. 86 Correa, 1906c, p.1. 87 Correa, 1903a, p. 247. 78 79 Dolores cuestionaba –como ahora lo hacen los estudios de género– que la “naturaleza” determine las condiciones y capacidad de las mujeres. La mujer ha estado confinada á un puesto de inferioridad y dependencia respecto del hombre, por leyes sociales, 82 no por leyes naturales. Cuando nombran a sus compañeras Columba Rivera inspectora médica de la Normal de Profesoras y a Esther Huidobro, subdirectora de la primaria anexa a la Normal, escribe la siguiente nota: • 40 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez En su libro de texto, denunciaba el maltrato conyugal hacia las mujeres; como buena liberal, veía en la educación de la población, una salida a los problemas de violencia familiar y alcoholismo.88 Difundió la literatura feminista de la época, como Les Vierges Fortes de Eugene Marcel Prévost y Femmes Nouvelles de Marguerite Yourcenar.89 Su discurso feminista lo dirigió principalmente a las jóvenes de clase media. En el libro de texto que escribe para las obreras –Vida humilde o memorias de una maestra–, es evidente que su posición con las trabajadoras es más cristiana que revolucionaria.90 Dio a conocer los logros jurídicos conseguidos por las mujeres en otros países; en un artículo señala: alarmantes; no eso obstante, la higiene social a semejanza de la individual, nos dice ser más seguro prevenir un mal, que tratar de curarlo cuando ya se ha manifestado.93 Otro periodista escribe Las mujeres que hablan de feminismo no son buenas, y quieren llamarse en vez de malas, adelantadas y liberales, que es nombre que suena mejor.94 En el libro de Félix F. Palavicini, acerca de problemas educativos, señala: Escribimos para las maestras de escuela. {…} Si hemos dicho á los hombres: <No perdáis lo mejor de la vida en hacer carreras literarias>, ¿cómo no hemos de gritar á las mujeres muy alto y muy claro: <No seáis universitarias, no seáis académicas>95 A finales de 1905 Justo Sierra, entonces titular de la recién creada Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, destituye del cargo de directora de la Normal de Profesoras a Rafaela Suárez. Tres posibles candidatas había para sustituirla: Dolores Correa, Genoveva Cortés96 y Juvencia Ramírez Vda. de Chávez; sin duda, Dolores era por mucho, más reconocida tanto por sus obras pedagógicas como por su poesía y tenía mayor antigüedad como profesora de la Normal, que las otras dos. Sierra eligió a Juvencia Ramírez. Juvencia97 tenía mejores relaciones en el círculo cercano a Porfirio Díaz, que Dolores; además, a Sierra no le agradaban las feministas. En un discurso que dirige a las maestras, comenta: La inglesa, la norteamericana, la sueca, la suiza y la rusa, gozan en estos momentos de casi idénticos derechos [que los hombres], como son {…} el derecho de votar y ser votada en los municipios, así como el de desempeñar el cargo de Jueces de Paz. En todas esas naciones se ha concedido á la mujer casada el derecho de disponer libremente de su salario ó de su fortuna, y el de consagrarse á cualquier industria ó trabajo sin el consentimiento de su marido.91 Sin embargo, no se manifestó expresamente al respecto para el caso de las mexicanas; probablemente por temor a la represión que se desencadenó en contra de la oposición y, también, porque admiraba al gobierno de Porfirio Díaz… {…} al liberal y progresista gobernante á quién ha cabido la dicha de perpetuar y proseguir las más gloriosas obras 92 del ilustre Juárez. No quiero que llevéis vuestro feminismo hasta el grado de que queráis convertiros en hombres; no es esto lo que deseamos; entonces se perdería el encanto de la vida. No; dejad a ellos que combatan en las cuestiones políticas, CONFLICTOS POR SU MILITANCIA FEMINISTA Aunque en ese tiempo sólo unas cuantas mujeres abiertamente defendían el feminismo, en la primera década del siglo XX aparecen una serie de artículos cuestionándolas. Horacio Baranda escribe en la Revista Ver Correa, 1906. Correa, 1901. La iglesia metodista promovía el proselitismo con los obreros. 91 Correa, 1903b, p. 92. 92 Correa, 1906b, p. 20. 93 Alvarado, 1991, pp. 38 y 106. 94 El Colmillo Público, 1904 (citado por Mendieta, 1961, p. 36). 95 Palavicini, 1910, p. 62. 96 Estudió en la Normal de Xalapa, ingresó a la Normal de Profesoras del D.F. en 1903. La nombran directora de la Normal en 1912. Exp. laboral de Genoveva Cortés, caja 5237 97 Nieta del varias veces gobernador de Durango; estudió en la Secundaria para Señoritas, titulándose en 1882. Ingresa a trabajar en la Normal en 1894. Ezequiel Chávez, subsecretario de instrucción pública, fue primo de su esposo (ver el siguiente capítulo de este libro). 88 89 90 Positiva: Solamente diferencias orgánicas bien pronunciadas entre uno y otro sexo, y no la comprensión sistemática, o tenaces preocupaciones y ciegos prejuicios sociales son las verdaderas causas que explican satisfactoriamente, la constante subordinación social de la mujer. {…} Por motivos que serían fáciles de explicar, las cuestiones sociales que traen hoy agitada y revuelta a la vieja civilización europea, no presentan aún en nuestro país, caracteres tan graves y • 41 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez que formen leyes; vosotras combatid el buen combate y formad almas, que es mejor que formar leyes.98 ocupa por algunos meses, regresando nuevamente a la Normal a sus clases de Economía Doméstica, la cual por la gran demanda que tiene, Juvencia le ordena que Juvencia y Dolores empiezan a rivalizar. En el Consejo Superior de Educación (CSE) se nombra en 1906 una comisión para que presente un proyecto para crear una “Secundaria de Niñas.”99 La comisión la presidía el director de la Escuela Superior de Medicina, el Dr. Eduardo Liceaga, además de Juvencia Ramírez, participaron Dolores Correa y Genoveva Cortés, Cecilia Mallet (directora del Colegio de la Paz) José Terrés (director de la Nacional Preparatoria) y Javier Arrangóiz (director de la Superior de Comercio).100 El debate llevó varias sesiones de acalorado debate. El punto de discrepancia era el propósito que tendría la secundaria; la posición de Dolores era que: “deberá dar clases en días distintos a cada uno de los grupos.” 105 ÚLTIMOS AÑOS DE VIDA En 1909 fallece su hermano Alberto. Al año siguiente, al cumplir los 57 años de edad, Dolores padece de un “ataque de parálisis” que la deja incapacitada para continuar dando clases en la Normal, solicitando una pensión, la cual el gobierno le autoriza, siendo ésta muy reducida, ya que sólo podía comprobar 20 años de servicio en la ciudad de México.106 En sus últimos años de vida Dolores se dedicó a escribir un libro de texto para la Primaria de Obreras;107 a pesar de los conflictos que enfrenta ya el gobierno de Díaz, dedica una poesía a Carmen Romero Rubio de Díaz, por sus bodas de plata. También reunió algunos de los textos que su hermano dejó inconclusos, publicándolos en 1911.108 A la renuncia de Victoriano Huerta, Venustiano Carranza nombra en 1914 al tabasqueño Felix F. Palavicini, titular de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. Palavicini incrementa el monto de la pensión de Dolores. Ese año editan un libro de texto para la Normal, Educación Femenina, en el que la autora señala: El carácter de la nueva escuela será esencialmente científico.101 Liceaga –quién defendía la posición de la mayoría– argumentaba: La escuela está destinada á las personas que tienen poca fortuna y buena voluntad de aprender {…} no para hacer maestras en las ciencias sino solamente para que adquieran los conocimientos indispensables á las obligaciones que han de tener en la vida práctica, á saber, los conocimientos de Física que les expliquen por qué hierve el agua; los conocimientos de Química que permitan las explicaciones en el arte culinario {…} se pensó fundamentalmente en esto: en educar á la mujer, para mujer, no para hombre, no para la competencia con el hombre, sino para 102 su papel en el hogar. Dolores presenta por escrito su oposición al proyecto y renuncia a la comisión. Por su parte, Genoveva Cortés demanda una mejor educación, argumentando que no todas las mujeres se casan, y que Ya veis mis queridas señoritas, cuan ridícula es la suficiencia y orgullo que demuestra la mujer en nuestros días Cuántas veces una mujer se casa por tener quien la mantenga, porque ella no es capaz de hacerlo por sí misma {…} pero si la mayoría [de los consejeros] no está en el caso, con todo respeto sostengo mi opinión.103 Citado por González , 1985, p. 415 Entonces no había una secundaria oficial para las jóvenes que concluían estudios primarios, ya que la creada en 1869 se transformó en la Normal de Profesoras. 100 Boletín de Instrucción Pública, 1906, Tomo VI Núm. 1, p. 398 101 Correa, 1907a, p. 48 102 Boletín de Instrucción Pública, 1907, Tomo VII No. 2, pp. 896 – 910 103 Ibíd. 104 Desde entonces la materia se llamó “economía doméstica práctica” y se recomendó que las maestras enseñaran a las alumnas a cocinar, sacudir y coser, pero nunca a limpiar pisos. 105 Exp. laboral de Dolores Correa. 106 Biblios. Boletín semanal de Información bibliográfica publicada por la Biblioteca Nacional, 1921, Tomo II, Núm. 112. 107 Correa, 1911a. 108 Correa, 1911b. 98 99 La disputa entre Juvencia y Dolores continúa. La primera propone en una sesión del CSE que en lugar de Economía Doméstica, materia que se imparte en la primaria de niñas con el libro de Dolores, se llame actividades domésticas, señalando que es importante que las niñas aprendan “cosas prácticas [cocinar, planchar, etc.], más que teóricas”.104 Dolores solicita en 1907 su cambio de adscripción; la nombran inspectora del Colegio de la Paz, cargo que • 42 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez {…} Antaño, la mujer era ignorante, pero era buena, hoy la mayor parte son instruidas pero muy pocas son buenas. La mujer se ha olvidado por completo de que su misión es única y grandiosa, que es, y será siempre, hacer la felicidad de los que la rodean, sacrificando su propia personalidad por el bien de los suyos.109 Mérida el año de 1916, nombrando como presidenta de la comisión organizadora a Consuelo Zavala, ex alumna de Rita Cetina y sobrina de Dolores Correa. La comisión que debate cuáles funciones públicas pueden y deben desempeñar las mujeres, hacen un reconocimiento a Rita Cetina Gutiérrez y Dolores Correa Zapata.115 En 1920 se edita la revista La Mujer, dirigida por María Ríos Cárdenas, denominada así para rendir tributo a su predecesora: La Mujer Mexicana.116 El 16 de abril de 1922, un grupo de mujeres mexicanas asistieron al Congreso Feminista que se realizó en la ciudad de Baltimore, Estados Unidos. Son parte de la delegación Julia Nava de Ruizsánchez (ex colaboradora de LMM) y Eulalia Guzmán (ex alumna de Dolores). En esta reunión, Eulalia menciona como mexicanas notables a Sor Juana Inés de la Cruz, a Josefa Ortiz de Domínguez y “como revolucionaria en la época actual, Dolores Jiménez y Muro (ex colaboradora de LMM). El 5 de julio de 1925 se lleva a cabo en la Escuela de Ingeniería, el Congreso Internacional Feminista, inaugurado por el presidente Plutarco Elías Calles. Entre las y los asistentes cuyos nombres se mencionan –que tuvieron relación directa con Dolores Correa– participaron: Dra. Columba Rivera, Lic. María A. Sandoval, Dra. Antonia L. Ursúa, las profesoras Esther Huidobro, Dolores Sotomayor, Julia Nava de Ruizsánchez, Refugio Carriedo, María Luisa Ross y Estefanía Castañeda (gráfico 3). Nunca más un libro de texto de la Normal en México fue escrito por una maestra feminista. En 1914 publican el último libro de poemas de Dolores, Mis liras.110 Hace una compilación de los trabajos de sus discípulas más aventajadas, que pensaba editar como libro, El Espíritu del Pueblo Mexicano, que no llegó a publicarse.111 En 1921 la entrevistan en su casa; entrevista que publican en el boletín de la Biblioteca Nacional, reconociéndola como defensora de los derechos de las mujeres.112 INFLUENCIA EN LA SIGUIENTE GENERACIÓN DE FEMINISTAS Las compañeras de LMM, la SPM y la Normal, así como alumnas que pasaron por el aula de Dolores Correa o leyeron sus textos, supieron del feminismo, aunque sólo algunas de ellas siguieron su lucha. A continuación describimos aquellas mujeres que tuvieron una relación directa con Dolores y continuaron militando a favor de los derechos de las mujeres. Varias ex alumnas de Dolores Correa –colaboradoras de LMM– organizan el “Club Femenino Lealtad” para oponerse a la reelección de Porfirio Díaz: María Arias Bernal, Esther Huidobro, Dolores Sotomayor y Eulalia Guzmán; 113 probablemente entonces se distanciaron de su maestra, muy identificada con el gobierno de Díaz. En 1916 nombran a María Arias Bernal directora de la Normal de Maestras. Ella escribe un artículo que publican en el Boletín de Educación, señalando Loved, 1914, pp. 6-48. Correa, 1914. 111 Biblios. Boletín semanal de Información bibliográfica publicada por la Biblioteca Nacional, 1921, Tomo II, Núm. 112 112 Ibíd. 113 Las cuatro siguieron a Carranza cuando abandona la capital y radica su gobierno en Veracruz (Boletín de Educación, 1915, Tomo I Núm. 4, pp. 349-360). Con el tiempo, fueron recompensadas por su lealtad: a María Arias la nombran directora de la Normal de Maestras; a Dolores Sotomayor, inspectora de primarias de niñas y a Eulalia Guzmán, funcionaria de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes. 114 Arias, 1916, pp. 69-73. Ese año la nombran directora de la Normal de Maestras; María fallece en 1920 en la ciudad de México. 115 Anales del Primer Congreso, 1975, p. 166. 116 Lau, 1987. 109 110 La cultura feminista, tan discutida actualmente, y tan combatida por cuantos no comprenden su verdadero fin, debe de tener como centro la Escuela Normal para Maestras.114 Por su parte Eulalia Guzmán, ex alumna de Dolores y entonces funcionaria de la Dirección de Educación Primaria, plantea la conveniencia de que las escuelas sean coeducativas. El gobernador de Yucatán, Salvador Alvarado, organiza el Primer Congreso Feminista, que se lleva a cabo en • 43 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Gráfico 3. Asistentes al Primer Congreso Internacional Feminista (Cd. de México, 1925), relacionadas directamente con Dolores Correa DOLORES CORREA ZAPATA DRA. COLUMBA RIVERA (LMM-SPM) LIC. MARÍA SANDOVAL (LMM-SPM) DRA. ANTONIA URSUA (LMM) PROFA. ESTHER HUIDOBRO (LMM-NP) PROFA. DOLORES SOTOMAYOR (LMM-EX ALUMNA) PROFA. JULIA NAVA DE RUIZSÁNCHEZ (LMM-SPM) PROFA. REFUGIO CARRIEDO (NP) Fuente: cuadro 4 una educación científica –igual a la que los hombres recibían–, a ocupar cargos de poder y cuestionar la idea de que las mujeres eran intelectualmente inferiores que los hombres. La cuestión del sufragio, sólo lo tocaron circunstancialmente, probablemente por no enfrentar la represión del gobierno que entonces se recrudece y también por simpatizar con el gobierno de Porfirio Díaz. La respuesta de la prensa a los escritos feministas, fue el descrédito y la burla, reafirmando la inferioridad “natural” de las mujeres y su papel como esposas y madres. Comprobé que lucha que iniciaron la primera generación de feministas liberales, la continuaron las jóvenes de la siguiente generación, ocupando Dolores Correa Zapata un lugar destacado, por su papel de formadora de jóvenes, como ocurrió con la llamada segunda ola del feminismo de los años setenta del siglo XX, en donde algunas profesoras universitarias influyeron en la siguiente generación. Sugiero, para futuras investigaciones, seguir la red de feministas socialistas, siguiendo la “huella” de Dolores Jiménez y Muro.117 También, para investigaciones acerca del feminismo en los estados, seguir la “huella” de las profesoras normalistas. Dolores Correa muere en la ciudad de México a los 71 años de edad, el 24 de mayo de 1924. En su ciudad natal, Teapa, una primaria lleva su nombre, aunque los pobladores actualmente desconocen quién fue ella. Su trabajo y su lucha a favor de los derechos de las mujeres en México, quedó en el olvido. En 1997, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco reedita su libro Estelas y Bosquejos, como un homenaje a su obra poética. ALGUNAS CONCLUSIONES En la década de los ochenta del siglo XIX, mujeres de clase media con instrucción, de la ciudad de México, se vinculan para escribir acerca de temas relacionados con mujeres. Algunas de ellas fueron mujeres liberales atípicas (espiritistas, protestantes, masonas), en una sociedad mayoritariamente católica, manteniendo relación con pares que radican en otros estados. De este grupo de escritoras, se deriva una red feminista de corte liberal conformada por profesoras normalistas, de primaria y jóvenes profesionistas de carreras liberales. Su lucha política buscó convencer a través de argumentos, más que salir a la calle para demandar derechos políticos y sociales, como en Europa. Las demandas feministas se concentraban en reivindicar el derecho de las mujeres a tener acceso a 117 • 44 Ver La Mujer Mexicana, 1905, Tomo II, p. 3-4. Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS –––(1900). “Notas fonográficas”. México Intelectual. Tomo XXIII, pp. 1-6 y 30-39. Anales del primer congreso feminista en México. (1975). 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Personal Sobresaliente Guzmán Eulalia, caja G 4/5. • 46 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Antiguo Magisterio Ostos Clemencia, caja 236. Correa Zapata Dolores caja 5239. Rivera Columba, caja 275. Genoveva Cortés, caja 5237. Ramírez de Chávez Juvencia, caja 5415. Huidobro Esther, caja 148. Sotomayor Dolores, caja 126. Mateana Murguia, caja 388. APÉNDICE Cuadro 1. Escritoras Reconocidas en México (1880-1910) Publicación Escritoras Riva Palacio Vicente y Altamirano Manuel (comp.) (1886). El Parnaso Mexicano: Dolores Correa Zapata* Esther Tapia de Castellanos Refugio Barragán de Toscano Laureana Wrigh de Keinhans* Dolores Correa Zapata * Gertrudis Tenorio de Zavala* Mateana Murguía de Aveleyra* Refugio Barragán de Toscano Josefina Pérez de García Torres* Dolores Mijares Dolores Puig de León (San Juan Bautista, Tab.)* Cristina Farfán de García Montero (Merida, Yuc.)* Rita Zetina Gutierrez (sic) (Mérida, Yuc.) Dolores Jiménez y Muro* Dolores Gimeno Rosa Carreto Francisca Carlota Cuéllar poesías escogidas de varios autores Vigil José María (1893). Poetisas mexicanas: siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. Wright de Kleinhans Laureana. (1910). Mujeres notables mexicanas. Gertrudis Tenorio de Zavala* Rosa Navarro* Refugio Barragán de Toscano Mateana Murguía de Aveleyra* Dolores Correa Zapata* Cristina Farfán de García M. Concepción Peralta Dolores Mijares Esther Tapia de Castellanos Rosario María Rojas Guadalupe Rubalcaba (*) Colaboradoras de La Mujer Mexicana (1904-1906) • 47 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Cuadro 2. Colaboradoras de revistas dirigidas a mujeres en el D. F. (1882-1889) El Correo de las Señoras (CS) 1883-1884 El Álbum de la Mujer (AM) 1883 Violetas del Anáhuac (VA) 1887-1889 (1) Propietario: José Adrián M. Rico Directora: Concepción Gimeno de Flaquer* Laureana Wright de Kleinhans* Directora (1887-Enero 1889) Mateana Murguía de Aveleyra* Directora (desde febrero de 1889) Colaboradoras: Dolores Jiménez y Muro* Isaura V. de Castillo Angeles Troncoso Concepción Gimeno de Flaquer* Laureana Whright* Laura Méndez de Cuenca* Colaboradoras Laureana Wright* Revista de modas y personajes de Europa (*) Colaboradoras de La Mujer Mexicana (1904-1906). (1) Fuente: Infante, 1996. (2) Wright, 1910, p. 483, menciona que escribía para la revista, pero su nombre no aparecía. • 48 Colaboradoras Dolores Correa Zapata* Rita Cetina* Dolores Puig de León* Dolores Mijares* Gertrudis Tenorio Zavala* Rosa Navarro* Micaela Hernández Concepción Peralta (2) María del Alba Ignacia Padilla de Piña María de la Luz Murguía Concepción Manresa de Pérez Ma. del Refugio Argumedo Fanny Natali Francisca González Margarita Kleinhans Emilia Rimbió Lugarda Quintero Elvia Lozano Vargas Catalina Zapata de Puig Josefa Espinoza Felícitas González Asunción Melo Río Ernestina Naville Antonia Rosales Carolina Morales Consuelo Mendoza María de la Peña Mercedes Matamoros Ángela Lozano de Begovich Blanca Valmont Mercedes A. de Flores Antonia L. de Riquelme Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Cuadro 3. Directoras y colaboradoras de la revista La Mujer Mexicana (1904-1905)* Nombre, fecha y lugar de nacimiento Relación con Dolores Correa Directora: Dolores Correa Zapata (Enero de 1904 a diciembre de 1905). Directora: Luz Fernández Vda. de Herrera. Directora: Antonia L. Ursúa (de partir de julio de 1905). Laureana Wright de Kleinhans (Gro. 1846-1896) Mateana Murguía de Aveleyra (Jal. 1856-1906) Rosa Navarro (Tepic, 1850 – 1821) Concepción Gimeno de Flaquer (España) Josefina Pérez de García Torres (Ver, 1853 – 1894) Rita Cetina Gutierrez (Yuc. 1846 – 1908) Dolores Jiménez y Muro (Ags. 1850 – 1925) María de la Luz Murguía María A. Sandoval Columba Rivera (Hgo, 1870 – 1943) Laura Méndez de Cuenca (Edo. de México, 1853-1928) Dolores Roa Bárcenas de Camarillo (¿) Esther Huidobro de Azúa Antonia L. Ursúa Juana Ursúa Clemencia Ostos Juana Nava de Ruizsánchez (N.L. 1883 – 1964) Manuela Contreras Josefa Orozco Virginia Cabrera Dolores Sotomayor Textos póstumos. Directora de VA Directora de VA Maestra de Español de la Normal de Profesoras a partir de 19041 Colaboradora de VA. En Guadalajara crea una logia masónica de mujeres.2 Directora de El Album de la Mujer A partir de 1904, radicaba en Madrid. Poeta. Antología de poetas de J. M. Vigil. Amiga. Colaboradora de VA. Directora del Instituto de Niñas (Mérida, Yuc.)2 Colaboradora de El Correo de las Señoras Colaboradora de VA. Primera abogada titulada en México. Presidenta de la “Sociedad Protectora de la Mujer”.4 Inspectora médica de la Normal de Profesoras y vocal de la SPM.3 Colaboradora de VA y maestra de la Normal de Profesoras en 1905.3 Maestra de párvulos de la Normal de Profesoras.3 Ex alumna. Subdirectora de la Primaria anexa a la Normal de Profesoras. Vocal de la “Sociedad Protectora de la Mujer”.1, 4 Integrante de la “Sociedad Protectora de la Mujer”. Directora de LMM.3, 4 Maestra de la Normal de Profesoras.3 Inspectora técnica de la Normal de Profesoras.1 Secretaria de la “Sociedad Protectora de la Mujer”.4 Directora de la primaria anexa a la Normal, Colaboradora de la revista La Enseñanza Normal.3 Maestras del Instituto Normal de Puebla (metodista).5 Ex alumna de la Normal de Profesoras. Titulada en 1889.1 • 49 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Luz Valle Maria Arias Bernal (D.F., 1884-1920) Ma. Enriqueta Camarillo de Pereyra (Ver, 1872-1968) Dolores Carvajal Ortigosa T. Orcillez Inés Villarreal Camila Vera de Azorey Ex alumna*. Fallece en 1906.4 Ex alumna, titulada en 1904.1 Escritora. Hija de Dolores Roa Barcenas, maestra de la Normal.6 No identificada. No identificada. No identificada. No identificada. Fuentes: 1 Expediente laboral. AHSEP. Antiguo Magisterio; 2 Wright, 1910; 3 Personal docente de la Normal de Profesoras en 1905 (La Enseñanza Normal, 1905); 4 La Mujer Mexicana (1904-1906); El Abogado Ilustrado (1904-1906); 6 Domenella, *Macías, 1982, señala que La Mujer Mexicana se editó hasta 1907; encontramos sólo los ejemplares hasta diciembre de 1906. Cuadro 4. Primera generación de feministas mexicanas Nombre Actividad feminista Reconocimiento Laureana Wright de Kleinhans (Guerrero, 1946-1896).1 Primera directora de VA. Escribió tres libros a favor de los derechos de las mujeres: La emancipación Sus contemporáneas publican textos póstumos. de la mujer por medio del estudio (1891); Educación errónea de la mujer y medios para corregirla (1982) y Mujeres notables mexicanas (1910). Perteneció a grupos espiritistas. Mateana Murguía de Aveleyra (Jalisco, 1856-1906).2 Segunda directora de VA. En tres ocasiones contrajo matrimonio (sus dos primeros maridos fallecieron). Fue directora del primer párvulos en el D.F. (1884); trabajó como maestra en la Escuela de Artes y Oficios para Mujeres. Ingresa como maestra de Español en la Normal en 1904. La mayoría de sus escritos son poemas. • 50 La Mujer Mexicana dedica un número especial cuando fallece, reconociendo su actividad a favor de las mujeres. Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez Dolores Jiménez y Muro (Aguascalientes, 1848-¿).3 Hay dos versiones de su muerte: una señala que el ejército carrancista la asesina en un pueblo de Guerrero (Ocampo, 1968; Anales, 1973; Lau y Ramos, 1992); la otra, que fallece en la ciudad de México en 1925 (Mendieta, 1961). Huérfana, se traslada a San Luis En el Congreso Feminista de BaltiPotosí siendo niña. Se vincula con more (1922), Eulalia Guzmán hace liberales del estado; estuvo presa un reconocimiento explícito. en varias ocasiones por su actividad política en contra de Porfirio Díaz y Victoriano Huerta. Participó primero con Madero y después con Zapata. Formó el grupo “Hijas de Cuauhtémoc”. Redactó el “Plan Político-Social” (1911) en el que expresamente se refiere a las obreras, demandando mejores salarios. Rita Cetina (Mérida, 1846-1908).4 Crea en 1870 una escuela para niñas –La Siempreviva– y una revista con el mismo nombre, en donde publican traducción de textos de feministas europeas. En 1887 dirige el Instituto de Niñas, sostenido por masones, en donde se forman la mayoría de las profesoras de primaria en el estado. Permaneció soltera y adoptó dos menores. En el Primer Congreso Feminista (Mérida, 1916) hacen un reconocimiento explícito. La feminista Elvia Carrillo Puerto crea la “Liga Rita Cetina”, como reconocimiento póstumo. Fuentes: Monges, 1997; Vargas, 2003 Fuentes: La Mujer Mexicana, julio de 1906; Expediente laboral 3 Fuentes: Nava, 1922; Mendieta, 1961; Ocampo, 1968; Anales gráficos, 1973; Cockcroft, 1979; Magaña, 1979; Macías, 1982; Lau y Ramos, 1992 4 Fuentes: La Mujer Mexicana, 1904; Anales del Primer Congreso, 1975; Lemaitre, 1998; Méndez, 1995 1 2 • 51 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas1 Olivia Mireles Vargas* RESUMEN INTRODUCCIÓN Durante la década de los noventa del siglo XX, la educación superior en México experimentó grandes transformaciones. Particularmente, en el nivel de posgrado, la calidad y la excelencia se convirtieron en directrices que marcaron el rumbo para las instituciones universitarias. En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el programa en Investigación Biomédica Básica (Ciencias Biomédicas desde 1996), destacó en diversas evaluaciones y se erigió como un modelo de excelencia que marcó pautas importantes para la Reforma del reglamento de posgrado en la UNAM, en 1996. Consideramos que esto se explica, en gran medida, por un proceso histórico que analizaremos en este trabajo. El periodo de análisis comprende de 1970 a 1996. Palabras clave: excelencia, posgrado, normatividad universitaria. En México, a partir de la década de los noventa, las políticas de educación superior experimentaron cambios sustanciales, particularmente en el nivel de posgrado la calidad y la excelencia se convirtieron en directrices que marcaron el rumbo para las instituciones universitarias (SEP, 1991 e Ibarra, 1998). Como parte de estas políticas, en 1991 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) implantó el Padrón Nacional de Posgrados de Excelencia para asignar recursos económicos complementarios a los programas que, según ciertos criterios de evaluación, mostraran mayor calidad. En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) los cambios del posgrado para ajustarse a las nuevas políticas empezaron a hacerse más visibles a partir de 1996, con la puesta en marcha de un nuevo reglamento para este nivel de estudios. La intención central de este cambio normativo fue superar las limitaciones existentes (rigidez, desvinculación institucional, duplicación de esfuerzos, diversidad en los niveles de calidad académica) para que el posgrado universitario estuviera acorde con las necesidades del país. Así, se plantearon, en términos generales, los siguientes retos: articulación de entidades académicas, creación de órganos colegiados, sistema tutoral, flexibilidad de los programas, apertura de nuevos programas inter y multidisciplinarios (UNAM, 1996b). De esta manera, el posgrado entró en un proceso de transformación para renovar su estructura académica y hacerla más acorde con las nuevas exigencias, así como ABSTRACT During the last decade of the Twentieth Century, Mexican Higher Education underwent essential transformations. Particularly, at Graduate level, quality and excellence became central concepts and aims that guided the path for university colleges. At the Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), the Basic Biomedical Research Program (Biomedical Sciences, since 1996), achieved success in several evaluations and erected itself as a model of excellence that marked main routes for the Graduate’s Regulation Reform at UNAM in 1996. We consider that these facts are mainly explained by a historical process that we will analyze in this paper. This work will study the period from 1970 to 1996. Key words: excellence, graduate program, university regulation Investigadora del Centro de Estudios Sobre la Universidad Nacional Autónoma de México. 1 Este trabajo es un avance de una investigación más amplia que versa sobre el posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Particularmente, se presentan los hallazgos de una parte de la indagación histórica institucional. * • 52 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas para adecuarse a criterios que le permitieran competir con mayores posibilidades en los nuevos sistemas de asignación de financiamiento. Sobre el proceso de adecuación de los programas de posgrado al reglamento de 1996 se sabe muy poco, aún no se tienen datos que valoren detalladamente esta experiencia. No obstante, actualmente está en marcha una nueva reforma (Martínez, Laguna y Palacio, 2004). En este sentido, lo que aquí se presenta es un acercamiento al posgrado en Ciencias Biomédicas. Este programa se caracteriza porque, desde principios de la década de los noventa, se ajustó sin mayores contratiempos a los criterios actuales de excelencia académica. Muestra de ello es que este programa, permanentemente formó parte del Padrón de Excelencia, hoy Programa Nacional de Posgrado del CONACYT, en las evaluaciones internas de la UNAM sobresalió notablemente (Academia de la Investigación Científica y National Academy of Sciences, 1996) y fue el primer programa en adecuarse al Reglamento General de Estudios de Posgrado de 1996 (RGEP en adelante). Así, este posgrado en la UNAM se convirtió en un modelo de excelencia que marcó algunas pautas para la transformación del posgrado universitario. Consideramos que esto se explica, en gran medida, por un proceso histórico que nos proponemos analizar. Conviene destacar que el objetivo central de este trabajo es poner de manifiesto, a través de un rastreo histórico institucional, los factores que permitieron que este posgrado se consolidara de acuerdo con los criterios actuales de excelencia, de ninguna manera se pretende avalar o criticar los parámetros de evaluación o proponer el caso que se estudia como un ejemplo de excelencia. Así, este trabajo expone los antecedentes del posgrado en Ciencias Biomédicas, que tiene su origen más remoto a principios de los años 70 cuando la administración del rector Pablo González Casanova, propuso una reforma académica para la Universidad. Posteriormente, se describen algunas características relevantes del posgrado en Investigación Biomédica Básica, que como parte de la adecuación al RGEP de 1996 desapareció para dar origen al Doctorado en Ciencias Biomédicas. En los dos apartados siguientes se aborda el tema de la reforma del posgrado en 1996. Para finalizar se señalan algunos aspectos relevantes del proceso de transición del posgrado en Investigación Biomédica Básica (1973-1996), al actual programa de doctorado de Ciencias Biomédicas, en donde se pone de manifiesto la compatibilidad del modelo académico de este posgrado con los actuales criterios de excelencia. NOTA METODOLÓGICA La pregunta central que dio pauta a la realización de este trabajo fue: ¿por qué el posgrado en Ciencias Biomédicas se ha erigido como modelo de excelencia en la UNAM? Uno de los caminos posibles para encontrar respuesta a esta pregunta fue la indagación histórica institucional, cuyo punto de partida fue el año de creación del programa en Investigación Biomédica Básica (1973). Para ubicar esta etapa histórica de la UNAM, se consultó, por un lado, información relativa al periodo en la rectoría de Guillermo Soberón Acevedo y al desarrollo de la ciencia universitaria (Domínguez, et al., 1998). Por otro lado, buscamos documentos institucionales de las dependencias encargadas de la administración de este programa y, entre otros, encontramos un documento mimeografiado que contenía datos sobre las primeras acciones para la consolidación del proyecto académico de Investigación Biomédica (Sánchez Puentes, 1978). A la par, rastreamos los antecedentes inmediatos del programa, así nos ubicamos en la gestión de Pablo González Casanova. Un documento valioso que concentra fuentes de primera mano (UNAM, 1983) nos permitió acercarnos directamente a los discursos en los que el entonces rector dio a conocer los principios de reforma académica en la UNAM; desde nuestro punto de vista, algunos de estos postulados constituyeron el germen de lo que tiempo después se convertiría en un modelo académico de posgrado para la Universidad. Otras fuentes de datos importantes fueron los reglamentos y planes de estudio de la época (1973-1996), así como los reportes institucionales de la Unidad Académica de los Ciclos Profesional y de Posgrado (UACPYP), que fue la dependencia encargada de la administración de este programa. A partir del análisis de estos datos, en función a la pregunta que nos guió, construimos la interpretación que presentamos a continuación. • 53 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas ANTECEDENTES ü Proyectos interdisciplinarios y flexibilidad curricular: [...] se añadirán una serie de combinaciones interdisciplinarias muy insuficientemente exploradas y que requieren aligerar nuestros curricula, fijos, rígidos aún, y permitir al estudiante el que aparte de los planes generales de estudio pueda seguir con una infinidad de planes particulares interdisciplinarios, de acuerdo con las necesidades del trabajo científico y técnico [...] (UNAM, 1983: 53). • Fortalecimiento de la infraestructura para la investigación y vinculación de la investigación con la docencia: ...a investigar, sólo se aprende investigando. ¿No debemos impulsar de una manera sin precedente los institutos de investigación humanística y científica, para que al lado de los investigadores experimentados trabajen los jóvenes del mañana? (UNAM, 1983: 42). ü Creación de proyectos colegiados, participación interinstitucional: Los esfuerzos asociados de dos o más escuelas e institutos merecen atención prioritaria en la Universidad (UNAM, 1983: 53). Bajo estos principios, en 1971 se creó el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) para el nivel bachillerato y quedaron sentadas las bases para la creación de la Unidad Académica del Ciclo Profesional y de Posgrado (UACPyP) del CCH (que años más tarde sería la instancia académico administrativa que gestionaría el posgrado en Investigación Biomédica Básica), pues la pretensión era que este modelo funcionara en los tres niveles de la Universidad: bachillerato, licenciatura y posgrado (UNAM, 1983: 60). En 1972, se presentó un proyecto conjunto entre el Instituto de Investigaciones Biomédicas y la Facultad de Medicina, para crear una licenciatura en biomedicina que funcionara bajo el esquema del CCH, es decir, permitiera la formación temprana en investigación, el desarrollo de conocimientos de frontera, la participación de equipos científicos interdisciplinarios y el aprovechamiento máximo de la capacidad instalada en la Universidad. Este propósito no pudo cumplirse durante la administración El posgrado en Investigación Biomédica Básica (IBB) se creó en 1973 durante la administración de Guillermo Soberón, pero tiene un antecedente muy importante en la administración de Pablo González Casanova (19701972). Consideramos que en el periodo de éste último se sentaron las bases que dieron origen a un modelo de posgrado distinto en la UNAM. En los inicios de la década de los setenta, la UNAM se encontraba en una situación difícil por los conflictos universitarios y los estragos de la carencia de presupuesto. Aunado a esto, la matrícula seguía creciendo aceleradamente. En este contexto, en mayo de 1970, Pablo González Casanova asumió la dirección de la Universidad y propuso una reforma académica de grandes dimensiones. Algunas de las máximas preocupaciones de esta administración fueron democratizar la enseñanza y ponerla al alcance de un mayor número de mexicanos, con la consecuente modificación de las estructuras metodológicas de la enseñanza y la infraestructura física, que permitieran proporcionar una educación del más alto nivel; así como una mayor participación de los sectores estudiantiles y académicos en las formas de gobierno universitario. Del proyecto complejo y ambicioso que González Casanova propuso para la Universidad resaltan algunos principios que, a nuestro parecer, dejaron sentadas las bases para la creación de un modelo académico diferente: • Nueva concepción de la educación universitaria: aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a ser: [...] se buscará que al final de su formación (el estudiante) sepa aprender, sepa informarse y estudiar sobre materias que aún ignora recurriendo para ello a los libros, enciclopedias, periódicos, revistas, cursos extraordinarios que siga fuera del programa, sin pretender que la Unidad le dé una cultura enciclopédica, sino los métodos y técnicas necesarios y el hábito de aplicarlos a problemas concretos y adquirir nuevos conocimientos [...] (UNAM, 1983: 69). • 54 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas que lo vio nacer, tampoco se pudo concretar la apertura de la Unidad del CCH en niveles de licenciatura y posgrado, pues los conflictos políticos que se presentaron en este periodo, propiciaron el desprestigio de la institución y una idea generalizada de falta de autoridad en el gobierno universitario, acontecimientos que llevaron al rector a presentar su renuncia a final de 1972. UN NUEVO MODELO ACADÉMICO DE POSGRADO: INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA BÁSICA El 3 de enero de 1973, la Junta de Gobierno designó como rector a Guillermo Soberón Acevedo, quien participaba como Coordinador de la Investigación Científica. Es pertinente señalar que Soberón, era doctor en Fisiología por la Universidad de Wisconsin, fue catedrático en la Facultad de Medicina desde 1958 y tenía una amplia trayectoria en este ámbito, formación que seguramente tuvo alguna injerencia en la redefinición de “los proyectos González Casanova” que se encontraban en marcha. Durante esta administración se llevaron a cabo numerosas acciones en beneficio de la UNAM, dado que, para estas fechas el apoyo del gobierno federal, en cuanto a presupuesto era mayor. De esta forma, entre otras cosas: se creó la Facultad de Psicología, al separarse de la Facultad de Filosofía y Letras; el Departamento de Ciencias del Mar y Limnología del Instituto de Biología se constituyó en centro independiente; se fundó la Escuela Nacional de Trabajo Social, al separarse de la Facultad de Derecho; se establecieron los institutos de Investigaciones Antropológicas y Filológicas; se reestructuraron el Centro de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas y el Centro de Servicio de Cómputo; asimismo, se construyó un espacio destinado a los institutos y centros de investigación científica. Diez meses después de que Guillermo Soberón asumiera la rectoría de la UNAM, en octubre de 1973, se inició el proyecto académico de Investigación Biomédica Básica en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado, bajo los siguientes principios institucionales: vinculación de entidades universitarias, participación docente y estudiantil por medio de órganos colegiados y uso máximo de la capacidad instalada. Así como los principios pedagógicos; investigar investigando, tutoría, • 55 método activo basado en la resolución de problemas, reflexión, crítica, discusión, curriculum flexible y multidisciplinariedad. El objetivo general del proyecto fue la iniciación temprana en la investigación científica, con métodos activos de enseñanza que condujeran a la resolución de problemas concretos. El propósito general de la maestría y doctorado, fue formar investigadores de alta calidad para la resolución de problemas biomédicos importantes para el país. El programa para el nivel de maestría y doctorado, se caracterizó por ser multidisciplinario, estar orientado a la solución de problemas, contar con un sistema de asesorías individuales y ser experimental. Es necesario hacer énfasis que este programa de posgrado fue el único que contó con el nivel de licenciatura de manera integrada, es decir, formaban un modelo académico en conjunto, razón por la cual los requisitos de ingreso para la licenciatura deben mencionarse: 1. Cumplir con los requisitos que marca el reglamento, 2. Aprobar el examen de selección (resolución de problemas), 3. Entrevista, 4. Resultados satisfactorios en pruebas psicológicas, 5. Pláticas sobre la carrera, 6. Curso propedéutico. Al interior de este último debían mostrar capacidad intelectual, motivación, inquisitividad y calidad en las propuestas (Fortes y Lomniz, 1991). Un requisito más: para la inscripción se necesitaba ser becario del Instituto de Investigaciones Biomédicas, evidentemente esto se lograba después de cumplir con los requisitos señalados por la comisión de becas (Sánchez Puentes, 1978). De esta manera se perfilaba un mecanismo de selección particular, diferente al del resto de las licenciaturas de la UNAM y que, en general, resultaba más exigente y riguroso. Los requisitos de ingreso para la maestría eran: 1. Tener el grado de licenciado en Investigación Biomédica Básica o una carrera afín (a juicio del Consejo Interno), 2. Aprobar un examen de clasificación, 3. Ser, de preferencia, becario del IIB. Para ingresar al doctorado se requería: 1. Poseer el grado de maestro en investigaciones biomédicas 2. Autorización del Consejo Académico, 3. Aprobación del asesor académico (quien proporciona el lugar y las facilidades para que el estudiante se incorpore al trabajo de investigación) 4. Ser becario del Instituto de Investigaciones Biomédicas. Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas Con lo antes dicho, se percibe que la pretensión fue crear una carrera en investigación, que iniciara al término del bachillerato y que pudiera prolongarse hasta la obtención del grado de doctor. Todo mediado por mecanismos de selección estrictos que, aunados a la poca demanda, dieron como resultado la conformación de pequeños y selectos grupos. Situación que facilitó la asignación de asesores individuales, la distribución adecuada en los espacios escolares (laboratorios), la asignación de becas y la continuidad del estudiante en los diferentes niveles de la carrera. Aunado a esto, la estructura curricular se propuso del todo flexible. Los programas, en un principio abordarían temas generales y conforme al avance se harían cada vez más particulares, considerando los intereses de alumnos y profesores. Incluso, se planteó la idea de programas individuales que atendieran las necesidades académicas de cada estudiante. Esto gracias a una estructura que permitió al estudiante, en conjunto con su tutor y de acuerdo con el problema de investigación, la elección de temas selectos, es decir, materias semestrales con temas específicos. Rechazando así toda idea de cursos y cátedras inamovibles, supeditadas a un cambio administrativo y formal de planes y programas de estudio. En cuanto a la organización académico-administrativa, a partir de 1976 el programa de Investigación Biomédica Básica quedó adscrito a la Unidad Académica de los Ciclos Profesional y de Posgrado (UACPyP) del CCH, quien se encargaría de todo lo concerniente a registro de inscripciones, trámites de titulación y graduación, así como de diversos trámites que se requieren en el desarrollo del programa. Además, para su dirección se propuso la creación de un Consejo Académico, que estaría integrado por representantes (investigadores y alumnos) de las diferentes sedes. Instancia que tendría entre sus funciones: participar en la selección de candidatos, vigilar y evaluar el trabajo de alumnos y profesores, valorar los contenidos curriculares, proponer modificaciones a los sistemas de aprendizaje, resolver los problemas técnicos y académicos. En el terreno de lo administrativo, en esta Unidad se instaló un sistema computarizado en la administración escolar (innovación en la época), lo que hizo más ágiles los trámites, se brindó atención personalizada y eficiente, así como también se fortalecieron los canales de información entre la institución, el personal y el alumnado. La UACPyP comenzó a operar, el proyecto que González Casanova esbozó tiempo atrás, se transformó ajustándose a las condiciones concretas de la Universidad. Guillermo Soberón, siendo rector, logró coordinar esfuerzos para llevar a cabo dicha empresa. Esta Unidad cobró especial importancia, dado que posteriormente se adscribieron otros programas de posgrado (Ciencias Fisiológicas, Biotecnología, Ciencias del Mar, entre otros) que trabajaron con los mismos principios que se establecieron con el posgrado en Investigación Biomédica Básica. Conviene resaltar que, cumpliendo con el principio de vinculación interinstitucional entre dos o más dependencias de la UNAM, el proyecto académico de Investigación Biomédica Básica logró incorporar durante su desarrollo, hasta 1995, a cuatro sedes diferentes: Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB), Instituto de Fisiología Celular (IFC), Instituto de Biotecnología (IBT) y el Centro de Investigación sobre Fijación del Nitrógeno (CFN). Obviamente, los beneficios de tener como espacios de formación los laboratorios de los centros e institutos fueron múltiples: bibliografía actualizada, material experimental, equipo especializado, herramientas, reactivos, etcétera. Pero quizá, el mayor beneficio fue el contacto permanente entre los investigadores y los alumnos. Un dato que consideramos importante subrayar es que, a pesar de la imperiosa necesidad de formar investigadores que atendieran las demandas del país, el proyecto académico de investigación biomédica dio cabida a un número muy reducido de estudiantes, basta decir que en la primera generación se aceptaron sólo 5 estudiantes, 4 en maestría y 1 en doctorado (UACPyP, 1997). Huelga decir que, la planta docente del programa se integró, en su mayoría, con investigadores en activo —algunos con amplia trayectoria académica en investigación y con grados académicos obtenidos en el extranjero—, esto permitió hacer efectivo el vínculo docencia investigación, al amparo del sistema tutoral. Al final de su ciclo, la mayor parte del personal académico del programa pertenecía al Sistema Nacional de Inves- • 56 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas LA REFORMA DE 1996 tigadores (SNI). Un dato más que conviene señalar es que el proyecto académico de Investigación Biomédica Básica permaneció desde 1991 —año en que se lanzó la primera convocatoria— en el Padrón de Posgrados de Excelencia del CONACyT. En términos numéricos este programa atendió, desde su creación hasta el semestre 97-1, en maestría a 441 alumnos y en doctorado a 258 estudiantes, de los cuales egresaron 340 y 212 respectivamente. De los anteriores obtuvieron el grado 245 en maestría y 132 en doctorado. Datos que reflejan un alto índice de eficiencia terminal. En términos porcentuales la eficiencia terminal en el semestre 97-1, para la maestría fue de 66.4 y para el doctorado 75. 4 por ciento (UACPyP, 1997). Cabe señalar que este programa fue uno de los primeros en adecuarse al Reglamento de Estudios de Posgrado de 1996 y que en este proceso cambió su denominación a Doctorado en Ciencias Biomédicas. Así, después de 23 años de existencia (1973-1996), cerró su ciclo institucional como proyecto académico de la UACPyP. Resumiendo, podemos considerar que los componentes particulares, dado que no existían en otras dependencias de la UNAM, que contribuyeron a que este programa obtuviera el calificativo de excelencia en el espacio universitario fueron: mecanismos de selección rigurosos (test psicométricos, entrevistas, exámenes de conocimientos), apoyo institucional a estudiantes (becas, servicios administrativos eficientes), grupos pequeños, instalaciones adecuadas (sede en los institutos y centros de investigación), sistemas pedagógicos innovadores (aprender a aprender, tutoría, investigar investigando), estructura curricular flexible, vinculación interinstitucional y una relación efectiva entre docencia e investigación a través del sistema de tutorías. A nuestro juicio, el proceso histórico esbozado sugiere que algunas propuestas de Pablo González Casanova, humanista, aunadas a las decisiones y al fuerte impulso a la investigación de Guillermo Soberón, científico, constituyeron el cimiento de una tradición que hizo posible el desarrollo óptimo de los proyectos gestionados por esta Unidad. Edificándose así, uno de los pilares de lo que hoy día merece el calificativo de excelencia. El 14 de diciembre de 1995, el Consejo Universitario de la UNAM aprobó un nuevo Reglamento General de Estudios de Posgrado (RGEP),2 abrogando así el reglamento que había tenido vigencia desde 1986. Este acontecimiento cobra particular importancia por dos razones fundamentales: 1) el nuevo reglamento recupera, en gran medida, la experiencia del posgrado de la UACPyP para emitir algunas disposiciones generales, 2) consecuentemente la particularidad de la UACPyP se desvanece, dando lugar a su desaparición institucional. Este proceso se caracterizó por una etapa de transición, en la que todos los programas de posgrado trabajarían para adecuarse al reglamento actualizado. Evidentemente, a diferencia de otros programas de posgrado —que tendrían un plazo máximo de tres años para lograr su adecuación—, los programas de la UACPyP del CCH sólo contarían con dos años para realizar dicho proceso. La razón estriba en que la adecuación sería menos drástica, puesto que el Reglamento General de Estudios de Posgrado de 1996 y la forma de operar de la UACPyP, tenían varios puntos de convergencia. De esta manera se pone de manifiesto que los principios esenciales de la UACPyP del CCH, que propiciaron el éxito de sus programas y por ende su consolidación como posgrados de excelencia, no quedarían por más tiempo reducidos sólo a una dependencia universitaria: se hacía imprescindible que en la década de los 90, en un contexto de globalización y cambio, esta dinámica alcanzara a todo el posgrado de la UNAM. En este marco, la estructura interna de la UACPyP sería, en gran medida, el nuevo modelo para el posgrado universitario. Revisemos, con cierto detalle, el RGEP de 1996 y tratemos de señalar los puntos de encuentro. Los principios incorporados a la normatividad universitaria En este apartado pretendemos señalar, de manera breve, los principios de la UACPyP que, de alguna 2 La aprobación del RGEP se da en diciembre de 1995, pero éste se publica y entra en vigencia en enero del año siguiente, es decir en 1996. • 57 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas El fomento y coordinación de proyectos colegiados de docencia y de investigación en que participen facultades, escuelas, institutos y centros de investigación de la Universidad, así como su realización a través de las diversas instancias que contempla la legislación universitaria, corresponderán a los órganos que la propia legislación señala (UNAM, 1996b: XII). Consecuentemente el CCH dejó de ser la única instancia con atribuciones para coordinar proyectos colegiados. — P l a n e s y p ro g r a m a s c o n e s t r u c t u r a flexible. Desde que se formuló el primer programa, Investigación Biomédica Básica, se pensó en un plan de estudios con estructura flexible que permitiera a los estudiantes centrarse en su área de investigación. Así lo constata el plan de estudios de la maestría y doctorado en Investigación Biomédica Básica de 1979, el cual señala en sus disposiciones generales, que los programas se contemplan como individuales y que la selección de unidades teórico-prácticas estará en función del área de investigación del estudiante y se definirán con asesoría del tutor. Al revisar el RGEP de 1986, no se percibe la idea de flexibilidad, en tanto plan individual, sin embargo, el artículo 44 señala que el alumno puede cursar el 40% de créditos de su plan de estudios en otras dependencias universitarias e incluso en instituciones externas. En el RGEP de 1996 se retoma con mayor énfasis la idea de flexibilidad de los planes de estudio. El artículo 1 de las disposiciones generales señala de manera general que los estudios de posgrado: Estarán organizados en forma de programas de estructura flexible (...) Asimismo, reitera la disposición que permite cursar créditos en otras instancias académicas. Aunado a esto, el Reglamento incorpora la opción de cursar créditos para la maestría en el nivel licenciatura (máximo 20%). — Sistema tutoral. Esta forma de concebir la enseñanza fue central en los programas de la UACPyP. Como se pudo percibir en apartados anteriores, la tutoría era el modus operandi del programa en Investigación Biomédica Básica. manera, se incorporaron al RGEP de 1996. Para lograr tal fin, acudimos al reglamento de 1986 (UNAM, 1992) con el objetivo de reconocer las innovaciones que se introducen al reglamento vigente. A partir de tal revisión y teniendo en cuenta los principios esenciales de la UACPyP del CCH que han sido descritos en los apartados precedentes, consideramos que la influencia de esta Unidad en el reglamento del 96 se puede resumir en los siguientes puntos: — Participación conjunta de entidades académicas afines. Sobre este punto es importante recordar que la UACPyP nació en 1976, justamente con la finalidad de dar vida a proyectos académicos colegiados, en los que participaran dos o más entidades universitarias, cuestión que se sintetiza en las disposiciones generales de su reglamento, que al pie señala: Artículo 1. La Unidad Académica de los Ciclos Profesional y de Posgrado del Colegio de Ciencias y Humanidades, tendrá a su cargo el fomento, coordinación y realización de proyectos colegiados... en que participen dos o más facultades o escuelas, institutos o centros de la Universidad. Artículo 4. Los planes y programas de estudio de los proyectos académicos de docencia que ofrezca la Unidad, tendrán un carácter colegiado, con la participación de dos o más facultades, escuelas, institutos o centros de la Universidad (UNAM, 1986:211). Al revisar el Reglamento General de Estudios de posgrado, aprobado en 1986, derogado en 1995, encontramos que no existe alguna disposición al respecto. Puesto que el Estatuto General de la UNAM, válido en ese momento, en su artículo 10, concedía la coordinación de proyectos colegiados exclusivamente al CCH. La imagen de los proyectos colegiados entre entidades académicas, propia de la UACPyP del CCH, se incorpora al RGEP aprobado en 1996. Idea que se puntualiza en el artículo 1 de las disposiciones generales: [los estudios de posgrado]... procurarán la participación conjunta de las entidades académicas que cultivan disciplinas o ramas afines del conocimiento...(UNAM, 1996b:II) Acordes con el señalamiento anterior el artículo 10 del Estatuto General de la UNAM, sufrió una modificación sustancial, quedando de la siguiente manera: • 58 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas En los planes de estudio la figura del tutor (asesor académico) y del comité tutoral, era el armazón que sustentaba la formación del posgraduado. El principio pedagógico, investigar investigando, sólo fue posible a través del binomio tutor alumno: Los estudiantes se incorporarán bajo las líneas de un tutor del proyecto académico admitido como tal por el Consejo Interno. El tutor y el estudiante fijarán los objetivos a desarrollar durante el trabajo de investigación y sesionarán periódicamente para evaluar los avances del proyecto en desarrollo. Serán auxiliados por otros dos miembros del personal del Proyecto Académico, con categoría de cotutores, quienes integrarán el Comité Tutorial, junto con el tutor (...) Al respecto, en el RGEP de 1986, el artículo 9 de las disposiciones generales estipula que: Aún más, en el artículo 2 del RGEP de 1996, se decreta que un requisito para participar como entidad académica de un programa de posgrado, es contar con un número mínimo de académicos acreditados como tutores. Nótese que la tutoría deja de ser un complemento en el desarrollo académico del posgrado, convirtiéndose en una cuestión fundamental, sine qua non es posible pensar los actuales programas de posgrado en la UNAM. Aunque aquí sólo hemos destacado tres de los puntos esenciales que se incorporaron al RGEP de 1996, esto nos permite observar que la estructura académica de la UACPyP orientó, en gran medida, la reforma del posgrado en la UNAM. Situación posible debido a que los proyectos académicos adscritos a la Unidad, funcionaban de acuerdo con los parámetros de lo que hoy, a principios de siglo XXI, se considera dentro de los cánones de excelencia. Al ponerse en marcha el RGEP de 1996, los programas académicos de la UACPyP también experimentaron algunas modificaciones, resulta interesante revisar este proceso de cambios y transformaciones. A quien curse estudios de maestría o doctorado se le asignará un tutor individual que lo oriente en su formación, investigación, señalamiento de lecturas y demás actividades académicas, y lo dirija en la elaboración de su tesis o en su caso, proponga un director de tesis (...) Aunado a esto, el artículo 33, del RGEP de 1986, complementa la disposición anterior indicando que un requisito para permanecer inscrito en la maestría o en el doctorado es concurrir a las sesiones de tutoría. Lo anterior muestra que la figura del tutor no es del todo nueva en el reglamento actual de posgrado. Sin embargo, juzgamos que este ordenamiento, en el 86, se plantea en términos muy generales. Asimismo, es conveniente resaltar que en el documento no aparece la figura del comité tutoral. A diferencia del RGEP de 1986, el RGEP de 1996 concede gran importancia a la labor de los tutores. Así, en el capítulo III de este último, se establece de manera detallada la organización del Sistema Tutoral. Las funciones del tutor y del comité tutoral (este último, para estudios de doctorado, principalmente) se resumen en el artículo 27: LA TRANSICIÓN Como se dijo anteriormente, los programas de la UACPyP fueron los primeros posgrados en adecuarse al RGEP de 96. Este proceso de transición fue relativamente rápido, a finales de ese mismo año, el programa de Investigación Biomédica Básica, objeto de nuestro estudio, había sido adecuado después de, aproximadamente, ocho meses de intenso trabajo. Conviene señalar que las adecuaciones, aunque significativas, no fueron tan profundas ni radicales. Cuestión que se explica, por la similitud entre la forma cotidiana de operar de los programas de posgrado adscritos a la UACPyP, y los lineamientos generales del Reglamento de 1996. Se hace necesario, sin embargo, dar un repaso a las principales transformaciones, siempre en la búsqueda de las normas institucionales de excelencia. Situémonos en los frutos de la tradición que hemos enunciado. En enero de 1996, el proyecto académico en Investigación Biomédica Básica adscrito a la UACPyP, inició, como todos los posgrados de la UNAM, un proceso de adecuación y transformación bajo los lineamientos de El tutor principal tendrá la responsabilidad de establecer, junto con el alumno, el plan individual de actividades académicas que éste seguirá, de acuerdo con el plan de estudios, y de dirigir la tesis de grado o supervisar el trabajo del examen general de conocimientos. El comité tutoral conocerá y avalará el proyecto de tesis y el plan de actividades académicas que deberá cumplir el alumno, y evaluará semestralmente su avance (...) • 59 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas un nuevo Reglamento General de Estudios de Posgrado. Para agosto de 1996, ocho meses después, el proceso culminó cuando el Consejo Académico del Área de Ciencias Biológicas y de la Salud aprobó las modificaciones presentadas, instaurando así el Doctorado en Ciencias Biomédicas. Las principales transformaciones al proyecto académico original, que contaba ya con más de 20 años de existencia, se sintetizan en los siguientes puntos: a) Eliminación del grado de maestría, esta modificación se fundamenta en la afirmación de que la obtención del grado de maestría retrasaba la formación de los jóvenes con aptitudes científicas para realizar investigación original. Así, se pretende que la formación científica sea más rápida y efectiva, evidentemente sin menoscabo de la calidad académica que ha caracterizado al programa. b) Fusión del proyecto académico UACPyP con el programa de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina. Atendiendo el espíritu del nuevo Reglamento se unifican dos programas similares, procurando la utilización eficaz de recursos, evitando la duplicación de esfuerzos innecesarios y aprovechando las coincidencias en los objetivos. c) Incorporación de tres sedes académicas más; Instituto de Ecología, Facultad de Química y Facultad de Medicina. Cumpliendo así con el principio de interdisciplinariedad y vinculación entre diferentes dependencias universitarias. De tal manera, el programa quedó conformado por siete entidades académicas participantes. Sobre el último punto, es necesario decir que cada entidad ofrece la infraestructura óptima para el desarrollo del programa, así como con una planta de investigadores que son acreditados como tutores. De esta manera, se sumaron ventajas adicionales al antiguo programa de posgrado, consolidándose como uno de los programas más fuertes en la UNAM. Es importante reiterar que el Doctorado en Ciencias Biomédicas se basa en los preceptos del programa original Investigación Biomédica Básica, es decir, alta calidad académica en biomedicina, educación individualizada, sistema tutoral, énfasis en el proyecto de investigación, dedicación exclusiva a los estudios de posgrado, vínculo efectivo docencia investigación, sistemas rigurosos de evaluación e infraestructura adecuada. Considerando lo anterior, se observa que las bases primordiales de la excelencia perduran, se retoman con nuevo ímpetu y se hacen más precisas en los programas adecuados. CONSIDERACIONES FINALES Vislumbrar el proceso histórico de un programa educativo, indudablemente, nos permite encontrar explicaciones a su situación en el presente. Hoy día el Doctorado en Ciencias Biomédicas, pertenece al Programa Nacional de Posgrado (SEP-CONACyT) y se encuentra ubicado en la máxima categoría: nivel II, programa con competencia internacional. En este nivel se encuentra un selecto grupo de 32 programas, de un total de 655.3 Dato que nos habla de la relevancia de este programa de posgrado en el contexto nacional. Si el Doctorado en Ciencias Biomédicas ha logrado consolidarse como uno de los programas de posgrado mejor evaluado en la UNAM, y de éste se recuperaron algunos lineamientos para hacer la reforma del posgrado en 1996, se debe a que surgió y se desarrolló en condiciones institucionales específicas muy distintas al resto de los programas universitarios. El modelo académico de IIB se consolidó a través de los años, en un proceso en el que se conjugaron, entre otras cosas, las propuestas innovadoras para la transformación de la Universidad que propuso P. González Casanova y la tradición del trabajo científico de Guillermo Soberón. Es innegable que el impulso que éste último le dio a la investigación científica en su periodo como rector hizo posible un programa de posgrado que en el periodo de su antecesor quedó esbozado como un proyecto para la reforma universitaria.4 Soberón, formado como científico en el modelo norteamericano, logró poner en marcha un programa de posgrado en el cual: Según las estadísticas del CONACyT disponibles hasta 1993, sólo 32 programas tienen la categoría de competencia a nivel internacional (CONACyT, 10/05/05) 4 Conviene destacar que cada administración tuvo un proyecto de Universidad muy diferente: algunos de los criterios que González Casanova propuso para la transformación y la democratización de la UNAM, en el periodo de Soberón se convirtieron en la base de un programa de posgrado élite. 3 • 60 Perspectivas docentes 30 ESPECTROS Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas REFERENCIAS ü Las clases experimentales salieron del aula para instalarse completamente en el laboratorio al trasladar el programa de posgrado al Instituto de Investigaciones Biomédicas ü El vínculo docencia-investigación se hizo efectivo a través de la tutoría ü El plan de estudios se organizó de manera flexible para adecuarlo a las necesidades de investigación ü Se formaron biomédicos muy jóvenes al iniciar la carrera científica desde la licenciatura. Esta estructura se afianzó a lo largo de veinte años. En 1991, al entrar en vigor la evaluación del CONACyT con su Padrón de Posgrado de Excelencia, no hubo obstáculo alguno para que este programa quedara acreditado. Para 1995 se recuperaron algunas de las características esenciales del posgrado en Investigación Biomédica Básica para la reforma del Reglamento General de Estudios de Posgrado en la UNAM. En el proceso de adecuación al reglamento de 1996, este programa cambió de denominación y eliminó el grado de maestría quedando únicamente como Doctorado en Ciencias Biomédicas. Así, el programa se modificó con el afán de precisar y mejorar ciertos aspectos académicos, en aras de mantener el nivel de liderazgo y excelencia alcanzados. Academia de la Investigación Científica y National Academy of Sciences (1996). Evaluación del Posgrado en la UNAM: Biomedicina, ciencias, ingeniería y química. México: AIC/NAS. CONACYT (2005), Estadísticas, Página electrónica del CONACyT vigente el 10/05/05, http://www.conacyt.mx/dafcyt/pfpn/ graficas/pfpn/grafpfpn3.html Domínguez Raúl, Gerardo Suárez y Judith Zubieta (1998). Cincuenta años de ciencia universitaria: una visión retrospectiva. México: UNAM-Miguel Ángel Porrúa. Fortes, Jacquelin y Lomnitz, Larissa (1991). La formación del científico en México. México: UNAM-Siglo XXI. Ibarra Colado, Eduardo (1998), La universidad ante el espejo de la excelencia. En juegos organizacionales, México: UAM. Martínez, Adrián, Laguna Javier y Palacio José Luis (2004). Reforma a los estudios de posgrado en la UNAM, México: UNAM, vigente 10/05/05, en http://www.posgrado.unam.mx/autoevaluacion/index.html Sánchez Puentes, Ricardo (1978). Proyecto académico. Licenciatura Maestría y Doctorado en Investigación Biomédica Básica. México: mimeo. SEP (1991), Programa Nacional de Posgrado, México: SEP. UACPyP (1997). Informe bianual 1995-1996. México: UNAM. UNAM (1992). Legislación universitaria. México: UNAM. UNAM (1983). Pablo González Casanova. México: Coordinación de Humanidades/CESU. UNAM (1986). Planes de estudio 1986. Secretaría Ejecutiva del Consejo de Estudios de Posgrado. México: UNAM. UNAM (1996a). Programa del Doctorado en Ciencias Biomédicas. México: UNAM. UNAM (1996b). “Reglamento General de Estudios de Posgrado”. Gaceta UNAM. 11 de enero de 1996. México: UNAM. • 61 • 62 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López* I. INTRODUCCIÓN * Profesora titular “A” de tiempo completo en el cuerpo académico de Género en Educación de la UPN; es maestra y especialista en estudios de la mujer por la Universidad Autónoma Metropolitana. Plantel Xochimilco. Especialista en estudios de género por el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Mujer de El Colegio de México. Egresada de la Maestría en Pedagogía de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se desempeña desde hace 17 años como docente en la Escuela de Diseño del INBA-CONACULTA. Ha participado además en programas de capacitación laboral como subjefe del Departamento de Cursos de Capacitación de la Subdirección de Recursos Humanos del ISSSTE, y como orientadora educativa en el nivel secundaria en el sistema estatal del Estado de México. 1 Ecatepec es el segundo municipio del Estado de México por su alta concentración de población. Pertenece a la zona conurbada y está ubicado al norte del D.F., su economía se basa en un importante desarrollo industrial con fundidoras de hierro, bronce y otros metales, fábricas de productos químicos, papel y celulosa. Beneficiado por su ubicación geográfica ha ido ampliando además en forma paulatina su infraestructura en servicios y una creciente población migrantelaboral, entre otros lugares, hacia el D.F., Tlalnepantla o Cd. Netzahualcóyotl. La distribución de su población manifiesta diferencias por sexo en las que las mujeres representan, por ejemplo, sólo el 22.2% de los ocupados en actividades profesionales y únicamente el 17.4% de quienes se encuentran en puestos de mando o dirección, mientras que representan el 63% de educadores y el 96.1% de quienes se dedican al trabajo doméstico. Respecto al ingreso medio, el 68.2% de la PEA recibe entre uno y tres salarios mínimos. En el Censo del 2000, INEGI reportó que su población económicamente activa en general se ocupa en un 35% como comerciantes, dependientes, artesanos y obreros, el 8.3% son operadores de transporte, otro 4.8% operadores de maquinaria fija, un 5.5% son ayudantes, peones y similares, el 8.5% son oficinistas, un 4.2% técnicos, 3% trabajadores de la educación, 4.1% trabajadores ambulantes, el 6.9% trabajadores en servicios personales, un 3.6% se dedica al trabajo en protección y vigilancia, el 2.9% son trabajadores domésticos mientras que sólo un 3.4% son profesionistas, sólo 1.4% funcionarios y directivos, 1.7% son inspectores y supervisores de industria y 2.6% jefes o supervisores administrativos. Cfr. INEGI, Tablas de resultados del Censo del 2000, México, 2002. 2 El currículo es el vehículo para la adquisición de tres tipos de aprendizajes por parte de las y los alumnos; informativos o de instrucción, socializantes y estraescolares. Presenta tres modalidades que son el currículo formal que supone la promoción de los aprendizajes académicos escritos en los planes y programas de estudio, el currículo vivido que supone los aprendizajes reales efectuados en la vida cotidiana, con sus limitaciones y distancia del ideal formal y el curriculo oculto, que viene a propiciar la transmisión de nociones ideológicas Se reportan para su discusión, algunos de los resultados de un estudio de caso exploratorio sobre la influencia que ejercen las prácticas curriculares en la construcción social del género en algunas mujeres estudiantes de secundaria estatal oficial en el municipio de Ecatepec.1 En esta investigación se define al currículum como una construcción social y cultural, como un modo de organizar un conjunto de prácticas educativas humanas institucionalizadas, en el contexto de circunstancias históricas, políticas y socio-culturales específicas, en que tiene lugar la enseñanza adecuada a fines y procedimientos considerados como valiosos por el grupo que ostenta el poder de educar y de definir el contenido de la “buena educación”. Entre las prácticas curriculares a las que nos referimos se insertan o entrecruzan, por ejemplo, la práctica docente, la práctica social y las prácticas pedagógicas. Estas, entre otras más, vienen a ser el reflejo material y socialmente construido de ciertas pretensiones que se tienen para la institución escolar como reproductora social de ideologías y manifestaciones culturales particulares. Así, se privilegia a aquellas que se consolidan como hegemónicas y en su contenido incluyen, se instrumentan y se reproducen los códigos del género avalados por el régimen de género de la cultura escolar local y del orden de éste en el contexto social más amplio. El currículum, en tanto proceso, consta de tres dimensiones, la formal, la real y la oculta.2 Se verifica en los diversos tiempos y espacios que son escenarios de la interacción social escolar en que son construidas, entre otras, las identidades de género en la escuela. Así, las coordenadas tiempo/espacio/experiencia del mundo • 63 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López vivido, las prácticas cotidianas y las dimensiones del currículum formal-vivido-oculto, se fusionan, entretejen y marcan el sentido de los modos particulares de ser y de actuar de estas estudiantes. Ubicada en esta noción de escenario que plantea el mundo escolar juvenil para sus actores sociales, los objetivos de la investigación exploratoria que se reportaron fueron: 1) Analizar los procesos de construcción de identidades de género en mujeres estudiantes de secundaria, ubicándoles en su contexto histórico y sociocultural escolar local. 2) Conocer la capacidad de negociación de estas chicas ante el entorno escolar y en los modos de significación de sí mismas a partir de las experiencias vividas en sus interacciones sociales escolares y prácticas curriculares del nivel escolar. 3) Analizar en qué medida esta negociación reafirma la condición social de subordinación de estas mujeres y la asunción pasiva de los códigos del género o bien genera espacios alternativos para la adquisición de una actitud crítica y consciente de sí mismas. Interesó ubicarnos en este escenario debido a que las mujeres de la región en este rango de edad, son mayoritariamente estudiantes incluidas en este ciclo escolar. De la construcción empírica del problema de investigación se desprende que las condiciones del contexto cultural, económico y social, permiten que las trayectorias de vida de los y las jóvenes de este sector popular urbano sean muy semejantes al iniciar los estudios de secundaria, ya que cerca del 90% de las niñas y niños de 12 años se dedican a estudiar. Sin embargo, según los datos en el municipio de Ecatepec, a partir de los 15 años ambos sexos presentan trayectorias marcadamente diferentes pues menos de la mitad de las chicas siguen estudiando, unas pocas se incorporan al trabajo remunerado y una proporción mayor se dedica a las tareas del hogar. Mientras que más de la mitad de los varones de 15 a 19 años se dedican a estudiar y el resto a trabajar. De igual forma durante el año 2000 el INEGI reporta todavía una gran segregación vocacional y profesional que feminiza las matrículas escolares de la región en las escuelas superiores con áreas de ciencias de la salud, educación y áreas de administración. De esta forma, las trayectorias diferenciadas de vida entre los varones y las mujeres jóvenes en Ecatepec, se expresan en la vida adulta como condiciones desiguales de acceso al trabajo, a la educación, al liderazgo y la autonomía, conforme a la jerarquización e inequidad que favorece a los varones, pues se adscribe predominantemente a las mujeres a roles considerados como “femeninos” (de ayudantía, de asistencia social a: hermanos, enfermos, ancianos; de educadoras o como trabajadoras del hogar, etcétera) con menor remuneración económica y valoración. Dado el avance en los discursos y en estadísticas que muestran mayor acceso de las mujeres a las escuelas, se ignoran estos datos que reportan diferencias significativas por género, de manera que poco se sabe sobre los mecanismos sociales y subjetivos que llevan a esta diferenciación. La investigación ha pretendido abonar algo en este aspecto rescatando el sentido intersubjetivo de estas mujeres y su posicionamiento en tres aspectos que parecen fundamentales: 1) Respecto a su asunción e integración normativa de los códigos de género sobre el “ser mujer”. 2) Respecto a sus estrategias particulares asumidas como mujeres en diversidad, y 3) Respecto del compromiso o deseo de transformación de su realidad mediante un proyecto futuro de vida personal y escolar ya fuera apoyado en redes grupales o bien independiente de la alteridad. Para la exposición de los resultados se explicará cuáles fueron los procedimientos y herramientas utilizadas así como los apoyos teóricos, conceptos y categorías que emergieron de los datos de la investigación. Se presenta posteriormente una síntesis de los hallazgos más importantes con relación a la construcción social de identidades de género, en el contexto de las prácticas curriculares del nivel secundaria de cinco casos, para ilustrar con éstos, ejemplos de la complejidad y diversidad existente en las configuraciones identitarias. Se ilustra aquí la importancia e influencia del noviazgo y y cargadas de emocionalidad, no nombradas pero que subyacen a la transmisión del saber-poder y de la autoridad pedagógica que inviste a maestros y autoridades. A la luz del análisis en estos tres niveles de la vida y la cultura escolar, es posible contextualizar y profundizar en las contradicciones de los discursos y las prácticas de la realidad escolar, así como la jerarquía y relaciones de poder que son transmitidas por los códigos del género a través del lenguaje, de la interacción profesor(a)-alumna(o), el manejo de los espacios escolares, etcétera y que dan lugar a una inequidad entre varones y mujeres en el mundo escolar. • 64 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López de grado en el marco de las prácticas curriculares del contexto escolar y social. Para lo anterior, los apoyos teóricos han sido fundamentalmente dos: los aportes de la teoría feminista y el enfoque denominado como construccionismo social.4 Este enfoque se asume como multidisciplinario al hacer confluir en su seno corrientes teóricas y autores de diversa índole, que tienen como característica común su preocupación por el análisis de los discursos y de sus repercusiones en la construcción de los significados mediante la acción-interacción social de los actores en los escenarios históricos y culturales que les condicionan. Reúne los aportes de autores como Foucault; Berger y Luckman del interaccionismo simbólico; Ervin Gofffman; aportes de la teoría feminista; de la lingüística; la etnolingüística y del análisis del discurso, de diversas corrientes interpretativas como la etnometodología, la fenomenología, principalmente. (Szasz, 1996). Además, este enfoque parte del supuesto ontológico de que la realidad humana se construye socialmente y de que epistemológicamente, ésta es accesible únicamente mediante las interpretaciones subjetivas de esa construc- la amistad en la construcción y reproducción de estereotipos de género en el colectivo juvenil. Por último, la reflexión con algunas consideraciones y preguntas que emergen de todo este proceso, para sugerir otras líneas de investigación que profundicen en el tema. La validez de los resultados y afirmaciones son hipótesis de trabajo aplicables al caso que nos ocupa y por tal no se pueden universalizar, sin embargo buscan ilustrar una parcela de nuestra realidad social-escolar mexicana en la zona conurbada. II. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN Y REFERENTES TEÓRICO-CONCEPTUALES La metodología utilizada fue cualitativa a través de la aplicación de entrevistas en profundidad e historias de vida escolar y personal siguiendo las líneas de interés y trayectorias de vida de estas estudiantes. El enfoque de análisis pretendió ser sociológico y no psicológico, para trabajar con las categorías y conceptos de la subjetividad buscando la comprensión de tres campos básicos: a) La reconstrucción de las acciones basadas en las entrevistadas, b) El estudio de las representaciones sociales personalizadas, c) El estudio de la interacción entre sus constituciones psicológicas personales y las conductas sociales específicas que manifiestan. Se ha intentado dar voz a las estudiantes y reconocer su papel activo culturalmente desvalorizado, estigmatizado por la noción de “ser adolescentes”, “carentes de identidad” y sujetos en vías de construcción o en “crisis”, y por tal desautorizados por el discurso adulto para nombrarse a sí mismos, por lo que deben asumir y reproducir el modelo que les asigna el mundo adulto. Más allá de esta estigmatización, la aproximación cualitativa ha permitido indagar que estas chicas perciben a la escuela en tanto espacio público, como un lugar donde experimentan, construyen y negocian tanto represión como formas autogestivas de autonomía; como un espacio que les facilita experimentar cotidianamente la amistad, el juego, el amor, el aprendizaje del “ser mujer” y de igual forma pueden a la vez experimentar subordinación, temor, violencia física y simbólica que la política sexual produce y reproduce en el mundo escolar, tanto adulto como juvenil3 hacia ellas, con diferencias Opongo a esta noción ideológica de “adolescencia” la de “juventud” tomando en consideración que ambas son categorías socio-históricas construidas por las sociedades modernas, pues no siempre existieron los jóvenes como sujetos o como colectivo en las distintas culturas, sino que su denominación surgió en el momento en que hubo lugar por aumento demográfico, cultural y social para estable-cer diferencias en el ciclo de vida humano. Desde la teoría social, se ha considerado relativamente aceptado, denominar adolescentes y jóvenes a todos aquellos sujetos que una determinada sociedad denomina como tales; más allá del debate centrado en lo biológico, sobre si la madurez corporal es suficiente o no, como condición para entrar en el mundo adulto. Esta condición designada como “madurez” es legitimada por un rito que hace las veces de frontera oficial entre un grupo de edad y otro, de acuerdo con las culturas determinadas. (Medina Carrasco; 2000; 17-25). 4 Construccionismo social, el cual parte de los siguientes supuestos: a) Que las condiciones de posibilidad y de inteligibilidad del conocimiento científico son de naturaleza social y por lo tanto histórica, por lo que se impone una labor desconstructiva y hermenéutica por parte del investigador sobre los fenómenos de la realidad y su quehacer mismo como agente de acción en ésta. b) El conocimiento científico no es neutral por lo que se debe indagar en los procesos y las prácticas sociales en que se construye. C) Se debe trascender la idea de las representaciones como condición necesaria para las nuevas orientaciones que planteen más allá de un determinismo cultural, la capacidad de agencia de los sujetos como agentes productores y reproductores de su realidad social. d) Las relaciones sociales presuponen una dimensión simbólica construida mediante las convenciones del lenguaje y la circulación/negociación de los significados como propios de una colectividad, que constituyen el marco de la intersubjetividad. (Ibáñez 1996; 225-228). 3 • 65 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López ción como conocimiento o representación de la realidad, en función del contexto y del discurso que se utiliza para tal representación. Conforme a lo anterior, entonces es importante considerar que las diversas interpretaciones para concebir a las identidades, y particularmente las de estas estudiantes, implica una acción reflexiva respecto de los distintos escenarios que ofrece el contexto y el discurso local escolar en que se les nombra y construye, conforme a un sentido que puede variar por el lugar o sujeto de la enunciación, así como por sus posibilidades y alternativas, en tanto agentes de su autoconstrucción como mujeres. Reconocer tal diversidad de interpretaciones me implicó metodológicamente una acción reflexiva, a partir de la recuperación de las historias de vida que cuentan algunas (os) estudiantes y de la interpretación de las interacciones sociales que guardan como pares entre sí y con los adultos; así como de sus historias encarnadas o novelas corporales5 que se observaron o que fueron relatadas por las y los estudiantes. Respecto a las categorías de análisis se define a la identidad de género como una más de las identidades sociales que posee un (a) sujeto; es la construcción simbólica que organiza subjetiva y objetivamente ideas, imágenes, atributos y modos de autosignificación y alteridad para estas jóvenes mujeres sobre sí mismas como personas femeninas; se expresan en ubicaciones que son asumidas en forma temporal o fugaz, en tanto estrategias y como acciones políticas de autodefinición y posicionamientos que les permiten actuar en su relación social dentro de un determinado escenario en el mundo escolar, con un devenir histórico y cultural específico. Más que un etiquetamiento fijo e inamovible o acabado, son ubicaciones o mascaradas, relato y narración de sí mismas que adoptan estos sujetos como mujeres, con un sentido histórico y social de su accidentalidad, de su inserción en redes juveniles escolares en las que construyen formas específicas de adopción o resistencia ante los códigos del género que les impone el mundo adulto. Así, la identidad no es una condición (sustancia o esencia) sino un proceso en tanto acción del yo sobre sí mismo y su identificación, que implica a la vez acción sobre el mundo y de este último sobre el yo. Este proceso se concreta en una historia particular, a la vez objetiva y subjetiva, que se relata, se vive y se actúa. Que está determinada dialécticamente en tanto que los seres humanos existen, porque son en el mundo y en este sentido con dos posibilidades para cada sujeto; la capacidad de apropiarse de sí mismo o bien de perderse y existir de una manera no propia (Bizberg; 1989). Se define en estas estudiantes a la “identidad para sí”, como un modo estratégico de percibirse a sí mismas como mujeres en diversidad, que les permite formas autogestivas y constructivas de su autonomía personal presente y futura, de acuerdo al margen relativo de su ubicación y recursos sociales, emocionales, psicoafectivos y económicos, que les posibilita hacerse cargo de sí mismas y comprometerse en un proyecto de vida personal y profesional.6 Además de la categoría de género, se adoptaron tres conceptos fundamentales: la experiencia vivida, el concepto de conflicto y por último, el de autonomía. La experiencia vivida es la mediación simbólica (pensamientos, deseos, palabras, imágenes) que el sujeto construye a partir de la interacción con los objetos y sujetos de su realidad inmediata, que se inscribe en las relaciones de poder, sociales e históricas en que vive (Cfr. Skeegs, 1999; 10). Es una construcción de la realidad y de nuestra inserción en ella, que los sujetos elaboramos cognitivamente y que nos reconstruye a partir de las vivencias cotidianas. El conflicto, como categoría general remite al desfase, contraposición y desacuerdo entre los intereses de los 5 Adopto este término para designar aquello que cuenta el cuerpo de una persona sobre sí misma, a través de marcas o rasgos observables en su apariencia y fisonomía. (Baz, 2000). 6 Después de revisar los debates que guarda la definición de las identidades tanto en el campo de las ciencias humanas y la teoría social, así como al interior de la propia teoría feminista, es importante mencionar que la categoría de identidad, entendida como proceso, es una construcción simbólica que puede ser asignada por el grupo social de pertenencia y a su vez asumida o rechazada con las formas particulares que cada sujeto adopte en lo individual, a partir de su subjetividad particular. Esta construcción simbólica puede considerarse como tal, en tanto que expresa la capacidad de reflexividad de cada sujeto respecto de la acción social en que se desarrolla. El debate sin embargo, no está resuelto en virtud de que nos refiere a un proceso complejo y dinámico, susceptible de cambios constantes, quiebres y transformaciones que expresan las formas diversas en que el sujeto es sujetado por ideologías, normas y valores con los que interactúa en su cultura local y a los que, en lo personal, es capaz de resistir de formas diversas, modificar o asumir según las elecciones que marca su biografía particular. • 66 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López la receptividad, la actitud obediente, dócil, cooperativa hacia el estudio, hacia el trabajo y en general, el servicio hacia el grupo escolar, como comportamientos y actitudes apropiadas a su “ser mujer”. De igual forma se reprime en ellas la actividad y la experimentación de sus esquemas corporales y de actitudes eróticas que les permitan experimentarse en su sexualidad. Aunque como demuestran los casos revisados los modos de resistencia y autoconstrucción identitaria de cada una de las actoras en diversidad, permiten espacios de transformación o reproducción. Entre estas (os) jóvenes, la escolaridad es semejante a una clase social de pertenencia, que se convierte en una variable identitaria, en la que se expresan diferentes grados de intereses y necesidades compartidas, valores ideológicos asignados por parte del sistema normativo, político-social y por el régimen simbólico del género que se vive en el escenario local y que se instrumenta a través del currículo en sus tres dimensiones, a través de las interacciones sociales entre pares y adultos, donde se generan también espacios de resistencia y transformación sobre los códigos de género asignados, a pesar de que las identidades de género de estas estudiantes se ven influenciadas por estas prácticas curriculares, así como por otras instituciones como la familia, la religión de pertenencia y los medios de comunicación que les adscribe y estigmatiza como objeto del consumismo. Éste, sin embargo, es también el marco para la integración de redes diversas, abiertas o cerradas, flexibles, que generan sobre todo a través de la amistad y el juego, espacios para la experiencia no mediada, medio de autoconstrucción entre las y los jóvenes, donde estas actoras sociales pueden, con diferencias de grado, interactuar oponiendo resistencias diversas para apropiarse de sí mismas en forma independiente del colectivo adulto o bien de sus pares en el mundo escolar; o eligen integrarse asumiendo las asignaciones y estigmatización del mundo adulto para las mujeres de su edad escolar. En mi aproximación a este objeto de estudio, se ha observado que las autosignificaciones que obtiene cada estudiante sobre sí misma a partir de la mirada de los otros y de los atributos que se le asignan como persona femenina, son factores que pueden movilizar, según el caso, la confianza y un sentido de seguridad de sí misma, o bien por el contrario, pueden movilizar sujetos particulares y aquellos impuestos por el grupo social-cultural (en este caso el contexto escolar), de manera que las estudiantes tienen que mediar y negociar tanto en lo social-interpersonal como en lo interno (intrapersonal) con por lo menos dos ideas del mundo, dos situaciones o dos significaciones sobre sí mismas: las que mantienen para sí y las que asimilan y ofrecen para los otros (Horney, 1945). Así, el conflicto es propulsor del accionar o movimiento hacia la toma de decisiones. Las elecciones para sí y las elaboraciones parciales sobre sí mismas, son un factor importante para los espacios de mayor o menor libertad que las mujeres adquieren como estrategias o puntos de partida, que las posibilita en su negociación de significados de autopercepción y respecto de ésta con relación a su contexto social escolar. La autonomía es importante en estas estudiantes, ya que es la posibilidad de acción y elección que tienen en tanto sujetos que actúan en su interacción social, que les permite asumir su capacidad como modificadoras de su realidad social, a través de sus respuestas comunicativas, fundamentalmente a través de su discurso, que construye el mundo como objeto y mediante el cual se construyen y se nombran a sí mismas como mujeres. Un último concepto fue: la mirada, como constructora de imágenes en espejo fundantes en la autosignificación a través de las asignaciones y expectativas de los(as) otros(as). III. PRINCIPALES HALLAZGOS: NOVIAZGO Y AMISTAD EN LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LAS IDENTIDADES DE GÉNERO, DE LAS Y LOS JÓVENES ESTUDIANTES DE SECUNDARIA Ante la pregunta inicial sobre: ¿Cómo influyen las prácticas curriculares del nivel secundaria en la construcción social del género, estas chicas? Se Concluye que en los casos analizados, a través de la instrumentación y vivencia de las tres dimensiones del currículo, se transmite un modelo hegemónico sobre el “deber ser de la feminidad” culturalmente asignado y que comparte el colectivo escolar. Este modelo hegemónico consiste en una serie de valores, prescripciones y mensajes, a partir del régimen simbólico del género que son promovidos a través de sus prácticas curriculares cotidianas con la expectativa de que estas estudiantes asuman la pasividad, • 67 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López la angustia, el miedo y un sentido de inseguridad como elementos estructurantes en la configuración del núcleo de sus identidades en lo individual. Según la orientación de estos procesos, las configuraciones identitarias construidas pueden ser mantenidas por la (el) sujeta (o) en una forma temporal, dinámica y de innovación, o bien por el contrario, con mayor rigidez y empobrecimiento de su personalidad, por falta de innovación debido a su fijación en ciertos “modos de ser” privilegiados como meras defensas ante el exterior. El análisis aplicado, utilizando las categorías arriba expuestas, permitió ubicar en lo general dos tendencias que pueden ser asumidas en la configuración de las identidades que construyen las actoras con diferencias de grado, a las que se ha denominado como: a) Identidades integradas con la El último caso, una estudiante de primer año a quien los maestros y compañeras(os) reconocen como “trabajadora y responsable” y en quien delegan responsabilidad y amistad, ilustra cómo a pesar de su temprana edad, esta chica muestra un juicio crítico y actitud vindicativa hacia las mujeres y grupos minoritarios discriminados, por lo que su configuración identitaria puede ilustrar una más, de tantas formas de emergencia como puede tener la configuración de un tipo de identidad “feminista”. Con el consabido debate no concluido que tal concepto puede tener. En cada uno de estos cinco casos se registran diferencias sustanciales y que dan bases para concluir que las identidades en un sujeto, son a la vez complejas y contradictorias. Se van definiendo en la historia y temporalidad de ésta, en forma electiva o bien mediante gesticulaciones y apariencias automatizadas por las rutinas, identificaciones, exclusiones, según el grado de intimidad o anonimato que establece en sus interacciones con grupos dentro de las prácticas curriculares de la escuela secundaria.8 En estos cinco casos analizados, se muestra además que en el contenido de las identidades de género de estas estudiantes sigue prevaleciendo como valor internalizado el “ser para los otros”, tanto como “el ser en función de los otros”. En el estudio de estos casos el relato subjetivo9sobre las identidades personales expresa que éstas en lo grupalidad, y b) Identidades segregadas respecto de la grupalidad. Con relación a los procesos de construc- ción social del género en estas jóvenes estudiantes, después de entrevistar a varones y mujeres estudiantes en lo individual y en colectivo, se seleccionó y analizó en profundidad cinco casos que ilustran modos distintos de experimentarse como mujeres en el medio escolar que se expondrá a continuación:7 En el primer tipo se encontró dos configuraciones identitarias integradas a la grupalidad, dos estudiantes de tercer año que expresan en su relato significativas diferencias entre sí a pesar de mantener su orientación de identificación y apego hacia el colectivo de adultos para la primera y del juvenil en el segundo caso. En el segundo tipo de orientación, identidades “segregadas de la grupalidad”, tres casos que también guardaban significativas diferencias entre sí: El primero, ilustra la adopción de un modo de feminidad denominada como pervertida por la doble moral patriarcal de su medio social, se refiere a que en su modo de ser mujer, en la escuela elige practicar los juegos de la victimización, combinados con la seducción que dirige hacia los varones, compañeros de la escuela o incluso ajenos, o profesores, por lo que es excluida de sus grupos de pares en general. El segundo caso en esta orientación segregada de la grupalidad, expresa los rasgos típicos de la elección de una feminidad tradicional que pervive en la escuela, dónde refleja su asunción de los modelos tradicionales de feminidad asignados a la madre-esposa. 7 Para una revisión más detallada sobre el contenido de cada uno, remito al lector al documento de investigación más amplio. Cfr. Ana Laura Lara López. La construcción social del género en mujeres estudiantes de secundaria en el Estado de México. Tesis de Maestría en Especialización en Estudios de la Mujer y de Género, 2003. UAM Xochimilco, 229 pp. 8 En este sentido la identidad es también adecuación, que puede ser vivenciada como un fenómeno de integración, adaptación o identificación, en que cada actora puede fusionarse con la grupalidad y potenciar su sentimiento de “sí misma” en la experiencia grupal, “ser con su grupo” y expresar, en grado relativo según los casos, un fenómeno de adaptación/integración, ya hacia el grupo adulto o hacia el grupo de pares, como han sido en los casos de Leticia e Inés respectivamente. 9 Es posible observar, a partir de estos casos, que la subjetividad y la identidad no son conceptos sinónimos. La identidad en lo individual, es un ámbito más que se construye en la subjetividad de cada sujeta(o) a partir de su percepción de un “mundo particular”. La diferencia entre ambos conceptos radica en que la subjetividad de un(a) sujeto(a) abarca, en un sentido amplio, todos los ámbitos de su experiencia en • 68 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López el sentido fenomenológico no se concibe a la conciencia como entidad, idea o estructura, sino más bien como la intención del sujeto que se dirige a la apropiación del mundo como objeto de su interacción y conocimiento. Las diversas entrevistas realizadas permiten expresar que la única constante en los procesos identitarios de cada una de estas chicas, es que cada una posee una identidad diversa en forma tan compleja, reflejo de sus condiciones sociales y de marcas vitales “sedimentadas” a lo largo de su experiencia de vida. De manera que cada quien privilegia y enfatiza en su “auto-narración de sí misma” un contenido específico, de acuerdo con el papel o rol que actúa en un escenario temporal de su acción social disminuyéndose en ese momento la expresión ante sí misma de los otros roles identitarios que conviven en la complejidad de sus interacciones sociales escolares; es decir, con sus compañeras es de un modo, en el aula frente al maestro de otro según el área, actividad o materia, frente a los padres aún se vive diferente. Así ante sus interlocutores, se enfatizan algún(os) de sus rasgo(s) y se ocultan otras informaciones, de acuerdo a sus expectativas de tal interacción y del vínculo que espera proyectar y establecer frente a su(s) interlocutor(es). Al entrevistar a estas chicas se intentó enfatizar en sus narraciones cómo impacta la complejidad cultural del currículo del nivel escolar y se proyecta en la complejidad de las propias identidades en lo personal. Intentar demostrar que éstas se conforman por la internalización de asignaciones culturales sobre “lo femenino y lo masculino” que se viven y actúan a través particular son heterogéneas ya que tienen elementos descriptivos, otros interpretativos e incluso elementos sin elaborar que la sujeta hilvanaba en su relato al ser entrevistada, con la finalidad de hacerse de una autonarración y obtener coherencia y congruencia para sí misma y ante mí. Más allá de esta intencionalidad, la identidad se expresó también objetivamente en la historia, espacio, tiempo y contingencia de cada sujeta en tanto persona que “es en el mundo escolar” y que comparte una intersubjetividad con los(as) otros(as) a través de las prácticas curriculares del nivel secundaria. En el mundo escolar esta objetivación de las identidades tiene como coordenadas para su emergencia, la accidentalidad de tiempos y espacios diversos. A su vez, esta accidentalidad supone quiebres, rupturas, contradicciones, cambios y por lo mismo, dinamismo e innovación, que son factores de distinguibilidad entre una y otras(os) sujetas(os) entrevistadas durante la investigación. Así, según muestran los distintos relatos escuchados, las identidades no pueden ser fijas, pues objetiva y subjetivamente mantienen un dinamismo acorde con la articulación entre la asignación socio-cultural y la construcción que ante ésta opone cada actora. De manera que uno u otro elemento viene a romper el aparente anquilosamiento o estatismo en el “ser” planteando ya sea fragmentación o cambio en los modos de ser que privilegia cada sujeta. Así, en la síntesis subjetiva que cada una de estas sujetas relató sobre su “hacer en su mundo escolar” se narraba en el presente, pero difícilmente la identidad estuvo actualizada como un constructo homogéneo. Por ello es posible afirmar que hay áreas de la subjetividad que se actualizan mientras otras permanecen rezagadas indefinidamente debido a que la experiencia cambia rápidamente pero es conservada en la memoria por más duración. Es por ello que en el contenido de las identidades de género, valores tradicionales que se construyen a partir de los códigos de la feminidad y que son transmitidos de una generación a otra, son mantenidos junto con constructos emergentes de innovación que emanan de la experiencia particular de cada sujeta.10 A través de la subjetividad expresada en el relato de las entrevistadas ubicadas que en tanto fenómeno subjetivo la identidad se ubica en la conciencia, pero en general, el total de sus percepciones, valores, creencias, expectativas en torno al mundo exterior e interior y demás funciones cognitivas. Mientras que la identidad personal, estructurada subjetivamente por cada uno(a), da cuenta exclusivamente de aquello que gira en torno a su existencia como “ser”; a los afectos que dirige hacia el yo, la alteridad; la integración o diferenciación en su concepción del “nosotros”. Así, la identidad personal emerge de la inter-subjetividad con la colectividad y plantea una narrativa por parte de la sujeta(o) que se estructura como única e irrepetible. 10 De esta forma las auto-representaciones identitarias pueden permanecer detenidas en otro tiempo, sujetando imágenes del “sí mismo(a)” como ubicadas en otros espacios. Según los deseos privilegiados por la sujeta entrevistada o bien por las circunstancias de peligro que supone, para ella, el abandono de estas imágenes de sí, con lo que se experimenta por la sujeta una cierta fijación y empobrecimiento personal, como muestran dos de los casos, Lupita y Martha Patricia. • 69 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López de las prácticas pedagógicas y del régimen de género que instrumentan los códigos del currículum, como a la vez por las creaciones que las y los sujetos particulares realizan en la apropiación de su experiencia particular, como veremos a continuación. Uno de los principales hallazgos de esta investigación en la colectividad juvenil, fue ubicar al noviazgo y la amistad, como dos mecanismos característicos de las interacciones sociales juveniles del currículo vivido y oculto en esta escuela.11 El noviazgo y la amistad son iniciados como prácticas que extienden las experiencias del “juego”, que además ritualizan e instituyen la inclusión de los códigos del género en la experiencia individual y colectiva de estas jóvenes estudiantes, ya que movilizan con “la mirada de las y los otro(s)” elementos de la intersubjetividad. Así, simbolizan jerarquías, valores, poder y otros procesos que coadyuvan a la ritualización de los códigos del género que son reforzados por la repetición, la imitación y la costumbre, en sus comportamientos juveniles en la escuela. Pero algo significativo es que a diferencia del noviazgo, la amistad inculca valores más positivos para estas estudiantes en general. Ya que la amistad vivenciada sobre todo en pequeños grupos de mujeres estudiantes, expresa los recursos sociales que coadyuvan a su autonomía, mediante redes abiertas y flexibles, que por otro lado, son opuestas con el alto grado de hostilidad que también existe entre mujeres en este mundo escolar local. Ante esta realidad polarizada se tiene una nueva hipótesis a investigar como un trabajo en continuidad a éste, que es a grandes rasgos, indagar si existe alguna correlación entre la gran represión que el mundo escolar impone a la mujer sobre su agresividad natural e intrínseca y la fuerte agresividad o rivalidad que se manifiesta entre mujeres estudiantes como único espacio que permite su expresión sin castigo social. En la grupalidad, como conductas obligadas para apoyar al propio género, la diferencia sexual establece tensión y conflicto entre mujeres y hombres estudiantes en las diversas tareas y actividades que instrumenta el currículo. Se constituyen en colectivo como dos grupos de pertenencia en los cuales los estudiantes establecen competencia, se descalifican, se agreden, etcétera. El mundo adulto y los varones estudiantes, entre sí, minusvaloran “lo femenino”. Por su parte, como colectivo, estas mujeres estudiantes en la grupalidad escolar, retan y resisten los mensajes que mantiene la comunidad escolar sobre lo femenino como frágil o pasivo y establecen con coraje la competencia grupal con los varones. Su mayor triunfo lo establecen por el logro de mejores calificaciones que los varones de su edad o de premios y estímulos que les otorgan las y los docentes, quienes paradójicamente sólo las ratifican como mejor portadas y más productivas o cooperativas que los chavos. Ante la violencia física que les impone la interacción cotidiana con sus pares varones, se atrincheran en la autodefensa apoyándose en su grupo de “amigas” y adoptan una serie de conductas y comportamientos activos, violentos, de subversión en veces, en imitación de sus pares varones u otras en forma creativa y solidaria que emerge de su interacción entre mujeres de esta comunidad escolar. En su mundo escolar local, estas mujeres están sujetas a una fuerte violencia en todas sus formas, condicionada por el medio de pobreza material y cultural que caracteriza a la región,12 y además, por la vivencia específica de su condición de género dentro de su mundo escolar del nivel secundaria, en la cual, por depender económicamente del adulto y ser estigmatizadas como “adolescentes”, se ven sometidas en tanto mujeres, a la restricción del conocimiento, manejo y uso de sus cuerpos. Según testimonios de algunas de estas jóvenes y de acuerdo con su personal experiencia, ante estos valores, normas y experiencias de sí mismas respecto de su cuerpo, las estudiantes expresan respuestas de apropiación de éste en grado relativo, ya sea de su autoapropiación o bien de enajenación y desconocimiento sobre el mismo, por ejemplo en su salud o enfermedad, Al respecto Ritzer explica:“En un nivel específicamente societal, Mead define a las instituciones sociales como “la respuesta común de una comunidad… los hábitos vitales de la comunidad… Toda comunidad actúa hacia el individuo en determinadas circunstancias, en una forma idéntica… se produce una reacción idéntica por parte de toda la comunidad. Es así como se forma una institución… llevamos en torno nuestro este conjunto organizado de actitudes que, principalmente a través del “mí” sirven para controlar nuestras acciones”. Cfr. George, Ritzer. Teoría sociológica contemporánea, Madrid, McGraw Hill, p. 236. 12 Un dato interesante que nos aporta el INEGI (2000) en sus Tabulados básicos sobre menores infractores y delincuencia, en el Estado de México, es que el 82.7% de esta población son varones que han llegado a cursar estudios de primaria y secundaria, mientras que el otro 17.3 corresponde a mujeres, menores de edad que en su mayoría no han tenido instrucción. 11 • 70 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López autoconocimiento, erotismo, por ejemplo, en el contexto de una doble moral, si la joven opta por la exploración de sus sensaciones corporales y la vivencia de su relación con el otro sexo a través del juego, besos, caricias o contacto sexual, se ve inserta en una doble dinámica en donde por un lado puede lograr el autoconocimiento corporal y una autonomía relativa. Por otro lado y con diferencias de grado, esta misma exploración experiencial la conduce a la estigmatización desde el exterior, incluso no sólo por los adultos sino entre su propio grupo de pares, que puede asignarle calificativos como “machorra”, “marimacha”, “golfa”, “prosti”, “vaguilla”. Mediante los códigos del género reproducidos por el medio escolar, se reprime y legitima la necesidad de que estas chicas no adopten o bien abandonen tales comportamientos de auto-reconocimiento personal, promoviendo una pasividad adaptativa, como un costo que pagan por la aprobación exterior. Aunque no es generalizable, fue posible observar que en este mundo juvenil existen grupos de mujeres que en lo individual o en lo colectivo ejercen grados relativos de violencia y de severas críticas hacia sus compañeras, a través del “chisme”, los “celos” y las peleas callejeras casi siempre “por un chavo”, envidias o miradas mal entendidas, y las más de las veces, la comunidad estudiantil femenina no logra articular redes sociales más amplias de solidaridad entre ellas, la mayoría de sus redes se ven quebradas en corto tiempo por malos entendidos. Un dato característico sobre este rasgo de la diferencia sexual juvenil es que, según las observaciones en el campo, las redes de los varones por lo general incluyen solidariamente a otros miembros masculinos que pueden ir desde los 11-12 integrantes de “su equipo de football”, a los 30 miembros de “su grupo” escolar o incluso rebasar su ubicación de grado escolar y “ser amigos y apoyarse en peleas contra otros grupos o de otras escuelas o pandillas fuera de la escuela”. Mientras que las redes que forman estas mujeres estudiantes, a lo sumo, reportan tener por lo general como máximo 7 u 8 integrantes, las más de las veces son de 3 a 5 amigas que simpatizan dentro de un mismo grado escolar o en interacción con otros grupos de diferente grado dentro de la escuela. En este mismo sentido, es posible afirmar, con base en lo expuesto, que en el medio escolar local se adscribe a las mujeres a una serie de comportamientos pasivos y se intenta nulificar cualquier impulso o rasgo de agresividad a través de la exigencia moral impuesta por los adultos y reproducida por los jóvenes, con la clara intención de reforzar la jerarquía de los sexos. Sería interesante, como una investigación posterior, indagar si existe alguna correlación entre la represión cultural de la agresividad en las estudiantes y las constantes peleas o ruptura de redes de apoyo entre mujeres, como el único espacio donde pueden dejar fluir sus impulsos de hostilidad y agresividad. Estas estudiantes experimentan su inclusión en el orden simbólico del género a través de su integración a sistemas simbólicos de prestigio, estatus, jerarquía y diferenciación en sus relaciones con varones y otras mujeres estudiantes, donde el valor y prestigio se adquieren en función de su relación con la autoridad-saber-poder o bien por la relación de noviazgo con los varones de su edad. Un tercer factor está dado por la internalización y objetivación de los valores de consumo que las cosifican, en tanto sujetas a la “moda juvenil”. Así, son reconocidas por “ser la preferida del (a) maestro(a), por estar en la escolta, por participar en la “ceremonia”, por ser “amiga de”, “novia de”, o porque “trae, viste, porta o se peina como...”. Además de su instrumentación en las prácticas curriculares, estas estudiantes en lo general, experimentan e internalizan los modelos hegemónicos sobre la “feminidad”, que les transmiten en forma indirecta o mediada, los medios masivos de comunicación. Ya que a pesar de los limitados recursos económicos de la mayoría de este grupo, están a su alcance una gran cantidad de programas televisivos, telenovelas, películas y revistas varias, cuyos mensajes se traducen en la internalización de modelos estereotipados sobre “lo femenino” en su edad. Imaginarios, valores, etcétera, cuya consecuencia es la imposición de modas no sólo en el uso de prendas, objetos y apariencias, sino en prácticas tendientes hacia la anorexia, cada vez más expresadas en este grupo etario. A pesar de todo lo anterior, las condiciones de cambio económico, político, social y cultural en la región, han permitido la diversificación de significaciones de la “feminidad tradicional” en forma paulatina, otorgando prácticas heterogéneas en la vivencia de los códigos del género y permiten hechos como la inserción de las mu- • 71 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el Municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López disvalores del sexismo, discriminación y segregación en todas sus formas de autoritarismo y negligencia. Es el medio para lograr enfrentar los múltiples conflictos creados por intereses, accionando puentes, nudos de apoyo que potencien el sentido de “humanidad” de las y los actores sociales, para crear espacios comunes de libertad, apoyo y equidad que instrumente la ciudadanía de las mujeres. jeres, cada vez en aumento, en el trabajo extradoméstico y remunerado. IV. A MANERA DE CONCLUSIÓN Con base en lo anterior, considero que el reto ante las pedagogías autoritarias es transformar estos marcos de interpretación sobre los(as) sujetos(as) juveniles y construir un conocimiento sobre la diversidad de la realidad de este grupo en tanto “sujeto”, con especificidades histórico-sociales, y destacar el carácter polisémico que subyace al concepto de adolescente en los variables marcos de su enunciación y significación que se asigna en las prácticas curriculares en general, y considerar en particular las características específicas como pueden ser, entre otras, la clase a la que pertenecen, las relaciones de género, entre otros, de la cultura escolar local. A partir de los resultados obtenidos es posible apuntar como líneas de seguimiento a esta investigación, la continuación de este estudio en dos sentidos, uno longitudinal, que desarrolle el seguimiento a estas sujetas en cuestión, con la finalidad de observar en el tiempo cambios futuros en la estructuración subjetiva de sí mismas, vinculados al cambio de ubicación espacial, temporal y en su ciclo de vida. O bien, ampliar esta investigación profundizando sobre la construcción de las identidades masculinas en lo individual y en lo colectivo, que al momento no han sido estudiadas en profundidad en el medio escolar en México. Un aspecto más interesante para investigar cualitativamente y desde la subjetividad de las mujeres, es la importancia que guarda en su ubicación identitaria, el vínculo que establecen con “el padre”. El psicoanálisis feminista ha profundizado en el estudio de la relación entre madres e hijas y su conflictividad, pero el vínculo entre padres e hijas ha sido muy poco estudiado. Por último, también es importante continuar investigando en las prácticas curriculares la constitución de redes abiertas a la interacción, flexible e integral, de estas actoras con otras más en su medio, buscando respuestas a la conflictividad, tan manifiesta en las relaciones entre mujeres, y buscando aclarar problemáticas e indagar posibilidades. Ante los dilemas y debates que presenta el estudio de las identidades, las instituciones y las redes sociales son el tema en cuestión; donde los actores se convierten en los agentes colectivos que pueden transformar los BIBLIOGRAFÍA BÁSICA Alberti Manzanares, Pilar, 1993. “La identidad de género y etnia desde una perspectiva antropológica”. México, Ponencia presentada en el XIII Congreso Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnológicas, 4 de agosto, 28 pp. Bajtin, Mijaíl M., 2000. Yo también soy (fragmentos sobre el otro), México, Taurus, (la huella del otro), selección, traducción, comentarios, prólogo de Tatiana Bubnova, 172 pp. Baz, Margarita, 2000. “La mirada del psicoanálisis: cuerpo erótico, cuerpo fantasmático y cuerpo lenguaje” en Metáforas del cuerpo. Un estudio sobre la mujer y la danza, México, PUEG/Porrúa. Bizberg, Ilán, 1989. “Individuo, identidad y sujeto” en Revista de Estudios Sociológicos, México, volumen VII, Núm. 21, sept.-dic., Trad. Francisco Zapata, El Colegio de México, pp. 485-545. Bourdieu, Pierre y Jean Claude Passeron, 2000. La reproducción. Elementos para una teoría del sistema de enseñanza, México, 3ª. 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Estigma, la identidad deteriorada, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 172 pp. Rogers, Annie G., Lyn Mikel Brown y Mark B. Tappan, 1994. “Interpreting Loss in Ego Development in Girls: regression or ressistance? en Lieblich, Amia y Ruthellen Josselson (Ed.) Exploring Identity and Gender: The narrative Study of Lives. Thousand Oaks, Sage Publications, Vol. 2, pp. 1-36. –––1986, La presentación de la persona en la vida cotidiana, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 272 pp. Hatcher, Sherry L. 1994, “Personnal Rites of Passage: Stories of College Youth” en Lieblich, Amia y Ruthellen Josselson (Ed.) Exploring Identity and Gender: The Narrative Study of Lives. Thousand Oaks, Sage Publications, Vol. 2, pp. 169-195. Skeggs, Beverley. 1999. Seeing Differently: Ethnography and Explanatory Power, en Australian Research in Education Journal, Lancaster, Instituto de Estudios de las Mujeres, Universidad de Lancaster. 15 pp. Horney, Karen, 1945. Nuestros conflictos internos, Buenos Aires, Horme, 230 pp. Ibáñez, Tomás, 1994. Psicología Social Construccionista, México, Universidad de Guadalajara (Fin del Milenio), 336 pp. Szasz, Ivonne y Lerner Susana (comp.). 1996. Para comprender la subjetividad. Investigación cualitativa en salud reproductiva y sexualidad, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, 255 pp. Lamas Marta, 2000. “Diferencias de sexo, género y diferencia sexual” en Cuicuilco. Revista de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Nueva Época, Vol. 7, No. 18, enero-abril. (Antropología y psicoanálisis), pp. 95-118. Valenzuela Arce, José Manuel, 1991. “Modernidad, postmodernidad y juventud” en Revista Mexicana de Sociología, México, Año LIII/Núm. 1, Enero-Marzo de 1991, pp. 167-202. Melucci, Alberto, 2001. Vivencia y convivencia. Teoría social para una era de la información, Madrid, Trotta, 181 pp. Valenzuela, Arce (coord.). 2000 Decadencia y auge de las identidades, Cultura nacional, identidad cultural y modernización. México, El Colegio de la Frontera Norte- Plaza y Valdés Edit., pp. 13-44. Medina Carrasco, Gabriel (comp.), 2000. Aproximaciones a la diversidad juvenil, México, El Colegio de México, 355 pp. • 73 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu (primera parte) Mario E. Hernández Chirino* LA FUNDAMENTACIÓN GNOSEOLÓGICA A TRAVÉS DE LA CENTRALIDAD DEL CONCEPTO VIVENCIA con autores como Erving Goffman, Harold Garfinkle o Harvey Sacks, entre otros. La experiencia extra-científica en el joven Dilthey: filosofía, estética, poesía y reflexión sobre la vida. Bases para la fundamentación gnoseológica de las Ciencias del Espíritu. Antes de comenzar con las reflexiones estéticas que se dan en el movimiento romántico y que permea la visión que conformará en Dilthey su reflexión sobre la naturaleza del espíritu humano y de su experiencia vital y de esta manera en consecuencia los fundamentos de su propuesta de “Ciencias del Espíritu”, abordaremos cómo en el joven Dilthey y su pasión por la literatura y en particular la poesía, se entretejen reflexiones centrales que le llevarán a establecer un eje central para las “Ciencias del Espíritu” y que será la idea de vivencia o experiencia vital. El joven Dilthey se encamina a estudiar la “trayec- Es común que se señale que la investigación cualitativa posee un carácter diferente a la investigación de carácter positivista, de ello se resalta el carácter rígido de la investigación denominada como cuantitativa, contrastando con la cualitativa, que no pocas veces sin desconocer su fundamento científico, se le compara con la flexibilidad y apertura que caracteriza a la actividad artística.1 Ante esas afirmaciones consideramos que la investigación cualitativa está cruzada por dos lógicas en su procedimiento: la científica, y la correspondiente a la producción artística. Entender esta encrucijada requiere comprender las raíces que conformaron lo que ahora entendemos como investigación cualitativa, y en ello creemos que se puede encontrar el desarrollo y fundamentación del trabajo que desarrolló Dilthey alrededor del concepto de vida y vivencia en la fundación gnoseológica de las “Ciencias del Espíritu”. Ello tiene su punto de partida de la experiencia extra-científica de Dilthey, que le brindó las bases para el desarrollo de su proyecto y por ello daremos un rodeo que permita una mirada histórica comprensiva. Antes, sin embargo, creemos necesario hacer mención de que la investigación cualitativa en educación, siempre ha estado ligada precisamente a la categoría de vida2 y vivencia, en donde en ocasiones el término de cotidianidad abraza también dichas categorías, tan sólo habría que ver trabajos en diversas investigaciones educativas que tienen como centro esa problemática que es abordada desde diversas disciplinas como la antropología o en las sociologías denominadas de la vida cotidiana,3 toria de la literatura europea en la época moderna”4 y en ello descubre una nueva actitud bajo el imperio de la razón que orienta a la sociedad moderna, nos dice al respecto: “Se inicia con la desintegración del sistema teológico que hasta entonces envolvía el cielo y la tierra con la urdimbre de sus formas y sustancias ficticias, de cuya Doctor en Filosofía y profesor de la División Académica de Educación y Artes. 1 Véase por ejemplo Taylor y Bogdan (1996:23), que señalan que la investigación cualitativa es un arte o Eisner, Elliot W. (1998). 2 Véase por ejemplo un trabajo pionero influenciado desde la antropología en Jackson (1991). 3 Véase por ejemplo Wolf Mauro. (1994) o Coulon. (1988). 4 En Vida y Poesía. (1953). Obras de Dilthey, IV, Fondo de Cultura Económica, México. * • 74 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino red es prisionero todavía Dante, y termina en el momento en que, a partir de Galileo y Kepler, la ciencia de la naturaleza y la filosofía modernas interponen entre la realidad y la poesía su nueva ordenación de los conceptos. He aquí porqué esta poesía ya no busca el sentido de la vida en el reino de los cielos ni se afirma todavía, por obra de los hábitos del pensar científico, en el nexo causal de la realidad. Partiendo de las tramas vitales y de la experiencia de la vida que procede de ellas, esta poesía se lanza a construir una conexión de sentido en que se perciba el ritmo y la melodía de la vida” Dilthey. (1953:18). Con lo anterior se está marcando la entrada de la modernidad resaltando el impulso de la ilustración que va a traer una nueva forma de lenguaje y con ello una nueva sensibilidad en la literatura en pleno siglo XVIII, trayendo con ello nuevos contenidos, nuevos valores y nuevas metas que parten teniendo como centro a la ciencia y el conocimiento de la realidad, “La mirada del poeta se orienta hacia una captación de la vida que ha pasado por la escuela de la ciencia” Dilthey (1953:24), pero ello estará trabado con la lógica de los nexos causales, una trabazón con las cosas en el espacio y en el tiempo y en la causalidad. La realidad humana será expresada literariamente a través de un método realista, que en su expresión se manifestará “la tendencia a enfocar la abigarrada variedad de la existencia humana... en su conexión con la naturaleza común del hombre y con su ideal de humanidad” Dilthey (1953:24), esta nueva mirada que resulta en las vivencias de los poetas en esta nueva época, trae nuevos temas y géneros a la poesía y así “El nuevo drama tiene por base la observación de la vida:5 sus motivos van implícitos en los problemas del tiempo y su acción brota del antagonismo que late en la sociedad existente... sin embargo... se halla ausente la relación entre los conflictos del momento y la tragedia de la existencia humana”. Dilthey (1953:25-26). En las reflexiones iniciales que realiza Dilthey sobre la literatura y la poesía, percibimos dos vetas a destacar y que están conectadas de tal forma que lo llevarán a desarrollar su fundamentación gnoseológica de las ciencias del espíritu; la primera es, cómo en la literatura moderna surge una dirección de expresión por la vida concreta misma, aunque como hemos visto, está encauzada por una perspectiva de nexos causales y que será superada más adelante con los poetas alemanes dentro del movimiento romántico en donde la expresión artística es forjada directamente frente a la vida misma, como resultado de sus vivencias; la segunda, es la reflexión sobre la obra de creación artística en sí, que siguiendo a Aristóteles cae dentro del campo de la actividad formadora, y ello lleva necesariamente a la reflexión estética ligada a la necesidad de la comprensión de la obra artística como algo que, en tanto que forma, da dirección a un ideal de humanidad. El joven Dilthey se adentra al significado filosófico sobre la vida y a la profundidad del significado de vivencia en sus estudios sobre los poetas alemanes; veamos algunas de sus apreciaciones en su ensayo “Goethe y la fantasía poética”, en donde nos dice: “La poesía es representación y expresión de la vida. Expresa la vivencia y representa la realidad externa de la vida... En la vida se me da mi yo dentro de su medio ambiente, el sentimiento de mi existencia, una actitud y una posición ante los hombres y las cosas en torno... En todo lo que me rodea revivo lo que he experimentado antes” Dilthey (1953:127-128). Aquí ya está presente la idea que unifica a las ciencias del espíritu6 y que será la de una captación de la realidad humana como una totalidad que no puede ser fragmentada, sino aprehendida holísticamente, una mirada de conexión entre lo individual como experiencia vivencial y la realidad externa7 en un medio ambiente cultural construido históricamente por la acción humana no carente de finalidades, valores y prestancias subjetivas. Subrayado nuestro. Y que se distancia de las Ciencias de la Naturaleza que fragmenta la realidad en su captación a través del manejo de variables como parte de un procedimiento metodológico que da control y precisión para la predicción. 7 La idea de conexión entre lo individual y lo histórico está presente en el siguiente pensamiento de Dilthey, pero además creemos que se inaugura una problemática que será abordada posteriormente por otros autores como Weber en relación con la acción, la interacción y el problema de la alteridad, “Entre estas experiencias de la vida se encuentra también la urdimbre en la que la «mismidad» del yo se entrelaza con otras personas y con los objetos externos. La realidad de este yo, de las otras personas, de las cosas en torno nuestro y de sus relaciones regulares constituye el armazón de la experiencia de la vida y de la conciencia empírica que se va formando en ella. Podemos designar el yo, las personas y las cosas en torno como los factores de la conciencia empírica, y ésta encuentra su cuerpo en las relaciones entre estos factores” Dilthey (1954:117). 5 6 • 75 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino La expresión literaria que se expresa antagónicamente con el espíritu moderno literario ilustrado, que si bien comienza a observar la vida y a describirla bajo nexos causales, la encontramos en la manifestación pre-romántica de Jean-Jacques Rousseau, muy en particular en sus obras como “La nueva Eloísa” o “Las ensoñaciones del paseante solitario”, donde están presentes las VIVENCIAS como una experiencia interior y EXPRESIÓN DE LA SUBJETIVIDAD del autor, en donde están presentes el soliloquio, el ensoñar como adherencia total a la interioridad de lo particular y sobre todo la rememoración de experiencias y estados emocionales vividos en el pasado. Aquí ya con Rousseau encontramos un interés o sensibilidad que si bien en él es como expresión artística, es como herencia de una sensibilidad cognitiva que busca el expresar y captar la dimensión interpretativa del sujeto y sus vivencias, que hoy en día encontramos en la literatura sobre la investigación cualitativa como “el punto de vista del actor mismo”, con la finalidad de que empáticamente y/o comprensivamente se acceda a lo particular de la realidad humana, como una conexión de la totalidad histórica. En esa sensibilidad cognitiva que busca el expresar y captar la dimensión interpretativa del sujeto y sus vivencias está presente una problemática ligada a la cuestión del tiempo humano, del tiempo subjetivo, lo que para algunos autores es el tiempo kairológico8 en oposición al tiempo cronológico, y esta temática es la de la memoria que implica retener, olvidar y recordar. Gadamer, por ejemplo nos señala “La memoria tiene que ser formada; pues memoria no es memoria en general y para todo. Se tiene memoria para unas cosas, para otras no, y se quiere guardar en la memoria unas cosas, mientras se prefiere excluir otras. Sería ya tiempo de liberar al fenómeno de la memoria de su nivelación dentro de la psicología de las capacidades, reconociéndolo como un rasgo esencial del ser histórico9 y limitado del hombre” (1988:45), con ello surgen nuevos elementos para explorar la dimensión subjetiva en un contexto global que se revertirá en el desarrollo de técnicas para la investigación cualitativa.10 En las metodologías cualitativas que buscan captar esa expresión de lo interior, se destaca por ejemplo el recurso autobiográfico, las historias de vida, la historia oral11, que permita al investigador la comprensión del punto de vista del actor mismo. En los inicios de la li- teratura moderna como expresión artística se encuentra análogamente esta intención que está ligada en una instancia, a la autognosis y a develarse ante la mirada del otro para la comprensión de la situación particular en un contexto biográfico y dentro de un contexto así también histórico-cultural como conexiones de lo humano; veamos un pasaje de “Las ensoñaciones del paseante solitario” de Rousseau: Heme aquí pues, solo en la tierra, sin más hermano, prójimo, amigo ni compañía que yo mismo. El más sociable y el más amante de los humanos ha sido proscrito por un acuerdo unánime. Han buscado, en los refinamientos de su odio, el tormento que sería más cruel para mi alma sensible, y violentamente han cortado todos los lazos que me ataban a ellos. Habría amado a los hombres a pesar de ellos mismos. Sólo cesando de serlo han podido sustraerse a mi afecto. Helos ahí ahora, extraños, desconocidos, nulos al fin para mí puesto que lo han querido. Pero yo, desligado de ellos y de todo, ¿qué soy yo? He ahí lo que me queda por averiguar. Rousseau (1988:12). Del anterior pasaje resaltamos como ejemplo lo que creemos que refleja la intuición que lleva a Dilthey a no solamente distinguir las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu desde una perspectiva ontológica que distingue la naturaleza de los objetos, sino a la fundamentación por un lado gnoseológica que consistirá en el conocimiento de las formas específicas de cómo aprehender las realidades del espíritu, y por otro a la fundamentación de un método comprensivo que sería la hermenéutica. En la fundamentación gnoseológica tendrá como eje la categoría de vivencia como expresión y captación esencial de la subjetividad como algo interior e individual que caracteriza a lo humano, y por otro un procedimiento Véase Mèlich. (1994). “... lo que soporta la construcción del mundo histórico no son los hechos... su base es la historicidad interna propia de la misma experiencia. Esta es un proceso vital e histórico y su modelo no es la constatación de hechos sino la peculiar función de recuerdo y expectativa en un todo que llamamos experiencia y que él adquiere en la medida en que se hace experiencia.”. Gadamer (1988:281). 10 Cuando en investigación cualitativa se habla de entrevista a profundidad, ello está ligado a ciertas teorías sobre lo humano, tal como con Gadamer hemos señalado y que también por ejemplo desde el psicoanálisis surgen cuestiones álgidas que orientaran una entrevista. 11 Véase por ejemplo en educación el trabajo de Sitton, Mehaffy y Davis. (1989), en Ciencias Sociales, entre otros Plummer, (1989), o Balan, Angell y otros (1974), o Aceves, (1996), Pujada, (1991), Peneff, (1990) y Joutard, (1988). 8 9 • 76 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino Desde esta perspectiva, el gusto siempre ha de ser buen gusto, y además algo que caracteriza a éste, es su carácter cambiante, ya que está ligado a los valores y sensibilidades de un tiempo histórico, resulta por lo tanto mejor partir de un principio estético universal a través del concepto de genio y en ese sentido la estética se hace posible como filosofía del arte, porque en ello la dilucidación de lo genial está ligada a un encuentro del hombre consigo mismo en las obras de arte. Surgen en estas discusiones una serie de temáticas centrales para el desarrollo mismo de las Ciencias del Espíritu, entre ellas señalaríamos, que ligada a la expresión genial de una obra estará la expresión de un sentimiento vital que tiene su origen en las vivencias, ello conlleva a la fundamentación de una estética autónoma y libre15 del baremo conceptual, cuestión que a su vez lleva a plantear la problemática de la cuestión de la verdad en el ámbito del arte, derivándose de ello en que, en la subjetividad trascendental está toda validez objetiva, destacándose el concepto de vivencia como el verdadero hecho de la conciencia. El hecho de que estas reflexiones estéticas se develen a la vivencia como el verdadero hecho de la conciencia, nos lleva a preguntarnos que si esto fue así, entonces querría decir que el mismo concepto de vivencia tiene una aparición en estos momentos históricos y no antes, como el sentido común no nos podría indicar; Gadamer (1988) hace un rastreo histórico del término que nos da a luz el significado que va adquiriendo y que a nuestro parecer es ilustrativo para delinear el significado teórico y metodológico que va a tener en la investigación cualitativa, por ello presentaremos brevemente este análisis. comprensivo que está ligado como conexión entre lo individual y el contexto histórico-cultural12 que brindan una totalidad holística sobre lo humano a través del método hermenéutico.13 A pesar de lo anotado con anterioridad, ligado con el concepto de vivencia, parecería de entrada extraño cómo este concepto está ligado en primer lugar con el surgimiento de la modernidad, pero sobre todo con el desarrollo y debate de teorías estéticas que se enfrentan ante una nueva sensibilidad en el arte y su expresión, por ejemplo en la poesía, en la cual el joven Dilthey se aboca a estudiar. Por ello a continuación se dará un espacio a lo que se devela en ese debate sobre concepciones estéticas que nos lleva a las temáticas sobre la vivencia. Tales discusiones estéticas se reflejan en dos concepciones que evolucionan las reflexiones sobre lo estético, una de ellas será la perspectiva kantiana que gira alrededor del GUSTO y de la capacidad de juicio, y la otra perspectiva de origen romántico girará alrededor del concepto de GENIO; un análisis histórico de este fenómeno lo encontramos brillantemente expuesto en el trabajo de Gadamer: Verdad y Método y lo que aquí haremos brevemente es sintetizar las ideas centrales de esa problemática, tratando de conservar la fidelidad de lo ahí expuesto. La crítica a una estética que pone como centro el concepto de gusto ante el fenómeno del arte, pasando en su lugar al concepto de genio, parte de un cuestionamiento que señala que el gusto evita por lo general lo que se sale de lo habitual y en este sentido su criterio además de ser selectivo proviene desde afuera de la obra creadora o su mismo proceso, y en este sentido su punto de vista es el de la recepción, por lo tanto evade en entrar en lo original de una obra artística y el punto de vista subjetivo del creador; ese criterio selectivo que hay detrás del gusto, termina representando una condición restrictiva de lo bello, eliminado su auténtico principio, principio que tiene su origen en la subjetividad del artista y su producción artística como una creación genial, ya que en esa genialidad de la creación corresponde una genialidad de la comprensión de las vivencias experimentadas y de la expresión de éstas, que reflejan a su vez la situación humana en una dimensión universal, y de ahí la genialidad y particularidad14 de una obra. 12 El pasaje que presentamos aquí de Rousseau no puede ser comprendido ampliamente sin una mayor atención a su acontecer vivencial y a su vez sin una referencia de su tiempo histórico y el contexto cultural de la Ilustración y la tarea enciclopédica de su tiempo, ambos momentos metodológicos de la comprensión hermenéutica que encontraremos más adelante en Dilthey. 13 Aunque como veremos más adelante en el joven Dilthey, antes de su aproximación hermenéutica ligará la categoría de vivencia con la dimensión psicológica comprensiva. 14 La particularidad aquí la entendemos como la expresión de algo único y distintivo. 15 Tarea hacia que el trabajo de fundamentación de las Ciencias del Espíritu que realiza Dilthey tiene la misma intención, unas ciencias humanas autónomas y libres de los preceptos de las Ciencias de la Naturaleza. • 77 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino SOBRE EL TÉRMINO DE VIVENCIA yo tengo un sentimiento cualquiera, digamos, una antipatía súbita, de su realidad, de lo que este sentimiento es, nada se me escapa, pues que la vivo. Se me podrán escapar sus causas y también sus aplicaciones, pero esto ya es harina de otro costal”. Ímaz (1944:IX). Vivencia tiene siempre un carácter de actualidad vivida, en esa actualidad marcan su presencia vivencias pasadas, estructuralmente unidas a la actualidad, de esta manera la vivencia se encuentra demarcada por otras porque constituyen un todo, por lo que la vivencia adquiere una dimensión especial debida a la gravitación del pasado sobre el presente, y es en ello que adquiere sentido el significado de conexión estructural que no posee la visión positivista, y así la vivencia, en el sentido de una experiencia humana propia, es percatarse, cerciorarse, estar dentro de la realidad. Dilthey será uno de los primeros que a través de sus estudios literarios le dará al término vivencia un carácter categorial; a través de estas dos dimensiones, su lugar conceptual lo llevará al ámbito de las Ciencias del Espíritu, pero detrás de ello está el descubrimiento de una nueva forma de hacer poesía, y que percibe comparando a Goethe con Rousseau, para describir esta nueva forma, que consistirá en partir de sus experiencias internas, de expresar sus vivencias. Poesía por lo tanto es representación y expresión de la vida, expresa la vivencia y representa la realidad externa de la vida y que a su vez da comprensión de la misma. Esquemáticamente presentaríamos dicho proceso de la siguiente manera: El término vivencia fue propuesto por Ortega para traducir el término alemán Erlebnis,16 el cual a su vez es la forma sustantiva del verbo Erleben que representa la forma transitiva del verbo vivir. Vivencia será un concepto opuesto a la experiencia como algo mediado y de acuerdo a lo señalado arriba, el artista al producir arte, expresa inconscientemente sus vivencias, sus huellas vitales y en la genialidad de ello, da pauta a que el hombre se encuentre a sí mismo y en ello se forme. Pero procedamos a la historia del término vivencia, ya que ello nos da elementos conceptuales que pensamos orientan el trabajo metodológico y técnico de la investigación cualitativa. Gadamer encuentra que este concepto falta por completo en el siglo XVIII, sólo aparece el término base Erleben (vida) y señala que su introducción verbal en el habla, tiene que ver con su empleo en la literatura biográfica; por ello Erleben significa «estar todavía en vida cuando tiene lugar algo», por lo tanto “... adquiere un matiz de comprensión inmediata de algo real, en oposición a aquello de lo que se cree saber algo, pero a lo que le falta la garantía de una vivencia propia... Lo vivido, das Erlebte es siempre lo vivido por uno mismo”. Gadamer (1988:96-97). El significado de Erlebnis o Vivencia está ligado a dos dimensiones; una que tiene que ver con la inmediatez que precede a toda interpretación, elaboración o mediación, es decir es el soporte para la interpretación, y la otra dimensión, es el resultado permanente como efecto de esa vivencia, es decir, que algo se convierte en vivencia no sólo porque es vivido, sino porque ha tenido tal efecto que le ha otorgado un significado duradero. Y es en esta doble dimensión que conecta lo que es vivido como inmediatez de la experiencia subjetiva, con la permanencia o durabilidad de ésta, que además tiene un nexo con el significado construido o adquirido, tenemos pues la permanencia, el peso y el significado como características de la vivencia, y que se distinguen de otros aspectos efímeros del vivir. Así la vivencia17 adquiere una nueva posición óntica ante el arte y la investigación en las ciencias humanas y sociales. Lo propio de la vivencia es que en ella hay un Innewerden, un estar dentro de la realidad que en ella se da, “El conocer y lo conocido es una misma cosa. Cuando “Erlebnis (vivencia). Término alemán que designa lo vivido o la experiencia vivida. En contraposición a los animales y las plantas, que tienen vida (Leben), sólo el hombre tiene conciencia de sus experiencias vitales. Para Dilthey, que usa esta noción como instrumento esencial para la comprensión histórica, la Erlebnis es directamente revelada a la experiencia interna, y manifiesta una unidad estructural de actitud y contenido. También es utilizada en la tradición fenomenológica por autores como Husserl (que la considera como un hecho de conciencia y uno de los contenidos del cogito), Scheler, Moritz Geiger y otros. En general, esta noción va ligada no sólo al ámbito de la experiencia vital, sino también al ámbito de los valores, especialmente de los valores estéticos, y se opone a la noción de conocimiento marcado por la dualidad entre sujeto y objeto. Ortega y Gasset lo tradujo como vivencia”. Cortés, y Riu (1996). 17 Gadamer (1988:100) nos indica que dentro del campo semántico del término vivencia entran sinónimos como acto vital, sentimiento propio, libre determinación del ánimo, lo originalmente interior, etc. 16 • 78 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino CREACIÓN V I D A PRODUCCIÓN H I S T O R I A RECREACIÓN Ë Revivir RESTABLECIMIENTO Hacemos énfasis en que el origen del concepto vivencia está ligado a su momento histórico que dentro de un marco del espíritu alemán conformado dentro del movimiento romántico y de la filosofía idealista; encontramos, como ya hemos señalado, una crítica a la modernidad con miras a una superación de sus aporías; ello tiene como eje expresivo la sensibilidad alemana en el sufrimiento20 bajo el complicado aparato de una civilización transformada por la Revolución Industrial, ese sufrimiento como conciencia histórica trajo con ello un hambre de vivencias y de la expresión de éstas a través del arte y que tiene como centro el extrañamiento. Ese extrañamiento lleva a diversas vías, una que tiene implícitos la alienación, el desconocimiento de lo propio humano y el reconocimiento del mundo externo; por ello es reveladora la siguiente reflexión de Gadamer, “Es esto lo que caracteriza precisamente el desarrollo de las conciencias del espíritu en el siglo XIX: que no sólo reconocen externamente a las ciencias de la naturaleza como modelo, sino que, procediendo ellas mismas del mismo fundamento del que vive la ciencia natural, desarrollan el mismo pathos de experiencia e investigación que ella.” (1988:101). REPRODUCCIÓN DEL PROCESO ORIGINARIO Ë De la relación ORIGINARIA Reproducción RETORNO a lo ORIGINARIO { MANIFESTACIÓN DE LA VIDA (Objetivación) y lo que la produjo El mundo de lo humano El mundo de la vida El mundo histórico VIVENCIA COMPRENSIÓN En las temáticas abordadas encontramos la presencia de un rechazo al racionalismo ilustrado18 y al devenir de la sociedad moderna que ya hemos señalado con anterioridad, y que termina dándole una nueva validez al concepto de vida, aunque no se pueden negar las críticas a esta conceptualización, que señalan un sustrato metafísico de procedencia idealista que implica una vinculación con lo infinito y la totalidad; sin embargo este antirracionalismo se expresa en la antinomia entre sentimiento vivo y frialdad de la razón. Ya no será la conclusión desde lo general y la demostración por causas, ya que éstas no pueden bastar porque aquí lo decisivo es la circunstancia, lo contingente. Lo anterior nos ayuda a comprender el sentido que tienen ciertos preceptos metodológicos en la investigación cualitativa en donde se indica como precepto, que en el inicio de toda investigación no debe de estar la teoría o un desprendimiento de las categorías teóricas,19 enfatizando un procedimiento inductivo, pero no a la manera del positivismo clásico de recolectar particularidades de objetos o cosas, sino de proceder inductivamente de lo particular y único o permanente de la vivencia del sujeto y el significado que le ha otorgado, no es la razón-teoría el punto de partida, sino la experiencia subjetiva inmediata del sujeto y el significado otorgado que le da permanencia; en esto anterior podría –como de hecho lo llega a ser— pensarse que se cae en un declarado subjetivismo, pero habría que tener claro que en el concepto de vivencia siempre está presente una conexión entre lo particular y lo general, lo interno y lo externo y por lo tanto en toda vivencia siempre hay un nexo temporal y espacial que está ligado con la cultura y la historia. Al respecto Gadamer (1988:99) nos señala: “...los precedentes de una protesta contra la moderna sociedad industrial que convirtió a comienzos de nuestro siglo las palabras vivir y vivencia en palabras redentoras de resonancia casi religiosa”. 19 Al respecto pensamos en la necesidad de una distinción entre las categorías teóricas que cumplen una función explicativa de la realidad y una trama categorial que no tiene como primordial función la explicación, sino la orientación para la aproximación a la realidad. También creemos necesario explicitar que este proceder que implica un desprendimiento de categorías teóricas es dentro de la investigación cualitativa tan sólo una orientación ligada a una tradición que aquí hemos ido desarrollando y que está ligada a ciertas intenciones, pero que esto de ninguna manera es la única postura o necesidad cognitiva, por ello coincidimos con Díaz Barriga (1998:22-23), que ello puede tener limitaciones, y ello lo adjudicamos a las intenciones que existen detrás de la investigación cualitativa, ya sean éstas construcción teórica de la didáctica o los procesos de la educación dentro de un marco de rescate del sujeto. 20 En Hegel, como hemos visto con anterioridad, hay toda una teoría de la infelicidad, de la desdicha del hombre moderno y que ahora traducimos como sus venas invisibles que permean el quehacer del hombre en el arte y la ciencia en el siglo XIX; ahora en la era de la posmodernidad como sensibilidad, no será la desdicha lo que marca los quehaceres de los hombres en el arte o la ciencia, sino se suplanta el dolor por el vacío en la creencia, por la desestructuración de lo que no ha tenido aparentemente estructura, pero esa es una problemática que aquí no podremos abordar. Véase Subirats (1979). 18 • 79 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino El extrañamiento nacido de la sociedad moderna ante la naturaleza halla su expresión epistemológica a través de Hegel con el concepto de autoconciencia y en el ámbito del proceder cognitivo Descartes brindó como regla metodológica la “percepción clara y distinta”, las Ciencias del Espíritu en el siglo XIX llevaron la atención a las creaciones espirituales del pasado, el arte y la historia, con una intención de actualización y superación del género humano en su devenir. De esta manera “En el ámbito de las ciencias del espíritu los datos revisten un carácter bastante especial, y es esto lo que Dilthey intenta formular en el concepto de la vivencia. Enlazando con la caracterización cartesiana de la res cogitans determina el concepto de la vivencia por la reflexividad, por la interiorización, e intenta justificar epistemológicamente el conocimiento del mundo histórico a partir de este modo particular de estar dados sus datos. Los datos primarios a los que se reconduce la interpretación de los objetos históricos no son datos de experimentación y medición, sino unidades de significado” (1988:101-102), y este es uno de los significados últimos del término vivencia. Gnoseológicamente el acceso de la realidad humana es a través de las vivencias, entonces la inmanencia21 de nuestro estar en el mundo se constituye en el núcleo del pensamiento filosófico de Dilthey. De esta manera tenemos una nueva dualidad en el modelo mecánico causal que procede del naturalismo objetivista, los nexos a abordar son causales, mientras que en el modelo de la subjetividad trascendental o, como lo pondría Dilthey, de relaciones del mundo espiritual, serían los nexos psicológicos que provienen de la realidad psíquica. La identidad del significado puede asignarse a un sujeto trascendental si surge de la realidad histórica de la vida, ya que se funda en el nexo de la vida, en la significatividad de determinadas vivencias, se desarrolla como es revivido y comprendido conforme a unidades comprensibles en el conocimiento biográfico de los demás, tal tarea se enfocaría hacia la búsqueda de conexiones para la producción de enunciados científicos de las Ciencias del Espíritu. Relacionado con ello Ímaz nos señala: que abordar primero el hecho bruto de las ciencias del espíritu examinándolas en su vivo funcionamiento conexo y autónomo frente a las ciencias de la naturaleza. Ímaz (1944:XIV). Por ello toda posible fundamentación de las Ciencias del Espíritu estará encaminada hacia la atención a ése dársenos de la vida anímica (lo dado a la conciencia) y su hacer en la vivencia, y su comprensión. De esta manera para Dilthey la vida anímica es el único y último fundamento y justificación de toda proposición. “Las Ciencias del Espíritu constituyen un nexo cognoscitivo, mediante el cual se trata de alcanzar un conocimiento real y objetivo de la concatenación de las vivencias humanas, en el mundo histórico-social humano”. Dilthey (1944,a:5). Y es precisamente esta cuestión de alcanzar como meta lo real y objetivo lo que le da estatuto de científicidad. El sentido que tendrá la objetividad será lograr un sentido de comprensión entre la conexión de vivencias (sentidos) y mundo histórico (valor). Lo que acontece y lo acontecido como una unidad que está referida a una trama de valores llena de sentido; así el conocimiento científico --las ciencias del espíritu-- tratará de avanzar cada vez más a esa conexión. En este conocimiento que tiene su fundamento en vida psíquica y su nexo con el mundo histórico, tenemos como resultado la producción de un saber, y lo relevante será --en cuanto a Ciencias del Espíritu-- que implicará a su vez un saberse a sí mismo,22 autognosis y por lo tanto aparece la dimensión filosófica, así tendremos una unidad entre ciencia y filosofía. Gadamer señala precisamente que “...la determinación fundamental del espíritu histórico es la reconciliación con uno mismo, el reconocimiento de sí mismo en el ser otro” Gadamer (1988:42). Esta cuestión aclara de nuevo el sentido de las definiciones de la investigación cualitativa que resaltan su carácter humanista, así tenemos un objetivo “Inmanencia, Inmanente. (Del latín inmanere, inmanens) Característica, opuesta a la trascendencia y a lo trascendente, de todo aquello que se sitúa en el interior del mundo o dentro del límite de la experiencia humana. Cuando se opone explícitamente a lo trascendente, subraya que no existe un orden de cosas distinto, que esté más allá o por encima de lo que se denomina universo. Cuando inmanencia se opone a transitividad, significa que la acción de una causa, o de un fenómeno, permanece en ellos mismos; no es transeúnte, La vida, por ejemplo, es un fenómeno inmanente”. Cortés, y Riu (1996). 22 Este saberse a sí mismo, al principio pareciese para Dilthey dirigirlo hacia un método introspectivo. 21 Gnoseológicamente tendrá que determinar las categorías sui generis que regulan el conocimiento en las ciencias del espíritu por imposición de la índole especial de su objetivo: La vivencia y lo contenido en ella. Para determinarlas tendrá • 80 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino humanístico en donde lo que se busca alcanzar, es la comprensión del hombre, herencia que viene desde el mismo concepto de paideia en los griegos y ligado a ello la idea de antropogénesis y formación.23 Tenemos así una articulación entre: • Ciencia: Conocimiento objetivo de la realidad. • Filosofía: Reflexión sobre lo que el hombre es, en una perspectiva hermenéutica de la comprensión, o si se quiere bajo una conciencia filosófica. La dimensión psicológica en el concepto de vivencia y sus derivaciones gnoseológicas. Retomamos ahora con mayor claridad el significado que adquiere él termino de vivencia y sus implicaciones gnoseológicas para las ciencias del espíritu. En primera instancia cabe recordar que lo característico de la vivencia que, si bien implica percatarse, cerciorarse, es que además hay en ella un Innewerden, es decir un estar dentro de la realidad. Ello significa en consecuencia que el conocer y lo conocido son una misma cosa, y así, entonces, epistemológicamente significará el borrar la aparente dualidad entre objeto y sujeto, es decir, “el sujeto y el objeto, el yo y el mundo, se dan correlativamente, no uno antes y otro después. Ímaz (1944:XI). La vivencia, por lo tanto posee una dimensión privilegiada, ya que en ella hay una presencia del mundo y de otras personas. La vivencia significa un estado de conciencia como algo inmediatamente dado y para Dilthey esos estados de conciencia son dimensionados como lo psíquico de la vida, como una de las características que demarcan a las ciencias del espíritu. La vivencia no es algo aislado sino que posee una conexión que se mantiene a lo largo de todo el curso de nuestras vidas y esa conexión a su vez abarca nuestras representaciones, nuestras fijaciones de valor y de fines, en otras palabras, con la intencionalidad. Pero veamos con más detalle el sentido de la conexión de vivencias, si bien es cierto que toda vivencia tiene siempre un carácter de actualidad vivida, en esa actualidad siempre está la huella o marca de vivencias pasadas, en otras palabras, se afirmaría que las vivencias pasadas están estructuralmente unidas a ésa actual, ello significa que siempre hay una gravitación del pasado sobre el presente. “La vivencia se halla demarcada de otras porque constituye un todo, inmanentemente teleológico...”. Ímaz (1944:X). Este gravitar de las vivencias del pasado y de la actualidad de otras, lleva necesariamente a una problemática de índole psicológica de donde surgen temas como el de la memoria, el olvido, el recuerdo, la revivencia y la retención entre otras; el joven Dilthey recurre inicialmente a la aplicación de un método introspectivo para acceder al significado y comprensión de lo humano a través de sus vivencias. Lo anterior para Dilthey tiene significado ya que para él, en el erleben, el ser interno y el contenido que es aprehendido internamente, constituyen una misma cosa, y para las Ciencias del Espíritu es un tipo específico de conocimiento que además no se agota en la experiencia interna del sujeto sino que se integra en la comprensión de los otros, por medio del revivir y el reproducir. Tenemos así en Dilthey el siguiente proceso cognitivo: REVIVIR (nacherleben), REPRODUCIR (nachbilden) y el COMPRENDER (verstehen). Teniendo siempre en mente al hombre como un ser histórico, es decir que éste está ligado siempre a un presente conectado al pasado y a su vez siempre está en una situación histórica. Es común que se señale en Dilthey y sus apreciaciones psicológicas basadas en la doctrina psicologista de la empatía,24 señalando el reduccionismo que hay detrás de ello, sin embargo no siempre se señala cómo el mismo Dilthey se percata de sus aporías y de cómo busca resolverlas precisamente con el desarrollo de la fundamentación hermenéutica; por ello a continuación se señalarán aspectos más específicos de su dimensión psicológica que posteriormente se complementará con la hermenéutica. Hasta ahora hemos mostrado el interés de Dilthey por los estados de conciencia a través de la vivencia como una experiencia interna del sujeto, y de cómo ello sirve de Si vemos a la educación como un proceso antropogenético, es decir que nos hacemos hombre, nos hacemos humanos por la actividad educadora, es también similar en las ciencias del espíritu, nos hacemos hombres en la medida de la actividad de investigación que nos da autognosis como proceso comprensivo y por lo tanto formador. Véase Mèlich, (1994-b), y Fullat (1997). 24 Véase por ejemplo Mardones y Ursúa (1991) o Von Wright (1979). 23 • 81 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino fundamento del conocimiento propio de las ciencias del espíritu, ello procede del hecho de que Dilthey asegura que para entender y explicar las acciones y emisiones verbales o no, de los seres humanos y para ello señala la necesidad de aprender a ver la realidad desde la perspectiva de otras personas y de otras culturas, es decir el desarrollar la capacidad de situarse en el lugar de otras personas, conocido como empatía; ya que ello permitirá conocer los motivos, las intenciones, las creencias de otras personas para comprender sus acciones. Ello trae implícito el presupuesto gnoseológico y epistemológico de que el conocimiento de las ciencias del espíritu descansa en la inmediatez de la experiencia, de la vivencia y de su certeza, en ello encontramos una veta de la filosofía cartesiana y lo implícito que hay detrás de la reflexión sobre el ámbito del cogito; un estado de conciencia como es una vivencia propia es inmune al error, ya que su inmediatez e irreductibilidad conllevan a una certeza y por lo tanto es inmune al error; Dilthey nos señala: “La conciencia de una vivencia y su índole, su estar-presente-para-mí y lo que en ella me está presente son una sola cosa: La vivencia no se opone al que la capta como un objeto, sino que su existencia para mí es indiscernible de lo que en ella existe para mí.” Citado en Moya Espí (1986:8). Lo que se resaltaría entonces sería una distinción entre objetos y de acuerdo a Dilthey los procesos y estados psíquicos darán vida y significado al objeto de la historia –cuestión muy diferente a los objetos físicos— por lo que una objetivación histórica estará siempre constituida por estados de conciencia o vivencias. Antes de continuar con el desarrollo de los fundamentos en los que están sustentadas las ciencias del espíritu y que en el pensamiento de Dilthey se da una transición entre sus supuestos psicológicos o más bien psicologistas --aunque no toda su reflexión está basada en una psicología reduccionista-- a una perspectiva más amplia a través de la hermenéutica. Veamos algunas críticas a lo que se ha llamado su reduccionismo psicológico. El centro de una crítica a los supuestos psicológicos diltheyanos gira alrededor de las limitaciones de la perspectiva cartesiana en las que se basa para fundamentar a las ciencias del espíritu, apelando a la inmediatez de la vivencia; ya que nos señala Moya Espí (1986:8-9) “Independientemente de que la experiencia inmediata de los estados psíquicos constituya o no conocimiento propiamente dicho, independientemente de que quepa o no hablar de certeza en relación con ellos, la experiencia en cuestión y su incorregibilidad se limitan, desde la lógica interna a esta perspectiva, a la primera persona. Cualquier avance hacia el conocimiento de los estados de conciencia de otras personas partiendo de esta base pierde ipso facto las supuestas ventajas epistemológicas que caracterizarían la experiencia en primera persona”. Otra cuestión que es señalada, es que esa incorregibilidad de los enunciados en primera persona por parte de los sujetos en cuanto a sus propios estados de conciencia, no son suficientes o tienen la capacidad para suministrar la base para un conocimiento objetivo del propio sujeto que los formula.25 Es más, la certeza e inmediatez de las vivencias en primera persona conducen finalmente al solipsismo. A continuación nos parecería pertinente delinear sintéticamente lo que se podría llamar una primera etapa del pensamiento de Dilthey con respecto a sus esfuerzos por fundamentar a las ciencias del espíritu. Dicha etapa muchas veces es señalada como psicologista;26 sin embargo creemos que la dimensión psicológica está presente en toda la obra fundamentadora de las ciencias del espíritu, aunque en ello estuvieron presentes elementos psicologistas, aunque creemos que esta primera etapa del pensamiento de Dilthey estaría mejor comprendida bajo un rubro que ha sido denominado como: El concepto de vivencia desde la perspectiva cartesiana, por ello puntualizaremos algunos aspectos clave de esta perspectiva inicial en el pensamiento de Dilthey. “Supongamos, en efecto, que estoy meditando acerca de mi vida, con el fin de conocer mi carácter o mi personalidad. Supongamos, además, que en el curso de esta meditación pienso que soy pesimista. El pensamiento en cuestión, como un estado de conciencia, está caracterizado por la coincidencia de esencia y apariencia: si estoy pensando que soy pesimista y afirmo que lo estoy pensando, no puedo equivocarme. Es indudablemente cierto que pienso que soy pesimista. Pero eso no decide la cuestión decisiva: si realmente soy o no pesimista”. Moya Espí (1986:9). 26 Inclusive muchas veces no es vista como una etapa y sólo se señala el reduccionismo psicológico de Dilthey sin reconocer cómo fue que superó ese psicologismo y la idea de empatía. Véase por ejemplo Mardones y Ursúa (1991). 25 • 82 Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino BIBLIOGRAFÍA interdisciplinaria para las ciencias humanas. Bilbao, ed. Uni- versidad de Deusto. Aceves, Lozano. (1996). Historia oral e historias de vida. Teoría, métodos y técnicas. Una bibliografía comentada. México, CIESAS. Cortés, Morató Jordi y Martínez Riu, Antoni. (1996). Diccionario de filosofía en CD-ROM. Barcelona, ed. Herder. Agnes Heller. 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Teoría de la educación. México, ed. Trillas. • 83 Fullat, Octavi. (1997). Antropología filosófica de la educación. Barce- Perspectivas docentes 30 TEXTOS Y CONTEXTOS Wilhelm Dilthey: Una perspectiva histórica de su fundamentación de las ciencias del espíritu Mario E. Hernández Chirino lona, ed. Ariel. Red Editorial Latinoamericana. Gadamer, Georg-Hans. (1988). Verdad y método. Fundamentos de una hermenéutica filosófica. Salamanca, ed. Sígueme. Tomo I. Hamilton, David. (1994). “Traditions, preferences, and postures in applied qualitative research”. En: Denzin, K. Norman y Lincoln Yvonna S. Handbook of qualitative research. California. Sage publications. García Amilburu, M. (2002). La Educación, Actividad Interpretativa. Hermenéutica y Filosofía de la Educación. Madrid, Dykinson. Garagalza, Luis. “Hermenéutica filosófica”. En: Ortiz-Osés, A. y Lanceros, P. (Dir.) Diccionario de Hermenéutica. Una obra interdisciplinaria para las ciencias humanas. Bilbao, ed. Universidad de Deusto. 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El ámbito de la antropología de la educación y de la etnografía escolar. Madrid, ed. Trotta. Van Manen, M. (1990). Researching lived experience : human science for an action sensitive pedagogy. Albany, N.Y., State University of New York Press. Vattimo. (1977). El fin de la modernidad. Barcelona, Gedisa. Von Wright, Georg Henrik. (1979). Explicación y Comprensión. Madrid, Alianza Editorial. Waldenfels, Bernhard. (1997). De Husserl a Derrida. Introducción a la fenomenología. Barcelona, ed. Paidós. White, Alan R. (1976). La filosofía de la acción. México, Fondo de Cultura Económica. Wittrock, C. Merlin. (1997). La investigación de la enseñanza II. Métodos cualitativos y de observación. México, Paidós. Woods, Peter. (1998). Investigar el arte de la enseñanza. El uso de la etnografía en la educación. Barcelona, ed. Paidós. Wolcott, F. Harry. (1992). “Posturing in qualitative research”. En: LeCompte, D. Margaret, Millroy, L. Wendy y Preissle, Judith. (Eds.). The Handbook of Qualitative Research in Education. New York, Academic Press. Wolf Mauro. (1994). Sociologías de la Vida Cotidiana. Madrid, ed. Cátedra. • 86 PISTAS Evaluación del desempeño docente* Héctor Valdés Veloz** Silvia Patricia Aquino Zúñiga*** propiciando su desarrollo futuro al mismo tiempo que constituye una vía fundamental para la atención y estimulación del profesorado. Para dar respuesta a la pregunta ¿qué debe evaluarse?, presenta un marco de referencia de cuatro modelos de evaluación de la eficiencia docente que arroja la investigación educativa, describiendo las características, etapas y críticas a cada modelo. En un segundo momento, describe una serie de reflexiones en torno al concepto de indicador y lo que debe tenerse en cuenta a la hora de construir un sistema de indicadores, presentando su propuesta. En la última pregunta de ¿cómo evaluar?, se presentan los métodos cuya utilización considera necesaria y útil para evaluar de manera válida y confiable el desempeño profesional del maestro, así como las dimensiones sobre las que pueden tener información pertinente. Su propuesta toma en cuenta las tendencias de la evaluación al desempeño docente así como la fundamentación teórica de las principales corrientes psicológicas y prácticas pedagógicas para el desarrollo de los diversos instrumentos a utilizar para la evaluación. De manera clara y sencilla, presenta distintas formas de diseñar cada uno de los siguientes instrumentos: la observación de clases, la autoevaluación, el portafolio, ejercicios de rendimiento profesional, tests de desarrollo humano, encuesta de opiniones profesionales. Este trabajo, publicado por el ICCP (Instituto de Ciencias Pedagógicas, de Cuba) y Save the Children del Reino Unido, es parte de la colección Cartas al Director cuyas temáticas abordan problemas relacionados a procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel general y del trabajo docente. La colección se presenta en formato de cuadernillo, con una extensión de 50 a 60 páginas, pero que sintetizan de manera clara, sencilla y con sustento teórico los distintos temas. En esta ocasión, el autor de Evaluación del Desempeño Docente nos introduce al tema enfatizando la importancia que en estos tiempos adquiere la evaluación del desempeño del maestro como uno de los elementos fundamentales para el logro del salto cualitativo de la gestión escolar, y que hace la diferencia para elevar la calidad de la educación. El trabajo se organiza tratando de dar respuestas a tres interrogantes: ¿Para qué y con qué metodología debe ser evaluado el docente?, ¿Qué debe evaluarse?, ¿Cómo? En el primer apartado Héctor Valdés hace una descripción clara sobre las inquietudes que suele despertar un proceso de evaluación del desempeño, en los profesores, los efectos secundarios que puede provocar, los posibles problemas éticos, las funciones y fines que se persigue con estas evaluaciones, pero dejando clara su posición de que toda evaluación al desempeño docente debe tener como uno de sus fines primordiales el desarrollo del profesor. Hace énfasis en que una de las múltiples acciones que pueden realizarse para el perfeccionamiento de la educación se puede lograr mediante la evaluación del maestro, ya que permite caracterizar su desempeño, * Material de consulta disponible en el Centro de Documentación de la Dirección de Estudios y Servicios Educativos de la UJAT. **Director del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, de la Universidad de La Habana, Cuba. ***Docente de la División Académica de Educación y Artes de la UJAT, egresada de la maestría en Educación de la DAEA-UJAT, Doctorante en Educación de la Universidad de La Habana. • 87 Perspectivas docentes 30 PISTAS Reseñas Silvia Patricia Aquino Zúñiga Lo interesante de la obra radica en que para este autor, la evaluación al desempeño profesional docente debe diseñarse tomando en cuenta el contexto y filosofía institucional, y no solamente copiar modelos e instrumentos ajenos que difícilmente reflejarán el desempeño que realmente se espera del profesor. Otro de los aportes del texto, es precisamente el incluir diversos instrumentos y fuentes de información, donde intervienen los directivos, profesores, alumnos, y el propio profesor. Se rescata en esta propuesta, la función de diagnóstico, instructiva, educativa y desarrolladora de la evaluación al desempeño profesional del docente. Los fines de esta evaluación serán de mejoramiento de la enseñanza en el aula, responsabilidad, desarrollo profesional, control administrativo y pago por mérito. El documento se considera valioso por la forma en que presenta la propuesta de evaluación al desempeño profesional docente, tema de mucha vigencia y pertinencia actualmente en todos los ámbitos educativos. Aunque la propuesta no define el nivel educativo en que puede ser utilizada, proporciona pistas valiosas a los interesados en el tema. Por otra parte, no se explicita en la obra si este modelo ha sido aplicado y qué resultado ha tenido desde la perspectiva de los actores involucrados; directivos, profesores y alumnos; si realmente cumple con las funciones y fines con que fue diseñado y sobre todo, si efectivamente ha contribuido al desarrollo profesional de los docentes y del mejoramiento de la calidad educativa, que en suma, es el fin último de este tipo de evaluación. • 88 PISTAS Exhibir para educar José Luis Sánchez Mora1 que pueden coexistir simultáneamente: enseñanza, esparcimiento, prestigio en el presente e, incluso, más allá de la muerte; pertenencia a un grupo, nexo del hombre con su pasado y proyección hacia su futuro… Según las distintas épocas y culturas, las colecciones se reservaron al disfrute de un pequeño grupo o se difundieron entre un público más amplio, pero es a partir del siglo XVIII que esta última tendencia se afianza y generaliza en Occidente. De la misma manera han variado los motivos por los que un objeto se abstrae de su contexto original y se preserva para las futuras generaciones. Así, comienza a perfilarse la división de los museos en dos ramas principales, que marcará la pauta en el desarrollo del Museo Nacional en México: los científicos y los históricos, cada uno con necesidades específicas de exhibición, difusión, investigación y enseñanza. Otros dos factores que irían preparando el surgimiento del museo moderno decimonónico cuyo modelo resultó definitivo para nuestro país, fueron, por una parte, la creación de la disciplina arqueológica, y por otra, un paulatino avance del conocimiento científico respaldado por la experiencia sensorial. A este respecto, a partir del Renacimiento empezó a privilegiarse el papel del objeto tridimensional, que ya desde entonces custodiaban los antecedentes de la institución que nos ocupa. A todos niveles se recibirían los beneficios del proceso: desde la investigación erudita hasta la educación elemental, y fue aprovechado por los grandes pedagogos de la época, entre los que destaca Juan Amós Comenio. Las ideas de la Ilustración, herederas de la revolución científica mencionada, fueron permeando las sociedades La investigación que sustenta Exhibir para educar… Objetos, colecciones y museos de la ciudad de México (1790-1910), de la Colección “Horizontes Educativos Mexicanos”, coordinada por la Dra. Ma. Esther Aguirre Lora, apareció originalmente como tesis doctoral en Historia, en el año 2000. A causa de los requisitos académicos correspondientes, el aspecto histórico predominaba en detrimento del educativo, que sin embargo conservó una importante presencia. Además, el formato de tesis resultaba limitante para transmitirla a un público más amplio que merecía conocerla e involucrarse con la misma. La ocasión llegó al cursar su autora un Doctorado en Pedagogía, desarrollando así el enfoque educativo inherente a la actividad museística, para difundir no sólo su historia, sino también su misión didáctica en nuestro país, a través de una magna obra de incuantificable utilidad, que trata acuciosamente cada uno de los temas que aborda, los analiza en sus más remotas repercusiones y descubre un relato insospechado y fascinante, que de tan cotidiano hemos considerado invariable desde siempre: la transformación de un objeto cualquiera para considerarlo, o no, digno de exhibirse en un museo, de ser interpretado a la luz de los conocimientos disponibles, y mostrarse para la educación y deleite del público en general y, en última instancia, en aras del orgullo de un Estado Nacional, así como de la unidad entre sus habitantes. En el primer capítulo se estudian detalladamente el “Coleccionismo y museos en el mundo Occidental”, puesto que dichas entidades no brotaron en nuestro país por generación espontánea, ni su estado actual se explicaría satisfactoriamente como una creación autóctona. La recolección de objetos varios, en razón de su origen –natural o artificial– su rareza, su belleza, su utilidad, etc., ha respondido a través del tiempo a diversos fines 1 • 89 Lic. en Historia y colaborador en actividades museísticas. Perspectivas docentes 30 PISTAS Reseñas José Luis Sánchez Mora del Centenario de la Independencia, se escindió en uno de Historia Natural, que albergaría el flamante edificio de El Chopo, mientras el denominado de Arqueología, Historia y Etnografía, permanecería por muchos años en las añejas instalaciones de la calle de Moneda. A diferencia de las colecciones de historia natural, con respecto a las cuales se había avanzado más en cuanto a recolección y criterios de orden para exhibición, las colecciones históricas hubieron de atravesar etapas en que se revaloraran las piezas que las conformaban. De curiosidades antiguas a objetos cuya utilidad en el pasado habría de dar cuenta la disciplina arqueológica; de trofeos expoliados por la metrópoli a prendas de orgullo para los nacidos en el mismo suelo que sus creadores, alimentando el nacionalismo de los criollos despreciados por los peninsulares, primero, y más tarde de los habitantes del nuevo país ante el mundo. Desde la creación del Museo Nacional en 1825 se percibió la trascendencia de estas piezas, considerándoselas núcleo originario de la institución, que las investigaría por varias décadas para que cumplieran con su misión museográfica, en una época en que la historia propiamente dicha se sentía demasiado reciente y dolorosa como para facilitar su interpretación. La trascendencia y monumentalidad del pasado arqueológico mexicano resultaban tan omnipresentes que no podían pasar inadvertidas por los distintos gobiernos del signo que fueran. Por su parte, las colecciones históricas requirieron de relativa calma y distancia para transformarse de dolorosa realidad a pasado musealizable. 1867 constituyó un hito en este sentido, pues la reciente derrota de la Intervención Francesa y el Imperio, marcaba, para el optimismo de la República Restaurada, el fin de una etapa de todo tipo de trastornos. Las amenazas que alguna vez significaron aquéllos para la integridad nacional, quedaban neutralizadas al presentar públicamente las pertenencias del difunto emperador como una prueba de la caducidad de su proyecto. Con respecto a la imagen de los héroes de la Independencia, principalmente Hidalgo y Morelos, hubo de efectuarse un verdadero rescate de objetos y datos para proporcionar al visitante de los museos una información completa e imparcial. Nuevas adquisiciones, complementos museográficos e investigaciones fueron necesarios para conformar un panorama lo más cohe- dieciochescas, mientras otros sucesos derivaron en la creación o reafirmación de Estados nacionales a ambos lados del Atlántico, generando nuevas necesidades en el coleccionismo y la exhibición. Una muy principal consistía en la transmisión de conocimientos y tecnologías que propiciaran el progreso de cada nación en todos aspectos: “Escuelas y museos fueron los grandes protagonistas de estos cambios. Las primeras, por transmitir en forma sistemática y ordenada aquellos conocimientos considerados necesarios para el buen desempeño del hombre y la sociedad; los segundos, como la prueba tangible de los mismos.” Sin embargo, el destino de estos últimos quedó entonces subordinado al de aquéllas en sus métodos y actividades, ya que resultaba sumamente difícil una evaluación cuantitativa de su utilidad por sí mismos. Si el largo aunque provechoso contexto en que la autora de esta obra ubica el surgimiento del Museo Nacional nos parece de sumo interés en cuanto nos habla del desarrollo de un proceso universal que continúa vigente, al aplicarlo a nuestro país nos va llevando de sorpresa en sorpresa al presentarnos hechos y personajes, algunos desconocidos, otros bajo una luz que los transforma totalmente, y todos relacionados en tal forma que nos remiten inevitablemente al panorama museístico del México actual. A partir del segundo capítulo se nos narra una misma historia desde perspectivas diferentes, correspondiendo a éste la relativa a las “Colecciones e instituciones en la ciudad de México”. Las colecciones artísticas fueron importadas con un propósito eminentemente didáctico para los alumnos de la Academia de San Carlos, mientras que a los grandes ejemplares arqueológicos se planeaba enviarlos a España en calidad de “trofeos” de la conquista, y un poco para el estudio de los pueblos prehispánicos. Afortunadamente, el movimiento de Independencia frustró los intentos de traslado, y la nueva nación tuvo que aprovechar la infraestructura colonial, pero también crear otra acorde a las nuevas circunstancias. Las colecciones naturales y artísticas conservaron su papel didáctico, pero las históricas, especialmente las arqueológicas, requerían de un espacio especial, un museo “Nacional” donde los mexicanos encontraran elementos de identidad y orgullo comunes. La institución primigenia, al ser reorganizado y remodelado el Museo Nacional con ocasión de las fiestas • 90 Perspectivas docentes 28 PISTAS Reseñas José Luis Sánchez Mora rente posible del virreinato y el México independiente, haciéndolo culminar en el porfiriato, para asombro de propios y extraños durante la celebración de las fiestas del Centenario en 1910. En el tercer capítulo “Construcción de la nación y los museos de Historia”, se analiza la elaboración del discurso ideológico manejado en estas instituciones, que podría resumirse en la transformación de la mentalidad general, de una visión religiosa a un culto oficial que integraría diversas etapas históricas y grupos humanos en un proyecto de nación, regido por un orden pregonado por el positivismo, en boga durante la segunda mitad del siglo XIX. El último capítulo nos ofrece un valioso panorama de la interacción de la actividad museística y la educación a varios niveles durante el período contemplado, en aspectos como el apoyo en programas escolares de enseñanza elemental y media, y la generación de estudios superiores especializados. Asimismo se muestra la extensión museística efectuada principalmente a través de visitas guiadas y publicaciones, mediante las cuales el Museo Nacional abarcaba el aprendizaje formal y el no formal, cerrando aparentemente el ciclo de las relaciones “escuela-museo” y “museo-escuela”. Sin embargo, concluye nuestra autora, las buenas intenciones y la labor desplegada en aquella época no alcanzaron a satisfacer la proyección que se pretendía. Paradójicamente la institución, con mucho, sirvió entonces, no tanto para educar a la población en general, sino para “la gente educada”. Se requeriría de tiempo y estrategias más ambiciosas todavía para cumplir con la labor didáctica y de cohesión nacional asignada al Museo. El anterior resumen resulta apenas un pálido reflejo de la riqueza y trascendencia de Exhibir para educar… pero dada la naturaleza de estas líneas, el propósito de ellas consistía únicamente en destacar los aspectos más relevantes de la historia narrada en la obra, misma que Luisa Rico, con su característica modestia, define como “reconstrucción fáctica”. Por el contrario, la consideramos una interpretación tan acuciosa y completa que difícilmente deja algún tema por cubrir o alguna faceta por mejorar. No obstante, los documentos empleados como materia prima constituyen un filón que permitiría explotarlos para nuevas investigaciones, por lo que nuestra autora los reproduce en la sección de Apéndices con objeto de ampliar el panorama en la materia y suscitar aún mayor interés. También en dichas páginas se incluyen cuadros donde se compila gráficamente información estadística, biográfica, bibliográfica y legal, con el fin de sistematizarla de manera que no interfiriera con la lectura del texto principal. Mención aparte merecen las ilustraciones, seleccionadas con total acierto, insustituible apoyo en la comprensión de descripciones o en la comparación entre los recintos museísticos del pasado y sus sucesores. Por último, en las Consideraciones Finales Luisa Rico recapitula la trayectoria de la institución museística en general y del Museo Nacional en especial, contrastándola con los propósitos educativos que les han sido asignados, y proyecta sobre la actualidad la labor efectuada durante el período estudiado. A pesar de los límites temporales marcados, ya se habían perfilado datos sobre épocas posteriores, pero es en las últimas páginas de Exhibir para educar… que, confrontación mediante, nos damos cuenta de la solidez y persistencia de la estructura museística decimonónica al constatar cuánto deben a ella herederos suyos como el Museo Nacional de Arte, el Museo Nacional de Historia o el Instituto Nacional de Antropología e Historia, patrocinador de la obra objeto de las presentes líneas, junto con la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y el Centro de Estudios Sobre la Universidad de la UNAM. • 91 CONTENIDO EDITORIAL 3 ACOTACIONES ¿Cómo se construye el significado del cuidado ambiental?:un estudio de caso en Educación Secundaria Rubén Edel Navarro María del Socorro J. Ramírez Garrido Trayectoria académica e historia institucional. Análisis de los casos de dos profesores Investigadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Judith Pérez Castro 5 21 ESPECTROS Dolores Correa Zapata: una profesora feminista del siglo XIX Rosa María González Jiménez 31 Revisión histórica de un modelo de excelencia: el posgrado en ciencias biomédicas Olivia Mireles Vargas 52 TEXTOS Y CONTEXTOS Una mirada a la construcción social del género en las interacciones juveniles cotidianas de la Secundaria Estatal en el municipio de Ecatepec Ana Laura Lara López 63 Wilhelm Dilthey: Una Perspectiva Histórica de su Fundamentación de las Ciencias del Espíritu. (primera parte) Mario E. Hernández Chirino 74 PISTAS Evaluación del desempeño docente Silvia Patricia Aquino Zúñiga 87 Exhibir para educar José Luis Sánchez Mora 89
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