Cómo invierten los expertos en la crisis - Inversor Global

Nota de tapa
Cómo invierten los
expertos en la crisis
Ni el mismísimo Warren Buffett se salvó de esta crisis financiera y económica. El año pasado, su compañía tuvo el peor
año desde que se hizo cargo en 1965. Además, perdió el primer puesto en el ranking de los mayores millonarios del
mundo en manos de su amigo Bill Gates ¿Cómo afectó la caída de las Bolsas y los precios de las materias primas a los
mayores inversores del Planeta? ¿Qué están haciendo para resarcirse de esas pérdidas?
Por Martín Boerr
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L
a crisis financiera y económica actual tiene
varias características que la hacen única.
Por empezar, su magnitud. Los expertos
coinciden en que es la mayor crisis desde el crack
de la Bolsa de Nueva York en 1929 y la depresión
de comienzos de los años ‘30, de la cual se salió
gracias a las políticas keynesianas implementadas por Franklin Roosevelt y su New Deal.
Pero no es la única nota diferencial que tiene la
actual coyuntura. Esta crisis, afecta sobre todo
a las naciones desarrolladas, con los Estados
Unidos, la mayor potencia económica y militar
del mundo, a la cabeza. Esto contrasta con las
debacles financieras de la pasada década, que
tuvieron su epicentro en los países emergentes (la Argentina en 2001-2002, Brasil en 1999,
Rusia en 1998, los Tigres Asiáticos en 1997 y
México en 1994).
Ante una situación de semejante magnitud hay,
al menos, una certeza: es imposible salir indemne. No importa lo experimentado que uno
sea en el manejo del dinero, ya que incluso un
inversor con una visión o información única (o
con mucha suerte, también) poseía una casa (o
varias) que hoy valen mucho menos que antes
de que pasara el tsunami de las subprime.
El mundo financiero, ante crisis como ésta, se
encuentra en una disyuntiva. Por un lado, es imposible eludirla, sobre todo para aquellos que
tienen activos importantes, no importa lo diversificados que estén. Uno puede retirar el dinero
de la Bolsa, pero tiene que hacer algo con él.
Si decide enterrarlo en el jardín del fondo de
su casa, aun así está posicionándose en un
activo determinado que pueden ser el oro, los
dólares o los euros y, por lo tanto, está inevitablemente sujeto a las variaciones del mercado
e influenciado por los acontecimientos políticos y económicos de estos tiempos.
Es como si se tratara de un partido de fútbol de
donde es imposible salirse, porque no termina
nunca. No se puede pedir la hora, ni ganando ni
perdiendo por goleada. El juego debe continuar.
Aun cuando uno opte por los activos más estables y seguros está tomando una posición que
implica un riesgo, porque una de las características principales de esta crisis es que ya no
existe ningún instrumento que dé la sensación
de total y plena seguridad.
Es importante destacar que, ni Warren Buffett
se salvó del impacto de la caída en los mercados que pasaron de vivir una tormenta financiera a un tsunami en septiembre pasado, cuando
quebró el banco Lehman Brothers y puso bajo
un manto de dudas la solidez del sistema financiero más poderoso del mundo.
El otrora llamado oráculo de Omaha, sigue
siendo, por lejos, la mayor autoridad monetaria a nivel planetario desde que el legado de
Alan Greenspan quedó totalmente opacado por
la crisis. Ahora, nadie duda de que buena parte
de los excesos de los últimos 25 años en Wall
Street, y sobre todo, de la burbuja inmobiliaria,
tuvo su origen en la laxa regulación del sistema financiero estadounidense y en la política
de tasas bajas aplicada por la Reserva Federal
bajo los últimos años de su mandato.
Es por eso que Buffett quedó sólo en el Olimpo
de los grandes gurúes bursátiles. Quizás esto
no tenga que ver con su condición multimillonaria, sino también con su perfil, tan distante
del aire arrogante y poderoso de los ahora
odiados banqueros de la Gran Manzana.
El presidente de Berkshire Hathaway (BRK-A) sabe
que no sólo hay que ser sino parecer, es por eso
que explota su costado de hombre común y corriente y en las convenciones de su empresa, adonde acuden desde importantes financistas hasta
público “de a pie” que invirtió algunos ahorros
en su compañía, se permite hablarles en un tono
coloquial y campechano o directamente se pone a
tocar un instrumento parecido al charango.
En el siguiente informe, Inversor Global analizó
el impacto que tuvo la crisis en cuatro grandes
operadores del mercado: Warren Buffett, William Gross, Kenneth Heebner y Carlos Slim.
¿Cuánto dinero perdieron? ¿Cómo atenuaron las
pérdidas? y sobre todo, qué están haciendo para
recuperarse del duro golpe sufrido, ya que, otra
de las máximas que se aplican al actual momento es que toda crisis es una oportunidad.
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Nota de tapa
Warren Buffett
Invertir en negocios
comprensibles
W
arren Buffett logró salvar parte de su
reputación, aun cuando perdió mucho
dinero: quedó como un inversor sensato que no se subió a la irracional locura de los
derivados financieros, sino más bien se dedicó a
desmontarlos desde su principal empresa aseguradora, General Re, que corrió una suerte bien
distinta al gigante cuasi nacionalizado AIG.
Hay que recordar que a comienzos de la década, cuando explotó la burbuja de las puntocom, capitalizó nuevamente lo que fue una
catástrofe para muchos, ya que sus operaciones en los últimos años se habían dirigido a
los negocios poco glamorosos pero más sensatos, como compañías productoras de papel
para empapelar casas y otros productos para
las mejoras del hogar.
Esas dos últimas crisis fueron aumentando la aureola de un tipo extraordinario que, además, sabe mantener los pies sobre
la tierra a pesar de los millones que maneja todos
los días. Sin embargo, esto no lo libró de cometer
errores que supo reconocer públicamente.
Cada año, Buffett produce un documento imperdible para todos aquellos interesados en el mundo de las finanzas: su carta a los accionistas de
su empresa madre, Berkshire Hathaway, ampliamente leída por inversores y público en general.
Este documento, enviado en febrero pasado,
hizo un mea culpa por los errores “tontos” que
cometió y que llevaron a la compañía a tener el
peor rendimiento anual desde 1965, cuando se
hizo cargo de la firma, por entonces una simple
productora del rubro textil.
Las ganancias de Berkshire Hathaway cayeron
un 62 por ciento el año pasado, redondeando
el peor de los 44 años desde que la adquirió
Buffett. Sin embargo, tuvo una ganancia neta de
4.990 millones de dólares que contrastaron con
los 13.200 millones obtenidos el año anterior.
Entre los errores que destacó el Oráculo de
Omaha estuvo la compra de dos bancos irlandeses y la adquisición de acciones por 7.000 millones de dólares de la petrolera Conoco Philips
(COP), justo en el momento en que el precio del
crudo estaba en su máximo nivel.
En la carta a sus inversores ensaya una autocrítica, aunque también, si se lee entre líneas
se advierte que parece minimizar sus “metidas
de pata” y destaca, implícitamente, su actitud
FICHA PERSONAL
EDAD: 78 años
LUGAR DE NACIMIENTO: Omaha,
Nebraska, Estados Unidos
ESTADO CIVIL: Casado, tres hijos
LUGAR DE RESIDENCIA: Omaha,
Nebraska, Estados Unidos
FORTUNA: 37.000 millones de
dólares
PROFESIÓN: Presidente de
Berkshire Hathaway
ESTUDIOS: Bachelor of Arts por la
Universidad de Nebraska y Master
of Science por la Columbia
University
Buffett cometió errores durante la crisis que llevó a su empresa Berkshire Hattaway a sufrir pérdidas por primera vez
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de no subirse a la fiebre de los derivados que,
para muchos, desató la actual crisis.
Eso sí, a diferencia de lo que sucedería con un
político, no le echa la culpa a nadie de su compañía más que a sí mismo. Es decir, se hace
cargo como máximo responsable de la mala
performance de Berkshire Hathaway.
“Durante 2008, he realizado algunas cosas
tontas en inversiones. – dice -. No he anticipado de ninguna manera la dramática caída
en los precios de la energía que ocurrió en la
última mitad del año”.
En los bancos irlandeses, invirtió 244 millones
de dólares, y desde que los compró, sus acciones no pararon de caer. Eso representó, al
momento del reporte, una pérdida de 89 por
ciento. Cabe destacar que, como suele hacer
Buffet, es socio minoritario de las empresas,
y puede llegar a integrar el directorio, pero de
ninguna forma interviene en el gerenciamiento
de las compañías.
Todo esto llevó a que los papeles de Berkshire
Hathaway cayeran el último año igual que lo
hizo el resto del mercado, marcando una clara
preocupación de los inversores sobre el futuro
de la empresa, al menos en términos de constituir una opción “a salvo” gracias a las habilidades inversoras de su titular.
En cambio, entre los aciertos de Buffett se
encuentran sus estrategias con sus empresas aseguradoras, las que ingresaron a la
explosión de la burbuja inmobiliaria con una
baja exposición a los activos tóxicos, como
los títulos securitizados y respaldados por
hipotecas subprime.
En el año 2002, el multimillonario se refirió
a los complicados derivados – activos financieros cuyo valor se encuentra atado a la evolución de otro - como “armas financieras de
destrucción masiva”. Por eso, impulsó a General Re, la compañía que compró en 1998, a
desinvertir en una vasta y compleja variedad
de estos productos.
En total, la reaseguradora poseía 23.218 contratos de derivados, cuyo desmantelamiento
le generó pérdidas por 400 millones de dólares. Claro, casi nada si se lo compara con los
enormes salvatajes que demandaron a sus
competidoras, con AIG (AIG) a la cabeza, cuyos
constantes write-off demandaron la asistencia
del Estado norteamericano y la virtual nacionalización de la firma.
Sin embargo, Berkshire Hathaway anotó en
su balance una pérdida mayor, por un total de
5.100 millones de dólares, por otros contratos
de derivados en los cuales se aseguró contra las
caídas de largo plazo de las acciones de los Es-
Sin un heredero a la vista
La convención anual de Berkshire Hathaway se celebró el sábado 2 de mayo en el Qwest
Center, en la ciudad de Omaha. A diferencia de otros años, Warren Buffett y su socio, Charlie
Munger, no respondieron preguntas espontáneas del público sino que encomendaron a tres
periodistas (dos de CNBC y uno del New York Times) que recogieran previamente las dudas y
seleccionaran las que les parecieran mejores.
Para algunos observadores, en esta oportunidad se vio al empresario más a la defensiva, y
reconociendo sus errores, pero buscando la forma de relativizarlos. Sin embargo, lo dicho en
la reunión le permitió al analista Anand Chokkavelu, que participó de la multitudinaria reunión,
extraer algunos comentarios entretenidos:
- Munger, sobre el test de inteligencia IQ (muy popular en los Estados Unidos): “Si pensás que
tu IQ es de 160 y es de 150, sos un desastre”.
- Buffet, sobre el IQ (en la actividad inversora): “Si tenés un IQ de 150, entonces vendé 30
puntos a algún otro. Se necesita ser inteligente, pero no un genio, lo que es más importante es
la paz interior; tenés que ser capaz de pensar por vos mismo. No es un juego complicado”.
- Buffet, sobre su negativa a nombrar un sucesor: “No veo ninguna ventaja en tener a un
príncipe heredero a mi alrededor”.
- Munger (85 años), que es siete años mayor que Buffet y extremadamente tímido: “Algunas
veces, siento que mi única función es mostrar a los accionistas que podrán obtener otros
buenos siete años de Warren”.
- Munger, sobre la baja de la calificación de Berkshire Hathaway por parte de Moody´s (uno de
cuyos principales accionistas es Berkshire): “Al menos, demuestra independencia”.
- Buffet, sobre la situación de los bancos Wells Fargo, US Bancorp y M&T Bank: “Compraríamos
acciones, en cualquiera de los tres, a los actuales precios”.
- Buffet, sobre su incremento de acciones de Wells Fargo cuando el precio cayó a 9 dólares: “Si
tuviera que poner todo mi dinero en una acción, ésa sería la acción”.
- Buffet, sobre la caída de algún banco: “Seguro que 15 ó 19 bancos no son tan grandes para
no caer”.
- Munger, sobre ganar market share durante el pánico: “Estamos copiando el manual de Andrew Carnegie.”
- Munger, sobre los commodities: “Posco es la mayor acería en el mundo”.
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tados Unidos y otras Bolsas extranjeras. Estos
expiran en 15 ó 20 años y según como se muevan los índices, todavía pueden generar mayores pérdidas o, al contrario, fuertes ganancias.
Aún cree en el petróleo caro
Según el sitio Gurufocus.com, que analiza las
estrategias de inversores como Buffett, George Soros, Mohnish Pabrai o Edward Lampert,
hubo varios movimientos a seguir en la cartera
de Berkshire Hathaway.
Por empezar, a pesar de su llegada demasiado tarde a las acciones de Conoco Phillips, el
Oráculo de Omaha cree que puede revertir esa
mala inversión y aún conserva esa tenencia.
De hecho afirmó que puede vender esos papeles
a un precio mayor al cual las compró, pero claro,
habrá que tener paciencia. De todas formas, en
el primer trimestre de 2009 se deshizo de 13,7
millones de acciones de los 79,9 millones que
poseía de la firma, y utilizó la pérdida para compensar impuestos por ganancias financieras.
Buffett tiene una visión positiva con respecto
a los precios de la energía en el largo plazo,
y a pesar de la caída en el valor del petróleo,
comenzó a sumar posiciones en empresas del
sector como Constelattion Energy Group (CEG),
NRG Energy (NRG) y otras como Burlington
Northern Santa Fe Corp. (BNI), Nalco Holding
(NLC), Eaton Corp. (ETN) o Ingesoll Rand Company (IR), según los datos del sitio Gurufocus.
com a diciembre pasado.
A su vez, está mirando con atención al sector
financiero, que cayó a mínimos históricos. A
comienzos de mayo, dijo que el negocio de
Wells Fargo le parecía promisorio y a los actuales precios adquiriría más acciones, una afirmación que ayudó a que ese día, sus papeles
cerraran con una ganancia superior al 10 por
ciento. Por supuesto, ya hace un tiempo que
posee una participación en el tercer banco más
grande de los Estados Unidos.
De todas formas, hay que ver qué sucede con las
apuestas de Buffett en el futuro. Por lo pronto,
ya no parece tan infalible para el mercado, una
percepción que contribuyó a que las acciones
clase “A” de Berkshire Hathaway cayeran desde
sus máximos de 147.000 dólares, en septiembre, justo antes de la caída de Lehman, a niveles
de 70.000 en marzo pasado. Además, un par de
agencias calificadoras de riesgo “osaron” bajarle el rating crediticio triple A que ostentaba.
Las malas noticias que comentó en la carta y
que, luego, explicó en la asamblea celebrada
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Uno de los errores de Buffett fue comprar acciones de Conoco Phillips cuando el precio del crudo estaba en sus máximos
el 2 de mayo, se completaron días después
con la presentación del balance del primer
trimestre de la compañía, que presentó pérdidas por primera vez desde 2001, cuando los
ataques a las Torres Gemelas lo sorprendieron
con muchas inversiones en el sector asegurador (y por ende, cuantiosas pérdidas).
Según los datos difundidos por la empresa,
la pérdida fue de 1.530 millones de dólares
contra una ganancia de 940 millones en el mismo período del año anterior. Los ingresos de
Berkshire Hathaway, además, cayeron a 20.250
millones de dólares contra los 22.270 millones
del primer trimestre de 2008.
William “Bill” Gross
La crisis también afectó
al rey de los bonos
E
l cofundador de Pacific Investment Management Co. (Pimco), el mayor fondo de
bonos del mundo, es un caso especial
en los mercados ya que se considera a sí mismo todo un “outsider” de Wall Street. Cada mes,
publica su Panorama de Inversiones en la página
web de Pimco(www.pimco.com) donde propone
un interesante debate sobre el estado de la crisis
y las tendencias que observa en el mercado.
Claramente, disfruta de su papel de outsider
desde la sede de la firma en Newport Beach,
en el estado de California. Es, además, un provocador que busca ser tenido en cuenta en el
debate sobre el curso de acción que hay que
tomar en la crisis financiera.
En su Investment Outlook de marzo, Gross se
lamenta de que no lo hayan llamado a testificar
en un comité del Capitolio, como sí lo hicieron
los máximos banqueros y administradores de
hedge funds hace algunos meses.
“Newport Beach probablemente no tiene la
categoría de Wall Street, o quizás mi estilo fue
siempre un poco irreverente o mi cerebro un
poco irrelevante, no estoy seguro - desafía el
hombre que maneja 150.000 millones en el Total Return Fund -. “En cualquier caso, pensé en
crear mi propio testimonio virtual a un hipotético comité rebuscando entre las complejidades
de nuestra crisis financiera”.
Luego, siguió mofándose de la situación y comenzó a hacerse él mismo preguntas como si
se tratara de un agresivo político demócrata
de la Cámara de Representantes disparando
contra un “banquero codicioso” de Wall Street.
Una de ellas, está relacionada con la forma en
la que invirtió su dinero.
“Le daría una invitación a nuestra conferencia
para clientes que se realiza el mes próximo en
Newport Beach, si no estuviera tan ocupado
aquí en Washington. El título es “Evolución o
Revolución, el futuro de las inversiones”. No
habrá golf ni vinos caros, sólo hamburguesas
y conversación interesante – le respondió el
manager de Pimpco -. Estoy seguro de que
enfatizaremos nuestro actual lema de “déle
la mano al Tío Sam”, comprando hipotecas de
agencias (como Fannie Mae (FNM) o Freddie
Mac (FRE)), y otras áreas en desarrollo de la
política de apoyo del Gobierno en los mercados de créditos. Pero, también, hablaremos
sobre el futuro de las acciones y por qué el
ingreso seguro podría ser la más deseable inversión en esta evolucionante crisis económica y financiera. Le digo más, Sra. Congresista,
si no puede venir lo escribiré en el próximo
Investment Outlook”.
FICHA PERSONAL
EDAD: 64 años
LUGAR DE NACIMIENTO: Middletown, Ohio, Estados Unidos
ESTADO CIVIL: Casado, tres hijos
LUGAR DE RESIDENCIA: Laguna
Beach, California, Estados Unidos
FORTUNA: 1.900 millones de
dólares
PROFESIÓN: Jefe de inversiones
Pacific Investment Management
Co. (Pimco)
ESTUDIOS: Bachelor of Arts de la
Duke University, MBA por la
UCLA
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Nota de tapa
Cuidado con el dólar
De esta forma, Gross aconseja invertir en algunos de los activos garantizados por las políticas del Gobierno, como los títulos hipotecarios
que emiten compañías que recibieron salvataje
federal como son Fannie Mae o Freddie Mac.
Además, pone un signo de interrogación sobre
el futuro del valor del dólar cuando explica
en su Newsletter por qué los Estados Unidos
pueden actuar indiscriminadamente (es decir,
emitir dinero sin respaldo).
“En gran parte porque somos la nación más
fuerte militarmente, entramos a esta crisis
con ciertas fortalezas económicas y financieras en relación a otras naciones. Nuestra
moneda tiene un estatus de reserva, lo cual
significa que podemos escribir cheques en
nuestra moneda y son aceptados en todo el
mundo, algo así como los American Express
Travelers Checks – resalta en su Outlook -.
Este privilegio, sin embargo, puede ser y está
siendo abusado. Los cheques de viajero son
aceptados sólo cuando pueden ser convertidos 100 por ciento por dólares. En los últimos
tiempos, cuasi dólares como lo son bonos
corporativos o acciones de grandes bancos
han caído a niveles cercanos a cero bajo el
par. Hay un temor en otros lugares del mundo
de que hasta la deuda de agencias federales
podría no ser honrada y que hasta los bonos
del Tesoro podrían empezar a sufrir el riesgo
de la contraparte”.
A su vez, el especialista destaca que “la voluntad mundial para aceptar dólares está siendo
testeada. Es cierto que la moneda de los Estados
Unidos se ha apreciado contra la de sus contrapartes durante gran parte de esta crisis, pero
técnicamente fue una cobertura corta más que
un vuelo a la calidad. Miren el dólar, si cae fuerte,
no hay nada que puedan hacer los políticos para
restaurar el siguiente caos financiero”.
El último mes, Bill Gross decidió desinvertir en
bonos del Tesoro de los Estados Unidos. De
esta forma, recortó su tenencia de 28 a 26 por
ciento, la primera reducción que realiza desde
enero pasado. Además, achicó el porcentaje
que tenía en su cartera de valores hipotecarios
del 66 al 64 por ciento.
El portafolio de deuda pública de Pimco, en el
mes de marzo, fue el más voluminoso de los últimos doce meses, ya que su titular ha venido
favoreciendo los bonos de las agencias como
Fannie Mae, que cuentan con garantía del Gobierno estadounidense.
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Gross afirma que la Reserva Federal podría aumentar su plan de recompra de bonos por 300.000 millones de dólares
Gross aconsejaba mantener instrumentos que
generaran ingresos estables frente al crecimiento especulativo y ha afirmado que este
año marca un hito en la política económica del
presidente Barack Obama.
Además, pronosticó que la Reserva Federal
podría aumentar su programa de recompra de
bonos, que actualmente asciende a 300.000
millones. La Fed está adquiriendo los Treasuries en un intento por mejorar la cotización y,
por ende, bajar las tasas de interés, tanto de
estos instrumentos como las que se cobran en
el mercado hipotecario.
“Con el fin de mantener una tasa hipotecaria
de agencia de un 4 por ciento, la Fed probablemente tendrá que aumentar sus compras
diarias de bonos del Tesoro y enfocarse más en
el extremo más largo de la curva”, dijo Gross,
jefe de inversiones del fondo de bonos Pacific
Investment Management Co. (Pimco), en respuestas por correo electrónico a un cuestionario de Reuters el viernes 8 de mayo.
Uno de los activos que ha comenzado a mirar
con interés, ahora que se han completado las
pruebas de resistencia que el Gobierno hizo
sobre los principales 19 bancos estadounidenses es la deuda senior de las entidades
financieras.
“El sistema bancario está resistiendo”, señaló
Gross en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense CNBC, ese mismo día.
De esta forma, apunta al diferencial de tasas
que existe entre la deuda de los bancos que,
ahora, considera relativamente más sólidos
tras las pruebas de resistencia realizadas por
la Reserva Federal y la deuda del Tesoro.
Carlos Slim
Un mexicano en
The New York Times
E
l empresario mexicano es uno de los
inversores más importantes del mundo
y uno de los que más se movió durante
la crisis. El tercer hombre más rico del mundo
detrás de Bill Gates y Warren Buffett también
salió a buscar gangas ahora que los precios
se derrumbaron.
Así, el dueño de Telmex encontró una marca
legendaria en problemas, no sólo por la debacle financiera actual sino por la tendencia
declinante de los últimos años del negocio de
los diarios en papel.
De esta forma, Slim invirtió 250 millones de dólares en The New York Times (NYT), uno de los
diarios más prestigiosos de los Estados Unidos
junto al Wall Street Journal (adquirido por Rupert Murdoch el año pasado) y el Washington
Post (WPO), famoso por haber destapado el
caso Watergate que terminó con la dimisión
del presidente Richard Nixon en los años 70.
A través de dos de sus empresas controladas,
el Grupo Inbursa y el Grupo Carso, el empresario mexicano aportó ese monto a cambio de
notas convertibles por acciones que podrían
aportarle dividendos anuales de hasta un 10
por ciento, según informó la compañía.
Sin embargo, Slim no tendrá presencia en el
consejo de administración, por lo que queda al
margen de cualquier decisión vinculada a las
notas que publica el periódico neoyorquino.
Distinto es lo que sucede con Rupert Murdoch, quien no sólo administra el diario financiero más prestigioso del mundo, sino que,
últimamente, ha comenzado a tener cada vez
FICHA PERSONAL
EDAD: 69 años
LUGAR DE NACIMIENTO: México DF,
México
ESTADO CIVIL: Viudo, seis hijos
LUGAR DE RESIDENCIA: México DF,
México
FORTUNA: 35.000 millones de
dólares
PROFESIÓN: Presidente de diversas
empresas como Telmex, Grupo
Carso, Grupo Inbursa, entre otras
ESTUDIOS: Ingeniero Civil,
Universidad Nacional Autónoma
de México
INVERSOR GLOBAL | 39 |
Nota de tapa
El mes pasado, el presidente del mítico diario,
Arthur Szulzberger Jr. elogió al magnate por
haber entendido el valor de la marca de su diario y sobre todo, por no haber intentado buscar
influir en las decisiones empresariales y mucho
menos en los editoriales del diario.
Las fichas en las telecomunicaciones
más injerencia en las cuestiones editoriales,
algo que generó mucho revuelo en el mundo
periodístico.
El interés de Slim por The New York Times, por
ahora, no parece ir más allá de una inversión minoritaria y, sobre todo, una apuesta a la gran marca. De alguna manera, esa operación le otorga
prestigio y credibilidad a un empresario que también ha sido acusado, en muchas oportunidades,
por haberse valido de sus empresas monopólicas
para construir su imperio de telecomunicaciones,
especialmente en su país natal, México.
Más allá de esa colocación, en esta crisis, Slim
redobla su apuesta a lo que es el negocio central de su imperio, las telecomunicaciones. El
magnate mexicano, que controla Telmex, el
mayor operador de líneas fijas del país azteca,
está peleando por entrar al triple play (servicios de telefonía fija, Internet y televisión por
cable), algo para lo que no está habilitado.
En cambio, dos operadores de cable de Televisa están a punto de asociarse con otra empresa rival para comenzar a ofrecer este tipo de
servicios, lo que desvela al empresario.
Pero la empresa de crecimiento explosivo de
Slim es, sin dudas, America Móvil (AMX) el
gigante de telefonía celular que controla la
marca Claro. En Brasil, uno de los principales
mercados, su compañía no para de crecer. En el
primer trimestre de 2009, reportó que su base
de clientes creció 2,2 por ciento alcanzando un
25,8 por ciento de market share.
En total, en Brasil hay unos 153,7 millones de
teléfonos celulares. Claro ya superó a la que
hasta hace poco ostentaba el segundo lugar en
el mercado, Tim Participaciones – controlada
por Telecom – y, ahora, quiere achicar diferencias con Vivo, el mayor operador de ese país.
La gran fortuna y visibilidad de Slim también le
generó algún problema en estos momentos de
Carlos Slim apostó fuerte durante la crisis y compró una parte del diario estadounidense New York Times
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crisis. Sobre todo, teniendo en cuenta que su
país de origen es uno de los más afectados por
sus lazos económicos con los Estados Unidos.
Hace dos meses y en respuesta a las críticas
del Gobierno de Felipe Calderón por su supuesta falta de compromiso en momentos difíciles
para el país, el empresario anunció que iba a
invertir en México unos 516 millones de dólares en distintos proyectos y en áreas “donde se
ha frenado la inversión”. Básicamente, se trata
de un aporte para la Fundación de su holding
en proyectos de áreas educativas, deportivas,
culturales y de salud.
Falto de timing
Sin embargo, no todas fueron buenas apuestas.
En noviembre pasado, el Banco Inbursa (el sexto
de México) comenzó a comprar acciones de Citigroup (C) por un total de 150 millones de dólares,
aprovechando que la cotización había tocado
los 5 dólares. Como se sabe, meses después las
acciones del banco llegaron a valer un dólar y al
cierre de esta nota tienen una cotización de 3,55
dólares en la Bolsa de Nueva York (NYSE).
Sin embargo, el empresario especula con
que, una vez pasada la crisis, esta posición
le pueda dar beneficios, a pesar de la situación actual en la que se encuentra la entidad
estadounidense.
A su vez, una de las especulaciones de entonces, fue el interés de Slim en quedarse con el
Banamex, controlado por Citigroup, la mayor
entidad financiera del país azteca. Según Vikram
Pandit, el CEO de Citigroup, “el Banamex es todo
un ejemplo para el Citigroup, ya que constituye
el caso en que el grupo – que opera en decenas
de países - llevó a la práctica de la mejor forma
el concepto de banca global”.
Más allá de esto, el empresario mexicano se ha
dedicado buena parte de la crisis a invertir en
sus propias compañías para fortalecer su presencia en Latinoamérica, sobre todo en el sector de telecomunicaciones. Sin embargo, esto
no implicó que no aprovechara algunas oportunidades como la de The New York Times.
“Invertimos en nuestras propias compañías.
Pero también administramos algunos fondos
de inversión que, por política, cuando los mercados se encuentran muy abajo están cargados
de acciones y cuando suben mucho, la posición
de acciones es muy baja. Por supuesto que, en
los próximos meses, tendremos una posición
elevada en acciones”, destaca el magnate.
Kenneth Heebner
Un inversor “chapado”
a la antigua
E
l cofundador y manager del fondo Capital Growth Management (CGM) busca
revancha en este 2009 para sobrellevar
la crisis, a pesar de ser el gerente de fondos
de acciones de los Estados Unidos con mejor
performance en los últimos diez años.
Según la consultora Morningstar, el CGM Focus, el principal fondo de Heebner, generó un
retorno promedio anualizado de 16,7 por ciento al 31 de marzo pasado. Y eso que 2008 fue
un pésimo año para Heebner, ya que su rendimiento mostró una caída del 48%, contra “tan
sólo” el 37% registrado por el índice Standard
& Poor´s 500 (S&P500) en el mismo período.
Éste no es un dato menor si se tiene en cuenta
que es el benchmark al que este famoso fund
manager y sus colegas deberían batir a través
de sus operaciones todos los años.
Pero Heebner sigue teniendo ese halo que
rodea a los grandes inversores y no es para
menos. En 2007, apostó en contra de las acciones financieras y obtuvo un retorno de 70
por ciento para CGM Focus. Eso lo terminó de
consolidar como la gran estrella de la industria
de fondos mutuos ya que los años anteriores
también habían sido muy buenos.
Para muchos, este especialista en el mundo de
las finanzas estadounidense desplazó al mítico Peter Lynch, del fondo Magellan de Fidelity,
como el mejor gerente de fondos mutuos de la
historia de Wall Street.
“Heebner tuvo rendimientos algo mejores,
pero además, no contó con el viento de cola de
Lynch”, escribió hace un año Jon Birger, periodista de la revista Fortune, en un largo reportaje plagado de detalles de la personalidad del
administrador de fondos.
Según cuenta Birger, Heebner afirma que se siente
más confiado como inversor cuando el resto piensa que está “loco”. Este gurú se pasa largas horas
buscando identificar tendencias en la economía, y
cuando encuentra una que le parece prometedora,
no duda en realizar grandes apuestas.
Al igual que su colega Warren Buffett, nunca fue un fanático de las acciones tecnológicas ni de la tecnología en sí misma. En
el reportaje realizado por la revista Fortune, hizo notar en todo momento que CGM
acababa de incorporar su primer sistema
de mensajes de voz en el teléfono.
Sin embargo, este supuesto “atraso
tecnológico” no le impidió ganar mucho
dinero al vender en corto (alquilar una
acción para venderla inmediatamente con la
expectativa de recomprarla más tarde a menos
precio y devolverla) acciones de Telcos y tecnológicas, lo cual le generó muchas ganancias
por la explosión de la burbuja de Internet.
Luego, a fines de 2000, cambió de mercado
y así comenzó a adquirir papeles de compañías constructoras de casas, apostando
a que la caída de tasas de interés reavivaría
el mercado inmobiliario. Si bien acertó en la
apuesta, ya todo el mundo sabe cómo terminó esta historia.
Otro que llegó tarde al petróleo
Más allá de haber hecho negocio con la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos, el
mal rendimiento que tuvo Heebner el año pasado no se debió a la caída de la construcción
ni de las hipotecas, sino más bien a un error
de cálculo vinculado con el mercado de las
commodities.
Durante 2008, el administrador de fondos de
CGM apostó fuerte al crecimiento de los precios de las materias primas y, especialmente,
al petróleo. Pero, llegó demasiado tarde.
Si bien se le podría enrostrar una falta de
timing a la hora de llevar adelante este negocio, hay que tener en cuenta que no fue
el único experto que pensó de la misma
manera. Como ya se mencionó más arriba,
al mismísimo Warren Buffett, también “se le
escapó la tortuga” y perdió millones especulando con el precio del crudo.
Más allá de esto, no fue la única apuesta errada que tuvo Heebner durante el turbulento
2008, sólo que esta vez no llegó demasiado
tarde, como en el caso del petróleo sino que lo
hizo demasiado temprano.
El cofundador de Capital Growth Management
creyó ver en el último trimestre de 2008 una
oportunidad con la caída de los bancos en los
Estados Unidos. Así, se lanzó a comprar accio-
FICHA PERSONAL
EDAD: 68 años
LUGAR DE NACIMIENTO: Philadelphia, Estados Unidos
LUGAR DE RESIDENCIA: Boston,
Estados Unidos
PROFESIÓN: Porfolio Manager en
Capital Growth Management
ESTUDIOS: BA, Amherst College,
MBA por Harvard
INVERSOR GLOBAL | 41 |
Nota de tapa
nes de varias entidades que habían perdido
buena parte de su valor.
Pero se anticipó tanto que no percibió que podrían seguir cayendo de precio. De esta forma,
los papeles del sector continuaron cayendo hasta fin de año, cuando tocaron su piso y recién
parecen haber comenzado una senda de recuperación fuerte desde el 6 de marzo de 2009.
En este caso, tampoco estuvo solo en esta
decisión estratégica errada. Así, íconos de las
finanzas y los negocios como Carlos Slim tuvieron desaciertos similares con el timing para
realizar operaciones con este sector.
Más allá de esto, Heebner confía en la recuperación del sistema bancario estadounidense y,
actualmente, se encuentra invirtiendo fuerte
en acciones financieras y de compañías vinculadas a la salud.
En la actualidad, el administrador de fondos
tiene en su cartera apuestas en compañías
como MetLife (MET), Gilead Sciences (GILD),
Teva Pharmaceutical (TEVA), Goldman Sachs
(GS), General Electric (GE), IBM (IBM), la aerolínea brasileña Gol Linhas Aéreas (GOL) y
Morgan Stanley (MS), entre otras.
En cambio, decidió desprenderse de papeles
de empresas como Pepsico (PEP), Petrobras
(PBR), Nike (NKE), Charles Scwab (SCHW), Citigroup (C) y Monsanto (MON), entre otras.
De esta forma, Heebner tenía en su portafolio,
acciones en 89 empresas globales por un valor
ligeramente por debajo de los 7.000 millones
Heebner cometió el error de invertir en petroleras con el crudo en sus máximos
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de dólares, a mediados de febrero de 2009.
Más allá de esto, en los tiempos actuales en
donde los mercados muestran una gran volatilidad, el cofundador de Capital Growth Management también ha entrado y salido de sus
apuestas con mayor rapidez que usualmente.
Según una comunicación presentada el 27 de
abril pasado ante los reguladores, el fondo CGM
realizó operaciones de compra y venta por un total
de 89.000 millones de dólares en 2008, lo cual es
más del doble de los 29.000 millones de compras
y ventas que llevó a cabo el año anterior.
Los brokerages que operan con Heebner están de
parabienes, ya que el año pasado les dejó comisiones por 71 millones de dólares, lo que implica
más del triple pagado durante todo 2007.