Cómo ser verde… y ganar dinero con ello R Complejo hotelero IFA Buenaventura, de grupo Lopesán, en Gran Canaria, equipado con un parque solar en su techo. con la crisis económica global dominando por completo la agenda informativa, empresas y destinos están más pendientes que nunca de las cuentas de resultados, entradas de turistas, etc. y los aspectos medioambientales del negocio turístico -de los que tanto se hablaba estos últimos años- parecen haber sido relegados a un segundo plano. sin embargo, no es desde luego el momento para dar la espalda a las acciones verdes, pues la experiencia demuestra que son fundamentales para lograr importantes ahorros de costes, diferenciarse de la competencia e incluso fidelizar la clientela. H asta cinco marcas relacionadas con la industria turística han logrado posicionarse en la mente de los consumidores entre las compañías más respetuosas con el medio ambiente en sus respectivos mercados, según el re6 Septiembre 2009 ciente estudio “Green Brands 2009” llevado a cabo por las empresas del grupo WPP (Cohn & Wolfe, Landor Associates, y Penn, Schoen & Berland), Dicho estudio se realizó entre consumidores de cuatro países desarrollados (EE UU, Alemania, Reino Unido y Francia) y tres mercados emergentes (China, Brasil e India). De este modo, para los consumidores chinos, la cadena hotelera Shangri-La Hotels & Resorts figura como la sexta marca más respetuosa con el medio ambiente. Los franceses sitúan a los complejos turísticos Center Parcs en la tercera posición. Para los consumidores alemanes, la marca turística verde por excelencia es el turoperador Rewe, en séptima posición. Por su parte, los estadounidenses eligen a Disney en el noveno lugar del ránking. Y para los indios, la cadena Taj Hotels & Resorts es la cuarta en su ránking de las top 10. En cambio, ninguna marca turística aparece en el ‘Top Green Brands” del Reino Unido ni de Brasil. ¿Qué ganan dichas compañías figurando en el ránking de las empresas más ecológicas en sus respectivos países? Por cuestiones culturales, además, estar ahí puede reportar más ventajas o diferentes atributos en un país que en otro. Por ejemplo, el informe señala que los consumidores de los mercados emergen- tes se muestran más inclinados a comprar productos y servicios verdes. “Brasil, China e India destacan en el estudio por mostrar mayor interés por las compañías y productos ecológicos. Desde el punto de vista económico, esto muestra que el mercado de las marcas y productos ecológicos es incluso mayor de lo que se esperaba”, apunta Scott Siff, vicepresidente ejecutivo de PSB, una de las firmas que ha elaborado el informe. En cambio, en los principales mercados emisores de turistas hacia España, la opinión pública está mucho más preocupada por la crisis económica que por los problemas medioambientales, según refleja el estudio. Así mientras los consumidores de Reino Unido, Alemania, Francia y EE UU creen que los productos y servicios ecológicos son muy caros, las nuevas clases medias de Brasil, China e India se quejan porque no tienen suficiente oferta de productos verdes a su alcance, explican. En cualquier caso, el informe remarca que, en el Reino Unido y debido a las percepciones de los consumidores, ser verde sólo se traducirá en un aumento de la demanda si se puede demostrar el valor que ello implica y comunicarlo “en términos personales” a los clientes. En Alemania en cambio, aunque sólo un 32% de los consumidores prevé gastar más en productos y servicios ecológicos el año que viene, ser verde da una ventaja añadida. Y es que, según recalca el estudio, las marcas con buena reputación ecológica “logran una alta fidelización”. Es decir, haber probado un producto verde con anterioridad es un factor determinante a la hora de volver a comprarlo. Por su parte, los consumidores franceses consideran que la reputación verde de una marca debe basarse principalmente en su capacidad para reducir residuos o substancias contaminantes, tanto en los productos como en los procesos. Y todo ello debe estar sujeto a verificación. Por lo que respecta al mercado español, la percepción hacia la oferta verde está en sintonía con la de otros consumidores europeos. Así, aunque la mayoría dice que estaría dispuesto a adquirir productos y servicios respetuosos con el medio ambiente, en la práctica es aún una minoría quien finalmente lo hace (ver cuadro). La demanda continuará En cualquier caso, comenzar a ser verde ahora dará sus frutos a medio y largo plazo. Así lo sostiene Fiona Jeffery, presidenta de la feria turística World Travel Market (WTM). Según exponía recientemente en El ‘perfil verde’ del consumidor español, diluido en la práctica El 67% de los consumidores españoles dice buscar productos y servicios que respeten el medio ambiente…, pero sólo un 22% ha comprado alguna vez este tipo de oferta. Fuente: Estudio Deloitte sobre el consumo de productos y servicios ecológicos en España, sobre una muestra de 6.400 personas Siete de cada diez españoles afirman conocer los productos ecológicos del campo…, pero sólo el 27% los ha consumido alguna vez. Fuente: Ministerio de Agricultura. Durante el próximo año, ¿prevé usted gastar más, la misma cantidad o menos en productos y servicios “verdes”? MENOS MÁS BRASIL 3 73 INDIA 5 78 CHINA 6 73 ALEMANIA 6 32 FRANCIA 10 41 REINO UNIDO 6 30 EE.UU. 7 39 Fuente: Estudio Green Brands 2009, realizado por Cohn & Wolfe, Landor Associates y Penn, Schoen & Berland, sobre una muestra total de 5.756 personas en los siete países, realizadas entre mayo y junio de 2009. un artículo, “aunque la agenda de los medios informativos ahora esté abocada en la crisis económica, sería un error para la industria turística ignorar la importancia del turismo sostenible y responsable”. Y es que, según la presidenta del WTM, “los consumidores volverán a demandar –y los medios también- que la industria turística presente unas sólidas credenciales de sostenibilidad”. En este sentido, Jeffery remarca las acciones que están llevando a cabo grandes y pequeñas empresas, como el principal turoperador de Europa, TUI, que logró recortar en un 8% sus emisiones de C02 durante el ejercicio 2007-2008. Otro dato a tener en cuenta: según una encuesta realizada por la agencia Responsible Travel entre sus 900 proveedores, el 53% de ellos ha incrementado su negocio desde el inicio de la crisis económica. “Los turistas, a pesar de la recesión, han mostrado a la industria el camino a seguir y ahora es el turno de las empresas de ofrecer una clara respuesta”, insiste Fionna Jeffery. Xavier Canalis Para saber más: h t t p : / / w w w . h o s t e l t u r. c o m / noticias/60928_nuevos-nivelesinnovacion-dentro-turismo-sostenible. html Septiembre 2009 A los hoteles ser ‘verdes’ les ayuda a ahorrar, y mucho R Tras el desembolso previo de unos 200 euros, hay iniciativas con las que se puede ahorrar hasta un 30% en el lavado de lencería año, a 4.403.000 kw/h menos de energía consumida y un ahorro de 1.182 toneladas de emisiones de CO2. Y es que las Comunidades Autónomas ya se han puesto en marcha para conseguir que los hoteles cambien el chip y apuesten por el medio ambiente. El Gobierno canario, por citar un caso, subvenciona proyectos de gestión medioambiental, a lo que ha destinado un millón de euros. Los sistemas de ahorro de agua ayudan a reducir notablemente la factura energética. Cada vez son más las hoteleras que apuestan por políticas ecológicas. Esto pone de manifiesto su sensibilidad ante un desarrollo sostenible. Pero hay un segundo argumento: el económico. Implantar prácticas ‘verdes’ reduce los costes, con ahorros que pueden alcanzar el 80% en determinados casos. E l ahorro energético se está convirtiendo en un factor muy importante, por ejemplo, en lo que se refiere al agua. Muchos hoteles cuentan con spa, un servicio que consume grandes cantidades de agua. Es por ello que los hoteleros intentan buscar la manera de ahorrar. En un circuito estándar de un spa pueden gastarse hasta 300 litros y el poner en marcha sistemas de ahorro puede ayudar a reducir la factura casi un 80%. Para ello existen diversos sistemas de recogida y reutilización. Javier Martín, responsable de la empresa Dinotech especializada en sistemas de ahorro de agua, explica que un spa puede gastar al año unos 9.000 euros en agua y electricidad, y “sólo por el bombeo del agua y la disolución de productos químicos, unos 14.000 anuales”, por lo Septiembre 2009 que si se aplicaran sistemas de ahorro se podría reducir casi un 60% el consumo de electricidad y el de agua podría quedar prácticamente en la mitad. De hecho, muchos hoteleros han empezado ya a aplicar sistemas que reducen el consumo. Es el caso de los establecimientos murcianos, que han conseguido disminuir un 37% el consumo de agua (unos 230.000 litros), según los datos de la Consejería de Cultura y Turismo del Gobierno regional. Todo ello gracias al lanzamiento, junto con la patronal Hostemur, del programa “Ayúdanos con el agua”, que promueve el aprovechamiento óptimo de los recursos hídricos. Una iniciativa a la que se ha sumado el 63,12% de los establecimientos de la región -12.318 habitaciones-. Este ahorro equivale, a lo largo del Para grandes… En cuanto a las cadenas, son muchas las que ya se preocupan por este aspecto. Un ejemplo es Riu, que gracias a la aplicación de su política medioambiental ha conseguido ahorros importantes en la factura energética. Ha aplicado diferentes medidas, como el ahorro y reciclaje de agua, gestión de residuos, uso y reciclaje de papel, control de ruido y sensibilización medioambiental. Desde la hotelera explican que sólo en 2007 consiguieron un ahorro de agua de 1.000 millones de litros. En cuanto a la gestión de residuos, han incorporado el ‘desayuno ecológico’, que sustituye los envases de porción individual de mermelada, miel, yogur o mantequilla por productos a granel, con lo que evitaron el uso de casi 46.000.000 de envases individuales en 2007. “Desde enero de 2000 hasta diciembre de 2007 hemos evitado utilizar 295.000.000 de estos envases en todos los hoteles de Riu”, añaden. En el área de ahorro de energía, según los cálculos de la compañía, el uso de bombillas de bajo consumo en los hoteles “evita la emisión a la atmósfera de casi 7.500 toneladas de CO2 anuales, lo que compensa la contaminación anual generada por casi 3.800 coches”. Otra de las iniciativas ha sido el ahorro en papel con el Programa de Gestión de Facturas, que consiste en imprimir sólo las estrictamente necesarias. Esto ha permitido agilizar la gestión de los establecimientos “al tiempo que, sólo en 2008 se logró evitar el uso de más de 625 kilos de papel, y más de 1.600 kilos desde la instauración de dicho programa”. Empieza a ser habitual ver placas solares en los hoteles, como es el caso del Meliá Valencia Palace. NH por su parte lanzó en 2007 su Plan Medioambiental, con el que pretende reducir un 20% los consumos de energía y agua, las emisiones de CO2 y la producción de residuos. Así, entre 2007 y 2008 recortó un 4,03% el consumo de energía y un 8,06% el de agua, lo que equivale a unos 2,3 millones de euros en el gasto global de luz, gas y gasoil, y a 477.268 euros en el de agua. Esto es posible gracias a la sustitución de todas las lámparas de filamentos incandescentes de los establecimientos por otras de bajo consumo; el cambio de las calderas tradicionales por otras de condensación de alto rendimiento; mejoras en ecodiseño para optimizar las necesidades de climatización; la instalación de placas solares, o la colocación de reductores de caudal. Todo ello requiere un desembolso inicial si hay que adaptar instalaciones ya construidas pero visto el ahorro posterior, compensa. Y si el edificio se construye teniendo en cuenta estos aspectos, el presupuesto de ejecución será el mismo. La Ciudad del Medioambiente de Soria tendrá un hotel gestionado por NH cuya inversión asciende a 7,5 millones de euros. La cadena hace hincapié en que el hecho de que vaya a ser un complejo ecoeficiente, con altas prestaciones bioclimáticas, no supone un coste mayor al de un hotel estándar. El director de Medio Ambiente e Ingeniería del grupo, Luis Ortega señala que ser más sostenible no significa gastar más dinero sino que se trata de pensar en cómo invertir mejor, “sin sobredimensionar”. En el mismo sentido se manifestó el vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer durante la presentación de la Memoria de Sostenibilidad 2008. Explicó que al acometer un desarrollo, el dinero necesario es el mismo tanto si se hace de manera sostenible como si no, pero si se opta por lo primero, se percibe un fuerte impacto en la eficiencia y la rentabilidad a corto plazo. Puso como ejemplo la apertura del Gran Meliá Palacio de Isora, que ha costado 180 millones. “El hacerlo sostenible no ha costado más y contabiliza un ahorro energético de 800.000 euros anuales”, expuso. En términos generales, la corporación ha conseguido un ahorro de 794.000 euros “gracias a una gestión eficiente del agua, la electricidad y los combustibles”. …y para pequeñas Se trata de medidas que no sólo las grandes compañías pueden adoptar. En esta línea, el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) ha firmado un acuerdo con la TÜV Rheinland, dedicada a desarrollar soluciones para la sostenibilidad de los recursos energéticos. Consiste, en primer lugar, en prestar a los hoteles servicio de optimización en la contratación energética, ofreciéndoles descuentos a los que lo soliciten a través de ITH. “La empresa seleccionada va a analizar los consumos del establecimiento y los va a optimizar a través de la recomendación de una comercializadora que ofrezca mejores precios para esos consumos reales”, señalan. En la segunda etapa se desarrollará un proyecto piloto en seis alojamientos donde “se demostrará con mediciones reales la oportunidad de ahorrar costes en la tarifa eléctrica”. Posteriormente se elegirá a uno de los participantes para realizar una auditoría energética gratuita, a fin de identificar los puntos donde no se consigue un uso eficaz de la energía y establecer medidas correctoras. Por otro lado, el instituto ha promovido una iniciativa que permite reducir los costes operativos en el proceso de lavandería. Se trata de que sea el cliente quien comunique al hotel la periodicidad en el cambio de la lencería de cama en las pernoctaciones de más de una noche. Esta comunicación se articula mediante la colocación de una tarjeta en la habitación. El empresario puede descargarse un modelo de dicha tarjeta a través de la web del ITH, así como un documento en el que se explica la iniciativa, cómo trasladarla a clientes y empleados, y un ejemplo práctico. Ese ejemplo es el de la cadena Artiem Hotels, propiedad de José Guillermo Díaz Montañés, ex presidente de la CEHAT y del ITH. Gracias a esta medida, uno de sus hoteles, el Audax, un 4 estrellas situado en la costa de Menorca, experimentó un ahorro del 28% en los costes del proceso de lavandería. Entre el 20 de marzo y el 30 de septiembre de 2008 gastó por este concepto algo más de 24.200 euros, unos 10.550 menos que en el mismo periodo de 2007. Y todo esto frente a los aproximadamente 225 euros que cuesta imprimir 1.000 tarjetas. No obstante, hay quienes creen que medidas como esta no trasmiten una buena imagen y dan la sensación de falta de calidad de cara al cliente. Así lo pusieron de manifiesto algunos lectores en un debate generado en el diario. Pero en líneas generales, la mayoría del sector coincide en que adoptar medidas de ahorro energético contribuye a la fidelización. “Para los clientes, que el hotel proteja el medio ambiente es un factor determinante para tomar la decisión de compra, según demuestran los estudios”, afirma Riu. Así, además de repercutir positivamente en los costes y en el medio ambiente, inciden en el aumento de los ingresos. Xisca Muñoz / Araceli Guede Septiembre 2009 La eficiencia energética a través de nueva flota y operaciones y rutas alternativas R Una cuestión de supervivencia para aerolíneas y navieras Las estrategias de sostenibilidad medioambiental en el sector del transporte, orientadas a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, han pasado a ser las acciones fundamentales para reducir los costes operativos de las empresas y asegurar su sostenibilidad económica. E l año pasado, la escalada del precio del combustible, con un barril de petróleo cruzando la barrera de los 100 dólares y récords de 145, se convirtió en el mayor desafío que ha enfrentado la industria aérea en los últimos 50 años. Unas 30 compañías y 100.000 empleos desaparecieron del mercado, indicios inequívocos de la gravedad de la situación en un sector considerado por la Unión Europea como el más estratégico en términos de integración global, accesibilidad a nuevos mercados y movilidad geográfica, indispensable para el turismo. En la actualidad, el coste del combustible ya representa para la mayoría de las aerolíneas el 30% de su estructura de costes. Un tercio de los gastos totales del negocio aéreo en carburante supone el doble de los gastos de personal y el triple de los costes de flota. Según la IATA, el año pasado la factura energética sobrepasó los 100.000 millones de euros, “el mejor incentivo que tienen las compañías para reducir sus emisiones de CO2”. Estrategia verde contra los números rojos Tres aspectos se han convertido en las principales líneas estratégicas de futuro: eficiencia energética, mejor gestión del tráfico aéreo y la búsqueda de combustibles alternativos, con 10 Septiembre 2009 Avión equipado con pila de combustible de hidrógeno, que Boeing probó en su Centro Europeo de I+T, en Madrid. una incidencia determinante en la reducción de las emisiones de CO2, pese a que la industria aérea es una de las menos contaminantes. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha establecido sus emisiones en un 2%. Sin embargo, las autoridades no pierden de vista el elevado crecimiento de la actividad de este sector, coyunturalmente paralizado. La eficiencia energética busca el uso sostenible de la energía. Mejorarla implica que el consumo energético sea menor sin que disminuya por ello la movilidad de las personas, apoyándose en la innovación tecnológica, en aviones “más limpios” y en operaciones más eficientes para reducir costes y contaminación. Supone la medida más eficaz y económica de reducir las emisiones de la aviación en el corto plazo. Los aviones de pasajeros que se fabrican hoy en día son un 70% más eficientes en consumo de combustible que sus equivalentes de hace 40 años, y se prevé que aún su tecnología mejorará un 25% hasta 2020. Los fabricantes aeronáuticos Airbus y Boeing realizan grandes inversiones en I+D+i para lograr prototipos de aviones más livianos y silenciosos, con menor consumo de combustible por pasajero y menos niveles de emisiones de CO2. Los nuevos modelos el Airbus A380 y el Boeing B787 tendrán el menor consumo logrado hasta el momento para aviones comerciales: menos de tres litros por pasajero cada 100 km. La aerolínea alemana Luthansa ha conse- guido, a través de una permanente renovación de flota, colocar el consumo medio por pasajero en 4,32 litros por cada 100 kilómetros recorridos y, con cada uno de sus Airbus A340300, alrededor de 3,5 litros. Air Berlin estrenó un avión más ecológico para rutas cortas, el turbohélice Q400, del fabricante aeronáutico canadiense Bombardier, cuya operación ahorra combustible y cuida el medioambiente. Con una ocupación máxima, sólo utiliza 2,76 litros de combustible por pasajero cada 100 kilómetros y produce aproximadamente un 30% menos de emisiones de CO2. Es, además, el más silencioso de su categoría. Por su parte, British Airways ha adquirido una flota más eficiente para sus rutas regionales y europeas, operadas por su filial BA Cityflyer, con la compra al fabricante brasileño Embraer de 11 aviones turbohélice, un 56% más eficientes en el gasto de combustible y reducción similar de las emisiones de CO2. Rutas y operaciones más eficientes El diseño de operaciones más eficientes en las zonas aeroportuarias -rodaje, aproximación, aterrizaje y despegue-, permiten un ahorro energético y por tanto, reducir la contaminación del aire y el ruido. Entre estas maniobras, destaca el aterrizaje (CDA – Continuous Descent Approach) que viene ensayando la industria y permite reducir en un 40% la emisión de gases con efecto invernadero. En esta línea, varias compañías llevan adelante sus propias iniciativas. El año pasado, antes de la crisis, Iberia había incrementado la eficiencia en el consumo de combustible en un 8% y reducido las emisiones de CO2 en un 4%, a pesar de haber aumentado su capacidad en un 3,4%, optimizando la altitud y la velocidad en las diferentes etapas del vuelo y reduciendo el peso medio de los aviones. La brasileña GOL ha decidido apagar uno de sus motores al aterrizar, con lo que pretende ahorrar al año más de siete millones de euros y la chilena LAN economizará 516.000 euros, desplazando con tractores los aviones con el motor apagado dentro del aeropuerto. La belga Brussels Airlines se decantó por disminuir el peso y la velocidad en 10 kilómetros, con lo que reducirá en un millón de euros sus costes anuales en combustible, mientras que sólo aumenta dos minutos el tiempo de vuelo. Un modelo más ecológico Desde la IATA destacan que las compañías aéreas deben identificar áreas de mejora en todos los aspectos de sus operaciones. “Un avión consume combustible en base a su peso. La cantidad de prensa a bordo, documentación técnica, catering, agua, etc, tiene una incidencia sobre el consumo de un avión: a menor peso, menor cantidad de combustible consumido y menor emisión de CO2, una fórmula en la que son expertas las compañías de modelo low cost”. Por ejemplo, Japan Airlines está reemplazando las botellas de vino de cristal (145 gr) por otras de plástico (22 gr) para reducir el peso de 300 envases en unos 37 kilogramos y ahorrar 20 litros de combustible en cada vuelo y 52 kilogramos de emisiones de dióxido de carbono. Medidas de mercado Para incentivar la reducción de emisiones de CO2, la CE ha establecido el comercio de emisiones: consiste en fijar una cantidad máxima de ellas, basándose en valores reales en una fecha de referencia. Fijado este techo, la cantidad se distribuye en “derechos de emisión” que se reparten -gratuitamente o por subasta-, entre las compañías emisoras. Si una compañía emite más cantidad, necesita comprar más “derechos de emisión”, mientras que si es capaz de emitir menos, puede venderlos. Así se incentiva la reducción de emisiones al tiempo que se penalizan las emisiones elevadas. A partir del 2012, las compañías recibirán anualmente un número de permisos de emisiones basado en el promedio de las producidas entre el 2004 y el 2006. Las asociaciones de aerolíneas europeas han objetado el nuevo sistema, que les costará alrededor de 4.000 millones de euros anuales entre 2011 y 2022, según sus cálculos, y creará una importante desventaja competitiva –aseguran-, respecto a las empresas de fuera de la Unión Europea. Cielo único europeo Está pendiente la integración de un cielo único europeo, a cargo de SESAR, la agencia de investigación europea creada para tal fin, que trabaja en la implantación para 2020 de una red ATM europea de gestión de tráfico aéreo de altas prestaciones. Este espacio aéreo europeo permitiría rutas más directas y eficientes y el ahorro de 12 millones de toneladas de CO2 al año. En cuanto a combustibles alternativos a los de origen fósil, hay diversos proyectos en marcha, si bien aún falta mucha investigación. Los dos fabricantes están haciendo experimentos. Boeing ha volado, por primera vez en la historia de la aviación, un avión tripulado propulsado por pilas de combustible de hidrógeno, en un hito alcanzado por su unidad de investigación en Madrid. Y Airbus ha volado uno de sus enormes superjumbos A 380, parcialmente alimentado con un carburante líquido derivado del gas, conocido como Gaz to Liquids (GTL), en un trayecto de tres horas entre Inglaterra y su sede en Toulouse, Francia. Continental Airlines efectuó a principios de este año el primer vuelo que ha utilizado un avión Boeing 737-800 de dos motores y combustible derivado, parcialmente, de algas. Durante un vuelo de aproximadamente 90 minutos, pilotos de prueba de la compañía realizaron con éxito diversas maniobras de vuelo, como paradas y reiniciaciones del motor a mitad de vuelo y aceleraciones y desaceleraciones. Y sigue en marcha el desarrollo del prototipo del primer avión impulsado por energía solar, dentro del proyecto Solar Impulse. Realmente, la única opción a corto plazo son los sintéticos F-T, muy similares al queroseno actual, por lo que los motores ya en uso podrían aceptar hasta un 50% de estos nuevos combustibles sin cambio tecnológico. A medio plazo, los biocombustibles, y a largo, el hidrógeno, pueden ser otras opciones, aunque aún presentan grandes dificultades técnicas. Las navieras buscan una estrategia a la medida El transporte marítimo genera 100 veces menos CO2 que el aéreo y, sin embargo, “existe una elevada concienciación en el sector por conseguir reducir las emisiones aún más”, según ha explicado a HOSTELTUR el presidente de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), Adolfo Utor. Así, a nivel internacional las navieras están buscando una estrategia que se adecue a los aspectos diferenciales del sector. Afirma que falta “conciliar dos principios básicos de política”, ya que, por un lado, la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kyoto reconocen el principio de “responsabilidades compartidas pero diferenciadas”, en el sentido de que los países industrializados deben esforzarse más por reducir las emisiones. Pero, por otro lado, la Organización Marítima Internacional establece un trato igual para todos los buques, “que es imprescindible respetar, ya que, en caso contrario, los armadores registrarían preferentemente sus buques en los Estados más permisivos y no se conseguiría una aplicación universal”. La propuesta danesa de establecer una tasa universal sobre el combustible es, según Utor, “la mejor solución y mucho más adecuada al caso del transporte marítimo que el comercio de emisiones -que se aplica en Europa al transporte aéreo-. Éste último es más adecuado a un mercado con un número reducido de grandes empresas -por ejemplo, el de la generación de energía eléctrica-, y el caso del transporte marítimo es exactamente el contrario”. Con independencia de que se establezca una estrategia común, las navieras desarrollan sus propios planes para lograr ahorros energéticos o reducir los residuos, incluyendo nuevos sistemas para el reciclaje de buques. Balearia, por ejemplo, invertirá entre este año y el próximo 350 millones de euros en cuatro nuevos barcos, que reducirán el consumo de combustible en un 50%; mientras que también ha iniciado un proyecto para introducir iluminación mediante luces led, que consumen una décima parte que las alógenas convencionales y duran 25 veces más. Acciona Trasmediterránea por su parte promueve el concepto de las ‘Autopistas del Mar’, para contribuir a la “reducción de la congestión de las carreteras mediante la retirada de una media de 55.000 camiones y 132.000 vehículos por año”, con unas rutas que persiguen mejorar “eficiencia” y “rentabilidad”. Así, la compañía ha logrado reducir más de 50.000 toneladas de CO2 durante el año Septiembre 2009 11 R 2008 “mediante la optimización de la velocidad más eficiente dentro de los itinerarios programados y un control riguroso de la puntualidad”, afirman. Cruceros: el reto de salvar los mares El ahorro de combustible, el tratamiento de residuos y la reducción de consumo de energía a bordo son algunos de los retos del sector de los cruceros, que ya está aplicando medidas para paliar estos problemas. Aunque muchas de estas medidas suponen un importante aumento del gasto, las diferentes compañías apuestan por políticas que a largo plazo supondrán un importante ahorro de costes y que logran fidelizar a un cliente cada vez más concienciado con el cuidado del medioambiente. Teóricamente hablando, el turismo de cruceros, si está correctamente planificado, no produce un alto impacto ambiental, no consume territorio y puede suponer una fuente de ingresos para el país de destino. No obstante, los cruceros presentan una serie de problemas medioambientales que en los últimos tiempos las diferentes compañías se están esforzando ����������������������������� ��� ��� �� �������� ���� en paliar. El buque Martí i Soler, que opera la línea Valencia-Ibiza-Palma, es uno de los barcos sostenibles de última generación que está incorporando Balearia. En primer lugar, un gran número de cruceros no realizan ningún tratamiento con sus residuos, y un buque puede verter entre 13.000 y 26.000 litros de aguas residuales, así como entre 67 y 130 kilos de residuos tóxicos. De igual modo, la contaminación atmosférica es muy elevada, ya que el combustible utilizado por un crucero equivale al de 12.000 vehículos. ������ � En los últimos años, las normativas impul� � � �� �� �� sadas desde distintos organismos han aumentado los requisitos a las navieras. Los nuevos sistemas de propulsión se han convertido en una de las claves para ahorrar combustible y reducir las emisiones, hasta un 15% menos. Las innovaciones en el diseño del casco y los revestimientos también consiguen una reducción en el consumo de combustible. Otra área de mejora es la iluminación, ya ��� � ���������������������� ���������������� ������������������������������ �������������������������� ���������������������������� ����������������� ��������������� ��������������������������� ���������������������� ����������������������� ����� ������������ �������� �������������� 12 ����������� Septiembre 2009 que los cruceros tienen el consumo de energía más alto de todos los barcos. Algunos astilleros, como Meyer Werft han firmado acuerdos con la empresa especialista en iluminación Osram para desarrollar soluciones de ahorro de energía para los buques. Así, el buque Celebrity Solstice está ya equipado con un sistema que ha disminuido el consumo de energía en más del 15%. Junto con un sistema de energía fotovoltaica y otras soluciones se pueden lograr un ahorro de hasta el 30%. Por su parte, la compañía Royal Caribbean ha conseguido reducir hasta un 95% las emisiones mediante un menor consumo de energía y varias novedades en la construcción de sus barcos, con la incorporación de paneles solares, sistemas de tratamiento de aguas vertidas al mar y el uso de bombillas LED que emiten menos calor. Según la compañía, pese a que la incorporación de sistemas de tratado de residuos, de plantas de reciclaje, de luces que emiten menos calor y de cristales oscurecidos para mantener la temperatura interior, entre otras medidas, suponen un aumento de un 15% en el coste de construcción de los barcos, estas medidas logran una importante reducción de costes energéticos que compensarán “a la larga” la mayor inversión tecnológica. La compañía MSC Cruceros también aplica ya varias estrategias medioambientales basadas en el ahorro de agua con tratamientos específicos y purificación, ahorro de energía, incineradores especiales de limpieza para residuos de papel y cartón, trituradoras y máquinas compactadoras para la selección y reducción de residuos de vidrio y aluminio. Desde la compañía destacan avances como la planta de tratamiento de agua del MSC Splendida, que puede procesar hasta 1.500 metros cúbicos de residuos líquidos por día, produciendo un agua que puede ser liberada directamente al mar, aunque generalmente se almacena y es vaciada posteriormente en instalaciones portuarias o reutilizada en servicios como el lavado de platos. Otro sistema incorporado por la compañía es la monitorización de camarotes, que permite un ahorro del 25% de energía en éstos y en zonas comunes, ya que el sistema avisa al centro de control cuando las ventanas y las puertas de los balcones están abiertas. Para MSC, el cuidado del medioambiente no es sólo una estrategia necesaria, sino también una herramienta que ayuda a fidelizar al crucerista. Royal Caribbean sostiene el mismo punto de vista. “Los clientes valoran que se cuide el medioambiente”, aseguran desde la compañía, “fidelizamos a nuestros clientes en la medida que nos preocupamos por lo mismo que ellos”. Otra naviera que destaca en este aspecto es Costa, que en 2009 ha recibido el galardíon concedido por la asociación de agencias GEBTA “por su constante compromiso con la protección del medio ambiente”. Flotas de vehículos más eficientes Las empresas de alquiler de coches también han incorporado criterios de respeto medioambiental a sus flotas. Así, compañías como Avis o National Atesa cuentan con la certificación de la norma ISO:14001 en gestión ambiental, una garantía de compromiso de las empresas con el desarrollo sostenible. El año pasado, Avis España invirtió 650.000 euros en medidas medioambientales, esta cifra corresponde únicamente a mejoras de instalaciones, ya que el monto es mayor si se tiene en cuenta la adquisición de más de 400 modelos de vehículos que producen menos emisión de CO2. Por su parte, National Atesa conductores sobre seguridad y eficiencia, hay un apartado que da las claves para reducir las emisiones del vehículo que a su vez redundan en el consumo. Asimismo, Avis es una compañía ‘Carbón Neutral’ desde el año 2000 con el objetivo de paliar las emisiones de CO2 que produce. Así, al terminar de cumplimentar el formulario de alquiler los clientes tienen la opción de hacer una aportación de 1,5 euros adicionales que van destinados a esta finalidad. Gracias a esta contribución, durante la última década se han plantado más de dos hectáreas de árboles en nueve regiones de Europa, entre otros proyectos. Entre las acciones de National Atesa se encuentra la incorporación paulatina de túneles de lavado con recicladoras de agua. “Con su política medioambiental la empresa también asegura haber reducido el consumo de deter- Modelo híbrido Toyota Prius. también cuenta con una política específica y aseguran que le resulta difícil cuantificar los gastos derivados de estas acciones, “porque no son sólo económicos sino también organizativos y de personal”. Además de renovar la flota y adquirir vehículos de bajas emisiones, ambas empresas han tomado otras medidas relacionadas con el cuidado del medio ambiente. Carlos Marina, director general de Avis Iberia ha asegurado que en la edición de la Guía de la Buena Conducción, donde su compañía da consejos a los minados recursos, como por ejemplo un 2% el uso del papel”, ha comentado Sergio Asensio, responsable de Calidad y Medio Ambiente de la compañía. Según añade Sergio Asensio, “aunque todavía queda mucho camino por recorrer para que la sociedad tenga una amplia y afianzada responsabilidad ecológica, en nuestro mercado los clientes se decantan por empresas que se preocupen por el medio ambiente y apuesten por el desarrollo sostenible”. De hecho, esta tendencia tiene un reflejo en los viajes de negocios, dado que cada vez más empresas despliegan un abanico de medidas en el marco de la Responsabilidad Social Corporativa, con el fin de aumentar su competitividad y su valor añadido. “Además, en un mercado tan competitivo como el nuestro, el cliente busca aspectos que determinen su elección, y dentro de estos aspectos el ser respetuoso con nuestro entorno se tiene cada vez más en cuenta como elemento diferenciador”, concluye. Diana Ramón Vilarasau / Ángeles Vargas / Noelia Cedrés / Isabel Martín Septiembre 2009 13 El turismo responsable, un micronicho aún para las agencias españolas R La demanda de productos que tengan en cuenta aspectos como la sostenibilidad, el cuidado del medioambiente y el turismo justo es testimonial en el mercado emisor español. Si bien hay unas cuantas agencias de viajes especializadas en este segmento, el nivel de ventas es todavía muy reducido. E n otros mercados, como el británico, ocurre todo lo contrario. La cuota de este tipo de oferta y demanda ha pasado en cinco años del 1% al 5%. De hecho, en el Reino Unido hay turoperadores y agencias especializados en este segmento. Una de ellas, Responsible Travel, goza de gran prestigio y ya cuenta con una trayectoria de ocho años en el mercado. Acuerdos con destinos Responsible Travel es una agencia y turoperador virtual que trabaja con más de 300 operadores turísticos y oferta unas 600 villas, cabañas, y pequeños hoteles por todo el mundo. Asimismo, mantiene acuerdos con diferentes destinos, como el suscrito recientemente con Fuerteventura, único destino de Europa recomendado por esta agencia. El objetivo es promocionar la isla como destino sostenible 14 Septiembre 2009 La demanda de turismo responsable ha llevado a la aparición de productos específicos, como este “eco friendly camp” desarrollado por un pueblo de los Masai en Kenya. a través de los canales de comunicación que ofrece la agencia. Para tener una idea del nivel de actividad de este tipo de turismo en el Reino Unido, la agencia líder registra 300.000 visitantes únicos al mes en su web. Micronicho En España las demandas de estos tipos de viajes son todavía muy marginales. No obstante, ya han sido varias las iniciativas que se han fijado en ellos y ya hay algunas agencias de viajes especializadas. Tales son los casos de Viajes Astrolabio, Vivencia Andina, Ecoaventours o Viajes Responsables, por citar algunas. La última en salir al marcado ha sido Viajes Responsables, que comenzó a operar a primeros de este 2009. Su director, Carles Tudurí defiende la apuesta si bien reconoce que en España es una alternativa muy novedosa y que, hoy por hoy, es un segmento pequeño con apenas oferta. No obstante, confía en que la demanda crezca “poco a poco”, para lo que tienen el objetivo de constituirse también como turoperador el próximo año. Viajes Responsables, a la hora de confec- cionar su oferta, exige a los proveedores que cuenten con un sello de garantía de responsabilidad en su actividad. “Trabajamos, sobre todo, con hoteles pequeños y familiares”. Y en cuanto a los destinos, ofertan especialmente Turquía, Marruecos, Senegal y Costa Rica. Y en España, algunas zonas costeras donde poder realizar avistamientos de cetáceos, como en Mazarrón (Murcia). Para Tudurí, el principal obstáculo con el que se encuentran para ampliar oferta es el poco interés que despiertan las políticas medioambientales entre los proveedores, especialmente en España, en comparación con varios destinos del tercer mundo donde abundan iniciativas en ese sentido. “Los clientes valoran mucho los viajes diferentes en los que están más próximos a la cultura del destino, pero no se fijan en si el hotel lleva a cabo políticas medioambientales”, indica Tudurí. Más teoría que realidad En cuanto al caso que hacen al concepto de turismo sostenible los grandes turoperadores generalistas, el director general de AMAVE, Ruperto Donat indica que “se trata todavía de un nicho my reducido. Para el gran público la cuestión del medio ambiente es más un planteamiento teórico que real”. No obstante, Donat se pegunta “qué es el turismo responsable”, y considera que es un valor añadido del que hace tiempo que se está hablando en el sector turístico español, y que afecta a toda la cadena de la oferta, “desde las infraestructuras a la oferta complementaria”. “Más que una oferta muy específica destinada a una demanda testimonial, se trata de aplicar las estrategias medioambientales a toda la cadena de valor”, concluye Donat. José Manuel de la Rosa
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