REVISTA I)K LA SEMANA. - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

unsun
PRFCIO IIK T.A srscRir.inN.—MAnmn , por números
sueltos á 2 vs.; tres meses 2-2 r s . ; seis meses
i - rs.; un año K(l rs.
lO
REVISTA I)K LA SEMANA.
tado el domingo á la una
ile la madrugada al señor don Nieomedos Pastor Díaz, aventajado poeta , orador elegante y
castizo, periodista de gran
talento, y ministro de
Gracia y Justicia que fue
á principios del actual,
lil lunes por la larde fue
ín.T"'" s u <"I<I:ÍV<T á la última morada, seguido de
"Don N erosís '" 10 acompañamiento,
fiadp i n e ( ' e s l'i'stor Díaz nació en Vivero provin'ispriirl • °' i6 llf! setiembre de 181 I. Cursó la juJosB"l!eilcia e n 1« universidad de Santiago y dedicáne
sal cultivo de las bellas letras, sc'distinguió
llenos de inspiración y entusiasmo, lil
> le presentí) en Madrid en los circuios
*•. t n 1831 fue redactor del Siglo (jue después
¿eri' S l, acs P añola en que escribía Larra, fue el ])rittte
''l J 0 l n l C 1 UÍ! «' publicó en lil nueva época
tonal. El Siglo era periódico progresista: du¡ • le mató la censura. Pero el señor Pastor Díaz
"°la Polín 0 ) a a Cüll(l(:<'r biillauteniente. Los azares
•erarií\ ¿¡ , sl'P'1l'<'uon muchas veces de la vida lil as
" ¡ncL S | C " a l (M'a Illll ''-ho mas apto y se sentía
r
«;d¡nuin | "; lMI1' jefe político en (laceres 'y en SegoPÓblica en <V'
' U ' s ''" iMi~> unnislro de Instrucción
mismoV
' n'rlw (l(! l a universidad de Madrid en
'8°en I ¡ i "' """'si' 1 » de España en Turín en 18!¡(¡, y
°I '."a i'n \KiH; senador poco después y en 17
"•m,'° niinistro de (¡ráela y Justicia', cargo
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MADRID 29 DE MARZO DE 18G.J.
PROVINCIAS.—Tres meses 28 rs.; seis meses ;H) rs.
un ;iño !H¡ r s . — C n ¡ \ , PIERTO-KICO Y KSTRANJERO,
un año 7 pesos.—AMKIUCA Y ASIA , 10 ú lü pesos.
Dos generales lian l'alleciilo lambíeii ;i principios ile
liase dado en decir estos dias que el gobierno manla semana anlerior, el general Bajuna y el general daba volver á las costas de España á la escuadra que
Manso. Kl primero que prestó muy buenos ser\ icios al hemos enviado al Pacífico. Nosotros no hubiéramos enpaís en la última guerra , era un modelo de virtudes viado esa escuadra ; pero ya que está allí y que los gasprivadas : ligurú poco en política, lil segundo babia tws se han hecho , opinamos que debe recorrer todas
combatido bien y con éxito en la memorable guerra de las costas, mostrando en ellas la bandera española. Si
la Independencia.
las dilícultades que encuentra el gobierno para que
Triste va esla revista ; pero vamos á entrar en la continúe, dependen de quo no se hayan cumplido sus
Semana Santa, en la semana que recuerda otra muer- instrucciones por alguno de los jefes, se sale del paso
te, el asesinato jurídico del Hombre-Dios hace if'M) con mandar volver á ese jefe. Si dependen de consideraciones económicas, repetimos que el mayor gasto
años.
Vendrá la Pascua y tendremos ocasiones de alegrar- está hecho. Siga, pues, la espedicion adelante.
lil pueblo inglés lia hecho un magnífico recibimiento
nos. Para entonces se disponen los bailes de trajes, las
carreras de caballos, las grandes liestas de la prima- á la princesa Alejandra de Dinamarca , esposa del prinvera; y es regular que la primavera nos haga entonces cipo de Gales, heredero presunto del trono de la Gran
su primera visita. Hasta el presente esta señora ni si- Bretaña. Las fiestas en Londres han sido espléndidas.
quiera se lia dignado enviarnos un recado de atención;
El miércoles se dio en el teatro de Oriente, otra rede donde deducimos que no ha venido , á pesar de lo presentación de la Forza del Destino, y el jueves fue
quo dice el calendario, lil sol ha entrado ya en el signo el beneficio de la eminente artista Lagrange. Ambas
del carnero y va á entrar en el del toro; pero la prima- noches estuvo concurridísimo el teatro, y la benelivera no viene y tememos que las llores se retarden fal- ciada obtuvo en ambas continuados y nutridísimos
tas del soplo vivificante de la bella estación. Las cor- aplausos. La función del jueves iba á ser la última de
ridas de toros que principian poco antes de llegar (¡1 sol esta temporada en el teatro de Oriente, pero habiendo
á ese importante signo, van á ser este año superiores, accedido el gobierno, á una nueva próroga de 15 días,
según nos dicen ios aficionados. Tendremos á Cucha- no concluirán las representaciones basta el 15 de abril.
res, el Tato y el Gordíto, y con estos tres artistas, si
líl empresario señor liagier ha obtenido la concesión
ayudan los bichos, suponemos que las entradas no se- del teatro italiano de París. Entre lodos los que le han
rán Hojas.
solicitado, el gobierno francés ha preferido al señorHaSe han empezado á abrir en Madrid suscriciones en gier, haciendo justicia á las dotes que en Madrid ha
favor de la Polonia, lo cual nos complace mucho, y do- desplegado para dar al público espectáculos dignos do
seamos que tengan el mejor éxito. Los polacos continúan él, y ofrecerle cantantes de superior mérito. Tememos
combatiendo por su independencia y libertad , y obte- mucho que para el año inmediato se le haya de echar
niendo la simpatía de todos los pueblos de Europa, lin de menos. La contrata ha pasado á un señor Prieto,
cuanto á los gobiernos que tanto podrían hacer en su que se ha sometido á todas las condiciones que_ el gofavor , no esperamos que hagan nada, listan en buenas bierno puso en el pliego. Sin embargo, ahora parece
relaciones con la Rusia. Si cuando un gobierno de un que el gobierno le exige una fianza de 50,000 duros que
país cualquiera comete una violación llagrante del de- no estaba incluida en las condiciones, y como el señor
recho , los demás de Iiuropa corlasen con él toda clase Prieto se resiste, según dicen, á darla, no sabemos en
de relaciones diplomáticas y le hiciesen responsable de qué vendrá á parar este asunto.
las consecuencias, algo mas respetarían los poderosos
lil Castillo de naipes, comedia del señor Coupignj,
Injusticia.
se aplaude constantemente en el teatro de Variedades.
El general Korey ha dado una nueva proclama a ios Esta comedia , aunque no tiene acción para tres actos
mejicanos, y anuncia que va á marchar sobre Méjico, i merece los aplausos del público por la gracia y el chisté
dejándose á un lado á Puebla. No auguramos bien de con que está escrita, la naturalidad de muchas escenas
esta proclama ni de esta marcha. La retirada de frente y la belleza de algunos pensamientos.
á Puebla seria considerada en el pais como una derro- j En el Circo, el actor cómico Miguel, contratado acta, y si el ejército francés conserva todavía allí alguna tualmente en Valencia, ha representado en la pieza
fuerza moral, la perdería.
I Manalito Gazquez, el pape] de protagonista, con una
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EL MUSEO UNIVERSAL.
1)8
maestría sin ¡«nal. Ya le habíamos visto nosotros ¡i pri- j
meros del mes en el teatro priiieiptil do Valencia, y desile,
entonces creinios que el pi'ihlico de Madrid desearía
oírlo.
Por esta revista IJ la parle no firmada
mero,
de este nú-
NEMESIO FEHNANUKZ CIKSTA.
OPTOQUIMICA. 0 ANÁLISIS DK LA LUZ.
DF.SCl RUIMIENTO HE M KVOS METU.IS.
I.as ciencias risico-(]uiniicas nos sorprenden lodos
los días con un nuevo invento. El espíritu analítico y
esperinientador de la presente época, es tan activo, que
no bastándole los naturales medios de conocimiento esterior que Dios puso en los sentidos corporales del hombre . lia procurado ensanchar su esfera por grados,
multiplicando asi los objetos susceptibles de observación que encierra el universo. No bastaba ya haber llevado á tal estremo de perfección los instrumentos ópticos, que permitieran leer en los astros como en un libro y sorprender un mundo entero de seres vivos en
una gota de agua, el ponió de la investigación ha querido aun describir lo que el microscopio mas lino era
incapaz de revelar. De esta suerte las maravillas de la
naturaleza van desplegándose á nuestros ojos y cada
día nos causa mayor asombro la inmensidad de la creación. Trátase ahora nada menos que de examinar y determinar lijamente la naturaleza de la sustancia del sol
y demás astros, compararla con la del planeta que habitamos y proclamar la unidad sustancial del sistema
planetario; trátase, en lin. de proporcionar á la química un medio de análisis mil veces mas poderoso que
todos los reactivos conocidos é imaginables , obligando
á la luz á revelar los decretos del foco de donde emana.
Ya EL MI SEO LMVKKSAI. dio hace tiempo á sus lectores
una ligerísima idea de este descubrimiento, y hoy nosotros les ofrecemos su historia y teoría completas, añadiendo curiosas noticias aceren de las interesantes y
útilísimas aplicaciones que desde entonces y muy í c oientoniente ha recibido.
Daremos antes de entrar en materia , algunas muy
breves esputaciones preliminares, para facilitar á I;
generalidad de los lectores la comprensión del asunto
I.a luz. en un medio homogéneo se propaga i'i) lino;
recta : al pasar de un medio raroáotio denso ó viceversa, el ravo de luz esperimenla una refracción convergente ó divergente mas ó menos grande según es su color , de modo que rayos luminosos de diferente color
tienen refracción desigual. Para distinguir, pues , la
luz simple «'i de un solo color de la compuesta o ele varios colores, no hay mas que oponer á sus layos un
prisma (raspáronlo (do cristal). Si es simple, será únicamente desviada de su dirección : sí es compuesta será
dispersada ó separada en sus diversos elementos, á caí
sa de la desviación desigual que osporiiiientai án en (
prisma los rayos de distinto color. Él primero que sujetó la luz á este análisis, fue Nowlon , como es sabido
descubriendo que la luz Llanca del sol no es simple i'
homogénea, sino que se compone de muchos muís di
diferente color. 1.a prueba déosle hecho se halla en o
conocido esperimenlo siguienle: Haciendo pendrar oí
un aposentooscuro (cámara oscura) un hacecillo de luz
solar, de manera que venga á caeren su prismado crisI:iI colocado liorizontalmenle , quedan pintados en IJ
pantalla puesta á regular distancia siete distintos colores por osle orden : violado, azul turquí, azul celeste
rente , i.marillo , anaranjado , rojo, listos siete íayof
son simples, porque sometidos uno por uno al prisma
se derivan de su dirección, mas no se descomponen.
Talesia teoría doN'ewlon, comunmente admitida poi
los físicos, si bien algunos, como el profesor liiowslerih
Edimburgo, solamente admiten tres colores simples
que, son el rojo, el amarillo y el azul , y consideran los
¡•estantes compuestos en esta forma: ei anaranjado, ik
una mezcla del amarillo y del rojo, el verde con el azu
y el amarillo, y el violado con el azul y el rojo. Y estos
colores cumplíoslos no se descomponen atravesando el
prisma, porque sus elementos tienen ambos igual re.frangibihdad: sufren descomposición , sin embargo , al
atravesar ciertos medios de color que absoihen uno de
los demonios y dejan pasar el otro.
Se ha llamado espectro solar al fenómeno que acabamos.de describir, producido por la descomposición
ile la luz solar por medio del prisma ; y mas propio lucia denominarlo espectro irisado, porque no le produce,
i'sclusivamenle la luz del sol, sino laminen la luz a r t i lieial. El espectro do cualquiera luz arlilicial, no da
otros colores que los del espectro solar y con el mismo
orden; poro coinumnciilc fallan algunos de ellos, y
también varia mucho su intensidad relativa. El matiz
dominante en una llama arlilicial, domina en su esjiecIro. Asi, las llamas amarillas , rojas , verdes, producen
espectros en los que resalla el color rojo, verde ó amarillo.
Los colores del espectro no son continuos. En muchos grados de la escala de refrangibílidad dejan de
aparecer los rayos; y do aquí residían en toda la'oston-
Anterior
sion del espectro un considerable número do fajas muy
estrechas , á lasque se da el nombro de rayas del espectro. Hizo este curioso descubrimiento un óptico disinguído de Munich . llamado Fraünhofer. usando para
descomponer la luz un prisma do/fí/iíflfrj.v.v, sumamente !
erso y sin estría alguna, dentro do una pequeña eánara'oscura, y empleando para examinar el espectro
.ni anteojo acromático. Por esto medio llegó á descubrir Fraunhofer hasta 000 rayas, distribuidas en ocho
ampos principales, que señaló con signos del alfabeto.
Mas adelante Hrowsler contó hasta 2.000, aguzando,
al parecer, su vista por medio del gas amoníaco, que
disuelve la nuicosidad de la superficie del ojo. Las rayas ó lineasde Frailnhofer, que asi se llaman . son unas
oscuras y otras brillantes, paralelas entro sí y perpendiculares á la longitud del espectro. \ o las presenta
únicamente la luz del sol sino también la de la luna,
los planetas y las nubes brillantes, que á manera de
espejos nos envían reflejada la luz solar; y lodos dan
en sus espectros las mismas líneas que esta, l.as estrellas lijas ya ofrecen en las líneas del espectro una disposición distinta y característica, pues son oscuras y
aparecen distribuidas en otra forma ; y lo misino sucede
con las luces artificiales. I.a luz eléctrica produce fajas
brillantes en voz de líneas oscuras.
en el sitio mas lejano del aparato . y mientras tanttTn "
tuvimos observando el espectro de la llama no
viva de una lámpara de gas. El aposento en que se h'U!
la operación mide (¡0 metros cúbicos. Al cabo de al
nos minutos, fue la llama tomando un tinte amaHlT
leonado,, y presentó
con fuerza la linea earacterísti
p
del sodio, la cual no se oslinguió por completo ¿ 2
los dio/, minutos. Sabida la capacidad de la sala vconocido el peso de la sustancia consumida en el esperime
lo, se calculó (pie el aiio no contenia mas que 1 /
de su peso i]c sodio ; y admitiendo que basta un
do
bien
y que en este tienran
l para observar
b
bi la
l reacción,
i
la llama quema .'iO centímetros cúbicos de aireó sean
0.00-Í7 gramos, que no contienen mas de'/j .
/
miligramo de sal d<^ sosa, no es exagerado snpS-Vi»
el ojo percibe muy claramente la presencia de menos de
Va-iuioxioo1'0 miligramo do sal de sosa en el aire. Envista
de la estremada sensibilidad de este mediodeanálisis no
os doeslrañar que el airo atmosférico á elevada temperatura , casi siempre dé la reacción del sodio, pues las gotas
de agua del mar esparcillas por la atmosfera abandonan
por evaporación un polvo muy lino de cloruro sódico
Créese asi que por mas de dos tercios de la superficie
de la tierra atraviesan corrientes de esta sal, de cuyo
polvo impalpable se llena el aire que va recorriendo la
l.as diferencias nolailas en las líneas del espectro de inmensa ostensión del Océano. Es de suponer que la
los cuerpos luminosos, ya naturales, ya artificiales, so existencia de esta sal en la atmósfera redunda en behan considerado relacionadas con la composición ele- nelicio de ciertos animales yes tal vez un obstáculo al
mental de ellos y han llamado por eso la atención de desarrollo do males epidémicos. Seria curioso observar;
dice Kirscblioff. si el brillo do la linea del sodio tiení
los hombres dedicados á las ciencias físico-químicas.
HroTsler conoció muy pronto que las llamas artifi- relación con las diversas fases de una epidemia; ó bien
si los miasmas pueden ser revolados por las perturbaciales emiten rayos de luz de color determinado.
Talbot en 1S26 y en i83 i adquirió el convencimiento ciones sobrevenidas en las líneas del espectro atmosde que la luz procedente de un cuerpo sólido ó liquido, férico.
de un metal fundido, por ejemplo, da un espectro comEsta pequeña digresión sirve p;ua dar muestra de las
pleto, al paso que los gases incandescentes, los metales aplicaciones interesantísimas de que es susceptible el
volatilizados dan un espectro cuyos colores son atrave- descubrimiento de Kirscblioff y liunsen; vamos ahora
sados por líneas oscuras que pueden servir do indicios á indicar las principales que, ha recibido ya desde su
analíticos.
anuncio.
El físico deja entrar en su cámara oscura un rayode
En 1 S 3 J Whenslone estudió el especlro eléctrico y
luz solar, y compara con llamas artiliciales esa gran
Wander Willigen lo dibujó.
El físico escocés Swan, atribuía la línea amarilla del llama que inunda el universo, y derrama la vida y el
espectro á la presencia casi constante del cloruro de calor en una ostensión que el hombre no puede medir.
De esta comparación deduce una teoría completa sobre
sodio en la atmósfera.
El profesor Thomson sospechaba la existencia de va- la constitución física y química del sol, los grandiosos
poios de sosa en la atmósfera del sol, en razón á que fenómenos de que es teatro y las estrañas manchas ó
punios opacos que en él observan los astrónomos. La
las líneas amarillas aparecen opacas en el espectro.
El abato Moigno decía en lí*.'io : ui'.on un poco de es- osplicacion dada por Kirscliboff do esta teoría puede
"periencía se llegará á hacer, por medio de la observa- resumirse en los siguientes términos. Los vapores meiicíon de las líneas, el análisis, sino cuantitativa, a lo tálicos pueden absorber los misinos rayos efe luz que
»menos cualitativa de las combinaciones mascomplexas ellos emiten, de modo que si se atraviesan en eHrayeclo de una luz compuesta y muy viva, detendrán los
i de los metales mas diferentes entre sí.»
Talos eran la situación de la ciencia y las aspiracio- i ayos idénticos á los que ellos emiten: asi, por ejemnes de los sabios, cuando los señores liunsen v kírseh- plo , colocado el vapor de sodio como una pantalla en
1 mil distinguidos profesores de química y física de el trayecto de una luz compuesta y muy viva, esta luz
lleidelherg, anunciaron en diciembre de IN.'iít á la aca- llenará todo el especlro, monos los puntos correspondemia do ciencias de lierlin ; que estudiando los espec- dientes á las líneas del sodio, que aparecerán en negrotros de las llamas arlilíciales habían logrado desculirir listo lo lia probado el profesor Kirchholí con el siguienla causado las líneas de Fraunliol'er y establecer con- te esperimenlo. Siendo ya conocidos los espectros (te
clusiones relativas á la conslitiicioii del sol y délas es- varios niélales alcalinos j como el so,lio, el litio y el estroncio, si se aplica alguna de sus sales á una luz pantrellas.
ae
Eos hechos geneiales que estos profesores compro- da de gas. y so coloca detrás de osla la luz vivísima
Drummond (losiillaule de la proyección de la " ania ,
baron y en los que se fundan son los siguientes:
una mezcla dogas del alumbrado y de oxígeno SODU
1." Teda sustancia metálica in catado de volatilig
y
zación en un foco luminoso ilumina con a'aun color una un pedazo de cal) , nótase que las'líneas I 1 1 1 1 1 1 " 5 ,
ó muchas de las lineas de Fraiinhofer.
earaeloríslieas del metal ensayado son reemplazad'8?
2.° Las llamas de color que tienen la pripicdud líneas oscuras; pero que si por un instante se supr
muy pronunciada de emitir ciertos rayes p¡ rticulares, la luz viva, reaparecen las líneas brillantes, listo ¡
ejercen <n estos mismos rayos cuando procede de otra mo sucede en el sol. El núcleo central de este asu^
parte , una absorción electiva, provocando asi vacíos 6 que parece como incandescente y despide u n: ¡ noS
fajas opacaj, en vez de las lincas brillantes ó colora- vísiina, está rodeado de una atmósfera maso
^
das que deberían ajiart cer en el espectro.
densa, la cual contiene una infinidad de c u l y uje
lin virtud de, estos hechos, cada línea oscura de se iludiese retirar la luz mas viva como se aparta
Fraünhofer indica la existencia en la atmósfera solar Drummond, las líneas especificas de todos e*os
de las sustancias , cuyos espectros presentan en el sitio pos aparecerían desdo luego : ahora hemos
hem de »«*
corresponiiienle á esa línea oscura una línea brillante y los
por una especie
l de
d un modo
d indirecto,
idi
ecie de esp ^
de color determinado.
negativo. A medida que se vayan estudiando u ^
Así, pues, mientras en los esperimenlos ordinarios morosas rayas que distribuidas entre los diverso- .^aS
se somete directamente á la llama, la sustancia metálica res presenta el espectro solar, se verá que son < ^
que se intenta examinar, y la observación inmediata á la absorción electiva que ejercen ciertos eleni
c,
de la línea indicadora da á conocer la naturaleza de la la atmósfera solar; y por el cenocimienlo^le ios¡ ^ f n
: ( es
sustancia ; para averiguar la constitución de los astros tros de los métalos ensayados se llegará \ ' ' ensos
hay que invertir el método, observando cuáles son las la colocación de las raya"s, en suagriipaiii' ent ."'j ees os
líneas negras ó vacías, por las cuales se colige la natu- dimensiones y demás'caracteres la existencia s ¡ e
raleza de las sustancias que las han absorbido, es d e - metales en oslado gaseoso alrededor del so'• ( a | ¡ inoilo se descubren en el espectro solar las se w\o
cir, la existencia de los niélales en el sol.
neas que, caracterizan al Iriorro ; esto es , comí ^ |,
Entremos en pormenores.
Un rayo de luz procedente de una llama deseiibie las líneas de dos espectros uno do. los CMa con\gll&
por sus propiedades físicas la naturaleza del foco de luz solar y el otro la de una llama d , ;| s qllC . na¡niedonde emana. A cada metal corresponden rayas brillan- hierro; y de igual modo se lian doseubiertí'
íes de, coloros especiales y do colocación invariable en sio , el cromo y el níquel
señores
los j^nCÍ
el especlro; y un químico puede aprender á distinguirAsi, pues,'con el descubrimiento de
de lu
las de la misma manera que distingue los precipitados Kirschlioffy liunsen lia adquirido mayor coi} ósfem,
obtenidos en los laboratorios por medio de los ordina- la opinión de que el sol está rodeado d(i una al jn0S() ,la
rios ieacl¡vos.
de teni|ieralura mas baja que su núcleo luí" clterp0S
El sorprendente esperimenlo vorilicado por el profe- cual tiene en suspensión la mayor parlo de ')'confirfl"
sor KirsehliolT, pone do manilieslo la inmensa ventaja simples que posee nuestro planeta. Asi s •
^
que tiene para la química el análisis del especlro sobre también la hipótesis de Laplaee que '''.' !'• .rj'jaini'
lodos los demás, do tal suerte que no puede comparar- cion de todo nuestro sistema planetario al e
. ¡0
se ninguna otra reacción en punto -i sensibilidad con la gradual de una nebulosa. Y si Ja atmosiera ( ^
producida por el especlro. Hicimos detonar, dice el compone de vapores metálicos , natural es 1 ^feri
profesor KirscbliolT, Iros miligramos de clorato do sosa densen como el vapor de agua da nuestra ai
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meae sas manchas q u e i n t e r r u m p e n la brillante/, del
á j e l o s astros.
' •i.-niicai'ion
u aplicación del análisis espéclrico ¡i la investiga1 naturaleza de los c u e r p o s , ó sea á la quíuii1
"':— lia dado_ ..ya r e s u l t a d o s positivos y muv
«analítica.
...
' pendentes. La química no posee medio a l g u n o c
«ne comparar el nuevo medio de análisis q u e se le l a
Lnorcionado. Sustancias q u e a n t e s no se d e s c u b r í a n
íllía litro de " " líquido ahora p u e d e n reconocerse e;i
masóla gola del m i s m o . El litio, indicado por dos limas una amarilla y otra roja, reacciona en el espectro
lastaenla fabulosa c a n t i d a d de "/,„„.„.„,,.„„ de m i l i g r a mo; y asi lia llegado Hunsen á c o n v e n c e r s e de q u e es
mo'iíc los metales m a s a b u n d a n t e s y q u e se halla espareidoen tocio el g l o b o , a u n q u e s i e m p r e en c a n t i d a d iufiaitesinial, se le ha hallado en el a g u a del O c é a n o ; en
las cenizas de h i s p í a n l a s m a r i n a s , del t a b a c o , de los
sarmientos de viña , en las uvas y en los trigos de los
Vales del Rliin; en la leche de los a n i m a l e s (pie se a h ueatan con esos f r u t o s , en la s a n g r e liunina y en el leído muscular r e d u c i d o s : ! cenizas. Del estroncio caraclerizadopor echo líneas , seis rojas , u n a a n a r a n j a d a \
ttnazuljSe lian c o m p r o b a d o hasta seis milésimos de
miligramo en una habitación.
sodio. Sábese, por ejemplo, dice Mr. Debérain, que
entre los cuerpos metálicos, la masa química del azufre es doble do la del oxígeno
~.X 8 ~ ll!; v
oxigeno azu Iré •
entre los metales se encuentran combinaciones análogas. Mr. Hegnaull, fijándose en el color específico del
talio, ha ideado que su prolóxido ha de tener esta fórmula Ta 2 O, asi como la de la plata es Ag-O, la del potasio KA) y la del sodio ¡WO. Kl descubrimiento del
lalio no es por lo tanto un moro objeto de curiosidad,
s:no un paso hacia la clasilicacion natural de los metales. Si esta so realiza no será poco lo que tendremos que
agradecer al análisis ospeetrieo ó sea á la optoquimica.
Las aplicaciones de osle descubrimiento van estencliéndose á otras ciencias. Lltimamento el médico señor
Nalentin, residente en Berna, ha demostrado que por
medio del espectróscopo se ¡modo reconocer la presencia
de la sangre aun allí donde ni los reactivos químicos ni
el microscopio alcanzan á descubrirla. Por este medio
descubrió con facilidad la presencia de la sangre en una
hacha que habia servido para cometer un asesinato.
Fácil es deducir los beneficios que esle método puede
prestar ¡i la administración de justicia en los procedimientos criminales.
Mas no se ha c o n t e n t a d o la optoquimica con indicar
Prosiguiendo y multiplicando los esperinienlos de»
lapresencia de cuerpos ya c o n o c i d o s . sino q u e lia l u - análisis espéctrica, todas las ciencias naturales sacarán
jado descubrir otros n u e v o s . Tales son el ca'sium y el de ellos algún benelicio.
riWium, (los nuevos m e t a l e s , aislados por Hunsen y
La geología podrá distinguir con mayor minuciosiilUium por Crookes. El cosió c o m u n i c a al e s p e c - dad los terrenos, y la mineralogía encontrará un nuevo
tro un color azu i celeste (ra-sius),
y de allí tomó SM método, singularmente claro y preciso para la deternombre; asi como el r u b i d i o de rubillus p o r el color minación de las rocas. La astronomía ve abrirse i:n
rojo de su espectro, u n o y otro metal h a n sido clasili- nuevo campo, tan vasto como el número de estrellas
tailosentre los alcalinos al lado del potasio y sodio. VA suspendidas en el espacio, cuyo espectro será preciso
lilÍ0(le9«Hii>, florecer, e n v e r d e c e r , está c a r a c t e r i - estudiar; asi esta ciencia enseñará á los hombres con
cé p una rula linea v e r d e sobre fondo n e g r o . F u e qué elementos formó Dios los mundos. La medicina, en
fccubierto por Crookes en m a r z o de IS'(il, pero no lin, puede prometerse mucho de la optoquimica, ya
kfemlo sido bien delineados los c a r a c t e r e s de esle para la investigación de los venenos en los procediramio, no fue recibido con el i n t e r é s y e n t u s i a s m o q u e mientos médico-legales, ya páralos análisisde las fuente dos anterioras p r i m o g é n i t o s , si asi p u e d e d e c i r s e , tes minoro—medicinales, ya para el descubrimiento de
idiilniirahle método analítico d e H u n s e n y Kirselihoff. cantidades mínimas en ias preparaciones farmacéuirLamy, Iníliil químico de Lila ( F r a n c i a ) , logró lijar ticas.
«íl la atención de los q u í m i c o s , p r e s e n t a n d o en j u 1. O. 1!.
nio último ante la Academia d e ciencias de P a r í s u n a
•«Ira del peso de I í g r a m o s , y asi se h a n podido
estudiar bien sus propiedades. P o r el c o n j u n t o de estas
'1 lalio se parece al p l o m o : es m e n o s blanco q u e la plaJa, y acallado ilo partir p r e s e n t a u n fuerte brillo metá«.Esmiiy Mando y m a l e a b l e , se le raya con la u ñ a
! se deja corta i- fácilmente con un c u c h i l l o , propiedad
Ijees común á los m e t a l e s alcalinos. Su d e n s i d a d e s
¡'¡'algo mayor (pie la del plomo y la plata. Se funde
¡Wy volaiiliza al g r a d o rojo. Tiene g r a n t e n d e n c i a
'«alizar. Las b a r r a s o b t e n i d a s por la fusión dan al
•Was un zurrido análogo al d e las l á m i n a s de e s ,-'Í! descompone el agua bajo la influencia ele los
**s;pero separa el hidrógeno c u a n d o el a g u a está
p u e n t e acidificada. Kl zinc le desaloja d e s u s c o n i j"*ones en láminas c r i s t a l i n a s b r i l l a n t e s ; y pudría
«fsecon las sales de este metal lo mismo qué con las
i ? m o » Rl antiguo e s p e r i m e n l o conocido con el noui-
LOPE DI-: RUEDA.
1.
Kxisle sin duda alguna, gran analogía respeclo á su
origen y desarrollo, cnlre los objetos que constituyen
el inundo físico y las creaciones que representan el de
la inteligencia.
El fuego que. germina en la chispa , pasa instantáneamente á ser la hoguera que cállenla y el incendio que
abrasa. La semilla que cae en la tierra, nos conduce
naturalmente á la tierna planta, y al robusto árbol
que nos da sombra y frescura; y el pensamiento que
nace en la mente de un bombre,es poco después el cullo de una generación , y tal vez la síntesis de un gran
rfonol de Saturno.
período histórico.
Pero ose pensamiento (como el fuego y como la sej 1 * muestras de lalio y d e sus sales q u e presentó
llidi'Tf 1 '" '^'""'''"U' 1 '''' c i e n c i a s , hablan sido e s - milla) necesita de heroicos esfuerzos para comenzar su
to p '
depósitos q u e forman las c á m a r a s d e plo- vida , v ha menester siempre por interprete un gomo,
y por lirazo una gran fuerza de voluntad.
Ljs 9 u e se produce el ácido sulfúrico.
e( íll
Wson • ' ' ' ' s ' l s " " l s y ciuímicas de osle n u e v o meV es que todo lo naciente, todo lo que principia á
¿ n ^ ^ ' ' " l a n i e n t e s i n g u l a r e s ; por un lado le apro- ser, es débil, delicado, impresionable y no puede com
lil
)lil(íl
(l
;l1
(l(ílsi
:l1
piof f ,
•' ''.
I
' I""' " "
P
" V
.
batir sin ostraña ayuda, contra los elementos físicos y
issjL, t e 'lil'ícil su colocación en u n a ú otra d e morales, que se oponen á su desarrollo.
La semilla necesita una tierra cultivada y en sazón:
l
*s;nero n e S < i f ' m P" s " " I 1 1 " e s l l í l 1 ( ' i v i ( l i l l o s l o s " 1 ( 1 | i l "
se destruye por la escesiva humedad, por la sequía
¡ir'l]¡ni P? r otra parte ofrece u n medio de r e g u l a r i continuada, por la acción del aire que la descubre en)|f ^ a s i h cacion n a t u r a l de estos c u e r p o s .
^J'losíS?' ' n '"" rm;l11 Rol>re la memoria de Mr. Lamy tre la tierra, por el grano de arena que pesa sobre su
en afirmar q u e superficie.
r,
V s a
El fuego que alienta en la chispa , perece al menor
la n
' ' '''' ''' *'' ;l sificarioii g e n e r a l m e n t e
Pata los m e t a l e s , el lalio presenta u n c o n - soplo de viento, en una gota de agua, entre grandes
)!c
J "ades c o n t r a d i c t o r i a s q u e nos a u t o r i z a n masas de materias inflamables , y en el aislamiento abl
""•ílesii
" ° ' 1 1 ' l'^'adógico ú o r n í l o r i n c o de los soluto.
El pensamienl i que brota de la inspiración, calla al
Síbido
'í'íicanf,' e t l e f' 1( -'to, q u e la q u í m i c a mincial (í i n - ruido de una carcajada, desaparece tras la intenciona""Parterl'eVG l a singular a n o m a l í a di; q u e m i e n t r a s da sombra del ridículo, se aniquila á la primera opocuw
Meados nn
P » s q u e ella estudia so hallan cla- sición, y se evapora al menor soplo de la envidia.
Por eso son tan bellas todas las auroras del pensaN i o n V i ' I " " 1( '' t()(l() n a t u r a l , la otra sigue una cíall1 M l
miento, que llevan el lema brillante de una ciencia ó la
i'ierpos
'
- l ) u l l ) : i s clasificó n a t u r a l m e n t e
S v a , j a ' I l n metálicos, a t e n d i e n d o á las analogías antorcha de una creación literaria.
Por eso, al lado de los primeros albores que anuncian
'"tajado h' i ° !' o n .¡ l l l l | o de s u s c o m b i n a c i o n e s . Se ha
K 0|(| SIIIPÍ i','''"""'ini'Hilmenlepara clasificar d e este ese nuevo y bello (lia, están siempre las tinieblas del
jP'eciso lb'r S ' I"' I ( I . S I > lia n o t a d o , sin e m b a r g o , cpie llanto, del escepticismo ó de la desesperación, que el
(acucio II"11' " " ' ' "''""'I'" 1 '""Y n a t u r a l con el bario, hombre lleva sobre su frente, en cambio de la gloria
S"letales i C ''''''" -v ''' I 1 '"" 1 0 '' '•'' K'"in densidad de postuma de su nombre.
Ir "'"I de «i' i1 ."""'unidad d e s ú s p r o l ó x i d o s , la neuY después de muchos siglos, cuando los dolores de
Xlll s
?otros c .
" ' l ;| insolubilidad de sus sulfa- la vida del genio, han desaparecido de la memoria de
Ml lc
s
K.> ^* áál i]'i . ' ' " ' .' hacían
" ¡| e.ian ver
ver i|ue
(|i:e el
el plomo
plomo dcdiia
nema lodos, como los restos de su cuerpo olvidado : cuando
S > . Se h " " ; h l l ( ' s ••omunmeni,. llamados alcalíno- sus primeros esfuerzos dieron el sazonado l'niloque d e í n ' Potosi ' J S '' 1 V I " 1 " •anihien c|iie los metales al- bía esperarse, el erudito los colecciona, ordena, y
iniciad graba en su memoria
>i¡ Pl'la'i," ^ - , s n i ' i " tienen u n a estrecha relación clasilica, v toda la In
(listll
una inmensa escala de I
bres y de invenios que pue- ' t e e l c'íilci'i''
"<'ia e n t r e la piala y el sodio
íniic ' i
I 1 ' 0 "! 0 parece m u y g r a n d e , y á de libremente ensalzar ó deprimir, según le plazca
Desgraciados entonces los que sacrdicaron su \ida
¡I ( | s ' ' s r e p u g n a b a todavía osla aproximacal p ~! " n i e n l o del talio se llena ese vacío, á una idea que, no han comprendido las generaciones
r
0D' 'l i ' ' " C L ' s ''' " l 0 l a l presenta un c o n - posteriores • desgraciados los que lloraron amargamente
l' e Uac|es i n t e r m e d i a s e n t r e la piala y el los vicios de la humanidad, intentando encaminarla por
'flíAf,
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Njí'fílln^:
í < o i i h i i n t M i L i J . .
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99
el sendero del bien: desgraciados los que consagraron
su pensamiento á lo que para el buen tono sea objeto
de risa, ó esté muy rebajado en nuestras categorías
sociales.
¡ Los primeros son locos; los segundos llorones imbéciles , que alteran nuestra esquisila sensibilidad; los ullimos hombres vividores, que no son dignos de la gloria, ni de la inmortalidad que proporcionan las alabanzas de los sabios!
lié aquí lo que lia sucedido con Lope de ítueda, el
pobre creador de nuestra literarura dramática, y de
nuestra escena; el pobre autor y el actor modestó; el
artesano y el geiio.
II.
Lope de Rueda nació en Sevilla, al arrimo de una
familia laboriosa y modesta, sin mas porvenir que su
trabajo, ni mas ambición que los pocos bienes que
este le proporcionaba.
Al aparecer el nuevo vastago que iba mas tarde á e n señar al mundo sus ignoradas virtudes , los padres de
Lope no concibieron mas gloria para el idolatrado hijo,
que sus bendiciones, las alabanzas de los amigos, y' el
buen nombre entre los maestros de su olicio.
Sus mas bellos sueños solo alcanzaron á verle rodeado de una numerosa familia: blanca y descubierta su
respetada cabeza, alia la frente, y proclamado como
la honra y prez del honrado gremio de batidores de
oro.
Por esto su gloria no lia podido descubrirnos el año
de su nacimiento, y la historia ha prescindido del hombre basta el punto de no aparecer mas que el actor,
en el inmenso archivo de sus páginas.
Por esto también sin eluda , nuestros modernos literatos, han olvidado su nombre, ó se desdeñan tal vez,
de mezclar sus laureles con los del actor-poeta.
Por esto, linalmente, apenas asomó para Lope la edad
de la razón, cuando su padre empezó á enseñarle cariñosamente el oficio que, segun e l , debía ser su único
destino en la tierra.
El sensible corazón del adolescente , no pudo rechazar los propósitos que animaba su honrado padre, y
aunque su imaginación no armonizaba gran cosa con
sus sentimientos, y aunque su pensamiento volaba á
otra esfera mas alta que la abarcada por sus manos,
empezó con tan gian fuerza de voluntad su trabajo,
que mereció al poco tiempo los elogios de su amoroso
maestro.
¡ Pero cuántas veces le sorprendió esle, estrechando
violentainenle entre sus manos los objetos de su t r a bajo, inmóvil, con la cabeza erguida y los ojos fijos,
como si una figura querida se presentase á su pensamiento !
¡Cuántas veces le vio dejar sus instrumentos sobre
el banco y poniéndose en pie con los brazos cruzados,
murmurar palabras ininteligibles , que concluían por
un profundo suspiro, i'i por mía queja exhalada débilmente!
La familia, inducida por los vecinos y amigos de Lope,
llegó á temer que degenerasen en locura las abstracciones del ¡oven artesano, y muchas veces, cuando volvía
al anochecer, después cíe un largo dia de trabajo, á la
pieza de reunión de la familia, las lágrimas corrían
lentamente por las mejillas de su madre, mientras su
padre y hermanos le miraban fijamente al rostro, como
queriendo encontrar en su fisonomía algún temor r e a lizado, ó alguna esperanza desvanecida.
L'n atento examen ; una vigilancia misteriosa ; secretos cuyo objeto no adivinaba ; pregunlas cuya intención desconocía por completo, tal fue durante mucho
tiempo la ignorada vida del creador del teatro español.
Por fin el artesano no pudo resistir á la impetuosa
inclinación que le llevaba hacia el teatro; hacia ese
niño balbuciente todavía que empezaba á lijarse en las
calles y plazas de España con el despreciativo nombre
de farsa, y que algunos años mas larde había de brindar con la corona de la inmortalidad, á mil genios,
honra de nuestra nación.
Dos ó tres veces pensó arrojarse á los pies de su pa
clre, para conliarle sus pensamientos y deseos; pero
otras tantas el temor de sus quejas, la perspectiva de
su familia deshonrada, segun las i cicas del siglo, y las
tiernas súplicas de su madre, le hicieron abandonar su
propósito.
,
. ,
Pero una noche antes de penetrar en la estancia de.
¡as veladas ovó hablar de su vida anterior: escuchó
déla boca de' sus padres los temores que abrigaban
acerca de su prelendida locura: juzgó que era alargar
sus padecimientos y su ;.gonía, retardarles la revelación de sus proyectos, y abriendo repentinamente la
puerta, y arrodillándose delante de su padre, le dijo
c»n emoción:
.
— ¡Padre mió! castigad si queréis en vuestro hijo lo
que podrá ser una inclinación de mal nacidos: os obedeceré porque por padre os venero; pero no he de d e jar por mas tiempo en vuestro pecho la tristeza, ni habéis de ignorar de hoy mas, mis buenos ó desatentados
intentos. He oido las farsas de los que á Sevilla han venido este año, y he sentido en mi ánimo la afición h a cia su hermosa fabla, y he soñado con los reyes, caballeros y rufianes que nos presentaron. Yo quiero ser su
Siguiente
EL MUSEO UNIVERSAL.
100
Ocho ó diez hombres man-foT
l'j»> « P"' » sus lados, con alforjas
al hombro, cantando y riendo i
mas y mejor, y dos mujeres jóve
nes v agraciadas, cabalgando ¿omo
el jete de la comitiva, küan aten
lamente, unos papeles manuscritos . que en la mano llevaban
El hombre, de delante, era Lope de Hueda, que emprendía su
destino lavorito: los que le seguian el personal de su compañía
dramática.
¡Los dos burros sin ginete, conducían los primeros edificios que
el arte consagraba al teatro español
III.
compañero y su alma: yo quiero
que de mi mism" na/ean reí ralados esos personajes de gran nombre : yo quiero i]iie hayan la vida
de mi pensamiento, y liayau la
forma de mi vo/. y de mis I ¡ajes: y
uo creáis, padre, ipie d e s l o m a r á
vues'ras canas el intento del hijo
«pie i>s suplirá: ipie yo han'1 «le nioiln ipie hasta nuestro linen rey me
escuche placentero, y cpie qui/.a
haga representar mis pasos. Conocéisme b i e n , padre y señor mió:
mis propósitos no lian de mudar
si me dais permiso para ejecutarlos : si no os placen . esperaré
triste junto ¡i vos <|ue llegue el fin
de mi vida.
El padre y 1 n familia toda, quedaron suspensos de asombro al oir
la relación de su lujo.
Es preciso trasladarse á aquel
siglo : vestir aquellos trajes; cobijar en la mente aquellas ideas: ver
su inmensa escala de clases y c a tegorías : oir sus palabras, sus juicios, sus temores y sus deseos: es
preciso, en fin. p e n e t r a r e n la vida
íntima del individuo y déla sociedad aquella, para conocer todo
cuanto de aventurado tenia el proyecto del joven I.ope de R u e d a , y
r n á n fatal y terrible se presentaba
para su familia.
Las mujeres escondieron la c a beza entre las manos: los amigos
del joven le miraron como a t e r rados, y el padre sentóse desfallecido, sin ver al hijo que esperaba
ansiosamente su i espuesta.
Por (in. después de algunos minutos de reflexión y silencio, el
padre alzó del suelo al triste L o p e : hízole sentar á su lado v con
voz balbuciente y conmovida le
dirigió estas palabras :
— Gran dolor siente mi cora/on
al oirle, que no parece sino que
has venido de intento ;í destruir
mis mas queridos planes y los de
esa tu madre quellora tu desvario.
Jamás hubiera yo dado aliento á
tus propósitos si antes me los hubieses dicho: mas será vano intento separarle de, ellos, después de.
lauto lienipo.como fe han alimenlado. Piénsalos mas, y si vuelves
á ellos todavía tus ojos, tu padre
fe da el permiso para ponerlos por
obra.
—Y tu madre . añadió la buena
anciana levantándose y abrazando
á su hijo, te da su bendición para
(pie te acompañe en tus empresas
y le alegre el ánimo en los t r a b a ios. Acuérdale de ella, como hijo
honrado de unos artesanos, sin
mas bienes que el limpio nombre
de tus abuelos.
Lope de Rueda no pudo por el
momento articular ni una sola palabra: el llanlo se agolpaba á sus
ojos, por que le.nia buen corazón:
sus labios estuvieron á pique de
pronunciar una palabra que hubiera vuelto indudablemente el c o n suelo á sus tristes padres; pero la
imaginación le tentó con sus e n cantadores sueños, y no quiso r e nunciar para siempre á la gloria de
su nombre.
Ahra/.ó á su padre y madre con
efusión: estrechó la mano do sus
amigos y recibió de sus honrados
progenitores la bendición quecaia
como una gola de bálsamo sobro
su enlristecido espíritu.
Dos dias después salia de la m o risca Sevilla . una cabálgala e s l r a ña , y lomaba con lentitud el c a mino de Valencia.
Un hombre ¡oven, cabizbajo y
meditabundo, veslido con sencillez, caminaba delante, caballero
en un manso b u r r o , que seguía,
por la distracción de su dueño, el
camino y el paso que mas apetecía.
Otros dos burros mas viejos
¡"¡"i detrás cargados de lelas y palos, sin que nadie, les g u i a s e , ni
pensara en hacerles sufrir el peso
de su cuerpo.
Anterior
Desdeque el infatigable joven da
el adiós á su familia y a su pais nat a l , no podemos separar jamás de
él, su doble carácter de autor é
interprete de sus propias obras: de
inspirado escritor y de hábil ejecutante.
Son dos ojos que ven el mismo
objeto: son tíos oidos queescuchan
el mismo sonido: son dos almas esIrechamente unidas, que sienten y
rellejan una sobre otra, cada una
de sus mas insignificantes impresiones, de sus placeres mas ocultos
y de sus mas pasajeros dolores.
Cor esto queremos decir algunas
palabras de Lope, considerado bajo
sus dos fases, y señalar ligeramente sus estrechas relaciones.
-
—
~-
¿
*-*• *JVI i / u i o
lid"
I.
Cuando Lope llegó á Valencia,
va las escenas de los mesones y
posadas del camino habían dado á
su imaginación alimento suficiente,
para forjar sus primeros autos y
pasos.
.
,
Pero el poeta, que sentía arüer
el fuego de otra vida íntima y bel a,
dentro de su vida real, necesitaba
otro pecho amigo , en que desaho- a r sus penas : otra imaginación
que. comprendiese la suya; otro
, (.nsainienlo (pie adivínase su pensamiento, y le halló tal como
buscaba en el venerable Juan d
Tiinoneda, su amigo entonces su
amigo en los últimos días de su
vida , su amigo después de la
"'si!'lenguaje favorito, tan bello y
pulido, no satisfacía los deseos de
L inquieta imaginación: con»
l)i:l ülril Sor im m S
.
, ¿ t sencillez
¡deas q u e , a pesar de su se s
|,alagabanáíosmasilustia(io
P
h d t o p s o ™
leS:an
su glorioso camino, y
c , verso brotaron de su
^
ra estender su fama P o r *°'etable
ppaña y hacer hoy mas receta
¡magmasu memoria.
pe creó tai
' |
7
f .
_ [
media de magia, t u ¡
samiento vagaba por
de, lo eslraño y lo i d f ^ | ;
la fantasía que nos
nos de sus rasgos, p a r a v d e sU
..„ á las trabas que la ra?ou
' le miponia._
^ penOS os
111
m e r a s inspiración.^,,-,
simple
ule como cnisi _^
f o r l i n siiho.ile v a ( . ' o n y d f
esperanza su « « '
...»
s i ,ndo
¡eS, llegó á la corteje
c.óH.fi, donde, iba a mas notables Iriunfo?- ^
Mlí volvió a lii^i^.
de
amantes ó protectores <
Inicio
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J
EL MUSEO UN1YEKSAL
.
r a Antonio Pérez y C e r v a n t e s f u e ra a'ver al | | 0 , | | | I I T ; que desdo ol fondo
te un obrador, habia subido al P a r n a s o
° | a sencilla , pero difícil c u e s t a do lo
L entonces se llamaban farsas, y poco
Lpues seria ol t e a t r o . Kslas g r a n d e s
lumbreras de n u e s t r a l i t e r a t u r a escucharon estasiados aquellos versos dulc e s y sonoros, y aquellos periodos bellísimos que Corvantes solo p u d o e s c u c h a r
después á sí mismo.
¡Y aquella lengua castellana, q u e lan
rica y magestuosa salía do su p e n s a miento y de sus labios, no bahía n e c e s i tado tener presente el modelo do la latina, y aquel ingenio que tan bien sabia
manejarla, no habia buscado en el Lacio
una inspiración que su monto le olrecia,
ni en maestros e r u d i t o s , pero p o b r e s do
¡naenio, el género que iba á e n r i q u e c e r
va'dar nueva vida á la l i t e r a t u r a c a s tellana.
Cuando salió de Madrid empozo a ocuparse su estrella: t a n t o s esfuerzos agotaron su imaginación , y su edad no ora
va tampoco la edad de p r o d u c i r . C ó r d o ba fue la última población q u e p u d o admirarle como poeta y c o m o h o m b r o , y
recoger los últimos rasgos de su i n genio.
II.
El.
ACTOR.
Cuando Lope llegó á Valencia a r c h i v ó
toda su comitiva en un mal p a r a d o r , y
se dispuso á poner por obra sus p r o y e c tos, preparando el t e a t r o q u e ya poseía
la culta ciudad del Cid.
El actor que iba á i n t e r p r e t a r el p e n samiento, la v i d a , las c o s t u m b r e s y la
grandeza de un personaje, no quiso salir
¡ila palestra, sin ir p e r t r e c h a d o de todo
loque su talento j u z g a b a n e c e s a r i o . No
estudió el teatro r o m a n o , p o r q u e no era
el erudito, sino el h o m b r e del pueblo:
no fue á buscar modelos de « r a m i o s
MÍMICO.—INDIA DE'.'VER \-CRl'Z.
101
maestros, porque era el primero que podia llamarse tal en España; poro al llevar
la mano sobre su pecho halló un inspirador de su arte: ¡el sentimiento! un
juzgador de su belleza: ¡la imaginación!
Su tosco teatro, tan miserable y tan
modesto, necesitaba ir desarrollándose
paulatinamente, como se desarrollaba
su energía, su fuerza de voluntad y su
esperanza: necesitaba indicar al mundo,
que ol abierto corral era el principio de
un gran edificio, y Rueda trabajó con
todo su genio para convertir las tablas
móviles de su escena, en un edificio
propio.
Hizo mas: como alma y empresa de
su teatro, fue el pintor escénico que
abrió un nuevo horizonte á la pintura:
fue quien fijó los bastidores, acomodando con propiedad á la acción los
trajes y las decoraciones; y como úitinioesfuerzo de inteligencia, con aquellos
elementos nacientes, aspiró ;í ensayar
la comedin de magia , que habia de ser
ol gran adelanto déla decoración teatral.
¡Qué de luchas en la dirección de escena, qué do esfuerzos do paciencia hubo
do menester Lope para encerrar la turba
de ignorantes que le seguin, dentro de
los límites que su inteligencia les señaló!
La salida de Valencia fue para el actor
el preludio de un gran triunfo: llevaba
ya en orden y obediente á su voluntad
ja compañía, para poder luchar en la
corte, con las exigencias de los grandes
hombres, que entonces la ilustraban.
El actor hizo un nuevo estudio de
su arte: pintó concienzudamente los
caracteres: retrató los personajes con
maravillosa exactitud, y de este modo
llenó su corral de todos los que apetecían ver una pintura fiel de las costumbres españolas, en aquellas clases que
por su posición solo conocían de oidas.
Y allí, á su vista se fueron formando
los actores que debían después igual
IÍJ1C0.—PLAZA 1>E CÓRDOBA (PICO DE QUIZABA.)
MÉJICO
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EL MUSEO UNIVERSAL.
102
larlc (no mejorarle) conservando vivas y puras las t r a diciones ilela buena d c c l u u a r i o n , para legárselas á los
Latorres y Cu/manos.
¡Y aquél arle escénico que lialiia ile dar una secura
iioniliradía á laníos lioinlires de tan diversas p r o v i n cias; y aquel arte escénico que iba á mejorar el de los
gnomos y el de l ' l a u l o , aparecía arrinconado en un niiseralilo corral . abierto á las nubes y á los vientos, y
contando solo para mantenerse y crecer con el ingenio
de un liondii'e, que 110 lialna salido jamás del círculo
de su lralia|o, y que no lialiia escucliailo mas lecciones
que las de su tálenlo.
A su salida de la corte, ia compañía empezó á sentir
la decadencia de su alma . ó lo que es lo mismo , empezó la decadencia de l.ope de Rueda. En Córdoba dio los
últimos alientos el teatro de este gran a d o r , y allí,
después de los últimos aplausos, se estinguió para r e nacer muv p r o n t o . aquel período glorioso de nuestra
escena.
Kn el año KüiT. al poco tiempo de su entrada en
Córdoba murió Lope de liueda, adorado por cuantos
le conocían, y ton mas fortuna que Moliere. Francia
negaba á este ingenio mucho tiempo después la sepultura del cristiano, mientras <1 culto clero cordones,
enterraba al poeta con gran aprecio entre los dos coros
de la catedral. y perdonaba al actor en nombre de otra
época mas ilustrada.
IV.
Lope de Hueda ciertamente puede contarse como un
gran genio en la historia de nuestra literatura dramática. "
Nadie ignora la poi liada lucha que por mucho tiempo
hizo dudoso el porvenir del teatro . entre los que aspiraban á crear una literatura nacional, independiente y
propia de las costumbres españolas, y lus que pretendían trasladar ¡i nuestro suelo la planta ya mustia
de las antiguas civilizaciones.
Los primeros halagaban al pueblo . que veia retratadas escenas y objetos conocidos, y que daban grato solaz á su ánimo, haciéndole sentir todas las emociones
que animaban al actor. Juan de la Encina y Torres
Nahairo, fueron sus primeros jefes.
Los segundos, buscando su aprobación en las clases
mas ilustradas, eran despreciados por la inmensa mayoría del pueblo, tan amigo de su nacionalidad. Villalobos, Simón Abril y Oliva . fueron sus mas acérrimos
partidarios.
I'ero antes que Lope de Ye^ra decidiese la cuestión,
con el peso de su poderoso ingenio, Lope de Rueda
había preparado el camino y hecho renacer los buenos
preceptos del infatigable Torres .Naharro.
Sin embargo , á pesar de lo mucho que escribió, solo
la amistad de Tinioneda nos ha conservado unas cuantas
de sus obras, en las que pueden notarse sus buenas dotes como escritor castizo, como buen pintor de los c a racteres, y como poda aventajado. Kn este concepto
lia sido bien visto por nuestros buenos críticos, que
solo han deplorado en sus pasos lo bajo de sus personajes, y lo haladí de la mayor parte de sus espresiones.
Pero á pesar de todos sus grandes esfuerzos, lastima
el ánimo considerar lo que era el teatro en su época,
según los dichos de Cervantes y Agustín de Rojas, que
hacían al misino tiempo justicia á los talentos de nuestro personaje.
Las comedias, dice Cervantes, eran unos coloquios
cuino églogas entro dos ó tres pastores , y alguna pastora. Aderezábanlas ó dilatábanlas con dos ó tres entremeses, ya de negro, ya de rufián, ya de bobo, ya de
vizcaíno (y hablando de Rueda añade) , que lodas'cstas
cuatro figuras y otras muchas hacia el lal Lope con la
mayor escelencia y propiedad que pudiera imaginarse.
El adorno del teatro ora una manta vieja , tirada con
dos cordeles de; una parte á otra, que hacia loque llaman vestuario, detrás de la cual estaban los músicos,
cantando sin guitarra, algún romanee antiguo.
Y Agustín de Rojas empieza :
Digo que Lope de Rueda
Gracioso representante,
Y en su tiempo gran poeta
Kinpezó á poner la farsa
lín finen uso y orden buena
Porque la repartió en actos
Haciendo inlróilos en ella , ele.
¡lie aquí cómo empezaba la ¿.Tan escena español;1,
que había de contar en su seno á los Lope de Vega, los
Calderones, Mordos, Tirsos y Moralinos!
Pero por sencillo y Irisle que sea para nosotros esle
origen , jamás deberemos olvidar en esa bella historia
de nuesira literatura, el noinhre del que consagró su
vida á perfeccionarla y acrecerla: el nombre del que
brilló como autor, a d o r , empresario, Iramovisla y
pintor de decoraciones: el nombre del ilustre artesano
que predecía el maviir lustre de nuestro teatro : el
nombre, en lin , ,|e tope de Rueda.
EULAUDO SKIIHAMI 1'\\TK;.\TI.
Anterior
KL C A N A L 1)K SUKZ.
Lus obras relativas á esta gran empresa han llamado
lauto la atención últimamente. que creemos que nuestros lectores verán con guslo la relación que de ellas
hace un viajero que acaba de visitar aquel país.
Los esfuerzos de la compañía que dirige esla obra
inmensa , se han encaminado no solo ¡í abrir el cauce
del canal entre los lagos Menzaleb y Tiinsah, sino á
abrir olro canal menor para suiiunistr.ir agua dulce a
Puerto Saúl, que es la entrada del canal proyectado
por la parle del Mediterráneo y á Suez, que es el otro
eslremo de esle misino canal. Este canal para el agua
dulce comienza en Zagazig y recibe sus aguas del canal de El Maslualielí. que corre directamente desde un
punió del Nilo que se halla á algunas millas al Norte
del Cairo. Desde Zagazig ¡i Tel-olkibir . la compañía
lio ha tenido que hacer mas que profundizar y reparar
el canal llamado El Wady (el valle) que había ya y que
es la antigua Arsinoe. Las obras de la compañía actual
se puede decir que comienzan en Tel-el-lvibir. El nuevo
canal viene á ser de unos veinte pies de ancho y seis
de profundo; está completo y abierto para el curso
desde el lago Tiinsah , en cuyo punto sus brazos van
en direcciones opuestas y se I rata de hacerle paralelo
al canal marítimo. Esta obra se prosigue con vigor y
es de esperar que antes de que termine el año presente . Suez tenga ya abundancia de agua dulce.
El resultado de la apertura de este canal por el W a dy-Tumílat se echa de ver desde luego, l'na vasta ostensión de pais que pocos meses antes era un desierto
terrible . está en el dia muy cultivada. Cada inundación aumentará considerablemente el valor de esle terreno , de modo que con un mediano cuidado dentro
de pocos años habrá devuelto el capital empleado para
hacerle feraz. Como ejemplo de lo que puede hacer una
buena administración, diremos que el distrito de RaseI-"\Yady comprado recientemente por la compañía al
vírey de Egipto y del que no se cultivaron el año anterior mas que 2.000 acres, se ha traslorniado de tal
modo, que este año contará por lo menos ,->,0oo acres
mas de cultivo, debidos á la irrigación del terreno, lo
ue es un 1oO por 100 de aumento sobre los producios
el último año. En el interiorsonecesitaiuas tiempo para
hacer el terreno propio para el cultivo. Los beduinos
apenas cogen una pequeña cosecha al presento y no esperan mas que hacer su recolección este año para trasladarse á oíros puntos. La compañía parece estar en
buenas relaciones con esla gente y aparte de lo injuslo de su sistema de trabajo, lodos los trabajador!':están bien cuidados y aparentemente im se hallan miserables.
El grabado que damos en esle número es debii
á Mr. Federico licurgo, que le ha enviado con e| relato de la escursion que hizo el mes último para ver
el canal de agua dulce. Llegados, dice, á lo que llaman la estación, pero de la que no se ve nada mas que
montañas de fardos de algodón esperando trasporte,
hallamos por lin el camino y pudimos respirar y mirar
en derredor nuestro. Zagazig es una ciudad considerable y en esta eslacion un punto de mucha actividad comercial. Penetrando en el bazar por entre la niullilud,
cruzamos tres puentes que pasan por varios canales,
los cuales se unen aquí dando un aspecto completamente igual al de Yenecia á esla antigua y pintoresca
ciudad. Desde hace poco ha adquirido mucha importancia por su posición central y por eslar en comunicación directa con Alejandría y con el Cairo por medio
del camino de hierro y del canal. Dentro y fuera de la
ciudad hay varias factorías para preparar el algodón,
una de oslas pertenece á los señores Acland , Mitchcll
y Muslaple y en ella reparamos nuestras fuerzas con
una comida deliciosa. Después de haber descansado fuimos á ver á Mr. \Vílkínson, agente de la compañía en
Zagazig, que tuvo la cortesía de poner á nuestra disposion un barco con un dromedario para remolcarle si
era necesa no.
Tuvimos también la fortuna de unirnos á un caballero que tenía relac onos con la compañía, que nos
acompañó hasta Tiinsah val que soy deudor de noticias i n le resan I es y de atenciones durante el camino.
Estando ya todo preparado nos despedimos del agenle y de nuestros amigos y echamos á andar á las dos
de la tarde. Impelidos unas veces por una brisa ligera
v remolcados otras, llegamos al anochecer á Tol-el-Kibir , que es la primera eslacion , habiendo pasado en el
camino por algunas bellas campiñas y algunos lugares
animados, entre los cuales no debo olvidar á Abou-llauiad, donde la compañía ha hecho un puenle levadizo
de madera, que es mas útil que uno viejo de piedra
que pertenecía al liempo de Meliemet-Alí. De ve/, en
cuando pasábamos cerca de grupos de mujeres que eslahan llenando de agua sus cántaros y de hombres que
estaban regando; esla parle del valle es muy fértil \
está muy poblada.
Conociendo que seria imposible eonliniíar el \iaje
por la iludir porque no hacia luna, nos quedamos en
una pequeña y limpia posada de Te I el-Kibir. La compañía ha formado aquí algunos huertos que proveen
de toda clase de verduras y frutos; también hay un
puente levadizo igual al de Ahou-Hainad.
Inicio
En Tel-el-Kibir hay una estación telegráfica que está
en comunicación con lodas las estaciones de las obras
El sistema empleado es el francés de liriquet; el encargado de él tuvo la amabilidad de esplicarnos su mecanismo.
Dejando á Tel-el-Kibir al romper el dia, continuamos
nuestro camino por las obras acídales de la compañía
Después de cuatro horas de ir en el barco con buen
viento, llegamos al lago Malisamab , donde hay una estación. Esle lago es pequeño , pero está lleno de pescados que parecen ser los qm> atraen á una multitud de
pájaros y de gansos. Aquí se podría cazar muy bien con
escopeta; á veces se presentan unos pájaros'parecidos
á los flamencos.
Nuesira parada siguiente fue en Hanises, estación de
la compañía y sitio de una antigua ciudad. En una escavaciou vimos una masa de granito que- representaba
á Hainesis 1 sentado entre los dioses. La parte posterior
de la piedra está cubierta de ¿jeroglíficos muy
mal con
conuy mal
servados. La piedra entera eslá iinivy estropeada,pero
la compañía li lomado medidas para conservar fstos
¡iileresanles restos
tos del tiempo pasado. La compañía lia
establecido glandes hornos
para la
de
h
l fabricación
f b i i
d lladrillo que suministra después á todas las estaciones y
cuya calidad es muy superior por su material. Había
aun mucho que ver en esle punto, pero el tiempo urgía y por |o lanío nos embarcamos de nuevo y seguimos nuestro camino á Tiinsah , á donde llegamos al ponerse el so!.
Como el punto donde se desembarca está á una distancia que se atraviesa en inedia hora poco mas ó menos yendo á caballo, nos procuramos dromedarios y
llegamos á nuestro destino, siendo recibidos allí del
modo mas cordial por Mr. Leconte, jefe del campamento en Tiinsah , que puso sus habitaciones á nuestra disposición y que tenia preparada una escelentc
comida.
Nuestro grabado représenla una vista general de la
ciudad y sirve para dar una idea aunque débil, de laactividad'que ha habido en este punto. Las calles están
admirablemente alineadas y todas las casas son de piedra con tejado doble. Al es'tromo izquierdo del grabad»
se ven los mástiles de los barcos. los cuales indican el
punto para desembarcar. El edilicio mas elevado que
se ve mas al centro del grabado, es la casa de Mr. Lesseps. construida por el estilo de las de Suiza. Las casas
grandes son las de los ingenieros y la del jefe del campamento. Vendo mas á la derecha se pasa por cafés,
billares, ele. , y se llega á los almacenes déla compañía. Mas allá se encuentra la casa donde están Jas maquinas para suministrar agua á la ciudad de El-Girsn,
por medio de tubos de loza. El edificio que está mas
próximo á ella pertenece al jefe que recibió á sir K. Bulwer en su visita á este punió.
1.a vista d"l la-o, que daremos en el siguiente numero, eslá lomada desde las colinas de arena entre la
ciudad y el lago. Las orillas están cubiertas de unos arbustos gruesos, peculiares al desierto y que sirven para
leña. El anua tiene un sabor muy amargo. Este lago es
llamado Tiinsah (cocodrilo), no sé por qué causa; es
evidente que si cualquiera de estos anuíales vin .^ ra ,j¡
esle punió no podría permanecer en él. A una milla
la ciudad el canal esla ya preparado para abrirse. KM"
la obra desde Tel-eMviíiirestá muy bien hecha y sena"
lomado las precauciones necesarias para evitar tonu»
los conlrali
pos. Las orillas forman un declive suavv á ambos lados han plantado una yerba que pronicu.
crecer mucho; d objeto de esto es evilar el perjuiu"
que podría causar el paso continuado de los traseun En Tiinsah esperaban á sir E. Buhver al P ° n e F s ^
sol; nosotros aguardamos algún tiempo, pero v ^ . h
que no llegaba con I ¡miamos nuestro viaje a HMJ -^
que viene á estar á una hora y media de distanc\d,
esle punto encontramos una fonda bien provista j
alumbrada. El du ño , después de indicarnos c u ^
eran nuestras habitaciones se marchó á preparar . ^
alimento, lo cual es de suma importancia en el aesi >
porque su aire despierta un gran apetito.
„_
La fonda tiene ,,„ ,-alé v una mesa do biHar, Y W_
rece bien montada ; los precios s
Hiéranos, c
mero de europeos en El-Cirsb es baslante M, ranUe ' ' „ _
no hay duda de que pronto se irán de allí a o tío V ^
los para continuar las obras. Por medio de uno
0_
amigos, luí relacionado con varías personas qu e , Q e r 0
cían bien las obras y que tuvieron conmigo toüOfc
d:- atenciones.
"
ocjeLos que residen en El-Cirsb han formado un«»
1
dad y poseen entre otras cosas un museo P^
j¿sj|es)'
de repti'';^' c ¡ on es.
rrdenado
d n a d o que
que contiene
contiene muestras
mustr
idd
d
b i
otras curiosidades
descubiertas
en las osea i
Tambi
También tienen un buen gabinete de
de ''°V,
° V ¡a¡'¡nteJ'~
'¡nJ
como lodo lo d e m á s , dice mucho en lavor <!"
gemía de sus individuos.
nosrC"
Mr. Villar, ingeniero en jefe de esla sécelo" JuoS'trOS
cihió ile la manera mas corles y accediendo • v c s a r el
deseos, líos suministró dromedarios p a i a a
desierto de Suez.
nnúiner»
' " "" , C ( | D
Hacia el medio dia llegó á El-Cirsh un^ g ••'"
n a , entree las cuales iba sir L -j j "" , |llO nd ppersonas,
otros personajes de distinción, acompasarlos o
ba_
sieur Lesseps, á quien fuimos presentados, t.», u ¡ 1 1 1 0 s
CI
lluro nos presentó también á sir 12. Bul« 1
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MI SEO UNIVERSAL.
105
la comida qIu e se íiahia p
p rpe p a r a d o íen lilr ( . d o s p¡uaa la
lanle le hace t i r i t a r d e frió. El i n v i e r n o cae blanco y
j
u n a vez e n r o j e c i d o s con el a s e s i h Después ( '° participar ''"' ''"•' • ' llc '" s \ i si 1 ;i 1011 ¡río sobn> los tarajes
f i b r a s mas ¡nliMVsanlcs . marchando en seguida por nato, y sobre os fantasmagóricos p o s t e s - g u i a s , d o n d e
se h
lia enterrado
ti
t d
á llos suicidas,
iid
áPiicrt<!-S;iiil i'ii barcos cómodos, remolcados por sin lorma de entierro
PROVERBIOS EJEMPLARES.
AI. n t i : m , SKIIÁ
1:1. i u ; m .
donde á menudo se oyen estrañossonidos nocturnos, do
esos que nunca rompen el silencio del dia; vemos al in( CONT1N CATIÓN. I
Nosotros "0 tuvimos tiempo para ir ;i Puerlo-Said: vierno dominar con peso de plomo sobre los altos mon«solvimos atravesar el desierto de Suez, y partimos tes, donde las posadas nubes pardas descansan, espe—I na cosa me ocurrí 1 , inania.
rando
que
una
rál'aja
de
aire
las
empuje,
para
correr
do con
con no
no ppoca p
pena á vanos aunaos
serviciales
—Acaba.
a
como locos desatados , con sus despedazados trajes onli
i t d moli'slia
l l
l
p
—¿Porqué no empeñas ó vendes tus cadenas, penee no P« linltinii
evitado
alguna
para hacer
hacer
deando por ol airo. Un mugido semejante al de los leo- dientes , pulseras y sortijas?
nuestro
t viajo lodo lo mas agradable que so. pudiera.
nes hambrientos del desierto, se oyejunloal mar, c u —No me disgusta la idea.
yas furiosas olas sallan sobre las peladas rocas, y donde
— \ a hace, lo menos, dos años que las compraste.
ios buques están tan desamparados ante la tempestad,
—¿l>os años?... Como dos y medio. Tienes razón:
como
las
ojas
anle
las
brisas
de
otoño.
El
eco
repite
COSTUMBRES
son unas antiguallas que ya no se ven en el mundo:
este mugido tierra adentro en los oscuros bosques, las empeñaremos.
ni: i \ s I M I U S H E v r n v—<:iti'z.
donde los grandes árboles se agitan durante toda la no— ¿Cuánto piden por el aderezo, te acuerdas?
chocándose sus nudosas ramas como si estuvieran
—Cuarenta ó cincuenta mil reales.
El señor don AI Ion so Calderón, capitán del regimien- en la agonía, lil Año .Nuevo osla mecido por el frió y la
—¿Y las alhajas, qué valdrán?
to de Ñapólos en Matanzas, nos remite la siguiente no- oscuridad, y neniado por los fuertes vientos del in—Las alhajas han costado bastante mas, pero con
licia acerca del tipo, traje y costumbres de las indias \ ionio.
mil duros que nos «leu por ellas, me contenió.
mejicanas do pura raza en el listado de Vera-Cruz.
Muchos sostienen que habría mas armonía en la d i —Mamá, oso es tirarlas á la calle. ; Jesús , qué lásSe"un sus observaciones y dibujos,
la estatura de estas mujeres os generalmente m e - visión de las estaciones, si el año empezase con la p r i - tima !
—Tú no conoces el mundo, niña: hay cosas que sin
iliana ó mas bien pequeña. Su color, moreno hroneea- mavera y so marcase en los cogollos do las hojas, y el
(lo algo semejante á los mulatos de la Isla de Cuba y á brotar de las llores. Si hubiesen observado mas de cer- mas que sacarlas i]e la tienda, pierden gran parle de su
los'indios de Filipinas, l.os ojos tienen el párpado s u - ca los movimientos de la naturaleza , habrían visto que valor. Con un canto en los pechos podríanlos darnos, si
perior oculto con la piel que cubro la apólisis sop:a- hay un movimiento de vida en el campo , tan pronto sacásemos de las alhajas mil duros.
— Pero veo q u e , aun asi, no adelantaríamos nada.
orbilal, y son negros con osprosion triste , como indi- como ha pasado el dia mas corlo, á menos que no caiga
—¿Por qué?
cando miseria. EÍ tamaño os regular. La nariz chala y una helada penetrante que retardaría toda la vegetación
,
aun
cuando
el
año
estuviera
un
mes
ó
dos
nías
— Porque fallarían oíros veinte mil reales, suponienregularmente corta. La boca i\e labios gruesos, pero no
exageradamente, lis raro hallar una india que no t e n - adelantado. La prolongación de los días es un principio do que lo suelten en cuarenta.
natural
del
Año
Nuevo,
como
sucedió
en
aquella
época
lista última observación de Teresa , por natural que
ga el pelo, además de muy negro y fuerte, sumamente
poblado y largo. Llevan dos t r o n z a s , bion tiradas á la do locha desconocida, cuando el tiempo empezó por se- fuese , como hasta entonces á ninguna de las dos le
espalda, bion una adelante y otra atrás. Sus dientes son parar la luz de la oscuridad y la llamó dia. Asi so puede había ocurrido, dejó consternada á Isabel.
blanquísimos é iguales. Sus formas son r o b u s t a s , y á decir que el tiempo empieza con una nueva aurora en
—De manera.—dijo, con el mayor abatimiento —
causa de las fatigas á que so dedican, algo varoniles. la prolongación de los días. Ouo naturalmente parece que después de haber anunciado en todas partes que
Los pies anchos y casi desfigurados de andar descalzas crece el año al salir de los días cortos y oscuros, y brillar lo tenia ajustado y a , y que lo llevaría al concierto...
en los verdes de la primavera y esplanarse en el lleno ; Dios mió, qué vergüenza ! ¿Habrá criatura mas desen todos los terrenos.
y llorido eslío, hasta que las doradas posturas del sol graciada que yo?
El traje consiste on una camisa de tela blanca y o r - de otoño, enrojecen los días nebulosos y cortos, mien—No le aflijas, mamá; no es una desgracia tan grandinaria, alta de escolo y corta de mangas, marcando tras que á lo lejos so presentan las azuladas sierras del de como te figuras. Diremos que eslás enferma , y que
muyeaido ol pecho por el abandono con que so crian y invierno, y los oscuros y fríos días , Iras los cuales el no podemos asistir.
se visten. Saya de lana parda y generalmente rola ó año se desvanecerá y morirá para reaparecer mas y
—Calla . calla, ¡nocente; ¿qué sabes lú? ¡Y la Uoioremendada, y un cinluron do lela rayada que deja col- mas brillante al salir lentamente de la tundía de d i res Hornero, que también lo quiero! ;Ouo será capaz, en
gando las punías á manera de faja. Un mantón de percal ciembre, y esplanarse en un nuevo eslío.
un apuro, de venderse ella por arrebatármelo! lisa
color oscuro rompióla el atavío, y en ol cual forman
Los que deseen ver el invierno luciendo su agreste mujer es mi sombra. mi pesadilla ; hace cuanto me ve
una especio do bolsa donde llevan colgado al hijo mas aspecto que atraviesen las praderas, las desiertas rocas
hacer, se le antoja todo lo que se me antoja ¡i m í . la
pequeño. Este so encuentra tan cimiento en aquella y solitarios arenales de Lincolnsbire, cuando se e n encuentro en todas las casas que visito, Conoco á t o perlina de mano, que se les ve gozar de su deliciosa é cuentran sumidas bajo una vasta sábana de nieve, por
das las personas que conozco \ n . . . en fin, no puedo
infantil ignorancia, y la madre los sujeta llevando las que. entonces el grande y plano espacio que hayal pie
tragarla. Solo siento tener que convidarla al baile, lis
manos hacia atrás, después de babor anudado el m a n - délas montañas, yace blanco y silencioso como un
una relación que me fastidia. Ya verás, ya verás, Tetón sobre el pocho.
océano. cuyas playas están deshabitadas. Las rígidas resila . couio el dichoso aderezo me va a coslar calenLas viviendas de los indios bravios, restos vivientes alturas parecen una ciudad de muertos, hace largo tura.
^la raza que conquistó Hernán Corles, consisten en tiempo construida del mas puro mármol, donde liuhíc— lil papá...
«lozas de paja sostenidas por gruesos maderos, y sin sen permanecido durante siglos enteros, y que aquellos
— No soltará ni un maravedí. Ahora ha dado en la
"asajuar que algún banquillo para comer y un oabe- blancos monumentos sin nombre, fuese lo único que Mor de decir que es preciso cercenar nuestros gastos;
™ con paja para reposar.
los muertos hubiesen debido Iras sí pira despertar que la vida (le Madrid es muy cara ; que con lo que teComen frugalmente, reduciéndose su principal ali- nuestra admiración. Los sidos sonidos que rompen el nemos podríamos ser en provincia unos príncipes; que
mento ;i unas tortas hechas de maíz, untadas con una silencio de la soledad, es el grito de algún p;,|aro o e¡ aquí el dinero se va como agua; que es verlo y no verlo,
salsa de Oiilc, y además cierta clase de puches llama- quejido del viento. No seria seguro aventurarse entre con olía porción de vulgaridades por el estilo. Yo le he
los lindos é ¡limitados pantanos, cuando los arroyos dicho va: (.mira. Lozano, lú liaras de tu capa un sayo;
Hombres y mujeres acuden á los mercados de Vera- helados están cubiertos de nieve y lodo se halla llano y pero ten entendido que si me llevas á provincia, será
r * ) ' Oriza ha (término del lisiado) para vender en nivelado, á no montarse sobre un largo palo, porque como llevarme al cementerio. Las provincias ofrecerán
"s das de silbado mesas y sillas trabajadas á la ligera, asi, si el hielo se rompiera el palo sería mi sosten y pa- las ventajas, comodidades y goces imaginables, no lo
.quedespachan al módico precio de i'm real. Gallinas, saríais lloras enteras sentado, con agua helada hasta las niego ; pero, en provincias, la vida es una sosera, para
caderas, sin que una alma humana acudicia á vuestras las que estamos acostumbradas á la corte.» ¿No te paíu iS> P'á'anos y [amales , que son unas tortas ha
w
llamadas, mientras el moñudo pardal revolotease en rece, Teresila , que llevo razón en lo que digo?
™ de manteca y'envueltas en hojas de plátano.
^ a s mujeres llevan á la espalda con notable fatiga Ionio de vuestra cabeza , y veríais las aves del desierto
— ¡Como no he vivido en provincia, no sé qué reses (:os|
chillando (Mitre vos y el sol poniente. Si os salvaseis y ponder! Poro mucho sentiría dejará Madrid.
«1.1S
as en que conducen su mercancía \
cayera la noche , para abrigaros, hallaríais tan solo los
« len caj.gar además brazados ,le leña,
—i Qué escándalo en nuestro círculo, si Lozano vamóvil .
' a r i q u e trabajadores y muy recios de cañaverales helados y los puntiagudos juncos, y perma
riase de residencia ! Unos lo achacarían á mal estado de
lar?» J i ' l l a t l > " participar á la mujer de la mayor neceríais allí y os helaríais hasta morir, y continuaríais sus negocios, que le obligaba á buscar economías; otros
durante largos días sin que, una alma viviente os des- á una verdadera quiebra... ¡Como tenemos tan pocos
medel trabajo. A,, ol,s( ;l ,!u i la mujo
oslas aman á sus nía— cubriese; porque, semejantes cosas han sucedido con envidiosos y envidiosas , en gracia de Dios !
frecuencia.
El dialecto es mi cln
—¿Unieres que yo le pida á papá los veinte mil rea"g"»!dedificil comprensión.
irrado del antiguo azteca y del
Muchos de los animales que de vez en cuando vemos les que fallan? lis tan bueno para nosotras, nos quiere
en nuestros paseos de verano, están ahora dormidos
tanto, que no nos los negará.
eosa7m n í i n a i í í l l " n s '•'•eencias a n t i c u a s , , .
v son ¡iris— Algunos han almacenado alimento en .sus pequeños
—No tenemos otro recurso.
'alia ü q " e t í l r l i ( l "s y buenos cristi; ^,\h<
Convenido entre las dos el medio de adquirir los
™instrucción , . n s u vida montaraz.
bido á la graneros para cuan,lo despierten , ó para esperar una
nueva cosecha. Con frecuencia, repentinos cambios de cuarenta mil reales para comprar' el aderezo, serenóse
frío y calor, son la causa de que muchos despierten á la alterada lisonomía de Isabel; quien, fuera fie una
la mitad del invierno, y si no fuese por el alimento vanidad sin límites, y como consecuencia de ella, un
que han almacenado perecerían ; cuando esla precau- deseo de, ligurar que la quitaba el sueño, poseía cualiLOS l'AISKS J)KL ¡VORTE. ción les incapacita para recobrar sus fuerzas, duermen dades dignas de aprecio. Teresa, con mas juicio que
hasta que los calientes días de primavera les impulsa Isabel, ora, sin embargo, cómplice, de sus locuras, unas
-•"•a o
í
naturaleza, las estaciones, p r e - de nuevo á buscar alimento en sus primitivas guaridas. veces por debilidad de carácter, como su padre, otras
r
' °s del i •
partes los grandes y niagestuosos lil lirón permanece hecho una bola , y cuando se le e n - por el respeto que se debe á una madre: la suya la
,; J s y , | e J ™ n , l n - Aparece el invierno en las d e s - cuentra en este eslado, semejante á la muerte, se le consideraba á ella mas como á una compañera que
ique II
i~ II: """" 1S > ll( ' ''onde hace largo puede rodar sobre una mesa, sin que despierte. Tam- como á una hija. Habituada , por otra parle, desde su
n>lla
auno
" " s y ganados se han retirado, y poco es fácil encontrar un átomo de vida en el erizo adolescencia á ver y oír siempre lo mismo respecto a!
; el inv; ''""!" a l"'"as hallaban un escaso a l i - cuando esta invernando, si no se le coloca ante el fue- lujo, parecíanle la ('osa mas justa las exigencias de su
I -manñi ','"'
" " ' ' ' " l n s profundos valles,lon- go, lil lirón de larga cola I .¡ene las despensas mas bien madre; asi es que le costaba casi lanío Ira bajo como á
¡^Cioilos •|,,.|.'S|.''sl1"1 '"''.a'los, y las pequeñas
- repuestas , y se ha encontrado en su nido, el alimento Isabel aceptar el orden de ideas de economía y de resilencio • '• s ' " ''' hielo IIIUM'UKMI ociosas, piulo sulicienle para llenar una medida de celemín, y que se traimiento, que su padre daba en predicar de cuando
„ Telapni»«'i '''""arcaileíos, mientras no se ve ni componía de trigo, bellotas, varias semillas y basta pa- en cuando. Isabel decía, que una mujer joven y hermotatas. Tal es el espectáculo que aun présenla el invier- sa no necesita mas que sus gracias naturales para cauno (Mi los países del Norte.
livar á un hombre ; pero que el adorno completa la obra
Os
de la naturaleza: "la mujer—anadia—es como los alta.
M . iu:i. A .
montes | s campos rasos, vacíos y despejados
f,
^dromedarios que se habían
preparado
para el
res, que siempre están bien, sin masque oslar limpios
y contener lo indispensable al culto; pero atraen mas
ios sentidos y elevan mas el alma, cuando resplandecen,
al reflejo de millares de luces, como cíelos estrellados,
C ^ l u i e n liiiócífeV,l i n ('lisiado para abrigar al
fílente cñn )
sorprendido, y que marcha
'
u la c a b e z a bai.i
m i n n t , ' . ^ . ' , . ! , - ; , > , , Í M I-ÍH,-
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EL MUSEO UNIVERSAL.
104
SOU SIMPLICIA.
cutre llores y nul)cs de incienso.') Atrincherada detrás
de esta y otras metáforas, cine á Teresa le parecían verdades sin vuelta de lioja; creyéndose fuerte con ciertas
máximas filantrópicas de los economistas, «prendidas
en los periódicos, y i|ue reservaba en su arsenal para
las ocasiones supremas, como el principio de que el
lujo favorece la industria, las artes y el comercio de
líts naciones, disminuye el pauperismo y la vagancia,
dando empleo tí millares de brazos que , sin el, .se ocuparían tal vez en obras de eslerminio, Isabel no se ha—
liaba lejos de creer que hacia una obra de caridad, derrochando lo que su marido, á fuer/a de años, de honradez y de sudores, había ido reuniendo. El gran problema
que ella tenia que resolver en el inundo, era superar
en fausto y ostentación, ya que no á las familias mas
opulentas, por lo menos á lo mas llorido y encopetado
de sus relaciones. La modista formaba su consejo ; y la
modista era, al propio tiempo, responsable de, cualquier
defecto, por leve que fuera, en los trajes. l,"n pliegue
poco artístico, una puntilla media línea mas ancha ó
mas estrecha de lo regular, una imperceptible arruga
en la espalda de un vestido, producían interpelaciones
amenazadoras, agrias reprimendas y ataques de nervios. Carlos Arenal, á quien su lamentable situación no
permitía presentarse tan á menudo como quisiera en
algunas casas, había estado, no obstante, en el baile de
la marquesa, con su careta correspondiente y dominó,
habiendo tenido, para alquilarlo en treinta reales , que
quitarse de la boca el pan de dos ó tres dias; y con el
protesto de saber si Isabel y su hija habían descansado,
entraba en el gabinete de estas á las dos de la tarde. El
frió era irresistible; pero aumentábase, contemplando la
miseria del pobre Carlos, nial disimulada, á pesar de su
esmero en la limpie/.a. Su rostro pálido, sus ojos encendidos, quizás por la vigilia, tal vez por el llanto, pues
todo podría ser , y rodeados de ojeras cárdenas , juntamente con su mirada diste y la timidez y cortedad suma
que se revelaban en lodos sus movimientos, conmovían
é interesaban en su favor, lié aquí c| traje: levita negra, raída por el cepillo, y abrochada hasta el cuello;
pantalón negro también, de finísimo satín usado, botillos de becerro , y corbata oscura con viso pardo. Llamábale Isabel la sombra de Niño, y la levita mereció
igualmente á su cruel habilidad para'ciertas calilieaeioiies, el nombre de la eterna. Si Carlos y su familia no
hubiesen pertenecido de mucho tiempo atrás á las r e laciones de los padres de Lozano, Isabel habría compadecido de veras al desventurado joven, sio mas que
Anterior
LAMINAS 1>E LOS MISERABLES.
mirarle á la cara; pero no podía perdonarle el («norme
delito de enamorarse de Teresa, y mucho menos la libertad de pararse alguna \ez á saludarlas en la calle, á
vista de lodo el mundo. ¡Oue osadía ! ¡ Oué afrenta para
ella! ¡Si por lili, Carlos hubiera sido uno de esos elegantes que pisan los salones de los poderosos, y de quienes el mundo huiría espantado, si pudiera verse la cadena moral que arrastran, como se ve la i le los presidiarios !
—Señoras—dijo, saludándolas—aunque he. (cuido el
gusto de ver al señor de Lo/ano cerca de la liolsa, como
iba él casi corriendo, no uicalrcvíá [)i egunlarle por
ustedes.
—i U1"' posma!—esclamó Isabel, al oído de Teresa.
—¿lian descansado ustedes?
—Sí señor.
—Sí señor; respondieron al par la madre y la hija,
con ceremonioso acento.
•—Serán capaces de no decirme que me siente—murmuró Carlos para sí, añadiendo en alta voz:—veo que
soy importuno, que estorbo; quizás sea mas temprano
de lo regular... con todo, me parece que las dos...
La indiferencia glacial de las dos mujeres, pero e s pecialmente la de; la madre, penetraba como una tria
daga en el corazón de Carlos; quien, no podiendo r e sistir mas tiempo desaire tan marcado, esclamó:
—Señoras, he venido solo con el objeto de saber si
ustedes han descansado; viendo que están buenas, me
retiro.
Tomó el sombrero, y saludándolas con una inclinación de cuerpo, dirigíase ya á la puerta, cuando Teresa
dijo al oído de su madre :
—Mamá, pregúntale si estuvieron sus hermanas.
—¡ Ali! ¡ Sí! Lo mas acordado mas olvidado. ¡ Arenal!...
—¿Tenia usted algo que mandarme, señora?
—tome usted asiento, si no trae mucha prisa.
(«irlos volvió á dejar el sombrero, y, lomando una
silla, soldóse á un lado de la chimenea, en fíenle de. las
señoras.
¿Se nos ha enfadado usted?
—Yo nunca me enfado con ustedes. Se me lignró
que hacia mal tercio , y...
- Hijo mío, es usted muy quisquilloso; la desgracia
es un prisma oscuro que le hace ver negras todas las
cosas.
—Sea asi, enhorabuena, será cuestión de óptica;
pero yo estaba en la creencia de que el dolor , ó sea la
Inicio
LL SE.NOR MAGDALENA.
desgracia, si á usled le place, era capaz de abrirlos
ojos basta á los ciegos. Es una maeslra que sabe mucho, v una amiga que noenyaña, «'onio la felicidad.
—Mal
s de cosas alegres. ¿Estuvo usted en el
baile de la marquesa?
, „.,.
—Sí, señora; y me apresuro á felicitar a ustedes, poi
la esquisita elección de sus trajes.
(.Se
cimíiminriiA
VKMTHA l l n z AGUILERA-
LOS MISERABLES
VÍCTOR HUGO.
Continuamos dando á conocer á nuestros
lectores algunas viudas que ilustran esi
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grande obra.
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lia terminado la publicación del toi^
primero, que contiene dos de la edi
¡Van cesa.
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Contiene 24 enlregas y se han r e m j ^
á los principales punios de suscricion P ^
los que gusten suscribirse y recibirlo e
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Continúa abierta la suscricion á diez
Jos la entrega en Madrid y once en Pr
eias franco el porlc.
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Se mnil.cn el prospecto y primera e
ga de muestra á quien lo pida.
SOLIVIÓN nm. OI:IIOI;I.U''K:O OI:L NUMEIIO A.
Los duelos con pan son menos
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EniTon ItF.si'nxsim.R 1). Jnsí Rnir..—IMP. DK C.ISP'
iDiroRts. MADRID: I'IIINCIPE, i-