Cómo ser verde… y ganar dinero con ello - Hosteltur.com

Cómo ser verde…
y ganar dinero con ello
R
Complejo hotelero IFA Buenaventura, de grupo Lopesán, en Gran Canaria, equipado con un parque solar en su techo.
con la crisis económica global dominando por
completo la agenda informativa, empresas y
destinos están más pendientes que nunca de
las cuentas de resultados, entradas de turistas,
etc. y los aspectos medioambientales del negocio
turístico -de los que tanto se hablaba estos últimos
años- parecen haber sido relegados a un segundo
plano. sin embargo, no es desde luego el momento
para dar la espalda a las acciones verdes, pues
la experiencia demuestra que son fundamentales
para lograr importantes ahorros de costes,
diferenciarse de la competencia e incluso fidelizar
la clientela.
H
asta cinco marcas relacionadas
con la industria turística han logrado posicionarse en la mente de los
consumidores entre las compañías más
respetuosas con el medio ambiente en
sus respectivos mercados, según el re6
Septiembre 2009
ciente estudio “Green Brands 2009” llevado a cabo por las empresas del grupo
WPP (Cohn & Wolfe, Landor Associates, y
Penn, Schoen & Berland),
Dicho estudio se realizó entre consumidores de cuatro países desarrollados
(EE UU, Alemania, Reino Unido y Francia) y tres mercados emergentes (China,
Brasil e India). De este modo, para los
consumidores chinos, la cadena hotelera
Shangri-La Hotels & Resorts figura como
la sexta marca más respetuosa con el
medio ambiente. Los franceses sitúan a
los complejos turísticos Center Parcs en
la tercera posición. Para los consumidores
alemanes, la marca turística verde por excelencia es el turoperador Rewe, en séptima posición. Por su parte, los estadounidenses eligen a Disney en el noveno lugar
del ránking. Y para los indios, la cadena
Taj Hotels & Resorts es la cuarta en su
ránking de las top 10. En cambio, ninguna
marca turística aparece en el ‘Top Green
Brands” del Reino Unido ni de Brasil.
¿Qué ganan dichas compañías figurando en el ránking de las empresas más
ecológicas en sus respectivos países? Por
cuestiones culturales, además, estar ahí
puede reportar más ventajas o diferentes
atributos en un país que en otro.
Por ejemplo, el informe señala que los
consumidores de los mercados emergen-
tes se muestran más inclinados a comprar productos y servicios verdes. “Brasil,
China e India destacan en el estudio por
mostrar mayor interés por las compañías
y productos ecológicos. Desde el punto
de vista económico, esto muestra que el
mercado de las marcas y productos ecológicos es incluso mayor de lo que se esperaba”, apunta Scott Siff, vicepresidente
ejecutivo de PSB, una de las firmas que ha
elaborado el informe.
En cambio, en los principales mercados
emisores de turistas hacia España, la opinión pública está mucho más preocupada
por la crisis económica que por los problemas medioambientales, según refleja
el estudio. Así mientras los consumidores
de Reino Unido, Alemania, Francia y EE UU
creen que los productos y servicios ecológicos son muy caros, las nuevas clases
medias de Brasil, China e India se quejan
porque no tienen suficiente oferta de productos verdes a su alcance, explican.
En cualquier caso, el informe remarca
que, en el Reino Unido y debido a las percepciones de los consumidores, ser verde
sólo se traducirá en un aumento de la demanda si se puede demostrar el valor que
ello implica y comunicarlo “en términos
personales” a los clientes.
En Alemania en cambio, aunque sólo
un 32% de los consumidores prevé gastar
más en productos y servicios ecológicos
el año que viene, ser verde da una ventaja añadida. Y es que, según recalca el
estudio, las marcas con buena reputación
ecológica “logran una alta fidelización”. Es
decir, haber probado un producto verde
con anterioridad es un factor determinante a la hora de volver a comprarlo.
Por su parte, los consumidores franceses consideran que la reputación verde de
una marca debe basarse principalmente
en su capacidad para reducir residuos o
substancias contaminantes, tanto en los
productos como en los procesos. Y todo
ello debe estar sujeto a verificación.
Por lo que respecta al mercado español,
la percepción hacia la oferta verde está en
sintonía con la de otros consumidores europeos. Así, aunque la mayoría dice que
estaría dispuesto a adquirir productos y
servicios respetuosos con el medio ambiente, en la práctica es aún una minoría
quien finalmente lo hace (ver cuadro).
La demanda continuará
En cualquier caso, comenzar a ser verde
ahora dará sus frutos a medio y largo plazo. Así lo sostiene Fiona Jeffery, presidenta de la feria turística World Travel Market
(WTM). Según exponía recientemente en
El ‘perfil verde’ del consumidor español,
diluido en la práctica
El 67% de los consumidores españoles dice
buscar productos y servicios que respeten
el medio ambiente…, pero sólo un 22% ha
comprado alguna vez este tipo de oferta.
Fuente: Estudio Deloitte sobre el consumo de productos y servicios ecológicos en España,
sobre una muestra de 6.400 personas
Siete de cada diez españoles afirman
conocer los productos ecológicos del
campo…, pero sólo el 27% los ha
consumido alguna vez.
Fuente: Ministerio de Agricultura.
Durante el próximo año, ¿prevé usted gastar
más, la misma cantidad o menos en productos
y servicios “verdes”?
MENOS MÁS
BRASIL
3 73
INDIA
5 78
CHINA
6 73
ALEMANIA
6 32
FRANCIA
10 41
REINO UNIDO
6 30
EE.UU.
7 39
Fuente: Estudio Green Brands 2009, realizado por Cohn & Wolfe, Landor Associates y
Penn, Schoen & Berland, sobre una muestra total de 5.756 personas en los siete países,
realizadas entre mayo y junio de 2009.
un artículo, “aunque la agenda de los medios informativos ahora esté abocada en
la crisis económica, sería un error para la
industria turística ignorar la importancia
del turismo sostenible y responsable”.
Y es que, según la presidenta del WTM,
“los consumidores volverán a demandar
–y los medios también- que la industria
turística presente unas sólidas credenciales de sostenibilidad”. En este sentido,
Jeffery remarca las acciones que están
llevando a cabo grandes y pequeñas empresas, como el principal turoperador de
Europa, TUI, que logró recortar en un 8%
sus emisiones de C02 durante el ejercicio
2007-2008. Otro dato a tener en cuenta: según una encuesta realizada por la
agencia Responsible Travel entre sus 900
proveedores, el 53% de ellos ha incrementado su negocio desde el inicio de la
crisis económica.
“Los turistas, a pesar de la recesión,
han mostrado a la industria el camino a
seguir y ahora es el turno de las empresas
de ofrecer una clara respuesta”, insiste
Fionna Jeffery.
Xavier Canalis
Para saber más:
h t t p : / / w w w . h o s t e l t u r. c o m /
noticias/60928_nuevos-nivelesinnovacion-dentro-turismo-sostenible.
html
Septiembre 2009
A los hoteles ser ‘verdes’ les
ayuda a ahorrar, y mucho
R
Tras el desembolso previo de unos 200 euros, hay iniciativas con las que se puede
ahorrar hasta un 30% en el lavado de lencería
año, a 4.403.000 kw/h menos de energía
consumida y un ahorro de 1.182 toneladas
de emisiones de CO2.
Y es que las Comunidades Autónomas ya
se han puesto en marcha para conseguir
que los hoteles cambien el chip y apuesten
por el medio ambiente. El Gobierno canario, por citar un caso, subvenciona proyectos de gestión medioambiental, a lo que ha
destinado un millón de euros.
Los sistemas de ahorro de agua ayudan a reducir notablemente la factura energética.
Cada vez son más las hoteleras que apuestan
por políticas ecológicas. Esto pone de manifiesto
su sensibilidad ante un desarrollo sostenible.
Pero hay un segundo argumento: el económico.
Implantar prácticas ‘verdes’ reduce los costes,
con ahorros que pueden alcanzar el 80% en
determinados casos.
E
l ahorro energético se está convirtiendo en un factor muy importante,
por ejemplo, en lo que se refiere al
agua. Muchos hoteles cuentan con spa, un
servicio que consume grandes cantidades
de agua. Es por ello que los hoteleros intentan buscar la manera de ahorrar.
En un circuito estándar de un spa pueden gastarse hasta 300 litros y el poner en
marcha sistemas de ahorro puede ayudar
a reducir la factura casi un 80%. Para ello
existen diversos sistemas de recogida y
reutilización. Javier Martín, responsable de
la empresa Dinotech especializada en sistemas de ahorro de agua, explica que un
spa puede gastar al año unos 9.000 euros
en agua y electricidad, y “sólo por el bombeo del agua y la disolución de productos
químicos, unos 14.000 anuales”, por lo
Septiembre 2009
que si se aplicaran sistemas de ahorro se
podría reducir casi un 60% el consumo
de electricidad y el de agua podría quedar
prácticamente en la mitad.
De hecho, muchos hoteleros han empezado ya a aplicar sistemas que reducen
el consumo. Es el caso de los establecimientos murcianos, que han conseguido
disminuir un 37% el consumo de agua
(unos 230.000 litros), según los datos de
la Consejería de Cultura y Turismo del Gobierno regional. Todo ello gracias al lanzamiento, junto con la patronal Hostemur,
del programa “Ayúdanos con el agua”, que
promueve el aprovechamiento óptimo de
los recursos hídricos. Una iniciativa a la
que se ha sumado el 63,12% de los establecimientos de la región -12.318 habitaciones-. Este ahorro equivale, a lo largo del
Para grandes…
En cuanto a las cadenas, son muchas
las que ya se preocupan por este aspecto. Un ejemplo es Riu, que gracias a la
aplicación de su política medioambiental
ha conseguido ahorros importantes en la
factura energética. Ha aplicado diferentes
medidas, como el ahorro y reciclaje de
agua, gestión de residuos, uso y reciclaje
de papel, control de ruido y sensibilización
medioambiental.
Desde la hotelera explican que sólo en
2007 consiguieron un ahorro de agua de
1.000 millones de litros. En cuanto a la
gestión de residuos, han incorporado el
‘desayuno ecológico’, que sustituye los
envases de porción individual de mermelada, miel, yogur o mantequilla por productos a granel, con lo que evitaron el uso de
casi 46.000.000 de envases individuales
en 2007. “Desde enero de 2000 hasta
diciembre de 2007 hemos evitado utilizar
295.000.000 de estos envases en todos
los hoteles de Riu”, añaden.
En el área de ahorro de energía, según
los cálculos de la compañía, el uso de
bombillas de bajo consumo en los hoteles
“evita la emisión a la atmósfera de casi
7.500 toneladas de CO2 anuales, lo que
compensa la contaminación anual generada por casi 3.800 coches”. Otra de las
iniciativas ha sido el ahorro en papel con
el Programa de Gestión de Facturas, que
consiste en imprimir sólo las estrictamente
necesarias. Esto ha permitido agilizar la
gestión de los establecimientos “al tiempo
que, sólo en 2008 se logró evitar el uso
de más de 625 kilos de papel, y más de
1.600 kilos desde la instauración de dicho
programa”.
Empieza a ser habitual ver placas solares en los hoteles, como es el caso del Meliá Valencia Palace.
NH por su parte lanzó en 2007 su Plan
Medioambiental, con el que pretende reducir un 20% los consumos de energía y
agua, las emisiones de CO2 y la producción de residuos. Así, entre 2007 y 2008
recortó un 4,03% el consumo de energía
y un 8,06% el de agua, lo que equivale
a unos 2,3 millones de euros en el gasto
global de luz, gas y gasoil, y a 477.268
euros en el de agua.
Esto es posible gracias a la sustitución
de todas las lámparas de filamentos incandescentes de los establecimientos por
otras de bajo consumo; el cambio de las
calderas tradicionales por otras de condensación de alto rendimiento; mejoras en
ecodiseño para optimizar las necesidades
de climatización; la instalación de placas
solares, o la colocación de reductores de
caudal.
Todo ello requiere un desembolso inicial si hay que adaptar instalaciones ya
construidas pero visto el ahorro posterior,
compensa. Y si el edificio se construye teniendo en cuenta estos aspectos, el presupuesto de ejecución será el mismo. La
Ciudad del Medioambiente de Soria tendrá
un hotel gestionado por NH cuya inversión
asciende a 7,5 millones de euros. La cadena hace hincapié en que el hecho de que
vaya a ser un complejo ecoeficiente, con
altas prestaciones bioclimáticas, no supone un coste mayor al de un hotel estándar.
El director de Medio Ambiente e Ingeniería
del grupo, Luis Ortega señala que ser más
sostenible no significa gastar más dinero
sino que se trata de pensar en cómo invertir mejor, “sin sobredimensionar”.
En el mismo sentido se manifestó el vicepresidente de Sol Meliá, Sebastián Escarrer durante la presentación de la Memoria
de Sostenibilidad 2008. Explicó que al
acometer un desarrollo, el dinero necesario es el mismo tanto si se hace de manera
sostenible como si no, pero si se opta por
lo primero, se percibe un fuerte impacto en
la eficiencia y la rentabilidad a corto plazo.
Puso como ejemplo la apertura del Gran
Meliá Palacio de Isora, que ha costado 180
millones. “El hacerlo sostenible no ha costado más y contabiliza un ahorro energético de 800.000 euros anuales”, expuso.
En términos generales, la corporación ha
conseguido un ahorro de 794.000 euros
“gracias a una gestión eficiente del agua,
la electricidad y los combustibles”.
…y para pequeñas
Se trata de medidas que no sólo las
grandes compañías pueden adoptar. En
esta línea, el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) ha firmado un acuerdo con la TÜV
Rheinland, dedicada a desarrollar soluciones para la sostenibilidad de los recursos
energéticos. Consiste, en primer lugar, en
prestar a los hoteles servicio de optimización en la contratación energética, ofreciéndoles descuentos a los que lo soliciten
a través de ITH.
“La empresa seleccionada va a analizar
los consumos del establecimiento y los va
a optimizar a través de la recomendación
de una comercializadora que ofrezca mejores precios para esos consumos reales”,
señalan.
En la segunda etapa se desarrollará un
proyecto piloto en seis alojamientos donde
“se demostrará con mediciones reales la
oportunidad de ahorrar costes en la tarifa
eléctrica”. Posteriormente se elegirá a uno
de los participantes para realizar una auditoría energética gratuita, a fin de identificar
los puntos donde no se consigue un uso
eficaz de la energía y establecer medidas
correctoras.
Por otro lado, el instituto ha promovido
una iniciativa que permite reducir los costes operativos en el proceso de lavandería. Se trata de que sea el cliente quien
comunique al hotel la periodicidad en el
cambio de la lencería de cama en las pernoctaciones de más de una noche. Esta
comunicación se articula mediante la colocación de una tarjeta en la habitación. El
empresario puede descargarse un modelo
de dicha tarjeta a través de la web del ITH,
así como un documento en el que se explica la iniciativa, cómo trasladarla a clientes
y empleados, y un ejemplo práctico.
Ese ejemplo es el de la cadena Artiem
Hotels, propiedad de José Guillermo Díaz
Montañés, ex presidente de la CEHAT y
del ITH. Gracias a esta medida, uno de sus
hoteles, el Audax, un 4 estrellas situado
en la costa de Menorca, experimentó un
ahorro del 28% en los costes del proceso
de lavandería. Entre el 20 de marzo y el
30 de septiembre de 2008 gastó por este
concepto algo más de 24.200 euros, unos
10.550 menos que en el mismo periodo de
2007. Y todo esto frente a los aproximadamente 225 euros que cuesta imprimir
1.000 tarjetas.
No obstante, hay quienes creen que medidas como esta no trasmiten una buena
imagen y dan la sensación de falta de calidad de cara al cliente. Así lo pusieron de
manifiesto algunos lectores en un debate
generado en el diario.
Pero en líneas generales, la mayoría
del sector coincide en que adoptar medidas de ahorro energético contribuye a la
fidelización. “Para los clientes, que el hotel proteja el medio ambiente es un factor
determinante para tomar la decisión de
compra, según demuestran los estudios”,
afirma Riu. Así, además de repercutir positivamente en los costes y en el medio
ambiente, inciden en el aumento de los
ingresos.
Xisca Muñoz / Araceli Guede
Septiembre 2009
La eficiencia energética a través de nueva flota y operaciones y rutas alternativas
R
Una cuestión de supervivencia
para aerolíneas y navieras
Las estrategias
de sostenibilidad
medioambiental en el
sector del transporte,
orientadas a reducir
sus emisiones de
CO2 y otros gases de
efecto invernadero,
han pasado a ser las
acciones fundamentales
para reducir los costes
operativos de las
empresas y asegurar
su sostenibilidad
económica.
E
l año pasado, la escalada del precio del
combustible, con un barril de petróleo
cruzando la barrera de los 100 dólares
y récords de 145, se convirtió en el mayor
desafío que ha enfrentado la industria aérea
en los últimos 50 años. Unas 30 compañías
y 100.000 empleos desaparecieron del mercado, indicios inequívocos de la gravedad de
la situación en un sector considerado por la
Unión Europea como el más estratégico en
términos de integración global, accesibilidad
a nuevos mercados y movilidad geográfica,
indispensable para el turismo.
En la actualidad, el coste del combustible ya
representa para la mayoría de las aerolíneas el
30% de su estructura de costes. Un tercio de
los gastos totales del negocio aéreo en carburante supone el doble de los gastos de personal y el triple de los costes de flota. Según
la IATA, el año pasado la factura energética
sobrepasó los 100.000 millones de euros, “el
mejor incentivo que tienen las compañías para
reducir sus emisiones de CO2”.
Estrategia verde contra los
números rojos
Tres aspectos se han convertido en las principales líneas estratégicas de futuro: eficiencia
energética, mejor gestión del tráfico aéreo y
la búsqueda de combustibles alternativos, con
10
Septiembre 2009
Avión equipado con pila de combustible de hidrógeno, que Boeing probó en su Centro
Europeo de I+T, en Madrid.
una incidencia determinante en la reducción
de las emisiones de CO2, pese a que la industria aérea es una de las menos contaminantes.
El Panel Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha establecido sus emisiones
en un 2%. Sin embargo, las autoridades no
pierden de vista el elevado crecimiento de la
actividad de este sector, coyunturalmente paralizado.
La eficiencia energética busca el uso sostenible de la energía. Mejorarla implica que el
consumo energético sea menor sin que disminuya por ello la movilidad de las personas,
apoyándose en la innovación tecnológica, en
aviones “más limpios” y en operaciones más
eficientes para reducir costes y contaminación. Supone la medida más eficaz y económica de reducir las emisiones de la aviación
en el corto plazo.
Los aviones de pasajeros que se fabrican
hoy en día son un 70% más eficientes en consumo de combustible que sus equivalentes de
hace 40 años, y se prevé que aún su tecnología
mejorará un 25% hasta 2020. Los fabricantes
aeronáuticos Airbus y Boeing realizan grandes
inversiones en I+D+i para lograr prototipos de
aviones más livianos y silenciosos, con menor
consumo de combustible por pasajero y menos niveles de emisiones de CO2. Los nuevos
modelos el Airbus A380 y el Boeing B787
tendrán el menor consumo logrado hasta el
momento para aviones comerciales: menos
de tres litros por pasajero cada 100 km.
La aerolínea alemana Luthansa ha conse-
guido, a través de una permanente renovación
de flota, colocar el consumo medio por pasajero en 4,32 litros por cada 100 kilómetros recorridos y, con cada uno de sus Airbus A340300, alrededor de 3,5 litros. Air Berlin estrenó
un avión más ecológico para rutas cortas, el
turbohélice Q400, del fabricante aeronáutico
canadiense Bombardier, cuya operación ahorra combustible y cuida el medioambiente.
Con una ocupación máxima, sólo utiliza 2,76
litros de combustible por pasajero cada 100
kilómetros y produce aproximadamente un
30% menos de emisiones de CO2. Es, además, el más silencioso de su categoría.
Por su parte, British Airways ha adquirido
una flota más eficiente para sus rutas regionales y europeas, operadas por su filial BA
Cityflyer, con la compra al fabricante brasileño
Embraer de 11 aviones turbohélice, un 56%
más eficientes en el gasto de combustible y
reducción similar de las emisiones de CO2.
Rutas y operaciones
más eficientes
El diseño de operaciones más eficientes
en las zonas aeroportuarias -rodaje, aproximación, aterrizaje y despegue-, permiten
un ahorro energético y por tanto, reducir la
contaminación del aire y el ruido. Entre estas
maniobras, destaca el aterrizaje (CDA – Continuous Descent Approach) que viene ensayando la industria y permite reducir en un 40% la
emisión de gases con efecto invernadero.
En esta línea, varias compañías llevan adelante sus propias iniciativas. El año pasado,
antes de la crisis, Iberia había incrementado
la eficiencia en el consumo de combustible en
un 8% y reducido las emisiones de CO2 en
un 4%, a pesar de haber aumentado su capacidad en un 3,4%, optimizando la altitud y la
velocidad en las diferentes etapas del vuelo y
reduciendo el peso medio de los aviones.
La brasileña GOL ha decidido apagar uno
de sus motores al aterrizar, con lo que pretende ahorrar al año más de siete millones de
euros y la chilena LAN economizará 516.000
euros, desplazando con tractores los aviones
con el motor apagado dentro del aeropuerto.
La belga Brussels Airlines se decantó por disminuir el peso y la velocidad en 10 kilómetros,
con lo que reducirá en un millón de euros sus
costes anuales en combustible, mientras que
sólo aumenta dos minutos el tiempo de vuelo.
Un modelo más ecológico
Desde la IATA destacan que las compañías
aéreas deben identificar áreas de mejora en
todos los aspectos de sus operaciones. “Un
avión consume combustible en base a su
peso. La cantidad de prensa a bordo, documentación técnica, catering, agua, etc, tiene
una incidencia sobre el consumo de un avión:
a menor peso, menor cantidad de combustible
consumido y menor emisión de CO2, una fórmula en la que son expertas las compañías de
modelo low cost”.
Por ejemplo, Japan Airlines está reemplazando las botellas de vino de cristal (145 gr)
por otras de plástico (22 gr) para reducir el
peso de 300 envases en unos 37 kilogramos y
ahorrar 20 litros de combustible en cada vuelo
y 52 kilogramos de emisiones de dióxido de
carbono.
Medidas de mercado
Para incentivar la reducción de emisiones
de CO2, la CE ha establecido el comercio
de emisiones: consiste en fijar una cantidad
máxima de ellas, basándose en valores reales
en una fecha de referencia. Fijado este techo,
la cantidad se distribuye en “derechos de emisión” que se reparten -gratuitamente o por
subasta-, entre las compañías emisoras.
Si una compañía emite más cantidad, necesita comprar más “derechos de emisión”,
mientras que si es capaz de emitir menos,
puede venderlos. Así se incentiva la reducción
de emisiones al tiempo que se penalizan las
emisiones elevadas. A partir del 2012, las
compañías recibirán anualmente un número
de permisos de emisiones basado en el promedio de las producidas entre el 2004 y el
2006.
Las asociaciones de aerolíneas europeas
han objetado el nuevo sistema, que les costará
alrededor de 4.000 millones de euros anuales entre 2011 y 2022, según sus cálculos, y
creará una importante desventaja competitiva
–aseguran-, respecto a las empresas de fuera
de la Unión Europea.
Cielo único europeo
Está pendiente la integración de un cielo
único europeo, a cargo de SESAR, la agencia de investigación europea creada para tal
fin, que trabaja en la implantación para 2020
de una red ATM europea de gestión de tráfico aéreo de altas prestaciones. Este espacio
aéreo europeo permitiría rutas más directas y
eficientes y el ahorro de 12 millones de toneladas de CO2 al año.
En cuanto a combustibles alternativos a los
de origen fósil, hay diversos proyectos en marcha, si bien aún falta mucha investigación. Los
dos fabricantes están haciendo experimentos.
Boeing ha volado, por primera vez en la historia de la aviación, un avión tripulado propulsado por pilas de combustible de hidrógeno, en
un hito alcanzado por su unidad de investigación en Madrid.
Y Airbus ha volado uno de sus enormes
superjumbos A 380, parcialmente alimentado con un carburante líquido derivado del
gas, conocido como Gaz to Liquids (GTL), en
un trayecto de tres horas entre Inglaterra y su
sede en Toulouse, Francia.
Continental Airlines efectuó a principios
de este año el primer vuelo que ha utilizado
un avión Boeing 737-800 de dos motores y
combustible derivado, parcialmente, de algas.
Durante un vuelo de aproximadamente 90 minutos, pilotos de prueba de la compañía realizaron con éxito diversas maniobras de vuelo,
como paradas y reiniciaciones del motor a
mitad de vuelo y aceleraciones y desaceleraciones.
Y sigue en marcha el desarrollo del prototipo del primer avión impulsado por energía
solar, dentro del proyecto Solar Impulse.
Realmente, la única opción a corto plazo
son los sintéticos F-T, muy similares al queroseno actual, por lo que los motores ya en uso
podrían aceptar hasta un 50% de estos nuevos combustibles sin cambio tecnológico. A
medio plazo, los biocombustibles, y a largo, el
hidrógeno, pueden ser otras opciones, aunque
aún presentan grandes dificultades técnicas.
Las navieras buscan una
estrategia a la medida
El transporte marítimo genera 100 veces
menos CO2 que el aéreo y, sin embargo,
“existe una elevada concienciación en el sector por conseguir reducir las emisiones aún
más”, según ha explicado a HOSTELTUR el
presidente de la Asociación de Navieros Españoles (ANAVE), Adolfo Utor.
Así, a nivel internacional las navieras están buscando una estrategia que se adecue
a los aspectos diferenciales del sector. Afirma
que falta “conciliar dos principios básicos de
política”, ya que, por un lado, la Convención
Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y
el Protocolo de Kyoto reconocen el principio de
“responsabilidades compartidas pero diferenciadas”, en el sentido de que los países industrializados deben esforzarse más por reducir
las emisiones.
Pero, por otro lado, la Organización Marítima Internacional establece un trato igual para
todos los buques, “que es imprescindible respetar, ya que, en caso contrario, los armadores registrarían preferentemente sus buques
en los Estados más permisivos y no se conseguiría una aplicación universal”.
La propuesta danesa de establecer una
tasa universal sobre el combustible es, según Utor, “la mejor solución y mucho más
adecuada al caso del transporte marítimo que
el comercio de emisiones -que se aplica en
Europa al transporte aéreo-. Éste último es
más adecuado a un mercado con un número
reducido de grandes empresas -por ejemplo,
el de la generación de energía eléctrica-, y el
caso del transporte marítimo es exactamente
el contrario”.
Con independencia de que se establezca
una estrategia común, las navieras desarrollan sus propios planes para lograr ahorros
energéticos o reducir los residuos, incluyendo
nuevos sistemas para el reciclaje de buques.
Balearia, por ejemplo, invertirá entre este
año y el próximo 350 millones de euros en
cuatro nuevos barcos, que reducirán el consumo de combustible en un 50%; mientras
que también ha iniciado un proyecto para introducir iluminación mediante luces led, que
consumen una décima parte que las alógenas
convencionales y duran 25 veces más.
Acciona Trasmediterránea por su parte
promueve el concepto de las ‘Autopistas del
Mar’, para contribuir a la “reducción de la congestión de las carreteras mediante la retirada
de una media de 55.000 camiones y 132.000
vehículos por año”, con unas rutas que persiguen mejorar “eficiencia” y “rentabilidad”.
Así, la compañía ha logrado reducir más
de 50.000 toneladas de CO2 durante el año
Septiembre 2009
11
R
2008 “mediante la optimización de la velocidad más eficiente dentro de los itinerarios
programados y un control riguroso de la puntualidad”, afirman.
Cruceros: el reto de salvar
los mares
El ahorro de combustible, el tratamiento
de residuos y la reducción de consumo de
energía a bordo son algunos de los retos del
sector de los cruceros, que ya está aplicando
medidas para paliar estos problemas. Aunque muchas de estas medidas suponen un
importante aumento del gasto, las diferentes compañías apuestan por políticas que a
largo plazo supondrán un importante ahorro
de costes y que logran fidelizar a un cliente
cada vez más concienciado con el cuidado
del medioambiente.
Teóricamente hablando, el turismo de cruceros, si está correctamente planificado, no
produce un alto impacto ambiental, no consume territorio y puede suponer una fuente de
ingresos para el país de destino. No obstante,
los cruceros presentan una serie de problemas
medioambientales que en los últimos tiempos
las diferentes compañías se están esforzando
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en paliar.
El buque Martí i Soler, que opera la línea Valencia-Ibiza-Palma, es uno de los barcos
sostenibles de última generación que está incorporando Balearia.
En primer lugar, un gran número de cruceros
no realizan ningún tratamiento con sus residuos,
y un buque puede verter entre 13.000 y 26.000
litros de aguas residuales, así como entre 67 y
130 kilos de residuos tóxicos. De igual modo,
la contaminación atmosférica es muy elevada,
ya que el combustible utilizado por un crucero
equivale al de 12.000 vehículos.
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En
los últimos
años, las normativas impul�
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sadas desde distintos organismos han aumentado los requisitos a las navieras. Los nuevos
sistemas de propulsión se han convertido en
una de las claves para ahorrar combustible y
reducir las emisiones, hasta un 15% menos.
Las innovaciones en el diseño del casco y los
revestimientos también consiguen una reducción en el consumo de combustible.
Otra área de mejora es la iluminación, ya
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Septiembre 2009
que los cruceros tienen el consumo de energía
más alto de todos los barcos. Algunos astilleros, como Meyer Werft han firmado acuerdos
con la empresa especialista en iluminación
Osram para desarrollar soluciones de ahorro
de energía para los buques. Así, el buque Celebrity Solstice está ya equipado con un sistema que ha disminuido el consumo de energía
en más del 15%. Junto con un sistema de
energía fotovoltaica y otras soluciones se pueden lograr un ahorro de hasta el 30%.
Por su parte, la compañía Royal Caribbean
ha conseguido reducir hasta un 95% las emisiones mediante un menor consumo de energía y varias novedades en la construcción de
sus barcos, con la incorporación de paneles
solares, sistemas de tratamiento de aguas
vertidas al mar y el uso de bombillas LED que
emiten menos calor.
Según la compañía, pese a que la incorporación de sistemas de tratado de residuos,
de plantas de reciclaje, de luces que emiten
menos calor y de cristales oscurecidos para
mantener la temperatura interior, entre otras
medidas, suponen un aumento de un 15% en
el coste de construcción de los barcos, estas
medidas logran una importante reducción de
costes energéticos que compensarán “a la
larga” la mayor inversión tecnológica.
La compañía MSC Cruceros también aplica
ya varias estrategias medioambientales basadas en el ahorro de agua con tratamientos
específicos y purificación, ahorro de energía,
incineradores especiales de limpieza para residuos de papel y cartón, trituradoras y máquinas compactadoras para la selección y reducción de residuos de vidrio y aluminio.
Desde la compañía destacan avances como
la planta de tratamiento de agua del MSC
Splendida, que puede procesar hasta 1.500
metros cúbicos de residuos líquidos por día,
produciendo un agua que puede ser liberada
directamente al mar, aunque generalmente se
almacena y es vaciada posteriormente en instalaciones portuarias o reutilizada en servicios
como el lavado de platos.
Otro sistema incorporado por la compañía
es la monitorización de camarotes, que permite un ahorro del 25% de energía en éstos
y en zonas comunes, ya que el sistema avisa
al centro de control cuando las ventanas y las
puertas de los balcones están abiertas.
Para MSC, el cuidado del medioambiente
no es sólo una estrategia necesaria, sino también una herramienta que ayuda a fidelizar al
crucerista. Royal Caribbean sostiene el mismo
punto de vista. “Los clientes valoran que se
cuide el medioambiente”, aseguran desde la
compañía, “fidelizamos a nuestros clientes en
la medida que nos preocupamos por lo mismo
que ellos”.
Otra naviera que destaca en este aspecto
es Costa, que en 2009 ha recibido el galardíon concedido por la asociación de agencias
GEBTA “por su constante compromiso con la
protección del medio ambiente”.
Flotas de vehículos más eficientes
Las empresas de alquiler de coches también han incorporado criterios de respeto
medioambiental a sus flotas. Así, compañías
como Avis o National Atesa cuentan con la
certificación de la norma ISO:14001 en gestión ambiental, una garantía de compromiso
de las empresas con el desarrollo sostenible.
El año pasado, Avis España invirtió 650.000
euros en medidas medioambientales, esta
cifra corresponde únicamente a mejoras de
instalaciones, ya que el monto es mayor si se
tiene en cuenta la adquisición de más de 400
modelos de vehículos que producen menos
emisión de CO2. Por su parte, National Atesa
conductores sobre seguridad y eficiencia, hay
un apartado que da las claves para reducir las
emisiones del vehículo que a su vez redundan
en el consumo.
Asimismo, Avis es una compañía ‘Carbón
Neutral’ desde el año 2000 con el objetivo
de paliar las emisiones de CO2 que produce. Así, al terminar de cumplimentar el
formulario de alquiler los clientes tienen la
opción de hacer una aportación de 1,5 euros
adicionales que van destinados a esta finalidad. Gracias a esta contribución, durante la
última década se han plantado más de dos
hectáreas de árboles en nueve regiones de
Europa, entre otros proyectos.
Entre las acciones de National Atesa se encuentra la incorporación paulatina de túneles
de lavado con recicladoras de agua. “Con su
política medioambiental la empresa también
asegura haber reducido el consumo de deter-
Modelo híbrido Toyota Prius.
también cuenta con una política específica y
aseguran que le resulta difícil cuantificar los
gastos derivados de estas acciones, “porque
no son sólo económicos sino también organizativos y de personal”.
Además de renovar la flota y adquirir vehículos de bajas emisiones, ambas empresas
han tomado otras medidas relacionadas con
el cuidado del medio ambiente. Carlos Marina,
director general de Avis Iberia ha asegurado
que en la edición de la Guía de la Buena Conducción, donde su compañía da consejos a los
minados recursos, como por ejemplo un 2% el
uso del papel”, ha comentado Sergio Asensio,
responsable de Calidad y Medio Ambiente de
la compañía.
Según añade Sergio Asensio, “aunque todavía queda mucho camino por recorrer para
que la sociedad tenga una amplia y afianzada
responsabilidad ecológica, en nuestro mercado los clientes se decantan por empresas que
se preocupen por el medio ambiente y apuesten por el desarrollo sostenible”.
De hecho, esta tendencia tiene un reflejo en los viajes de negocios, dado que cada
vez más empresas despliegan un abanico de
medidas en el marco de la Responsabilidad
Social Corporativa, con el fin de aumentar su
competitividad y su valor añadido. “Además,
en un mercado tan competitivo como el nuestro, el cliente busca aspectos que determinen
su elección, y dentro de estos aspectos el ser
respetuoso con nuestro entorno se tiene cada
vez más en cuenta como elemento diferenciador”, concluye.
Diana Ramón Vilarasau / Ángeles Vargas /
Noelia Cedrés / Isabel Martín
Septiembre 2009
13
El turismo responsable, un micronicho
aún para las agencias españolas
R
La demanda de
productos que tengan
en cuenta aspectos
como la sostenibilidad,
el cuidado del
medioambiente y
el turismo justo es
testimonial en el
mercado emisor
español. Si bien hay
unas cuantas agencias
de viajes especializadas
en este segmento,
el nivel de ventas es
todavía muy reducido.
E
n otros mercados, como el británico,
ocurre todo lo contrario. La cuota de
este tipo de oferta y demanda ha pasado
en cinco años del 1% al 5%. De hecho, en el
Reino Unido hay turoperadores y agencias especializados en este segmento. Una de ellas,
Responsible Travel, goza de gran prestigio y ya
cuenta con una trayectoria de ocho años en el
mercado.
Acuerdos con destinos
Responsible Travel es una agencia y turoperador virtual que trabaja con más de 300
operadores turísticos y oferta unas 600 villas,
cabañas, y pequeños hoteles por todo el mundo. Asimismo, mantiene acuerdos con diferentes destinos, como el suscrito recientemente
con Fuerteventura, único destino de Europa
recomendado por esta agencia. El objetivo es
promocionar la isla como destino sostenible
14
Septiembre 2009
La demanda de turismo responsable
ha llevado a la aparición de productos
específicos, como este “eco friendly camp”
desarrollado por un pueblo de los Masai
en Kenya.
a través de los canales de comunicación que
ofrece la agencia.
Para tener una idea del nivel de actividad de
este tipo de turismo en el Reino Unido, la agencia líder registra 300.000 visitantes únicos al
mes en su web.
Micronicho
En España las demandas de estos tipos de
viajes son todavía muy marginales. No obstante, ya han sido varias las iniciativas que se han
fijado en ellos y ya hay algunas agencias de
viajes especializadas. Tales son los casos de
Viajes Astrolabio, Vivencia Andina, Ecoaventours o Viajes Responsables, por citar algunas.
La última en salir al marcado ha sido Viajes
Responsables, que comenzó a operar a primeros de este 2009. Su director, Carles Tudurí
defiende la apuesta si bien reconoce que en
España es una alternativa muy novedosa y
que, hoy por hoy, es un segmento pequeño
con apenas oferta.
No obstante, confía en que la demanda
crezca “poco a poco”, para lo que tienen el
objetivo de constituirse también como turoperador el próximo año.
Viajes Responsables, a la hora de confec-
cionar su oferta, exige a los proveedores que
cuenten con un sello de garantía de responsabilidad en su actividad. “Trabajamos, sobre
todo, con hoteles pequeños y familiares”.
Y en cuanto a los destinos, ofertan especialmente Turquía, Marruecos, Senegal y Costa
Rica. Y en España, algunas zonas costeras
donde poder realizar avistamientos de cetáceos, como en Mazarrón (Murcia).
Para Tudurí, el principal obstáculo con el
que se encuentran para ampliar oferta es
el poco interés que despiertan las políticas
medioambientales entre los proveedores, especialmente en España, en comparación con
varios destinos del tercer mundo donde abundan iniciativas en ese sentido.
“Los clientes valoran mucho los viajes diferentes en los que están más próximos a la
cultura del destino, pero no se fijan en si el
hotel lleva a cabo políticas medioambientales”,
indica Tudurí.
Más teoría que realidad
En cuanto al caso que hacen al concepto de
turismo sostenible los grandes turoperadores
generalistas, el director general de AMAVE,
Ruperto Donat indica que “se trata todavía de
un nicho my reducido. Para el gran público la
cuestión del medio ambiente es más un planteamiento teórico que real”.
No obstante, Donat se pegunta “qué es el
turismo responsable”, y considera que es un
valor añadido del que hace tiempo que se está
hablando en el sector turístico español, y que
afecta a toda la cadena de la oferta, “desde las
infraestructuras a la oferta complementaria”.
“Más que una oferta muy específica destinada
a una demanda testimonial, se trata de aplicar
las estrategias medioambientales a toda la cadena de valor”, concluye Donat.
José Manuel de la Rosa