Impreso por Mª Ángeles Honrado Prieto. Prohibida su reproducción. EL MUNDO / 8 / OCTUBRE / 2014 4 G / U / CAMPUS UNIVERSIDAD LIBRO INICIATIVA EL BAUTISMO DEL CAMPUS SIN CALLES La Autónoma de Barcelona decide dar nombre a las arterias de Bellaterra tras más de 40 años JOSÉ ANDRÉS GÓMEZ El sevillano Daniel Vivas y el británico Nicholas Isard, posan con su libro ‘The Lemony Pear’. / E. M. ‘SPANGLISH’ DE RISA. Dos jóvenes lanzan la antítesis del método de idiomas SARA POLO Era julio y hacía 45 grados en Sevilla. Nicholas, Nick para los amigos, trabajaba en un arduo texto jurídico que debía traducir y, en un suspiro, exclamó: «What a heat, my weapon!» (en español, «¡Qué calor, mi arma!»). Con semejante patada al diccionario nació Superbritánico. Se trata de un personaje, pero también de una idea, casi se puede definir como movimiento. El de los españoles que exportan su arte, los aficionados al refranero que no dudan en traducir literalmente los dichos de la abuela y dejan al foráneo boquiabierto. Los padres de Superbritánico son tres: Nicholas Isard, inglés; Marielle Lambruny, francesa; y Daniel Vivas, de Sevilla. Se conocieron de Erasmus hace tres años y fundaron su agencia de traducción Molmola en la capital hispalense para llevar la contraria al mundo. «La crisis nos vino genial, porque las empresas españolas se han enfocado al extranjero», explica Vivas. de contenido». Vivas, el economista, le vio la rentabilidad a la broma y, con ayuda de sus vecinas de Bualá Comunicación, dotaron de avatar a Superbritánico y diseñaron merchandising. «En tres días se agotaron las existencias de la tienda on line». Con su grupo de Facebook hecho un hervidero de fans y la caY en esto que Isard soltó la paja sin parar de dar beneficios, «a tada y, sin quererlo, amplió el neSuperbritánico le faltaba algo digocio. «Se lo debemos todo a las dáctico». Ni cortos ni perezosos, redes sociales, y un poco a Ana estos jóvenes se pusieron a idear Botella también», asegura el seviun método de idiomas –eso sí, a llano. Facebook viralizó su iniciasu manera– y vió la luz The letiva y comenzaron a lloverles pemony pear (Zenith/Planeta). ticiones, «tochos y tochos Ojo, puristas del inglés, que el objetivo de este hilarante libro de texto no es crear una generación de malhablados, sino «que la gente aprenda que ‘I LOVE YOU AN eso no se dice». El manual de de The lemony pear es senEGG’ QUIERO UN HUEVO uso cillo: a la izquierda, el gazapo TE gracioso; a la derecha, la traducción correcta y, de premio, Runa retahíla de expresiones re‘IT’S MORE WO ’S A Z O G lacionadas. ¿La estructura? A R THY ZA «Empieza por la crisis, cómo N WOMAN THA no, y a Superbritánico le da el ’ H T bajón. Pero se va de fiesta, liG N E R ST QUE FUERZA ga, se lleva a la cama a la chiMÁS VALE MAÑA ca y se enamora. Cuando está tan feliz, ella rompe con él y le ‘I SHIT ON THE causa un gran desconcierto. ’ A she discovered the caE S Y SALT EN LA MAR SALADA ¡Claro, ke [descubrió el pastel]!». CoME CAGO mo la vida misma. ICO BRITÁN INGLÉS #SUPER exactamente sus edificios y facultades. Ho-Chi-Minh no sólo es la giEl desarrollo de la tecnologantesca ruta de 16.000 kilógía y la aparición de aplicametros de senderos pantanociones móviles de geolocalisos que unió a través de la zación como Google Maps jungla las ciudades de Hanói provocó una curiosa circunsy Saigón durante la Guerra tancia: la conocida compañía de Vietnam. Desde hace unos norteamericana incluía en sus días, es también el nombre de sistemas de navegación el inuna de las arterias del camterior de los edificios pero no pus de la Universidad Autóel exterior, al carecer las vías noma de Barcelona (UAB). de denominación alguna. Como lo leen. La institu«Un profesor ciego estaba ción académica ha decidido trabajando en una aplicación que, tras más de 40 años desque permitía a los usuarios de su inauguración, allá por desplazarse por el campus a el curso 1971-1972, va siendo través del móvil. Un día me hora de ponerle nombre a llamó urgentemente y me disus calles para situarlas de jo que en la app salía que se una vez por todas en el maencontraba en ninguna parpa. Para ello, ha utilizado alte», relata Sabés. Fue el detogunos curiosos referentes nante para poner el punto fique ilustran la historia de la nal a una situación, cuanto zona y de este campus. menos, sorprendente. «Cuando yo era estudiante, Así, con la intención de rehabía un sendero, estrecho y cuperar el patrimonio história menudo embarrado, que teco del campus, la Universiníamos que recorrer desde la dad ha decidido rendir homeEstación de Ferrocarril de Bellaterra, a la que llegaban los universitarios, para acceder al centro del campus», rememora Manel Sabés, por entonces alumno y ahora vicerrector de Relaciones Internacionales y Territorio de la institución. «Por aquel entonces, las calles no estaban asfaltadas ni había autobuses. La única forma de acceder a las facultades era a través de este camino, así que alguien decidió bautizarlo, no sin cierta sor- Cartel de una avenida de la UAB. / E.M. na, con el nombre vietnamita», confiesa. naje a través de sus calles al Por paradójico que parezca patrimonio histórico de Bellaen pleno siglo XXI, esta ciuterra. Masías, fuentes, torrendad universitaria de más de tes y accidentes geográficos 260 hectáreas de superficie, a de diversa índole, que antes la que acuden a diario alredeocupaban esta vasta extendor de 50.000 personas y tosión de terreno, quedan ya do tipo de medios de transinmortalizados (y colgados porte urbanos, carecía de sede sus farolas) para siempre. ñalización que localizase
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