Lunes: EL SANTO: FELIZ EN LA POBREZA Hablar de felicidad en nuestro tiempo parece un cuento de hadas, muchos no se plantean si son felices y muchos no quieren pensar en que no lo son. Como sociedad hemos conquistado tecnologías avanzadas… tenemos comodidades que en otros tiempos parecían imposibles, pero no hemos entendido el sencillo arte de vivir. Si algo nos mostró Jesús es que la vida no está en el poseer, Jesús no se opone a unas condiciones de vida digna, Dios no quiere la miseria de las personas… a lo que sí se opone es que las personas afinquen su vida en lo que es pasajero, en lo que se esfuma como el viento, que sólo aspire a una estabilidad económica al precio que sea y: Se olvide de Dios, de ser humano, de vivir, de ser hermano… nada más lejos del proyecto de Dios que todo esto (Lc 12, 15-34; Lc 16, 19-31). Finalmente, cuando mueras, el dinero no te va a resolver tu situación delante de ti mismo y de Dios ¡No te va a resolver nada! Porque el dinero es caduco y cuando mueres si no lo supiste usar puede ser que haya sido causa de tu miseria eterna. (Mt 5, 3). Feliz cuando aprendes a ser pobre, dependiente sólo de Dios, a poner en Él tu confianza, tu esperanza, tu horizonte. Feliz cuando como hijo te abandonas en Él porque entonces todo lo demás se ordena (Mt 11, 25-30). Martes: EL SANTO: CONSUELA A LOS TRISTES. Cuando una persona asume la opción de pobreza: Dependencia de Dios y permitir que Él sea el centro de su vida… empiezan a brotar solidaridad y búsqueda de que nadie pase necesidad. La vida cambia de signo: en lugar de vivir para sí y para acumular… vive para solidarizarse y ayudar a los demás… esa fue la primera comunidad cristiana (He 4, 32-35). Por eso los santos han sido y serán siempre signo de consuelo en la tristeza de muchos hombres y mujeres de todos los tiempos… Donde hay santos se empieza a establecer un orden justo en la sociedad en la que vive, él mismo comparte sus bienes con los demás y genera solidaridad (Mt 5, 4). No obstante, consolar a los tristes engloba muchos más aspectos que el material: Escuchemos a San Juan de la cruz “…a fuerza de amor humano, me abraso en amor Divino, la santidad es camino que va de mí hacia mi hermano, me di sin tender la mano, para cobrar el favor, me di en salud y en dolor a todos y de tal suerte, que me ha encontrado la muerte sin nada más que el Amor”. (Is 61, 2-3; 40, 1-2). La santidad y la forma de curar la tristeza, empiezan en la capacidad de escucha, el acompañamiento en medio de la soledad, y sobre todo en transmitir a Jesús que es el verdadero consolador; cuando hacemos esto estamos dando un rayito de santidad al mundo de hoy EL SANTO: MANSO EN TODA SU VIDA. EL SANTO: FELIZ EN LA VOLUNTAD DE DIOS. Miércoles: Jueves: La mansedumbre es sinónimo de no violencia, no porque se tenga debilidad de carácter, sino porque se ha aprendido a canalizar toda la fuerza interior hacia el bien. Jesús y todos los santos son personas que encauzan sus emociones y saben enfrentar los conflictos de manera adecuada; el manso no busca venganza, acepta las diferencias, y sabe valorar a los otros, no se impone, no abusa de su autoridad, no grita… jamás humilla a los demás (Mt 11, 29; Mt 5, 43-45). Si tuviéramos que resumir lo que es un santo, habría que decir que es aquel que vive para hacer la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es el sentido de vida del santo; el horizonte hacia el que se encamina; lo que busca a diario en su oración (Jn 4, 34; 5, 30; 6, 38). ¡Si hubiese más santos en nuestras casas, en nuestros trabajos, en la calle… qué difíciles serían los conflictos innecesarios, las discusiones acaloradas…! ¡La venganza quedaría erradicada! ¡Imagínate qué país y que familia tendrías! ¿Por qué no hablas con Jesús y le pides que te ayude a controlar tu ira y tus enojos y a canalizar toda esa fuerza para hacer el bien? ¿Por qué no dejas de creer que siempre debe haber problemas en casa o en el trabajo y asumes otra postura en la vida? (Ef 4, 31; Col 3, 13). Los santos tienen la sabiduría para vencer el mal a fuerza de bien: la espiritualidad; transforman su ser en Amor y generan que los demás saquen lo mejor de sí mismos. Así fue San Juan María Vianney en Ars, un pueblo lleno de tabernas, baile… transformado después en un lugar de oración y santidad ¿Por qué no ser santo hoy? (Mt 5, 5). No hay verdad más profunda que esta: cuando hacemos lo que Dios quiere somos felices, nos sentimos realizados, plenos, con capacidad de dar lo mejor de nosotros cada día ¿A ti te apasiona saber qué quiere Dios de ti cada día? ¿O simplemente sigues en el tren de actividades “programadas” y le pides a Dios que “se suba” en un viaje que Él no planeó? (1Tes 4, 3; Mt 5, 6). ¿Te regalas tiempo a diario para preguntarle a Dios su querer, su voluntad, y una vez que lo sabes te encaminas a ponerlo por obra? ¿Sabes descubrir en un día cotidiano de trabajo, de aseo en la casa, de miles de compromisos… que en todo ello puedes agradar a Dios y te das tiempo para preguntarle la mejor forma de vivir lo de cada día como Él quiere, para ser lo que Él quiere? Recuerda: Naciste para una sola cosa, hacer la voluntad de Dios; si aprendes a hacerla, encontrarás la clave para ser feliz, para ser santo y para transmitir santidad en tu entorno. De lo contrario podrás conquistar tus metas, pero vivirás con el vacío de no saber si eso es lo que debías hacer ¡Pregúntale a Dios su voluntad! (Rom 12, 1-2). EL SANTO: FELIZ SIENDO MISERICORDIOSO. Sábado Finalmente, los santos, son personas misericordiosas, que sienten compasión por el dolor del hermano y se encaminan según sus posibilidades a hacer algo para aliviar ese dolor (Lc 10, 30-37). La felicidad que lleva el santo en su corazón es muy desconocida para las personas de hoy. En una sociedad donde “no poseer” personas, cosas, dinero… es motivo de tristeza, los santos nos hablan de una riqueza estable y que trae alegría al corazón que no está amenazada nunca. Viernes Los santos no son héroes que se ponen a cargar con los dolores de todos para andar estresados por la vida; son simplemente hombres y mujeres que le conceden espacio a Dios para que Él actúe, Él pase, Él renueve a las personas con su fuerza ¡Jamás se colocan en el lugar de Dios! No se impacientan porque las cosas no se resuelven a su ritmo, saben amar y dejan a Dios ser Dios en su vida y en la de aquellos a los que ayudan, a los que aman (Mt 5, 7). A veces nosotros pecamos en nuestro “deseo visionario” de hacer el bien, y no le concedemos espacio a la gracia; tendemos a pensar que a las personas “las salvamos nosotros”; que las tenemos que “cargar nosotros”… y le quitamos al Señor todo su espacio y autoridad… Nada más lejano de la santidad que nuestro deseo de ser héroes, que nuestro “maternalismo” disfrazado de Amor. Para ser misericordioso has de recordar que la misericordia es Él y a ti se te pide ser sólo el cauce de la misma ¡No eres Dios, déjale a Él serlo y manifestarlo a través tuyo! (Lc 15, 11-24). EL SANTO: FELIZ. En medio de una sociedad en la que se profesa un culto al “placer”, al pasarla bien aunque muchos sufran, el Señor nos invita a ser felices en la solidaridad, dejando de lado nuestra propia comodidad, ser felices dando motivos al otro para que sonría. ¡Es que en el Servicio hay una recompensa que sólo la entiende el que la vive! Imitemos en el servicio a nuestra madre María. Una felicidad hermanada con la armonía, con la capacidad de establecer relaciones de paz donde estamos, sin pisar a los demás, sin generar conflictos a diestra y siniestra, como muchos hoy lo suelen hacer. Nuestro Dios nos dice su voluntad: “hijo quiero que seas santo” (1Tes 4, 3). Porque te quiero feliz; porque te puse en el mundo para que contribuyeras a la felicidad de los que te rodean… te creé para ser santo y feliz ¿Lo vas a buscar? ¿Vas a permitir que sea Dios en tu vida y a través de ti me vas a dejar pasar al mundo en el que vives? Mi felicidad está en que vivas y que hagas felices a los que te rodean 09.11.2014 Sem. 45 Domingo: ¡NO TEMAS SER SANTO! PAUTAS DE ORACIÓN MES MISIONERO NO DEBEMOS TEMER A LA SANTIDAD. ACTIVIDADES Eucaristía y Escuela de la Palabra niños, adolescentes, jóvenes y adultos Sábados 3:00 pm. Retiro para mujeres Martes 11 de noviembre 9:00 am a 12:00 m Convivencia de jóvenes 16 y 17 de noviembre Informes 3124170422 y3313337 Experiencia de oración Domingo 30 de noviembre. 8:30 am a 1:00 pm Fraternidad Misionera Verbum Dei Cra 13 N° 13 E 27 Pereira Tel.: 3313337 www.fmverbumdei.com Si algo nos dejan como legado los santos es que fueron personas profundamente felices. ¡Y es que en esa cuestión tan sencilla se encuentra la clave de la vida: cuando hallo la felicidad aprendo a vivir de manera sencilla, armónica y a transmitir felicidad en mi entorno! No obstante, la felicidad que nos proponen los santos difiere por completo de la “apariencia de felicidad” que nos propone la sociedad consumista y superficial. Se trata de ser felices, no de aparentar serlo, se trata de ser no de tener; si eres muy seguramente generarás un entorno distinto a tu alrededor. Los santos de todas las épocas se confrontaron con situaciones sociales conflictivas, (ningún tiempo ha sido sencillo). Generalmente nos quejamos de la época en que nos tocó vivir pero, aunque es un tiempo en que la deshumanización es muy grande… pocos santos tuvieron situaciones mejores que las nuestras: Kolbe en medio de los campos de concentración nazis, Madre Teresa (Beata) en la miseria de Calcuta, Juan Pablo II en plena II Guerra Mundial (perdiendo a todos sus amigos, viviendo la soledad tras la muerte de su hermano y sus padres). El tema no es que el entorno sea “ideal” sino que como los santos de todos los tiempos sepamos ser felices según Dios y transmitamos esa felicidad a los demás, que aprendamos a vivir las coyunturas económicas, sociales, morales… en medio de las cuales estamos, con la perspectiva de generar algo nuevo, sembrar algo nuevo. El lema de estos días será “se necesitan santos” hay vacantes de hombres y mujeres santos en el mundo de hoy. La empresa del Reino de Dios es la única que no cae y que siempre tiene vacantes. ¿Te vas a apuntar?
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